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Monografías NEUMOMADRID

ENFERMEDADES
DE LA PLEURA

Esteban Pérez Rodríguez


Mª Victoria Villena Garrido
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro pueden reproducirse
o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,
grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación,
sin el previo permiso escrito del editor.

© NEUMOMADRID. Paseo de la Castellana, 161. 28046 Madrid

Edita: ERGON. C/ Arboleda, 1. 28220 Majadahonda (Madrid).

ISBN: 84-8473-200-2
Depósito Legal: M-39512-2003
Monografías de la Sociedad Madrileña
de Neumología y Cirugía Torácica

ENFERMEDADES
DE LA PLEURA

Esteban Pérez Rodríguez


Mª Victoria Villena Garrido

Junta Directiva Comité Científico

Presidenta: Dra. Mª Pilar de Lucas Ramos Presidente: Dr. José Javier Jareño Esteban
Vicepresidente neumólogo: Dr. Germán Peces-Barba Romero Secretario: Dr. Juan Luis Rodríguez Hermosa
Vicepresidente cirujano torácico: Dr. Yatwah Pun Tam Vocales:
Secretario: Dr. José Luis Izquierdo Alonso Dr. José María Echave Sustaeta
Tesorero: Dra. Mª Pilar Navío Martín Dra. Susana Florez Martín
Vocal congresos: Dra. Myriam Calle Rubio Dr. José Luis García Satué
Vocal científico: Dr. Javier Jareño Esteban Dr. Javier De Miguel Diez
Vocal grupos de trabajo: Dra. Alicia De Pablo Gafas Dra. Ana Mª De Ramón y Casado
Vocal pediatría: Dr. Antonio Salcedo Posadas Dra. Rosa Mª Girón Moreno
Vocal M.I.R.: Dra. Eva Mañas Baena Dr. Javier Flandes Aldeiturriaga
Expresidente en ejercicio: Dr. Carlos Jiménez Ruiz Dr. David Jiménez Castro
Dr. Prudencio Díaz-Agero Álvarez
Dra. Barbara Steen
Índice de capítulos

Introducción
Mª Victoria Villena Garrido, Esteban Pérez Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Embriología, anatomía y fisiología pleural


Mª Jesús Chillón Martín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Aproximación al paciente con enfermedad pleural:

Valoración clínica
Teodoro Gutiérrez Jiménez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

Técnicas de imagen (Rx de tórax, ecografía torácica, TAC, RNM)


Juan Ortiz de Saracho y Bobo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Parámetros del fluido pleural, procesamiento, interpretación


y tipos de diagnóstico
David Jiménez Castro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

Procederes de intervención en el estudio de la enfermedad pleural:

Técnicas: toracocentesis y biopsia ciega


Margarita Yoldi Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

Toracoscopia médica
Francisco Rodríguez-Panadero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Videotoracoscopia quirúrgica
Ángel Salvatierra Velázquez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

Trasudados vs exudados pleurales. Criterios discriminantes.


Causas de trasudado pleural y aproximación diagnóstica
Santiago Romero Candeira, Luis Hernández Blasco, Susana Romero Brufao . . . . 57

Derrames pleurales infecciosos:

Derrames pleurales paraneumónicos y empiemas


Javier de Miguel Díez, Beatriz Jara Chinarro, Antonio Ventura Álvarez . . . . . . . . . 69
Tuberculosis pleural
Esteban Pérez Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

Derrames pleurales malignos:


Carcinomas
Mercedes Izquierdo Patrón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

Mesotelioma pleural
Mª Victoria Villena Garrido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

Afectación pleural en los linfomas


Ignacio M. Sánchez Hernández . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113

Derrames pleurales paramalignos


Jose Ignacio de Granda Orive . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117

Derrames pleurales inflamatorios no infecciosos:


Enfermedades colágeno-vasculares
Rosario Melchor Iñiguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125

Patología pleural relacionada con asbesto


Antonio Ventura Álvarez, Juan José Ruiz Martín, Javier de Miguel Díez . . . . . . . 132

Drogas y derrame pleural


Beatriz Jara Chinarro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139

Derrames pleurales post-quirúrgicos:


Derrame pleural post-trasplante hepático y pulmonar
Alicia de Pablo Gafas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

Post-cirugía abdominal
Francisco Javier García Pérez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154

Derrames pleurales quilosos (quilotórax y pseudoquilotórax)


Gema Díaz Nuevo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157

Otras causas de derrames pleurales:


Tromboembolismo pulmonar
Luis Hernández Blasco, Alejandro Muñoz Fernández,
Santiago Romero Candeira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
Derrames pleurales relacionados con enfermedades digestivas
Eva María Arias Arias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169

Síndrome de hiperestimulación ovárica


Mª Jesús Mena Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172

Neumotórax y hemotórax
Yat-Wah Pun . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181

Pleurodesis médica y quirúrgica


Nuria Mañes Bonet . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197

Evaluación diagnóstica del paciente con derrame pleural


Mª Victoria Villena Garrido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207

Perspectivas futuras en patología pleural


Estebán Pérez Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211

Índice de autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215

Índice de materia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217


INTRODUCCIÓN

La patología pleural es muy prevalente. Afecta a más de 3 mil personas por millón de
habitantes año, y representa el 4-10% de la patología respiratoria en los servicios de
neumología. Son múltiples las patologías que pueden afectar a la pleura, bien por causa local
o sistémica. Esta variabilidad de patologías justifica la dispersión en la atención de estos
pacientes por diferentes especialidades clínicas y quirurgicas, con un manejo dispar.

En los últimos años, muchos grupos interesados en la enfermedad pleural han emergido en
neumología, y han puesto en evidencia, a través de sus resultados, la conveniencia de ofrecer
una asistencia integrada a estos pacientes. La menor morbilidad técnica, superior eficiencia
diagnóstica, mejor definición terapéutica-pronóstica, mejor nivel docente y el incremento en
el desarrollo de la investigación, así lo muestran.

Este libro desarrolla aspectos básicos (embriología, anatomía y fisiología pleural), técnicos y
clínicos, en los que las patologías más prevalentes son detalladas con un formato de
contenido actualizado y frecuentes algoritmos de manejo adaptados a la práctica clínica que
deseamos sean de gran utilidad.

Lograremos nuestro objetivo al editar este libro, si la motivación generada, incrementa la


emergencia de nuevos grupos en patología pleural que ascienden en los escalones de calidad
citados, puestos en marcha en beneficio de los pacientes.

Mª Victoria Villena Garrido


Esteban Pérez Rodríguez

9
10
EMBRIOLOGÍA, ANATOMÍA
Y FISIOLOGÍA PLEURAL
Mª Jesús Chillón Martín

EMBRIOLOGÍA comienzan a dilatarse dentro del mesénqui-


La pleura es una membrana serosa de ori- ma de la pared corporal en sentido dorsal,
gen mesodérmico que recubre el parénquima lateral y ventral, formando las cavidades pleu-
pulmonar, el mediastino, el diafragma y la rales primitivas. En sentido caudal la expan-
superficie interna de la pared torácica. Se sión de los canales pleurales se ve limitada
subdivide en pleura visceral y pleura parietal, por los pliegues pleuroperitoneales, los cua-
quedando entre ambas un espacio cerrado de- les se extienden en dirección anterior y ven-
nominado espacio o cavidad pleural. Embrio- tral para dar lugar, hacia la séptima semana
lógicamente los espacios pleural, pericárdico y de desarrollo, a las membranas pleuropeni-
peritoneal comienzan a formarse en la tercera toneales que separan las porciones torácica
semana de gestación(1), cuando el mesodermo y abdominal del celoma y que contribuirán
intraembrionario se diferencia a cada lado de a formar el diafragma(2).
la línea media en mesodermo paraaxial, meso- Por otro lado, la expansión en sentido ven-
dermo intermedio y lámina lateral. Posterior- tral y externo de los canales pleurales ocurre
mente aparecen unas hendiduras en el meso- por fuera de los pliegues pleuropericárdicos,
dermo lateral que, al progresar, hacen que las a cada lado del embrión. Estos pliegues meso-
láminas mesodérmicas se dividan en dos capas: dérmicos, al crecer las cavidades pleurales pri-
las hojas somática y esplácnica del mesoder- mitivas, dan lugar a las membranas pleuro-
mo. La hoja somática se continúa con el meso- pericárdicas que dividen la porción torácica
dermo extraembrionario que recubre la pared del celoma en una cavidad pericárdica y dos
de la cavidad amniótica y la hoja esplácnica se pleurales(2). Así, hacia la novena semana, la
continúa con el mesodermo de la pared del cavidad pleural con el pulmón primitivo en su
saco vitelino. El espacio limitado por estas hojas interior se ha hecho independiente de la peri-
forma el celoma intraembrionario. cárdica y la peritoneal. En caso de separación
En un primer momento, el celoma intra- incompleta de estos tres espacios mesodér-
embrionario comunica ampliamente por sus micos, se pueden producir diversos defectos,
dos extremos con el celoma extraembrio- quistes o divertículos(1).
nario. Sin embargo, a medida que el cuerpo El mesodermo que recubre la superficie
del embrión se pliega en sentido cefalocau- pulmonar da lugar a la pleura visceral, mien-
dal y lateral, dicha comunicación se pierde y tras que la capa somática del mesodermo, que
el celoma intraembrionario forma un amplio recubre el interior de la pared torácica, da lugar
espacio que se extiende desde la región torá- a la pleura parietal. El espacio que queda com-
cica hasta la pélvica. Las porciones torácica prendido entre ambas pleuras será la cavidad
y abdominal del celoma se comunican a tra- pleural(3). Las capas de la pleura visceral (meso-
vés de los canales pleurales, situados a ambos telio, membrana basal y tejido conectivo sub-
lados del intestino anterior. Tras su forma- mesotelial) se forman en el periodo fetal, en
ción, las yemas pulmonares se desarrollan dos etapas: temprana (hasta la 17ª semana)
en el interior de los canales pleurales, que y tardía (hasta el nacimiento), aunque no lle-

11
M. J. CHILLÓN MARTÍN

gan a alcanzar su total diferenciación durante activamente en el transporte y secreción de


el periodo prenatal, como ocurre con el pul- diferentes sustancias y en el mantenimiento
món. Los vasos sanguíneos comienzan a apa- de la estructura pleural(7). Pueden segregar
recer en la capa submesotelial tras la 24ª componentes macromoleculares de la matriz
semana de gestación, antes que los vasos lin- extracelular(8), partículas fagocíticas(9), sustan-
fáticos(4). cias fibrinolíticas(10) y factores quimiotácticos
para los neutrófilos(11). Además poseen micro-
ANATOMÍA vellosidades en su polo superior, con una dis-
La pleura visceral recubre la superficie del tribución irregular sobre la superficie pleural,
pulmón y la pleura parietal la superficie inter- siendo más abundantes en la pleura visceral
na de la pared torácica, la cara lateral del que en la parietal y en las regiones caudales
mediastino y la superior del diafragma, sub- que en las craneales. Parece que su función es
dividiéndose por tanto en pleura parietal cos- aumentar la superficie útil para el transporte
tal, mediastínica y diafragmática. Ambas de líquido(1,12).
hojas pleurales se unen en el hilio pulmonar, La capa de células mesoteliales descansa
bajo el cual se localiza el ligamento pulmo- sobre una delgada membrana basal, bajo la
nar, formado por reflexión de las hojas pleu- cual se encuentra una capa de tejido conecti-
rales hacia el diafragma. La pleura visceral se vo que contiene abundante colágeno y elas-
invagina hacia el pulmón subyacente for- tina, y donde se localizan los vasos sanguí-
mando las cisuras que dividen al pulmón en neos y linfáticos y las ramas nerviosas. Esta
lóbulos más o menos individualizados según última capa en la pleura parietal es más grue-
la profundidad de la cisura. La pleura parie- sa, y en la visceral varía de menor a mayor
tal presenta unas reflexiones, o zonas de tran- espesor en sentido craneocaudal(1), y forma
sición entre las distintas áreas pleurales, a unos septos que penetran en el pulmón para
nivel costodiafragmático, costomediastínico, continuarse con el tejido intersticial de los tabi-
mediastínico-diafragmático y vértice. Así se ques interlobulillares(12,13).
forman unos fondos de saco como son los Ambas pleuras reciben su irrigación arte-
senos costodiafragmáticos o costofrénicos, rial de la circulación sistémica. La porción cos-
los senos cardiofrénicos y los costomediastí- tal de la pleura parietal la recibe a través de
nicos(5). ramas de las arterias intercostales y mama-
Entre las dos hojas pleurales queda un ria interna, la mediastínica de ramas de las
espacio cerrado, el espacio o cavidad pleu- arterias bronquiales, mamaria interna y arte-
ral, de aproximadamente 10-20 m de ancho ria pericardiofrénica y la diafragmática de las
y cuyo interior contiene en condiciones nor- arterias frénica superior y musculofrénicas.
males una pequeña cantidad de líquido pleu- Además la porción apical de la pleura parie-
ral (0,1-0,2 ml/kg de peso corporal, en cada tal recibe ramas de la arteria subclavia o sus
hemitórax) que lubrifica y mantiene indepen- colaterales(6,14). La pleura visceral está irriga-
dientes ambas membranas pleurales(6). da por la circulación bronquial. En cuanto al
Ambas pleuras constan de una capa de drenaje venoso, la pleura visceral drena hacia
células mesoteliales que varían en cuanto a las venas pulmonares, mientras que la pleu-
tamaño y forma, pudiendo ser aplanadas, ra parietal lo hace en las venas bronquiales(6,15).
cuboides o columnares, lo que posiblemente Esta diferencia en el drenaje venoso puede
depende del grado de presión y estiramiento haber contribuido a la discusión sobre si la
ejercido por el tejido subyacente. Estas célu- irrigación de la pleura visceral provenía de la
las poseen numerosas mitocondrias y retícu- circulación sistémica (bronquial) o de la pul-
lo endoplásmico rugoso y aparato de Golgi pro- monar, que posee una menor presión. Por lo
minentes, lo que sugiere que participan tanto, en el hombre ambas pleuras tienen una

12
EMBRIOLOGÍA, ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA PLEURAL

circulación arterial sistémica, aunque la cir- tiene fibras nerviosas sensitivas por lo que
culación bronquial de la pleura visceral pue- siempre que exista dolor pleurítico indica afec-
de tener una menor presión de perfusión que tación de la pleura parietal(1,12).
la circulación de la parietal, a causa de que
drena en un sistema venoso de menor pre- FISIOLOGÍA PLEURAL
sión(1). La función principal de la pleura es facili-
El drenaje linfático de ambas pleuras difie- tar el movimiento de los pulmones en el inte-
re de forma considerable. El sistema linfáti- rior de la caja torácica armonizando las fuer-
co de la pleura parietal es la vía principal para zas elásticas y no elásticas torácicas y
el drenaje de líquido y células del espacio pleu- pulmonares, para disminuir el gasto energéti-
ral, especialmente en las zonas más declives(16). co de los movimientos de expansión y retrac-
Entre las células mesoteliales de la pleura parie- ción pulmonar. Esto es posible gracias a la exis-
tal existen numerosos poros o estomas de 6- tencia de una presión negativa intrapleural,
8 µm de diámetro que comunican con unos que evita el colapso del pulmón, y a que las
espacios lacunares de donde parten los vasos dos hojas pleurales deslizan una sobre la otra
linfáticos, en la capa submesotelial(7,17). Los lin- gracias a la presencia de una fina capa de líqui-
fáticos de la pleura parietal drenan en ganglios do pleural entre ellas.
diferentes según las regiones: los de la super-
ficie costal y diafragmática drenan los ganglios Presión intrapleural
mediastínicos paraesternales y paravertebra- La presión en el interior de la cavidad pleu-
les; los de la superficie mediastínica lo hacen ral es producto de la diferencia entre las fuer-
con los ganglios traqueobronquiales(12). La pleu- zas elásticas de la pared torácica y los pulmo-
ra visceral carece de estomas y espacios lacu- nes. Durante la espiración el pulmón tiende a
nares y parece que sus vasos linfáticos no retraerse mientras que la pared torácica tien-
conectan con el espacio pleural(18). Si bien los de a expandirse. El hecho de que el espacio
conductos linfáticos se encuentran en toda pleural sea una cavidad cerrada permite que
la superficie pleural, son más abundantes a en su interior exista una presión negativa, que
nivel de los lóbulos inferiores que en los supe- representa el gradiente diferencial entre la pre-
riores. Estos vasos penetran en el parénquima sión exterior a la cavidad torácica y el interior
pulmonar existiendo una conexión directa del del pulmón, y mantiene cierto grado de expan-
sistema linfático pulmonar con el de la pleura sión pulmonar. Así, en caso de neumotórax o
visceral, de manera que la linfa fluye hacia la de apertura del espacio pleural a presión
parte medial del pulmón para desembocar por atmosférica el pulmón disminuiría su volumen
último en los ganglios linfáticos hiliares(16). perdiendo su elongación o expansión nor-
Únicamente la pleura parietal posee fibras mal(13,14). Al final de la espiración (en condi-
nerviosas sensitivas en su capa de tejido conec- ciones de capacidad residual funcional) la pre-
tivo, procedentes de los nervios intercostales sión intrapleural es de –5 cm H2O, haciéndose
y frénico, por lo que su irritación provoca dolor. menos negativa tras una espiración máxima
La pleura costal y la porción periférica de la y más negativa al final de la inspiración, alcan-
diafragmática están inervadas por los nervios zando –30 cm H2O en inspiración forzada(1).
intercostales y el dolor ocasionado en estas Sin embargo la presión intrapleural no es uni-
áreas se refleja en la pared torácica adyacen- forme a través de toda la cavidad pleural, y en
te. La región central de la pleura diafragmáti- bipedestación es más negativa en el vértice
ca se encuentra inervada por el nervio fréni- que en la base, con un gradiente aproxima-
co, por lo que el dolor procedente de esta zona do de 0,3-0,5 cm H2O por cada centímetro de
es referido al hombro homolateral. En con- altura. Como consecuencia de este gradiente
traste con la pleura parietal, la visceral no con- de presión pleural, en posición de erecto las

13
M. J. CHILLÓN MARTÍN

zonas superiores del pulmón se encuentran


TABLA 1. Composición y pH normales
más distendidas que las inferiores(19).
del líquido pleural
Aunque la presión intrapleural es negati-
va, los gases no se acumulan en la cavidad Volumen 0,13 ± 0,06 ml/kg
pleural. La suma de las presiones parciales de
Células/mm3 1.000-5.000
los gases presentes en la sangre capilar que
Células mesoteliales 0–2%
perfunde la pleura es de 700 mm Hg, es decir,
Macrófagos 64–80%
60 mm Hg inferior a la atmosférica. Esta pre-
Linfocitos 18–36%
sión contribuye a mantener el espacio pleural
CD4/CD8 0,6-1
libre de gas al facilitar la absorción de que los
gases presentes en dicho espacio hacia los capi- Proteínas 1-2 g/dl
lares, evitando así su acumulación en condi- Albúmina 50–70%
ciones normales(1). Glucosa Similar al plasma

Formación y reabsorción del líquido LDH <50% del valor en


pleural plasma
En condiciones fisiológicas existe una fina pH ≥ plasma
capa de líquido pleural entre ambas pleuras
que es un ultrafiltrado del plasma, resultado
de la filtración y reabsorción pleural. El volu-
men aproximado en cada hemitórax es de provenga de la pleura parietal hacia la cavidad
0,13 ± 0,06 ml/kg de peso corporal(20) y la tasa pleural, y se reabsorba a nivel de la pleura vis-
de producción y reabsorción es de unos pocos ceral, no parece confirmarse. Sin embargo,
mililitros al día(21). Las dos mucosas actúan entre ambas redes capilares existe una dife-
como membranas semipermeables, de mane- rencia importante: la de la pleura parietal dre-
ra que la concentración en el líquido pleural na en el lado derecho del corazón y la de la
de moléculas de pequeño tamaño como la glu- pleura visceral en el izquierdo. También exis-
cosa es similar a la del plasma, mientras que ten numerosas anastomosis intrapulmonares
la concentración de macromoléculas como la entre las circulaciones bronquial y pulmonar.
albúmina es considerablemente menor que Como consecuencia de estas diferencias ana-
en el plasma(14). En condiciones normales la tómicas y fisiológicas la presión capilar de la
composición del líquido pleural (Tabla 1)(12,20) pleura visceral puede ser inferior a la de la pleu-
no muestra diferencias en cuanto al sexo. Sin ra parietal, es decir, más cercana a la presión
embargo, se ha observado un aumento ligero, capilar pulmonar. Según esto, sería posible
pero estadísticamente significativo, del por- seguir manteniendo la hipótesis de que el líqui-
centaje de neutrófilos en fumadores (media- do pleural se forma en la superficie parietal
na: 1%, rango: 1-3%) con respecto a no fuma- y se reabsorbe en la superficie visceral. Este
dores (mediana: 0%, rango: 0-1%)(22). movimiento del líquido pleural vendría deter-
Ha existido cierta controversia en cuanto minado por el gradiente de presión resultan-
a la formación y reabsorción del líquido pleu- te de las presiones hidrostática y oncótica capi-
ral. Actualmente se sabe que la vasculariza- lar y del líquido pleural y la presión intrapleural.
ción de la pleura parietal y visceral proviene No obstante, este planteamiento de las fuer-
de la circulación sistémica y no, como se cree zas que regulan la dinámica del líquido pleu-
previamente, que la pleura parietal estuviera ral representa una simplificación, al no tener
irrigada por capilares sistémicos y la visceral en cuenta las presiones tisulares, la permea-
por capilares pulmonares, de menor presión. bilidad de la capa mesotelial y las presiones
Por lo tanto, la teoría de que el líquido pleural intralinfáticas(13).

14
EMBRIOLOGÍA, ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA PLEURAL

La teoría más admitida hoy en día es la orificios lo suficientemente grandes como para
que postula que el líquido pleural proviene de mantener cierto grado de absorción de líqui-
los vasos sistémicos de ambas pleuras, parie- do y proteínas y para que pasen los eritroci-
tal y visceral; fluye a través de las membranas tos. La única vía posible serían los estomas (de
pleurales hacia el interior del espacio pleural 6-8 mm de diámetro) y los linfáticos de la pleu-
y desde allí se reabsorbe por los linfáticos de ra parietal, cuya capacidad de absorción
la pleura parietal(23). En este sentido, el espa- aumenta de forma considerable en el caso de
cio pleural es análogo a cualquier espacio existir un derrame pleural(28).
intersticial corporal. Existen varios datos que
apoyan este mecanismo: BIBLIOGRAFÍA
1. La presión intrapleural es inferior a la 1. Broaddus VC, Light RW. Disorders of the pleu-
presión intersticial de ambas pleuras, lo que ra: General principles and diagnostic appro-
constituye un gradiente que favorece el paso ach. En: Murray JF, Nadel JA, eds. Respiratory
de líquido hacia el espacio pleural, y no en sen- Medicine. Second edition. Philadelphia: W.B.
Saunders Company; 1994. p. 2145-63.
tido inverso(24).
2. Sadler TW. Body Cavities and Serous Mem-
2. Las membranas pleurales son permea-
branes. En: Gardner JN, ed. Langman´s Medi-
bles al líquido y a las proteínas, como se ha cal Embryology. Sixth edition. Baltimore:
demostrado tanto in vitro(25) como in situ(26). Williams & Wilkins; 1990. p. 164-78.
3. El paso del líquido pleural al interior del 3. Sadler TW. Respiratory System. En: Gardner
espacio pleural (aproximadamente 0,5 ml/h JN, ed. Langman´s Medical Embryology. Sixth
en el adulto) es lento y compatible con la velo- edition. Baltimore: Williams & Wilkins; 1990.
cidad de flujo intersticial(21). p. 228-36.
4. La concentración de proteínas en el líqui- 4. Michailova KN. Development of the human
do pleural es baja(20,21), lo que implica que la fetal visceral pleura. An ultrastructural study.
filtración de dichas proteínas se ha producido Ann Anat 1996; 178: 91-9.
a través de un gradiente de alta presión. En 5. Light RW. Anatomy of the pleura. En: Light
animales se ha comprobado que la concen- RW, ed. Pleural Diseases. Third edition. Bal-
timore: Williams & Wilkins; 1995. p.1-6.
tración de proteínas en el líquido pleural y la
6. Sahn SA. The pleura. Am Rev Respir Dis 1988;
relación entre las proteínas del líquido pleural
138: 184-234.
y las del plasma son similares a los filtrados
7. Wang NS. Mesothelial cells in situ. Chrétien
procedentes de los vasos sistémicos, de mayor J, Bignon J, Hirsch A, eds. The Pleura in
presión. Por el contrario, el líquido resultan- Health and Disease. New York: Dekker; 1985.
te del filtrado en los vasos pulmonares, de p. 23-38.
menor presión, posee una mayor concentra- 8. Rennard SI, Jaurand MC, Bignon J. Role of
ción de proteínas(27). pleural mesothelial cells in the production of
5. Se ha observado que la concentración the submesothelial connective tissue matrix
de proteínas en un derrame pleural no varía of lung. Am Rev Respir Dis 1984; 130: 267-
al irse reabsorbiendo dicho derrame. Si el líqui- 74.
do se absorbiera por difusión, las proteínas 9. Jaunand MC, Kaplan H, Thiollet J, Pinchon MC,
Bernaudin JF, Bignon J. Phagocytosis of chryso-
difundirían más lentamente, por lo que su con-
lite fibers by pleural mesothelial cells in cul-
centración aumentaría progresivamente en el ture. Am J Pathol 1979; 94: 529-38.
líquido pleural. Además se ha comprobado en 10. Donaldson K, Brown GM, Bolton RE, Davis
ovejas, que los eritrocitos instilados en la cavi- JMG. Fibrinolysis by rat mesothelial cells in
dad pleural se absorben íntegros y casi en la vitro: The effect of mineral dusts at non-toxic
misma proporción que el líquido y las proteí- doses. Br J Exp Pathol 1988; 69: 487-94.
nas. Todo ello indica que la principal vía de 11. Goodman RB, Wood RG, Martin TR, Hansos-
salida del líquido pleural debe ser a través de Painton O, Kinasewitz GT. Cytokine-stimula-

15
M. J. CHILLÓN MARTÍN

ted human mesothelial cells produce chemo- 20. Noppen M. Normal volume and cellular con-
tactic activity for neutrophils including NAP- tents of pleural fluid. Curr Opin Pulm Med
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16
APROXIMACIÓN AL PACIENTE
CON ENFERMEDAD PLEURAL
VALORACIÓN CLÍNICA
Teodoro Gutiérrez Jiménez

TÉCNICAS DE IMAGEN (Rx DE TÓRAX, ECOGRAFÍA


TORÁCICA, TAC, RNM)
Juan Ortiz de Saracho y Bobo

PARÁMETROS DEL FLUIDO PLEURAL,


PROCESAMIENTO, INTERPRETACIÓN
Y TIPOS DE DIAGNÓSTICO
David Jiménez Castro

Los síntomas más prevalentes en patolo- de hidrotórax, pleuritis húmeda y empiema,


gía pleural son la disnea, el dolor torácico y la hemotórax y quilotórax.
tos. Las características de estos síntomas y los – Neumotórax: la presencia de contenido
signos acompañantes variarán según el tipo aéreo en el espacio pleural puede ser proce-
de patología pleural y el grado de afectación dente del exterior o de la vía aérea. La reper-
de la misma. Para una descripción más orde- cusión clínica será diferente según que el neu-
nada agruparemos la valoración clínica de la motórax sea cerrado, valvular o abierto.
patología pleural en cuatro síndromes clíni- – Paquipleuritis: es el proceso caracteri-
cos(1), irritación pleural, derrame, neumotórax zado por la adhesión de las dos hojas pleura-
y paquipleuritis. les y el engrosamiento de las mismas a base
– Irritación pleural o pleuritis seca: es la del desarrollo de tejido conjuntivo fibroso.
que origina un agente inflamatorio sobre la
superficie pleural convirtiéndola en áspera y MANIFESTACIONES CLÍNICAS
rugosa por depósito de un exudado rico en La disnea. Es el síntoma más frecuente(2)
fibrina. Esta irritación pleural es debida, casi sobre todo en los derrames cardiogénicos,
siempre, a un proceso patológico de las estruc- paraneumónicos y tuberculosos. Si bien el volu-
turas próximas, es decir, de la pared costal, men del derrame puede influir en el grado de
del mediastino, del abdomen superior y, sobre la disnea, no siempre existe una relación direc-
todo, del pulmón. Especialmente, las neumo- ta entre ambos; es posible que la existencia
nías y el embolismo pulmonar con infarto. de dolor acompañante o la patología pulmo-
Otras veces la irritación pleural obedece a la nar subyacente así como la velocidad de acu-
manifestación local de una conectivopatía. mulación del líquido justifiquen esta disocia-
– Derrame pleural: es el resultado de la ción(3). La disnea, secundaria a neumotórax,
presencia de líquido de naturaleza diversa –tra- es mayor en los pacientes con patología car-
sudado, exudado, sangre y líquido linfático- diopulmonar previa o en los casos de neu-
en el espacio pleural, recibiendo los nombres motórax valvular e hipertensivo.

17
T. GUTIÉRREZ JIMÉNEZ

El dolor torácico. En el caso de la pleuritis La exploración física. La inspección orde-


seca el dolor torácico es agudo y preciso, y nada y simétrica de ambos hemitórax per-
aumenta con la respiración profunda y la tos. mite apreciar una disminución de los movi-
Se localiza en la pared torácica o abdominal mientos respiratorios, por el dolor pleurítico,
si la irritada es la pleura parietal o la región en presencia de una pleuritis seca. En los
periférica de la pleura diafragmática, mientras pacientes con derrame pleural relevante, el
que el dolor será percibido en el hombro y en hemitórax afecto puede encontrarse abom-
el cuello si el proceso afecta a la región cen- bado y relativamente inmóvil; en cambio si
tral de la pleura diafragmática, cuya inerva- el derrame es pequeño o hay atelectasia pul-
ción depende del nervio frénico. También apa- monar asociada, la inspección puede ser nor-
rece dolor torácico en los derrames pleurales mal. En los pacientes con neumotórax, al des-
secundarios a embolismo pulmonar y hasta aparecer la presión negativa intrapleural, la
en el 32% de los derrames pleurales cardio- pared torácica se distiende y aumenta el volu-
génicos, en contra de lo esperado en un derra- men del hemitórax afecto a la vez que redu-
me de características no inflamatorias. En el ce la motilidad, por el dolor. En pacientes con
caso de los neumotórax, hasta el 66% de los paquipleuritis hay reducción de volumen y
pacientes cursan con dolor torácico. de movilidad del hemitórax afecto, por rigi-
La tos. Es seca, improductiva o ineficaz, dez del bloque pleuropulmonar. A la palpa-
y es debida a irritación pleural tanto en el sín- ción, en pacientes con derrame pleural, neu-
drome de pleuritis seca como en el de derra- motórax y paquipleuritis, muestra una
me pleural o en el de neumotórax. disminución o abolición de las vibraciones
La fiebre y la expectoración son más habi- vocales y a la percusión, matidez en presen-
tuales en los derrames paraneumónicos y cia de derrame y timpanismo si hay neumo-
tuberculosos(2). tórax. En la auscultación pulmonar, los
Es frecuente la ausencia de sintomatolo- pacientes con pleuritis seca pueden presen-
gía en las enfermedades pleurales yatrógenas. tar un roce pleural. En los pacientes con
Un 50% de los derrames pleurales y neumo- derrame pleural hay abolición del murmu-
tórax yatrogénicos cursan de forma asinto- llo vesicular, y en el límite superior del derra-
mática y sólo se descubren radiológicamen- me puede auscultarse un soplo pleural espi-
te(4). La distensión de las venas del cuello o ratorio. En los pacientes con neumotórax y
edemas periféricos sugieren un derrame pleu- paquipleuritis hay una disminución o aboli-
ral secundario a fallo cardiaco congestivo; la ción del murmullo vesicular, dependiendo del
tromboflebitis en pacientes con derrame pleu- volumen del aire o del grosor de la capa de
ral sugiere embolia pulmonar(5). tejido fibroso.

18
TÉCNICAS DE IMAGEN
(Rx DE TÓRAX, ECOGRAFÍA TORÁCICA, TAC, RNM)

INTRODUCCIÓN El derrame subpulmonar tiene caracterís-


La enfermedad pleural se manifiesta por ticas propias. En la proyección PA el vértice
la existencia de derrame pleural y engrosa- del hemidiafragma está desplazado lateral-
miento pleural. No siempre la presencia de mente con una caída posterior brusca, y si
líquido pleural indica enfermedad, pudién- afecta al lado izquierdo existe una separación
dose detectar en un 4-6% de individuos sanos de la burbuja gástrica superior a 2 cm y los
pequeñas cantidades de este en el espacio vasos pulmonares, que se suelen ver debajo
pleural(1). La radiografía de tórax es la técni- del contorno diafragmático, desaparecen.
ca radiológica inicial en el estudio del derra- La ecografía torácica es un procedimiento
me pleural, siendo la ecografía, la TAC y la no invasivo y fácil de realizar en la cama del
RNM técnicas complementarias en el aborda- enfermo, es de gran utilidad, no sólo en la deter-
je posterior(2). Por ello analizaremos la pato- minación del derrame sino también en su uti-
logía pleural y las aportaciones de las distin- lización como guía para realizar toracocentesis
tas técnicas de imagen en su diagnóstico. diagnóstica o terapéutica. Esta técnica es supe-
rior a la proyección en decúbito lateral para la
DERRAME PLEURAL detección de derrames de escasa cuantía. La
La radiografía de tórax es la técnica de principal desventaja es su incapacidad para la
imagen diagnóstica por excelencia. En la pro- identificación de la patología subyacente y su
yección postero-anterior (PA) el derrame se variabilidad dependiente del explorador.
visualiza como una opacidad alta lateral que La tomografía axial computarizada (TAC)
se curva ligeramente hacia abajo y con un detecta pequeñas cantidades de líquido y ayu-
borde superior liso en forma de menisco, ter- da a caracterizar mejor la localización y dis-
minando en el borde cardiaco. En la proyec- posición del derrame. Sus indicaciones gene-
ción lateral observamos una densidad semi- rales son diferenciar la patología pleural de
circular, siendo alta por delante y detrás con la pulmonar, determinar las características de
un punto de inflexión en la línea media axi- la patología subyacente, definir el derrame
lar. El líquido en la cisura es fácil de distin- como libre o loculado, servir de guía terapéu-
guir ya que la colección líquida se localiza en tica, identificar la colocación de tubos de dre-
el área teórica de ésta y a menos que la cisu- naje, detectar las complicaciones de los derra-
ra sea exactamente perpendicular al plano mes y los cambios residuales secundarios a
de la radiografía, los márgenes de la colec- estos(3,4). El líquido pleural libre en la TAC pre-
ción líquida aparecen mal definidos. Siem- senta un aspecto típico en “menisco” ocu-
pre se debe realizar una proyección en decú- pando el espacio pleural posterior. Los valo-
bito lateral para valorar la presencia de líquido res de atenuación están entre los del agua (0
libre. Pequeñas cantidades de líquido pueden unidades Hounsfield [UH] ) y los de tejidos
producir atelectasias por compresión del pul- blandos (100 UH), por tanto son fácilmente
món adyacente y los derrames masivos, un distinguibles del engrosamiento pleural o las
colapso pulmonar completo. En el caso de masas pleurales.
los derrames masivos es preciso descartar La distinción entre el derrame pleural y el
por otros signos la existencia de patología no abdominal se realizan basándose en cuatro
pleural. signos radiológicos: signo del diafragma, sig-

19
J. ORTÍZ DE SARACHO Y BOBO

géneo y muestra el signo del menisco. Cuan-


do se locula presenta aspecto lenticular y ángu-
lo obtuso con la pared torácica.
La TAC es el mejor método para diferen-
ciar el empiema del absceso de pulmón. El sig-
no radiológico más relevante es el refuerzo de
la pleura visceral y parietal (signo de la pleura
escindida) debido al incremento del soporte
vascular en la pleura inflamada tras el con-
traste intravenoso(11). Ambas hojas pleurales
pueden engrosarse y la grasa extrapleural adya-
cente entre el empiema y la pared torácica
FIGURA 1. RNM de placas pleurales.
aumenta de tamaño y atenuación, particu-
larmente si es un empiema crónico. Los bor-
no de la interfase, signo del pilar desplazado des están bien definidos y suelen tener un
y signo del área denudada(5-8). aspecto lenticular.
La evaluación de la atenuación del líquido La TAC determina la presencia de locula-
pleural tiene un valor limitado para diferen- ciones, permite la realización de biopsias pleu-
ciar exudados, trasudados y quilotórax(9), pero rales y el drenaje dirigido, objetiva el engro-
los derrames hemorrágicos sí pueden ser iden- samiento pleural, la extensión del pulmón
tificados por su densidad en la TAC. El engro- atrapado y el fracaso en su expansión tras el
samiento pleural y el refuerzo tras el contras- drenaje pleural, pero no interviene en la indi-
te se observan con más frecuencia en los cación de decorticación(12).
exudados. Estos hallazgos son típicos del
empiema y menos frecuentes con los derra- NEUMOTÓRAX
mes neoplásicos(10). El diagnostico se realiza mediante radio-
La resonancia nuclear magnética (RNM) tie- grafía de tórax en proyección PA en espira-
ne un papel limitado en el derrame pleural, ción completa visualizando la línea pleural. La
teniendo una resolución ligeramente superior TAC es útil en los neumotórax de pacientes
a la TAC en la caracterización del líquido (Fig. politraumatizados y en las unidades de cui-
1). Las colecciones líquidas presentan baja dados intensivos, donde la radiografía de tórax
señal en T1 y alta señal en T2 por el conteni- realizada en supino no nos da toda la infor-
do en agua y los exudados complicados tie- mación.
nen mayor intensidad de señal y son más bri-
llantes que los trasudados. El quilotórax podría ENFERMEDAD FOCAL PLEURAL
ser definido con una señal similar a la de la
grasa subcutánea. Los hematomas subagudos Fibrosis pleural. Enfermedad pleural
o crónicos muestran una señal típica como un inducida por exposición al asbesto
anillo concéntrico, consistente en una sombra En relación con el asbesto destacan prin-
exterior compuesta por hemosiderina y una cipalmente el engrosamiento pleural difuso y
señal brillante en el centro en T1 por la meta- las placas pleurales. Radiológicamente se con-
hemoglobina(2). sidera que hay engrosamiento pleural difuso
al visualizar una densidad pleural regular con-
EMPIEMA tinua que se extiende al menos un 25% de
Los empiemas son derrames pleurales cuya la pared torácica, con o sin obliteración del
disposición en la radiografía de tórax puede seno costofrénico(13). Es preciso realizar una
ser atípica. Cuando no está loculado es homo- radiografía en decúbito lateral para diferen-

20
APROXIMACIÓN AL PACIENTE CON ENFERMEDAD PLEURAL. TÉCNICAS DE IMAGEN…

tumores pleurales y de los que más de la mitad


son benignos. Radiológicamente son encap-
sulados, con amplia base de contacto pleural,
con pedículo que puede ser móvil y cambiar
de posición en la seriación radiológica o con
la posición. Los que invaden la pared torácica
suelen recurrir localmente y algunos se aso-
cian a derrame pleural. Los que alcanzan gran
tamaño (> de 10 cm de diámetro) suelen ser
malignos, forman un ángulo agudo con la
pared y se calcifican en menos del 5% de los
FIGURA 2. Placas pleurales bilaterales posteriores:
TAC.
casos. Los hallazgos de la TAC son similares a
los de la radiología convencional, encontrán-
dose lesiones heterogéneas por la necrosis y
ciarlo del derrame pleural. En la TAC se defi- la hemorragia(16).
ne cuando se extiende más de 8 cm en sen- Los lipomas y liposarcomas suelen ser
tido craneocaudal, 5 cm en sentido lateral y la lesiones asintomáticas, descubriéndose de for-
pleura mide más de 3 mm de espesor(14). La ma casual. La radiología convencional no ayu-
grasa subcostal puede simular engrosamien- da en el diagnóstico. La TAC delimita el origen
to difuso en personas obesas, y se identifica pleural y su composición grasa (-50 a
como tejido de baja densidad interno a las cos- 150HU)(17). Los lipomas benignos presentan
tillas y externo a la pleural parietal. uniformidad grasa. El liposarcoma es hetero-
En la radiografía de tórax las placas pleu- géneo con atenuación superior a –50 HU.
rales relacionadas con la exposición al asbes-
to aparecen casi exclusivamente en la pleura Extensión pleural del carcinoma
parietal y pueden calcificarse (10%). Su valor broncógeno
predictivo es del 79%, frente al 100% de la La TAC y la RNM se utilizan para demos-
TAC de alta resolución (TACAR). Se localizan trar la afectación T3 de estos tumores(18,19). Sig-
bilateral y posterolateralmente, en los márge- nos de invasión son la destrucción costal o la
nes inferiores de las costillas y en la superfi- presencia de una masa de tejido blando fuera
cie diafragmática (Fig. 2). Si son unilaterales del margen costal en la pared torácica. La
suelen ser izquierdas. El TACAR es superior en pared torácica se valora mejor con la RNM
la detección de dichas placas(15), distinguién- especialmente en los tumores de Pancoast(20).
dolas de la grasa extrapleural. Las placas apa- La señal en T1 y T2 se ve incrementada con
recen como áreas de engrosamiento pleural la administración de gadolinio.
separadas de la costilla y del tejido blando por
una fina capa de grasa. Es frecuente el ensan- ENFERMEDAD PLEURAL DIFUSA
chamiento de las costillas adyacentes al foco
de pleura engrosada y calcificada. Mesotelioma maligno
Es una neoplasia infrecuente y existen en
Tumores localizados un 80% antecedentes de exposición al asbes-
Los tumores pleurales se dividen en dos to. Radiológicamente se detecta un engrosa-
grupos: localizados generalmente benignos y miento difuso y nodular asociado o no a derra-
difusos invariablemente malignos. Los tumo- me pleural. La TAC y la RNM permiten valorar
res pleurales localizados son infrecuentes. la extensión y el estadiaje(21). Los hallazgos más
Entre ellos se encuentran los tumores fibro- frecuentes son: engrosamiento pleural (92%),
sos, que representan menos del 5% de los engrosamiento de cisuras interlobares (86%),

21
J. ORTÍZ DE SARACHO Y BOBO

derrame pleural (74%) y pérdida de volumen La morfología en TAC y RNM es similar, obser-
del hemitórax afecto (42%). La RNM muestra vándose en esta última aumento de la intensi-
incremento de señal T1 y moderado en T2 y dad en T2 en las lesiones malignas (sensibili-
es superior a la TAC en la valoración de la dad 100% y especificidad 87%)(23).
extensión del tumor. La tomografía de emisión
de positrones puede en un futuro desempeñar CALCIFICACIÓN PLEURAL
un papel importante en su diagnóstico. Localizadas en la pleura visceral, suelen
ser el resultado de hemotórax, piotórax o
Metástasis pleurales derrame tuberculoso y se asocia a engrosa-
Son la afectación neoplásica pleural más miento pleural extenso.
común (95%). Suelen ser de adenocarcinomas
de origen en pulmón, mama, ovario o estó- AGRADECIMIENTOS
mago. El derrame pleural es la manifestación A la Dra. Esther Yagüe Zapatero, del Ser-
más frecuente y ocasionalmente aparece engro- vicio de Radiodiagnóstico del Hospital El Bier-
samiento pleural difuso y nodulación pleural(22). zo, por la colaboración en este capítulo.

22
PARÁMETROS DEL FLUIDO PLEURAL,
PROCESAMIENTO, INTERPRETACIÓN
Y TIPOS DE DIAGNÓSTICO

INTRODUCCIÓN significativa a pesar del escaso edema pul-


Habitualmente el espacio pleural contiene monar, se debe realizar una toracocentesis
pocos mililitros de líquido pleural. Si hay una diagnóstica. Las indicaciones de toracocen-
cantidad suficiente como para ser detectada tesis son idénticas en los pacientes ingresados
en una radiografía de tórax, se debe buscar en unidades de cuidados intensivos(8).
alguna de las causas descritas como respon- La principal contraindicación para la rea-
sables de derrame pleural. En la tabla 1 se reco- lización de una toracocentesis diagnóstica es
ge la incidencia anual aproximada de las enfer- la diátesis hemorrágica. No obstante, y en fun-
medades más frecuentemente causantes de ción de la urgencia, se puede realizar una tora-
derrame pleural(1). En una serie de 850 pacien- cocentesis empleando una técnica cuidadosa
tes(2), las 3 causas más frecuentes de derrame en casi cualquier paciente(9). No debe realizarse
pleural fueron la malignidad, los derrames la toracocentesis en un área cutánea afecta de
paraneumónicos y la tuberculosis pleural. La cualquier proceso patológico. En nuestra expe-
insuficiencia cardiaca congestiva y la cirrosis
hepática fueron las causas más frecuentes de
trasudados pleurales mientras que la maligni- TABLA 1. Incidencia anual
dad y la neumonía se encuentran a la cabeza aproximada de distintas causas de
de las causas de exudado pleural(2). derrame pleural en Estados Unidos
La historia clínica y la exploración física Insuficiencia cardiaca congestiva 500.000
son básicas en la evaluación de los pacientes
con derrame pleural. Jiménez y cols.(3) obtu- Neumonía 300.000
vieron un rendimiento diagnóstico de pre- Neoplasias 200.000
sunción de pretoracocentesis de un 74,19% Pulmón 60.000
en una serie de 720 derrames pleurales. En Mama 50.000
los casos de derrames neoplásicos, la sospe- Linfoma 40.000
cha clínica ascendió hasta el 85,25%. Otras 50.000
La toracocentesis está indicada en presen-
cia de un derrame pleural de más de 10 mm Embolia de pulmón 150.000
en una radiografía de tórax en decúbito late- Enfermedad viral 100.000
ral(1). Se trata de una técnica con baja morbili-
Cirrosis hepática 50.000
dad(4,5) que proporciona información importante
para el diagnóstico o tratamiento de la mayo- Enfermedad gastrointestinal 25.000
ría de los pacientes con derrame pleural(6).
Enfermedad colágeno-vascular 6.000
Si el paciente es diagnosticado de insufi-
ciencia cardiaca congestiva se debe realizar Tuberculosis 2.000
tratamiento diurético(7). No obstante, si el derra-
Asbestosis 2.000
me persiste durante más de 3 días, se acom-
paña de fiebre o dolor torácico, es unilateral Mesotelioma 1.000
(sobre todo izquierdo) o se asocia a hipoxemia

23
D. JIMÉNEZ CASTRO

TABLA 2. Diagnóstico y pruebas indicadas en función del aspecto del líquido pleural
Aspecto del líquido Prueba indicada Interpretación del resultado
Hemático Hematócrito < 1%: no significativo
1-20%: cáncer, embolia o traumatismo
> 50% del hematócrito sérico: hemotórax
Purulento Gram y cultivo Empiema
Turbio Centrifugación Sobrenadante turbio: alto contenido lípidos
Sobrenadante turbio Triglicéridos > 110 mg/dL: quilotórax
50-110 mg/dL: realizar lipidograma
Presencia quilomicrones: quilotórax
< 50 mg/dL y colesterol > 250 mg/dL: pseu-
doquilotórax
Achocolatado Estudio microbiológico Amebiasis
Viscoso Estudio citohistológico Mesotelioma
Amarillo-grisáceo Citología Células gigantes multinucleadas en fondo gra-
nular necrótico: artritis reumatoide(20)
Olor amoniacal Creatinina pleural Creatinina pleura/suero > 1: urinotórax
Olor pútrido Gram y cultivo Infección por anaerobios

riencia(4), la única contraindicación absoluta minar un hematócrito del líquido pleural para
para la realización de una toracocentesis es la descartar el diagnóstico de hemotórax.
del paciente no colaborador. La presencia de un líquido pleural turbio
Habitualmente no es necesaria la realiza- puede deberse a células y detritos o a una ele-
ción de una radiografía de tórax tras una tora- vada concentración de lípidos(1). Un líquido
cocentesis, excepto si la toracocentesis es trau- pleural achocolatado (frecuentemente des-
mática y se extrae aire del espacio pleural crito como “pasta de anchoas”) sugiere el diag-
durante el procedimiento, o el paciente pre- nóstico de amebiasis con fístula hepatopleu-
senta tos, dolor torácico o disnea(10,11). ral(14). La presencia de un líquido pleural
altamente viscoso es muy sugestiva de meso-
ASPECTO DEL LÍQUIDO PLEURAL telioma maligno; en estos casos, la viscosidad
El aspecto del líquido pleural proporcio- es secundaria a la presencia de niveles ele-
na una información muy útil (Tabla 2). La pre- vados de ácido hialurónico en el espacio pleu-
sencia de un líquido pleural hemático estrecha ral(15). Un líquido de color amarillento-grisáceo
el diagnóstico diferencial. En una serie de 21 o la presencia de restos de tejido sugiere pleu-
casos de derrame pleural hemático, 12 se debí- resía reumatoidea(16). La presencia de partícu-
an a cáncer, 5 a embolia de pulmón, 2 a trau- las de comida orienta hacia una rotura de esó-
ma y 2 a neumonía(12). En la serie de García fago(16). En pacientes portadores de sonda
Luján(13), la causa más frecuente de derrames nasogástrica, la presencia de líquido pleural
pleurales hemáticos fue la malignidad. Si el semejante a la solución de alimentación ente-
derrame pleural tiene un aspecto macroscó- ral sugiere que la sonda ha atravesado el parén-
pico claramente sanguinolento se debe deter- quima pulmonar(17).

24
APROXIMACIÓN AL PACIENTE CON ENFERMEDAD PLEURAL. PARÁMETROS DEL FLUIDO PLEURAL, PROCESAMIENTO, INTERPRETACIÓN…

También el olor del líquido pleural pro- trario, si se trata de un trasudado, se debe dife-
porciona información muy útil. La presencia renciar clínicamente entre la insuficiencia car-
de olor fétido orienta a infección por bacterias diaca congestiva, la cirrosis hepática o el sín-
anaerobias y la de olor amoniacal a la pre- drome nefrótico e iniciar el tratamiento de una
sencia de un urinotórax(1). de estas causas.
Los criterios de Light han sido empleados
MEDICIÓN DE LA PRESIÓN PLEURAL clásicamente para diferenciar entre exudados
Las mediciones de presión pleural duran- y trasudados pleurales(22); según estos crite-
te la toracocentesis han sido propuestas como rios, un exudado pleural debe cumplir alguno
una ayuda útil para el diagnóstico. En un estu- de estos criterios, mientras que un trasuda-
dio realizado por Light y cols.(18), se realizaba do pleural no cumple ninguno de ellos:
el diagnóstico de pulmón atrapado cuando la – Relación proteínas pleura/suero mayor
presión pleural inicial era menor de –5 cm de de 0,5.
H2O y bajaba rápidamente durante la toraco- – Relación lactato deshidrogenasa (LDH)
centesis. pleura/suero mayor de 0,6.
En el momento actual se propone la moni- – LDH pleural mayor de 2/3 del límite
torización de la presión intrapleural para evi- superior sérico de LDH.
tar los efectos adversos de una disminución Distintos estudios han tratado de identi-
de la misma durante la toracocentesis eva- ficar parámetros más eficaces que los crite-
cuadora(19). Si las presiones pleurales no se rios de Light(23-25). Un metaanálisis publicado
monitorizan durante la toracocentesis, Light en 1997 demostró la excelente capacidad dis-
recomienda no evacuar más de 1.000 milili- criminativa de estos criterios(26). Los criterios
tros de líquido al día a fin de evitar el riesgo de Light son muy sensibles para el diagnósti-
de que se produzca edema pulmonar. Sin co de exudados pleurales pero disminuyen en
embargo, estas recomendaciones no se han especificidad, es decir, algunos trasudados
evaluado con exactitud. pleurales son erróneamente clasificados como
exudados. Si la clínica del paciente sugiere que
ANÁLISIS MÍNIMO DEL LÍQUIDO PLEURAL la causa del derrame pleural es trasudativa
Un derrame pleural trasudativo ocurre pero el derrame es clasificado como exudado
cuando se acumula el líquido pleural como según los criterios de Light, se ha propuesto
consecuencia de un desequilibrio entre las pre- la medición del gradiente de albúmina entre
siones hidrostáticas y oncóticas. Las princi- el líquido pleural y el suero. Casi todos los
pales causas de trasudados pleurales son la pacientes con un gradiente mayor de 1,2 gra-
insuficiencia cardiaca congestiva y la cirrosis mos por decilitro tendrán un trasudado pleu-
hepática. ral(27, 28).
Un exudado pleural se produce cuando los Por tanto, el análisis mínimo del líquido
factores locales que influyen en la acumula- pleural debe incluir la determinación de los
ción de líquido pleural se encuentran altera- criterios de Light o, en su defecto, la de LDH
dos. Las principales causas de exudados pleu- y colesterol en el líquido pleural(29).
rales son las neoplasias, las infecciones y la Actualmente se admite que los resultados
tuberculosis pleural. de la toracocentesis se deben utilizar para modi-
La distinción entre trasudados y exudados ficar la probabilidad pretest del clínico(30,31). De
constituye el primer escalón en el diagnóstico un 3,8 a un 11% de los derrames malignos
diferencial de los derrames pleurales(21). Si se (confirmados por citología) son trasudados
trata de un exudado pleural, se requieren prue- según los criterios de Light(32,33). Como la pre-
bas diagnósticas adicionales para establecer sunción clínica pretoracocentesis del diagnós-
la causa local de la enfermedad; por el con- tico de exudado pleural es alta(3), si se sospe-

25
D. JIMÉNEZ CASTRO

cha una etiología causante de exudado pleural malignos o tuberculosos(36). En función de estos
se deberían solicitar igualmente los análisis hallazgos, la presencia de linfocitosis en un
complementarios destinados a su diagnóstico. exudado pleural es habitualmente indicación
para la realización de una biopsia pleural cerra-
ANÁLISIS COMPLEMENTARIO DE LOS da. Un tercio de los trasudados pleurales son
EXUDADOS PLEURALES predominantemente linfocíticos, pero este
En el grupo de los exudados pleurales se hallazgo no supone una indicación para la rea-
requieren pruebas diagnósticas adicionales lización de una biopsia pleural(12).
para establecer la causa del derrame pleural. La presencia de células mesoteliales en
el líquido pleural puede ser de gran ayuda diag-
Recuento celular nóstica ya que este hallazgo prácticamente
El recuento celular total y diferencial es descarta la tuberculosis pleural como causa
útil en el diagnóstico diferencial de los exu- del derrame(37,38).
dados pleurales. La presencia de más de un La eosinofilia pleural sugiere normalmen-
50% de neutrófilos en el líquido pleural indi- te una enfermedad benigna y autolimitada,
ca la existencia de un proceso pleural agudo. habitualmente asociada a la presencia de aire
En una serie, el 81% de los derrames para- o sangre en el espacio pleural(12). Sin embar-
neumónicos, el 80% de las tromboembolias go, varios estudios han demostrado que las
de pulmón y el 80% de las pancreatitis pre- neoplasias son tan frecuentes entre los derra-
sentaban más del 50% de neutrófilos y sólo mes pleurales eosinófílos como en los no eosi-
el 16% de los derrames malignos y ninguna nófílos(36,39). Nosotros encontramos que la pre-
de las tuberculosis pleurales presentaban neu- valencia de eosinofilia en los derrames
trofilia(12). Si el paciente presenta simultánea- malignos es baja (4,3%), pero que la malig-
mente un infiltrado parenquimatoso, el diag- nidad constituye la segunda causa de eosino-
nóstico más probable es el de neumonía o filia pleural(39). Además, existe la misma pro-
tromboembolia de pulmón(1). Si el paciente babilidad de que sea maligno tanto un derrame
no presenta infiltrados parenquimatosos, los pleural eosinófílo como no eosinófílo. Por tan-
diagnósticos más probables son la trombo- to, la eosinofilia pleural no debe impedir la
embolia de pulmón, las enfermedades vira- búsqueda de malignidad en caso de que exis-
les, procesos gastrointestinales y, en raras oca- ta una sospecha clínica fundada(39).
siones, la tuberculosis pleural aguda(1). Aunque El diagnóstico diferencial de los derrames
aproximadamente un 10% de los trasudados pleurales eosinófílos incluye la pleuritis secun-
pleurales contienen neutrófilos predominan- daria a fármacos(12), la asbestosis pleural(40),
temente, este hecho carece de importancia paragonimiasis(41) o la enfermedad de Churg-
clínica(12). Strauss(42). Entre los fármacos que producen
Un predominio de células mononucleares pleuritis eosinófíla destacan el dantrolene, la
indica la presencia de un proceso pleural cró- bromocriptina y la nitrofurantoína.
nico. En los casos en los que predominan los La eosinofilia pleural prácticamente exclu-
linfocitos, los diagnósticos más probables son ye el diagnóstico de tuberculosis pleural(39,40).
las neoplasias y la tuberculosis pleural, aun- En nuestra serie, la presencia de eosinofilia en
que se han descrito en derrames secundarios un derrame pleural idiopático es un dato de
a cirugía de revascularización miocárdi- buen pronóstico y es factible la vigilancia estre-
ca(12,34,35). Los datos combinados de 2 series(12,34) cha del paciente sin necesidad de progresar a
demuestran que el 94% de los exudados pleu- técnicas invasivas(39). Es probable que la mayo-
rales linfocíticos se debían a cáncer o tuber- ría de estos derrames se deban a infecciones
culosis. En nuestra experiencia, el 62,5% de virales o a tromboembolias de pulmón no diag-
los derrames pleurales linfocíticos resultaron nosticadas(1).

26
APROXIMACIÓN AL PACIENTE CON ENFERMEDAD PLEURAL. PARÁMETROS DEL FLUIDO PLEURAL, PROCESAMIENTO, INTERPRETACIÓN…

Estudio microbiológico nes pleurales por organismos anaerobios(45).


Tradicionalmente se ha recomendado el Sin embargo, se trata de un procedimiento
cultivo (aerobio y anaerobio) del líquido pleu- caro y laborioso que requiere personal espe-
ral de pacientes con exudados pleurales no cializado, por lo que tampoco se recomienda
diagnosticados(1). También se aconseja la tin- su uso rutinario.
ción de Gram de la muestra pleural. El rendi- Si existe sospecha razonable de tuber-
miento de los cultivos se incrementa si las culosis pleural(47) se debe solicitar cultivo para
muestras de líquido pleural son inoculadas a micobacterias. La tinción para micobacterias
pie de cama(43). tiene un rendimiento muy bajo excepto en
No obstante, sólo existe un estudio que los casos de empiema tuberculoso o infec-
haya valorado de forma prospectiva la utilidad ción por el virus de la inmunodeficiencia
de los estudios microbiológicos en una serie humana(48, 49), por lo que no se recomienda
consecutiva de derrames pleurales(44). En este rutinariamente.
trabajo, el rendimiento del estudio microbio-
lógico de los derrames pleurales paraneumó- Glucosa pleural
nicos fue tan sólo de un 19,7%. La tinción de La medición de la glucosa pleural es útil
Gram aportó un diagnóstico rápido únicamente puesto que valores menores de 60 mg/dL indi-
en 5 casos. El pH pleural presentó un valor pre- can que el paciente probablemente presente
dictivo positivo de un 82% para indicar la nece- un derrame paraneumónico complicado(50) o
sidad de drenaje torácico. En ningún caso el una neoplasia pleural(51, 52). Otras causas infre-
estudio microbiológico de los derrames pleu- cuentes de valores pleurales bajos de gluco-
rales aportó información que modificara la sa incluyen la tuberculosis pleural, la parago-
supervivencia de los pacientes con derrame nimiasis, el hemotórax, la enfermedad de
pleural. Churg-Strauss y, raramente, la pleuritis reu-
La contrainmunoelectroforesis (CIE) es una matoidea o lúpica(1). Los bajos niveles de glu-
técnica que detecta antígenos bacterianos en cosa encontrados en los derrames pleurales
el líquido pleural. La ventaja sobre los cultivos secundarios a artritis reumatoidea se deben
es que los resultados están disponibles antes probablemente al paso alterado de glucosa
y se puede aplicar un tratamiento antibiótico al líquido pleural y a la eliminación deficitaria
apropiado precozmente. Otra ventaja es que de productos del metabolismo glucosado(53).
los resultados permanecen positivos varios En el estudio de Carr y cols.(54), 10 de 11 pa-
días después de que se haya iniciado el tra- cientes con derrame de origen reumático tení-
tamiento antibiótico(45,46). La CIE es especial- an niveles de glucosa en el líquido pleural infe-
mente útil en niños con derrame pleural, en riores a 17 mg/dL. En otro estudio retrospectivo
los que la mayoría de los derrames pleurales de 18 derrames reumáticos, el 82% de los
se deben a Streptococcus pneumoniae, Staphy- pacientes tenían niveles de glucosa pleural
lococcus aureus o Haemophilus influenzae. Sin menores de 38 mg/dL(55).
embargo, una proporción importante de derra- La glucosa pleural se ha utilizado clásica-
mes paraneumónicos en adultos se deben a mente para establecer la necesidad de drena-
bacterias anaerobias, para las que no hay dis- je torácico en los derrames paraneumóni-
ponibles antígenos para realizar estos estu- cos(56,57). No obstante, un metaanálisis realizado
dios. Por tanto, en el momento actual no se por Heffner y cols.(50) demostró que el pH pleu-
pueden recomendar rutinariamente para el ral posee la mayor eficacia para identificar los
diagnóstico etiológico de los derrames para- derrames paraneumónicos complicados.
neumónicos. Varios estudios(52,58) han demostrado que
La cromatografía de gases es una técnica niveles bajos de glucosa en los derrames malig-
propuesta para el diagnóstico de las infeccio- nos se correlacionan con un mayor rendi-

27
D. JIMÉNEZ CASTRO

miento diagnóstico de la citología y tienen un La medición del pH pleural se debe realizar


valor predictivo de peor pronóstico. mediante una máquina de gases(63) y se debe
evitar la anestesia previa(64).
LDH pleural El pH pleural tiene gran utilidad para esta-
Los valores pleurales de lactato deshidro- blecer la necesidad de drenaje torácico en los
genasa (LDH) reflejan el grado de inflamación derrames paraneumónicos(56,57). Un metaaná-
de las superficies pleurales. El aumento de los lisis publicado por Heffner y cols.(50) establece
niveles de LDH en sucesivas toracocentesis es un punto de corte que varía entre 7,21 y 7,29
indicativo de empeoramiento de la inflama- en función de consideraciones coste-preva-
ción pleural, y se debería perseguir el diag- lencia.
nóstico agresivamente. Por el contrario, si los Un pH menor de 7,30 en los derrames pleu-
valores de LDH disminuyen en sucesivas tora- rales malignos se asocia con peor pronóstico,
cocentesis, la inflamación pleural está mejo- mayor rendimiento de la citología y de la biop-
rando, y no es necesario ser agresivo en la sia pleural y menor éxito de la pleurodesis quí-
aproximación diagnóstica al paciente(1). mica que cuando el pH es mayor de 7,30(65).
En los exudados pleurales definidos úni- Sin embargo, 2 metaanálisis de más de 400
camente por la LDH, se debe considerar el pacientes con derrame pleural maligno han
diagnóstico de neoplasia(22) o de neumonía por demostrado que el pH no debería usarse como
Pneumocystis carinii(59). criterio único para decidir la conveniencia de
Aunque los valores pleurales de LDH se la pleurodesis o para predecir la superviven-
han utilizado para predecir la necesidad de cia(66,67). Otros factores, como el estado gene-
drenaje torácico en los derrames paraneu- ral del paciente(68) y el tipo de neoplasia(66),
mónicos (56,57), son menos eficaces que la deben ser tenidos en cuenta. Los pacientes
determinación del pH pleural(50) y no se reco- deben ser evaluados individualmente a la hora
miendan de forma rutinaria con esta finali- de decidir la posibilidad de una pleurodesis.
dad(60).
Amilasa
pH pleural Un nivel aumentado de amilasa en el líqui-
La determinación del pH pleural es útil en do pleural puede ayudar a reducir el diagnós-
el diagnóstico diferencial de los exudados tico diferencial a tres situaciones: enfermedad
pleurales. La presencia de un pH pleural pancreática, neoplasia o rotura esofágica(51).
menor de 7,20 reduce el diagnóstico a algu- Light encuentra elevación de la amilasa pleu-
na de las siguientes causas(1): derrame para- ral en 4 de 5 pancreatitis con derrame aso-
neumónico complicado, rotura esofágica, ciado, normalmente con valores mucho más
pleuresía reumatoidea, tuberculosis pleural, altos que los de la amilasa sérica. Los niveles
enfermedad maligna, hemotórax, urinotó- elevados de amilasa en los pacientes con rotu-
rax(61), acidosis sistémica, paragonimiasis o ra esofágica se deben al paso de la saliva al
pleuritis lúpica. espacio pleural(69). La amilasa se encuentra ele-
El pH pleural debe ser medido con el mis- vada aproximadamente en el 10% de los
mo cuidado que el pH arterial. El líquido pleu- derrames pleurales malignos(70). En la mayo-
ral debe ser recogido en una jeringa heparini- ría de los casos la relación amilasa pleura/sue-
zada. Se debe conservar en hielo antes de su ro es mayor de 1. Las neoplasias pulmona-
transporte al laboratorio debido a la genera- res y ginecológicas son las que con más
ción espontánea de ácido por el líquido(18), aun- frecuencia se asocian a niveles altos de ami-
que un estudio reciente demostraba que el pH lasa en el líquido pleural.
no se modifica a temperatura ambiente duran- La amilasa pleural debe ser medida sólo si
te la primera hora después la toracocentesis(62). la historia clínica o los síntomas sugieren enfer-

28
APROXIMACIÓN AL PACIENTE CON ENFERMEDAD PLEURAL. PARÁMETROS DEL FLUIDO PLEURAL, PROCESAMIENTO, INTERPRETACIÓN…

medad pancreática o rotura esofágica. En 90%(54,74,76), raramente son realizadas y no


ausencia de estas indicaciones, la determi- resultan fiables(77).
nación rutinaria de la amilasa pleural carece Halla examinó la utilidad de la determi-
de utilidad(71). nación de inmunocomplejos y complemento
en el líquido pleural de 12 pacientes con artri-
Creatinina tis reumatoide, 9 con lupus eritematoso sisté-
Stark publicó 3 casos de urinotórax aso- mico y 39 con otras enfermedades(78). Los nive-
ciados a niveles elevados de creatinina en el les bajos de complemento sirvieron para
líquido pleural(72). En 71 pacientes con derra- diferenciar los derrames reumatoideos y lúpi-
mes de otras etiologías, los niveles de creati- cos de los controles, pero no diferenciaban
nina pleural no estaban por encima de los valo- entre uno reumatoideo y uno lúpico. Los nive-
res séricos, lo que sugería que la relación de les de inmunocomplejos estaban elevados en
la creatinina pleura/suero mayor de 1 podía el líquido pleural en comparación con el sue-
ser específica de urinotórax. No obstante, su ro en los derrames reumatoideos; por el con-
sensibilidad se desconoce. trario, en los lúpicos eran normales.
Por tanto, los estudios inmunológicos en
Lípidos el líquido pleural proporcionan escasa infor-
El análisis de los lípidos del líquido pleural mación diagnóstica(79). El diagnóstico de la pleu-
está indicado en los casos de sospecha de qui- ritis lúpica o reumatoidea se debe realizar
lotórax y pseudoquilotórax. El diagnóstico de mediante la presentación clínica y la deter-
quilotórax se realiza si se cumplen los 3 crite- minación de niveles de anticuerpos antinu-
rios siguientes: triglicéridos pleurales mayores cleares y factor reumatoide en suero.
de 110 mg/dL, relación de triglicéridos pleu-
ra/suero mayor de 1 y un cociente de coles- Citología pleural
terol pleura/suero menor de 1(73). Cuando los La citología del líquido pleural es un medio
valores de triglicéridos se encuentran entre 50 eficiente, barato y mínimamente invasivo para
y 110 mg/dL, la presencia de quilomicrones establecer el diagnóstico de enfermedad malig-
en el líquido pleural confirma el diagnóstico. na. El análisis citológico del líquido pleural esta-
blece el diagnóstico en más del 70% de los
Inmunología casos de adenocarcinomas metastásicos(80,81).
En un trabajo, 11 de 13 pacientes con pleu- El estudio citológico es menos útil en los casos
ritis lúpica tenían anticuerpos antinucleares de mesotelioma, carcinoma epidermoide, lin-
(ANA) en el líquido pleural con títulos mayo- foma o sarcoma. Si se sospecha derrame pleu-
res de 1:160; en 9 pacientes, la relación ANA ral maligno, se deben recoger varios cientos
pleura/suero fue mayor de 1(74). En un grupo de mililitros en la primera toracocentesis(82).
control de 67 derrames pleurales de origen no Este procedimiento no aumenta el rendimiento
lúpico, ninguno tenía niveles de ANA en el mis- del estudio inicial pero, si es negativo, la
mo. Por el contrario, en otro estudio recien- siguiente toracocentesis puede proporcionar
te la determinación de anticuerpos antinucle- un líquido pleural con menos células degene-
ares fue positiva a títulos altos en 13 de 145 radas y más células malignas recién exfolia-
pacientes con derrames pleurales no lúpicos(75). das. Light y cols.(12) encuentran que una segun-
En el estudio de Good(74), la presencia de da citología por toracocentesis aumentaba el
células LE confirmó el diagnóstico en 7 de los rendimiento diagnóstico del 63 al 70%.
8 pacientes analizados. Sin embargo, las pre- La biopsia pleural cerrada tiene un rendi-
paraciones de células LE no se recomiendan miento menor que la citología puesto que las
puesto que, aunque parecen específicas para metástasis pleurales suelen ser focales y la
el diagnóstico, su sensibilidad oscila del 0 al biopsia es un procedimiento diagnóstico cie-

29
D. JIMÉNEZ CASTRO

go(80,81,83). No obstante, añade un 11% de ren- Los niveles de interferón-γ también se


dimiento a la citología en el diagnóstico de encuentran elevados en los pacientes con
enfermedad pleural maligna y, dada su baja tuberculosis pleural. Villena y cols.(89) demos-
morbilidad, nuestro grupo la recomienda ruti- traron una sensibilidad del 99% y una espe-
nariamente en los casos de sospecha de enfer- cificidad del 98% en una serie de 388 derra-
medad neoplásica(81). Si los resultados son mes pleurales, que incluía a 73 tuberculosos.
negativos, la toracoscopia es el procedimien- Valores pleurales de interferón-γ de 140
to de elección en los pacientes con sospecha pg/mL son comparables a niveles de ADA de
de derrame pleural maligno. 40 UI/L para el diagnóstico de la tuberculosis
En los casos en los que se sospecha el diag- pleural(90).
nóstico de linfoma, la citometría de flujo pue- Algunos autores han recomendado la deter-
de establecer el diagnóstico al demostrar una minación de la PCR para ADN micobacteria-
proliferación celular clonal en el líquido pleu- no como método de elección de la tubercu-
ral(84). Por el contrario, los marcadores tumo- losis pleural(91). No obstante, la PCR ofrece
rales no han demostrado excesiva utilidad en resultados dispares(92,93) debido al escaso núme-
el diagnóstico de la enfermedad neoplásica ro de micobacterias en el líquido pleural, el
pleural(85). bajo número de neutrófilos y la falta de repe-
titividad del test(92). Por lo tanto, no puede ser
Pruebas diagnósticas para tuberculosis recomendado actualmente como método de
Dado el bajo rendimiento de los estudios elección para el diagnóstico de tuberculosis
microbiológicos en la tuberculosis pleural(86), pleural(94).
se han propuesto métodos alternativos de diag-
nóstico como son la adenosín deaminasa, el ÁREAS INCIERTAS Y GUÍA DE MANEJO
interferón-γ o la reacción en cadena de la poli- DE LOS DERRAMES PLEURALES
merasa (PCR) para determinación del ADN Actualmente no existe consenso sobre si
micobacteriano. los exudados pleurales con niveles elevados
Los niveles de ADA son útiles para el diag- de ADA deberían ser tratados para tubercu-
nóstico de la tuberculosis pleural porque en losis pleural sin un diagnóstico de confirma-
esta patología son mayores que en otros exu- ción mediante biopsia pleural(79). Nuestro gru-
dados. Bañales y cols.(87) realizaron un metaa- po recomienda el diagnóstico mediante biopsia
nálisis de 2.251 casos en los que se determinó pleural cerrada excepto en aquellos casos en
el ADA pleural mediante el método Blake-Ber- los que existan dificultades técnicas para su
man. Encontraron una sensibilidad de un 99% realización (poca cantidad de líquido pleural
y una especificidad de un 89%. Los puntos de o pacientes no colaboradores).
corte variaban entre 40 y 71 UI/L, por lo que En los casos en los que el exudado pleural
se recomendaba la necesidad de establecer un permanece sin diagnosticar a pesar de toraco-
punto de corte de referencia para cada centro. centesis y biopsia pleural, nuestro grupo y
Se puede concluir que el ADA pleural es un otros(62) recomiendan la realización de una bate-
buen parámetro para el diagnóstico de la pleu- ría de estudios pleurales y generales (fibro-
ritis tuberculosa y puede evitar la realización broncoscopia, tomografía axial computarizada,
de biopsias pleurales en aquellas regiones con toracoscopia), aunque ningún estudio pros-
alta prevalencia de tuberculosis(88). Los niveles pectivo ha evaluado esta aproximación diag-
elevados de ADA en el líquido pleural se deben nóstica.
a aumentos de la isoenzima ADA2 y algunos En el momento actual, no existe ningún
autores han obtenido eficacias diagnósticas del algoritmo que establezca el procedimiento
88-89% mediante la determinación de isoen- diagnóstico de los derrames pleurales idio-
zimas del ADA(48,86). páticos.

30
APROXIMACIÓN AL PACIENTE CON ENFERMEDAD PLEURAL. PARÁMETROS DEL FLUIDO PLEURAL, PROCESAMIENTO, INTERPRETACIÓN…

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES nez Ruiz CA, Pérez Rodriguez E, eds. Madrid


1999. p. 267-85.
Todo derrame pleural debe ser estudiado
mediante una toracocentesis excepto si es de 4. Martínez Berganza A, Araiz JJ. Contribution de
la pathologie iatrogène à l’ensemble des mala-
pequeña cuantía (menos de 10 mm en la radio- dies de la pléure. Rev Pneumol Clin 1978; 43:
grafía de tórax en decúbito ipsilateral) o secun- 151-5.
dario a insuficiencia cardiaca congestiva y bila- 5. Light RW, Light MD. Pleural effusion. N
teral. England J Med 2002; 346: 25, 1971-7.
Si se sospecha que el paciente tenga un
trasudado pleural, las únicas determinaciones Técnicas de imagen
necesarias son las de la LDH y las proteínas 1. Hessén L. Roentgen examination of pleural
pleurales. fluid: A study of the localization of free effu-
Si se sospecha la existencia de un exudado sion: The potentialities of diagnosing minimal
pleural, se deben determinar además el pH y quantities of fluid and its existence under
physiological conditions. Acta Radiol 1951; 86
la glucosa pleurales, recuento celular comple-
(suppl).
to y diferencial, y estudio citológico. Los estu-
2. McLoud TC, Flower CDR. Imaging the pleura.
dios microbiológicos deben ser solicitados en Sonography, CT and MR imaging. AJR Am J
pacientes con sospecha de exudado paraneu- Roentgenol 1991; 156: 1145-53.
mónico y mala respuesta al tratamiento inicial. 3. Kreel L. Computed tomography of the lungs and
En los exudados pleurales linfocíticos se debe pleura. Semin Roentgenol 1978; 13: 213-25.
solicitar una determinación de marcadores para 4. Pugatch RD, Faling IJ, Robbins AH, Zinder GL.
tuberculosis pleural (ADA, interferón-γ o PCR Differentation of pleural and pulmonary lesions
en función de la disponibilidad de cada medio). using computed tomography. J Comput Assist
Si después de la primera toracocentesis el Tomogr 1978; 2: 601-6.
diagnóstico no es evidente, recomendamos 5. Alexander S, Proto AV, Clark RA. CT diffe-
rentiation of subphrenic abscess and pleural
un nuevo estudio pleural (incluida biopsia pleu-
effusion. AJR Am J Roentgenol. 1983; 140(1):
ral cerrada) y alguna de las pruebas diagnós- 47-51.
ticas destinadas a descartar la presencia de 6. Dwyer A. The displaced crus: A sign for dis-
una tromboembolia de pulmón. tinguishing between pleural fluid and ascites
En caso de que el diagnóstico permanez- on computed tomography. J Comput Assist
ca aún incierto, la sospecha clínica, la situa- Tomogr 1978; 2: 598-9.
ción del paciente y los resultados del estudio 7. Naidich DP, Megiow AJ, Hilton S, Hulnick DH,
pleural deben modular la necesidad de prue- Siegelman SS. Computed tomography of the
diaphragm: Peridiaphargmatic fluid localiza-
bas diagnósticas invasivas como la toracos-
tion. J Comput Assist Tomogr 1983; 7: 641-9.
copia o la biopsia pleural abierta.
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D. JIMÉNEZ CASTRO

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35
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN
EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD
PLEURAL
TÉCNICAS: TORACOCENTESIS Y BIOPSIA CIEGA
Margarita Yoldi Rodríguez

TORACOSCOPIA MÉDICA
Francisco Rodríguez-Panadero

VIDEOTORACOSCOPIA QUIRÚRGICA
Ángel Salvatierra Velázquez

TORACOCENTESIS Además de la toracocentesis con fines


La toracocentesis es la extracción de líqui- exclusivamente diagnósticos, existe la tora-
do pleural con fines diagnósticos o terapéuti- cocentesis terapéutica, para aliviar la sinto-
cos(1). Es una técnica sencilla, rápida, con alto matología en los derrames masivos, o bien
rendimiento diagnóstico y escasas complica- para evaluar el pulmón colapsado subya-
ciones, que pueden evitarse con premedica- cente(3).
ción y buena técnica(2). Ninguno de los dos tipos de toracocente-
sis tiene contraindicaciones absolutas, excep-
Indicaciones y contraindicaciones to la diátesis hemorrágica(1).
Es la primera exploración a realizar ante
una sospecha clínica de derrame pleural, des- Complicaciones
pués de obtener radiografías de tórax en pro- La más frecuente (4 a 11% según las se-
yección posteroanterior y lateral (y ocasional- ries) es el neumotórax. Otras complicaciones
mente en decúbito lateral) que nos confirmen pueden ser el dolor local, hemotórax, reacción
la existencia del mismo. Únicamente en los vagal, infección, punción hepática o esplénica,
derrames secundarios a insuficiencia cardia- caída de la pO2 o edema pulmonar exvacuo(5).
ca clara, postcirugía abdominal o postparto Este último puede ocurrir en las toraco-
puede ser sustituida por observación del centesis terapéuticas tras drenar bruscamente
paciente, pues en la mayoría de estos casos el gran cantidad de líquido. Puede ser evitado
derrame se resolverá por sí solo(3). midiendo la presión pleural durante el pro-
Para evitar yatrogenia, siempre hay que cedimiento y abandonando éste cuando la
tener en cuenta que la radiografía debe ser presión alcanza -20 cm(6). En caso de no poder
actualizada, pues un derrame previamente pre- medir la presión pleural, es aconsejable no
sente podría haberse reabsorbido(4). El espe- extraer más de 1.000 ml de líquido pleural
sor mínimo del derrame en la radiografía en en cada toracocentesis. La aparición de tos
decúbito lateral debe ser de 10 mm. Si es también indica que se debe interrumpir la
menor, puede ayudarnos la ecografía(1). toracocentesis.

37
M. YOLDI RODRÍGUEZ

Técnica de la toracocentesis pacientes que sigan tratamiento anticoagu-


Tanto el paciente como el especialista lante o en aquellos cuyo número de plaque-
deben estar situados lo más cómodamente tas sea inferior a 50.000/mm3, debiendo rea-
posible. Habitualmente el paciente está sen- lizarse en tal caso una transfusión de plaquetas
tado, con la espalda recta y los brazos eleva- inmediatamente antes. El nivel máximo de
dos y apoyados en una o más almohadas sobre INR aceptado para hacer la biopsia es de 1,3.
una mesilla; así los diafragmas descienden y Ante la presencia de insuficiencia respirato-
los espacios intercostales se amplían al máxi- ria severa debe valorarse el riesgo de un posi-
mo. Nunca debe olvidarse una breve explica- ble neumotórax con el consiguiente empeo-
ción al paciente de lo que le vamos a hacer y ramiento de la misma. El empiema se incluye
de ese modo obtener su consentimiento y cola- también entre las contraindicaciones de la
boración. Una vez elegido cuidadosamente el biopsia pleural, aunque se debe considerar
sitio guiados por la radiografía de tórax, la más bien no indicación de esta técnica en la
exploración física o la ecografía, se desinfec- mayoría de los casos. Por supuesto, la ausen-
ta la piel en una zona amplia y se anestesia cia de consentimiento y la falta de colabora-
mediante la inyección de lidocaína al 2% con ción por parte del paciente contraindican la
una aguja de calibre 21. Es importante la for- técnica(8).
ma de administración de la anestesia local, no
sólo haciendo una pápula subcutánea sino Complicaciones
anestesiando todo el trayecto desde la piel has- Las complicaciones más frecuentes (hasta
ta la pleura parietal(1). Posteriormente se intro- en un 15%) son el dolor en el punto de pun-
duce la aguja o catéter conectada a una jerin- ción y el neumotórax, ya sea por entrada de
ga de 50 ml, siempre siguiendo el borde aire ambiente a través de la aguja o por lace-
superior de una costilla para no dañar el paque- ración de la pleura visceral y tejido pulmo-
te vasculonervioso, y se extrae el líquido aspi- nar con producción de pequeña fístula bron-
rando despacio. copleural. No es infrecuente observar un nivel
hidroaéreo tras una biopsia pleural, sin embar-
Rentabilidad diagnóstica go es raro un neumotórax grande que precise
La rentabilidad diagnóstica es del 75%(5), drenaje mediante tubo(9,10). Se puede producir
y aumenta con su repetición(7). una reacción vasovagal hasta en un 5% de los
pacientes, para evitar la cual se administra de
BIOPSIA PLEURAL 0,5 a 1 mg de atropina subcutánea. Una com-
La biopsia pleural con aguja a ciegas o biop- plicación importante es el sangrado cuando
sia transparietal es un método común de obte- una vena o arteria intercostal es diseccionada,
ner fragmentos de tejido pleural para su exa- con el posible resultado de hemotórax(11). Se
men histológico y/o microbiológico. Es una ha descrito un caso de fístula arteriovenosa
técnica sencilla, que no precisa de quirófa- intercostal después de una biopsia pleural(12).
no, se puede realizar de forma ambulatoria y Otra rara complicación es la toma de muestra
tiene una morbilidad muy baja. Su realización en otro órgano como hígado, bazo o riñón. En
debe estar a cargo del especialista. el caso de ser hígado o riñón el tejido biop-
siado no conlleva habitualmente riesgo para
Indicaciones y contraindicaciones el paciente; sin embargo cuando se lacera el
Las indicaciones de la biopsia pleural son bazo suele precisar esplenectomía(13). Otras
el derrame pleural sin diagnosticar y el en- complicaciones, con una incidencia inferior al
grosamiento o masa pleural(8). La principal 1%, son fiebre transitoria, náuseas, tos espas-
contraindicación es el riesgo aumentado de módica, dolor abdominal, siembra tumoral,
sangrado. Se debe evitar su realización en hematoma, acúmulo de líquido pleural en el

38
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD PLEURAL. TÉCNICAS: TORACOCENTESIS Y BIOPSIA CIEGA

sitio de la punción, abscesos subcutáneos, tas veces como muestras se desee, pero es
empiema, neumomediastino y embolia gase- conveniente ocluir con un dedo el orificio para
osa(4,14,15). La mortalidad es menor del 0,2%(16). disminuir el riesgo de neumotórax después de
cada extracción. Una vez realizadas todas las
Tipos de aguja y técnica de la biopsia pleural biopsias y retirada la aguja definitivamente,
Las dos agujas más usadas en todo el mun- es conveniente masajear firmemente la zona
do son las de Abrams y Cope, aunque existen de punción para favorecer el cierre de los pla-
otras como las de Raja, Castelain, Ramel, etc. nos del trayecto de la aguja y colocar un ven-
La aguja de Abrams consta de tres partes: un daje en aspa, que podrá ser retirado en 24
trocar externo, una cánula cortante interna y horas. También puede darse un punto de sutu-
un estilete. El trocar externo mide 4 mm de ra si rezuma líquido. Se debe realizar radio-
diámetro, es hueco y tiene la punta roma, para grafía de tórax posteriormente para descartar
no lacerar el pulmón; por ello requiere de inci- la existencia de neumotórax(1).
sión cutánea previa con bisturí. En su extre- La aguja de Cope consta de cuatro partes:
mo distal presenta una ventana y en su par- La más externa o “camisa”, de 3 mm de diá-
te proximal un pivote que indica la posición metro, se introduce hasta el espacio pleural
de la misma. La cánula interna tiene un extre- con el trocar biselado y el obturador. Para ase-
mo distal cortante que, una vez introducido gurar su posición en el espacio pleural, mien-
dentro del trocar externo, al que se adapta tras el paciente realiza una maniobra de Val-
estrechamente, puede colocarse cerrada o salva, se retiran el trocar y el obturador y se
abierta, según ocluya o no la ventana del tro- conecta la camisa a una jeringa. Si se obtie-
car externo. La aguja se introduce con sus tres ne líquido, la posición es la correcta. Poste-
partes acopladas. La cánula interna se gira en riormente, a través de la camisa y conectada
el sentido de las agujas del reloj hasta cerrar a una jeringa, se introduce la aguja que tie-
la ventana del trócar externo. Se introduce la ne un ganchito en el extremo. Inclinando la
aguja en sentido perpendicular a la pared torá- aguja, se retira de forma lenta hasta sentir que
cica y siempre siguiendo el borde superior de se engancha. Mientras el paciente repite la
una costilla; se pueden realizar movimientos maniobra de Valsalva, se retira la aguja y se
de rotación hacia uno y otro lado para ayu- coloca el obturador para evitar la entrada de
darse. Normalmente se nota cuando se ha aire en el espacio pleural. Se repite el proce-
entrado en el espacio pleural por la pérdida de dimiento las veces necesarias en distintas
resistencia. Entonces se retira el estilete, con direcciones(1).
la aguja en posición cerrada, y se conecta una
jeringa; luego se abre la cánula interna giran- Rentabilidad diagnóstica
do en el sentido contrario a las agujas del reloj Su rentabilidad depende de la experien-
(se puede aspirar líquido pleural si interesa). cia de quien la realiza(10,17), de la selección de
Por fin, se procede a realizar la biopsia: que- los pacientes, del número de muestras que se
dando el pivote del trocar en la parte inferior, obtengan (es aconsejable realizar cuatro(18)) y
se va retirando la aguja hasta que se engan- de la utilización o no de técnicas de imagen.
che en la pleura parietal y se vuelve a girar la En cuanto al tipo de aguja utilizada, no hay dife-
cánula en el sentido de las agujas del reloj para rencias significativas entre las agujas de Abrams
cerrar la ventana, cortando con ello un frag- y Cope(10). Tampoco hay relación entre el por-
mento de la pleura. Una vez realizada la biop- centaje de diagnósticos y la existencia o no de
sia, la aguja se retira del todo en posición de líquido pleural(15). La realización de una segun-
cerrado, encontrando el tejido pleural en el da biopsia pleural aporta un rendimiento varia-
extremo distal, que se podrá extraer con la ble según distintos autores(7,9,14,15,17). Las pato-
ayuda del estilete. La aguja se reinsertará tan- logías que se diagnostican con más frecuencia

39
M. YOLDI RODRÍGUEZ

mediante biopsia pleural son carcinoma y pulmonar de células pequeñas. En el caso del
tuberculosis(9). En el diagnóstico de malignidad mesotelioma se unen además connotaciones
su sensibilidad varía según autores entre un 39 de compensación laboral(8). La utilización de
y un 80%, con una media del 53%(7,14,16,17,19). técnicas inmunohistoquímicas consigue con
Los falsos positivos son muy escasos, en la frecuencia asegurar la procedencia primaria de
mayoría de las series, inexistentes. La citolo- un tumor y diferenciar tumores similares, como
gía del líquido pleural tiene habitualmente una es el caso del mesotelioma y el carcinoma
sensibilidad mayor para afectación neoplásica metastásico a pleura(8). Por último, la utiliza-
que la biopsia pleural(16), pero mejora cuando ción de técnicas de imagen (véase Capítulo 2)
se unen ambas técnicas(7,10,14,16,17,20). La obten- aumenta la rentabilidad hasta un 86-93% según
ción de tejido tumoral conlleva una ventaja res- autores(21-23).
pecto a la citología, no sólo en la diferenciación La sensibilidad para tuberculosis varía
entre tejido inflamado y tumoral, sino también mucho según los grupos (60-100%)(8,15,16,19),
en la subclasificación de las células malignas, pero aumenta hasta el 80-100% cuando se
importante en el manejo de la quimioterapia añade el estudio microbiológico mediante el
en el caso, por ejemplo, de los linfomas, las cultivo de la biopsia (una muestra es suficien-
metástasis de cáncer de ovario y el carcinoma te) y del líquido pleural(8,17).

40
TORACOSCOPIA MÉDICA

INTRODUCCIÓN INDICACIONES Y TÉCNICA DE LA


Aunque todas las toracoscopias son obvia- TORACOSCOPIA MÉDICA
mente realizadas por médicos, el término A medida que la cirugía toracoscópica se
“toracoscopia médica” fue adoptado a finales ha desarrollado y extendido sus indicaciones,
de los años 80 para distinguir la “cirugía endos- la toracoscopia médica ha ido restringiendo su
cópica vídeo-asistida” (universalmente cono- campo de actuación (desde mi punto de vista)
cida como “VATS” por las iniciales de este al estudio y tratamiento de los derrames pleu-
nombre en inglés, y que en la gran mayoría rales y, en mucho menor grado, al manejo del
de los casos implica resección de una porción neumotórax(1). Otras indicaciones del pasado
mayor o menor de parénquima pulmonar) de reciente, como la biopsia pulmonar para estu-
la toracoscopia convencional o “pleuroscopia” dio de neumopatías difusas, el estudio de alte-
clásica, que primariamente está orientada al raciones mediastínicas e incluso el manejo del
diagnóstico de los derrames pleurales. Si deja- neumotórax, han pasado al dominio de la ciru-
mos de lado algunas de las polémicas surgi- gía toracoscópica, que en nuestra opinión las
das, sobre todo en EE.UU., sobre quién debe cubre con mayor eficacia y competencia.
realizar esta técnica, lo que queda claro para Exceptuando algunas indicaciones anecdóti-
todos es que la “VATS” requiere varias puer- cas, la toracoscopia médica queda, pues, con-
tas de entrada, anestesia general y, habitual- finada básicamente al manejo de los derrames
mente, intubación traqueal con tubo de doble pleurales, y éste es un campo irrenunciable
luz, mientras que la “toracoscopia médica” se para el neumólogo (Fig. 3). Paradójicamente,
realiza habitualmente con anestesia local y quizá sea por consiguiente el momento de
sedación, y frecuentemente en las mismas uni- empezar a hablar de nuevo de “pleuroscopia”
dades de endoscopia respiratoria en que se para designar una técnica que se va a proyec-
practica la broncofibroscopia (Figs. 1 y 2). tar casi exclusivamente sobre el estudio de la

Ámbito de realización

Neumología Cirugía torácica

Sala de endoscopia Quirófano

¿Anestesia general?
Anestesia local + sedación
¿Intubación traqueal?

Varias entradas

FIGURA 1. Ámbito de realización de la toracoscopia “médica”, que puede ser realizada por neumólogos
bajo anestesia local y en la misma sala donde se realiza la broncoscopia.

41
F. RODRÍGUEZ-PANADERO

FIGURA 2. Equipo básico para la realización de toracoscopia médica.

tesia general e intubación traqueal en pacien-


Indicaciones habituales tes que en ocasiones las tolerarían difícilmen-
te) es un argumento de peso a favor del mane-
jo de los derrames pleurales dentro de un
Derrames pleurales ¿Neumotórax?
ámbito neumológico, siempre que se adquiera
la necesaria preparación y se adopten las
Diagnóstico Tratamiento imprescindibles precauciones de seguridad.
Biopsias suficientes También es obvio que la toracoscopia
Pleurodesis
requiere un intenso entrenamiento, tanto en
Estadificación mesotelioma su vertiente “médica” como “quirúrgica”, y
¿Empiema?
cuando se aboga por un dominio netamente
quirúrgico de todas sus variantes se suele argu-
FIGURA 3. Indicaciones preferentes de la tora- mentar que el control de algunas de las com-
coscopia médica.
plicaciones más graves que se pueden presentar
requiere el concurso de la cirugía. Aunque esta
cavidad pleural, y con limitación terapéutica afirmación es básicamente cierta, su peso real
confinada al control de los derrames pleurales dependerá de la incidencia de esas complica-
recidivantes mediante pleurodesis. ciones graves, que en nuestra experiencia en
Sin pretender entrar en polémicas artificia- cerca de 600 toracoscopias nunca han ocurri-
les y trasnochadas, y aunque de ningún modo do, y en ningún caso hemos requerido asis-
se proponga aquí la realización de la técnica tencia quirúrgica de emergencia(2).
toracoscópica de un modo temerario, creemos
que la simplificación que habitualmente entra- Preparación del paciente
ña la “toracoscopia médica” (sin listas de espe- En nuestro caso incluye una detallada
ra para obtener quirófano, ni necesidad de anes- información a él y a sus familiares, evaluación

42
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD PLEURAL. TORACOSCOPIA MÉDICA

del estado general, realización de gasometría


arterial, electrocardiograma, radiografía de
tórax posteroanterior y lateral y estudio de
coagulación, y en nuestra experiencia hay
muy pocas contraindicaciones absolutas para
la toracoscopia convencional. Es necesario ser
cuidadoso con la selección de los pacientes,
y la tomografía axial computarizada (TAC)
puede ser de gran ayuda en muchos casos. El
mayor problema técnico para la realización
de una toracoscopia bajo anestesia local y en
un medio no estrictamente quirúrgico es la
presencia de adherencias extensas entre el
pulmón y la pared torácica (Fig. 4). En estos
casos la introducción del trocar puede ser muy
difícil y peligrosa. Por ello es recomendable
usar una cánula de Veress para inducir neu-
motórax –similar a las usadas para inducir
neumoperitoneo- cuando se sospeche que el
pulmón está adherido a la pared en la zona
en que vamos a introducir el toracoscopio.
Nosotros hemos encontrado una clara rela-
ción entre los niveles de LDH en el líquido
pleural y la presencia de adherencias, de modo
que una cifra superior a 1.500 U/L hace pre-
sagiar la presencia de importantes adheren-
cias, las cuales serán con gran probabilidad
muy conflictivas si los niveles de LDH supe-
ran las 3.000 U/L.
Aunque no sea en sí una contraindicación
absoluta, el mal estado general del paciente,
sobre todo si padece una neoplasia avanzada,
constituye una contraindicación relativa para
la toracoscopia. Nos parece difícilmente acep-
table someter a cualquier tipo de exploración
más o menos molesta a un paciente al que pre-
sumiblemente le quedan sólo unas semanas
de vida, y en este sentido nos resulta de gran
ayuda la evaluación -junto al índice de Kar-
nofsky y otros parámetros clínicos- de los nive-
les del pH en el líquido pleural, de modo que
si se encuentra por debajo de 7,20 -en ausen- FIGURA 4. Las adherencias intrapleurales, sobre
cia de infección del espacio pleural- desacon- todo si son firmes y extensas, pueden hacer muy
sejamos la exploración(3). Tampoco conside- difícil o imposibilitar la realización de toracosco-
pia bajo anestesia local. En caso de duda, es reco-
ramos prudente hacer una toracoscopia si el mendable inducir neumotórax mediante cánula
paciente presenta grave insuficiencia respira- de Veress antes de proceder a introducir el tro-
toria, y particularmente si tiene hipercapnia car del toracoscopio.

43
F. RODRÍGUEZ-PANADERO

¡Mucho cuidado!

Pacientes muy tosedores


(¡¡Enfisema subcutáneo!!)

Coagulopatías graves Insuficiencia respiratoria grave Adherencias pleurales firmes


y extensas

Afectación pulmonar bilateral Derrame pleural bilateral


(¡Cuidado con ascitis!)

FIGURA 5. Precauciones al seleccionar a pacientes para toracoscopia.

y/o afectación del hemitórax contralateral al Siempre se debe hacer un estudio de coa-
de la exploración (Fig. 5). gulación con recuento de plaquetas, requi-
Antes de realizar la exploración es nece- riéndose un contaje superior a 60.000 por
sario explicar al paciente en qué consiste la mm3, y los tests habituales de coagulabilidad.
técnica y qué sensaciones puede experimen- En nuestra experiencia los pacientes más peli-
tar durante la ejecución de las distintas manio- grosos son los inmunodeprimidos, en los que
bras. De este modo, la toracoscopia puede ser el recuento de plaquetas puede no ser refle-
muy bien tolerada con sólo anestesia local y jo claro del deterioro del estudio de coagu-
moderado consumo de analgésicos por vía lación, y los portadores de cirrosis hepática.
intravenosa. Es importante valorar el estado No obstante, los problemas más graves de
general antes de indicar la exploración, pres- sangrado durante una toracoscopia suelen
tando especial atención a la presencia de hipo- deberse más a un accidente (rotura de un
proteinemia o debilidad extrema del pacien- vaso por la pinza de biopsia) que a una coa-
te, edemas generalizados o infiltración de la gulopatía.
pared del hemitórax a explorar, y especial-
mente se debe ser muy cuidadoso con la pre- Entrenamiento para toracoscopia
sencia de tos intensa, ya que ésta puede difi- Es importante conocer que la curva de
cultar mucho la exploración y favorecer la aprendizaje de la toracoscopia es especial-
aparición de enfisema subcutáneo. mente lenta; así, nuestro rendimiento en la

44
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD PLEURAL. TORACOSCOPIA MÉDICA

A B

FIGURA 6. Con anestesia local y una sola entrada se puede realizar una perfecta exploración de la cavi-
dad pleural, y tomar biopsias de hasta 5 mm de diámetro.A) Linfoma en pleura parietal. B) Metástasis
masivas de neoplasia de mama en pleura parietal.

FIGURA 7. Precauciones en la toma de biopsias pleurales, con especial cuidado en evitar la proximidad
de vasos sanguíneos. (L.S.I.= lóbulo superior izquierdo, L.I.I.= lóbulo inferior izquierdo). Se pueden obser-
var varios implantes tumorales en la pared del cayado aórtico. Este paciente falleció con numerosas metás-
tasis cerebrales e hipertensión intracraneal.

toma de biopsias con valor diagnóstico esta cifra es difícil de conseguir en la prácti-
aumentó desde un 70% en una primera épo- ca. Además de la participación activa en cur-
ca (que incluyó a 96 pacientes neoplásicos) sos especialmente diseñados, que son esca-
hasta un 91% en una segunda época (con sos, complicados y muy costosos, uno de los
174 pacientes añadidos sobre la primera recursos que más se usan en Escandinavia
serie) (4). Esto implica que, a medida que y otros países centroeuropeos es el entre-
adquirimos más confianza en el manejo de namiento toracoscópico en pacientes porta-
la técnica, hemos tomado mayores y mejo- dores de neumotórax, en los que la intro-
res biopsias, sin por ello aumentar el índice ducción del trocar y la exploración de la
de complicaciones (Fig. 6). De todos modos, cavidad pleural es poco arriesgada. La eva-
es esencial prestar especial atención a las luación toracoscópica del neumotórax está
estructuras vasculares en el momento de bastante extendida en algunos países, y tie-
tomar biopsias (Fig. 7). ne como finalidad adoptar la opción tera-
El logro de un entrenamiento adecuado péutica más adecuada, dependiendo del tipo
en toracoscopia implica la realización tute- de lesiones pulmonares encontradas (las cua-
lada de una cantidad de exploraciones míni- les pueden variar desde un aspecto macros-
ma (que podría estimarse en alrededor de cópico normal hasta la presencia de grandes
50 si se quiere tener seguridad suficiente), y ampollas de enfisema)(5).

45
F. RODRÍGUEZ-PANADERO

FIGURA 8. Técnica que habitualmente usamos para la realización de pleurodesis con talco (poudrage)
en derrames pleurales malignos.

FIGURA 9. Cuando hay un derrame pleural masivo que desplaza contralateralmente el mediastino está
claramente indicada la realización de pleurodesis, como en este paciente con mesotelioma. A) Indicación
de pleurodesis. B) 42 días post- pleurodesis.

46
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD PLEURAL. TORACOSCOPIA MÉDICA

FIGURA 10. Cuando el pulmón está atrapado por tumor o fibrina, es improbable que se pueda re-expan-
dir tras el intento de pleurodesis, como ocurrió con este paciente con carcinoma escamoso del lóbulo infe-
rior izquierdo y extensa afectación pleural neoplásica.

TORACOSCOPIA MÉDICA CON FINALIDAD en la mayoría de los casos un complemento


TERAPÉUTICA necesario en el manejo del neumotórax(6), su
La pleurodesis mediante pulverización de principal indicación es el control de los derra-
talco constituye la indicación principal para la mes pleurales malignos recidivantes. Hay casos
toracoscopia terapéutica, y proporciona una en que no existen muchas dudas sobre la nece-
buena difusión del agente sinfisante por toda la sidad de hacer pleurodesis, especialmente cuan-
cavidad pleural, lo que contribuye a unos mejo- do el derrame pleural es masivo y provoca des-
res resultados que los que se consiguen con tal- plazamiento contralateral del mediastino (Fig.
co en suspensión (slurry). Para asegurar una 9). Sin embargo hay otras ocasiones en que la
completa asepsia en la introducción intrapleu- indicación de pleurodesis es dudosa o incluso
ral del talco, nosotros preferimos aplicarlo está formalmente contraindicada:
mediante una jeringa desechable conectada a 1. Cuando se sospecha la existencia de un
un catéter (también desechable) que se intro- “pulmón atrapado” por tumor o fibrina es alta-
duce en la cavidad pleural a través del trocar del mente improbable que se consiga una re-
toracoscopio (Fig. 8). Aunque la pleurodesis es expansión pulmonar completa (Fig. 10).

47
F. RODRÍGUEZ-PANADERO

2. Cuando hay afectación severa del pul- caso de la técnica sinfisante y provocará mayo-
món contralateral al derrame pleural, o la res complicaciones.
TAC muestra un patrón fuertemente suges- Cuando la pleurodesis está contraindica-
tivo de linfangitis carcinomatosa, hay que da, otras posibles alternativas son la implan-
plantear opciones alternativas a la pleuro- tación de un shunt pleuro-peritoneal o de un
desis, como la corticoterapia, toracocentesis catéter intrapleural conectado a un frasco de
repetidas o colocación de un catéter pleural vacío o bolsa de colostomía.
conectado a algún sistema colector del líqui- Una indicación controvertida para la tora-
do pleural. coscopia médica es el empiema. Aunque esta
3. Si el derrame pleural coexiste con ascitis, técnica permite resolver en ocasiones el pro-
la pleurodesis es poco probable que sea eficaz, blema mediante lavado de la cavidad pleural,
y en estos casos es absolutamente necesario sección de adherencias simples y colocación
controlar la ascitis antes de intentar realizarla. de un tubo de drenaje en la posición adecua-
4. No se debe intentar hacer pleurodesis en da, desde mi punto de vista esta exploración
un paciente en que se sospecha obstrucción es tediosa en la mayoría de las ocasiones y con-
bronquial proximal (especialmente si el medias- sigue una completa resolución del problema
tino está desplazado hacia el mismo lado del sólo a veces, y siempre que la actuación se haga
derrame). En estos casos hay que hacer bron- precozmente y en empiemas no demasiado
coscopia, con eventual aplicación de laser y complejos. En estos casos, el empleo de fibri-
colocación de prótesis endobronquial, antes de nolíticos intrapleurales puede ser igual o inclu-
cualquier intento sinfisante de la pleura. so más efectivo que la técnica toracoscópica(7).
5. Es importante no demorar excesiva- En casos más complicados podría estar indi-
mente la realización de pleurodesis en un cada la “VATS”, que permite el uso de un ins-
paciente con derrame pleural recidivante no trumental más adecuado para limpiar la cavi-
controlado por la quimioterapia, porque con dad pleural de detritus y placas de fibrina(8,9).
toda probabilidad se producirá un grave atra- Esta intervención está especialmente indicada
pamiento del pulmón, que conducirá a un fra- en el manejo de pacientes pediátricos(10).

48
VIDEOTORACOSCOPIA QUIRÚRGICA

INTRODUCCIÓN lo que pueden ayudar más eficientemente al


El alto desarrollo alcanzado en la instru- cirujano. Por último, toda la intervención pue-
mentación vídeo-endoscópica ha permitido de quedar grabada, con todas las implicacio-
que la cirugía torácica vídeo-asistida (CTVA) nes que de ello se derivan.
sea, actualmente, una técnica ampliamente En este capítulo revisaremos la instru-
utilizada en el diagnóstico y tratamiento de mentación, los principios técnicos, las indica-
muchos procesos que afectan al tórax. ciones en patología pleural, las contraindica-
La CTVA deriva de la clásica toracoscopia, ciones y las complicaciones de la CTVA.
usada en la primera mitad del siglo XX para el
diagnóstico de las enfermedades pleurales y INSTRUMENTACIÓN
para facilitar la colapsoterapia en la tubercu- El toracoscopio (T) más utilizado es el rígi-
losis pulmonar. En las cuatro primeras déca- do de 10 mm de diámetro y óptica de 0º, con
das de la segunda mitad del siglo pasado, las un canal de biopsia -canal instrumental- de 5
indicaciones de la toracoscopia se ampliaron mm. Este T -T operativo- permite biopsiar las
progresivamente al diagnóstico de las enfer- lesiones pleurales y desbridar el espacio pleu-
medades que afectan al tórax en su conjunto ral, además de otras maniobras más comple-
–cavidad pleural, pericardio, mediastino y dia- jas que escapan al contenido de este capítulo.
fragma-, al desbridamiento mecánico de la cavi- Todo ello puede realizarse mediante una úni-
dad pleural, a la toma de biopsias pulmonares ca vía de acceso intercostal. Los T con óptica
y a la realización de pleurodesis mediante insu- angulada no son imprescindibles si se elige
flación de talco(1). Es a partir de 1990, tras el bien el sitio de inserción, pero pueden ser úti-
éxito de la colecistectomía laparoscópica, cuan- les en determinadas circunstancias. Los T fle-
do la CTVA cobra auténtico auge y se utiliza efi- xibles y semiflexibles no son recomendables,
cazmente en numerosos procesos quirúrgicos ya que con ellos la orientación espacial no es
que antes requerían una toracotomía abierta. sencilla. (Fig. 11).
La meta de la CTVA es reducir el trauma- Actualmente suele utilizarse una vídeo-
tismo quirúrgico, disminuir el dolor posto- cámara digital de tres chips, dotada de zoom
peratorio y otras complicaciones derivadas de y monitores de alta resolución, que ofrecen
la toracotomía, sin comprometer la eficacia imágenes extraordinariamente nítidas. Es
diagnóstica y terapéutica que se derivaría de aconsejable disponer de al menos dos moni-
una toracotomía abierta. Numerosos autores tores, para que los cirujanos no tengan que
han demostrado que la CTVA disminuye la adoptar posiciones poco ergonómicas duran-
tasa de complicaciones relacionadas con el te la intervención. El equipo se completa con
dolor postoperatorio, la discapacidad funcio- un grabador de vídeo y, a veces, con una
nal, la estancia hospitalaria, la necesidad de impresora fotográfica (Fig. 12).
cuidados intensivos postoperatorios, el coste Existen tres modalidades de coagulación
y el porcentaje de arritmias cardiacas post- tisular aplicables a la CTVA: electro-cauterio,
quirúrgicas, aumentando en cambio la satis- ultrasonidos y LASER. El electro-cauterio pue-
facción del paciente(2-8). de ser monopolar -que es el usado normal-
Otra ventaja de la CTVA es que el resto del mente para la disección y coagulación, al igual
personal del quirófano puede observar las imá- que en la cirugía abierta- o bipolar, indicado
genes magnificadas del campo quirúrgico, por en la patología cercana a la médula espinal,

49
A. SALVATIERRA VELÁZQUEZ

El desarrollo de endo-grapadoras ha per-


mitido la amplia difusión de la CTVA en la pato-
logía parenquimatosa pulmonar. Los disposi-
tivos endoscópicos de grapado se manejan con
facilidad y permiten seccionar el parénquima
pulmonar y cortar vasos sanguíneos procu-
rando una buena hemostasia y aerostasia. Exis-
te una amplia variedad de tamaños, tanto de
las grapadoras, como de la longitud en sí de
las grapas. Hay, asimismo, endo-grapadoras
con cabezal orientable espacialmente –roti-
FIGURA 11. Toracoscopio flexible y semiflexible. culating-, muy útiles en determinadas cir-
cunstancias.
Para la manipulación endoscópica hay dis-
ponible una amplia variedad de puertas de
entrada intercostales y de instrumentos qui-
rúrgicos, como disectores, pinzas de disección,
clamps, retractores, tijeras y bolsas para la
extracción del material resecado. Los instru-
mentos pueden ser desechables o reutilizables.
Sin embargo, el diseño del instrumental endos-
cópico no siempre es adecuado para el ciru-
jano. Así, el diseño de la empuñadura -de tipo
pistola- es cómodo para las endo-grapadoras,
pero no para la disección, mantenimiento de
la retracción y sostenimiento de los tejidos.
FIGURA 12. Grabador de video e impresora foto- Por ello, muchos cirujanos usan, cuando se
gráfica. puede, instrumental estándar, y existen ya en
el mercado instrumentos desechables con
para evitar su lesión. El disector-coagulador empuñadura coaxial, similar a las del instru-
ultrasónico emite oscilaciones de 50 Khz que mental estándar.
se transmiten al tejido sostenido entre las pin-
zas o al que contacta con la punta del bisturí, PRINCIPIOS TÉCNICOS
provocando su calentamiento y coagulación Un requisito indispensable para la CTVA
sin lesionar los tejidos adyacentes. Es capaz es la constatación de una función respiratoria
de coagular eficazmente hasta vasos de 4 mm suficiente como para poder soportar la venti-
de diámetro. Está indicado en la lisis de adhe- lación de un solo pulmón durante el tiempo
rencias y en la disección de las estructuras que dure la intervención, ya que la atelectasia
hiliares. En la actualidad, el papel del LASER- del pulmón es una condición imprescindible.
YAG en CTVA se limita fundamentalmente a Consecuentemente, es muy importante con-
la hemostasia y aerostasia; inicialmente se usó tar con un equipo anestésico con experien-
en la resección del parénquima pulmonar, pero cia en las técnicas de intubación selectiva
la introducción de las endo-grapadoras ha res- mediante implantación de tubos traqueales de
tringido su uso a casos concretos -como adyu- doble luz, uso de bloqueadores bronquiales, u
vante de las técnicas de grapado y para la otras maniobras(9), así como en el soporte fisio-
resección de nódulos localizados profunda- lógico necesario durante la ventilación con un
mente en el parénquima. solo pulmón.

50
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD PLEURAL. VIDEOTORACOSCOPIA QUIRÚRGICA

El equipo quirúrgico que vaya a realizar


CTVA debe ser experto en cirugía torácica abier-
ta y, por tanto, capaz de solucionar las com-
plicaciones intraoperatorias que puedan pre-
sentarse. Una proporción de intervenciones
vídeo-asistidas se convierten en cirugía están-
dar mediante toracotomía, por lo que siempre
deberá realizarse en un quirófano perfecta-
mente equipado para este tipo de operaciones.
La colocación del paciente es crucial. La
posición más usual es el decúbito lateral, con
rodillo infraescapular y mesa hiperextendida, FIGURA 13. Preparación de campo quirúrgico.
para abrir al máximo los espacios intercosta-
les. Es necesario fijar bien al paciente a la mesa
para poder cambiarlo de posición con segu-
ridad. La preparación del campo quirúrgico
debe permitir la realización de una eventual
toracotomía (Fig. 13).
Los accesos intercostales para el T y los ins-
trumentos quirúrgicos se eligen de acuerdo con
la patología de base y su localización. Primero
se efectúa la incisión para la introducción del
T en el centro del espacio intercostal elegido -
generalmente entre el quinto y el séptimo- para
que la movilidad del T sea máxima y así redu-
cir la neuritis intercostal postoperatoria causa- FIGURA 14. Acceso intercostal para el toracoscopio.
da, al menos en parte, por la excesiva angu-
lación del instrumento(10). La hemostasia de la
puerta de entrada debe ser meticulosa para evi- para facilitar la maniobrabilidad instrumental.
tar que la sangre al gotear ensucie la óptica. La El T y el instrumental deben orientarse de for-
exploración digital, mejor que instrumental, ma que aborden la lesión en la misma direc-
permitirá identificar la existencia de adheren- ción y de forma triangulada, con el vértice
cias, así como proceder a su lisis si son laxas. mirando al cirujano y ocupado generalmente
El acceso intercostal para el T debe mantenerse por la óptica, y las puertas instrumentales en
con el trocar, para evitar que se ensucie la ópti- los ángulos de la base, que estará centrada por
ca cada vez que vuelva a introducirse (Fig. 14). la lesión. Las puertas estarán lo suficientemen-
Una vez introducida la óptica, se realiza una te distanciadas entre ellas para evitar que los
toracoscopia diagnóstica, inspeccionando todas instrumentos y el T choquen entre sí, y para
las estructuras intratorácicas de forma siste- permitir que el cirujano tenga una visión pano-
mática. El siguiente paso será la colocación de rámica del campo quirúrgico. Del mismo modo
las puertas de acceso para el instrumental qui- que el T, la puerta de acceso para las endo-gra-
rúrgico, bajo visión toracoscópica directa. La padoras requiere el uso y mantenimiento del
localización de estas puertas de acceso depen- trocar. Contrariamente, el resto del instrumental
derá de la situación de la patología problema y no precisa trocar, lo que aumenta además su
de las técnicas que vayan a realizarse. Habi- movilidad. Mediante la manipulación de la mesa
tualmente, las puertas se sitúan de forma que quirúrgica y los cambios de las puertas de acce-
exista un cierto espacio entre ellas y la lesión, so para el T y los instrumentos se obtiene una

51
A. SALVATIERRA VELÁZQUEZ

perspectiva diferente y se facilitan las manio- cualquier hemitórax, dependiendo de la pato-


bras quirúrgicas. La mesa debe situarse a una logía asociada, se manipula mejor desde el
altura que permita que las empuñaduras de los derecho. Si el saco pericárdico está demasia-
instrumentos queden a la altura del codo del do distendido puede resultar difícil de asir con
cirujano o algo más abajo, de forma que las la pinza, por lo que suele ser útil puncionarlo
muñecas permanezcan en una posición neutra y aspirar el líquido pericárdico para reducir su
y los codos en extensión ligera -algo más allá tensión. Una vez drenado el líquido, se exa-
de los 90º-, con el fin de minimizar la tensión mina el interior del saco y se reseca una amplia
muscular y la fatiga de manos y brazos. porción del mismo para su estudio anatomo-
La extracción de especímenes de la cavi- patológico y microbiológico. Del mismo modo,
dad torácica resulta más fácil y segura si se uti- pueden resecarse quistes pleuropericárdicos.
liza una bolsa estéril, de la que existen mode-
los comercializados; su uso disminuye el riesgo Neumotórax, hemotórax, quilotórax y
de implante tumoral y de fragmentación de la empiema
pieza al pasar por la pared torácica. El neumotórax, el hemotórax, el quilotórax
Al finalizar la intervención se colocan uno y el empiema se tratan con amplitud en otros
o dos tubos de drenaje, normalmente por los capítulos. Baste únicamente subrayar los bue-
mismos orificios usados como puertas de acce- nos resultados obtenidos mediante la CTVA en
so, y se confirma que su emplazamiento es hemotórax coagulados y empiemas complica-
correcto con el T. Las restantes puertas de entra- dos(11-14). Las pruebas de imagen orientarán para
da se cierran lo más herméticamente posible. efectuar la CTVA en el sitio de mayor locula-
ción. El desbridamiento suele hacerse con un
INDICACIONES DE LA CTVA EN aspirador de calibre grueso, que puede estar
PATOLOGÍA PLEURAL dotado de irrigador a presión. Las loculaciones
se ponen en contacto entre sí mediante la lisis
Derrame pleural no filiado de las adherencias laxas. Las adherencias fir-
Aunque la toracoscopia médica permite la mes suelen respetarse debido al riesgo de lace-
exploración y toma de biopsias pleurales, la ración pulmonar. Hay que recalcar también que
CTVA puede utilizarse cuando aquella técnica la CTVA es muy útil tanto para localizar una fís-
no está disponible, o como alternativa. Ambos tula quilosa, como para tratarla mediante cie-
procedimientos son esencialmente idénticos rre directo de la misma, ligadura supradiafrag-
y suelen realizarse bajo simple anestesia local. mática del conducto torácico, o bien pleurodesis
En otros capítulos se describe con detalle esta o pleurectomía, según las condiciones locales
indicación. y características del paciente.

Derrame pericárdico Pleurodesis


La biopsia-resección pericárdica median- La pleurodesis mediante toracoscopia
te CTVA es un procedimiento diagnóstico y, a médica o CTVA se trata en otro capítulo. Sólo
veces, terapéutico eficaz. Tiene ventajas res- destacar que mediante CTVA puede llevarse a
pecto a otras vías de abordaje -subxifoidea y cabo tanto la pleurodesis con talco, como la
toracotomía estándar-, entre las que destacan mecánica por abrasión pleural y la pleurecto-
una perfecta visibilidad del pericardio, la posi- mía más o menos extensas, según los condi-
bilidad de efectuar una ventana pericárdica cionantes clínicos.
amplia, poder evaluar la eventual patología
asociada de la pleura y el pulmón, y una muy CONTRAINDICACIONES
buena tolerancia y confort postoperatorio. El Las contraindicaciones absolutas para rea-
pericardio, aunque puede abordarse desde lizar la CTVA son la existencia de una sínfisis

52
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD PLEURAL. VIDEOTORACOSCOPIA QUIRÚRGICA

pleural densa, la imposibilidad de conseguir o tran libres de grapas usadas o de restos tisu-
tolerar la atelectasia pulmonar, la inestabili- lares. Otro factor fundamental es asegurarse
dad hemodinámica y la alteración restrictiva de que la carga que se va a reponer no está
de la pared torácica que impida la inserción y usada o deteriorada y de que queda perfec-
manipulación del instrumental (especialmen- tamente acoplada al instrumento.
te las escoliosis severas). Entre las contrain- La neuritis intercostal postoperatoria sue-
dicaciones relativas se incluyen el tratamien- le deberse a la presión mantenida por el tro-
to con anticoagulantes y la coagulopatía. car o los instrumentos sobre el paquete inter-
costal. Esta complicación puede minimizarse
COMPLICACIONES si la incisión para las puertas de acceso se rea-
Las complicaciones de la CTVA pueden cla- liza en el centro del espacio intercostal y no
sificarse como generales y específicas de este sobre el lecho del arco costal inferior, como
tipo de cirugía. Las complicaciones generales suele hacerse para tunelizar y dirigir los tubos
son las mismas que las derivadas de la cirugía de drenaje. Este simple detalle técnico facili-
torácica estándar, destacando la fuga aérea ta enormemente la movilización de los ins-
persistente -entre el 0,9 y el 6,7%(4,15-19)-, el trumentos y evita la compresión excesiva sobre
sangrado -entre el 0,4 y el 1,9%(4,15-19)-, y la el paquete vásculo-nervioso. Asimismo, el paso
infección de las puertas de acceso o heridas de instrumentos por las puertas de acceso debe
quirúrgicas -entre el 1 y el 1,9%(4,15,17)-. Estos realizarse de la manera más suave posible, evi-
porcentajes de complicaciones son similares tando maniobras bruscas.
o inferiores a los de las series históricas de ciru- La implantación tumoral en las puertas de
gía torácica abierta(20). Por otra parte, la mayo- acceso es una complicación potencial, pero de
ría de las series encuentran que las complica- frecuencia casi anecdótica. Los autores que
ciones derivadas directa o indirectamente del han revisado esta complicación la asocian con
dolor postoperatorio -atelectasia, neumonía, la extracción de piezas neoplásicas a través de
arritmias cardiacas y trombosis venosa pro- las puertas de acceso, sin usar bolsas protec-
funda- son también menos frecuentes tras toras(16,17,22), y con mesoteliomas, metástasis
CTVA. Entre las complicaciones específicas de sarcomas y melanomas, y presencia de
destacan las derivadas de la inserción de los derrame pleural maligno(16-18,22).
trócares para las puertas de acceso, el fallo de
las endo-grapadoras mecánicas, la neuritis BIBLIOGRAFÍA
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54
PROCEDERES DE INTERVENCIÓN EN EL ESTUDIO DE LA ENFERMEDAD PLEURAL. VIDEOTORACOSCOPIA QUIRÚRGICA

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55
TRASUDADOS VS EXUDADOS PLEURALES.
CRITERIOS DISCRIMINANTES.
CAUSAS DE TRASUDADO PLEURAL
Y APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA
Santiago Romero Candeira, Luis Hernández Blasco, Susana Romero Brufao

INTRODUCCIÓN de líquido a su nivel, por aumento en la forma-


Dividir a los derrames pleurales en dos gran- ción o descenso en la absorción, nos encontra-
des grupos, trasudados y exudados, de acuer- mos ante un derrame pleural trasudativo.
do con el estado de la permeabilidad vascular
de la superficie pleural conlleva ventajas indu- Causas
dables a la hora de hacer una aproximación La causa que con mayor frecuencia pro-
diagnóstica. Mientras que en los exudados los duce un trasudado pleural es la insuficiencia
estudios bacteriológicos y citológicos en líqui- cardiaca congestiva, seguida del hidrotórax
do pleural así como la biopsia pleural, la pleu- hepático y de los encontrados en pacientes
roscopia e incluso la toracotomía exploratoria con insuficiencia renal con o sin síndrome
pueden estar justificados por su rendimiento, nefrótico. Junto con otras causas infrecuentes,
en los trasudados estos procedimientos son algunas de origen iatrógéno, que ocasionan
inútiles y su potencial morbilidad es injustifi- este tipo de derrames, existen también una
cable. Aunque la clínica ayuda a diferenciar serie de estados patológicos que originan
estos dos tipos de derrame, la determinación derrames pleurales que pueden ser de tipo tra-
sudativo o exudativo indistintamente. Por últi-
simultanea, en líquido pleural y suero, de cier-
mo, otros desórdenes pueden contribuir a la
tos parámetros bioquímicos permite una sepa-
formación de derrames trasudativos aunque
ración más exacta. Dentro de los criterios bio-
por sí mismos rara vez son causa de derrame
químicos utilizados para separar trasudados de
(Tabla 1). Una clasificación de acuerdo con
exudados pleurales, son los propuestos por Light el mecanismo de producción se muestra en la
los más útiles, difundidos y económicos. Su tabla 2. Varios de estos mecanismos fisiopa-
mayor inconveniente radica en que su sensibi- tológicos pueden intervenir de forma conjun-
lidad para trasudados disminuye en pacientes ta en trasudados de una misma etiología.
en tratamiento diurético efectivo. En esta situa-
ción, la utilización alternativa del gradiente de MECANISMOS FISIOPATOLÓGICOS Y
proteínas entre suero y líquido pleural permite APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA EN LOS
disminuir el porcentaje de falsos exudados. DIFERENTES TIPOS DE TRASUDADO

DEFINICIÓN Insuficiencia cardiaca congestiva


La cavidad pleural es un espacio extravas- Los derrames pleurales secundarios a insu-
cular, muy distensible, ocupado por una peque- ficiencia cardiaca congestiva son en su mayo-
ña cantidad de líquido, calculada en 0,26 ml/kg, ría bilaterales, aunque habitualmente de mayor
con características trasudativas(1), inapreciable volumen en el hemitórax derecho(2). La expli-
en la radiografía de tórax. Cuando con endote- cación de que así suceda parece simple si con-
lio vascular intacto se produce una acumulación sideramos que estos trasudados se originan

57
S. ROMERO CANDEIRA ET AL.

TABLA 1. Etiología de los derrames TABLA 2. Clasificación fisiopatológica


pleurales de tipo trasudativo del derrame pleural trasudado
(según mecanismo de producción)
Espontáneas
Aumento de la presion hidrostática
Insuficiencia cardiaca congestiva.
Hidrotórax hepático Hipertension venosa pulmonar
Insuficiencia renal. Síndrome nefrótico Insuficiencia cardiaca
Sobrecarga de volumen
Glomerulonefritis aguda
Síndrome nefrótico. Glomerulonefritis
Atelectasia pulmonar
Hipertension venosa sistémica
Urinotórax
Embolismo pulmonar
Síndrome de Meigs
Anastomosis aurículo-pulmonar o cavo-pul-
Tumores fibrosos (fibromas) monar (operación de Fontan)
Postparto
Descenso de la presión oncótica
Yatrógenas Hipoalbuminemia
Diálisis peritoneal
Obstrucción linfática
Perforación (erosión) por catéteres venosos cen-
Obstrucción de la vena cava superior
trales
Trombosis del tronco braquiocefálico
Acumulación de LCR (yatrógena o traumática). Carcinoma metastásico. Malignidad
Obstrucción de la vena cava superior o tronco
venoso braquiocefálico Descenso de la presion pleural
Operación de Fontan Atelectasia pulmonar
Oclusión transhepática de la vena coronaria
Colangiografía percutánea transhepática Comunicación con otras cavidades de
contenido trasudativo
Causas que pueden originar derrames Peritoneo. Ascitis
pleurales tanto de naturaleza trasudativa Cirrosis (hipertensión portal)
como exudativa Diálisis peritoneal
Síndrome de Meigs
Hantavirus
Sarcoidosis Retroperitoneo. Urinoma
Embolismo pulmonar Urinotórax
Amiloidosis pleural Conducto céfalo-raquídeo. LCR
Hipotiroidismo Fístulas ventrículo-pleurales o teco-pleurales
Malignidad (Carcinoma metastásico)
Recipientes para infusión
Síndrome de Meigs Perforación o erosión producida por catéte-
res venosos centrales
Causas que pueden colaborar en la formación
de trasudados Producción excesiva
Hipoalbuminemia Tumores fibrosos
Atelectasia pulmonar Síndrome de Meigs

58
TRASUDADOS VS EXUDADOS PLEURALES. CRITERIOS DISCRIMINANTES. CAUSAS DE TRASUDADO PLEURAL Y APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA

FIGURA 1. Gammagrafía peritoneal de una paciente con ascitis e hidrotórax hepático secundarios a cirro-
sis alcohólica. A los 90 minutos de la inyección de 99mTC-sulfuro coloidal en la cavidad peritoneal se com-
prueba una actividad anormal en el hemitórax derecho como demostración del paso del líquido ascítico
a través de un defecto diafragmático.

como consecuencia de la hipertensión veno- diagnóstica debe tener en cuenta el grado de


capilar pulmonar secundaria al fracaso del ven- respuesta diurética (véase más adelante)
trículo izquierdo y de que la superficie pul-
monar por la que el líquido fluye a la cavidad Hidrotórax hepático
pleural es más extensa en el lado derecho(3). La mayoría de los hidrotórax hepáticos de
La presencia de un derrame pleural unilateral
carácter trasudativo se producen por el paso
por tanto nos debe obligar a descartar otras
de líquido ascítico, secundario a hipertensión
causas. Otras manifestaciones de insuficien-
portal, a través de defectos diafragmáticos en
cia cardiaca congestiva acompañan con fre-
pacientes con cirrosis hepática, de frecuente
cuencia al derrame pleural como disnea de
origen alcohólico(6,7). La presencia de ascitis
intensidad creciente, sin relación con el volu-
a tensión parece necesaria en muchos casos
men del derrame, ortopnea y edemas. En la
para desarrollar estas comunicaciones trans-
radiografía junto a la cardiomegalia también
pueden apreciarse signos de redistribución diafragmáticas, situadas con mayor frecuen-
vascular y edema pulmonar, y en la explora- cia en el lado derecho. Sin embargo, hay que
ción física, distensión de las venas cervicales tener en cuenta que el líquido ascítico se mue-
y galope ventricular. Sin embargo, no siempre ve a través de ellas en respuesta al gradiente
los signos de insuficiencia cardiaca son flori- de presión existente entre una cavidad con
dos(4) y a veces es necesario acudir a la eco- presión positiva, como es la peritoneal, y otra
cardiografía, como gold-standard, para reco- de presión negativa, como es la pleura, sin
nocer y así confirmar su diagnóstico. Es de necesidad de que la ascitis sea voluminosa
destacar que la presencia en ultrasonografía (Fig. 1). De hecho el paso del líquido a la cavi-
de derrame pleural en pacientes con sospecha dad pleural puede convertir en inaparente la
de insuficiencia cardiaca, tiene una sensibili- presencia de ascitis(8).
dad para ésta del 90% con una especificidad
del 95%, superiores a las obtenidas cuando se Síndrome nefrótico
utilizan como criterio los signos físicos o radio- Los derrames pleurales trasudativos que
lógicos(5). Al ser el derrame pleural secundario aparecen en pacientes con síndrome nefróti-
a la insuficiencia cardiaca congestiva el más co o con otros tipos de insuficiencia renal son
sensible al tratamiento diurético, la interpre- probablemente ocasionados por un aumento
tación en este tipo de pacientes de los cons- de la presión hidrostática consecutiva a la
tituyentes del líquido pleural con una finalidad retención hidrosalina. Aunque la hipoalbu-

59
S. ROMERO CANDEIRA ET AL.

minemia a través de la disminución de la pre- pleural trasudativo(13-15). Aunque la presencia


sión oncótica podría colaborar en la formación de una concentración de creatinina en líqui-
de trasudados pleurales en pacientes con sín- do pleural superior a la plasmática es un
drome nefrótico, su influencia real no está hallazgo constante en este tipo de derrames,
demostrada. Numerosas series publicadas que de forma alguna es un hallazgo patognomó-
especifican la etiología atribuyen a la hipoal- nico como ha querido ser considerado (14).
buminemia el origen de algunos de los tra- Pequeñas diferencias a favor de la concen-
sudados, pero un estudio reciente parece tración pleural de creatinina, rara vez supe-
descartar el papel determinante de la hipo- riores a 2 mg/dl, se pueden encontrar en
albuminemia en la producción de trasudados derrames pleurales de diferente etiología y de
en ausencia de una enfermedad asociada(9). hecho fueron encontradas en el trabajo ori-
La disposición radiológica del derrame, fre- ginal de Stark y cols.(14).
cuentemente infrapulmonar, puede hacer difí-
cil su reconocimiento. Por otra parte, la posi- Derrame pleural en el postparto
bilidad de que aparezca en estos pacientes inmediato
embolismo pulmonar, como consecuencia de Derrames pleurales mínimos ocurren has-
la trombosis de las venas renales(10), aconseja ta en el 60% de las mujeres en las primeras 24
descartar su presencia mediante la compro- horas después del parto, sin que existan sínto-
bación de las características bioquímicas del mas ni signos de enfermedad cardiopulmonar(16).
líquido pleural. La apariencia de estos derrames es trasudativa
aunque, debido a su falta de significación pato-
Quilotórax lógica y escaso volumen, no se ha efectuado un
La presencia de quilo en la cavidad pleu- estudio de las características bioquímicas del
ral es lo que define el quilotórax. Unos nive- líquido pleural en este tipo de derrame.
les elevados de triglicéridos en líquido pleu-
ral hacen probable su presencia y el hallazgo Erosión vascular producida por catéteres
de quilomicrones la confirma. Sin embargo, centrales
independientemente de estos hallazgos bio- Dentro de las causas yatrógenas de tra-
químicos y de su aspecto, con frecuencia sudado, incluidas las post-quirúrgicas(17-20), es
lechoso, hay que tener presente su ocasional ésta la que con mayor frecuencia es encon-
carácter trasudativo. De hecho, esto ocurre trada en la clínica. Se calcula que ocurre en el
en los secundarios a trombosis del tronco bra- 1% de todos los catéteres centrales inserta-
quiocefálico, cirrosis hepática y síndrome dos, con mas frecuencia en mujeres y cuando
nefrótico(11,12). se utiliza la vía izquierda (tronco braquiocefá-
lico izq.)(21). Son derrames de aspecto variable
Urinotórax (claro, lechoso, serohemorrágico, etc.), que
Es la denominación que se reserva para suelen ocupar más de un tercio del hemitórax.
la acumulación de orina en el tórax, desde Son características de este tipo de derrame
el retroperitoneo, a causa de la obstrucción pleural, un bajo contenido en proteínas y LDH,
de la vía urinaria, trauma o como complica- junto a una elevada concentración en gluco-
ción de una nefrostomía o una biopsia renal sa, lípidos u otras sustancias contenidas en
defectuosas. La escasez de casos publicados la solución infundida. Disnea progresiva y dolor
ha sido atribuida al bajo índice de sospecha(13). torácico junto a ensanchamiento mediastíni-
La presencia de urinoma retroperitoneal, olor co progresivo deben hacer sospechar esta
a orina, bajo pH y elevado contenido en cre- emergencia que no siempre se reconoce de
atinina del liquido han sido consideradas forma precoz (0-60 días después de producir-
características diferenciales de este derrame se la perforación)(21).

60
TRASUDADOS VS EXUDADOS PLEURALES. CRITERIOS DISCRIMINANTES. CAUSAS DE TRASUDADO PLEURAL Y APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA

miento linfático, serían los mecanismos pató-


genos responsables. Sin embargo, la falta de
demostración de estos supuestos mecanismos
y estudios indirectos han puesto en duda la
ocurrencia de trasudados en estos pacientes
en ausencia de enfermedades asociadas(25). Un
estudio retrospectivo llevado a cabo por nues-
tro grupo(26), que incluyó un número de pacien-
tes superior al original de Bynum, completado
por otro prospectivo ahora en progreso, pare-
cen demostrar el carácter exudativo uniforme
FIGURA 2. El líquido pleural evacuado de la cavi- de los derrames pleurales en pacientes con
dad pleural derecha en un paciente sometido a diá- embolismo pulmonar en ausencia de insufi-
lisis peritoneal presenta un aspecto similar al del ciencia cardiaca congestiva. También estos
líquido infundido en el peritoneo. estudios parecen descartar la posibilidad,
recientemente propuesta, de que el embolis-
mo pulmonar no ocasione por sí mismo derra-
Diálisis peritoneal me pleural y que los derrames presentes en
El paso del líquido de diálisis al tórax a tra- estos pacientes sean debidos a otros proble-
vés de defectos diafragmáticos ocurre en apro- mas que predisponen al embolismo pulmonar
ximadamente el 2% de los pacientes en diá- como insuficiencia cardiaca, malignidad, etc.(27).
lisis peritoneal ambulatoria(22). Como ocurre
en los casos secundarios a cirrosis hepática, Sarcoidosis
estos trasudados se localizan con más fre- El carácter dual (trasudativo o exudativo)
cuencia en el hemitórax derecho y suelen ser de los derrames pleurales asociados a sarcoi-
sintomáticos debido a su volumen. El bajo con- dosis(28,29) ha sido puesto en duda en una publi-
tenido en proteínas y la elevada concentración cación reciente(30). Sin embargo, en una amplia
de glucosa(23), similar al líquido infundido, faci- revisión realizada como complemento a la
litan su diagnóstico, junto con el aspecto comunicación de tres pacientes con exudados
macroscópico del líquido pleural, que es extre- pleurales secundarios a sarcoidosis, Nichols y
madamente claro (Fig. 2). cols. (31) encuentran a 28 pacientes con crite-
rios de exudado por su contenido proteico
ENFERMEDADES POTENCIALMENTE mientras que 13 tenían una concentración de
CAUSANTES DE DERRAME PLEURAL proteínas en líquido pleural inferior a 2,3 g/l.
CON CARACTERÍSTICAS EXUDATIVAS La afectación cardiaca o el obstáculo a la absor-
O TRASUDATIVAS ción linfática producida por la ocupación gra-
nulomatosa ganglionar, como mecanismos
Embolismo pulmonar que podrían justificar la aparición de trasuda-
Desde el trabajo de Bynum realizado en dos en esta entidad, distan de hallarse demos-
1976(24), con una metodología difícil de acep- trados.
tar en la actualidad, se ha venido repitiendo
que de un 20 a un 30% de los derrames secun- Amiloidosis
darios a embolismo pulmonar son trasudados. El carácter trasudativo del derrame pleu-
El aumento de la presión venosa sistémica y la ral en pacientes con amiloidosis pleural ha sido
presencia de atelectasias pulmonares, que acen- justificado por las frecuentes afectaciones car-
túan la presión negativa pleural favoreciendo diaca y renal concomitantes. Como en 5 de
la trasudación al tiempo que retrasan el vacia- los 10 pacientes previamente publicados(32),

61
S. ROMERO CANDEIRA ET AL.

en 2 de los 3 pacientes diagnosticados por nos- Síndrome pulmonar por hantavirus


otros mediante biopsia pleural las caracterís- El síndrome pulmonar por hantavirus se
ticas del líquido pleural eran definitivamente caracteriza por la rápida aparición de edema
exudativas(33). Al estar estos 2 últimos pacien- pulmonar no cardiógeno e insuficiencia renal,
tes en tratamiento diurético en el momento precedidos por síntomas gripales. Esta causa-
de obtener la biopsia, la afectación pleural do por un miembro del género hantavirus per-
como origen del derrame exudativo no puede teneciente a la familia Bunyaviridae trasmiti-
asegurarse. En cualquier caso esta entidad do por roedores(40). Aunque el derrame pleural
constituye un raro ejemplo en el que la biop- en estos pacientes es frecuente(41,42), las carac-
sia pleural puede ser de utilidad diagnóstica terísticas bioquímicas del líquido han sido estu-
en un trasudado, tanto cuando se practica en diadas sólo de forma ocasional. En los 4
pacientes con derrame pleural de etiología no pacientes así estudiados su carácter inicial era
filiada como cuando se practica en aquellos trasudativo(42).
pacientes con alta sospecha de padecer ami-
loidosis sistémica para obtener una confir- INTERÉS EN DIFERENCIAR TRASUDADOS
mación histológica(32,33). DE EXUDADOS
La separación entre trasudados y exuda-
Mixedema dos, como paso inicial en el estudio de cual-
En pacientes con hipotiroidismo, incluso quier derrame pleural de causa desconocida,
en los que presentan grados mínimos de insu- es una práctica generalmente aceptada como
ficiencia tiroidea, se pueden producir derra- útil. Se considera que esta separación, aunque
mes en cualquier cavidad corporal (peritone- no indica la enfermedad responsable, sí dis-
al, pericárdica o pleural)(34). Se ha estimado minuye el número de las entidades contem-
que un 25% de los pacientes con hipotiroi- pladas a la hora de hacer el diagnóstico dife-
dismo, definido por un aumento en la con- rencial(43). Por otra parte, nos orienta hacía
centración sérica de TSH, presentan derrame donde debemos encaminar nuestra investi-
pleural evidente en la radiografía de tórax(35). gación, hacía la pleura en el caso de los exu-
La mayoría de estos derrames son debidos a dados o fuera de ella en los trasudados. En
enfermedades asociadas, pero en los que apa- estos últimos es evidente que ni la bacterio-
recían en pacientes sin evidencia de comor- logía ni la citología en líquido pleural y mucho
bilidad las características bioquímicas de líqui- menos cualquier tipo de biopsia están inicial-
do pleural mostraban escasa actividad mente indicadas.
inflamatoria y algunos criterios bioquímicos Sin embargo, no todos consideran esta
de trasudado. La disminución del drenaje lin- diferenciación, y por supuesto las explora-
fático, que ocurre en estos pacientes, apare- ciones y determinaciones encaminadas a con-
cería como el mecanismo responsable de este seguirla, imprescindible. En un editorial
tipo de derrames(36). reciente, una de las investigadoras más impli-
cadas en la actualidad en el estudio de la pato-
Malignidad logía pleural considera la separación inicial
La presencia de un trasudado en un pacien- de los derrames pleurales en trasudados y
te con metástasis pleurales es un hallazgo exudados como una práctica simplista y con
excepcional(37,38). En estos casos el paciente frecuencia inútil(44). Para llenar de sentido esta
tiene una enfermedad asociada, como ICC, consideración, advertía que “debajo de un tra-
cirrosis hepática, sobrecarga hídrica, una ate- sudado podía existir una entidad grave como
lectasia pulmonar sin neumonitis distal, o una una atelectasia producida por un embolismo
obstrucción linfática de reciente instaura- pulmonar”. Pero, como ya hemos señalado
ción(38,39). antes, no es cuestión de severidad lo que se

62
TRASUDADOS VS EXUDADOS PLEURALES. CRITERIOS DISCRIMINANTES. CAUSAS DE TRASUDADO PLEURAL Y APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA

dirime al separar trasudados de exudados sino ca o hidrotórax hepáticos pueden ser hemo-
una cuestión de orientación diagnóstica. En rrágicos(30) como también que los quilotórax
el ejemplo previo (por cierto, una situación secundarios a cirrosis hepática son con fre-
pocas veces probada) el trasudado no indi- cuencia trasudados(11). De hecho, en un estu-
caría que estemos ante una enfermedad dio reciente, la valoración del aspecto del líqui-
banal, tampoco lo es una insuficiencia car- do pleural no permitió hacer una diferenciación
diaca, pero sí que el paciente no se benefi- más exacta de los trasudados que la conse-
ciaría de ninguna exploración, más o menos guida por la impresión clínica previa a la tora-
cruenta, dirigida a la cavidad pleural. Gam- cocentesis(47).
magrafías, angioTAC, u otras exploraciones Los criterios bioquímicos han mostrado
deben sustituir en esta situación a determi- una alta especificidad y sensibilidad para dife-
naciones en líquido pleural así como a biop- renciar trasudados de exudados, superior a la
sias de cualquier tipo. Una situación pareci- impresión clínica aislada(46), a un bajo coste,
da se presenta cuando un carcinoma produce, dentro de un proceso diagnóstico como la
en sus estadios iniciales, un trasudado, a tra- toracocentesis, obligado en el estudio de la
vés de una obstrucción del drenaje linfático. mayoría de los derrames pleurales. Para con-
En estos casos una TAC torácica será con toda seguir este alto rendimiento, es deseable que
probabilidad la técnica diagnóstica de elec- cuando los criterios utilizados conlleven la
ción para demostrar la presencia de adeno- medida de parámetros séricos, éstos sean
patías hiliares o mediastínicas. Por otra par- obtenidos de forma sincrónica con la tora-
te, la excepcional presencia de una citología cocentesis.
positiva para malignidad o de un cultivo posi- Como ya hemos adelantado, en los tra-
tivo de un germen potencialmente patógeno sudados, al evitar nuevas exploraciones a nivel
en un trasudado son con frecuencia de natu- pleural, no sólo se obvia una posible compli-
raleza espúrea(45,46). cación yatrógena sino también se reduce el
gasto(45). Sin embargo, para conseguir este últi-
Cómo realizar la separación mo objetivo, es necesario no procesar otras
La impresión clínica obtenida al interpre- muestras obtenidas en el momento de la tora-
tar los datos extraídos de la anamnesis, explo- cocentesis hasta no disponer de los resultados
ración física y exploraciones no invasivas de los parámetros bioquímicos empleados en
parece la aproximación inicial más adecuada la separación entre trasudados y exudados.
para separar los trasudados de los exudados Por lo tanto es crucial, no sólo hacer una deter-
pleurales. En realidad la presencia de sínto- minación de estos parámetros bioquímicos,
mas y signos típicos de una determinada sino también obtener los resultados con pron-
enfermedad potencialmente causante de titud. Cuando se trata de un enfermo ingre-
derrame pleural trasudativo convierte en inne- sado, el acortamiento de su estancia con un
cesaria cualquier otra práctica adicional. Sin fin de eficiencia en la gestión puede llevar a
embargo, el diagnóstico causal de un derra- realizar varias exploraciones diagnósticas en
me pleural es con frecuencia difícil y para con- un corto espacio de tiempo, lo que a veces con-
firmarlo y/o descartar otras patologías aso- lleva la realización de una exploración que
ciadas es conveniente la práctica de una podría haberse evitado conociendo los resul-
toracentesis. tados de otra efectuada poco antes. Desgra-
El aspecto macroscópico del líquido pleu- ciadamente, a esto se une la costumbre, a
ral puede orientar sobre la naturaleza trasu- veces aconsejada, de “aprovechar” al máximo
dativa o exudativa de un determinado derra- la muestra de líquido pleural obtenida para
me. Sin embargo, es importante recordar que realizar en ella el mayor número de determi-
derrames secundarios a insuficiencia cardia- naciones posible.

63
S. ROMERO CANDEIRA ET AL.

derrame pleural como trasudado (cociente de


TABLA 3. Parámetros bioquímicos
proteínas líquido pleural/suero ≤ a 0,5, cocien-
propuestos en la literatura para
te de LDH líquido pleural/suero ≤ a 0,6 y LDH
identificar trasudados pleurales
en líquido pleural ≤ a 2/3 del límite superior
Parámetro en de la normalidad en suero) aparecen como los
líquido pleural (LP) Puntos de corte más exactos y económicos. A ello se une una
experiencia más dilatada en su utilización en
Proteínas < 3 g/dl (48)
la mayoría de los hospitales.
LDH < 2/3 límite supe- Con una sensibilidad para exudados cer-
rior de la LDH cana al 100%, el principal inconveniente de
sérica (49) los criterios propuestos por Light es su menor
Colesterol < 45 mg/dl (50) especificidad, esto es, su menor sensibilidad
< 50 mg/dl (51) para identificar trasudados, que hace que del
< 55 mg/dl (52) 15 al 30% de éstos sean considerados como
< 60 mg/dl (53,54) exudados(47,53,55). Este error conlleva el riesgo
Colinesterasa < 1390 U/l (55)
de que pacientes con trasudados puedan ser
< 1/10 límite supe-
sometidos de forma baldía a intervenciones
rior colinesterasa
invasivas no libres de morbilidad y, lo que no
sérica (56)
es menos grave, que se descuide el tratamiento
< 1600 U/l (57)
adecuado de la enfermedad causal.
< 1700 U/l (58)
INFLUENCIA DE LA DIURESIS EN LOS
SL-selectina < 240 ng/mL (59) CONSTITUYENTES DEL LÍQUIDO PLEURAL
Cocientes LP/suero Puntos de corte HABITUALMENTE UTILIZADOS EN LA
SEPARACIÓN DE TRASUDADOS
Proteínas < 0,5 (49) Y EXUDADOS
< 0,6 (53) La apreciación de que la mayoría de los fal-
LDH < 0,6 (49) sos exudados se producen en pacientes some-
< 0,9 (53) tidos a tratamiento diurético(60) ha conducido
a la búsqueda de criterios bioquímicos alter-
Colesterol < 0,3 (52,53,60) nativos para ser aplicados en estos pacientes.
Colinesterasa < 0,23 (56) La absorción del líquido pleural se realiza
< 0,27 (55) de manera fundamental o única a través de
< 0,29 (58) los linfáticos y éstos lo hacen de forma indis-
criminada con respecto a sus componentes,
Bilirrubina < 0,6 (61) por lo que la concentración de proteínas per-
Gradiente suero-LP Puntos de corte manece constante y por ello son éstas un fiel
indicador de la permeabilidad vascular. Duran-
Albúmina > 1,2 (62) te la diuresis, las cosas cambian, ya que la pre-
Proteínas > 3,1 (63) sión oncótica de la sangre aumenta y como
consecuencia se produce el paso de agua des-
de el espacio extravascular (incluida la cavi-
Varios son los parámetros bioquímicos uti- dad pleural) a la sangre, con el consiguiente
lizados para lograr esta discriminación, como aumento en la concentración de las proteínas
también diversos los valores de corte pro- en el líquido pleural(3). Puesto que uno de los
puestos(48-63) (Tabla 3), pero los 3 criterios acon- parámetros bioquímicos incluidos en los cri-
sejados por Light y cols.(49) para considerar un terios de Light son las proteínas totales, no es

64
TRASUDADOS VS EXUDADOS PLEURALES. CRITERIOS DISCRIMINANTES. CAUSAS DE TRASUDADO PLEURAL Y APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA

TABLA 4. Trasudados mal clasificados según el criterio bioquímico empleado en


15 pacientes en tratamiento diurético
Criterio bioquímico. ( ) Punto de corte. Primera Segunda Tercera
ToracocentesisToracocentesis Toracocentesis
Número de mal clasificados (%)
Proteínas en líquido pleural (>30g/L) 3 (20) 5 (33) 9 (60)
Cociente de proteínas líquido pleural/suero (>0,5) 0 (0) 2 (13) 6 (40)
Lactato deshidrogenasa en líquido pleural (>307 u/l) 0 (0) 3 (20) 4 (27)
Cociente de lactato deshidrogenasa
líquido pleural /suero (>0,6) 1 (7) 5 (33) 7 (47)
Criterios de Light 1 (7) 7 (47) 10 (67)
Gradiente de albúmina suero-líquido pleural (≤ 12 g/l) 1 (7) 1 (7) 3 (20)
Gradiente de proteínas suero-líquido pleural (≤ 31g/L) 1 (7) 1 (7) 3 (20)
Colesterol en líquido pleural (>60 mg/dl) 1 (7) 3 (20) 5 (33)
Cociente de colesterol líquido pleural/suero (>0,3) 3 (20) 2 (13) 5 (33)
Colinesterasa en líquido pleural (>1.390 u/l) 4 (27) 6 (40) 10 (67)
Cociente de colinesterasa líquido pleural/suero (>0,27) 1(7) 1(7) 7 (47)

de extrañar que su aplicación conduzca a con- gestiva, sin tratamiento diurético previo, a tora-
fusión en pacientes con derrames pleurales cocentesis diagnósticas repetidas tras la ins-
trasudativos en diuresis. A ello se une también tauración del tratamiento diurético. En este
la utilización de la concentración de la LDH estudio se incluyó un grupo control de 31
que, al tratarse de otra proteína, también se pacientes en los que sólo se había practicado
concentra en líquido pleural durante el trata- una toracocentesis tras dicho tratamiento(63).
miento diurético efectivo, al tiempo que su Todo ello permitió comprobar que la concen-
producción hepática y su concentración san- tración de las proteínas es la regla en los
guínea disminuyen como resultado de la dis- pacientes en diuresis transcurridas 120 horas
minución de la congestión hepática. de tratamiento y que tras la tercera toraco-
La demostración de estos hechos en centesis el 67% de ellos pasaban a presentar
pacientes en insuficiencia cardiáca, mediante características de exudado por los criterios pro-
la práctica de toracocentesis repetidas duran- puestos por Light. También se comprobó que
te el tratamiento diurético, es antigua, aunque otros parámetros bioquímicos propuestos
realizada de forma incompleta en un escaso como alternativa a la determinación de pro-
número de enfermos y sin la inclusión de un teínas totales y LDH, como el colesterol, la coli-
grupo control(64-66). Con la intención de aclarar nesterasa y la albúmina, se concentraban de
varios aspectos con respecto a este tema, forma significativa en el líquido pleural duran-
durante los últimos años hemos realizado un te la diuresis (Tabla 4).
estudio prospectivo en el que se sometieron a Por otra parte, la demostración de que el
21 pacientes en insuficiencia cardiaca con- gradiente de albúmina entre suero y líquido

65
S. ROMERO CANDEIRA ET AL.

TABLA 5. Porcentaje de cambio al final del estudio en las concentraciones en


líquido pleural y en los cocientes y gradientes de las proteínas y la albúmina
Parámetro Concentración Cociente Gradiente
Líquido pleural Líquido pleural/Suero Suero-líquido pleural
Media (intervalo de confianza del 95%)
Proteínas 48 (30-66) 38 (23-53) 11 (6-17)*
Albúmina 47 (25-70) 27 (14-41) 12 (2-22)#
p 0,9 0,1 0,9

*Cociente líquido pleural/suero vs Gradiente suero-líquido pleural p=0,0002.


#Cociente líquido pleural/suero vs Gradiente suero-líquido pleural p=0,0001.

pleural se influía en menor proporción por la ascitis con un cociente de proteínas con res-
diuresis que la concentración en líquido pleu- pecto al suero superior a 0,5(27).
ral de otros parámetros bioquímicos y sus res-
pectivos cocientes líquido pleural/suero(63), ha BIBLIOGRAFÍA
servido para reafirmar la recomendación del
1. Noppen M, De Waele M, Li R, Vander-Gucht
uso alternativo de ese gradiente a los criterios K, D´Haese J, Gerlo E et al. Volume and cellu-
de Light en pacientes en tratamiento diuréti- lar content of normal pleural fluid in humans
co efectivo, comprobado por la disminución examined by pleural lavage. Am J Respir Crit
del volumen del derrame en la radiografía de Care Med 2000; 162: 1023-6.
tórax(3). Sin embargo la demostración de que 2. Race GA, Scheifly CH, Edwards JE. Hydrotho-
es el gradiente entre suero y líquido pleural la rax in congestive heart failure. Am J Med 1957;
expresión matemática que menos se influye 22: 83-9.
por la diuresis y de que la concentración en 3. Broaddus VC. Diuresis and transudative effu-
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líquido pleural de las proteínas totales se modi- Med 2001;110: 732-5.
fican de forma similar a como lo hace la albú- 4. Chakko S, Woska D, Martínez H, Marchena E,
mina (Tabla 5), creemos que debe hacer cam- Futterman L, Kessler KM et al. Clinical, radio-
biar esta recomendación y convertir al graphic and hemodynamic correlations in
gradiente de proteínas en el parámetro de elec- chronic congestive heart failure: conflicting
ción para separar trasudados de exudados en results may lead to inappropriate care. Am J
Med 1991; 90: 353-9.
pacientes en tratamiento diurético efectivo.
5. Kataoka H, Takada S. The role of thoracic ultra-
Este uso preferente de las proteínas totales sonography for evaluation of patients with
vendría justificado por su determinación más decompesated chronic heart failure. J Am Coll
habitual y su menor coste. Cardiol 2000; 35: 1638-46.
Otra situación que probablemente se bene- 6. Lieberman FL, Hidemura R, Peters RL, Rey-
ficiaría del empleo alternativo del gradiente de nolds TB. Pahogenesis and treatment of hydro-
proteínas la constituyen los pacientes con asci- thorax complicating ascitis. Ann Intern Med
1966; 64: 341-51.
tis por hepatopatía secundaria a insuficiencia
7. Lieberman FL, Peters RL. Cirrhotic hydrotho-
cardiaca crónica en la que la hipertensión de rax. Further evidence that a acquired diaph-
los sinusoides hepáticos produce una alteración ragmatic defect is at fault. Arch Intern Med
de su permeabilidad con el resultado de una 1970; 125: 114-7.

66
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68
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS
DERRAMES PLEURALES PARANEUMÓNICOS
Y EMPIEMAS
Javier de Miguel Díez, Beatriz Jara Chinarro, Antonio Ventura Álvarez

TUBERCULOSIS PLEURAL
Esteban Pérez Rodríguez

INTRODUCCIÓN ría de los empiemas tienen un origen para-


La neumonía es un proceso infeccioso fre- neumónico, algunos se asocian con un trau-
cuente, tanto en el ámbito extrahospitalario matismo o un procedimiento quirúrgico (Tabla
como en los pacientes hospitalizados. Se aso- 1)(7).
cia a derrame pleural (DP) en un 30 al 50% de Se han identificado múltiples agentes cau-
los casos(1), más frecuentemente en la pobla- santes de DPP y empiemas. El espectro de los
ción mayor de 65 años(2). La acumulación de microorganismos más comunes ha cambiado
líquido en el espacio pleural condiciona un en las últimas décadas, posiblemente debido
aumento de la morbimortalidad de estos a la introducción de nuevos antibióticos en
pacientes. En un estudio reciente se ha apre- el tratamiento de las infecciones respirato-
ciado que el riesgo de muerte de los sujetos rias(7). Está estrechamente relacionado con la
con una neumonía adquirida en la comunidad bacteriología de los procesos neumónicos. La
es 7 veces mayor si existe DP bilateral y más mayoría de los derrames en los que el culti-
de 3 veces superior si el DP es unilateral y de vo es positivo son producidos por bacterias
tamaño moderado o grande(3). El retraso en la aeróbicas, hasta un 15% son causados exclu-
instauración de un tratamiento apropiado para sivamente por gérmenes anaerobios y el res-
este tipo de DP es responsable de una gran to son provocados por flora mixta(8-10). Los gér-
parte del incremento de la morbimortalidad. menes aeróbicos más frecuentemente aislados
son Staphylococcus aureus, sobre todo después
DEFINICIÓN Y ETIOLOGÍA de traumatismos o procedimientos quirúrgi-
Un derrame pleural paraneumónico (DPP) cos, Streptococcus pneumoniae, Streptococcus
es aquel que se asocia a una neumonía bac- pyogenes, Haemophilus influenzae, Klebsiella
teriana, a un absceso pulmonar o a bron- pneumoniae, Escherichia coli y Pseudomona
quiectasias(4). Desde un punto de vista evolu- aeruginosa. Las bacterias anaerobias que se
tivo puede clasificarse en dos tipos, no cultivan con mayor frecuencia son Peptos-
complicado y complicado. Mientras el DPP no treptococcus, Bacteroides y Fusobacterium.
complicado se resuelve únicamente con tra- Otros gérmenes que pueden causar empiema,
tamiento antibiótico, el complicado requiere aunque más raramente, son Actinomyces,
para su resolución de la colocación de un tubo Nocardia o ciertos hongos como Aspergillus(7,9).
de toracostomía(5).
Por definición, un empiema es la presen- FISIOPATOLOGÍA
cia de pus, un líquido espeso blanco-amari- Independientemente de su origen, en la
llento, en el espacio pleural(6). Aunque la mayo- evolución de un DPP pueden distinguirse tres

69
J. DE MIGUEL DÍEZ ET AL.

pleurales, lo que limita la reexpansión pul-


TABLA 1. Etiología del empiema
monar. Si la infección progresa la formación
pleural según el mecanismo de
de membranas de fibrina en el líquido pleu-
producción
ral produce loculaciones(13). Las característi-
Neumopatía infecciosa primitiva o secundaria cas del líquido pleural en este estadio son las
Neumonía siguientes: aumento del número de leucoci-
Absceso pulmonar tos polimorfonucleares, descenso de los nive-
Bronquiectasias les de glucosa, incremento de la LDH (gene-
ralmente mayor de 1.000 UI/l) y disminución
Parasitosis
del pH(14).
Obstrucción bronquial
La tercera fase se caracteriza por el creci-
Infarto pulmonar miento de fibroblastos dentro del exudado
Neumotórax con fístula bronquial espeso que cubre las superficies pleurales vis-
ceral y parietal, lo que da lugar a la formación
Inoculación directa de una membrana inelástica denominada cor-
Postraumática teza pleural. Dicha corteza evita la expansión
Postquirúrgica del pulmón por lo que, en estas condiciones,
es preciso recurrir a una decorticación para
Inoculación indirecta curar al paciente. En este estadio, el líquido
Infección de la pared torácica pleural es viscoso y multiloculado. Si no se ins-
taura un tratamiento eficaz, el líquido puede
Infección mediastínica
drenar espontáneamente a través de la pared
Infección subdiafragmática
torácica (empiema necessitatis) o hacia el pul-
món, produciendo una fístula broncopleural.
Foco infeccioso a distancia con sepsis o bacte-
Si aparece esta complicación es preciso dre-
riemia (metástasis hematógena)
nar inmediatamente el pus de la cavidad pleu-
ral, por el riesgo de que penetre en el árbol
traqueobronquial y produzca una neumonía
fases sucesivas: fase aguda o exudativa, fase grave(5).
fibrinopurulenta o de transición y fase cróni-
ca o de organización(12). En la primera de ellas, CLÍNICA
como respuesta a la inflamación de la pleura Las manifestaciones del DPP o del empie-
y al aumento de la permeabilidad capilar, se ma son inespecíficas, por lo que es difícil dis-
produce un acúmulo de líquido en el espacio tinguirlas de las derivadas del proceso de ori-
pleural. En esta fase, el líquido pleural no está gen. La presentación clínica depende de
loculado y se caracteriza por ser un exudado diversos factores, como el mecanismo etio-
con predominio de leucocitos polimorfonu- patógeno, el tipo de germen implicado, el volu-
cleares, con concentraciones normales de lac- men de líquido pleural y el estado general e
tato deshidrogenasa (LDH) y glucosa, y sin alte- inmunológico del paciente. Los síntomas más
raciones del pH. Si se instaura un tratamiento relevantes son la fiebre y el dolor torácico pleu-
antibiótico correcto en este estadio el DP se rítico en el hemitórax afecto. Los signos más
resuelve completamente(5, 7). comunes son el dolor a la palpación, la poca
En la fase fibrinopurulenta el líquido pleu- movilidad de la pared torácica homolateral,
ral se hace progresivamente más denso, debi- la matidez a la percusión, la disminución de
do al incremento de polimorfonucleares y la ventilación pulmonar en la auscultación y
bacterias y al depósito de fibrina. Esta últi- la reducción de la transmisión de las vibra-
ma cubre, a modo de láminas, ambas hojas ciones vocales(8).

70
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. DERRAMES PLEURALES PARANEUMÓNICOS Y EMPIEMAS

Las características clínicas de los pacien- nica que permite establecer el diagnóstico defi-
tes con neumonía por bacterias aerobias y nitivo(8).
DPP son similares a las de los enfermos con
neumonía bacteriana sin DPP(15-17). Los hallaz- Técnicas de imagen
gos más frecuentes en este caso son un cua- La radiografía de tórax convencional sugie-
dro febril agudo, tos con expectoración pu- re la existencia de un DPP cuando aparece un
rulenta, dolor torácico y leucocitosis. La infiltrado parenquimatoso pulmonar asociado
prevalencia de dolor torácico y el nivel de leu- a un DP unilateral. La proyección lateral per-
cocitosis son comparables en los sujetos con mite objetivar, en la mayoría de las ocasiones,
y sin DPP(15,18). En ocasiones, sobre todo en la presencia de una cantidad significativa de
pacientes hospitalizados o debilitados, con líquido pleural. Si el DP no se identifica con
tratamiento esteroideo, o en enfermos cirró- facilidad con las proyecciones posteroanterior
ticos con un empiema espontáneo, la fiebre y lateral, o si existen dudas sobre su locula-
está ausente y existen pocos síntomas torá- ción, debe realizarse una radiografía en decú-
cicos(19). bito lateral ipsilateral para confirmarlo. El sig-
La presentación clínica de los pacientes con no más típico de un empiema es la presencia
neumonía por bacterias anaerobias suele ser de un DP encapsulado localizado en una posi-
más subaguda o crónica, con una mayor dura- ción atípica(7,21).
ción de los síntomas y frecuente pérdida de La ecografía es un buen método para guiar
peso acompañante(18). A menudo, estas infec- la realización de una toracocentesis o la colo-
ciones son causadas por la aspiración del con- cación de un tubo de drenaje. Esta técnica es
tenido oral o gástrico del enfermo. La mayoría especialmente útil cuando la cuantía del DP es
de estos sujetos tienen una higiene oral defi- escasa o en casos de DP multiloculados(7). Ade-
ciente, con colonización anaeróbica de la oro- más, puede aportar información sobre la natu-
faringe y suelen tener algún factor que predis- raleza del derrame. Así, aquellas colecciones
pone a la aspiración, como historia de pleurales que muestran una ecogenicidad más
alcoholismo o episodios previos de pérdida de heterogénea, con múltiples ecos dispersos, o
conocimiento. La analítica sanguínea suele reve- con septos y tabiques, suelen asociarse con
lar leucocitosis y anemia moderada(20). derrames complicados o empiemas(22).
El hallazgo de un derrame purulento sin La tomografía computarizada (TC) toráci-
neumonía puede estar en relación con un ca es una prueba válida para establecer el diag-
empiema postneumónico, donde los infiltra- nóstico diferencial entre la enfermedad paren-
dos pulmonares ya se han resuelto. Sin embar- quimatosa y pleural, determinar la existencia
go, siempre debe tenerse en cuenta que no de tabicación, informar sobre las característi-
todos los empiemas son causados por neu- cas de las superficies pleurales y guiar la colo-
monías(7). cación de un tubo de drenaje en la cavidad pleu-
ral (Fig. 1)(23). La combinación del líquido entre
DIAGNÓSTICO las capas pleurales engrosadas se ha denomi-
En la evaluación inicial de todo paciente nado “signo del guisante rojo del empiema”(24).
con una neumonía bacteriana debe conside- Las imágenes de resonancia magnética,
rarse la posibilidad de que exista un DPP(20). especialmente las sagitales a nivel de T1, per-
Suele sospecharse por la historia clínica y la miten realizar un análisis detallado de las capas
exploración física. El siguiente paso consiste de la pared torácica y de su posible infiltración
en la realización de diferentes técnicas de ima- por un proceso inflamatorio o maligno. Así,
gen, que permiten confirmar la existencia del los DPP no complicados no parecen inducir
derrame. No obstante, la obtención de líqui- cambios visibles en la pared torácica, mien-
do pleural mediante toracocentesis es la téc- tras que los DP malignos se asocian frecuen-

71
J. DE MIGUEL DÍEZ ET AL.

ral(30). Estos parámetros se han utilizado para


valorar la severidad y predecir el curso de un
DPP. Aquellos pacientes con un DPP compli-
cado tienden a presentar niveles más bajos
de pH y glucosa y más altos de LDH. Además,
la concentración de glucosa se correlaciona
directamente con el pH(4,15,31). En un metaa-
nálisis de siete estudios se ha confirmado la
superioridad de este parámetro sobre las
medidas de glucosa o LDH en los DPP(32). Sin
embargo, la determinación del pH debería
FIGURA 1. Neumonía basal izquierda y extenso interpretarse en conjunto con otros datos,
derrame pleural con cavitaciones, sugestivo de como la situación clínica, la presencia de locu-
corresponder a un empiema. lación o los hallazgos bacteriológicos. Es
importante tener en cuenta que el valor de
pH puede tener poco valor en pacientes con
temente con alteraciones de la capa grasa peri- alteraciones del pH sistémico (por ejemplo,
pleural y de los músculos intercostales. Es posi- en presencia de acidosis sistémica) (4) y en
ble que los derrames complicados y los empie- infecciones debidas a Proteus species, ya que
mas muestren una infiltración de la pared estos agentes pueden inducir una alcalosis
torácica similar a la encontrada en las enfer- metabólica local(33). Además, hay que tener
medades malignas(7). en cuenta que existen otros procesos que pue-
den acompañarse de acidosis en el líquido
Análisis del líquido pleural pleural, como los derrames malignos, los
Ante un paciente con un posible DPP, tuberculosos, o las pleuritis reumatoides o
debería realizarse una toracocentesis si se lúpicas(6).
cumple cualquiera de los siguientes criterios: Se han hecho diversas recomendaciones
si su espesor es mayor de 10 mm en la radio- para la interpretación del pH en los DPP. En
grafía de tórax en decúbito lateral(5), si está el metaanálisis previamente referido se con-
loculado o si se asocia con un engrosamien- cluía que un pH entre 7,21 y 7,29 podría cons-
to de la pleura parietal en la TC torácica con tituir un umbral adecuado para considerar el
contraste, un hallazgo sugestivo de empie- drenaje de un DPP complicado(32). En un con-
ma(25-27). senso reciente se ha sugerido drenar aquellos
Los estudios que deben realizarse en el derrames con un pH < 7,20(20).
líquido pleural son: recuento celular y fórmula Es importante reseñar que no todos los
leucocitaria, proteínas totales, glucosa, LDH, DPP son iguales. Un paciente con un DPP muy
pH, tinción de Gram y cultivos para aerobios pequeño suele evolucionar bien si se instaura
y anaerobios. El líquido pleural de un DPP a tiempo un tratamiento antibiótico adecua-
varía desde un exudado claro hasta pus espe- do. Por el contrario, un enfermo con un DP
so y maloliente. Si su olor es fétido orienta multiloculado, con pus en la cavidad pleural,
hacia una infección pleural por anaero- puede requerir una decorticación. Debido a
bios(28,29). El recuento diferencial de leucoci- ello, un comité de expertos del American Colle-
tos casi siempre revela un predominio de neu- ge of Chest Physician (ACCP) ha desarrollado
trófilos. Sin embargo, la cifra de leucocitos unas recomendaciones para el manejo de los
tiene poca utilidad en el tratamiento de los DPP, basándose en los datos obtenidos de una
pacientes con un DPP, a diferencia de los valo- revisión crítica de la bibliografía y en opinio-
res de pH, LDH y glucosa en el líquido pleu- nes consensuadas. Este panel de investigado-

72
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. DERRAMES PLEURALES PARANEUMÓNICOS Y EMPIEMAS

TABLA 2. Clasificación de los pacientes con derrame pleural paraneumónico


según el riesgo de mala evolución (American College of Chest Physician)a
Anatomía del Bacteriología Características Categoría Riesgo de Drenajec
espacio pleural del LP bioquímicas mala
del LPb evolución
Mínimo (<1 cm en Y Gram y cultivo Y pH desconocido 1 Muy bajo No
decúbito lateral)d desconocidos

Pequeño-moderado Y Gram y cultivo Y pH ≥ 7,20 2 Bajo Noe


(> 1 cm y negativos
< 1/2 hemitórax)

Grande
(≥ 1/2 hemitórax), O Gram y cultivo O pH < 7,20 3 Moderado Sí
loculado o con positivos
engrosamiento de
la pleura parietal
en la TC
Pus 4 Alto Sí
Abreviaturas. LP = líquido pleural; TC = tomografía computarizada.
aAdaptado de Colice GL, Curtis A, Deslauriers J, Heffner J, Light R, Littenberg B et al. Chest 2000; 18: 1158-71.
bSi no existe un analizador de gases disponible para medir el pH, se puede valorar la cifra de glucosa en el LP (glu-
cosa ≥ 60 mg/dl; glucosa < 60 mg/dl). En cualquier caso, los puntos de corte idóneos para el pH y la glucosa no están
bien establecidos. Lo mismo sucede con el tamaño del LP en relación con la toma de decisiones clínicas.
cCualquier aproximación terapéutica debe incluir el empleo de antibióticos para el tratamiento de la neumonía

subyacente.
dLa experiencia clínica sugiere que los derrames de este tamaño no requieren toracocentesis para su evaluación,
ya que casi siempre se resuelven con un tratamiento antibiótico apropiado. No obstante, si se realiza una toraco-
centesis en un paciente con esta categoría y la bacteriología es positiva, la experiencia clínica sugiere que este hallaz-
go puede ser un falso positivo. En esta situación, si el derrame aumenta o la situación clínica del paciente se dete-
riora, debería plantearse la repetición de la toracocentesis.
eSi empeora la situación clínica del paciente debería considerarse la repetición de la toracocentesis y la práctica de

un drenaje torácico.

res define el riesgo de mala evolución de un establece que los pacientes que se clasifican
DPP en función de tres variables: anatomía en las categorías 1 y 2 no precisan drenaje
del espacio pleural, bacteriología y caracterís- pleural. Esta medida se recomienda en las cate-
ticas bioquímicas del líquido pleural (Tabla 2). gorías 3 y 4, si bien se reconoce que la tora-
En base a estos apartados se establecen cua- cocentesis terapéutica o el tubo de toracosto-
tro categorías, que constituyen la base para mía pueden ser medidas insuficientes para
decidir si debe drenarse o no el DPP. Así, se tratar a la mayoría de estos sujetos, por lo que

73
J. DE MIGUEL DÍEZ ET AL.

TRATAMIENTO
TABLA 3. Opciones terapéuticas
El manejo terapéutico de los pacientes con
disponibles para los pacienes con
DPP se sustenta en dos pilares básicos, la admi-
derrame pleural paraneumónicoa
nistración de antibióticos por vía sistémica y
Toracocentesis terapéutica el drenaje de la cavidad pleural (Tabla 3). No
obstante, el tratamiento debe individualizar-
Tubo de toracostomía
se en cada caso teniendo en cuenta el estadio
Tubo de toracostomía con administración de del DPP.
fibrinolíticos intrapleurales
Toracoscopia con rotura de adherencias
Tratamiento antibiótico
Los pacientes con neumonía y DPP deben
Toracotomía con decorticación pleural tratarse con antibióticos. La selección anti-
aCualquieraproximación terapéutica debe incluir el biótica inicial debe tener en cuenta el lugar de
empleo de antibióticos para el tratamiento de la neu- adquisición de la neumonía (comunitario u
monía subyacente. hospitalario) y la severidad de la enfermedad.
La elección de la dosis no debe estar influen-
ciada por la presencia o ausencia de DP. Si se
ha identificado el agente etiológico, la anti-
en algunos casos puede ser necesario recurrir bioterapia se basará en este dato. Si no se
al empleo de fibrinolíticos, a la toracoscopia o conoce el patógeno, el régimen empírico debe
a la cirugía(20). incluir aquellos antibióticos que son activos
frente a las bacterias que más frecuentemen-
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL te causan DPP. Así, en los pacientes con neu-
No todos los pacientes con fiebre, infil- monía adquirida en la comunidad debería ins-
trados pulmonares y DP tienen una neumo- taurarse un agente betalactámico (una
nía bacteriana. Otras enfermedades que pue- cefalosporina de segunda o tercera generación
den producir un cuadro similar son la embolia o un betalactámico asociado a un inhibidor de
pulmonar, la tuberculosis, la pancreatitis agu- betalactamasas) con o sin un macrólido. Una
da, el lupus eritematoso sistémico y las enfer- opción igualmente aceptable es la utilización
medades pleuropulmonares inducidas por de una fluorquinolona de última generación,
drogas. La posibilidad de que exista una que posee buena actividad antineumocócica
embolia pulmonar debe tenerse siempre en y también es eficaz frente a los gérmenes atí-
cuenta, por lo que deben solicitarse estudios picos. Si existe la posibilidad de infección por
específicos para descartar este diagnóstico si anaerobios debe asociarse clindamicina o
el paciente no tiene esputo purulento o no metronidazol al tratamiento. En pacientes con
presenta una cifra de leucocitos superior a neumonía nosocomial grave las cefalospori-
15.000/mm3. En cuanto a la posibilidad de nas de tercera generación con actividad antip-
tuberculosis, la mayoría de los pacientes con seudomona o el imipenem (que también tie-
pleuritis tuberculosa aguda no tienen infil- ne actividad frente a organismos anaerobios)
trados en la radiografía en decúbito contra- son opciones válidas(7,30,34). Los aminoglucósi-
lateral al derrame. Por otra parte, si la con- dos no se recomiendan, ya que su penetración
centración de amilasa en el líquido pleural es y actividad son escasas en presencia de un
normal, la posibilidad de pancreatitis queda exudado purulento, acidosis o bajo contenido
excluida. En cualquier caso, siempre que el de oxígeno(35,36). Una vez conocidos los resul-
líquido pleural no muestre un predominio de tados de las tinciones y cultivos debe ajustar-
neutrófilos deben buscarse diagnósticos alter- se el tratamiento antibiótico inicialmente pau-
nativos(8,30). tado.

74
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. DERRAMES PLEURALES PARANEUMÓNICOS Y EMPIEMAS

Toracocentesis terapéutica cumple ninguna finalidad, es una vía de


La toracocentesis terapéutica es la opción sobreinfección del espacio pleural. Por otra par-
menos invasiva en el tratamiento del DPP com- te, si no está situado en una posición adecua-
plicado. A pesar de su escasa aceptación en da se podría retirar parcialmente para recolo-
las últimas décadas, algunos trabajos recien- carlo, pero siempre se debe evitar introducirlo
tes señalan que puede tener un papel en el más por el riesgo de producir una lesión pul-
manejo de estos pacientes(37-39). Sin embargo, monar o una infección del espacio pleural(41).
no existen estudios controlados que hayan Un tema debatido es qué tamaño de tubo
comparado su eficacia con el tubo de tora- torácico utilizar. Los drenajes de pequeño cali-
costomía de pequeño calibre en los casos de bre son útiles para evacuar DPP no purulen-
DPP no loculado. En cualquier caso, si después tos(42,43). La ventaja de los tubos pequeños resi-
de realizar una toracocentesis terapéutica ini- de en su fácil colocación y en la mayor
cial vuelve a formarse el DP debe considerar- comodidad que suponen para el paciente(44).
se la colocación de un tubo de drenaje, en fun- Sin embargo, es conveniente comprobar perió-
ción de la evolución clínica del paciente y de dicamente su permeabilidad y purgarlos, si es
las características bioquímicas y microbioló- preciso, con suero salino o fibrinolíticos(45). Esta
gicas del líquido pleural(40). maniobra puede efectuarse utilizando una lla-
ve de tres vías, con lo que se evitan las des-
Tubo de toracostomía conexiones repetidas y el riesgo consecuen-
La modalidad terapéutica inicial para la te de neumotórax e infección(41). Por el
mayoría de los pacientes con un DPP compli- contrario, cuando el líquido pleural es pus fran-
cado es el tubo de toracostomía. Éste debe colo- co es preferible utilizar tubos torácicos de
carse en la porción más declive del espacio mayor calibre(34).
pleural y conectarse a un sistema de aspiración
continua a –20 cmH2O. Su correcta inserción Fibrinolíticos intrapleurales
debe comprobarse mediante una radiografía La principal razón para que falle un dre-
de tórax. Si el DP está tabicado puede preci- naje pleural bien colocado es su obstrucción
sarse la colocación de más de un tubo y si se por un líquido empiematoso, organizado y con
halla en una situación de difícil acceso, la inser- múltiples tabiques. Este hecho originó el uso
ción del drenaje puede realizarse bajo control de fibrinolíticos en la cavidad pleural. Aunque
radiológico. El drenaje se retira cuando el débi- su eficacia no se ha valorado adecuadamente
to es inferior a 50 ml/24 horas de líquido sero- en grandes estudios prospectivos comparati-
so (en general se requieren 7 a 10 días)(41). Si vos, en estudios recientes se han comunicado
pasadas las primeras 48-72 horas de su colo- porcentajes de éxito entre el 70 y el 90% de
cación no existe mejoría clínica ni radiológica, los casos(46-49). En uno de ellos, se distribuye-
debería plantearse la realización de una prue- ron aleatoriamente 24 pacientes para recibir
ba de imagen (ecografía o TC torácica) para estreptocinasa intrapleural (250.000 UI dia-
descartar una de las siguientes opciones: a) que rias) o una solución salina durante tres días(48).
el DP esté tabicado, por lo que no puede eli- El grupo con estreptocinasa drenó una canti-
minarse en su totalidad con un tubo torácico; dad significativamente mayor de líquido pleu-
b) que se haya formado una capa fibrosa sobre ral. Sin embargo, no se detectaron diferencias
la pleura visceral que impida la expansión del significativas en ambos grupos en la necesi-
pulmón subyacente; c) que el tubo torácico esté dad de una cirugía más invasiva o en la mor-
obstruido por líquido, fibrina o sangre, o que talidad. Más recientemente, Bouros y cols. ale-
esté acodado o incorrectamente coloca- atorizaron a 31 pacientes para recibir urocinasa
do(30,40,41). Un tubo que no funciona debe reti- intrapleural (100.000 UI diarias) o suero sali-
rarse cuanto antes ya que, además de que no no durante tres días(49). También aquí, la can-

75
J. DE MIGUEL DÍEZ ET AL.

tidad de líquido pleural drenado fue signifi- nolíticos. Permite el desbridamiento de las
cativamente mayor en el grupo con urocina- adherencias y el adecuado drenaje del espacio
sa. Además, la duración de la hospitalización pleural(30). El éxito del procedimiento es mayor
y la necesidad de una intervención quirúrgica cuando se realiza en una fase temprana, dado
más invasiva se redujo de forma significativa que puede fallar si existen múltiples adheren-
en este grupo y no se observaron complica- cias pleurales(52). De este modo, un procedi-
ciones hemorrágicas locales o sistémicas. miento toracoscópico puede, en algunas oca-
El tratamiento con fibrinolíticos intra- siones, seguirse de una toracotomía abierta
pleurales debe considerarse en pacientes con si no se consigue un drenaje pleural adecuado
un DPP complicado que tienen un DP locula- y una reexpansión pulmonar. En un estudio
do o que presentan un drenaje inadecuado retrospectivo, en el que se evaluaron 42 pacien-
después de 24 horas de tratamiento con un tes con empiema tratados inicialmente con
tubo de toracostomía(30). Puede administrar- toracoscopia, se encontró que sólo 12 de ellos
se estreptocinasa o urocinasa (250.000 UI o (29%) requirieron finalmente una decortica-
100.000 UI, respectivamente, diluidas en 50- ción pleural(53). En series más recientes se han
100 ml de suero salino) a través del tubo(50). obtenido también porcentajes similares(54).
Posiblemente la eficacia de ambos agentes Aunque las indicaciones específicas de la
sea similar, aunque la posibilidad de que apa- toracoscopia no están completamente esta-
rezcan reacciones alérgicas es mayor cuando blecidas, esta intervención puede emplearse
se emplea la estreptocinasa(51). Tras su intro- para facilitar el drenaje de los derrames mul-
ducción debe pinzarse el tubo de toracosto- tiloculados como una alternativa al tratamiento
mía durante 2 a 4 horas, periodo en el que el fibrinolítico. Los resultados de varios estudios
paciente puede realizar cambios posturales de pequeño tamaño sugieren que la toracos-
para que los fibrinolíticos se distribuyan uni- copia puede ser superior. Así, por ejemplo, en
formemente por la cavidad pleural. Estos un estudio reciente se ha demostrado que rea-
agentes pueden administrarse diariamente o lizar directamente una toracoscopia es más
varias veces al día sin causar fibrinólisis sis- rentable que efectuar un paso intermedio con
témica, hasta que el drenaje sea inferior a 50 fibrinolíticos(55). La estancia media hospitala-
ml/día, el líquido sea amarillento y la radio- ria después de la toracoscopia es de alrededor
grafía de tórax haya mejorado de una mane- de 10 días y su mortalidad en estas situacio-
ra considerable (a veces se requieren hasta nes es de un 5%(52).
dos semanas de tratamiento)(7,50). No obstan-
te, si no se consigue una mejoría después de Decorticación
las tres primeras dosis, debería plantearse En determinados casos, en los que fraca-
la realización de otros procedimientos más san los métodos anteriores, puede optarse por
invasivos como la toracoscopia o la toracoto- realizar una toracotomía con decorticación
mía. Hay que tener en cuenta que la proba- pleural(56). Con esta intervención se elimina
bilidad de que los agentes fibrinolíticos sean todo el material fibrinoso y purulento del espa-
eficaces es menor si la duración del proceso cio pleural, lo que permite la expansión del
es mayor de 7 días o si el líquido pleural es pulmón subyacente(30). Su porcentaje de éxi-
muy purulento(30). Por otra parte, la existen- tos es elevado (hasta el 95% de los casos), con
cia de una fístula broncopleural contraindica una baja morbimortalidad(10). No obstante, es
el empleo de estos agentes(41). un procedimiento de cirugía mayor, por lo que
no debería realizarse en pacientes muy debi-
Toracoscopia litados(7,30). La única razón que justifica la rea-
Es el procedimiento de elección cuando fra- lización de una decorticación en las prime-
casa el tubo de toracostomía, con o sin fibri- ras semanas de tratamiento del empiema es

76
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. DERRAMES PLEURALES PARANEUMÓNICOS Y EMPIEMAS

Paciente con neumonía y DPP

Radiografía de tórax en decúbito lateral, ecografía torácica

Mínimo Toracocentesis

Continuar antibioterapia Líquido claro Líquido turbio/purulento y/o


Observar evolución Bacteriología negativa bacteriología positiva y/o
pH ≥ 7,20 pH < 7,20

Continuar antibioterapia
Observar evolución No loculado Loculado

Tubo de toracostomía Tubo de toracostomía


Pleurofibrinólisis

En caso de no mejoría considerar


toracoscopia/toracotomía

Abreviaturas: DPP = derrame pleural paraneumónico.

FIGURA 2. Algoritmo de manejo diagnóstico-terapéutico del derrame pleural paraneumónico (DPP).

el control de la infección. Así, durante dicho do para someterse a una toracoscopia o tora-
periodo no debería efectuarse esta interven- cotomía. Suele reservarse para pacientes
ción sólo para eliminar el engrosamiento pleu- ancianos, con comorbilidad y para casos de
ral, ya que éste puede resolverse de forma empiemas multiloculados avanzados. No obs-
espontánea en varios meses. No obstante si, tante, antes de plantear esta intervención
una vez pasado ese tiempo, la pleura continúa debería intentarse un tratamiento fibrinolíti-
engrosada y la capacidad pulmonar del pacien- co intrapleural(7).
te está lo suficientemente deteriorada como Con este procedimiento quirúrgico se rese-
para limitar sus actividades habituales, debe- can las porciones de las costillas que cubren
ría considerarse esta opción terapéutica(7,30). la parte inferior de la cavidad del empiema y
se insertan en ésta uno o más tubos cortos de
Drenaje abierto grueso calibre. Después de su realización se
Es un procedimiento que se realiza en irriga diariamente la cavidad con una solución
ocasiones en pacientes con un riesgo eleva- antiséptica y se recoge el material proceden-

77
J. DE MIGUEL DÍEZ ET AL.

te de los tubos en una bolsa de colostomía. permite determinar si existe algún factor de
Hay que tener en cuenta que el tiempo de cie- riesgo de mala evolución.
rre del área de drenaje es prolongado y pue- Las opciones terapéuticas dependen tam-
den necesitarse entre 60 y 90 días para com- bién de las características del líquido pleural.
pletarlo. Incluso, en algunas series, se ha Cualquier aproximación debe incluir el uso
comunicado un tiempo medio de 142 días(28). de antibióticos para el tratamiento de la neu-
monía subyacente. En general, deberían
Algoritmo diagnóstico-terapéutico emplearse primero tratamientos menos inva-
En la figura 2 se muestra un algoritmo de sivos y, en caso de mala respuesta, avanzar
manejo diagnóstico-terapéutico del DPP. En hacia otros más invasivos. Entre las primeras
él se resumen, de una manera práctica, todas opciones se encuentran la toracocentesis tera-
las aportaciones realizadas a lo largo de este péutica y el tubo de toracostomía con admi-
capítulo. nistración de fibrinolíticos intrapleurales. Sin
Ante la sospecha de un DPP debe confir- embargo, si no se obtiene un drenaje com-
marse, en primer lugar, su existencia. Si exis- pleto con la instilación de estos agentes, debe-
te líquido pleural libre y su espesor es mayor ría plantearse la práctica de una toracosco-
de 10 mm en la radiografía de tórax en decú- pia. Igualmente, si este procedimiento no
bito lateral, debe efectuarse una toracocen- fuera eficaz, no debería retrasarse la reali-
tesis diagnóstica. La obtención de líquido pleu- zación de una toracotomía con decorticación
ral en esta situación es importante, ya que pleural.

78
TUBERCULOSIS PLEURAL

INTRODUCCIÓN representó el 60% de las TB extrapulmona-


La tuberculosis pleural (TBpl) se expresa res (13). No obstante hay estudios que no
como un derrame pleural con características encuentran incrementos de TBpl en VIH posi-
de exudado, y puede encontrarse aislada o tivos. Mlikan-Cabane(14) estudian prospecti-
asociada a TB pulmonar. vamente las características radiográficas de
Es una manifestación frecuente de la tuber- 146 casos de TB intratorácica en Tanzania de
culosis extrapulmonar(1), y en población VIH los que 80 fueron VIH positivos y no encon-
positiva, puede representar hasta el 60% de tró diferencias significativas de TBpl entre
todos los casos de TB(2,3). Su coexistencia con VIH positivos (41%) y negativos (35%). Los
la TB pulmonar varía entre el 34-50%(4). mismos autores usan el mismo diseño de
Desde la introducción de los agentes anti- estudio con 158 pacientes con TB intratorá-
tuberculosos y tras las medidas de control, ha cica en Burundi(3) y encuentran que la inci-
descendido significativamente la incidencia de dencia de TBpl es similar en positivos (24%)
tuberculosis en el mundo desarrollado. En la que en negativos (28%). Cuando estos auto-
actualidad, la enfermedad pleural expresa más res combinan los datos de Tanzania y Burun-
una reactivación que una infección primaria(5). di y calculan la probabilidad de que un pacien-
te con TB fuera VIH positivo, la presencia del
INCIDENCIA Y EPIDEMIOLOGÍA derrame pleural no predijo la seropositividad
La tuberculosis (TB) es hoy una de las cau- VIH. El derrame pleural estaba presente en
sas de muerte más frecuentes inducidas por el 31% de los VIH seropositivos y en el 32%
un patógeno identificable en cualquier parte de los seronegativos.
del mundo. Según datos de la World Health Esta disparidad probablemente se justifi-
Organization (WHO), 8 millones de nuevos casos ca por el status inmunológico de los VIH posi-
de tuberculosis y 19 millones de muertes ocu- tivos. Jones y cols.(15) refieren que la TBpl en
rren cada año. Representa un 7% de todas las pacientes VIH positivos fue más frecuente en
causas de muerte y el 26% de muertes pre- pacientes con altos niveles de CD4. Esto rati-
venibles en países en desarrollo(6,7). La pobre- fica la opinión de los que pensamos que el
za, las políticas de control de TB, las guerras, derrame pleural de la TBpl parece ser más
y la infección por el virus de la inmunodefi- expresión de respuesta inmunológica que de
ciencia humana (VIH), han empeorado el esta- número de población bacilar.
do de la TB en muchas partes del mundo(8,9). El derrame pleural tuberculoso es uno de
La TBpl es una manifestación frecuente de los exudados más frecuentes en pacientes
TB extrapulmonar. Difiere de unos países a inmunocompetentes. Si excluimos la enfer-
otros. En España, la pleura se ve afectada en medad pulmonar subyacente, la tuberculosis
el 23% de todos los pacientes con TB(10) y en es la causa más común de exudado pleural en
EE.UU. en el 4%, y su coexistencia con TB pul- muchas áreas del mundo(16,17).
monar varía entre el 34-50%(7-11).
En pacientes con infección por VIH la inci- PATOGENIA
dencia de TBpl se incrementa. En Rwanda, La TBpl refleja una activación comparti-
el 83% pacientes con TB pleural, fueron VIH mentalizada de inmunidad mediada por célu-
positivos(12). En cinco estudios realizados en las en el espacio pleural. Las micobacterias
África en pacientes VIH positivos, la TBpl acceden a este espacio a través de una rup-

79
E. PÉREZ RODRÍGUEZ

tura de foco subpleural 6-12 semanas después los principales responsables para la activación
de una infección primaria(18), También puede de los linfocitos TH1(26). Este mecanismo celu-
desarrollarse por reactivación tuberculosa, y lar interactivo facilita la concentración y acti-
justificar su presencia en adultos. Moudgil y vación de citocinas, promueve la formación
cols. en un estudio realizado entre 1980 y de granulomas (TNF-alfa) e incrementa la capa-
1991, encontraron la reactivación tuberculo- cidad micobactericida.
sa como causa de TB en el 64% de los casos(19). Esto justifica que el fluido pleural del
En un modelo animal, con derrame pleu- paciente con TB pleural sea predominante-
ral inducido por PPD (purified protein deriva- mente linfocítico. De hecho, valores superio-
tive), los neutrófilos son las células predomi- res al 85% son descritos como muy sugesti-
nantes en la fase inicial, y después del tercer vos de su diagnóstico(29,30), y sólo en fase precoz
día los linfocitos(20). El fluido pleural de la TB de la TB pleural podemos encontrar un pre-
es predominantemente linfocítico. Muchos de dominio de neutrófilos(31).
los linfocitos son CD4(21). En pacientes VIH positivos la respuesta
Este componente celular expresa la reac- inmunológica puede estar deprimida y podría
ción inmunológica de la pleuresía tuberculo- justificar una menor respuesta en la TBpl. Los
sa en la que participan células mesoteliales, resultados de Kitinya y cols.(32) ratifican esta
neutrófilos, linfocitos, monocitos y sus cito- hipótesis. En su serie de 57 pacientes con TBpl,
cinas(22). La hipótesis más verosímil en la pato- de los que 36 fueron VIH-positivos, encon-
genia de la TB pleural sugiere las células endo- traron que en éstos era más frecuente el hallaz-
teliales y mesoteliales como protagonistas go de micobacterias en fluido (69 vs 38%) y
incipientes del proceso (Fig. 3). Éstas, frente menos habitual la presencia de granulomas
a estímulos inflamatorios derivados de deter- (61 vs 90%) en la biopsia pleural respecto a
minantes micobacterianos (glucolípidos y los VIH negativos.
lipoproteínas), liberan interleucinas (IL) 1-6, Jones BE y cols.(15) encontraron que en
factor de necrosis tumoral alfa (TNF) y qui- pacientes con VIH y TBpl con niveles de CD4
miocinas alfa y beta(23,24). Las quimiocinas alfa >200/uL desarrollaron más derrame pleural
atraen neutrófilos y linfocitos (IL-8, NAP-2) y (8 de 29) que aquellos con CD4<200/uL (6 de
las beta, proteínas de monocitos: MIP-1 (acti- 58). Esto sugiere una relativa necesidad de pre-
vating factor macrophage inflammatory pro- servación del estado inmune en los casos que
tein) y MCP-1 (monocyte chemoattractant pro- desarrollan TBpl(46) y justifica que el derrame
tein)(25). pleural por TB exprese sobre todo una reac-
Kamal Nareen y cols.(23,24), estimulando ción inmunológica frente a componentes anti-
la célula mesotelial in vitro con bacilos de Cal- génicos del M. tuberculosis, dependiente de la
mette-Guérin o interferón gamma, han demos- actividad de los CD4.
trado la migración transmesotelial de los La pleuritis tuberculosa, después de la
monocitos, reclutados por citocinas proce- infección primaria, no confiere protección de
dentes de la propia célula mesotelial (quimio- extensión de la enfermedad. El 65% de los
cinas –beta: MIP-1, MCP-1 y TNF-alfa). Los pacientes no tratados pueden desarrollar
monocitos tras fagocitar la micobacteria, expo- enfermedad pulmonar activa(33), tras acanto-
nen componentes de ésta al linfocito T reclu- namiento intracelular en macrófagos del M.
tado por IL8 que, activado, promueve la dife- tuberculosis y posterior reactivación. Algunos
renciación de macrófagos a través de la trabajos han demostrado que las células T de
liberación de interferón gamma e IL12(27,28). El sangre periférica sufren apoptosis en pre-
macrófago activado libera IL-1 y TNF-alfa y sencia de antígenos procedentes del M. tuber-
facilita la proliferación de natural killer, TGF- culosis, ratificado en modelos animales(34). En
beta IL-6,10 y a su vez la IL-1 y TNF-alfa son cambio, con los macrófagos se ha referido

80
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. TUBERCULOSIS PLEURAL

Liposacáridos
Micobacterias

Cel. mesoteliales y endoteliales

IL-1,IL-6, TNF-alfa Chemokines-alfa Chemokines-beta

IL-8, NAP2 MIP-1 , MCP-1


TNF-alfa

ADA1
Neutrófilos Monocitos,
Linfocitos MIP-1, MCP-1

Linfocitos activados
TH1 ADA2-ADA1

IL-1, TNF-alfa

Monocito-macrófagos
Micobacteria
IFN-Gamma, IL12
Celulas mesoteliales

FIGURA 3. Patogenia de la tuberculosis pleural.

que componentes del M. tuberculosis (man- un progresivo desplazamiento hacia la 5ª


nose-capped lipoarabinomannan =Man-LAM) década, descrito especialmente en los casos
inhiben la apoptosis de éstos, al estimular la de reactivación tuberculosa(38) y un 15-20%
fosforilización de Bad (proteína pro-apoptoi- son mayores de 70 años con comorbilidad
ca)(35), y la propia célula infectada secreta fac- asociada lo cual dificulta su diagnóstico. La
tores de necrosis tumoral que pueden blo- presentación clínica de comienzo suele ser
quear su destrucción(35). Esto preservaría los aguda o subaguda y el intervalo, síntomas has-
macrófagos con capacidad microbicida redu- ta el diagnóstico inferior a un mes en la mayo-
cida y con presencia de componentes antí- ría de los pacientes (62). Los síntomas más
genos(36). comunes son la tos (71-94%), fiebre (71-
100%), dolor torácico (78-82%) y disnea(39).
CLÍNICA Y HALLAZGOS DE LABORATORIO Son raros los pacientes asintomáticos, y éstos
La TBpl afecta más frecuentemente a hom- se refieren más en ancianos. El examen físi-
bres que a mujeres, con una proporción apro- co destaca la disminución de la ventilación en
ximada de 3/1. Incide preferentemente en zona afecta y matidez a la percusión. Rara vez
adultos jóvenes en torno a los 35 años(37), con se ausculta un roce pleural(61). El Mantoux con

81
E. PÉREZ RODRÍGUEZ

5 unidades PPD es negativo en el 30% de los taba de pacientes VIH. Menos del 10% son
casos. bilaterales y generalmente se encuentran tam-
En pacientes VIH positivos la presentación bién asociados a pacientes VIH positivos(25-40,41).
clínica de la tuberculosis es diferente(64). Rich- Identificar si se trata de una TBpl primaria
ter y cols.(40) en Tanzania, encuentran que pre- o de reinfección puede ser de gran dificultad(47).
sentan un intervalo síntomas-diagnóstico más Habitualmente se utilizan criterios radiológicos
prolongado, son más sintomáticos (fiebre, dis- para ello. De tal forma que si presenta ade-
nea, sudoración nocturna y astenia), y en el nopatías o el infiltrado pulmonar es en los lóbu-
examen físico es frecuente el hallazgo de hepa- los inferiores corresponde a primo-infección,
tomegalia, esplenomegalia y adenopatías. El y si los infiltrados se localizan en segmentos
Mantoux es más frecuentemente negativo en uno, tres o seis sería reactivación. En los casos
VIH-positivos (47-59%), que en VIH-negativos descritos como TBpl de reactivación, se des-
(12-24%)(40). criben: edad más avanzada, fumadores, bebe-
La identificación de micobacterias en espu- dores, mayor pérdida de peso, presencia de M.
tos, en la TBpl aislada , es baja (4-7%)(41), y del tuberculosis en el esputo y derrames pleurales
28-50% si se asocia a infiltrados pulmona- de menor volumen(38). No obstante, el 8-20%
res(38). Los estudios rutinarios de laboratorio de las tuberculosis pulmonares tienen locali-
son inespecíficos. Es frecuente el hallazgo de zaciones radiológicas atípicas, y su identifica-
la velocidad de sedimentación elevada con ción precisa del uso de criterios inmunológi-
contaje de leucocitos normales. cos(47).
La toracocentesis muestra un líquido sero-
fibrinoso o sero-hematico, compatible con un DIAGNÓSTICO
exudado, de predominio linfocítico, siendo La sospecha clínica y la presentación radio-
muy sugestivo de tal diagnóstico si es joven lógica son parámetros que definen la presun-
(85%)(29-42). Puede ser neutrófilo en la fase ini- ción diagnóstica de TBpl. Ésta varía depen-
cial(20-31) y la eosinofilia >10% en primera tora- diendo de la prevalencia de TB y la co-infección
cocentesis resulta excepcional y prácticamente VIH (sensibilidad 71,4% y especificidad 52%).
excluye su diagnostico(43). El hallazgo de >5% Tattevin(48), aplicando un escore basado en
de células mesoteliales es muy poco común variables clínico-radiológicas, vacunación con
en la TBpl(44). bacilos de Calmette-Guérin y origen de inmi-
gración, mejoró la sensibilidad al 100% y man-
RADIOLOGÍA tuvo una especificidad del 48,4%
Aproximadamente el 30% de los pacien- El fluido pleural de la TB usualmente corres-
tes con TBpl presentan enfermedad radiológi- ponde a un exudado de predominio linfocíti-
ca ipsilateral en el parénquima pulmonar(1-4). co, no eosinófilo (<10%), y con <5% de célu-
Generalmente es un derrame pleural uni- las mesoteliales.
lateral de pequeño a moderado tamaño aun- El diagnóstico convencional se realiza a
que un 14-29% de ellos pueden ser masivos, través de la identificación de micobacterias en
preferentemente en pacientes con TBpl pri- líquido pleural por tinción directa o cultivo,
maria(38-41). No obstante, es una de las tres cau- con rendimientos rara vez superiores al 50%
sas más frecuentes de exudados pleurales (23-86%) y en tejido de biopsia pleural ciega
masivos: malignos, empiemas y tuberculosis. 39-71%. El hallazgo de granulomas necroti-
En una serie de derrames masivos, el 8,9% zantes en espécimen biópsico, es el test más
(11 de 124 masivos) fueron de etiología tuber- rentable (51-87,8%) (Tabla 4)(1,16,17,25,39,49-52). La
culosa y 11 de 114 TBpl (9,6%) fueron masi- integración de todos los tests ofrece un ren-
vos(45). Joseph J y cols.(46) encontraron que era dimiento del 82-98%. El aumento en el núme-
el más frecuente de los masivos cuando se tra- ro de especímenes obtenidos por biopsia pleu-

82
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. TUBERCULOSIS PLEURAL

TABLA 4. Diagnóstico convencional de la pleuritis tuberculosa


Cultivo fluido Histología Cultivo biopsia
Autores Nº casos positivo% positiva % positivo %
Seibert y cols.(1) 70 58 84 67 (12/18)
Valdes y cols.(16) 81 38 76,5 56.8
Moudgil y cols.(19) 62 54 60 NR
Relkin y cols. (25) 70 86 80 66
Chan y cols.(39) 83 23 51 40 (2/5)
Antoniskis y cols. (49) 59 77 58 52
Maartens and Bateman(50) 62 47 84 71
Kirsch y cols.(51) 30 NR 80 60
Valdes y cols.(52) 254 36,6 79,8 56,4
NR: no referencia.

ral ciega no incrementa significativamente el lógico-metabólico (ADA, isoenzimas de ADA


rendimiento diagnóstico, probablemente por interferón gamma, lisozima, ácido tubercu-
tratarse de una afectación difusa de la super- losteárico, SC5b-9, IL2-6-12).
ficie pleural a diferencia de la enfermedad El cultivo mediante sistema BACTEC (radio-
maligna(53). metric mycobacterial culture system), acelera el
El rendimiento diagnóstico cambia según diagnóstico en 2-3 semanas respecto al culti-
status VIH. La anergia es más frecuente en VIH vo convencional(50).
positivos (47-59%) que negativos (12-24%). El La PCR (polymerase chain reaction) aplicada
aislamiento en esputo incrementa en VIH posi- para la identificación de DNA de micobacterias
tivos (53 vs 23%)(32-45). La identificación de facilita un diagnóstico rápido, puede amplificar
micobacterias en fluido pleural por tinción direc- secuencias genómicas para identificar el tipo
ta es superior en VIH positivos (15 vs 8%), así de micobacteria, es útil para determinar la sus-
como por cultivo (91 vs 78%), y el hallazgo de ceptibilidad a drogas, pero ofrece rendimien-
granulomas es menos frecuente (77 vs 88%). tos dispares(54). En el fluido pleural la sensibili-
El bajo rendimiento en el hallazgo de mico- dad es del 61-94% y la especificidad del
bacterias en fluido pleural ha justificado que 78-100%(55,56). Querol y cols.(55) encontraron que
la biopsia pleural ciega haya sido el proceder la sensibilidad de la PCR fue del 100% en TBpl
diagnóstico convencional de la pleuresía tuber- con cultivos positivos y del 60% en los casos
culosa, en los últimos 40 años. Parámetros alter- con cultivos negativos. En todo caso, siempre
nativos en el fluido pleural, al ser menos inva- superior a la tinción directa (14%) y cultivo
sivos, están siendo utilizados para obviar ésta. (52%)(56). No obstante, se precisa superar la per-
Estos nuevos estudios han ido dirigidos a manente controversia de su validación clíni-
la identificación de micobacterias en fluido ca, futuras mejoras técnicas y reducción del cos-
pleural (BACTEC y PCR), y a determinar pará- te para su aplicación rutinaria(54).
metros con adecuadas sensibilidad y especi- El parámetro más interesante en el diag-
ficidad, derivados de su mecanismo inmuno- nóstico de la TBpl es el ADA (adenosin-dea-

83
E. PÉREZ RODRÍGUEZ

TABLA 5. Utilidad del ADA en el diagnóstico de la pleuritis tuberculosa


Autores Nº pacientes Nº pleuritis TB Nivel de corte Sensibilidad Especificidad
Maertens y cols.(50) 109 82 45 77 83
Burgess L y cols.*(58) 303 143 50 91 81
Valdes L y cols.*(59) 405 91 47 100 95
Valdes L y cols.* (60) 350 76 47 100 91
Bañales J y cols.**(61) 218 82 70 98 96
Segura RM y cols.** (62) 600 170 71 100 92
Ocaña I y cols.**(63) 182 46 45 100 97
Pérez-Rguez/ cols.**(64) 304 48 40 88 97
De Oliveira y cols.(65) 276 54 40 91 96
Blake Berman(66) 202 82 – 95 96
Maritz FJ. y cols. (67) 368 107 – 93 81

Total 3317 981 40-71 93,9% 91,3%


*Método de Galanti y Giusti. **Método de Blake Berman.

minasa)(22). El incremento de ADA en la TBpl 0,75, la sensibilidad fue del 88% y la especi-
deriva del incremento de actividad metabóli- ficidad del 95%.
ca requerido por los monocitos y linfocitos(16,17, Valdés y cols.(59) en 405 casos, de los que
23,24, 27,57)(Fig 3). 91 fueron tuberculosis, con un valor de corte
Existen muchas evidencias que confirman igual o superior a 47, encontraron sensibilidad
el incremento de ADA en fluido pleural de del 100% y especificidad del 95%. El núme-
pacientes con pleuresía tuberculosa (Tabla 5)(58- ro de falsos positivos fue de 16 casos (3,5%).
67). No obstante, elevados niveles de ADA pue- Los mismos autores en una serie de 129 casos
den también ser encontrados en otras pato- de los que 39 fueron TB, en pacientes con eda-
logías, como empiemas, linfomas malignos des inferiores a 35 años, encontró con un valor
y enfermedades colágeno-vasculares. Su utili- de corte de 47 UI, sensibilidad del 100% y
dad para el diagnóstico de TB pleural muestra especificidad del 87,5%. Todos los falsos posi-
una sensibilidad del 77-100% y una especifi- tivos fueron empiemas. Sugieren que la biop-
cidad del 81-97%. sia puede ser innecesaria en regiones donde
Burges y cols.(58) analizaron el rendimien- la prevalencia de TB sea alta, en edades infe-
to diagnóstico del ADA individual y asociado riores a 35 años con ADA superior a 47UI,
al valor de linfocitos en fluido pleural. En una dado que los falsos positivos empiemas son
serie de 303 casos, de los que 143 fueron TBpl, fácilmente identificables.
el ADA con un valor de corte de 50UI, encon- Parece razonable asumir que el nivel de
traron una sensibilidad del 91% y una espe- ADA es un buen parámetro discriminante para
cificidad del 81%. Cuando asoció la propor- identificar a la TBpl, y que la asociación con
ción linfocitos/neutrófilos igual o superior a la proporción linfocitos/neutrófilos superior

84
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. TUBERCULOSIS PLEURAL

a 0,75, en población menor de 35 años, mejo- vas. Los autores recomiendan su uso en regio-
ra su especificidad diagnóstica. Esto, aplicable nes de alta prevalencia, con limitaciones en la
a regiones con alta prevalencia de la enfer- realización de la biopsia pleural (motivos téc-
medad, resulta muy sugerente. nicos, edad infantil), siempre que haya valida-
En población VIH, como han objetivado do la determinación de ADA e isoenzimas en
Kitinya y cols.(32), existe una menor respuesta su medio, y exista incertidumbre diagnóstica
inmunológica, y cabe esperar un descenso en tras conocer los niveles de ADA.
la significación del ADA. Sin embargo, Rian- El interferón gamma, se incrementa en la
tawan y cols.(26), al comparar dos grupos de TB pleural, con valores significativamente supe-
población con TBpl, según status VIH, no riores respecto a otras etiologías (sensibilidad
encuentran diferencias en la utilidad diagnos- 74-100%, especificidad 91-100%)(59,69), usando
tica del ADA. En su serie, 52 fueron VIH nega- como valor de corte 140 picogramos/ml y 3,7
tivos y 37 VIH positivos. El nivel medio de ADA U/ml. Falsos positivos se han descrito en para-
fue de 110 y 114 UI/l respectivamente, y al neumónicos, linfomas, leucemia linfocítica cró-
aplicar un valor de corte de 60 UI/l, la sensi- nica y otros malignos. El coste y la celeridad de
bilidad en ambos grupos fue del 95%. El por- resultados han limitado su uso rutinario.
centaje de linfocitos en suero fue inferior en La lisozima también frecuentemente se
los VIH positivos vs VIH negativos 1.509 y encuentra elevada en la TB pleural, pero su
4.634 respectivamente, y en cambio en flui- baja especificidad ha justificado su desuso(59).
do pleural dicho porcentaje fue similar en Otros parámetros menos relevantes estu-
ambos grupos. diados han sido: el ácido tuberculosteárico,
El ADA en fluido pleural representa la suma anticuerpos monoclonales, SC5b-9 y otras cito-
de dos isoenzimas ADA1 + ADA2(22). El ADA cinas (IL-2-3-4-5-6-10-12).
1 es ubicuo, garantiza la regulación de purinas
y adenosinas y su déficit revela una disfunción TRATAMIENTO
de la respuesta inmune, debido a una inade- La TBpl se puede resolver espontánea-
cuada homeostasis de la 2´deoxiadenosina en mente en 2-4 meses. Pero, si no reciben tra-
la célula inmune. En cambio el ADA2 no es tamiento, el 65% de los pacientes terminan
ubicuo, y coexiste con el ADA1 sólo en mono- desarrollando tuberculosis pulmonar en los
citos macrófagos. próximos 5 años(70). De ahí la importancia de
Esto justifica que algunos trabajos encuen- realizar el tratamiento.
tren correlación del ADA con los monocitos en El tratamiento de los pacientes con tuber-
TBpl y no con linfocitos, y que el ADA en los culosis en general debe ser monitorizado por
casos falsos positivos exprese más incremen- centros oficiales de salud publica, para ase-
tos de ADA1 dependiente de los linfocitos(68). gurar su realización, prevenir la emergencia
Para una mejor capacidad discriminante de micobacteriosis resistente, coordinar la
en el diagnóstico de la TBpl, algunos auto- evaluación de contactos, monitorizar el patrón
res(60,68) han usado los niveles de ADA2 o, de resistencias de drogas en la comunidad,
mejor, la proporción de ADA2 respecto al ADA proveer educación a los pacientes e identifi-
total, de forma indirecta, a través de la deter- car posibles brotes(71). El soporte terapéutico
minación del ADA1 (ADA1/ADA total), mejo- en la TBpl, al igual que la tuberculosis pul-
rando muy significativamente la sensibilidad monar, está basado en el uso de regímenes
(100%) y la especificidad (97-98,6%), respec- terapéuticos con combinación de drogas diri-
tivamente (Tabla 6). Con un nivel de corte igual gidas a reducir la población de micobacterias
o inferior a 0,42 identifica la TBpl, y corrige sin riesgo de crear resistencias y de esterili-
muchos falsos positivos y todos los negativos zar las lesiones durante la fase de tratamien-
en series amplias de toracocentesis consecuti- to prolongado. La duración del tratamiento,

85
E. PÉREZ RODRÍGUEZ

TABLA 6. ADA y ADA1/ADA pleural en el diagnóstico de la pleuritis tuberculosa


ADA1/ADA pleural
Autores Nº casos Sens. Espcif. Ef. Nº casos Sens Especif. Ef.
Valdés y cols.(60) 350 (76) 100 93 101 (76) 100 97 98
Pérez-Rodriguez/cols.(68) 103 (27) 88,8 92 91 103 (27) 100 95,6 98

el número de drogas, el uso de esteroides y la respuesta clínica o bacteriológica es lenta o


el drenaje terapéutico son aspectos de posi- subóptima(75).
ble controversia. ¿Son útiles los esteroides en el tratamien-
El régimen terapéutico más recomendado to de la TBpl? Éstos se han justificado, porque
incluye un tratamiento de seis meses. Una fase la TBpl se asocia a inflamación y fibrosis, y los
inicial con isoniazida (300 mg/d), rifampici- esteroides podrían reducir el efecto de la infla-
na (600 mg/d) y pirazinamida (1,5-2 g/d) admi- mación y, consecuentemente, la paquipleuri-
nistrado diariamente durante 2 meses, segui- tis residual. Una revisión reciente realizada por
do por isoniazida y rifampicina diariamente Matchaba y cols.(76) encuentra que sólo tres de
durante los siguientes cuatro meses(72). Si el diez trabajos cumplían criterios de aleatoriza-
paciente habita en una región con más de un ción, doble ciego, placebo-control. Éstos ana-
4% de resistencias primarias a la isoniazida, lizan los efectos de los corticoides en térmi-
o procede de un área donde se describen nive- nos de control de síntomas, fluido pleural
les altos de microorganismos resistentes, ha residual y paquipleuritis residual. Concluyen
recibido tuberculostáticos previamente, o que hay insuficiente evidencia para definir si
expuesto a pacientes con tuberculosis multi- los esteroides son útiles en la TBpl. Los sínto-
rresistente conocida, el etambutol (15 mg/kg/d) mas de fiebre, dolor pleurítico y disnea se nor-
debe ser añadido hasta que los estudios de malizaron después de la primera semana de
sensibilidad sean conocidos(73). La escasa pre- tratamiento, en los que tomaron corticoides
sencia bacilar en fluido y biopsia pleural, sugie- respecto a los que recibieron placebo, y todos
re su simplificación y el uso de sólo dos dro- los pacientes estaban asintomáticos antes de
gas. La isoniazida y la rifampicina durante seis los catorce días en este estudio. No obstante,
meses han mostrado ser efectivas, tanto en otros no han encontrado diferencias signifi-
pacientes immunocompetentes como en VIH cativas en la mejoría de los síntomas con la
positivos, sin evidencias de recaídas, con segui- administración de corticoides. El fluido pleu-
miento superior a tres años. El 75% presen- ral residual al finalizar el tratamiento fue infe-
tan resolución completa a los seis meses y rior en los que recibían corticoides y la paqui-
prácticamente todos a los 14 meses de ini- pleuritis residual, fue similar en los tres
ciado el tratamiento(74). Durante la fase inicial estudios. Basado en estas experiencias el uso
del tratamiento, algunos pacientes pueden de los corticoides no puede ser recomendado
mostrar un incremento del derrame pleural, de forma rutinaria, y pudiera ser discutible su
sin que ello implique fallo terapéutico. uso en el control y acortamiento del periodo
En general a los pacientes VIH positivos sintomático. Sin embargo, el drenaje tera-
con TBpl, se les recomienda el tratamiento péutico del derrame pleural mejora significa-
estándar, basado en estudios de pacientes co- tivamente los síntomas(4)y, aunque no altera
infectados con tuberculosis pulmonar. No obs- la posibilidad de paquipleuritis residual, su uti-
tante, el tratamiento debe ser prolongado, si lidad parece mas objetiva.

86
DERRAMES PLEURALES INFECCIOSOS. TUBERCULOSIS PLEURAL

Algoritmo de aproximación diagnóstica y terapéutica

Derrame pleural
Presunción clínica de tuberculosis pleural

Toracocentesis
Proteínas (Pl/s), LDH (Pl/s), LDH/s
Fórmula leucocitaria del líquido
ADA
Tinción y cultivo micobacterias

Micobacterias(+) Exudado Biopsia pleural (1)


Presunción clínica TBpl
ADA >35UI Granulomas necrotizantes
Linf/Neutrof>0,75 Tinción/cultivo
<3 criterios
Edad <35 años
Diagnóstico incierto

ADA >35 + 2 criterios


Tuberculosis pleural

Tratamiento (2)
Drenaje en toracocentesis
RMP 600 mg/d/6m
INH 300 mg/d/6m
PZ 1,5-2 g/d/2mm

(1) Biopsia: Con la 1ª toracocentesis si alta presunción de TBpl y no dispone de ADA validado o en 2ª si hay presencia
de exudado sugestivo sin disponibilidad de ADA.
(2) RMP=Rifampicina, INH=Isoniacida, PZ=Pirazinamida.

FIGURA 4. Algoritmo diagnóstico-terapéutico de la tuberculosis pleural.

Un razonable manejo de la TBpl podría ser ciones más frecuentemente descritas. Otras
realizar una toracocentesis terapéutica a la vez como linfomas no Hodgkin, sarcomas y otras
que diagnóstica, especialmente en efusiones malignas pueden presentarse después de pro-
de gran volumen, con la intención de drenar cesos inflamatorios crónicos, y su presenta-
todo el fluido posible e iniciar el tratamiento ción es poco común.
antituberculoso (Fig. 4). La paquipleuritis residual es la complica-
ción más frecuente. Su incidencia varía según
COMPLICACIONES el momento de valoración y el grado de gro-
La paquipleuritis residual, el empiema y la sor. Al finalizar el tratamiento, el 43-50% de
infección de pared torácica son las complica- los pacientes presentan engrosamiento pleu-

87
E. PÉREZ RODRÍGUEZ

ral superior a 2 mm y 20% superior a 10 5. Light RW. Pleural diseases. 4th ed. Philadel-
phia: Lippincott Williams & Wilkins; 2001.
mm(77). El engrosamiento pleural residual se
6. Sahn SA. The pleura. Am Rev Respir Dis 1988;
ha descrito más frecuentemente asociado a:
138:184-234.
baja concentración de glucosa en fluido, bajo
7. Hamm H, Light RW. Parapneumonic effusion
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diferencias significativas. En población con
9. Brook I, Frazier EH. Aerobic and anaerobic
VIH positiva con TBpl, la paquipleuritis resi-
microbiology of empyema. A retrospective
dual se ha descrito inferior al paciente VIH review in two military hospitals. Chest 1993;
negativo(79). No obstante, todos coinciden en 103: 1502-7.
el escaso impacto que en la función pulmonar 10. LeMense GP, Strange C, Sahn SA. Empyema
tiene la paquipleuritis residual, cuando está thoracic: therapeutic management and out-
presente. come. Chest 1995; 107: 1532-7.
El empiema es una complicación inusual, 11. Alfageme I, Munoz F, Peña N, Umbria S. Emp-
habitualmente relacionada con fístulas bron- yema of the thorax in adults: etiology, micro-
biologic findings, and management. Chest
copleurales(80). La respuesta terapéutica, limi- 1993; 103: 839-43.
tada en estos casos por la barrera que el engro- 12. Andrews NC, Parker EF, Shaw RR, Wilson NJm
samiento pleural comporta, hace que la Webb WR. Management of nontuberculous
toracostomía de drenaje(81) o la decorticación empyema. A statement of the subcommit-
pueda ser requerida(82), tras el fracaso de tora- tee on surgery. Am Rev Respir Dis 1962; 85:
cocentesis repetidas, y tratamiento triple 935-6.
durante 24 meses(83). Aislados casos de empie- 13. Strange C, Tomlinson JR, Wilson C, Harley R,
Miller KS, Sahn SA. The histology of experi-
mas necessitatis y participación costal por
mental pleural injury with tetracycline, emp-
vecindad han sido descritos(84), así como fís- yema and carrageenan. Exp Mol Pathol 1989;
tula y absceso de pared torácica, en el trayecto 51: 205-19.
de la toma de biopsia pleural(85). 14. Sahn SA, Reller LB, Taryle DA, Antony VB,
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DERRAMES PLEURALES MALIGNOS
CARCINOMAS
Mercedes Izquierdo Patrón

MESOTELIOMA PLEURAL
Victoria Villena Garrido

AFECTACIÓN PLEURAL EN LOS LINFOMAS


Ignacio M. Sánchez Hernández

DERRAMES PLEURALES PARAMALIGNOS


José Ignacio de Granda Orive

INTRODUCCIÓN dados pleurales son secundarios a maligni-


El derrame pleural maligno (DPM) se defi- dad(3) y es la primera causa etiológica de DPM
ne por la presencia de células malignas en el en pacientes mayores de 60 años. Habitual-
líquido pleural o por su demostración en el mente el DPM-C aparece como complicación
tejido pleural obtenido por diferentes metastásica de un tumor diagnosticado pre-
procedimientos (biopsia percutánea, tora- viamente. En casi la cuarta parte de los
coscopia, toracotomía, autopsia)(1). El DPM pacientes, el derrame es el único signo de
secundario a neoplasias sólidas de estirpe recidiva tumoral y, aunque suele aparecer
epitelial/carcinomas (DPM-C) es la manifes- dentro de los 6 primeros años tras el des-
tación de una enfermedad neoplásica metas- cubrimiento del tumor, se han descrito derra-
tásica, por tanto, en estado muy avanzado mes neoplásicos pasados 23 años del diag-
y se relaciona, generalmente, con una super- nóstico y tratamiento del tumor primario. En
vivencia corta. casi el 50% de los pacientes el derrame pleu-
ral fue el primer signo de cáncer (signo de
INCIDENCIA-EPIDEMIOLOGÍA enfermedad avanzada que empeora el pro-
El DPM es un problema clínico común en nóstico).
pacientes con enfermedad neoplásica. En
series post-mortem el DPM fue encontrado en ETIOLOGÍA
15% de los pacientes que murieron con enfer- Cualquier órgano con afectación carcino-
medad maligna(2). Aunque no hay estudios epi- matosa puede dar DPM-C. En un reciente meta-
demiológicos la incidencia anual de DPM en nálisis, Heffner y cols.(4) encuentran que el cán-
los Estados Unidos se estima que sea mayor cer de pulmón representa el 43% y el cáncer
de 150.000 casos(1) (Tabla 1). de mama el 18%. Tumores menos común-
El DPM es una de las causas mas fre- mente asociados con DPM-C incluyen los de
cuentes de exudado pleural, los estudios han ovario y origen gastrointestinal y urinario, repre-
demostrado que del 42 a al 77% de los exu- sentando menos del 5%. El 5 a 10% de los

95
M. IZQUIERDO PATRÓN

TABLA 1. Incidencia de derrames pleurales malignos en Estados Unidos


% DPM % ED* % tumor primario Incidencia DPM
(todos estadios) (o en autopsia DPM) (revisar citologías)
Pulmón 8-15 20-46 25-52 32000-73000

Mama 2-12 36-65 3-27 15000-28000

Linfoma 7 29-30 12-22 7000- 7500

Otros 29-46 23000-47000

Total 77000-156000
*DPM: derrame pleural maligno; *ED: enfermedad diseminada.

DPM-C, en general adenocarcinomas, el tumor liales en los DPM es variable, se puede obser-
primario no es identificado(5). El mayor por- var gran abundancia de células mesoteliales al
centaje de los DPM-C lo constituye el tipo principio de la evolución de la infiltración pleu-
histológico adenocarcinoma, además la iden- ral, antes de que exista fibrosis e infiltración
tificación de metástasis de carcinoma epi- tumoral manifiesta; y en fases más avanzadas
dermoide queratinizado puede resultar a veces de la metastatización de la pleura, suelen ver-
difícil. se pocas células mesoteliales debido a la fibro-
sis pleural. La fibrosis pleural, que por lo gene-
PATOGÉNESIS ral se observa en la fase más avanzada de la
En la patogenia del DPM-C se han impli- afectación tumoral de la pleura, es responsa-
cado varios factores. Estudios post-mortem ble, por lo menos parcialmente, de las bajas
sugieren que la mayoría de las metástasis pleu- concentraciones de glucosa y del bajo pH de
rales provienen de émbolos tumorales en la algunos DPM-C, así como también de la impo-
superficie pleural visceral, que envían secun- sibilidad de conseguir la obliteración del espa-
dariamente a la pleura parietal(1). Otros posi- cio pleural tras la instilación de agentes escle-
bles mecanismos incluyen: invasión linfática, rosantes. Un DPM-C hemorrágico suele ser el
diseminación hematógena a pleura parietal responsable de la invasión directa de vasos san-
directamente, e invasión directa pleural por el guíneos o bien de la oclusión de vénulas; tam-
tumor por el propio contacto cuando se sitúa bién se ha postulado como posible causa el
en la periferia pulmonar (en carcinoma de pul- aumento de la permeabilidad capilar debida a
món, neoplasias de pared torácica y carcino- sustancias vasoactivas, pero ésta no ha sido
ma de mama). El mecanismo frecuentemente comprobada(6). Las metástasis a distancia de
asociado es la extensión directa del tejido tumo- un tumor implican una serie de pasos, los cua-
ral en la superficie o en la capa subserosa de les son secuenciales(7): inicialmente la célula
la pleura debido a diseminación de los émbo- maligna primaria debe separarse del tumor
los tumorales. La afectación tumoral de la pleu- central; segundo, la célula maligna debe adhe-
ra produce cambios reactivos en el mesotelio rirse y penetrar a través de la pared vascular;
que pueden determinar descamación o engro- tercero debe emigrar a superficie pleural.
samiento de éste y, en ocasiones, acusada fibro- El deterioro del drenaje linfático del espa-
sis pleural. El porcentaje de células mesote- cio pleural es otro mecanismo predominante.

96
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. CARCINOMAS

La pérdida de integridad del sistema linfático sentación, y el DPM es sospechado por la


en cualquier punto situado entre la pleura exploración física o hallazgo radiológico.
parietal y los ganglios linfáticos mediastínicos
puede ocasionar derrame pleural, por su papel DATOS DE LABORATORIO
fundamental en la reabsorción de líquido pleu- El líquido pleural maligno puede ser macros-
ral y proteínas. cópicamente seroso, serohemático o hemático
a simple vista. Aunque la malignidad es una
CLÍNICA causa común de DP sanguinolento, al menos
Las manifestaciones clínicas más frecuen- la mitad no son groseramente hemorrágicos.
temente observadas son los síntomas propios Casi todos los DPM-C son exudados, aunque
de un gran derrame pleural, es decir, disnea pasa inadvertido que un 10% son trasudados(9).
de esfuerzo, dolor torácico y tos seca. La pre- Los DPM-C suelen contener numerosos lin-
sencia y la intensidad de los síntomas depen- focitos morfológicamente normales, en gene-
den del tamaño del derrame y de la función ral del 50 al 70%, pero menos que en la pleu-
pulmonar del enfermo. Signos o síntomas de resía tuberculosa. Aunque no está clara la causa
derrame pleural son evidentes en la mayoría de la linfocitosis, parece tratarse predomi-
de los pacientes cuando el derrame es usual- nantemente de linfocitos T que pueden tener
mente mayor de 500 cc(8). un papel en la defensa local contra la invasión
La disnea es el síntoma más común y ocu- tumoral de la cavidad pleural. Previamente se
rre en más de la mitad de los casos. El meca- creía que la eosinofilia del líquido pleural dis-
nismo causante de la disnea no ha sido cla- minuía la posibilidad de DPM y, aunque la eosi-
ramente dilucidado, parece ser multifactorial, nofilia es frecuente en los derrames hemo-
como se explica en el capítulo de Valoración rrágicos, es inexplicablemente rara en los DPM
Clínica. Una neumonitis obstructiva aguda o con presencia de sangre. Sin embargo, recien-
atelectasia por lesión endobronquial, o una tes publicaciones muestran que la prevalencia
enfermedad maligna infiltrante del parénqui- de malignidad es similar en ambos derrames
ma pulmonar pueden también contribuir a pleurales eosinófilos y no eosinófilos(10). Por
la disnea y la tos. tanto, la eosinofilia en líquido pleural no exclu-
A menudo existe dolor torácico debido a ye malignidad.
afectación de la pleura parietal, las costillas o Aproximadamente un tercio de los DPM-
la pared torácica. El dolor torácico, común- C tienen pH menor que 7,30 en la presenta-
mente visto en mesotelioma, es típicamente ción inicial; este bajo pH es asociado con nive-
localizado en el lado del derrame pleural. Es les de glucosa menores que 60 mg/dl (con
rara la hipersensibilidad de la pared torácica glucosa sérica normal o un cociente glucosa
ipsilateral, y el roce pleural. líquido pleural/plasma<0,5). La causa de
En una tercera parte de los pacientes, la ambos procesos parece ser un incremento de
enfermedad se manifiesta por pérdida de peso, masa tumoral en el espacio pleural compara-
astenia y linfadenopatías dado que la afecta- do con aquellos con un más alto pH en líqui-
ción pleural maligna es indicativa de enfer- do pleural(11). DPM-C con más bajo pH y glu-
medad muy avanzada, los pacientes suelen cosa han mostrado más alta sensibilidad
presentar síndrome constitucional. diagnóstica en el examen citológico inicial,
Síntomas adicionales pueden ser relacio- con peor supervivencia y peor respuesta a
nados a condiciones específicas. Una historia la pleurodesis. Sin embargo, otros investiga-
de hemoptisis en la presencia de DPM-C es alta- dores no encuentran esta asociación. Por tan-
mente sugestiva de carcinoma broncógeno. to, el pH en líquido pleural en DPM-C no será
No obstante, un 25% de pacientes se usado como factor aislado para toma de deci-
hallan asintomáticos en el momento de la pre- siones apropiadas.

97
M. IZQUIERDO PATRÓN

Niveles elevados de amilasa en líquido pleu- La ecografía añade la posibilidad de iden-


ral (isotipo saliva), en ausencia de rotura eso- tificar lesiones pleurales en pacientes con
fágica, incrementa la posibilidad DPM, más malignidad y puede ayudar en dirigir toraco-
comúnmente adenocarcinoma del pulmón, y centesis en pacientes con pequeño derrame y
en segundo lugar adenocarcinoma de ovario. obviar complicaciones de la toracocentesis.
Sólo un total del 10-14% de los DPM-C tienen La TAC en pacientes con malignidad pue-
concentración elevada de amilasa isotipo sali- de identificar derrames pleurales pequeños no
va, por ello no se justifica su determinación reconocidos previamente, y aportar informa-
rutinariamente en la sospecha de DPM(12). ción adicional sobre afectación del parénqui-
La determinación de marcadores tumora- ma pulmonar o mediastino.
les ha sido propuesta como ayuda u orienta- El papel de la resonancia magnética nucle-
ción diagnóstica (ejemplos, CEA, NSE), pero ar en DPM parece limitado, pero puede ayu-
aisladamente no tienen valor diagnóstico. dar a evaluar la extensión de invasión de la
pared torácica por el tumor(14).
TÉCNICAS DE IMAGEN Hay poca información sobre la utilización
El DPM-C no presenta signos específicos. de la tomografía de emisión de positrones en
En alrededor de las tres cuartas partes de los DPM-C, aunque parece aportar ayuda en eva-
pacientes que se presentan con afectación car- luar la extensión de enfermedad en mesote-
cinomatosa de la pleura, el DPM-C es mode- lioma maligno(15).
rado y grande, con volúmenes que oscilan
entre 500 y 2.000 ml de líquido(8). En aproxi- DIAGNÓSTICO
madamente el 15% los derrames son meno- El diagnóstico de DPM-C se establece por
res de 500 ml, y serán relativamente asinto- la demostración de células malignas en el líqui-
máticos. Mientras que sólo el 10% tienen do pleural o el tejido pleural. La sensibilidad
derrame pleural masivo (opacificación com- diagnóstica depende de factores como la exten-
pleta de un hemitórax). La malignidad es la sión de la enfermedad y la naturaleza de la
causa más común de DPM-C masivo (el 70% malignidad primaria.
de los pacientes con derrame pleural masi- La citología pleural es la prueba menos inva-
vo tienen una neoplasia)(13). El derrame pleu- siva para el diagnóstico de DPM-C; es una prue-
ral de gran volumen que no desplaza medias- ba diagnóstica más sensible que la biopsia pleu-
tino contralateralmente casi siempre es ral; ambas pruebas son complementarias, y
maligno de mal pronóstico. En este supuesto una de ellas puede ser positiva mientras que
se deben considerar las siguientes opciones: la otra sea negativa (estudios han mostrado
carcinoma del bronquio principal ipsilateral que del 7-12% de pacientes con DPM pueden
al derrame con atelectasia secundaria; fija- ser diagnosticados por biopsia pleural cuan-
ción del mediastino por ganglios linfáticos do la citología es negativa), aumentando la sen-
malignos; mesotelioma maligno; infiltracion sibilidad diagnóstica con la combinación de
tumoral extensa del pulmón ipsilateral que en ambas. La sensibilidad diagnóstica de la cito-
Rx tórax simula gran derrame pleural. logía del líquido pleural muestra gran variación
Cuando el tumor primario se encuentra en (62 al 90%) y para biopsia pleural percutánea
cualquier otra localización distinta del pulmón varía del 40 al 75%(16). El empleo de ambos
(con la posible excepción del carcinoma de procedimientos en el mismo enfermo incre-
mama), no existe, al parecer, un predominio menta la sensibilidad hasta el 73%. La menor
ipsilateral, siendo comunes los derrames bila- sensibilidad de la biopsia pleural se debe a
terales. El hallazgo de derrames pleurales bila- varios factores: estadio precoz con mínima afec-
terales y un corazón de tamaño normal sue- tación pleural, distribución del tumor en áreas
le ser etiología maligna. no tomadas durante la biopsia ciega, de la difi-

98
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. CARCINOMAS

cultad en la obtención de muestras bien por la


técnica usada y/o experiencia del operador para Biopsia pleural Citología Toracoscopia
obtener la biopsia. Con cada procedimiento cerrada pleural
diagnóstico de biopsia pleural se debe acom-
44 62 95
pañar un estudio citológico. Un segundo exa-
men citológico y una nueva biopsia pleural pue-
den ser diagnósticos, alcanzando mayor 74 96
rentabilidad; deben realizarse cuando las pri-
meras pruebas han sido negativas y se man- 97
tiene un alto nivel de sospecha de malignidad.
FIGURA 1. Derrame pleural maligno: sensibilidad
No está claro si el volumen de líquido pleural de diferentes métodos diagnósticos.
remitido al anatomopatólogo afecta al campo
diagnóstico. DPM-C con más bajo pH y gluco-
sa ha mostrado más alta sensibilidad diagnós- mediastínica y diafragmática, y más tarde pro-
tica en el examen citológico inicial. Hacer un gresa cefálicamente a lo largo de la pleura
tercer intento de biopsia al principio de la eva- parietal costal, otra ventaja de la toracoscopia
luación no suele ser de utilidad, pero puede ser médica en DPM-C es la toma posible de biop-
diagnóstico varias semanas después. En algu- sias de pleura visceral y diafragmática bajo
nos pacientes con DP, donde persiste alta sos- visión directa. La sensibilidad de la toracos-
pecha de malignidad, y no puede establecerse copia médica es más alta que la de la citolo-
el diagnóstico después de exámenes citológi- gía y biopsia pleural percutánea juntas. Tras
cos y biopsias pleurales repetidas, se ha de pen- toracoscopia menos del 10% de los derrames
sar entonces en la posibilidad de toracoscopia pleurales quedan sin diagnóstico, mientras que
y biopsia a cielo abierto. con citología y biopsia cerrada más del 20%
La indicación de toracoscopia está en fun- permanecen sin diagnóstico (Fig. 1). En los
ción de la relación riesgo-beneficio esperado procesos en que la toracoscopia médica no es
depende de la edad, función respiratoria, enfer- posible o no existe diagnóstico tras ella, pue-
medad concomitantes, previa estimación clí- den ser indicadas la cirugía videoasistida o
nica de probabilidad diagnóstica. La prueba toracotomia exploradora. Pero la toracotomía
diagnóstica más sensible es la toracoscopia causa alta morbibidad, en raras ocasiones mor-
médica o videotoracoscopia quirúrgica, casi talidad, y prolonga el tiempo de hospitaliza-
100% en manos expertas, incluso en estadios ción; por tanto, valorar riesgo/beneficio.
precoces de la enfermedad pleural(17); razones Cuando no se ha alcanzado un diagnósti-
de falsos negativos incluyen operador inex- co, y se han descartado otras alternativas diag-
perto, examen incompleto de la superficie pleu- nósticas, un enfoque optativo consiste en espe-
ral por adhesiones, o muestra insuficiente o rar y repetir los estudios, pues los DPM no se
no representativa. La toracoscopia presenta resuelven espontáneamente, por el contrario,
alta sensibilidad diagnóstica, similar para todo incrementan y elevan la sospecha de malig-
tipo de DPM-C (80-97%). La toracoscopia pue- nidad. Además, el fracaso en la identificación
de ser útil además para ayudar a determinar del carácter maligno de un DPM por espacio
si el derrame pleural en carcinoma broncóge- de unas semanas rara vez representa un pre-
no es maligno o paramaligno, y obviar la tora- juicio para el paciente que tiene un cáncer incu-
cotomía para estadiar el tumor. Cantó y cols.(18) rable y ampliamente diseminado. Las excep-
demuestran que la sensibilidad diagnóstica de ciones a estas generalidades son los cánceres
malignidad está asociada con el tamaño del que responden al tratamiento. Entre éstos se
derrame pleural. Dado que las metástasis pleu- incluyen el cáncer de mama, próstata, germi-
rales son establecidas inicialmente en pleura nal, tiroides, célula pequeñas, linfomas. Se ha

99
M. IZQUIERDO PATRÓN

de tener cuidado en no pasar por alto estas 2,3 meses y el cáncer de ovario de 3,6 meses.
neoplasias antes de instaurar un período de Aquellos con cáncer de mama tienen una
espera vigilante. supervivencia media de 5 meses.
La fibrobroncoscopia está indicada cuan-
do lesiones endobronquiales son sospechadas TRATAMIENTO
por hemoptisis, atelectasia, derrame pleural Los objetivos básicos del tratamiento del
grande que no desvía el mediastino o previa DPM-C son por un lado aliviar síntomas (fun-
a pleurodesis para descartar obstrucción endo- damentalmente la disnea y dolor torácico) y,
bronquial, pero no está indicada de rutina en por otro, que esta paliación sintomática sea
derrames pleurales no diagnosticados, por su duradera (prevención de recurrencias en derra-
baja rentabilidad(19). me pleural sintomático) y con las mínimas
Por el momento la determinación de mar- molestias para el paciente (imitar la hospitali-
cadores tumorales no tiene valor diagnóstico, zación en el tiempo, evitar complicaciones).
valores normales no la descartan y valores muy El tratamiento óptimo disponible se con-
elevados pueden indicar la sospecha de proce- sidera en función de varios factores evalua-
so maligno. Otros procederes como la inmu- dos: origen primario del tumor y valorar
nohistoquímica con anticuerpos monoclonales situación global del paciente (estado gene-
o marcadores tumorales o análisis de los cro- ral, síntomas, expectativas de supervivencia,
mosomas, han sido propuestos para aumentar existencia de metástasis en otras localiza-
la rentabilidad diagnóstica, pero por su relativa ciones).
bajas sensibilidad y especificidad, no pueden El manejo de un DPM varía desde la sim-
ser relegados para el diagnóstico definitivo, ade- ple observación (no invasivo) en pacientes asin-
más son caros y no siempre están disponibles. tomáticos hasta la pleurectomía parietal con
En algunos casos diferenciar entre célula meso- o sin decorticación (más invasivo). Opciones
telial reactiva, mesotelioma y adenocarcinoma intermedias incluyen desde tratamiento sis-
puede ser problemático. Marcadores tumora- témico (quimioterapia, radioterapia) a trata-
les o Ac monoclonales tales como CEA, Leu-1, miento local (toracocentesis terapéuticas/eva-
mucina y BER-EP4 pueden ser de ayuda en esta- cuadoras mediante diferentes sistemas,
blecer el diagnóstico, ser frecuentemente posi- pleurodesis química, abrasión pleural por tora-
tivos en adenocarcinomas (50 a 90%), pero coscopia) (Fig. 2).
raramente visto con célula mesotelial o meso-
telioma (0-10%)(20). La identificación de DNA Tratamiento sistémico
aneuploide por flujo-citometría puede añadir a 1. Quimioterapia sistémica
la citología rutinaria detectar falsos negativos En general, la quimioterapia sistémica
en el screening citológico inicial. resulta decepcionante en el control de los DPM-
C. No obstante, algunos enfermos con cáncer
PRONÓSTICO de mama o pulmón tipo célula pequeña, prós-
El DPM-C es un signo de enfermedad tata, ovario, tiroides, y germinal pueden ser
extendida, y generalmente con pronóstico omi- quimiosensibles y tener una excelente res-
noso. DPM-C con más bajo pH y glucosa han puesta a la quimioterapia. Por tanto, se debe
mostrado peor supervivencia y respuesta al iniciar, si no existe contraindicación; y se pue-
tratamiento con pleurodesis. de combinar con tratamiento local si es inefec-
Heffner(4), en su trabajo, describe supervi- tiva o inapropiada.
vencias del 80% al mes, 54% a los 3 meses, 2. Radioterapia mediastínica
31% a los 6 meses, y 13% al año. El cáncer Como norma, la radiación del hemitórax
de pulmón tiene una mediana de superviven- está contraindicada en los DPM por carcino-
cia de 3 meses, el cáncer gastrointestinal de ma de pulmón, debido a que los posibles efec-

100
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. CARCINOMAS

Derrame pleural maligno

Tumor quimiosensible y quimioterapia indicada

Sí No

Quimioterapia Estado general

Sin derrame Con derrame Aceptable Malo

¿Pulmón atrapado? T. evacuadora

No Sí

Drenaje y pleurodesis Derivación o pleurectomía

Recidiva

Nuevo drenaje y pleurodesis

Observación Recidiva

FIGURA 2. Algoritmo terapéutico del derrame pleural maligno.

tos adversos de la neumonitis por radiación Tratamiento local paliativo


pesan más que los posibles beneficios del tra- Los pacientes asintomáticos no requieren
tamiento; no obstante, cuando existe predo- tratamiento local: la mayoría de ellos des-
minio de la afectación de los ganglios medias- arrollarán derrames pleurales progresivos que
tínicos, la radioterapia puede ser de utilidad producirán síntomas y exigirán tratamiento,
en pacientes con carcinoma de células peque- pero algunos alcanzarán una fase estaciona-
ña, y linfomas. Si la terapia sistémica es inefec- ria de equilibrio entre formación y reabsorción
tiva o inapropiada, la terapia local debe ser de líquido pleural y no progresarán al estado
considerada. sintomático, no requiriendo tratamiento local.

101
M. IZQUIERDO PATRÓN

Técnicas evacuadoras Una de las principales características del


1. Toracocentesis repetidas manuales DPM es la recidiva. Por ello a lo largo de los
La toracocentesis terapéutica será realiza- años se han probado numerosas modalidades
da en todo paciente disneico con DPM para terapéuticas para intentar su control. Muchas
determinar su efecto en alivio y porcentaje de de ellas intentan crear una sínfisis pleural o
recurrencia. Rápida recurrencia indica la nece- pleurodesis, que se define como aquella acción
sidad de tratamiento inmediato. Después de sobre la cavidad pleural que trae como con-
toracocentesis terapéutica, parece existir un secuencia la fusión permanente de las pleuras
decalaje en la reexpansión pulmonar, con o sin parietal y visceral obtenidas por diversos méto-
la coexistencia de edema pulmonar mínimo. El dos y agentes con vistas a evitar la recurren-
volumen de líquido que puede ser seguro remo- cia de los derrames pleurales: la pleurodesis
vido de la cavidad pleural durante una toraco- química intrapleural (en capítulos posteriores
centesis terapéutica es desconocido. Idealmente, serán comentadas sus indicaciones/contrain-
monitorizar la presión pleural durante el pro- dicaciones, evaluadas su eficacia y seguridad
ceder determinaría el volumen; si la presión con diferentes agentes esclerosantes, así como
pleural no decrece de 20 cm de agua, el líqui- las complicaciones y factores predictores de
do removido usualmente puede ser continua- éxito/fallo, etc.).
do con seguridad(21). Como la mayoría de los En pacientes debilitados en los que se
clínicos no miden presiones pleurales durante espera una corta supervivencia en virtud del
la toracocentesis terapéutica, se recomienda estado general, extensión de la enfermemdad
extraer sólo 1-1,5 l en una vez, mientras no des- y las caraterísticas bioquímicas del líquido
arrolle disnea, dolor torácico, o tos severa. En pleural, a menudo es preferible la toracocen-
derrame pleural grande con desviación medias- tesis terapéutica periódica de forma ambu-
tínica vaciar varios litros de líquido pleural es latoria que la hospitalización para toracostomía
seguro si no desarrolla síntomas durante el pro- con tubo e instilacion de agentes esclerosan-
ceso. El edema pulmonar ex vacuo puede ocu- tes.
rrir sin necesidad de relacionarse de forma abso- 3. Derivación pleuroperitoneal
luta con el nivel de presión negativa pleural, y Es una técnica segura y efectiva en manos
se cree que es debido a un incremento de per- expertas, con paliación eficaz en el 80-90%
meabilidad capilar por injuria al estiramiento de los casos, fundamentalmente con pulmón
vascular durante la reexpansión (stretching) o atrapado(22).
por isquemia de reperfusión. – Indicaciones: fracaso de la pleurodesis
Si la disnea no es aliviada por toracocente- química, pulmón atrapado por paquipleuritis,
sis, otras causas serán investigadas, tales como atelectasia pulmonar por obstrucción bron-
linfangitis carcinomatosa, atelectasia, émbolo quial tumoral, DPM en cavidad de neumo-
tumoral o pulmonar, pulmón atrapado. nectomía, quilotórax.
2. Drenaje mediante tubo/catéter fino torá- – Contraindicaciones: coexistencia de asci-
cico, reservorio subcutáneo, toracoscopia tis, contaminación bacteriana del líquido pleu-
En pacientes disneicos con gran derrame ral, obesidad del paciente (infrecuente) por mal
y desviación mediastínica contralateral, se pue- funcionamiento, mala colaboración o incapa-
de elegir insertar un drenaje torácico directa- cidad del paciente para el bombeo, cirugía abdo-
mente e intento de pleurodesis química pos- minal previa, probabilidad de supervivenica pro-
terior. Quizás el método más efectivo sea el longada por posibilidad de implantes tumorales
catéter/reservorio subcutáneo. Entre tubo torá- peritoneales (más teórico que práctico).
cico o toracoscopia no está claro si produce – Complicaciones (15%): obstrucción del
mejores resultados la toracoscopia que el tubo, sistema (se desconoce si existe más riesgo para
pero sí es más cara. ocluirse después otro nuevo shunt), erosión e

102
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. CARCINOMAS

infección de piel, y a veces requiere anestesia durante el curso de la enfermedad. Ocurren


general. con todos los tipos histológicos, más fre-
No existen estudios controlados que com- cuentemente con adenocarcinomas, pues es
paren ambas técnicas, derivación pleurope- el tipo celular que más a menudo afecta a la
ritoneal y pleurodesis química. pleura debido a su localización periférica y
diseminación por contigüidad. Cuando el car-
Cirugía cinoma de pulmón metastatiza en la pleura,
La cirugía es virtualmente siempre efecti- tienden a estar implicadas tanto la superficie
va pues oblitera el espacio pleural, pero es una pleural visceral como la parietal. Rara vez es
intervención asociada a considerable morbili- la superficie visceral, y casi nunca la parietal,
dad y a un índice de mortalidad de hasta el el único foco de metástasis. La afectación
12%, y además los resultados no son supe- parietal en el carcinoma de pulmón es, pro-
riores a los de pleurodesis sola, por tanto se bablemente, una consecuencia de la disemi-
reserva para pacientes con buen estado gene- nación neoplásica hacia la cavidad pleural de
ral y con razonable expectativa de vida > 6 focos de la pleura visceral que se diseminan
meses, en el pulmón aprisionado que ha falla- a través de adherencias pleurales preexisten-
do a la pleurodesis quimica, o DPM que es tes o secundarias al proceso maligno. La pato-
encontrado durante la toracotomía para resec- genia de la metástasis pleural finaliza en el
ción de un tumor intratorácico(23). Las dife- carcinoma de pulmón con la invasión y la
rentes técnicas son: decorticación quirúrgica embolización de la arteria pulmonar; el tipo
o pleurectomía parietal o pleuroneumonecto- histológico del carcinoma de pulmón no pare-
mía por videotoracoscopia. ce determinar la tendencia a la invasión de la
arteria pulmonar. Las metástasis pleurales
Posibilidades futuras (en bilaterales del carcinoma broncógeno están
experimentación): terapia intrapleural casi siempre asociadas a afectación hepáti-
Para obtener actividad anticancerosa ca e invasión parenquimatosa del pulmón con-
máxima con mínimos efectos colaterales sis- tralateral. En el carcinoma de pulmón es habi-
témicos, es requerida una alta concentración tual observar un derrame pleural unilateral.
intrapleural. Para ello proponen drogas citos- La presencia de DPM-C típicamente señala
táticas en microesferas, o inmunomodulado- enfermedad en estado avanzado, inopera-
res (citoquinas activas pueden ser instiladas ble que descarta la cirugía y, por tanto está
IL-2, interferón B, IFG, interleucinas), colas asociado con pobre pronóstico. Los carcino-
biológicas o incluso terapia génica. No está mas de pulmón tienden a tener un tiempo de
claro si las respuestas obtenidas son debi- supervivencia de sólo unos meses desde el
das a actividad esclerosante intrínseca, o a su momento en que se diagnostica el derrame
vez a un efecto inmunológico. Quizás resul- maligno. Sin embargo, en el derrame pleural
tados de fase II están inconclusos porque la paramaligno, definido por no demostración
mayoría de ellos se basan en Rx de tórax o de células malignas en la cavidad pleural y
examen citológico del líquido pleural, hay sí diagnóstico alternativo tras exploraciones
pocos estudios usando endoscopio para el adicionales, el pronóstico es comparable a
estadiaje de malignidad(24). aquellos en el mismo estadio sin DPM-C. El
tratamiento es meramente paliativo en DPM-
DPM EN ENFERMEDADES ESPECÍFICAS C no célula pequeña, y en oat cell la quimio-
– Carcinoma de pulmón. El carcinoma de terapia sistémica es el tratamiento de elec-
pulmón es la causa más frecuente de DPM- ción, donde el DPM-C frecuentemente se
C en el varón. Se observa en 7-15% de todos resuelve sin la necesidad de tratamientos palia-
los carcinomas broncógenos en algún tiempo tivos locales, siendo indicados sólo cuando la

103
M. IZQUIERDO PATRÓN

quimioterapia está contraindicada o ha sido sibilidad de los exámenes citológicos en DPM-


inefectiva. Los progresos en el carcinoma de C es usualmente más alto que con otros tumo-
célula pequeña en quimioterapia mejora los res, así que la biopsia pleural o toracoscopia
tiempos de supervivencia y pronóstico res- médica es raramente indicada. En los pacien-
pecto al carcinoma no célula pequeña con tes con carcinoma de mama, la obtención de
afectacion pleural. En pacientes con pH y glu- datos cuantitativos respecto de los receptores
cosa bajos el tiempo de superviviencia es estrógenos y progestágenos en el tejido pleu-
menor (2,5), respecto al pH y glucosa nor- ral maligno puede ser una valiosa fuente de
males (1-1,5). información en relación con la respuesta
– Carcinoma de mama. El carcinoma de potencial al tratamiento hormonal; así recep-
mama es la segunda causa de DPM-C. Sobre tores positivos predicen una buena respues-
el 7-11% de pacientes con carcinoma de ta a la manipulación hormonal.
mama desarrollan DPM-C durante el curso de La supervivencia media después de la apa-
la enfermedad. En el 43% el DPM-C es la pri- rición de DPM en una serie de 105 casos fue
mera manifestación de enfermedad metas- de 13 meses (0-72 meses), sin tener en con-
tásica, el tiempo desde el inicio del diagnós- sideración ni las diferentes modalidades de
tico hasta el desarrollo de derrame pleural tratamiento ni otros factores. Tiempos de
media es de 41,5 mes (0-246 meses). La pato- supervivencia deben ser relacionados con la
génesis de envolvimiento pleural en el carci- presencia de manifestaciones metastásicas
noma de mama es a través de los linfáticos adicionales; en otro estudio la mediana de
(que suele producir afectación unilateral) o supervivencia de los pacientes con derrame
hematógena a partir de metástasis hepáti- pleural como única evidencia de malignidad
cas (puede producir enfermedad bilateral o recurrente (10 casos) fue de 48 meses, mien-
contralateral), además de la rara invasión tras que la mediana de supervivencia de aque-
directa a través de la pared torácica. Según llos con evidencia de otros sitios de enfer-
series varía el porcentaje de afectación pleu- medad diseminada (n=35) fue sólo de 12
ral, pero predomina la afectación ipsilateral, meses. El carcinoma de mama sobrevive más
en segundo lugar contralateral, y un 10% bila- tiempo que otros tumores epiteliales, meses
teral. En el diagnóstico diferencial de derra- a años, dependiendo de la respuesta a qui-
me pleural en un paciente con carcinoma de mioterapia/hormonoterapia. Las recomenda-
mama es importante excluir aquellos causa- ciones del tratamiento de DPM-C con carci-
dos por radioterapia postcirugía, que usual- noma de mama difiere de otros tipos de
mente ocurren durante los 6 primeros meses tumores. La quimioterapia con agentes cito-
y son comúnmente acompañados por neu- tóxicos y/u hormonas puede ser efectiva. Si
monitis de radiación; usualmente resuelven éstos no resuelven los síntomas, el tratamiento
espontáneamente sobre varios meses. La sen- paliativo local debe ser considerado.

104
MESOTELIOMA PLEURAL

INTRODUCCIÓN pero el mecanismo exacto de producción de


El mesotelioma pleural (MP) es un tumor MP no se conoce. Clásicamente las profesio-
derivado de las células mesoteliales. Su inci- nes más relacionadas han sido los trabajado-
dencia está aumentando en los últimos años res en minas de asbesto, en astilleros o en
en la mayoría de los países de Europa o en materiales o fibras aislantes. Sin embargo,
Estados Unidos. Peto y cols. calcularon, en dadas las medidas de protección y disminu-
base a las importaciones de asbesto, que en ción de la utilización de este material, en los
Europa occidental se producirá un pico de últimos años es más frecuente en trabajado-
incidencia hacia el año 2018, y posterior- res de la construcción, incluyendo plombistas,
mente disminuirá, pero las predicciones des- electricistas o carpinteros. El tiempo de laten-
pués de dicha fecha no están firmemente cia suele ser de 40 años (rango, 15-67 años).
establecidas(1). En España no existen minas Sin embargo, no todos los sujetos en contac-
de amianto y, teniendo en cuenta que las to con el asbesto desarrollan MP, por lo que
importaciones de este mineral llegaron a su debe haber otros factores importantes en ello.
máximo en la década de los 70(2), es proba- El MP se ha vinculado con el virus SV40,
ble que la incidencia de MP se incremente en que induce tumores en hamsters, transforma
los próximos años. En Barcelona, entre 1983 en tumorales las células humanas in vitro, y
y 1990, la tasa de mortalidad por 100.000 se ha encontrado en células de MP humano
habitantes fue de 0,83 para varones y de 0,47 en algunos países(5), relacionándose etiológica
para mujeres(3). y pronósticamente con él. Además se ha impli-
cado la radioterapia previa, y el contacto con
ETIOPATOGENIA erionita, un mineral existente en altas con-
En la patogenia del MP se han implicado centraciones en una región de Capadocia (Tur-
varios factores(4). El asbesto es una familia quía), así como factores genéticos(6).
mineral clásicamente relacionada con este
tumor, y se han descrito antecedentes de con- HISTOLOGÍA
tacto al mismo hasta en el 80-90% de los El MP es un tumor que produce engrosa-
pacientes con MP. Las fibras de asbesto se cla- miento pleural progresivo, frecuentemente en
sifican en dos grupos mayores: la serpentina, forma de nódulos o masas pleurales. En su pro-
representada por la crisolita, la más utilizada, gresión puede afectar al diafragma, al híga-
y cuya carcinogenicidad está debatida, y los do, al pericardio, al pulmón contralateral y a
anfiboles, que incluyen la crocidolita (la más otras estructuras mediastínicas o abdomina-
carcinogenética), la amosita, antofilita y tre- les. En series de autopsia se encuentran metás-
molita. Las fibras cortas de asbesto pueden ser tasis en el 30-50% de los pacientes(7). Los prin-
eliminadas por los macrófagos alveolares o cipales tipos histológicos son epitelial,
transportadas por el epitelio mucociliar has- sarcomatoso y bifásico o mixto. Las células epi-
ta la tráquea. Sin embargo, las fibras más lar- teliales frecuentemente son cuboides, y de
gas no pueden ser fagocitadas, y pueden alcan- tamaño uniforme, con un núcleo vesicular. Las
zar la pleura vía linfática, o directamente, células sarcomatosas son fusiformes, y recuer-
produciendo fibrosis, placas pleurales, derra- dan otros sarcomas. Los tumores epiteliales
me pleural (DP) o MP. Estas fibras producen pueden adoptar disposición papilar, tubular,
cambios en el DNA, con roturas y delecciones, tubulopapilar, acordonada y en sábana.

105
M.V. VILLENA GARRIDO

MANIFESTACIONES CLÍNICAS sensibilidad superior a 0,9, pero en algunos


Y RADIOLÓGICAS pacientes incluso la toracotomía no aporta el
El MP es más frecuente en varones entre diagnóstico, que se demuestra durante la evo-
40 y 70 años. Suele cursar con dolor torácico lución posterior.
difuso, habitualmente sordo y ocasionalmen- El líquido pleural es un exudado, que en el
te pleurítico, que a veces se localiza inicial- 50% de los casos tiene glucosa inferior a 50
mente en el hombro o abdomen superior. Es mg/dl y pH menor de 7,20(10). En ocasiones
también frecuente la disnea, que en fases pre- tiene altas concentraciones de hialurato, lo que
coces es habitualmente secundaria al DP, y se ha propuesto como parámetro diagnóstico
posteriormente es por la restricción pulmonar y relacionado con el pronóstico(11).
secundaria al engrosamiento pleural severo.
En algunos pacientes puede haber febrícula ESTADIFICACIÓN
mantenida. Con la progresión de la enferme- Para conocer la extensión del MP habi-
dad puede afectarse el pericardio, con tapo- tualmente es útil la TC, que puede mostrar
namiento cardiaco, producirse síndrome de nódulos pulmonares, o la afectación de la
vena cava superior, afectación pleural bilate- pared torácica, el diafragma o estructuras abdo-
ral y puede haber pérdida de peso, disnea y minales. La RMN presenta mayor utilidad clí-
dolor importantes. Los síntomas clínicos de nica, aunque ofrece mejor información que la
las metástasis no son frecuentes. En algunos TC en la valoración de la fascia endotorácica
pacientes se desarrollan acropaquías o ane- o el diafragma. La PET puede ser útil para
mia hemolítica Coombs positiva. visualizar las adenopatías mediastínicas, pero
Radiológicamente al principio de la enfer- probablemente sea necesario realizar medias-
medad más de dos tercios de los pacientes tinoscopia si el paciente es considerado can-
presentan DP. Cuando progresa se produce didato para el tratamiento quirúrgico.
engrosamiento pleural difuso, frecuentemen- Se han propuesto varios sistemas de esta-
te en forma de masas, con disminución de dificación del MP, algunos de los cuales se
tamaño del hemitórax. La tomografía axial muestran en la tabla 2. El de Sugarbaker(12) o
computarizada (TC) suele mostrar un engro- el de la UICC han presentado utilidad pronós-
samiento pleural nodular con predominio en tica en algunos estudios(13).
las bases, con o sin DP(8). En estadios avanza-
dos produce un engrosamiento pleural cir- PRONÓSTICO
cunferencial, que puede invadir las estructu- Los estudios de pronóstico están dificul-
ras cercanas como el mediastino o la pared tados por la escasa incidencia de este tumor.
torácica. La resonancia magnética nuclear La mediana de supervivencia oscila entre 4 y
(RMN) muestra imágenes equivalentes. La 10 meses en la mayoría de los estudios, con
tomografía de emisión de positrones (PET) una supervivencia al año del 35%. Los fac-
ofrece menor resolución espacial pero puede tores más frecuentemente relacionados con
ser de utilidad en la valoración de las adeno- la supervivencia son el tipo histológico, per-
patías mediastínicas. formance status, edad, sexo, pérdida de peso,
dolor torácico, la leucocitosis, o la tromboci-
DIAGNÓSTICO tosis, En los últimos años se han publicado
El diagnóstico del MP es histológico. La tres estudios con 337, 204 y 142 pacientes
citología pleural presenta una sensibilidad de respectivamente(14-16). En el análisis multiva-
alrededor de 0,25. La biopsia pleural ciega ofre- riante predecían una menor supervivencia la
ce habitualmente el diagnóstico en menos del afectación pleural, una LDH superior a 500
50%, aunque la inmunohistoquímica puede UI/ml, un performance status bajo, tromboci-
ser de utilidad(9). La toracoscopia presenta una tosis, una histología no epitelial y una edad

106
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. MESOTELIOMA PLEURAL

TABLA 2. Estadificación del MP


Clasificación de Sugarbaker revisada (1999)
Estadio Definición
I Enfermedad completamente resecada dentro de la cápsula de la pleura parietal sin ade-
nopatías: pleura ipsilateral, pulmón, pericardio, diafragma, o pared torácica limitada
a los sitios de biopsia previa
II Todos los estadios I con márgenes de resección positivos y/o adenopatías intrapleurales
III Extensión local a la pared torácica o mediastino: corazón, o a través del diafragma, peri-
toneo o con afectación ganglionar extrapleural
IV Metástasis a distancia

Clasificación de la UICC (Union Internationale Contre le Cancer)


T: Tumor primario y extensión
Tx: El tumor primario no puede ser valorado
T0: Sin evidencia de tumor primario
T1: Tumor primario limitado a la pleura ipsilateral parietal y/o pleura visceral
T2: El tumor invade cualquiera de las siguientes estructuras: pulmón ipsilateral, fascia endotoráci-
ca, diafragma, pericardio
T3: El tumor invade cualquiera de las siguientes estructuras: músculo de la pared torácica homola-
teral, costillas, órganos mediastínicos o tejidos
T4: El tumor invade cualquiera de las siguientes estructuras: pleural contralateral o pulmón por exten-
sión directa, peritoneo u órganos abdominales por extensión directa, tejido cervical
N: Ganglios linfáticos
Nx: Las adenopatías regionales no pueden ser valoradas
N0: Sin metástasis en ganglios linfáticos regionales
N1: Metástasis en ganglios ipsilaterales broncopulmonares o hiliares
N2: Metástasis en ganglios mediastínicos homolaterales
N3: Metástasis en mediastino contralateral, mamaria interna, ganglios supraclaviculares o escalenos.
M: Metástasis
Mx: Sin se puede valorar la presencia de metástasis a distancia
M0: Sin metástasis a distancia
M1: Metástasis a distancia
Estadio I: T1 N0 M0; T2 N0 M0
Estadio II: T1 N1 M0; T2 N1 M0
Estadio III: T3 N0 M0; T3 N1 M0; T1-3 N2 M0
Estadio IV; cualquier T N3 M0; T4 cualquier N M0; Cualquier T cualquier N M1

107
M.V. VILLENA GARRIDO

TABLA 2. Estadificación del MP (continuación)


Clasificación del International Mesothelioma Interest Group
T1 T1a Tumor limitado a la pleura parietal ipsilateral, incluyendo la pleura diafragmática
y mediastínica; no afectación de la pleura visceral
T1b Tumor afectando a la pleura parietal ipsilateral, incluyendo la pleura mediastínica
y diafragmática, con escasos focos de tumor afectando a la pleura visceral
T2 Tumor afectando a cada una de las superficies pleurales ipsilaterales (pleura parietal,
mediastínica, diafragmática y visceral) con al menos una de las siguientes caracterís-
ticas:
Afectación del músculo diafragmático
Tumor confluente en la pleura visceral (incluyendo las cisuras), o extensión del
tumor de la pleura visceral al parénquima pulmonar subyacente
T3 Describe un tumor localmente avanzado pero potencialmente resecable. Tumor afec-
tando a todas las superficies pleurales ipsilaterales (pleura parietal, mediastínica, dia-
fragmática y visceral) con al menos alguna de las siguientes características:
Afectación de la fascia endotorácica
Extensión a la grasa mediastínica
Focos solitarios, completamente resecables, de tumor extendiéndose a los tejidos
blandos de la pared torácica
Afectación no transmural del pericardio
T4 Describe un tumor localmente avanzado, técnicamente irresecable. Tumor afectando
todas las superficies pleurales ipsilaterales (parietal, mediastínica, diafragmática y vis-
ceral) con al menos alguna de las siguientes características:
Extensión difusa de masas multifocales de tumor en la pared torácica, con o sin
destrucción costal asociada.
Extensión transdiafragmática directa del tumor al peritoneo
Extensión directa del tumor a la pleura contralateral
Extensión directa del tumor a uno o más órganos mediastínicos.
Extensión directa del tumor a la columna
Tumor extendiéndose a través de la superficie interna del pericardio con o sin derra-
me pericárdico, o tumor afectando al miocardio.
N: Ganglios linfáticos
NX: Los ganglios regionales no pueden ser valorados
N0: Sin metástasis ganglionares regionales
N1: Metástasis a los ganglios broncopulmonares o hiliares ipsilaterales
N2: Metástasis a los ganglios subcarinales o mediastínicos ipsilaterales, incluyendo los ganglios de la
mamaria interna ipsilateral
N3: Metástasis a los ganglios mediastínicos contralaterales, de la mamaria interna contralateral, o
supraclaviculares ipsilaterales o contralaterales.

108
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. MESOTELIOMA PLEURAL

TABLA 2. Estadificación del MP (continuación)


Clasificación del International Mesothelioma Interest Group
M: Metástasis
MX: La presencia de metástasis a distancia no puede ser valorada
M0: Sin metástasis a distancia
M1: Metástasis a distancia presentes
Estadio I:
Ia T1aN0M0
Ib T1bN0M0
Estadio II: T2N0M0
Estadio III: Cualquier T3M0
Cualquier N1M0
Cualquier N2M0
Estadio IV: Cualquier T4
Cualquier N3
Cualquier M1

superior a 75 años para el primero de los estu- parches, para evitar herniaciones. Su mortali-
dios, un performance status bajo, leucocitosis, dad operatoria oscila entre el 3 y el 30%,
histología probable/posible de MP, el sexo dependiendo de la experiencia del equipo qui-
masculino y el subtipo sarcomatoso en el rúrgico. No existe ningún estudio aleatoriza-
segundo y la histología no epitelial, anemia, do para conocer si la cirugía incrementa la
trombocitosis, leucocitosis, un peor perfor- supervivencia, pero los estudios publicados no
mance status, sexo masculino, mayor edad, apoyan esta teoría. En el momento actual la
la pérdida de peso, y el dolor torácico en el cirugía probablemente sólo deba contemplar-
tercero. se en el seno de un tratamiento multimodal.

TRATAMIENTO Radioterapia
En el tratamiento del MP se han probado El MP es un tumor radiosensible y algunos
numerosas opciones. Recientemente la British estudios han encontrado un 15-21% de pacien-
Thoracic Society ha elaborado unas guías sobre tes con disminución de la masa tumoral (res-
su manejo(17). puesta parcial), pero no se ha demostrado útil
en prolongar la supervivencia(18). La mayoría de
Cirugía los estudios precisan ≥50 Gy, necesarios para
Se ha utilizado la pleurectomía/decortica- irradiar la superficie pleural completa, inclu-
ción, neumonectomía o neumonectomía extra- yendo el diafragma y el mediastino, por lo que
pleural. La neumonectomía extrapleural inclu- su utilización está limitada por la intolerancia a
ye la resección del pulmón, la pleura parietal, la radiación de los órganos adyacentes.
adenopatías mediastínicas, pericardio y dia- La radioterapia ha demostrado utilidad en
fragma ipsilateral. Los defectos pericárdico y la prevención de la invasión de la pared torá-
frénico son habitualmente reconstruidos con cica en los sitios de incisión de estudios diag-

109
M.V. VILLENA GARRIDO

nósticos invasivos. Boutin(19) realizó un estu- prometedores los estudios con pemetrexed
dio aleatorizado controlado con 20 pacientes y cisplatino o raltitrexed y oxaliplatino, pen-
a los que aplicó 21 Gy (3 Gy x 7 días) en las dientes de los resultados finales.
zonas de punción, y otros 20 pacientes con- Se ha intentado también la utilización de
trol, sin tratamiento. La radioterapia se aplicó quimioterapia intrapleural, principalmente con
a los 10-15 días de la realización de la tora- derivados del platino y en ocasiones con hiper-
coscopia. En 8 de los 20 pacientes del grupo termia, para aumentar la concentración tisu-
control y ninguno del grupo tratado se de- lar. Sus inconvenientes son que se precisa un
sarrolló infiltración tumoral. Se ha utilizado espacio pleural patente, por lo que se suele
también para el control del dolor y de las aplicar en pacientes con estadios tempranos,
masas que afectan a la pared torácica, con y la escasa penetración del quimioterápico
mejoría en la mitad de los pacientes. (pocos milímetros).

Quimioterapia Nuevos tratamientos


Uno de los tratamientos sobre los que más Se han probado otros tratamientos, que
se ha investigado es la quimioterapia. Recien- abren líneas de investigación para los próxi-
temente se ha publicado una revisión sobre el mos años. Los principales son:
tema(20). Con las antraciclinas, se ha obtenido – Inmunoterapia. Las células del MP indu-
una respuesta entre el 3 y el 26%, destacan- cen una disminución de la respuesta inmune
do la detorrubicina. Con los derivados del pla- celular y humoral, produciendo un estado de
tino la respuesta suele ser inferior al 15%, si “tolerancia” hacia el tumor, que podría ser ven-
bien en un estudio con cisplatino a dosis ele- cido por niveles elevados de ciertas citocinas
vadas (80 mg/m2 semanalmente durante 6 proinflamatorias. Se han probado el interfe-
semanas), se obtuvo una respuesta parcial en rón (IFN)-α2a subcutáneo, el IFN-α2b intra-
el 36% de los pacientes. Los inhibidores de la muscular, el IFN-β subcutáneo, el IFN-γ intra-
topoisomerasa II, los taxanos, y los alcaloides pleural, o la interleucina (IL)-2 intrapleural,
de la vinca no presentan mejores resultados. obteniéndose los mejores resultados con los
Entre los agentes alquilantes la ciclofosfami- dos últimos.
da y la ifosfamida presentan respuestas varia- – Terapia fotodinámica. Se basa en la admi-
bles entre menos del 5% y cerca del 25%, en nistración sistémica de fotosensibilizadores
diferentes estudios. Uno de los grupos más que localizan las células neoplásicas y produ-
prometedores son los antifolatos. Con meto- cen radicales tóxicos de oxígeno cuando son
trexato se ha obtenido respuesta en el 37% activados por una luz de una particular longi-
de pacientes en un estudio, y son también pro- tud de onda. Se ha utilizado como terapia adyu-
metedores nuevos fármacos como el peme- vante del tratamiento quirúrgico en pacientes
trexed y raltitrexed. con baja masa tumoral, sin resultado.
En general, la quimioterapia combinada – Terapia génica. Se han probado varios
no parece ser claramente mejor que un solo tipos, aunque sus resultados no son aplicables
agente. La mayoría incorporan un antibióti- por el momento. Los principales son:
co antitumoral con una antraciclina o un deri- • Quimioterapia molecular. Se basa en la
vado del platino. La respuesta suele oscilar utilización de genes suicidas. Utiliza el trans-
entre el 20 y 30%. Los mejores resultados se porte de DNA con vectores virales o no vira-
han obtenido con la combinación de cisplati- les. Un ejemplo es el gen herpes simplex timi-
no y gemcitabina (respuesta, 48%), aunque din-cinasa (HSVtk). Transfiriendo este gen a
los datos no se han confirmado en estudios una célula tumoral infectándola con un ade-
posteriores(21) o doxorrubicina, cisplatino, ble- novirus que lo contenga, se puede transfor-
omicina y mitomicina C (respuesta, 44%). Son mar la célula en un herpes virus-like, y per-

110
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. MESOTELIOMA PLEURAL

mitir su destrucción con ganciclovir. Este efec- Sugarbaker y cols. (12) han publicado a 183
to fue estudiado en cultivos celulares y mode- pacientes con un tratamiento que combina la
los animales y, dada su escasa toxicidad, neumonectomía extrapleural, la radioterapia
comenzó a ser probado en humanos. y la quimioterapia. Se seleccionan pacientes
• Interferencia autocrina/paracrina. El obje- sin comorbilidad significativa cardiaca, renal
tivo es interferir con la producción de factores o hepática, y con un estado funcional ade-
de crecimiento tumorales. Se han realizado cuado. El estudio de extensión se realiza con
estudios in vivo e in vitro con el factor de cre- TC, RMN y ecocardiograma. Se excluyen los
cimiento derivado de las plaquetas, el factor pacientes con afectación de la pared toráci-
de crecimiento transformante-β, y el factor de ca, del hemitórax contralateral, mediastínica
crecimiento insulina-like. o transdiafragmática. El índice de Karnofsky
• Inmunopotenciación genética. Se ha inves- debe ser superior a 70, la PaO2 superior a 65
tigado la posibilidad de aumentar la respues- mm Hg y la PaCO2 inferior a 45 mm Hg, el
ta inmune antitumoral del individuo median- FEV1 calculado postoperatorio superior a 1 L
te terapia génica, y para ello se han intentado y la fracción de eyección del ventrículo izquier-
diversos mecanismos. do mayor del 45%. A las 4-6 semanas de la
• Otros tratamientos. Incluyen inhibidores cirugía realizan tratamiento con radiotera-
de la angiogénesis, el bevacizumab, la talido- pia y quimioterapia. Durante los años en que
mida o el ZD 1839. se ha aplicado este protocolo, se han utiliza-
do varias pautas. Previamente a 1985 se uti-
Tratamiento multimodal lizaba doxorrubicina y ciclofosfamida, en 1985
Se han utilizado combinaciones de nume- se añadió cisplatino, y desde 1994 la qui-
rosas terapias en pacientes con MP. En algu- mioterapia incluye 2 ciclos de carboplatino y
nos estudios se resumen retrospectivamente paclitaxel, radioterapia mientras se continúa
los tratamientos empleados durante muchos con paclitaxel semanal y otros 2 ciclos de car-
años a un gran número de pacientes, con dife- boplatino y paclitaxel. Más recientemente se
rentes pautas, por lo que la interpretación de ha modificado la pauta, incluyendo gemcita-
los resultados es difícil: bina con cisplatino o carboplatino. Las dosis
1. La combinación de radio y quimiotera- de radioterapia son 30 Gy en el hemitórax y
pia no prolonga la supervivencia. 40 Gy en el mediastino, con 14 Gy adiciona-
2. En cuanto a la cirugía y radioterapia, les si en la cirugía los márgenes están micros-
tampoco ha mostrado ser de beneficio. cópicamente afectos o se demuestran ade-
3. Existen numerosos estudios con qui- nopatías mediastínicas tumorales.
mioterapia e inmunoterapia. Se han realizado Siete pacientes fallecieron en el postope-
algunos ensayos, la mayoría con derivados del ratorio. De los 176 restantes, la mediana de
platino o antraciclinas e IFN-α. Las respuestas supervivencia fue de 19 meses, el 38% sobre-
parciales oscilan entre 5 y el 50%. vivían a los 2 años y el 15% a los 5 años. Los
4. Respecto a la cirugía y quimioterapia, pue- autores proponen un sistema de estadificación
de que la supervivencia sea ligeramente supe- con valor pronóstico. En el grupo más favo-
rior a otras modalidades, pero no suficiente- rable de pacientes con histología epitelial, már-
mente para justificar su utilización rutinaria. genes de resección libres de tumor y sin afec-
5. Los estudios que combinan cirugía, qui- tación tumoral de las adenopatías mediastínica
mioterapia e inmunoterapia no han mostrado (31 pacientes), la mediana de supervivencia
beneficios. fueron 51 meses, con una supervivencia a 2
6. Algunas publicaciones no muestran años del 68% y a 5 años del 46%. Sin embar-
beneficio con la combinación de cirugía, qui- go, teniendo en cuenta el mejor pronóstico
mioterapia y radioterapia. En los últimos años intrínseco que tienen estos pacientes, se pre-

111
M.V. VILLENA GARRIDO

cisaría que un ensayo clínico aleatorizado con- fraccionados-, lo mejora en más del 50% de
firmara los resultados previamente a su reco- los pacientes cuando se debe a extensión
mendación sistemática. directa del tumor a la pared torácica, aunque
frecuentemente recurre en pocos meses. No
Tratamiento paliativo es efectiva para el dolor por compresión de
– Control del derrame pleural. La mayoría los nervios intercostales por retracción de
de los pacientes con MP presentan DP en esta- la pared torácica, en cuyo caso incluso pue-
dios precoces de la enfermedad, y frecuente- de aumentar el dolor por la fibrosis postra-
mente es necesaria la realización de pleuro- diación. Otra posibilidad es la cordotomía cer-
desis. Aunque se han estudiado diversos vical percutánea, en la que se interrumpe el
agentes, como el IFN-alfa, IFN-beta, IL-2, tetra- tracto espinotalámico a nivel de C1/2 utili-
ciclinas o quimioterápicos, el más efectivo zando un electrodo de termocoagulación, con
parece ser el talco (eficacia superior al 80%). lo que se produce pérdida de la sensación
En pacientes con ineficacia de la pleurode- dolorosa contralateral por debajo del nivel de
sis, una opción es el catéter de derivación pleu- la lesión.
ro-peritoneal. Los inconvenientes son que – Tratamiento de la disnea. Si está pro-
requiere de la colaboración del paciente para ducida por el DP, su tratamiento es el referi-
bombear el líquido, y su obstrucción por fibri- do anteriormente. En fases más avanzadas
na en el 25% de los pacientes. puede ser secundaria a la afectación pulmo-
– Tratamiento del dolor. Habitualmente nar o del mediastino, en cuyo caso pueden
se realiza con opiáceos, y pueden ayudar los ser de utilidad la oxigenoterapia y los opiá-
antidepresivos. La radioterapia, -20-40 Gy ceos.

112
AFECTACIÓN PLEURAL EN LOS LINFOMAS

INTRODUCCIÓN En los linfomas se puede producir una dis-


La pleura puede verse afectada de forma minución de la aclaración de proteínas desde
directa o indirecta en los procesos linfoproli- el espacio pleural y secundariamente un derra-
ferativos, ser una manifestación aislada o dar- me pleural por dos mecanismos principales:
se en el contexto de una afectación multisis- uno se produce por obstrucción de los esto-
témica, ganglionar o extranodal. El 12% de mas linfáticos de la pleura parietal por don-
los derrames pleurales malignos en EE.UU. de las proteínas abandonan el espacio pleural.
son debidos a linfomas y de estos el 12% son Un segundo mecanismo por afectación direc-
secundarios a la enfermedad de Hodgkin(1,2). ta de los ganglios linfáticos hiliares y medias-
Los linfomas, incluyendo la enfermedad de tínicos hacia donde drenan los vasos linfáti-
Hodgkin, son la tercera causa directa de derra- cos de la pleura parietal; esta obstrucción
mes pleurales malignos(3). Vietra y Craver revi- ganglionar vería disminuido el aclaramiento
saron las radiografías de tórax de 355 pacien- linfático de proteínas desde el espacio pleural.
tes con enfermedad de Hodgkin y describieron
que el 16% presentaban derrame pleural. Sin RADIOLOGÍA TORÁCICA
embargo, en las necropsias observaron que La radiología de tórax a veces no es muy
casi un 30% de los casos presentaban afecta- sensible para determinar la presencia de líqui-
ción de la pleura parietal. Los pacientes con do pleural o valorar la afectación pleural direc-
enfermedad de Hodgkin, que presentaban ta. En series de quilotórax u otro tipo de derra-
derrame pleural, casi invariablemente tenían mes debidos a linfomas la afectación de los
afectación de los ganglios linfáticos intrato- ganglios hiliares o mediastínicos osciló entre
rácicos, en ocasiones sin afectación micros- 23 y 71%. La tomografía axial computariza-
cópica pleural. Alrededor de dos tercios de los da se ha mostrado más sensible para detectar
derrames pleurales asociados a linfomas son la presencia de derrame pleural y afectación
quilotórax. pleural directa(4).

MECANISMOS POR LOS QUE LOS LINFOMAS DIAGNÓSTICO


PUEDEN ORIGINAR DERRAME PLEURAL Los derrames pleurales presentes en los
Es conocido que las neoplasias pueden ori- linfomas suelen ser derrames de tipo exuda-
ginar derrame pleural por diferentes meca- tivo(3). No obstante, es posible encontrar tra-
nismos fisiopatológicos(3); los linfomas pueden sudados en estos pacientes. Los linfomas son
producir acúmulo de líquido pleural por cada la causa más frecuente de quilotórax, el 75%
uno de esos mecanismos, pero los más fre- de los quilotórax no traumáticos.
cuentemente implicados son: a) afectación de La citología del líquido pleural tiene una
los ganglios linfáticos hiliares y mediastínicos sensibilidad para el diagnóstico de malignidad
con disminución del drenaje linfático; b) inte- cercano al 70%, que asciende al 81% al aso-
rrupción del conducto torácico y generación ciarla con biopsia pleural(5,6). En general, el
de un quilotórax; c) afectación pleural directa diagnóstico citológico es altamente rentable
con incremento de la permeabilidad pleural; en los pacientes con linfomas. No obstante su
y d) metástasis pleurales con obstrucción de rentabilidad varía con los diferentes tipos de
los vasos linfáticos pleurales y disminución del procesos. Resulta diagnóstica en el 25% de los
aclaramiento linfático. linfomas tipo Hodgkin, es positiva en el 75%

113
I.M. SÁNCHEZ HERNÁNDEZ

de los linfomas histiocíticos difusos y alcan- das, junto con células lacunares acompañadas
za el 100% en determinados linfomas no de linfocitos pequeños, células plasmáticas,
Hodgkin y derrames linfomatosos primarios. eosinófilos, neutrófilos y células mesoteliales
La rentabilidad puede incrementarse con la reactivas(1). En ausencia de células de Reed-
realización de biopsia pleural, bien a ciegas Sternberg la enfermedad de Hodgkin debe ser
o por pleuroscopia, y con la utilización de téc- diferenciada de los linfomas no Hodgkin (lin-
nicas de inmunohistoquímica complementa- fomas de células T o de células grandes). Debe-
rias. Estas últimas son de gran utilidad en el remos también diferenciar estas células de
diagnóstico diferencial entre linfomas de bajo células mesoteliales reactivas, neoplasias epi-
grado y fenómenos de linfocitosis reactivas. teliales, sobre todo adenocarcinomas, y mega-
Si el derrame presenta un aspecto lecho- cariocitos. Los antígenos CD 30 y CD15 son
so, altamente sugerente de quilotórax, debe- sensibles, pero no específicos de las células de
rá realizarse un estudio bioquímico de lípidos Reed-Sternberg. No muestran expresión de
en líquido pleural. Si el centrifugado del líqui- antígeno leucocitario común (LCA) y habi-
do es turbio deberá determinarse la cifra de tualmente son negativas para marcadores B y
triglicéridos, resultará positivo para quilotórax T. La falta de expresión de queratinas ayuda
una cifra de triglicéridos mayor de110 mg/dL, a diferenciarlas de carcinomas y mesotelio.
se descartará con cifras menores de 50 mg/dL
y si nos encontramos entre 50 mg/dL y 110 AFECTACIÓN PLEURAL EN LOS LINFOMAS
mg/dL deberá realizarse electroforesis del líqui- NO HODGKIN
do pleural para estudio de lipoproteínas(3). La afectación pleural en los linfomas no
Hodgkin es diferente en frecuencia y forma de
AFECTACIÓN PLEURAL EN LA presentación en pacientes con infección VIH
ENFERMEDAD DE HODGKIN o en seronegativos. En pacientes VIH, se aso-
La afectación torácica en la enfermedad cian frecuentemente a presencia de derrame
de Hodgkin puede presentarse en forma de pleural(7), observándose en un 44% en radio-
infiltrados neumónicos, nódulos parenquima- logía convencional y en un 64% en la TAC torá-
tosos, afectación ganglionar hiliar o mediastí- cica; suelen presentar características bioquí-
nica y afectación pleural. La presencia de derra- micas de exudados, con bajos niveles de
mes pleurales en esta entidad suele asociarse glucosa en casi la mitad de los casos; y, a dife-
habitualmente a la presencia de grandes con- rencia del pobre rendimiento de la citología
glomerados ganglionares, hiliares o mediastí- en otros pacientes con linfoma, tanto la cito-
nicos, que obstruyen el drenaje linfático o a logía como la biopsia pleural suelen presentar
antecedentes de radioterapia sobre el hilio pul- una alta rentabilidad diagnóstica, 75 y 100%(4).
monar. La presencia de derrame no necesa- En pacientes seronegativos, por el con-
riamente implicará la afectación pleural direc- trario, la presencia de derrame pleural sue-
ta por el linfoma. Casi un tercio de los le ser más rara con una incidencia algo supe-
pacientes con enfermedad de Hodgkin con rior al 20%(8,9); se da en el contexto de una
afectación torácica tienen derrame pleural y enfermedad tumoral extendida y principal-
de éstos sólo un tercio presentan hallazgos mente asociada a afectación mediastínica.
citológicos en líquido pleural que confirman o Suelen ser derrames de tipo exudativo aun-
hacen sospechar un linfoma tipo Hodgkin. La que también pueden observarse quilotórax
variante esclerosis nodular es la más asocia- y, en algunas ocasiones, trasudados. La tora-
da a la presencia de derrame. cocentesis tiene un excelente rendimiento
Puede encontrarse la presencia de las clá- diagnóstico; suele ser diagnostica en un alto
sicas células binucleadas de Reed-Sternberg o porcentaje de casos de linfomas no Hodgkin
sus variantes mononucleadas o hipernuclea- (60-90%), siendo en algunas series hasta del

114
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. AFECTACIÓN PLEURAL EN LOS LINFOMAS

100% el rendimiento diagnóstico se puede DERRAME LINFOMATOSO PRIMARIO


aumentar con estudios de biopsia pleural e Son linfomas no Hodgkin con afectación
inmunohistoquímica(10,11). pleural directa y sin afectación de órgano sóli-
Los linfomas no Hodgkin en pacientes VIH do o ganglionar demostrable. Son histológi-
podrían dividirse en dos categorías. Una de camente linfomas de alto grado, con inmu-
éstas son los linfomas tipo Burkitt, que se pre- nofenotipo indeterminado (null o células no
sentan en fases más tempranas de la infec- B, no T), genotipo de células B y generalmen-
ción, en pacientes con menor grado de inmu- te con pobre pronóstico(15). Fue originalmen-
nodeficiencia y podría considerarse una te descrito en pacientes con SIDA avanzado y
manifestación primaria de SIDA. Suelen impli- afectación aislada de cavidades serosas(16-18) y
car afectación ganglionar, de medula ósea y asociado a virus de Epstein-Barr y herpersvi-
músculo esquelético. Es un linfoma de células rus humano tipo 8(19,20). No obstante, también
B con expresión de CD10 y una tasa de pro- se ha descrito en pacientes seronegativos(15,21-
liferación (Ki-67) cercana al 100%. Casi el 23) y en receptores de trasplante de órgano sóli-

100% presentan reordenamiento en el pro- do(24,25). Parece que la inmunosupresión de


tooncogén c-myc, dos tercios presentan muta- estos pacientes y la infección por los referidos
ciones en el gen p53, un tercio manifiestan el virus juegan un papel patógeno en el desarrollo
virus de Epstein-Barr y no muestra reordena- de este tipo de linfoma(15,19). Estos virus pre-
miento del gen bcl-6(12). sentan la capacidad de inducir infección laten-
La otra categoría corresponde a los linfo- te en linfocitos de sangre periférica, inmorta-
mas inmunoblásticos (linfomas de células gran- lizar linfocitos in vitro y desarrollar linfomas
des de patrón inmunoblástico), que se dan en malignos(26,27).
pacientes con mayor edad, estadios más avan- Se han descrito casi exclusivamente en
zados de la infección VIH y estos linfomas se- varones, existiendo algún caso aislado en muje-
rían una manifestación secundaria de SIDA. res(28,29). La edad de presentación es más baja
Tienen una afectación extranodal y de órga- en pacientes con infección VIH que en los sero-
nos sólidos, casi el 100% presentan virus de negativos (42 años frente a 81 años)(15,30,31).
Epstein-Barr y sólo el 25% tienen el protoon- El diagnóstico se realiza por citología del
cogén c-myc y presentan reordenamiento del líquido o biopsia pleurales. Citológicamente,
gen bcl-6 en el 20% de los casos(12). Los lin- aunque heterogéneas, son células grandes con
fomas de células grandes de pacientes VIH pre- núcleos pleomórficos, uno o más nucléolos
sentan mayor similitud con linfomas inmu- prominentes y una moderada cantidad de
noblásticos que con los de tipo Burkitt. citoplasma basófilo. Presentan características
La presencia de derrame pleural en pacien- de células intermedias entre linfomas inmu-
tes con otros linfomas no Hodgkin en el noblástico y anaplásico de células grandes(15).
momento del diagnóstico, tratados con pau- Suelen tener un fenotipo indeterminado (CD-
tas de quimioterapia actuales y agresivas, no 45RB+, antígenos de células B y células T nega-
comporta peor pronóstico, peor respuesta al tivos) y genotípicamente son células B. Es habi-
tratamiento y menor supervivencia, que aque- tual encontrar secuencias de DNA de virus de
llos pacientes con un mismo tipo de linfomas Epstein-Barr o herpesvirus humano tipo 8(15),
no Hodgkin y sin derrame. Algunos estudios tanto en células tumorales recogidas en líquido
refieren un peor pronóstico por la presencia pleural como en tejidos.
de derrame pleural en el momento del diag- Debe realizarse un diagnóstico diferencial
nóstico pero estas afirmaciones están basadas con otros procesos linfoproliferativos, espe-
en estudios observacionales de escaso núme- cialmente linfomas no Hodgkin, que pueden
ro de casos(2,8,9,13,14); estudios más recientes de afectar a las serosas, bien de forma aislada o
casos-control no sustentan esta afirmación(11). bien en el contexto de un proceso extendido

115
I.M. SÁNCHEZ HERNÁNDEZ

con afectación nodal y/o extranodal. No todos no sólido o médula ósea, habitualmente aso-
los linfomas localizados en serosas corporales ciado a infección por virus de Epstein-Barr,
son derrames linfomatosos primarios de cavi- mayoritariamente presentados como afecta-
dades. Asimismo, tampoco la presencia o ción de ganglios linfáticos o sitios extranoda-
ausencia de enfermedad fuera de las cavida- les, junto a la afectación de serosas(31,32). Pue-
des corporales puede ser utilizada como cri- den existir síndromes primarios, caracterizados
terio diferenciador entre derrame linfomato- por afectación aislada pleural en pacientes pos-
so pleural y linfomas tipo Burkitt, que se trasplantados y con el proceso linfoproliferati-
presentan con derrames pleurales primarios vo aislado en pleura, y síndromes secundarios,
o secundarios(15), u otros tipos de linfomas no con presencia de derrame pleural asociado a
Hodgkin. Para diferenciar estas entidades afectación de órganos sólidos extranodales. Se
deben valorarse todos los datos, incluyendo clasifican en variantes: polimorfa, con mejor
citomorfología de las células tumorales, pre- pronóstico y tendencia a la remisión espontá-
sencia o ausencia de secuencias de DNA vira- nea tras la disminución de la inmunosupresión;
les y datos genéticos, no hay alteración en c- monomorfa, con peor pronóstico y menor ten-
myc, bcl-2, bcl-6, ras ni p53(15). La existencia de dencia a la regresión; o intermedia.
un inmunofenotipo indeterminado y la cons- Deberemos diferenciarlos de derrames pleu-
tante presencia conjunta de los virus de rales asociados a linfomas Hodgkin, linfomas
Epstein-Barr y herpesvirus humano tipo 8, no Hodgkin o derrames linfomatosos prima-
favorece la diferenciación hacia el derrame lin- rios(24,25). Se encuentran relacionados con el tra-
fomatoso primario. tamiento inmunosupresor que reciben estos
Estos linfomas suelen presentar mal pro- pacientes y pueden remitir al disminuir dicho
nóstico y escasa tasa de respuesta a la qui- tratamiento. La infección por el virus de Eps-
mioterapia, estando la supervivencia media tein-Barr puede favorecer, junto con la inmu-
entre 2 y 5 meses(15,19), en parte favorecido por nosupresión del tratamiento para evitar el recha-
la adicional situación de infección VIH avan- zo de órganos, la aparición de estos procesos.
zada.
AGRADECIMIENTOS
AFECTACIÓN PLEURAL EN LOS PROCESOS Al Dr. José A. Jiménez Heffernan del Ser-
LINFOPROLIFERATIVOS POSTRASPLANTE vicio de Anatomía Patológica del Hospital Uni-
Se trata de síndromes linfoproliferativos en versitario de Guadalajara por su amable cola-
pacientes receptores de un trasplante de órga- boración y consejos.

116
DERRAMES PLEURALES PARAMALIGNOS

INTRODUCCIÓN relacionada con los derrames paramalignos es


Se denomina derrame paramaligno a aquel el adenocarcinoma de pulmón, seguido del
que es debido a un proceso tumoral pero sin carcinoma epidermoide(3). El carcinoma de
que éste afecte directamente a la pleura. En mama sería el segundo en incidencia (aunque
los derrames paramalignos no se pueden en algunas series excede al de pulmón), encon-
demostrar células tumorales ni en el líquido trándose ya con menor frecuencia el cáncer
ni en el tejido pleural. de ovario y el gástrico. Los linfomas producen
derrame en el 10% y son la primera causa de
CONCEPTO, ETIOLOGÍA E INCIDENCIA quilotórax(2,4).
El derrame pleural se produce tras un des- El diagnóstico etiológico más frecuente de
equilibrio fisiopatológico entre la formación los derrames exudados son las neoplasias, la
y reabsorción del líquido en la pleural. La cau- tuberculosis y los derrames paraneumónicos,
sa de dicho desequilibrio suele encontrarse dependiendo su frecuencia de la ubicación geo-
en el pulmón y/o en la pleura, pero también gráfica y del ámbito de estudio. La presentación
puede ser por una causa extrapulmonar o de un derrame paramaligno no es infrecuente
incluso debido a enfermedades sistémicas en un servicio de neumología, encontrándose
diseminadas. El derrame pleural maligno es su prevalencia entre un 12 a un 30% como se
probablemente la causa más frecuente de exu- demuestra en las diferentes series que analizan
dado en pacientes por encima de los 60 años. la etiología de los derrames pleurales, tanto
El diagnóstico se realizará localizando células nacionales como internacionales(5-12).
malignas en el líquido pleural pero, sin embar-
go, en algunos casos, el derrame se asocia a APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA
enfermedad maligna, pero no se pueden Tanto los síntomas como la semiología del
demostrar dichas células en el derrame ni en derrame pleural paramaligno no difieren de la
el tejido pleural. A estos derrames se les deno- encontrada para otras causas de derrame, aña-
mina paramalignos, y son aquellos que son diéndose las propias de las patologías que lo
debidos a un proceso tumoral pero sin que han producido tanto a nivel pulmonar como
éste afecte directamente a la pleura(1-3). Las extrapulmonar(1). El estudio de los pacientes
causas más frecuentes de derrames parama- con derrame pleural precisa de la realización
lignos las podemos observar en la tabla 3(2), de una serie de pruebas diagnósticas, que no
y podríamos agruparlas en aquellas produci- son diferentes en los derrames paramalignos,
das por efecto directo del tumor, aquellas deri- y que pueden incluir desde una toracocente-
vadas del efecto sistémico del mismo, y las sis hasta una toracoscopia. La selección de las
que resultan de los efectos adversos de la tera- pruebas a realizar y su interpretación guarda
pia utilizada(3,4). una relación estrecha con la probabilidad pre-
Aunque cualquier cáncer de nuestra eco- prueba de las diversas enfermedades produc-
nomía puede metastatizar en la pleura es, en toras(13).
las diversas series revisadas en la literatura, el La apariencia del líquido pleural en el derra-
cáncer de pulmón el que más frecuentemen- me paramaligno varía desde un fluido seroso
te la invade produciendo tanto derrames malig- hasta uno purulento, pasando por uno san-
nos como paramalignos. La estirpe histológi- guinolento, lechoso, turbio e incluso claro. Este
ca que con mayor frecuencia se encuentra líquido puede ser un trasudado (obstrucción

117
J.I. DE GRANDA ORIVE

pensar la pérdida de volumen. De lo anterior


TABLA 3. Causas de derrames
resulta una mayor presión negativa en el espa-
pleurales paramalignos
cio pleural lo que causará derrame(1). La cau-
Causa sa más frecuente de obstrucción bronquial se
produce por el carcinoma epidermoide(3).
Efecto local del tumor:
2. Deterioro del drenaje linfático: es uno de
Obstrucción linfática
los principales mecanismos responsables de la
Obstrucción bronquial con neumonía persistencia del derrame pleural. El bloqueo
Obstrucción bronquial con atelectasia linfático puede producirse en la misma zona
Pulmón atrapado subpleural o en el mediastino, comprometiendo
Quilotórax la reabsorción del líquido. Es la principal cau-
Síndrome de vena cava superior sa de derrame tumoral(3). En condiciones nor-
males los linfáticos son imprescindibles para
Efecto sistémico del tumor eliminar el líquido pleural. El drenaje se pro-
Embolismo pulmonar duce a través de unas conexiones (estomas)
Hipoalbuminemia entre el espacio pleural y la luz de los linfáticos
Complicaciones por la terapia utilizada de la pleura parietal. Estos estomas se locali-
zan en el mediastino bajo, en los espacios inter-
Terapia radiactiva
costales de la zona baja del tórax y en la super-
Temprana
ficie diafragmática(3). Están conectados con los
Tardía
plexos linfáticos submesoteliales. Otra cadena
Quimioterapia
de estomas se encuentra hendida a lo largo de
Modificado de Anthony VB et al.(2) la pleura mediastínica. Los linfáticos del espa-
cio pleural drenan a los ganglios mediastínicos
anteriores, medios y posteriores, así como a
bronquial con atelectasia, embolismo pulmo- los linfáticos intercostales y esternales(3). Por
nar, pulmón atrapado, síndrome de la presión lo tanto, cualquier deterioro en algún punto de
oncótica baja, síndrome de vena cava supe- la cadena linfática puede interferir con el dre-
rior, y neumonía con el consiguiente derrame naje del líquido produciendo derrame.
paraneumónico posterior) o un exudado en Un aspecto especial de afectación linfática,
donde el recuento de eritrocitos y leucocitos es la rotura del conducto torácico que produ-
es más bajo y la concentración de glucosa y el ce la entrada del quilo en el espacio pleural,
pH mayor que en el derrame maligno. Sin olvi- generalmente en el hemitórax derecho, aun-
dar su característica principal que es la nega- que puede aparecer en el izquierdo(15). En
tividad tanto de la citología del líquido, como ausencia de traumatismo el quilotórax en la
de la biopsia para células malignas(3,14). mayoría de los casos es debido a afectación
por enfermedad maligna, usualmente el linfo-
CAUSAS DE DERRAMES PLEURALES ma (75%)(1,2), que además puede ser la primera
PARAMALIGNOS manifestación de la enfermedad linfomatosa.
1. Obstrucción bronquial: la obstrucción de Incluso se ha comunicado la aparición de qui-
un bronquio puede producir un derrame pleu- lotórax como complicación tardía de irradia-
ral debido, bien a una neumonía o a un colap- ción torácica como tratamiento antitumoral(16).
so pulmonar. Cuando una neoplasia obstruye 3. Síndrome de vena cava superior: en los
un bronquio principal o uno lobar, el pulmón países industrializados la obstrucción de la
distal a la obstrucción se colapsa, por lo que vena cava es debida a enfermedad maligna en
el pulmón no atelectasiado debe expandirse, el 90% de los casos(17), y produce derrame
o el hemitórax ipsilateral contraerse para com- pleural por el aumento de la presión venosa

118
DERRAMES PLEURALES MALIGNOS. DERRAMES PLEURALES PARAMALIGNOS

sistémica, siendo el líquido un trasudado con dado(20,22) pero puede ser un trasudado. En
predominio mononuclear(18). La formación del general el derrame suele ocupar menos de un
líquido se atribuye al goteo del mismo fuera tercio del hemitórax, suele presentar más de
de los linfáticos entrando así en la cavidad pleu- 10.000 eritrocitos /µL, con un predominio poli-
ral por reducción de la absorción. Habitual- morfonuclear y no es raro encontrar una eosi-
mente ha sido considerada como una emer- nofilia en el fluido pleural así como hiperpla-
gencia oncológica, aunque casi la mitad sia mesotelial(22).
presentaban síntomas durante los quince días 6. Hipoalbuminemia: alteraciones en las
previos y el 29% en los siete días anteriores fuerzas de la ley de Starling favorecen la for-
al diagnóstico(17). mación de derrame pleural, bien por un
4. Pulmón atrapado: la formación de una aumento de la presión hidrostática en los capi-
piel fibrosa sobre la pleura visceral como res- lares o por un descenso de la presión oncóti-
puesta a una inflamación pleural puede impe- ca en el plasma(23). La presencia de derrame
dir la expansión pulmonar, y es lo que se deno- pleural en pacientes con hipoalbuminemia, sin
mina pulmón atrapado(10). La presión pleural otras causas de derrame, es muy poco fre-
se hace más negativa incrementando la for- cuente(23).
mación de líquido y disminuyendo su absor- 7. Derrames pleurales paramalignos secun-
ción produciendo así un derrame crónico. La darios a terapia radiactiva y a drogas oncológi-
inflamación inicial es producida generalmen- cas: un derrame pleural puede ser desarrollado
te por un neumonía o un hemotórax, pero tam- tras irradiación o utilización de medicamen-
bién puede ser formada por un neumotórax, tos(1,3,24). La radiación puede producir derrame
tras cirugía torácica, uremia y enfermedades por dos mecanismos distintos: uno por dete-
del colágeno(10). El pulmón atrapado general- rioro del drenaje linfático impidiendo el drena-
mente es asintomático, aunque puede pre- je por fibrosis de los linfáticos mediastínicos, y
sentar una ligera disnea, además de fiebre y en segundo lugar secundario a una fibrosis pos-
dolor torácico en el pasado. Una característi- tradiación (entre 6 semanas y 6 meses des-
ca del derrame pleural, secundario a un pul- pués)(3). No se han podido demostrar alteracio-
món atrapado, es que la cantidad de líquido nes citológicas características en los derrames
es casi constante(19), incluso tras realizar tora- post-irradiación(25). La toxicidad de la radiación
cocentesis, y generalmente es un exudado bor- se incrementa con la utilización (previa o sin-
derline. El diagnóstico pasa por demostrar el crónica) de quimioterapia(17), ya que su empleo
engrosamiento de la pleura, pero generalmente reduciría la tolerancia a la radiación (demos-
requiere (en pacientes sintomáticos) la reali- trado para ABVD: doxorrubicina, bleomicina,
zación de una toracotomía con decortica- vincristina y dacarbazina y CAV: ciclofosfami-
ción(10). da, doxorrubicina y vincristina)(26). Agentes qui-
5. Embolismo pulmonar: si un paciente pre- mioterápicos como metrotexato, procarbazina,
senta dolor costal de características pleuríti- busulfán, mitomicina, bleomicina y ciclofosfa-
cas con derrame pleural, hemoptisis y disnea, mida han sido atribuidos en la formación de un
lo más probable es que presente un embolis- derrame pleural(1,3).
mo. Se considera el embolismo pulmonar
como la cuarta causa de derrame, siendo la BIBLIOGRAFÍA
primera en pacientes por debajo de los 40 años Carcinomas
con dolor pleurítico y derrame(20,21). El derra- 1. American Thoracic Society. Manegement of
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123
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS
NO INFECCIOSOS
ENFERMEDADES COLÁGENO-VASCULARES
Rosario Melchor Iñiguez

PATOLOGÍA PLEURAL RELACIONADA CON ASBESTO


Antonio Ventura Álvarez, Juan José Ruiz Martín, Javier de Miguel Díez

DROGAS Y DERRAME PLEURAL


Beatriz Jara Chinarro

INTRODUCCIÓN Patogénesis y etiología


Las vasculitis son entidades clinicopato- En el LES hay hiperactividad de los lin-
lógicas caracterizadas por inflamación y lesión focitos T y B, con una inadecuada regulación
de los vasos sanguíneos, con compromiso de y producción continua de complejos inmu-
su luz e isquemia de los tejidos que suplen. El nes y autoanticuerpos. Existe una predispo-
grupo es grande y variopinto, incluyendo sición genética clara; el complejo mayor de
enfermedades del tejido conectivo. La pre- histocompatibilidad clases II y III está espe-
sentación clínica es fundamental para diag- cialmente implicado y la mayoría de sujetos
nosticar a estos pacientes. Trataremos sólo con déficit homocigotos de los componen-
aquellas vasculitis que producen patología tes tempranos del complemento desarrollan
pleural. LES o enfermedades lupus-like(1). Bajo esta
influencia genética algunos individuos, a
LUPUS ERITEMATOSO menudo estimulados por factores ambien-
SISTÉMICO tales y altamente influidos por el sexo,
desarrollan diferentes síndromes que cum-
Definición plen los criterios diagnósticos de LES. La etio-
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una logía es compleja y probablemente varía
enfermedad de etiología desconocida en la que entre pacientes(1).
los tejidos y las células son lesionados por auto-
anticuerpos y complejos autoinmunes. El 90% ANATOMÍA PATOLÓGICA
de los casos son mujeres, habitualmente en Hay pocos estudios. La biopsia pleural pre-
edad fértil(1). Es la conectivopatía donde la afec- senta inflamación crónica inespecífica, con lin-
tación pleural es más frecuente, con derrame focitos y células plasmáticas(2,3,5). En alguna
pleural (DP) hasta en un 50% de pacientes, lle- ocasión se han visto granulomas y cuerpos de
gando al 93% en los casos de necropsias(2-4). hematoxilina. En toracoscopia se han descri-
La pleuritis en el LES no es tan grave como to nódulos en la pleura visceral en los que se
la afectación renal o neurológica pero puede ha demostrado depósito de inmunoglobuli-
producir gran morbilidad(5). nas(3).

125
R. MELCHOR IÑIGUEZ

Clínica
TABLA 1. Drogas productoras de ANA
Puede haber afectación de uno o más órga-
y síndrome lupus-like
nos en distinto grado y con curso variable; la
mayoría de los pacientes presentan exacer- Clorpromacina Minociclina
baciones con periodos de mayor o menor
Hidralacina Procainamida
remisión entre ellas(1,3). La pleuritis es la mani-
festación intratorácica más frecuente; un 70% Isoniacida Quinidina
de los enfermos con LES presentan dolor pleu- Metildopa
rítico y/o DP en algún momento de su vida(3,6-
8). La mayoría son mujeres que han desarro-

llado la enfermedad después de los 50 años y


hasta en un 28% es la primera manifesta- DP suele ser seroso o serosanguinolento y es
ción(5). El síntoma más frecuente es el dolor prácticamente siempre un exudado(3,5). El
pleurítico, presente en casi el 100% de los número de células varía de unos cientos a
casos, seguido por fiebre, disnea y tos(2,7,9). La 15.000/mm3; con el tiempo el predominio es
mayoría tienen artritis o artralgias, pero la pleu- siempre linfocítico(5,8). La glucosa es general-
ritis suele dominar el cuadro clínico(7). mente mayor de 80 mg/dl, la láctico deshi-
drogenasa (LDH) menor de 500 UI/L y el pH
Datos de laboratorio mayor de 7,3, a diferencia de la artritis reu-
Los anticuerpos antinucleares (ANA) son matoide (AR)(9) (Tabla 2), pero hasta en un 20%
positivos en más del 95% de los pacientes(1). de pacientes el pH y la glucosa son bajos(5). La
En el diagnóstico ayuda la presencia de otros presencia de ANA en líquido pleural (LP) con
anticuerpos como los anti-dsDNA (double stran- un título superior a 320, una relación de ANA
ded DNA), los anti-Sm (Smith) y antifosfolípi- LP/suero superior a 1, o un patrón homogé-
dos(3). La asociación de anti-dsDNA y comple- neo en la inmunofluorescencia apoya el diag-
mento bajo refleja habitualmente actividad de nóstico de DP lúpico(7). Sin embargo se pue-
la enfermedad. Puede haber anemia, hipoal- den encontrar ANA también en los DP
buminemia y descenso en las series blanca y malignos, paramalignos y en otras conectivo-
plaquetaria, con velocidad de sedimentación patías. Además se ha visto que la relación
globular (VSG) casi siempre elevada. LP/suero es poco sensible y poco específica, y
que existe un solapamiento de patrones de los
Radiografía de tórax ANA (homogéneo y moteado) entre DP lúpi-
Los DP lúpicos suelen ser bilaterales y de cos y de otras etiologías(5). En conclusión, el
cantidad pequeña o moderada(2,3,8). El hallaz- título de ANA en LP es un test muy sensible
go acompañante más frecuente es la cardio- pero poco específico en el diagnóstico de LES.
megalia (35-50%); se atribuye habitualmente Cuando un paciente ya diagnosticado de LES
a derrame pericárdico(8). Las complicaciones presenta un exudado pleural con título de ANA
pulmonares del LES son muy diversas inclu- inferior a 320 se debe descartar otra causa(10,11).
yendo neumonitis, disfunción diafragmática, Las células LE presentan alta especifici-
nódulos cavitados, embolia de pulmón, hemo- dad(2,3,5,8). Se encuentran tanto en el LES idio-
rragia alveolar, bronquiolitis obliterante, infec- pático como en el secundario a drogas (Tabla
ciones oportunistas y toxicidad medicamen- 1) y se consideran diagnósticas(5). La biopsia
tosa por los inmunosupresores(3). pleural no aporta gran ayuda al diagnóstico
y se realiza cuando se sospechan otras causas.
Diagnóstico Los estudios con inmunofluorescencia de la
Se debe considerar siempre la posibilidad misma pueden mostrar depósito de anticuer-
de LES ante un exudado pleural sin filiar. El pos anti-IgG, anti-IgM y anti-C3(12,13). Es impor-

126
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS NO INFECCIOSOS. ENFERMEDADES COLÁGENO-VASCULARES

TABLA 2. Características típicas de DP en LES y AR


LES AR
Sexo y edad M, > 50 V, > 40
Primer síntoma de la enfermedad 28% 20%
Dolor pleurítico casi 100% 50%
Localización Bilateral Unilateral
Cardiomegalia Posible Posible
Aspecto del LP Seroso-sanguinolento Amarillento-Turbio
Tipo de DP Exudado Exudado
BQ del LP:
pH > 7,30 < 7,20
Glucosa > 80 mg/dl < 30 mg/dl
LDH < 500 > 500
Cristales de colesterol ------- Frctes.
Citología del LP Células LE Macrófagos típicos y fondo amorfo
ANA en LP > 320 ------
Biopsia pleural con aguja No diagnóstica No diagnóstica
Pleuroscopia Nódulos en PV PP granulosa
Abreviaturas: DP = derrame pleural. LP= líquido pleural. BQ= bioquímica. LES = lupus eritematoso sistémico. AR
= artritis reumatoide. M = mujeres. V = varones. Frctes. = frecuentes. ANA = anticuerpos antinucleares. PV =
pleura visceral. PP = pleura parietal.

tante recordar que los pacientes con LES pue- mica acompañante, por ejemplo, renal. Las
den presentar DP por múltiples causas, prin- inmunoglobulinas, con o sin ciclosporina A,
cipalmente infecciosas, lo que puede dificul- pueden ser eficaces en casos graves con afec-
tar su diagnóstico. tación multiorgánica(14,15). Si hay mala res-
puesta al tratamiento, sobre todo cuando el
Tratamiento DP es grande, se puede drenar y hacer pleu-
En los casos de pleuritis lúpica con sinto- rodesis(16). En el lupus secundario a drogas
matología leve y sin actividad sistémica se la pleuritis se resuelve habitualmente de for-
pueden utilizar ácido acetilsalicílico u otros ma rápida una vez suspendida la droga cau-
antiinflamatorios no esteroides(3,5); la dosis se sante(5) (Tabla 1).
aumenta según la respuesta clínica. En casos
más severos se usan los corticoides orales ARTRITIS REUMATOIDE
comenzando con 10 a 40 mg de prednisona
al día (o 20 a 80 mg cada dos días), con des- Definición
censo en función de la disminución de los sín- La AR es una enfermedad crónica multisis-
tomas(2,5); la mejoría clínica y radiológica es témica de origen desconocido caracterizada por
rápida y completa en la mayoría de pacien- una sinovitis simétrica de articulaciones peri-
tes. Se utilizan otros inmunosupresores como féricas, con cambios articulares típicos y curso
azatioprina o ciclofosfamida en caso de mala variable(17). Afecta a mujeres tres veces más que
respuesta a los corticoides o afectación sisté- a hombres. El 80% desarrollan la enfermedad

127
R. MELCHOR IÑIGUEZ

entre los 35 y 50 años de edad(17). En un 80% La presencia de DP en un paciente con AR


hay presentes nódulos subcutáneos(9,18). puede pasar desapercibida por la ausencia de
síntomas, llegando a ser en el 50% en una
Patogénesis y etiología serie(20). En alguna ocasión aparece de forma
Existe una predisposición genética, con brusca asociándose dolor y fiebre. A medida
varios genes aparentemente implicados, así que la cantidad de líquido aumenta es más
como factores ambientales que intervienen en probable que haya disnea(8).
el desarrollo de la enfermedad(17). La causa es
desconocida, se han implicado agentes infec- Radiografía de tórax
ciosos como el Mycoplasma y algunos virus El DP reumatoide tiende a mantenerse sin
(Epstein-Barr, citomegalovirus y otros). grandes cambios radiológicos durante meses
e incluso años. Con más frecuencia son uni-
Anatomía patológica laterales; cuando se afecta el hemitórax con-
En toracoscopia la pleura visceral aparece tralateral suelen haber pasado años del primer
inflamada de forma difusa e inespecífica. En episodio de DP(19). Pueden asociarse cardio-
contraste la pleura parietal suele estar engro- megalia por pericarditis y nódulos pulmona-
sada, con superficie ligeramente inflamada y res(8,20).
una apariencia arenosa típica, con numerosas
vesículas de unos 0,5 mm de diámetro(19). Diagnóstico
Microscópicamente las zonas nodulares son Probablemente la mayoría de las veces se
típicas, con células en empalizada, necrosis diagnostica por exclusión(19). Aun así hay hallaz-
fibrinosa, linfocitos y células plasmáticas(19); la gos bioquímicos típicos frecuentes, y caracte-
lámina normal de células mesoteliales es reem- rísticas citológicas que algunos consideran
plazada por una capa de células epitelioides patognomónicas.
pseudoestratificadas, macrófagos y material El líquido pleural de la AR puede ser tur-
necrótico(20,21). Este tipo de inflamación es una bio, de color entre amarillo pálido y amari-
réplica de la que ocurre en los nódulos reu- llo-verdoso, y a veces quiloso; esto último ocu-
matoides y en la sinovitis de esta misma enfer- rre por el alto contenido en colesterol y otras
medad. grasas, como puede ocurrir en cualquier DP
crónico. Suele ser un exudado inoloro con valo-
Clínica res bajos de glucosa y pH, y altos de LDH con
La mayoría de pacientes empiezan de for- proteínas por encima de 3 g por 100 ml(8,19,21).
ma insidiosa con cansancio, anorexia, debili- Una característica típica de la AR es el nivel
dad generalizada y síntomas vagos musculo- bajo de glucosa, estimándose que entre un 70
esqueléticos semanas o meses antes de que y un 80% de pacientes tienen menos de 30
aparezca la sinovitis(17). La afectación pleural mg por 100 ml. Este nivel es independiente
ocurre en un 2-3% de los pacientes(8,21). Aun- del nivel sérico y no se modifica después de
que la enfermedad es más frecuente entre las la infusión intravenosa de glucosa(22). Se cree
mujeres, la afectación pleural tiene predilección que esto es debido a una alteración del trans-
por los varones por razones desconocidas. La porte para glucosa entre la sangre y el LP,
edad media es de 52 años(20,21) y casi no exis- secundaria a la inflamación existente, junto a
te por debajo de los 39(18,19). La mayoría han una alta actividad metabólica en el espacio
sufrido la enfermedad durante años, pero has- pleural(2,18). Se pueden encontrar niveles nor-
ta en un 20% el DP antecede a la artritis, habi- males de glucosa en una primera muestra de
tualmente en unos pocos meses(2,19). Muchas LP y caer en unos días para no volver a subir.
veces se asocia a episodios de exacerbación de El factor reumatoide (FR) suele tener un títu-
la artritis y en ocasiones a pericarditis(8). lo alto, incluso superior al de la sangre(9), pero

128
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS NO INFECCIOSOS. ENFERMEDADES COLÁGENO-VASCULARES

hay que recordar que se puede encontrar tam- Tratamiento


bién elevado en el LP de otras patologías, como El DP en la AR puede ser transitorio, per-
en los DP paraneumónicos, en carcinomas y sistente o recurrente(18). Es una práctica habi-
en tuberculosis, aunque en estos pacientes el tual no realizar ningún tratamiento aparte del
FR en sangre suele ser normal(18). En algunos drenaje si está indicado clínicamente(19). No
pacientes hay niveles bajos de complemento. está claro que el tratamiento con corticoides
La medición de componentes del complemen- o antiinflamatorios no esteroides sea eficaz.
to ayudan a distinguir el DP de la AR a los secun- Light aconseja aspirina o ibuprofeno duran-
darios a cáncer y tuberculosis, aunque no se uti- te 8 a 12 semanas de inicio y si la sintoma-
lizan en la práctica clínica. El nivel de adenosin tología reumática es importante tratamiento
deaminasa (ADA) en relación con la sangre es sobre la misma(2). El tratamiento con altas
alto sugiriendo síntesis local; este hallazgo tam- dosis de corticoides en pulsos ha resultado
poco es específico. No es infrecuente encontrar muy efectivo en algunos casos(21). El trata-
cristales de colesterol, en relación con la larga miento corticoide intrapleural se ha utilizado
duración de estos DP(20). también con resultados dispares(24,25). La fina-
La citología del líquido pleural en la AR pue- lidad principal es evitar la fibrosis pleural pro-
de ser de gran ayuda diagnóstica mostrando gresiva ya que en algunos casos de cronici-
una constelación probablemente debida a la dad puede producirse fibrotórax y requerir
ruptura de nódulos reumatoides al espacio pleu- decorticación(8).
ral(8,23). En 1990 Naylor publicó de forma clara El empiema ocurre con frecuencia creciente
las tres características citológicas de lo que para en pacientes con AR. Puede ser por alteración
él son hallazgos patognomónicos de AR(20): dos en las defensas del huésped en relación al tra-
tipos de macrófagos (unos alargados y delga- tamiento(2,8). Es importante distinguir esta com-
dos y otros gigantes, redondos y multinuclea- plicación del líquido estéril que resulta del exu-
dos) y un fondo amorfo y granuloso que se for- dado de células blancas y detritus al espacio
ma a medida que los macrófagos se necrosan pleural tras ruptura de nódulos reumatoides(8).
y desintegran. Es interesante que el volumen
de LP enviado al laboratorio no influyó en la GRANULOMATOSIS DE WEGENER
rentabilidad diagnóstica, siendo en algún caso Es una enfermedad poco frecuente, de cur-
tan pequeño como de 1 ml. En pacientes sin so muy variable y etiología desconocida, que
artritis el reconocimiento de estos datos típi- afecta sobre todo a las vías aéreas superior e
cos es clave en el diagnóstico(20,21). Es también inferior y produce glomerulonefritis. Histoló-
característica la ausencia de células mesote- gicamente consiste en una angeítis granulo-
liales, encontrándose sólo en algunos pacien- matosa necrotizante(2,26,27). Casi siempre hay
tes y siempre en número escaso(20). afectación pulmonar con tos, expectoración
Las células de AR, también llamadas rago- y hemoptisis. El patrón radiológico más fre-
citos, son leucocitos, habitualmente polimor- cuente son los infiltrados y nódulos, con cavi-
fonucleares, con inclusiones citoplasmáticas, tación frecuente(28). Hay DP en un 10 a 20%
probablemente lípidos; se han observado tam- de casos, habitualmente pequeño, y en un por-
bién en la tuberculosis y el cáncer lo que indi- centaje similar, engrosamiento pleural(26-29). El
ca que no son específicas y es un error con- síntoma principal es el dolor torácico(27). Hay
fiar en su presencia para el diagnóstico de pocas descripciones del LP; suele tratarse de
AR(8,19,20). un exudado amarillento con pocas células, la
La biopsia pleural con aguja no suele ser mayoría polimorfonucleares(27,30), con glucosa
diagnóstica por su tamaño limitado y porque y pH normales. Puede semejar empiema(31). Se
la lámina de células epiteliodes que cubre la ha detectado reacción débilmente positiva para
pleura en la AR se desprende con facilidad(2,21). ANCA(30). Con el tratamiento estándar, con-

129
R. MELCHOR IÑIGUEZ

sistente en ciclofosfamida y corticoides(29), el el síndrome de Sjögren puede ser bilateral,


DP suele desaparecer en días o semanas(26,30). se ha descrito como un exudado linfocitario
con pH y glucosa normales(37). La biopsia pleu-
SÍNDROME DE CHURG-STRAUSS ral muestra hiperplasia mesotelial reactiva.
Los criterios clínicos diagnósticos del sín- Puede haber desaparición espontánea del
drome de Churg-Strauss son asma, eosinofilia DP(37).
por encima de 1.500/mm3 y vasculitis sisté-
mica que afecta al menos a dos órganos extra- LINFADENOPATÍA
pulmonares; la vasculitis es parecida a la panar- ANGIOINMUNOBLÁSTICA
teritis nudosa pero la afectación renal severa Es una enfermedad que afecta a ancianos
es rara(2,32). Afecta a ambos sexos en la terce- (casi siempre mayores de 60 años) con un
ra y cuarta década(32). El cuadro histológico típi- cuadro agudo consistente en síndrome cons-
co incluye vasculitis necrotizante, infiltración titucional, linfadenopatías generalizadas, hepa-
tisular por eosinófilos y granulomas extravas- toesplenomegalia, anemia e hipergamma-
culares. La radiografía de tórax muestra fre- globulinemia policlonal. Hay infiltración de
cuentemente infiltrados pulmonares bilate- los ganglios linfáticos por linfocitos atípicos,
rales de predominio subpleural que en la TAC proliferación de pequeños vasos y depósito
están rodeados de parches de vidrio deslus- de material acidófilo amorfo(2). La sintomato-
trado con pequeños nódulos en su interior(33). logía respiratoria es frecuente. Produce infil-
Hay afectación pleural en un 20-30%(32,33). A trados parenquimatosos bilaterales con ade-
veces no se observa DP en la radiografía de nopatías mediastínicas o hiliares, y DP en un
tórax pero existe dolor pleurítico o roce pleu- 12%, junto con hipocomplementemia y vas-
ral. El LP es un exudado con eosinofilia impor- culitis(38). El LP, descrito en pocos casos, es un
tante, de hasta el 95%. Puede tener pH y glu- exudado con predominio de células mono-
cosa bajos(34). El FR en suero puede estar nucleares(38). Es considerada una proliferación
elevado hasta en un 52% de pacientes, y tam- de linfocitos B no neoplásica con pronóstico
bién en el LP lo que, junto con los hallazgos malo. Se trata con corticoides y citotóxicos,
bioquímicos, puede confundir con AR(34). Sólo con respuestas dispares(2).
se ha descrito un caso en que el tejido diag-
nóstico haya sido la pleura(35). Se trata con cor- ENFERMEDADES MISCELÁNEAS
ticoides, con o sin inmunosupresores, y la res- La fiebre mediterránea familiar (o polisero-
puesta suele ser buena pero hay recaídas(2,32). sitis paroxística familiar), casi exclusiva de
armenios y judíos sefarditas mediterráneos,
SÍNDROME DE SJÖGREN cursa con brotes de peritonitis, pleuritis (40%),
Es una enfermedad inflamatoria crónica sinovitis o síndrome erisipela-like(2). El DP sue-
caracterizada por sequedad de boca, ojos y le ser pequeño, a veces subpulmonar(2). El diag-
otras membranas mucosas. Se asocia con fre- nóstico se basa en la sintomatología y la exis-
cuencia a otras enfermedades del colágeno, tencia de parientes con un cuadro similar, sin
sobre todo a la AR(2). Patológicamente hay un otras causas aparentes de DP. Se trata con col-
infiltrado linfocitario en las glándulas lagri- chicina(39).
males y salivales. La afectación pulmonar es El síndrome de mialgia-eosinofilia se asocia
muy frecuente, con sequedad de la mucosa a la toma de L-triptófano. Cursa con síntomas
bronquial, secreciones bronquiales muy espe- generales, mialgias, artritis y lesiones cutáne-
sas, atelectasias por impactos mucosos y as esclerodermiformes(40,41). La eosinofilia supe-
sobreinfecciones. No está claro con qué fre- ra las 5.000 células/mm3(42). El síntoma res-
cuencia hay afectación torácica (varía entre piratorio más frecuente es la disnea. Los
9% y casi 100%(36,37)) ni pleural(2). El DP en hallazgos radiológicos consisten en infiltrados

130
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS NO INFECCIOSOS. ENFERMEDADES COLÁGENO-VASCULARES

lineales irregulares, con predominio en bases, de LES, esclerodermia y polimiositis-derma-


y derrame pleural(42). Se produce una neumo- tomiositis, con presencia de anticuerpos
nitis intersticial, con vasculitis de vasos peque- snRNP. El DP puede estar presente hasta en
ños y medianos, y un exudado alveolar de his- un 50% de estos pacientes(46).
tiocitos y eosinófilos(43). Se ha relacionado este En la enfermedad de Behçet el DP es raro.
síndrome con la esclerodermia; hay enfermos Es una vasculitis crónica de predominio en
con esta enfermedad, algunos con DP, cuyos varones y que afecta a múltiples órganos; la
síntomas desaparecen tras la retirada de L-trip- afectación intratorácica más frecuente es la
tófano(44). trombosis de vena cava superior y/o venas
Otras dos conectivopatías que pueden pre- mediastínicas, los aneurismas de aorta y arte-
sentar DP son la esclerodermia (o esclerosis rias pulmonares, y el infarto y hemorragia pul-
sistémica progresiva) y la enfermedad mixta del monar(47). El DP también se ha descrito en
tejido conectivo (EMTC). La incidencia de DP algunos pacientes con espondilitis anquilo-
en la primera es de un 7%, más frecuente- poyética(48) y en casos de enfermedades intes-
mente en su forma extendida(45). La EMTC se tinales inflamatorias, habitualmente en perio-
define como la combinación en un paciente dos asintomáticos(49).

131
PATOLOGÍA PLEURAL RELACIONADA
CON ASBESTO

INTRODUCCIÓN la crocidolita, la actinolita y la tremolita. Los


La incidencia real de las alteraciones pleu- filosilicatos incluyen las serpentinas, siendo el
rales benignas condicionadas por el asbesto crisotilo su principal representante. El térmi-
es difícil de establecer pero, en todo caso, pare- no amianto (del griego αµιαντος, inmaculado
ce que debe ser superior a las cifras encon- o sin mancha) con el que se ha designado un
tradas y publicadas. Un motivo para este infra- tipo de asbesto más puro, con fibras más blan-
diagnóstico es que, al tratarse en general de cas, en la práctica se usa como sinónimo de
afecciones asintomáticas o paucisintomáticas, asbesto.
muchos casos no dan lugar a la realización de El número de aplicaciones del asbesto es
un estudio radiológico. Los estudios seriados extraordinariamente elevado (Tabla 1). Se han
dirigidos a diagnosticar patología asbestósica calculado más de 3.000 productos o materia-
se hacen sobre población con claros factores les en los que se emplea por lo que se ha cons-
de riesgo de exposición laboral y quedan fue- tituido en un elemento omnipresente en los
ra de ellos grandes sectores de población que países industrializados. En la anamnesis labo-
pueden también estar expuestos. Además, ral se debería clasificar el riesgo al menos en
cuando se detectan alteraciones pleurales, sea una de las tres categorías de seguro, probable
en reconocimientos seriados o motivados por o ausente. En España no hay minas de asbes-
sintomatología, el médico no siempre pien- to por lo que el riesgo de exposición principal
sa en el asbesto. Y, por otra parte, aunque hay que buscarlo en la industria, sin olvidar el
se realice un interrogatorio intencionado, posible riesgo extralaboral.
muchas veces es imposible obtener datos úti- Según el Registro de Empresas con Ries-
les dado el largo tiempo de latencia de esta go de Amianto (RERA) en España aún hay unos
patología y el desconocimiento por parte del 300 centros de trabajo en los cuales se usa el
trabajador de los materiales que ha emplea- amianto, con unos 17.000 trabajadores, y en
do o emplea. la Comunidad de Madrid hay registradas unas
veinte empresas, existiendo al menos otras
EL ASBESTO trece en las que se ha usado amianto entre
La palabra asbesto proviene del griego 1965 y 1986. En el Reglamento sobre Traba-
ασβεστος, que significa incombustible o inex-
tinguible, y designa una serie de minerales que
se presentan en forma de fibras muchas veces
flexuosas, con parecido a fibras orgánicas, aso-
ciadas en haces o en aglomerados (Fig. 1).
Se trata por lo tanto de un término que hace
referencia a la morfología y así se conside-
ran como asbestiformes hasta una treintena
de minerales de composición diferente. Bási-
camente se clasifican en silicatos en forma de
cintas o y en silicatos en forma de hojas o filo-
silicatos. Los primeros son los anfiboles entre
los que se encuentran la amosita, la antofilita, FIGURA 1. Asbesto en su estado natural.

132
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS NO INFECCIOSOS. PATOLOGÍA PLEURAL RELACIONADA CON ASBESTO

TABLA 1. Productos y materiales en los que se emplea o se ha empleado amianto


Materiales de construcción Paneles
Cubiertas de chimeneas y respiraderos
Tablillas del material para techos y azoteas
Tabiques
Cubiertas de suelo Baldosas y azulejos de amianto y vinilo, asfalto o hule
Productos de amianto-cemento
Tuberías
Tableros y chapas
Ladrillos
Productos eléctricos
Aislante de cables eléctricos
Centralitas telefónicas
Componentes electrónicos de motores
Material de la fricción
Zapatas y discos de frenos
Revestimientos del embrague
Automoción
Piezas y sellantes del radiador
Transmisiones, silenciadores
Fieltros y papeles
Material para techos y fieltros
Revestimientos de tuberías
Tableros de fibra prensada, cartón grueso y papel
Juntas
Juntas de chapas
Juntas en piezas de automóviles
Juntas para puertas de hornos y estufas de leña y carbón
Pinturas, capas, sellantes
Compuestos asfálticos
Compuestos para pulimentar
Compuestos para calafatear y parchear
Fluidos para taladrar
Materiales que se aplican con rociador para aislar o decorar
Productos textiles y de fieltro
Paño (delantales, guantes, mantas)
Cuerdas, fieltros y cinta
Mangueras de incendios
Cubiertas de tablas para planchar
Fieltros de pianos y de órganos
Telones de teatro

133
A. VENTURA ÁLVAREZ ET AL.

TABLA 1. Productos y materiales en los que se emplea o se ha empleado amianto


(continuación)
Otras aplicaciones
Secadores de mano
Tostadoras, cocinas
Mantas eléctricas
Secadoras de ropa
Hervidores
Piezas de plástico reforzado
Pizarras
Casquillos de bombillas
Discos de fonógrafo
Bengalas de señales
Revestimientos de cámaras acorazadas, cajas fuertes y archivos

jos con Riesgo de Amianto de 1983 se prohi- espacio pleural mediada por la producción por
bió el uso de todos los tipos de asbesto menos parte de las células mesoteliales de una pro-
el crisotilo (éste se ha prohibido en junio de teína que atrae los monocitos, la MPC-1
2002), pero se permite que los productos ya (monocyte chemoattractant protein-1)(1). Se ha
instalados se mantengan hasta el final de su demostrado que in vitro la crocidolita y el cri-
vida útil. Por tanto, habrá que seguir contan- sotilo aumentan la adhesión de leucocitos pleu-
do durante años con la previsible presencia de rales de rata a las células mesoteliales a través
amianto en las edificaciones y, teniendo en de la VCAM-1 lo que no ocurre con la exposi-
cuenta el largo periodo de latencia de la pato- ción a otras fibras(2). El asbesto estimula la for-
logía pleural asbestósica (tanto benigna como mación de radicales activos de nitrógeno por
maligna) es de esperar un progresivo aumen- las células mesoteliales(3) y puede inducir la
to de estas enfermedades en los próximos años apoptosis de dichas células a través de la vía
en nuestro país. de los radicales libres de oxígeno(4-6). Cuando
las fibras de asbesto llegan a la pleura las cé-
EFECTOS BIOLÓGICOS DEL ASBESTO lulas mesoteliales de rata pueden fagocitar-
EN LA PLEURA las -acción favorecida por la vitronectina(7,8)- y
Los tres procesos que se describen en este tras esa fagocitosis adquieren la capacidad de
capítulo posiblemente comparten aspectos de segregar fibronectina y atraer a los fibroblas-
su patogenia, basada fundamentalmente en tos(9). La inyección intratraqueal de asbesto en
mecanismos inflamatorios. Si bien no se posee ratas da lugar a una proliferación de las célu-
todavía un esquema patogénico de las distin- las mesoteliales pleurales, probablemente a
tas entidades, sí se conocen experimental- través de citocinas elaboradas por los macró-
mente una serie de efectos que el asbesto fagos, pues en estos experimentos no se
ejerce sobre las células mesoteliales, los ma- encontraron fibras de asbesto en la pleura(10-
crófagos o los leucocitos pleurales o sobre una 12). En cultivos de células mesoteliales el asbes-

serie de mediadores, citocinas, etc. to aumenta la liberación por estas células de


La exposición al asbesto da lugar a una res- interleucina 8 (IL-8), respuesta mediada al
puesta inflamatoria macrofágica dentro del menos en parte por la IL-1-alfa(13), e incrementa

134
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS NO INFECCIOSOS. PATOLOGÍA PLEURAL RELACIONADA CON ASBESTO

la producción de radicales libres de oxígeno, El diagnóstico ha de hacerse tras una exclu-


directa o indirectamente a través de citocinas sión absoluta de otras etiologías posibles, inclu-
segregadas por otras células(14-16). Por vía intra- yendo en lo referente a las neoplasias malig-
traqueal la crocidolita disminuye la formación nas y especialmente al mesotelioma un
del factor de necrosis tumoral por los leucoci- periodo de observación suficientemente pro-
tos pleurales sin causar cambios en la pobla- longado. La existencia de una exposición al
ción de éstos(17), y aumenta la producción de asbesto debe ser lo suficientemente convin-
factor quimiotáctico para los neutrófilos por cente en la anamnesis, siendo preferible si se
las células mesoteliales(18). Los citados son sólo acompaña de la demostración de fibras de
algunos de los muchos puntos en la compleja asbesto o de cuerpos ferruginosos de asbes-
red celular y humoral de los mecanismos infla- to en número significativo en el esputo, en el
matorios sobre los que puede actuar el asbes- lavado broncoalveolar o en muestras de biop-
to en el seno del tejido pleural para terminar sia pleural o pulmonar. El pronóstico es favo-
ocasionando un exudado o una fibrosis. rable y lo normal es su resolución espontánea,
con un tiempo de evolución medio de unos
DERRAME PLEURAL BENIGNO tres meses. Pueden recidivar quedando a veces
La posibilidad de que el asbesto sea la cau- engrosamiento pleural(33), con persistencia de
sa de algunos derrames pleurales no se ha teni- sintomatología dolorosa, y en algún caso se
do en consideración hasta algunos años des- ha observado la aparición de un mesotelioma
pués de que se aceptara esta etiología para las al cabo de unos años.
placas pleurales, los engrosamientos pleurales
difusos y el mesotelioma maligno. En 1964 se PLACAS PLEURALES
publicó un caso aislado por Eisenstadt(19) y pos- Las placas pleurales fibro-hialinas son la
teriormente se publicaron diferentes series de manifestación radiológica más frecuente de la
derrames aparentemente idiopáticos en los que exposición al amianto y se pueden considerar
la exposición al asbesto era significativamen- como un marcador muy fiable de esta exposi-
te más frecuente que en sujetos control(20-23). ción(34,35). Están constituidas por engrosamien-
El tiempo de latencia para que se manifieste tos de espesor variable, de superficie por lo
clínicamente después de la exposición es menor general plana o con algunas elevaciones nodu-
que para otras patologías derivadas del amian- lares. Se han encontrado placas pleurales en
to. Puede ser unilateral o bilateral. Muchas veces poblaciones que viven en zonas donde existen
es asintomático, describiéndose dolor torácico minerales asbestiformes o cerca de minas o
en un tercio y disnea en la cuarta parte de los fábricas de asbesto. Es raro encontrarlas en per-
casos(24-29). El líquido pleural es un exudado infla- sonas de menos de cuarenta años, dado el lar-
matorio serofibrinoso, en ocasiones ligeramente go tiempo de exposición necesario para ello.
hemático, con fórmula leucocitaria anodina o En toracoscopia aparecen como unas super-
con cierta eosinofilia que, a veces, se ha des- ficies planas o ligeramente irregulares, blancas
crito también en sangre periférica(30,31). La biop- y brillantes como el nácar, con bordes
sia pleural tiene interés para descartar, en la netos(36,37). Tienen una consistencia similar a la
medida de lo posible, un tumor pleural o una del cartílago y su tamaño puede ir desde el
etiología específica y puede mostrar una infil- de una perla hasta el de la palma de la mano.
tración por células inflamatorias, un exudado Su localización más frecuente es a nivel de pleu-
fibrinoso con una proliferación fibroblástica pre- ra parietal y diafragmática con tres zonas de
coz o una fibrosis inespecífica(32). Pueden encon- elección, la pared anterior, del tercero al quin-
trarse cuerpos asbestósicos en pleura pero, en to espacio intercostal, la gotiera costovertebral
todo caso, suelen ser más abundantes en teji- y la cúpula diafragmática, a menudo respe-
do pulmonar. tando su parte periférica. Se han descrito tam-

135
A. VENTURA ÁLVAREZ ET AL.

bién en pleura mediastínica y sobre pericardio Las placas pleurales no ocasionan síntomas,
y suelen respetar las cúpulas pleurales y las por- normalmente no interfieren de forma signifi-
ciones cartilaginosas de las costillas. Su asien- cativa en la función pulmonar y suelen ser
to en pleura visceral, en las cisuras interloba- hallazgos radiológicos o encontrarse con oca-
res, es mucho menos frecuente. sión de una toracotomía o en estudios necróp-
Histológicamente están constituidas por sicos. Tienen un carácter poco evolutivo y
bandas de tejido colágeno avascular y poco generalmente no se asocian a afectación paren-
celular(38). Las fibras colágenas se disponen en quimatosa pulmonar asbestósica. Radiológica-
haces paralelos adoptando a veces una ima- mente las placas fibrosas son más visibles con
gen denominada de “cesta trenzada”. En las alto voltaje y las calcificadas en régimen de bajo
placas nodulares las fibras pueden adoptar una voltaje (Figs. 2 y 3), distinguiéndose a veces
disposición concéntrica, en bulbo de cebolla. mejor en las proyecciones laterales u oblicuas.
A veces la placa está recubierta de una capa La tomografía computarizada es el método ade-
de células mesoteliales normales o metaplá- cuado para su estudio en detalle. Algunos auto-
sicas. El límite entre la placa y la pleura veci- res han preconizado la utilización de la eco-
na es neto y claramente identificable, y el teji- grafía para su detección(42,43). Es necesario no
do conjuntivo pleural normal puede ser confundirlas con las sombras satélites de las
identificado claramente pasando por debajo costillas así como con la banda de grasa del
de la placa. En ocasiones (raramente antes de espacio extrapleural que se puede encontrar en
los veinte años de la primera exposición al los obesos(44).
asbesto), se calcifican parcialmente por depó-
sito de cristales de apatita, empezando por PAQUIPLEURITIS
el centro de la placa. A diferencia de las placas fibrohialinas que
En relación a la patogenia, no está muy son alteraciones discretas, la paquipleuritis es
clara la vía por la que las fibras de asbesto una afectación difusa que se extiende de for-
alcanzan la pleura parietal. Las fibras que lle- ma continua en una porción variable de la cavi-
gan a la periferia del pulmón podrían alcanzar dad torácica. Se trata fundamentalmente de
la pleura visceral por vía linfática y es teóri- una lesión de la pleura visceral, donde siem-
camente posible que las más agudas, como pre se inicia, si bien de forma secundaria se
pequeñas agujas, pudieran atravesar la pleu- puede producir una sínfisis de ambas hojas
ra visceral y alcanzar la parietal que lesiona- pleurales. Está constituida por tejido colágeno
rían, resultando las placas de este daño pleu- denso, con un componente inflamatorio más
ral(39). Sin embargo esto parece poco probable, o menos marcado. Puede ser el resultado de
pues la parte de la pleura visceral inmediata- diferentes episodios de pleuresías asbestósi-
mente en contacto con la zona de la parietal cas benignas, formarse a partir de la con-
en la que asienta la placa suele estar indem- fluencia de grandes placas pleurales o ser la
ne. Otro argumento en contra es que las fibras extensión a la pleura visceral de una fibrosis
de amianto que se suelen encontrar en la pleu- pulmonar subpleural.
ra parietal son de crisotilo más bien que anfi- Puede ser unilateral o bilateral, general-
boles(40,41), mientras que éstos por su forma mente es más marcada en bases pero puede
más acicular deberían perforar un tejido con extenderse hasta el vértice pulmonar; se acom-
más facilidad. Puede ser que las fibras pasen paña con frecuencia de algún grado de fibro-
de los vasos linfáticos del pulmón a la circu- sis pulmonar y puede afectar a las cisuras inter-
lación linfática general y a los linfáticos inter- lobares. Su frecuencia, menor que la de las
costales y diafragmáticos, con una propaga- placas pleurales, aumenta de forma paralela
ción contra corriente admitida en otras con el tiempo transcurrido desde la primera
partículas, como las de polvo de carbón. exposición(45) y se relaciona con la dosis si bien

136
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS NO INFECCIOSOS. PATOLOGÍA PLEURAL RELACIONADA CON ASBESTO

FIGURA 2. Placas calcificadas bilaterales en pleu-


ra diafragmática. Existe además una atelectasia
redonda derecha que está representada por un
aumento de densidad poco definido detrás de la
silueta cardiaca.
FIGURA 3. Se observan placas calcificadas dia-
fragmáticas y retroesternales. La atelectasia redon-
da pasa desapercibida superpuesta a los últimos
de una forma menos clara que la asbestosis o cuerpos vertebrales dorsales.
el mesotelioma. Cuando se calcula esta dosis
con el contaje de fibras encontradas en biop-
sias de tejido pulmonar, la cantidad de fibras la tomografía computarizada, que puede dis-
en la fibrosis pleural difusa es algo mayor que tinguir entre el engrosamiento difuso y las pla-
la encontrada en casos de fibrosis pulmonar cas discretas múltiples.
ligera, y muy por encima de las cifras encon-
tradas en casos testigo(46,47). ATELECTASIA REDONDA
Aunque en muchas ocasiones su descu- Descrita por primera vez por Blesovsky(56),
brimiento es casual, también puede acompa- durante un tiempo recibió varias denomina-
ñarse de síntomas clínicos(48,49). A veces cursa ciones como pulmón plegado (folded lung),
con malestar general y episodios febriles, la pleuritis encogida o contraída, (shrinking pleu-
velocidad de sedimentación globular puede ritis, contracted pleurisy) o pleuroma y el tér-
estar elevada, y se han observado alteracio- mino “atelectasia redonda” fue sugerido por
nes en las inmunoglobulinas séricas(50). Desde Hanke en 1971(57). Aunque las primeras des-
el punto de vista funcional tiene más trascen- cripciones fueron en casos de pleuresías exu-
dencia que las placas pleurales, pues puede dativas y tras neumotórax terapéuticos hoy se
producir una insuficiencia ventilatoria restric- admite que la exposición al asbesto es la prin-
tiva(51-55). cipal causa, siguiendo a las pleuresías asbes-
Radiológicamente no existen datos espe- tósicas benignas o acompañando tanto a las
cíficos. En la radiografía simple de tórax se fibrosis pleurales difusas como a las placas cir-
observa un engrosamiento pleural difuso, cunscritas fibrohialinas o calcificadas.
extendiéndose al menos a un 25% de la cavi- Consiste en un engrosamiento pleural cir-
dad torácica, y ocasionando con frecuencia cunscrito o extenso asociado a un colapso o
obliteración de senos costofrénicos. Para su plegamiento redondeado del parénquima pul-
correcta evaluación radiológica es necesaria monar adyacente lo que da lugar a una masa

137
A. VENTURA ÁLVAREZ ET AL.

de aspecto pseudotumoral. Radiológicamen-


te aparece como una opacidad redondeada
en la periferia pulmonar junto a una zona de
engrosamiento pleural. En las radiografías
simples la imagen suele ser poco clara y es
en tomografía computarizada donde se pue-
den definir bien sus características (Fig. 4) con
la presencia de imágenes lineales curvas for-
madas por los vasos y bronquios que desde
la atelectasia redonda se dirigen aproxima-
damente hacia el hilio, el llamado “signo de
la cola de cometa”(58,59,60). Casi siempre se FIGURA 4. El mismo paciente de la figura 3. Se
aprecia una pérdida de volumen del lóbulo observa la atelectasia redonda derecha con su mor-
afectado; se pueden acompañar de placas fología típica y varias calcificaciones pleurales.
pleurales fibrohialinas en su proximidad o en
zonas alejadas, pueden ser únicas o múltiples
y su localización más frecuente es en lóbulos adherencia, algunos bronquios se acodan, se
inferiores, seguidos de la zona del lóbulo extiende la zona sin airear, los movimientos
medio y língula(58). respiratorios dan lugar a un efecto de enro-
En cuanto a su etiología, el amplio uso de llamiento y queda cada vez más parénquima
la tomografía computarizada en pacientes “atrapado”(63).
con patología pleural asbestósica ha permi- No ocasionan ninguna sintomatología
tido atribuir la mayoría de los casos a este especial y generalmente son hallazgos radio-
mineral(61,62,58). Su patogenia ha sido estudia- lógicos, muchas veces de la tomografía com-
da en observaciones radiológicas, en tora- putarizada. No afectan de forma especial a la
cotomías y en autopsias. Una parte del pul- función respiratoria (61) y en algunos casos
món atelectásica se adhiere a otra zona y se ha observado su desaparición espontá-
cuando el exudado se reabsorbe persiste la nea(58,64).

138
DROGAS Y DERRAME PLEURAL

INTRODUCCIÓN se utiliza en el tratamiento de la enfermedad


La afectación pleural secundaria a fárma- de Parkinson. Conduce a alteraciones pleu-
cos puede ocurrir con o sin daño parenqui- ropulmonares tras un uso prolongado, que
matoso pulmonar, aunque esta última posibi- oscila entre 12 y 48 meses desde el inicio de
lidad es menos frecuente. Muchos casos la terapia. La prevalencia de afectación pleu-
pueden pasar desapercibidos, ya que lo habi- ral sintomática entre enfermos que toman
tual es que se resuelvan al suspender el tra- este fármaco es de un 2-5%. En la radiogra-
tamiento. No obstante, a pesar de su escasa fía de tórax puede aparecer DP, engrosa-
incidencia, la posibilidad de un origen farma- miento pleural unilateral o bilateral o infiltra-
cológico debe considerarse en el diagnóstico dos intersticiales(3-5). En la mayoría de los casos
diferencial del derrame pleural (DP) de etio- el líquido pleural es un exudado con predo-
logía incierta(1). minio linfocitario, aunque en algunos de ellos
La afectación pleural por drogas puede cla- se ha descrito eosinofilia(6) (Tabla 5). Su cur-
sificarse en tres grupos según que el meca- so evolutivo es variable. El DP a menudo se
nismo de acción de éstas sea selectivo sobre resuelve al suspender el tratamiento, sin
el espacio pleural, exista una afectación secun- embargo, el engrosamiento de la pleura y los
daria o se produzca un síndrome lupus-like infiltrados intersticiales suelen evolucionar de
(Tabla 4)(2). A continuación se describen, de forma tórpida.
forma detallada, algunos de los fármacos que En pacientes con enfermedad de Par-
más frecuentemente dañan la pleura. kinson y exposición previa al asbesto se ha
descrito una mayor incidencia de DP secun-
FÁRMACOS ERGOTAMÍNICOS dario a la toma de bromocriptina. La rela-
ción patógena no se ha establecido con exac-
Bromocriptina titud (7,8), y también en estos casos el DP
Es un fármaco con acción agonista dopa- suele desaparecer al suspender el trata-
minérgica y antagonista serotoninérgica que miento.

TABLA 4. Clasificación de los fármacos según su acción sobre la pleura


Selectivos No selectivos Síndrome lúpico
Bromocriptina Agentes citostáticos (bleomicina, mitomicina, etc.) Hidralazina
Metisergida Modificadores de la respuesta biológica (IL2, GM-CSF) Procainamida
Dantroleno sódico Antibióticos (nitrofurantoína) Isoniazida
Antiarrítmicos (amiodarona) Fenitoína
Otros (aciclovir, propiltiouracilo...) Clorpromazina
Quinidina
Metildopa
Betabloqueantes
Sulfasalazina

139
B. JARA CHINARRO

TABLA 5. Fármacos que inducen derrame pleural eosinófilo


Fármaco Eosinofilia líquido pleural (%) Eosinofilia sérica (%) Infiltrados pulmonares
Bromocriptina 12 - 30 No No
Dantroleno 30 – 66 7- 18 No
Nitrofurantoína 17 9- 83 Intersticial
Propiltiouracilo 16 – 45 No No
Acido valproico 60 - 85 25 No
Isotretinoína >20 No No

Metisergida La patogenia se atribuye a un daño celular direc-


Este fármaco, habitualmente empleado en to debido a un aumento de los fosfolípidos
el tratamiento de las migrañas, provoca un intracelulares y/ o a una respuesta inflamato-
aumento de los niveles de serotonina, que ria inmune. Aparece tras el uso de dosis mayo-
induce una mayor actividad fibroblástica. Su res de 400 mg/ día(12). En las pruebas de ima-
administración puede producir fibrosis retro- gen se observa un patrón reticular difuso o
peritoneal y pleural con derrame asociado. áreas bilaterales de consolidación periféricas y
Existe una relación directa entre la duración de predominio en lóbulos superiores. La tomo-
del tratamiento y la gravedad de la fibrosis. En grafía de alta resolución muestra DP y engro-
la mayoría de los casos, las alteraciones remi- samiento de la pleura visceral en el 50% de los
ten al suspender el fármaco(9). casos(13). El líquido pleural suele corresponder
a un exudado con pocas células y escasa reper-
RELAJANTES MUSCULARES cusión sintomática(14). El derrame se resuelve
tras la suspensión del fármaco.
Dantroleno sódico Los casos con neumonitis que se acom-
Posee una estructura química semejante a pañan de hipoxemia y alteraciones de la difu-
la nitrofurantoína. Se emplea en el tratamien- sión alvéolo-capilar requieren tratamiento con
to de los trastornos neurológicos espásticos. Se corticoides.
han descrito al menos 6 pacientes que de-
sarrollaron DP unilateral, sin afectación paren- Minoxidil
quimatosa, tras 2 meses a 3 años con este Es un fármaco vasodilatador que se usa
medicamento. El examen del líquido pleural para el tratamiento de la hipertensión arterial
muestra un exudado con al menos un 35% de refractaria. Provoca la aparición de derrame
eosinófilos. También hay eosinofilia sérica supe- pericárdico con cierta frecuencia, sin embar-
rior al 5%, lo que sugiere un mecanismo alér- go, hay un solo caso descrito que asociaba DP
gico (Tabla 5). Tras la suspensión del fármaco bilateral tras dos meses de tratamiento y que
se produce una inmediata mejoría clínica, aun- se resolvió al suspenderlo(15).
que el DP tarda varios meses en resolverse(10,11).
Practolol
FÁRMACOS CARDIOVASCULARES El practolol es un agente beta-bloqueante
que puede inducir la aparición de derrame y
Amiodarona engrosamiento pleural tras un uso prolonga-
Este fármaco antiarrítmico produce toxici- do (12- 36 meses). El engrosamiento no sue-
dad pulmonar con una incidencia del 5 al 7%. le desaparecer con la suspensión del trata-

140
DERRAMES PLEURALES INFLAMATORIOS NO INFECCIOSOS. DROGAS Y DERRAME PLEURAL

miento ni con la administración de corticoi- afectación pleural(23). Entre ellos cabe reseñar
des(16). el busulfán(24), el arabinósido de citosina(25) y
la procarbazina(26).
AGENTES QUIMIOTERÁPICOS
MODIFICADORES DE LA RESPUESTA
Bleomicina BIOLÓGICA
El tratamiento con bleomicina se acom-
paña de una alta incidencia de toxicidad pul- Interleucina- 2
monar (2-40% de los casos), que se manifiesta La interleucina 2 se utiliza, junto con la
habitualmente como una neumonitis subagu- infusión de células killer activadas por linfoci-
da o crónica, con fibrosis(17). Se han descrito nas (LAK), para el tratamiento del melanoma
pocos casos que asocien DP. La suspensión de y el carcinoma renal. La incidencia de toxici-
la terapia y la administración de corticoides dad pulmonar derivada de su uso es mayor
no suelen ser medidas eficaces(18). cuando se administra en bolo que cuando se
hace en infusión continua. Provoca edema pul-
Metotrexato monar por aumento de la permeabilidad capi-
Es un análogo del ácido fólico que inhibe lar. En la radiografía simple de tórax aparece
la reproducción celular. Se usa en el trata- DP en un 52% de los casos(27,28). Esta altera-
miento de neoplasias, enfermedades der- ción suele persistir durante más tiempo que
matológicas, colagenopatías y asma severo. el edema cuando se retira el fármaco.
Suele producir afectación pleuropulmonar
reversible en un 2-5% de los casos, como Factor estimulador de colonias de
resultado de una reacción de hipersensibili- granulocitos-macrófagos (GM-CSF)
dad(19). En la radiografía puede observarse Se ha descrito un solo caso de DP asocia-
también engrosamiento de la pleura intra- do con el empleo del GM-CSF, sin infiltrados
lobar y neumonitis intersticial(20). Los efectos pulmonares. El análisis del líquido pleural mos-
adversos derivados de su administración traba un gran número de células mieloides
dependen de la frecuencia, dosificación y inmaduras. La retirada del tratamiento con-
duración del tratamiento. El riesgo de afec- dujo a la resolución del derrame(29).
tación es mayor en casos de edad avanzada,
uso previo de agentes antirreumáticos, dia- AGENTES ANTIMICROBIANOS
betes y enfermedad pleuropulmonar(21).
Nitrofurantoína
Mitomicina La nitrofurantoína se utiliza en el trata-
Es un agente alquilante que desestructura miento de las infecciones no complicadas del
el DNA celular. Induce toxicidad pulmonar en tracto urinario inferior. Puede producir reac-
un 3-6,5% de los casos. Esta complicación ciones adversas pulmonares agudas o cróni-
se manifiesta radiológicamente como infiltra- cas(30). Las primeras se deben a un mecanis-
dos intersticiales bilaterales de predominio mo de hipersensibilidad y no son dependientes
inferior, síndrome de distrés respiratorio con de la dosis utilizada. Se dan en un 5 a 25% de
áreas de consolidación posteriores y DP. La los casos, tras horas a días desde su inicio. Los
afectación pleural es más frecuente que con pacientes presentan tos, fiebre y disnea y en
otros citostáticos(22). la radiografía de tórax pueden observarse infil-
trados alveolares o intersticiales. En un tercio
Otros de los casos aparece DP, casi nunca de forma
Cualquier agente citostático con toxicidad aislada. Puede detectarse eosinofilia marcada,
pulmonar puede inducir de forma secundaria tanto en el análisis sanguíneo (hasta un 83%),

141
B. JARA CHINARRO

TABLA 6. Fármacos inductores de síndrome lúpico


Asociación segura; ANA + Hidralazina, procainamida, isoniazida, clorpromazina,
fenitoína

Posible asociación; ANA ± Metildopa, betabloqueantes, carbamazepina, etosuximi-


da, griseofulvina, anticonceptivos orales, PAS, penicili-
na, estreptomicina, sulfonamidas

como en el líquido pleural (Tabla 5). Con la La mitad de ellos presentan un DP tras un año
suspensión del fármaco, el derrame se resuel- de tratamiento. Los casos con fenotipo aceti-
ve en 4-8 semanas(31). lador lento lo hacen con dosis más bajas y tras
Las reacciones pulmonares crónicas se pro- un período más corto de terapia(37,38).
ducen por daño tisular directo de los oxidan-
tes tras semanas a años de tratamiento con- Hidralazina
tinuado. En la radiografía se observa un patrón La prevalencia de síndrome lúpico induci-
reticular en las bases con posible consolida- do por este fármaco se sitúa entre el 2% y el
ción y fibrosis subpleural. No es frecuente el 21%. Una dosis diaria mayor de 200 mg o acu-
hallazgo de DP(32). mulada mayor de 100 g se asocian con mayor
riesgo. Es más frecuente en mujeres y se mani-
Minociclina / Tetraciclina fiesta con artralgias, fiebre y afectación pleu-
Estos fármacos pueden provocar una enfer- ropulmonar en un 30% de los casos(39).
medad pulmonar semejante a la eosinofilia
pulmonar simple. En algunas ocasiones se BIBLIOGRAFÍA
acompaña de hepatitis, DP y crecimiento de Enfermedades colágeno-vasculares
los ganglios linfáticos. Se resuelve al suspen- 1. Hahn BH. Systemic lupus erythematosus. En:
der el agente desencadenante(33). Harrison’s Principles of Internal Medicine, 14th
edition. Volume 2. New York: McGraw-Hill Co.
FÁRMACOS INDUCTORES DEL SÍNDROME 1998. p. 1874-80.
LÚPICO 2. Light RW. Pleural Diseases due to collagen vas-
cular diseases. En: Light RW, ed. Pleural Dise-
Aunque son muchos los fármacos que pue- ases, 3rd edition. Baltimore: Williams and Wil-
den inducir un síndrome lupus-like, sólo algu- kins; 1995. p. 208-16.
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148
DERRAMES PLEURALES
POST-QUIRÚRGICOS
DERRAME PLEURAL POST-TRASPLANTE
HEPÁTICO Y PULMONAR
Alicia de Pablo Gafas

POST-CIRUGÍA ABDOMINAL
Francisco Javier García Pérez

INTRODUCCIÓN DERRAME PLEURAL POST-TRASPLANTE


Más de la mitad de los pacientes con tras- HEPÁTICO
plante hepático desarrollan en el postopera- Al igual que las enfermedades hepáticas se
torio inmediato un derrame pleural, que en asocian con frecuencia a problemas pulmona-
la mayoría de los casos es un trasudado, res, en el trasplante hepático (TxH) pueden sur-
pequeño y asintomático, que tiende a la reso- gir complicaciones pulmonares como neumo-
lución espontánea. Varios factores pueden nías, derrame pleural y síndrome de distrés
contribuir a su formación, siendo la irrita- respiratorio del adulto principalmente(1).
ción diafragmática producida durante la ciru- El derrame pleural es la complicación pul-
gía el principal causante del derrame. La no monar más frecuente en pacientes sometidos
desaparición del líquido pleural, su incre- a TxH. Su incidencia varía entre las series publi-
mento o su reaparición más allá de la pri- cadas, desde el 17%(2) hasta el 77-100%(3). Sin
mera semana deben hacer sospechar otras embargo, las diferencias tan grandes se expli-
etiologías y poner en marcha métodos diag- can porque aquellas series con incidencias infe-
nósticos como toracocentesis y/o biopsia riores al 30% incluyen sólo los derrames que
pleural, además de descartar patología sub- por su mayor tamaño o persistencia exigen
diafragmática. alguna intervención terapéutica, mientras que
Todos los pacientes sometidos a un tras- si incluyen todos los derrames pleurales apa-
plante pulmonar presentan en el postopera- recidos tras la cirugía, independientemente de
torio inmediato un derrame pleural, conse- su tamaño o duración, la incidencia se sitúa
cuencia de cambios en la permeabilidad en valores >77%(1,3).
capilar, interrupción del drenaje linfático y, en En cuanto a su etiología, los derrames post-
ocasiones, rechazo agudo. Se trata de un exu- quirúrgicos son consecuencia de la lesión o irri-
dado con predominio de neutrófilos, que tien- tación producida en el diafragma durante la
de a desaparecer en pocas semanas sin reper- cirugía(3) junto con la acumulación de líquido
cusión el paciente. Por el contrario, el derrame subdiafragmático como consecuencia de la asci-
pleural que aparece más tardíamente obliga a tis pretrasplante, la hipoalbuminemia y la masi-
descartar otras etiologías como rechazo agu- va administración de líquidos y trasfusiones
do, infecciones, complicaciones vasculares, durante la cirugía. Sin embargo no se ha encon-
quilotórax, o neoplasias. trado ninguna correlación entre el desarrollo

149
A. DE PABLO GAFAS

de un rechazo del injerto, la enfermedad hepá- El derrame tiende a la reducción espontá-


tica pretrasplante y la existencia de derrame nea, no siendo necesario realizar una toraco-
pleural antes de la intervención, con la inci- centesis diagnóstica, por lo que existe muy
dencia, tamaño o duración del derrame pleu- poca información sobre las características bio-
ral posTxH(4). Aunque teóricamente uno de los químicas de estos derrames. En su mayoría
factores que puede predisponer a acumular son trasudados(1,4) si bien han sido publicados
líquido en la cavidad pleural es la cantidad de exudados con la misma tendencia a la reso-
líquido trasfundido no hay evidencias claras lución espontánea y sin que se demostrara nin-
sobre este punto. Afessa B.(3) no encuentra guna otra causa etiológica(6).
correlación entre la cantidad de trasfusiones Además del derrame postquirúrgico, tras
realizadas durante la cirugía y el postoperatorio el TxH pueden aparecer derrames pleurales
inmediato y la presencia del derrame, sin consecuencia de otras etiologías, como son:
embargo otros autores(5), al analizar la elimi- secundario a ascitis, complicaciones subdia-
nación total de líquido posTxH, lo que inclu- fragmáticas (abscesos, hematomas o bilo-
ye el derrame pleural y la ascitis durante los mas)(7), empiemas, hemorragias secundarias
primeros 7 días, sí encuentran una correlación a biopsia hepática, asociado al rechazo del
significativa con la cantidad de plasma fresco injerto o hemotórax tras anticoagulación por
transfundido (r=0,804, p<0,001) y con el trombosis venosa profunda(8). La obstrucción
tiempo de protrombina pretrasplante (r=- de la anastomosis de las venas suprahepáti-
0,559, p=0,01). En esta misma serie el flui- cas en la vena cava inferior, complicación infre-
do drenado (ascitis más derrame pleural) es cuente (1%) pero extremadamente grave, pue-
mayor en los pacientes con ascitis pretrasplante de originar derrame pleural incluso sin ascitis,
intratable que en aquellos sin ascitis. que se resuelve tras la dilatación de la anas-
El derrame postquirúrgico tras el TxH apa- tomosis(9). A diferencia de los derrames post-
rece en el postoperatorio inmediato (entre 1 quirúrgicos, suele iniciarse más allá del primer
y 7 días postcirugía), aunque en ocasiones no o segundo mes posTxH.
se identifica hasta periodos más tardíos, supe- La enfermedad linfoproliferativa puede
riores a los 44 días posTxH(2). Tiende a de- manifestarse exclusivamente por derrame
saparecer en el primer mes, y excepcional- pleural, sin afectar a otros órganos(10,11). Estos
mente persiste durante periodos prolongados derrames aparecen de una manera muy tar-
de 6 meses a 1 año(3,6). En pacientes con TxH, día tras el TxH, (en general más allá del 1º
seguidos radiológicamente en el tiempo, se año) y su diagnóstico se consigue mediante
observa derrame pleural durante la primera estudio citomorfológico del líquido pleural
semana en el 77% de ellos, entre la primera (aunque debido a la poca expresión de las
y 6ª semanas en el 55%, y más allá de la 7ª células linfoproliferativas en el líquido, en oca-
semana y hasta el primer año se mantiene aún siones es necesario realizar biopsias pleura-
en el 10% de los pacientes(3). les abiertas).
Las series publicadas(2,3,4) describen la mayo- En todos los pacientes inmunosuprimidos
ría de los derrames posTxH inmediato en el lado no podemos olvidar como etiologías de derra-
derecho (57%; 87%,100%), con frecuencia son me pleural las infecciones, especialmente
bilaterales (43%; 4%; 28%) y sólo algunos auto- tuberculosis, o las neoplasias.
res(2) encuentran hasta un 9% de derrames Todos estos derrames pleurales de etiolo-
exclusivamente en el lado izquierdo. Casi la gías diferentes al postquirúrgico presentan dife-
mitad de estos derrames son pequeños sin que rencias, tanto en sus características y forma de
representen un problema clínico para el pacien- aparición como en la necesidad de tratamien-
te, el 36% se clasifican como moderados y entre to (Tabla 1). Su aparición tardía más allá de la
el 20 y el 30% se definen como grandes(3). primera semana o bien el aumento de tama-

150
DERRAMES PLEURALES POST-QUIRÚRGICOS. DERRAME PLEURAL POST-TRASPLANTE HEPÁTICO Y PULMONAR

TABLA 1. Diferencias entre los derrames de pacientes con trasplante hepático


Postquirúrgico Otras etiologías
Tipo de derrame Trasudado Exudado
Tiempo de aparición 1º-7º días >7º día
Evolución espontánea Desaparición Persistencia e incremento
Tratamiento Vigilar ± drenaje según síntomas Drenaje + tratamiento específico

ño en lugar de su descenso gradual son los DERRAME PLEURAL POSTRASPLANTE


datos que nos deben hacer sospechar una etio- PULMONAR
logía diferente de la irritación diafragmática Para entender algunas peculiaridades del
quirúrgica, y realizar toracocentesis y/o biop- derrame pleural que aparece tras el trasplan-
sia pleural además de pruebas dirigidas a la te pulmonar (TxP) hay que analizar las carac-
búsqueda de patología subdiafragmática inclu- terísticas anatómicas creadas tras la cirugía.
so en ausencia de dolor abdominal o fiebre(7). Las cavidades pleurales derecha e izquierda
La actitud terapéutica ante un derrame están completamente separadas por el medias-
posTxH varía según su etiología. Cuando el tino sin que exista ninguna comunicación entre
derrame es consecuencia de patología sub- ambos, pero durante el TxP bilateral y el car-
difragmática, o se trata de un empiema o diopulmonar, se realiza una esternotomía
hemotórax, el tratamiento debe ir encami- media o transversa, que elimina la línea ante-
nado a resolver la enfermedad que lo origi- rior del mediastino, dejando una gran comu-
nó además de drenar el derrame. Por el con- nicación entre las dos cavidades pleurales.
trario, cuando estamos ante un derrame Esto, aunque con menor frecuencia, también
postquirúrgico la actitud terapéutica depen- ocurre en un trasplante unilateral. Con el tiem-
de principalmente de la repercusión clínica po en el mediastino surgen adherencias pleu-
que el derrame esté originando. En los derra- rales, que pueden cerrar de nuevo esta comu-
mes pequeños y asintomáticos es aconseja- nicación, como se ha observado en casos de
ble no realizar ninguna intervención para dis- retrasplante o de autopsias(12). Sin embargo las
minuir los riesgos de sangrado en un paciente cavidades pleurales pueden quedar comuni-
inestable, con escasos factores de coagula- cadas entre sí durante muchos años e incluso
ción y en ocasiones anticoagulado. Por el con- toda la vida, lo que explica los neumotórax
trario, en los derrames grandes y sintomáti- bilaterales tras punción o biopsias pulmona-
cos (18% de los casos) es necesaria una res unilaterales y la resolución de derrames
actitud intervencionista, ya sea mediante tora- o neumotórax bilaterales mediante drenaje
cocentesis evacuadoras, tubos de drenaje o torácico unilateral(13,14).
incluso toracotomía(2,3). Prácticamente todos los pacientes some-
Ninguna de las diferentes técnicas eva- tidos a TxP desarrollan un derrame pleural en
cuadoras ha demostrado mayores beneficios el postoperatorio inmediato que se resuelve
en disminuir la duración del derrame(2) por en los primeros 7 a 14 días. El origen de este
lo que la elección entre una u otra debe ser líquido tiene varias explicaciones(12). En pri-
una decisión individualizada en cada pacien- mer lugar el daño originado en el pulmón
te, dependiendo del riesgo de cada una de las durante la isquemia y posterior reperfusión
técnicas así como de la cantidad de líquido o del injerto provoca un aumento de la permea-
posibilidad de que existan lesiones diafrag- bilidad en los capilares alveolares. En segun-
máticas. do lugar, los linfáticos del pulmón trasplanta-

151
A. DE PABLO GAFAS

do seccionados drenan a la cavidad pleural,


TABLA 2. Etiología del derrame pleural
hasta que su circulación es reanudada en apro-
en pacientes con trasplante pulmonar
ximadamente 2-4 semanas; y en tercer lugar
el rechazo agudo, que puede ocurrir en la pri- Etiología Tiempo de aparición del
mera semana, provoca también un derrame derrame
pleural.
Postquirúrgico Postoperatorio inmediato
El análisis de este líquido(15) revela que ini-
cialmente se trata de un exudado sanguino- Hemotórax Postoperatorio inmediato
lento con predominio de neutrófilos, similar a Quilotórax 1er mes postquirúrgico
los derrames que aparecen tras cualquier ciru-
gía torácica. En los primeros 10 días el núme- Complicaciones
ro de células y el porcentaje de neutrófilos dis- venosas 1º-2º mes postquirúrgico
minuye hasta igualarse al de linfocitos. Aunque Rechazo agudo Cualquier momento de la
los valores de LDH también se reducen en evolución
estos primeros días, siempre se mantienen en
el rango que define a un exudado, mientras Paraneumónico Cualquier momento de la
que el contenido en proteínas disminuye de evolución
forma muy importante ya al 3er día, alcan- Empiema Cualquier momento de la
zando valores muy bajos (<2g/dl) a los 9-10 evolución
días del trasplante. Este descenso tan rápido
de proteínas traduce una rápida normalización Neoplásico Tras 1er año del trasplante
de la permeabilidad capilar.
La mayor parte de las células existentes en
el líquido pleural tienen su origen en el parén- cesario el análisis del líquido en cada pacien-
quima(16). Cuando se realiza un trasplante las te, salvo que las circunstancias clínicas del
células del receptor migran hacia el injerto, paciente cambien, como puede ser la presen-
reemplazando con el tiempo las células del cia de fiebre persistente, el aumento brusco
donante(17). Por ello, los primeros días del TxP, del derrame pleural o la persistencia del líqui-
las células del líquido pleural proceden del pul- do más allá de dos o tres semanas.
món donado, mientras que más allá del 8º día Muchas otras enfermedades pueden ori-
estas células donantes sólo constituyen el 1% ginar un derrame pleural en un paciente con
del total frente a las células del receptor, como TxP. En todo momento de su evolución hay
han demostrado estudios del DNA en células que tener presente el rechazo agudo del injer-
del líquido pleural de pacientes con TxP(18). to(19). El derrame que origina suele ser peque-
Dado que las causas que originan este ño o moderado, acompañado de otros datos
derrame pleural posTxP inmediato son tem- clínicos como disnea, desaturación al ejerci-
porales, el líquido disminuye de una manera cio, febrícula y caída de flujos espiratorios. Has-
espontánea en las primeras dos semanas. Tras ta la actualidad, el único método que permite
la cirugía todos los pacientes salen de quiró- confirmar el diagnóstico de rechazo agudo es
fano con 2 tubos de drenaje en la cavidad pleu- la biopsia trasbronquial, por lo que resulta inne-
ral intervenida para favorecer la reexpansión cesario el análisis del líquido pleural, que desa-
del pulmón, además de vigilar los posibles san- parece en las primeras 24-48 horas de haber
grados mediastínicos. Una vez descartado el iniciado el tratamiento.
sangrado y eliminado todo el aire de la cavi- Entre las complicaciones pleurales de los
dad pleural los drenajes deben ser retirados, pacientes con TxP, existe un 11% de derra-
aunque quede líquido pleural, pues irá dismi- mes de otras etiologías siendo los más fre-
nuyendo gradualmente. Todo ello hace inne- cuentes los derrames paraneumónicos y el

152
DERRAMES PLEURALES POST-QUIRÚRGICOS. DERRAME PLEURAL POST-TRASPLANTE HEPÁTICO Y PULMONAR

empiema(20), en ocasiones bilaterales debido saria una reintervención quirúrgica para cerrar
a la comunicación existente entre las cavi- el conducto lesionado. Cuando el derrame pleu-
dades pleurales, sin encontrar diferencias en ral aparece de una forma tardía en el pacien-
su incidencia entre las diferentes enferme- te con TxP, deben ser descartadas las enfer-
dades que condujeron a la realización del medades neoplásicas (ya sean linfomas,
TxP. neoplasias pulmonares o de otro origen), si
Realmente cualquier etiología puede ori- bien la incidencia de derrame pleural neoplá-
ginar derrame pleural en los pacientes con TxP sico es casi anecdótica. También las compli-
(Tabla 2) . En el postoperatorio inmediato pue- caciones venosas, ya sea por estenosis o trom-
de aparecer un hemotórax, como conse- bosis, originan un derrame pleural junto a
cuencia del sangrado mediastínico, que requie- edema pulmonar a las pocas semanas de la
re intervención quirúrgica inmediata para cirugía o incluso mas allá de 2 años(22).
conseguir una adecuada hemostasia. Podemos En resumen, en los pacientes sometidos a
encontrar un quilotórax consecuencia de la trasplante tanto pulmonar como hepático es
lesión del conducto torácico durante la ciru- muy frecuente la aparición de derrame pleu-
gía. En general este derrame se inicia precoz- ral tras la cirugía, que no requiere pruebas diag-
mente, al reanudar la alimentación, pero si la nósticas y que tiende a su resolución espon-
lesión del conducto es muy pequeña, el qui- tánea. Por el contrario, si el derrame aparece
lotórax no se hace visible hasta el 1º o 2º mes más allá del postoperatorio inmediato o
del TxP. La dieta con triglicéridos de cadena aumenta su tamaño se deben investigar sus
media y el drenaje torácico puede resolver el características mediante toracocentesis des-
problema(21), aunque con frecuencia es nece- cartando otras muchas etiologías.

153
POST-CIRUGÍA ABDOMINAL

La presencia de pequeños derrames pleu- En otro trabajo más reciente que exami-
rales es bastante común poco tiempo después naba a 128 pacientes sometidos a cirugía del
de intervenciones quirúrgicas abdominales. abdomen superior, 89 (69%) presentaban
Su incidencia varía en las distintas series con- derrame pleural postoperatorio(4). Su presen-
sultadas del 0 al 70%, en función de la reali- cia no se relacionaba con el tipo de interven-
zación o no de radiografías torácicas seriadas ción, sexo, peso, hábito tabáquico, presencia
en decúbito lateral derecho e izquierdo antes de infección o niveles séricos de amilasa. No
y después de la cirugía(1,2,3,4). Estos derrames existía relación entre la localización del derra-
no suelen requerir ningún tratamiento espe- me y la de la incisión abdominal. Se consta-
cífico. tó una correlación positiva entre atelectasia y
En un estudio clásico de Light y George(3) derrame pleural, pero no una relación causal;
que incluía a 200 pacientes a los que se les para los autores de este trabajo, la presencia
realizaban radiografías de tórax en el segun- de ambos hallazgos tendría una explicación
do día tras la cirugía abdominal, se objetivó común: tras la cirugía se produciría una reten-
derrame pleural en el 60% de los sometidos ción de agua y sodio que conllevaría un acú-
a cirugía abdominal superior y en el 34% de mulo de agua en la cavidad pleural y en el
los sometidos a cirugía abdominal inferior. El intersticio pulmonar, con la subsiguiente dis-
grosor del derrame era inferior a 10 mm en la minución de la compliance pulmonar y for-
gran mayoría de los casos, y casi siempre tenía mación de atelectasias. Este mecanismo se
características de exudado. La incidencia de agravaría en pacientes de mayor edad con des-
derrame pleural fue mayor en pacientes con compensación cardíaca. Estos derrames post-
líquido abdominal libre en el momento de la quirúrgicos también se resolvían sin trata-
intervención y en aquellos con atelectasias miento específico.
postoperatorias. Light y George postulaban un Otras causas específicas conocidas de
papel etiológico determinante de las atelecta- derrame postoperatorio como pancreatitis,
sias en la formación del líquido pleural. La pér- insuficiencia cardíaca congestiva, embolismo
dida de volumen del pulmón atelectasiado ori- pulmonar, infecciones, fístula entero-pleural
ginaría áreas locales pleurales con incremento y pequeñas laceraciones en diafragma y pleu-
de la presión negativa, favoreciendo el movi- ra no han demostrado tener un papel signifi-
miento de líquido hacia el interior del espacio cativo.
pleural presumiblemente desde la superficie Finalmente reseñaremos los derrames pleu-
de la pleura parietal. Las atelectasias ocurren rales asociados a abscesos subfrénicos, dado
en el 40-70% de pacientes sometidos a ciru- que el 80% de éstos ocurren tras cirugía abdo-
gía abdominal y los factores predisponentes minal(6). Las causas más frecuentes de estos
incluyen bronquitis, enfermedad pulmonar abscesos son la esplenectomía y la cirugía biliar,
obstructiva crónica, hábito tabáquico, obesi- según se produzcan en el lado izquierdo o dere-
dad y tiempo anestésico prolongado(5). Como cho(7,8). El derrame pleural se produce por infla-
la práctica totalidad de los derrames pleurales mación del diafragma con exudación de líquido
secundarios a cirugía abdominal se resolvían a través de los vasos de la pleura diafragmática,
espontáneamente en un plazo inferior a dos que han visto aumentada su permeabilidad. El
semanas, la actitud expectante se consideró cuadro clínico suele ser evidente entre la pri-
como la norma a seguir. mera y la tercera semana tras la cirugía, y cur-

154
DERRAMES PLEURALES POST-QUIRÚRGICOS. POST-CIRUGÍA ABDOMINAL

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156
DERRAMES PLEURALES QUILOSOS
(QUILOTÓRAX Y PSEUDOQUILOTÓRAX)
Gema Díaz Nuevo

QUILOTÓRAX principalmente los linfocitos T, son las princi-


El quilotórax se define como el derrame pales células que se encuentran en el quilo,
producido por la presencia de linfa en el espa- oscilando entre 400 a 6.800 por milímetro
cio pleural, secundaria a la rotura del conduc- cúbico(3); por ello, los drenajes prolongados de
to torácico. Son derrames de aspecto lechoso derrames pleurales quilosos pueden produ-
o turbio debido a una alta concentración de cir un importante déficit de linfocitos T.
lípidos en el espacio pleural. El conducto torácico tiene un complicado
trayecto abdomino-torácico desde la cisterna
Fisiopatología del quilo hasta la vena ácigos y pueden exis-
El drenaje del conducto torácico se deno- tir innumerables variaciones anatómicas así
mina quilo. Normalmente circulan por el sis- como múltiples anastomosis(1,2).
tema venoso entre 1.500 y 2.500 mililitros de
quilo(1). La ingesta de líquidos o grasas puede Etiología
incrementar el flujo linfático del conducto torá- Las causas de quilotórax se pueden agru-
cico de 2 a 10 veces, mientras que las proteí- par en cuatro categorías diferentes (Tabla 1).
nas y los hidratos de carbono prácticamente Las neoplasias son la causa en el 50% de los
no tienen ningún efecto sobre el volumen de quilotórax, siendo el linfoma el responsable
flujo linfático(2). en el 75% de los casos. El quilotórax no trau-
El quilo tiene un aspecto lechoso debido a mático es indicación de búsqueda de linfoma
su alto contenido en lípidos. Los linfocitos, ya que puede ser el síntoma de presentación
de esta patología(4,5).
Las segunda causa más frecuente de qui-
TABLA 1. Causas de quilotórax en 5 lotórax es el traumatismo. La incidencia de
series diferentes(1,2,4,6,34) quilotórax después de un procedimiento de
Número Porcentaje cirugía torácica es menor al 1%. La frecuen-
cia es mayor cuando la arteria subclavia
Tumor 76 54 izquierda es movilizada(6). En la cirugía esofá-
Linfoma 57 gica la incidencia es más alta que en la cirugía
Otros 19 cardiovascular o pleuropulmonar(7). La trom-
Trauma 36 25 bosis de la vena cava superior, la cirugía de
Quirúrgico 31 by-pass coronario, el trasplante de corazón y
Otros 5 la esclerosis de varices esofágicas se han aso-
ciado también con la aparición de quilotórax(8-
Idiopáticos 22 15 12). Los traumatismos abiertos y cerrados de
Congénito 8
tórax son otras causas de quilotórax(13).
Otros 14
La tercera causa de los quilotórax por orden
Miscelánea 9 6 de frecuencia es la idiopática. En este grupo
se incluyen los derrames quilosos congéni-

157
G. DÍAZ NUEVO

tos cuya etiología no es conocida. El quilotó- Las complicaciones más graves produci-
rax es la causa más común de derrames pleu- das por el quilotórax son la malnutrición y el
rales en los neonatos(14). Se han descrito déficit inmunológico(32). La linfa contiene gran
asociados a rotura del conducto torácico se- cantidad de proteínas, grasas, electrólitos y
cundario a pequeños traumatismos durante el linfocitos; de ahí que el drenaje mediante tubo
parto. También se han relacionado con el sín- o las toracocentesis repetidas puedan produ-
drome de Turner, el hídrops fetal, el síndro- cir linfopenia y déficit nutricional.
me de Down y el síndrome de Noonan(15,16).
En la mayoría de estos casos se han encon- Diagnóstico
trado malformaciones venosas y linfáticas(15,17). El diagnóstico de quilotórax no suele ser
En los adultos la mayoría de los derrames qui- difícil por el aspecto lechoso del líquido pleu-
losos idiopáticos son debidos a traumas meno- ral, debido al alto contenido en lípidos. En fun-
res como tos o hipo después de comidas ricas ción del aspecto, los principales diagnósticos
en grasas(18). diferenciales deben hacerse con el empiema
Otras causas menos frecuentes de quilotó- y el pseudoquilotórax(28). Por otro lado, los
rax incluyen la cirrosis hepática(19-21), el sín- derrames quilosos también pueden tener apa-
drome nefrótico, la insuficiencia cardiaca, la riencia sanguinolenta, turbia o serosa hasta
trombosis venosa, la linfangioleimiomato- en el 50% de las ocasiones(33,34); incluso en
sis(22,23), la tuberculosis(24), la sarcoidosis(25), la pacientes malnutridos la tinción para lípidos
filariasis, el síndrome de Gorham(26), el aneu- puede ser negativa(35). En los neonatos la apa-
risma de aorta torácica y el hipotiroidismo(27). riencia inicial de los quilotórax es serosa,
adquiriendo el aspecto lechoso tras la inges-
Manifestaciones clínicas ta de leche(15).
La sintomatología producida por los qui- La apariencia lechosa del empiema es debi-
lotórax está relacionada con la ocupación del do al elevado número de leucocitos presentes.
espacio pleural por la linfa. Generalmente la Si se somete a centrifugación, el sobrenadan-
disnea es el síntoma más importante. La fie- te se aclara cuando la causa es el empiema,
bre o el dolor pleurítico son raros debido a que mientras que con los quilotórax y pseudoqui-
la linfa no irrita la superficie pleural(28). lotórax el líquido permanece opaco(28). Cuan-
La anatomía del conducto torácico expli- do los cristales de colesterol son los respon-
ca que las lesiones por encima de la quinta sables de la turbidez del líquido (como en el
vértebra torácica den lugar a quilotórax izquier- caso de los pseudoquilotórax), ésta desapare-
dos y que las inferiores a ese nivel suelan pro- cerá cuando le añadimos 1 o 2 mililitros de
ducir quilotórax derechos(29). La mitad de los éter-etileno al tubo de ensayo; sin embargo,
quilotórax son derechos, un tercio izquierdos si los responsables son los quilomicrones o los
y el resto bilaterales(30). complejos de lecitina la turbidez no desapa-
Después de un trauma torácico suele haber recerá(36).
un período de latencia de entre 2 y 10 días La medición de los triglicéridos en el líqui-
hasta la acumulación de líquido en el espacio do pleural es el primer escalón para el diag-
pleural(13). Tras la rotura del conducto toráci- nóstico del quilotórax. Un nivel de triglicéri-
co la linfa puede entrar en el espacio pleural dos por encima de 110 mg/dl establece el
comprimiendo el pulmón y produciendo dis- diagnóstico de quilotórax mientras que valo-
nea o bien se acumula en el mediastino for- res inferiores a 50 mg/dl lo excluyen. Cuando
mando una masa mediastínica que se deno- el nivel está entre 50 mg/dl y 110 mg/dl se
mina quiloma(31). Cuando el quiloma se rompe requiere el estudio de lipoproteínas del líqui-
dentro del espacio pleural produce hipoten- do pleural. La presencia de quilomicrones en
sión, cianosis y disnea grave. el líquido pleural establece el diagnóstico de

158
DERRAMES PLEURALES QUILOSOS (QUILOTÓRAX Y PSEUDOQUILOTÓRAX)

quilotórax y es considerado el método están- tes con quilotórax(32). En el pasado la morta-


dar oro para el diagnóstico bioquímico(34). lidad podía llegar hasta el 50%(28). Hay varias
Los pseudoquilotórax pueden tener nive- modalidades de tratamiento del quilotórax:
les de triglicéridos en el líquido pleural tan altos conservador, radioterapia y/o quimioterapia y
como los quilotórax(37,38). Además, los derra- tratamiento quirúrgico. La elección del tipo de
mes pleurales en pacientes con hipertriglice- tratamiento depende de la etiología del quilo-
ridemia pueden tener niveles de triglicéridos tórax.
superiores a 110 mg/dl sin quilomicrones(33, Cuando el quilotórax es debido a un trau-
37). Por ello, en ausencia de estudio de lipo- matismo torácico que lesiona el conducto torá-
proteínas es necesario considerar dos criterios cico, es habitual que el lugar de la rotura del
diagnósticos más aparte del nivel de triglicé- conducto se cierre espontáneamente(43,44). El
ridos: relación de colesterol pleura/suero <1 alivio de la disnea, la prevención de la mal-
para excluir pseudoquilotórax y relación de tri- nutrición y la disminución de la producción de
glicéridos pleura/suero>1 en pacientes con quilo son los objetivos del tratamiento. Para
hipertrigliceridemia(18,21,33). conseguirlo se dispone de diferentes opciones
terapéuticas.
Otros métodos diagnósticos El drenaje del quilotórax puede realizarse
En pacientes con quilotórax traumáticos o mediante tubo de tórax. La ventaja del tubo
por malformaciones linfáticas la linfangiogra- de tórax es que el pulmón comprimido por el
fía puede ser útil para localizar el punto de rotu- quilotórax se reexpande e incluso se llega a
ra del conducto torácico o el lugar de la obs- producir en ocasiones una pleurodesis espon-
trucción(39,40). La ingestión de una comida grasa tánea(13). La pérdida de linfa a través del tubo
que contenga sudán negro es una forma más de tórax puede producir una malnutrición e
sencilla y preferible a la linfangiografía para inmunodeficiencia bastante rápidas por lo que
localizar el punto de pérdida de linfa(41). En los se recomienda la nutrición parenteral en todos
quilotórax no traumáticos habitualmente es los pacientes portadores de drenaje torácico.
difícil localizar el punto de pérdida de linfa. Actualmente es preferible este tipo de ali-
Otro método descrito para el diagnóstico mentación a la dieta rica en triglicéridos de
de quilotórax es la realización de una toraco- cadena media ya que no todos ellos se absor-
centesis 30 a 60 minutos después de la inges- ben directamente dentro del sistema portal
tión de una comida rica en grasa que contenga y además la alimentación oral puede aumen-
un colorante para lípidos(42). Si el derrame pleu- tar la producción de linfa(45).
ral es un quilotórax el líquido se teñirá del color La derivación pleuro-peritoneal es otra de
del colorante tras la ingestión de la mezcla(28). las alternativas(46-48). La linfa es reabsorbida en
La tomografía axial computarizada (TAC) la cavidad peritoneal sin crear una ascitis impor-
toracoabdominal es necesaria para excluir el tante(46). Esto evita la malnutrición y la inmu-
linfoma en casos de quilotórax no traumáti- nodeficiencia, y es posible esperar durante más
cos(18). Si la TAC es normal y el tratamiento del tiempo al cierre espontáneo del conducto torá-
quilotórax es efectivo no es necesaria la reali- cico sin riesgos para el paciente antes de deci-
zación de otros estudios(4). Cuando la TAC dir otra alternativa terapéutica. La derivación
demuestra la presencia de adenopatías es obli- pleuro-peritoneal puede ser retirada una vez
gada la realización de una toracoscopia o tora- que no se acumula más linfa en la cavidad pleu-
cotomía exploradora. ral. En casos de quilotórax en pacientes con
ascitis quilosa no debe utilizar la derivación
Tratamiento pleuro-peritoneal debido a la incapacidad de
La malnutrición y la inmunodeficiencia son los linfáticos abdominales para la absorción(18).
las principales causas de muerte en los pacien- Algunos autores recomiendan la derivación

159
G. DÍAZ NUEVO

pleuro-peritoneal cuando continúa el drenaje miento de los quilotórax postquirúrgicos,


a través del tubo de tórax después de cinco recientemente ha sido probada con eficacia la
días(47), mientras que otros la recomiendan de utilización de diferentes fármacos. La etilefri-
entrada sin la necesidad de drenaje con tubo na es una droga simpaticomimética que pro-
de tórax(28). duce la contracción del músculo liso del con-
Existen pocos estudios sobre la eficacia de ducto torácico y que ha demostrado su utilidad
la pleurodesis para el tratamiento del quilotó- en el tratamiento del quilotórax(54). La admi-
rax. Aunque no se recomienda su realización nistración de somatostatina ha sido utilizada
a través del drenaje torácico, la administración con éxito en el tratamiento del quilotórax ya
de 5 gramos de talco por esta vía puede ser que reduce la producción de quilo mediante
efectiva(28). La pleurodesis con talco mediante la inhibición de la secreción gastrointesti-
toracoscopia ha sido probada satisfactoria- nal(55,56).
mente en numerosos trabajos y constituye una El tratamiento del quilotórax no traumáti-
alternativa al tratamiento(49). co es el mismo que el del quilotórax traumá-
El tratamiento quirúrgico está indicado tico. Si es conocido que el paciente tiene un
siempre que el drenaje de linfa a través del linfoma o un carcinoma metastásico, la res-
tubo torácico sea superior a 1.500 mililitros puesta a la radioterapia y/o quimioterapia no
en adultos o 100 mililitros al día en niños siempre es satisfactoria. En estos casos, la pleu-
durante 5 días, o cuando no ha disminuido rodesis con talco constituye una alternativa
el drenaje tras dos semanas de tratamiento razonable(57).
conservador(50). Por supuesto, siempre debe
considerarse esta opción en pacientes con Quilotórax asociado a enfermedades
deterioro nutricional muy rápido. específicas
El tratamiento definitivo del quilotórax trau- La linfangioleiomiomatosis es una enfer-
mático es la ligadura del conducto torácico(51). medad pulmonar poco frecuente que afecta
En general, se recomienda la realización de a mujeres jóvenes en edad fértil. Se caracte-
una linfangiografía previa a la cirugía con el riza por la proliferación de músculo liso en la
objetivo de localizar el punto donde el con- región peribronquial y perivascular del pul-
ducto torácico está lesionado(39,40), si bien no món, lo que conduce a una obstrucción lin-
siempre es posible su localización. Cuando el fática y a la aparición de quilotórax hasta en
quilotórax es unilateral la toracotomía debe el 50% de los casos(23). El quilotórax puede
realizarse por el lado afecto; en casos de qui- ser su manifestación inicial. El tratamiento
lotórax bilateral es preferible la toracotomía del quilotórax con pleurodesis o ligadura del
derecha puesto que el conducto torácico es conducto torácico suele ser efectivo, si bien
más fácilmente abordable por este lado(28). la terapia hormonal y la ooforectomía cons-
La utilidad de la videotoracoscopia para la tituyen el tratamiento de la enfermedad res-
ligadura del conducto torácico no está sufi- ponsable del quilotórax.
cientemente estudiada, aunque se ha emple- El quilotórax también puede aparecer en
ado en algunos casos con éxito(41,52). Fahimi et pacientes con sarcoidosis. El tratamiento con
al. la recomiendan para el tratamiento de los corticoides es efectivo para el control del mis-
quilotórax traumáticos secundarios a cirugía mo(25). El quilotórax en pacientes con ascitis
torácica siempre que el drenaje de linfa sea quilosa debe ser tratado con pleurodesis y sutu-
superior a 200 mililitros después de dos sema- ra del defecto diafragmático(58).
nas de tratamiento conservador y precozmente La mortalidad del quilotórax congénito pue-
si la pérdida es mayor(53). de llegar a ser hasta de un 30%(59). El trata-
Aunque generalmente el tratamiento con- miento debe ser conservador. Como prime-
servador no suele ser efectivo para el trata- ra medida se recomienda la realización de

160
DERRAMES PLEURALES QUILOSOS (QUILOTÓRAX Y PSEUDOQUILOTÓRAX)

toracocentesis repetidas. Cuando después de sangre estaría enlentecido y resultaría final-


tres toracocentesis el quilotórax no se ha mente en su acumulación en el espacio pleu-
resuelto está indicada la realización de deri- ral. Aunque los niveles de colesterol en el líqui-
vación pleuro-peritoneal(60). do pleural son muy elevados, en sangre se
encuentran dentro de la normalidad y su meta-
PSEUDOQUILOTÓRAX bolismo está conservado. En algunos pseudo-
El pseudoquilotórax o derrame pleural qui- quilotórax pueden observarse cristales de coles-
liforme se define como un derrame pleural de terol(61).
aspecto turbio o lechoso debido a un alto con-
tenido en lípidos y que no está producido por Manifestaciones clínicas
lesión del conducto torácico. Su incidencia es La sintomatología es la misma que la de
mucho menor que la del quilotórax(4). Es cualquier derrame pleural. La pleura suele estar
importante diferenciar estas dos entidades ya engrosada y el paciente puede tener disnea
que el pronóstico y el tratamiento son com- con el ejercicio. Dado que generalmente son
pletamente diferentes. derrames pleurales de muy larga evolución
algunos pacientes están asintomáticos.
Etiología
Las dos causas más frecuentes de pseu- Diagnóstico
doquilotórax son la artritis reumatoide y la Cuando el aspecto del líquido pleural es
tuberculosis(61-63). Su aparición está especial- turbio o lechoso caben tres diagnósticos posi-
mente aumentada en pacientes sometidos a bles: empiema, quilotórax y pseudoquilotórax.
neumotórax terapéutico por tuberculosis pul- Habitualmente la diferenciación de estas tres
monar(63). Otras etiologías recogidas en la lite- patologías no suele presentar dificultad.
ratura incluyen 5 casos de paragonimiasis, 2 Cuando la causa del derrame pleural es un
secundarios a cáncer de pulmón, un caso de empiema, al someter el líquido pleural a cen-
equinococosis pleuropulmonar y un caso de trifugación el sobrenadante se aclarará, a dife-
pleuritis hemorrágica. También se ha descri- rencia de las otras dos patologías(28).
to asociado a sífilis, alcoholismo, diabetes melli- Para la diferenciación de quilotórax y pseu-
tus, enfermedad de Hodgkin, insuficiencia car- doquilotórax son útiles los datos clínicos del
diaca y síndrome nefrótico. En muchos casos paciente y los datos bioquímicos son diag-
no se conoce la etiología del derrame pleu- nósticos. Los pacientes con quilotórax pre-
ral(61,62,64,65). sentan un derrame pleural agudo mientras que
los pacientes con pseudoquilotórax sufren un
Fisiopatología derrame pleural de larga evolución y además
La fisiopatología no se conoce con exac- suele haber engrosamiento o calcificación pleu-
titud(37). La mayoría de los pacientes padecen ral. La presencia de niveles de colesterol en el
derrames pleurales de larga evolución, exis- líquido pleural por encima de 200 mg/dl es
tiendo en algunos casos engrosamiento o cal- muy sugestiva de pseudoquilotórax(37). Los tri-
cificación pleural. El colesterol presente en el glicéridos pueden alcanzar cifras tan elevadas
espacio pleural está asociado a lipoproteínas como en el quilotórax por lo que este pará-
de alta densidad (HDL), a diferencia de los exu- metro no es diagnóstico de quilotórax. Siem-
dados pleurales agudos donde las lipoproteí- pre que persistan dudas acerca del diagnósti-
nas de baja densidad (LDL) son las predomi- co debe realizarse estudio de lipoproteínas ya
nantes(37). En estos derrames el colesterol que la presencia de quilomicrones es diag-
proviene de la degradación de las células san- nóstica de quilotórax(61). La presencia de cris-
guíneas de las series blanca y roja dentro del tales de colesterol en el líquido pleural es diag-
espacio pleural(61); el paso de colesterol a la nóstica de pseudoquilotórax(28).

161
G. DÍAZ NUEVO

Tratamiento 12. Nygaard SD, Berger HA, Fick RB. Chylothorax


as a complication of oesophageal sclerothe-
Cuando el paciente está asintomático no rapy. Thorax 1992; 47: 134-5.
es necesario realizar ningún tratamiento. La
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mos considerar la decorticación(28). 1970; 76: 624-32.
Dado que la tuberculosis pulmonar es una 15. Van Straaten HL, Gerards IJ, Kredict TG. Chylo-
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164
OTRAS CAUSAS DE DERRAMES
PLEURALES
TROMBOEMBOLISMO PULMONAR
Luis Hernández Blasco, Alejandro Muñoz Fernández,
Santiago Romero Candeira

DERRAMES PLEURALES RELACIONADOS


CON ENFERMEDADES DIGESTIVAS
Eva María Arias Arias

SÍNDROME DE HIPERESTIMULACIÓN OVÁRICA


Mª Jesús Mena Rodríguez

INTRODUCCIÓN pretación de los hallazgos de una gammagra-


El tromboembolismo pulmonar (TEP) pro- fía pulmonar(9-12).
bablemente sea la cuarta causa más frecuente
de derrame pleural (DP), tras la insuficiencia Patogenia
cardiaca congestiva, las neumonías y las neo- La formación del líquido pleural en el TEP
plasias, con una incidencia estimada en EE.UU. parece deberse a un aumento de la permea-
de 150.000 a 250.000 DP al año(1-3). Aunque la bilidad vascular, tanto por la isquemia distal a
presencia de DP en radiografía de tórax se pue- la zona embolizada como a la liberación de
de detectar en el 30-50% de los pacientes con citocinas inflamatorias(13,14). Aunque se ha bara-
TEP, en muchas de las series sobre la etiología jado la hipótesis de un aumento de la presión
de los DP menos del 5% son atribuidos a TEP(4- hidrostática en los capilares de la pleura parie-
7). Entre las posibles causas que se han bara- tal secundario a un aumento de la presión
jado para esta infradetección están la falta de venosa sistémica, este mecanismo es impro-
sospecha y su pequeño tamaño, que no siem- bable dada la no detección de DP en pacien-
pre invitan a la práctica de una toracocentesis tes con hipertensión pulmonar e insuficiencia
diagnóstica. Además, se considera que el aná- cardíaca del lado derecho(15-20).
lisis del líquido pleural en estos pacientes no
es de utilidad, ya que puede tener las caracte- Diagnóstico
rísticas de trasudado o exudado, y que su carác- Los síntomas clínicos más frecuentes son
ter hemorrágico sólo ocurre en una minoría de la disnea y/o el dolor torácico pleurítico, pre-
casos(8). Sin embargo, Light recomienda la rea- sentes en más del 70% de los pacientes(21-23).
lización de una toracocentesis diagnóstica en El tamaño en la radiografía de tórax suele ser
pacientes con sospecha de TEP para excluir inferior a un 1/3 del hemitórax y habitualmente
otras posibles causas de DP, como la tuber- aparecen como pinzamiento de los senos cos-
culosis o neoplasias. Por otra parte, este mis- tofrénicos(24-28). Pueden asociarse a infiltrados
mo autor considera que puede ser útil realizar pulmonares secundarios a infartos pulmona-
una toracocentesis evacuadora previa a la inter- res(29) (Fig. 1).

165
L. HERNÁNDEZ BLASCO ET AL.

y especificidad superiores al 90% cuando la


obstrucción embólica está localizada en las
ramas arteriales pulmonares más proxima-
les(37-42). Por otra parte esta exploración per-
mite visualizar anormalidades mediastínicas,
pulmonares y pleurales concomitantes(43-47)
(Fig. 2).

Características del líquido pleural


Hace unas décadas se clasificaban los DP
secundarios a TEP como exudados. Sin
FIGURA 1. Radiografía de tórax P-A. Cardiome- embargo, un estudio clínico publicado en
galia. Pequeño derrame pleural izquierdo y pin- 1976(48), con importantes limitaciones meto-
zamiento del seno costofrénico derecho. dológicas, en el que más de un tercio de los
26 pacientes incluidos con DP secundarios
a embolismo pulmonar presentaban carac-
terísticas de trasudado, modificó la descrip-
ción de este tipo de derrames(49-51). Un traba-
jo clínico reciente(52) que incluye la serie más
larga de DP secundarios a TEP, con descrip-
ción detallada de las características del líqui-
do pleural en estos derrames, pone en serias
dudas, sin embargo, su carácter dual y
demuestra que en ausencia de enfermedades
asociadas el carácter trasudativo es excep-
cional. Los 60 pacientes con DP por TEP
incluidos cumplían los criterios habitualmente
FIGURA 2. Tomografía computarizada helicoidal utilizados en clínica para exudado(53-55), hecho
de tórax. Trombo en arterias lobares inferiores que se ha confirmado al seguir incluyendo
(derecha e izquierda). Pequeño derrame pleural nuevos casos.
bilateral. El aspecto macroscópico del líquido pleu-
ral era hemático o serohemático y su conte-
nido en hematíes superior a 10.000 por mm3
Debe pensarse siempre en la posible pre- en casi dos tercios de los 60 casos estudia-
sencia de un TEP como la causa de un DP sin dos(52). Un líquido pleural hemático se ha des-
diagnóstico. Se ha sugerido utilizar como prue- crito como uno de los hallazgos más caracte-
ba de cribaje la medición de los niveles séri- rísticos de este tipo de DP(56-57). Sin embargo,
cos de dímero-D mediante ELISA, que estarán esta sensibilidad, relativamente baja, no debe
elevados (> 0,5) en más del 95% de los hacernos descartar la posibilidad de TEP si se
pacientes con TEP(30-33). Su negatividad hace encuentra un líquido pleural claro en la tora-
más improbable la existencia de un TEP, pero cocentesis diagnóstica. Se han descrito casos
su inespecificidad obliga a confirmar la sos- aislados de hemotórax tras el inicio de la anti-
pecha de TEP mediante pruebas diagnósticas coagulación, en pacientes con TEP cuyo DP
más seguras(34-36). Actualmente, el método más aumentó tras el tratamiento(58). En este estu-
recomendado en pacientes con DP y sospe- dio reciente(52), en el cual la mitad de los
cha de TEP sería la tomografía computariza- pacientes ya estaban en tratamiento anticoa-
da helicoidal (AngioTC), con unas sensibilidad gulante en el momento de la toracocentesis,

166
OTRAS CAUSAS DE DERRAMES PLEURALES. TROMBOEMBOLISMO PULMONAR

A B

FIGURA 3. Estudio citológico del líquido pleural (hematoxilina-eosina). A) Hiperplasia mesotelial grado III
(> 50% de células mesoteliales) en tromboembolismo pulmonar. B) Hiperplasia mesotelial grado I
(< 25% de células mesoteliales) en tuberculosis (TBC).

TABLA 1. Características bioquímicas del líquido pleural en 70 pacientes con


derrame pleural secundario a tromboembolismo pulmonar
x ± DE Rango
Hematíes 54463 ± 100736 200- 640000
Leucocitos 4858 ± 6716 190-45000
Polimorfonucleares (%) 50 ± 31 5-100
Linfocitos (%) 42 ± 28 5-100
Eosinófilos (%) 4 ± 14 0-80
Proteínas (g/dl) 4,3 ± 0,8 2,2-5,9
LDH (U/L) 2124 ± 1959 269-6982
Glucosa (mg/dl) 104 ± 44 11-364
Colesterol (mg/dl) 93 ± 30 25-168
Triglicéridos (mg/dl) 33 ± 15 6-72
pH 7,38 ± 0,19 6,90-7,66
x = media; DE = Desviación estándar.

la media de hematíes en el líquido pleural fue El número de leucocitos puede ser muy
inferior en los pacientes ya anticoagulados y variable, presentando en el recuento leucoci-
tampoco se observó una influencia de la anti- tario tanto un predominio neutrófilo como lin-
coagulación en el aspecto hemático del líqui- focitario(59-60). No es infrecuente el encontrar
do pleural. la presencia de eosinofilia en líquido pleural

167
L. HERNÁNDEZ BLASCO ET AL.

(>10% de eosinófilos), que en nuestro estu- nidad (Fig. 3). Las características citológicas
dio(52) apareció en un 18% de los casos. Aun- y bioquímicas del líquido pleural en 70 pacien-
que en un metaanálisis el TEP fue considerado tes con DP secundario a TEP se reflejan en la
como la causa de un 4% de los DP eosinófi- tabla 1.
los(61), este porcentaje probablemente infraes-
tima su verdadera incidencia ya que un 39% Tratamiento
de los DP eosinófilos fueron considerados idio- La presencia de un DP en un paciente con
páticos, un grupo en el cual el TEP es respon- TEP no modifica el tratamiento anticoagulan-
sable probable de una porción significativa de te(52,68,69). La presencia de un líquido pleural
ellos(62). Por otra parte, el número de casos de hemático no es una contraindicación para la
TEP en series que comparan la etiología de DP anticoagulación, ya que el hemotórax es una
con/sin eosinofilia ha sido escaso (4 a 9 pacien- complicación infrecuente del tratamiento con
tes), variando el porcentaje de ellos con eosi- heparina y suele asociarse con una dosis exce-
nofilia pleural entre el 0 y el 33% (63-66). siva de anticoagulación(70,71).
Una reacción mesotelial en líquido pleu- Como conclusión, recordar que los DP en
ral se ha sugerido como un hallazgo frecuen- el TEP son exudados, con frecuencia hemo-
te en pacientes con TEP(67). El estudio de rrágicos, pueden asociarse a eosinofilia pleu-
Romero y cols.(52) mostró un porcentaje sig- ral y presentan marcada hiperplasia mesote-
nificativamente mayor de células mesotelia- lial. La presencia de estas características en un
les en pacientes con TEP que en pacientes con DP de causa no filiada debe hacernos sospe-
otras etiologías, como tuberculosis y malig- char la posibilidad de un infarto pulmonar.

168
DERRAMES PLEURALES RELACIONADOS
CON ENFERMEDADES DIGESTIVAS

El diagnóstico diferencial de los derrames nivel de amilasa(3). En ocasiones tiene aspec-


pleurales (DP) es muy extenso. No sólo inclu- to hemorrágico, debido a los trastornos de la
ye los procesos patológicos primarios del pul- coagulación que presentan estos pacientes.
món y la pleura, sino también muchos proce- Ocasionalmente el líquido es un empiema,
sos extratorácicos. En relación con la patología debido a la existencia de un líquido ascítico
digestiva se pueden encontrar DP de varios infectado, siendo en estos casos obligada la
orígenes, entre los que se encuentran los hepá- colocación de un drenaje torácico. En general
ticos, pancreáticos, secundarios a patología el tratamiento debe ir dirigido a controlar la
esofágica, esplénica, absceso subfrénico y ciru- ascitis, recurriéndose a la toracocentesis eva-
gía abdominal alta como los más frecuentes(1). cuadora cuando el volumen del DP provoque
compromiso clínico con disnea. La pleurode-
DERRAMES PLEURALES SECUNDARIOS sis con talco no tiene buenos resultados(1).
A PATOLOGÍA HEPATOBILIAR
En este grupo el DP más frecuente es el Hepatitis viral
secundario a cirrosis hepática aunque con menor La asociación es muy infrecuente, está des-
frecuencia también existen relacionados con crito asociado a hepatitis A y B. Es un exuda-
hepatitis, abscesos hepáticos y procesos de vías do con pocos linfocitos, glucosa similar a la séri-
biliares. Se ha descrito la presencia de DP dere- ca y bajo nivel de amilasa, y evoluciona
cho o bilateral asociado a trasplante hepático, habitualmente hacia la resolución espontánea(3).
complicación que puede prevenirse con la ven-
tilación mecánica postoperatoria. Absceso hepático
Los pacientes con abscesos hepáticos pre-
Cirrosis hepática sentan hasta en un 20% de los casos DP, que
Aproximadamente un 10% de los pacien- se localiza en el lado derecho y cursa con sin-
tes con cirrosis hepática y ascitis presentan tomatología digestiva, fiebre, dolor abdominal
DP. Es más infrecuente que el DP aparezca y aumento de fosfatasa alcalina sérica. Es pre-
aislado, secundario a la hipoproteinemia habi- ciso el tratamiento de drenaje del absceso lo
tual de estos pacientes. Lo más frecuente es que lleva asociada la resolución del DP(4). Las
que sean de localización derecha. En su fisio- causas más frecuentes del DP son la apertu-
patología está descrito el paso del líquido ascí- ra directa del absceso a la cavidad pleural por
tico desde la cavidad abdominal a la pleural a rotura del diafragma, la formación de una fís-
través de fístulas transdiafragmáticas, que son tula hepatopleural y la producción de un abs-
pequeñas e intermitentes y que incluso en oca- ceso subfrénico con DP secundario. No hay
siones precisan de una obliteración de las mis- que olvidar los DP secundarios a patología hida-
mas con adhesivos orgánicos a través de tora- tídica y abscesos amebianos; estos últimos
coscopia(2) o a través de los vasos linfáticos suelen ser de localización derecha y su reso-
transdiafragmáticos. Cuando el líquido pleu- lución va precedida por el tratamiento espe-
ral no presenta complicaciones es un trasu- cífico de la enfermedad con metronidazol(5).
dado bajo en proteínas con bajo recuento de Los derrames asociados a patología biliar pre-
leucocitos y predominio de mononucleares, sentan una relación entre la bilirrubina pleu-
pH > 7,40, glucosa similar a la sérica y bajo ral y la sérica superior a 1.

169
E.M. ARIAS ARIAS

DERRAMES PLEURALES SECUNDARIOS nos, con un aumento entre ligero y modera-


A PATOLOGÍA PANCREÁTICA do, por lo que en estos casos es muy impor-
Aproximadamente un 20% de los pacien- tante la tipificación de las isoenzimas de la
tes con pancreatitis aguda desarrollan DP, que amilasa. Otros datos del líquido pleural son el
en la mayoría de los casos son unilaterales e aspecto serosanguinolento o francamente
izquierdos, pero a veces son derechos y en hemorrágico, una concentración de glucosa
ocasiones bilaterales. El DP es el resultado del normal y un recuento de leucocitos entre 1.000
contacto de la pleura con el líquido peripan- y 50.000/mm3 de predominio polinuclear(1).
creático, que es rico en enzimas, y accede al En las pancreatitis crónicas a veces lo domi-
espacio pleural habitualmente a través de los nante es la clínica respiratoria ya que el volu-
linfáticos transdiafragmáticos, como ocurre en men del líquido pleural es mayor.
la fase aguda de la pancreatitis. Con menor Su evolución natural es hacia la resolución
frecuencia es consecuencia de la apertura en a medida que remite la inflamación del pán-
el diafragma de diminutos agujeros congéni- creas, si bien en los casos en que tras dos sema-
tos que comunican las cavidades pleural y nas no se ha producido la resolución, hay que
abdominal, permitiendo el paso de líquido pan- descartar la presencia de un absceso o pseu-
creático, como se observa en las pancreatitis doquiste pancreático e incluso descartar fís-
que cursan con ascitis. En raras ocasiones el tulas pancreaticopleurales. En la pancreatitis
líquido pancreático atraviesa los hiatos esofá- aguda se debe colocar un drenaje torácico cuan-
gico y aórtico hacia el mediastino donde de- do el derrame es hemorrágico y de volumen
sarrolla una respuesta inflamatoria que ase- significativo (superior a 1/3 del hemitórax) para
meja un pseudoquiste mediastínico. Algunos preservar el parénquima pulmonar de la agre-
autores han demostrado que es más frecuen- sión de las enzimas proteolíticas.
te en las pancreatitis de origen alcohólico y que
la asociación con DP es un signo de mal pro- DERRAMES PLEURALES SECUNDARIOS A
nóstico(6). La pancreatitis crónica se asocia con ROTURA ESOFÁGICA
DP con mayor frecuencia que la enfermedad La perforación esofágica está descrita como
aguda. El derrame suele ser recurrente y pue- complicación de la esofagoscopia, asociada al
den formarse fístulas pancreático-pleurales con carcinoma esofágico, a traumatismos toráci-
o sin formación de pseudoquistes. El trayec- cos, a cuerpos extraños o como rotura espon-
to fistuloso puede comunicar con la cavidad tánea en caso de vómitos (síndrome de Boer-
peritoneal, con producción de ascitis, con el haave)(6). En estos pacientes el contenido del
mediastino desarrollando DP bilateral y peri- esófago alcanza el mediastino y provoca una
carditis, y ocasionalmente con un bronquio. mediastinitis aguda; esa reacción inflamatoria
Los DP asociados a fístulas pancreático- se abre a la pleura mediastínica y provoca un
pleurales frecuentemente se caracterizan por DP. Está descrita la presencia de DP hasta en
presentar un predominio de eosinófilos entre un 60% de los pacientes con rotura de esó-
las células del líquido pleural(7). Aunque lo que fago. Aunque suele ser izquierdo, puede ser
domina en estos casos es la clínica digestiva, derecho o bilateral. La morbilidad mayor del
puede predominar la disnea y el dolor toráci- proceso se debe a la infección del mediastino
co de carácter pleurítico. El diagnóstico se rea- y del espacio pleural por flora bacteriana oro-
liza por la presencia de niveles altos de ami- faríngea(1,4).
lasa en el líquido pleural que alcanza una La clínica está dominada por dolor cen-
proporción con respecto al suero de 6:1 o más, trotorácico muy intenso y ocasionalmente
Este dato no es patognomónico ya que nive- hematemesis. Hasta en un 10% de los pacien-
les altos de amilasa se detectan en la rotura tes se describe enfisema subcutáneo y medias-
de esófago o hasta en un 10% de los DP malig- tínico. El examen del líquido pleural revela un

170
OTRAS CAUSAS DE DERRAMES PLEURALES. DERRAMES PLEURALES RELACIONADOS CON ENFERMEDADES DIGESTIVAS

exudado con niveles altos de amilasa salival, DERRAMES PLEURALES SECUNDARIOS


tiene un pH inferior a 6 con células epiteliales A NEOPLASIAS ABDOMINALES
escamosas y en alguna ocasión se identifi- Tanto el carcinoma primario del páncre-
can partículas de comida ingerida. El valor de as, como el linfoma retroperitoneal pueden aso-
pH tan bajo se debe al desarrollo en el espa- ciarse con DP sin que exista una invasión direc-
cio pleural de gérmenes anaerobios proce- ta del tórax. Está descrito la asociación de
dentes de la orofaringe; la gran cantidad de mesotelioma maligno peritoneal y manifesta-
glucosa es suficiente para que se produzca una ciones pulmonares entre las que destaca el DP(9).
elevada concentración de ácido láctico(1). No
es infrecuente que se asocie a neumotórax o DERRAMES PLEURALES SECUNDARIOS
pioneumotórax. El diagnóstico se realiza con A PATOLOGÍA ESPLÉNICA
esofagograma, tomografía axial computariza-
da (TAC) y endoscopia(6). El tratamiento es qui- Absceso esplénico
rúrgico con reparación del desgarro esofágico Se asocia con frecuencia a endocarditis
y drenaje de la cavidad pleural y mediastino(1). bacteriana o enfermedades hematológicas
como anemia hemolítica. El DP habitualmen-
DERRAMES PLEURALES SECUNDARIOS te es de localización izquierda, y su tratamiento
A ABSCESO INTRAABDOMINAL se basa en antibioterapia y esplenectomía(1).
Los pacientes con abscesos subfrénicos pre-
sentan hasta en un 80% de los casos DP aso- Infarto esplénico
ciado. Los antecedentes más frecuentes a la Puede ocurrir por oclusión de un vaso o,
más frecuentemente, como complicación de
infección son la esplenectomía y la laparoto-
una hemoglobinopatía. El DP habitualmente
mía exploradora tras un traumatismo, aunque
es de localización izquierda(3).
no hay que descartar la perforación gástrica,
duodenal o de apéndice, diverticulitis, colecis-
Hematoma esplénico
titis y pancreatitis. El absceso suele manifes-
La presencia de un hemotórax asociado
tarse entre una y tres semanas tras la inter-
a un traumatismo esplénico es relativamente
vención. Hay que tener también en cuenta
fácil de diagnosticar, pero en ocasiones apa-
determinadas infecciones, especialmente la sal- rece un DP asociado a un hematoma subcap-
monelosis(8). El diagnóstico se sospechará en sular esplénico transcurrido cierto tiempo des-
todo paciente que presente fiebre y dolor en la de el traumatismo, sin establecerse la relación
zona toracoabdominal (a veces irradiado al entre ambos(3).
hombro), especialmente si aparece tras una
intervención quirúrgica(1). El líquido pleural es OTRAS CAUSAS
un exudado de predominio polinuclear con un La perforación de una víscera abdominal
recuento de leucocitos de hasta 50.000/mm3, puede conducir al desarrollo de DP. Habitual-
pH superior a 7,2 y una concentración de glu- mente un absceso subfrénico y en ocasiones
cosa superior a 60 mg/dl. Es habitual que los una úlcera gástrica o duodenal se comunica
cultivos del líquido pleural sean negativos aun- directamente con la cavidad pleural a través
que están descritos casos de empiema secun- del diafragma. El DP puede ser biliar o con un
dario a sepsis intraabdominal. Es fácil identi- alto contenido en bilirrubina. Hay DP asocia-
ficar su presencia en una radiografía de tórax dos a hernias diafragmáticas traumáticas. En
o de abdomen al visualizar un nivel hidroaéreo raras ocasiones se describen DP asociados a
en cavidad abdominal por fuera del tracto gas- patología inflamatoria intestinal, tanto la enfer-
trointestinal, aunque también son de gran ayu- medad de Crohn como la colitis ulcerosa pro-
da la ecografía abdominal y la TAC. Es nece- bablemente como manifestación de un tras-
sario el drenaje quirúrgico del absceso. torno inmunológico sistémico(6).

171
SÍNDROME DE HIPERESTIMULACIÓN OVÁRICA

DEFINICIÓN 4. Crítico, además de los signos anterio-


En los últimos años son cada vez más las res, shock hipovolémico, hematócrito > 55%,
unidades que usan la técnica de inducción ová- leucocitos > 20.000, insuficiencia renal y res-
rica como método de fertilización. El síndro- piratoria agudas con aclaramiento de creati-
me de hiperestimulación ovárica (SHO) es una nina < 50 ml/min con oligoanuria, fenóme-
complicación poco frecuente pero que pue- nos tromboembólicos, ascitis a tensión y/o DP
de resultar grave. El derrame pleural asociado o pericárdico, y síndrome de distrés respira-
a este síndrome es más prevalente de lo torio del adulto(3-6).
comúnmente aceptado, debiendo ser incluido
entre las causas de derrame pleural en muje- INCIDENCIA
res jóvenes con antecedente reciente de induc- La incidencia del SHO es de 0,5-10%. Las
ción ovárica para la reproducción asistida. formas severas aparecen hasta en un 2% de
El SHO es una respuesta suprafisiológica los casos(2,3) y el DP hasta en el 32% de las for-
del ovario (Fig. 4) desencadenada casi siem- mas graves. Habitualmente se trata de un exu-
pre por la administración de la hormona gona- dado y su localización más frecuente es en
dotropina coriónica (HCG). Esta hormona pro- hemitórax derecho. Es excepcional la presen-
voca una luteinización folicular masiva con tación aislada de DP.
liberación de mediadores intraováricos que
producen un aumento de la permeabilidad ETIOPATOGENIA
capilar, probablemente ligado a un aumento La etiología es desconocida. Se postula la
de la angiogénesis, lo que conlleva la extra- existencia de una alteración de la permeabili-
vasación de líquido al tercer espacio, con pro- dad vascular secundaria a múltiples factores
ducción de ascitis y hemoconcentración. Ade- como el aumento de la renina circulante sin-
más se produce una depleción de albúmina al tetizada por las células de la teca, de la sínte-
espacio extravascular, con aumento de la pre- sis de prostaglandinas a partir de los estróge-
sión oncótica y más paso de líquido al tercer nos periféricos, el factor de crecimiento del
espacio(1,2). endotelio vascular (VEGF), la endotelina 1, el
La intensidad del SHO se relaciona con el
grado de respuesta folicular ovárica a distin-
tos agentes. Así, pueden distinguirse distintos
grados (Tabla 2):
1. Leve, con distensión abdominal y males-
tar general, náuseas, vómitos y/o diarrea.
2. Moderado, con presencia de ascitis en
la ecografía (Fig. 5).
3. Severo, evidencia clínica de ascitis con o
sin derrame pleural (DP) (raramente pericárdi-
co), hemoconcentración (hematócrito > 45%
o aumento >30%), leucocitosis (>15.000),
aumento de creatinina, disminución del acla- FIGURA 4. Ecografía transvaginal: ambos ovarios
ramiento de creatinina hasta 50 ml/min y dis- aumentados de tamaño por hiperestimulación.
función hepática. OD: ovario derecho, OI: ovario izquierdo.

172
OTRAS CAUSAS DE DERRAMES PLEURALES. SÍNDROME DE HIPERESTIMULACIÓN OVÁRICA

TABLA 2. Clasificación del síndrome de hiperestimulación ovárica (Según Galán


et al.5)
Estadios Síntomas y signos Grado
Leve Distensión abdominal. 1
Grado 1 + nauseas, vómitos y/o diarrea. 2
Moderado Características del leve + ascitis. 3
Severo Moderado + ascitis y/o hidrotórax o dificultad respiratoria. 4
Todo lo anterior + hemoconcentración, anomalías en la
coagulación y disminución de la función renal. 5

ro se midieron los niveles de IL-1IL-6, IL-8, TNF


y VEGF en ascitis y líquido pleural; ninguno de
ellos en líquido pleural se correlacionaba con
el curso de la enfermedad. La elevación de cito-
cinas en líquido pleural puede ser debida a
defectos del diafragma que permiten la migra-
ción de la ascitis al espacio pleural(12).
Se ha postulado que los linfáticos del dia-
fragma son la ruta para el paso del líquido ascí-
tico al espacio pleural en casos de cirrosis y
síndrome de Meigs. Otros autores sugieren
FIGURA 5.: Ecografía transvaginal: útero con ges- que dicho paso se produce a través de defec-
tación incipiente rodeado de ascitis. tos anatómicos del diafragma. En laparosco-
pia, toracotomía y en estudios post-mortem se
han observado múltiples defectos macroscó-
factor de necrosis tumoral y citocinas. Se pro- picos cubiertos con finas membranas en el dia-
duce un aumento de la permeabilidad en los fragma(14). Estos defectos son más frecuen-
capilares del ovario y de otros vasos mesote- tes en el diafragma derecho, lo cual explicaría
liales desencadenado por la liberación de sus- el predominio del DP derecho, y en algunos
tancias vasoactivas por los ovarios bajo la esti- estudios se ha encontrado una mayor inci-
mulación de HCG(7,8). dencia en mujeres. Su exposición a altas pre-
El VEGF es uno de los posibles promoto- siones de ascitis los transforma en verdaderos
res del SHO. En un estudio realizado con 10 agujeros, y el paso de la ascitis a su través se
pacientes con SHO severo con ascitis y DP la ve favorecido con la presión intratorácica nega-
concentración en suero de VEGF fue dismi- tiva. El drenaje normal de los linfáticos del dia-
nuyendo con la mejoría clínica pero no apor- fragma explicaría la naturaleza del DP en casos
tó información diagnóstica adicional acerca de ascitis crónica como en cirrosis y los defec-
del curso del SHO(9). tos anatómicos darían una explicación más
La IL-6 en pacientes con SHO se eleva en adecuada al hidrotórax agudo asociado a diá-
suero y en líquido ascítico y pleural(11-13), aun- lisis peritoneal o SHO(12,15,16).
que no es un predictor para el desarrollo del
SHO, y se requieren más estudios para deter- CLÍNICA
minar si es fundamental para su desarrollo. En El SHO se clasifica en base a datos clíni-
un estudio posterior en mujeres con SHO seve- cos, analíticos y ecográficos (Tabla 2). La pre-

173
M.J. MENA RODRÍGUEZ

Fluidos Tromboprofilaxis Ascitis

1000 cc suero fisiológico/ 1 hora Heparina bajo peso molecular Paracentesis indicada
+
medias de compresión

Ascitis a tensión
Diuresis>50 ml/h Diuresis<50 ml/h Compromiso respiratorio
Compromiso renal

Continuar
a ritmo: 100-150 ml/h Administración de cristaloides
+
Volumen diario Infusión lenta de albúmina (50-100 g/2-12 h)
de cristaloides: 1,5-3/litro Hasta restaurar Hcto (36-38%) y diuresis

Necesidades de UCI:
Cuando diuresis normal Añadir furosemida (en bolo 20 mg iv Fallo renal sin respuesta;
pasar a 50 ml/h o 40-60 mg/h en perfusión) Fenómenos tromboembólicos;
Hipoxia persistente o SDRA

Suspender diuréticos
con diuresis >1200 ml/día

FIGURA 6. Esquema del manejo hospitalario de la paciente con S.H.O.

sencia de DP es un signo de gravedad que especial el diagnóstico diferencial con el TEP,


generalmente se acompaña de ascitis, hemo- particularmente cuando existe hemocon-
concentración y oliguria siendo excepcional centración y elevación marcada de estróge-
su presentación de forma aislada; desde que nos. Se trata la mayoría de las veces de un
en 1975 fuera descrito el primer caso, sólo se exudado con LDH normal o baja, aunque
han publicado otros 18. Se debe sospechar también existen casos descritos de trasuda-
la presencia de DP cuando existe disnea u otros do(20), lo que puede ser un reflejo de los múl-
síntomas respiratorios, incluso en ausencia de tiples mecanismos implicados en la patogé-
otros criterios clínicos de SHO. En un estu- nesis. El examen citológico para células
dio realizado a 209 pacientes con SHO seve- malignas y los cultivos son negativos. La loca-
ro se describieron un 4% de neumonías, 2% lización más frecuente del DP es el hemitó-
de síndromes de distrés respiratorio del adul- rax derecho.
to y 2% de tromboembolismo pulmonar
(TEP)(17). FACTORES DE RIESGO SHO
El SHO es más grave y más frecuente cuan-
DIAGNÓSTICO do se asocia a embarazo en mujeres con bajo
Está basado en el antecedente de induc- índice de masa corporal(21,22). La edad avan-
ción ovárica para la reproducción asistida, la zada presenta menos riesgo. Existe una corre-
evidencia de aumento ovárico y la exclusión lación positiva entre los niveles altos de estra-
de otras causas de DP(18,19). Es importante en diol sérico, la presencia de múltiples folículos

174
OTRAS CAUSAS DE DERRAMES PLEURALES. SÍNDROME DE HIPERESTIMULACIÓN OVÁRICA

inmaduros e intermedios y el desarrollo de ratorio se realiza toracocentesis para alivio de


SHO(23). La aparición del signo del collar eco- los síntomas. En la mayoría de los casos existe
gráfico (presencia de múltiples folículos peque- una mejoría clínica clara después del drenaje,
ños colocados como un collar alrededor de siendo raros los casos en los que ha sido nece-
la periferia del ovario con un estroma central sario repetir la toracocentesis. Hay algún caso
abundante) está relacionado con aumento de excepcional en la literatura con colocación de
la incidencia de SHO. tubo de tórax para el drenaje del DP(26).
De los agentes utilizados en la estimula-
ción ovárica el HMG es el que más se asocia a COMPLICACIONES SHO
las presentaciones graves del SHO; los análo- Algunas complicaciones del SHO son el
gos de GnRH combinados con inductores de embarazo ectópico, hemorragia intraperito-
la ovulación aumentan la incidencia de SHO neal, persistencia de quistes ováricos grandes,
y el citrato de clomifeno se asocia menos a torsión anexial, ascitis a tensión, derrame peri-
SHO y las formas graves son raras. cárdico, TEP, insuficiencia renal aguda con oli-
guria, alteraciones del equilibrio hidroelectro-
TRATAMIENTO lítico e hiponatremia por dilución. Las
El tratamiento del SHO se puede realizar alteraciones respiratorias consisten en DP,
en régimen ambulatorio u hospitalario depen- hidrotórax agudo y síndrome del distrés res-
diendo de la gravedad. Los pilares básicos son piratorio del adulto.
el manejo adecuado de fluidos, la prevención Así pues, las técnicas de reproducción asis-
de trombosis y el tratamiento de la ascitis (Fig. tida y la proliferación de unidades de repro-
6). En el SHO leve con control ambulatorio de ducción harán cada vez más frecuente esta
la paciente se aconseja reposo y medición de entidad. El conocimiento de este síndrome
peso diario. como causa de DP y su manejo terapéutico
Para el manejo hospitalario del SHO se pueden evitar pruebas innecesarias y compli-
recomienda una evaluación clínica y analítica caciones añadidas.
con medición del peso y de la circunferencia
abdominal, así como determinación de leu- BIBLIOGRAFÍA
cocitos, hemoglobina y hematócrito, electró- Tromboembolismo pulmonar
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realizar si es posible con control ecográfico 4. Villena V, López Encuentra A, Echave-Sustaeta
para evitar acceder a algún folículo ovárico. El J, Álvarez Martínez C, Martín Escribano P.
DP puede disminuir tras la paracentesis. Las Estudio prospectivo de 1.000 pacientes
complicaciones tromboembólicas se pueden consecutivos con derrame pleural. Etiología
prevenir con el uso profiláctico de heparina. del derrame y características de los pacientes.
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En los casos más severos con fallo multior-
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179
NEUMOTÓRAX Y HEMOTÓRAX
Yat-Wah Pun

NEUMOTÓRAX mismo (marginal, moderado, masivo) o los


hallazgos macroscópicos de las lesiones en
DEFINICIÓN cirugía (Vanderschueren estadio I-IV). En la
El efecto devastador de las heridas pene- literatura médica se suele dividir el N en:
trantes (neumotórax abierto) era bien conoci- espontáneo (NE) y adquirido (Tabla 1). El NE
do en la antigüedad, pero el significado y la es el que surge repentinamente sin intervenir
fisiopatología del neumotórax (N) en la pato- ningún agente externo. Puede presentarse en
logía respiratoria son desconocidos hasta épo- individuos sanos sin enfermedades pulmona-
ca muy reciente. Boerhaave descubrió en 1724 res conocidas (NE primario), o en pacientes
que, en los pacientes con rotura espontánea con enfermedades torácicas clínica o radio-
de esófago, había gran acumulación de aire lógicamente evidentes (NE secundario). Se
intrapleural. Combulsier notó en 1747 que la denomina N adquirido cuando la entrada de
disminución de la función pulmonar se debe aire está provocada bien por traumatismo torá-
a la compresión pulmonar por la presencia de cico, con o sin herida penetrante, bien de for-
aire intrapleural. En 1803, Itard reconoció esta ma iatrogénica como consecuencia de algún
enfermedad como una entidad patológica dis- procedimiento diagnóstico o terapéutico.
tinta y acuñó el término “neumotórax”. En El N se denomina abierto cuando la heri-
1819, Laennec describió las manifestaciones da abierta de la pared torácica permite la entra-
clínicas de esta enfermedad. El descubrimiento da y la salida del aire de la cavidad pleural con
de los rayos X en 1895 por Röntgen y la publi- los movimientos respiratorios. El N a tensión
cación de un trabajo sobre empiema en 1918 o hipertensivo ocurre cuando la herida pul-
por Graham facilitaron el diagnóstico y com- monar o parietal provoca un flujo de aire uni-
prensión del N. En 1932, Kjaergaard señaló direccional de forma valvular hacia el espacio
que la rotura de bullas pulmonares es la cau- pleural y la acumulación continua del aire intra-
sa más frecuente de N espontáneo, en lugar pleural crea una presión superior a la atmos-
de la tuberculosis, en individuos aparente-
mente sanos. En las décadas siguientes, el
reposo en cama durante semanas fue susti- TABLA 1. Clasificación del neumotórax
tuido poco a poco por el drenaje intratorácico Espontáneo
con tubo como tratamiento más habitual del Primario
N espontáneo (NE). Secundario
El Neumotórax (del griego: Πυεüµα=aire,
θωραξ = tórax) se define como la presencia Adquirido
de aire en el espacio pleural. Esto causa un Iatrogénico
mayor o menor colapso del pulmón y la corres- Procedimientos médicos
pondiente repercusión en la mecánica respi- Barotrauma
ratoria y hemodinámica del paciente. Traumático
Se puede clasificar el N según: la etiolo- Contusión torácica
gía (espontáneo, adquirido), la presentación Herida penetrante
clínica (simple, complicado), la magnitud del

181
Y.W. PUN

férica y desplaza el mediastino al hemitórax nicó un alarmante aumento de incidencia


contralateral. El N por barotrauma se presen- anual de 0,1 a 4 por 100.000 habitantes duran-
ta como complicación en pacientes que requie- te el período 1950 a 1974. Bense relacionó
ren ventilación mecánica. El N terapéutico o este hallazgo con el crecimiento del hábito de
artificial, ahora en desuso, se utilizaba en la tabaquismo(6) y demostró que el fumar aumen-
primera mitad del siglo pasado como medio ta 22 veces el riesgo de padecer NE en hom-
de colapsoterapia en el tratamiento de la tuber- bres y 9 veces en mujeres y que la relación
culosis pulmonar. dosis-enfermedad es estadísticamente signifi-
En ocasiones, el N puede asociarse con cativa(7).
derrame pleural y, según la naturaleza del líqui-
do pleural, se le denomina: hidroneumotórax ETIOPATOGENIA
cuando se acompaña de líquido seroso, pio- En estado fisiológico, la pleura visceral y
neumotórax cuando existe pus pleural o hemo- la parietal están separadas por una lámina fina
neumotórax cuando el líquido es hemorrágico. (10-27 micras) de líquido, y el espacio pleural
es casi virtual. La presión intrapleural es sub-
EPIDEMIOLOGÍA atmosférica durante todo el ciclo respiratorio
Existen pocos datos sobre la epidemiolo- normal y es el resultado de las fuerzas elásti-
gía del N. La fuente frecuentemente citada en cas opuestas del pulmón y de la pared torá-
la literatura procede de los datos recogidos del cica que tienden a separar las dos superficies
municipio de Olmsted de los EE.UU.(1), en que pleurales. Esta presión negativa se mantiene
se informó una incidencia de 7,4/100.000 para por la reabsorción neta y constante del líqui-
hombres y 1,2/100.000 para mujeres en el NE do pleural a través de los capilares. La presión
primario y de 6,3/100.000 para hombres y intraalveolar, relativamente positiva en com-
2/100.000 para mujeres en el NE secunda- paración con la interpleural, sostiene el pul-
rio. La relación de incidencias entre hombres món en expansión total durante la respiración.
y mujeres, ajustada a la edad en NE primario, La introducción incidental de aire en este espa-
fue de 6,2:1. Un reciente estudio en Inglate- cio hace perder la presión negativa intrapleu-
rra(2) reveló que las incidencias anuales de con- ral y el pulmón se colapsa por su propia fuer-
sulta por NE (primario y secundario) fueron za retráctil, hasta llegar a un nuevo punto de
24/100.000 para hombres y 9,8/100.000 para equilibrio entre la presión intraalveolar y la
mujeres, mientras que las de ingreso hospita- intrapleural. La fuente más común de este aire
lario por este mismo motivo fueron es el propio pulmón, como consecuencia de
16,7/100.000 y 5,8/100.000 para hombres y una laceración de la pleura visceral. También
mujeres, respectivamente. Se publicaron unas puede proceder de la atmósfera por una heri-
cifras similares de un municipio de Estocolmo da en la pared torácica o a través de la rotu-
de Suecia(3). Dado que muchos casos de NE ra de algún órgano mediastínico como el esó-
primario leve pueden tener pocos síntomas y fago, la tráquea y los bronquios principales.
pasar inadvertidos, la incidencia real puede Más raramente, el acúmulo de aire se debe a
ser aún mayor. la presencia de gérmenes productores de gas
En un Servicio de Cirugía Torácica de un en la cavidad pleural.
hospital general del área sanitaria de Madrid,
el NE puede llegar a ocupar un 17% de los Neumotórax espontáneo primario
ingresos anuales y un 36% de los ingresos por En el NE primario, aunque los pacientes
urgencias(4). están aparentemente sanos, la causa de la enfer-
La incidencia de NE primario ha experi- medad se debe generalmente a la rotura de
mentado un claro incremento a lo largo de los pequeñas bullas subpleurales en el vértice pul-
años(1,3). En un estudio de Islandia(5), se comu- monar. Se encuentran bullas ipsilaterales en un

182
NEUMOTÓRAX Y HEMOTÓRAX

esta hipótesis. Algunos autores relacionan el


patrón de conducta tipo A(17) y factor genéti-
co, HLA haplotipo A2B40(18), con la patogenia.
Se postulaba que tanto el ejercicio físico
como los cambios climatológicos podían pro-
vocar la aparición de NE primario. Sin embar-
go, la influencia de los cambios de presión
atmosférica aún no está claramente demos-
trada(19) y el ejercicio físico en sí debe jugar un
papel poco significativo ya que en dos gran-
des series sólo un 9% de NE ocurre durante
FIGURA 1. Lesiones bullosas contralaterales.
su práctica(15).

46-52% de los casos estudiados con la tomo- Neumotórax espontáneo secundario


grafía axial computarizada (TAC)(7,8) y en un 69- El NE puede ser secundario a múltiples
77% mediante la toracoscopia(9,10). Las lesiones enfermedades pulmonares y extrapulmona-
bullosas contralaterales son también comunes, res (Tabla 2), y suele ocurrir como complica-
54% en TAC(11) (Fig. 1) y 93% en cirugía bila- ción tardía de enfermedades pulmonares des-
teral(12). Comparado con el grupo de control, tructivas (necrosis, fibrosis o cavitación) u
estos pacientes tienen más frecuentemente obstructivas. La enfermedad pulmonar obs-
otros tipos de lesiones, como el enfisema sub- tructiva crónica (EPOC) es la causa más fre-
pleural o centrilobulillar(13). Incluso cuando no cuente y la probabilidad de NE es mayor cuan-
se detectan lesiones macroscópicas durante to más avanzada es la enfermedad por lo que
la videotoracoscopia, el estudio histológico del la aparición de N tiene seria repercusión clí-
vértice pulmonar extirpado demuestra siempre nica en estos pacientes que poseen una reser-
lesiones enfisematosas o bullas subpleurales(14). va cardiorrespiratoria ya muy limitada.
El mecanismo de formación de las bullas El N se presenta en un 2-6% de pacientes
y los factores que precipitan su rotura no son infectados por HIV, y en la mayoría de ellos
bien conocidos. El que muchos de los pacien- se asocia con neumonía por P. carinii(20). Las
tes con NE primario sean altos y delgados hace infecciones pulmonares cavitadas (tubercu-
pensar que la mayor presión negativa intra- losis, neumonía necrotizante por estafilococo)
pleural en el vértice resulta de una sobredis- tienen también propensión a causar N. Un
tensión alveolar y la formación de bullas en 10% de los pacientes con fibrosis quística, un
esta zona(15). Otra teoría es que la relativamente 25% de los de histiocitosis de células de Lan-
baja perfusión en el vértice pulmonar de estos gerhans y hasta un 80% de los de linfangio-
pacientes produce una lesión isquémica y for- leiomiomatosis(21) pueden complicarse con N
mación de bullas subpleurales(16). Los estudios en el curso de la enfermedad. La necrosis del
recientes sobre enfisema pulmonar aportan tumor pulmonar, tanto primario como metas-
datos sobre la hipótesis del desequilibrio pro- tásico, con apertura a la cavidad pleural, pue-
teasas-antiproteasas inducido por el exceso de de dar origen a N. El N catamenial se produ-
estrés oxidativo y la participación de leucoci- ce dentro de 48 a 72 horas después del
tos y macrófagos. El exceso de proteasas cau- comienzo de la menstruación en mujeres que
sa un daño irreversible de la matriz pulmonar tienen antecedente de endometriosis pélvica.
y la formación de enfisema y bullas pulmo-
nares. Los efectos nocivos conocidos del humo Neumotórax adquirido
de tabaco y la alta proporción de fumadores Muchos actos médicos pueden tener como
entre los pacientes con NE primario potencian complicación el N. La toracocentesis, la biop-

183
Y.W. PUN

len ser enfisema subcutáneo y neumome-


TABLA 2. Causas más frecuentes del
diastino.
neumotórax secundario
Las heridas penetrantes de la pared torá-
Enfermedad de vía aérea cica, tanto por arma blanca como por arma
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica de fuego, producen N por lesionar el pulmón
(enfisema difuso o bullosa) y/o crear una comunicación entre el espacio
Fibrosis quística pleural y la atmósfera exterior. Se asocian fre-
Asma cuentemente con lesiones de otros órganos
torácicos y con N complicado (N a tensión,
Infección
hemoneumotórax o N abierto). Las contusio-
Tuberculosis pulmonar
nes torácicas suelen causar N por fracturas cos-
Neumonía por Pneumocistis carinii
tales y la consecuente laceración pulmonar.
Neumonías necrotizantes
Las contusiones por impacto de alta energía
Micosis
(accidente de tráfico, caída de altura) pueden
Infección pleural
provocar N secundario a una rotura del pul-
Enfermedad intersticial pulmonar món o de los órganos mediastínicos por el
Fibrosis pulmonar idiopática mecanismo de compresión o desaceleración.
Sarcoidosis El barotrauma es una complicación común
Histiocitosis de células de Langerhans de la ventilación mecánica a presión positiva
Linfangioleiomiomatosis que produce una sobreexpansión pulmonar y
Esclerosis tuberosa la rotura de alvéolos y, como consecuencia, el
Enfermedad del tejido conectivo
enfisema intersticial, las bullas subpleurales, el
Artritis reumatoide
neumomediastino, el enfisema subcutáneo y
Miositis inflamatorias
el N. El N ocurre en un 3-5%(22) y está relacio-
Síndrome de Marfan
nado con las lesiones pulmonares coexisten-
tes y el nivel de la alta presión de las vías aére-
Neoplasia as, medidas por la presión máxima inspiratoria
Carcinoma broncógeno (PIP) y la presión positiva espiratoria final
Metástasis (sarcoma) (PEEP)(23). Con frecuencia se complica con N a
Endometriosis (neumotórax catamenial) tensión y fístula broncopleural persistente.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La presencia del aire en el espacio pleural
sia pleural, la biopsia pulmonar transbronquial reduce los volúmenes pulmonares ventilato-
por fibrobroncoscopia, la punción pulmonar rios y la distensibilidad pulmonar, provocando
transparietal, la colocación de marcapasos o un desequilibrio en la relación ventilación/per-
de vías venosas centrales son los ejemplos fusión pulmonar. La repercusión clínica del N
más frecuentes. La incidencia del N iatrogé- depende de la presión y de la cantidad de aire
nico depende de la experiencia de cada cen- acumulado, pero también de la reserva fun-
tro y del protocolo diagnóstico y terapéutico cional del propio individuo. El N traumático
que adopte. La rotura del esófago, tanto espon- produce además síntomas relacionados con
tánea (síndrome de Boerhaave), como ins- otras lesiones del mismo traumatismo.
trumental (esofagoscopia) o traumática, casi El NE primario suele aparecer en jóvenes
siempre se convierte en mediastinitis y pro- altos y delgados, entre 20 y 30 años de edad,
gresa hacia pioneumotórax. La rotura de las y es mucho más frecuente en hombres. En
vías respiratorias altas también puede con- menos de un 10% de los casos es asintomá-
ducir a N, pero los signos más llamativos sue- tico y entre los sintomáticos el 80% ocurre

184
NEUMOTÓRAX Y HEMOTÓRAX

cuando el paciente está en reposo o desarro-


llando una actividad normal. Generalmente
el paciente se queja de dolor pleurítico y/o dis-
nea aguda de forma repentina. El dolor puede
ser leve o severo en el comienzo y continúa
como dolor pesado que se acentúa con los
movimientos respiratorios. Si el N es pequeño,
el dolor puede ser el único síntoma y desapa-
rece unas horas más tarde. Muchos de estos
pacientes no acuden a la consulta médica o
acuden sólo tardíamente. En caso de N masi-
vo o a tensión, la presentación clínica es más FIGURA 2. Línea de pleura visceral en Rx Tórax.
acusada. Otros síntomas, como tos irritativa,
ortopnea y hemoptisis son menos frecuentes.
La exploración física de los pacientes con rente causa, se debe pensar en la posibilidad
un N mínimo puede ser normal. El signo más de N y buscar la confirmación radiológica. En
común es la taquicardia. En el N moderado el N traumático, el enfisema subcutáneo y la
o en el masivo, se pueden detectar la dismi- herida soplante (el aire entra y sale por la heri-
nución de movimiento del hemitórax afecta- da con los movimientos respiratorios) son los
do, el aumento de resonancia en percusión y signos físicos más característicos.
la disminución tanto del murmullo vesicular
como de la transmisión de la voz en auscul- DIAGNÓSTICO
tación. En caso de N a tensión se puede obser- Las manifestaciones clínicas suelen suge-
var la presencia de cianosis, hipotensión y rir el diagnóstico de N al médico que está aler-
taquicardia mayor de 135 latidos por minuto. ta. El diagnóstico se confirma al identificar la
La gasometría arterial suele ser normal en el línea de la pleura visceral en la radiografía pos-
N pequeño pero en los de más del 25% se tero-anterior del tórax (Fig. 2). En caso de duda
observa hipoxemia y aumento del gradiente o de N pequeño apical, la radiografía en espi-
de oxígeno alvéolo-arterial(24). En el N hiper- ración forzada o en decúbito lateral puede ayu-
tensivo, son frecuentes una hipoxemia seve- dar al diagnóstico. Con cierta frecuencia el N
ra y alcalosis respiratoria. Las alteraciones se acompaña de un pequeño derrame pleural
en el electrocardiograma son raras, aunque, seroso con eosinofilia, como consecuencia de
en el N masivo izquierdo, la presencia de aire irritación pleural por el aire. Un derrame mayor
puede ocasionar una disminución del com- puede significar un hemoneumotórax en caso
plejo QRS y de onda R y una inversión de onda de N traumático o NE primario y un proba-
T que hacen confundirlo con un infarto de mio- ble pioneumotórax en caso de NE secundario.
cardio de la pared anterior. En el N hipertensivo, se observa en la radio-
Los síntomas y signos en pacientes con grafí un colapso total del pulmón del lado afec-
enfermedades pulmonares asociadas son tado y el desplazamiento contralateral del
mucho más llamativos. Un N pequeño en mediastino. En pacientes con NE secundario
pacientes con EPOC grave puede causar dis- o en traumatismos, se pueden encontrar otras
nea, hipercapnia e hipoxemia severa, e inclu- lesiones parietales, pulmonares o mediastí-
so hipotensión y fracaso cardio-respiratorio. nicas asociadas, cuya identificación es impor-
La exploración física es poco reveladora debi- tante para plantear el diagnóstico diferencial
do a la enfermedad de base. Ante un pacien- y el tratamiento. Algunas veces en el enfise-
te con EPOC y la aparición de dolor torácico ma bulloso, la diferenciación entre una gran
unilateral y aumento de disnea sin una apa- bulla y un N puede ser muy difícil. Por regla

185
Y.W. PUN

FIGURA 3. Métodos de cuantificación del tamaño de neumotórax [A) Light, 1993, y B) Rhea, 1982].

general, la línea pleural en el N es convexa moderado de 20 al 40% y masivo mayor del


hacia la pared costal, al contrario que la línea 40%(25). Esta clasificación es útil especialmen-
de bulla, que es cóncava. Cuando el diagnós- te para el NE, ya que en muchas pautas de tra-
tico no es seguro, se puede recurrir a la TAC tamiento la actitud terapéutica depende del
que, aunque es raramente necesaria en el diag- tamaño del N. El shunt anatómico(24) y, en cier-
nóstico del N, aporta informaciones adiciona- ta forma, la clínica del paciente también están
les sobre el parénquima pulmonar y el medias- en proporción con el grado de colapso del pul-
tino. món. Hasta ahora no existe consenso univer-
sal en el método de cuantificar el tamaño. El
Cuantificación del tamaño de neumotórax estudio de consenso de los EE.UU.(26) utiliza
Se puede clasificar el N según el grado de la denominación de N pequeño cuando la dis-
colapso del pulmón o, más habitualmente de tancia entre el ápex pulmonar y la cúpula torá-
forma inversa, según el volumen del aire acu- cica es menor de 3 cm, mientras que en el pro-
mulado. Se conoce como N pequeño o mar- tocolo de tratamiento de NE de la Sociedad
ginal cuando el tamaño es menor del 20%, Torácica Británica (BTS, Bristish Thoracic

186
NEUMOTÓRAX Y HEMOTÓRAX

Society)(27), denomina N pequeño cuando el pul- Generalmente, reposo, aspiración y dre-


món está rodeado de un pequeño borde de naje torácico solucionan el 80-90% de los casos
aire. La estimación del tamaño del N por la sim- del NE que aparece por primera vez. Sin
ple observación de la radiografía de tórax tien- embargo, un 30% (16-52%) de los NE prima-
de a subvalorarlo ya que el volumen es pro- rios recidiva(31) y la mayoría de ellos en los
porcional al cubo del diámetro. Una forma siguientes 12 meses. El NE secundario tiene
sencilla de calcular el tamaño es restar del una tasa de recidiva similar. La actuación direc-
100% el porcentaje que se obtiene dividiendo ta por cirugía sobre las lesiones causantes del
el diámetro al cubo del pulmón colapsado por N y la pleurodesis química o mecánica son los
el cubo del hemitórax afectado(28). Rhea sugie- procedimientos que se emplean para los casos
re el uso de un nomograma después de haber que no responden a los tratamientos anterio-
calculado la distancia interpleural media del N res y/o para prevenir las recidivas (Fig. 4).
en una radiografía postero-anterior simple(29)
(Fig. 3). Ambos métodos ofrecen una fórmula Reposo y observación
útil y reproducible de cuantificar el N sólo si se En los pacientes con un N pequeño y pocos
asume que el pulmón adapta una conforma- síntomas, el reposo puede ser una opción de
ción constante al colapsarse hacia el hilio, hecho tratamiento(32). Se estima que el 1,25% del aire
que no siempre es la norma. intrapleural se absorbe cada 24 horas(33) y un
N del 20% tardará más de dos semanas en
TRATAMIENTO resolverse con reposo sólo. El uso de oxígeno
Además de aliviar los síntomas y evitar las suplementario puede acelerar hasta cuatro
complicaciones, el tratamiento del N tiene dos veces la velocidad de absorción del N por incre-
objetivos principales: conseguir la reexpansión mentar el gradiente de presión parcial de N2
del pulmón y prevenir la recidiva. Hasta la fecha entre el aire pleural y el intraalveolar(34). El repo-
no existe un consenso universal sobre las pau- so como tratamiento se indica normalmente a
tas a seguir en las diferentes modalidades de los pacientes jóvenes con el NE primario y algu-
tratamiento disponibles: reposo, oxigenotera- nos iatrogénicos seleccionados. Es aconsejable
pia, toracocentesis, drenaje con catéter fino, reservar el reposo en domicilio sólo para el NE
drenaje con tubo, pleurodesis, toracoscopia, primario y, de cualquier forma, después del
cirugía videotoracoscópica y toracotomía. La control de radiografías y observación hospi-
elección del tipo de tratamiento depende de la talaria de 12 a 24 horas para asegurar que no
etiología del N, el grado de colapso del pulmón, haya progresión del N y/o síntomas. El pacien-
la sintomatología, la probabilidad de recidiva te debe tener fácil acceso al hospital para el
y la ocupación profesional del paciente. Recien- seguimiento radiológico y estar bien informa-
temente la Sociedad Española de Neumolo- do de las posibles complicaciones de la enfer-
gía y Cirugía Torácica (SEPAR) publicó en la medad. En caso de falta de mejoría en una
serie de Recomendaciones SEPAR la tercera semana o de la progresión del N está indicado
edición de Normativa sobre diagnóstico y tra- el drenaje torácico. Para los pacientes que están
tamiento del N(30). Han introducido algunas en observación hospitalaria, se recomienda
modificaciones con respecto a las ediciones el uso del oxígeno para acelerar el proceso de
anteriores, sobre todo en el uso de aspiración absorción del aire pleural.
continua desde los primeros momentos des-
pués de la colocación de tubo de drenaje, y en Toracocentesis
acortar el tiempo de drenaje con tubo de 7 a 2 Como primera medida de urgencia, la tora-
días, para retirarlo en caso de resolución, o de cocentesis con aguja sirve para descomprimir
7 a 5 días para considerar la cirugía en caso de un N a tensión y evitar las complicaciones. En
falta de respuesta. N moderados, se puede aspirar el aire por

187
Y.W. PUN

NE - Primer episodio

NE pequeños asintomáticos NE moderados o masivos


NE complicados
NE sintomático

Toracocentesis

Reposo con o Sin reexpasión Drenaje con tubo o catéter


sin oxígeno Aspiración

Reexpansión Fuga de aire >3-5 días


Sin fuga de aire >24 horas Sin reexpansión

Curación Recidiva ipsi o contralateral Cirugía videotoracoscópica o


Seguimiento toracotomía

FIGURA 4. Algoritmo de tratamiento del neumotórax espontáneo.

toracocentesis mediante una jeringa conec- solucionar el N(37). Por el contrario, la reex-
tada con una cánula o un catéter fino intro- pansión pulmonar brusca por una aspiración
ducido al espacio pleural. La punción se rea- fuerte puede provocar dolor intenso, disnea,
liza con anestesia local en el segundo espacio hipotensión y a veces incluso el edema uni-
intercostal, línea clavicular media, o en el 4º lateral del pulmón. Actualmente la SEPAR
o 5º espacio intercostal, línea axilar media. recomienda la aspiración continua de –15 a
La simple aspiración de aire puede llegar a –25 cm H2O de presión en todo tipo de dre-
tener un 80% de éxito en NE primario(35) y naje, de forma inmediata, o diferida unas
75% en N iatrogénico simple causado por horas más tarde si el N es mayor del 50%(30).
punción de aguja(36). La BTS preconiza este Cuando el pulmón esté totalmente reexpan-
procedimiento en NE moderado/masivo y se dido y la fuga de aire cese o sea mínima, se
reserva el drenaje con tubo para cuando fra- puede sustituir el sistema de drenaje bajo agua
case este método(27). con una válvula de flujo unidireccional, tipo
Heimlich, lo que permitiría una mayor movi-
Drenaje con tubos o catéteres de pequeño lidad del paciente e incluso el tratamiento
calibre ambulatorio(38). Normalmente la fuga de aire
El drenaje convencional con tubo, de cali- cesa en 48 a 72 horas y el tubo puede reti-
bre 20 a 28 Fr. (graduación francesa), es el rarse 24 horas más tarde si el pulmón se man-
tratamiento más habitual del N y es la técni- tiene reexpandido. Muchos autores prefieren
ca de elección para el NE secundario, el N antes de retirar el tubo, pinzarlo durante unas
complicado con derrame y el N a tensión. El horas y realizar un control radiográfico des-
tubo se coloca en los mismos lugares de la pués para asegurarse que no existe ninguna
toracocentesis antes mencionados y se conec- fuga de aire no percibida(26).
ta a un sistema de drenaje bajo agua (tipo El drenaje con catéteres de pequeño cali-
Bülau). La aplicación de aspiración continua bre, de 7-14 Fr ha ganado mucha popularidad
acelera la salida de aire y es útil cuando la fuga desde la introducción en 1970(39). Los distin-
es grande, pero no siempre es necesaria para tos modelos comercializados (Pleuro-cath, Neu-

188
NEUMOTÓRAX Y HEMOTÓRAX

mo-vent, etc.) tienen especiales diseños que Se puede inyectar el talco en forma de sus-
facilitan la colocación. Se pueden emplear en pensión a la cavidad pleural a través del tubo
NE primario o N adquirido simple, de cualquier de drenaje o pulverizarlo en forma de polvo
tamaño, y consiguen un 85% de resolución(40). seco a las superficies pleurales por toracosco-
Tienen múltiples ventajas: fácil colocación, pia o por toracotomía. Se recomienda una
menor coste, menor dolor y mayor movilidad dosis de 2 gramos por tener la misma eficacia
para el paciente y menos complicaciones(41,42). que dosis mayores(53). Tanto la tetraciclina
Por su flexibilidad y pequeño calibre, estos como el talco tienen efectos secundarios
catéteres son propensos a acodarse y obs- importantes, como la fiebre y el intenso dolor
truirse por fibrina o coágulo, por lo que no son pleurítico, y el segundo esclerosante causa oca-
adecuados para N con gran fuga de aire o N sionalmente neumonitis y síndrome de distrés
complicado con derrame. De la misma mane- respiratorio del adulto(54). Aunque la pleuro-
ra que el drenaje con tubo, el catéter de peque- desis con talco no parece tener repercusión
ño calibre puede conectarse al sistema bajo funcional pulmonar significativa a largo pla-
agua con o sin aspiración o a la válvula de zo(55), el polvo no purificado puede estar con-
Heimlich para pacientes ambulantes. taminado de asbesto y someter al paciente
al riesgo de mesotelioma.
Pleurodesis La PQ se emplea habitualmente para el tra-
Debido a la alta tendencia de recidiva de tamiento del derrame maligno, pero su uso de
NE, muchos autores abogan por la pleurode- rutina no está aconsejado en el NE (Reco-
sis o sínfisis pleural como método de preven- mendaciones SEPAR), ya que la intensa fibro-
ción. Se puede conseguir la sínfisis instilan- sis que crea dificulta enormemente cualquier
do en el espacio pleural un agente esclerosante futura toracotomía de un paciente joven o de
(pleurodesis química [PQ]) o friccionando direc- un paciente con NE secundario y probable can-
tamente las superficies pleurales o con pleu- didato a un trasplante pulmonar. La indicación
rectomía (pleurodesis mecánica [PM]). La PQ de la PQ debe ser individualizada y llevarse
es una técnica sencilla que se puede realizar a cabo sólo cuando el pulmón está totalmen-
sin cirugía mediante la introducción del agen- te reexpandido con drenaje. La fuga continua
te a través del tubo de drenaje o por toracos- de aire disminuye la posibilidad de éxito.
copia. De las muchas sustancias utilizadas para
la pleurodesis en el NE: nitrato de plata(43), qui- Toracoscopia y cirugía videotoracoscópica
nacrina(44), aceite de oliva(45), dextrosa hiper- España tiene amplia experiencia en la tora-
tónica(46), bleomicina(47), sangre autóloga(48), coscopia diagnóstica, que se realiza con un tro-
colas biológicas(49), tetraciclina(50,51) y talco(52,53), car y bajo anestesia local(56). La toracoscopia
sólo el talco y algunos derivados de la tetra- permite la valoración directa de la cavidad
ciclina están actualmente en uso. La tetraci- pleural y la instilación de agentes esclerosan-
clina, no disponible actualmente, redujo del tes para una PQ. Según los hallazgos toracos-
41 al 25% la tasa de recidiva de NE en un estu- cópicos, Vanderschueren(57) clasifica el N en 4
dio prospectivo(50). Los derivados, la doxicicli- estadios: 1, sin anomalía; 2, presencia de adhe-
na y la minociclina, empleados en una dosis rencias pleurales pero sin evidencias de bullas
de 5 mg/kg, parecen tener resultados simila- o blebs (colección de aire o ampolla subpleu-
res. El talco, silicatomagnésico hidratado, ral); 3, pequeños blebs o bullas <2 cm de diá-
Mg3(OH)2(Si4O10), es más eficaz que la tetraci- metro; 4, múltiples bullas >2 cm y blebs con
clina en inducir la fibrosis y sínfisis pleural. En o sin adherencias pleurales. Asumiendo que
un estudio comparativo, la incidencia de reci- la existencia de bullas puede ser un factor de
diva es del 8% en el grupo de pleurodesis por riesgo de recidiva, algunos autores se basan
talco y del 13% en el grupo por tetraciclina(52). en estos hallazgos para tomar decisiones tera-

189
Y.W. PUN

han publicado muchas técnicas para tratar la


TABLA 3. Técnicas utilizadas para el
lesión pulmonar (Tabla 3)(61,62), pero la resec-
tratamiento de neumotórax en CVT
ción con endocortadoras (stapler) es la que
Sobre las bullas consigue los mejores resultados. La simple
Sello con adhesivos sutura, ligadura o destrucción con electrocoa-
Electrocoagulación gulación o laser de las bullas necesitan mate-
Clipping (grabar con grabas hemostáticas) riales quirúrgicos consumibles mucho más eco-
Looping (ligadura con Endoloop) nómicos y son aplicables a bullas de tamaño
Endosutura pequeño. Normalmente la intervención se
Cauterización con laser completa con una pleurodesis, bien por insti-
CO2, Nd:YAG lación de esclerosantes, por escarificación pleu-
Resección con endocortadora (stapler) ral con electrocoagulación o laser, por pleu-
rectomía parcial, o bien por abrasión pleural
Sínfisis pleural
con un fragmento de Márlex, una torunda de
Escarificación
gasa o de estropajo plástico.
Electrocoagulación, argón, laser
Muchos autores han confirmado la segu-
Pleurodesis química
ridad y la eficacia de la CVT(63-66). La recidiva
Cola biológica, tetraciclina, talco
oscila entre un 4 y un 8% y es mayor que la
Pleurectomía parcial
de toracotomía (<2%) debida generalmente
Abrasión pleural
a bullas no detectadas(67). Las complicaciones
postoperatorias ocurren en un 5 a un 12% de
los casos y la mayoría consiste en fuga de aire
péuticas: drenaje con tubo en estadios 1 y 2 y prolongada, pero esta tasa puede subir hasta
toracotomía en estadios 3 y 4(58). Otros auto- un 25% cuando se trata de NE secundarios(68).
res prefieren la PQ en los estadios inferiores La mayor desventaja de la CVT es la dificultad
y se reservan la toracotomía para bullas mayo- en localizar con exactitud el lugar de la fuga de
res de 2 cm(59,60). A pesar de las interesantes aire. Cuando se comparan los resultados de la
observaciones, la toracoscopia es una técnica CVT con los de serie histórica de la toracoto-
sofisticada y no está disponible en todos los mía, algunos cirujanos encuentran ventajas en
centros hospitalarios. Además, el hecho de que la primera por reducción del coste total, de la
la mayor parte de los NE en el primer episo- estancia hospitalaria y del dolor postquirúrgi-
dio responde a procedimientos mucho más co(69,70). Aunque los recientes estudios aleato-
sencillos, como la toracocentesis o el drenaje rizados no pueden confirmar estas ventajas(71),
con catéter, hace que la toracoscopia diag- la CVT sigue siendo una alternativa válida a
nóstica se emplee con poca frecuencia actual- la toracotomía en el tratamiento del N.
mente.
Con el desarrollo de la técnica vídeo-asis- Toracotomía
tida en la década de los 90, la cirugía video- La toracotomía es el último recurso en el
toracoscópica (CVT) ha ganado mucha popu- tratamiento del N. Su alta capacidad resoluti-
laridad en el tratamiento quirúrgico del N. Es va y su baja tasa de recidiva (<2%) sirven
un procedimiento mínimamente invasivo y como el estándar de oro (gold standard) para
para su ejecución, se emplean 3-4 trócares y comparar los resultados con otras modalida-
son necesarios la anestesia general y el colap- des de tratamiento. En el NE, está indicada
so pulmonar ipsilateral mediante la intubación cuando existen complicaciones, cuando fra-
bronquial selectiva. Con la CVT se puede libe- casan otros tratamientos menos agresivos o
rar el pulmón de las adherencias, tratar las cuando el riesgo o la probabilidad de recidiva
bullas existentes y realizar la pleurodesis. Se son altos (Tabla 4). Cuando fracasa el drena-

190
NEUMOTÓRAX Y HEMOTÓRAX

son el N a tensión, el N abierto, el hemoneu-


TABLA 4. Indicaciones quirúrgicas de
motórax, el pioneumotórax, el N bilateral
NE (recomendaciones SEPAR)
simultáneo, el edema pulmonar post-reex-
Hemoneumotórax pansional, y el N crónico.
Neumotórax a tensión
Neumotórax a tensión
NE bilateral simultáneo El N a tensión o hipertensivo puede ocu-
NE recidivante
rrir tanto en NE como en N traumáticos. La
entrada continua de aire en la cavidad pleural
NE contralateral por mecanismo valvular incrementa la presión
Fuga de aire >5 días intrapleural hasta niveles por encima de la
atmosférica. Esta situación es más frecuente
Sin reexpansión pulmonar en pacientes con traumatismo o con ventila-
Bullas en radiografía ción pulmonar asistida. El colapso del pulmón
y la compresión del mediastino disminuyen el
Profesiones de riesgo gasto cardíaco y provocan el fracaso cardio-
respiratorio. Se manifiesta clínicamente con
taquicardia severa, cianosis, diaforesis profu-
je, el tiempo de espera para la cirugía es un sa, disnea e hipotensión. Es necesaria la des-
punto de discrepancia. De todas formas, si la compresión urgente por toracocentesis y dre-
fuga de aire persiste durante más de dos días, naje con tubo.
continuar la aspiración por más tiempo influ-
ye poco en el resultado(72). Los pacientes con Neumotórax abierto
profesiones de riesgo son: pilotos, marineros, El N abierto se produce por heridas pene-
camioneros, viajeros frecuentes, etc. En el N trantes de tórax. Si la apertura es lo suficien-
adquirido, se realiza la toracotomía en los com- temente grande, el aire entra más fácilmen-
plicados con empiema, hemorragia o fuga de te a la cavidad torácica por la herida que por
aire masiva que no son controlables con el la tráquea, lo que disminuye la ventilación efec-
tubo de drenaje, y en los que están asociados tiva del pulmón y causa hipoxemia y reten-
con lesiones de otros órganos torácicos que ción carbónica. La situación es potencialmente
necesitan resección o reparación quirúrgica. mortal para el paciente si no se corrige opor-
Por la toracotomía se identifican las lesiones tunamente. La herida soplante se reconoce
pulmonares y el punto de fuga de aire, se rea- fácilmente y se debe tratar con drenaje torá-
liza la resección de bullas y se efectúa la even- cico y cierre de la herida.
tual abrasión pleural o pleurectomía. La tora-
cotomía axilar amiotómica es la técnica más Hemoneumotórax
utilizada en el NE por la baja morbilidad y por La causa más frecuente de hemoneumo-
ser cosméticamente más aceptable(73). Otros tórax es el traumatismo. La frecuencia de
abordajes, como la esternotomía media o la hemoneumotórax espontáneo en una serie de
esternotomía transversal, se utilizan raramente más de 2.500 casos de NE de una sola insti-
para tratar lesiones bilaterales(74). tución es de 2,3%(75). La hemorragia en el NE
primario se debe normalmente al desgarro de
COMPLICACIONES bridas pleurales cuando se colapsa el pulmón.
Las complicaciones del N son poco fre- Las lesiones vascularizadas localizadas en la
cuentes pero, por la gravedad de las conse- periferia del pulmón, por ejemplo, la metás-
cuencias, se debe prestar especial atención en tasis de un hepatocarcinoma o una caverna
su diagnóstico y tratamiento. Las principales tuberculosa, pueden originar el hemoneumo-

191
Y.W. PUN

tórax. El hemotórax que acompaña a un N y se suele necesitar una decorticación para


catamenial también es bien conocido(76). El tra- la reexpansión pulmonar.
tamiento inicial consiste en drenaje con tubo,
que sirve para reexpandir el pulmón y cuan- HEMOTÓRAX
tificar el sangrado. Generalmente, la pequeña La presencia de una pequeña cantidad de
hemorragia se detiene con la reexpansión pul- sangre (1-2 ml) puede dar origen a una apa-
monar. En caso contrario, o cuando hay una riencia hemática de un derrame pleural, pero
gran acumulación de coágulos, está indicada se considera hemotórax (H) cuando el hema-
la exploración quirúrgica. tócrito del líquido pleural es ≥ al 50% del hema-
tócrito de la sangre periférica del paciente(78).
Pioneumotórax La inmensa mayoría de los H se deben a trau-
El pioneumotórax suele manifestarse como matismos torácicos, penetrantes o no, y a lesio-
complicación de una neumonía necrotizante o nes yatrógenas. En muy raras ocasiones, el
una rotura esofágica. El tratamiento con anti- hemotórax se presenta espontáneamente y
bióticos adecuados y el drenaje con tubo son necesita diagnóstico y tratamiento diligente.
imprescindibles. La rotura esofágica precisa casi La contusión torácica en accidentes de trá-
siempre la cirugía, pero un empiema tratado fico es la causa más frecuente de H por trau-
precoz y adecuadamente puede evitar una dolo- matismo. Otras causas de contusión incluyen
rosa toracotomía y la evolución a un fibrotórax. caídas de altura, aplastamientos y golpes direc-
tos que provocan fracturas costales, lesiones
Neumotórax espontáneo bilateral simultáneo de los vasos intercostales y de los grandes
El NE bilateral simultáneo no es raro. Apa- vasos o del propio pulmón. Las heridas pene-
rece en un 4% de los pacientes en una gran trantes por armas blancas o de fuego produ-
serie(77). Es más frecuente en pacientes con cen mayor o menor hemorragia y destrozos
enfermedades pulmonares, especialmente las tisulares según el trayecto de la lesión y la
de origen mesenquimal, pero no en pacientes naturaleza del proyectil o del arma. La hemo-
con enfisema bulloso. Se aconseja la cirugía rragia del parénquima pulmonar suele ser
bilateral para evitar la recidiva. autolimitada debido a la baja presión de los
vasos pulmonares y a la presencia de abun-
Edema pulmonar post-reexpansión dante tromboplastina. La rotura de los gran-
Por mecanismo desconocido, la reexpan- des vasos, causada generalmente por heridas
sión rápida del pulmón colapsado puede cau- penetrantes o por el efecto aceleración-des-
sar edema pulmonar ipsilateral tanto en derra- aceleración de los fuertes impactos, dará lugar
me pleural como en N. En casos graves, los a H masivo, shock y, a menudo, la muerte del
pacientes necesitan intubación y ventilación paciente.
mecánica. Muchos autores, incluida la SEPAR, Los H iatrogénicos pueden ser postquirúr-
no aconsejan aplicar aspiración al drenaje, al gicos, debido a cualquier tipo de cirugía torá-
menos durante las primeras horas, en pacien- cica o abdominal superior, o consecuencia de
tes con N masivo. cateterización vascular y de punción hepáti-
ca, renal o torácica. Suelen ser de pequeño
Neumotórax crónico tamaño, pero pueden llegar a ser masivos si
El N, asociado o no con fístula bronquial, se asocian con alguna alteración de coagula-
puede persistir durante meses si no se solu- ción del paciente (Fig. 5).
ciona a tiempo y se conoce como N crónico. Las causas del H espontáneo son diversas
La cámara pleural puede llenarse de líquido o (Tabla 5), pero las más comunes son: hemo-
infectarse y el pulmón se queda atrapado por neumotórax, enfermedades vasculares (aneu-
fibrina y fibrosis. El tratamiento es quirúrgico risma de aorta), trastornos de coagulación (tra-

192
NEUMOTÓRAX Y HEMOTÓRAX

A B

FIGURA 5. Hemotórax masivo con alteración de coagulación.

tamiento con anticoagulantes), procesos sub-


diafragmáticos (endometriosis) y lesiones cos- TABLA 5. Causas del hemotórax
tales (exóstosis)(79). El H secundario a coagu- espontáneo
lopatías, a la rotura de aneurisma de aorta o Trastornos de coagulación
de malformación arteriovenosa pulmonar tie- Terapia de anticoagulación
ne altas morbilidad y mortalidad y exige tra- Coagulopatías: hemofilia
tamiento urgente.
Neoplasias malignas: mesotelioma, metástasis
Un derrame pleural de 200-300 ml puede
estar oculto en una radiografía postero-anterior Enfermedades vasculares
de tórax y un litro de sangre en el espacio pleu- Sistémicas: aneurisma
ral puede pasar desapercibido al producir sólo Pulmonares: fistula A-V
un ligero aumento de densidad difusa en la
Traumatismo antiguo
radiografía en decúbito supino. Las radiogra-
fías laterales en bipedestación o en decúbito Hemoneumotórax
lateral son más sensibles para detectar los derra-
Infecciones: tuberculosis
mes pequeños. Cuando se sospechan lesiones
mediastínicas o pulmonares, la TAC puede ofre- Procesos subdiafragmáticos: endometriosis
cer informaciones valiosas que facilitan la toma
Exóstosis costal
de decisiones. El diagnóstico del H se hace por
toracocentesis. Los tumores malignos y el trom- Idiopáticas
boembolismo pulmonar pueden acompañarse Misceláneas: von Recklinghausen, Rendu-Osler-
de un derrame hemático que no suele ser un Weber, hematopoyesis extramedular
verdadero H. La medición de hematócrito es
más útil que el recuento de hematíes en caso
de líquido pleural hemorrágico.
El tratamiento depende de la etiología y hemorragia, drenaje de sangre >100 ml / hora
del volumen de ocupación pleural. El H peque- durante 6-8 horas o >200 ml / hora durante
ño (<300 ml) puede tratarse con toracocen- 2-4 horas, pacientes inestables que no res-
tesis y observación. En el resto, se debe colo- ponden a la restauración del volumen san-
car un tubo de drenaje para evacuar la sangre guíneo, y evidencias de lesiones viscerales
y los coágulos y para monitorizar la hemorra- intratorácicas. En caso de politraumatismo, se
gia. Se indica la toracotomía urgente en las debe hacer una valoración global del pacien-
siguientes situaciones: evacuación instantánea te para establecer el orden de preferencia de
de más de un litro de sangre y persistencia de tratamientos.

193
Y.W. PUN

Después de la fase aguda, la persistencia 11. Sihoe AD, Yim AP, Lee TW, Wan S, Yuen EH,
de coágulos pleurales puede tratarse con la ins- Wan IY et al. Can CT scanning be used to
tilación intrapleural de fibrinolíticos (estrepto- select patients with unilateral primary spon-
taneous pneumothorax for bilateral surgery?
kinasa 250.000 u. o urokinasa 100.000 u. en Chest 2000; 118: 380-3.
dosis diaria) o videotoracoscopia. Esta última 12. Ikeda M, Uno A, Yamane Y, Hagiwara N.
ha sido propuesta por algunos autores inclu- Median sternotomy with bilateral bullous resec-
so para valorar el H en pacientes hemodiná- tion for unilateral spontaneous pneumothorax,
micamente estables que no tienen sospecha with special reference to operative indications.
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de lesiones de grandes vasos(80). La evacuación
13. Lesur O, Delorme N, Fromaget JM, Bernadac
precoz de coágulos con este procedimiento evi- P, Polu JM. Computed tomography in the etio-
ta la cronificación del H y la necesidad de una logic assessment of idiopathic spontaneous
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196
PLEURODESIS MÉDICA Y QUIRÚRGICA
Nuria Mañes Bonet

INTRODUCCIÓN número de ingresos, descenso del costo sani-


El término pleurodesis procede del griego, tario y mejora de la calidad de vida de estos
de pleura y desis, y se entiende por ello la unión pacientes. También se realiza pleurodesis
permanente de las pleuras. Con la pleurodesis, médica en el tratamiento de algunos neumo-
se pretende alcanzar una sínfisis entre pleura tórax o en el tratamiento de derrames pleu-
parietal y visceral con el fin de prevenir el acú- rales benignos persistentes y/o recidivantes a
mulo de aire o líquido en el espacio pleural. Éste pesar de los tratamientos realizados.
ocurre como consecuencia de enfermedades El mejor agente pleurodésico considerado
pleurales o pleuropulmonares, tales como hasta hace muy poco tiempo ha sido el talco
empiema, procesos neumónicos, hemotórax, estéril libre de asbesto, dicho producto ha sido
etc., pero también puede entrar a formar par- utilizado desde hace mucho tiempo(2), siendo
te de tratamientos, en general paliativos, para considerado el mejor agente pleurodésico, ya
la solución de distintas patologías, la mas fre- que reunía las características de ser económi-
cuentes el derrame pleural maligno (DPM)(1). co, de fácil utilización y sin apenas efectos cola-
La realización de la pleurodesis data de los terales de importancia.
inicios de la cirugía torácica(2), y para conseguir Aunque en los últimos años han surgido
dicho objetivo se han realizado distintas téc- enfrentamientos respecto a la adecuación de
nicas, tanto la instilación de productos a través seguir utilizando este producto(3,4), sigue sien-
de diversos sistemas de drenajes torácicos sien- do éste el más utilizado y recomendado para
do el más frecuentemente utilizado el talco, su utilización intrapleural en los DPM, ya sea
como la realización de técnicas quirúrgicas, en a través de toracoscopia en seco o drenaje torá-
general la abrasión pleural con gasas o com- cico en suspensión(5-8).
presas secas, aunque también el uso de dis-
tintos abrasores metálicos, cauterización de la Talco
pleura e incluso pleurectomías parciales. Trisilicato magnésico hidratado(9), suele
Se realiza una revisión de los agentes pleu- contener gran cantidad de impurezas, a las
rodésicos más frecuentemente utilizados, de que se le podría atribuir su efecto pirético,
las distintas técnicas de pleurodesis quirúrgi- entre otras el asbesto, del cual debe ser libe-
ca en uso, y una aproximación a las indica- rado para su utilización medica por la relación
ciones de dichas técnicas. de este último componente con el desarrollo
del mesotelioma pleural. También se le han
PLEURODESIS MÉDICA atribuido algunos efectos adversos, como el
Se considera tal la realizada mediante la distrés respiratorio, habiendo sido relaciona-
instilación de distintos productos en la cavi- do con las distintas impurezas y variaciones
dad pleural, ya sea a través de drenajes o a tra- del talco existente así como con el tamaño de
vés de toracoscopia. las partículas(10).
Habitualmente se realiza en los DPM, como El talco es un producto de fácil disposición,
parte del tratamiento global de éstos, con obje- que se puede obtener en múltiples laborato-
to de evitar el reacúmulo de líquido pleural(1), rios de suministros químicos; no suele venir
consiguiendo de este modo el descenso del preparado para su utilización clínica, en Euro-

197
N. MAÑES BONET

pa se dispone del producto comercializado den amplificar la respuesta inflamatoria(16). Por


para su uso como talco en seco ya estéril y otra parte, se ha demostrado también que en
libre de asbesto con dos cánulas de distintos la pleurodesis eficaz se produce un descenso
tamaños para su más fácil aplicación a través de la actividad fibrinolítica, y un aumento de
del trocar de toracoscopia, y últimamente se la coagulación(17). Se ha visto también que se
dispone también en seco con objeto de poder- asocia a un rápido y marcado ascenso del fac-
se suspender con suero fisiológico para su uti- tor de crecimiento de los fibroblastos en el
lización en suspensión. líquido pleural que es derivado de las células
El talco no es estéril en sí, se ha estudiado mesoteliales(18)
y cultivado, apreciándose el crecimiento de Los efectos colaterales del talco más fre-
gérmenes. Kennedy y cols. (11) cultivan seis cuentemente reflejados en la literatura son
muestras de talco diferentes, encontrando el hipertermia, que habitualmente no supera los
crecimiento de distintos bacilos en todos ellos, 38°C(12) y dolor que puede variar de leve a inso-
y de estafilococo coagulasa negativo en dos de portable(12,19), y que puede acompañarse de
ellos. Tras la esterilización por cualquiera de cierto grado de dificultad respiratoria, muchas
los métodos que proponen, no se cultivan gér- veces ésta cede con el mismo tratamiento anal-
menes. La esterilización se ha realizado por gésico. Como complicaciones de éste la más
medio de calor seco a 132°C durante 6 horas, frecuente es el empiema, que parece más rela-
esterilización al gas con oxido de etileno cionado con el tiempo de portar tubo de dre-
(130°C durante 1’75 horas) o con radiación naje que con el talco en sí. El talco produce
gamma durante 9’4 horas, de todas ellas, la una sínfisis pleural, como consecuencia de un
más barata, y posiblemente sencilla es la este- efecto inflamatorio en la pleura parietal y vis-
rilización con calor seco. Una vez estéril, se ceral, pero no se han descrito fibrosis pleura-
puede utilizar hasta un año después(11,12). les que puedan comprometer la capacidad res-
Las formas de aplicación del talco más uti- piratoria del paciente(20).
lizadas son en seco a través de toracoscopia y Últimamente, su uso está en controversia(3,4),
en suspensión a través del tubo de drenaje. debido a la posible distribución sistémica de
Habitualmente el talco se utiliza solo o sus- éste y del desarrollo del síndrome de distrés res-
pendido en suero fisiológico, pero se ha des- piratorio del adulto, que puede tener conse-
crito también su utilización yodándolo, en un cuencias fatales. Su frecuencia es baja, del
intento de añadir al poder pleurodésico del tal- 1–5%, debiendo tener en cuenta que muchos
co el del yodo(13). Xie y cols. (14) en un estudio estudios no presentan dicha complicación. Esta
experimental en conejos, no encuentran dife- complicación pone en duda la inocuidad de este
rencias en la pleurodesis obtenida tras admi- agente pleurodésico(21), y ha hecho que se estén
nistrar talco simple o talco yodado. desarrollando distintos estudios encaminados
El talco es el agente pleurodésico más estu- a dar luz sobre su desarrollo. Ferrer y cols.(10)
diado hasta la actualidad. Existen varias hipó- han estudiado diferentes preparados de talco,
tesis sobre su mecanismo de acción para pro- concluyendo que sus composiciones varían
ducir pleurodesis, sea cual sea la forma de mucho entre los distintos países, así como tam-
aplicación de éste, al contactar con la pleura, bién existe gran variación en el tamaño de las
produce una activación de las células meso- partículas de éste, encontrándose las partículas
teliales, y de las citoquinas con acúmulo de los más grandes en el talco europeo que en el ame-
macrófagos en el espacio pleural(15), estimula ricano. Aunque no se conoce el mecanismo por
los macrófagos, liberando interleucina 8, y la el que se produce el problema, una hipótesis
proteína 1 de quimioatracción de los macró- razonable es que se produzca una absorción
fagos, y en presencia de la expresión de adhe- sistémica del talco y el subsecuente desenca-
sión molecular en las células mesoteliales, pue- denante de los factores mediadores de la infla-

198
PLEURODESIS MÉDICA Y QUIRÚRGICA

mación. Esta hipótesis ha sido apoyada por


TABLA 1. Efecto pleurodésico del talco
Rinaldo y cols.(22) al encontrar grandes cantida-
des de talco en el lavado bronquioalveolar de Autor Modo Pleurodesis
los pacientes que lo habían presentado, tam-
Marom EM Suspensión 86%
bién se encontró en el lavado bronquioalveolar
de los referidos por Milanez Campos y cols.(23), Mager HJ Suspensión 85%
incluso en el paciente que falleció se encontró Prevost A Suspensión 81,4%
talco en casi cada órgano de su cuerpo al rea-
lizar la autopsia, incluyendo ambos pulmones, Ong KC Suspensión 89%
cerebro, hígado, riñones, corazón y músculo Filippetti M Seco/Suspensión 84%
esquelético. Si la neumonitis que se ha apre-
ciado ocasionalmente es debida a la absorción Cardillo G Seco 92,7%
sistémica del talco, el estudio de Ferrer y cols.(10), Schulze M Seco 94,3%
puede proporcionar alguna luz en cuanto a la
posible relación del distinto tamaño de las par- De Campos JR Seco 93,4%
tículas y por tanto a la amplia diferencia de Diacon AH Seco 83%
hallazgos de un centro a otro, de un país a otro.
El talco de menor tamaño podría ser absorbi- Viallat JR Seco 82,1%
do por los linfáticos. En las ovejas, el estoma de Mares DC Seco 100%
apertura de los linfáticos en la pleura varía de
8 a 10 µm de diámetro(24), en los humanos es
de 6,2 µm(25), y en estos casos podrían algunas
partículas de talco (sobre todo en las prepara- lógico pensar que se puede conocer la distri-
ciones americanas, que son en general más bución del producto de forma inmediata y pre-
pequeñas) adecuarse a tales estomas(10) y pene- ver por tanto los resultados.
trar a su través. También se abre otra posibili- Debido a la alta eficacia de este producto
dad, con el desencadenamiento de las citoqui- se ha utilizado como sinfisante en otros pro-
nas y el fenómeno inflamatorio, ya que las cesos no pleurales, como hidrocele y lifoce-
partículas más pequeñas tienen una superfi- le(37,38). Además, se ha utilizado también como
cie mayor de contacto, y se produciría una res- sinfisante en neumotórax y en derrames pleu-
puesta inflamatoria exagerada. rales benignos(29,39).
Las cantidades de talco utilizadas habi-
tualmente oscilan entre 5 y 8 gramos(26, 27). Bleomicina
La eficacia del talco (Tabla 1) está amplia- Agente citostático utilizado con bastante
mente demostrada tanto en su uso en seco frecuencia para la obtención de la sínfisis pleu-
como en suspensión; en el primer caso oscila ral en los DPM. Su utilización se basa no en la
entre el 82,1 y 100%(26,28-32) tras una única ins- creación de sínfisis sino en la actuación sobre
tilación, en el segundo entre el 81,4 y 89%(27,33- las células neoplásicas(40). Tiene como incon-
36). Por otra parte, aunque es ampliamente veniente que se absorbe de forma sistémica(41),
extendido el concepto de que al aplicar un pudiendo producir náuseas y vómitos, tam-
agente pleurodésico a través del drenaje torá- bién puede producir hipertermia y dolor. La
cico deben realizarse rotaciones del paciente dosis más frecuentemente utilizada es de 60
para su mejor distribución, parece que ésta no UI diluidas en 50–100 cc de suero fisiológico
influye en su poder sinfisante(34). Como los en instilación única(30,36,42).
resultados indican más arriba, es la pleurode- La eficacia de la pleurodesis (Tabla 2) es
sis con talco en seco a través de toracosco- menor que la del talco, y desciende a medida
pia la que obtiene mejores resultados, parece, que pasa el tiempo, siendo el índice de recu-

199
N. MAÑES BONET

resultados fueron tomados al mes, encon-


TABLA 2. Fracaso de la pleurodesis
trando que en los que padecían neumotórax
talco/bleomicina
fue eficaz en un 67%, en los DPM en otro
30 días 90 días 180 días 67%. Se destaca que presentaron efectos
Bleomicina 41% 59% 65% adversos el 81% de los pacientes, consistien-
do estos en la mayoría de los casos en dolor
Talco 13 13 13
y fiebre.
Diacon Emad y Rezaian(42) realizan un estudio ale-
atorizado de 60 pacientes con DPM utilizando
bleomicina, tetraciclina (máximo 2 g) o ambos,
con un seguimiento de 6 meses. Concluyen
TABLA 3. Costo de los agentes que la pleurodesis a partir del 4ºmes era
pleurodésicos en dólares mucho mayor cuando se asociaban ambos
5 g talco 0.30 $ agentes, siendo del 70%, mientras que tras la
administración de tetraciclina fue del 35% y
Esterilización calor 5 g talco 4.74 $ con la bleomicina del 25%.
500 mg Doxiciclina 86$ Pulsiripunya y cols. (44) estudian el uso de
500 mg de doxiciclina como esclerosante pleu-
60 UI Bleomicina 1140 $ ral en los DPM, los efectos colaterales han sido
febrícula en el 30% de los casos, dolor mode-
rado a severo en el 60% y tos con hemoptisis
rrencias hasta del 41% a los 30 días, del 59% en el 3%.
a los 90 días y del 65% a los 180 días(30,36), Wu, Teixeira y Light(45) comprobaron la aso-
siendo su costo mayor (Tabla 3). ciación de hemotórax y alta tasa de mortalidad
tras la inyección intrapleural de derivados de la
Clorhidrato de tetraciclina tetraciclina en conejos, a pesar de que estas
Muy utilizado como agente pleurodésico complicaciones no se habían publicado en
hasta 1980, en que dejó de comercializarse. humanos comprobaron que la inserción del dre-
Se trata de un agente pleurodésico eficaz. naje torácico y abandono de las toracocentesis
El principal efecto colateral es el intenso repetidas prevenía dicha complicación.
dolor torácico que produce. Se absorbe y pue- Mitchem y cols. (46) estudiaron en un mode-
de producir alteraciones a nivel sistémico como lo animal la administración del talco, doxici-
fracaso hepático. La dosis utilizada es de 500 clina o sangre autóloga. Respecto a la doxici-
mg diluidos en 100 cc de suero fisiológico y a clina concluyeron que producía una pleurodesis
través de drenaje torácico. Se ha aplicado en eficaz pero conllevaba severos efectos locales;
los DPM y en algunos neumotórax. asimismo, producía cambios histológicos en
Desde su desaparición del mercado se ha el pulmón contralateral y elevación de las enzi-
utilizado la doxiciclina en un intento de obte- mas séricas, lo que sugiere efectos sistémicos
ner resultados similares. Presenta problemas indeseables.
parecidos a la tetraciclina, y necesita habi- Changle y cols. (47) informan de un caso en
tualmente repetición de la instilación durante que se produjo una quemadura química de
un periodo de una semana. la pleura tras la instilación de dosis alta de
La dosis habitualmente utilizada es de 500 tetraciclina.
mg. Harrignton y cols. (43) evalúan la instila-
ción de 1 g de doxiciclina en pacientes diag- Otros agentes pleurodésicos
nosticados de DPM y benigno y neumotórax, Se han utilizado múltiples, entre otros san-
diluyéndolo en 50 cc de suero fisiológico. Los gre autóloga, ésta se ha utilizado fundamen-

200
PLEURODESIS MÉDICA Y QUIRÚRGICA

talmente en neumotórax y en fugas aéreas PLEURODESIS QUIRÚRGICA


persistentes postquirúrgicas; la cantidad de La que se realiza en quirófano bajo anes-
sangre utilizada ha variado desde 50 cc a 250 tesia general, y que consiste en la irritación
cc(48). Se han realizado estudios experimen- mecánica de la pleura parietal con objeto de
tales comparándola con el talco y doxicicli- producir un efecto inflamatorio y la adhesión
na(46) en instilación intrapleural en conejos, de ambas pleuras.
comprobando que no ha producido pleurode- Se realiza habitualmente como una de las
sis, siendo sólo ligeramente superior a la inser- fases del tratamiento quirúrgico del neumo-
ción única de drenaje torácico; posiblemente tórax espontáneo primario.
el éxito de esta técnica haya sido el depósito Se puede encontrar, incluido ocasional-
sobre las fugas aéreas, y sellado mediante fibri- mente como pleurodesis, la realización de pleu-
na de éstas. rectomía total o parcial en los neumotórax o
Blanco y cols. (49,50) realizan pleurodesis con DPM. Este tipo de intervención debe evitarse
sangre autóloga en 17 pacientes con neumo- del término pleurodesis ya que, si bien se pro-
tórax espontáneo, siendo eficaz en el 94% de duce una desaparición del espacio pleural, no
los casos de forma temprana, pero presen- existe una adhesión de las pleuras al extirpar
tando recurrencias en el 29% de éstos. Hay una.
que hacer notar que la tasa de recurrencia que La pleurodesis quirúrgica, mecánica o abra-
obtienen es similar a la considerada habitual sión pleural, se realiza produciendo un raspa-
tras el drenaje simple. Apoyaría estos resulta- do de la pleura (Fig 1), habitualmente con gasa
dos la teoría arriba mencionada(46) y la ausen- seca(64). El objeto es crear una inflamación
cia de efecto pleurodésico de la sangre. mecánica estéril, que se aprecia por la apari-
En los últimos cinco años han surgido ción de un moteado petequial o incluso san-
publicaciones sobre la realización de pleuro- grado de la pleura parietal. Al producirse la
desis con otros productos como Povidona yoda- expansión pulmonar, por el proceso de cica-
da(51), 5 fluoruracilo y cisplatino(52) en DPM, trización normal se producirá la pleurodesis.
pegamento de fibrina(53) en fuga aérea persis- Dicho tratamiento forma parte del tratamien-
tente, vincristina(54), mitomicina(55), paclitaxel(56) to quirúrgico del neumotórax, ya sea realiza-
y con talco(15,26-29,31-35) talco yodado(13). También do a través de toracotomía o videotoracosco-
se han realizado estudios comparando la oxi- pia. Otros(65), tras la resección de bullas realizan
tetraciclina, Corinebacterium parvum y mosta- pleurodesis química.
za nitrogenada(57), y el talco con la bleomici- Se ha propuesto también(66) la sustitución
na(30,36). de la abrasión pleural por la realización de pleu-
Al mismo tiempo se están publicando estu- rectomías lineales o, como Maier y cols.(67) el
dios que permanecen en experimentación ani- uso de un cepillo eléctrico rotatorio a través
mal con el factor de crecimiento beta, com- del toracoscopio. En la serie que presentan,
parado con talco y bleomicina(58), con el destaca que no se produjo sangrado postqui-
talco(59), con la fibroelastina(60), el hidróxido de rúrgico ni infección de la herida, y que la tasa
aluminio(61). También se ha comparado el uso de recurrencia fue del 2,1% (1 paciente).
del talco en conejos con el talco yodado(27), no Sugarmann y cols.(68) proponen la inserción
encontrando diferencias en el efecto pleuro- a través de toracoscopia de mallas absorbibles
désico de ambos. Se han seguido los estudios de polyglactin unido a la abrasión pleural, con
con el talco, desde el punto de vista pleuro- objeto de producir adherencias adecuadas en
désico(46) o de las complicaciones(62), y com- el tratamiento del neumotórax, dicho estudio
parándolo con el nitrato de plata(63). En gene- se ha realizado en experimentación animal.
ral, no se ha superado el efecto pleurodésico Aunque no parecen existir complicaciones
del hasta ahora ideal, el talco. derivadas de la pleurodesis mecánica, ya que

201
N. MAÑES BONET

ción y pleurectomía frente a los que se les rea-


lizó pleurodesis, y concluyen que no deben
realizarse las primeras en los DPM, ascen-
diendo las complicaciones al 34%.
Se debe mencionar que el problema resi-
de en aquellos pacientes con pulmones atra-
pados, en los que la pleurodesis no es eficaz.
Pollak(72) sugiere la inserción de drenajes tune-
lizados durante largos periodos de tiempo, con
buenos resultados. Más conocido es el uso de
shunts pleuroperitoneales. Schulze y cols.(28) y
Petrou y cols.(73), los utilizan con buenos resul-
tados, con alivio de los síntomas de los pri-
meros en el 73% y de los segundos en el 92%,
éste ultimo presenta como complicación la
obstrucción del shunt en el 12%, que solucio-
na en la mayoría reemplazándolo.
FIGURA 1. Abrasión pleural. Lan y cols.(74) estudian 65 pacientes con
DPM sintomático; entre otros describen la
elasticidad pleural (denominado así el des-
la incidencia de reintervenciones en el neu- censo de la presión del líquido pleural en cm
motórax por sangrado es despreciable, Endo de H2O tras extraer 500 cc de líquido) como
y cols.(69) describen una serie de 12 pacien- un buen parámetro indirecto del diagnóstico
tes con aspergilosis secundaria en tres de ellos del pulmón incarcerado, estableciendo que
al tratamiento del neumotórax, que atribuyen cuando esta es superior a 19 cm de H2O la
a la neovascularización producida en la pared incidencia de pulmón atrapado es muy alta,
torácica. p<0’001. Rodríguez Panadero(75) sugiere ade-
Respecto a los DPM no parece existir duda más, el pH < 7’20 como indicador del pul-
en la indicación de la realización de pleuro- món atrapado.
desis química o médica. Sin embargo, no se Finalmente, el diagnóstico de esta even-
puede pasar por alto la sugerencia de Sahn(7) tualidad se realiza durante la toracoscopia o
de la realización de pleurectomía parietal en tras la inserción del drenaje torácico, siendo
aquellos pacientes con esperanza de vida de en estos casos de difícil tratamiento. Como
6 meses y fallo de la pleurodesis química. A Viallat y Boutin(31) recomiendan, debería rea-
pesar de que Nasreen y cols.(70) describen la lizarse pleurodesis con talco a través de tora-
apoptosis en células tumorales malignas de coscopia lo más prontamente posible para evi-
mesotelioma tras la administración del talco tar esta eventualidad.
intrapleural, no se debe olvidar, como dice En síntesis, consideramos que: se debe
Reeder(5), que el tratamiento del DPM es palia- separar el derrame pleural maligno del neu-
tivo, y por tanto se debe contar, no sólo con motórax y del maligno en el momento de
la situación general del paciente, sino con la tomar una decisión terapéutica.
opinión de éste, debiendo realizarse el trata- El agente pleurodésico más utilizado en el
miento menos agresivo posible, sugiriendo DPM sigue siendo el talco, ya sea aplicado en
como el más adecuados, el drenaje torácico y suspensión a través de drenaje o en seco a tra-
la pleurodesis con talco en suspensión. vés de toracoscopia. Se deben seguir es-
Bernard y cols.(71) realizan un estudio sobre tudiando otros agentes pleurodésicos que
pacientes a los que se les efectuó decortica- ofrezcan resultados similares al talco y com-

202
PLEURODESIS MÉDICA Y QUIRÚRGICA

Derrame pleural maligno


Recidivante
Sintomático
Indicación de pleurodesis

Toracoscopia
Pleurodesis talco seco
Pulmón atrapado

Shunt pleuro peritoneal


Drenaje externo larga duración
No posible toracoscopia

Drenaje
Pleurodesis
Talco en suspensión

FIGURA 2. Algoritmo de actuación en derrame pleural maligno.

plicaciones iguales o inferiores a éste. El tra- 5. Reeder LB. Malignant Pleural Effusions. Curr
tamiento del DPM debe ser la pleurodesis quí- Treat Options Oncol 2001; 2: 93–6.
mica, preferiblemente con talco y a través de 6. Brechot JM, Molina T, Jacoulet P. Secondary
tumoral pleuresy. Press Med 2002; 31(12):
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pado en la enfermedad maligna, debe ser la
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rax es la resección de bullas, unido o no a la 10. Ferrer J, Villarino MA, Tura JM, Traveria A,
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206
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA DEL PACIENTE
CON DERRAME PLEURAL
Mª Victoria Villena Garrido

El diagnóstico diferencial de la patología 2. Derrame pleural dudoso. En los casos en


pleural debe incluir, tal como se ha comenta- que la radiografía de tórax no discrimina la pre-
do en los capítulos anteriores, una amplia lis- sencia de DP de otras patologías, como el
ta de etiologías. La indicación y valoración de engrosamiento pleural, la elevación diafrag-
los resultados de las pruebas diagnósticas, se mática, o la masa intrapleural o intra-pulmo-
debe realizar considerando las probabilidades nar, la radiografía en decúbito lateral, la ecogra-
clínicas (preprueba) de la presunción diag- fía torácica, o la tomografía axial computarizada
nóstica establecida, así como la rentabilidad ayudarían al diagnóstico del DP.
diagnóstica de las pruebas realizadas en cada 3. Evaluacion clínica etiológica. En ocasio-
hospital. Es por ello, que aunque una pauta nes puede alcanzarse un diagnóstico de alta
diagnóstica puede ser útil para orientar el estu- sospecha o de certeza con la evaluación clí-
dio diagnóstico de estos pacientes, se debería nica inicial. En pacientes con cardiomegalia y
realizar una adaptación de la misma de acuer- signos de insuficiencia cardiaca, o en casos de
do con las características y disponibilidad de síndrome nefrótico, se puede establecer el diag-
medios de cada Centro. Además, la elabora- nóstico sin necesidad de más estudios si el cua-
ción de una pauta diagnóstica considera las dro no se acompaña de fiebre, dolor torácico,
características más frecuentes de los pacien- o no presenta importante asimetría en la cuan-
tes, pero su aplicación, que debe ser siem- tía del DP en ambos hemitórax. También po-
pre individualizada, puede dar como resulta- drían incluirse los casos de hepatopatía, o los
do que las pruebas indicadas para la mayoría derrames pequeños después de cirugía torá-
de los pacientes, no lo sean para aquellos con cica o abdominal o postparto. En ocasiones,
determinadas condiciones clínicas. en este punto están indicadas otras explora-
En la figura 1 se muestra la pauta diag- ciones que podrían ser diagnósticas (flebografía
nóstica utilizada en el Hospital Universitario y gammagrafía pulmonar, ecografía abdomi-
12 de Octubre para los pacientes con derra- nal, etc.).
me pleural (DP)(1). 4. Toracocentesis diagnóstica. En los casos
en que el líquido pleural (LP) no sea muy abun-
EXPLICACIÓN DEL ALGORITMO dante, se recomienda la realización antes de
1. Sospecha clínica. Por la anamnesis o la toracocentesis, de una radiografía de tórax
exploración física se puede sospechar que en decúbito lateral homolateral. Si la distan-
existe DP, realizándose una radiografía de cia entre el borde superior del DP y la pared
tórax, que confirma o sugiere la existencia del torácica es mayor de 10 mm, con modifica-
DP. ción sobre la radiografía en bipedestación,

207
M.V. VILLENA GARRIDO

(1)
Sospecha clínica derrame pleural
Rx tórax
Rx tórax decúbito lateral
Dudoso (2) Ecografía torácia
TAC torácio
Derrame pleural

(3)
Evaluación clínica etiológica

(4)
Toracocentesis
Trasudado
Empiema/paraneumónico
Quilotórax
(6) Hemotórax (5)
Otras situaciones

Valoración estudios opcionales (7)


Gammagrafía pulmonar
Broncoscopia
Ecografía abdominal
Otros
Biopsia pleural transparietal (8)

Valoración estudios opcionales (9)


Broncoscopia
Observación TAC torácico

Toracoscopia (10)

Toracotomía (11)

FIGURA 1.

se asegura la existencia de LP libre suficiente no debe presentar síntomas o antecedentes


para realizar una toracocentesis. En los casos de alguna patología productora de trasudado,
de DP encapsulado, sería aconsejable la guía el derrame no debe ser bilateral y el pH del LP
del ultrasonido para la localización exacta, el debería ser inferior a 7.45 (Villena. Datos no
conocimiento de la profundidad de la cámara publicados).
y la valoración de tabiques internos. Las carac- 5. Trasudado, empiema/paraneumónico, qui-
terísticas del líquido pleural ofrece frecuente- lotórax, hemotórax. En estos casos, el diag-
mente información importante para el diag- nóstico no incluye la realización de biopsia
nóstico(2), tal como se ha comentado en el pleural y precisan de un tratamiento especí-
capítulo 2. En ocasiones, cuando la sospecha fico. Los criterios de Light, descritos en el capí-
diagnóstica sea tuberculosis o neoplasia, se tulo 2, o el gradiente de proteínas o albúmi-
puede realizar conjuntamente la primera biop- na(3) son los parámetros con mayor utilidad
sia pleural transparietal; en estos casos el LP para la diferenciación de trasudado o exuda-
no debe ser purulento ni lechoso, el paciente do. En el DP purulento o el paraneumónico

208
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA DEL PACIENTE CON DERRAME PLEURAL

complicado, el tratamiento incluye el drena- les, su biopsia con control de TAC. Asimismo
je pleural, tal como se refiere en el capítulo 5. se realizará ecografía abdominal si existe pre-
El diagnóstico y manejo del quilotórax y hemo- dominio de polimorfonuclerares en el recuen-
tórax se refieren en los capítulos 9 y 11, res- to diferencial y broncoscopia si la cuantía del
pectivamente. DP es mediana o grande.
6. Otras situaciones. En los pacientes en 10. Toracoscopia. Se debería valorar la rela-
que el DP no corresponde a las etiologías ante- ción riesgo/beneficio en estos pacientes. La
riores, la valoración del conjunto de datos que rentabilidad diagnóstica es elevada, y las com-
ofrece el estudio del material extraído por la plicaciones escasas, aunque dependen del tipo
toracocentesis puede ser de utilidad(4). Tal de anestesia, características de los pacientes,
como se indicó en el capítulo 2, la determi- y experiencia en la técnica(11). En aquellos clí-
nación del pH, glucosa(4), proteínas, LDH, ami- nicamente estables, sin pérdida de peso, afe-
lasa(5), el estudio celular, incluyendo el núme- briles, con menos del 95% de linfocitos en el
ro de hematíes y el recuento y fórmula LP y en que el DP ocupa menos de la mitad
leucocitario, microbiológico, o de marcadores del hemitórax, la probabilidad de neoplasia
de tumor(6) o tuberculosis(7,8), y la citología del o tuberculosis es muy pequeña(12), por lo que
LP, incluyendo diversas técnicas de inmuno- se podría efectuar un seguimiento clínico(13)
citoquímica o citometría de flujo pueden apor- valorando la toracoscopia si el derrame no des-
tar una valiosa ayuda diagnóstica(9,10). aparece o produce sintomatología.
7. Valoracion de estudios opcionales. Depen- 16. Valoracion toracotomia/observacion.
diendo de la valoración clínica y de los hallaz- Existen casos donde la toracoscopia no ha sido
gos en la toracocentesis, se pueden indicar diagnóstica o no ha sido posible efectuarla por
otros estudios. Si el paciente presenta hemop- la inexistencia de una patente cámara pleural
tisis o alteraciones radiológicas sugerentes de libre. En estos pacientes, se debería valorar la
neoplasia pulmonar, se debe indicar una bron- necesidad de recurrir a toracotomía diagnós-
cofibroscopia, o si tiene sintomatología abdo- tica en base a la edad, función respiratoria,
minal una ecografía abdominal. Otros ejem- sintomatología, enfermedades concomitantes
plos son una gammagrafía pulmonar o y probabilidad preprueba de las diferentes posi-
estudios inmunológicos. Si estas pruebas no bilidades diagnósticas. Tanto en el punto ante-
son concluyentes o no estaban indicadas, se rior como en este, si se decide una pauta de
debe efectuar una biopsia pleural transpa- observación, se debería repetir la intrader-
rietal con aguja. morreacción de Mantoux a las 6-8 semanas
8. Biopsia pleural transparietal. La des- en caso de haber sido negativa la primera, ya
cripción de la técnica, indicaciones, contrain- que si persiste negativa, es improbable la etio-
dicaciones y rentabilidad diagnóstica se des- logía tuberculosa del derrame en sujetos inmu-
criben en el capítulo 3. Si existen masas competentes.
pleurales, se puede dirigir la biopsia median-
te TAC o ecografía torácica. En algunos pacien- BIBLIOGRAFÍA
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monar y considerar, si existen masas pleura- Brufao S, Orts D, Fernández C, Martín C. Is

209
M.V. VILLENA GARRIDO

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210
PERSTECTIVAS FUTURAS EN PATOLOGÍA
PLEURAL
Esteban Pérez Rodríguez

Las enfermedades que afectan a la pleura, tos que aglutinen el manejo de esta patología,
implica a síndromes muy diversos. Esto justi- para justificar una menor morbilidad técni-
fica, su localización dispersa en muchos servi- ca, un mayor rendimiento diagnóstico de las
muestras, mejor manejo terapéutico, banco
cios clínicos y quirúrgicos, su frecuente falta de
de datos y congelación de muestras (pleuro-
homogeneidad en la aproximación diagnóstica
teca), crear líneas de investigación de progre-
y terapéutica de los derrames pleurales y la esca-
so, seguimiento y cierres diagnósticos y obviar
sa investigación realizada respecto a otras pato-
ingresos innecesarios,
logías del aparato respiratorio, cuando realmente
la pleura y el espacio pleural, son de forma 2. La toracoscopia incrementará su indica-
intrínseca, parte Sistema Respiratorio. ción?
En los últimos 15 años, muchos neumó- Es una controversia y depende de la expe-
logos han creado grupos emergentes inter- riencia de cada grupo. Personalmente consi-
nacionales, que han protagonizado excelen- dero que la toracoscopia diagnóstica sufrirá
tes líneas de asistencia e investigación en esta restricciones en su indicación, por los pro-
patología, en las que nuestro país es una refe- gresos y alto rendimiento que está ofreciendo
rencia destacada. Esto ha permitido que la los estudios de fluido pleural y biopsias pleu-
patología pleural hoy, se encuentre en fran- rales ciegas, con el apoyo de la biología mole-
co desarrollo y sea uno los aspectos de la neu- cular y su impacto en el analisis de muestras.
mología actual más atractivos. 3. La biopsia pleural ciega se cuestiona?
Con esta perspectiva, definir las líneas Obviar técnicas invasivas ante similar ren-
futuras por donde puede transcurrir en los pró- dimiento, siempre será un objetivo eficiente.
ximos 5-10 años el desarrollo de la patología En la tuberculosis podrá obviarse (ADA, INF-
pleural, me permite ofrecer una impresión gamma,PCR). En patología maligna se cues-
personal, basada en nuestra experiencia en tiona por su escasa aportación a la citología
este tema en los últimos 12 años y en muchas pleural y algunos colegas recomiendan la tora-
de las referencias ya citadas en cada uno de coscopia ante tal presunción diagnóstica. Sin
los capítulos de este volumen. embargo considero que la biopsia pleural cie-
ga o cerrada: ofrece similar morbilidad que
PERSPECTIVAS FUTURAS una toracocentesis, evita ingresos al ser estu-
Aspectos generales dios ambulatorios, obvia colocación de tubos
1. Obviar la dispersión de la patología pleural endotorácicos necesarios tras toracoscopia y
Los estudios de fluido y biopsias pleurales en ocasiones ésta se realiza con anestesia. En
reclaman la necesidad de neumólogos exper- nuestra experiencia incrementa hasta un 17%

211
E. PÉREZ RODRÍGUEZ

el rendimiento de la citología, y un número de derrame, pH, glucosa, LDH, identificación del


muestras superior a 3 incrementa el rendi- germen, y loculación. Pero nuevas opciones
miento hasta un 35%. La biopsia pleural cie- relacionadas con técnicas de identificación
ga o cerrada, tiene limitaciones con los meso- antigénica, analisis de variables pronósticas
teliomas. Pero la baja prevalencia de estos continuas y no dicotómicas, significado de cito-
respecto a los carcinomas, el uso de la ME y quinas protagonistas del proceso, balance pro-
los marcadores tumorales discrimanantes (anti- coagulantes/ fibrinolíticos, el uso de fibrinolí-
cuerpos monoclonales) pueden corregir estas ticos por criterios previos a la loculación
deficiencias. (cuando, dosis y tiempo), anticuerpos mono-
4. Auge de la biologia molecular clonales, agonistas de receptores de citoqui-
Hasta ahora para el diagnóstico, se ha nas y el drenaje y métodos de drenajes son
hecho énfasis en el reclutamiento del compo- aspectos en desarrollo.
nente celular y su interpretación en el diag- 3. Tuberculosis pleural
nóstico y tratamiento de las diversas enfer- Parece que podemos obviar la biopsia pleu-
medades pleurales. Pero esto corresponde con ral ciega en el diagnóstico. El ADA pleural +
un estadio tardío de interpretación en la enfer- linfocitos/neutrófilos >0,75 + edad<35 años
medad. + presunción pre-test de tuberculosis, ofre-
La célula protagonista de la agresión-res- cen rendimientos de sensibilidad y especifici-
puesta en patología pleural es la célula meso- dad superiores al 95%. Los isoenzimas del
telial. Trabajos relacionados con la célula meso- ADA, el INF-gamma y la PCR son técnicas alter-
telial y biología molecular, que aclaren aspectos nativas de alto rendimiento. Valorar estos ren-
patogenéticos de la enfermedad, y con ello dimientos en series amplias de población HIV,
nuevas opciones terapéuticas con citoquinas, precisan desarrollo. Solo dos series ratifican
anticuerpos monoclonales, receptores de el rendimiento.
superficie y terapia génica son líneas de des- Respecto al tratamiento, permanecen algu-
arrollo en el próximo futuro, aplicables en la nas controversias. Se puede simplificar el tra-
producción y control de fluido local de pato- tamiento en número de drogas y tiempo? Se
logía benigna y maligna. benefician del drenaje pleural a largo plazo?
Los corticoides no son útiles, evidencia con-
Aspectos específicos relacionados con el sistente?
diagnóstico de los derrames pleurales más 4. Derrames malignos
prevalentes La citología y la biopsia pleural ciega han
1. Trasudados/Exudados sido las técnicas diagnósticas convencionales.
La identificación de un trasudado con fre- La citología es mas rentable que la biopsia,
cuencia define un diagnóstico de presunción, pero su complementariedad ha sido confir-
y no de confirmación. Un derrame pleural por mada por algunos autores entre ellos nosotros,
insuficiencia cardiaca que requiere toraco- especialmente si el número de muestras es de
centesis diagnóstica, habitualmente presenta cuatro o más. La toracoscopia es defendida
criterios de atípico y/o escasa respuesta diu- por otros, y consideramos que esto es una con-
rética. El tratamiento diurético, es motivo de troversia que se debe definir en próximos tra-
falsos exudados. La búsqueda de nuevos pará- bajos. El uso de anticuerpos monoclonales en
metros que no se alteren por dicho tratamiento la identificacón de marcadores tumorales són
o que identifique el diagnóstico, persisten como útiles en discriminar tipos histológicos pero no
alternativas. aportan incremento diagnóstico. Los marca-
2. Paraneumónicos dores de superficie CD3-15-23 son útiles en la
La definición de los diferentes grupos de identificación de procesos linfoproliferativos.
severidad vienen marcados por el volumen del La aportación de la biología molecular en el

212
PERSPECTIVAS FUTURAS EN PATOLOGÍA PLEURAL

análisis de telomerasa, otras modificaciones Toracoscopia diagnóstica o pleuroscopia


en el DNA, factores de crecimiento de angio- Sus indicaciones se verán restringidas a la
génesis y proteasas de producción local, pue- búsqueda diagnóstica de los derrames pleurales
den ser estudios complementarios útiles en el idiopáticos persistentes, derrames paramalignos
diagnóstico y en el manejo terapéutico del con- y a la estadificación del mesotelioma. Su reali-
trol local de la enfermedad, producción de flui- zación podrá ser realizada por neumólogos
do y extensión metastásica. expertos y en su defecto por cirujanos torácicos.
5. Derrames paramalignos. Uso correcto del Toracoscopia terapéutica
término? La pleurodesis mediante pulverización de
Paramaligno es aquel subyacente a una talco, seguirá siendo la principal y más fre-
neoplasia broncogénica maligna, sin eviden- cuente opción de la toracoscopia terapéuti-
cia de malignidad pleural. Pero, otros han uti- ca. No obstante, el uso talco slurry, nitrato de
lizado el mismo término, para aquellos derra- plata, TGF-beta, reemplazarán al talco pulve-
mes de etiología no definida, simultáneos con rizado, al ser aplicado con técnica menos inva-
patologia maligna de cualquier localización. siva y obtener similar eficacia, especialmente
En ambos casos la pleuroscopia puede ser en perfiles de población seleccionada y de
necesaria, si se precisa progresar en el diag- mayor riesgo.
nóstico o en una precisión terapéutica. Drenajes pleurales
6. Derrames pleurales idiopáticos Muchas controversias se plantean al res-
La alta prevalencia (15-20%) de derrames pecto. Indicaciones, volumen de drenaje/ tiem-
pleurales idiopáticos justifica la pleuroscopia? po, control de presión intrapleural necesario
En la actualidad el criterio utilizado viene o no, tipos de drenajes. Respecto a las indi-
siendo su prática ante un derrame pleural idio- caciones, resulta obvio que compromisos res-
pático persistente. Pero progresivamente, algu- piratorios o hemodinámicos secundarios al
nos grupos estamos objetivando criterios volumen del derrame pleural seguirán siendo
(edad, presunción pretest, componente celu- recomendados, salvo pulmón atrapado, afec-
lar, volumen de fluido, uni o bilateralidad, nive- tación severa de pulmón contralateral y obs-
les de ADA y otros), que identifican un curso trucción bronquial central. Pero será necesa-
biológico benigno en los que la pleuroscopia rio analizar la utilidad de los drenajes por
podría ser evitada por falta de aporte diag- toracocentesis (coincidentes con la toma de
nóstico y grado de invasividad. Desarrollar la muestras para estudio), en la tuberculosis pleu-
búsqueda de éstos, son aspectos por definir. ral, y derrames paraneumónicos cuando estos
7. Derrames pleurales post-cirugia de By- son significativos.
pass El volumen a drenar, para el que se ha defi-
Conocer los mecanismos patogenéticos nido como conveniente el uso de control de
inmunológicos y no inmunológicos, la res- presión intrapleural, será cuestionado por cri-
puesta celular y citoquinas responsables, pue- terios clínicos de tolerancia, criterios pres-
dieran ser criterios que identifiquen su diag- test de presencia de pulmón atrapado y limi-
nóstico, y permitieran su control en fase tación a priori de la cantidad de líquido a
precoz. drenar. El drenaje coincidente con las manio-
bras de toracocentesis diagnóstica, será más
Aspectos técnicos frecuentemente usado, siempre que este no
Ecografía: disponer de ecógrafo y aplicar sea total y permita la opción de un segundo
su manejo en los derrames pleurales de esca- estudio. El drenaje pleural de los paraneumó-
so volumen o distribución atípica, será de uso nicos complicados se realizará con más fre-
rutinario, más que la Rx de tórax en decú- cuencia a través de pig-tail asociado a fibri-
bito. nolíticos locales.

213
Índice de autores
Arias Arias, Eva María Mena Rodríguez, María Jesús
Servicio de Neumología. Hospital Central de la Defensa. Sección de Neumología. Hospital Gutiérrez Ortega.
Madrid Valdepeñas (Ciudad Real)

Chillón Martín, Mª Jesús Muñoz Fernández, Alejandro


Servicio de Neumología. Hospital Central de la Defensa. Servicio de Neumología. Hospital General Universitario
Madrid de Alicante. Alicante

de Granda Orive, José Ignacio Ortiz de Saracho y Bobo, Juan


Servicio de Neumología. Hospital Militar de la Defensa. Unidad de Neumología. Hospital El Bierzo. Ponferrada
Madrid (León)

de Miguel Díez, Javier Pérez Rodríguez, Esteban


Servicio de Neumología. Hospital General Universitario Servicio de Neumología. Hospital Ramón y Cajal.
Gregorio Marañón. Madrid Madrid

de Pablo Gafas, Alicia Pun, Yat-Wah


Servicio de Neumología. Clínica Puerta de Hierro. Servicio de Cirugía de Tórax. Hospital Universitario
Madrid de la Princesa. Madrid

Díaz Nuevo, Gema Rodríguez Panadero, Francisco


Servicio de Neumología. Hospital de La Zarzuela. Sección de Endoscopia Respiratoria. Unidad Médico-
Madrid Quirúrgica de Enfermedades Respiratorias. Hospital
Universitario Virgen del Rocío. Sevilla
García Pérez, Francisco Javier
Romero Brufao, Susana
Servicio de Neumología. Hospital Universitario de la
Servicio de Neumología. Hospital General Universitario
Princesa. Madrid
de Alicante. Alicante
Gutiérrez Jiménez, Teodoro Romero Candeira, Santiago
Servicio de Neumología. Hospital Militar Gómez-Ulla.
Servicio de Neumología. Hospital General Universitario
Madrid
de Alicante. Alicante
Hernández Blasco, Luis Ruiz Martín, Juan José
Servicio de Neumología. Hospital General Universitario Servicio de Neumología. Hospital General Universitario
de Alicante. Alicante Gregorio Marañón. Madrid
Izquierdo Patrón, Mercedes Salvatierra Velázquez, Ángel
Unidad de Neumología. Fundación Hospital Alcorcón. Servicio de Cirugía Torácica. Hospital Universitario
Alcorcón (Madrid) Reina Sofía. Córdoba
Jara Chinarro, Beatriz Sánchez Hernández, Ignacio M.
Servicio de Neumología. Hospital Universitario Hospital Universitario de Guadalajara. Guadalajara
de Getafe (Madrid)
Ventura Álvarez, Antonio
Jiménez Castro, David
Servicio de Neumología. Hospital General Universitario
Servicio de Urgencias. Hospital Ramón y Cajal. Madrid Gregorio Marañón. Madrid

Mañes Bonet, Nuria Villena Garrido, Mª Victoria


Sección de Cirugía Torácica, Hospital Universitario de Servicio de Neumología. Hospital Universitario 12 de
Canarias. La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) Octubre. Madrid

Melchor Íñiguez, Rosario Yoldi Rodríguez, Margarita


Servicio de Neumología. Fundación Jiménez Díaz. Sección de Neumología. Hospital Severo Ochoa.
Madrid Leganés (Madrid)

215
Índice de materia
Abrasión pleural, 201 Biopsia pleural, 27, 36, 96 Contrainmunoelectroforesis
(CIE), 25
Absceso esplénico, 171 Complicaciones, 36
Indicaciones y contrain- Creatinina, 27
Absceso hepático, 169
dicaciones, 36 Criterios de Light, 23, 62
Absceso intraabdominal,
171 Rentabilidad diagnóstica, Cuantificación neumotórax,
37 186
Absceso subfrénico, 171
Bleomicina, 141, 199 Cultivo (aerobio y anaero-
ADA (adenosin-deaminasa),
28, 83 Bromocriptina, 139 bio), 25
ADA1 + ADA2, 85
ADA1/ADA total, 85
Afectación pleural secunda- Características del líquido D antroleno sódico, 140
ria a fármacos, 139 pleural, 166 Decorticación, 74
Agentes antimicrobianos, Carcinoma esofágico, 170 Denaje abierto, 75
141 Catéteres centrales, 58 Derrame linfomatoso pri-
Agentes quimioterápicos, Cavidad pleural, 9 mario, 115
141 Células de AR, 129 Derrame paramaligno, 117
Algoritmo de manejo diag- Células mesoteliales, 10, 24 Aproximación diagnósti-
nóstico,terapéutico, 75 Churg-Strauss, 130 ca, 117
Amilasa, 26 Circulación bronquial, 10 Causas 118
Amiloidosis, 59 Circulación sistémica, 10 Etiología e incidencia,
Amiodarona, 140 Cirrosis hepatica, 169 117
ANA, 27, 126 Cirugía torácica video-asis- Derrame pericárdico, 50
Análisis del líquido pleural, tida (CTVA), 47 Derrame pleural benigno,
70 Complicaciones, 51 135
ANCA, 129 Contraindicaciones, 51 Derrame pleural exudativos
Artritis reumatoide, 127 o trasudativos, 59
Contraindicaciones abso-
Anatomía patológica, 127 lutas para realizar la Derrame pleural maligno, 93
Clínica, 128 CTVA, 50 Clínica, 95
Diagnóstico, 128 Contraindicaciones rela- Datos de laboratorio, 95
Patogénesis y etiología, tivas, 51 Diagnóstico, 96
127 Indicaciones de la CTVA, Etiología, 93
Radiografía de tórax, 128 50 Incidencia-epidemiología,
Tratamiento, 129 Instrumentación, 47 93
Aspectos del líquido pleural, Principios técnicos, 48 Patogénesis, 94
22 Cisuras, 10 Pronóstico, 98
Atelectasia redonda, 137 Citología del liquido pleural, Técnicas de imagen, 96
129 Tratamiento 98
Citología pleural, 27,96 Radioterapia medias-
BACTEC (radiometric my- Citometría de flujo, 28 tínica, 98
cobacterial culture sys- Clorhidrato de tetraciclina, Algoritmo terapéutico,
tem), 83 200 99
BACTEC y PCR, 83 Complicaciones SHO, 175 Local paliativo, 99

217
Quimioterapia sisté- Drenaje linfático, 11 Fístulas pancreáticopleura-
mica, 98 Drenaje venoso, 10 les, 170
Tumores específicos, Formación y reabsorción
101 del líquido pleural, 12
Derrame pleural no filiado,
50 E cografía torácica, 17, 69
Derrame pleural paraneu- Efectos biológicos del asbes-
mónico, 67 tos, 134 G lucosa pleural, 25
Clínica, 68 Embriología, 9 Gradiente de presión, 12
Diagnóstico, 69 Empiema, 18, 67 Gradiente de proteínas, 63
Diagnóstico diferencial, Enfermedad de Behçet, 131 Granulocitos-macrófagos
72 (GM-CSF), 141
Enfermedad focal pleural,
Fase aguda o exudativa, 19 Granulomatosis de Wege-
68 ner, 129
Enfermedad mixta del teji-
Fase fibrinopurulenta o do conectivo, 131
de transición ,68 Enfermedad pleural difusa,
Fase crónica o de organi- 19
zación, 68 Enfermedad pleural por
H ematoma esplénico, 171
Técnicas de imagen, 69 exposición al asbesto, 19 Hemotórax, 191
Tratamiento, 72 Enfermedades colágeno- Hepatitis viral,169
Tratamiento antibiótico, vasculares, 125 Hidralazina, 142
72 Enfermedad de Hodking, Hidrotórax hepático, 57
Derrame pleural postras- 114
plante pulmonar, 151 Eosinofilia pleural, 24
Derrame pleural postras- Esclerodermia, 131
plante hepático, 149 Esofagoscopia, 170 Indicación de toracoscopia,
Derrame pleural trasudati- Espacio o cavidad pleural, 97
vo, 55 10 Indicaciones de toracocen-
Derrames pleurales relacio- Exploración física, 16 tesis, 21
nados con enfermedades Indicaciones quirúrgicas de
digestivas, 169 NE, 190
Derrames pleurales trasu- Infarto esplénico, 171
dativo, 56 F actor reumatoide, 27, 128 Inmunocomplejos y com-
Clasificación fisiopatolói- Factores de riesgo SHO, 174 plemento, 27
ca, 56 Falsos exudados, 62 Inmunología, 27
Etiología, 56 Fármacos cardiovasculares, Insuficiencia cardiaca con-
Diagnóstico de presunción, 140 gestive, 55
21 Fármacos ergotamínicos, Intensidad del SHO, 172
Diálisis peritoneal, 59 139 Crítico, 172
Disnea, manifestaciones clí- Fármacos inductores del Leve, 172
nicas 15 sindrome lúpico, 142 Moderado, 172
Dolor torácico, 16 Fibrinolíticos intrapleurales, Severo, 172
Drenaje con tubos o catéte- 73 Interferón gamma, 85
res de pequeño calibre, Fibrobroncoscopia, 98 Interferón-γ, 28
188 Fisiología pleural, 11 Interleucina-2, 141

218
LDH pleural, 26 Tratamiento multimo-
dal, 109
Parámetros bioquímicos
para identificar trasudados
LE, 27, 126
Tratamiento paliativo, pleurales, 62
Ligamento pulmonar, 10
110 Parámetros del fluido pleu-
Linfadenopatía angioinmu- ral, 21
Mesodermo, 9
noblástica, 130
Metástasis pleurales, 20 Patología esplénica, 171
Linfocitos, 24
Metisergida, 140 Patología pancreática, 170
Linfocitos/neutrófilos, 84
Metotrexato, 141 Patología pleural relaciona-
Linfomas, 113 da con asbesto, 132
Minociclina/Tetraciclina, 142
Diagnóstico, 113 PCR, (Polymerase chain
Minoxidil, 140
Linfoma no Hodking reaction), 28, 83
Mitomicina, 141
Lípidos, 27 PET, 96
Mixedema, 60
Lisozima, 85 PH pleural, 26
Modificadores de la res-
Lupus eritematoso sistémi- Placas pleurales, 135
puesta biológica, 141
co, 125 Pleura parietal y visceral, 12
Anatomía patológica, 125 Pleura parietal, 9, 10
Clínica, 126 Pleura visceral, 9, 10
Datos de laboratorio, 126 Pleurectomía parietal, 202
Definición, 125 Neoplasias abdominales,
171 Pleurectomías lineales, 201
Diagnóstico, 126 Pleurodesis, 50, 188
Nervios intercostals y fréni-
Patogénesis y etiología, Médica, 197
co, 11
125
Neumotórax, 18, 181 Quirúrgica, 201
Radiografía de tórax, 126
Adquirido, 184 Pleurodesis, 50, 188
Tratamiento, 127
Clasificación, 181 Pleuroscopia, 39
Complicaciones, 190 Post-cirugía abdominal, 154
Epidemiología, 182 Postparto inmediato, 58
M alignidad,60 Espontáneo primario, Practolol, 140
Marcadores tumorales, 98 182 Presión intrapleural, 11, 12
Mecanismo de acción, 139 Espontáneo secundario, Presión negativa intrapleu-
184 ral, 11
Mesiotelioma pleural, 19,
103 Etiopatogenia, 182 Presiones hidrostática y
Tratamiento, 186 oncótica, 12
Diagnóstico, 104
Neutrófilos, 24 Procainamida, 142
Estadificación, 104
Nitrofurantoína, 141 Productos y materiales, 133
Etiopatogenia, 103
Pseudoquilotórax, 161
Histología, 103
Diagnóstico, 161
Manifestaciones clínicas
y radiológicas, 104 Etiología, 161
Prónostico, 104 Otros agentes pleurodési- Tratamiento, 161
Tratamiento, 107 cos, 200
Tratamiento, Cirugía, 107
Nuevos tratamientos,
108 Quilotórax, 58, 157
Quimioterapia, 108 Pancreatitis crónica, 170 Diagnóstico, 158
Radioterapia, 107 Paquipleuritis, 87, 136 Etiología, 157

219
Fisiopatología, 157 Técnicas evacuadoras, 100 Trasudados y exudados, 23
Tratamiento, 159 Cirugía, 101 Tratamiento del SHO, 175
Tipos de aguja, 37 Tromboembolismo pulmo-
Tomografía axial computa- nar (TEP), 165
R adiografía tórax, 17, 96 rizada (TAC), 17, 96 Patogenia, 165
Radiología torácica, 113 Toracocentesis repetidas Tratamiento, 168
Recuento cellular, 24 manuales, 100 Tuberculosis pleural, 79
Relajantes musculares, 140 Toracocentesis terapéutica, Algoritmo diagnóstico-
Rendimiento diagnóstico, 73 terapéutico, 86
83 Toracocentesis, 35, 187 Clínica, 81
Reposo y observación, 187 Complicaciones, 35 Complicaciones, 87
Resonancia nuclear magné- Indicaciones y contrain- Diagnóstico, 82
tica (RNM), 18, 96 dicaciones, 35 Incidencia y epidemiolo-
Rotura esofágica, 170 Rentabilidad diagnóstica, gía, 79
36 Patogenia, 79
Técnica, 36 Presuncion diagnóstica,
Sarcoidosis, 59 Toracoscopia médica con 82
Secundarios a patología finalidad terapéutica, 45 Radiología, 82
hepatobiliar, 169 Toracoscopia médica, 39 Tratamiento, 85
Síndrome de hiperestimu- Indicaciones, 39 Tubo de toracostomía, 73
lación ovárica (SHO), 172 Toracoscopia y biopsia a cie- Tumores localizados, 19
Síndrome de Sjögren, 130 lo abierto, 97
Síndrome nefrótico, 57 Toracoscopia y cirugía vide-
Síndrome pulmonar por otoracoscópica, 189
hantavirus, 60 Toracoscopia, 74 Urinotórax, 58
Entrenamiento 42
Técnica, 40
Talco, 197 Toracotomía, 190
Técnicas de imagen, 17 Tos, 16 VIH, 83

220

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