Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Lacan: nos dice que toda acción supone un juicio que la justifica y la respalda, aun cuando
este juicio no esté totalmente elaborado.
Zizek: Pone énfasis en la incompletitud esencial del mundo humano. No podemos escapar
de la ética desde el momento en que no todo está dicho ni decidido. La ética surge como
conciencia reflexiva llamada a suplir la falla ontológica o la falta de acabamiento del mundo
humano.
Agamben: funda la ética en el hecho de que el ser humano es posibilidad abierta y potencia
pensante. La liberad, la duda y la reflexión son la base misma de la experiencia ética.
Kant: lo decisivo son las reglas que norman nuestra conducta. Detrás de ellas hay una
coherencia: o bien un sujeto que, al ponerse debajo de la ley moral, escoge ser libre, o bien
un sujeto que, al ponerse debajo de la ley moral, escoge ser libre, o bien alguien que se
esclaviza a la transgresión.
Al analizar los famosos “vladivideos” identificaremos el principio y las máximas que rigen el
comportamiento de Montesinos.
Primera Máxima: los acuerdos deben respetarse mientras me resulten beneficiosos. Una
vez que dejan de serlo, quedo liberado del compromiso suscrito.
Segunda Máxima: es posible censurar al otro por hacer las mismas cosas de las que yo me
felicito. Condenando al otro, sentiré más viva indignación. Felicitándome a mí mismo, me
considerare más astuto y con más derechos.
Tercera Máxima: Tener poder, capacidad de actuar, me exime del cumplimiento de la ley.
En todo caso, siempre puedo invocar razones muy razonables. A su vez, estar encima de la
ley, no ser fiscalizado, es prueba de mi propia superioridad. Lo ajeno no me merece respeto.
Lo mío tiene un valor indiscutible.
Cuarta Máxima: la lealtad para conmigo es el valor fundamental que puede tener un
subordinado. El subordinado es el rostro que deben tener quienes quieran acercárseme. Si
tuvieran otro, ya no serian tan reconocidos; o serian, en todo caso, enemigos con quienes
plantea una lucha que es (casi) necesariamente mortal.
EL SIMULACRO DE MONTESINOS
El simulacro es la imitación de la verdad
1. Primera Máxima:
Esta máxima aparece claramente en la relación entre Vladimiro Montesinos y Abimael
Guzmán, el cínico y el fanático.
En la conversación que entabla montesinos con un oficial de la CIA que permanece anónimo
en donde toda la conversación es una rendición de cuentas donde montesinos se esfuerza
por mostrar su profesionalismo y productividad en los temas de terrorismo y narcotráfico.
En dicha conversación Montesinos indica que tiene los videos de Guzmán escuchando
Frank Sinatra y quiere que termine de escribir su libro con el fin de difundir tanto el video
como el libro, de esta manera Guzmán quedaría totalmente desprestigiado y sendero
destruido. Montesinos indica que hay un acuerdo ético con Guzmán, el cual es un engaño
es una manera de tranquilizar a su oponente, una promesa que no lleva la intensión de ser
cumplida. Si se tiene en cuenta que las declaraciones son de 1998 y que le video en cuestión
nunca fue emitido, entonces queda suponer que fue Guzmán quien engaño a Montesinos,
a cambio de comodidades, lecturas, información política, etc.
2. Segunda Máxima:
Montesinos no mide a los otros con la vara que emplea para sí mismo. Lo inaceptable en
los demás resulta ingenioso y contundente cuando es él quien lo hace.
Esto se ve manifestado en dos conversaciones en la primera Montesinos se escandaliza; en
la segunda se divierte.
Montesinos se escandaliza del trato dado a Bedoya por los hermanos Andrade. Su
indignación justifica anular las elecciones de Miraflores, arrebatando la alcaldía al
triunfador. No obstante poco después, el mismo Montesinos exhibe con orgullo sus tácticas
para hundir la candidatura de de Castañeda y la diferencia está en que uno lo perjudica y
el otro lo favorece. Montesinos tiene derecho a hacer lo que él condena. Cuando lo hace él
es viveza; cuando lo hacen otros, es inmoralidad.
En la constitución se dice que el Perú es una republica donde todos somos iguales ante la
ley. No obstante, es visible e los “vladivideos”, en concreto en la situación antes
mencionada, que hay una norma oculta y obscena que es precisamente la ley del amo. El
amo que se oculta y se niega pero que aparece en la figura de Montesinos.
3. Tercera Máxima:
Esta máxima cristaliza un proceso a través del cual Montesinos se endiosa a sí mismo. Pero
este endiosamiento es, en realidad la propia corrupción y el sometimiento a bajas pasiones
o avideces ilícitas. El presidente Fujimori y sus allegados siempre alaban su labor. Difunden
la imagen de un Montesino que es vencedor del terrorismo, garante de la estabilidad
política y protector de la seguridad ciudadana, una mente brillante entregada al logro del
bienestar de los peruanos. La validación de su imagen le da más seguridad. Es probable que
haya pensado todo eso de sí, pues organiza su resguardo en términos que delatan un
sentimiento de grandiosidad.
Este proceso de endiosamiento, que le hace perder sentido de la realidad, es muy evidente
a partir de 1996, cuando se allanan los obstáculos para la reelección del 2000. Cada vez la
transgresión es más descarada y también el sentimiento de omnipotencia. Montesinos
minimiza problemas y obstáculos, pues cree que solo basta su decisión de imponerse su
poder va creciendo porque cada vez copa más estaciones: las Fuerzas Armadas, el Poder
Judicial, los medios de comunicación, la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria (SUNAT).
4. Cuarta Máxima:
Aunque se quiere suponer que la lealtad es incondicional y que brota de compartir ideales
y de la admiración y el amor, en realidad la relación está basada en la complicidad, en el
mutuo beneficio y encubrimiento. Entonces, la incondicionalidad resulta ser un juego, una
simulación, una farsa. Esto es evidente en los distintos grupos oficiales, en donde el mérito
vale cada vez menos. Lo importante es ser parte de la “hermandad” de Montesinos.
En las conversaciones que mantiene Montesinos con el general Villanueva Ruesta y el
coronel Sánchez queda claro que para Montesinos la lealtad es lo más importante, pero
que no puede expresar esta idea con la libertad con que la siente. Para ascender a sus
favoritos, tiene que ascender también a quienes tienen también más meritos profesionales,
aunque quizá no tanta lealtad hacia su persona. No obstante es claro que todos son
“hermanos”.
La influencia de Montesinos significó que lo poco de burocracia moderna existente en el
Perú fuera sistemáticamente reemplazado por una administración diletante y prebendaría.
El resultado fue la extensión de la corrupción.
LA HUMANIDAD DE MONTESINOS
Las conclusiones a las que se llegan con la trayectoria de Montesinos
3) ¿Por qué pese a su mala fama Montesinos no es detenido de manera que puede
seguir escalando las altas cúspides del poder?
Para entender esto hay que tener en cuenta que la figura de montesinos debe ser
recortada sobre el trasfondo de una sociedad donde la “pendejada” se elogia, como
sinónimo de hombría, astucia y desparpajo, donde el trasgresor es tolerado y la
relación entre los individuos más que de conciudadanía es de complicidad. Sus
maldades no lo descalifican.
CONCLUSIONES
Los individuos somos frágiles de manera que expuestos a la seducción del mal, no es difícil
que caigamos. Mayor es la fragilidad si estamos presionados por mandatos y rodeados por
tentaciones. Podemos identificarnos con un simulacro que nos licencia para hacer lo
indebido y entonces, construir un poder. Pero a la larga se impone el aislamiento y la culpa.
El poder ejerce pues, una influencia corruptora en las personas. Quizá la manera más
drástica de evitar la corrupción son el amor y el humor. Amar desde el poder es difícil, pues
supone ser indiferente a los privilegios que nos da alejan de la humanidad de los otros.