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Modelos de

ciencia jurídica

Introducción al
Derecho

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Modelos de ciencia jurídica
¿Qué caracteriza al El discurso científico
discurso científico
jurídico? Explica Vernengo que aquellos conocimientos que queremos adquirir se
Esta es la pregunta con nos transmiten a través de un sistema institucionalizado de enseñanza,
la que debemos iniciar
este recorrido para
como por ejemplo, a través de las universidades (Vernengo, 1988).
luego adentrarnos en
las propuestas de Toda ciencia debe delimitar con rigor el campo objetivo en el cual pone su
diferentes filósofos. atención. El campo objetivo, ya sea el tema u objeto de una ciencia, va a
determinarse en el transcurso de la actividad cientifica, mediante la
especificación de ciertos conjuntos finitos de notas que son definitorias de
los objetos de su dominio (Vernengo, 1988).

Afirma Vernengo que para que un discurso científico pueda proveer de


cierta información susceptible de verdad o falsedad este debe revestir
coherencia. Un discurso científico para ser válido o verdadero como
información exige que sus enunciados sean confrontables entre sí
(Vernengo, 1988).

¿Cuál es la estructura del discurso científico?


Para Vernengo, el discurso científico debe estar compuesto de enunciados,
es decir, de oraciones gramaticalmente bien formadas de un determinado
lenguaje natural y esos enunciados deben ser susceptibles de verdad o
falsedad (Vernengo, 1988). Al discurso científico le interesan aquellas
proposiciones que son verdaderas, puesto que las que son contradictorias
no permitirán decidir cuál es la verdad enunciada que integra el cuerpo de
la ciencia en cuestión. En concreto, el discurso jurídico debe ser coherente,
sin contradicciones.

Además, de esos enunciados que lo componen, deben poder establecerse


relaciones deductivas, es decir que algunos enunciados son derivaciones
lógicas de otros, cuya verdad se da por establecida. Concluye Vernengo,
entonces, que una ciencia de una cierta región objetiva es un conjunto de
proposiciones verdaderas relacionadas lógicamente (Vernengo, 1988).

La ciencia jurídica

Es preciso comenzar explicando que el concepto de ciencia jurídica, al igual


que el concepto de derecho, reviste ciertos problemas para ser

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determinado. Como bien sostiene Nino (2001), ciencia es un término
ambiguo (por ejemplo, existen dudas de cuándo el termino se utiliza para
describir la actividad llevada a cabo por el científico, o bien para describir el
conjunto de proposciones que son el resultado de esa actividad -veremos
más adelante que este tipo de ambigüedad se denomina proceso-
producto) y, a la vez, se trata de un término vago (tiene una denotación
imprecisa, con zona de penumbra y un cúmulo de actividades en las que
dudamos si el término se aplica o no); además, tiene una carga emotiva
favorable (porque aplicarle el término a una determinada actividad implica
condecorarla con un cierto status) (Nino, 2001).

Ahora bien, ¿qué sucede con el discurso científico jurídico? Sostiene


Vernengo (1988) que la ciencia del derecho, como ciencia social, no queda
reducida a un tejido de enunciados formalmente relacionados pero vacíos
de contenido; por el contrario, el discurso científico habla del derecho.
¿Cuál es el campo objetivo o tema sobre el cual enunciaría proposiciones
verdaderas la ciencia jurídicia? Las ciencias dogmáticas que estudian el
derecho argentino formularán proposiciones verdaderas sobre un objeto
que puede decirse que es el derecho positivo argentino (que no es una
cosa material que pueda percibirse a través de los sentidos).

Sobre esta pequeña base introductoria, cabe preguntarnos lo siguiente:


¿qué modelos de ciencia jurídica se han desarrollado para dar respuesta a
preguntas como la de Vernengo? Muchos. Aquí hablaremos de tres que
son los que presenta Nino (2001) en la obra que hemos venido estudiando,
a saber:

1) el modelo presentado por Hans Kelsen;


2) el modelo presentado de Alf Ross;
3) el modelo presentado por Alchourrón y Bulygin.

La ciencia del derecho según Kelsen

Kelsen, en su obra Teoría pura del derecho (2011), tiene como meta
purificar a la ciencia jurídica: por un lado, de elementos extra normativos,
sociológicos, económicos, etcétera; por otro lado, de elementos valorativos
o ideológicos. Esta es la gran empresa de Kelsen que sostiene a su famosa
obra. Para el autor, la ciencia jurídica es una ciencia normativa: no porque
formula normas, sino porque las describe. El objeto de estudio de la ciencia
jurídica son las normas jurídicas válidas en un cierto ámbito:

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La ciencia jurídica busca concebir su objeto 'jurídicamente',
es decir, desde el punto de vista del derecho. Pero concebir
algo jurídicamente no puede significar sino concebir algo
como derecho, es decir, como norma jurídica o como
contenido de una norma jurídica, como determinado por
una norma jurídica. (Kelsen, 2011, p. 121).

Entonces, para Kelsen (2011), la ciencia jurídica se compone de enunciados


que describen normas. Esos enunciados se llaman proposiciones
normativas. Cada proposición normativa da cuenta de una norma jurídica.

A modo de ejemplo: supongamos que existe una norma jurídica 1 en el


ordenamiento jurídico X, que reza: "Si alguien mata a otro, debe ser
castigado con diez años de prisión". La prposición jurídica -que forma parte
de la ciencia del derecho y, por ende, su tarea es describirlo- dirá: "Existe
una norma jurídica 1 en el ordenamiento jurídico X, que dispone que si
alguien mata a otro debe ser castigado con diez años de prisión". Como
vemos, tanto la norma jurídica como la proposición normativa tienen el
mismo contenido y son un calco en su estructura lógica.

¿Qué las diferencia? La diferencia, según el autor que nos guía en este
modelo, es su función lingüística (ver usos del lenguaje en el concepto "La
norma jurídica", del módulo II); en suma, que las normas jurídicas son
prescriptivas, mientras que las proposiciones son descriptivas (y, por ende,
susceptibles de verdad o falsesdad). Una de las principales críticas que se le
ha formulado a esta distinción llevada a cabo por Kelsen es que este autor
les atribuye tanto a la norma jurídica como a la proposición normativa el
carácter de deber ser (esta crítica es formulada, por ejemplo, por Alf Ross,
a quiene estudiaremos a continuación).

La ciencia jurídica según Alf Ross


Alf Ross fue un filósofo muy crítico de Kelsen. En ese sentido, su modelo de
ciencia jurídica presenta características distintas al explicado
precedentemente. Ross, en cambio, considera que las proposiciones de
una genuina ciencia del derecho deben ser aserciones acerca de cuál es el
derecho vigente. Aquí cobra especial relevancia el concepto de vigencia.

¿Qué es el derecho vigente para Ross? Es el conjunto de directivas que


probablemente los jueces utilizarán en sus decisiones judiciales. Esto
quiere decir que, para el autor, el sistema jurídico puede estar compuesto
por normas válidas (porque fueron dictadas por un legislador competente

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por medio del procedimiento determinado por otra norma válida, etc.) y,
sin embargo, no ser utilizadas por los jueces en sus decisiones. Esto sucede
a menudo: los ordenamientos jurídicos contienen muchas normas que, a
pesar de ser válidas formalmente, no son utilizadas por los jueces en sus
decisiones. Esas normas, para Ross, no son derecho vigente.

¿Qué es la ciencia jurídica para Alf Ross? Un conjunto de predicciones


acerca de qué directivas (se refiere a normas jurídicas) serán aplicadas por
los jueces en sus decisiones. Ahora bien, ¿cómo se formulan esas
predicciones? El jurista puede valerse de aportes de otras ciencias (como la
sociología y la psicología) que le suminitren datos sobre el contexto social,
económico, etcétera, que rodea al juez, lo que permite tener mayor
certeza en los juicios de probabilidad relativos a sus futuras decisiones
(Nino, 2001).

La ciencia jurídica según Carlos Alchourrón y Eugenio


Bulygin
En su obra Introducción a la metodología de las ciencias sociales,
Alchourrón y Bulygin explican lo siguiente:

Los filósofos del derecho parecen estar de acuerdo en que la


tarea o, por lo menos, la más importante tarea de la ciencia
jurídica consiste en la descripción del derecho positivo y su
presentación en forma ordenada o 'sistemática', mediante
lo cual se tiende a facilitar el conocimiento del derecho y su
manejo por parte de los individuos sometidos al orden
jurídico y, en especial, por quienes deben hacerlo por
razones profesionales (abogados, jueces, funcionarios,
etcétera. (Alchourrón y Bulygin, 2006, p. 113).

Sin embargo, los mismos autores explican que ese acuerdo básico es solo
aparente, puesto que las expresiones "descripción" o "sistematización" son
usadas en diferentes sentidos. Por esa razón, Alchourrón y Bulygin se
detienen en explicar qué es, a su juicio, la tarea del jurista. Para ello,
distinguen dos tipos de tareas u operaciones que la ciencia jurídica
desarrolla: en primer lugar, consideran que tiene una tarea empírica, esto
es, busca determinar qué enunciados constituyen la base de un
ordenamiento jurídico (esta sería la tarea principal de la ciencia jurídica en
el modelo de Ross); en segundo lugar, la ciencia jurídica formula

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operaciones lógicas de sistematización del derecho, las cuales constan de
dos pasos:

1) Primero se derivan las consecuencias lógicas de los enunciados que


constituyen la base del sistema y, para ello, se emplean ciertas reglas
de inferencia. Esto permite determinar defectos lógicos del sistema
(lagunas, contradicciones y redundancias). Estudiaremos los defectos
lógicos en el módulo 4.
2) Se trata de reemplazar la base original del sistema por una base más
económica, pero equivalente a ella; en suma, un conjunto más
reducido de principios que sean lo más generales posibles, siempre que
tengan las mismas consecuencias lógicas que las normas que
reemplazan.

Figura 1: Portada del libro Introducción a la metodología de las ciencias


sociales

Fuente: [Imagen sin título sobre la portada del libro Introducción a la metodología de las ciencias
sociales]. (s. f.). Recuperada de https://goo.gl/aqMByy

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¿Cómo podemos ejemplificar esto? Supongamos que podemos identificar
en el sistema jurídico dos normas que disponen (Nino, 2001):

Norma 1: "Los ciudadanos del sexo masculino pueden votar a partir de los
21 años".

Norma 2: "Las mujeres que sean ciudadanas pueden votar a partir de los 21
años".

Las normas 1 y 2 pueden ser reemplazadas por una sola norma, a saber, la
norma 3, la cual dispone: "Todos los ciudadanos pueden votar a partir de
los 21 años" (Nino, 2001).

Es decir que en una sola norma se logra economizar el sistema normativo


sin modificarlo sustancialmente. Ahora bien, una norma que no cumpliría
con lo que requieren los autores sería la siguiente:

Norma 4: "Todos los habitantes del país pueden votar a partir de los 21
años".

¿Por qué? Porque el término "habitantes" es mucho más amplio que el


término "ciudadano"; por tanto, la norma 4 no sería una forma de
economizar el sistema en cuanto a las normas 1 y 2, sino que se trataría de
una norma diferente.

En el siguiente concepto principal, nos ocuparemos del desarrollo de lo que


se conoce como "dogmática jurídica". Para ello, es importante que repases
lo aquí expuesto para comprender a la dogmática jurídica y los problemas
que acarrea.

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Referencias
Alchourron, C., y Bulygin, E. (2006). Introducción a la metodología de las
ciencias jurídicas y sociales (5.a ed.). Buenos Aires: Astrea.

[Imagen sin título sobre la portada del libro Introducción a la


metodología de las ciencias sociales]. (s. f.). Recuperada de
http://www.libreriaolejnik.cl/images/libros/10011.jpg

Kelsen, H. (2011). Teoría pura del derecho. Buenos Aires: Colihué.

Nino, C. S. (2001). La definición de derecho en introducción al análisis del


derecho. Buenos Aires: Astrea.

Vernengo, R. (1988). Curso de teoría general del derecho. Buenos Aires: De


Palma.

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