Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Buenas noches con todos, primero quiero decir que para mí es muy grato compartir el
panel con José Luis Ramos, es además una opinión que comparten los colegas
psicoanalistas, sabemos que José Luis es un excelente interlocutor para poder pensar y
dialogar sobre las problemáticas que atañen a nuestra época y sociedad.
Quiero agradecer también a la Comisión de Biblioteca de APL Arequipa, por la invitación
para hablar de este tema.
“Lo extranjero en la ciudad”, hay una canción de Charly García, es la segunda del disco
Clics Modernos de 1983, que seguro José Luis debe conocer bien, se llama “No soy un
extraño”, la primera estrofa dice: “Acabo de llegar, no soy un extraño, conozco esta
ciudad, no es como en los diarios, desde allá…”, es una canción que pongo siempre en el
iPod cada vez que en mis viajes visito una ciudad nueva, del aeropuerto voy a la ciudad,
viendo los edificios, las calles, la gente por primera vez desde la ventana del taxi, y García
me dice que no soy un extraño.
“Lo extranjero en la ciudad”, quiero articular el significante “extranjero”, o la palabra
“extranjero” cuyos sinónimos son foráneo, forastero, alienígena, exótico, bárbaro,
extraño, intruso, con los temas de la inmigración, el racismo, la homofobia, el odio y la
ciencia, desde el psicoanálisis, y especialmente de la enseñanza de Lacan, que nos puede
ser muy útil en este tema que nos moviliza.
Hace un par de días en un evento cultural un psicólogo que refriéndose a la violación de
niños decía “con el psicoanálisis, y la experiencia, que en un primer momento se dio, por
la figura pansexualista, el complejo de Electra, y el complejo de Edipo que hacía que
alguna manera el niño seduciera (sedujera) al papá o al adulto, y el adulto en su
incapacidad de distinguir esta figura atrayente caía, seducida por esta niña terriblemente”.
¡Qué disparate!, ¡qué ignorancia!, ¡qué insensatez!, este hombre también dijo entre otras
barbaridades e improvisaciones que socialmente está permitido que una niña sea violada
sexualmente, conversaba con alguien luego y me decía que lo peor que estos señores son
los que tienen cargos tan importantes y decisivos en la ciudad y en país.
Migración y el exilio
El psicoanálisis ha sido inventado por alguien que tenía el estatuto de inmigrante, de
extimidad social, el término extimidad es un vocablo que no existe en el diccionario, es
una invención de Lacan, lo éxtimo es lo que está más próximo, lo interior sin dejar de ser
exterior, lo éxtimo se construye sobre lo íntimo, no es su contrario, lo éxtimo es
precisamente lo íntimo, incluso lo más íntimo, está palabra indica sin embargo que lo más
íntimo está en el exterior, que es como un cuerpo extraño. Todo el desarrollo de la Obra
de Freud, está hecha en la lengua alemana, él era judío, al final de su vida abandonó muy
a su pesar Viena, exiliándose en Londres, para salvaguardar su vida de los Nazis.
Quiero contarles que Jacques Lacan, viajó a Latinoamérica en dos oportunidades, primero
vino a Perú, estuvo en Lima y en Cusco, Maria Hortensia Cárdenas nos contó que se sabe
que quedó maravillado al ir a Cusco, él era un hombre que no solía sorprenderse con
facilidad, ese viaje lo sorprendió, realizó incluso parte del Camino del Inca.
La segunda vez que viaja a Latinoamérica fue a Venezuela, allí dicta el famoso Seminario
de Caracas, el 15 de julio de 1980, fue Lacan quien escogió Venezuela, lo que él llamó el
lugar más propicio, y lo era porque en ese momento Caracas entraba en la modernidad
de un modo notable, disfrutaba de una estabilidad y una paz social de dos décadas, que
facilitaba el desarrollo cultural, científico y tecnológico, en medio de una democracia en
contraste con otros países de américa latina, muchos psicoanalistas argentinos se exiliaron
por la dictadura, algunos se fueron a Venezuela, a Barcelona o al Brasil. Entonces allí
Lacan se encontró con sus alumnos de Latinoamérica.
Hoy la situación es diferente, es un tiempo donde las cosas son muy difíciles en
Venezuela, -lo sabemos todos-, algunos toman la salida del exilio, hay un texto de
Leonardo Padrón, que se titula “Estremecimiento”, creo que ese significante, es un S1,
que da cuenta de la situación que se vive día a día, este texto termina con las siguientes
líneas, “No importa la sangre vertida. Ni cuántas cruces hay ya en los cementerios. No
importa tanta oscuridad. Ni esa larga pena que somos. Patria o muerte, dijeron. Y perdió
la patria.”
Nosotros somos un Grupo Asociado a una de las Escuelas de psicoanálisis de la AMP,
nuestra Escuela es la NEL, que antes fue la Escuela del Campo Freudiano de Caracas, el
año pasado, pasó algo muy importante en Venezuela, y para los psicoanalistas, ya en
mayo se había dado la orientación que los psicoanalistas dejen un poco la comodidad y
el silencio de los consultorios, y hablen sobre lo político de cada lugar.
El año pasado se realizó una jornada extraordinaria de trabajo en caracas, donde algunos
psicoanalistas del extranjero viajaron allí, y conversaron sobre lo que podría aportar el
psicoanálisis, en primer lugar reconociendo la situación de los colegas, y en segundo lugar
como servirse del psicoanálisis para lidiar con lo que se vive.
Se editó un libro sobre esa sesión, todas las ponencias, intervenciones giran en torno a la
suspensión, la resistencia, la palabra, el ejercicio de la libertad de la palabra, Julieta
Ravard dice: “el proceso de elaboración pasa por poder decir algo sobre lo traumático, de
esto no siempre se puede decir algo, a veces es tan terriblemente horroroso que nos deja
enmudecidos, devolver la posibilidad de la palabra al sujeto (esa palabra presa) es una
acción que permite convertir lo silenciado –que es aquello que pesa sobre el cuerpo- en
un acto, acto sostenido en la ética del bien decir: Esa palabra que se suelta, que devela
una verdad y produce un cambio: ya no es lo mismo.”
Clara Holguín dice: “La experiencia de un análisis conduce a distanciarse de las
identifiaciones en masa (siempre segregativas) para considerar lo multiple de las
elecciones de deseo o de goce, “Siempre sin segregar, el discurso analítico conduce a
apostar al colectivo, que dé lugar a esta pluralidad”, esa es nuestra política.
No somos Louis de Saint-Just, ni venimos en su nombre (pas de liberté pour les ennemis
de la liberté), nada de libertad para los enemigos de la libertad, somos psicoanalistas,
nuestra practica no consiste en imponer los prejuicios, los ideales, o las concepciones de
la gente, sino que permite a cada uno esclarecer los suyos, para no someterse ni perseguir
utopías.
Más que susurrar en el oído de los príncipes, el psicoanálisis de orientación lacaniana
toma la palabra, se presenta, actúa frente a la amenaza del discurso analítico, y la
democracia que es su condición, e interviene en la ciudad, la polis, cuando las
circunstancia lo ameriten. Va contra lo peor. ¡Seguiremos hablando!”.
Ejemplos como:
1. Bye bye venezolanos, tal vez tu no estás cansado pero aquí el 85% está cansado
de venezolanos, encima todos campantes y panudos todo el día andan con su
gorrita o su casaca de Venezuela.
2. No es necesario la xenofobia ya conocí suficientes venecos para que me lleguen
al repincho.
3. No hay cosa más nauseabunda que dos hombres se estén besando, si eres
homosexual da rienda suelta a tus pasiones en tu dormitorio y no seas
exhibicionista y recuerda que solo eres el 5%: respeta a los heterosexuales y
tampoco te victimices, nadie está persiguiéndolos, si son rechazados es por estas
excesivas muestras de libertinaje.
4. Que porquería por que no se largan a otra parte a hacer sus porquerías por que no
se van a Chile. Ja ptm si veo que mi hijo mira esa porquería seria traumante para
él deben botarlos para la otra.
5. Por qué no se regresan a su tierra, vayan a su ciudad con su contrabando, y por
favor no ensucien la ciudad que por culpa de ustedes está sucia. Sobre los
ciudadanos de puno.
6. Queremos que nuestras danzas se vean en el corso, la candelaria, o diablada o
morenada han invadido nuestro corso, hay mil agrupaciones bailando lo mismo,
si quieren salir que salgan al final y como un grupo de invitados extranjeros.
Si el otro goza de otro modo, es lo que no se tolera, se quiere reconocer en el Otro al
prójimo, pero siempre y cuando no sea nuestro vecino, no esté demasiado próximo, se lo
quiere amar como a uno mismo, pero sobre todo cuando está lejos, cuando está separado,
cuando el otro se acerca, se necesita el optimismo del biólogo, o del neurocientífico, para
creer que se produzca un efecto de solidaridad, para creer que esto conduce de inmediato
a reconocerse en él, en ese Otro.
Siguiendo en esta línea yo tengo la hipótesis que podemos pensar el femenicidio, al goce
de la mujer, muy atentos con esto, porque si algo más rechaza un hombre es a ese goce
femenino, que va desde el nombrarla como puta, golpearla o hasta asesinarla.
Me sirvo de lo que dice Patrick Monribot en su testimonio de fin de análisis, “Yo sostengo
la tesis, por experiencia de analizante, de que «el amor a las mujeres» objeta al amor e
incluso viene a enmascarar el odio inconsciente hacía las mujeres del que sufre el
neurótico. Sostengo también la idea de que el odio estructural a las mujeres es la raíz de
todas las segregaciones. Las razones de este odio son múltiples. Si el sexo de la mujer
está «fuera de lenguaje», fuera del efecto de castración del lenguaje, es entonces, un lugar
de goce sin límite, sin negativización significante e inasible para todo sujeto que esté
tomado en el lenguaje. Es el lugar de un goce radicalmente Otro, extranjero e inquietante.
Desde ese lugar se elabora fatalmente «el odio al goce del Otro».
Lacan enuncia un vínculo entre e ser del sujeto, y el odio: (más) se odia, (más) se es,
sostiene que solo estamos seguros de nuestro ser cuando no pensamos, si conjugamos las
dos proposiciones de la imbecilidad al odio, la consecuencia es buena. Es suficiente
garantizar el ser no por el pensamiento sino por el goce: donde gozo no pienso.
No necesitamos penar para odiar, a condición de que el sentimiento de existir sea
enteramente función del odio, Deleuze dice, la mayoría de hombres no se sienten existir
más que cuando padecen, no soportan la existencia más que al padecer, o dicho de otra
forma, tan pronto como cesa de padecer el ignorante cesa al mismo tiempo de ser.
Clara Holguín dice: Otra perspectiva es la que nos ofrece la orientación analítica, desde donde
es posible pensar una acción por fuera de la ley universal, para orientarse por la brújula de lo
real. Al contrario de rechazar y no querer saber de lo extranjero porque nos enfrenta a ese
goce que nos constituye y divide, se trata de estar advertido de ello, para acoger la diferencia,
consintiendo a la imposibilidad de pretender la identidad. No se trata solo de tolerar que,
como señala Miller, es nuestro modo actual de silenciar y hacer dormir, sino de posibilitar un
tratamiento de eso que migra desde lo singular. Ir contra el todo e introducir el “no-todo”,
que no es el “al menos uno de la excepción”.
Más que hacer que una frontera sea un límite, se deberá apuntar a que ella se torne un borde
donde el síntoma pueda aparecer. Si bien lo extranjero es siempre del orden de lo real,
inexplicable y fuera de sentido, es posible nombrarlo para darle un uso, que no lo haga
intrusivo. Abogo pues por una política que desde la ética permita la “hospitalidad”, es decir,
hacer del extranjero un “huésped” que viene a participar de nuestra modo de vida y no de
nuestra identidad, para desde allí, hacer con ellos la historia.
Bienvenidos amigos y colegas venezolanos, “solo participan de la historia los deportados”.