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1.

¿Las nuevas tecnologías son un nuevo modo de


comunicabilidad humanizadora, o un dispositivo
instrumental que perfecciona, intensifica y amplía la
expansión del capitalismo contemporáneo y del orden
social vigente?

Tomar postura frente a este cuestionamiento conlleva una serie de


implicaciones, las cuales quizá revelen en suficiente perspectiva un
acercamiento a la compleja estructura de dicho escenario. Ante todo
reconocer que la subjetividad desde la perspectiva de Foucault, quien
siempre pretendió «saber cómo el sujeto humano entraba en los juegos
de verdad» (Foucault, 1994, p. 105), es decir, que estamos tratando
con una categoría relacional; el sujeto no se construye en el vacío o
solo, sino en relación con los juegos de verdad de la cultura, de la
sociedad en que concretamente el individuo vive su historia. El sujeto se
constituye a través de una serie de prácticas reales (y no sólo
simbólicas) complejas y múltiples que cambian a lo largo de la historia:
juegos de verdad, prácticas de poder, etc. De esta manera es evidente
que las nuevas tecnologías son una realidad que ha impermeabilizado
las interacciones humanas y sociales, esto desde la óptica de Gubern
Roman al referirse a tres modelos de comunicación a través del
ordenador donde uno de estos, en que el hombre es enunciatario, se
convierte en interactivo en cuanto se introduce la reversibilidad en el rol
del enunciador, de modo que éste pueda ser alternativamente
enunciador y enunciatario, lo que conduce a una interactividad
enunciativa, que puede ser, además, en tiempo real. (“La escena y el
laberinto”, en Del bisonte a la realidad virtual. Cap. V).

En efecto, he aquí lo útil que ha resultado esta interactividad para


quienes adelantan estudios a través de la web, maestrías y doctorados
al alcance de todos, con múltiples actividades en tiempo real y
contribuciones reciprocas que dan cuenta de un enriquecimiento mutuo.
Allí se crece como persona y se construye o recrea el conocimiento.
Luego puede afirmarse que en cierto modo existe una comunicabilidad
humanizadora mediante las tecnologías.

Sin embargo es preciso ahora señalar que también las nuevas


tecnologías funcionan como un dispositivo instrumental que
perfecciona, intensifica y amplía la expansión del capitalismo
contemporáneo y del orden social vigente. No es posible pensar en
ningún tipo de estructura social, económica o política, como tampoco
cultural, si no es como resultado de la presencia de sujetos en
complejas relaciones recíprocas en cuanto a tiempos y espacios; lo que
implica tener que enfocar los procesos como construcciones que se van
dando al compás de la capacidad de despliegue de los sujetos, los
cuales establecen entre sí relaciones de dependencia recíproca según el
contexto histórico concreto. (Hugo Zemelman Merino, Sujeto y
subjetividad: la problemática de las alternativas como construcción
posible). Por supuesto, entre las relaciones de dependencia oscilantes
en la tecnología, se ejercen con gran ímpetu los mecanismos de
control; emerge así un nuevo orden de poder, quizá más complejo y
maquiavélico que los antecesores pues el hombre no sólo
voluntariamente sino con regocijo y agrado vive inmerso en éste. Los
nuevos dispositivos de control, ejercidos gracias a las tecnologías
digitales, atraviesan los viejos muros de la clausura para ejercer un
control en espacios abiertos, al aire libre. (Giaccaglia, Mirta (Mayo
2009). La constitución de la subjetividad en le era digital.
Fragmento de Sujeto y modos de subjetivación (pp. 136-141).
Ciencia, Docencia y Tecnología).
Entonces las nuevas tecnologías ejercen el doble sentido aquí expuesto,
entre muchas otras funciones que se le otorguen ya por necesidad, por
placer o bien por dependencia, en el contexto socio histórico presente
pues es inevitable a tal punto de infiltrar el aislamiento.

Todo ello está prefigurado por las nuevas circunstancias: la expansión


de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación hacen
real el mundo virtual de la red.

2. Problematice los cambios en la relación entre el espacio


público y el mundo privado generados por las nuevas
tecnologías. Contextualice estos cambios en la escuela. En
este contexto, ¿cómo entender la idea de la progresiva
despolitización del sujeto contemporáneo?

Indudablemente cada vez es más amplio el umbral que separa lo


público de lo privado, especialmente en escenarios educativos, cuyo
dilatador emergente es sin duda el empoderamiento de las
tecnologías a tal punto de compartir escenarios que antes sólo
pertenecían a la intimidad. Esferas superpuestas que vulneran los
límites entre lo personal y lo colectivo. Aquel álbum de fotos familiar
donde yacen los recuerdos de los años maravillosos se ha convertido
en enciclopedia común para consultar los eventos más populares del
momento. No obstante existen dos vectores que despliegan dicho
flagelo. Un primer plano referido a “compartir” espacios y
experiencias de lo privado a través de la red en el muro público. Pero
el plano más sensible y quizá menos abordado es en definitiva, el
espacio público, donde se lleva a cabo lo político, ha perdido su
esencia y a los hombres se les priva de su capacidad de concertación,
de novedad, se les arroja a una existencia despolitizada, en una
simple relación de mando y obediencia, se reduce la libertad de
pensamiento y de voluntad, se aísla, se atomiza al sujeto.
(ALEJANDRO ANCALAO, Instituto de Historia – Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso).

Precisamente oteando los currículos se vislumbra con claridad que es


una imposición institucional. Se construyen sin la mirada del
estudiante, mucho menos la de los padres, evidenciando una ruptura
con el contexto. Pero sí como respuesta condicionada a un mundo
globalizante, como las pruebas estandarizadas a nivel internacional.
Sin embargo como afirma Saramago “Dos debilidades no hacen una
debilidad mayor, hacen una nueva fuerza”. (La Caverna). He aquí la
gran hazaña del hombre pensante, al saber discernir y extraer de
cada una de estas fuerzas lo mejor y ponerlas a su disposición, no
que éstas lo sometan.

Los alcances de tal enajenación en la escuela han surcado hasta los


dinteles del maestro, quien ve subyugada su creatividad y
autonomía, puesto que muchas instituciones contratan grupos
educativos asesores que imponen mallas curriculares estandarizadas
al tenor de las pruebas exógenas, fuera de contexto y en detrimento
de la participación proactiva hacia la construcción colectiva del
currículo. Esto conlleva a asumir en varios docentes actitudes de
sumisión y conformismo, algunos por temor a las represalias de los
directivos quienes califican de profesores “limón” a los educadores
que muestran propuestas alternativas o resistencia, y desde luego se
les califica negativamente hasta inhibirlos de la oportunidad de
continuar en la misma institución, desequilibrando su estabilidad
laboral.

Son innumerables los actos vigentes en la escuela que


vertiginosamente impulsan la progresiva despolitización del sujeto,
ya sea éste el estudiante, el padre de familia o el profesor. Se ha
convertido en una cadena o circulo vicioso de autoritarismos. Incluso
las certificaciones de calidad las han tergiversado, otorgándoles una
mera función de control y diligenciamiento excesivo de registros.

Lo que finalmente nos queda, es la indiferencia frente a lo político.


Esto termina por eliminar el quehacer de lo común, el sentido del
mundo común. Las sociedades modernas tienden a suprimir la
realidad y dejar que se subordine el pensamiento a una técnica de
obediencia operativa técnica, que conlleva la incapacidad de pensar,
de reflexionar y lo que es peor, la incapacidad de juzgar y de
orientación con el sentido común. La despolitización de la sociedad
moderna, se despliega a través de la enseñanza institucional. El
currículo crea una base de obediencia sin consentimiento, sin juicios.
(Herbert Marcuse, El Hombre Unidimensional. Ensayo sobre la
Ideología de la Sociedad Industrial Avanzada).

3. Comente la siguiente idea: el problema propiamente


pedagógico no es cómo aplicar las nuevas tecnologías en el
aula, esta aplicación es un asunto técnico y didáctico, sino
cómo problematizar críticamente y reflexivamente la
complejidad del mundo virtual-tecnológico que habitamos,
desde una perspectiva educativa.

Vale la pena recalcar con antelación, que desde la convicción más


profunda se debe adquirir un compromiso mayor con las ideas, dado
que el presente planteamiento transige congruencias del sujeto con
su discurso. Un sujeto coherente cuyos postulados forjen actos en la
práctica. Si el pensamiento del sujeto orientador frente a las nuevas
tecnologías tiene fundamentos de reflexión y criticidad, en la
práctica y el uso de estas herramientas se debe estimular
experiencias de este orden. Así los actos cotidianos de pensamiento
para entender el presente y construir el futuro requieren no sólo de
pensar, sino de querer pensar, que como se trataba en el ítem
anterior, los procesos de despolitización vedan el pensamiento. “O
sea mucha ilustración y poca conciencia; mucha inteligencia y poca
voluntad” (Hugo Zemelman, el sujeto y su discurso en América
Latina).

Justamente lo pedagógico es hacer practico el pensamiento; pero,


lamentablemente en las aulas, la interacción educativa se queda en
el umbral de lo técnico y didáctico. Se ejercitan docentes y discentes
en el virtuosismo de dominar software y hardware, porque así lo
dispone el currículo. Falta el análisis metacognitivo, la concientización
de las prácticas interactivas tanto personales como con herramientas
tecnológicas.

Además, considero preciso reconocer que la problematización


pedagógica desde este punto de vista confluye en doble sentido,
puesto que para los educadores, aún es complicado el dominio
técnico y didáctico de las nuevas tecnologías. Hasta ahora se están
asimilando y desde luego, mucho menos abordarlas crítica y
reflexivamente.

Si el sujeto aprovechara el mundo virtual-tecnológico en procura de


abducir conocimiento sin sucumbir en el ciberespacio del ocio
descomunal, sería el aikido capaz de develar la masa crítica para
transformar los sistemas educativos emergentes. No obstante, los
primeros en reflexionar y auto transformarse han de ser los
maestros, quienes entablen dialógicamente con las nuevas
generaciones las estrategias de economía y flexibilidad que brinda la
red. Con esto me refiero a lo anquilosados que siguen considerables
docentes al continuar exigiendo a estudiantes prácticas de
transcripción de información. La libreta de apuntes pasa a ser una
extensión más de la supra información que circula en la web.

4. Identifique explícitamente los dilemas y tensiones de orden


pedagógico e institucional que plantean las nuevas
tecnologías ante la formación inicial docente. Argumente la
pertinencia y la capacidad de solución de estos problemas
que proporciona las políticas educativas.

Equilibrar los dilemas educacionales que plantean las nuevas


tecnologías es como crear una compleja sinfonía, cuyas líneas
melódicas y cadencias armónicas, con sus disonantes y bemoles
emergen de las esferas celestes. Allí músicos y director serían los
superdocentes con la misión poderosa de salvar el mundo. Ah, y el
auditorio educado y participativo de discípulos avanzados.

Por similitud el principal dilema integral lo conforman los


protagonistas del proceso educativo. Por un lado el perfil del docente
ideal “deseado y eficaz” que dibujan los organismos internacionales
como la OCDE y la UNESCO, frente al docente inmolado, que lucha
diariamente por su dignificación ante instituciones, y aún peor, ante
las comunidades. Por otra parte “taxativamente” el estudiante
esquivo y desinteresado, abatido por los contextos de fragmentación
y desigualdad social, frente al perfil del estudiante modelo “educado
y competente” capaz de superar pruebas internacionales
estandarizadas.

Sin lugar a dudas el docente actual vive una tensión ineludible entre
deberes y derechos. La educación y la docencia están expuestas en la
actualidad a fuertes tensiones entre lo que es y lo que debería ser,
entre la educación que hay y aquella que debería haber por razones
de justicia, equidad y democracia. (Juan Manuel Escudero Muñoz
Universidad de Murcia, Dilemas éticos de la profesión docente).

Al respecto en Colombia las nuevas políticas educativas alineadas a


las exigencias de la OCDE, introducidas en el Plan De Desarrollo 2015
del gobierno Santos, son un claro campo te tensión donde se
pondrán a prueba las resistencias del magisterio. Precisamente en
esta primera pugna ha vencido el régimen. Y surgirán nuevos dilemas
como la evaluación docente diagnóstica frente a la prueba escrita
para ascenso y reubicación en la carrera docente.

Ahora bien, vistos los actores, qué decir de los múltiples escenarios,
tanto los actuales como los tendenciales. Estos en el plano físico
como en el plano participativo. Por ejemplo un espacio requerido por
el magisterio es el de participar activamente en las políticas
educativas, lo cual ha sido vedado y dichos postulados son
impuestos arbitrariamente por los mandatarios mercantilistas de la
educación. Como bien lo plantea Torres del Castillo: ¿Es éste el actor,
y el correspondiente escenario, los que están dispuestos a construir
las voluntades nacionales e internacionales que toman hoy decisiones
en materia educativa? ¿Es éste, concretamente, el actor y el
escenario que están construyendo las actuales políticas y reformas
educativas, impulsadas desde mediados de los ochenta bajo el signo
del “mejoramiento de la calidad de la educación”? (Torres del
Castillo, Rosa María (1998). Nuevo papel docente ¿qué modelo de
formación y para qué modelo educativo?)

Obviamente en nuestro caso no son pertinentes las políticas


educativas frente a los desafíos pedagógicos, pues carecen de
contexto. Quizá con suficientes recursos y fuerza de voluntades
democráticas tal escenario sea posible. Escenarios institucionales
físicos de mayor cobertura para disminuir el número de estudiantes
por aula, nivelar los salarios docentes, impulsar programas de
profesionalización docente, entre otros.

JAVIER HERNANDEZ GOMEZ 2015

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