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PRESENTACIÓN
Si alguna norma tuviera que escogerse para precisar la naturaleza del Recurso de Casación y la
crucial problemática que en él está involucrada, ella vendría a ser la contenida en el encabezamiento
del artículo 320 del Código de Procedimiento Civil. En efecto, es en esta norma donde se plantea la
difícil distinción entre cuestión de derecho y cuestión de hecho; así como las limitaciones y las
excepcionales facultades del Tribunal de Casación en este aspecto del Recurso. Allí encontramos la
prohibión impuesta a Casación de extenderse al fondo de la controversia y al modo como el juez de la
instancia apreció y valoró los hechos, y así mismo los casos en los que excepcionalmente Casacion
puede conocer de la cuestión de hecho, cuando se denuncie la infracción de norma jurídica expresa que
regule el establecimiento o la valoración de los hechos o delas pruebas, o se haya incurrido en una una
suposición falsa que aparezca como soporte del dispositivo del fallo.
CAPÍTULO I
La naturaleza del Recurso de Casación. Su tipificación dentro de los medios de impugnación.
Imp'licaciones sobre la Cuestión de Hecho
El único entre los procesalistas venezolanos que ha abordado esta importante problemática ha
sido Humberto Cuenca, quien después de hacer una apretada síntesis de la mejor doctrina conocida al
respecto en su época, concluyó estableciendo “que el recurso de casación tiende cada día más a
identificarse con una apelación de tercera instancia, pero de carácter sui géneris” (Curso de Casación
Civil, tomo I, pág. 29).
La doctrina foránea, muy especialmente la italiana, y dentro de ella la expuesta originalmente
por Piero Calamandrei, propugnó una distinción que se convirtió en clásica, con la cual se persiguió
establecer una diferencia conceptual entre los distintos recursos que podían ejercerse contra las
sentencias, consagrándose así la categoría del “medio de gravamen” y la categoría del “medio de
impugnación”, cuyas características vamos a estudiar seguidamente.
El “medio de gravamen” (mezzo di gravame), hay que advertirlo, no expresa al traducirse
literalmente al castellano, su sentido propio y preciso en el idioma italiano, pues en realidad la idea que
en él está involucrada es la de una vía o recurso contra el agravio que la sentencia pueda causar por su
injusticia, y esta vía o medio no es otra cosa que la apelación, cuya causa eficiente es el “vencimiento”
que sufre la parte en la primera instancia del proceso, y el consiguiente daño o agravio que con ello
presuntamente le causa... En cambio, el medio de impugnación, una de cuyas figuras típicas es el
recurso de casación, exige para su ejercicio la existencia de un “vicio” en la sentencia, sea de forma (in
procedendo), sea de fondo (in iudicando), anticipadamente predeterminados por la ley.
1. EL MEDIO DE GRAVAMEN
El medio de gravamen, entendido como la vía o recurso que ejerce la parte contra la
“injusticia” del fallo que la agravia, tiene como razón de su existencia la consideración de política
legislativa que ha aconsejado siempre someter el conocimiento de la causa al examen de otro juez
jerárquicamente superior (ad quem), a quien se confía una nueva revisión de la misma para los fines de
asegurar... la posibilidad de que el fallo finalde la instancia realice propiamente los fines de justicia que
el Estado está comprometido a impartir a los ciudadanos.
Se trata pues de materializar y de llevar a la práctica el derecho de la parte vencida total o
parcialmente, a obtener el doble grado de jurisdicción que las leyes procesales garantizan a través de la
apelación, que viene a ser instrumentalmente, como lo señala Chiovenda, el medio procesal para hacer
pasar el conocimiento de la causa del primer grado de jurisdicción al segundo grado de jurisdicción.
En el medio de gravamen, cuya figura típica es la apelación, se dan tres características que
permiten individualizarla claramente, y de consiguiente diferenciarla de los otros recursos que se
admiten contra la sentencia. La primera de ellas se relaciona con los efectos que provoca su ejercicio; la
segunda hace referencia a la ausencia de los dos momentos, rescindente y rescisorio, que son propios
de otros recursos; y la tercera, la naturaleza de la sentencia sujeta a apelación. Trataremos de revisar de
seguida, someramente, estas importantes características.
I) Dado que la apelación en su función de medio de gravamen involucra una protesta contra la
injusticia de la sentencia de la primera instancia, y habida cuenta del derecho potestativo que se
reconoce a la parte vencida para someterla causa a un nuevo examen por la instancia de alzada
(principio del doble grado de jurisdicción), es de suyo imprescindible reconocer también al ejercicio
del recurso dos consecuencias inmediatas:
II) El segundo aspecto que interesa destacar para caracterizar el medio de gravamen es la
ausencia de un momento o etapa rescindente y de un momento o etapa rescisoria, que en cambio sí
aparecen claramente diferenciados en el recurso de casación, que no es un medio de gravamen, sino un
medio de impugnación propiamente dicho.
1. Una primera corriente consideró que la sentnecia sujeta a recurso de apelación debía tipificarse
dentro de los actos sometidos a condición resolutoria, bastando para excluir este enfoque la
circunstancia de que la tesis de la condición resolutoria no explica porqué el fallo apelado no
puede ser ejecutado.
2. Chiovenda por su parte dió la explicación según la cual la sentencia sujeta a recurso no es una
verdadera setencia, sino una “situación jurídica”, un estado de expectativa y de pendencia que
no puede devenir sentencia sin el concurso de otro elemento, que no puede ser otro que la
decadencia del recurso, o la confirmatoria del juez superior... A esta última corriente adhirió
Calamandrei...
Estas consideraciones doctrinales ciertamente que carecen de toda relevancia práctica en los
sistemas procesales que como el nuestro no reconocen ejecución provisional de las sentencias, pero es
de todos modos significativo su conocimiento como una comprobación adicional del carácter de medio
de gravamen que tiene la apelación.
2. EL MEDIO DE IMPUGNACIÓN
No obstante que autores como Satta sostienen la tesis de la unidad de lo smedios de
impugnación, considerando la destinción con el medio de gravamen... creo que en realidad la
diferenciación... sí tiene una apropiada justificación doctrinaria y positiva que es necesario destacar.
− Si la ley concede el recurso de como medio normal de control para conseguir una sentencia “justa”,
a través de un nuevo examen de la controversia por el Superior, y no se requiere de otra
justificación más allá de este fin genérico, el recurso es ordinario.
− En cambio, sería extraordinario el recurso cuando la ley señala un motivo particular, taxativamente
indicado, en forma que no basta la genérica aspiración a la “justicia” de la sentencia... Para definir
el el recurso extraordinario, nos dice Jaime Guasp que este viene a ser aquel en que se exigen para
su interposición motivos determinados y concretos y en que el órgano jurisdiccional no puede
pronunciarse sobre la totalidad de la cuestión litigiosa, sino solamente sobre aquellos sectores
acotados de l amisma que la índole del recurso establezca particularmente (Derecho Procesal Civil,
Tomo Segundo, pág. 712).
En la apelación, el juez superio cumple las dos etapas del juicio rescindente y del juicio
rescisorio, revocando la sentencia del Juez a quo, y dictando en el mismo acto la sentnecia que la
sustituye; mientras que en Casación, por principio, el juicio rescindente o anulatorio sobre la sentnecia
recurrida corresponde al Tribunal de Casación, pero la sentencia que sustituye la anulada corresponde
al juez de reenevío.
1. En primer lugar, uno y otro constituyen un medio para remover o subsanar la injusticia que en
el sentir del recurrente presenta el fallo recurrido. Cabe recordar que la finalidad última del
proceso es la obtención de una sentencia “justa”, esto es, un pronunciamiento que sea conforme
con el derecho objetivo del Estado, para quien la justicia representa “...una exigencia con
stitucional, y una condición de estabilidad y de progreso” (Renso Provinciali, “Delle
Impugnazioni in generale”, pág. 12, en Trattato del Processo Civile).
2. En segundo lugar, tanto el medio de gravamen como el medio de impugnación tienen como
finalidad esencial la de provocar una nueva decisión, que remueva y sustituya la sentencia
impugnada por vía de apelación, o por vía del recurso de casación. Sólo una nueva decisión
podrá dar como resultado la sentencia justa que se pone como objetivo último del proceso. Pero
hay que tener en cuenta, sin embargo, que la nueva decisión aparece como un resultado
inmediato en la apelación, habida cuenta de que el Juez superior que resuelve este recurso
asume simultáneamente las fases rescindente y rescisoria; mientras que en el recurso de
casación, en principio, la nueva decisión representa un resultado mediato y diferido, ya que al
Tribunal de Casación sólo corresponde la fase rescindente o anulatoria, y al Reenvío la fase
rescisoria con el pronunciamiento de la nueva sentencia. Por otra parte, el recurso de casación
no apareja efecto devolutivo, el cual es esncial y característico del recurso de apelación.
3. En tercer lugar, el objeto de ambos medios o recursos es la sentencia “injusta”, que es la que
encierra el pronunciamiento que la parte contra quien se dicta pretende que sea modificada, lo
que nos lleva a considerar los dos puntos de vista fundamentales desde los cuales puede
enfocarse la sentencia, esto es, como “acto jurídico” y como “acto de juicio”, distinción que
tiene un alto valor de clarificación.
CAPÍTULO II
La Cuestión de Hecho en Casación. Perfiles Generales de esta Problemática. Su Evolución en
Venezuela
2. En segundo lugar, el estricto carácter negativo de la función del Tribunal de Casación, limitado
únicamente a declarar la contravención expresa al texto de la ley;
3. En tercer lugar, y como derivación necesaria de los dos anteriores, el reenvío, esto es, la
remisión de la causa al tribunal que debía conocerla, a objeto de que dictara la sentencia de
mérito.
(1) Que la casación no pudiera conocer el fondo de la controversia era la consecuencia más
que forzada de su condición no judicial o no jurisdiccional, pues el Decretode creación de la Casación
de 27 de noviembre de 1790 colocó al Tribunal de Casación al lado del Poder Legislativo, como un
órgano auxiliar de éste, en forma que hubiera sido ostensiblemente violatorio del principio de la
separación de los poderes el atribuirle al Tribunal de Casación, luego de haber anulado el fallo por
contradicción expresa al texto de la ley, la facultad de conocer y de pronunciarse sobre el fondo de la
controversia, pues ello hubiera sido tanto como permitir al legislador mismo el ejercicio de atribuciones
que correspondían al Poder Judicial.
La ley del 1º de abril de 1837 colocó a la Corte de Casación Francesa como vértice de la
organización judicial ya que al eliminarse el référé obligatorio ante el Poder Legislativo, la Casación
francesa pasó a ser la suprema dirimente de las controversias, al asumir el poder de indicar la doctrina o
principio de derecho aplicable al caso concreto. De ahí en adelante, la Corte de Casación en Francia se
convirtió ciertamente en factor uniformador de la jurisprudencia, y de consiguiente, en supremo rector
del Poder Judicial.
Una parte de la doctrina ha considerado que al reconocerse al Tribunal de Casación el poder
de establecer con efecto vinculante para el reenvío el principio de derecho conforme al cual la
controversia concreta debe ser resuelta, se está violando con ello la prohibición de que el Tribunal de
Casación entra a establecer uno de los términos del silogismo en que se resuelve la sentencia de la
instancia sobre el mérito de la controversia.
El Código de Procedimiento Civil italiano de 21 de abril de 1942 consagró en su artículo 384
del modo más enfático y categórico el carácter vinculante del principio de derecho establecido por la
Corte de Casación en los siguientes términos: “La Corte, cuando acoge el Recurso por violación o falsa
aplicación de la norma de derecho, enuncia el principio al cual el juez de renevío debe someterse”
Dentro de esta correinte ha estado afiliada Venezuela desde el Código de Procedimiento Civil de 1897,
que el nuevo Código de 16 de marzo de 1987 ha tratado de desarrollar hasta sus consecuencia más
exhaustivas y relevantes.
(2) El carácter negativo del fallo de casación, y la consiguiente necesidad del reenvío a la
instancia, vinieron a representar corolarios ineludibles del principio de la separación de los poderes,
pues no formando parte el Tribunal de Casación de la organización judicial, y conceptuado más bien
como un órgano del Poder Legislativo, el resultado de su control no podía ser más que negativo,
únicamente con poder para anular el fallo de la instancia dictado en contravención expresa del texto de
la ley. En esta forma, el Tribunal de Casación estaba llamado nada más a ejercer aquella función de
nomifilaquia o control de los jueces, que le impedía, bajo pena de usurpación de funciones, extender su
actividad al señalamiento de principios o directrices que chocarían con la esfera privativa y reservada
del Poder Judicial.
(3) Bajo la doctrina tradicional, el carácter negativo de la Casación y la consiguiente
necesidad del reenvío, han encontrado su caracterización más diáfana a través de la distinción entre el
iudicium rescindens (juicio rescindente), y el iudicium rescisorium (juicio rescisorio), figuras éstas a
través de las cuales se ha pretendido establecer una demarcación de competencia y de facultad entre el
Tribunal de Casación y el Tribunal de reenvío, en forma que corresponde al Tribunal de Casación el
juicio rescindente o anulatorio, y al Tribunal de Reenvío el juicio rescisorio. De acuerdo con este
esquema tradicional:
La filosofía del nuevo Código en cuanto a la reforma del Recurso de Casación está orientada
en el sentido de que, visto que el Recurso como una institución en la cual se concilia el interés privado
con el eminente interés público de salvaguardar la integridad de la legislación, no puede seguir
obedeciendo a principios y reglas que no guardan relación alguna con la realidad presente ni con el
sitial preeminente que en el orden judicial corresponde a la Sala de Casación. EN esta forma pues, para
la correcta interpretación y aplicación de de las innovaciones del nuevo Código, debe tenerse presente
al evolución de esta institución que ya no debe continuar limitada por los ortodoxos dogmas que
presidieron su nacimiento.
1. Cuando los jueces hayan dado por probado un hecho con pruebas que por la ley sean
improcedentes para demostrarlo;
2. Cuando a una prueba que no reúna los requisitos exigidos por la ley le hayan dado, sin
embargo, ,los efectos que ésta le atribuye, como si estuviera debidamente hecha;