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CAPÍTULO VII
Arturo Vergara, MD
Hospital Central de la Policía
Bogotá
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GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS
cas preexistentes conocidas (por ejemplo, Todo paciente que se traslada está sometido
enfermedad cardiorrespiratoria) pueden ser a una serie de situaciones causadas por la
tenidos en cuenta para que reciban aten- fuerza de la gravedad, cambios en la tempera-
ción en centros especializados. tura, cambios en la altitud, ruidos y vibracio-
nes, que inevitablemente afectan tanto al pa-
No existen reglas organizadas que cubran el ciente como al equipo responsable de su tras-
espectro de los pacientes quirúrgicos no-trau- lado; todas esas circunstancias influyen sobre
máticos u otros problemas médicos. El análi- la fisiología normal, lo que en el individuo sano
sis final y la decisión de trasladar a un pacien- no trae mayores repercusiones pero en pa-
te crítico se basan en la valoración de los be- cientes graves afecta las respuestas orgáni-
neficios que se piensa obtener con el trans- cas, la monitorización y la infusión de medi-
porte y los riesgos asociados. camentos.
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CAPÍTULO VII: TRANSPORTE AÉREO DEL PACIENTE TRAUMATIZADO
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GUÍAS PARA MANEJO DE URGENCIAS
Las vibraciones alteran el monitoreo y pue- ciones por personal que tenga capacitación y
den desnaturalizar algunos medicamentos. que sepa sortear las alteraciones fisiológicas
que se presentan durante el vuelo. Durante el
Los cambios en la temperatura alteran la transporte aéreo deben evitarse intervenciones
composición de los medicamentos y de los que puedan desembocar en altos índices de
sistemas de monitoreo que utilizan baterías iatrogenia o incluso comprometer la bioseguri-
de Níquel-Cadmio dad del personal a cargo del transporte; este
tipo de vehículo está diseñado para extraer al
La aceleración-desaceleración varía la per- paciente, de manera que rápidamente llegue a
fusión de micro goteos, por lo que se deben hospitales que cuenten con los recursos para
utilizar bombas de infusión especialmente en optimizar la atención; es de vital importancia
administración de fármacos tipo vasoactivos asegurar una comunicación fluida entre la en-
o nitoprusiato etc. tidad receptora y el vehículo de transporte con
el fin de adecuar la recepción, asegurar dispo-
nibilidad humana, de recursos y tecnológica
CONCLUSIONES para la atención del paciente. El control clínico
debe ser permanente y debe incluir valoración
El transporte aéreo es seguro cundo se cuenta neurológica, estado general, escala de Glas-
con personal entrenado y capacitado; son múlti- gow, nivel de sedación, temperatura, balance
ples las variables para tener en cuenta, lo que hídrico, monitorización circulatoria y monitori-
hace imprescindible el manejo de estas situa- zación respiratoria no invasoras.
Soporte ventilatorio Tubo endotraqueal o traqueostomía, Respirador portátil, Bolsa de ventilación con mascarilla y
reservorio, Fuente de oxígeno, Aspirador.
Soporte hemodinámico Monitor de ECG y/o desfibrilador, Presión arterial no invasora, Monitor de presión, Monitorización
respiratoria: Pulsoxímetro, Espirómetro de Wright, Capnógrafo.
Otros Bombas o jeringas de perfusión, Laringoscopio, Drogas y líquidos, Tubo de drenaje de tórax,
Acceso venoso.
LECTURAS RECOMENDADAS
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