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HELENISMO ral ESTOICISMO lestoicismo (de stod, el portico donde los maestros impartian lecciones) fue fundado en Atenas en torno al aio 300 a.C. por Zenén de Citio. En la historia de la que sin duda fue una de las més importantes es- cuelas helenisticas (+) pueden distinguir- se tres perfodos: * en el estoicismo antiguo (ss. 11-1! a.C.) Cleantes, en primer lugar y Crisipo en segundo sistematizaron la doctrina del maestro fundador (hasta tal punto que es imposible distinguir el pensamiento de uno y de otro); * en el estoicismo medio (ss. ti-1 a.C.) pre- valecio el eclecticismo y la doctrina estoica asimilé elementos neoplaténicos, epicireos y de derivacion oriental (magia, astrologia); * enel periodo imperial (ss. - d.C.) el wl- timo estoicismo conocié un notable apogeo, regresando a los origenes y asimilando ele- mentos de la ética cinica; en este pertodo se convirtié en la filosoffa (la religion) de la éli- te intelectual romana, Mostraron esta orien- tacién Séneca, el fil6sofo que prefiris el sui- cidio a faltar a su deber (como prevé la ética estoica), Marco Aurelio, el emperador «ilu- minado» de la antiguedad y Epicteto, el es- clavo-filésofo que siempre permanecié es- toicamente indiferente a su propia condicién. Seguin el helenismo, la enseftanza se divi- dia en tres partes: * fisica, fundamentada en el concepto de pneuma: (+); * logica, campo en donde los estoicos in- tuyeron por primera vez la distincin entre signo, significante y significado, en una su- gestiva anticipacién de las teorias semiéti- cas contemporaneas; © ética, campo en el que rapidamente se concentré la reflexion. @ 130 ZENON & Vease también Helenismo, Autarquia La moral estoica prescribia «vivir segun la naturaleza»: es decir, segiin el principio de racionalidad que los estoicos, con una optimista valoracion de la realidad, consi- deraban esencial en el hombre y en el Universo. La misma logica (o pneuma, 0 Dios) que subyace en la inteligencia del hombre mueve asimismo la naturaleza, en la que nada se origina por azar (>) o por suerte. Este racionalismo metafisico (césmico, ab- soluto) segiin el cual cualquier aconteci- miento ocurre por necesidad, junto con la vision ciclica del tiempo, dio origen a la doctrina del eterno retorno (—). En el hombre, la vida en funcién de la na- turaleza se expresa en el sentido del de- ber (la accién segtin el orden racional). En oposicién al hedonismo epicireo, que si- tuaba en la felicidad el objetivo de la exis- tencia, el estoicismo distinguio entre: * comportamientos necesarios que siem- pre han de buscarse, como el empefo en la vida civil, el respeto a las obligaciones familiares, a la patria, a los pactos y ala amistad; * comportamientos injustos 0 lo que es lo mismo, en contra de la raz6n; estos com- portamientos siempre han de evitarse, in- cluso sacrificando la propia vida (en esta categoria entran todas las acciones dicta- das por la emocién, considerada como una verdadera patologia del alma); * comportamientos indiferentes, ni vir- tuosos ni viciosos, de los que no se ocupa el sabio: salud/enfermedad, belleza/fealdad, riqueza/pobreza. El sabio no persigue el di- nero y ni siquiera se lamenta por la indi- gencia: acepta simplemente, con absoluta indiferencia, su destino vital. non (333-262 a.C.), fun- dor de la escuela estoica y Crisipo (281-208 a.C,), el ter- cer maestro (tras Cleantes). La estatuaria grecorromana ti- pificé la imagen del fildsofo estoico insistiendo en las arrugas de la frente y en el en- trecejo fruncido. La contrac- cidn de los musculos del ros- tro es una metafora visual de una intensa actividad del pen- samiento y de un gran empe- ho moral, 1e mérito del estoicismo rechazar la institucion de la escla- itud por primera vez en la historia del pensamiento, para afir- ‘mar la dignidad universal de todos los seres humanos (inclusi- ve la de los barbaros). Un efecto més que evidente de la nueva mentalidad puede observarse en el monumento erigido en Pérgamo en el afio 230 a.C. para celebrar la victoria sobre los, galatos. El grupo escultérico Los galatos suiciddndose no exal- taal vencedor, sino la fuerza, el coraje e, incluso, la grandeza moral de los «bérbaros» derrotados. Aunque no idealice la ru- deza de los galatos, que combatian desnudos, la estatua retra- taa un orgulloso guerrero que se suicida tras haber matado a la esposa para que no caiga en manos enemigas. La nocién estoica de comportamientos diferentes se convir- 116 en el elemento fundamental de la ética antigua Aqui se re- produce el relieve de un sarcéfago perteneciente a un joven muerto prematuramente (Ostia, 150 d.C.), cuyo padre se hizo retratar en una actitud impensable en la época clasica: cuida personalmente al nifio, teniéndolo de forma afectuosa entre los brazos; se interesa por su educacion; vigila el amamantamien- to matemo (aconsejado por los estoicos como la forma més «na- {ural de criar aun io, frente al eeurso de un ama de ri). 131 & HELENISMO el EPICUREISMO EPICURO & Véase también Helenismo, Escuelas helenisticas os seguidores de la escuela fundada por Epicuro en Atenas en las postrimerias del s. tv a.C. fueron denominados «los del jardin», ya que el maestro, con una eleccin que indicaba la nueva mentalidad, gustaba de ensefiar en un tranquilo jardin fuera de la ciudad (lejos del tumulto de la politica), don- de los filésofos y los estudiantes podian me- ditar en silencio y en contacto con la natu- raleza. A diferencia de las otras dos escuelas helenisticas, el epicureismo se caracteriz6 por la escasa importancia que otorgaba al pensamiento cientifico racional (la fisica epi- ctirea se limit6 a recuperar el atomismo ma- terialista de Demécrito) y por el énfasis pues- to enel problema de la existencia. Con una orientacién similar a la del budismo, Epicuro considers la filosofia como un faérmaco, una practica consolatoria, un método para evitar el sufrimiento y hacer més soportable la vi- da. El fildsofo es el médico del alma, el ciru- jano de las pasiones capaz de liberar al hom- bre de sus tres miedos fundamentales (los dioses, la muerte y el dolor), devolviéndo- Te la ansiada paz interior. ‘Ya en época antigua los epiciireos fueron acu- sados de buscar el hedonismo (aquella filo- sofia de la vida que impulsa a satisfacer de forma inmediata cualquier placer con cual- quier medio). Sin embargo, la idea de Epicuro era mucho mas sutil y requerfa un férreo control de las pasiones. Ciertamente la busqueda de la felicidad es el principio y el fin de la vida (pues el hombre tiende, por naturaleza, a evitar el dolor y a buscar el pla- cer); no obstante, es necesario distinguir en- tre el placer inestable, la alegria momenté- nea y efimera y el placer estable que nace de la ausencia de cualquier dolor (el unico capaz de llevar a la ataraxia, la anhelada con- 0138 dicion de imperturbabilidad espiritual). Para. alcanzar este modelo de felicidad es nece- sario un célculo racional y objetivo que es- tablezca una comparacion entre los sacri- ficios y las ventajas que cada accion implica. Seguin Epicuro, conviene distinguir tres di- ferentes necesidades. * Las necesidades primarias, naturales y necesarias, tales como comer y beber, se de- ben satisfacer siempre, puesto que son esen- ciales para la tranquilidad del alma. + Las necesidades no naturales y no nece- sarias (belleza, riqueza, poder) se deben re- chazar siempre, porque estan en el origen del turbamiento emotivo. * Las necesidades naturales no necesarias, intermedias entre los dos extremos ante- riores (alimentarse bien, vestirse con pren- das refinadas, etc.) se deben satisfacer mien- tras no se conviertan en tareas demasiado dificultosas, calculando exactamente el cos- te (presente y futuro) que implican. El ob- jetivo final de esta matematica del placer es el habito de la autodeterminacisn racio- nal del comportamiento: en ningun caso el hombre debe convertirse en un esclavo de sus propios deseos, impulsos o emociones (ni siquiera de aquellos que sean positivos desde un punto de vista ético, como ef amor, la generosidad, etc.). En realidad, la escuela epictirea debi6 su fa ma al prestigio de su fundador. Séneca afir- m6 que «las grandes almas epictireas no las cre6 la doctrina, sino la asidua companiia de Epicuro», a quien se tributaron en vida ho- nores divinos. El buen epictireo, anticipan- do la mentalidad que durante la edad impe- rial se convirtié en la caracteristica de las sectas religiosas (también del cristianismo), moldeaba su conducta a partir del ejemplo (mas que a partir de las teorias) del maestro.

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