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Ahorcado 66 67 Ajedrez

del cinturón y tres por ~debajo), botones absoluta que promete y asegura un mayor l. El elemento Aire está simbólicamen- el arcidriche o --> damero sobre el que se des-
blancos, como el cuello, el cinturón y la par- poder oculto o espiritual: la regeneración te asociado al --> viento, al --> aliento. Re- arrolla.
te del traje sobre la que están cosidos. ctónica. El Ahorcado renuncia a la exalta- presenta el mundo sutil intermedio entre el El simbolismo de este juego originario de
El Ahorcado tiene las manos en la espalda ción de las propias energías, se borra para Cielo y la Tierra, el de la expansión, que lle- la India forma parte manifiestamente del re-
a nivel de la cintura y su pierna derecha está recibir mejor las influencias cósmicas: las na, dicen los chinos, el soplo (k 'i o eh 'i), lativo a la estrategia guerrera -incluso lite-
puesta detrás de la otra a la altura de la rodi- doce señales rojas de las ramas cortadas evo- necesario para la subsistencia de los seres. ralmente hablando- y se aplica, como tam-
lla. «El Ahorcado -o el Sacrificio o la Vícti- can los signos del Zodíaco y sobre todo, su Viiyu, que lo representa en la mitología hin- bién el relato del Bhagavad Gita, a la casta
ma- representa: la expiación sufrida o queri- cabeza, entre los dos montículos, parece dú, está montado sobre una gacela y lleva un de los kshatriyas. Se desarrolla allí un com-
da, la renuncia (M. Poinsot); el pago de las hundirse en el suelo, al que toca con sus ca- estandarte flotando al viento, que podría bate entre piezas negras y piezas blancas,
deudas, la punición, el odio de la muche- bellos azules, color de las potencias ocultas. identificarse con un -> abanico. Viiyu es el entre la sombra y la luz, entre los titanes
dumbre y la traición (Fr. Rolt-Wheeler); la Pensamos en Anteo, el Gigante que recupera soplo vital, el soplo cósmico, y se identifica (asura) y los dioses (deva). El juego de tabli-
esclavitud psíquica y el despertar liberador, fuerzas cada vez que toca tierra; en la posi- con el Verbo, que es el mismo soplo. Los llas entre el rey Wu-yi y el Cielo era un
las cadenas de toda clase, los pensamientos ción de los yoguis, levantados sobre su cabe- vayu son, al nivel del ser sutil, las cinco fun- combate entre el búho y el faisán: la baza de
culpables, los remordimientos, el deseo de za y con los antebrazos apoyados en el sue- ciones vitales, consideradas como modalida- la batalla es, en todos los casos, la suprema-
liberarse de un yugo (Th. Terestchenko); el lo, para obtener una mayor concentración des de prana, el soplo vital. cía sobre el mundo.
desinterés, el olvido de sí mismo, el aposto- intelectual a través de una regeneración y El elemento Aire, dice Saint Martin, es un El arcidriche es una figura del mundo ma-
lado, la filantropía, las buenas resoluciones una circulación de fuerzas de abajo hacia símbolo sensible de la vida invisible, un mó- nifestado, tejido de sombra y de luz, alter-
no ejecutadas, las promesas no mantenidas, arriba, entre el cielo y la tierra. El Ahorcado vil universal y un purificador, lo que corres- nando y equilibrando el yin y el yang. En su
el amor sin compartir (O. Wirth). En un Ta- señala perfectamente el final de un ciclo, el ponde bastante exactamente a la función de forma elemental es el manda/a cuaternario
rot francés del comienzo del siglo XVIII, esta hombre que se invierte para sumergir su ca- Viiyu, que a su vez se considera también pu- simple, símbolo de Shiva transformador,
lámina no se llama el Ahorcado, sino la beza en la tierra, se podría decir que para rificador. equivalente también del yin-yang chino. El
Prudencia, que es un consejo a dar frente al restituir su ser pensando en la tierra de la En el esoterismo ismaelita, el Aire es el arcidriche normal tiene 64 escaques o casi-
conjunto de significaciones de este arcano. que fue formado. El Ahorcado es el arcano principio de la composición y de la fructifi- llas (64 = cifra de la realización de la unidad
La duodécima casa horoscópica le corres- de la restitución final, escribió A. Gheer- cación, el intermediario entre el Fuego y el cósmica), es el Vastu-purushamandala, que
ponde en astrología» (A.V.). brant. Pero esta restitución es la condición Agua, el primer lam del Nombre divino. sirve de esquema para la construcción de los
En una primera ojeada, esta lámina es la de la regeneración. Corresponde a la función del 77ili, el Alma templos, para la fijación de los ritmos uni-
de la desgracia y la impotencia total. Por eso Símbolo de purificación por inversión del universal, origen de la fructificación del versales, para la cristalización de los ciclos
los brazos y las piernas del Ahorcado dibu- orden terreno, el Ahorcado resulta ser en- mundo, de la percepción de los colores y de cósmicos. El tablero es pues «el campo de
jan una suerte de cruz sobre un triángulo, tonces el Místico por excelencia y es en este las formas, lo que nos lleva de nuevo a la acción de las fuerzas cósmicas» (Burck-
signo alquímico de la realización de la gran sentido que Wirth considera el duodécimo [unción del soplo (CORT, DANA. GUEV. MALA, hardt), campo que es el de la tierra (cuadra-
obra. Recordemos una vez más, que debe- arcano mayor que abre la serie de la inicia- SAIR). P.G. do), limitado a sus cuatro orientes. Por su-
mos ir más allá de las apariencias. ¿No será ción pasiva, por oposición a los doce prime- 2. El aire es el medio propio de la luz, del puesto, siendo el --> manda/a el símbolo de
el Ahorcado víctima, ante todo, de una ser- ros que simbolizan la iniciación activa, fun- vuelo, del perfume, del color, de las vibra- la existencia, el aludido combate de tenden-
vidumbre mágica? La cuerda, cuyas extremi- dada en la cultura y el despliegue de las ciones interplanetarias; es la vía de comuni- cias se puede transponer al interior del hom-
dades pueden evocar unas alitas no rodea energías que el individuo poza en sí mismo cación entre la tierra y el cielo. «La trilogía bre.
realmente su pie, y se puede uno preguntar (WIRT, 182). M.e. de lo sonoro, de lo diáfano, y de lo móvil Además, el juego pone esencialmente en
cómo lo sostiene realmente. El Ahorcado es ... una producción de la impresión íntima acción la inteligencia y el rigor. El arte del
simboliza aquí a todo hombre que, absorbi- Aire. Uno de los cuatro elementos, con la del alivio. No nos es dada por el mundo ex- jugador participa pues de la Inteligencia uni-
do por una pasión, sometido en cuerpo y Tierra, el Agua y el Fuego, según las cosmo- terior.» Es una conquista de un ser anterior- versal (Vira}), de la que el Vastu- mandala es
alma a la tiranía de una idea o un sentimien- gonías tradicionales. Es con el Fuego un mente pesado y confuso que, por el «movi- también un símbolo. El dominio del mundo
to, no tiene conciencia de su esclavitud. elemento activo y macho, mientras que la miento imaginario, escuchando las lecciones por la participación en Vira} es un arte de
Tierra y el Agua se consideran pasivos y de la imaginación aérea, se ha vuelto ligero, kshatriya: es el arte regia (BURA. BURE.
Todo ser humano dominado por un hábito mental se hembras. En tanto que los dos últimos son claro y vibrante ... La libertad aérea habla, GRAD.GUES). P.G.
asemeja a la lámina del Ahorcado, dice Van Rijnberk, materializan tes, el Aire es un símbolo de es- ilumina, vuela» (BACS, 74). El ser aéreo es li- El juego de los escaques, literalmente «in-
que añade: de la misma manera, todo hombre dominado bre como el aire y, lejos de estar evaporado, teligencia de la madera» en todas las lenguas
por un prejuicio moral, contra o sobre lo que sea, perte-
piritualización.
nece a la categoría de las gentes que no son libres, atadas
participa por el contrario de las propiedades celtas (irlandés idche//; galés gwyddwy//, bre-
cabeza abajo en el escenario de sus prejuicios (RUT. 242). El ser es ante todo mitad bruto. mitad bosque; sutiles y puras del aire. tón gwezblEll) es practicado por el rey du-
Pero el aire quiere convertirse en el Espíritu, el hom- rante un tercio de la jornada, dicen ciertos
bre aparece. Ajedrez, Hay que considerar, en el impor- textos. El compañero de juego es siempre un
Pero el símbolo del Ahorcado también de-
(Victor Hugo. La Légende des Siéc/es. XVIe slécie. Le
semboca en otro plano. Su inactividad apa- Satyre.)
tante simbolismo del juego del ajedrez, por principe o un alto dignatario, jamás un per-
.rente y su posición indican una sumisión una parte, el juego en sí mismo, y por otra, sonaje de humilde condición. Cuando hay

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