PRINCIPIO DE EVALUACIÓN DE

IMPACTO AMBIENTAL
Daniela Villamizar Rivera

Fundación Universitaria Internacional del trópico americano

Yopal, Casanare

Villamizar2012071014@unitropico.edu.co

Sólo hasta hace algunos instantes impactantes de la actualidad, la humanidad

empieza a discernir sobre las consecuencias de una ética ambiental practicada
desde antaño, en donde, implementar tecnologías como alternativas estratégicas
para proveer recursos naturales a la población que cada día crece, es una
convicción que está firmemente arraigada al carácter antropológico, que incluso,
pesa aún más que la misma ética.
El problema no es aprovechar los recursos disponibles, sino la manera en la que lo
hacemos; la mirada con la que retribuimos a la naturaleza es más de forma
individual que holística; y resulta ser que todo es un ecosistema cuyo flujo de
energía se mantiene funcional gracias al trabajo individual de sus componentes;
dado esto, no se puede simplemente dar “soluciones” de plan de último minuto. El
hombre se ha dado cuenta que es su cultura lo que lo ha llevado a tener conceptos
erróneos hacia la naturaleza, y debido a esto se han generado principios
necesarios como: evaluación de impacto ambiental, que acusan de cómo podemos
actuar sobre ésta de manera sostenible.
La filosofía y principios de la evaluación de impacto ambiental surgen en los años
60’s como un acercamiento racional de la relación ambiente- hombre y como
requerimiento para proveer de bases firmes y equilibradas la toma de decisiones
que comprometan las dos partes. Este modelo ha sido manejado desde dos
perspectivas: Una, desde un ámbito técnico y dos, desde la legalidad para su
aplicación.
La evaluación de impacto ambiental es el proceso en el que se identifican
consecuencias FUTURAS del desarrollo de un proyecto. Debiéndose considerar los
aspectos biofísico, social y cualquiera que pudiera ser considerado relevante. [1]
Esto nació como respuesta a que la perspectiva de las personas por lo ambiental,
es una muy alejada de ellas mismas, y más bien, ligada a los paisajes naturales: a
la flora, la fauna, los ríos, etc. convirtiéndose en una visión simplista de un problema
mucho mayor. Para poder evaluar un ambiente determinado es necesario
determinar si se encuentran los recursos necesarios para cubrir las necesidades
básicas del ser humano, pero, donde además, se pueda vivir de una forma digna.
Si bien, para evitar dichos inconvenientes que se tergiversan se debe ejercer la EIA
desde el enfoque correcto: No como una respuesta de mitigación del daño al medio
ambiente, sino como un instrumento para la prevención del mismo que pueda
resultar de las actividades humanas en su sentido más amplio [2], abordando
efectos negativos de la ejecución de proyectos, que inciden sobre la salud humana,
y que advierten la reducción del valor cultural, ambiental y económico de la zona
durante toda su producción.
Se implican entonces normas que se dictan generalmente en función de unos
determinados principios éticos. Y en un contexto bastante amplio, uno de los más
importantes es el principio de equidad, del que derivan otra serie de principios:
El principio de equidad aplicado a las generaciones actuales y futuras emana el
principio de sostenibilidad, que promueve la necesidad de mantener la calidad de
vida de las generaciones futuras y no perjudicarla con las acciones humanas
actuales, para lo que es necesario mantener la diversidad de seres vivos a todos
los niveles. [3]
El principio de responsabilidad, por su parte se basa en que los gastos derivados
de un determinado daño ambiental deberá pagarlos aquél que lo produce y no
deben recaer sobre terceras personas. [3]
Y finalmente, El principio de prevención es la esencia misma de la evaluación de
impacto ambiental, cuyo objetivo es predecir escenarios futuros que un determinado
proyecto puede producir, antes de que se produzcan, para evitarlos. Sin este
principio no tendría sentido la valoración previa de un proyecto, y el principio de
equidad se podría cumplir únicamente una vez que el daño estuviese hecho
mediante indemnizaciones, y ese es el punto, la humanidad entera ha estado mal
desde un principio porque su visión ha sido gastar para cuidar después, pero ¿qué
tal si gastamos administrando bien los recursos?
No cabe duda, que el nacimiento como herramienta de la evaluación de impacto
ambiental no concentra sus esfuerzos en minimizar lo más posible que se pueda los
daños una vez hechos, sino que compromete a los proyectos productivos o de
carácter industrial, a NO producirlos y debería ser así, precisamente porque se
prevé la probabilidad de ese impacto y como plan de acción se generan estrategias
durante todo el proceso para que no se llegue a presentar.
Es necesario recalcar que, todos los proyectos industriales, de cualquier índole
deben ser introducidos bajo esta modalidad siempre y cuando se espere generen
impactos sobre el medio, la EIA que hagan tiene que ser clara, programada para
obtener información suficiente antes de tomar la decisión y añadiendo como juicio
extra valor su ejecución, el seguimiento y monitoreo durante y después del proceso.
En el caso del Departamento de la Guajira, las generadoras de energía: ISAGEN
S.A E.S.P y WAYÚU S.A E.S.P suscribieron un Convenio para el desarrollo del
proyecto de generación de energía eólica, aludiendo su interés por la utilidad en
materia de generación de energía eléctrica a la transición de fuertes vientos en esta
zona durante gran parte del año. [4] Para esto, ellos establecieron antecedentes del
proyecto hicieron una detallada evaluación del contexto ambiental, social, cultural y
económico relacionándose con la misma sociedad:
ANTECEDENTES:
 A mediados de 2007, en desarrollo de este Convenio, se realizaron labores
de socialización del proyecto presentando a las comunidades de Taruásarú,
Mushalerrain y Jotomana el Convenio con ISAGEN.
 A finales de 2007 se dio inicio al Estudio de Impacto Ambiental y el Proceso
de Consulta Previa.
 Durante el año 2008 se elaboró el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto
y se llevó a cabo el Proceso de Consulta Previa con las comunidades de
Taruásaru, Mushalerrain, Jotomana y Lanshalia, las cuales ocupan el
territorio del área directa de influencia del proyecto.
Estudios y diseños, negociación y acuerdos con las comunidades, organización
laboral, construcción de instalaciones provisionales y almacenamiento de
materiales, replanteo de construcción, adecuación de accesos, Construcción de
vías internas y canaletas de conducción de energía, transporte de equipos,
materiales e instrumentos fueron, entre otras, las actividades para la construcción y
puesta en marcha del proyecto.
Los potenciales impactos que generaba el proyecto se identificaron, con la
participación activa de las comunidades del área del proyecto, durante la realización
del estudio de Impacto Ambiental y el Proceso de Consulta previa.
La mayoría de impactos se asocian a la etapa de construcción de los accesos, las
fundaciones de los aerogeneradores, las fundaciones para las torres de la línea de
conexión, la construcción de la subestación y las canaletas de conducción de
energía, infraestructura que en total ocupa un área menor a 5 hectáreas.
Los impactos previstos de manera positiva y negativa para este proyecto fueron:
Biofísicos:
Generación de energía limpia, cambios en el paisaje, alteración superficial de los
drenajes, márgenes y franjas aluviales, contaminación del aire por aumento
temporal de vehículos en la zona, desarrollo de procesos erosivos, cambios del
uso actual y/o potencial de los suelos, contaminación de suelos.
Flora y Fauna:
Pérdida de la cobertura vegetal, desplazamiento de aves, afectación a comunidades
de mamíferos, reptiles y anfibios.
Socio económicos: Generación de empleo, fortalecimiento de la economía
regional, generación de expectativas en la comunidad, potenciación de conflictos
con la comunidad, Afectación de la vida cotidiana, incremento de riesgo de
accidentes, afectación/mejoramiento de infraestructura vial Desplazamiento de
familias, afectación patrimonio arqueológico.
MANEJO AMBIENTAL
Con el objeto de prevenir, mitigar, eliminar o compensar los potenciales efectos
negativos que se pueden dar durante las fases de construcción y operación del
Proyecto Eólico, se diseñó un Plan de Manejo Ambiental, el cual fue concertado con
las comunidades del área de influencia, durante la fase de socialización y Consulta
Previa. En el Plan de Manejo Ambiental se incorporaron las recomendaciones y
solicitudes de las comunidades para el manejo de los diferentes impactos
ambientales. Entre ellos: manejos de aguas residuales, programas de
reasentamientos de la población afectada, programa de manejo de vegetación y
fauna, de conservación y restauración de suelos, de manejo de residuos,
señalización, de manejo de emisiones atmosféricas, programas de generación de
empleo y otras, en las cuales contemplamos la evaluación hegemónica de los
diferentes aspectos que se ven afectados en el desarrollo de un proyecto que
relativamente provee de impactos positivos al ambiente.
En general, este principio habla por sí mismo, pero, ¿realmente se está dejando
hablar correctamente del mismo a través de las intervenciones en proyectos? ¿Es
eso, lo que estamos viendo actualmente con los impactos sobre el mundo entero?
Una cosa sí es cierta, el principio de evaluación ambiental que tiene como objetivo
el trillado, pero casi inexistente desarrollo sostenible; se basa en la aplicación del
criterio de equidad entre las generaciones actuales y las futuras de forma que el
desarrollo actual no comprometa el desarrollo y la calidad de vida de las
generaciones futuras. Y al observar lo que sucede actualmente, juzgamos su
efectividad no por su aplicación, sino por que como se está aplicando no está dando
resultados. De los trabajos sobre la efectividad de la evaluación de impacto
ambiental se realizan conforme a preceptos legales estipulados, no abordando
temáticas como la calidad ambiental. [5]

Referencias
[1] International association for impact assesment (IAIA), «http://www.iaia.org/,» 19 - 21 Mayo
2008. [En línea]. Available: http://www.iaia.org/about.php. [Último acceso: 5 Marzo 2016].

[2] R. MAYER, Critical Loads and levels concept for ecosystems., Unión Europea.: Springer-Verlag,
2008.

[3] B. SILVA, «Evaluacion Ambiental: Impacto y daño. Análisis jurídico desde la perspectiva
científica.,» Mayo 2012. [En línea]. Available:
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/24476/1/Tesis_Silva.pdf. [Último acceso: 5 Marzo
2016].

[4] ISAGEN S.A E.S.P, «www.isagen.com.co,» [En línea]. Available:

https://www.isagen.com.co/comunicados/Eolica_espanol_wayuu.pdf. [Último acceso: 5
Marzo 2016].

[5] J. S. e. al., «Environmental impact assesment: Restrospect and prospect,» Environmental impact
Assesment Review, vol. IV, nº 287-300.2007, p. 27, 2007.