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Los ingresos que se incluyen en el presupuesto familiar pueden ser sueldos, pagas
extras, ingresos de inversiones o subvenciones.
Los gastos pueden dividirse en:
Gastos fijos del día a día, entre otros son la comida, la luz, el agua, el gas, el teléfono
o los medicamentos. Si bien éstos son gastos necesarios y no pueden desaparecer,
sí que se pueden reducir hasta un mínimo.
Otros gastos mensuales, como por ejemplo la hipoteca, los gastos de comunidad,
los seguros o el préstamo para el coche.
Gastos discrecionales o prescindibles, normalmente relacionados con el ocio, como
podrían ser la cuota de algún club, vacaciones o irse de fiesta.
Saber en qué se gasta el dinero, permitiendo analizar qué gastos son ineludibles,
cuáles son gastos hormiga, gastos innecesarios, etc. De esta manera se podrá dar
prioridad a qué gastos son los más importantes y se deberán pagar
obligatoriamente.
Planificar para reservar una cantidad todos los meses para ahorrar, similar a
un depósito, según unos objetivos a realizar.
Acumular un fondo dedicado a emergencias y poder afrontar gastos inesperados
(una enfermedad grave, una avería del coche, la pérdida del empleo y necesidad de
un subsidio).
Evitar el endeudamiento excesivo, puesto que permite ver las posibilidades
económicas de cada familia y planificar si fuese posible la devolución de deudas
existentes.
PRESUPUESTO INDIVIDUAL
Un presupuesto personal es un documento en donde se
cuantifican ingresos y egresos de dinero que una persona
espera tener para un periodo de tiempo determinado.
En general, contar con un presupuesto personal nos
permite planificar un mejor uso de nuestro dinero
(especialmente en lo que a nuestros gastos se refiere), y
nos sirve de ayuda para adquirir la disciplina necesaria
para cumplir con lo planificado.
En términos más específicos, un presupuesto personal nos permite:
evaluar si necesitamos contar con mayores fuentes de ingresos.
identificar partidas en donde estemos gastando mucho dinero de forma
innecesaria.
identificar partidas en donde podríamos reducir gastos.
evaluar si necesitamos limitar la adquisición de deudas.
planificar la creación de una bolsa de ahorro.