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NECESITO UN TELEFONO CELULAR?

EN NUMEROSOS países se utiliza cada vez más el teléfono celular, o móvil. Este
aparato resulta, desde luego, práctico. Permite que tus amigos y tus padres se
comuniquen contigo, y tú con ellos, a cualquier hora y en cualquier lugar. Con
algunos modelos se pueden intercambiar mensajes de texto cortos, que “es el
sistema más reciente con el que los jóvenes satisfacen su ansia de comunicación”,
según el diario londinense The Times1. Hay teléfonos celulares que incluso te
conectan al ciberespacio y te dan acceso a sitios de Internet y al correo
electrónico.

Tal vez ya tengas celular o estés pensando en conseguir uno. En cualquier caso,
conviene que examines los pros y los contras que presenta su uso. Aunque es
cierto que los teléfonos móviles tienen sus ventajas, piensa también en la otra cara
de la moneda. Si conoces bien sus posibles desventajas, en caso de que te

Calcula tus gastos

Quizás obtengas el aparato en sí a muy bajo costo o incluso gratis. Pero, como
descubrió una joven de 17 años llamada Henna, “su uso puede resultar muy caro”.
También es posible que se te presione constantemente para que aceptes servicios
adicionales y compres modelos más costosos. Marcelo dice: “Tengo un trabajo de
tiempo parcial que me permite ahorrar dinero para comprarme un modelo nuevo
todos los años”. Muchos jóvenes hacen lo mismo.

“Hace perder el tiempo”

Muchas personas utilizan el teléfono con moderación al principio, pero enseguida


este empieza a consumirles más tiempo del que esperaban, y dejan a un lado
otras actividades más importantes. Marta y su familia antes tenían largas
sobremesas. “Ahora —dice ella—, en cuanto acabamos de cenar, cada uno
regresa a su habitación, con el [celular] en la mano.”

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Diario de New York
“Un tercio de los jóvenes de 16 a 20 años prefieren los mensajes de texto a
cualquier otro medio de comunicación escrita”, señala The Guardian, de Londres.
Aunque el envío de mensajes de texto te resulte más barato que la conversación
oral, su escritura te consume más tiempo. Tamara admite: “Cuando alguien me
envía el mensaje ‘buenas noches’, le respondo ‘buenas noches’. Entonces
seguimos enviándonos mensajes durante una hora, pero no son más que
boberías”.

Muchos usuarios de teléfonos móviles se sorprenderían si anotaran todo el tiempo


que pasan hablando por teléfono en un mes. Una chica de 19 años llamada Teija
reconoce: “A muchas personas, el celular les hace perder el tiempo, más bien que
ahorrárselo”. Aunque tus circunstancias justifiquen que poseas un celular, es
importante que estés pendiente del tiempo que te consume su uso.

Comunicación secreta

Marie menciona otro riesgo: “Como las llamadas llegan directamente a la persona,
no a la casa, existe el peligro de que los padres no sepan con quién hablan sus
hijos o ni siquiera si están usando el teléfono o no”. Algunos jóvenes se valen del
celular para comunicarse en secreto con alguien del sexo opuesto. Hay quienes
han bajado la guardia y han traspasado normas que por lo general observarían al
conversar con otras personas. ¿En qué sentido?

“Cuando [los jóvenes] se intercambian mensajes de texto, nadie puede controlar lo


que hacen”, dice el periódico londinense The Daily Telegraph. El hecho de no ver
u oír a la otra persona puede tener un efecto adverso en ti. “Algunos piensan que
los mensajes de texto son una forma más impersonal de comunicarse —señala
Andrés—, y escriben cosas en ellos que no se atreverían a decirlas en la cara.”

Cuando Keiko, joven cristiana de 17 años, consiguió un celular, dio su número a


muchos amigos suyos. Enseguida comenzó a intercambiar mensajes diariamente
con un muchacho de su congregación. Ella dice: “Al principio solo conversábamos
de cosas cotidianas, pero después empezamos a contarnos nuestros problemas.
Nos creamos nuestro propio mundo con los celulares”.

Imponte límites

Si estás pensando en obtener un teléfono móvil, ¿por qué no evalúas primero tu


situación con detenimiento para ver si de verdad lo necesitas? Habla del asunto
con tus padres. Hay quienes opinan como Jenna, quien dice: “Muchos jóvenes no
están preparados para asumir la responsabilidad de tener un celular”.

Aunque decidas adquirir uno, es importante que controles su uso. ¿Cómo?


Imponte límites razonables. Por ejemplo, determina la cantidad de funciones que
emplearás y el tiempo y dinero que invertirás. Puesto que la mayoría de las
compañías telefónicas envían una factura desglosada, quizá convendría que la
analizases con tus padres de vez en cuando. A algunas personas les resulta
práctico recurrir al sistema de prepago a fin de limitar su uso.

También es recomendable que te fijes en cuándo y cómo contestas las llamadas y


los mensajes. Establécete reglas razonables. Shinji explica: “Abro mi buzón
electrónico nada más una vez al día y por lo general solo contesto los mensajes
importantes. Así que los amigos han dejado de enviarme mensajes triviales. De
todas formas, si se trata de una emergencia, me llamarán”. De mayor importancia
aún es que escojas bien a aquellos con quienes te comunicas. No des tu número
de teléfono a cualquiera.

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