CUANDO UN ANCIANO PECA

BASE BÍBLICA
Eze 34:4 No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la
enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al
redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os
habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.
1Ti 5:19 Contra un anciano no admitas acusación sino con
dos o tres testigos.
1Ti 5:20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante
de todos, para que los demás también teman.
1Co 5:11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno
que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o
idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni
aun comáis.
1Co 5:12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los
que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están
dentro?
1Co 5:13 Porque a los que están fuera, Dios juzgará.
Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.

Apreciados hermanos en Cristo.

He notado con profunda tristeza como en nuestras

asambleas ha venido infiltrándose y poniéndose en práctica
la doctrina de la impunidad cuando el que peca es un
hermano con responsabilidad en la Asamblea.
Nadie se atreve a usar la Escritura a favor de la pureza de
la asamblea para la gloria de Cristo por cuanto quien ha
pecado pertenece al cuerpo de ancianos.
Pero si quien ha pecado es un hermano del común del
pueblo del Señor, la disciplina no se hace esperar.
¿Existe base bíblica para la inmunidad de los ancianos?
Los hermanos con responsabilidad en la asamblea son
hermanos comunes y corrientes; interpretarlos de otro
modo es destruir la UNIDAD del cuerpo de Cristo en
cualquier localidad donde la Cabeza del Cuerpo es Cristo
mismo, dirigiendo Su Cuerpo aquí en la tierra, para que en
TODO tenga la Preeminencia Y NO LA CRIATURA.
Las Escrituras que utilizan los partidarios de la inmunidad
de estos hermanos son varias, todas ellas sacadas fuera de
su contexto histórico y doctrinal, leemos:
“ELLOS DARÁN CUENTA” (1P.4:5)
Hebreos 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y
sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
COMO QUIENES HAN DE DAR CUENTA; para que lo hagan
con alegría, y no quejándose, porque esto no os es
provechoso.
Son contextos opuestos…y en el caso de los judíos
cristianos en el tema de la obediencia a los pastores y
sujeción a ellos, el Templo de Jerusalén aún estaba en pie y
muchos judíos estaban regresando al judaísmo (Heb.6:4-6;
10:25-29) y la aplicación para la Iglesia de nuestros días
está relacionada con el ejemplo de Cristo, él tomó forma de
siervo y se humilló así mismo haciéndose obediente hasta
la muerte y muerte de Cruz…así mismo los pastores que el
Espíritu Santo ha puesto en la asamblea (Hch.20:28) son
siervos de Cristo y el Señor los hace responsables a él
mismo de apacentar la grey de Dios, no por ganancia
deshonesta, no por fuerza, sino con ánimo pronto (1P 5:2).
Ellos, los ancianos o pastores son responsables de
administrar el gobierno de Cristo en la
asamblea…mostrando el amor y la humildad que
caracterizó al Señor Jesucristo.
Pues los ancianos todavía no son como los ángeles fieles,
desprovistos de concupiscencia; y un anciano, al igual que
cualquier otro hermano, son vulnerables al pecado, así que,
si pensamos estar firmes, seamos fieles al Señor Jesucristo.
El ejemplo de Cristo es el verdadero secreto de todo
servicio verdadero.
En la asamblea donde hay independencia a este supremo
ejemplo (Jn.13:15; 1Cor.11:1), allí siempre habrá pecado
porque la independencia a su ejemplo genera soberbia en
los hermanos responsables, y amargura, esclavitud,
resentimiento, para los sometidos en general.
No se administra conforme a Cristo.
Son como pequeños reyezuelos, desprovistos de amor y
humildad para las ovejas, y marcan distancia dividiendo el
Cuerpo del Señor formando una clase aparte del común de
la asamblea.

Otra Escritura muy usada es:

1Ti_5:19 Contra un anciano NO ADMITAS ACUSACIÓN sino
con dos o tres testigos.
Pero no quieren saber nada del versículo siguiente:
1Ti 5:20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante
de todos, para que los demás también teman.
¿Y por qué hacen esta omisión?
Argumentan que lo que está a la vista no es el anciano
oficial sino el anciano de edad.
Y se van a los primeros versículos, leemos:
1Ti 5:1 No reprendas al anciano, sino exhórtale como a
padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
1Ti 5:2 a las ancianas, como a madres; a las jovencitas,
como a hermanas, con toda pureza.
Y esto no es correcto, por cuanto la existencia de estos
versículos previos:
1Ti 5:17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por
dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en
predicar y enseñar.
1Ti 5:18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey
que trilla a y: Digno es el obrero de su salario.
Nos enseñan claramente que se está refiriendo a los
hermanos de responsabilidad y no a los ancianos en edad.
El Señor fue muy claro respecto a los falsos pastores,
leemos:
Juan 10:1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por
la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra
parte, ése es LADRÓN Y SALTEADOR.
Y el hermano de responsabilidad en la asamblea, que es de
Cristo, reconoce cuando ha pecado y no se esconde en una
falsa inmunidad que solo sirve para atesorar una sentencia
para este día:
Romanos 2:16 en el día en que Dios juzgará por
Jesucristo los SECRETOS DE LOS HOMBRES, conforme a
mi evangelio.
Da la cara, no busca evadir la disciplina por el orgullo que
en él hay, pensando:
- “Qué dirá mi familia”-
- “Qué dirá la asamblea”-
Y tampoco minimiza su pecado reduciéndolo a nivel de una
“falla” que no amerita juicio.
Un ejemplo será suficiente:
El encargado del control de las ofrendas, el tesorero, olvidó
la ofrenda en el local de cualquier asamblea.
El lunes lo primero que hizo fue recogerla, pero no la halló.
Y aunque preguntó por ella nadie respondió.
Pero un hermano que llegó bien temprano al culto, observó
al anciano echando la ofrenda en su bolsillo.
Un siervo del Señor que se hallaba de visita, fue enterado
de lo que estaba ocurriendo, y sentó al anciano para que
explicara su extraño proceder, pero ni así quiso devolver
esa noche la ofrenda y se la llevó para su casa, porque
conocía que los siervos del Señor tienen prohibido
inmiscuirse en los asuntos internos de la asamblea que
visitan.
Al otro día la devolvió, si completa o no completa, Dios lo
sabe.
Con todo, en los tiempos bajo la ley, Acán fue eliminado
por haber retenido algo que no era suyo sino del Señor,
había tomado del anatema.
En el período de la edad apostólica, Ananías y Safira,
fueron cortados por haber mentido al Espíritu Santo en
relación al monto de una heredad que habían ofrendado.
LOS PECADOS NO CADUCAN CON EL TIEMPO
Hasta el día de hoy, el hermano come pan y vino y ora
como un sacerdote, pero la levadura no ha sido quitada,
porque establecieron la doctrina de “ELLOS DARÁN
CUENTA”, y como en la política del mundo, tienen
inmunidad parlamentaria.
Su pecado no ha sido juzgado, podrán existir miles de
excusas, pero las intenciones del corazón las conoce el
Señor…y si una asamblea lleva un orden en cuanto la
administración de las ofrendas que son santas, para los
santos, nadie tiene porque romper ese orden bajo ninguna
excusa.
Jamás la disciplina de Cristo en la asamblea es para
destruir la vida de un hermano, leemos:
Hebreos 12:5 y habéis ya olvidado la exhortación que
como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la DISCIPLINA del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Hebreos 12:6 Porque el Señor al que ama, DISCIPLINA,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
El apóstol Pedro reconoció que había pecado contra
Cristo…tres veces y lloró amargamente su pecado.
Pedro fue restaurado a la comunión con Cristo y se le dio la
responsabilidad de apacentar las ovejas…no como premio a
su pecado, sino por su genuino arrepentimiento según Dios,
leemos:
2 Corintios 7:10 Porque la tristeza que es SEGÚN
DIOS produce arrepentimiento para salvación, de que no
hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce
muerte.
La tristeza sola, sin arrepentimiento, no produce ningún
efecto, es solo eso, un sentimiento, pero hasta ahí, no pasa
nada.
Pedro le dolió en el alma haber negado al Señor…y se
arrepintió de su pecado.
En contraste, la tristeza de Judas fue según el mundo, y se
ahorcó. Sus propósitos de verse como ministro de finanzas
del Rey Jesús fueron truncados cuando en lugar del Señor
solicitar las doce legiones de ángeles cuando Pedro le cortó
la oreja al soldado romano, se entregó voluntariamente en
manos de sus captores.
La tristeza de la asamblea de Corinto según Dios, produjo
arrepentimiento genuino que glorificó la SANTIDAD DE
CRISTO y el pecado fue juzgado y el ofensor dio muestras
genuinas de arrepentimiento por lo cual, a instancias del
apóstol, fue nuevamente recibido en comunión.
Termino señalando la firmeza de la Santidad del Señor
como la base de la disciplina en la asamblea, leemos:
Salmo 93:5. Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.
No es sobre la base de lo que somos, sino que nuestro
andar debe estar sujeto a este mandamiento:
“Sed santos, porque yo soy santo” (1P.1:16)
Y cuando fallamos, debemos ser juzgados para la gloria de
Cristo y nuestro propio bienestar espiritual, no importando
cargos, oficios o dones…
Permitir dentro de la asamblea el mal no juzgado, ya sea
en la doctrina o en la práctica, equivale a decir que Dios y
el pecado puede asociarse, lo cual no es otra cosa que la
obra del diablo.
Así que no existe ninguna inmunidad para el pecado de
nadie dentro de la asamblea…y repito, la disciplina del
Señor no esta hecha para la destrucción del ofensor en esta
época de gracia si no para su restauración de la comunión
rota con el Padre y su Hijo Jesucristo.
Hebreos 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al
presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero
después da FRUTO APACIBLE de justicia a los que en ella
han sido ejercitados.

En Cristo.
Vuestro hermano Edison.