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CENTRADA EN
EL CUERPO
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Sección I El Contexto
Introducción
1. La Organización de la Experiencia
2. Los Principios
Parte 1. Cambio de paradigma
Refugio para el terapeuta extraviado
El lenguaje del paradigma
El campo conceptual
El nuevo paradigma
La nueva psicoterapia
Parte 2. Los principios
Organicidad: sistemas vivientes
Plenitud de consciencia: el camino de la consciencia
No violencia: reverencia por la vida
Integración mente-cuerpo
Unidad: universo participativo
Parte 3. Las proposiciones de Bateson
3. La Gente
Bioestrategias
Carácter como estrategia
Las ocho principales estrategias usadas en Hakomi
En detalle
La experiencia que quiere ocurrir
Cosas básicas acerca del carácter
Algunas dimensiones subyacentes del carácter
Discusión
4. La Relación Curativa
Introducción: una jerarquía de contextos
La cooperación del inconsciente
Las señales de cooperación y cómo se logran
Las señales de resistencia y como las evoca la terapeuta
La actitud emocional de la terapeuta
La cooperación del inconsciente de la terapeuta
Cuando la cliente sabe que la terapeuta entiende
Sección II El Proceso
5. El Proceso Esencial
Una expresión de los principios
El método de la evocación de experiencias en estado de plenitud de consciencia
Estableciendo la plenitud de consciencia
Evocar experiencias en plenitud de consciencia
La transición al procesamiento
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El procesamiento específico para los estados de consciencia
El diagrama de flujo
Introducción
Parte 1. Sondas
Tipo de sondas
Las formas de una buena sonda
Crear sondas a partir de
Metacomunicación, como el tono de voz
Las conexiones con los principios, el método y el proceso
Parte 2. Reconocimiento
Transcripción de un reconocimiento
8. Evocación dos: Hacerse Cargo y Pequeños Experimentos
Parte 1. Accesando
Guías para accesar
Parte 2. Profundizando
Parte 3. La transición al procesamiento
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13. Transformación, Integración y Terminación.
Parte 1. Transformación
La experiencia que quiere ocurrir
Parte 2. Integración
Saboreando
Usando la plenitud de consciencia
Apreciando a la niña
Trayendo todo a casa
Arreglando la casa
Tareas para la casa
Parte 3 Completando
Epílogo
Cómo lo supe
Apéndice A
Bibliografía
Indice
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NOTA del Traductor.
En este texto (aún incompleto) he usado la primera persona en femenino. A veces Ron lo
hace también, otras veces no. Yo he sido lo más consistente posible, salvo errores u
omisiones. Por supuesto, cuando se trata explícitamente de un hombre, uso la primera
persona en masculino.
No es un texto para publicarse aún. Ron nos autorizó verbalmente a publicar este texto en
español para América Latina y eso es nuestra intención. Pero para eso falta refinar mucho el
texto aún. Este es un texto para fines educativos, para colegas y alumnos, no para
distribución masiva.
Sergio Barrio Tarnawiecki
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LA PALABRA HAKOMI
Éramos 19 personas en el verano de 1980, reunidos para estudiar este trabajo y para iniciar
un instituto. También tratábamos de encontrarle un nombre. Hicimos reuniones de tipo
"tormenta de cerebros" y no salían sino propuestas tontas. Finalmente, David Winters tuvo
un sueño en el que yo le entregaba un papel en el que estaban escritas las palabras
"Terapia Hakomi". La palabra no tenía ningún significado para ninguno de nosotros, aún
cuando David pensaba que podía ser una palabra indoamericana. David regresó a casa, en
un viaje de ocho horas, y buscó el significado de la palabra en algunos libros de referencia
que tenía. Descubrió que es una palabra en la lengua hopi (que a veces se pronuncia
"hakimi") y que tiene dos significados relacionados entre sí. En su uso corriente significa
"¿quién eres?". Y en su significado arcaico, "¿cómo te sitúas en relación a todos estos
reinos?". Eso nos cayó muy bien. Posteriormente he oido su significado y posibles
significados en chino (universal, risa reverente) y en hebreo (este es mi.. lugar, existencia,
transformación, establecer). En 1981, hice un viaje al sur del Colorado para buscar al Abuelo
David de las Naciones Hopi, buscando sus consejos en relación al sueño de David y al uso
de la palabra hopi por nuestro instituto. Por unas horas perdí el contacto con él. Nunca he
creado otra oportunidad, pero creo que con la publicación de este libro haré otro intento.
PREFACIO
La psicoterapia nos trae una armonía útil a las funciones de la mente, del cuerpo y a las
exigencias del mundo externo. En la amplitud y riqueza de su lenguaje, la precisión y
delicadeza de sus técnicas, sus cuidados, su poder para informar y en la belleza
desgarradora de sus mejores momentos, es a la vez un arte sublime y una antigua ciencia.
Conocerla y vivirla ha sido un gran regalo que Dios me ha dado. Compartiría ese regalo con
todo el mundo.
Este libro representa mis esfuerzos de los últimos diez años por hacer que mi trabajo sea
susceptible de ser enseñado. En toda su extensión, trato de aclararme a mi mismo y a mis
lectores, cada aspecto que he descubierto - principios, guías, relaciones, patrones, técnicas,
método - toda la estructura del trabajo como yo lo conozco. Sigo creciendo, de modo que
esto es sólo una pausa para recoger el pensamiento de los últimos diez años. No es
completo. Ya estoy mirando más allá, a los mundos del orden y del caos, y los principios de
la heurística postulados por Emanuel Peterfreundt.
He tratado de hacer consciente lo que al principio era intuitivo y sentido sólo vagamente. No
para quitarle el arte, sino para ayudar a otros a que estén plenos de arte con ello.
Este libro fue concluido en mayo de 1989, en el campo, cerca de Ashland, Oregon.
Ron Kurtz
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SECCION I: EL CONTEXTO
Chaung Tzu
Introducción
Sección I El Contexto
1. La Organización de la Experiencia
2. Los Principios
3. La Gente
4. La Relación Curativa
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INTRODUCCION
PARTE 1: LOS PRINCIPIOS Y EL METODO DE LAS EXPERIENCIAS
EVOCADAS.
Hace cincuenta mil años debe haber sido muy fácil ser absolutista. Era poco probable que te
toparas con alguien que pareciera, hablara, vistiera o pensara de una manera muy diferente
a la tuya o a la de cualquier otra persona que conocieras. Ahora, es lo más fácil del mundo
encontrarse con alguien o algo diferente. Y las diferencias son abrumadoras. Líneas
interminables de africanos casi desnudos muriendo de hambre en su tierra seca a sólo dos
horas de vuelo de los yates anclados en la bahía de Mónaco. En casa, en Toledo o
Tashkent, lo vemos todo por la televisión.
Esta cercanía hace que la vida sea muy difícil para los absolutistas. (Y como siempre, ellos
siguen haciendo la vida difícil a los demás.) Luego de transcurridos miles de siglos de
desarrollo lento y relativamente aislado, estamos experimentando una fusión potencialmente
explosiva de ideas conflictivas profundamente enraizadas, de costumbres, leyes y lenguajes.
Visto desde una perspectiva global, vivimos en tensión y diversidad en todas partes. Esa
tensión está matando a millones y agotando los recursos mundiales. Es el momento de
cambiar. Es una época para relativistas, para generalistas, para holistas, para las personas
que aman la diversidad, una época para encontrar la belleza en la totalidad y significados
que todos podemos compartir.
Hay gente de ese tipo en todos los campos: filosofía, ciencia, medicina, teología. Estamos en
medio de la revolución que ellos están haciendo. Están ofreciéndonos algo nuevo - no
nuestra manera usual de conocer, ser y hacer. Es una visión que está entrando en foco, un
"segundo lenguaje" que aún estamos aprendiendo. Este nuevo paradigma no niega el
pasado. Por el contrario, su contribución más significativa será la de integrar el pasado con el
presente y la de convertir en sentido común la gran diversidad de la sabiduría que
heredamos. Es un "sistema espiritual/filosófico/científico" integrado. Es incompleto y sus
efectos recién comenzamos a sentirlos. Donde sea que estemos yendo, lo cierto es que no
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hemos llegado aún. No obstante, la jornada ha comenzado y la dirección es suficientemente
clara.
El Método Hakomi de Terapia Mente/Cuerpo se arraiga en un conjunto de principios que
reflejan esta revolución, o lo que frecuentemente se llama cambio de paradigma. El trabajo
no es sino una inspirada expresión de estos principios. Nuestros métodos y técnicas, las
relaciones que desarrollamos con nuestros clientes y con cada uno de nosotros, son
expresiones de estos principios, a escala, por así decir, para que correspondan a cada tarea
y momento del trabajo. Tratan de la holística, de la unidad y del universo participativo; se
trata de relaciones; se trata de la naturaleza de los seres vivientes y de sus diferencias con el
mundo material y mecánico. Tratan de la realidad de la consciencia y su lugar en la terapia.
Tratan de la efectividad de la no-violencia. Son el "dharma" de Hakomi, su fuente de
sabiduría, claridad y poder. Estos principios son el corazón del trabajo y el refugio de los
terapeutas perdidos.
Mi más importante preocupación como maestro de Hakomi, es que mis estudiantes
comprendan los principios y trabajen en base a ellos. Eso es lo que hace que su trabajo sea
limpio y efectivo. Invito y aliento a mis estudiantes a que conviertan a los principios en una
parte sólida de su naturaleza y del modo cómo trabajan, que permitan que los principios den
información a cada aspecto de su proceso: aprendizaje, desarrollo personal y práctica
terapéutica. Los principios son un mundo, y tienen tanta relación con nuestro crecimiento
como seres humanos plenos como con el hacer terapia; tanta relación con la terapia como
con el universo o cómo cocinar un pescadito o encontrarse con otra alma humana.
Hakomi también tiene ciertas ideas acerca de las personas. las personas son seres
vivientes, fundamentalmente diferentes de las máquinas. Nos auto-organizamos. Somos
sistemas que se crean a sí mismo y que hacen su propio mantenimiento. Curamos. Las
máquinas no hacen eso. De modo que vemos a las personas como sistemas auto-
organizados, psicológicamente organizados alrededor de creencias, imágenes y memorias
nucleares. Este material nuclear se encuentra en el corazón mismo de lo que hemos hecho
de nuestras vidas. Crea y mantiene nuestras imágenes de nosotros mismos y de nuestro
mundo culturalmente adquirido. Dirige nuestras percepciones y acciones. El material nuclear
se expresa a través de todos los hábitos y actitudes que nos convierten en individuos.
Nuestros sentimientos, acciones y percepciones sufren continuamente la influencia del
material nuclear alrededor de temas centrales como: seguridad y pertenencia; apoyo, amor y
aprecio; libertad y responsabilidad; apertura y honestidad; control, poder sexualidad,
participación y reglas sociales y culturales. Estos temas son el pan de cada día del trabajo
terapéutico.
Hakomi es un método para ayudar a las personas a cambiar su modo de estar en el mundo,
a través del trabajo con el material nuclear y el cambio de las creencias nucleares. En un
método de transformación y sigue un camino general. Primero trabajamos por construir una
relación que maximice la seguridad y la cooperación del inconsciente. Con esa relación
ayudamos a la cliente a focalizarse en su experiencia y a estudiar cómo la organiza. La
mayor parte de la conducta está constituida por hábitos, organizados automáticamente por el
material nuclear. De este modo, al estudiar la organización de la experiencia, estamos
estudiando la influencia de este material nuclear. Usualmente de ahí no hay sino un paso
sencillo para entrar en contacto con los sentimientos, memorias y creencias nucleares.
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ningunas otras especies sean capaces de experimentarlo, con la sola excepción de las
ballenas, delfines y grandes monos. Aunque los humanos somos capaces de lograr ese
estado especial de consciencia, la verdad es que no lo hacemos muy frecuentemente.
Cuando lo hacemos, podemos recolectar información acerca de nosotros mismos con
relativa facilidad. En la psicoterapia no hay nada más útil que la plenitud de consciencia.
Cuando se encuentran en un estado de plenitud de consciencia, la terapeuta y la cliente
juntas crean y usan las experiencias evocadas. Cuando la cliente indica que está lista, la
terapeuta introduce una "influencia externa" a este estado calmado y de auto-observación.
La influencia puede ser una afirmación relativa a un tema clave, una imagen, un contacto o
un sonido. Puede ser incluso una sugerencia a la paciente de que diga algo, o que haga
algo, como por, ejemplo, un movimiento nítido y lento. En la medida en que la cliente sea
capaz de permitir sus reacciones y de darse cuenta de ellas, el método funciona.
Por ejemplo, una cliente podría estar levantando lentamente en brazo hacia arriba, en el
contexto real o imaginario de tratar de acercarse a alguien, mientras estudia al mismo tiempo
la experiencia así creada. Tal vez, en algún momento del movimiento del brazo, la cliente se
dá cuenta que siente miedo. Si uno levanta el brazo de manera despreocupada y rápida no
vamos a evocar miedo, en particular si lo hacemos para bajar una jarra de la repisa. La
plenitud de consciencia es lo que lo hace posible: la lentitud de la acción, la actitud de auto-
observación y la focalización en la experiencia (en lugar de focalizar la atención hacia el
contenido de la jarra o en pensamientos acerca de la receta). Lo más probable es que el
miedo esté relacionado con recuerdos y creencias acerca de lo que significa acercarse a
otro. Luego de evocar el miedo (o cualquier experiencia que sea evocada), ocurre una
transición al procesamiento, si la cliente está lista.
El método básico consiste en lo siguiente: crear una relación que permite a la cliente
establecer un estado de plenitud de consciencia, evocar experiencias en ese estado de
plenitud de consciencia y procesar las experiencias evocadas. Todo lo demás que hagamos
apoya este proceso primario. Para evocar, establecemos plenitud de consciencia Una vez
evocado algo, procesamos las experiencias. Al procesar, usamos las experiencias para
ayudar a la cliente a comprender y cambiar. Todos nuestros métodos y técnicas conspiran
para lograr que esta secuencia simple de frutos. Creamos una relación segura, curativa, para
hacer posible el estado de plenitud de consciencia. Usamos la plenitud de consciencia para
aumentar la sensibilidad. Queremos la sensibilidad para ir a lo profundo, para evocar
experiencias que reflejen las actitudes emocionales y creencias nucleares. Nuestros
métodos son simples por lo visto; se trata de crear y usar experiencias evocadas para
trabajar con el material nuclear.
Estos métodos son apropiados y efectivos en todo tipo de situaciones terapéuticas, tales
como el trabajo con parejas, familias, movimiento y trabajo corporal. En tanto método, tiene
un carácter general y de amplia cobertura, pero encuentra su máximo potencial en el
crecimiento personal y transpersonal. Es sumamente útil cuando nos comprometemos a ir
más allá de nuestros límites personales - más allá de las "fuentes insanas del sufrimiento
inútil" - hacia la expresión plena de lo que somos y de lo que es posible.
Ese crecimiento es difícil. El material nuclear cala hondo. Las creencias organizadoras las
sostenemos firmemente y las defendemos con fuerza. Lo más probable es que cualquier
intento de forzar el cambio esté condenado al fracaso. Hablando no podemos convencer a
las personas para que renuncien a concepciones profundas y viejas acerca de la vida y de sí
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mismas. Las creencias organizadoras determinan el modo como funcionamos. Al igual que
los mitos personales, energizan la conducta y le dan dirección. Nos protegen contra las
pérdidas y el dolor. No renunciamos fácilmente a esa protección. Puedes ofrecerle muchos
argumentos lógicos a una cliente para que crea que pude sentirse segura, que es digna de
ser amada o lo que sea. Puedes decirle que nadie la sigue y que es tonto que piense lo
contrario. Los hechos mismos pueden ser obvios, incluso para ella misma. Y si tienes la
delicadeza y eres suficientemente compasiva como para evitar una atmósfera de
confrontación, la cliente podría incluso estar de acuerdo contigo. Sin embargo, aunque así
sea, aún suda, sus dientes aún rechinan, aún se niega a salir de la casa. La cliente pude
reconocer, intelectualmente, que tienes razón. Podría decir incluso: "Si. Por supuesto. Tienes
razón. Realmente no hay nada que temer." Pero su fisiología y su conducta dicen muy
claramente: "¡Si hay! ¡Si hay!" El material nuclear no es accesible a través del intelecto. Pero
si lo es a través de la plenitud de consciencia y la evocación. Por esta razón trabajamos en
estados no-ordinarios de consciencia.
Cada uno de nosotros se organiza para encontrar al mundo a su manera. Le damos
significados únicos, personales, a lo que recibimos del mundo. Al igual que las campanas al
viento, los sonidos evocados nos dicen mucho más cosas acerca del instrumento que acerca
del viento. Las experiencias evocadas están más relacionadas con nosotros mismos que con
las condiciones que las evocan. En cualquier situación, dos personas cualquiera pueden
tener experiencias totalmente diferentes, incluso opuestas. Las experiencias reflejan la
organización interna. Reflejan los recuerdos y creencias y esas imágenes de uno mismo y
del mundo que organizan toda experiencia. Con la evocación en estado de plenitud de
consciencia nos acercamos. Uno o dos pasos, una pregunta, un gesto, estar un poco más
con la experiencia, y estamos en el núcleo.
Difícilmente las personas consideran que las experiencias evocadas son especulativas.
Inmediatamente aceptan esas experiencias como reales y significativas. No se duda
fácilmente de la experiencia. Se puede dudar de la teoría, pero no de la experiencia. Si se
hace seguimiento del proceso terapéutico, terapeuta y cliente no hablan acerca de cuál es la
verdad ni cómo pudo haber comenzado todo. Ambos están comprometidos con lo que está
ocurriendo ahora mismo. El material nuclear está moldeando constante y activamente la
experiencia presente. Es operativo y tangible. El trabajo especial de la terapia permite que se
haga accesible a la consciencia, donde, a partir de una sensación más amplia del yo, puede
ser explorada, comprendida, desafiada y revisada.
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Parte 2. CAMBIO SIN ESFUERZO
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En la evolución de los seres humanos hay una preparación, una espera, como la semilla que
espera la duración de los días. La humedad y el calor se vuelven señales, un llamado, a
entrar en al incertidumbre. El embrión debe salir de su fuerte cobertura protectora y
aventurarse a seguir adelante. Si las condiciones cambian, la semilla está perdida. Yo diría
que el crecimiento y el cambio son inevitables. Pareciera que estamos obligados a hacerlo.
Hay, sin embargo, personas que no piensan así. Para aquellos que sí creen en eso, se trata
de elegir la vida, y eso implica tener coraje... especialmente cuando el dolor de haber fallado
forma parte de lo que uno es.
El carácter es crecimiento demorado. Algo estaba listo, pero las condiciones no eran las
adecuadas. Las señales correctas no estaban presentes. La confianza, el sentido de plenitud
nunca aparecieron o fueron cortados antes de tener una oportunidad. No hubo apoyo. La
promesa fue traicionada. Ahora, años más tarde, la cliente viene a terapia. Tal vez está
nuevamente preparada. O está cerca, pre-esbozada, de alguna manera, pero no consciente
aún. Tal vez renace la promesa, un nuevo llamado a salir, la oportunidad se hace presente
otra vez.
De modo que esa es la situación: preparación, dolor recordado, una oportunidad para crecer.
¿Cómo participamos en eso sin violencia, simplemente con nuestro cuidado y sabiduría y
con la verdad que somos como personas? Lo hacemos ofreciendo calidez y comprensión,
creando un ambiente apropiado para que resurja el coraje y la vulnerabilidad. Lo hacemos
reconociendo aquellos aspectos de la cliente que está maduros para el crecimiento,
estimulando y apoyando esa maduración. Y finalmente, lo hacemos por gracia y magia y por
la simple autoridad de quien atestigua y conoce el verdadero nombre de las cosas.
Si no vamos a hacer uso de la fuerza, debemos usar nuestra habilidad para esperar el
momento apropiado, para reconocer qué es lo que está creciendo aquí y qué es lo que está
listo para ser expresado. En la terapia la destreza más importante es la de conocer cada
momento en términos de qué es lo que puede contener. En el nivel más sencillo, se trata de
darse cuenta tal vez de un sutil cambio en el tono de voz, un poco de humedad en los ojos, y
nombrarlo: "algo de tristeza, ¿no?". Ese darse cuenta y nombrar lleva a la cliente a un
espacio en el que puede abrirse al movimiento de sus lágrimas y emoción y
autoreconocimiento que, si no es mencionado, habría sido contenido. Algo importante y
doloroso se habría hundido en las sombras sin que se hable de ello, sin que sea visto.
Simplemente el nombrar lo que está aquí y ahora, el hablar con sencillez, sin argüir ni
probar, eso es no usar la fuerza. Es un uso sabio y grácil de las energías del momento.
Evoca lo verdadero en la cliente. Y eso es magia, el evocar algo al nombrarlo. Tiene la
autoridad de la verdad, de la verdad mencionada limpiamente, sin otro motivo que el estar
presente y atestiguar.
Desde muchos niveles, nuestra participación es esta presencia y este nombrar. Podemos
nombrar lo que es verdad para nosotros, incluso hasta el punto de reconocer un momento en
el que no nos sentimos preparados para la tarea a la mano. Incluso eso ayudará a la
maduración. Más allá de nombrar la experiencia del momento, podemos reconocer la
experiencia de toda una vida. O podemos "salirnos del sistema" y nombrar lo que está
ocurriendo entre nosotros y la cliente en una sesión particular o en una serie de sesiones. La
verdad, cuando es mentada con compasión, invita una respuesta y llama a los recuerdos y a
los sentimientos. Cada vez que uno nombra una verdad llenamos de posibilidades a ese
momento particular. "Cada acto de conocimiento evoca un mundo".
Una parte de la cliente ya conoce esta verdad, sabe que está contenida y ansía seguir
adelante. Como hemos sido testigos de esa verdad y la hemos nombrado, desde un espacio
de amor, es posible transformar la manera como la cliente maneja dicha verdad. La cliente
podría haber manejado esa verdad escondiéndola de la vista de todos, incluyéndose a sí
misma. En la terapia se transforma en evolución. Las energías que se invertían en la
limitación del ser, se liberan para animar lo nuevo.
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El nombrar es sólo una de las formas suaves que usamos. El amor que brindamos, la
compasión y el respeto que ofrecemos, son también partes apropiadas del ambiente que
permite a la cliente desplegar lo suyo. Cuando pedimos a la cliente que se permita entrar en
un estado de plenitud de consciencia, le estamos pidiendo que se permita ser vulnerable,
que se abra a lo que surja. Esta podría ser la primera oportunidad en que comienza a soltar
la capa protectora que la envuelve. La plenitud de consciencia es a la vez pasiva y abierta,
una sensibilidad más profunda y un pequeño acto de coraje en sí mismo. Para ayudar a
establecer el estado de plenitud de consciencia, tenemos que brindar seguridad, apoyo y
amor. Debemos ser un alma hermana, nutricia y capaz de ayudar para abrir el camino hacia
actos de coraje mayores que están por llegar. Es que más allá de la vulnerabilidad de este
estado de plenitud de consciencia, está la vulnerabilidad de la niña. La niña duele y está
descorazonada, tiene recuerdos llenos de pérdidas y derrotas, ha sido herida con el
aislamiento y ha sido entumecida por el conflicto. Cuando nombramos estas cosas, las
nombramos con un corazón que las conoce, que sabe su carga y peso y sabe qué es lo que
puede aún aparecer.
Nada de esto es forzado. O se trata de una fuerza de otro tipo, parte de la interconexión
elemental de la vida, del nacer constante de la vida, su dulzura, su verdad y desbordante
amor, más fuerte que los mundos y que el paso del tiempo.
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1. LA ORGANIZACION DE LA EXPERIENCIA
"Cuando la única herramienta con la que cuentas es un martillo
todos los problemas parecen clavos."
Abraham Maslow
"....una de las conclusiones que dirigen las investigaciones en la frontera del conocimiento en
la física cuántica es que el modo cómo percibimos el universo, es decir el modo cómo lo
medimos, describimos y explicamos, es, de una manera fundamentalmente significativa, un
reflejo de nuestras mentes."
La psicoterapia ha sido llamada "la curación hablada". En las últimas décadas ha cambiado
dramáticamente la naturaleza de ese hablar. Antes, en la psicoterapia se trataba de hablar
de sentimientos, de relaciones del pasado, o de cualquier otra cosa acerca de la cual la
cliente quisiera hablar. En ese sentido era igual a cualquier otra forma de hablar. Era una
conversación. Muchas veces es útil hablar así, acerca de una misma, de la experiencia
personal. El compartir experiencias dolorosas puede muchas veces ayudar. Pero también
puede ser un proceso largo, lento y no muy útil. No siempre se llega a tocar temas
profundos. No se focaliza así directamente las experiencias en el presente. La focalización
en la experiencia presente, especialmente en la expresión de las emociones, vino más tarde.
Vino con la Terapia Reichiana, el Psicodrama, la Gestalt, los trabajos de grupo y todo lo que
le sigue. En ese momento, una buena parte de la psicoterapia dejó de ser un mero hablar
acerca de las experiencias para convertirse en un tener experiencias. Las clientes pasaron
de hablar a trabajar. Y el trabajo implicaba volver a sus cuerpos, a sus sentidos, por debajo
de sus mentes, lejos de las teorías, lejos del hablar/hablar/hablar y cerca de la experiencia.
Una buena parte de ese cambio ocurrió en los años sesenta y constituyó una buena parte
del gran salto a estar vivo que fue la clave de esa década. La arenga de guerra en el Instituto
de Esalen era: "¡Hazlo! ¡No te limites a hablar acerca de eso! ¡Hazlo! ¡No me hables de tu
rabia! ¡Muéstramela! ¡Grita, golpea, haz algún ruido! ¡Métete! ¡Vívelo! ¡Basta de esa
conversación muerta que te drena energías! ¡Ponle vida! ¡Pon tu energía en movimiento!
¡Hazlo!" Como resultado de ello se hicieron cosas, aventureras, como irse a la India, comprar
autobuses, meterse en las carreteras, probar drogas, cambiar los patrones sexuales y todo lo
demás. Todo era tan ardiente y pleno de vida que no puede decirse que era simplemente
experimental. Era eso, ciertamente, pero tenía el sabor y el sentimiento de una gran
aventura. Cuando Perls decía a las personas que exageren sus movimientos y voces, estaba
trabajando para profundizar su experiencia, para llegar a los sentimientos, para llegar a una
experiencia viviente y alejarse del mero hablar. El método consistía en interrumpir cualquier
intento de hacer un "viaje cerebral". Y funcionó. Le dio al mundo maneras nuevas y
maravillosas de hacer psicoterapia.
El viraje hacia la experiencia era también un viraje hacia el presente, que es donde ocurre la
experiencia. En los encuentros grupales una de las reglas era: habla únicamente de lo que
está ocurriendo aquí y ahora, en este momento, en este cuarto. Quédate en el presente. En
la terapia Gestalt la tarea consistía en quedarse en el aquí y el ahora. (Así como la tarea en
el psicoanálisis era, asocia libremente.) En resumidas cuentas todo se reducía a esto:
¡métete en tu experiencia, quédate en ella, exagérala y aprende de ella! Y no esperes que yo
haga nada de eso por ti. Esto constituía definitivamente una ruptura con el viejo modelo.
En los años ochenta, las terapias de avanzada como Feldenkrais y la PNL (Programación
Neurolinguística, llevaron algo más lejos ese viraje. Estas terapias manejaban no sólo la
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experiencia sino, lo que es más importante, la organización de la experiencia. En la
meditación, por ejemplo, estudiamos qué es lo que sigue a qué en el flujo de la vida mental,
cómo la mente pone una experiencia al lado de la otra. En estas nuevas maneras de
trabajar, aún estamos teniendo experiencias, pero no estamos haciendo únicamente eso.
También estamos estudiando cómo se organizan las experiencias. Estamos estudiando los
sistemas que hacen la experiencia misma. El objetivo de esta nueva terapia es contactar y
comprender los eventos que crean y mantienen el flujo de la experiencia misma. Lo hacemos
para transformar el modo cómo organizamos todas las experiencias. Esta terapia es
transformacional.
En un estudio acerca de maestros terapeutas como Milton Erickson, Virginia Satir y otros se
encontró que tenían todos ciertas premisas comunes. La que más me sorprendió era el
supuesto de que no hay realmente problemas reales. La cliente puede sentir que hay un
problema, pero el maestro terapeuta "sabe" que no existe. ¿porqué es esto? Porque es un
hermoso día y no hay nada inmediato que resolver, unas personas lo están disfrutando
mientras otras la están pasando muy mal. La diferencia no estriba en el día, sino en la
manera cómo cada uno lo toma. El modo cómo cada uno organiza ese hermoso día en sus
experiencias separadas. Es la organización de la experiencia. El problema no es real.
Feldenkrais gustaba decir: "No puedes hacer lo que quieres mientras no sepas qué es lo que
estás haciendo." Cuando sabes cómo estás organizando tu experiencia te liberas para
organizarla de otras formas. Cuando cambias no solamente lo que experimentas sino el
modo como lo experimentas, has trascendido, te has convertido en un yo diferente. Has
trascendido los hábitos y creencias en los que estabas atorada y que te controlaban. Ahora
tienes nuevas opciones. Haces cosas y sientes cosas de nuevas maneras. Has cambiado al
nivel del carácter. Ha virado tu paradigma personal. Asía ha cambiado la psicoterapia. En
Hakomi no nos limitamos a hablar de las experiencias. No nos limitamos a tener
experiencias. Más bien estudiamos cómo cada uno de nosotros organiza su experiencia.
Hay dos procesos totalmente diferentes que determinan lo que cada uno experimenta. Uno
es lo que está ocurriendo realmente a nuestro alrededor y el otro son los hábitos que
convierten esos eventos en información, ascendiendo los niveles del sistema nervioso hacia
gestalts progresivamente más complejas y organizadas y finalmente a la consciencia. Los
niveles inferiores, sensoriales, no son usualmente problemáticos para la psicoterapia. Es a
nivel de significados y sentimientos que la conversión de eventos en experiencia se
transforma en altamente individual, creativa, característicamente humana y a veces
innecesariamente dolorosa y limitante.
La lógica del proceso es sencilla. Pero por más sencilla que sea, requiere el uso de
destrezas que van en contra de los hábitos cotidianos, especialmente los hábitos de las
conversaciones ordinarias.
Si dejas que tu cliente se tome todo el tiempo que quiera para describir lo que le ocurrió la
semana pasada o el año pasado, y si te quedas durante mucho tiempo hablando acerca de
ese pasado, tal vez logres escuchar con empatía, o tal vez ofrezcas un comentario, pero te
resultará muy difícil hacer nada acerca de las cosas que estás escuchando. El hablar a
modo de conversación acerca de sentimientos y eventos limita enormemente la posibilidad
de hacer una intervención. Si la cliente habla acerca de algo que la hizo sentir muy mal ayer
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o hace diez años, ¿qué podemos hacer ahora? Los beneficios terapéuticos son muy
limitados. Es verdad que es muy agradable hablar con alguien que sabe cómo escuchar con
interés, calidez e inteligencia. Un oído amable puede ayudarnos a sentirnos mejor por un
rato. La cliente puede sentirse comprendida. Puede ayudarla a sentir nuevamente lo que
pasó, a expresar las emociones enterradas y a librarse a si misma o a comprender mejor las
cosas. Finalmente la cliente puede haber sentido en el pasado lo mismo que está sintiendo
en la experiencia presente y puede lograr una introvisión acerca de cómo los eventos del
pasado influyen sobre lo que hace en el presente. Todo eso es una ayuda, pero limitada. Los
efectos se filtran gradualmente hacia el inconsciente. Pero cuando el proceso de la terapia
ocurre en el contexto de la conversación ordinaria y de la consciencia ordinaria, no es tan
efectiva como podría ser. La terapia puede ser mucho más rápida y poderosa.
La terapia no es conversación. Necesitamos distinguir entre conversación y el trabajo que
clientes y terapeutas hacen cuando la tarea es estudiar la experiencia. Necesitamos una
clara descripción de esa tarea. Sin ella, terapeuta y cliente se atascan en los rituales de una
conversación cortés. Como parece que estamos simplemente hablando, asumimos sin
pensar que debemos seguir las reglas y el formato de una conversación ordinaria. Eso es un
error y trae problemas. Por esta razón ridículamente simple: las reglas de una conversación
cortés están diseñadas para permitir el flujo fácil de información entre personas, no al interior
de una persona., Los movimientos de los ojos, las pausas, los movimientos de la cabeza y
los hábitos, controlan quién habla cuándo y cuánto. Quien escucha cortésmente no
interrumpe a quien habla para hacer un experimento. Quien escucha cortésmente no se
hace cargo de la conversación y le dice a la otra persona qué decir o hacer, ni le dice que
focalice su atención sobre algún sentimiento o que focalice su atención en uno u otro lugar.
No obstante eso es exactamente lo que los terapeutas tienen que hacer. Debemos ayudar a
nuestras clientes a virar hacia adentro y debemos ser capaces de hacernos cargo y dirigir el
flujo de los eventos y debemos hacerlo con la comprensión y cooperación de nuestras
clientes. Este proceso de estudiar los estados y reacciones internas necesita una forma de
conversación muy diferente.
Cuando trabajas directamente con los organizadores de la experiencia, procedes de una
manera diferente. Las clientes necesitan comprender lo que ustedes dos están tratando de
hacer. Tiene que ser claro que lo que van a hacer es estudiar cómo la cliente crea su propia
experiencia. Ahorramos mucho tiempo con sólo hacer eso. Cuando tengas más experiencia
en hacerlo, no vas a necesitar decirle eso a cada cliente. Sabrás trabajar de esa manera y
harás las cosas automáticamente, lo que te hará que tus interacciones con tu cliente
correspondan con esta manera de trabajar. En esa etapa de la evolución de tu trabajo,
tendrás que explicar las cosas sólo a algunas clientes y usualmente sólo la primera vez que
las veas. Muchas clientes llegan con ideas acerca de cómo se procede en una terapia; han
tenido otras experiencias terapéuticas o se han imaginado cómo sería una terapia. De modo
que a estas personas tienes que decirles cómo piensas trabajar.
No te confundas con esto. La persona que te busca como cliente no es un problema a
resolver ni una historia a ser escuchada. Su experiencia presente es un ejemplo viviente de
cómo se organizan todas las experiencias y es una oportunidad para estudiar cómo y porqué
la experiencia se organiza justamente de esa manera. Las experiencias son el lo que muele
el molino, y es muy diferente estudiarlas que hablar acerca de ellas o ser atrapada por ellas.
Está muy bien tener simpatía por la cliente y sentir con ella, siempre y cuando se pueda
tomar distancia en relación a los detalles y a la intensidad emocional del momento para ver
el patrón del que forma parte. También debemos ayudar a la cliente a ganar perspectiva
acerca de su experiencia, a estudiarla y reapropiarse del poder que la crea. El primer paso
para cambiar es dar un paso hacia atrás.
De modo que, ¿quién o qué es lo que hace toda esta organización de la experiencia y cómo
lo hace? Echemos primero una mirada a qué es lo que se organiza. Luego discutiremos qué
es lo que hace que esa organización exista. Y finalmente veremos la relación de todo esto
17
con la terapia. Considera lo siguiente: a un grupo de personas con cáncer se les administra
un placebo y se les dice que se trata de una quimioterapia sumamente tóxica. Más del 4o%
de estas personas van a perder el cabello. Ese es un ejemplo de cómo una creencia
organiza cambios fisiológicos. Llamemos a esto el extremo de la salida, para incluir en ello
cambios corporales y todo tipo de conductas, estilos de movimiento, posturas, respiración,
gestos, flujo sanguíneo, expresión facial, digestión, tensión muscular y muchas otras cosas.
La lista es muy larga. Todo ello es organizado. Los usamos mucho en terapia, son el
alimento para el molino, son ejemplos de la experiencia que se organiza. Casi siempre
podemos dirigir la atención a esas conductas para experimentarlas. De modo que esa es
toda una categoría de experiencias que se organizan que usamos en terapia: producción,
expresión, estilo. Un gesto característico sería un buen ejemplo. Cliente y terapeuta focalizan
su atención en él y estudian su conexión con ideas, memorias, etc., hasta que el organizador
nuclear, digamos una memoria, o una imagen, brote en la consciencia.
También las percepciones son útiles en la terapia, nuevamente como ejemplos de cómo se
organiza la experiencia. Si le pido a una cliente que observe qué pasa cuando la toco,
usualmente describen sus reacciones. Cualesquiera que sean sus reacciones, ellas están
marcadas por hábitos de la percepción, y por la asignación automática, no pensada, de
significados a la experiencia. Podemos preguntar cuál es ese significado. Podemos explorar
el modo cómo creamos esa experiencia particular a partir de la percepción del contacto. Al
hacerlo, nos acercamos ese tanto más al encuentro consciente con los recuerdos, creencias
y expectativas que están moldeando, escondidas, esa creación. Debemos añadir eso a
nuestro mundo interno, el mundo que no es ni insumo ni producto, sino simplemente
"quienes somos", que también se organiza. La experiencia de nuestros estados habituales,
estables e internos, como las tensiones, sentimientos de base, la experiencia total de
nuestro yo en todos los niveles, es altamente organizada.
De modo que ¿cuáles son los organizadores centrales, los importantes, en los puntos
focales de toda esta ferviente creatividad? ¿Qué es lo que estamos tratando de lograr
cuando hacemos psicoterapia? Estamos tratando de llegar a las creencias, imágenes,
recuerdos, actitudes y a las decisiones importantes que tomamos acerca de quienes somos
y acerca de qué tipo de mundo es este del cual formamos parte. Estamos tratando de
localizar y ver las piezas del hace tiempo. Estos eventos establecieron nuestros patrones y
controlan aún lo que para nosotros es posible experimentar, sentir, pensar y expresar, hasta
ahora. Los organizadores centrales son centrales porque organizan a los niveles más
profundos y más penetrante, afectando casi toda nuestra experiencia, todo el tiempo.
Cuando trabajas en terapia estudiando cómo un gesto, un sentimiento o lo que sea se
convierte automáticamente en parte de la experiencia, eventualmente llegamos a recuerdos,
imágenes y creencias acerca de quienes somos, qué es lo que es posible para nosotros, que
tipo de mundo es este, que quiere de nosotros y que va a dar y que va a tomar. Estos
organizadores nucleares son definiciones y planes acerca de los temas más básicos acerca
18
de nuestra presencia en el mundo. Son nuestros puntos de referencia, nuestras medidas del
yo y de los otros, en base a lo cual establecemos nuestras expectativas, objetivos y límites.
Cuando logramos que algo de eso se vuelva consciente, reconocemos inmediatamente cuán
poderoso es. Algo así como un alto ministro que sale de las sombras. Por supuesto, de eso
es de lo que se trata la psicoterapia, de sacar esas memorias e imágenes poderosas de las
sombras para llevarlas a la consciencia. Eso no es un secreto. La destreza consiste en cómo
llevarlas a la consciencia. Si tratas de hacer eso mediante la conversación ordinaria, te verás
limitada por las reglas ocultas, las reglas acerca de cómo escuchar a otra persona, cómo
hacer preguntas, cómo ser cortés, no habiendo nadie a cargo de nadie, etc. La terapia
efectiva requiere reglas diferentes y una actitud diferente hacia el contenido de las
conversaciones. Requiere una actitud experimental y el espíritu abierto que esa actitud
implica.
Veamos algunos ejemplos del trabajo con la organización de la experiencia, comparado con
trabajar simplemente con la experiencia. Primero veamos, a grosso modo, tres maneras de
interactuar en terapia. En una terapeuta y cliente entablan una "conversación ordinaria". Eso
impone límites muy vasto acerca de qué es lo que puede y va a hablarse. Podrías ver
cualquier cosa, desde una película que viste hace diez años hasta algo de lo que te estás
dando cuenta acerca de ti misma en ese mismo momento. Podría ser acerca de ti misma o
acerca de la cosecha de zanahorias de Australia. Personal o impersonal, presente, pasado o
futuro, concreto o abstracto, ese es el rango de la conversación ordinaria. Es demasiado
amplio para la psicoterapia. La terapeuta tiene que saber cómo traer a su cliente a un
espacio en el que se ventilen temas de un espectro de tópicos más estrecho y más
pertinente.
Segundo, hay una experiencia presente. Eso estrecha el rango. Trata de hacerlo con alguien
en alguna oportunidad. Las dos personas simplemente expresan lo que está ocurriendo en el
momento. En una oportunidad hice eso por tres horas, junto con dos terapeutas gestálticos
muy buenos. Los tres hablábamos quedándonos en el aquí y el ahora y hablábamos
únicamente acerca de nuestra propia experiencia. Me llevó a uno de los momentos más
bellos que haya tenido jamás. Me sentí perfecto, en paz, intemporal y completamente
presente. Muy bien, la terapeuta trata de mantener a su cliente focalizado dentro de esos
límites, por períodos de tiempo que van desde unos cuantos segundos hasta una sesión
completa. Las experiencias importantes que surgen en esos momentos son luego estudiadas
como ejemplos de las experiencias que son organizadas por el material nuclear. Eso es lo
tercero: estudiar la organización de ya sabes qué.
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asociadas parecen ser "no hay nadie aquí para mí". De modo que la terapeuta pide a la
cliente "observa que pasa cuando...." y luego dice la sonda usual: "Yo estoy aquí para ti." O
la terapeuta toca a la cliente. Una cosa pequeña que usamos para estudiar las reacciones.
20
2. LOS PRINCIPIOS
Luego de la primera explosión nuclear, Albert Einstein dijo: "Todo ha cambiado, salvo
nuestros pensamientos." La construcción incomprensible del poder de matar que siguió
señala cuán importante es el cambiar nuestro pensamiento. Han habido cambios del
pensamiento antes y muchos piensan que estamos en medio de un gran cambio ahora. Tal
cambio, a veces llamado cambio de paradigma, es por lo menos un profundo cambio de
orientación, y en su extremo, una transformación de la estructura de la consciencia.
Nos guste o no, todos somos parte de los cambios. Somos afectados por las nuevas
ciencias (que dieron nacimiento a la bomba, a la TV y a las computadoras, por ejemplo), por
las nuevas medicinas y todas las nuevas maneras de vivir y de trabajar y de relacionarnos
que no existían hace sólo treinta años. Cuando el mundo a nuestro alrededor cambia tan
rápidamente, es fácil creer que está en camino un cambio en la estructura de la consciencia.
O ponderar acerca de lo que se viene si no ocurre ese cambio. Si emerge una
transformación de la consciencia, algo increíblemente nuevo y portentoso está ocurriendo.
Podría ser el evento más importante de los últimos trescientos años.
El viraje en la psicoterapia es evidente. Para comenzar, hay disponibles una gran variedad
de maneras de acercarse a la terapia que no existían antes. Muchas de estas no se enseñan
aún en las universidades, ni son reconocidas aún por los "establishment" académico y de la
salud. Además, el contexto se ha ampliado para incluir no sólo a la neurosis y a las
enfermedades mentales, sino a la enseñanza, organización y el crecimiento personal y
transpersonal. Las lealtades también han cambiado en todo esto. Muchas personas que
practican psicoterapia ahora encuentran bases filosóficas para su trabajo en otras
tradiciones, espirituales o esotéricas, y no en la esfera de la ciencia o la medicina. Las viejas
ciencias, la física y la química, han mostrado ser muy insuficientes para comprender el yo.
Las nuevas ciencias del caos y de los sistemas auto-organizados son más promisorios, en
particular en su relación con la biología y la fisiología.
Un refugio para terapeutas perdidos
21
dar cuenta que en trabajo que estaba haciendo dependía de una actitud especial - puedes
incluso llamarla un estado especial de consciencia. Ciertamente implicaba grandes cambios
en lo que asumía estábamos haciendo mi cliente y yo. (Vale la pena decir ahora que en este
contexto no me gusta la palabra "cliente". El Tesaurus ofrece las siguientes alternativas:
comprador, parroquiano, marchante usuario final, patrón, palabras así. No conozco una
mejor palabra por ahora. Pensemos en "la persona que viene a verme." Por ejemplo, tenía
que cambiar mi actitud de querer que algo pase para la cliente o que las cosas mejoren, a
sentirme perfectamente bien si nada pasaba. Me di cuenta que mi programa o agenda
interferían en el poder de la cliente para dirigir su propio crecimiento. Ese deseo que tenía de
hacer cosas y de reconocerme méritos por los cambios no murió fácilmente.
Mi manera de estar con mis clientes está ahora basada en los principios. Para mí ellos son el
corazón del trabajo. Postulan el trabajo en un contexto mucho más amplio y se relacionan
con el cambio de paradigma y con la nueva estructura de consciencia que el paradigma va a
crear. Guían el trabajo, todo el trabajo, desde la teoría, hasta el método y las técnicas,
incluyendo la enseñanza, la práctica y la consciencia de la terapeuta. Antes de encontrarnos
con los principios mismos, quisiera hacer un viaje corto a través del reino algo más abstracto
del paradigma.
No es fácil puntualizar el viraje que está ocurriendo. Hay toda suerte de opiniones. No se ha
asentado el polvo. Es que el alboroto, probablemente, acaba de comenzar. No obstante
hagámonos una idea de lo que es. Como nos dice Wilber, no se trata únicamente del
lenguaje sino de la sintaxis de la percepción y de la estructura del yo que impone cualquier
lenguaje (o paradigma). Nuestro lenguaje, por ejemplo, es un lenguaje sujeto/verbo, que
escinde la experiencia de la acción; nuestra lógica es esto/lo otro, la lógica de los objetos
sólidos (pero no de las ondas). Si nos limitamos a hacer un listado de los conceptos
centrales del "viejo" paradigma y las contrastamos con lo que parece estar emergiendo, tal
vez eso nos sugiera un marco de trabajo para los principios que siguen.
EL CAMPO CONCEPTUAL
En la psicoterapia, como en todo aquello de lo que formamos parte, los conceptos tienen
efectos poderosos. El primer conjunto de conceptos del "viejo paradigma" crean una sintaxis
a la percepción: aislamiento inevitable, destino inamovible, relaciones frías y competitivas,
separación, desamparo, distancia y la sensación de que hay una brecha insuperable entre
mi experiencia y la tuya. Motiva la búsqueda de causas materiales. Trata de reducir la
experiencia a una simple química. Y como vé a la muerte y la destrucción como inevitable, la
vida no es un don, un hecho, sino que se tiene que luchar por ella a través de esfuerzos
22
dolorosos - no hay almuerzos gratuitos. Este modelo no logra crear ningún sentimiento de
unidad, de experiencia compartida, de bases comunes o de nada más grande de lo cual
todos formamos parte. Como el modelo excluye la interconexión, perdemos la noción de
estar relacionados entre nosotros y con el medio natural. Como creemos que no somos parte
de ellos y ellos no son parte de nosotros, podemos destruir bosques o culturas completas, e
incontables especies y podemos envenenar los ríos y los océanos.
La vida de la mente es subvalorada, por lo que nos perdemos en un frenesí de hacer cosas.
En los modelos del viejo paradigma, la fragmentación final es la escisión mente-cuero que
son llevados a dos reinos separados, no interactivos. La mente probablemente no es real,
dicen, e incluso si lo es, no influye ni puede influir sobre el mundo material. ¿Donde queda
en ese caso la psicoterapia?
23
El pensamiento en el viejo paradigma resulta en una constante fragmentación de la ciencia
en campos separados, y lleva a la división adicional de esos campos en especialidades, la
separación del científico como persona de su trabajo, y a los sentimientos generalizados de
separación y aislamiento que agarrotan al alma moderna. No hay un piso común. Como
señala Capra, los resultados de este paradigma en medicina son claros: el punto de vista
reduccionista a conducido a los médicos a interesarse tanto en la bioquímica de la
enfermedad que han perdido de vista completamente a la persona integral. Se ha
transformado en un mundo lleno de especialistas, sin espacio para los generalistas. En la
economía, este fracaso ha sido más mortífero aún. Esta ausencia de una visión general nos
permite envenenar nuestro mundo e ignorar los costos inevitables a largo plazo, aunque nos
va a costar a todos muy caro. Este tipo de economía carece de sentido ecológico.
En el viejo modelo, con sus certidumbres, jerarquías y violencia, se volvió inmanejable
cuando parecía estar disfrutando de su más grande éxito. Ahora que se puede escindir el
átomo, y cuando máquinas de todo tipo con capacidades y poder sin precedentes pueblan
todos los espacios, sentimos la pérdida de un significado, sentimos la amenaza de la muerte
y el sabor del metal en el aire. Ahora cuando las máquinas de guerra repentinamente
resultan capaces de matarnos a todos, crece la consciencia de que de alguna forma nos
hemos equivocado radicalmente. El viejo modelo ha llegado a su límite.
Cuando los físicos investigaron el átomo con las herramientas del la ciencia moderna, no
encontraron las partes sólidas, indestructibles, absolutas, eternas y separadas de la gran
máquina. La "sustancia" de la que está hecho el mundo, como notó Sir James Jeans, es
"sustancia mental". Emerge una visión totalmente nueva.
EL NUEVO PARADIGMA
Lo que encontraron era absolutamente nada. La física newtoniana cedió su lugar a la física
cuántica como modelo básico. La relatividad de Einstein remplazó la visión absolutista del
tiempo y del espacio. La materia y la energía son intercambiables. El observador es parte de
la ecuación. El pensamiento moderno se volvió más inclusivo, menos fragmentado. El
reduccionismo fue seriamente desafiado. La mente es real, la consciencia es real, no
simplemente materia. Hay una nueva rama en la física, muy lejos de la termodinámica del
equilibrio, desarrollada mayormente por Ilya Prigogine. Es la física de los sistemas auto-
organizados, que son complejos, que tienen y mantienen su identidad y que están abiertos y
conectados a sus medios. Esta es una ruptura en la ciencia. Conecta a los sistemas
vivientes, biológicos, con la física y muestra que la naturaleza es mucho más que un
mecanismo. El universo en su totalidad podría estar mucho más vivo de lo que podíamos
imaginar.
24
reducirá a esto: "¿Es bueno para la vida?" ¿Es ecológico? No sobreviviremos si continuamos
aislando un área de interés de la otra. Es desastroso pensar en las ganancias y no en el
costo de los ríos envenenados. No hay manera de entender una enfermedad sin entender a
la persona que está enferma. Debemos convertirnos en pensadores incluyentes, que buscan
y aceptan varios puntos de vista, que conocen y atienden varios niveles y varias
interacciones. La verdad nunca es completa en ninguno, pero se encuentra en y entre todos.
Aprenderemos a ver más allá de nuestros intereses egoístas y de nuestras visiones
puntuales. Si no, si prevalece el viejo modo de pensar, ya no existirá más ese espacio
estrecho en el reino de la vida en el que estamos.
LA NUEVA PSICOTERAPIA
Han ocurrido varios cambios en la psicoterapia en los últimos treinta o cuarenta años.
Primero, nos hemos desplazado del hablar acerca de la experiencia, hacia un tener
experiencias y hacia el estudiar la organización de la experiencia. Segundo, hemos
incorporado el cuerpo en la psicoterapia, al asumir diferentes acercamientos alternativos,
como nutrición, ejercicios, trabajo corporal y movimiento, como parte del trabajo. El Rolfing,
el Método Feldenkrais, el Tai Chi y el Yoga son particularmente importantes, así como, más
cerca a casa, el Trabajo Somático Hakomi desarrollado por Pat Ogden en el Instituto
Hakomi. Finalmente, hemos comenzado a alejarnos de los viejos modelos energéticos para
orientarnos a los modelos de información, como los de Bateson, PNL y Feldenkrais.
Hakomi es parte del modo como la psicoterapia ha cambiado y continúa cambiando. A través
de los principios y en su método y técnica, es una terapia basada en los conceptos
religiosos, científicos y filosóficos del paradigma emergente. Me he prestado muchos
elementos de las viejas terapias, pero también lo he modificado todo para hacer espacio a
este cambio de perspectiva que definen los principios. Hakomi es parte de la transición de lo
viejo a lo nuevo. Los cinco principios centrales son descritos en detalle en la siguiente
sección. En estos se ve clara y específicamente la influencia del cambio de paradigma.
Usamos constantemente los principios para sostener y evaluar el método y la técnica, para
guiar el desarrollo personal de los estudiantes de Hakomi, terapeutas y profesores, e incluso
para evaluar el progreso de sesiones individuales. El trabajo es contenido por los principios
en muchas maneras, como un bebé en los brazos de su madre. Quien sabe, si continuamos
permitiendo que los principios nos guíen, si permanecemos abiertos a lo que el universo nos
está ofreciendo, quién sabe lo que podremos ver florecer.
25
Parte 2. LOS PRINCIPIOS
"... el tipo de actividad que domina la fase de inestabilidad introduce una direccionalidad, un
vector que indica ya en qué dirección puede esperarse la nueva estructura" Eric Jantsch, The
Self Organizing Universe
Los principios son la parte más importante del conocimiento de una terapeuta. Cuando nos
referimos a las terapeutas o a las estudiantes lo hacemos pensando en personas que
trabajan basándose en los principios. Trabajar con los principios significa incorporar los
principios como base inconsciente de la manera cómo uno se acerca a la terapia, y actuar
continuamente desde esa actitud mental.
Cuando trabajo con personas, trabajo desde esa parte mía que conoce y vive en base a los
principios. Se percibe como un estado alterado de consciencia.
Estar con los principios - que dicho sea de paso, no implica ningún esfuerzo una vez que uno
se rinde ante ellos - es prácticamente todo en nuestro trabajo. Los principios son parte de
una actitud emocional que aprecia la libertad y vitalidad del otro, y nace de una consciencia
que entusiastamente hace un seguimiento de todo lo que el otro expresa. Esa consciencia y
actitud emocional son percibidas por las partes más profundas del otro, ganando la
cooperación del inconsciente. Con ello el trabajo se hace infinitamente más sencillo. Carecer
de principios es como trabajar a ciegas.
La mayor parte de las personas que vienen a estudiar HAKOMI lo hacen con un sentimiento
de hermandad hacia el trabajo. Después de escuchar acerca del mismo o después de verlo,
dicen: "yo sabía que estaba trabajando bien", "yo trabajo así; simplemente no tenía palabras
para eso", "se siente como algo conocido". Están relacionándose mayormente con los
principios. En realidad no conocen el método ni las técnicas, pero hay algo que les cae bien,
algo que parece familiar. Es su apreciación de los principios en acción. Para estas personas,
aprender el trabajo será fácil y agradable.
26
no dice nada acerca de la terapeuta como instrumento, como artista o como sanador. La
terapia es curación. El conocimiento de los principios nos arraiga en muchas tradiciones
poderosas y libera nuestro potencial para ser útiles a los demás.
La psicoterapia es curación y la curación sólo ocurre en seres vivientes. Sólo los sistemas
vivientes se curan a sí mismos. La curación es un acto de re-creación de sí mismo. Un ser
no puede curar a otro. La curación sólo ocurre a seres vivientes. El médico ayuda pero no
cura. Tiene que esperar y ver si se ha curado su cliente. Sólo puede ayudar u obstaculizar la
curación. El principio de la organicidad pone la curación y el control en manos de la cliente y
27
de la relación cliente-terapeuta. El crecimiento de la cliente y su desplegarse, sus respuestas
y resoluciones, sus terminaciones y nuevas direcciones, están todas en su interior. La
terapeuta está ahí para ayudar a manejar el proceso por el que atraviesa la cliente para
llegar a ese punto y lograrlo.
'''
Para entender esta perspectiva y trabajar desde ella, debemos tener claridad acerca de la
diferencia entre los sistemas vivientes y los no vivientes. La organicidad se refiere a la
dinámica del proceso de auto-organización - la creación, mantenimiento y evolución
internamente dirigida de los sistemas vivientes. La teoría de sistemas, la biología teórica y la
nueva física han surgido actualmente intentando definir y explicar esta diferencia. La
tradición espiritual que habla más claramente de este principio es el taoísmo.
La nueva teoría de los sistemas vivientes es una vigorosa afirmación de la libertad personal y
de la inteligencia natural de toda la vida. Los sistemas vivientes se auto-organizan, se auto-
crean y se auto-mantienen, y en muchas formas dirigen su propia evolución. La vida es su
propia autoridad. La vida es creativa; tiende a dar saltos y producir nuevas maneras de hacer
las cosas. A diferencia de las máquinas, los seres vivientes se aburren. Esta exuberancia de
los sistemas vivientes es balanceada por su increíble sensibilidad a todo lo que la rodea. Los
sistemas vivientes son por naturaleza participatorios e interactivos. Todos los sistemas
vivientes tiene que estar abiertos a su medio. Deben importar materia, energía e información
y deben exportar o disipar entropía (ruido, desechos y desorden). La vida es un constante
intercambio y este intercambio es un proceso natural y físico. La vida no es un accidente ni
es probable que estemos solos en el universo. Por su propia existencia, los seres vivientes
pertenecen.
Cuando uno asume el principio de la organicidad, uno busca y sigue los procesos naturales.
Uno no impone una estructura ni una agenda a los procesos, sino más bien busca las
fuentes del movimiento y del crecimiento para apoyarlos. Es tan simple como dejar que la
cliente tenga el tiempo, luego de cada interacción, para hacer su próximo movimiento, seguir
sus propios intereses y dirección, en lugar de preguntar, por ejemplo algo que me interesa a
mí. Desde la posición de "autoridad" de una terapeuta, es muy fácil tomar control y manejar
una sesión completa. En HAKOMI llegamos al extremo de apoyar las defensas, aquellos
hábitos de la cliente que la ayudan a manejar experiencias importantes. Al reconocer que los
sistemas orgánicos tienen sus propios caminos y propósitos y que resistirán a los intentos de
forzarlos a ir en direcciones que no quieren tomar, hemos encontrado una manera de ir con
las defensas y apoyar el crecimiento en lugar de obstaculizarlo. El hacerse cargo es la
técnica, pero la actitud de aceptación de la dirección propia del otro es lo que establece el
escenario.
En general, el principio de la organicidad afirma nuestro respeto a la vida y nuestra fe en la
capacidad autocurativa del individuo. Crea una atmósfera de libertad, auto-determinación y
responsabilidad para la cliente y permite a la terapeuta actuar y sentirse más como sanadora
que como mecánica. También trabaja mano a mano con los dos siguientes principios: la
plenitud de consciencia que reemplaza el esfuerzo físico como fuente de cambio, y la no-
violencia que llama "copartícipe" al otro.
"Si puedes servir bien una taza de té, no hay nada que no puedas hacer."
Gurdjieff
28
"Hay dos maneras de lavar los platos. Puedes lavar los platos para
limpiar los platos, o puedes lavar los platos para lavar los platos."
Thich Nhat Hanh, The Miracle of Mindfulness
1
El Diccionario Appletons New Cuyas define Insight, como: "Discernimiento, perspicacia;
penetración; comprensión; conocimiento, idea; percepción de la naturaleza interior de una
cosa." Me incomoda el uso de la palabra inglesa y me parece que "visión interior" o
"introvisión" puede ser una buena alternativa y la voy a usar en todo el texto. (N. del T.)
29
experiencia actual que estamos observando. Cuando hacemos esto deliberadamente en la
terapia, la intención es la de evocar experiencias que procesaremos posteriormente. Lo que
esperamos es que si traemos estas experiencias a la consciencia podemos de alguna
manera trascenderlas, conocerlas, completarlas y seguir nuestro camino.
"El apuro y la presión en la vida moderna son una forma, tal vez la más
común de su innata violencia. El dejarnos llevar por una multitud de
preocupaciones conflictivas, el rendirnos ante demasiadas exigencias, el
comprometernos con demasiados proyectos, el querer ayudar en todo, es
sucumbir a la violencia. Destruye lo fructífero del trabajo, ya que mata las
raíces de la sabiduría interna que hace que el trabajo sea fructífero."
Thomas Merton
30
En la terapia vemos cómo opera la no-violencia de muchas maneras; una de ellas es nuestro
trabajo con lo que llamamos "defensas" (suena como si tuviéramos que atacar). Prefiero
considerarlas como: "el modo de manejar la experiencia". Cuando hablamos de esas
conductas como defensas, revelamos nuestra actitud acerca de la fuerza y la autoridad y
surge la imagen de que la cliente interfiere el camino de la terapeuta. En HAKOMI no nos
oponemos a los esfuerzos que hace la o el cliente para manejar su experiencia. Los
apoyamos, haciendo un esfuerzo para que la o el cliente se sienta segura o seguro, para que
explore su experiencia de una manera más profunda y más completa. Cualquier intento de
oponerse a esa manera de manejar la experiencia encontrará de todos modos resistencia,
de modo que el trabajo se vuelve un esfuerzo y se torna más doloroso de lo necesario. El
estilo de manejo del que hace uso la cliente, después de todo, representa los mejores
esfuerzos que hace él o ella para manejar el dolor y el miedo real en muchas situaciones;
este estilo es una parte vieja y valiosa de las herramientas que tiene para manejar su
mundo. Nuestro apoyo a ese modo de manejar sus cosas demuestra un profundo respeto
por la totalidad de la persona.
Una otra forma en que opera la no-violencia es poniendo énfasis en la experiencia en lugar
de ponerlo en los consejos e interpretaciones. No estamos para resolver problemas ni para
decirle a la o el cliente quién es. Nuestra responsabilidad consiste en ayudar a que la cliente
logre alcanzar ciertas experiencias claves, experiencias que no ha tenido antes, experiencias
que le enseñan lo que es posible para él o ella. Al ganar la colaboración del inconsciente y
siguiendo el ritmo y proceso de la o el cliente, creamos una situación en la que las
experiencias, que deben y quieren manifestarse, ocurran de una manera natural. Cuando
nos limitamos a dar soporte, la cliente hace el trabajo que tiene que hacer; si siente que ha
sido su logro (algo que ciertamente amerita por lo que ha hecho) es señal de nuestro éxito.
31
influencia que tienen las creencias profundamente enraizadas, los recuerdos tempranos
significativos y las imágenes guía, sobre la conducta, estructura corporal y sobre la fisiología
en todos su niveles, desde el metabolismo celular y la fuerza del sistema inmunológico hasta
el flujo sanguíneo, la distribución del calor y el tono muscular en el cuerpo y hasta el modo
cómo estas creencias se expresan en la postura, movimiento, gestos y expresiones faciales.
Hay, por supuesto, influencias del cuerpo sobre la mente: desde los talentos y
predisposiciones hereditarios hasta los estados de ánimo que surgen de un hígado enfermo.
Estas influencias se determinan frecuentemente de modo circular y complejo, a través de los
circuitos de retroalimentación. Al observar cómo los patrones de conducta y sistemas de
creencias se estabilizan mutuamente, examinaremos algunos de estos circuitos; pero cómo
en este trabajo se trata del cambio de creencias e imágenes medulares para cambiar la
experiencia, podré el énfasis sobretodo en el modo cómo la mente influye sobre el cuerpo.
Gregory Bateson
"Una totalidad psíquica que hace tiempo ha dejado el escenario", dice Morris Berman.
Pienso en esa totalidad cuando veo a un recién nacido o, como ocurrió la semana pasada,
cuando un maorí cantó una canción maorí de despedida en ocasión de la finalización de un
trabajo de grupo en el que estábamos. Cantó acerca de irse lejos, más allá del mar. El partir
y viajar grandes distancias está siempre asociado para los maoríes con el mar. Ellos
pertenecen a una cultura insular. En la medida en que cantaba pude sentir su amor por el
mar y su conocimiento del mismo. Me sentí como si estuviéramos en el mar, navegando
hacia lo lejos. Este sentimiento era tan real como el cuarto en el que estábamos. La totalidad
psíquica de quien cantaba ciertamente no había dejado el escenario; por el contrario, creaba
el escenario y le permitía traer al cielo y al mar, a su pueblo y a todo su mundo consigo,
porque estos eran él. El suyo era un universo participativo. El era, a la vez, su familia, su
pueblo y el mundo natural que lo rodea en una forma que simplemente hemos perdido.
Pertenecía a su mundo y se sentía cómodo ahí en un modo en el que nunca hemos estado
nosotros.
La unidad tiene que ver con la pertenencia, con el ser parte de; tiene que ver con el escuchar
y ser escuchado. Muchas terapias consideran a la integración y la armonía como temas
32
centrales. El método Feldenkrais, el rolfing, la osteopatía, la acupuntura y la terapia gestalt
son buenos ejemplos. Sea que hablemos de personas que constituyen una familia, de
músculos que se unen para crear movimientos, de órganos que se armonizan para crear un
cuerpo saludable, o pensamientos, ideas, impulsos, planes, sentimientos y memorias que se
unen para crear un yo único, todos estos sistemas nos hablan de unidad e integración. Para
estudiar estos sistemas exploramos el modo cómo permiten y apoyan la comunicación entre
las partes y, a la inversa, cómo colapsan, sufren y mueren en la medida en que la
comunicación se quiebra y detiene.
La tradición religiosa oriental sostiene que la unidad es real y que la noción de que seríamos
entidades separadas es una ilusión. La ilusión primaria y más destructiva es la falsa
distinción entre el si mismo y el otro. El "si mismo" en este caso ni siquiera significa que uno
es una persona o un cuerpo ni nada parecido. Se trata de que uno percibe y vive una
separación básica. Esa es la mentira primaria. Uno puede comparar el movimiento de la
unidad a la dualidad, con la imagen holográfica frontal y las imágenes de objetos separados.
El holograma es una red de patrones ondulatorios, como las ondas en un lago cuando cae la
lluvia. Uno tiene que descodificar patrones para poder percibir objetos separados. Uno tiene
que tomar este universo entremezclado, integrador, holográfico y dividirlo en "si mismos" y
"otros" separados. Para todo esto uno necesita codificadores. Bueno, según Karl Pribram,
todos los sentidos, incluido el tacto, son codificadores. El oriente nos ha enseñado que los
sentidos mienten. Nos vemos el uno al otro como objetos separados porque vemos a través
de nuestros ojos y porque hemos aprendido a pensar en nosotros mismos y en los otros de
esa manera. El corazón libre puede ver las cosas de otra manera.
Escindimos nuestro universo de diversa maneras. Ken Wilbur cubre esto en gran detalle. La
gran ruptura ocurre cuando decidimos que somos separados. Luego nos separamos a
nosotros mismos en mente y cuerpo: la escisión mente/cuerpo. Este nivel particular ha sido
el foco de intensos estudios, prácticas religiosas y especulaciones interminables. Finalmente,
no sólo dividimos la mente y el cuerpo sino que dividimos en pedazos a la mente misma.
Nuestra capacidad para la experiencia está severamente atrofiada cuando fracturamos la
unidad mente-cuerpo. La mente se escinde entonces entre Yo y No-Yo. La totalidad, la
integridad, la armonía se pierden en cada nivel. Jung llamaba "sombra" y "persona" a las
partes de la mente, a lo escondido y a la máscara. Ninguna es real. Nos separamos en una
parte que integramos y por la que asumimos responsabilidades y en otra por la que no
hacemos lo mismo. No decimos conscientemente que este soy yo y este no. No escuchamos
a esas otras partes, no les prestamos atención, no las vemos, ni sentimos. Las eludimos
activamente.
Los psicoterapeutas trabajan para que las partes se comuniquen, trátese de miembros de
una familia, el cuerpo y la mente o partes de la mente. Ayudar a alguien, induciendo a esas
partes a que salgan de sus escondites, ayudándolas a que hablen de una manera abierta y
directa, es un arte lleno de destrezas muy especiales. Creo que la terapia Gestalt es
especialmente buena para eso. Las terapeutas gestálticos trabajan con el lenguaje del
drama y del teatro. Trabajan con la interacción de las partes nuestras que representamos. La
terapia gestáltica trata de partes y de todos. En la "silla caliente" uno crea un diálogo. Uno
habla con una proyección de uno mismo, de una parte que uno no quiere reconocer, una
parte que uno quiere sacar del camino. En este diálogo las partes comienzan a comunicarse
entre sí nuevamente. Esa es la parte más importante del proceso; pone en movimiento
nuevamente la comunicación. Lo significativo no es solamente el diálogo sino el proceso
mismo. Perls tiene confianza (y yo también) que si uno logra que esas partes se comuniquen
nuevamente, pueden resolver sus diferencias y logra una armonía. Ciertamente no será así
si no se comunican. Cuando el diálogo tiene lugar en un contexto de seguridad e interés
mutuo, como ocurre en las relaciones curativas, las posibilidades de la integración son
mucho mayores.
33
El impulso a la unidad es la fuerza curativa. El proceso de comunicación organiza a las
partes en todos. Esa es la curación. "La psiquis se reorganiza espontáneamente", para citar
a Ken Wilbur. El sistema nervioso se reorganiza espontáneamente, según Feldenkrais. Dada
la comunicación entre las partes comprometidas en un movimiento, estas se integrarán
espontáneamente alrededor del funcionamiento que requiera el mínimo esfuerzo. Lo
extrínseco cesa. La salud es el resultado de la atención que cada parte presta a la otra. En
esto consiste la fe de los sanadores.
Al llamar nuestra atención sobre algunos aspectos de nosotros mismos y de otros que están
aislados y en conflicto... estamos abrazando la unidad. Cuando nuestro camino es la
aceptación y la curiosidad; cuando nuestro objetivo es unir todos los aspectos de la persona:
mente/mente, mente/cuerpo, yo/universo; cuando sabemos que como parte de nuestro ser
estamos conectados el uno al otro y a este mundo,... estamos abrazando la unidad. Ese
conocimiento es el poder curativo de este trabajo.
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PARTE 3: LAS PROPOSICIONES DE BATESON
En su libro titulado "Mente y Naturaleza", Gregory Bateson dice que hay ciertas cualidades,
ciertas características en cualquier sistema al que puede atribuírsele una mente. Bateson
describe estas cualidades a través de un conjunto de proposiciones. El encuentra que el
mismo conjunto de proposiciones se aplica igualmente a la mente humana y a la naturaleza.
La naturaleza, tal como Bateson la define, tiene una mente. La naturaleza actúa
inteligentemente. Si ves la evolución, este es un proceso inteligente, hábil, estratégico.
También lo son los sistemas ecológicos. Quiero discutir las proposiciones de Bateson y su
similitud con los principios del Hakomi.
Revisemos el conjunto de seis proposiciones de Bateson, para describir cualquier sistema
que tenga una mente. La primera es que las mentes están constituidas por partes que se
organizan en todos. Partes en todos, el principio de la unidad. Si piensas acerca de partes
en todos por un par de días, vas a ver que un increíble número de sistemas - familias,
órganos humanos, equipos de football - todos muestran esa cualidad. Partes en todos.
Átomos en moléculas. Estrellas en galaxias. Esto también se relaciona con la organicidad y
los sistemas autoorganizados.
La segunda proposición las partes se comunican. Las partes se organizan en todos a través
de la comunicación e información. No nos estamos refiriendo a la energía sino a la
información. La medicina osteopática es un ejemplo de un modelo de información. La
osteopatía se basa en la noción de que la enfermedad es una condición en la que los
mensajes no pasan de una parte de tu cuerpo a la otra. Si estas enfermo, tienes un
problema de comunicación. En la osteopatía, la espina dorsal es el principal canal para estos
mensajes. Cuando un osteópata hace ajustes a la espina dorsal, esta tratando que las partes
del cuerpo se comuniquen mejor. Incluso la teoría de los gérmenes puede ser vista como un
modelo de información: una parte del sistema inmunológico no esta detectando los
gérmenes, o no esta comunicando su presencia a quien debe. Las técnicas que utilizamos
en Hakomi, como por ejemplo las sondas, el ser testigo, el hacerse cargo, son maneras de
obtener información acerca del modo como nos organizamos nosotros mismos. Podemos
decir que una parte de nosotros esta tratando de comunicarse con la otra. Partes en todos a
través de la comunicación y la información.
Hay una declaración de fe común a todos los sistemas de curación que se basan en la
comunicación. Endereza la espina dorsal para ayudar a que los mensajes vayan de ida y
vuelta y que mejore el funcionamiento del sistema. Es la fe de que el sistema abierto con las
comunicaciones entre las partes se corregirá a si mismo. Si te sientes estancado, la
estrategia es: espera, usa la conciencia y la curiosidad, logra que la información clara se
mueva entre las partes y lograrás una resolución espontánea, automática, y una mejoría de
la función. En Hakomi estudiamos y trabajamos justamente con aquellos hábitos que
interfieren la obtención de información y la reorganización espontánea. Hablamos acerca de
la creación de "opciones a la barreras".
La capacidad para corregirse o curarse a si mismo es una cualidad de todos los sistemas
vivientes. Si te mueves conscientemente, la función mejora "espontáneamente". El
organismo sabe cómo integrar. La reorganización ocurre porque las partes se están
comunicando nuevamente. Los músculos del cuello saben lo que la pelvis esta haciendo. Ya
no están aislados. Están relacionados. Resuenan entre sí. Comienzan a opera como un
conjunto. Como esa integración es lo mejor para el organismo, este impulso ha
transformarse en todo es fuerte y se encuentra presente en todos los sistemas vivientes. Las
parte se comunican esa es la segunda proposición de Bateson.
La tercera proposición dice que la energía es colateral. La información es lo importante. Lo
importante acerca de la mente no es el modo en que procesan energía. Es el modo en que
procesa información. Por supuesto necesitas energía. No importa de qué tipo. Nosotros
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manejamos información. El sistema tiene que tener energía, pero eso no es tan significativo
como el tipo de mente que una esa energía. Un sistema puede tener mucha energía y poca
mente. Piensa en las bombas atómicas. Todos los músculos están dirigidos por los nervios.
La mente es primaria. Haya poca o mucha energía, la mente es siempre la que va a dirigir el
modo como su usa esa energía. Puede ser que estemos saliendo de nuestra era centrada
en la energía. Y que estemos saliendo del tipo de conciencia focalizada en el poder, del tipo
que cree que hay poco espacio. Tal vez el sueño de una energía inagotable y gratuita se
hará realidad. Si se trata de la energía y si la energía es limitada, continuará el foco en el
poder y en la separación. Si te doy una de mis hamburguesas o un galón de gasolina me
quedaré con menos. Así se piensa en términos de energía. Es la lógica de esto o lo otro. O
yo tengo la gasolina o tú la tienes. Pero si estamos hablando acerca de información, la
situación es totalmente diferente. Cuando te digo algo, sigo conociendo aquello que te he
dicho. Después de habértelo dicho, ambos lo sabemos. Tú y yo. A nivel práctico, esa es la
naturaleza de la información. Es muy difícil apropiarse de la información. Si no pregúntale a
las personas que quieren proteger sus discos y cintas para que no sean copiados. A
diferencia de la materia y de la energía, un ítem de información puede estar en dos lugares
al mismo tiempo. No lo pierdo porque te lo doy. Un diferente tipo de conciencia evoluciona
cuando la mente y la información son primarias y la energía y la fuerza secundarias.
La cuarta proposición de Bateson es la siguiente: todos los sistemas que exhiben una mente
pueden ser descritos únicamente utilizando una determinación circular o mas compleja. Si
vas a trabajar con personas, será mejor que te guste la complejidad. Será mejor que te
encante la diversidad y que te sientas muy contento con la incertidumbre. Los sistemas que
tienen mente son mas complejos que los sistemas simples y lineales no son como esos
juegos de bolitas en que una golpea a esta y esta golpea a la otra. El funcionamiento de la
mente no puede ser observado de esa manera. Los sistemas que tienen mente incluyen
circuitos de retroalimentación. Son no lineales, iterativos, creativos, diversos. Tienen partes
que se comunican, que conversan. No puedes decir simplemente "bueno si presiono aquí
entonces esta cosa se va a mover así". No es tan sencillo. Un sistema con mente tiene su
propia organización interna. Se adaptará a lo que tú hagas. Podrías no saber qué tipo de
ajuste va a hacer por lo que es muy difícil describir cómo opera cualquier mente particular.
La quinta proposición dice que la información esta codificada. Estas teniendo tu experiencia
y la esta organizando. Eso es lo que quiere decirse por codificada. No hay imágenes en el
cerebro; mas bien, el ojo codifica la información visual que le llega en la forma de impulsos
nerviosos. En algunos niveles esta codificación es fija; en otros niveles puedes cambiar el
modo cómo codificas tu experiencia. en la psicoterapia nos interesa la codificación de alto
nivel, tal como nuestras teorías acerca de nosotros mismos y el mundo. Una proposición
como "tengo que lograr la aprobación y amor de las personas" organiza un montón de
experiencia. Las personas que se orientan a lograr resultados, que no pueden bajar la
velocidad y descansar, frecuentemente ponen esa transformación en su experiencia. Están
moldeando sus vidas, juicios, y decisiones alrededor de ella. Si alguien dice: " hiciste un
buen trabajo", esto puede tener un efecto muy importante para ellas. También tienen hábitos
musculares que manejan estas ideas y pensamientos alrededor del tema. Movilizan sus
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músculos para la acción y sus mente están agudamente focalizadas hacia las tareas por
cumplir. De modo que esta proposición nos dice que organizamos nuestra experiencia, y a
un nivel mas alto por implicancia afirma que podemos cambiar el modo como organizamos
nuestra experiencia.
"El camino grandioso no es difícil para aquellos que no tienen ninguna preferencia". Ninguna
preferencia. Ninguna lucha contra lo que simplemente es. Esta actitud zen es básica tanto
para la plenitud de conciencia como para la no violencia. El cuerpo se moviliza para manejar
situaciones en la medida en que la mente las entiende. De esta manera el cuerpo refleja la
vida mental. Tanto nuestra comprensión como disposición, expectativas y planes afectan
nuestro cuerpo. Cuando tienes expectativas tu cuerpo se prepara para actuar en
concordancia. Con la rabia, cuando estas dispuesto, con seguridad encontraras algo de que
molestarte.
Si tienes preferencias también movilizas tu cuerpo. Si tienes deseos, si quieres que algo
ocurra de cierta manera, si estas emocionalmente apegado a los resultados de tus esfuerzos
y elecciones, tu cuerpo participará. No puedes ni siquiera querer algo fuertemente sin que tu
cuerpo se apreste mientras lo piensas. Si tú te permites aunque sea por un momento sentir
el estado de ánimo de la cadencia, añoranza, vas a notar que tu cuerpo se tensa. Como si
fuera una mano enorme, el cuerpo agarra el resultado deseado. La persona que no tiene
preferencias no se conduce así. Si no hay preferencias, no hay violencia contra el cuerpo, no
hay aprestamiento con deseo. La persona sin preferencias acepta lo que es. Al ceder así, no
hay esfuerzo y no hay violencia. Cuando estudias y entiendes tus tensiones corporales,
aprendes muchísimo acerca de tus creencias nucleares. Por ejemplo, si usualmente tengo
los ojos muy abiertos y mis hombros muy levantados alrededor de mi cuello, probablemente
mis creencias tienen que ver con lo peligroso que es el mundo. Un buen observador puede
"ver" ese temor en mí. Lo puede ver en mi mismo cuando estoy en un estado de plenitud de
conciencia.
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automáticas. Tal vez te muevas y logres cosas, pero no estarás aprendiendo, cambiando,
creciendo, ni estarás siendo mas libre. Si no estas en plenitud de conciencia no puedes
conocerte ni cambiarte. Sin observarte, sin pensar acerca de ti mismo y conocerte
simplemente tal como tú eres, no puedes transformarte. Sólo puedes desafiar tus creencias
nucleares cuando sabes cuáles ellas son. Solamente cuando "sepas lo que estas haciendo
puedes hacer lo que quieres". Hasta que comprendas el modo como tus creencias te tienen
en movimiento no podrás detenerte. Cuando conoces tus creencias mas profundas acerca
de ti mismo las palabras que expresan estas creencias sean verdaderas y precisas, estarás
cerca de la libertad. La plenitud de conciencia clarifica. Los mas iluminados entre nosotros
han renunciado a sus preferencias infantiles. Han observado sus propias mentes y han
cedido en todo aquello que sea violento para la vida y para la verdad. Pero para renunciar a
tus preferencias primero debes saber que las tienes y debes saber cuáles son.
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3. LA GENTE
La razón básica por la cual existe una convergencia fuerte,
por prosaica que suene, es simplemente que ciertas formas de vida
imponen criterios muy exigentes a la forma y función
de cualquier organismo que juegue tal rol.
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de las estrategias del carácter nos hace sentir de una manera general a la gente, el modo
como manejan sus pareas diarias y sus encuentros con otros, cómo aprendieron a hacerlo
de esa manera, qué tipo de eventos, memorias, sentimientos y creencias organizaron sus
estrategias de vida.
BIOESTRATEGIAS
En las costas de California hay un ave pequeña, el grunion plateado, que viene por miles a
las costas para poner sus huevos. Siempre llegan cuando hay luna llena, cuando la marea
es más alta y los huevos pueden permanecer sin ser molestados en la arena hasta que
ocurra la próxima marea alta unos diez días más tarde. Los ciclos interminables del mar han
adaptado al grunion a las mareas. Podríamos decir que esta manera de usar las mareas del
grunión es una estrategia. Es estratégica en el sentido de que tiene un propósito y es una
buena salida. Por supuesto, este propósito aparente no es el producto del pensamiento ni de
la planificación. Parece serlo solamente. Es parte del juego de acción e interacción en el que
la especie grunion está metida. Se manifiesta así una bella armonía que se escucha como si
se hubiera tocado una tecla especialmente diseñada para esta relación que tiene la luna con
los océanos. Esta forma intrincada de acomodarse del organismo y su ambiente sugiere una
estrategia, es lo que sugiere la existencia de una estrategia y un propósito. Todo lo que
sabemos acerca de los patrones caracterológicos sugieren también la presencia de un ajusta
complejo y bello que cada persona logra con el medio emocional y psicológico que percibe.
El manejo de la experiencia, el uso de defensas, hábitos, mitos personales y estilos, tiene
sentido en su conjunto en tanto estrategia. Por eso hablamos ahora de carácter y bio-
estrategias.
Las especies animales han crecido creando modos de manejar sus mundos que se parecen
mucho a los patrones que llamamos carácter. Mi ejemplo favorito es el del engaño. Los
animales usan toda una gama de disfraces y coloraciones engañosas. Algunas especies
amplían su capacidad de supervivencia pareciéndose a algo o a algún otro ser diferente,
como las serpientes no venenosas o las orugas que parecen serpientes venenosas. El
engaño es la principal estrategia de un patrón que llamamos duro/generoso o
encantador/seductor, similar a la dimensión narcicista/psicopática de Lowen. El parecer
peligroso o inocente (o importante, o confiado, o relajado) cuando uno no se siente
realmente así, es la estrategia clave de la persona dura/generosa.
Veamos el caso de los pájaros y las polillas. Algunas polillas engañan a los pájaros al llevar
dibujados en sus alas puntos oscuros redondos muy grandes que parecen los ojos de
animales más grandes. Engañar a otros, especialmente haciendo que los demás lo perciban
a uno como más grande, más fuerte, peligroso, más inteligente, más rico, o más importante,
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es una estrategia común y puede ser el patrón básico del carácter de uno. El punto de vista
opuesto, de parecer inofensivo y amistoso cuando uno no lo es, también puede ser una
estrategia de engaño para toda la vida. Esta estrategia la usan animales como ciertos peces,
que tienen una lengua muy larga y tentadora y una boca muy grande, y humanos como el
cazador camuflado que se sienta inmóvil esperando a su presa. Hay una relación aquí con el
patrón abrumado/aguantador.. Ambos pretenden ser inocentes. Para el patrón
duro/generoso y para el encantador/seductor, esta inocencia es central en su estrategia;
para el abrumado/aguantador es secundaria, reflejo de una sensación interior de tener
demasiadas responsabilidades.
Los procesos caracterológicos son estrategias. Una defensa es una manera general de lidiar
con el mundo, un modo de manejar la experiencia. Las personas son creativas, por lo que
encontramos varias estrategias en una sola persona. Eso nos permite tener varias teorías
acerca de una persona sin tener que decidir a qué "tipo" pertenece. Una persona puede ser
de varios tipos a la vez. Podemos dejar de darnos de golpes con la cabeza contra el muro
para decidir qué tipo es el nuestro realmente o qué tipo es otra persona realmente. Somos
diversos, hábiles y complejos. No tenemos que reducir a tipos a la gente. Cualquier
descripción sistemática de la conducta humana puede sernos útil y pertinente. Todo puede
iluminar los patrones que encontremos. No tenemos que discutir acerca de cual es la
descripción correcta. No estamos buscando las causas; estamos buscando la existencia de
sistemas y consistencias. No se trata de averiguar cuál es el verdadero. Se trata de aprender
de todos. La consciencia y actitud de la terapeuta cambia sobre esa base. Al ver al carácter
como una estrategia, vinculamos el material nuclear a sus expresiones en tanto reacciones a
las situaciones percibidas.
Las estrategias del carácter son patrones de reacción organizados y habituales. Son
respuestas usadas desde hace tiempo frente al stress, objetivos, necesidades o deseos que
uno percibe. El verdadero stress, como un dolor crónico o la pobreza, por más cruciales que
sean, no son tan importantes para nuestros propósitos. Lo importante son las creencias,
expectativas, emociones no resueltas, incertidumbres acerca de uno mismo y de la relación
con otros, en otras palabras, la organización de la experiencia por parte del material nuclear.
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LAS OCHO ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA USADAS EN HAKOMI
SENSIBLE/RETRAIDA
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DEPENDIENTE/CARIÑOSA
AUTOSUFICIENTE/INDEPENDIENTE
Esta persona con un patrón autosuficiente usa la estrategia de movilizar al autoapoyo y de
demostrar que se autoabastece. Este patrón refleja su decisión de hacerse cargo de si
misma y de no confiar en los demás. El material nuclear de su estrategia organizará sus
percepciones, sentimientos y acciones alrededor de desafíos y de arreglárselas por su
cuenta. La conducta superficial reflejará estos temas en actividades de desafío personal,
como trepar montañas, y en el simple hecho de hacer las cosas por su cuenta sin esperar la
ayuda de nadie. Incluso en terapia, esta persona aparenta hacer todo el trabajo sola. La
imagen cultural es la del vaquero, la del llanero solitario. Cuando este patrón está
profundamente arraigado, aparecen consistentemente algunos de los siguientes rasgos: la
persona busca aislarse cuando está bajo stress, le gusta trabajar sola, es activa, asume
desafíos, no espera ayuda de nadie, tiene un cuerpo algo delgado y fuerte con hombros
anchos.
DURA / GENEROSA
Esta persona usa la estrategia de dar la impresión de que, de una u otra manera, es más
inteligente, o más dura, o más importante, o más a cargo de sí misma que lo que realmente
es o está. Con frecuencia es también una persona generosa que se encarga de los demás.
Su patrón refleja la tendencia a ser engañosa y manipuladora, y su material nuclear
organizará sus sensaciones, sentimientos y acciones alrededor de los temas de usar a los
demás y de ser usada por los demás. Esta persona invierte fuertemente en su imagen
personal y en la impresión que causa a los demás. Externamente su principal incertidumbre
está relacionada con el hecho de estar o no bajo control o de ser o no respetada. La
conducta superficial es evasiva. Esta persona usualmente le gusta estar en una posición de
poder o autoridad, estar encima, ser la mejor, la líder. La persona esta dispuesta a apoyar a
los demás, siempre y cuando sea tomada en serio y sea tratada con respeto y admiración.
Cuando el patrón está profundamente enraizado, aparecen algunos de los siguientes rasgos
de manera consistente: tendencia al secreto, gran dificultad de ser simplemente real y
honesta con los demás, mostrándose vulnerable, herida o débil. El cuerpo tiende a ser
grande e hinchado en la parte superior. Dá la impresión de tener una talla exagerada. Sus
héroes culturales son Superman, generales famosos, jugadores de fútbol, tipos duros y
talentos excepcionales. Este tipo de persona es también aventurera, creativa, y en la versión
de la calle, criminal y antisocial.
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ENCANTADORA / MANIPULADORA / SEDUCTORA
ABRUMADA / AGUANTADORA
La persona que sigue este patrón usa la estrategia del aguante (bajo stress, tensión,
responsabilidad, obligaciones, presión para cambiar, moverse, crecer...), a fin de demorar al
otro y resistírsele, esperar. Usa su resistencia para sobrevivir situaciones perturbadoras, y la
espera para evitar ser controlada por otros. Las personas que usan esta estrategia asumen
el peso de las circunstancias sin hacer ningún esfuerzo serio por cambiar las cosas. Su
fuerza está en la resistencia. El patrón refleja los temas del control y de la culpa. Los intentos
de ser controlada (o la percepción de esos intentos) son confrontados mediante la demora y
el desafío indirecto. "Las tormentas más feroces revientan antes". El material nuclear
organizará las percepciones, sentimientos y acciones alrededor de los temas de la culpa,
inadecuación, inferioridad, evitar errores, y no herir a los demás, ser empujado y necesitar
resistir, estar atorado y ser incapaz de expresar sentimientos. En la superficie, la
incertidumbre básica es si uno puede o no ser efectivo, si puede hacer las cosas bien sin
armar un enredo de la situación y con la autoestima. Esto inhibe las acciones y las demora.
Cuando este patrón está profundamente enraizado, surgen de manera consistente los
siguientes rasgos: la persona se siente estancada, impotente, incompetente y no tan
atractiva ni efectiva como otras personas. Bajo stress, las personas que se encuentran en
este patrón se vuelven tercas, lentas, se preparan para lo peor y demoran lo inevitable. Al
ser increíblemente paciente y habiendo trabajado años en el mismo trabajo aburrido, esta
persona actúa como "inferior" y espera ser tratada así. El cuerpo tiende a ser corto y grueso,
del tipo que puede aguantar la presión. La persona evita asumir responsabilidades y no se
ofrece como voluntaria. Es una persona callada, es una columna de fuerza para los demás y
puede elegir el rol de mártir. Al mismo tiempo, esta persona tiende a admirar a las personas
de actitud abierta, liviana, aventurera, tan diferentes a ella.
La persona que sigue este patrón usa la estrategia de dramatizar los acontecimientos y
sentimientos para lograr llamar la atención de los demás y mantenerla, y para evitar la
separación. Las personas que usan esta estrategia son excitables y expresivas; logran que
los demás se involucren y que se mantengan involucrados. Este patrón refleja la necesidad
de atención y afecto, no satisfecha y la dificultad para aceptar que uno puede ser visto y
escuchado sin necesidad de recurrir al drama. Su material nuclear organizará las
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percepciones, sentimientos y acciones alrededor de los temas de la separación, el ser
sacado del camino y el ser amado, cuidado, apreciado y atendido. Por encima, la principal
incertidumbre de esta persona tiene que ver con el si es o no interesante, atractiva o querida.
Cuando el patrón está profundamente enraizado, aparecen algunos de los siguientes rasgos
de manera consistente: la persona se resiente o perturba fácilmente y lo demuestra
dramáticamente. Puede ser ruidosa y muy emotiva. Esta persona puede ser muy protectora,
maternal, especialmente como parte de una relación actual. O la persona puede ser
seductora de una manera extravagante y llamativa, llamando la atención, o de una manera
infantil e inocente, si es que eso logra que la relación se mantenga. Las personas que siguen
este patrón postergan todo tipo de separaciones y tienen problemas para completar una
conversación o una relación. Pueden sentirse ansiosas o muy sensibles. Su capacidad para
dramatizar recibe el apoyo de su capacidad para amplificar pequeños sentimientos o
sensaciones, volviéndolas extremadamente sensibles cuando quieren serlo. Muchas
personas con cualidades extrasensoriales siguen este patrón. El cuerpo de estas personas
tiende a ser pleno y suele ser atractivo, sobretodo en mujeres.
La persona que sigue este patrón usa la estrategia de trabajar duramente, de manera
persistente y resistiéndose a las distracciones. Se refugia en la acción. Este patrón refleja la
necesidad de logros y reconocimiento. Su material nuclear organizará sus percepciones,
sentimientos y acciones alrededor de los temas de la perfección, la competencia, el fracaso,
el esfuerzo y búsqueda y en el no ser amada por lo que es. En la superficie, la incertidumbre
básica es si ella es o no merecedora del reconocimiento de otras personas significativas, si
es que es competente, adulta y exitosa. Cuando el patrón está profundamente enraizado,
aparecen algunos de los siguientes rasgos de manera consistente: las personas suelen ser
trabajólicas y serias, se interesan primordialmente en hacer bien su trabajo y en hacer el
próximo trabajo mejor aún. La persona se siente no apreciada y presionada a hacer cosas.
Al igual que en la estrategia expresiva/absorbente/aferrada tiene dificultades para completar
relaciones y trabajos. Siente rápidamente frustraciones y rabia. Son muy buenas ganadoras
del sustento o pan de cada día, son perfeccionistas, pueden parecer frías a los demás y muy
negociantes. Cuando están bajo stress, generan más esfuerzos y trabajan más duro aún.
Aman la acción y el hacer cosas y tiene un cuerpo fuerte, muchas veces atlético. Sus héroes
son las personas que han hecho grandes logros.
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Estrategia Sensible/Retraída:
Seguridad, ser bien recibida, estar en el mundo, el contacto
agradable, estar libre de terror.
Dependiente/cariñosa:
Gratitud, recibir cuidados, abundancia, lazos, ser nutrida,
sentirse libre de privaciones.
Autosuficiente/independiente:
Desea el apoyo de las demás personas y sentirse libre de
desafíos.
Dura/generosa:
Ser real, mostrar sus debilidades y necesidades. Libertad
para no sentirse usada ni manipulada.
Encantadora/Manipuladora:
Ser real, aceptarse a sí misma como lo que realmente es.
Sentirse libre de persecuciones.
Estrategia Abrumada/Aguantadora:
Estrategia Ocupada/sobrefocalizada:
Los aspectos básicos, como el funcionamiento del sistema nervioso, la adaptación biológica,
el desarrollo, la interacción social y la organización de la experiencia, no "explican" el
carácter en el sentido reduccionista. Simplemente nos dan puntos de vista que pueden ser
usados para pensar acerca de las personas con las cuales trabajamos. La estructura y
conducta de las personas ofrecen claves de su material nuclear sólo en la medida en que
tenemos puntos de vista a partir del cual podemos percibir y comprender. Al incluir esta
pequeña sección lo que quiero es sugerir que vale la pena relacionar el carácter con campos
más amplios, especialmente con la biología y la teoría de sistemas.
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Algunas dimensiones subyacentes del carácter
He elegido algunas dimensiones que han demostrado ser valiosas. Me he prestado estas
dimensiones de Milton Erickson, Carl Jung y David Shapiro. Representan un área de interés
y de estudio en la psicología actualmente, y hay muchas publicaciones relativas a estos
temas.
1. Foco Abierto/Estrecho
2. Pensamiento Global/Detallado
3. Acciones Impulsivas/Inhibidas
Dimensiones de Jung:
Dimensiones de Hakomi:
1. Disposiciones Retraer/Colapsar/Engañar
Resistir/Dramatizar/Actuar
2 Control Inhibido/Impulsivo
cortical
3. Sistema Simpático/Parasimpático
Nervioso
Autónomo
DISCUSION
Atención
Interna/externa
Para cualquier persona, en un momento particular el foco de la atención será en los eventos
externos (usando receptores a distancia), o en los eventos internos (sintiendo la posición
corporal, sentimientos, hambre, temperatura interna, etc.). Por supuesto uno puede prestar
atención a ambos simultáneamente, o puede alternar rápidamente entre lo interno a lo
externo. Hay algunas personas que tienen la flexibilidad en su atención para lograrlo. Lo que
es significativo para el estudio del carácter es la fijación en un punto de la atención o una
preferencia fuerte hacia uno de los espacios de la atención. Esto es verdad para toda
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dimensión. Los patrones caracterológicos son limitaciones incluso a nivel de estas variables
subyacentes.
Aquellos que atienden a lo interior se demoran algo en sus respuestas en la medida en que
reciben al mundo y lo convierten en experiencia interna. Tendrán tal vez menos problemas
para reconocer sus sentimientos y otros eventos internos y probablemente mas problemas
para relacionarse con otros, con nuevos espacios, con personas no conocidas, multitudes,
ruido, etc. Esta manera de atender esta relacionada con el tipo introvertido de Jung. Los que
atienden lo externo están ligados más directamente al mundo circundante y tienen cierta
dificultad para reconocer sus propios estados internos. Están relacionados con el tipo
extrovertido de Jung y se sienten mas cómodos con otras personas que con su atención
interna.
Vemos que esta dimensión opera en los patrones expresivos y ocupados. Por ejemplo los
expresivos tienen más atención interna y los ocupados, externa. La facilidad con que los
expresivos (y las personas con patrones dependientes-cariñosos también) pueden expresar
sus sentimientos es una indicación de su atención interna. Por supuesto la plenitud de
conciencia entrena la atención interna.
Focalizada/difusa
La atención puede ser focalizada en un campo estrecho o amplio. Puede estar abierta a
nuevos insumos de nuevas fuentes, siendo receptiva a amplias áreas de interés y
permaneciendo flexible a todo aquello que entra. O puede ser estrecha y aguda,
permaneciendo con una cosa y no permitiendo nuevos insumos o interrupciones. Puede
orientarse a los patrones más amplios, o enraizarse en los detalles. Y al igual que con todas
las dimensiones puede ser flexible y capaz de pasar de una forma a la otra. Aquellos que
tienen un foco mas abierto, grande y global pueden ser cubiertas e integradas, pero el
detalle se pierde. El foco mas estrecho tiene la calidad complementaria de asimilar los
detalles mas finos y perder la imagen de conjunto. Las dimensiones de Shapiro sobre el
foco, estrecho o difuso, es igual a las dimensiones de la atención de Erickson, focalizada o
difusa. Vale la pena señalar que mas de un pensador en este campo ha llegado a identificar
el mismo puñado de variables.
Distancia
Podemos estar totalmente absorbidos indiferentes a todo lo demás, perdiendo el sentido del
tiempo, lugar e incluso del yo. Ser absorbido así significa cerrar la distancia entre uno mismo
y aquello a lo que esta uno atendiendo. O podemos sentirnos separados, no involucrados,
como si todo estuviera ocurriendo a una gran distancia detrás de un muro de cristal, fuera de
nuestro campo personal y sin involucrar al yo. En su formulación extrema éste es el ideal de
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la objetividad y de la ciencia objetiva. De lo que se trata es que si nos lanzamos de todo
corazón a nuestras interacciones y si mantenemos distancia.
Absorción
Esta relacionada con fuertes necesidades sociales y con las propensiones características de
los tipos parasimpáticos. Para ellos se necesita la absorción para involucrarse con otros y
para sus sesgos hacia la alimentación y lo nutricio. Los que guardan distancia, como las
personas que siguen un patrón sensible-retraído y otras que tienen una actividad del
sistema simpático muy alta, son mas capaces de quedarse consigo mismos y mirar
fríamente a los que están a su alrededor.
Estilo de pensamiento
El pensamiento al igual que el foco puede ser global o detallado. El estilo de pensamiento
fino, analítico, tiende a perder el significado práctico y amplio de las cosas. En su extremo
más estrecho es la forma de pensar del paranoico que busca claves, mientras que el
verdadero tejido de la situación inmediata se pierde totalmente fuera de foco. El estilo de
pensamiento global impresionista, tiene una verdadera percepción de los acontecimientos y
es considerado muchas veces como intuitivo. Los detalles son considerados sin importancia
y por lo tanto se pierden. Esta dimensión es importante para la persona que trabaja haciendo
terapia ya que es necesario en terapia pasar de un estilo a otro.
El estilo expresivo aferrado es mas global, el sensible retraído y el ocupado, mas estrecho.
En terapia una persona describió reacciones muy detalladas a una sonda, reportando, por
ejemplo una sensación singular como un cosquilleo en un dedo, mientras que otra persona
habló de sus sensaciones corporales totales. Su pensamiento también será diferente de una
manera parecida. Esta es una de las dimensiones de Shapiro que trata en gran detalle en
sus libros.
Acción
Las acciones varían a lo largo de una dimensión que va de lo altamente controlado,
planificado y premeditado, circunscrito y deliberado, hasta su opuesto, lo de lo
completamente espontáneo, no planificado, inspiración del momento, inesperado e
impulsivo. La persona abrumada - aguantadora es sobrecontrolada al extremo, mientras que
la expresiva aferrada frecuentemente no tiene restricciones.
Sugestión
Control
Esto tiene que ver con la manera como una quiere ponerse a si misma o encontrarse a si
misma en las relaciones. Algunas personas prefieren la seguridad y la responsabilidad
compartida de sus iguales. Quieren ser tratadas como iguales y se resistirán a cualquier
intento de ser puestas a cargo de algo o de ser subordinadas. Una estrategia de múltiples
canales podría usar una posición de control como esa. Otras personas prefieren estar un
escalón arriba o un escalón abajo. Las que prefieren un escalón abajo como las abrumadas-
aguantadoras y las dependientes-cariñosas buscan que la otra persona se haga responsable
Las que prefieren un escalón arriba está dispuestas a hacerlo por cualquier privilegio que
49
surja de esa posición. Por esta razón se encuentra frecuentemente a personas que sigan los
patrones dependiente-abrumada en relaciones muy estrechas con personas que siguen el
patrón de personalidad duro-generoso.
La tipología de Jung nos ofrece los tipos extrovertidos, introvertidos, sensible, etc. El doctor
Edward Wilson de la Universidad de Colorado relaciones estos tipos con variables
fisiológicas tales como la frecuencia de las ondas cerebrales, neurotransmisores, y rutas
preferidas para el stress. Según Wilson los diferentes tipos junguianos tienen preferencias
de donde ponen su stress: en los sistemas muscular, cardiovascular, neuronal o endocrino.
Los tipos sintientes ponen su stress mayormente en el sistema muscular, los tipos sensibles
en el sistema endocrino u hormonal. Los tipos pensantes prefieren involucrarse a nivel
cardiovascular y los intuitivos usan patrones de stress neuronal. El Dr. Wilson esta
experimentando con esto y, que yo sepa, no ha publicado aun sus hallazgos. En Hakomi los
patrones caracterológicos incluyen cada uno una disposición particular. Estas disposiciones
son sesgos hacia alguno de los puntos extremos de lo que debería ser un continuo
balanceado. Tratamos con mas detalle los patrones caracterológicos en el capítulo 17,
barreras y carácter.
El campo de la teoría del carácter es viejo y extenso. Me gustaría recomendar
particularmente los libros de Steven Johnson, Alexander Lowen, John Pierrakos, Wilhem
Reich, y David Shapiro. Para la perspectiva de la teoría de sistema ver el libro "Family
Evaluation" de Michael Kerr y Murry Bowen, W. W. Norton Co. New York 1988.
50
4. LA RELACION CURATIVA
El principal trabajo de los
profesionales de la salud en general
y de los psicoterapeutas en particular,
es el de devenir en seres humanos
plenos e inspirar humanidad plena a
otras personas que sienten inanición por sus vidas.
Martin Buber
El método, en tanto nivel inmediato superior, organiza el uso de las técnicas. Al estudiar el
método uno comienza a preguntarse: ¿Qué proceso caracterológico es este? ¿En qué
sistema estoy y cómo puedo salirme de él? ¿Qué parte del proceso es ésta? ¿Cómo creo
acá un experimento? ¿Cómo puedo obtener más información de esto o aquello? ¿Es éste el
momento adecuado para hacer un pequeño experimento? ¿Qué voy a contactar? Todas
51
esas son preguntas acerca del método, del proceso y del carácter. Uno se vuelve
poderosamente consciente de los aspectos más amplios de la cliente en tanto persona total.
Por ejemplo, la estudiante aprende a reconocer, contactar y trabajar con la parte niña de la
cliente. Esto es estimulante y el trabajo se siente como algo nuevo. A este nivel el estudiante
aprende a hacer más con menos. Usa menos la técnica pero con más precisión. El
estudiante aprende a reconocer los patrones caracterológicos y sus estrategias y los usa en
el trabajo. El estudiante comienza a dar un paso atrás y pasa de los detalles del momento a
los patrones más amplios. Estos patrones más amplios: manejo de la consciencia,
disminución del ruido o interferencia, establecimiento de la plenitud de consciencia, la
obtención de información, la evocación de experiencias, el estudio de la organización de la
experiencia, el trabajo con la descarga emocional, el trabajo con el "niña", la transformación,
integración, etc., son las preocupaciones del método.
Toma mucho más tiempo dominar este nivel. Hay mucho que aprender y ello debe ser
asimilado y transformado en hábito. Debe gastarse bastante tiempo para estudiar y practicar.
El trabajo se transforma en una preocupación a tiempo completo. A este nivel el trabajo se
vuelve verdaderamente vivaz. Adquiere más riqueza y es más satisfactorio. El estudiante
trabaja más confiado, con una variedad mucho mayor de personas y a niveles más
profundos. El método lo puede ayudar a uno a transformarse en un poderoso terapeuta. No
obstante, incluso el método tiene sus límites.
Después de mucho tiempo y de mucha práctica nos sentimos nuevamente limitados. El
método, en cierta forma, no es suficiente. De este modo buscamos un contexto más amplio,
algo más allá del método, así como el método está más allá de la técnica. Este es el nivel
de la relación. El método está asentado en el contexto de la relación terapeuta-cliente. Es la
relación la que determina cuándo funcionan los métodos y cuando no. A este nivel, el
crecimiento emocional de la terapeuta y la profundidad de su comprensión resultan cruciales.
Aquí comenzamos a usar nuestros "yoes" completos, nuestra humanidad. Hay mucho que
aprender a este nivel para el estudiante aún.
En la medida en que mi comprensión pasó de un nivel a otro, también se incrementó
dramáticamente mi capacidad para hacer terapia. Pareciera que cuando se necesita un
nuevo nivel la comprensión adquiere fuerza, hasta que, repentinamente, se hace claro un
nuevo principio organizador. Luego de haber acumulado tantos detalles acerca del método
que ello me resultaba conceptualmente inmanejable, surgió simplemente algo para
organizarlo. Lo que surgió fue la visión de que la construcción de una relación especial con la
cliente tiene precedencia sobre todo lo demás. La esencia de esta relación es la cooperación
del inconsciente. Depende de dos estructuras complejas: la actitud emocional de la
terapeuta y la comprensión que tiene la terapeuta del mundo de la cliente.
Los principios son el nivel más elevado del contexto. Los principios guían todos los niveles
de desarrollo, pero en especial orientan nuestra capacidad para establecer una relación
curativa. La actitud emocional de la terapeuta está arraigada en los principios. Eso es lo que
trabajo con las estudiantes avanzadas. Nos centramos en reconocer cómo cada uno de
nosotros tiene aún que trabajar consigo mismo, como cada uno de nosotros puede aprender
aún más acerca de cómo "permanecer leal a los principios". Para poder mantener la unidad,
tenemos que aprender que la curación no es una función de la terapeuta ni de ningún agente
externo tipo vitamina o antibiótico. La curación y el control están en manos de la cliente. y
son funciones de la relación cliente-terapeuta. Al saber eso, al saber que no controlo el
proceso, evito el esfuerzo. Y sabiendo que la cliente tampoco puede forzar el cambio a
niveles más profundos, puedo inducirle a que no haga el esfuerzo de lograrlo.
52
varias personas restringían suavemente sus brazos y piernas. Ella empujaba sus brazos y
piernas contra la resistencia de los demás y decía "¡No! quiero, no me van a tratar de esta
manera". Cosas por el estilo. Otra persona del grupo, más agresiva y persuasiva estaba
dirigiendo. Sostenía los brazos de la luchadora a la altura de sus muñecas. con cada
movimiento o expresión la terapeuta le decía "¡Muy bien!, ¡Muy bien!". Tan pronto como vi
esto no me gusto no sabía exactamente por qué pero para mí algo andaba mal.
Me senté al lado de este pequeño grupo y miré a la terapeuta. Le dije que me gustaría
hacerme cargo en ese momento y la invité a que observará lo que iba a hacer. Ella estuvo de
acuerdo. Yo no sabía lo que iba a hacer; solamente sabía que no me gustaba lo que estaba
ocurriendo. Cuando he pensado sobre esto después me di cuenta que lo que no me gustaba
era el esfuerzo. No me gustaba la sensación de que la cliente trataba de expresarse luchaba
por hacerlo. No me gustaba ver a la terapeuta controlando el proceso y estimulando el
esfuerzo. A mi me gusta que las cosas ocurran espontáneamente.
El esfuerzo es una función del ego. Cuando uno hace un esfuerzo, el acto de hacerlo crea
un yo y algo contra lo cual lucha. En este drama de lucha competencia el acto central es la
creación de un yo separado: un ego. Si no hay lucha no hay drama y no hay dramatis
personae. Con lo espontáneo el esfuerzo se evapora y el ego se relaja. Esta relajación es
esencial para la curación. Esta relajación no es un rendirse pasivamente, sino un entregarse
al proceso, una fe en algo muy profundo en uno mismo, en los espacios que se encuentran
más allá del ego. En Hakomi trabajamos deliberadamente para apoyar un yo más amplio
tanto para terapeuta como para cliente. Nuestra manera de trabajar reconoce a la curación
como algo muy diferente a lo que la persona que hace la terapia o incluso el limitado ego
consciente de la persona que hace de cliente, puede hacer. Nuestros mitos culturales y
actuales celebran al ego en exceso. Nuestras nociones de un yo separado se encuentran
fuera de balance en relación a toda suerte de yoes más grandes: familia, comunidad, mundo
biológico, el universo y Dios. Con demasiada facilidad nos vemos separados de estos yoes
más grandes. Imaginándonos aislados desconociendo la ayuda que podemos obtener,
luchamos.
De modo que le pedí a la "cliente" que baje la velocidad y que se relaje por un momento.
Vaciló un poco pero loo hizo. Le pedí que virara hacia su interior y que encontrara "qué es lo
que quiere ocurrir". ¿Qué movimiento quiere ocurrir? ¿Qué expresión? ¿Qué resistencia de
aquellos que la contenían se sentiría exactamente correcta? Esta pregunta cambia el lugar
del control pasándolo de la terapeuta a alguna inteligencia no nombrada en el interior de la
cliente. No le pregunté qué era lo que ella quería sino qué es lo que quiere. al hacer eso en
realidad le estoy pidiendo que se ponga en contacto con un yo más grande en su interior. Le
estoy pidiendo que relaje sus esfuerzos, que vire hacia adentro y que incremente su
conciencia. Este viraje hacia el relajamiento y la conciencia es una parte muy importante de
los principios y de la búsqueda de una relación curativa.
Ella comenzó acomodarse. Se sentía mejor si sus piernas y brazos se movían más
lentamente. Bajamos la velocidad para apoyar su proceso. Resultaba cada vez más claro
que a nivel de lo que quiere ocurrir esos movimientos eran los apropiados, se sentían bien.
En ese momento le sugerí que se quedara tanto tiempo como lo considerara correcto y que
esperara cualquier otra cosa que quisiera ocurrir. Después de lograr que lo que se sintiera
estuviera bien, me imaginé que el próximo paso pudiera ser la curiosidad. Pensé que ella
estaría preguntándose por qué esos movimientos en particular se sentían tan apropiados, de
modo que yo estaba simplemente ahí sentado y ella la estaba pasando bien, uno podría
decir jugando. Su expresión parecía tener la calidad de una rebelión deliciosa y justa. Yo no
estaba dirigiendo sus movimientos, ni siquiera estimulando uno a diferencia del otro.
Simplemente había dirigido un cambio de los refuerzos externos de la terapeuta hacia la
autoridad interna de sus propios sentimientos.
53
Y por supuesto comenzó a sentir curiosidad. Ocurrió espontáneamente. La curiosidad es una
experiencia poderosa y una gran aliada. Todos queremos comprender. Lo significativo aquí
es que la experiencia vino primero y luego la necesidad de comprender surgió. Debemos
hacer que la búsqueda de la comprensión espere hasta que la cliente experimente algo en el
presente acerca de lo cual siente una natural curiosidad. Cualquier otra manera de manejar
las cosas va a tender sustituir a los sentimientos en lugar de encontrarle sentido. De modo
que, en Hakomi, nos focalizamos en la experiencia presente, apoyamos los sentimientos y
su expresión y sólo después nos dirigimos hacia los significados. De modo que cuando
surgió su curiosidad, le hice algunas preguntas acerca del significado de su experiencia:
¿Qué tipo de movimientos son éstos? ¿Qué es lo que esta diciendo tu cuerpo con estos
movimientos? ¿Qué palabras acompañarían a esta experiencia? Le dije "No trates de pensar
palabras. Deja que las palabras surjan de algún espacio interno tuyo. ¡Simplemente
escúchalas!". Nuevamente le estaba pidiendo que no haga ningún esfuerzo y que recurra al
apoyo de un campo más amplio. Estaba invitando al inconsciente a que participe.
Bueno, repentinamente ella recordó: nunca le habían permitido gatear. Estos movimientos
eran exactamente como gatear. Todo cobraba sentido ahora. Se trataba de su derecho de
mover su propio cuerpo como ella quisiera. Desde ese punto en adelante trabajé ayudándola
a asimilar el conocimiento de que no siempre tenía que luchar por su libertad Le dije que
estaba bien que gatee, que nadie iba a interferir. Algunos podrían incluso ayudar. Ella podía
recibir apoyo para lo que quería y necesitara. No tenía que luchar siempre con personas más
grandes y más fuertes,... y perder. Eso se sentía bien, ello lo recibió y sintió alivio. Se relajó
más y le vinieron más recuerdos y comprendió más cosas. El proceso se desarrollo bien. al
final se sentía muy bien. Comprendió muchas cosas acerca de el origen de su batalla por la
libertad y se podía ver a si mismo renunciando a todo ese drama. Ella podía ahora
simplemente ahora apropiarse de su libertad.
Si has podido seguir el flujo más amplio de este proceso te habrá dado cuenta que comienza
ayudando a la persona a relajarse y a virar hacia adentro hacia su experiencia presente,
estableciendo y apoyando su plenitud de conciencia. La actividad fundamental aquí es el
autoestudio, haciendo menos, y simplemente estando y siguiendo. Luego nos preparamos
para contactar, evocar, dar la bienvenida y nutrir un proceso de crecimiento que se despliega
de una manera natural. Cuando este proceso ocurre espontáneamente, es una clara señal
de que el inconsciente está cooperando, de que el yo más amplio esta participando. Este
apoyo y este dejar que las cosas ocurran es esencial para la curación y para la cooperación
del inconsciente. Es un ejemplo cardinal de la no violencia en su expresión más efectiva. La
conexión con la creación de una relación curativa aquí es que yo invité al inconsciente y
obtuve su cooperación.
54
esfuerzo. La terapeuta puede usar el método con menos frecuencia. El establecimiento de la
relación y la cooperación del inconsciente antecede al método y es lo que lo hace efectivo. El
mantener la relación tiene precedencia sobre todo lo demás que esté ocurriendo en el
proceso, excepto el de mantenerse fiel a los principios. Cuando la cliente da señas de que el
inconsciente está comenzando a resistirse, es bueno dar marcha atrás en cualquier cosa
que uno esté haciendo y comenzar a pensar acerca de la relación y trabajar con ella
nuevamente.
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SEÑALES DE RESISTENCIA Y COMO LAS PROVOCA LA TERAPEUTA
1. La cliente hace más lento el proceso, no responde preguntas, no toma en serio las
sugerencias que le hace la terapeuta.
Esta actitud es provocada cuando la terapeuta no lee bien las señales de la cliente, no
le da a la cliente el tiempo que necesita simplemente para pensar, presionando su
propia agenda en lugar de descubrir la de la cliente.
2. La cliente asume su propia dirección, sin conectarse primero con la terapeuta.
Una buena terapia puede sentirse. Se siente fácil y bien. Hay un movimiento de las
preocupaciones superficiales hacia niveles de interés más profundos, hacia la curiosidad,
hacia el sentir una introvisión. Hay también espontaneidad. Cosas nuevas y sorprendentes
ocurren. Hay cosas que descubrimos. Hay momentos en que uno se estanca, momentos de
miedo y desesperanza, pero la sensación general es que hay un movimiento, un progreso.
Todas las señales de la cooperación del inconsciente están ahí. Cuando el inconsciente
coopera, emerge un material significativo. En una buena sesión, la cliente y la terapeuta
participan ambas plenamente, cada una permitiendo a la otra un espacio importante en el
mundo. El sabor es mutuo y significativo. Los sentimientos emergen y son expresados. La
cliente revive y resuelve recuerdos dolorosos. Todos los patrones se vuelven conscientes y
se exploran nuevos patrones. Las fuerzas motrices que energizan y dirigen este cambio, se
originan en la cliente. Las fuerzas motrices son procesos de crecimiento que han tenido
dificultades para madurar. Algo ha estado interrumpiéndolas, una necesidad de actuar en
contra del crecimiento que en una etapa de la vida fue poderosa. Lo que sea eso, frustró el
crecimiento y el desarrollo, primero en el período normal de crecimiento de la niñez y luego,
como parte de una actitud adaptada general hacia la vida. El potencial para el crecimiento
está ahí, esperando. Una buena terapia lo reconoce.
56
Cuando uno cede sin esfuerzo su propia agenda está dando una señal importante al
inconsciente de que aquí hay una persona contra la cual no necesito hacer resistencia.
Muchas veces la manera habitual de relacionarse a nivel íntimo que tiene la cliente interfiere
con el funcionamiento fluido del método. La cliente podría tener dificultades para conectar
sus sentimientos. O podría desagradarle el aceptar instrucciones, confiar voluntariamente
información o iniciar interacciones. Tal vez guste hacer muchas preguntas o trate siempre de
agradar. Hay muchos patrones de ese tipo que surgen de las normas de vida que han
adoptado ciertas familias y pueden ser muy diferentes a las reglas que aprendió en su
crecimiento la terapeuta. Es muy importante permanecer abierto a tal diversidad. Para ganar
la cooperación del inconsciente podría ser necesario dejar de lado a necesidad de hacer lo
que uno quiere hacer. Eso no es siempre fácil. Nuestras intenciones y hábitos no son
siempre conscientes ni controlables. Nos gusta participar y sentirnos efectivos. Queremos
hacer cosas para ayudar a la cliente. Después de todo, la terapia es nuestro trabajo y nos
gusta hacerlo.
2
"... en todas las formas de psicoterapia hay un común denominador que puede y debe estudiarse... ese
es la atmósfera en que se desarrolla el proceso... Cuando este se desenvuelve correctamente, el
paciente se encuentra a sí mismo... en el seno de una atmósfera permisiva.. un mundo en el cual se
siente libre para expresarse sin el peligro de recibir como respuesta la piedad, el desprecio o el
castigo... ¿Cómo podremos calificar la actitud de la terapeuta? ... no son los de un padre para con su
hijo, ni los del amigo con su amigo, ni los del maestro con su discípulo, ni los de un sacerdote con el
57
Una actitud madura permite a la terapeuta usar lo que va mal en la sesión, cuando algo hace
que el proceso sea superficial e improductivo, cuando el proceso parece tenso e incierto y la
conexión no es buena. No está pasando nada. Esas sensaciones son señales. Le dicen a la
terapeuta que vaya más despacio, que dé marcha atrás y dirija su atención a lo que va mal.
No necesariamente habla de esto con la cliente, pero sí debe pensar en ello deliberada y
conscientemente. Las terapeutas con experiencia hacen esto como cuestión de hábito. La
frustración, el descontento, el aburrimiento y la confusión son señales. Le dicen a la
terapeuta que observe qué comportamiento sistemático está ocurriendo con la cliente o entre
la cliente y uno mismo.
Para la cliente, los sistemas de defensa son hábitos que manejan el flujo de la experiencia.
El sentirlos y estudiarlos es una manera de evitar ser detenido por ellos. Si los notamos y
actuamos rápidamente, el proceso no se atasca, sino más bien gana un momento de fuerza
adicional que surge del interés natural en los sentimientos y relaciones presentes. Pueden
también aclarar las necesidades emocionales de uno mismo, o pueden ayudar a entender el
mundo de la cliente. Cuando tenemos demasiada necesidad de hacer que algo ocurra y
demasiada atadura al método, lo que nos ocurrirá como terapeutas es que tenderemos a
ignorar esas señales, a sacarlas de la consciencia para seguir con nuestro asunto de la
terapia. Pero son parte del tema terapéutico y mientras mejor las usemos, mejor irá la
terapia.
He aquí una pequeña historia acerca de las señales: un trabajador cruzaba la frontera todos
los dias en bicicleta. El aduanero sospechaba que estaba llevando algo de contrabando pero
nunca le encontró nada. Sin embargo estaba en lo correcto: el trabajador contrabandeaba
bicicletas. Para que la terapia vaya bien debemos detectar y responder a las señales de que
algo va mal. Todos somos contrabandistas. Todos traemos nuestros patrones
caracterológicos a la terapia disfrazados como cosas cotidianas. Prestemos atención a las
señales que nos revelan eso. No las saquemos del escenario de nuestra consciencia, para
seguir con la terapia. Si sientes que algo va mal, focaliza tu atención en eso que va mal y
entiende de donde viene. Observa y cuida esas cosas. Al darle la más alta prioridad a la
relación, haces que el uso del método y la técnica sea más sencillo. Una vez ganada la
cooperación del inconsciente, el proceso se desenvuelve suavemente, con poco esfuerzo.
Las mismas necesidades y carencias profundas que movilizan al carácter y las defensas,
movilizan la relación cliente-terapeuta. La terapia comienza ahí, porque tiene que comenzar.
Una relación curativa requiere también que la terapeuta logre la cooperación de su propio
inconsciente, para ser creativa e intuitiva. Un buen ejemplo de la relación con tu inconsciente
es el aprender a leer el cuerpo en búsqueda de información psicológica. Hay dos puntos de
vista diferentes a la lectura del cuerpo, y reflejan dos maneras diferentes de operar en el
mundo, dos paradigmas diferentes. Uno trata de ser objetivo y se apoya en la teoría, la
penitente. Tampoco podemos admitir que la terapeuta sea una 'pantalla en blanco sin sentimientos
hacia su enfermo o reaccionando hacia él sólamente con alguna forma de contratransferencia'. No, la
condición necesaria para el éxito de cualquier tipo de psicoterapia es su desarrollo en una atmósfera de
amor. Ahorabien: el amor del psicoterapeuta por su paciente no es el de un padre, ni el de un amigo, ni
el de un maestro, sino ese que yo he tratado de describir bajo el nombre de 'eros psicoterapéutico'.
Libre de todo autoritarismo, así como de cualquier tendencia a la posesión, al dogmatismo, a la
identificación, a la imposición de valores, normas o conocimientos,... es un amor a la persona del
paciente no como paciente sino como persona" Carlos Alberto Seguin. Cita al pié propuesta por el
traductor.
58
lógica y la memoria. El otro incluye sentimientos y experiencia personal y se apoya en la
intuición y en el conocimiento directo. Cuando aprendí por primera vez a leer el cuerpo,
aprendí ambos caminos. El primero era acerca de qué puede decirnos cada parte del
cuerpo. Aprendí mayormente leyendo los libros de Alexander Lowen. Aprendí aprendiendo
acerca de qué es lo que significaba el cuerpo, parte por parte. Este punto de vista implica
entender a través de un conocimiento especial. Una autoridad con conocimiento especial, lo
imparte a los demás, a través de libros, lecturas y ejemplos. Este camino es el del hemisferio
izquierdo del cerebro y es racional y se siente como el recibir algo de afuera.
Esa es la primera forma en que aprendí. Aprendí que la estructura del cuerpo, la postura y
las varias partes del cuerpo y los rasgos, todos tienen un significado. Simplemente aprendí
esos significados y practiqué viendo a las personas teniendo en mente esos significados.
Parecía que no necesitaba nada más. Simplemente memorizar la lista y entender las
razones por las cuales cada parte significa lo que significa. Y así podía leer cuerpos. Era
muy analítico, fijo y lineal. No había nada acerca del inconsciente y del observador, nada
acerca de los estados de consciencia o sentimientos. Es una lista de qué es lo que cada
cosa significa. En teoría, cualquier persona lo podría aprender y usarlo. No se trataba de
intenciones, relaciones o talentos especiales.
Aprendí una segunda manera de leer los cuerpos estudiando un tiempo directamente con
John Pierrakos. El es famoso por leer los cuerpos (incluyendo el aura). Hice diapositivas de
mis clientes y se las llevaba a John. Nos sentábamos juntos, le mostraba una diapositiva y el
comentaba. El diría cosas como "los pozas de estancamiento". Esto no pertenecía a ninguna
lista que yo conociera. Ese era el inconsciente de John hablando. El podía abrirse y resonar
con la persona en la pantalla. Los temas más profundos de la personas y su historia
emocional hablaban a John directamente. Yo conocía a estas personas. Los conocía por
largas horas de terapia. Sabía que algo en John, algo intuitivo, se estaba conectando. Eso
era su manera. Aprendí simplemente observándolo. Me enseño que había muchas más
cosas que aprender que no estaban en la lista. El había aprendido a ver a las personas
directamente. El podía haber hecho la lista de partes cuando quisiera. No necesitaba
hacerlo.
El trabajo de John no era un conocimiento especial, sino una conexión especial con sus
dones del inconsciente. El había desarrollado algo ahí en su interior, cada uno de nosotros
puede desarrollar sus propios dones. Para hacerlo, debemos conectarnos con la parte de
nuestra mente de la cual no somos usualmente conscientes. Tenemos que aprender una
nueva manera de estar con nosotros mismos. Esta nueva manera invita a la participación
del inconsciente. Involucra una manera diferente de aprender y crea destrezas diferentes. La
lectura del cuerpo es sólo una parte pequeña. Una sabiduría interna debe informar a nuestro
trabajo. Esa sabiduría te dice a qué velocidad ir, y en qué momento hablar y en cuál
permanecer en silencio. Guía el proceso curativo. Construye destrezas, pero no sólo eso,
sino una manera de ser saludable y amorosa.
Unas cuantas palabras más acerca de la conexión con tu inconsciente: ¿cómo es que John
Pierrakos puede hacer estas cosas y tu no? ¿Porqué esta habilidad natural no es operativa
para ti ahora? ¿Es algo que no lograste desarrollar, o algo que las figuras parentales te
convencieron que no debías desarrollar? ¿Había algo mal con ello? Cuando exploro estos
temas con los estudiantes, encontramos tabúes culturales y familiares acerca de conocerse,
verse y estar genuinamente entre nosotros. Hay estilos familiares que desestimulan la
intuición y las conexiones directas. Hay un sesgo cultural que nos lleva a desdeñar y a
subvertir nuestros talentos para la intuición. Tal vez sabías cómo hacerlo y lo pusiste de lado,
aceptando los tabúes en su contra y la desconfianza general y poca valoración que recibía.
Tal vez aprendiste toda otra manera diferente de hacer las cosas, una manera activa, física
de hacerlo, lleno de competencia, y de esfuerzos y de inteligentes discusiones. O tal vez, sin
mucho apoyo, simplemente no sabías cómo hacerlo.
59
Al tratar de conectarse con ellas mismas y otras personas, la mayoría simplemente hace
demasiado esfuerzo. Si tienen alguna dificultad al principio, se confunden y frustran y
comienzan a hacer esfuerzos y a luchar. Parecen decirse a sí mismas: "yo debería poder
hacer esto, si hago suficiente esfuerzo por hacerlo, lo voy a lograr". Es como si estuvieran
levantando pesas. Es como si las mentes no tuvieran realidad o influencia, y toda la realidad
fuera un material pesado. En lugar de relajarse y esperar, viendo donde quiere ir el proceso,
se hacen cargo y tratan de manejarlo demasiado fuertemente. El inconsciente de la cliente
es probablemente muy sensible a eso. La mayoría de las personas han trabajado duramente
para lograr la libertad y autonomía de la que disfrutan. Ellas se ponen en guardia cuando
alguien las desafía o las amenaza. Si la terapeuta trata demasiado o por demasiado tiempo,
algo en ellas se escapa o no se muestra nunca. La cliente y la terapeuta podrían continuar,
podrían hacer los movimientos de quien está en terapia, pero ya no es sino una retórica
vacía. La cooperación del inconsciente ha cesado.
La relación curativa es especial. Cuando uno ha entrado en una, eso se siente. Hay una
increíble delicadeza que uno no se atreve a perturbar. Hay una conexión con uno mismo que
nos permite relajarnos, sentir curiosidad y esperar. Aparecen intuiciones fácilmente que
contribuyen poderosamente al trabajo. Hay una calidez y amistad a la base. Hay un estado
de vigilia básico que informa tanto a la terapeuta como a la cliente. No existe diferencia entre
el curador y el curado. Ambos forman parte de algo más grande que está ocurriendo. Ambos
lo sienten. Ambos son curados.
60
SECCION 2 EL PROCESO
Lo fácil es lo correcto.
Comienza bien y lo sentirás fácil.
Continúa fácilmente
y estarás en lo correcto.
Chuang Tzu
5. El Proceso Esencial
6. Contacto, Seguimiento y Plenitud de Consciencia
7. Sondas y Reconocimiento
8. Hacerse Cargo y Pequeños Experimentos
9 Accesar, Profundizar y Transitar al Procesamiento
10. Trabajando con emociones fuertes: Sorteando los Rápidos.
11. Trabajando con la Niña
12. Buscando Significados
13. Transformación, Integración y Terminación.
5. EL PROCESO ESENCIAL
UNA EXPRESION DE LOS PRINCIPIOS
Lo que hace que la terapia HAKOMI sea única es que es una expresión de los principios. Es
sólo una de las muchas posibles formas de expresión de estos. Otras terapias usan la
consciencia. ES como usar el estado de plenitud de consciencia, aunque la consciencia no
es definida tan específicamente. Hay otras terapias que son humanistas, dan apoyo y no son
autoritarias. Pero no es como la no-violencia de la manera como nosotros la utilizamos. Es
muy parecido, pero se ubican en modelos que no asumen los principios en su conjunto. Es
esta manera de asumir los principios en su conjunto lo que le da al Hakomi sus verdaderas
raíces y piso. El uso de los principios como guías, la plenitud de consciencia como
herramienta terapéutica y la no-violencia como actitud emocional básica de la terapeuta, es
lo que hacen de Hakomi algo único. Nuestro método es el de la evocación de experiencias
en estado de plenitud de consciencia. No conozco ninguna otra terapia que use este método
en particular. Pero sí se siente. Hay personas que se me acercan después de algunos
talleres y me dicen que sienten una afinidad inmediata con el trabajo. Sintieron
inmediatamente que era lo correcto para ellas, como si lo hubieran esperado. La relación
está ahí. Creo que Hakomi simplemente expresa lo que muchas personas que enseñan,
crían o curan ya sienten, pero no han encontrado las palabras exactas para describirlo o el
método exacto que aplicar.
El proceso esencial es el marco que usa el método de las experiencias evocadas (Cuadro 1).
El proceso mismo se enmarca en la relación curativa y ésta a su vez en los principios. En le
marco del proceso hacemos tres cosas importantes: establecemos el estado de plenitud de
consciencia; evocamos experiencias de diferentes tipos; y procesamos las experiencias
evocadas de tres maneras diferentes según los estados. Veamos el contexto más amplio
primero. Para establecer la plenitud de consciencia se necesitan una sensación de seguridad
y una actitud de cooperación. La seguridad es necesaria para relajar las "defensas" y para
permitir que ocurra el estado abierto, vulnerable y sensible que es la plenitud de consciencia.
La cooperación es necesaria para poder participar en el proceso en curso. La cooperación
es tanto consciente como inconsciente; pero lo que más queremos y buscamos es la
61
cooperación del inconsciente. La logramos si es que nos mantenemos fieles a los principios
y si comprendemos a la cliente. Una vez logradas, la seguridad y la cooperación constituyen
el escenario necesario para establecer y utilizar la plenitud de consciencia.
sentimientos imágenes
Las experiencias evocadas en estado de plenitud de consciencia son diferentes a las de las
experiencias ordinarias de varias formas. No son forzadas, son automáticas y espontáneas y
por lo tanto reflejan los hábitos y la naturaleza de los organizadores centrales o nucleares
(modos típicos de organizar experiencias). También son impredecibles y por lo mismo
informativas, interesantes de modo natural y suelen ser significativas. Podemos observar
conexiones entre los estímulos evocadores y las reacciones experimentadas. Una segunda
ventaja para la terapia es que las experiencias evocadas en estado de plenitud de
consciencia son claramente responsabilidad de la cliente. No se culpa a la terapeuta por
evocar una experiencia particular. La cliente no se siente "atrapada". La plenitud de
consciencia permite a la cliente darse cuenta que ella, a un nivel profundo, crea sus
reacciones particulares. Por supuesto que el modo cómo la terapeuta se mueve en la
evocación de experiencias debe ser incuestionablemente no-violenta.
Los modos como evocamos experiencias son múltiples: sondas de diverso tipo - verbales,
táctiles y visuales - reconocimientos, haciéndonos cargo, y haciendo pequeños
experimentos. Las técnicas son de poca utilidad si no existe el entrenamiento y destrezas
para usarlas. La evocación depende mucho más del estado de ánimo de la cliente y de la
relación entre la cliente y la terapeuta que de la técnica. Trabajamos con ocho tipos
62
diferentes de experiencias evocadas: imágenes, pensamientos, sentimientos, (desde los
suaves hasta los abrumadores), sensaciones, recuerdos, impulsos, tensiones y la niña.
Cuando los sentimientos abruman a la cliente trabajamos con eso como una etapa del
procesamiento. Cuando evocamos a la niña, eso es también un estado de consciencia y en
ese estado la "niña" también está teniendo experiencias de cierto tipo, un sentimiento, una
sensación, etc. Podemos comenzar a trabajar con la niña.
LA TRANSICION AL PROCESAMIENTO
Las experiencias evocadas son la materia prima del procesamiento. La transición al
procesamiento es el próximo paso, una vez que se han evocado experiencias significativas.
El método básico para hacer está transición es: encontrar el camino para permanecer en la
experiencia lo suficiente como para que esta se desarrolle hacia uno de los estados de
procesamiento. Permanecer más tiempo de lo usual en la experiencia puede ser una
cuestión de unos segundos más o un minuto o algo más. Algunas de las maneras de
permanecer más tiempo con la experiencia son: simplemente esperar sin interferir y ver que
la cliente permanezca en ella espontáneamente; o, si hay cierta confusión o incertidumbre,
aclarar algo (tal vez repitiendo el proceso evocador); o formular algunas preguntas
profundizados, es decir preguntas directas acerca de la experiencia misma. Podemos
también hacer la transición poniendo en uso métodos de acceso para establecer
directamente uno de los estados de procesamiento, por ejemplo hablando a la niña o
buscando significados. Cada uno de estos métodos será estudiado posteriormente. Las
63
técnicas como hacerse cargo, hacer sondas y hacer pequeños experimentos se usan para
lograr transiciones.
El estado "niña" o las emociones fuertes pueden aparecer en cualquier momento. Cuando
aparecen tienen prioridad. De modo que aún cuando la búsqueda de significados aparezca
en la mayor parte de los casos como un objetivo, las emociones y la "niña" aparecen mucho
más frecuentemente. Además, todos estos estados pueden cambiar durante el
procesamiento. Por ejemplo, en el curso de la búsqueda de significados, pueden surgir
emociones fuertes seguidas del procesamiento "en los rápidos" por un período para regresar
finalmente al significado.
Para las emociones fuertes (o sorteando los rápidos): apoyar el comportamiento espontáneo.
Nos referimos aquí a las tensiones y posturas espontáneas que la cliente usa para manejar
sus emociones. Las apoyamos usualmente haciéndonos cargo.
Para la niña usamos un método llamado "la terapeuta como maga forastera".
Los objetivos de este procesamiento son: liberación emocional, comprensión y cambio en los
organizadores básicos de la experiencia. Una manera de alcanzar esos fines es crear una
experiencia que quiere ocurrir, una experiencia que no pudo ocurrir porque los organizadores
básicos no lo permitían. Esa experiencia ocurre frecuentemente al sortear los rápidos o con
la niña, progresa a través de los significados a una nueva experiencia y termina con
sentimientos profundos de satisfacción, alivio y placer. Se acompaña de introvisiones
(insights) y de la comprensión nueva. El proceso continúa entonces a etapas de integración y
completamiento.
64
EL MEJOR LIDER
A algunas personas no les importa que la terapeuta les dé directivas. Quieren que se les dé
instrucciones y sugerencias. La terapia es más fácil para ellos de esa manera. El modelo que
tenemos para la terapia y la curación aúpa la postura de "resolver problemas", en la que la
cliente presenta un problema y la terapeuta los resuelve mediante preguntas, tests, consejos
y procedimientos. Este modelo funciona muy bien para muchas situaciones, como por
ejemplo para brazos rotos, pero no para corazones rotos (si me permiten una pequeña
libertad poética).. Cuando se trabaja con sentimientos profundos y recuerdos dolorosos, para
trabajar con la niña interno, herido, vulnerable y asustado, los tests, preguntas, consejos y
procedimientos tienen muy poco valor.
Para esto se necesita paciencia para esperar y sabiduría para ser guiado por lo que el otro
está mostrando. Cuando alguien se abre y acepta su vulnerabilidad, Cuando el otro está
abierto y vulnerable no puede determinarse lo que va a ocurrir más adelante. Lo que se
despliega en esas situaciones es fuertemente influenciado por las condiciones que
prevalecen en el momento mismo de ocurrir el despliege. Esa libertad no está presente todo
el tiempo. La libertad de cambiar el nivel de identidad, de cambiar lo que uno es, ocurre rara
vez, en momentos muy especiales. Esos momentos se hacen posibles, en parte, por alguna
cualidad de la terapeuta. Sobretodo: la terapeuta es extremadamente sensible a lo que está
ocurriendo en la experiencia del otro, especialmente las señales que indican adonde quiere ir
el proceso que nunca ha recorrido antes. No todos los procesos son vívidos como eso.
Algunos son automáticos, llenos de actos automáticos, plenamente inconscientes. En
algunos la elección consciente se ve abrumada por los sentimientos. En otros el fluir de los
eventos es detenido por tener demasiado miedo. Cuando uno mantiene el control, es
abrumado, se conduce de la manera habitual o de manera inconsciente, los procesos no
contienen nada nuevo; no hay sentimientos nuevos, experiencias nuevas, introvisiones
nuevas ni aprendizaje. No van a crear así cambios profundos. Para eso se necesita que
ocurra algo diferente. La terapia debe llegar a un momento de elección real, sentida y
deliberada. Para que la cliente tome decisiones reales, la terapeuta debe seguir, no dirigir. El
desenvolvimiento de los eventos debe ser consciente y dirigida por los niveles más
profundos del ser de la cliente. Toda dirección en este caso es interferencia.
65
EL FLUJO DEL PROCESO
ANTES DE ENTRAR EN EL PROCESO
* Las cosas a las que damos seguimiento son: experiencia actual, contenido, estilo,
conducta sistemática, patrones de interacción y señales del inconsciente.
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PROCESAMIENTO ESPECIFICO SEGUN ESTADOS
GUIAS
Obtener palabras
que correspondan BUSCAR SIGNI-
a las experiencias FICADOS Y
y/o profundizar MATERIAL NU-
sentimientos y CLEAR
aclarar memorias.
Hacer el seguimiento de
cómo la otra llega a su TERMINACIÓN
finalización espontáneamente
y usar técnicas de terminación
cuando sean necesarias.
67
6. CONTACTO, SEGUIMIENTO Y ESTABLECIMIENTO DEL ESTADO DE
PLENITUD DE CONSCIENCIA
INTRODUCCION
El establecer contacto y hacer seguimiento son tanto destrezas como tareas básicas. En
tanto destrezas son necesarias durante todo el proceso. Como tareas son especialmente
importantes al principio, cuando uno busca crear una relación curativa. Al igual que todo en
la terapia HAKOMI, son también expresión de los principios.
El seguimiento es la habilidad para seguir el flujo de las experiencias actuales del otro. Es el
ver y escuchar constante para mantenerse en contacto con lo que está ocurriendo con el
otro. Requiere tener la capacidad de ir más allá de propio yo y de permanecer
constantemente con lo que el otro está sintiendo y haciendo. Es una lectura constante de
señales, como quien está rastreando un animal en el bosque. Es el enlazarse y permanecer
en contacto con un objetivo, como cuando se sigue a un avión con un radar. Es una manera
de estar con alguien, una actitud de interés y curiosidad. No es el contenido de la historia del
otro. No es el resolver problemas, ni el figurarse quién es esa otra persona. Es mucho más
sencillo que eso. La terapia no puede funcionar sin eso.
El contacto tiene varios niveles: es la tarea de crear una conexión, como cuando uno se
"pone en contacto"; y es la tarea de mantener esa conexión, como cuando uno se "mantiene
en contacto", y las destrezas con lo que se hace esto; y, a nivel de la técnica, es la
"afirmación de contacto". La relación curativa es mucho más que simplemente ponerse en
contacto y mantenerse en contacto. Sin embargo la relación necesita que se manejen esas
tareas. Las tareas a su vez requieren destrezas para ser llevadas a cabo. Una de esas
destrezas es la habilidad para crear y usar afirmaciones de contacto. Estar en contacto es
algo por lo cual trabajamos y buscamos crear. Por analogía podemos imaginarnos recibiendo
y enviando mensajes en ambas direcciones. Si estamos bien en contacto, los mensajes
fluyen fácilmente. Yo sé que estás recibiendo mis mensajes y tú sabes que estoy recibiendo
tus mensajes. La comunicación viaja alegremente entre nosotros. Cuando el contacto falla
(como cuando hay estática en la línea), tenemos que repetir lo que decimos. Las palabras
son mal interpretadas. La comprensión se vuelve difícil. Cuando en una sesión de terapia
uno ve cosas como afirmaciones repetidas y mal entendidas, podemos estar seguros que el
proceso no va a progresar hasta que mejore el contacto. Por otro lado, en la medida en que
nos volvemos más diestros en el seguimiento y en la formulación de afirmaciones de
contacto, la comunicación mejora dramáticamente. Cuando se ha madurado esas
habilidades plenamente la buena comunicación está casi garantizada.
El establecimiento de un estado de plenitud de consciencia es una tarea básica y esencial
para el fluir del proceso. Depende en gran medida de que se pueda hacer un buen
seguimiento y de lograr el contacto. También requiere tener la habilidad para comunicarse
con alguien en un estado de consciencia no ordinario y la capacidad para comunicar al otro
la sensación de ese estado. Esto se logra estando uno mismo al menos cerca del estado de
plenitud de consciencia y transmitiendo ello a través de cambios de ritmo, tono de voz,
modos de hablar y tipo de palabras elegidas al hablar. A veces se usan también imágenes.
CONTACTO
He aquí un ejemplo simple de cómo crear una conexión.: estoy trabajando en un centro para
crisis y entra una mujer. Está hablando rápidamente. Se vé y suena ansiosa. Estoy sentado
en mi escritorio y ella se sienta en la silla al costado y está hablando sin parar acerca de los
callos en las calles y los niños que están ahí jugando y que la calle debería ser cerrada y
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transformada en una calle para jugar, etc., etc. Una frase larga. No me mira nunca. Mira al
piso. No parece estar interesada en que le responda. Sigue hablando como si estuviera
hablándose a sí misma. Después de un buen rato se detiene a respirar. En ese momento me
inclino un poco hacia ella y le digo claramente "da miedo, ¿no?". Ella me mira a los ojos
hasta que algo en su interior se siente satisfecho, y luego me responde suavemente "si,
estoy asustada". Bueno, ahora se ha logrado una conversación de a dos. Ahora me está
hablando a mí y yo a ella. Hemos hecho contacto.
Para crear una conexión la persona que cumple el rol de terapeuta muestra comprensión. Al
principio eso significa muchas veces el seguir los detalles y sentir la importancia de la
historia de la cliente. Pero hay un problema aquí. Si demostramos demasiado
frecuentemente que estamos siguiendo la historia, la cliente va a asumir que lo que nos
interesa es la historia y no ella. De esa manera uno va a recolectar mucha historia, pero es
poco probable que la cliente profundice mucho su experiencia. Para ello es necesario que
terapeuta y cliente focalicen su atención sobre la experiencia y esta sólo ocurre en el
presente. De modo que es mucho más efectivo si la terapeuta demuestra su comprensión
demostrando que está en contacto con lo que la cliente hace o siente en ese momento. Para
ambas cosas, seguir el hilo de la historia y seguir el hilo de la experiencia presente, la
terapeuta ayuda a la cliente a que se sienta escuchada y comprendida. La comprensión
debe ser demostrada. No basta decir "entiendo" ni repetir "aja". La conexión se hace también
al hacer sentir a la cliente que éste es su tiempo. Eso se hace mayormente al esperar.
Mientras la cliente habla, la terapeuta escucha y observa, esperando pacientemente que la
cliente termine y haga una señal de que está lista para que la terapeuta diga algo. Luego,
cuando la cliente está escuchando así, la terapeuta puede ofrecer una declaración de
contacto.
Mantenerse en contacto
La mayor parte de lo que ocurre en nuestra experiencia pasa únicamente por nuestra
memoria de corto plazo. Puede perderse e un instante, mientras pasan rápidamente
nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones. La experiencia presente dura muy
poco; si cambia un estado de ánimo o un sentimiento, puede estar disponible a la
consciencia únicamente por unos segundos. Luego, al igual que ocurre con los sueños que
hemos tenido anoche, se pierde para siempre.. Si uno quiere focalizar la atención sobre algo
en particular, uno debe crear una declaración de contacto y usarla mientras ocurre la
experiencia o en el plazo de unos tres a cuatro segundos antes de que comience a
desvanecerse. Yo estaba manejando hacia Alburquerque con una amiga que había estado
estudiando aikido ya durante seis o siete años. Estaba muy bien y relajada cuando
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repentinamente se escuchó un ruido muy fuerte detrás de nosotros y hacia la izquierda.
Como respuesta, ella simplemente llevó su manos izquierda hacia su abdomen, lo sostuvo,
con la palma hacia abajo y sin apurarse volteó todo su cuerpo hacia adonde venía el ruido.
El movimiento tomó menos de cinco segundos. Era grácil y contenido, un bello ejemplo de
cómo voltear para hacer frente a lo que está viniendo, llamado "irimi" en Aikido. Observé
fascinado. No le hablé por unos treinta segundos. Luego le pregunté si sabía lo que había
hecho como respuesta al ruido. No podía recordarlo. Había estado atenta a la conversación
que estábamos desarrollando y no había seguido sus propios y hermosos movimientos. En
ellos estaban incorporado años de entrenamiento y se habían convertido en hábito. Si en el
primer momento le hubiera dicho "Haces Aikido, ¿no?", todo hubiera inundado su
consciencia, probablemente con una sonrisa de auto-reconocimiento. El contacto se
establece aproximándose rápido pero lentamente. El sentimiento es relajado y cómodo, pero
la oportunidad es crítica.
Una vez creado el contacto, la terapeuta lo sostiene al mantenerse sintonizada con las
necesidades y cadencia de la cliente y haciéndolo evidente. Por ejemplo, dejando que la
cliente hable hasta recibir aquel mensaje codificado de algún tipo, por lo general una mirada,
que le da la señal de que está bien que hable. O manteniéndose en silencio mientras la
cliente está metida en sí misma, en su interior, haciendo algo, como pensar, recordar o lo
que sea. O la terapeuta hace uso de afirmaciones de contacto que demuestran que está
consciente, paso a paso, de los cambios que está sufriendo la cliente. Por ejemplo cuando la
cliente comienza a sentir algo como tristeza o placer. En esos momentos de transición, de un
sentimiento a otro o de una actividad a otra, pueden ofrecerse afirmaciones de contacto. Aún
cuando la cliente no haga ningún comentario acerca de esas declaraciones de contacto, e
incluso si no se da cuenta de alguno de ellos, ellos tienen un gran efecto sobre el desarrollo
del proceso. La sensibilidad para con el ritmo y las transiciones sigue siendo central para
mantenerse en contacto. El número de afirmaciones de contacto no necesita ser grande. Si
la conexión se ha hecho y se ha mantenido, son necesarias menos declaraciones de
contacto para que este continúe.
El Contacto y el Flujo del Proceso
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ninguna dirección, por lo que no evoca resistencia. Sin embargo el establecer contacto
influye sobre lo que ocurre. Cuando se hace una afirmación de contacto acerca de la
tristeza, se está diciendo, en efecto: "me doy cuenta que estás triste y eso me concierne". El
silencio posterior dice: "estoy escuchando, si es que quieres seguir con esto más allá".
Hacemos el comentario y dejamos espacio a la cliente para que vaya a donde quiera con
ello. Ayuda a crear una cooperación y hace de la terapia un proceso de dos vías. Permite
transformarse a la terapeuta en parte del mundo de la cliente, entrar y participar, sin crear
una batalla por el control. El control en última instancia pertenece a la cliente.
El contacto mueve el proceso al demostrar que hemos entendido lo que está siendo
expresado. Al igual que en una conversación ordinaria, el demostrar comprensión permite a
quien habla continuar con lo siguiente que quiere abordar. Si uno no comprendió bien, la
persona que habla tratará de comunicar lo mismo nuevamente, tal vez de forma distinta. O el
que habla simplemente puede renunciar, cambiando el tema o yéndose. En terapia todo el
proceso, necesita moverse, desde la relación, a la plenitud de consciencia, a la experiencia,
al procesamiento, a la experiencia que quiere ocurrir. La experiencia necesita pasar de
querer que se hable de ella, a ser sentida, a ser estudiada, a ser expresada, a ser
comprendida. Una declaración de contacto como "triste ¿eh?", podría ser todo lo que se
necesita para permitir que un momento de leve tristeza se convierta en un sentimiento fuerte
y en una expresión libre. Al mostrar que uno sabe que hay tristeza (o lo que sea), y al
aceptarla, uno facilita el espacio que necesita para que ocurra. Algunas personas,
especialmente los que se sienten incomprendidos, se sienten tocados y reconfortados por
una buena afirmación de contacto. Ese es un tercer objetivo de la declaración de contacto.
permite que la cliente sepa que no está sola, que alguien está presente y ese alguien puede
ser una ayuda para manejar la situación.
Metaniveles
Hay dos aspectos relacionados con la interacción global entre la cliente y la terapeuta:
contenido y forma. El contenido usualmente permanece como una figura, mientras que la
forma es parte de la tierra. Del contenido uno recibe la historia de la cliente. Nos habla de sí
misma. Al escuchar la historia, uno puede formarse algunas ideas acerca de lo que está
ocurriendo a niveles más profundos, el tipo de infancia que ha tenido la cliente, qué patrones
caracterológicos se están expresando. En las primeras etapas de una sesión, uno puede
escuchar la historia sin interferir, estableciendo algunos puntos de interés. Al tiempo que uno
se interesa por la calidad de su voz, estructura corporal, expresiones faciales y postura, uno
aprende algo acerca de sus ideas, supuestos, creencias y acerca de los eventos de su vida.
Aunque el contenido es importante, la forma de interacción tiene mucho más influencia sobre
el curso de la terapia.
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pequeños gestos y ocurrencias extraverbales que controlan el flujo de la comunicación y
hacen comentarios silenciosos acerca de lo que pensamos acerca de lo cada uno es, y qué
tipo de relación estamos teniendo.
Indicar que uno escucha uno valida a la otra persona. Le estás diciendo con tu atención que
reconoces la realidad de su experiencia, que estás dispuesta a darle espacio para que
averigüe todo acerca de sí misma ofreciéndote esas partes. No estás descontando ni
ignorando esas partes como muy probablemente hicieron otros. Al devolver algo acerca de
los estados de ánimo, sentimientos, y experiencias de la otra persona, estás dándole la
calidad de materiales a discutir, y al mismo tiempo reconociendo conjuntamente su realidad.
Si dices, de manera no juzgante y sin interrumpir el ritmo de presentación de la otra persona:
"me pareces un poco nerviosa", estás reconociendo la realidad de sus sentimientos, estás
diciendo que está bien que los tenga y que está bien hablar de ellos. Muchas veces es
necesario hacer saber que está bien que se hable abiertamente de lo que se necesita hablar,
que está bien que se tengan sentimientos, sean estos lo que sean. Al permitirnos seguir lo
que ocurre con la persona que acompañamos, sea lo que sea lo que ocurra, al dejarla ser lo
que es, al darle apoyo cuando toma el liderazgo, si así lo desea, uno la ayuda a aprender a
manejar su propio proceso. De modo que permite esté bien aquello que está ocurriendo a
esa persona en el momento, sea lo que sea. Si están en silencio, dale encuentro a su
silencio. "Es difícil hablar, ¿verdad?" Esa es el tipo de respuesta que hará que para sea más
fácil hablar después. Tu deseo de "hacer algo" puede esperar. Dale el encuentro en el lugar
donde está. Es como si la visitaras en casa.
Las terapeutas efectivas (y las líderes de grupo exitosas) saben cómo llegar al lugar donde
hay movimiento y excitación. El nivel de excitación que muestra la cliente es una de las
cosas que registran habitualmente las terapeutas con experiencia. Los temas muy cargados
reciben atención especial. Al establecer ese contacto, el proceso se mueve en la dirección
del trabajo que necesita hacerse. La terapeuta puede esperar a que se haga presente la
excitación, antes de mostrar interés tal vez con una declaración de contacto. Como dice Fritz
Perls "la emergencia emerge". El nivel de excitación disponible se usa simplemente
focalizando la atención en él cuando aparece. Una manera fácil de establecer contacto con
el inconsciente es el contactar temas cargados antes de que sean siquiera mencionados.
Una declaración como: "tomate todo el tiempo que necesites", cuando es ofrecida a alguien
que siempre ha sido presionada y apurada, usualmente evocará un interés inmediato.
72
Afirmaciones de contacto
Cuando la terapeuta ofrece una afirmación simple, directa acerca de la experiencia actual de
la cliente, sin interpretar, eso es una declaración de contacto. Algo así como "triste, ¿eh?",
cuando la cliente comienza a dar muestras de cierta tristeza. Como ya lo hemos analizado,
esa afirmación de contacto puede ser acerca del contenido o de la experiencia actual.
sorpresa te sorprende …?
Hemos observado que a veces una afirmación de contacto puede referirse a algo de lo que
la cliente ya es consciente, a veces algo que está justo en el umbral de la consciencia. He
aquí un ejemplo relacionado con algo que ocurre en la periferia de la consciencia: digamos
que la cliente está muy movilizada emocionalmente por algo que ocurrió la semana pasada.
En lugar de decir "¡Oh, eso debe haber sido muy duro para tí!", afirmación que se quedaría
en el pasado, uno puede ponerse en contacto con la experiencia presente: "Eso te moviliza
mucho, ¿eh? o "Eso mueve muchísimo tus sentimientos, ¿verdad?" Lo que significa decir:
"me doy cuenta que estás experimentando sentimientos muy fuertes ahora mismo,
focalicemos nuestra atención hacia ellos". O, digamos que la cliente está teniendo
dificultades para encontrar las palabras para decir algo. "Difícil hablar ¿eh?" Esas
declaraciones de contacto se dirigen a algo que está ocurriendo en el presente pero que no
es discutido.
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Las afirmaciones contactantes son breves y simples. De esa manera se evita sacar a la
cliente de su proceso. Son también fáciles de crear y tienen más probabilidades de
comunicarse directamente con el inconsciente. Las experiencias son, por lo general, asuntos
de una palabra, palabras como tristeza, rabia, confusión, dolor. Aún cuando sean simples y
cortas, las afirmaciones de contacto pueden ser sutiles e intuitivas. También pueden facilitar
grandes saltos entre lo que se está diciendo y lo que significa. Una afirmación como "se
siente abandonada ¿eh?", puede parecer que sale de la nada y ser sin embargo
exactamente lo que el otro está sintiendo.
Las afirmaciones de contacto pueden referirse también a temas de poco riesgo y ser
totalmente obvias, y ser, no obstante, muy efectivas. Cuando la cliente está en su interior
trabajando, sin hablar (y se detiene y deja espacio a la terapeuta para hablar), esta puede
decir algo muy simple como "está pasando algo, ¿no?". Y la cliente comienza a hablar
acerca de ellos. Simple pero funciona. Mantiene al proceso en movimiento y en la dirección
en que quiere seguir.
La afirmación de contacto debe ser ofrecida de tal manera que haga posible que la cliente
exprese su desacuerdo. No buscamos, por supuesto el desacuerdo; cuando ocurre muy a
menudo perturba la comunicación y puede arruinar la cooperación con el inconsciente.
Cuando uno hace contacto no inicia una discusión acerca de quién tiene la razón. ¿De quién
es la experiencia después de todo? La cliente tiene automáticamente la razón. Incluso
cuando estás segura que tienes la razón y hay lágrimas que salen de sus ojos, si dice "no,
no estoy triste" no hay discusión. (Lao Tse dice que es mejor retroceder una milla que ganar
una pulgada). Es preferible ganar la cooperación y crear seguridad que ganar un argumento
estúpido y menor en el camino. De modo que la terapeuta debe estar dispuesta a estar
equivocada y debe hacer que eso sea evidente en la misma afirmación de contacto que
ofrece. No puede decir "puedo estar equivocada" todo el tiempo. Eso tiene que ser parte del
modo como se ofrece la afirmación. Y tiene que ocurrir de una manera consistente, con cada
afirmación. Esto significa que debe ser parte de la actitud inconsciente de la terapeuta. Si no
es así, las afirmaciones de contacto no funcionan bien. No puede ser una pregunta tampoco.
La pregunta, incluso con el sólo tono de voz, demuestra que la terapeuta no sabe algo, no
está en contacto. Puede demostrar interés e incluso que le importa, pero no transmite que
uno está siguiendo lo que ocurre, como en "te estoy siguiendo en lo que dices". Si
demuestro eso, ella continúa. Si demuestro que necesito más información, ella comienza en
cierta forma a trabajar para mi. Y entonces el proceso se estanca. Por último, ¿de quién es
el proceso? Si uno hace muchas preguntas, la cliente espera que venga la próxima pregunta,
y la próxima, como en una entrevista, y no se despliega nada espontáneo. El contacto tiene
que ver con el movilizar el proceso hacia adelante. Las preguntas invitan a pensar y a tomar
distancia, las afirmaciones de contacto invitan a la experiencia y a la intimidad.
SEGUIMIENTO
....es buscar las señales de las experiencias actuales del otro, como el humedecimiento de
sus ojos, toda suerte de expresiones faciales, tono de voz, gestos (grandes y pequeños
gestos, pero sobretodo los pequeños), cambios de postura, movimientos, tipo de
movimientos y de voz. Son las señales de la experiencia del otro. Aprendemos a leerlas e
incluso las leemos continuamente durante la sesión de terapia. Eso es SEGUIMIENTO. Las
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señales pueden ser muy sutiles. En la conversación ordinaria perdemos la mayor parte de
las señales, o las procesamos inconscientemente. Durante la terapia las señales constituyen
un lenguaje que la cliente usa constantemente y que la terapeuta escucha
permanentemente. Si no manejamos ese lenguaje de manera fluida es imposible hacer
buenas afirmaciones de contacto. El seguimiento es un darse cuenta de (seguir) todas las
cosas pequeñas que ocurren mientras alguien habla, especialmente las que no son
habladas. Significa saber cómo leerlas en tanto claves de la experiencia presente y de los
significados que vive la persona que habla. Hay una enorme cantidad de información
sumamente útil en las cosas que ocurren fuera del lenguaje hablado. Eso lo podríamos
consultar con cualquier buen jugador de poker. Esas señales externas son un comentario
acerca de cómo se siente el que habla acerca de lo que está hablando. Expresan en un
lenguaje corporal lo que no se está expresando en palabras. Más que señales de la
experiencia actual, son expresiones directas del inconsciente. La terapeuta tiene estas dos
tareas paralelas: estar en el mundo de la cliente de todas las formas usuales, y, a la vez,
estar fuera de ese mundo, capaz de verlo desde una perspectiva más amplia. El seguimiento
es un seguir continuo de la persona en su totalidad, consciente e inconsciente, y nunca
perder el contacto.
El seguimiento del inconsciente prepara el camino para contactarlo e interactuar con él a fin
de crear una relación curativa. Un ejemplo simple: una persona viene, se sienta y te das
cuenta que está tensa y nerviosa. Dices: "me imagino que esto es un poco amenazador para
ti, ¿verdad?" La persona podría en realidad haber estado pensando en qué iba a hablar, sin
estar consciente del nerviosismo del momento. Cuando le ofreces una afirmación de
contacto como la anterior, la persona toma consciencia de ello y sabe, tal vez sin pensarlo,
que estás consciente de lo que es su experiencia. Por lo general eso alivia. Usualmente.
Sobre todo si tu voz indica que simpatizas con lo que le está ocurriendo en ese momento.
Eso ayuda a crear una sensación de seguridad y da inicio a la comunicación significativa con
toda la persona. Por otro lado, si continuamente focalizas tu atención en el contenido de la
conversación sin darte cuenta qué es lo que está ocurriendo alrededor de esta, mostrándote
incapaz de ponerte en contacto con la experiencia y el sentimiento, el proceso se vuelve
fácilmente aburrido. El aburrimiento, por ser una indicación de inteligencia, es una señal de
que la terapeuta ha perdido la pista de lo que es verdaderamente interesante para él y para
el otro. Es una advertencia de que ha llegado el momento de salirse del sistema, a no ser
que nos quedemos dormidos pensando que estamos despiertos. La vivacidad de la terapia
se mantiene al hacer el seguimiento de lo que está ocurriendo. Una vez adquirida la maestría
acerca de esto, se convierte en una fuente inagotable de curiosidad y de increíble diversión.
La habilidad para hacer un seguimiento amplía la percepción de uno acerca de los umbrales
de la consciencia, de lo que se siente y es real y está ocurriendo, pero que no es hablado.
Aún.
Hay gestos, inflexiones de voz, y cambios de expresión facial a las que hacemos
seguimiento y que ocurren muy rápidamente. A veces en menos de medio segundo. Están
ahí todo el tiempo. No somos conscientes de ello la mayor parte del tiempo. Dada esta
tendencia natural a ser llevado por el trance de las palabras, la terapeuta debe desarrollar la
destreza del seguimiento. Usualmente eso toma tiempo. No es que sea muy difícil. Lo que es
difícil es recordar que uno necesita hacerlo. Se parece a la plenitud de consciencia en el
sentido de que es abierto y sensible y no está orientado a tareas. Si estamos siguiendo con
precisión la experiencia de la cliente podemos hacer buenas declaraciones de contacto. Y
con cada declaración que hacemos, con cada técnica que usamos, cada pequeño
experimento que hacemos, hacemos un seguimiento de las reacciones de la cliente a lo que
hemos hecho. Es un pequeño ciclo. Seguimiento, contacto, seguimiento de los efectos del
contacto. Cómo se condujo la cliente luego de que hicimos esto o lo otro. Contactar eso. Y
así sucesivamente. Como una rodamiento de bolas, suavizando el proceso, con la mínima
fricción, y con el mínimo esfuerzo. Ir a alguna parte haciendo seguimiento. Las terapeutas
que usan destrezas como las del seguimiento y el contacto son como exploradoras o
experimentalistas que hacen seguimiento de los detalles locales mientras buscan verdades
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más amplias. Como viajeros cuajados que se dirigen al polo, nuestros ojos miran a los perros
mientras nos dirigimos hacia el horizonte.
Seguimiento de estados de consciencia
Un estado de consciencia
76
consciencia. Tengo una idea de qué es lo que podría evocar una experiencia interesante y
significativa. No tiene sentido evocar una experiencia aburrida.
Tercero, espero que esa persona termine de decirme lo que tiene que decirme. Aún cuando
ya tengo una buena idea de qué hacer, quiero entender todo tan plenamente como sea
posible y quiero darle el tiempo de terminar. Cuando la cliente ha terminado de decirme lo
que quiere decirme, dejará de hablar y esperará a que yo haga el siguiente movimiento. La
cliente podría bajar de velocidad y también relajarse. También trabajo en la dirección de esa
menor velocidad y ese relajamiento y espero que ocurran. Cuando todo está en su lugar,
podría preguntar a mi cliente si quiere trabajar sobre lo que parece interesante.
Si está de acuerdo, le sugiero que se vuelque hacia adentro, tal vez que cierre sus ojos, se
relaje y advierta que ocurre cuando yo.... y hago una sonda o reconozco algo. No le pido
directamente que entre en un estado de plenitud de consciencia. Le pido que entre en sí
mismo diciéndole cosas como:
Hablo así por unos treinta segundos o más. No hablo de una manera normal, no uso el tono
y ritmo usual de conversación. Hago que el tono de mi voz, mi ritmo al hablar y las palabras
que uso, estén en armonía con el estado de consciencia que deseo evocar. También lo hago
cuando trabajo con la niña o cuando trabajo directamente con el inconsciente. Para estar en
armonía con el estado de plenitud de consciencia, bajo mi ritmo por lo menos a la mitad de lo
habitual. Uso un tono de voz suave, como si hablara a alguien que ya se encuentra en
estado de trance. Uso palabras precisas y simples y frases cortas. Al ponerme a tono con el
ritmo de la persona con quien trabajo, estoy observando constantemente cuán relajada y
volcada hacia adentro se encuentra. No sigo hablando así si es que veo que la cliente no es
receptiva y si no se mantiene tranquila. Cuando uno se encuentra en estado de plenitud de
consciencia, el cuerpo suele estar muy tranquilo y probablemente habrá alguno movimiento
en sus ojos, hacia arriba, hacia abajo, detrás de los párpados cerrados. Hago seguimiento
de estos movimientos y busco las señales de que la cliente está interesada y realmente
escuchando, como por ejemplo una leve inclinación de la cabeza.
Una vez que hemos establecido la plenitud de consciencia de esa manera, usamos técnicas
específicas para evocar las experiencias. Tratamos las técnicas más adelante. Por ahora, es
suficiente saber que en el uso de la técnica, la no-violencia es el principio básico. La
violencia destruye la plenitud de consciencia a cualquiera, salvo a las personas más
inusuales. Esperamos que incluso un espacio muy breve de plenitud de consciencia puede
hacer posibles experiencias significativas. Estas experiencias evocadas pueden ser usadas
para tener acceso a las emociones, al estado de niña o a las creencias básicas, memorias e
imágenes. O pueden ser profundizadas para estabilizarlas o para hacerlas más intensas.
Esa es la transición al procesamiento.
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7. EVOCACION PRIMERA PARTE: SONDAS Y RECONOCIMIENTO
Introducción
Hice mi primera sonda espontáneamente. Todo lo que decía mi cliente y el modo como
actuaba me decía que ella se sentía como una persona mala. Le pedí simplemente que me
escuchara y viera qué ocurría cuando dijera algo. Lo que tenía en mente era que se diera
cuenta de sus reacciones al escucharme diciéndole que era una persona buena. Quería
saber qué era lo bueno que iba a ocurrir. Nunca había dicho directamente que pensaba que
era una persona mala. Eso parecía un concepto de sí misma habitual, no directamente
expresado.
Hice de esto una pequeña producción. Le pedí que me mirara a los ojos, que se permitiera
estar abierta a mis palabras y que se diera cuenta cualquier cosa que ocurriera. Observé sus
ojos para ver cuando estaba en una actitud receptiva. Entonces le dije: "eres una buena
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persona". Lo dije lentamente y más o menos como si fuera simplemente afirmando un
hecho. No la estaba tratando de convencer. Simplemente ofrecía esa afirmación.
Ahora bien, en esa época estaba fuertemente bajo la influencia de la bioenergética.
Consideraba que la abreacción emocional era el objetivo primario de esta terapia y trabajaba
fuertemente para lograrlo, poniendo a las personas a veces en procesos físicamente
dolorosos. Tenía la idea de que la liberación emocional era muy difícil de lograr. Bueno,
cuando le dije a ella "eres una persona buena", ella estalló en lágrimas y lloró como no la
había visto antes hacerlo. Luego hablamos acerca de cómo ella se sentía una persona mala.
no me había dada cuenta aún que tenía en mis manos una nueva técnica. No use mi
segunda sonda en los siguientes seis meses. Las sondas no se convirtieron en una parte
consistentemente desarrollada de mi trabajo por otros dos años. (Si busco un antecedente a
las sondas podría ser lo más cercano el uso de las técnicas de asociación de palabras de
Jung, desarrolladas por Wilhelm Wundt). La siguiente sonda la ofrecí a una mujer que en su
primera sesión me dijo que era la mayor de diez hermanos, que tenía hijos de ella y que no
tenía pareja. Cubrimos esto en los primeros diez minutos. Pensé acerca de las cosas que le
hubiera gustado escuchar de sus padres cuando era una niña cuidando sus pequeños
hermanos y hermanas. La preparé de la misma manera que había usado con la primera
mujer, pidiéndole atención abierta y mirando en sus ojos como ventanas. (No vemos a los
ojos de las personas ahora. La mayoría de las personas prefieren mantener los ojos
cerrados durante las sondas). Le dije "quisiera que tú seas mi pequeñita". Eso es lo que me
pareció que nunca había sido: la pequeñita de alguien. Lloró, una y otra vez, el resto de la
sesión. Esta era una mujer fuerte que necesitaba ser fuerte. Hablamos cuando no lloraba y
se sentó en mis faldas y puso su cabeza en mi hombro. Sintió lo que le había faltado y nunca
había tenido: una necesidad de la que había estado huyendo, algo que había decidido en
algún momento que no lograría jamás. Yo esperaba que con su nueve consciencia de esto y
alguna experiencia de cómo se sentiría, trataría de lógralo otra vez en algún momento.
Me gustó lo que ocurrió. Ella sintió dolor, pero era el tipo de dolor cuando uno regresa a uno
mismo. Pensé que eso ayudaba a que el inconsciente se hiciera consciente. El resto de la
historia es nublado. Las sondas se convirtieron lentamente en parte de la manera como
hacía las cosas. Más tarde, cuando comencé a enseñar a las personas la teoría y técnica
parecían hechas la una para la otra y parecía que siempre había sido así. Eran, pero se
trataba de un matrimonio lento. Cuando me desperté y di cuenta de las conexiones, había
estado ocurriendo por una buen tiempo. Las otras técnicas, el hacerse cargo y el
reconocimiento, evolucionaron con igual lentitud. Hay mucho más acerca de esto más
adelante en este capítulo.
Me han inspirado personalmente varios grandes terapeutas. Ahora quisiera mencionar a dos:
a Albert Pesso y Moshe Feldenkrais. Hice talleres con ellos, leí sus libros y siento que sus
ideas y técnicas fueron de gran importancia para el desarrollo de las mías. Ambos,
Feldenkrais y Pesso, estudiaron la organización de la experiencia y ambos usan la plenitud
de consciencia a su manera. De Albert Pesso aprendí a experimentar y a permitir que la
cliente use su consciencia para descubrir el significado de su experiencia. Aprendí técnicas
que dejan que la consciencia y el auto-descubrimento en manos de la cliente y que dejan
también suficiente espacio para que los descubrimientos bien informados de la terapeuta
ayuden al desarrollo del proceso. De Pesso aprendí la importancia de mantener la seguridad
y lo nutricio en el ámbito de la terapia. Puedo casi escucharlo diciendo "que ocurre cuando..."
en su manera suave y atenta. Estaba siempre creando y encontrando maneras de
estructurar la situación para que la cliente haga sus propios descubrimientos acerca de lo
que era bueno y nutricio para ella. El era un maestro en esto y lo aprendí de él.
79
Parte 1. SONDAS
Una sonda es un experimento en estado de plenitud de consciencia, un ejemplo de
experiencia evocada, de meditación asistida. Nos damos tiempo para prepararla. Ayudamos
a la cliente a entrar en estado de plenitud de consciencia, introducimos un estímulo y
esperamos las reacciones. Estamos buscando claves relativas al modo cómo la cliente
organiza su experiencia. Le pedimos a la o el cliente que observe qué es lo que ocurre, que
observe sus reacciones. Cuando está dándose cuenta de sus reacciones y está
reportándolas, no está reaccionando sino respondiendo ya que el darse cuenta de las
reacciones es algo totalmente diferente a la reacción misma. Cuando uno está en estado de
plenitud de consciencia, la consciencia es auto-reflejante, capaz de estudiarse a sí misma.
Una sonda no es una conversación y no es algo nutricio simplemente con el fin de ser
nutricios. No usamos sondas cuando la cliente se encuentran en un estado de consciencia
ordinaria. Es un experimento diseñado para estudiar y trabajar. Con las sondas esperamos
traer a la consciencia algo automático e inconsciente. Necesitamos la plenitud de
consciencia por un momento solamente. Las sondas buscan evocar materiales con los
cuales trabajar y tratan de explorar las memorias y creencias que organizan la experiencia.
Hay sondas verbales y no verbales. Las sondas verbales tienen la forma siguiente:
3. Las personas que no han tenido experiencia recibiendo sondas necesitan alguna guía.
Uno puede ampliar la parte interrogativa previa y usar algunas frases para establecer
el estado de plenitud de consciencia. Con una voz suave y pausada, se puede decir
algo como:
Por favor observa qué es lo que estás experimentando ahora... puede ser un
pensamiento... un sentimiento... una sensación o una imagen.... puede surgir
un recuerdo o pueden aparecer algunas tensiones en tu cuerpo... No importa lo
que ocurra; basta que te des cuenta. Si no ocurre nada, eso no importa, está
bien... Puedes hacerme una señal cuando te sientas preparada. Yo voy a
esperar la señal y luego...
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"Estás bienvenido(a) aquí"
"Está muy bien que te sientas satisfecha de ti misma"
"Tu presencia aquí es muy grata"
"Está bien que sientas lo que estás sintiendo"
"Aquí puedes sentirte segura"
"Estoy aquí a tu disposición"
"Esta muy bien que pidas afecto"
"No tienes que lavar los platos si no quieres"
"No estás obligada a hacer lo que no quieres hacer"
"Está bien que descanses"
"No tienes que complacer a nadie sino a ti"
"Eres adorable simplemente como eres"
"Eres dueña de tu propia vida"
"Te escucho y te entiendo"
"Está bien que sientas"
"Lo que sientas está bien"
Y etc., etc. A excepción de la sonda "Quiero que seas mi pequeñita(o)", las que incluimos en
la lista son sondas "genéricas". Ocurren una y otra vez, en cliente tras cliente. Hay
conexiones entre cada sonda y los procesos caracterológicos que hacen que justo esas
sondas sean difíciles de creer.
Las sondas no verbales son similares, excepto que en lugar de ofrecer una afirmación
(generalmente nutricia) la terapeuta hace algo, una acción, por lo general un contacto suave,
o pide a la cliente que haga algo, usualmente un pequeño cambio de postura. Cuando
seleccionamos esas interacciones físicas, tocando y moviendo, lo hacemos de un modo
preciso, exacto y en estado de plenitud de consciencia, por lo que son muy efectivas para
evocar materiales con los cuales trabajar.
Un contacto suave
Una acción de la terapeuta
Una acción de la cliente
Un pequeño cambio de postura de la cliente
Cuando seleccionamos estas interacciones físicas, contactos y movimientos, lo hacemos de
una manera precisa y en estado de plenitud de consciencia y son muy efectivas para evocar
material con el cual trabajar.
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estado de consciencia habitual, reaccionando a la velocidad a la que uno
va y no a la afirmación que uno haga como sonda. De modo que anda
despacio y permite una pausa entre tus frases.
TONO DE VOZ Como ya hemos mencionado, el tono de voz muestra y sugiere plenitud
de consciencia. El tono es medido, cuidadoso y neutral. El tono de voz
evita cualquier esfuerzo por ser convincente. No ejerce ni la más mínima
presión para ser aceptado o rechazado. La mayoría de las personas,
especialmente cuando están en un estado abierto y relajado, detectarán
y reaccionarán a la más mínima señal de coerción. De modo que el tono
debe ser neutral. Más aún, la voz no debe subir de tono al final, como
ocurriría con cualquier pregunta. Una sonsa es una afirmación en el
interior de una pregunta y el tono de voz debe poner énfasis en la
afirmación. Las preguntas hacen que la consciencia automáticamente
vire hacia lo verbal y se aleje de la experiencia. Al evitar que la
afirmación que se presenta como sonda aparezca como una pregunta,
uno ayuda al cliente a darse cuenta de sus reacciones en lugar de
pensar en las respuestas.
TERMINOS Los términos que se utilicen, el tono de voz, el ritmo, ayudan a presentar
a la sonda como un experimento. Para sondas no verbales, podrían
usarse términos como estos:
qué te ocurre cuando yo....
cómo es para ti la experiencia cuando....
Una advertencia acerca de los términos: evitemos preguntas que piden
un modo especial de experiencia, como por ejemplo:
qué sientes cuando....
qué pensamientos te vienen cuando....
Usa términos más amplios que "sentir" o "pensar", a no ser que quieras
específicamente quieras saber algo acerca de sus pensamientos,
recuerdos, tensiones. Pueden haber momentos en los que quieras saber
algo específico. Si la cliente habitualmente siempre termina en el
callejón sin salida de las sensaciones y pensamientos, puedes pedir
imágenes o recuerdos. Pero, si no estás buscando nada de eso, usa
palabras como "experiencia", "ocurre" o "pasa". La razón es simple. La
cliente podría no tener ningún sentimiento cuando hagas la sonda. Si
pides sentimientos, buscará sentimientos y podría no reportar otro tipo
de experiencias. La cliente tendrá mucho más libertad cuando usas
palabras abiertas como "experiencia". Pensamientos simples, palabras
simples. No puedes esperar que aparezca una reacción simple, breve,
observable a una sonda cuando la frase es larga, complicada, intrincada
o filosófica. La sonda debe ser un pensamiento único y simple. Debería
poder entenderla una niña de cinco años. Debe ser puesta de modo
completo en un espacio de tiempo breve, a pesar de ser dicha
lentamente, de modo que no hagamos una pausa en el medio. Tenla
lista antes de sugerir hacerla.
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ello. Se realista y verdadero. Si eres honesta, y a la vez nutricia y
aceptante, habrás hecho lo mejor posible y es más probable que hayas
hecho lo que necesita y quiere la persona en su totalidad o la niña en su
interior.
EVITAR LAS PALABRAS NEGATIVAS En tu esfuerzo por hacer que las sondas sean
simples y fáciles de absorber, es una buena idea evitar palabras
negativas como "no", "ninguna", etc. Cambia frases como "no hay nada
que temer" remplazándolas por otras como "aquí estás completamente
segura". Por su puesto, es posible que una cliente pida frases con
palabras negativas contenidas. En ese caso, úsalas. Como regla
general, cuando una cliente pide algo específico, trata de darle
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exactamente la forma que requiere. En todo otro caso, evita los
negativos.
OBTEN INFORMACION Finalmente, y lo más importante, la sonda es una forma que pide
una información. Si preguntaste "que ocurre cuando..." es porque
necesitas una respuesta a la pregunta. El objetivo es observar las
reacciones y reportarlas. De modo que ¡espera un reporte! Si no recibes
ninguna información, ¡pídela! Por ejemplo, la cliente podría simplemente
responderte como si estuviera en una conversación ordinaria y
simplemente hubieras hablado a la ligera. Digamos, por ejemplo, que tú
comenzaste diciendo:
"¿Qué ocurre cuando te digo.... eres una persona buena?"
Y la cliente responde:
Esos son algunos aspectos de la forma que adquieren las sondas. Con un poco de práctica
resultará muy fácil ofrecerlas de manera adecuada. Ahora veamos de donde las sacamos.
Las sondas vienen de
El conjunto standard
El cuerpo (ver postura, estructura, gestos y estilo de movimiento)
El contenido de la historia de la cliente
El Conjunto Standard Las terapeutas Hakomi han creado y descubierto decenas de
sondas durante los últimos diez años. La mayoría reflejan los procesos caracterológicos en
un nivel u otro. Cada proceso caracterológico está asociado con tres o cuatro creencias
nucleares y varias otras periféricas. En el proceso sensible, por ejemplo, las creencias
relativas a la seguridad y al ser bien recibido y bienvenido, son importantes. De modo que
una sonda que usamos frecuentemente con procesos sensibles es:
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observaciones puede uno hacerse una idea acerca de los procesos caracterológicos que
enfrentaremos en la terapia. Es una cuestión de saber cómo leer el cuerpo para obtener
información acerca del carácter y de tener las sondas que se adaptan a cada proceso.
Contenido El contenido de la historia de la cliente es una fuente muy rica para crear
sondas. El mundo de la cliente es constreñido por suposiciones y por los significados de
experiencias pasadas importantes. Al escuchar cuidadosamente la experiencia de la cliente y
su significado para ella, puedes determinar las creencias que limitan su alimentación
espiritual y su bienestar. Si la cliente está hablando acerca de cuán difícil es complacer a sus
padres y escuchas que hay tristeza y desilusión en su voz, podrías tratar de ofrecerle una
sonda como:
"No tienes que complacer a nadie sino a ti misma", o
"Eres adorable simplemente como eres".
Esas son sondas standard para los procesos rígidos. Una magnífica sugerencia de Pat
Ogden es: imagínate qué tipo de afirmación podría lograr un buen contacto y transfórmala en
una sonda. Por ejemplo, la afirmación de contacto: "cansada, ¿eh?", puede transformarse en
una sonda que diga: "Está bien que descanses".
En el silencioso comentario de una conversación ocurren todo tipo de cosas. Los gestos,
expresiones faciales y el tono de voz nos dan indicios acerca de lo que está ocurriendo para
la cliente y son fuente, por lo tanto, de sondas. Por ejemplo, un tono de voz que indica un
cuestionamiento, una actitud incierta. Cada frase termina con un aumento del tono de voz
como si indicara una pregunta detrás de cada afirmación. Eso nos dá una clave acerca del
carácter y se trata frecuentemente de la necesidad de ser comprendida. De modo que una
sonda que podría funcionar sería:
"Te escucho y te entiendo"
Esa sonda está relacionada con procesos vinculados al recibir atención y ser amada, como
en los procesos Expresivo-Absorbente-Aferrado. Dicho de paso, también se pueden
transformar las sondas en reconocimientos. La anterior puede transformarse en:
"Sé que necesitas que te escuche y te comprenda."
No es que sea terco. Hay mucho que descubrir acerca de cómo uno se organiza alrededor
de una creencia tan desoladora. Las memorias directamente ligadas a esa creencia podrían
surgir como respuesta a esa sonda.
A partir del contenido, postura y tono de voz, surge un patrón que da sentido a la experiencia
global de la cliente. Al escuchar, ver y experimentar con ideas en la mente, uno descubre
qué es lo que está ocurriendo con la persona con la cual uno está trabajando. Con un poco
de práctica, o con mucha práctica, las sondas le vienen a uno a la cabeza sin esfuerzo.
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RELACION CON LOS PRINCIPIOS, METODO Y PROCESOS
Las reacciones a las sondas verbales suelen ser sensaciones físicas, tensiones,
movimientos, mientras que las reacciones a las sondas no verbales pueden ser
pensamientos, imágenes, memorias, etc. Eso tiene el sabor holístico, un constante cruzar de
la interfase mente-cuerpo. De manera paradójica, la atención a nuestras reacciones - que
después de todo son mecánicas - contribuyen a la sensación de estar vivo y de ser
"orgánico". La parte que se da cuenta, la parte que comienza a sentirse libre para elegir,
tiene la sensación de estar cada vez más viva.
Usamos sondas en diferentes lugares durante el proceso. Son muy efectivas al principio,
luego de que la terapeuta haya escuchado y visto a la cliente por unos minutos y tiene una
idea de lo que está ocurriendo. En ese momento usamos sondas para evocar experiencias
con las cuales trabajar. Me gusta llamar a esas sondas "ir de pesca". Si escuchas algo en lo
que la cliente está diciendo, o ves algo en el modo cómo ella se sienta, mueve, etc., puedes
usar una sonda relativa al material que sospechas está presente. Una vez obtenida una
reacción fuerte, clara, puedes hacer uso de cualquiera de las varias transiciones al
procesamiento. Todo lo que ocurra como reacción a una sonda puede ser útil como
transición al procesamiento. También ayuda el sentirnos inspirados acerca de qué significan
esas reacciones. Tu próxima sonda puede llegar a ser aún más exacta y evocadora. Tienes
que saber cómo escuchar para crear sondas.
No usamos sondas en medio de descargas emocionales fuertes o mientras trabajamos en el
estado de consciencia de la niña. Esos dos estados de consciencia necesitan interacciones
físicas y verbales directas. No son apropiadas para trabajar en estado de plenitud de
consciencia. Las sondas son muy efectivas cuando estamos en la transición al
procesamiento, es decir cuando profundizamos o accesamos. También las usamos cuando
queremos aclarar las conductas que se encuentran en las barreras al ciclo de la sensibilidad.
Parte de ese proceso de aclaración son la exploración de los diferentes aspectos de las
objeciones a las afirmaciones nutricias y la renuencia a responder.
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Parte 2. RECONOCIMIENTO
Transcripción de un reconocimiento:
Terapeuta: No sé lo que quieres hacer con esta tristeza. ¿Quieres averiguar que tipo
de tristeza es o quieres saber qué hace aquí ahora?
Terapeuta: Muy bien, entonces lo que quisieras es averiguar qué es lo que está
haciendo acá ahora.
Terapeuta: OK. Así que quiero preguntarle a la tristeza lo siguiente: "tristeza, ¿qué
estás haciendo acá?"
Terapeuta: OK. Así que sólo quiere estar acá. OK, quiero hacer un reconocimiento
de eso: Quiero decir algo a la parte que está triste y quiero que
simplemente observes qué pasa cuando lo digo. ¿OK?
Terapeuta: Parte triste, ahora sé que simplemente quieres estar ahí. (Este es un
reconocimiento, hablado en voz suave, lenta, con la cliente en estado de
plenitud de consciencia)
Cliente: (Da señales de alivio. Se profundiza la expresión de la tristeza. Vira
hacia un estado de consciencia más de niña.)
Luego de este breve intercambio, surge nítidamente la sensación de que hay una conexión
cada vez más profunda entre la cliente y la terapeuta. La parte niña, sintiéndose sola y
teniendo dificultades para expresarse, encuentra a alguien ahí escuchando y se vuelve
capaz de hablar. Se da inicio al despliegue de todo el proceso. La cliente se abre a la
experiencia de necesitar estar ahí con su tristeza y de necesitar que para los demás eso sea
aceptable. Comienza a ponerse en contacto con el hecho de no haber sentido eso nunca y
de creer que nunca lo tendría. Este reconocimiento ha producido un viraje muy fuerte en la
relación entre la cliente y la terapeuta y entre la parte adulta y consciente de la cliente y su
parte niña.
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aceptables para otros y no podían ser compartidas. Fueron "puestas de lado". La cliente
podría no reconocer estas experiencias incluso para ella misma. La experiencia está
esperando para ocurrir y está llena de recuerdos sentimientos e ideas dolorosas.
En la transcripción anterior, los sentimientos eran una tristeza que simplemente estaba ahí y
parecía no tener explicación. Al principio de la sesión, la cliente simplemente quería que la
tristeza se fuera. Y no se iba. Pudimos descubrir más adelante en la sesión, que ella creía
que si mostraba su tristeza y dejaba que esté presente, las personas se irían y la dejarían
sola. La parte niña decidió que siempre sería fuerte y que no daría muestras de debilidad o
de necesitar a nadie.
Algo que no fue discutido o comprendido, o no podía serlo, se abre ahora nuevamente para
ser considerado, y alguien es testigo de que eso pasa, haciendo que la experiencia sea real
y actual.
El reconocimiento construye la relación curativa al demostrar que la terapeuta ofrece una
real comprensión. Se hace en gran medida como una sonda, sólo que expresa el
reconocimiento de una experiencia básica y vieja de la cliente por parte de la terapeuta. Se
trata de un "contacto en estado de plenitud de consciencia". Lo uso cuando me doy cuenta
que la cliente ha vivido mucho tiempo con esa experiencia exacta. Cuando esta experiencia
poderosa y genérica es reconocida, una parte de la experiencia básica de vida de la cliente
emerge, se profundiza y entra plenamente en el proceso presente.
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8. EVOCACION 2: HACERSE CARGO Y PEQUEÑOS EXPERIMENTOS
Al hacerse cargo del peso de la cabeza, la terapeuta asume el trabajo de esos músculos;
incluso con la cabeza aún en posición inclinada hacia adelante, la cliente puede respirar más
profundamente. Y puede que haga eso, profundizando la experiencia, o tratará de controlar
sus sentimientos asumiendo de nuevo el peso de su cabeza, o tensando otros músculos (lo
más probable, el diafragma).
Cuando la cliente acepta el ofrecimiento de hacernos cargo (al relajar los músculos que
sostienen la cabeza) tiene el efecto de quitar el esfuerzo a una reacción importante. Al quitar
el esfuerzo disminuye el ruido. El ruido del esfuerzo enmascara la experiencia. Las tensiones
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estrechan la experiencia. Esa es una de las maneras como las personas usan la tensión y el
esfuerzo. Imagínate que te golpeas el dedo con un martillo. La respiración se detiene, todo el
cuero se tensa, a fin de controlar la experiencia del dolor. Cuando ofrecemos hacernos cargo
de los esfuerzos que hace la cliente para manejar su experiencia, le damos la oportunidad
de dejar de manejarla, de relajar las tensiones implicadas, de volverse más sensible y de
profundizar los sentimientos y experiencias que están siendo manejadas. Muchas veces el
hacerse cargo trae a la consciencia sentimientos bloqueados. Es una ruta directa a las
experiencias controladas, suprimidas o reprimidas.
La primera vez que me hice cargo de algo, estaba trabajando en un taller en Nueva México.
Trabajaba con una mujer que se acercaba a algo muy importante, cargado de sentimientos.
Estaba echada de espaldas sobre la alfombra y, en la medida en que focalizábamos nuestra
atención en su experiencia, su espalda comenzó a arquearse poco a poco. En unos minutos
su cuerpo era como un puente y sólo su cabeza y sus talones se apoyaban sobre el piso. En
esa época yo estaba aún metido en la bioenergética. Mi punto de vista acerca de las
defensas era el de forzarlas a ceder. Como vi que el arquearse era una defensa, estaba
preparado para poner mucho peso sobre el abdomen de la mujer hasta que se cayera el
puente. En mi mente, esa era la manera lógica de derrotar las defensas. ¿Qué podría uno
imaginar como más arquetípicamente rígido que arquear la espalda como un puente? Lo
sabía porque en una oportunidad yo había experimentado ese mismo arco. Recordaba que
era tan involuntario. Simplemente ocurría. Sabía lo terrible que se sentiría si trataba de que
la cliente colapse. No pude obligarme a hacerlo, ni siquiera en nombre de la terapia. En lugar
de ello puse mis manos bajo su espalda y le dije que si quería, yo podía sostener su espalda
para que ella se relaje. Fue mi primera experiencia de hacerme cargo, aunque aún no tenía
ese nombre, ni lo tuvo por mucho tiempo. Bueno, ella ensayó un poco con mis manos,
entregándoles algo de su peso primero y luego, poco a poco, todo su peso. Eso demoró un
minuto o menos. En la medida en que se permitía ceder el peso de su cuerpo a mis manos,
también se permitió sentir y experimentar las cosas contra las cuales estaba luchando: un
recuerdo doloroso y los sentimientos e introvisiones que lo acompañaban. Ella se soltó así y
pudimos trabajar con el material que apareció. Imagínense que hubiera ocurrido si hubiera
ejercido presión en contra del arqueo. Imagínense la lucha, ella atrapada entre mi presión
hacia abajo y las fuerzas inconscientes que se resistirían. Imagínense el caos, y el esfuerzo
y dolor. ¿Cuál habría sido el resultado cuando finalmente colapsara? Hubiéramos forzado la
visión interior a la consciencia junto con sentimientos dolorosos y caóticos. Ella habría
creído, correctamente, que todo esto habría sido hecho contra ella desde fuera (o, como se
dice frecuentemente, para ella). Ella habría gastado sus energías luchando contra la
terapeuta y cargando con el dolor. Cualquier curación o integración tendría primero que
hacer posible el superar el mismo tratamiento.
Pero ella no tuvo que luchar; en lugar de ello, se permitió relajarse, lentamente, a su propio
ritmo, para llegar a la experiencia de la cual estaba huyendo. La vio claramente. La procesó
conscientemente y, aún cuando reconocía el apoyo que le di, se hizo dueña de todo el
crédito que merecía por haber hecho frente y procesado su experiencia dolorosa de una
manera diferente. Fue su logro. Ella lo hizo. Yo creé la oportunidad y ella se adueñó de la
misma. Eso es lo que ocurrió y eso es lo que ella experimentó. Para ella fue una experiencia
fortalecedora.
Para mí fue una liberación. Comencé a ver muchas otras formas de ayudar a mis clientes sin
luchar en su contra, ayudándolos a hacer lo que ya estaban haciendo. Encontré la manera
de dar un paso hacia las maniobras defensivas de las personas con las que trabajaba, y
como si fuera un maestro de Aikido, ayudar a las energías a que se muevan hacia donde
necesitaban y querían moverse, sin esfuerzo y sin la lucha contra el inconsciente cargada de
ego.
La persona que se arquea, o se dobla hacia adentro, o se encoge hacia adelante, está
tratando de organizar su experiencia para sentir que esta puede ser más segura o puede ser
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menos doloroso procesarla. Cuando la terapeuta ofrece ayudarla a hacer eso, aparece casi
siempre una sensación de más seguridad. La cliente se siente apoyada y más confiada. Es
cuestión de tener alguien al lado, alguien que te da tiempo para prepararte y tiempo para
absorber. No aparece esa sensación subyacente de que la terapeuta te está juzgando,
mirando, por así decir, tu enfermedad y queriendo pegarle un hachazo. El no tener que lidiar
con eso hace que el ruido o interferencia disminuya y le da a la cliente la fuerza y el coraje
para enfrentar lo que necesita ser enfrentado. La terapeuta no es la persona amenazadora
que te va a causar dolor "por tu bien". La terapeuta es la que da apoyo, la que hace que el
trabajo de autodescubrimiento sea más fácil, más seguro y más claro. La terapia se
despliega de manera muy diferente cuando la cliente se siente así. Ese es el tipo de relación
curativa que puede ser apreciada por el inconsciente y en la cual este puede participar.
Esta combinación de sensibilidad y seguridad ayuda a la cliente a desplazar su identificación
de la parte que maneja la situación hacia los impulsos y sentimientos que están siendo
manejados. Cuando la terapeuta asume estas reacciones de control por parte de la cliente,
esta se siente libre de estar en otras partes, las partes contenidas y desplazadas de la
consciencia. Esto permite un cambio de perspectivas y es una manera poderosa de accesar
al material nuclear. La persona grande, dura/generosa, se pone rápidamente en contacto
con la niña triste y asustada interior que está protegiendo. La persona
abrumada/aguantadora inmediatamente siente el impulso a la libertad.
Imagínate que inmensamente libre podrías sentirte de expresar tu rabia si hubieran varias
personas conteniéndote firmemente. O cuán satisfactorio sería salirte de una largo cola,
saltar encima del mostrador y hacer desastres ahí, si hubieran seis amigos muy fuertes ahí
conteniéndote. Imagínate las cosas maravillosas que le dirías al policía que acaba de
detenerte si alguien tuviera su mano apretada contra tu boca. ¡De cuantas maneras uno se
contiene, aprieta su mano contra su propia boca y pone velos en su propia mente!
De un movimiento uno dejaría de ser Clark Kent y se convertiría en Superman. Uno podría
identificarse con sus propios impulsos agresivos, cuando momentos antes uno estaba
atrapado en el esfuerzo de contenerlos y mantener el control. Ahora es posible expresarse
con seguridad. Otra persona lo está conteniendo a uno. Otra persona ha asumido los
controles para ti, tus controles contra tu necesidad de expresar las partes tuyas que has
recluido a la sombra. Eres libre nuevamente de adueñarte de ellas y de conocerlas. En esta
situación segura, te es posible sentir y ser las partes tuyas que creías perdidas y olvidadas
hace tiempo.
De modo que "hacerse cargo" ayuda a que el material que hace tiempo está en el
inconsciente se desplace a la consciencia. Leyendo y observando a Moshe Feldenkrais
aprendí mucho acerca del "hacerse cargo". Se trata de su noción de que casi todos nuestros
hábitos de movimiento están asociados con el estar en el campo de la gravedad.
Organizamos el resto de nuestros esfuerzos alrededor de ese núcleo central. Para
reorganizarnos, es bueno dejar de lado tanto como sea posible ese organizador central. Por
eso Feldenkrais hacía que las personas se recuesten, cediendo tanto peso como fuera
posible al suelo o a la mesa. O ponía toallas y almohadas debajo de los puntos en los que el
cuerpo es demasiado tenso como para relajarse hasta lograr un contacto plano.
Esos medios simplemente dan cuenta del esfuerzo y lo sueltan. Está haciéndose cargo del
esfuerzo por mantener el cuerpo erecto, o deja que el suelo se ocupe de ello, a fin de que
aparezca un nuevo conjunto de hábitos. El núcleo organizador, la respuesta a la gravedad,
ya no es necesaria, y los hábitos a ello asociados ya no necesitan ser organizados por ese
núcleo. Están libres para ser reorganizados y reintegrados. De esa misma manera, los
modos automáticos de manejar el material nuclear que tenemos, el contener y evitar, la
tendencia o retraerse o a persistir, pierden una gran parte de su poder cuando quitamos el
esfuerzo que contienen.
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Hace un tiempo trabajé en Chicago con una mujer que tenía tendencias suicidas y
automutilantes. Tan pronto como nos conocimos me di cuenta de su fragilidad. No era para
nada pequeña. Tenía un cuerpo grande, especialmente alrededor de las caderas y pelvis y
tenía pecho y tórax desproporcionadamente pequeños. En la medida en que hablábamos me
iba volviendo cada vez más suave. Ella era a la vez muy frágil y tensa, como un pájaro
asustado, listo para salir volando. Mientras hablábamos, ella hizo un gesto, un movimiento
de su puño hacia su costado. Le pregunté si lo había notado. Me dijo que tenía ganas de
acuchillarse. Decidí hacerme cargo de su contención, de modo que pudiera meterse más
adentro de su intento de acuchillarse. Obviamente estaba luchando en su interior contra ese
impulso. De modo que le dije "OK, yo voy a contenerte y tu vas a tratar de acuchillarte". Miré
alrededor nuestro para ver si había algo que ella pudiera usar como cuchillo y encontré una
linda y grande cuchara. Algo que se pareciera más a un cuchillo habría sido mejor aún.
En el mismo momento en que agarré su muñeca, esta mujer cansada y tranquila empezó a
pelear tratando de clavarse la cuchara. Luchamos hasta que caímos al piso, y ahí seguimos
luchando y rodando por el suelo. Yo estaba totalmente agotado. No hubiera podido
contenerla mucho más tiempo. Ella no parecía estar cansada en lo más mínimo. No daba
señales de querer detenerse. En realidad lo estaba pasando muy bien. Imagínate, luego de
haberse pasado años luchando contra ese impulso de querer y no querer matarse, después
de toda esa desesperanza, miedo, dolor, dudas y pensamientos de que se iría al infierno.
Luego de años de constreñirse y controlarse, estaba disfrutando de la oportunidad de
dejarse ir. Y eso era lo que estaba haciendo. Tal ves se sentía lo suficientemente segura, ya
que yo era un terapeuta y por definición debía saber lo que estaba haciendo. Segura de que
yo era responsable.
Llegué al punto en que estaba obligado a detenerme. Me estaba agotando totalmente. Dada
esa mirada demoníaca en sus ojos, no esperaba ninguna comprensión de su parte. De modo
que me las arreglé para hablar con la voz más calmada posible y más racional imaginable
(ese tono tan completamente razonable que simplemente a nadie le entraría en la cabeza la
posibilidad de poner en duda lo que estaba diciendo). Le dije: "vamos a parar un rato".
(También estaba tratando de actuar como si tuviera todo el aliento del mundo y como si me
quedara mucha fuerza). Me miró totalmente incrédula. Qué era lo que quería decir con parar
un rato! Estaba loco? Acaso pensaba yo que ella podía simplemente renunciar a esta
pasión, abortar este delirio asesino y suicida totalmente arrobador, y completamente en
curso? Era eso lo que estaba pensando?
Le devolví la mirada ante esos ojos incrédulos sin vacilar en lo más mínimo, manteniéndome
en mi dulce y engañosa calma (que me costaba muchísimo mantener). Yo era lo razonable
personificado y estable, lo que se sintió como una respuesta silenciosa pero definitiva. "Si,
en efecto, eso es exactamente lo que pienso". Bueno, al rato comenzó a desatarse el nudo
de lucha. Ella se relajó lentamente y renunció a la lucha. Se transformó en un ser humano
tranquilo y racional delante de mis ojos. Hablamos por un rato acerca de su experiencia.
Luego, cuando ya logré descansar, y ya que a ella le gustaba, reasumimos la lucha. Ocurrió
los mismo. Luego hablamos y descansamos. Luego lo hicimos nuevamente. La cuarta vez
que nos detuvimos, no le costó ningún trabajo, lo hizo muy fácilmente, sin ningún problema,
tan pronto como se lo pedí.
Mejoró muchísimo bajo el cuidado terapéutico de su terapeuta regular y la próxima vez que
vino a Chicago, seis meses más tarde, no la reconocí. Había cambiado para convertirse en
una mujer despreocupada y feliz. Fue necesario que ella me explique que era la mujer que
había tenido tendencias suicidas. Lo que me imagino que logró de nuestra sesión es una
mayor comprensión del odio a sí misma y un conocimiento directo de que podía detenerse
cuando quisiera.
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MODOS DE "HACERSE CARGO"
Activa o pasivamente:
Física o verbalmente:
Finalmente, el "hacerse cargo" puede ser verbal o física. Los ejemplos anteriores son
más físicos. Una "hacerse cargo" verbal es aquel en el que la terapeuta asume una
voz que la cliente escucha interiormente o un pensamiento que la cliente tiene como
reacción a una sonda, o como significado de alguna tensión física.
En Alemania, la primera vez que fui ahí, había una mujer en mi grupo de la noche que
estaba muy agitada y que parecía muy cansada. Le pregunté acerca de su cansancio
y me dijo que hacía varios días que no dormía. Tenía cáncer al estómago. Trabajé
con ella usando sondas y descubrimos un terrible conflicto relacionado con su sueño.
Un lado de ella creía que si se dormía, el cáncer crecería y eventualmente la mataría
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así. Otra creencia, igualmente fuerte, era que debía descansar, sino se iba a sentir
muy débil y no podría mejorar. Usé el hacerse cargo pasivo. Le pedí que se recostara
y que se relajara lo más posible y que simplemente observara qué ocurría cuando... Y
pedía a dos personas, una a cada lado, que repitieran lo más claramente posible, con
las palabras y voz exactas, los dos conjuntos de pensamientos que había estado
teniendo. Las dos personas trabajaron unos minutos obteniendo las frases
exactamente correctas y luego las repitieron una y otra vez, hablando ambas a la vez.
Luego de escuchar las primeras dos o tres frases, ella se relajó profundamente y en
unos minutos estaba profundamente dormida. En este caso nos hicimos cargo de
todo el conflicto. Era un hacerse cargo pasivo y verbal.
He aquí otro ejemplo. Supongamos que has intentado una sonda y la persona que la
recibió siente que su garganta se contrae. Luego le pides a esa persona que la
contraiga nuevamente de manera voluntaria, para averiguar lo que su cuerpo está
diciendo al tensar la garganta. La cliente dice "No voy a llorar!" Entonces le pides que
se relaje y que simplemente observe qué ocurre cuando tú dices eso mismo
suavemente para ella. Dices "NO voy a llorar" varias veces y la cliente tal vez te diría
"mi garganta se relaja y puedo sentir que me tiembla la mandíbula y hay lágrimas en
mis ojos".
Cualquier instancia dada en que nos hacemos cargo tiene aspectos de las tres
dimensiones - verbal o física, activa o pasiva, sin o con plenitud de consciencia.
Muchas veces, durante una sesión emocionalmente intensa, la cliente puede sentir
repentinamente una tensión muscular fuerte en la medida en que su experiencia se acerca al
cierre de algo significativo. Podemos pedir a la cliente que relaje los músculos involucrados
mientras nosotros los tensamos. Por ejemplo, los músculos abdominales muchas veces se
tensan espontáneamente durante los momentos en que aparecen emociones fuertes. La
terapeuta puede usar una mano o un puño para crear una presión en esa zona mientras la
cliente permite que sus músculos se relajen. Esa en una manera pasiva de hacerse cargo de
la tensión muscular. En una oportunidad me hice cargo lentamente y de una manera precisa
la tensión muscular de un dolor de cabeza. Cuando había logrado simular lo suficientemente
bien, le pedí a mi paciente que se relajara y que me dejara a mí ser la tensión de su dolor de
cabeza. Lo hizo lentamente. A los pocos minutos de sostenerlo, le pedí que dirigiera en
modo como debería quitar mis dedos, uno por uno, mientras el se concentraba en no volver
a tensarse. En pocos minutos había sacado mis manos y el dolor de cabeza había
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desaparecido "en un 95%". Cómo se trataba de un profesor destacado de biofeedback, me
imagino que habría superado sólo poquito porciento.
La seguridad de ser contenido permite que el impulso que quiere ser expresado surja, tal vez
por vez primera en años, y con esa emergencia surge también la consciencia de cómo nos
hemos limitado y controlado. Esto es especialmente cierto en relación a los bloqueos de la
expresión de rabia, cólera y odio, y los impulsos por dañar a los demás. Al contener los
brazos, o al mantener cerrada la mandíbula, puede surgir el impulso a golpear, morder,
ahorcar, etc. Hay tensiones musculares frecuentemente asociadas con tales bloqueos de la
expresión. El "hacerse cargo" es una experiencia voluntaria siempre, y es siempre guiada
por lo que la cliente quiera y sienta cómodo. Siempre se detiene cuando la cliente quiere
detenerse. No se usa nunca como parte de ninguna provocación. Se hace con el espíritu de
servicio. Sólo hacemos lo que la cliente quiere hacer. El control está siempre en manos de
ella. Si no están presentes estos aspectos relacionados con la seguridad, el proceso no es
nunca espontáneo, ni llega a ser profundo. Puede ser actuado, con todo el ruido y la furia: tu
sabes el resto.
Hay muchos gestos que incluyen el tocarse a uno mismo. Si darnos cuenta nos tocamos
frecuentemente el pecho, o cubrimos nuestros ojos, o apretamos las manos, o frotamos un
brazo, una pierna o el cuello. Podemos hacernos cargo de cualquiera de esas acciones. Al
principio la cliente tal vez sólo se dé cuenta de que se siente bien, o que se siente triste de
una manera buena cuando la tocas. Pero, con un poco de tiempo y de plenitud de
consciencia, puede hacerse claro el significado del contacto. Representa, ciertamente, algo
que la cliente cree que debe hacer por sí misma pero que sería mucho más agradable si
viene de otra persona, con el ser reconfortada y cuidada. recuerdo a mi padre haciendo
círculos sobre su pecho con su mano. Parado en la mañana, la mirada dirigida a cierta
distancia media, frotando su pecho de esa manera por debajo de su camiseta. Me sorprendí
a mi mismo haciendo un gesto igual cuando tenía treinta y tantos años. Me enteré en terapia
cuando tenía cincuenta y cuatro años, que ese gesto tenía que ver con el reasegurarse a sí
mismo. Necesitaba de niño que mi padre me dijera que todo iba a ir bien. Simplemente so.
No podía hacerlo. El mismo necesitaba que alguien le dijera lo mismo. Cuando Bill se hizo
cargo de ese movimiento, sentía la tristeza y luego lloré, luego me di cuenta de qué se
trataba. Esa es una secuencia típica de lo que ocurre cuando usamos el "hacerse cargo":
una experiencia inmediata, como un sentimiento o una imagen, seguida de sentimientos y de
expresión de estos, seguida o acompañada de una visión interior.
Cuando la cliente se identifica con la resistencia a hacer algo (como, por ejemplo, el
golpear), podemos hacernos cargo del mismo impulso: "Tu haz un puño y yo trataré de que
lo lances mientras tú te resistes. veamos qué ocurre cuando hacemos eso." La fuerte
prohibición contra la expresión de la rabia se presenta junto con el recuerdo de situaciones
similares. Después de un rato puede invertirse el "hacerse cargo" y entonces la cliente trata
de golpear y la terapeuta la contiene. O uno pude alternar los roles. Cuando no es productivo
hacerse cargo en una dirección al principio, especialmente cuando el nivel de tensión de la
cliente es fuerte, podemos alternar (como se hace en Gestalt) entre el hacernos cargo del
bloqueo o del impulso.
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Estos ejemplos solo sugieren algunas ideas acerca de las cosas de las que podemos
hacernos cargo, y muchas más seguirán surgiendo.
En otra oportunidad me llamó una mujer cuya hija de doce años de edad había sido violada
en su casa una noche. La mujer había participado en un taller introductorio un tiempo atrás.
Dijo que simplemente quería agradecerme por haberle enseñado a hacerse cargo. Después
de la violación, su hija no podía dormir en las noches. Miraba fijamente a la puerta del cuarto
y no apagaba la luz. La mamá habló con ella - era dulce, razonable y reconfortante como
mamá- pero eso no conducía a nada. Finalmente le dijo a su hija, "yo voy a cuidar la puerta
de tu cuarto por ti". Le dijo que se iba a sentar ahí toda la noche y mirar por ella la puerta y
que no se iba a ir sin decirle. Luego de reasegurarla muy bien, la hija cerró los ojos y se
durmió. "Yo voy a cuidar la puerta de tu cuarto por ti ". Eso es lo que logró el resultado. Eso
es hacerse cargo.
En relación al método general, el "hacerse cargo" es fundamentalmente una técnica para
disminuir el ruido o interferencia, aumentando así la sensibilidad y recabando información no
disponible previamente. Como lo mencionáramos antes, usamos el "hacerse cargo" para
explorar la experiencia y para evocar el material nuclear. Lo usamos en todas las etapas del
proceso. Lo usamos deliberadamente en relación al círculo de sensibilidad y sus barreras.
Las diferentes formas de hacerse cargo son útiles en grados diferentes en cada una de las
barreras. Mientras el "hacerse cargo" activo es muy apropiado para la barrera a la respuesta,
ayudando a liberar el impulso que quiere manifestarse pero es contenido, el "hacerse cargo"
pasivo funciona mejor en la barrera a la culminación, cuando la cliente necesita derretirse y
aprender a ceder. El "hacerse cargo" del apoyo es una buena manera de trabajar frente a la
barrera a lo nutricio. La manera de trabajar en la barrera a la visión interior o insight, es
ayudando a controlar el insumo de información haciéndose cargo de los bloqueos al
sentimiento, visión interior y sensación.
- siempre es voluntario
- siempre está guiado por lo que la cliente quiere y por lo que lo hace sentirse
cómoda
- siempre se detiene cuando la cliente quiere detenerse
- nunca se usa como parte de una provocación
- se hace con espíritu de servicio
- hacemos lo que la cliente quiere hacer
- el control siempre está en manos de la cliente
- se basa en el principio taoísta de "ir en la misma dirección que la fibra"
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Parte 2: PEQUEÑOS EXPERIMENTOS
En Hakomi los pequeños experimentos son parte del trabajo. Como ocurrió con una mujer
que tenia grandes dificultades para mirarme a los ojos. Hicimos varios experimentos. Yo
cerraba los ojos y ella observaba que ocurría con ella. O cuando ella miraba hacia un lado y
viraba lentamente sus ojos acercando su mirada a mis ojos. Hicimos muchas variaciones y
en cada una ella observaba qué era lo que ocurría. Ella se pondría tensa o relajada. Surgían
imágenes y recuerdos. Todo ello proporcionaba información acerca del material nuclear que
organiza esta actitud de evitar el contacto visual. Hicimos pequeños experimentos.
En todas nuestras técnicas aparece una "actitud experimental". Estudiamos qué es lo que
ocurre, no como una enfermedad o algo de lo cual tenemos que liberarnos, sino como un
esfuerzo para ayudar a la cliente a tomar consciencia de cómo se maneja la experiencia y
cómo se puede expandir la capacidad para la experiencia. Todo este esfuerzo es más
diversión y juego que trabajo y es motivado por la curiosidad y no por el temor. Esta actitud
reconoce el poder de la consciencia y pone en manos de la cliente las fuerzas curativas. En
una relación en la que juegan un rol clave la curiosidad, la plenitud de consciencia, la
autodirección y la seguridad, pueden formularse preguntas honestas e interesantes y
encontrar su respuesta. Una de las tareas de la terapeuta es el mantenerse en esa actitud.
Es una manera de poner un poco de distancia entre la terapeuta y su cliente y entre la
cliente y su "problema". También tiende a suavizar los problemas de la transferencia. Al
estudiar, en lugar de fijarla, nos alejamos de la inevitabilidad de la experiencia
inconscientemente organizada. Cultivamos una distancia saludable hacia lo automático y
hacia lo habitual, aprendiendo a usarlos más sabiamente en lugar de ser usados por ellos.
Crecimiento
Algunas personas se preguntan cómo podemos promover el crecimiento dando tanto apoyo
y sin frustrar las dependencias. Creen que si no frustramos los intentos de la cliente de
obtener algún apoyo, esta no va aprender a usar sus propios recursos. En la terapia Hakomi
las cosas de las que nos hacemos cargo son precisamente los intentos de la cliente de
apoyarse a sí misma. Nos hacemos cargo de las formas habituales de apoyarse a sí misma
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que usa la cliente, como es el caso de las tensiones que ayudan a manejar el flujo de
sentimientos.
Esas no son las cosas que la cliente nos esta pidiendo hacer ni que está tratando de
manipular para que hagamos. Esas son las áreas en las que las creencias de la cliente
mostrarían que no es posible ningún apoyo. Estamos ofreciendo apoyo en las áreas en las
que la cliente no hace preguntas y no tiene ninguna expectativa, áreas en las que la cliente
colapsa, cayendo en el modo de manejo de sus necesidades, deseos y dolores que
minimizan la experiencia y limitan el crecimiento. Al ofrecer este apoyo, damos nuevas
fuerzas y recursos a la cliente para ir más allá del manejo del dolor y frustración a fin de
reorganizarse y expandirse.
El objeto de la terapia Hakomi es contactar y trabajar con el material nuclear. Facilitamos el
crecimiento al hacer que el hacer consciente el material nuclear sea lo más seguro y fácil
posible, a fin de cambiar la influencia de ese material sobre la organización de la
experiencia. Hay por lo menos dos maneras de promover el crecimiento personal. Una es el
frustrar las dependencias y la otra es apoyar directamente los esfuerzos por crecer. En una
cierta etapa la madre nutre al pequeño y lo deja ser dependiente. En otra etapa, lo desteta y
le enseña cuál es el camino para encontrar su propio alimento. La combinación de frustrar
una cosa y apoyar la otra es lo que ayuda a dirigir el camino de crecimiento.
Al hacernos cargo de algo y sostener la experiencia, estamos
(1) ofreciendo apoyo a los esfuerzos de la cliente por manejar su experiencia, por controlar el
flujo de sentimientos e imágenes, por sentirse segura y comprensible, mientras que
Si frustramos algo eso es el impulso por encubrir e ignorar lo que está ocurriendo al nivel del
material nuclear, el sentarse, hablar y estar a la deriva, sin ver seriamente el mundo interior
de uno. Pero debo decir que he percibido muy poca frustración o dependencia. Creo
simplemente que se debe a que, a la larga, el impulso hacia la libertad, poder y
autodeterminación personal es siempre el más fuerte. Al apoyar la plenitud de consciencia y
el esfuerzo por lograr más comprensión, promovemos el crecimiento.
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9. ACCESANDO, PROFUNDIZANDO Y TRANSICION AL
PROCESAMIENTO
Parte 1. ACCESANDO
Esta sección cubre los principios y técnicas del accesar. Este término es prestado de las
ciencias de la computación y se usa para describir las operaciones que hacen que la
información esté disponible. Lograr acceso es el proceso que desbloquea el camino hacia la
información que, de otra manera, no estaría disponible. Para nosotros eso significa, muchas
veces, llevar a la cliente de un estado de consciencia a otro. Usamos técnicas de acceso
para ayudar a la cliente a ir del estado de consciencia ordinaria a la plenitud de consciencia,
o de cualquiera de esos dos estados al del estado de niña. Durante el estado de plenitud de
consciencia, profundizamos el proceso terapéutico accesando al material nuclear. De estas
maneras, el accesar es una parte de la transición a los estados de procesamiento.
En psicoterapia, la información que buscamos es la relativa a las creencias, hábitos y
recuerdos que motivan y organizan las reacciones de nuestras clientes: el material nuclear.
Esta información no se encuentra a nivel consciente, por lo general; o no es siquiera
accesible a tal nivel. El núcleo se las arregla para organizar el contenido de la consciencia
sin entrar en ella. El material doloroso es excluido de la consciencia por hábitos fuertes. Sin
embargo, esa información es la que moldea nuestra vida emocional y la que le da
significado. Tiene un impacto simbólico y emocional. Nombra nuestra experiencias y
determina el modo como utilizamos los elementos básicos de nuestra existencia.
Esa información ha recibido muchos nombres. Karl Popper la llama "creencia intuitiva".
Joseph Campbell la llama "imágenes míticas". Me gustan ambos términos. "Creencias
intuitivas" sugiere que esta información tiene un carácter no verbal, no objetivado. Es
intuitiva, no verbal; es sentida o percibida, más que pensada. Sin embargo, al mismo tiempo,
es actuada, guía nuestras acciones. Por lo tanto, es legítimamente una creencia. Al ser
actuada y sin embargo no tener un carácter verbal, puede ser almacenada en la forma de
imágenes y memorias, lo que nos sugiere marcadamente que se originaría en el hemisferio
derecho del cerebro. Estas imágenes organizan la experiencia. Resumen eventos,
sentimientos, relaciones y decisiones. Estructuran varias combinaciones de actitudes que
hemos percibido en otros y en nosotros mismos y los hábitos con los que reaccionamos.
Están resumidas, simbolizadas, son compactas y misteriosas, como las imágenes de un
sueño.
Queremos accesar a nuestras creencias intuitivas más profundas, los motivantes más
poderosos de nuestra conducta, los "mitos de los que vivimos", los mitos personales, que no
reconocemos la mayor parte del tiempo. Están disponibles a la consciencia, con más o
menos dificultad, pero no han sido examinados aún en plenitud de consciencia. No han sido
verbalizados aún de modo que no pueden ser cuestionados o puestos en duda. Cuando
llegan a ser accesibles a la duda, llegan también a ser accesibles al cambio. Sólo se puede
dudar de las palabras, y esta es la razón por la cual estas creencias deben ser traídas a la
consciencia para ser verbalizadas. No hay cambio sin eso. En algunos casos, como he dicho
antes, esto puede ser doloroso por lo que lo evitamos sistemáticamente. Por ejemplo, el
hábito de tensar ciertos músculos como respuesta aun pensamiento ocurre por lo general
inconscientemente. Una terapeuta puede hacer consciente esa tensión muscular
simplemente mencionándola. Lo que es más difícil es el hacer consciente las memorias y
creencias que crearon originalmente esa tensión habitual y que ahora la sostienen. Y esa es
la información a la que queremos accesar.
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inaccesible al cambio mientras la operación está en progreso. No funcionaría, no
funcionaríamos, de ninguna otra manera. Esta es la razón por la que necesitamos el estado
de plenitud de consciencia en el que todas nuestras "operaciones" entran en suspenso. En
estado de plenitud de consciencia no estamos haciendo nada. Como esa maravilla de la
infancia que es simplemente abierta y que no hace nada en particular. ("¿Adonde fuiste?"
"Afuera." "¿Qué hiciste?" "Nada.") Ese "nada" al estilo de una niña hace que el mundo
interior se haga disponible.
Uno no puede accesar a las personas mientras están ocupadas. La mente ocupara no te
deja accesar a sus sistemas de creencias. La mente ocupada no atiende las llamadas
telefónicas. Esa es la manera como mi amigo Junior Peacock describía el estado de quien
está drogado: "no se reciben llamadas". La mente ocupada usa esas creencias para poder
operar. Es peligroso seguir adelante y tratar de cambiar esas creencias cuando uno está en
medio de algo. No hay tiempo para desarmar la escalera cuando uno está trepado a dos
pisos de altura. Tu sistema de creencias está protegido cuando estás ocupado. Está
protegido contra las interrupciones cuando tu consciencia está focalizada hacia lo que se
encuentra fuera de ti misma, cuando estás preocupada con problemas en curso, asuntos
externos, cuando estás orientado a tus objetivos. Para accesar a la información relativa al
carácter es necesario dejar de conducirse caracterológicamente, al menos por el momento.
Perls accesaba pidiendo a las personas que se queden en el aquí y el ahora y luego
señalaba cosas que ocurrían justo más allá de su consciencia. Los mantenía en una suerte
de trance. O, puedes concebirlo como el salirse un poco del trance del Ego en el que
estamos usualmente. Las técnicas de acceso de Milton Erickson eran prácticamente
milagrosas. Gendlin tiene una técnica de acceso muy simple que es muy efectiva. La llama
"focalización" y escribió un libro acerca de ello con ese título. Las técnicas de acceso que
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uso tienen la cualidad del conocimiento consciente y la memoria y proceden siempre dentro
de las fronteras establecidas por el permiso que la cliente otorga a cada paso, la misma que
puede además elegir qué hacer. Estas cualidades están en consonancia con los principios
de la plenitud de consciencia y de la no-violencia y continúan guiando el proceso antes y
después de que ocurra el acceso.
Tienes que crear o ayudar a crear una sensación de seguridad a las personas con las que
trabajas. Si no se sienten seguras no van a renunciar a su consciencia externa. No van a
confiar en el mundo externo lo suficiente como para entrara adentro de sí mismas. Si nos e
sienten seguras, te estarán observando, con un ojo abierto. Tú tienes que ser,
personalmente, un espacio seguro para la cliente. La cliente debe sentirse suficientemente
segura como para renunciar a sus propósitos, tiempo y consciencia de lo que la rodea para
entrar en sí misma. Cuando hay problemas para accesar, trato de preguntarme qué es lo
que haría sentir más segura a mi paciente. Le hago preguntas como: "¿hay algo que te haría
sentir más cómoda?" Deja que la persona trabaje en esa dirección de sentirse más cómoda.
A veces la cliente quiere saber que no vas a hacer esto o lo otro. Hacer que la persona se
sienta segura es un asunto prioritario.
Y, tienes que ser congruente (término de Carl Rogers). No digas cosas que no quieres decir.
Las personas van a recibir ese mensaje y, nuevamente, la situación no va a ser segura. No
van a saber qué creer. Van a tener que chequearte. Si tu voz es la de una persona molesta,
aunque tus palabras sean dulces como caramelos, no vas a tener más acceso. Y recuerda,
lo que realmente determina la comodidad de las personas son sus creencias. No servirá
para nada el ponerse a razonar las cosas. Simplemente haz lo que tienes que hacer para
que se sienta más cómoda. Evita las confrontaciones; estar "de su lado" es más importante
que tener la razón en nada.
EXPERIENCIA PRESENTE:
La segunda guía de acceso es esta: ayuda a tus clientes a focalizar su atención a su
experiencia presente y a que se queden en ella. Lo que estás tratando de accesar es el
material nuclear y las estructuras de apoyo que se encuentran detrás de la experiencia
organizada. Quieres que la persona experimente ese material como una realidad sentida y
no como teoría. La realidad sentida son sentimientos, estados de ánimo, pensamientos y
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tensiones musculares que está ocurriendo ahora mismo. Tu quieres que tu cliente "conozca"
sus creencias en este sentido vívido, no sólo como idea. Quieres llevarlo al sentido sentido
de este momento presente. Ese es el momento en que pueden cambiar. No puedes cambiar
de dirección hasta llegar a esa encrucijada.
En más del 90% de los casos en que la terapia no funciona ello se debe a que no ha
ocurrido un acceso. Gendlin ha mostrado que si la cliente no se queda con su experiencia, la
terapia no funciona. Gendlin entrenó a sus estudiantes a que escuchen grabaciones de la
primera y segunda sesión de terapias en curso y ellos pudieron predecir con un 90% de
precisión qué combinación terapeuta/cliente iba a funcionar y cual no. Podían darse cuenta a
partir de las primeras dos sesiones. Probablemente podrías lograr esa predicción en los
primeros quince minutos en muchos casos. Y la simple razón por la cual la terapia no
funciona es esta: los clientes no permanecieron en contacto con su experiencia presente. La
terapeuta pide información acerca de lo que está ocurriendo y no recibe la experiencia como
respuesta. La terapeuta pregunta a la cliente cuales son sus sentimientos y la cliente
responde: "bueno, no sé lo que era eso", u ofrece simplemente razones y explicaciones.
Preguntas qué es lo que está ocurriendo ahora y la cliente comienza a hablar acerca del
jueves pasado. En cuanto a la experiencia, eso implica aumentar el ruido o interferencia. Así
es cuando la terapia no funciona. Uno pide a la cliente sus experiencias y uno recibe ruido.
LENTITUD:
Otra guía es: ve lentamente. Si vas rápido lo único que les queda a tus clientes es
reaccionar. Lo van a hacer para mantenerse a tu ritmo. No queremos reacciones, queremos
experiencia y plenitud de consciencia. Las reacciones ocurren a una cierta velocidad. Las
consciencia a otra. Los diferentes estados de consciencia operan de maneras diferentes en
el tiempo. Para examinar el modo cómo se organiza la conducta, uno tiene que bajar la
velocidad. Las neuronas que median el conocimiento ("awareness") están conectadas de un
modo más complejo y mucho más lento que las que median la consciencia. Si aprendiste
hace tiempo a tocar bien el piano y alguien te pregunta cómo mueves los dedos, no puedes
sentarte y recordarlo. Tienes que bajar la velocidad y darte cuenta del modo cómo has
organizado esa experiencia.
Por ejemplo, de lo que sabemos de neurofisiología, podemos decir que cuando Isaac Stern
toca rápidamente una pieza en su violín, no puede estar "pensando" un dedo a la vez. Tiene
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que enviar mensajes que mueven sus dedos con secuencias predeterminadas. El envía a
sus dedos bloques completos de información acerca del movimiento. El cerebro no podría
mover un dedo, darse cuenta, y luego mover el otro a suficiente velocidad como para mover
de arriba abajo el brazo y aún poder tocar música a la velocidad de Isaac Stern. De modo
que la información viene en paquetes. Cuando te mueves rápido la información es
empaquetada. Para experimentar, darse cuenta y comprender exactamente los detalles de
tus movimientos, tienes que desempaquetarlos. Cuando estás accesando, tienes que
moverte más lentamente. Debes darle tiempo a la cliente. Estás evocando plenitud de
consciencia. Cuando vas lentamente invitas a la cliente a ir lentamente también. Estás
invitando a la auto-observación. De igual manera, cuando pides información, tienes que
pedirla de tal manera que resulte claro que estás reconociendo que hay bastante tiempo
disponible. La manera de hablar que accesa es diferente a la ordinaria. El tono de voz, la
velocidad con la que se habla, la suavidad con la que uno se mueve, dicen "estás segura
aquí", "tómate tu tiempo", "entra a tu interior"... En todos los estados no ordinarios - por
ejemplo, la hipnosis - la forma y oportunidad de la comunicación son esenciales para
accesar.
NO VIOLENCIA:
Durante todo el proceso de acceso, debes estar haciendo un seguimiento de las señales que
te dicen en qué dirección quiere ir el proceso de la cliente y debes estar haciendo contacto.
Estás enviándole constantemente señales de que estás siguiendo su experiencia. Tan
pronto la cliente sabe que estás con ella y que vas a ayudarla a hacer lo que quiere hacer,
ella accesará fácilmente.
De modo que toma nota de estas cuatro guías: crear seguridad, pedir experiencia presente,
ir lentamente y ser suave. Ellas crean la delicada mezcla que permite la apertura de las
fuentes del yo.
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Parte 2. PROFUNDIZANDO
El acceso trae a la cliente a un estado de plenitud de consciencia. Una vez que esto ocurra,
nuestro objetivo es estabilizar primero ese estado y profundizarlo, para luego usarlo para
accesar el material nuclear. En plenitud de consciencia, el proceso se mueve fácilmente
hacia aquellas creencias, recuerdos, etc. que más necesitan surgir. Al relajar el control y al
haber una sensación de seguridad, se permite al inconsciente ceder material que
normalmente es mantenido fuera de la consciencia. Cliente y terapeuta no sólo están
dialogando de un modo consciente sino que al mismo tiempo lo están haciendo de un modo
inconsciente. En este nivel inicial la terapeuta comienza a entender hacia adonde se dirige el
proceso. El significado de lo que está ocurriendo comienza a aclararse. No obstante, le toca
a la terapeuta ir despacio ahora, profundizar y estabilizar el estado de plenitud de
consciencia antes de accesar al material nuclear.
Cuando llega el estado de plenitud de consciencia, ello se debe a que la terapeuta
simplemente da instrucciones como: "observa que ocurre... cuando yo..." o "cuando tu..." y
luego ofrece una sonda o dice a la cliente a que haga algo. La primera vez que lo hace la
terapeuta también puede explicar qué es lo que se quiere: un virar hacia adentro para ver
qué es lo que pasa, sin necesidad de hacer nada. Deben haber señales de que hay un
estado de plenitud de consciencia, lentitud, un modo de hablar suave, concentración de la
paciente, e informes acerca de la experiencia presente. El profundizar y estabilizar este
estado es sencillo.
Hacemos preguntas acerca de la experiencia presente que requieren que la paciente
permanezca en la experiencia para responderlas. Hacemos preguntas que necesitan
respuestas más precisas. Si la reacción a una sonda fue "me dio un escozor en mi cara",
una pregunta que profundiza podría ser "¿el escozor en tu cara era más fuerte en el lado
derecho o en el izquierdo?" Algo importante en relación a preguntas como esa: la terapeuta
pude no necesitar y ni siquiera querer la información que generan. La terapeuta podría no
tener el más mínimo interés en saber cuál es el lado de la cara de su cliente que siente
escozor ni nada por el estilo. Se trata simplemente de una técnica para profundizar y
estabilizar la plenitud de consciencia. Dos o tres preguntas como esa y la cliente por lo
general se estabiliza y permanece en estado de plenitud de consciencia sin que sea
necesario hacer nada más. Es útil hacer afirmaciones de contacto durante el proceso de
profundización. El contacto ayuda a establecer el ritmo de la interacción, tal como lo haría en
una conversación normal.
Ocasionalmente la terapeuta tendrá que dar instrucciones a su cliente para que permanezca
adentro, particularmente a las personas que tienen procesos expresivos u ocupados
(bioestrategias). Hay ciertas personas que siguen el patrón de hacer una tarea y luego venir
a donde ti para reportarla como algo ocurrido en el pasado inmediato. Ese hábito podría
hacer que la terapia no llegue a ninguna parte. Como en un juego de ping-pong, la cliente
entra y sale del estado de plenitud de consciencia para reportarse desde la consciencia
ordinaria, mientras la terapeuta pasa de una tarea a otra. Es un patrón en el que caen
terapeutas sin experiencia. Para evitarlo, dile a esos clientes que se queden en su
experiencia y que informen acerca de la misma en tiempo presente, mientras está
ocurriendo, sin abrir los ojos y sin salirse del estado de atención mental. Puede tomar cierto
tiempo, pero la mayoría de las clientes pueden hacerlo y lo hacen.
Al profundizar, algunas clientes se darán cuenta sólo de cosas aparentemente triviales. Una
persona podría decir, como respuesta a una sonda: "comenzó a picarme la muñeca".
Algunas personas hablan mayormente de sensaciones. Es muy sencillo simplemente hacer
preguntas profundizadoras acerca de esas sensaciones y, sin mucha espera, la cliente
comenzará a hablar de sentimientos - y con frecuencia eso ocurre repentinamente.
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La evolución de la profundización suele ser:
1º - Pensamientos e ideas
2º - Imágenes, sensaciones y tensiones
3º - Sentimientos, y finalmente,
4º - Recuerdos, experiencias y visión interior ("insights")
Podría iniciarse en cualquier momento el "sortear los rápidos". Cuando ocurre, se renuncia
temporalmente al estado de plenitud de consciencia y se usan las técnicas apropiadas.
Algunas clientes no podrán mantener el estado de plenitud de consciencia en absoluto.
Usualmente, está demasiado tensas, ansiosas o nerviosas. Si has hecho todo lo posible
para accesar y profundizar el estado de plenitud de consciencia y no funciona, discute los
aspectos relevantes de seguridad y trata de reducir la tensión, como si se tratara de una
interacción energética, física. Si eso no funciona, la cliente necesita otra forma de
acercamiento, como un masaje, un cambio de dieta, unas vacaciones, o lo que sea. No
están listas para una terapia Hakomi, o esta terapia no está lista para ella y hay que hacer
frente a ese hecho de manera directa, pero delicada.
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Parte 3. TRANSICION AL PROCESAMIENTO
Cuando la cliente está profundamente involucrada, está en un estado de plenitud de
consciencia y se da tiempo para preguntas y reportes, el proceso puede lograr a establecer
su propia cadencia. Hay una cualidad que surge, energizante y atractiva. La terapeuta ya se
ha formado nociones sobre el tipo de proceso de la cliente y sabrá el tipo de sondas o
técnicas que pueden ayudar a que la cliente entre en contacto con el material nuclear. En
esos momentos, una simple sonda puede ser todo lo que se necesita para que surja una
experiencia profunda y poderosa para la cliente. En otras circunstancias no tendrían el
mismo efecto las mismas palabras. En un estado de plenitud de consciencia, cuando la
cliente está abierta, calmada y atenta a las reacciones, las palabras adecuadas son una
clave que repentinamente abren el camino al núcleo mismo de la cliente.
Por ejemplo: una cliente dice que siente rabia cuando recibe la sonda, "tu vida te pertenece".
La cliente siente también una tensión en sus abdominales. De modo que tú o tu asistente se
hacen cargo de esa tensión poniendo presión sobre el abdomen para simular esa tensión.
Entonces pruebas otra vez la misma sonda, mientras la cliente deja que te hagas cargo de la
tensión en sus abdominales, y ahora la reacción es una explosión de emociones y un
recuerdo claro lleno de rabia y humillación.
O, cuando la cliente siente todo un patrón de tensión y tú le haces algunas preguntas para
profundizar la experiencia. La cliente te dice todo lo relacionado con su tensión en tal y cual
parte, pero siempre bajo la cuidadosa atención que hace posible el estado de plenitud de
consciencia. Luego, cuando sientes que ha llegado el momento, le preguntas: "¿qué parece
estar diciendo tu cuerpo con ese patrón de tensiones?". Frecuentemente tratamos de
accesar el material nuclear al buscar el significado de algún evento corporal. Después de
todo, el evento corporal que ocurre en respuesta a una sonda es parte de todo un sistema de
reacciones, todas organizadas y controladas por las creencias, recuerdos y otros elementos
nucleares. Esa conexión íntima entre la reacción y el núcleo es lo que usamos para accesar
ese material. La cliente se dá cuenta repentinamente que su cuerpo está diciendo
"¡tócame!". Y con ello, surgen los sentimientos y recuerdos que dan sentido a ese grito
doloroso.
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10. TRABAJANDO CON EMOCIONES FUERTES:
SORTEANDO LOS RAPIDOS
Como en toda terapia que trata creencias profundamente enraizadas y recuerdos dolorosas,
surgen emociones fuertes y la necesidad de expresarlos. Una vez establecido un espacio de
seguridad y apoyo, la cliente puede experimentar una abreacción emocional espontánea, tal
vez por primera vez desde la niñez. Una vez iniciada, esta abreacción es casi una necesidad
orgánica. Surge hacia afuera y, si no es interrumpida, fluye hasta completarse. La capacidad
para trabajar con emociones es una parte importante de las destrezas de olas personas que
trabajan como terapeutas. Los sentimientos son parte de las bases biológicas de la
conducta. Tienen un despliegue natural. La función más importante de la terapeuta durante
una abreacción emocional es ayudar a ese despliegue de emociones, apoyarlo y ayudar a
hacerlas seguras.
Como los sentimientos son tan importantes en la terapia, algunas personas que trabajan
como terapeutas promueven deliberadamente su expresión, incluso cuando hay resistencias.
En la terapia Hakomi no presionamos contra las resistencias, procesamos los sentimientos
cuando surgen espontáneamente, sin forzarlos de ninguna forma. Cuando se considera a la
abreacción emocional como lo central y la terapeuta la promueve deliberadamente, se
piensa que la resistencia sería una parte negativa de la cliente. De ahí surge una lucha en la
que la terapeuta y una parte de la cliente trata de que ocurra la experiencia y la expresión de
los sentimientos, mientras otra parte de la cliente lucha en contra habitualmente. El efecto es
frecuentemente un conflicto para la cliente, apareciendo sentimientos de culpa y fracaso de
una parte y una natural resistencia a ser forzada de la otra. La parte que no quiere sentir ni
expresar también tiene una historia que contar. La escuchamos. Cuando se encuentra un
camino para reconocer y acomodar tanto a la expresión como el control, el trabajo con las
emociones es más integrado, menos abrumador y encuentra poca resistencia.
A todo lo largo del proceso terapéutico, hacemos un seguimiento cuidadoso de todas las
pequeñas señales de que las emociones están cerca, listas para ser liberadas. En esos
momentos, damos apoyo al proceso de su expresión. No provocamos a la cliente, ni
tratamos de agotar sus defensas de ninguna forma. La ayudamos a manejar el flujo de sus
sentimientos, haciendo que esa experiencia sea tan segura como sea posible y permitiendo
que tomen su propio curso. Al evitar la confrontación, siendo menos insistentes y menos
directivos, evitamos que aumenten las resistencias. Al apoyar los aspectos espontáneos de
la abreacción emocional, especialmente las tensiones y posturas que la cliente usa
habitualmente para manejar sus sentimientos más fuertes (lo que es llamado precisamente
resistencia), hacemos que el proceso sea más seguro y que sea más fácil para la cliente
entrar en él. Mi experiencia me dice que esta manera de acercarse es más satisfactoria. Uno
de los objetivos importantes de este abordaje es traer plenitud de consciencia al modo cómo
organizamos nuestra experiencia. Queremos estudiar y comprender el modo cómo creamos
el mundo en el que vivimos. Un estudio serio de ese tipo necesita de nuestra atención
serena y abierta, y de una mente libre de los bloqueos que generan las emociones fuertes.
El procesamiento de los sentimientos ayuda a abrir el camino a la plenitud de consciencia.
No obstante, los sentimientos son una parte natural e importante de la vida. Dan sustancia y
dirección a la experiencia. En sí mismo, es terapéutico el poder encontrar vais para lograr
que sean seguros y satisfactorios. De modo que tratamos de ayudar a que nuestras clientes
aprendan que está bien que tengan sentimientos y que pueden expresarlos obteniendo
resultados seguros y satisfactorios.
107
La expresión espontánea de emociones fuertes es un estado de consciencia específico,
caracterizado por un involucramiento intenso, centrado en la experiencia presente, actividad
física espontánea y una capacidad limitada para pensar y razonar. Se libera una enorme
cantidad de energía. Las explosiones de rabia, los sollozos profundos, el dolor abrumador de
una pérdida, inundan la mente hasta desbordarla. En la terapia estos sentimientos viene por
olas, mediadas por memorias e introvisiones entre cresta y cresta. Parecen incontrolables,
aunque están ocurriendo muchas cosas para controlarlas. En la lucha por controlarlas se
vuelven más dolorosas. Una vez que se acepta que los sentimientos son naturales y que
está bien sentirlos, una vez que se expresan libremente y se permite que sigan su curso, no
sólo resultan tolerables sino que se convierten en un alivio. Pueden resultar incluso
placenteros y deseables, como pueden serlo la ira justa y el pesar en tanto mensaje final de
amor a los que han muerto.
La tarea más importante de la terapeuta durante una descarga emocional es: ¡apoyar su
expresión espontánea! Los movimientos y tensiones espontáneos, incluso los gestos que
hace la cliente en este estado, son todos maneras cómo la cliente maneja su experiencia. El
manejo es mayormente inconsciente y muy ligado al material nuclear. Todo lo que hagamos
por apoyarlo es reconocido como tal a los niveles más profundos. Creamos una sensación
de seguridad y se nos permite participar en estos niveles del proceso de la cliente. La
oposición a lo espontáneo nos separa de la otra persona y nos convierte en parte del
problema. De modo que apoyamos lo espontáneo.
Los sentimientos forzados suenan forzados: les falta autenticidad y naturalidad. Suenan
dramáticos. Cuando trabajas con alguien que está forzando sentimientos y no te has dado
cuenta que lo está haciendo, es probable que tú comiences eventualmente a sentir algo. Si
estás tratando que ocurra algo, sentirás frustración. Si te limitas a seguir el proceso,
comienzas a sentir aburrimiento. No porque no sea muy emotivo; es emotivo y mucho más.
Pero los sentimientos están todos al servicio de algo diferente, la continuación de la relación.
108
De modo que por más que uno trate de ayudar a esa persona a sentirse mejor, surgirá algo
nuevo acerca de lo cual se pueden desarrollar sentimientos fuertes. El proceso no parece ir
a ninguna parte. Y no va a ir a ninguna parte hasta tocar el tema real: la necesidad de
dramatizar. De modo que tu propia experiencia puede decirte que el proceso no es
espontáneo.
Cuando los sentimientos son espontáneos la situación se desarrolla. Se despliega. Las
clientes pueden sentirse muy emotivos, sorprendidos, abrumados. Pero te dejan participar.
Quieren apoyo y lo aceptan. Están siendo reales y lo demuestran a través de la manera
como te ven y cómo te responden. Curiosamente, la persona que tiene sentimientos
espontáneos luchará con ellos más que la persona que los está forzando. En el proceso
espontáneo hay más resistencias. Hay tensiones espontáneas, automáticas y movimientos
que simplemente no aparecen en ninguna otra situación. Estas son señales que te indican
cómo apoyar el proceso. Apoyas el proceso haciéndote cargo de tanta tensión como sea
posible. Por ejemplo, si la persona con la que trabajas se contrae hacia adentro,
abrazándose, cerrándose, doblándose, la ayudas a hacerlo. Pones tus brazos a su
alrededor, incluso desde atrás y la ayudas a ponerse en contacto. La sostienes firmemente,
como harás con una criatura tensa y asustada. Cuando haces eso, el cuerpo de la persona
puede relajarse un poquito. Eso puede ocurrir sin que digas nada. Cuando se da apoyo y
este es sentido a los niveles más profundos, el control se relaja y el proceso continúa
avanzando. El inconsciente siente la oportunidad y la usa.
Si la cabeza vira hacia un lado cuando la persona está echada en el piso, posiblemente
llorando, la ayudas a voltearse, tomando todo su cuerpo y, suavemente, con su permiso, la
ruedas hacia su costado. En esos momentos se protegen volteándose y acurrucándose.
Usan toda suerte de contracciones y tensiones para aliviar el flujo de sentimientos. Es
frecuente que cubran sus ojos. Otra cosa que hacen con frecuencia es tensar el abdomen. Al
hacernos cargo de esas cosas, ayudamos al proceso. Todos esos actos espontáneos son
maneras cómo la cliente se defiende contra el exceso de sentimientos. Al ayudarla con ese
manejo y con sus defensas, reconocemos, sin juicios, la verdadera experiencia que la cliente
está teniendo. Eso también ayuda al proceso. Es como una afirmación de contacto física.
Dice: "Sé lo que está pasando y lo acepto. Estoy dispuesto a ayudarte a hacer lo que tú
crees necesario hacer." Dice: "Soy paciente. Estoy siguiendo lo que ocurre. Estoy aquí
contigo y es tu proceso." Esas son las cosas que la cliente quiere saber.
A continuación enumero algunas situaciones adicionales típicas de las que tendrías que
hacerte cargo y apoyar:
1. La espina dorsal puede elevarse del piso. Pon una mano debajo, haciéndote cargo del
peso de la parte inferior de su espalda. Haz lo mismo para la parte posterior de su
cuello.
2. Si sus rodillas se levantan, apóyalas en esa posición.
3. Si los hombros se levantan del suelo mientras la persona está echada, hazte cargo
también de ese movimiento.
4. Busca pequeñas tensiones, por ejemplo en los dedos del pié, en la frente, etc., de las
que puedes hacerte cargo también.
5. Las manos sobre los ojos o sobre toda la cara señalan un impulso a esconderse. Pon
tus manos suavemente sobre la cara de tu cliente, u ofrece tus manos para remplazar
las de ella.
En muchos casos, la cliente va a entrar y salirse de los rápidos, alternando la expresión
fuerte con momentos de claridad y de relativa calma. Islas en la corriente. En esos
109
momentos de calma, que pueden durar hasta varios minutos, la terapeuta puede hablar con
la niña o el inconsciente, puede hacer afirmaciones de contacto y tal vez hacer algunas
preguntas. Pero incluso en ese caso, el foco es la seguridad; la búsqueda de lo nutricio y la
comprensión son secundarias. Para la mayoría de las personas este estado de consciencia
es totalmente nuevo o por lo menos muy poco frecuente. Las personas que atraviesan esa
experiencia pueden sentirse descontroladas e incluso locas. La actitud calmada y
tranquilizante de la terapeuta es la que dice de la manera más efectiva: "Estás bien. Lo que
ocurre aquí es perfectamente natural y, por intensa que sea, es comprensible y no hay nada
de qué preocuparse." Ese mensaje es muy valioso y útil. Como terapeutas formamos parte
de algunas de las experiencias más íntimas y poderosas que tienen las personas. Somos
útiles a esas personas en parte debido a nuestra capacidad para permanecer calmados y
con una actitud compasiva.
Cuando las personas están en un estado emotivo se abren y son susceptibles. Es a la vez
una oportunidad y un momento para ser cuidadoso. La oportunidad consiste en que es un
buen momento para hacer afirmaciones nutricias. Uno puede simplemente ofrecer
afirmaciones sin pedir un estado de plenitud de consciencia ni reportes. Uno puede ofrecer
varias, una tras otra. Por supuesto, ayuda el hecho de haber estado atento en todo el
proceso y el tener una buena idea de qué es lo que puede ser nutricio. En esas situaciones
es recomendable no decir nada que pueda tener inferencias negativas, la persona está
abierta y en un estado vulnerable. Una afirmación que contenga implicaciones negativas
podría ser aceptada sin crítica e incluso podría pasar desapercibida. De modo que
¡tengamos cuidado ahí!
Cuando nada funciona
Voy a decirte qué es lo que ocurre cuando todo lo que trato de hacer no funciona. La
persona está sorteando los rápidos y estoy tratando de apoyar la conducta espontánea, o
estoy ofreciendo contenidos nutricios, o le pregunto a la persona qué está pasando y no
obtengo respuesta. ¡Ninguna respuesta! En ese momento regreso a establecer contacto. Si
no obtengo respuestas de la persona cuando pido reportes, haré una declaración de
contacto como "difícil hablar ahora, ¿no?". La persona responderá asintiendo con la cabeza
o algo así. De modo que trataré de volver a establecer contacto. Eso es lo primero. También
puedo simplemente reportar lo que me imagino que la persona está experimentando.
Muchas veces la persona simplemente no puede hablar en ese momento. Los sentimientos
son demasiado fuertes.
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suficiente por el momento y me lo hace saber. Entonces, simplemente dejo que descanse
cómodamente, tal vez permaneciendo a su lado conteniéndola, escuchándola, mientras
ambos descansamos un poco.
111
11. TRABAJANDO CON LA NIÑA: LA TERAPEUTA COMO
FORASTERA MÁGICA
Las experiencias que evocamos en las sesiones de terapia tienen que ver muchas veces con
nuestra infancia. Al evocarlas evocamos también algo de la niña que vivió esas experiencias.
Es un viraje espontáneo de la consciencia y emerge bajo la influencia de recuerdos cargados
de emociones. Al recordar los sentimientos y eventos de nuestra infancia, recordamos
también la consciencia de nuestra niñez. Implica entrar en un estado no ordinario de
consciencia: EL ESTADO NIÑA. (Más adelante discutiremos sus propiedades especiales). Si
nos damos cuenta de este estado especial y respondemos a él, podemos hablar e
interactuar directamente con la niña que, en su consciencia, aún se encuentra en la situación
que moldeó su vida. A eso llamamos TRABAJAR CON LA NIÑA.
Sin embargo, el estado niña es muy diferente al estado hipnótico. La persona que se
encuentra en el estado niña no ha perdido conexión con la situación real inmediata. La niña
que fue y la persona adulta que es están presentes al mismo tiempo. De modo que no es
sólo la niña la que está presente; está presente aquí también la adulta. Una cliente en el
estado niña siempre sabe exactamente donde está. Sabe que está sentada en tu
consultorio. Sabe que eres terapeuta, etc. Su vida adulta real continúa. A la vez, la persona
se siente como niña, una niña muy real, viva, experimentando vívidamente a sí misma y a su
mundo. Este estado puede ser suficientemente intenso como para que la persona sea
arrastrada por las emociones de la niña y puede ser delicado y perderse fácilmente, o puede
situarse en cualquier nivel entre esos extremos. La cliente puede ponerse en contacto con
un evento o experiencia particular perdida u olvidada por muchos años. Podría estar viendo
rostros y escuchando voces que había olvidado hace tiempo. Y todo vuelve vívidamente, con
imágenes claras y pensamientos que la niña tuvo en la situación original. La cliente
experimenta nuevamente las cosas del modo como lo hiciera cuando niña. No se trata de
eventos imaginados; son partes importantes de asuntos incompletos.
Hay otras cosa significativas en relación a la persona adulta y a la niña presente: es una gran
oportunidad para integrar algo. Permite a la cliente aliviar alguna experiencia dolorosa y al
mismo tiempo observar. Es una gran oportunidad para comprender nuestra historia,
oportunidad que combina la intensidad emocional de la infancia con las capacidades de
razonamiento de un adulto. De cierta manera se trata de que logramos tener lo mejor de
ambos mundos.
112
Las niñas son afectadas por los acontecimientos de modos que rara vez afectan a las
personas adultas porque en gran medida están aún en formación. La niña está abierta y aún
aprende. La niña está creando aún el modo como manejar su mundo. Está aprendiendo aún
a organizar su experiencia. La vida de la niña es una vida en el núcleo. De modo que cuando
focalizamos nuestra atención en la organización de la experiencia, en los procesos del
carácter y en el material nuclear, estamos muy cerca del reino de la niña. Si conocemos las
señales, podemos contactar a la niña, hacer funcionar todo ese estado de consciencia y
trabajar directamente con él.
A veces la niña emerge a la distancia. Viene como la imagen de una niña. Una cliente puede
reportar viéndose a sí misma como niña o recordándose a sí misma como niña. La cliente
puede incluso ver a la niña a pocos metros de distancia, haciendo algo mientras la adulto
113
observa. Pienso que eso indica que la cliente no está lista realmente para experimentar a su
niña. Si eso es el caso, puedes usar al adulto para hablar con la niña, para que intervenga
con la niña y que te reporte acerca de lo que está ocurriendo. A veces hago preguntas como
las siguientes a la persona: "¿Puedo hablar con la niña?" "¿Hablarías por mí a la niña?" "Me
gustaría hablarle a la niña, ¿podrías decirle eso a ella?" Algo así, usando a la adulto como
intermediaria. Es posible que la persona esté lista para trabajar con los temas, si bien puede
no estarlo para revivir la experiencia de ser niña.
Cuando la imagen de la niña aparece a la distancia, es posible también que ello indique que
la persona no está dispuesta a asumir su niña, u odia a su niña, odia esa parte de sí misma.
En ese caso, es importante tratar de crear un diálogo con esa niña y un eventual encuentro.
A una mujer le pedí que alcanzara y tocara la parte niña que ella odiaba. No podía hacerlo.
Odiaba a la niña y no quería tocarla. Quería que se fuera, lo que significaba que quería que
siga enterrada. De modo que le sugerí que tratara de alcanzar a la niña mientras yo trataba
de impedírselo. En la medida en que explorábamos lo que ella odiaba acerca de la niña, se
dio cuenta que "Ella siempre me metió en problemas. Ella siempre se portaba mal." Odiaba
esa parte de ella misma que la metía en problemas. El encuentro se produjo cuando recordó
el dolor del desamor que sentía esa parte de ella. La reconciliación es fuertemente deseada,
a los niveles más profundos. Muchas veces esas autoimágenes negativas se disuelven tan
pronto como ocurre el encuentro. Pat Ogden, entrenadora de Hakomi, trabajó en una
oportunidad con una mujer que visualizaba a su niña como un reptil, el más horrible que uno
se puede imaginar. Cuando Pat la ayudó a que se dirigiera a la imagen para tocarla, cambió
inmediatamente convirtiéndose en una bebe que necesitaba amor y atención.
Aún cuando la niña puede surgir sólo como una imagen a la distancia, puedes esperarla.
Puedes observar y escuchar las señales: un cambio de voz, un chispazo de la niña en la
expresión facial, un pequeño gesto, palabras y frases infantiles. Estas señales aparecen
muchas veces como respuesta a una sonda. Yo ensayo una sonda y, cuando la persona
reporta su reacción, hay un eco distante de la niña ahí presente. Frecuentemente pasa
desapercibida para la cliente. La cliente no sabe que simplemente se aniñó. Yo lo señalo y
hago algo para estabilizarla. Cuando reconozco a la niña puedo hacer preguntas acerca de
su presencia. A veces simplemente pregunto, "¿Qué edad crees que tienes ahora?" Pero
mayormente me limito a ponerme en contacto con los sentimientos o con lo que presenta.
"Te sientes joven ahora ¿eh?". O, "De modo que la niña está ahora aquí, ¿eh?"
En una oportunidad le pregunté algo así a una mujer cuya voz se había puesto infantil y al
principio no era consciente de ello. Cuando le pregunté de qué edad se sentía, me
respondió: "Mi edad usual". "¿Qué edad es esa?" pregunté. En ese momento comenzó a
escucharse y a sentirse a sí misma. Iba a decir "treinta y dos", se detuvo por un momento,
luego continúa diciendo, "bueno, tal vez, tengo tres años". La niña vino fácilmente y tocamos
el tema de cuánto necesitaba ser amada por su padre y que sentía que eso no ocurría.
Trabajamos con eso por un rato y finalmente llegamos a un espacio en el que podía
imaginarse que tenía un padre que la amaba. Para integrar el sentimiento de ser amada, la
ayudé a revivir toda su vida como una fantasía, con este nuevo padre amoroso. Me dijo qué
es lo que había ocurrido cuando fue inicialmente al colegio, qué fue lo que hizo al graduarse
en su bachillerato, etc. Nos tomó cuarenta y cinco minutos. Cuando llegó a tener 32 años
nuevamente, su vida era completamente diferente. Tenía una profesión diferente y actitudes
diferentes respecto a su salud. El contraste entre el resultado de su vida imaginaria y el de
su vida regular era sorprendente.
Al trabajar con la niña, lo primero que hay que hacer es establecer contacto. Esto se hace,
básicamente, cambiándola manera de hablar y el tono de voz. Uno simplemente comienza a
hablar como si estuviera hablando con una criatura. (Una de las razones por las que
administramos sondas en un lenguaje muy sencillo es que al hacerlo evocamos a la niña.)
Puedes preguntar qué es lo que está ocurriendo y que edad es lo que la persona siente que
tiene. Usualmente ubican una edad exacta. En el proceso de encontrar su edad exacta, la
114
experiencia se profundiza. También funcionan las afirmaciones de contacto. Se trata
mayormente de hacer afirmaciones de contacto y de usar un tono de voz como el que uno
usa al hablar con una niña. Otra manera de profundizar ese estado es el obtener más detalle
acerca del evento o de la situación en que se encuentra la niña. Si surge una imagen, como,
por ejemplo, "puedo ver los barrotes de mi cuna", tu puedes decir, "bueno, mira hacia abajo
ahora, ¿de qué color es la frazadita que tienes? ¿Qué otras cosas notas en el cuarto?"
Mantienes a esa persona en la experiencia tanto como sea posible para estabilizarla. O,
puedes preguntar, "¿Como te llama la gente?" Y si en ese entonces hablaban otro idioma,
puedes pedirle que diga una palabras en ese otro idioma. A veces eso es muy significativo.
Simplemente dile que hable en su lengua materna. No es necesario que entiendas lo que
está diciendo. Hay suficientes datos de otro tipo acerca de lo que está ocurriendo y puedes
averiguarlo después.
Luego de accesar a la niña, trabajamos con ella. ¿Qué hacemos cuando la niña está ahí y el
estado es estable? Ya hablé acerca del trabajo a través de la persona adulta, lograr que la
persona adulta cuide a la niña, lograr que la persona adulta hable a la niña. Como soy una
persona tan dura/generosa, me gusta aparecer como un extraño mágico. Me gusta hablar
con la niña y demostrar que la entiendo. Me gusta ayudarla para que entienda qué es lo que
está ocurriendo en su mundo y ayudarla a desarrollar un concepto de sí misma. Si la niña
siente que algo injusto acaba de ocurrirle, puede también hacerse la idea de que el mundo
sería siempre injusto y que no va a recibir nunca un trato recto. En ese caso hablo un rato
acerca del tema, del modo cómo tal vez las personas podría tratar mejor a la niña, de
manera más justa, y de que a pesar de que ocurrió le muchas veces no tiene que ser así
siempre. También puedo educir de la niña su sentido de qué es lo justo y correcto.
Básicamente hablo con la niña como si me hubiera encontrado con ella en ese mismo
momento en su vida. Y actúo como puedo, como cualquier persona adulta inteligente y
compasiva actuaría si se encontrara con una niña en esa situación.
Yo llamo a ese rol que asumo: el "forastero mágico". Mágico porque aparece en la situación
original, donde nunca estuvo. Y forastero, porque estoy ahí yo mismo, no como ninguna otra
persona. No soy el padre, tío ni nunguna otra persona conocida. Focalizo mi atención en la
comprensión y en la integración de esos eventos. La situación era traumática y ahora ha sido
evocada porque no se resolvió en ese momento. Era demasiado dolorosa y demasiado
confusa. La niña fue abrumada. Ayudo entonces a que entienda, le hablo como persona
adulta, con experiencia adulta. Soy benévolo y sigo el ritmo de la niña. Pero no trato de
cambiar la historia ni de pintar historias rosadas. Simplemente ofrezco mi comprensión
honesta y humanamente limitada para que la niña la considere y contacto sus sentimientos y
visión de los acontecimientos. Tengo también habilidad para adivinar qué ocurrió, y eso
ayuda a que la niña me acepte y me crea. De modo que focalizo la atención en la
comprensión mientras apoyo al mismo tiempo emocionalmente a la niña. Frecuentemente
toco a la persona, la abrazo, enjugo sus lágrimas y hago cosas que hacen las personas
adultas con las criaturas de modo natural. Sostengo la toallita de papel y hago que la
persona se suene la nariz. Pequeñas cosas como esas.
Focalizo la atención en aquello que la niña quiere (o quería). Necesitaba que alguien venga y
haga algo, que le diga algo acerca de la muerte o lo que sea. Lograr que las cosas que
hacen los adultos tenga sentido. Dejo que las necesidades de la niña guíen el proceso. Pero
eso, por supuesto, es lo que hacemos siempre.
Si la niña es preverbal, uso afirmaciones de contacto. Los estados preverbales son más
difíciles. Se necesita hacer un seguimiento muy estrecho del cuerpo. Una situación típica es
cuando una persona vuelve a experimentar su nacimiento. La persona se siente con ganas
de empujar con las piernas, así que apoyo esos movimientos. Aporto algo de confinamiento
y la contengo mientras respiran. Dejo que abran sus ojos lentamente y que vean algo amable
y amoroso. A veces hago este trabajo sin mediar palabras. Cuando tiene miedo de abrir los
115
ojos, la pido a la asistente que describa qué es lo que está ocurriendo en el campo visual
mientras la cliente mantiene sus ojos cerrados. Nos hacemos cargo del ver.
Como parte de mi trabajo con la niña, en la medida en que ayudo a la niña a entender, una
de las cosas que trato de hacer es lograr que los padres sean reales y comprensivos. la
experiencia de la niña con sus padres está casi ciertamente mezclada con incertidumbres y
distorsiones. Es un gran alivio poder aclarar y resolver esa situación. Converso con la niña
acerca de cómo se sentían (o sienten) los padres, cómo están a su vez confundidos y
adoloridos, cómo trataron tal vez de hacer lo mejor que podían con su hija. No se trata de
hacer una apología de los padres; de trata simplemente de redimensionarlos a su verdadero
tamaño y mostrar que simplemente eran humanos. Trabajo sobre la base de reconocer que
la persona adulta no necesita a su padres de la misma manera que los necesitó la niña. Y
que las relaciones no necesitan seguir los mismos patrones que fueron establecidas en su
familia.
Las niñas también hacen preguntas imposibles de responder. Por más mago que sea, no
puedo responder preguntas como: "¿Porqué Dios quiere que me ocurran a mí cosas así?"
De modo que soy honesto con la niña en el sentido de que no sé todo. Mientras más tiempo
la persona permanece en cualquier experiencia, más completa es su recolección de todos
los componentes de esta. Como el cliente que olió a cartón. Al principio simplemente sentía
curiosidad. Lo ayudé a permanecer en contacto con ese olor de cartón. Le hice preguntas
que sólo podían ser respondidas si es que se mantenía en contacto con la experiencia. "¿Es
un olor seco o húmedo?" Le hice preguntas de ese estilo. Algún canal de su cerebro
permaneció abierto. Y como si se tratara de una película que lentamente se enfoca mejor, o
la tonada de una canción cuya letra no recuerdas, más componentes de la experiencia
surgen, hasta que repentinamente se encontró reviviendo una experiencia poderosa. Cada
aspecto de la experiencia es una ruta para llagar a la totalidad de la misma. Para tener
acceso al estado niña, mantengo algunos canales abiertos. En la medida en que pido los
componentes de una experiencia particular de la infancia, el evento total comienza a surgir.
Como parte de ese surgimiento, los sentimientos anteriores, los gestos e ideas comienzan a
volver. La niña que experimentó todo eso también regresa. Pueden aparecer las primeras
insinuaciones de esa niña antes que aparezca ningún recuerdo claro de un evento.
Mientras trabajo con una cliente, pensando en quién es y cómo llegó a donde está, también
estoy haciendo un seguimiento de ella en el aquí y el ahora. Estoy viendo sus expresiones
faciales, posturas, gestos. Estoy escuchando su tono de voz, la estructura de sus frases y
estoy esperando a esa niña. Estoy seguro que antes de comenzar a esperar y escuchar a la
niña, ella habrá estado presente incontables veces sin darme cuenta. Si uno observa a
personas en el tren subterráneo, en restaurantes, o en cualquier parte en la que se sientan
en silencio sin tener nada que hacer, es fácil reconocer en ellas a la niña. Cuando dos viejos
amigas se encuentran se conducen como niñas. La niña es una parte muy nuestra, más
cerca a la superficie de lo que la mayoría de nosotros nos imaginamos. John Eisman dijo
que "El (estado) niño no es algo de lo que salimos creciendo, es un canal de nuestro espíritu
para toda la vida."
La niña necesita cosas simples. Necesita que se le escuche. Necesita que se la quiera.
Necesita alguien con quien jugar. No necesita todas esas cosas sonsas que hacen las
personas adultas para estar lista. Puede que no conozca las palabras que corresponden,
pero necesita que se protejan sus derechos y que el respeto a sí misma no sea violado. De
modo que ¿qué es lo que hacemos cuando emerge la niña? ¿Qué tipo de trato necesita la
niña? Bueno, la niña no necesita patear el colchón. No necesita entrar en su dolor y gritar.
No necesita hiperventilarse, ni decir mantras, ni afirmaciones. Necesita algo mucho más
sencillo. Necesita que estés ahí.
Quisiera que te imagines lo que harías si es que te encontraras en realidad con la niña en
esa situación original. ¿Qué cosa razonable y compasiva podrías hacer para esa niña
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confundida y sentida? Te sientas y hablas con ella. Escuchas. Averiguas qué es lo que la
está molestando, la comprendes, la reconfortas, la sostienes en tus brazos; y, más tarde,
juegas, le explicas cosas, le cuentas un cuento. Eso es lo que necesita la niña, nada
complicado, simplemente bondad y paciencia.
Usualmente la niña está confundida. De modo que haces un par de afirmaciones de contacto
como: "Me imagino que eso realmente te duele, ¿verdad?" Observas su respiración. La niña
comienza a sentirse bien tan pronto como se da cuenta que la entiendes. A veces tienes que
hablar acerca de la muerte. "Sabes, la gente muere. No es la culpa de nadie. Se vuelven
viejos y se desgastan." Es probable que tengas que aclarar algunas de las ideas de la niña
acerca de las personas, del amor, sexo o lo que sea. Puedes ayudarla a perdonar a alguien.
Todo lo que puedas hacer para que la niña se sienta mejor acerca de sí misma. Cualquier
camino que ayude a cambiar una imagen negativa que la niña tenga acerca de sí misma.
¡Simplemente sé una persona adulta compasiva! Tómate el tiempo para hablar con la niña.
No necesita ninguna técnica especial. La niña va a comenzar a decirte lo que la está
molestando tan pronto como sepa que ella te importa y que estás realmente escuchándola.
De modo que estás ahí, eres una persona compasiva y la niña comienza a decirte cual es el
problema. Hay algo que no entiende. Se siente mal acerca de algo. A veces todo lo que
necesitas hacer es dejar que la niña te diga eso. Simplemente necesitaba decírselo a
alguien. A veces las percepciones de la niña necesitan ser validadas. La confusión se
presenta porque las personas adultas trataron de imponer su punto de vista sobre las cosas
y fueron en contra de los verdaderos sentimientos de ella acerca de las cosas. A veces la
niña simplemente va a correr hacia ti para decirte: "me caí y me hice una herida en mi
rodilla". "Si, eso te dolió mucho, ¿verdad?" La niña asiente con su cabeza nueve veces y
corre a jugar otra vez. Y eso es suficiente. La niña simplemente deseaba decírselo a alguien.
Explotaba con eso, ¿sabes? Tal vez necesitaba saber si había que hacer algo. "Sabes, creo
que está bien. Va a mejorar en un ratito."
El estado niño de consciencia se disuelve de una manera tan natural como cuando apareció.
Cuando se ha hecho el trabajo, cuando se ha llorado, escuchado y pensado acerca de ello,
tal vez cuando se ha descansado un poco también, el trabajo ha terminado y la consciencia
ordinaria regresa. Sin fanfarria. Estarán presentes las señales de que ha sido completado el
proceso y podrás leer eso si es que lo miras. Así como termina este capítulo.
117
12. BUSCANDO SIGNIFICADOS
"La expansión de la consciencia no reside en la acumulación cuantitativa de experiencias,
sino en el cambio cualitativo del modo cómo la gente tiene experiencias.
Cada vez que trepas a un punto de mira más elevado tu
visión se hace más amplia y se altera tu comprensión de
toda tu situación. Ves las cosas desde una perspectiva
más amplia y eso te permite preocuparte menos y estar
menos ansioso por lo que puedes relacionarte con tu
medio en los términos que realmente le corresponden en
lugar de lo que te imaginaste desde un punto de vista más
limitado."
Swami Rama y Swami Ajaya,
"Uso Creativo de las Emociones"
El objetivo de la terapia no es el logro de alguna experiencia particular, sino un cambio que
organice las experiencias de un modo diferente, un cambio en la manera de tener
experiencias. Con tal objeto no nos bastan las experiencias; son necesarios los significados.
Debemos extraer el significado del modo cómo organizamos la experiencia, el modo cómo
hacemos las cosas, el modo cómo ordenamos y percibimos el mundo y el modo cómo
pensamos acerca de él. Debemos buscar significados en el estilo de nuestras interacciones,
en los usos que hacemos de nuestro ser físico, el modo cómo creamos y almacenamos
tensiones, cuales son los sistemas de nuestro cuerpo que se hacen cargo del stress. La
postura, las expresiones faciales, los gestos, los hábitos de movimiento, tienen todos
significados. En pocas palabras, toda experiencia está incorporada y organizada en
imágenes y creencias, es decir en significados.
118
verdadera naturaleza del proceso terapéutico. Es más difícil llegar al significado específico
que al significado general; demanda más tiempo, más inteligencia y más compasión. Pero es
crucial para el bienestar de la cliente.
La siguiente es una manera general de cuatro pasos que puede utilizarse para encontrar
significados a partir de las tensiones. Se han desarrollado procesos similares para buscar
significados a partir de otros aspectos de la experiencia como los sentimientos, recuerdos,
impulsos, gestos, imágenes, posturas, movimientos y sensaciones. Por supuesto, uno debe
esperar que la cliente complete cada paso antes de pasar al siguiente. Algunas personas
podrían necesitar tu ayuda para dar los pasos, lo que puedes lograr haciendo preguntas u
ofreciéndoles afirmaciones de contacto.
1.- Haz preguntas que profundicen la consciencia acerca de la tensión: ¿es simétrica?
¿qué tipo de tensión es? ¿cuales son sus características?... Preguntas como esas
sirven para estabilizar la experiencia y ayudan a profundizar el contacto con la misma.
Se hace en un estado mental relajado o en plenitud de consciencia. Si es necesario,
se repite la sonda o el pequeño experimento que evocó la tensión inicialmente,
2.- Pide a la persona que observe qué otras partes de su cuerpo participan en su tensión,
o quieren participar..., cómo otras tensiones corporales, movimientos, sonidos,
palabras, etc. Repite también la sonda o pequeño experimento si es que sirviera
hacerlo. Esto funciona para incluir a todo el cuerpo. Es un paso hacia el significado
porque eleva la experiencia hasta una perspectiva más amplia. La lleva a conectarse
con lo que está haciendo toda la persona, no sólo uno o dos músculos.
3.- El próximo paso es pedir a la persona que se tense voluntariamente, poco a poco,
manteniéndose en estado de plenitud de consciencia, pidiéndole que lo haga muy
bien, de una manera exacta y que lo haga unas cuantas veces. Este paso transforma
la tensión de involuntaria a voluntaria. Y esto es un proceso paralelo al de la transición
entre lo inconsciente y lo consciente, y por lo tanto a la identificación de significados.
4.- Finalmente, cuando el patrón de la tensión en todo el cuerpo es claro y puede ser
reproducido voluntariamente se pide a la persona que ponga palabras a lo que está
haciendo: "¿qué estás diciendo con tu cuerpo cuando te tensas de esa manera?" Ese
tipo de preguntas. Insiste en que las palabras deben surgir sin esfuerzo, sin tratar
nada. Las palabras deben surgir espontáneamente, o del inconsciente. Y deben
encajar. Deben parecer correctas a la persona. Cuando las palabras surgen de esa
manera, son frecuentemente expresión del material nuclear, especialmente si la
tensión original fue parte de la reacción a una sonda importante. Así tendrán
significado y eso es lo que buscamos.
119
En resumen, primero profundizar, luego expandir a todo el cuerpo, luego hacer que la
tensión (o tensiones) sea voluntaria(s) y luego preguntar acerca de los significados.
SIGNIFICADO Y EXPERIENCIA
He aquí dos ejemplos específicos del posible significado de las tensiones. Uno es
relacionado con la tensión en los ojos y el otro con la tensión en la mandíbula. La tensión en
los ojos tiene que ver muchas veces con el deseo de no querer ver algo, como por ejemplo el
odio en la cara de otro, ser visto o "que lo vean a uno por adentro". Puede también ser la
búsqueda de alguien o la búsqueda de una respuesta a una pregunta importante. O podría
ser tristeza bloqueada. El significado es personal; sólo la persona que tiene la experiencia
pude declarar su significado actual. En el caso de las mandíbulas, se trata muchas veces de
la rabia o la contención de la expresión de la rabia, el no decir algo. O podría ser indicación
de resolución y determinación. Podría tener que ver con el no dejar que lo fuercen a uno a
aceptar algo o a dejar que algo entre.
Cuando la cliente esta profundamente involucrada y se da el tiempo para cada paso que da
en el proceso, éste adquiere una cualidad muy importante. Es un proceso viviente, un
despliegue. La terapeuta probablemente ha desarrollado para ese momento algunas
nociones acerca de qué tipo de proceso está ocurriendo y qué tipo de sonda o técnica
funcionará para que la cliente se ponga en contacto con el material nuclear. La terapeuta es
quien tiene una idea acerca de los significados y está experimentando con esos significados
para tener acceso al material nuclear. En esos momentos, una simple sonda puede ser todo
lo que se requiere para que ocurra una experiencia profunda y poderosa para la cliente. Las
120
palabras correctas son como una llave que repentinamente abre el camino para llegar al
núcleo de la cliente.
Por ejemplo: una cliente ha estado hablando de las cargas que lleva, las restricciones que
siente y sus ineludibles responsabilidades. La terapeuta ofrece una sonda como: "tu vida te
pertenece". Como reacción, la cliente siente rabia e incredulidad y las reporta, y siente
tensión en sus músculos abdominales. Entonces, tú y tu asistente se hacen cargo de esa
tensión y ponen un poco de presión sobre sus abdominales para simular la tensión. Pruebas
la sonda nuevamente mientras la cliente te permite hacerte cargo de la tensión en sus
abdominales y ahora la reacción es una explosión de emociones y un recuerdo claro, lleno
de rabia y humillación. La terapeuta pregunta: "¿qué es lo que estás descubriendo o
decidiendo en este recuerdo?" Con esa pregunta surge una comprensión clara que "no
puedo recibir el amor que necesito, siento rabia y la expreso". Con esta visión interior,
aparecen también un reconocimiento de la verdad y un sentimiento fuerte hacia esta. Las
cosas tienen sentido.
Hay mucho más que hacer, por supuesto, aún cuando el sólo llegar al significado o material
nuclear puede ser un evento poderoso en la vida de una persona. Ese es un material
profundo y formativo, en cuyo centro se encuentra quién es la cliente y cómo llego a serlo.
Estar en contacto y comprender esos eventos del pasado implica "regresar a casa" y
conocerse a sí misma del modo más profundo y significativo. Implica sentir y conocer el
poder sagrado de elegir quien va uno a ser.
121
13. TRANSFORMACION, INTEGRACION Y TERMINACION
Parte 1: TRANSFORMACION
En realidad, las leyes que gobiernan
la realidad convencional son flexibles.
Puede ser que la transformación comienza cuando la cliente acepta una nueva creencia, una
creencia como: está bien que yo sea lo que soy. O tal vez la transformación comienza
cuando se expresa algo, como rabia o amor, algo que la cliente habitualmente no expresa.
Luego, en las condiciones seguras y confortables de la terapia, la cliente experimenta sus
nuevas opciones, las estudia y observa sus efectos. Las experiencias que ocurren alrededor
de la transformación pueden ser un gran alivio y un placer delicioso. Después de todo, la
cliente ha estado esperando por años el poder hacer, decir, sentir o creer esta cosa. Es
nuevo únicamente en el sentido de que se trata de una opción que no ha sido tomada en
cuenta y asumida hasta ahora. Ha estado esperando todo el tiempo, enclavada en su
opuesto.
122
ocurra. Lo que sigue es una lista de las experiencias nucleares faltantes para cada proceso
del carácter. Ver en el Capítulo 3 la sección titulada "La Experiencia que Quiere Ocurrir".
Al igual que el "aja" de Perls, o de la reorganización espontánea de Feldenkrais, la
transformación es frecuentemente espontánea. Se siente como una transformación y se vé
como una transformación. En una oportunidad trabajé con una mujer en un taller. Ella hizo
algunas cosas acerca del nacimiento, de la seguridad y de simplemente estar ahí. Tenía
mucho que ver con no tener que esconderse, y eso significaba abrir los ojos para
simplemente mirar, sin tener que estar alerta a algo que quiera atraparla. Trabajamos en la
mañana. Durante el resto del día pude verla con los ojos muy abiertos asombrada, mirando
las cosas, a los árboles por la ventana, las flores en la vasija, los rostros de la gente. Estaba
viviendo en sus ojos nuevos. Una vez que has vivido una experiencia nueva, poderosa y
bella como esa, estás transformada. Conoces lo viejo y lo nuevo y quieres lo nuevo. ¿Porqué
ir a un restaurante cerrado cuando hemos encontrado uno abierto?
Cuando la cliente prueba y saborea la nueva creencia o conducta, su rostro cambia
visiblemente. Tiene un aire abierto y muchas veces parece una niña, o por lo menos más
joven. Está relajada y llena de energía. La sonrisas no son desconocidas. En una
oportunidad trabajé en el Instituto de Terapia Primal de Denver. Durante el trabajo con un
hombre que estaba atrapado en un proceso profundo analítico-sensitivo, llegamos
lentamente, en el curso de una hora y media, a un espacio en el que el terror de expresarse
cedió el espacio al placer de hacerlo. Estaba que daba saltos en el aire. Lo sostuvimos y
ayudamos a dar saltos, arriba, al aire. Y emitía dulces sonidos de gozo con cada salto. Los
sonidos no eran fuertes ni forzados de ninguna manera. Simplemente se escapaban de él
como el vapor se escapa de una sopa feliz. Una mujer que estaba a mi lado, terapeuta de
ese instituto desde hacía años, me dijo: "Nunca antes hemos escuchado ese sonido en este
edificio."
123
Parte 2: INTEGRACION
El trabajo terapéutico es simplemente la semilla de la transformación. Las nuevas creencias,
los nuevos sentimientos y percepciones tienen que ser llevados al mundo. Para sobrevivir, la
transformación debe encontrar apoyo. En la terapia, hacemos lo mejor posible para que se
produzca un buen comienzo. Pasamos algún tiempo integrando.
- saborear,
- usar el estado de plenitud de consciencia,
- apreciar a la niña,
- llevar todo de vuelta a casa,
- arreglar la casa y
- tareas para la casa.
SABOREAR
En el contexto de una sesión terapéutica, cuando una cliente acepta por primera vez una
creencia nutricia y la ensaya, la aliento a que saboree la experiencia, en especial los
sentimientos agradables que la acompañan. Al igual que al accesar, de lo que se trata es de
tomarse tiempo quedarse con la experiencia para que esta se aclare, y se establezcan
conexiones. Trato de que la cliente se mantenga focalizada en su experiencia. Le hago
preguntas acerca de esta y, si la niña está presente, juego con ella. A veces sugiero a la
cliente que simplemente permita que el inconsciente produzca imágenes y recuerdos que
124
den sentido a la experiencia. Las siguientes son otras formas de ayudar a la cliente a
saborear los cambios que ocurren después de la transformación:
(1) Pedir a la cliente que compare el efecto nutricio de las palabras con el contacto
físico.
(2) Si estás trabajando en un grupo, compara el efecto de la afirmación nutricia de
voces diferentes, una por vez. Si estás solo con la cliente, puedes hacer que evoque a
diferentes personas significativas en su vida ofreciéndole esa afirmación nutricia. Y
siempre estudia el experimento.
(3) Puedes pedir a la cliente que sugiera maneras en las que la afirmación nutricia sea
mejor o más satisfactoria. El resultado habitual de pedir que se refine el contacto o
que se precise, es una profundización de la concentración y un acrecentamiento y
estabilización de la experiencia.
(4) Si has estado trabajando con la niña, puedes pedir a la cliente que se imagine que
está cargando a la niña y que la nutre.
Los hábitos que caracterizan la manera cómo se recibe internamente y cómo se queda uno
con las afirmaciones nutricias también pueden ser estudiados en estado de plenitud de
consciencia. La cliente puede hacer eso observando primero qué es lo que ella hace
involuntariamente cuando se da la afirmación nutricia o el contacto físico. Luego la cliente
puede experimentar con lo que ocurre cuando se controla la reacción deliberadamente,
primero cerrándose contra lo nutricio, bloqueándolo, y luego aceptando y saboreando la
experiencia. Se aclara así muchísimo el efecto de ambos y se establece nítidamente la
preferencia por uno de ellos. Usando el estado de plenitud de consciencia, la cliente puede
imaginarse situaciones diversas que pueden ocurrir y que probablemente van a ocurrir, como
por ejemplo tener que mantener la nueva actitud con amigos y parientes en el trabajo y en la
casa. Tomando una persona a la vez, la cliente se imagina que está con esa persona
mientras recibe la afirmación nutricia que acaba de descubrir, lo que puede ayudar a revelar
qué es lo qué es lo que se necesita de cada persona para integrar esas cosas nuevas. Uno
puede comparar los sentimientos presentes con los que surgían antes en situaciones que
evocaban creencias anteriores. Al estudiar casi cualquier aspecto del proceso de integración,
especialmente en estado de plenitud de consciencia, estamos ayudando a integrarlo,
particularmente en las etapas tempranas de dicho proceso.
APRECIAR A LA NIñA
Muchas veces las personas se ponen furiosas contra sí mismas por vivir con una creencia
negativa. Necesitan entender que, en el mundo de la niña, esas viejas creencias fueron un
marco necesario en el cual tenía que operar. Necesitan apreciar y comprender no sólo el
dolor y sufrimiento de la niña sino también su creatividad y los recursos de los que hizo gala.
Podemos hacer esto simplemente hablando acerca del tema, o mostrando nuestro aprecio
hacia la niña o contándole una historia al estilo de Milton Erickson, una historia que
demuestra, sin decirlo muy directamente, cuán creativos y adaptables son los niños y cuánto
necesitan serlo.
125
LLEVAR TODO DE VUELTA A CASA
Algunas de las cosas que hacemos en el consultorio están diseñadas para aclarar en trabajo
que se ha hecho en el mundo fuera del consultorio. Algunas de las maneras de hacerlo son
las siguientes:
(1) Facilitar tiempo después de la sesión de terapia para estar solo, a fin de asimilar la
experiencia, descansar y pensar. Puedes recomendar a tus clientes no programar
ningún trabajo después de una sesión. Mejor aún si pueden tomar un baño caliente o
recibir un masaje.
(3) La cliente puede examinar el pasado, viendo que esas mismas afirmaciones
nutricias fueron dadas u ofrecidas a la cliente, enfatizando que eso está disponible en
el mundo externo. La cliente puede practicar, pidiendo exactamente lo que quiere,
jugando el rol en situaciones ficticias en las que la vieja creencia podría ser una
interferencia.
(5) Puedes hablar acerca de cómo sería el llevarse la nueva creencia a casa, cómo
sería, cómo reaccionarían los demás, y cómo ocurrió todo. Esta pequeña discusión y
análisis ayudará a la cliente a encontrar algunas cosas en qué pensar y a conversarlo
con algunas personas cercanas a ella. lo que facilita la conversación externa sobre el
tema con otras personas. Estas son simplemente algunas maneras de llevarse de
vuelta a casa lo logrado que podemos apoyar. Hay muchas otras formas, esperando
ser descubiertas, inventadas y ensayadas.
ARREGLAR LA CASA
Ya que estamos hablando de "arreglar la casa", hablemos acerca de otras cosas para lo cual
ese cuidado sirve. También puede ser útil cuando la terapeuta no está segura acerca de qué
es lo que realmente está pasando, o cuando siente alguna tensión o tirantez en su relación
con la cliente. Si siento que no estoy obteniendo la cooperación del inconsciente, o que la
cliente no ve nuestros roles en la terapia de la misma manera como yo los veo, "arreglaré la
casa" en relación a eso. Muchas veces puede ser útil para la cliente hablar algo acerca del
proceso, tal vez para explicar la naturaleza de algún tipo de intervención especial, o algo que
la cliente desconoce. "Arreglar la casa" es en gran medida como "salirse del sistema"
(Capítulo 19), y es una de las maneras de hacerlo. Refocaliza la atención de la sesión en las
cosas que impiden que la sesión proceda suavemente. El proceso se recupera fácilmente y
126
de una manera natural de las interrupciones debidas al "arreglo y cuidado de la casa" y, a la
larga, se beneficia de ellas.
TAREAS PARA LA CASA
Yo le doy a las personas cosas que pueden hacer fuera del consultorio o después de un
taller. Estas tareas ayudan a estabilizar nuevas conductas y son poderosas, sobretodo para
las relaciones, imágenes de sí mismo y conductas que ya no son deseadas. Las tareas para
la casa incluyen dieta o trabajo corporal (como masajes, Rolfing, ejercicios, movimiento,
yoga, trabajo tipo Feldenkrais); mantener un diario; o algo especial para una situación
particular. Por ejemplo, una vez le pedí a una mujer que usaba la estrategia de la
abrumada/aguantadora, estrategia dominada por las culpas, que se parara todo el día en la
Plaza Kenmore en Boston (principal estación del tren subterráneo) cargando una pancarta
que decía "TODO ES CULPA MIA". Luego me enteré que lo hizo y que la pasó muy bien,
hablando con otras personas, contestando preguntas, recibiendo consejos y riéndose
mucho. Puedo imaginarme cuánto puede haber cambiado.
Parte 3: TERMINACION
A veces las sesiones parecen continuar y continuar, sin terminar de una manera natural. No
ocurre siempre, pero cuando pasa es un problema. La mayoría de las sesiones tienen un
camino para llegar fácilmente a un cierre apropiado fácilmente y de manera espontánea.
Pero a veces puede ser difícil terminar una sesión, especialmente con ciertos procesos
caracterológicos, como los aferrados/expresivos y los dependientes/cariñoso. Usualmente
ocurre cuando la sesión ha tocado contenidos superficiales y no se ha trabajado los asuntos
más profundos de la separación. Algunas personas no quieren que la sesión termine; les
parece una separación o pérdida. Algunas de las maneras de manejar esta situación son las
siguientes:
1. "Arreglar la casa" Señala el tema y discútelo. Ofrece tus ideas acerca de lo que
ocurre. Si tu cliente no se siente completa, tal vez puede aceptarlo y transformar el
tema en algo para trabajar en la sesión siguiente.
2. Si el problema de terminar la sesión es parte de un proceso aferrado/expresivo y no
quieres seguir trabajando, ni meterte en una discusión acerca de lo que ocurre, es
muchas veces mejor iniciar tú misma el proceso de cierre. Puedes hacerlo haciendo
una afirmación que en sí misma dice que la sesión va a terminar pronto. Por ejemplo:
"Te voy a contar una historia antes de terminar la sesión", o, "¿qué quisieras hacer
antes de que termine nuestra sesión?".
127
SECCION 3: EL METODO
Nada importa tanto como
el reasegurarse mutuamente
como el responderse mutuamente.
Ugo Betti
Hay unos cuantos trabajos básicos que gobiernan el proceso terapéutico. Las terapeutas
necesitan comprenderlos y adquirir maestría sobre ellos. Comprenden dos tareas básicas:
Esta es la principal tarea, todo lo demás depende de ella. Debemos permitir que el recabar
información sea secundario. Debemos permitir que la curiosidad espere las respuestas o que
las encuentre en silencio, observando. Nuestra responsabilidad fundamental es dar apoyo al
proceso de la cliente que se está desplegando. Si hay preguntas cuyas respuestas
queremos obtener, ellas son secundarias frente a este despliegue. Muchas veces hacemos
preguntas cuando deberíamos establecer contacto o permanecer en silencio. Esto interfiere
con lo que la cliente necesita hacer o quiere hacer. Cuando nos permitimos demasiadas
preguntas, la cliente cree que está ahí para que se trabaje sobre ella, y espera preguntas
para responderlas o espera nuevamente, sea para recibir otra pregunta o para que se le diga
qué hacer. Eso no funciona si lo que queremos es desbloquear experiencias que necesitan
ocurrir. Es un arreglo que sirve para bloquear el despliegue del proceso, más efectivo que
ningún otro que conozco, incluyendo la represión del inconsciente.
128
El manejo del proceso implica intervenciones de todo tipo y un sentido de oportunidad
acerca de cuándo hacerlas. Puede ser pasivo o activo. Requiere un balance sutil entre
"hacerse cargo" y dirigir el proceso, y retroceder dejando espacio para que la otra persona
elija la dirección que quiere tomar. El retroceder implica permanecer en silencio en
momentos críticos, esperando y permitiendo que la otra persona conduzca. El manejo activo
necesita intervenciones como el establecer contacto, accesar, profundizar, salirse del
sistema, arreglar la casa. El manejo pasivo necesita retroceder y dar tiempo a la cliente para
que cuente su historia o para que piense, simplemente, o integre. La otra persona debe tener
la sensación de espacio, la sensación de que tiene mucho tiempo a su favor y que influye
más que nadie en el modo como se despliega el proceso terapéutico. Para esto, la terapeuta
debe hacer un seguimiento de cuándo la otra persona está consciente o inconscientemente
eligiendo una dirección y en esos momentos simplemente permanecer en silencio.
Manejar el proceso también implica manejar los estados de consciencia. Eso significa
hacerles seguimiento, evocar nuevos estados y pasar de un estado a otro. En una sesión
típica, la cliente comenzará en un estado ordinario de consciencia y necesitará en algún
momento pasar a un estado de plenitud de consciencia o al procesamiento del estado niña o
del estado emocional. Eso es habitualmente lo que ocurre. La terapeuta tiene que hacerle
seguimiento y detectar cuándo es el momento para pasar de un estado a otro. Es una
cuestión de sentirlo, apreciar cuándo una fase ha completado algo y otra está lista, y saber
cómo apoyar esos cambios con intervenciones.
Una vez que la cliente cuenta su historia, lo siguiente puede ocurrir. En ese momento, puede
ser una buena idea el hacerse cargo y tratar algo - una sonda por ejemplo. Primero reconoce
la historia haciendo alguna afirmación de contacto acerca de la misma. Luego es bueno
preguntar si es el momento de iniciar alguna exploración o profundización. Si la otra persona
siente que sí podría ser así, lo siguiente es pedir que entre en un estado de plenitud de
consciencia y apoyar ese proceso con un cambio en el ritmo y tono de voz. Luego podemos
hacer un pequeño experimento o lo que sea. Esa es el momento y la manera cómo pasar de
la consciencia ordinaria al estado de plenitud de consciencia. Igualmente se pasa a estados
de procesamiento. Uno trabaja a partir de las señales que nos indican que es el momento
adecuado. Cuando uno escucha o vé a la niña o a los sentimientos emergiendo. Y uno
comienza a buscar significados cuando la cliente se pone curioso, luego de haber tocado al
estado niña o al estado emocional.
Otro manejo importante es decidir qué hacer cuando el proceso se descarrila o parece que
se va a descarrilar. Yo llamo a esto "quedarse en el juego". Nuevamente requiere
sensibilidad acerca de lo que está ocurriendo y acerca de qué es lo que se necesita.
HAY QUE SABER CUANDO
Y SABER COMO
- inducir a que la cliente se vuelque hacia adentro,
- apoyar el viraje hacia el estado de plenitud de consciencia,
129
- permitir que la cliente sepa que uno está de su lado,
- pedir a la cliente que reporte su experiencia presente,
- lograr que la cliente se quede con su experiencia presente,
En gran medida lo anterior, al igual que el ritmo y las estrategias, necesita ser ajustado a
cada cliente. Todas las personas son únicas.
No violencia
Dentro de esos límites, puedes hacerte cargo. Si haces un constante seguimiento del modo
cómo tus sugerencias y directivas son recibidas, puedes retroceder tan pronto sientas que lo
que haces comienza a ir en el sentido contrario de la fibra de madera. Ahí estás siendo no
violento. Hacerse cargo es entonces tan sencillo cómo ofrecer sugerencias o dar
instrucciones directas. Por ejemplo: "quédate con tu tristeza por un rato o observa qué es lo
que quiere".
Dolor
Hacerse cargo puede significar también pedir a una persona que permanezca en contacto
con algo doloroso. Eso significa que estas dispuesta a verla en su dolor. El dolor está lleno
de información acerca de qué es lo que está mal y qué es lo que se necesita. Permanecer
con su dolor es a veces la mejor manera de aprender de él. Los hábitos de la cliente son
muy probablemente maneras de evitar o escapar el dolor, de modo que permanecer con el
dolor puede ayudarnos a aprender algo. Si tratas de aliviar el dolor demasiado rápidamente,
130
muy probablemente no llegarás a conectarte con el material central o nuclear que está
detrás, ni a comprenderlo, y los cambios no serán importantes.
Finalmente, vale la pena recordar lo siguiente:
1) Sólo te "haces cargo" del proceso terapéutico que es secundario (por lo menos para la
cliente) en relación al proceso de la cliente de permanecer viva, ser lo que es, y
cuidarse, protegerse y desarrollarse,
2) No puedes curar al otro, sólo apoyar su propio proceso curativo. De modo que no
insistas en seguir tu propia agenda; si violas las prioridades de tu cliente, como la
seguridad y el control, el proceso se descarrila. Debes estar dispuesta a retroceder.
ETAPA SEÑAL
Construyendo la Relación
131
RECABAR INFORMACION
Recabar información es secundario, comparado con el manejo del proceso. Debe ser hecha
fundamentalmente a través del seguimiento y del pensamiento. Como dije antes, uno debe
tener cuidado de no conducir a la cliente en tal o cual dirección a fin de satisfacer nuestra
curiosidad. Ese error fácilmente descarrila la terapia, al llevarse a la cliente afuera de su
proceso. La terapeuta recaba información evitando demasiada ayuda directa por parte de la
cliente. Esta recolección de información hace pocas preguntas y sugiere, por su misma
manera de desplegarse, que el tiempo le pertenece a la otra persona, para sus propósitos no
los tuyos. De modo que aprendemos lo que necesitamos saber acerca de la cliente haciendo
un seguimiento de la experiencia presente, escuchando las creencias, percibiendo lo
sistemático, y haciendo un seguimiento de la relación cliente-terapeuta. Lo hacemos creando
y haciendo pequeños experimentos, evocando así experiencias de todo tipo que estudiamos
junto con la cliente.
Una terapeuta tiene su propio instrumento, al igual que un músico, un actor o un atleta. De
modo que utilizamos nuestra experiencia, permitiendo que nuestras sensaciones acerca de
la relación surjan claramente a la consciencia verbal. Eso hace posible que brinquemos fuera
del sistema. A veces "ensayamos" la experiencia de la cliente, adoptando por un momento
su postura, gestos, sentimientos y expresiones faciales, a fin de sentir cómo es la
experiencia de estar en el mundo de la cliente en ese momento. Este ensayar se transforma
en una segunda naturaleza e implica poco o ningún movimiento. Son destrezas finas;
necesitan ser dominadas. Son esenciales. Eudora Welty dijo: "es más difícil escuchar para
una historia que escuchar a una historia". Las terapeutas hacen cosas difíciles como esa.
También influimos fuertemente sobre el modo cómo una cliente recaba información. Lo
hacemos al aparecer como modelo de la plenitud de consciencia, la precisión, el ritmo lento,
la curiosidad, estando en el presente, buscando el significado de las tensiones, y a través de
las múltiples maneras como expresamos los principios. Este modelar tiene una influencia
primaria sobre la cliente. Lo hacemos:
132
Las actitudes y hábitos que llevan a intuiciones fuertes se construyen simplemente en base a
la curiosidad y a las preguntas abiertas sin destino específico (3). Igualmente, el simple
hecho de permanecer en contacto con los intereses y curiosidad de tu cliente, haciéndole
seguimiento, te enseñará algo acerca del orden y método en el que puedes apoyarte con tu
cliente. Eso a su vez refuerza la fe en que lo que se necesita va a surgir sin esfuerzo para
bien de nuestro crecimiento y curación, así como van a ocurrir todas las experiencias que
están a la espera.
El método trabaja con experiencias y creencias. Las creencias, especialmente las que llevan
una carga emocional grande, dirigen, organizan y limitan la experiencia. De modo que cada
experiencia presente es un ejemplo inmediato del poder organizador de las creencias.
Trabajamos con la experiencia para llegar a las creencias nucleares, a fin de traerlas a la
consciencia donde podemos explorar alternativas. Trabajamos con creencias alternativas a
fin de crear la posibilidad de nuevas experiencias. Vamos de ida y vuelta entre las
experiencias y las creencias, lo que llamamos a veces el trabajo en la interfase cuerpo-
mente. Al quedarnos lo suficiente en una experiencia particular, surgen recuerdos, creencias
e imágenes significativos. Al quedarnos con imágenes, recuerdos y creencias de una manera
abierta, surgen experiencias de gran riqueza afectiva. El movimiento de la terapia es un ir y
venir entre esos dos niveles.
El método usa los elementos nutricios de varias maneras. Una de ellas es el contacto.
Tocamos y contenemos a nuestras clientes, cuando están sufriendo, cuando están tristes,
expresando el dolor de la niña. También ofrecemos afirmaciones nutricias. Una de las
maneras de usar estas afirmaciones es la de explorar, en estado de plenitud de consciencia,
cómo se organiza la otra persona ante lo nutricio. Después de todo, si no estás recibiendo de
la vida lo que necesitas, no hay sino dos posibilidades: o el mundo no lo tiene (en cuyo caso
la terapia no te va a ayudar), o el mundo lo tiene pero no lo estás tomando. Queremos
descubrir y trabajar con los elementos nutricios disponibles pero que no son recibidos.
Exploramos las creencias que impiden que los elementos nutricios lleguen a ser recibidos.
También usamos lo nutricio para construir fuerza y coraje. Al ofrecer cosas como palabras,
contacto y contención amables, ayudamos a las clientes a prepararse para el trabajo
emocional a veces tan difícil de la terapia. Y en este movimiento, tenemos cuidado de no dar
elementos nutricios cuando estos no son recibidos. Esa es nuestra protección contra la
creación de dependencias. Cuando ofrecemos elementos nutricios, hacemos el seguimiento
del grado en que realmente son recibidos. A veces la otra persona se siente más atraída a la
idea de lo nutricio y a los roles que se juegan en ocasión de ello que a las experiencias
reales de placer, alivio, calidez, etc.. En esos casos usamos la plenitud de consciencia a fin
de focalizarnos sobre el tema de lo nutricio. Si el alimento es bien recibido, la experiencia
incluye satisfacción y terminación. El verdadero alimento siempre llega a saciar. Es aceptado
y asimilado. Tarde o temprano satisface la necesidad a la que se dirige y ocurre una
reorientación. Muchas sesiones buenas termina con un tiempo en el que la cliente se permite
recibir algún tipo de alimento que antes no podía recibir. Por un momento parece insaciable
y que no habrán elementos nutricios suficientes como para satisfacerla. Pero en unos diez o
quince minutos, la cliente quiere terminar y pasar a otra cosa. El proceso llega a un fin
espontáneo y ordinario. Si tenemos cuidado con el alimento y recurrimos a la plenitud de
consciencia cuando se necesita claridad, la dependencia puede ser estudiada o evitada
totalmente.
3
Ron usa la palabra "wondering" que tiene un significado especialmente bello en inglés,
haciendo referencia a un deambular sin rumbo, a un preguntarse sin prejuicios ni ideas por
confirmar, o una actitud abierta al portento.
133
Trabajamos mucho con el cuerpo también. Como acabo de mencionarlo, trabajamos en la
interfase mente-cuerpo. Vamos de ida y vuelta entre las experiencias corporales y el
significado de estas experiencias. Por ejemplo, usamos una sonda y luego estudiamos el
efecto que evoca, como la tensión en alguna parte o sensaciones. Alternativamente,
podemos partir de una experiencia corporal, como la tensión y buscamos su significado
pidiendo a la persona que permita que el inconsciente aporte las palabras, imágenes o
recuerdos relacionados con la tensión. Por supuesto que todo tiene que ser hecho con
criterio de oportunidad y usando las frases correctas. Tiene que estar presente la conexión
con el inconsciente. También hacemos un seguimiento de las indicaciones corporales que
emergen de la experiencia interior a través de los gestos, posturas, expresiones faciales y
incluso la estructura, el color, la textura y el patrón de movimiento corporales. Todos estos
elementos son referencias constantes para considerar los efectos que nuestras
intervenciones están teniendo.
134
Parte 2. LA LOGICA DEL METODO
Introducción
El método consiste en encontrar una ruta al material nuclear a fin de modificar su influencia
en la vida de la cliente. Tratamos de encontrar, a través de la experiencia presente de la
cliente - la postura, estructura corporal, gestos, tono de voz - nos den claves acerca del
material central o nuclear de la persona y rutas para accesarlo. Yo lo tomo como un trabajo
con un proceso informativo en seres vivientes. Tal perspectiva ayuda a generar la lógica del
método. Nos ayuda a describir y a aclarar los supuestos en los que se basa el método. Es a
partir de estos supuestos que se desarrolló nuestra manera de trabajar con personas.
HAKOMI es una manera claramente definida de trabajar con gente y que puede ser
enseñada. Aún cuando se necesita mucho arte para usar el método, mucha sensibilidad y
creatividad, la lógica subyacente es pragmática y explícita. En HAKOMI contamos con un
currículum teórico completo y varios cientos de horas de ejercicios vivenciales. Junto con
otros profesores y entrenadores, he enseñado HAKOMI ya por más de diez años.
El METODO tiene que ver con el modo como las personas procesan información. Hay dos
tipos de información:
La interacción de entre estos dos sistemas, mente y cuerpo, crea y mantiene un conjunto de
operaciones que llamamos carácter. Por lo tanto focalizamos nuestro trabajo en la interfase
mente-cuerpo, y usamos la información que ahí se genera, información que integra los
procesos biológicos y simbólicos y que fluye entre ellos. El método está centrado en el
cuerpo, por lo tanto, y uno de sus principales objetivos es crear una interacción armoniosa
entre estos dos sistemas básicos.
El punto de vista sobre el proceso curativo que adoptamos es aquel en el que la terapeuta
sigue y apoya los procesos orgánicos de la otra persona, procesos en los que la necesidad
de autorregulación es esencial. La cliente no es simplemente un sistema de procesamiento
de información. La cliente, en el sentido más técnico y científico, es un sistema viviente. De
modo que el método no es simplemente centrado en el cuerpo, es centrado en lo viviente. Y
como los humanos somos un sistema viviente muy especial en esta parte del sistema solar,
y tenemos capacidades simbólicas y culturales importantes, el método es muy
conscientemente centrado en lo humano. Como si fuéramos viejos taoístas, aborrecemos el
ir en contra de la fibra, usando la fuerza cuando simplemente no es necesario. Nuestra
"medicina" es bellamente eficiente en términos energéticos, es no violenta y atóxica.
Nuestro objetivo es motivar, apoyar y crear cambios a nivel del material nuclear. Al buscar
ese objetivo no luchamos contra las defensas. En realidad las apoyamos. Las vemos como
esfuerzos para manejar la experiencia. Al apoyarlas estamos trabajando para crear una
relación en la que la otra persona se va a sentir lo suficientemente segura como para
entregarse voluntariamente a la experiencia y a la expresión de memorias y emociones
nucleares. Todos tratamos de evitar conectarnos con nuestro material nuclear y lo hacemos
creando ruidos en la forma de distracciones y desvíos, enfocándonos en otras cosas y
manteniendo nuestros niveles de tensión suficientemente altos a fin de enmascarar nuestros
sentimientos y reducir nuestra sensibilidad. La seguridad reduce el ruido y dirige la atención
hacia la experiencia presente, poniéndonos en contacto con nuestro núcleo.
135
Supuestos
El método se basa en esos supuestos acerca de los procesos de información y las personas.
Toda experiencia contiene rutas de acceso a las estructuras biológicas y simbólicas que la
soportan. Estas rutas comienzan con aspectos de la experiencia misma, como sensaciones,
sentimientos, pensamientos, imágenes, impulsos, etc. Las estructuras de apoyo crean y
organizan la experiencia, pero se mantienen en gran medida fuera de la consciencia.
Si uno se mantiene en contacto con una experiencia particular, recabando más información
al mantener viva la experiencia y explorar más y más los aspectos inmediatos, del presente,
mayormente corporales, eventual y automáticamente uno se pone en contacto y tiene
acceso a las estructuras de apoyo.
Uno puede incrementar la cantidad de información relativa a una experiencia activa particular
de dos maneras:
*
- La primera es sostener durante más tiempo la experiencia. La información se
acumula con el tiempo. Más tiempo, más información.
- La otra manera es aumentando la sensibilidad. Podemos aumentar la cantidad
de información que obtenemos de cualquier experiencia elevando la
sensibilidad a un nivel más alto y manteniéndola ahí.
136
LAS FUNCIONES CENTRALES DE LA VIDA
Contactar Tóxica
Obtener Juicios
información Evaluaciones
Alejarse Nutricia
Acción Persistir
Expresión Excitar
Reorientar
Demora Abortar
ESTABLECER UN ESTADO DE
PLENITUD DE CONSCIENCIA
EVOCAR EXPERIENCIA
TRANSICION A
TECNICAS DE PROCESAMIENTO
PROCESAMIENTO DE
ESTADOS ESPECIFICOS
137
EL CICLO DE SENSIBILIDAD
CLARIDAD
RELAJACION EFICIACIA
SATISFACCION
EL CICLO
138
.
CLARIDAD
BARRERA A
LAVISIÓN INTERIOR
. BARRERA A
LA RESPUESTA
RELAJACION EFICIACIA
BARRERA A LA
CULMINACION
BARRERA A
LO NUTRICIO
SATISFACCION
LAS BARRERAS
139
15. DISMINUYENDO LA INTERFERENCIA
EL CICLO DE SENSIBILIDAD
En la psicofísica hay una ley llamada la Ley de Weber-Fechner. Ella dice que "el nivel de la
señal que uno puede detectar depende del ruido ambiental." A mayor ruido ambiental, mayor
tiene que ser la señal. Esta ley simple y obvia nos dice algo importante cuando se trata de
ayudar a las personas a que se pongan en contacto consigo mismas. No tenemos que
analizar sus problemas ni decirles qué es lo que está ocurriendo. No tenemos que forzar en
ellas ninguna experiencia. No tenemos que hacer que sientan. Simplemente podemos
ayudarla a mantener bajos los niveles de ruido. En la medida en que baja el ruido o
interferencia, la señal se hace más clara.
Aquí podemos hacer una analogía. El material sobre el cual nos queremos centrar es una
señal que queremos sintonizar bien. Las distracciones, tensiones y ansiedades que
interfieren son ruidos que bloquean la señal. Un sistema que sufre mucho del ruido
necesitaría una señal muy fuerte para que se pueda percibir algo. Como una vela frente al
sol, o un suspiro en un concierto de rock, una señal débil no será vista ni oída. Si queremos
cambiar esa situación, hay solo dos cosas que podemos hacer: podemos aumentar el
volumen de la señal o disminuir el ruido. Podemos aumentar el nivel de la señal haciendo
una hoguera en lugar de usar una vela, o gritando en lugar de susurrar. En terapia, eso
significa aumentar el nivel de intensidad, por ejemplo, exagerando la expresión de
sentimientos. La segunda vía para cambiar la situación es bajar el ruido, esperar la noche
para encender la vela o hacer que los músicos que tocan rock y la audiencia se callen.
Probablemente no puedes hacer eso en un concierto de verdad, pero sí puedes hacerlo si
estás escuchando a tu aparato estereofónico. En la terapia bajar el ruido significa manejar
los aspectos relativos a la seguridad, el relajamiento, el librar al paciente del esfuerzo, el
hacerse cargo, el entrar en un estado de plenitud de consciencia. En Hakomi preferimos
marcadamente el disminuir el ruido en lugar de aumentar el volumen de la señal. En la
medida en que disminuimos el ruido de cualquier sistema este se vuelve más sensible,
puede oír, sentir, ver o recordar mejor.
140
Somos seres que se crean a sí mismos, se mantienen a sí mismos y se organizan a sí
mismos. Nuestro desarrollo se despliega desde adentro. Tiene una identidad; sabe lo que es
Yo y lo que no es. Puede repararse a sí mismo. Puede curarse. Todos los sistemas vivientes
se organizan de esta manera, desde los seres unicelulares en adelante. Nos hemos creado
como somos y nos mantenemos así como expresión de nuestra especie. El núcleo es este
nivel de identidad y auto-organización, por lo menos en el sentido psicológico y tal vez más
allá. Por lo tanto es importante saber cómo hacemos eso, cómo nos organizamos a nosotros
mismos, cómo nos mantenemos y cómo nos curamos cuando hemos sufrido daños.
Este Yo ("self") que creamos nosotros mismos comenzó con muchas cosas, nuestra
herencia genética, nuestra "configuración organizadora inicial", para usar los términos que
usa David L. Shapiro para referirse al medio emocional y físico original. Nos desplegamos a
partir de un cierto punto inicial, desde el temperamento y desde el potencial heredado.
Comenzamos de maneras simples, creciendo y volviéndonos más y más complejos,
construyendo cada nivel a partir de lo que logramos en términos de organización e
integración en el nivel anterior. La niñez introdujo los temas que ahora son las actitudes,
creencias, opiniones, estrategias y hábitos de la persona actual. Así como el primer paso de
un viaje es más significativo en términos de la dirección que anuncia que por la distancia que
cubre, nuestros patrones tempranos son importantes porque sentaron el curso que ha
moldeado todo lo que siguió después y porque finalmente se transformó en el estilo del Yo
que ahora somos.
Primero aprendemos un Yo, o "self" y luego simplemente lo usamos, por el resto de nuestras
vidas. De niñas hacemos un mapa de lo que somos, de a quienes amamos y cómo nos
vamos a comunicar. Hacemos un mapa de cómo es el mundo, de qué es posible en ese
mundo y qué no es posible. Luego, cuando adultos, usamos ese mapa sin cambiarlo mucho.
Primero somos los que dibujamos el mapa, luego somos los que lo usamos. En esta
analogía estoy usando las imágenes e ideas de Julian Jaynes en su libro "Los orígenes de la
Consciencia en la Ruptura de la Mente Bicameral". Pero el hacedor del mapa y el usuario del
mapa están haciendo dos cosas muy diferentes. En la infancia hacemos el Yo; cuando
adultos, lo usamos. Cuando adultos mantenemos con nuestros hábitos a ese Yo que
creamos tiempo atrás. Nos olvidamos esos actos de auto-creación. Cuando usamos el Yo,
no lo sentimos como algo susceptible de ser cambiado. Mientras más amenace el mundo
con cambiar el Yo, más energía gastamos en estabilizarlo. Pero sí puede ser cambiado.
Todas las ideas que defendemos ahora denodadamente, alguna vez fueron ideas nuevas
que podían ser puestas en duda. Todos nuestros viejos y fatigados hábitos alguna vez
fueron simplemente cosas que estábamos ensayando, con las cuales jugábamos, incluso
aquellos que ahora parecen inquebrantables. El Yo fue alguna vez fresco y flexible. La
posibilidad de recrearlo reside en nosotros. En lo más profundo de nuestro ser, está aún el
hacedor del Yo. El niño que dibujaba mapas aún forma parte de nosotros. Sus borradores de
planos aún están ahí. Todos pueden ser reexaminados. Aumentando nuestra sensibilidad
logramos acceso al mapa, al que dibujó el mapa y a la posibilidad de cambiar. Al accesar el
núcleo encontramos no sólo al Yo creado sino también el poder que crea.
Este viraje hacia el interior para estudiar nuestro Yo requiere condiciones especiales y una
guía. Necesita tiempo y cuidado y apoyo. Para hacer la búsqueda interior necesitamos de la
plenitud de consciencia y una actitud calmada, no apurada. El esfuerzo, la lucha, las metas y
el enfoque hacia los logros, hacen que la atención en estado de plenitud de consciencia sea
muy difícil. (Piensa en los monasterios.) El descubrimiento de uno mismo necesita una
actitud meditativa. No puedes tomar al Yo por asalto. La fuerza no funciona. La fuerza hace
que el hacedor de los mapas se esconda. Los usuarios de mapas son los que entran en
batallas. No hay espacio para el portento y para la creación cuando las puertas de la
fortaleza están sitiadas, cuando el Yo necesita defenderse. ¡No! Para estudiar el Yo, para
virar hacia adentro, para dejar atrás las murallas almenadas, se necesita paz. Delicadeza,
tiempo y apoyo es lo que se necesita. La no-violencia, el amor, la presencia de personas que
141
apoyan, otro tipo de coraje, son las bendiciones esperadas. Sólo ello hace que el Yo ceda
para ser conocido y cambiado. Y no hay otra cosa que pueda lograrlo.
Tenemos una aptitud natural, como seres vivientes, para organizarnos eficientemente. La
eficiencia tiene valor para la supervivencia y nos hace sentir bien. Es muy natural y así lo
sentimos, cuando un organismo monitorea su conducta a fin de verificar su exactitud y
economía, renunciando a los componentes ajenos, inútiles y despilfarradores de sus
acciones. Lo mismo ocurre con nosotros. Cuando estamos en un estado de plenitud de
consciencia, haciendo un seguimiento estrecho de nuestras acciones, observando cómo son
nuestros movimientos, percepciones y reacciones, mejoramos automáticamente en lo que
estamos haciendo. La maestría es el resultado natural de la plenitud de consciencia. El
trabajo de Moshe Feldenkrais se basa en esta tendencia que tenemos de reordenarnos de la
manera más efectiva, si se da la oportunidad. Al enseñar a las personas a funcionar mejor,
Feldenkrais repite un patrón de movimiento una y otra vez, de maneras calladas y sin
esfuerzo, a veces haciendo preguntas que ayudan a la persona a quedarse con su
experiencia. En esa repetición, en ese quedarse con la experiencia particular, descubriendo
lo que está pasando, nos volvemos conscientes de los detalles de nuestras acciones y más
sensibles hacia ellos. En base a esta consciencia, construimos maneras mejores y más
fáciles de movernos y una nueva imagen corporal, más placer, más vivacidad. Y con esto
surge una nueva imagen del Yo. Feldenkrais llamó a su trabajo "Consciencia a Través del
Movimiento" y escribió un libro con ese título. A través de la toma de consciencia de un
patrón de movimiento, repitiéndolo y diferenciándolo, nos volvemos más conscientes de las
muchas maneras como podemos hacer las cosas y, de una manera muy natural,
automáticamente seleccionamos la más efectiva, la más eficiente y la más placentera. Estas
dos cosas, acción efectiva y consciencia, se complementa la una a la otra. La consciencia te
ayuda a ser más efectivo y la efectividad, que hace que las cosas sean más fáciles en
general, te da más tiempo y energía para usar tu consciencia. Puede transformarse en un
ciclo, en el que cada parte alimenta a la otra, aumentando la efectividad y la consciencia una
y otra vez. En una forma algo más elaborada, este es el ciclo de sensibilidad.
He aquí el ciclo: el darse cuenta, la plenitud de consciencia, la atención, la visión interior
(recabando información), hace que la acción sea más efectiva. Permite que3 las respuestas
a la situación sean más efectivas. Por supuesto que lo logra. Imagínate lo que sería si
caminaras con los ojos cerrados. Cuando respondemos de manera más efectiva, obtenemos
resultados positivos, como más nutrición, más satisfacción, más placer. La satisfacción,
eventualmente, permite que culminemos la acciones relacionadas con las necesidades alas
cuales estamos respondiendo. Es decir, cuando se satisface una necesidad, relajamos
nuestros esfuerzos. A su vez esta relajación aumenta el potencial para la consciencia. El
relajamiento es un renunciar al esfuerzo y, como veremos, eso significa menos ruido. Si hay
menos ruido, hay más sensibilidad. Si hay menos ruido, hay más consciencia. Ese es el ciclo
completo, de la consciencia a la respuesta efectiva, a lo nutricio, a la culminación y al dejar
de hacer esfuerzo, para llegar a un nivel nuevo y superior de consciencia.
142
Sensibilidad y Material Emocional
Por alguna parte tengo una diapositiva de un hombre sumamente gordo caminando por una
calle tranquila en el atardecer, al lado de un árbol delicado que está floreciendo. Antes me
dedicaba a acechar a personajes silvestres con mi cámara. Este hombre gordo fue una de
mis presas más apreciadas. Debe pesar unos 180 kilos. Es redondo, desde sus rodillas
hasta sus orejas. Está construido como una calabaza parada sobre su extremo menos
grueso. Hay algo muy bello en él: es una persona perfectamente balanceada. Parece flotar
por la calle. Ese cuerpo de unos 180 kilos parece tan liviano y grácil y se mueve con tan
poco esfuerzo como lo haría cualquier bailarina. Parece tímido y se mueve rápidamente,
como si no quisiera que lo vean. Hay un contraste entre su gracia y la del árbol en flor. Me
sorprende cada vez que lo veo congelado en ese momento tan bello. Es su delicadeza, su
levedad, el modo como parece flotar. Está exquisitamente balanceado. Y cuando uno lo
piensa, él tiene que ser así. Es la única manera como podría llevar tanto peso. Si se inclina
un poquito más de la cuenta en cualquier dirección, se caería.
Mis ideas acerca de entrar más en las creencias profundas de las personas son muy
simples. En la medida en que uno ser relaja, y focaliza delicadamente su atención en la
experiencia presente, la sensibilidad aumenta y los intentos de manejar la experiencia ceden
el espacio a la aceptación de lo que surja. En algún momento en este proceso llegamos a un
nivel de sensibilidad en el que la experiencia se vuelve intensa y emocional. Mientras uno se
mantiene claro y balanceado, el surgimiento del material emocional tiene que ocurrir. La
única manera de evitarlo es, sea quedándonos tensos y por lo tanto insensibles, o mirando a
otra parte, para desplazar nuestra consciencia a otra cosa. Todos usamos esas dos
estrategias para enmascarar la experiencia. Esos mecanismos son nuestras defensas. Sea
estamos focalizados en otra cosa, sintonizados a otra radioemisora, por así decir, lo que
desplaza el dolor, o lo que sea, al trasfondo y a las sombras, o hacemos algo muy ruidoso,
entumeciendo nuestros cuerpos y mentes. Las barreras a la sensibilidad son en ruido y la
distracción. Para llegar a las creencias, recuerdos y sentimientos en un nivel de experiencia
difícil de tolerar, la terapeuta simplemente ayuda a la cliente a ser más sensible. Uno puede
relajarse, por supuesto, sin procesar nada; pero no si es que uno permite libremente que las
experiencias surjan y uno se queda en contacto con ellas. El ciclo de sensibilidad es una
manera de aumentar la sensibilidad justamente con ese propósito.
Las etapas
ETAPAS BARRERAS
Relajar, reorientar Completar
Claridad Visión interior
Acción efectiva Respuesta
Satisfacción Nutrición
143
Primero, hay un lugar en el que uno se relaja, en el que uno suelta las preocupaciones
externas y permite que su mente y cuerpo se reorienten. Esta etapa es la terminación de
algo y el inicio de lo siguiente, permitiendo que lo que quiere ocurrir surja a la consciencia.
Este paso es pasivo y está abierto a la necesidad orgánica. Por ejemplo, digamos que has
estado trabajando todo el día. Te detienes, te relajas y te das cuenta que tienes mucho
hambre. Es simplemente una cuestión de completar lo que estás haciendo y de permitir que
la próxima necesidad, el próximo asunto pendiente de ser resuelto, emerja a la consciencia.
Por otro lado, para impedir que ciertas experiencias surjan, como el hambre, la soledad, el
dolor, las personas simplemente impiden que alguna actividad culmine. Se quedan fijas en
algo, evitan el relajamiento y la reorientación ya que ahí surgiría la experiencia dolorosa. Este
manera de evitar se llama barrera a la terminación.
Cuando uno tiene claridad acerca de lo que necesita y quiere, las acciones son mucho más
efectivas y eficientes. Se obtienen mejores resultados, uno se nutre mejor y se siente más
satisfacción. Uno logra más de lo que quiere y necesita. Los hábitos que impiden el alcanzar
lo que uno necesita se llaman barreras a lo nutricio.
Lograr lo que uno quiere, a su vez, le permite a uno relajarse más. Cuando una persona
finalmente logra lo que necesita, hay un gran suspiro. Cede en sus esfuerzos y se relaja.
Luego completa las acciones que satisfacen la necesidad. Esto se llama llegar a completar.
Los hábitos que impiden esto se llaman barreras a la terminación. Cuando uno completa
algo, uno se reorienta, se relaja más aún y logra más claridad, por lo tanto un poco más de
efectividad, luego un poco más de alimento, y así sucesivamente. Con el pleno despliegue
del círculo, la claridad se convierte en sabiduría, la efectividad se vuelve maestría y
confianza total, el alimento y la satisfacción se transforman en dicha y plenitud y el
relajamiento se convierte en una paz interior profunda. El ciclo puede ser un esfuerzo de
toda una vida, o las acciones de un momento único.
144
LAS BARRERAS A LA SENSIBILIDAD
La barrera a la visión interior bloquea el acceso a la información que está surgiendo. Puede
bloquearse desde el nivel de los sentidos, hasta el nivel de la comprensión y de la introvisión.
Hay personas que evitan ver ciertas cosas de sí mismos o del mundo. Esto es
particularmente cierto para personas que se encuentran en el proceso sensible/retraído
(sensitivo-analítico) del carácter. Para estas personas hay verdades demasiado dolorosas
como para recordarlas o encararlas. Algunas experiencias han sido para ellas abrumadoras,
como por ejemplo, el abuso infantil, y no quieren que esas experiencias accedan a la
consciencia. Lo que aprendieron de la experiencia es que la vida es dura y amarga,
amenazadora, y aún cuando no recuerden las experiencias, el "hecho" de que la vida es
amenazadora está registrado en ellas por todas partes.
Como consecuencia, las personas con barreras a la visión interior sienten retraídas en
relación a los demás y a su propia experiencia corporal. En la barrera a la visión interior
están evitando imágenes, memorias, situaciones y/o pensamientos que podrían evocar
sentimientos y comprensiones dolorosas e incluso terribles. De modo que bloquean el ver, el
sentir, el comprender y el contacto. Miran hacia otro lado. Cuando son confrontadas a un
stress emocional, lo característico es que se tapen los ojos con las manos o que cierren con
fuerza los párpados. Pueden tener problemas de la vista. Muchas veces son personas que
focalizan su atención completamente en algo no emocional, como las computadoras.
Frecuentemente prefieren trabajar por su cuenta, lejos de otras personas. Para ellas, el
contacto con los demás es difícil, torpe. Son tímidas y se sienten avergonzadas fácilmente.
Como los ectomorfos de Sheldon, cuyas formas favorecen, prefieren estar en cuartos
pequeños, poco iluminados y con las puertas cerradas. En la década de los ochenta,
algunas de estas personas llevaban audífonos todo el día puestos, escuchando música con
el volumen muy alto. "No entran llamadas", como decía mi amigo Louis Peacock. Aún
cuando bloquean su experiencia sensorial como parte de este proceso, lo que están
bloqueando básicamente es el significado de su experiencia. No quieren recordar ni
reconocer cuán poco amor recibieron, cuán poco se deseaba su compañía, cuan duramente
fueron golpeados. Parece que en un estudio de más de mil casos de desorden de múltiple
personalidad, lo común en la historia de los pacientes era abuso infantil severo. (Tal como lo
reportan Hooper y Teresi en The Three Pound Universe.)
Cuando trabajamos con personas que se sitúan en la barrera a la visión interior, los ayudas a
cerrar el recuerdo doloroso y afirmas que está bien hacer eso hasta que estén preparados
para verlo y comprenderlo. Y cuando estén listas, ayudas a que sea lo más soportable
posible y que se dé en las condiciones de mayor seguridad para que ella pueda renunciar a
la lucha contra el darse cuenta de lo que ocurrió y para que pueda absorberlo e integrarlo.
Cuando esa larga lucha ha terminado, está finalmente libre para conocerse, para permitirse
estar en este mundo, en contacto con la realidad emocional física de sí misma y de los
demás. Así aprende a mirarte a los ojos, a sentirse cómoda aquí.
Puedes estar abierta a la información y a la visión interior y sin embargo estar bloqueada en
la siguiente etapa: actuar, responder de alguna manera. Esta es la barrera a la respuesta.
Hay personas que reciben en edad temprana el mandato de que dice: "Más te vale que no
sea tu culpa!" Se les echó la culpa y se les hizo sentirse culpables en una edad temprana.
Su mejor respuesta era no responder. Aprendieron que es más fácil y más sabio
simplemente el esperar la tormenta. Se volvieron personas expertas en postergar y aguantar.
Este tipo de hábitos son parte del proceso de las personas abrumadas/aguantadoras. Las
personas que están en este proceso tienen fuertes barreras a la respuesta: sus hábitos son
de tal naturaleza que tienen grandes dificultades para responder. Sienten que quisieran
responder pero no pueden. En realidad hay otra parte de ellas que no quiere asumir la
responsabilidad. Para esta persona funciona el rol de víctima. La única victoria que pueden
imaginar es frustrar y derrotar los propósitos de la otra persona. No se les ocurre pensar en
145
sus propios propósitos. Sus respuestas y su responsabilidad son barridas debajo de la
alfombra.
Estas personas se quedan atascadas fácilmente. Si las empujas, se transforman en rocas.
La tarea terapéutica es lograr que sea seguro para ellas la respuesta. Evito tratar que hagan
algo. Más bien, las ayudo a contenerse; de hecho puedo contenerlas físicamente mientras
movilizan esa parte de sí mismas que quiere moverse libremente. De esa manera hago que
sea más seguro que lleguen a expresarse. Eso las ayuda a darse cuenta que quieren
moverse y expresarse, y a que conozcan un poco cómo se siente eso. Es una manera de
probar el sabor de la libertad, y es parte del conocimiento de que vale la pena asumir la
responsabilidad que necesariamente acompaña a la libertad.
El siguiente es la barrera a lo nutricio. Algunas personas evitan acceder al apoyo y alimento
disponibles. Aún cuando lo necesitan encarecidamente, tienen miedo de que se lo quiten.
También tienen miedo de su carencia. Están asustados de la imagen de un futuro yermo en
el que estarían solos, sin fuerza, sin amor, sin amigos ni medios. Esto los lleva a desear
fuertemente todo tipo de apoyo y se seguridades acerca de ese apoyo, lo que niegan porque
es demasiado atemorizante la idea de aceptarlo o de creer en ello.
Con estas personas trabajo tomando y usando lo que está disponible. Los ayudo a ver el
ciclo en el que están atrapadas y les doy únicamente el alimento en el que pueden confiar.
Poco a poco, de tal manera que se acostumbren, como si se tratara de una persona que
está terminando un ayuno muy largo. Los ayudo a aprender a "besar al gozo mientras vuela",
para decirlo en las bellas palabras de Blake.
Este proceso está íntimamente ligado a los efectos metabólicos de la innervación del
simpático. Es una fijación en la acción y focalización. Las personas sumidas en este proceso
tienen gran dificultad para relajarse. Quieren mirar todo y revisarlo una vez más. Quieren
estar seguras. Quieren regresar a la casa y chequear que todas las ventanas hayan quedado
cerradas. Son los que hacen listas. Tradicionalmente a estas personas se les llama
obsesivas-compulsivas. Es difícil para ellas relajarse y reorientarse, ceder en un proyecto
para dejar que se inicie otro. Se quedan ocupadas. Cuando las emociones son muy fuertes
para ellas, se refugian en la acción. Al mantenerse ocupadas y movilizadas, evitan sentir
más fuertemente sus necesidades, deseos y dolor.
146
Con las personas en el proceso rígido trato de evitar que me movilicen con ellas y
transformen la sesión en una búsqueda de soluciones a problemas. El problema es la
movilización del Yo. Si estas personas se sintieran bien consigo mismas, se relajarían y
disfrutarían la vida, sin ese impulso hacia ese "gran logro" que finalmente les va a nacer
ganarse el amor que fue su derecho por el sólo hecho de nacer. A estas personas les
enseño a relajarse, permitiendo que se abra el corazón, confiadas que van a ser recibidas
amorosamente. Las ayudo a que encuentren su propia valía que no necesita ningún
esfuerzo, ningún "hacer algo". Les ayudo a completar esa búsqueda frustrada del amor
paternal de parte de quien tuvo una limitación muy humana.
El trabajo de Feldenkrais tiene mucho que ver con la sensibilidad. En enseña a la gente
(incluso a algunas personas con parálisis cerebral) a moverse de manera efectiva. Les
ensaña a usar los brazos que nunca pudieron usar, a llevarse un vaso de agua a una boca
sedienta. Muchas personas se perdieron tratando de aprender el trabajo de Feldenkrais
porque, en último análisis, es demasiado simple. No se limitaba a usar la consciencia para
estudiar el movimiento; estaba usando el movimiento para crear consciencia. Estaba
creando una mejor imagen corporal, una consciencia del cuerpo que hace posible el
movimiento exacto. Al principio hacía el movimiento para la persona, una y otra vez. Movía el
brazo. Mostraba a la persona que primero tienes que hacer esto, luego esto, y luego tienes
que mover el hombro, etc. No se lo decía a la persona en palabras; se lo decía al sistema
nervioso a través de la experiencia del movimiento. Lo hacía veinte o treinta veces, a veces
cincuenta, hasta que el movimiento entrara en la consciencia de la persona, hasta que lo
conociera. Cuando se conoce, puede hacerse. La consciencia estudia el movimiento, el
movimiento crea consciencia. Ese es el tipo de reciprocidad de todos los sistemas orgánicos.
Según Moshe, algunas de estas personas que tienen síntomas de parálisis cerebral nunca
tuvieron una imagen clara de cómo es un movimiento fácil del brazo porque nunca pudieron
repetirlo suficientes veces como para formarse una imagen clara del mismo en sus sistema
nervioso. De modo que no pudieron adquirir ese conocimiento, no lograron la consciencia del
mismo. El brazo iría en una dirección e una oportunidad y en otra en la siguiente. Nunca era
suficientemente consistente. Había demasiado ruido en el sistema como para detectar una
señal clara. De modo que nunca tuvieron la oportunidad de aprender el movimiento. Los
temblores y los esfuerzos torpes son movimientos llenos de ruido. Dice que se necesitan una
veinte repeticiones cuidadosas como para que un nuevo movimiento entre en la consciencia
y se haga voluntario. las personas con parálisis cerebral nunca tuvieron la oportunidad de
hacer veinte movimientos seguidos. De modo que Feldenkrais les ofrece veinte movimientos
seguidos, uno tras otro. Y, por cierto, aprenden. Se vuelven suficientemente conscientes, lo
sientes y pueden hacerlo. Cuando saben claramente cómo se siente pueden hacerlo. Es a la
vez consciencia a través del movimiento y movimiento a través de la consciencia. Es bello, el
portentoso poder de la reciprocidad.
A veces me siento en una tina caliente, afuera, en un día frío. Metido en el agua caliente
echando vapor, con el jacuzzi encendido meto mi nariz en el agua para que mis ojos vean
justo a la altura de la superficie. Veo entonces a las burbujas reventando. Cada burbuja que
revienta manda al aire frío una pequeña gótica, e invariablemente cada gótica sigue una
trayectoria parabólica. Miles de millones de burbujas reventando en las tinas calientes de
todo el mundo y siempre una parábola. Cada una saltando hacia el cielo y luego cayendo.
Me recuerda el poema de Robert Frost titulado "La Carpa de Seda". En una de las líneas
dice: "su palo central de cedro, que es su pináculo hacia el cielo y que simboliza la certeza
del alma." Esa mañana estaba meditando, y después de un rato pude sentir esa dirección en
147
mi cuerpo, esa organización del sistema hacia el cielo. Y me di cuenta: ahí está ese impulso,
esa tendencia, ese alcanzar hacia arriba. Estamos tratando de llegar ahí. No somos aún
perfectamente verticales. Aún nos doblamos mucho, por presión y miedo. Pero vamos en
esa dirección. Es nuestra naturaleza, parte de nuestro compromiso amoroso con la
gravedad. Y el caer....
La muerte, decía Gregory Bateson, es el modo cómo la especie pone al día sus archivos. Es
una manera de limpiar y comenzar de nuevo. La muerte de uno es el modo cómo la
naturaleza abre espacio como para probar otro. Es la especie la que hace ese juego, no el
individuo. De modo que la muerte es completar y reorientar, así como la niñez fue recabar
información y visión interior, como la madurez es responsabilidad y acción efectiva. Espero
que los años de cierre estarán llenos de las satisfactorias recompensas de una vida vivida
conscientemente.
148
16. LA INTERRUPCION HABITUAL DE LA EXPERIENCIA: BARRERAS Y CARACTER
En cada etapa del ciclo de sensibilidad hay maneras de bloquear el incremento de la
sensibilidad. Cuando se vuelven habituales, las llamamos barreras. las barreras interrumpen
el proceso de profundización de la experiencia. El ciclo de sensibilidad es un proceso y las
barreras son sus interrupciones. Los hábitos en las barreras interfieren con el flujo natural del
ciclo. En la barrera a la culminación, los hábitos impiden completar un proceso y reorientarlo
al próximo. En la barrera a la introvisión, los hábitos bloquean la recepción de la información.
Algunas personas tienen cosas que no quieren ver o comprender. Prefieren no estar en
contacto. No quieren mirarte. Cuando están bajo stress, se confunden y retiran. Evitan la
claridad. Si tratan de relajarse, se entumecen. Hay algo en su experiencia demasiado terrible
para saberlo. Puede que piensen que hay algo en ellas que es horrible. Como resultado,
evitan un real contacto con lo que está afuera o adentro. Les deja poco espacio para vivir.
Otra personas ven claramente, o con algo de claridad, pero tiene hábitos que les impiden
actuar. Se sienten atoradas, empantanadas, pesadas, densas e inmóviles. Y desesperados.
Y sienten que no hay nada que puedan hacer. Cuando surge un impulso, una voz interior les
dice ¡No!, ¡No lo hagas! ¡Podrías herir a alguien!. ¡Vas a cometer otro error! Estos mandatos
habituales destruyen toda la diversión y la espontaneidad. Estas personas se tensan cuando
un impulso surge. Se ponen en alerta. Mientras más las presionas, menos se sienten
dispuestas a responder. Su único camino a la asertividad cuando niñas, para usar la fuerza
que tenían para vivir, o para proteger sus espíritus, era resistirse. De modo que se
encuentran estancadas en un patrón que dice: sólo soy auténtica conmigo misma cuando
me resisto o no hago nada. No llegarás a ninguna parte con estas personas usando la
fuerza. Cualquier sugerencia de que quieres que hagan algo las cierra automáticamente. No
hay otra manera de responder para ellas ante la percepción de la fuerza o la
responsabilidad.
Luego, hay personas que se comprometen con el solitario camino de hacerlo todo solas. No
esperan ningún apoyo consistente. No esperan ningún apoyo del exterior. No esperan que
exista nada nutricio. Imaginan al mundo como un espacio vacío, en el que no se puede
contar con nadie. Cuando les ofreces algo nutricio, lo rechazan. Ven algo malo en ello. No lo
van a recibir. Como resultado de eso nunca están satisfechas. Evitan ser nutridas, e incluso
evitan encontrar nada nutricio en el mundo, porque no quieren enfrentar la posibilidad de una
pérdida. El estado de recibir lo que quieren les produce ansiedad. Tener lo que tanto quieren
las hace vulnerables a una nueva pérdida. No son buenas para recibir lo que está disponible.
Finalmente, están aquellas personas que se aferran a sus acciones mucho después de que
podrían detenerse y esperar que surja una nueva situación. Habitualmente este proceso
interrumpe la espontaneidad y mantiene el control. También impide cualquier incremento de
la sensibilidad al mantener vivas la tensión física y psicológica. Ven al mundo como una serie
de problemas por resolver a través del despliegue de energía y del esfuerzo, en el que el
amor y el afecto se dan sólo para lograr algo.
Una manera de trabajar en mantenerse en movimiento alrededor del ciclo de sensibilidad,
aumentando la sensibilidad y obteniendo experiencia. La terapeuta está tratando de logran
introvisiones, ayudando a la persona a relajarse, nutriendo de alguna manera o apoyando la
expresión. En la barrera a la respuesta, los temas son la seguridad y la responsabilidad. La
terapeuta trabaja para hacer que sea seguro el responder, sea apoyando la expresión y la
asunción de riesgos o haciendo que las cosas vayan más lentamente y logrando que las
acciones sean deliberadas y reales. En la barrera a la introvisión, ayudo a las personas a
que exploren sus reacciones a ofrecimientos de tipo nutricio. Ayudo a las personas a que
entiendan que están cerrándose ante en mismo contenido nutricio que más necesitan. Luego
los ayudo a aprender a ir más allá de sus temores y a recibir lo nutricio. En la barrera a la
culminación, enseño a las personas a ceder, a dejar ir. Los ayudo a derretirse en la
149
receptividad y el relajamiento del hacer. Todas las técnicas en las barreras son parte de una
estrategia terapéutica, diferentes modos de manejar los diferentes procesos del carácter.
Hay varias maneras de pensar acerca de las barreras. Pueden ser indicadores del material
nuclear y de los procesos del carácter. Cada proceso caracterológico, con su propio material
nuclear específico, tiende a organizar la conducta de maneras particulares, alrededor de
disposiciones y fuerzas particulares. Las interrupciones a la sensibilidad son diferentes en los
diferentes procesos. En la medida que la terapia avanza en sus varias etapas, las
dificultades que se encuentran, por ejemplo con el acceso y el contacto, son señales del
proceso caracterológico particular en funcionamiento. Hay, por ejemplo, una conexión entre
los problemas de contacto y el proceso sensible-retraído, entre el acceso al estado de
plenitud de consciencia y el proceso abrumado-aguantador y el engañoso; entre la barrera a
lo nutricios y el proceso dependiente-aguantador, y la barrera a la culminación y los procesos
expresivos y ocupados. No es que cada proceso caracterológico usa solamente una barrera,
sino que los varios procesos usan una barrera de una manera diferente y se les vé más
claramente en una o dos de estas barreras.
Cada barrera involucra también el balance entre tendencias opuestas. Por ejemplo a la
barrera a la intromisión, el balance entre el contacto y el retraimiento. El balance de los
opuestos es una de los principios de organización mas usados en la naturaleza. Como
ejemplo tenemos los dos sexos, las ramas simpática y parasimpática del sistema nervioso y
las partículas de carga positiva y negativa en el átomo. Este interjuego dinámico de opuestos
es un movilizador y energizador de primer orden en el universo. Se dibujan, se dan base, se
revelan, y se dan vida el uno al otro. Tal vez su representación más bella es su
representación del yin-yang. Si no se integran suavemente las funciones centrales de la vida
eso significa que van a actuar de maneras conflictivas, así como cuando un semáforo falla,
la intersección de la calle se entrampa o se vuelve peligrosa.
La persona que tiene conflictos fuertes, tiene una tendencia hacia una manera de actuar, lo
que significa que tienden a reaccionar en lugar de responder. La tendencia a retraerse es
parte del proceso sensible retraído. La impulsividad, la rapidez de las reacciones, es
característico del proceso engañoso, y la tendencia opuesta, la demora, es parte del proceso
abrumado-aguantador. Las conductas en las barreras son dolorosas, dañinas, extremas y
persistentes. Las funciones no integradas se las arreglan para irse a un extremo y para
quedarse ahí. Por ejemplo, el retraimiento del proceso sensitivo-retraído, deja a la persona a
la vez en un estado desesperado por hacer contacto, y sin acceso a la información que
necesita para lograrlo con alguna probabilidad de éxito. El resultado de esto son los intentos
abortivos o inapropiados de salir hacia afuera, que conducen de una manera natural a
frecuentes fracasos, a heridas y más razones para retraerse. Cada barrera muestra estos
ciclos.
Las barreras entonces sirven como defensas contra las heridas, la separación, la pérdida, el
fracaso, etc. Al mantener bajo el nivel de la sensibilidad y al reorientar la conducta alejándola
de las áreas alejadas de dolor las barreras nos protegen. Lo hacen primero cuando somos
sumamente vulnerables como niños, y luego cuando adultos que nos hemos acostumbrados
a estar mas o menos fuera de contacto con nosotros mismos.
LA BARRERA A LA INTROVISION
La experiencia del parto y la calidad del contacto con la madre y con el medio en los
primeros días, semanas y meses son sumamente importantes. Para el bebe no hay ningún
simbólico; eso viene más tarde. El mundo es sensación y sentimiento. Si ese mundo es
desagradable o doloroso el infante se retraerá de él mismo cerrándose lo mejor que pueda.
Sólo la sensibilidad de la madre acerca de lo que es demasiado para el recién nacido,
manteniéndolo abrigado y seco y libre de ruidos repentinos, luces brillantes, etc. permitirá
que el bebe tenga tiempo para integrarse al mundo. Si la madre es temeroso, ansiosa,
150
violenta o demasiado insensible lo mas probable es que se desarrolle una barrera a la
introvisión. Por otro lado también es posible la necesidad de demasiado contacto. La madre
es usualmente el lugar más seguro cálido y atractivo de todos para la criatura y cualquier
separación de ella puede ser extremadamente dolorosa. Eventualmente el niño aprende a
integrar esta fuerte necesidad con el desarrollo de un yo autónomo. Cuando se falla en este
desarrollo se ha configurado la semilla para el proceso expresivo-aferrado.
151
sentimientos. No hay defensa en contra de ellos. De hecho, las personas que encuentran
fácil este modo de conducta son las que construyen grandes sentimientos a partir de cosas
pequeñas. a diferencia de la mayoría de las personas que se defienden contra las heridas
bloqueando sus sentimientos, las personas expresivas son "amplificadoras". Se defienden
contra el reconocimiento de que la otra persona necesita distancia. En ambos casos, la
barrera a la introvisión es un arreglo frente a una información que sería abrumadora.
Yo trabajé con una mujer en Portland, Oregon, que tenía el hábito de hacer preguntas y
cuando le estaba respondiendo giraba la cabeza y sus ojos miraban al vacío. Después de
haberle respondido ella voltea nuevamente con una mirada completamente vacía. Era como
si yo no hubiese dicho nada y ella no hubiese preguntado nada. Como resultado nada
parecía funcionar. Por supuesto nada funcionaba porque nunca nos conectábamos. Este es
el tipo de sabor que tiene la barrera a la introvisión. Me tomó cierto tiempo más de una hora
realmente, para darme cuenta qué hacer con eso. Tenía dos asistentes trabajando conmigo.
Decidí ir directamente a la conducta que se manifestaba a través de la barrera. Pensé que
podíamos hacernos cargo del movimiento de su cabeza y su actitud de no escuchar y ver
qué ocurría. Monté un pequeño experimento en el que ella trataría de mirarme y
escucharme mientras mis asistentes asumían la tendencia a voltear la cara y no escuchar.
Le explique el arreglo. Una asistente presionaría físicamente con suavidad su cabeza,
tratando de que esta se volteara, y la otra asistente susurraría en su oído "no lo escuches,
no lo escuches". Ella trataría de verme y de escucharme. Nos organizamos y cuando ella
estuvo lista nos lo hizo saber y mientras una asistente susurraba las palabras a su oído, la
otra trataba de hacerle girar su cabeza para que no me mire. Solo tomó unos segundos.
Mientras que hasta ese momento había dado pocas muestras de emociones,
repentinamente se hecho a llorar y se puso muy emotiva. Nos habíamos hecho cargo de su
técnica par evadir el contacto dejándola con aquella parte de si misma que ella estaba
protegiendo, la parte que estaba desesperadamente del contacto que había estado evitando.
o rimero que recordó fue el haber sido llevada a un orfanato y de haber sido separada de su
hermana. Se sintió barrida por la última necesidad de contacto con una persona amada que
ella se permitió sentir. Eso había ocurrido mas de 40 años atrás cuando ella tenía cinco
años. De modo que procesamos ese dolor y la opción de sentir y satisfacer esa necesidad
en su vida presente y futura.
TRABAJANDO EN LA BARRERA A LA INTROVISION
152
Siempre trato de mantener una expresión amorosa esperando para cuando esos ojos se
abran. Uso una asistente o miembro del grupo si se trata de un taller. Ese rostro y el
contacto suave y calidez de las manos y de la piel forman el comité de bienvenida original.
Para la persona que tiene un proceso sensible-retraído la experiencia de abrir los ojos luego
de pujar para salir al mundo y el encuentro con el amor esperando es como despertarse de
una pesadilla en los brazos de un padre claro y amoroso.
En una oportunidad estaba trabajando así con una persona que sufría un proceso sensible-
retraído, cuando la mujer con quien trabajaba comenzó a darse cuenta de cosas como los
colores y lo lindas que eran. Habíamos trabajado a fines de la mañana, y toda la tarde ella
veía repentinamente algo y su rostro se iluminaba con asombro y encanto. Ella podría estar
mirando fijamente a algo, tal vez una sombra, o la luz de un árbol afuera y ella se iluminaba
toda. No podía prestar ninguna atención a la clase. Se quedaba mirando alrededor; no sabía
que las cosas se veían así. Yo observaba con gran placer cómo ella descubría su mundo.
Otra cosa que hago en la barrera a la introvisión es trabajar con la aceptación de los
impulsos internos, tomando contacto con el yo interior, aceptando las partes que tienen
rabia, miedo, lo que sea. Uso sondas como las relativas a la pertenencia (tu presencia aquí
es bienvenida), o miedo (no tienes que ver nada para lo cual no te sientas preparada).
También uso sondas como: "eres humana" o "todo lo que esta en tu interior es natural". Esas
sondas se dirigen directamente a los temas del proceso retraído.
LA BARRERA A LA RESPUESTA
La barrera a la respuesta tiene que ver con la oportunidad y el control y con los hábitos que
median las acciones. Las acciones necesitan ser definidas en el tiempo, moldeadas y
dirigidas a fin de ser efectivas. Para que una acción sea intencional, se necesita tiempo para
planificarlo y para pensarla. La intención necesita deliberación, por lo menos por un
momento. Sólo si nuestras acciones son deliberadas podemos sentirnos responsables. Sólo
sentimos que lo hemos hecho si es que hemos permitido que el tiempo, la deliberación y la
consciencia han podido moldear la acción; esa es nuestra decisión y somos dueños de
nuestra conexión con los resultados. Entonces somos responsables. Si estamos libres para
actuar, si podemos o no responder, entonces somos responsables (respondemos) por la
acción. Si no estamos libres, si la acción tiene lugar repentinamente, sin la participación de
nuestra intención a nivel consciente, si solo reaccionamos o nos encontramos incapaces de
actuar, entonces no nos sentimos responsables. De modo que la barrera a la respuesta tiene
mucho que ver con el tiempo.
El proceso engañoso, por otro lado, tiene que ver con el resistir muy poco y actuar
impulsivamente sin que medie el pensamiento ni la planificación consciente. Termina con
una acción irresponsable y la sensación de no sentirse responsable. Mientras que la persona
abrumada-aguantadora adopta la actitud de inocente y se sienten muy culpables, las
personas aguantadoras juegan con la responsabilidad y no sienten ninguna. Las personas
engañosas son impulsivas, no confiables y volubles. Las personas engañosas pretenden
tener talentos, atributos, riqueza, status y poder cuando no los tienen. Los rasgos primarios
153
de las personas engañosas son la falta de un compromiso con la verdad, que es en otro
sentido simplemente su imaginación sin restricciones y una casi total falta de sentido de
culpabilidad. Cuando nuestras acciones son totalmente espontáneas e impulsivas se
desvanece la responsabilidad. David Shapiro habla de esta idea en su libro "Autonomía y
carácter rígido".
Las acciones rápidas son mediadas por la enervación del simpático y por la baja inhibición
cortical. Lo opuesto de esto la enervación del parasimpático y la alta inhibición cortical
median la acción lenta y deliberada. De modo que estos factores, el metabolismo y la acción
inhibidora de la corteza, ayudan a establecer los patrones de conducta alrededor de la
barrera a la respuesta. En las etapas en que se aprende a controlar voluntariamente los
músculos, cuando se experimente con el movimiento libre, cuando los padres están dando
reglas y estas son puestas a prueba por la criatura, se esta moldeando la forma de la acción
y la responsabilidad. Es en esa oportunidad que las personas abrumadas-aguantadoras
aprenden que la demora y la inocencia desgastan a los opresores y las personas
engañosas-imaginativas aprenden que pueden lograr quebrar las reglas por medio de
mentiras y del encantamiento. La destreza de las excusas de las personas engañosas-
imaginativas logrando desarmar tienen el mismo efecto que la torpeza de las pobres y
embarradas personas abrumadas-aguantadoras. En ambos extremos se las arreglan para
no ser responsables.
En la barrera a la respuesta, la imagen de la persona abrumada es la resistencia, el aguante,
la espera, como una tortuga. Aguantar, nunca ceder, son equipos esenciales de la demora.
Por el contrario la imagen de la libertad frente a las necesidades y deseos de los demás, o
de la necesidad de planear o tomar en cuenta, son las piedras angulares de la impulsividad.
Como superhombres capaces de hacer cualquier cosa, de ayudar a los necesitados, de
rescatar a los que están en peligro sin ninguna posibilidad de fracasar, sin mayor esfuerzo,
luchando contra los representantes del mal, sin perder nada de su energía infinita y sin
correr ningún peligro. Estas imágenes de libertad e invulnerabilidad son el fundamento
simbólico de su conducta en la barrera a la respuesta.
Hay que integrar estos aspectos polares del impulso y del control. Los momentos son serios
o insignificantes, o algo intermedio. Aguantarse o meterse eso tiene que ser decidido para
uno mismo y los demás. Para la persona abrumada-aguantadora la vida es sombría, para la
engañosa es una broma.
acción
expresión
demora
No es, no puede ser serio. "No fue mi intención. Estaba bromeando. ¿Por qué todo el mundo
se alborota? Está bien no tengo una licencia como piloto. Ya la voy a sacar".
154
responderá con promesas y encanto y tratará de acallar las demandas de las demás
ofreciendo solo una semblanza de lo que se quiere, evocando así más demandas y reclamos
porque no se hace lo correcto ni lo esperado. El juego continúa hasta que explota.
LA BARRERA A LO NUTRICIO
Los tres procesos caracterológicos asociados con la barrera a lo nutricio son el abrumado-
aguantador, el autosuficiente y el engañoso. La conducta a nivel de la barrera a lo nutricio,
es la tendencia a ver menos de lo que realmente hay, evitar la necesidad o esperar
demasiado. Esto es central para los procesos dependientes-aguantadores. La tendencia a
hacerlo solo, a hacerlo uno mismo y la negativa a aceptar el apoyo de los demás
caracterizan al proceso autosuficiente. La persona engañosa-imaginativa frecuentemente se
vé muy ocupada apoyando a otros siendo una buena persona o haciendo algo estúpido y
peligroso sin darse tiempo para evaluar lo que es bueno para ella o lo que realmente
necesita.
La barrera a lo nutricio tiene que ver con el recibir el alimento y evitar cosas tóxicas. Tiene
que ver con la evaluación de los resultados de sus propias acciones. En los procesos
dependientes-aguantadores puede ser visto como una disposición a abortar o colapsar. La
tendencia de las personas dependiente-aguantadoras a ver el mundo como un desierto hace
que todo les parezca una lucha difícil. Una actitud como esa promueve una disposición por
abortar todo esfuerzo y por colapsar cuando las cosas se ponen aunque sea un poquito
difíciles. Las personas duras continúan cuando las cosas se ponen duras pero las que
habitualmente son dependiente/cariñosa se detienen antes de comenzar. Las personas
autosuficientes continúan. Suya -aguantadoras simplemente renuncian. Su tendencia a
evaluar la situación como es la tendencia a asumir desafíos solas, una tendencia a darle la
cara al viento y una inclinación para ponerse constantemente a prueba. Es una tendencia a
negar la necesidad de las demás personas del apoyo y del compañerismo.
lo nutricio, el apoyo
juicio
lo tóxico, lo agotador
Las personas en un estado depresivo tienen una gran capacidad para convertir cualquier
aspecto potencialmente positivo de su situación, en una carga terrible. Si heredan millones
se preocupan de los impuestos. Estas personas también pueden creer que ellas también
tienen que ser juzgadas y encontradas en falta, y esa misma evaluación se vuelca hacia
adentro. La persona autosuficiente, no reconoce ni acepta el apoyo de otros. Para la
persona engañosa imaginativa no es posible reconocer lo tóxico ni en la forma de hacer
demasiado para los demás, ni el agotarse desafiando seriamente situaciones peligrosas.
Para las personas como nosotros que dependemos tanto del lenguaje y el significado, el
engaño es una estrategia desastrosa. Funciona para los camaleones. Ellos no piensan quién
es una buena persona y quién no. Quién tiene buenas intenciones y quién se quiere
aprovechar, quién amerita sus energías y quién no. Para poder formular esos juicios, es
necesario pensar un poco y ser capaz de ver el valor y el peligro en cada lugar y en cada
persona. Los conflictos que rodean a estos procesos tienen que ver con el dar y el recibir,
con el pedir alimento y apoyo o negar que uno los necesita.
155
LA BARRERA A LA CULMINACION
Esta última barrera tiene que ver con la persistencia y el problema de completar las cosas.
Luego de que una persona ha recibido suficientes nutrientes, de lo que se trata es de
relajarse, descansar y reorientarse. Al completarse el sistema comienza a reorganizar su
jerarquía de necesidades. Cuando una necesidad ha sido satisfecha emerge la otra. La
culminación es un problema cuando la persona no se reorienta no permite que el proceso se
complete. La persona puede tener problemas soltar cada pequeña tarea o su liderazgo
central. Al igual que la persona que se lleva el trabajo a casa, o la persona que llama a casa
10 veces al día desde la oficina. La barrera a la culminación tiene que ver con el problema
de soltar, dejar ir. Una de las maneras como esta barrera se expresa es con el miedo a ser
espontáneo. Para que una persona sea espontánea tiene que relajar el control. El hábito
aquí es permanecer en control. Lo que se teme es soltar demasiado rápido. Con un poquito
mas de esfuerzo una podría lograrlo. El estilo es continuar, tratar más fuertemente, dar el
110 % y lograr la perfección. Las personas involucradas en los procesos de la barrera a la
culminación están tratando de que algo continúe. Persisten cuando otros cederían.
Presionan en contra de su cansancio y hambre. Caminan contra el viento, batallando cuesta
arriba, se frustran y se niegan a sí mismos. Focalizan su atención en los resultados, no en el
placer. La vida está llena de problemas por resolver.
Esta barrera tiene que ver con el no haber logrado integrar el soltar con la persistencia; el
control con la pasividad; el trabajo serio y duro de los adultos con la magia y el juego de los
niños.
persistir
aferrarse
soltar, abortar
Cuando uno atraviesa la barrera a la culminación uno pasa del conjunto del simpático al
conjunto del parasimpático. Se trata de soltar, de relajarse. Esperamos que surjan
sentimientos suaves, ternura, afectos. El estilo ocupado-sobrefocalizado, tiene dificultades
para ablandarse y problemas con sentimientos suaves como el llanto. Están forzándose a
ser adultos y huyen de las cosas infantiles. Cuando ceden, emerge el niño. La terapia implica
interacciones relacionadas con los sentimientos suaves. La tendencia es a persistir a
aferrarse. Las personas usualmente saben cuándo hay logrado lo suficiente de algo, cuándo
es el momento de quitarse y cuándo puede valer la pena continuar.
156
17. SALIÉNDOSE FUERA DEL SISTEMA
Da Free John
Gurdjieff los llamaba dormirse. No estamos conscientes de nuestro propio proceso. Es raro
encontrar a una persona que realmente se conoce a sí misma. Los patrones de nuestra
conducta, los patrones del carácter como el sensible-retraído y el dependiente-aguantador,
son básicamente hábitos. Son hábitos. de estilo, pensamiento, sentimiento, realización y ser.
Y en tanto hábitos, operan automáticamente y fuera de la consciencia. Por ejemplo, una gran
parte de nuestro diálogo interno es repetitivo, sistemático y predecible. Alguien dijo: todos
nos hablamos, lo que pasa es que no nos escuchamos. Nuestra manera de hacer las cosas
es también repetitiva e inconsciente. Estos aspectos sistemáticos de nosotros mismos son
expresiones del material nuclear y aparecen en la relación terapéutica así como en todo. En
terapia usamos deliberadamente estos patrones, para focalizar el proceso y para accesar al
material nuclear que los motiva y moldea. Lo sistemático es la piedra del molino terapéutico.
El carácter es un sistema: salirse fuera de él significa libertad y autonomía.
QUEHACER MENTAL
157
haber una audiencia imaginaria o implícita. Para mí, el hecho de que me esté enseñando
algo, establece el rol de maestro y el rol complementario de estudiantes. En mi vida he
tenido cientos, sino miles de personas con las cuales me he relacionado como profesor a
estudiante. Los patrones del quehacer mental tienen una gran influencia sobre el modo
cómo se despliegan las vidas de uno.
El quehacer mental nos sirve para sentirnos más seguros de alguna forma. Contiene la
ansiedad. En la medida en que nos hablamos a nosotros mismos y observamos las escenas
que creamos, estamos preparándonos, ensayando, planificando, o creando imágenes y
dramas en los que obtenemos algo que necesitamos. Por supuesto, esta actividad interna
puede ser abrumadora y desintegrarse cuando la ansiedad, la preocupación y el miedo son
excesivos. No obstante, el objetivo de este quehacer es el logro de alguna forma de
satisfacción y se relaciona con el material nuclear y el carácter.
Tomemos unos ejemplos. Supongamos que el quehacer mental salta por todas partes, sin
quedarse un tiempo en ninguna imagen, fantasía o diálogo. La "audiencia" interna está
constantemente cambiando. Este patrón podría reflejar la necesidad de evitar estar en un
lugar por mucho tiempo, el acercarse demasiado o asumir responsabilidades. Mis clases
interiores, por ejemplo, aun cuando me ayudan a preparar algunas de las realidades de mi
vida, también me mantienen en una posición de autoridad y a mantener cierta distancia
frente a mi audiencia. En mi caso se trata claramente un reflejo del patrón duro-generoso. De
la misma manera, la fantasía y el drama internos reflejan muchas veces el estilo de la
persona aferrada-expresiva. El quehacer mental sirve al carácter.
También el quehacer mental arrastra a otros hacia patrones recurrentes de interacción con
nosotros. Sustituimos meramente la audiencia interna por la externa. Las respuestas del
mundo externo también nos ayudan a controlar la ansiedad. De modo que tendemos a atraer
a personas reales hacia los roles que nos gustaría que jueguen en nuestras vidas, de la
misma manera como creamos personas imaginarias en nuestros mundos internos. (Por
supuesto no siempre es tan simple. Hay también relaciones complementarias entre los
mundos internos y externos y entre lo consciente y lo inconsciente. Pero los temas son los
mismos, el material nuclear es el mismo.) Las terapeutas, al estar en contacto estrecho e
íntimo con otros, también pueden ser arrastradas a jugar roles que sirven a las necesidades
caracterológicas de las demás personas. Esperamos que se den cuenta de qué es lo que
está pasando, lo descubran pronto, lo nombren para sí y para la otra persona y que
finalmente se salgan del sistema que ha creado.
Hay algo acerca de la otra persona - el estilo, el rol - que lleva a la terapeuta a interactuar
sistemáticamente de una cierta manera. Partiendo de esta perspectiva, podemos examinar
los patrones caracterológicos en términos de qué tendencias sistemáticas van a mostrar, al
interactuar con su terapeuta. El autosuficiente, por ejemplo, tiene un material nuclear que
organiza la conducta alrededor de creencias como "mejor lo hago por mi cuenta", o "no
espero que nadie me ayude". En la terapia, las personas que siguen este patrón harán todo
el trabajo solos. Escucharán a su terapeuta por un rato, y luego se meterán en algún espacio
de sus cabezas para trabajar sobre eso - sea lo que sea. Cuando salen, hablarán por un rato
y cuando la terapeuta responde regresarán a su interior para trabajar algo más, dejando a la
terapeuta en gran medida jugando con sus dedos. Yo llamo a esto: interactuar con la
terapeuta entre hueco y hueco. Es como si estuvieran manejando un carro por la carretera y
vienen muy de vez en cuando para llenar el tanque de gasolina o para cambiar una llanta. La
terapeuta ingenua se queda sintiéndose desinflada y aburrida, pensando que diablos estoy
haciendo aquí. Más adelante damos una lista de sistemas interactivos terapeuta/cliente.
Primero tratemos los sistemas que las terapeutas tienden a traer al trabajo, especialmente
aquellos sistemas que perturban el despliegue de los procesos de los demás.
158
AYUDAR, NO HACER
El sistema en el que caemos todos ignora con demasiada facilidad la organicidad de la otra
persona y asume un poder y control al que no tenemos derecho. Es el sistema en el que
todos crecimos, el que trata a los niños como una propiedad personal y que se mantiene
mediante la violencia y las amenazas de la violencia. Se refleja en la actitud de las
terapeutas que asumen que tienen que hacer algo en la terapia porque se sienten que son
los responsables de hacer que algo ocurra. Como si las parteras fueran responsables de
preñar a las mujeres y de empujar a los bebés para que salgan. Por supuesto que las
parteras y terapeutas tienen trabajos legítimos que hacer. Trabajos como el arreglar el medio
ambiente y tener el conocimiento de que hacer cuando el proceso que está desplegándose
necesita guía y apoyo. Pero, el proceso es esencialmente orgánico y surge del interior de la
otra persona. La mayoría de terapeutas que he observado interfiriendo con el proceso que
despliega la otra persona lo hacen porque necesitan hacer que algo ocurra, en lugar de
reconocer que están ahí para ayudar a que algo ocurra.
Es muy sencillo, vemos al sistema operando cuando las terapeutas que no responden a lo
que realmente está sucediendo con el otro, (a través de alguna afirmación de contacto, por
ejemplo), sino que tratan de forzar que las cosas ocurran experimentando demasiado y
haciendo preguntas innecesarias; sumiéndose en su curiosidad y en sus ideas sesgadas
acerca de hacia donde quieren que el proceso vaya. El proceso tiene su propio modo de
seguir. Parte del sistema es buscar lo que no está sucediendo - ya que no se dá cuenta de la
vivacidad del otro - en lugar de darse cuenta qué es lo que sí está pasando. Pero lo que más
apoyo da a lo que esta desplegándose es el darse cuenta y nombrar la experiencia del otro,
especialmente aquella parte que tiene contenido emocional actual. Al nombrar y esperar que
el otro decida donde va a ir, a partir de su momento presente, estamos devolviendo
responsabilidad y autoridad a la cliente. Es fácil hacerlo cuando uno se sale del modelo
autoritario y difícil cuando uno no lo hace.
Ahora veamos varios sistemas que surgen para evitar que el proceso en curso evolucione.
Primero, la lista de algunos sistemas interactivos típicos entre terapeuta y cliente que surgen
en la terapia, y de los cuales tenemos que salirnos. Cada uno de estos sistemas - y esto es
solamente una pequeña muestra - no es simplemente una manera problemática de
interactuar. Cada una refleja el material nuclear. Es esencial para el terapeuta reconocer que
está metido en algo como eso y encontrar una manera de salirse. Cada sistema es una ruta
de acceso potencial al material nuclear que lo organiza. Los siguientes son algunos ejemplos
de que algo sistemático está ocurriendo en la conducta del cliente.
159
espera de él o ella, sin dar muestras de tener sus propias necesidades, deseos o
agenda, tratando de complacer a la terapeuta.
COMO SALTAR FUERA DEL SISTEMA
Cuando nos encontramos metidos en un sistema, nos salimos de él de una manera simple y
directa: re-direccionamos el foco de la atención hacia el sistema mismo. Cambiamos de
tema. Interrumpimos el contenido que fluye y nombramos el sistema. He aquí unos ejemplos:
T. Sabes, me doy cuenta de que piensas mucho y no veo tus sentimientos.
C. Sí, así parece, toda mi vida es así.
T. ¿Estaría bien que observáramos un poco esto?
C. Seguro.
T. Ok, hagamos una sonda (ofrece entonces una sonda como por ejemplo: está bien
tener sentimientos. O, está bien que sientas lo que estás sintiendo. Algo así).
Segundo ejemplo:
T. Me doy cuneta que repites con tus palabras todo lo que yo digo. Me imagino que en tu
infancia no te dejaron tener tu propia realidad.(Ocurre frecuentemente).
C. (Se pone inmediatamente emotiva). No, no me dejaban. (Con una voz emotiva algo
infantil).
T. (Comienza a trabajar con la criatura con una voz suave, lenta, y cuidadosa). Bueno,
puedo entender porqué esto te pone triste y te molesta.
C. (Cambia mostrando definitivamente la apariencia de una niña aplastada).
T. De modo que te sientes muy mal, ¿no? Necesitabas que alguien realmente creyera en
ti, ¿no es así?
C. (Asiente con la cabeza).
T. Eso es realmente importante, ¿no es así?
Y así continúa trabajando con la niña. En cada uno de estos ejemplos, la terapeuta pasa a
otro nivel de interacción. No se trata de saltar de un aspecto del contenido a otro. Dejamos el
contenido para enfocar el estilo, el contexto, el modo como el contenido está siendo
presentado. En el contexto de una relación de ayuda ya establecida, esas interrupciones son
fácilmente aceptadas. Cuando el viraje es hacia algo altamente significativo para la otra
persona, la transición hacia el nuevo foco es sorprendentemente fácil y usualmente
fructífero.
En terapia saltamos... :
160
En la terapia nos damos cuenta de cosas que están fuera de la consciencia de la cliente. NO
se trata tanto de que sea material reprimido; es simplemente hábito. Nos damos cuenta, por
ejemplo, de un tono de voz. Lo señalamos: "pareciera que no estás segura de que te voy a
creer". Nos damos cuenta de un gesto o expresión facial habitual: "¿Te das cuenta cómo
mueves las manos cada vez que hablas de ti misma?" Nos salimos del contenido y nos
vamos a alguna parte de la visión más amplia. Implica ir de un nivel del proceso, con un
conjunto de restricciones, a un nivel más elevado, en el que hay menos restricciones. Es ir
del hablar acerca de algo para llegar a darse cuenta del modo cómo estás hablando. Es
pasar de un patrón de conducta a un darse cuenta del patrón.
Imagínate: estás dormida en tu sillón favorito y estás soñando. Estás en una torre, mirando
una pintura y una escena de un bosque. Estás en el bosque. En el bosque no eres
consciente que estás en una pintura, en una torre, en un sueño, dormida, en tu sillón
favorito. Estás sumida varios niveles por debajo de la consciencia actual. En la medida en
que te vas saliendo, te vas dando cuenta primero de la bidimensionalidad de los árboles a tu
alrededor y te das cuenta que estás viendo una pintura. Estás de regreso en el cuarto de la
torre y ves la pintura tal cual es. Te acercas a la ventana de la torre y ves desde ahí a la
cuidad. Ves las campanas de la iglesia cantando. Su voz te llega y comienzas a despertarte.
Luego te das cuenta que estabas soñando y que el viejo reloj de la pared está dando la hora.
Has salido de tu sueño para entrar en vigilia.
Las terribles compulsiones de los patrones del carácter, los estados de ánimo densos,
fronteras tensas y fuentes misteriosas. Como se parecen a los sueños.
El rol de la terapeuta es detectar los sistemas del carácter que están operando y ayudar a la
cliente a salirse de ellos. Si esto te hace recordar al arte y a la filosofía, está bien que lo
haga. Si te hace recordar a la plenitud de consciencia y a la meditación ¡enhorabuena! El
arte, la cultura, la ciencia, la literatura, están llenas de saltos de un nivel de comprensión a
otro. De teorías específicas a teorías generales. De la física newtoniana a la teoría cuántica y
a la relatividad. De la física a la metafísica, de la comunicación a la metacomunicación. De
los números romanos al sistema decimal, del álgebra al cálculo, de algo simple a algo más
complejo. De lo habitual a la decisión consciente, de lo mecánico a lo orgánico, de la "causa
y efecto" a los circuitos de retroalimentación, del ego a la libertad. Escuchemos a Da Free
John "No hay compasión sino humor, No hay amor sin placer. No hay libertad sin
iluminación.
Hofstaeder dice que la diferencia entre los humanos y las máquinas es que las máquinas no
se aburren. Los humanos nos aburrimos y cansamos de los viejos hábitos. Y tenemos la
imaginación para saltar afuera. En el humor, la poesía, el arte, las matemáticas, en todo lo
que requiere imaginación, somos los mejores. Somos los grandes saltarines del planeta
tierra: más alto, más amplio, más rápido. ¿Qué otro animal podría llegar a la luna? No la
vaca de nadie, seguramente. Ni siquiera esos magníficos pájaros que dan la vuelta a la tierra
cuyos congéneres han estado volando así por millones de años. Ni siquiera esos. Sólo
nosotros. ¡A la bendita luna! Que tal salto que fue ese.
La imaginación también forma parte de los dolorosos patrones en los que nos estancamos.
En la novela de Kurt Vennegut titulada "El Desayuno de los Campeones", el protagonista se
está volviendo cada día más loco. Las personas de su pueblo, sin embargo, la mesera, el
que atiende la estación de gasolina, las personas que trabajan para él y que lo ven todos los
días, no se dan cuenta. No se dan cuanta que se está volviendo loco porque no lo ven en
absoluto. En las palabras de Vonnegut, ven "sus expectativas acerca de él". Están
161
meramente imaginándoselo como siempre lo han conocido. De alguna manera ha quedado
fijado en sus mentes. En base a claves como el tono de voz, las ropas, su manera de
caminar, o lo que sea, lo identifican y llenan los vacíos con lo que se imaginan. Vonnegut
dice que la imaginación es "el volante de la rueda de la maquinaria desvencijada de la
terrible verdad".
Es el gran don. Su lado oscuro esconde una terrible pérdida. Si lo que hacemos es imaginar
a las personas que nos rodean, sin verlas realmente, sin sentirlas realmente, perdemos un
mundo inmenso. Perdemos contacto con lo que es simplemente. Perdemos la intensidad de
la niñez. Perdemos la magia y el mito y nos perdemos en las palabras e imágenes de
nuestra mente. El místico trata de ir más allá de ellas. El estudioso trata de ser su maestro,
no su esclavo. Cuando lo logran están libres; libres para ser lo que realmente son, para tener
la experiencia del mundo plenamente, gozando de su significado y su misterio.
Estamos a la vez libres y atascados. Cuando nos atascamos terminamos viendo sólo
nuestras expectativas. Nos acostumbramos el uno al otro. Actuamos por pedazos, una
palabra, un gesto, meros indicios. Continuamos con los demás sin darnos cuenta realmente
y sin conocer. No se trata simplemente de que no nos damos cuenta de un nuevo corte de
pelo y de cómo pasa el tiempo envejeciéndonos. Nos perdemos la experiencia de la otra
persona y el significado que esta tiene. En el estado de trance de la consciencia ordinaria, en
la cháchara incesante de la mente, nos estamos perdiendo constantemente el uno al otro.
De eso es que tenemos que salirnos de un salto. Como lo dijera en una oportunidad
Bhagwan Shree Rajneesh, "mientras estoy hablando, tal vez estás discutiendo conmigo en
tu cabeza, pensando, cuestionando. Pero cuando haces eso te estás perdiendo mi
presencia. De hecho ¡estoy aquí! No necesitas soñar aquí."
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totalmente descorazonado, con la cabeza colgando y me dijo con una voz mínima y débil
"estoy realmente asustado, Ron, no puedo comer mi comida" (El estaba tratando de obtener
algo de compresión y yo estaba que me lo comía vivo). Bueno, voltee a mirarlo. Estaba aún
cabizbajo, mirando sus rodillas. No parecía estar asustado. Parecía y sonaba como un
trapeador. Yo no sentía la más mínima simpatía. Después de un rato respiré profundamente
e invoqué a la Gran Voz de la Máxima Compasión. Y le dije, con una voz suave, lenta,
amorosa:
Luego de un rato de silencio, luego de lo cual levantó la cabeza y con una mirada realmente
intrigada, me preguntó:
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