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Un ovocito es una célula germinal femenina que se produce en los ovarios. Es un estadio primario
de lo que acabará siendo un óvulo maduro. Como su nombre índica es una “célula huevo”, ya que
contiene una enorme cantidad de citoplasma donde residen los nutrientes necesarios para las
posteriores divisiones durante el inicio del desarrollo del embrión.
Cuando ocurre la fusión entre un ovocito y un espermatozoide, se origina una célula diploide con
la información genética correspondiente al padre y a la madre (denominados códigos genéticos
masculinos y femeninos respectivamente), posteriormente, este ovocito fecundado experimenta
múltiples divisiones mitóticas, dando lugar a un nuevo ser.
Esto significa que con el paso de los años y de forma natural, se va perdiendo tanto el número
como la calidad de las propias células. Sirva como dato de referencia que una mujer de 35 años
conserva solamente el 10% de los ovocitos que tenía al nacer, he aquí la importancia de que a
partir de una cierta edad en la mujer con deseos de ser mamá se estudie su “reserva ovárica” para
comprobar tanto el número como la calidad de sus ovocitos.
También es importante decir que, de todos esos miles de ovocito, sólo 300 o 400 de ellos pueden
llegar a ser ovulados y que sólo uno (en muy pocos casos dos o más) es liberado cada 28 días y el
resto se degenera.
El ovocito secundario por tanto es la célula en la que se lleva a cabo la segunda división meiótica,
la cual sólo se completa una vez que el espermatozoide fecunda el ovocito primario.
¿Qué es un ovocito maduro y un ovocito inmaduro? ¿Por qué algunos ovocitos no maduran?
La maduración de los ovocitos no es más que la competencia entre diferentes folículos (una
estructura derivada de los ovocitos primarios) en la cual sólo uno es estimulado por los factores de
crecimiento para continuar la división celular y dar origen al ovocito secundario y el corpúsculo
polar. Una vez que aumentan los niveles de la hormona LH y se estimula la ovulación, el ovocito
secundario y el corpúsculo polar son liberados y puede producirse la fecundación.
El hecho de que un ovocito no madure puede deberse al hecho de que no se convierta en el folículo
dominante y por lo tanto no reciba el estímulo adecuado por parte de las hormonas del crecimiento.
De igual forma, cualquier alteración hormonal o irregularidad del ciclo menstrual puede alterar la
capacidad de algunos ovocitos para madurar, por lo que siempre es necesario consultar con un
especialista.
https://masrepro.com/que-es-un-ovocito/