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Universidad de Zaragoza
alto que, aunque con notables diferencias entre las diversas ciudades, está en
como en el estado (pólis), está en manos del varón. La mujer (y si era el caso, la
concubina), como los hijos y los esclavos, son gobernados y dirigidos, aunque
de distinto modo, por el padre, el jefe de la familia. Hay un dato que habla por
en la familia celestial.
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La religión predominante en las ciudades griegas era la religión
olímpica. En ella Zeus era el padre de los dioses y de los hombres. La familia
1 Cito el caso concreto de Aspasia de Mileto, compañera de Pericles, que fue sometida a
un proceso de impiedad. Solana, José (1994), Aspasia de Mileto. Testimonios y discursos, Barcelona:
Anthropos, 1994.
2 Además de la religión olímpica, a la que uno se adhería por el mero hecho de ser
miembro de una ciudad, existían las religiones iniciáticas, que requerían un rito de iniciación
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celestial reproducía los rasgos esenciales de la familia terrenal. En el cielo (el
Olimpo) y en tierra, el buen orden estaba garantizado por el poder del padre.
superioridad del padre y esposo. Este, en primer lugar, tiene plena y entera
(Ilíada I 565).
También son destruidos los titanes, los dioses hijos de Urano. Esta batalla
libremente elegido por el creyente. El orfismo, la religión dionisíaca o los misterios de Eleusis
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Luego que Zeus expulsó del cielo a los Titanes, la monstruosa Gea concibió su
hijo más joven, Tifón, en abrazo amoroso con Tártaro preparado por la dorada Afrodita
(Teogonía 820).
vez derrotado el último pretendiente, la propia Gea aconseja a los dioses que se
aunque resulta finalmente vencido por Zeus, quien logra derrotar la potencia
orden y justicia. El mando supremo de Zeus, como padre de los dioses y los
familia celestial.
disputas por el poder entre dioses y diosas, prueba de que no es cierto que al
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conocida disputa entre Posidón y Atenea por la ciudad de Atenas . Es un texto
que ese texto es reciente, pero ya Heródoto (VIII 55) se hacía eco de la leyenda
represalia hizo desaparecer el agua de esos ríos, a no ser que el propio dios
provocara la lluvia.
En ambos casos ganan las diosas. Traigo a colación estos relatos porque
estoy de acuerdo con Picard en que “en la historia de los mitos se adivinan las
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realidades de la historia bajo los adornos de la ficción” .
caso de las Amazonas, un relato que, al decir de Picard, nos ofrece el “preludio
de los tiempos humanos”, o lo que es lo mismo, “una advertencia del fin del
3 San Agustín, La ciudad de Dios XVIII 9. Se trata de un mito etiológico que explica por
qué las mujeres en Atenas no tienen derecho al voto, por qué no dan el nombre a sus
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Muchos estudiosos afirman que las amazonas son una simple ficción en
la que los griegos estigmatizan el modelo del poder femenino, al que se teme,
para así confirmar el modelo patriarcal. Las amazonas no serían más que una
Aun cuando se acepte este punto de vista, tal aceptación no implica que
costumbres griegas:
Los egipcios, en correspondencia con su singular clima y con su río, que presenta
un carácter distinto al de los demás ríos, han adoptado en casi todo costumbres y leyes
contrarias a las de los demás pueblos. Entre ellos son las mujeres las que van al mercado
y hacen las compras, en tanto que los hombres se quedan en casa tejiendo. Y, mientras
que los demás pueblos tejen echando la trama hacia arriba, los egipcios lo hacen hacia
abajo. Los hombres llevan los fardos sobre la cabeza; las mujeres sobre los hombros. Las
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Logoi8 aducen numerosos ejemplos de inversión en las costumbres de los
histórico9 .
presente cada día en nuestro mundo y por fortuna cada vez más visible, aunque
costumbres, lo que constituye una prueba de la relatividad moral. Solana, José (1996),
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La Orestía comienza pintando en Agamenón el brutal asesinato de una
adolescente a manos y por orden de su cruel padre11. Citaré solo unos versos:
Mandó a los siervos / su padre que tras las preces, como /a cabritilla ritual, la
razón no es otra que la muerte de su hija. Clitemestra no es, por tanto, una
Coro que, tras haber matado al esposo asesino de la hija, la amenaza con el
maldición pública / tú, que jamás a este hombre te atreviste a oponerte / cuando él sin
piedad alguna, como el que una res mata / de su abundante grey, sacrificó a su propia /
hija, aquel amadísimo fruto de mis dolores,/ para hechizar con ello los vientos de la
Pues este juramento vas a oír que me es lícito / hacer. Por la venganza consumada
de mi hija, / por la Calamidad y Furia, con la que le maté, / la casa del temor no pisará mi
espíritu / mientras siga en mi hogar siendo encendido el fuego / por Egisto, leal hoy como
voluntariamente por el bien de la patria y que asume en su integridad el orden patriarcal (“un
hombre es más valioso que mil mujeres en la vida”, verso 1394), la Ifigenia de Esquilo es
brutalmente asesinada.
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Clitemestra se aferra a su nueva pareja, Egisto. Ningún rasgo amazónico
podemos detectar en ella, sino un problema que confronta al rey y padre con la
muerte del padre, es absuelto por Atenea, tras un empate a votos. La razón que
tenido madre / que me pariera y mi ánimo, salvo por lo que a nupcias / toca, está con los
hombres. Prefiero, pues, al padre / y no doy gran valor a que haya recibido / la muerte
una mujer que asesinó al esposo / que su casa guardaba (Euménides 734-743).
matricidio, afirma:
Madre no es / la que pare al que pasa por ser su hijo, mas una / nodriza de los
gérmenes sembrados. Quien engendra / es aquel cuyo esperma saltó; pero ella, como / las
personas extrañas, no hace sino guardar / el vástago al que dejen vivir los dioses (Ibid.
657-662).
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la generación más allá de ser mero receptáculo pasivo12. La mujer no tiene ni
aporta valor. En la medida en que la Orestía constituye un paso nuevo, doy por
consideración hacia la mujer, tal como el que dejan entrever los textos de los
troyanos en la Iliada13.
los textos homéricos aludidos, en Troya la mujer tenía una consideración más
alta, lo que incluso permitiría suponer que el propio Príamo haberse negado a
matricidio.
troyanas” para referirse al conjunto de habitantes de la ciudad de Troya. Para mayor sorpresa
cuatro de esos hablantes son varones y cuatro mujeres. Sin duda esos hablantes no
consideraban que el masculino fuera el género inclusivo. Un hecho semejante no ocurre nunca
en el campo de los griegos o argivos. Este dato permite suponer que en Troya las mujeres
14 Platón, República 575d, trad. de José Manuel Pabón y Manuel Fernández Galiano,
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similar en un escolio a Esquilo se dice que "los cretenses llaman matria a la
patria".
Este modelo patriarcal, que reproduce el del Zeus Olímpico y que asigna
del espacio público, de los asuntos del ágora, solo quedaba a su iniciativa “la
tela y la lanzadera” en el taller donde laboraban las esclavas. Por eso Hiparquia,
Hay que recordar, sin embargo, que el modelo patriarcal no era igual en
todas partes. Las ciudades jonias y eolias de Asia y de las islas próximas
referente a las letras, las niñas recibían una educación semejante a los niños, y
regentó una escuela para mujeres o que Artemisia de Halicarnaso fuera quizá la
única comandante en jefe de una flotilla de cinco navíos de guerra, que formaba
15 Diógenes Laercio VI, 98, trad. de Carlos García Gual, Madrid: Alianza, 2007.
16 Heródoto VII 99 y VIII 68-69, 87-88, 93, 101, 102, 103, y 107, trad. Carlos Schrader,
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esta ciudad es, como dice Picard17, expresión de que Oriente se ha impuesto en
Éfeso. El mismo Picard afirma que la leyenda sibilina había tomado cuerpo en
Jonia. Y de hecho Heráclito (B92) es el primero que cita a la sibila. Por otra
modelo educativo más abierto, herencia tal vez de un oriente menos cicatero
con los derechos de las mujeres, Atenas representaba el modelo más cerrado.
No obstante, incluso quienes son netos defensores del modelo patriarcal, como
19 Aristóteles, Política 1260b, trad. Julian Marías y María Araujo, Madrid: Centro de
Estudios Constitucionales, 1983, o Platón, Leyes 806c, trad. José Manuel Pabón y Manuel
del canon de autores griegos y latinos, solamente un centenar son mujeres. El libro de Plant,
donde ofrece la producción de las cincuenta y cinco autoras, incluidas las introducciones e
índices, consta de 268 páginas. Además de haber pocas autoras, los libros de muchas de ellas
no se han conservado.
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2. La crítica al patriarcado y la emancipación de la mujer22
representada en el 431 a.C. En esa pieza hay tres datos de especial interés:
expresa el modo en que los oradores se dirigen a los ciudadanos de Atenas. Que
una prueba clara de la inexistencia de las mujeres como sujeto político. Por eso
22 Solana, José, o.c. (1994) y (2004), “Medea o la filoginia de Eurípides”, en Las raíces de
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mujeres en actitud semejante a cuando los varones exponen su discurso ante la
De todo lo que tiene vida y pensamiento, nosotras, las mujeres, somos el ser más
desgraciado. Empezamos por tener que comprar un esposo con dispendio de riquezas y
por el robo del fuego de Prometeo. La mujer, embellecida por dones que le
25 Algunas tragedias de Sófocles son testigo de esta toma de conciencia por parte de las
mujeres, como Las Traquinias y los escasos fragmentos de Tereo (es especialmente significativo el
fr. 583). Sus protagonistas femeninas, Deyanira y Procne, pronuncian vivos cantos de denuncia
contra la situación que se ven forzadas a sufrir las mujeres. Que, además, estas denuncias
26 Trabajos y días 43-105. Además del mito de Pandora, el poema está repleto de
pinceladas misóginas: “Quien se fía de una mujer se fía de ladrones” (375) o “la mujer
comprada, no desposada, para que también vaya detrás de los bueyes” (406).
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proporcionan todos los dioses y las diosas, constituye un “irresistible engaño”,
que traerá a los hombres “lamentables inquietudes”. Con ello las tribus de los
hombres, que antes vivían sobre la tierra libres de males y exentas de la dura
amarguras.
procede de la abeja. Todas las demás (las que proceden de la cerda, la zorra, la
perra, del barro, del mar, del asno, de la comadreja, de la yegua y de la mona)
son ejemplos de maldad: la mujer es “el mayor mal (mégiston kakón) que Zeus
Las corrientes de los ríos sagrados remontan a sus fuentes y la justicia y todo está
alterado. Entre los hombres imperan las decisiones engañosas y la fe en los dioses ya no
es firme. Pero lo que se dice sobre la condición de la mujer cambiará hasta conseguir
buena fama (eukleía), y el prestigio (timá) está a punto de alcanzar al linaje femenino; una
mente Febo, maestro de los cantos, no infundió el don del canto divino de la lira; en otro
caso, hubiera entonado, en respuesta, un himno contra el linaje de los hombres (arsénon
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génnan). Pero el largo fluir del tiempo tiene que decir mucho sobre nuestro destino y el de
Estos versos tienen gran importancia, por cuanto que atribuyen a las
defectos de los varones. Los versos citados constituyen una crítica indirecta a
las poetisas que, pudiendo hacerlo, no han refutado los versos misóginos.
razonamientos sutiles y me he enfrentado con disputas mayores de las que debe abordar
el género femenino. Y es que nosotras también poseemos una Musa que nos acompaña en
No solo los hombres, las mujeres poseen también una musa que las
acompaña, no solo para la poesía, sino también para la sabiduría (sophía). Nadie
hubiera puesto en duda la musa de las mujeres para la poesía. Lo que estos
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411, las Asambleístas del 393 y las Tesmoforias del 411 prueban que esa realidad
heteras (probablemente fue hetera antes de su unión con Pericles), como las
mujeres más libres de Atenas y más próximas al mundo de los hombres: una
de la que se dice que fue una experta en el arte retórica, tiene todas las razones a
su favor para dar por válidos los numerosos informes antiguos que la
28 Anaxágoras fue consejero suyo durante años. Véase Plutarco, Pericles 4-8.
29 Berkowitz, Luci y Squitier, Karl A., Thesaurus Linguae Graecae. Canon of Greek Authors
and Works (second edition, OUP 1986) considera a la milesia autora de los epigramas que le
atribuye Ateneo, pero no de los discursos que le atribuye Platón en el Menéxeno. Plant, I.M. o.c.,
sobre las mujeres escritoras del mundo greco-latino, dice de Aspasia que es escritora de “poesía
lírica y prosa (epigramas y retórica)”; sus lugares de referencia son Mileto y Atenas, siglo V a.C.
“No quedan obras suyas, pero se le atribuye alguna literatura pseudónima (Antología Palatina
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Y aquí debemos tener presente un nuevo problema: además de que las
creación intelectual, ocurre que, cuando ese acceso se produce, los logros y
occidental o malinterpretados30.
administración de la casa.
Por otra parte, desde el punto de vista práctico, sabemos que del propio
(oikonomían) y que educó para ese fin a Evángelos, uno de sus esclavos.
30 Tal ocurre, de manera notable, con la célebre frase del epitafio de Pericles, que se
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tres temas relacionados con la casa: la esposa y su papel, los esclavos y la
el dinero, los esclavos, la esposa y los hijos. Por lo que toca a la mujer, el autor, a
textos más informativos. Los dos se caracterizan por defender una línea
ideológica semejante aunque con matices diferentes. Los dos autores tienden a
Para comenzar, la esposa que recibe Iscómaco tiene apenas quince años,
por lo que puede modelarla a su antojo. Esa es la primera obligación del esposo:
educar a la esposa casi adolescente que, hasta ser entregada al esposo, había
vivido sometida a gran vigilancia, “para que viera, oyera y preguntara lo menos
trabajos fuera de casa y a la esposa los trabajos de dentro de la casa. Los trabajos
33 Thesleff, Holgar (1965, 55-58), The Pythagorean Texts of the Hellenistic Period, Abo
Akademi, aparte de los dos breves fragmentos en griego, ofrece solamente un resumen del
tratado.
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de dentro son la educación de los hijos, la cesta alimenticia y la confección de
vestido.
Por ello, ya que tanto las faenas de dentro como las de fuera necesitan atención y
principio para las labores y cuidados interiores, y la del varón para los trabajos y
cuidados de fuera. [...] 31 Si un hombre actúa contra la naturaleza que le dio la divinidad,
no pasa inadvertida a los dioses su deserción y sufre el castigo por haber abandonado su
obedece su esposa, Sócrates replica en tono de máximo elogio: “Me estás dando
casos en los que “me obedeció al punto, nada más haberme escuchado”. La
34 Sobre la teleología religiosa de Sócrates, véase Solana, José (2013), Más allá de la
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elaborados. Aunque mezclados con elogios a la concordia en la pareja, los
Una esposa de vida ordenada debe considerar que las normas de su marido le
han sido impuestas como ley de su vida, e impuestas por un dios, unidas al vínculo
superior y otro inferior, uno manda y otro obedece. Y del mismo modo ocurre
El gobierno doméstico es una monarquía, ya que toda casa es gobernada por uno
solo (1255b19).
casos, pero no con la misma clase de autoridad: sino a la mujer como a un ciudadano y a
los hijos como vasallos. En efecto, salvo excepciones antinaturales35, el varón es más apto
para la dirección que la hembra, y el de más edad y hombre ya hecho, más que el más
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Aparte del grupo de las mujeres pitagóricas, encontramos mujeres en la
de Fliunte. Esta última llevaba vestidos de varón36, según informa Dicearco (fr.
44, en Diógenes Laercio III 46). Se dice que fueron discípulas (mathetría) de
Es la única mujer filósofa a la que Diógenes Laercio (VI 96-98) dedica una breve
hizo célebre por reivindicar la vida filosófica en igualdad con sus compañeros
célebre es Leoncio. Cicerón nos da cuenta de un libro que habría escrito esta
36 Este hecho es una prueba de que el mundo de la filosofía estaba vedado a la mujer.
Axiotea, al vestir como un varón, pretendería reducir el escándalo de una mujer dedicada a la
filosofía. También Hiparquia, la cínica, tiene que soportar las críticas por haber abandonado su
dijéramos en castellano “la filósofo”. Lo mismo ocurre con el término maestro (didáskalos), que
siempre se usó en masculino pese a existir conocidas maestras, como Areté de Cirene o Hipatia
de Alejandría. A las diosas a veces se las llama “las maestros” de adivinación, como en el Himno
a Hermes 556, que data del siglo VI a.C. Según el DGE, existe un papiro en el que se usa la
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Platón y Empédocles, sino que incluso una putilla como Leoncio tuvo la
lenguaje ático, pero aun con todo: tan grande era la licencia que cundía en el
jardín de Epicuro”39. Del libro de Leoncio no ha quedado nada salvo esta frase
nombre de Areté, que fue instruida en filosofía por su padre, y ella, a su vez,
fue maestra de su hijo, también llamado Aristipo. Por haber sido educado por
39 Cicerón, Sobre la naturaleza de los dioses I 93, trad. Ángel Escobar, Madrid: Gredos,
42 Tampoco se citan filósofas entre los escépticos, si bien esta escuela es menos conocida
que la aristotélica.
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sus tratados políticos y biológicos la inferioridad de la mujer43 y de la hembra
filosóficas44 a partir del siglo IV a.C., no es menos cierto que, o bien no dejaron
filósofas pitagóricas45.
Publicado en
Barcelona, 2013
44 A partir del siglo I d. C., las mujeres tienen especial presencia en el campo de la
45 El único grupo de filósofas del que podemos leer un pequeño cuerpo textual es el de
las pitagóricas. Los textos son pequeños tratados filosóficos o fragmentos de ellos más un
conjunto de cartas. Son textos atribuidos a mujeres, si bien esa atribución suscita numerosas
dificultades. Los textos han sido editados por Thesleff (1965) o.c. Waithe, Mary Ellen (1987), A
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