Las fichas autocorrecti‐vas 

Las fichas autocorrectivas ofrecen a cada niño o niña la posibilidad de trabajar solo(a), a su propio ritmo, 
en el dominio de alguna habilidad o de algún contenido; puede haberlas normales y remediales. 
 
Ejemplos 
• Las que primero vienen a la mente son, con probabilidad, las fichas de castellano y las de 
matemáticas, para:  
o Mejorar la ortografía, 
o Aprender a resumir un texto, 
o Encontrar sus ideas principales,  
o Practicar aritmética, 
o Resolver problemas geométricos, entre tantos otros casos.  
• Pero no dejan de ser posibles las fichas en otras áreas, como para:  
o Practicar clasificación, 
o Profundizar en alguna noción científica,  
o  Aplicar un concepto. 
 
El carácter auto‐correctivo de este material (respuestas en otra ficha o al reverso de la primera) permite 
el trabajo independiente del niño y su propio control de la marcha del proceso. A la vez que libera al 
maestro de una tarea de enseñanza individualizada imposible de realizar cabalmente en clases 
numerosas. 
 
¿Cómo usarlas? 
o No reportan la misma utilidad las fichas que demandan la mera ejecución mecánica y repetida 
de ejercicios (por ejemplo, hacer gráficos con series de números sin mayor sentido). 
o Es preferible utilizar las que plantean breves problemas, preguntas atractivas, pequeños 
desafíos, con cierto ingenio y sentido del humor, de manera menos descarnada.  
La computadora puede usarse con provecho en este tipo de trabajos, bien con materiales elaborados 
por el docente, bien con paquetes comerciales juiciosamente elegidos. 

Las fichas autocorrectivas están clasificadas por niveles, a los cuales se les ha asignado un
determinado color; esto puede comprobarse en la tabla de códigos adjunta. En cada bandeja
encontrará el índice y los ejercicios de los distintos aspectos de la lengua, y en el dorso de la ficha
encontrará la solución del ejercicio

D.R. Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México 2009