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Hebreos 11:6
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca
a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
1.- Acercarnos a Dios con fe
Hebreos 11:6
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca
a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
Hebreos 11:1 Por la fe
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Hebreos 11:6
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca
a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
1 Tesalonicenses 2:4
4 Al contrario, hablamos como hombres a quienes Dios aprobó y les confió el
corregir y para instruir en la justicia, 17 a fin de que el siervo de Dios esté enteramente
capacitado para toda buena obra.
Crecer en el conocimiento de Dios
Proverbios 1:7
7 El temor del SEÑOR es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
Al recibir de Dios Su capacitación
en agradarlo en todo enfoco mi atención
Mateo 3:17
Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».
Juan 13:34-35
34 »Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo
los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. 35 De este modo
todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros».
5.- Deleitarnos al orar y clamar los unos por los otros
Colosenses 1:9
9Por eso, desde el día en que lo supimos, no hemos dejado de orar por ustedes.
Pedimos que Dios les haga conocer plenamente su voluntad con toda sabiduría y
comprensión espiritual,
Efesios 6:18
18Oren en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manténganse alerta y
perseveren en oración por todos los santos.
Si por los demás me deleito orando
a Dios estaré agradando
6.- Alegrarnos en toda situación con el Fruto del Espíritu Santo
Romanos 14:16-18
16En una palabra, no den lugar a que se hable mal del bien que ustedes
practican, 17 porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas, sino de
justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo. 18 El que de esta manera sirve a Cristo agrada
a Dios y es aprobado por sus semejantes.