Un estudio demuestra las propiedades de la leche de

camella para curar alergias alimentarias y fortalecer las

defensas en niños
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Salud y Bienestar

consumer.es
lun, 12 dic 2005 20:22 UTC
Una investigación publicada en la última edición de la revista mensual de la Asociación
Médica de Israel demuestra que la leche de camello puede curar serias alergias
alimentarias y fortalecer las defensas del organismo en los niños. El estudio, en la que
participaron ocho pacientes de entre cuatro meses y diez años, a los que se administró
con éxito ese alimento, se llevó a cabo en el hospital Soroka de la ciudad sureña de
Beersheba.

Frente a la leche de vaca, de oveja y de cabra, que son rumiantes, la hembra del camello
produce una leche "muy diferente", dijeron los expertos, pues contiene sólo un 2% de
grasas y ácidos grasos completamente homogeneizados. La investigación la desarrollaron
los doctores Iosef Shabo, Rubén Barzel, Mark Margoulis y Rubén Yagil, quien desde hace
años estudia el mejoramiento de la especie de los camellos en una granja del desierto, ya
que, en su opinión, "esta leche pueden salvar de la muerte a millones de niños desnutridos
en África".

En el caso de los menores examinados, sus padres solicitaron la asistencia médica porque
los tratamientos convencionales no les habían dado buen resultado. Los síntomas de esas
alergias eran sarpullidos en la piel, deficiencia de lactasa, desequilibro químico y señales
de asma. Según los médicos, las proteínas en la leche de camello han sido el principal
factor en la prevención y para la cura de las alergias alimentarias que sufrían los niños
estudiados. Ello se debe, según señalaron en la revista, a que por un lado, no contiene beta-
lactoglobulina, y por otro, posee una beta-caseína distinta de la que se encuentra en la
leche de vaca. Esos dos componente, agregaron los médicos, son los que suelen causar
aquellas alergias.

Según los investigadores, esas alergias, que afectan a una minoría de niños, se deben a
que las defensas de su organismo reaccionan ante las proteínas de la leche y otros
alimentos como si fuesen "una amenaza", y entonces ponen en acción el sistema
inmunológico como si se tratara de un elemento patógeno.

Además, la leche de camello es rica en vitamina C, calcio, hierro, y contiene anticuerpos

(inmunoglobulinas) compatibles con las de los seres humanos, y también moléculas
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pequeñas que pueden llegar fácilmente al torrente sanguíneo por vía de los intestinos.

Comentario: Al parecer, su venta está prohibida en Europa, mientras se plantean legalizar

la marihuana. No tienen vergüenza.
Desde Mauritania se ha intentado comercializar este producto en Europa, pero, adivinen, la
UE no deja de poner trabas.

Primero insistieron en que la leche de camella pasara por altos estándares de control de
calidad. Y ya han dejado claro que entre la investigación, la publicación de los resultados, y
luego la certificación del proceso, les llevará tiempo hasta tomar una decisión.

En segundo lugar, también insistieron en que para garantizar las normas de higiene, las
camellas ¡¡¡tenían que ser ordeñadas mecánicamente!!! Ahora vas y se lo cuentas a los
nómadas de Mauritania. Hasta, Nicolas Stern, economista jefe del Banco Mundial, declaró
que era una tontería exigir esto a unos ciudadanos con tan pocos recursos.

En esencia, lo que era una línea de exportación muy prometedora para un país muy pobre y
para la salud de los ciudadanos europeos, ha sido detenida por este tipo de tecnicismos.

¿Por qué no se toman las mismas exigencias cuando se trata de productos transgénicos
que vienen de EEUU, o con las grasas hidrogenadas de las multinacionales occidentales?
No tienen vergüenza.

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