#1 Responsabilidad

Ya sea porque son ejemplares en peligro o porque son nuestras mascotas, muchos
animales requieren de nuestro cuidado para poder sobrevivir.

Al transmitirles a los más chicos lo que significa que otra vida dependa de ellos,
estamos fomentando que sean más responsables.

#2 Igualdad y NO discriminación
Cada vez que usemos la palabra ‘animal’ a modo de insulto, quizás deberíamos recordar
que ellos no juzgan ni discriminan a otros por cuestiones religiosas, políticas o
culturales. Al contrario, ¡debería ser todo un halago!

#3 La solidaridad ante todo

Día a día, los animales nos enseñan a ser solidarios. ¿Cómo? Con el ejemplo.
Ellos mantienen verdaderos lazos de amistad con el resto de los individuos de su
manada.

Las suricatas, por ejemplo, se protegen entre ellas para que las más débiles puedan
sobrevivir. Mientras que las más saludables cazan y consiguen la comida, otras cuidan
de los enfermos. Increíble, ¿no?

#4 Dar sin nada a cambio

Ser altruista significa procurar el bien del otro de manera desinteresada, incluso a costa
de nuestro propio interés. Y los primates tienen mucho para enseñarnos.

Está comprobado que los monos son capaces de ayudar a otros miembros del grupo,
amamantar a un bebé cuya madre ha muerto e, incluso, cuidar de los heridos.

#5 Amor incondicional
Otras especies, como los cisnes y las águilas, son un verdadero símbolo de lealtad y
fidelidad.

Una vez que eligen una pareja, estos animales se mantienen a su lado hasta el día de su
muerte y puede que jamás vuelvan a buscar otra.

Porque, como dicen, respetamos solo lo que conocemos y conocemos únicamente lo

que nos enseñan.

 .- Respeto.

Tener una mascota provoca aprender a respetar su vida, seguridad y salud, la tuya y la del
resto de animales y personas con las que están conviviendo y compartiendo este interés en
común.
  .- Comunicación.

Expertos comentan que contar con una mascota fomenta la comunicación entre padres e
hijos, ya que están compartiendo un interés común, con el que pueden realizar también
muchas actividades conjuntamente, afianzando así la relación entre los padres e hijos.

 5.- Autoestima y contacto social.

De igual forma que el punto anterior, contar con un mascota nos permite integrarnos en
distintos grupos, no solo de lazos familiares, sino enfocados en intereses comunes, como
pueden ser grupos de personas para hacer ejercicio con su perro, grupos enfocados a
cuidados, salud o concursos de mascotas, o grupos de terapias y ayuda social con animales…
hay cientos de posibilidades.