DEMOCRACIA, IMPERFECCIONES Y DESARROLLO

¡NO NOS ENGAÑEMOS!

La democracia, cuya definición etimológica consta de manifestar que es “el poder del pueblo”,
tiene en principio mucha aseveración en el mundo real, así como intrínsecamente en su
búsqueda de primar el bienestar social, sin embargo, es lógico preguntarnos: ¿tiene
imperfecciones?, o talvez con sarcasmo e ironía ¿nuestra nación posee una democrática
engañosa?

Para responder a ello –en esta ocasión de forma general-, mencionemos además que el sistema
de decisión de asignación de recursos y orientación de decisiones políticas, mediante el cual la
mayoría de países en el mundo –sin ser excepto el nuestro- en el cual se basa es el mecanismo
de “elección por mayoría” para elegir a sus representantes quienes guiaran el quehacer diario,
ello para garantizar la democracia de su pueblo, el mismo que en instancia ultima debería
reflejarse en una elevación de la calidad de vida de sus integrantes.

Y es que lógicamente debería cumplirse esto último, sin embargo vemos en nuestros días y en
la historia que la decisión por mayoría no siempre es la que asegure la óptima asignación de
recursos ni el óptimo respeto por el ambiente o por los DD.HH en su forma englobante ; menos
aun cuando el pueblo no tiene la suficiencia en educación, en colectivismo o muestra
simplemente desinterés, o menos aun cuando el poder de la mayoría se distorsiona, influencia
y coactiva por grupos de poder minorista; claro cuya búsqueda individualista lleva al costo de
oportunidad de desarrollo para varios sectores claves –en especial los más vulnerables- de un
territorio. ¿Entonces qué hacer? He aquí el mensaje es “converjamos siempre esfuerzos
individuales; converjamos para regular, premiar o condenar a los líderes de nuestros sistemas
socio político ambientales, converjamos para efectivizar lo que por dignidad y lucha hemos
ganado, esto es una vida de calidad, porque eso es desarrollo señores (uno que nosotros
mismos generemos y que per sé muestre las razones que tengamos para valorarlo) y porque
solo con el colectivismo y solidarismo, lograremos una sociedad más justa, sustentable y
sostenible”. ¡No nos engañemos señores nuestra democracia no está completa, aún hay tarea
por hacer y hacerla juntos!

Por: Marco Ruiz