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3. EL PUESTO ESPECÍFICO.
3.1. Consideraciones previas.
3.2. El extremo.
3.2.1. Situación inicial.
3.2.2. Posición inicial.
3.2.3. Actividad a desarrollar.
5. TÁCTICA GRUPAL
5.1.Acciones 2x2.
5.1.1. Extremo-lateral.
5.1.2. Extremo-pivote.
LA ACTIVIDAD DEFENSIVA.
1. EL EXTERIOR.
1.1 Situación inicial.
1.2 Posición inicial.
2. ACTIVIDAD A DESARROLLAR.
2.1 Actividad en el 1x1.
2.2 Actividad en el 2x2.
2.3 Actividad en el 1x2.
1. INTRODUCCIÓN
LA ACTIVIDAD OFENSIVA
2.CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL JUEGO OFENSIVO.
El objetivo final del juego ofensivo es conseguir gol. A través de las acciones ofensivas se busca
crear una situación que nos permita conseguir el objetivo final con ciertas garantías de éxito. Es
decir, ¿cuál es el camino adecuado que debemos seguir para la consecución del gol?.
1. En primer lugar para plantearnos la consecución del gol debemos intentar conseguir
superioridad sobre el equipo contrario. En algunas ocasiones esta superioridad es de tipo físico
pero en la mayoría de las acciones se pretende conseguir la superioridad numérica. En este
sentido es importante destacar que el extremo es un jugador que siempre está en acciones de
superioridad numérica cuando está en disposición de lanzar. La dinámica de la acción ofensiva de
ataque hace suponer que una superioridad numérica conseguida en cualquier posición dejará libre
de marcaje, si la acción se desarrolla correctamente, al jugador extremo. Por todo ello, en el
entrenamiento selectivo de la técnica-táctica individual del extremo debemos aplicar muchas
situaciones de superioridad numérica.
2. Según hemos mencionado anteriormente, la dinámica de la acción, puede provocar que el
extremo quede libre de marca consiguiéndose así la superioridad numérica. Esto quiere decir que
desde un punto de vista estadístico se da un porcentaje muy elevado de situaciones en las que el
extremo es el jugador al que se consigue situar, con balón, en buenas circunstancias para lanzar.
3. En líneas generales, podemos entender que el extremo es un jugador finalizador de la acción y
no creador de la misma. Por ello el lanzamiento va ser una de las cualidades del juego que el
extremo debe dominar, es decir, debe ser un buen lanzador y tener altos porcentajes de eficacia
desde su posición. Por ello el entrenamiento, no sólo debe ir encaminado a situaciones de
superioridad numérica, sino también al trabajo selectivo del lanzamiento desde el puesto
específico. No obstante el extremo en numerosas ocasiones también se convierte en iniciador de la
jugada, y si lo hace con eficacia puede suponer el gol claro para su equipo en la zona contraria, en
este sentido, es imprescindible recordar al "maestro" Isakovic que con su acción en el 1x1 en el
extremo izquierdo su equipo (o él mismo en su acción) conseguían casi siempre gol. Pero desde la
aparición de Isakovic las defensas fueron aprendiendo y hoy en día es más complicado realizar
este tipo de juego ya que es una acción esperada cuando hay un buen extremo en el equipo
atacante y la defensa se impone a la acción atacante. Por eso comentamos que lo más importante
es la finalización de la jugada, es decir, el lanzamiento.
De esta forma podemos entender que sólo podemos situar de dos a cuatro jugadores por línea.
3.2. El extremo
La situación que adopte está relacionada con las posibilidades de recepción de balón,
manteniéndose como apoyo de pase del lateral o bien mantenerse abierto a la espera de recibir el
balón para efectuar un lanzamiento con poco ángulo de tiro. Dependiendo de las características de
cada extremo y de su grado de peligrosidad y efectividad se situará de una forma u otra. En
general se adopta la situación 1 cuando el balón se encuentra en el puesto de central o lateral del
mismo lado y la 2 cuando el balón está en los otros puestos.
El extremo debe ser capaz de elegir la situación adecuada en función de la dinámica de la acción
del ataque, ya que, si se produce una superioridad numérica en alguna zona, en muchas ocasiones
el extremo debe mantenerse en la situación 2 para conseguir finalizar la jugada con el mayor
espacio posible.
Un buen extremo es aquél que sabe distinguir cuándo debe situarse de una forma u otra en
función de las necesidades reales del juego de su equipo y de sus características específicas en el
puesto (hay extremos de alto nivel que tienen mejor porcentaje de lanzamiento iniciando la acción
en la situación 1 y no tanto en la situación 2 y viceversa).
- Orientación en dirección de la bisectriz del ángulo formado por la línea de portería y la línea de
tiro, es decir, entre el balón y la portería. Es decir, el extremo debe mantener una posición que le
permita participar constantemente en el juego. En numerosas ocasiones al extremo le llegan
buenas bolas que no son aprovechadas por no tener una actitud de alerta y una concentración
constante. Para conseguir estar siempre preparado es imprescindible adoptar está orientación que
presentamos. Se desaprovechan muchas jugadas de ataque porque llegan bolas inesperadas al
extremo, que al no estar preparado, éste no es capaz de aprovechar.
- Posición de base ofensiva.
Debe estar siempre preparado para intervenir, ya que, en cualquier momento del juego le puede
llegar un acción en donde tenga que realizar un lanzamiento forzado con poco ángulo de tiro. El
extremo puede llegar a estar 50´ del partido sin recibir un balón en condiciones óptimas para
lanzar y llegarle la ocasión de lanzar en un momento difícil del partido y debe estar preparado. Por
ello la posición debe ser siempre adecuada para poder finalizar sin que se vea sorprendido.
Las posibilidades de éxito de lanzamiento con oposición, dado el poco ángulo de tiro existente en
este puesto, son escasas. Por ello, sin olvidar que ocasionalmente se puede sorprender lanzando
con oposición, la actividad se debe desarrollar en conseguir la línea de 6m. para efectuar
lanzamientos desde la zona más exterior y sin oposición. Por ello decimos que el extremo debe
ser, ante todo, un buen lanzador desde su puesto.
El trabajo respecto al oponente directo se debe centrar en las opciones que implican la superación
del mismo (desmarques o fintas) y en la fijación, además de las referentes al apoyo de sus
compañeros manteniendo siempre la línea de pase, esté el balón cerca o lejos.
LA ACTIVIDAD OFENSIVA
4. TÉCNICA-TÁCTICA INDIVIDUAL DEL EXTREMO (EL 1X1)
4.1. El desmarque
El desmarque podemos definirlo como la acción ofensiva a través de la cual un jugador, sin estar
en posesión del balón, logra situarse fuera de las posibilidades de intervención de su oponente,
garantizando la línea de pase.
Hay varios tipos de desmarques, ofensivos o de apoyo (defensivos según otros autores) siguiendo
un objetivo táctico; y directos o indirectos según la forma de ejecución. Existe un punto de
discusión entre los entrenadores y teóricos del balonmano en cuanto a la clasificación del
desmarque, ya que, en ocasiones, se identifica como "finta sin balón". Entraríamos en un largo
debate con diversas interpretaciones del desmarque como la acción de desmarcarse: Librarse de
la marca del oponente, y la finta entendida como un engaño. Pero no es el objetivo de este trabajo
y espero y deseo, que sin dar ni quitar la razón a nadie, todo el mundo entienda lo que trato de
explicar
Ofensivos
Defensivos
Directos
Indirectos
Como hemos podido observar en los gráficos anteriores la forma de realizar los desmarques
(fintas sin balón en ocasiones) parece bastante sencilla, pero la realidad del juego es bien distinta
ya que no siempre se consigue desmarcar el jugador y cuando lo hace quizás no lo hace en el
momento oportuno y la acción carece de eficacia. El éxito de la acción del desmarque va a
depender de varios factores que a continuación se intentará simplificar:
- El momento de ejecución debe coincidir con unas circunstancias colectivas en las que
hipotéticamente el jugador desmarcado pueda recibir el balón.
- El espacio al que se desmarca también debe estar relacionado con las posibilidades de recepción
del balón inmediatas al éxito de la acción.
- La ejecución del desmarque debe respetar las necesidades espaciales.
- Debe estar supeditado a las prioridades tácticas establecidas por el equipo.
- La ejecución debe adaptarse a las características del defensor.
- Utilización de la sorpresa.
También debemos tener en cuenta una serie de factores técnicos que pueden facilitar el éxito del
desmarque:
- Dominio técnico de los desplazamientos.
- Paradas, cambios de dirección, cambios de ritmo.
- Adaptación motriz al espacio útil.
- Adaptación al tiempo útil.
4.2. La finta.
Podemos definir la finta como la acción ofensiva realizada cuando se posee el balón, a través de la
cual, el atacante consigue superar la situación de su oponente directo mejorando la suya propia
con respecto a la portería obteniendo así una nueva situación óptima para realizar el lanzamiento
o bien dar continuidad al juego habiéndose asegurado la superioridad numérica tras su acción.
La finta debe realizarse en dos fases:
1. Fase previa o de engaño donde el jugador realiza una acción, que provoca una reacción
defensiva, y que pretende engañar al oponente directo. En este aspecto se puede trabajar una
gran variedad de situaciones en donde se planteen este punto de fase de engaño, por ejemplo,
encadenar la siguiente acción: desplazamiento-parada-recepción-salida al lado contrario. Es
importante destacar que la fase de engaño debe ser una actuación eficaz, que represente un
peligro para el defensor, es decir, que sea una acción real. Si en la primera intención el extremo
logra desequilibrar a su oponente debe saber aprovechar la ocasión y rehusar a la finta. Para ello
es muy importante no iniciar la acción con una idea predeterminada.
2. Fase de resolución o de salida donde el jugador varia la acción previa intentando realizar otra
acción que sorprenda a su oponente y que dificulte su acción defensiva. Es muy importante para el
éxito de la finta en el extremo, que la acción de salida suponga un sorpresa para el defensor, y
que su finalización no suponga una interrupción del ritmo colectivo, sobre todo cuando el extremo
adquiere el rol de iniciador de la jugada.
En todos los puestos específicos el factor técnico en la ejecución de las fintas es de gran
importancia, pero en los puestos de 1ª línea pueden intervenir otros factores como la condición
física (fuerza, envergadura,...) que hacen que no sea tan decisiva. Sin embargo en cuanto al
aspecto técnico se refiere el extremo debe ser un jugador bastante completo, por ejemplo:
- Dominio de la mecánica de los desplazamientos en espacios reducidos (paradas, cambios de
ritmo, cambios de dirección).
- Dominio del ciclo reglamentario de pasos en todas sus variantes.
- Buena adaptación motriz al espacio útil (teniendo en cuenta el poco espacio disponible).
- Buena adaptación al tiempo útil.
- Anticipación gestual para conseguir una situación ventajosa de cara al defensor.
- Orientación previa que permita la recepción en condiciones inmejorables (no muy próximo al
defensor).
- Orientación de salida que permita ser eficaz y poder realizar un buen lanzamiento en situaciones
forzadas y de desequilibrio (teniendo en cuenta que la mayoría de las soluciones serán al punto
débil, ya que, ahí no tiene posibilidad de ayuda nuestro oponente).
- Dominio de distintos tipos de fintas:
- de pase, lanzamiento o de desplazamiento.
- simples, dobles.
- Al primer, segundo o tercer paso.
- De bote.
- De frente, de espaldas, combinadas.
- Parada con uno o dos pies.
- De giro.
Es necesario hacer una apreciación en el sentido de que, se utilice el tipo de finta que sea, el
extremo debe ser capaz de proteger siempre el balón en su acción y de actuar con una correcta
distancia para que no le quiten el balón y no le hagan falta, lo que supondría frenar la acción y por
tanto el fracaso de la misma.
La finta es una acción que el extremo puede aplicar frente a cualquier sistema defensivo, pero
fundamentalmente es más eficaz cuando las defensas son abiertas o cuando son más
individualizadas.
a
4.3. La fijación.
La acción de fijar a un adversario se consigue como consecuencia del intento de éxito individual.
Se conseguirá mayor eficacia en la fijación cuanto más creíble sea el intento de superar a mi
oponente (finta, desmarque, lanzamiento). La fijación puede ayudar al éxito colectivo pero no
supone el éxito directo del que interviene. Al extremo se le debe exigir tácticamente que consiga
fijar bien a su oponente y si es posible al oponente del lateral, ya que del éxito de su acción se
pueden aprovechar el resto de jugadores.
En principio parece sencillo, es decir, si conseguimos que el extremo como iniciador de la jugada
consiga fijar al suyo y a otro, está claro que el gol es inevitable. Pero la realidad del juego es bien
distinta. Lo que distingue a un buen extremo de uno mediocre es que con poco que haga,
realmente está aportando mucho peligro y eficacia a la acción del colectivo. ¿Pero cómo llegamos
a conseguir que el extremo sea capaz de fijar sin realizar una acción que requiera mucho gasto
energético y que a la vez sea realmente efectivo?. Hay una serie de factores que van a influir en la
consecución de la acción de fijar y el dominio conjunto de todas ellas diferenciará a un buen
extremo de otro:
- Factores tácticos: Situarse en una zona eficaz ya puede ser suficiente para conseguir fijar a mi
oponente directo. Por ejemplo extremos de élite mundial que son capaces de meter gol desde la
esquina y con alto índice de efectividad, simplemente con situarse bien abierto en la intersección
de las líneas de fondo y de banda están consiguiendo fijar con garantías de éxito a su defensor
que tiene que abrirse más de lo normal. Al igual que es muy importante mantener una posición
correcta.
- Factores técnicos: El dominio técnico de diferentes acciones (fintas, lanzamiento, etc.), dominio
de pases y recepciones en situaciones de proximidad al oponente, dominio de los
desplazamientos, adaptaciones espacio-temporales.
El extremo debe ser capaz de tener presentes estos factores en cada acción que realice y
aplicarlos en función de la contribución al éxito del equipo que pueda suponer. La fijación, para el
extremo, es un elemento imprescindible en la construcción del juego ofensivo colectivo,
empleándose para la creación de espacio a los compañeros, romper el principio de ayudas en
defensa y para explotar las situaciones de superioridad numérica.
El entrenamiento de la fijación debe ir unido al entrenamiento de otro tipo de acciones como,
finta, desmarques, etc, del resultado de estas acciones aparece la acción de fijar, por ello no se
puede entrenar de forma independiente las fijaciones.
4.4 El lanzamiento
Como ya hemos comentado anteriormente el lanzamiento es la acción más importante del
extremo. No sirve de mucho tener en nuestro equipo un extremo que sea muy rápido, salte
mucho, domine perfectamente los otros aspectos del 1x1 (fintas, desmarques, fijaciones), si luego
no es un buen lanzador desde su puesto. ¿Pero qué entendemos por buen lanzador?. Un buen
lanzador desde el puesto específico del extremo es aquel que por encima de todo, tiene un alto
porcentaje de efectividad. En una posición como la del extremo es más importante que en otras el
aspecto estadístico. Un extremo debe garantizar a su equipo que, al menos, el 60-65% de las
acciones de ataque que le llegan en condiciones óptimas para lanzar, acaben en gol. Es decir que
tenga más de un 50% de efectividad en su puesto.
Pero, ¿cuál es el camino a seguir para conseguir que el extremo sea muy efectivo?.
Indudablemente van a influir muchos factores que debemos tener en cuenta en el entrenamiento
del extremo:
Factores tácticos:
Describimos cinco factores que influyen en la ejecución del lanzamiento:
- Potencia.
- Precisión.
- Variedad.
- Observación
- Sorpresa.
Al tratarse de factores que influyen en la ejecución tienen un gran componente de técnica que
desarrollaremos a continuación. Pero hay otra serie de factores que debemos tener en cuenta y
que influyen instantes antes de la ejecución del lanzamiento.
- Se debe trabajar la mejora de las circunstancias de lanzamiento instantes antes de que este se
produzca, es decir, mejorar aquellos aspectos que pueden hacer más eficaz el lanzamiento:
Conseguir más profundidad, altura, ángulo de tiro, orientación, etc.
- El extremo debe ser capaz de percibir si las circunstancias del lanzamiento son idóneas. Debe
identificar cuándo una situación que se presenta es eficaz para él en función de sus propias
características. (Hay que jugársela cuando se está seguro de tener éxito).
- El extremo debe ser capaz de renunciar al lanzamiento si existe otro jugador que esté en
mejores circunstancias que él para lanzar. (Valorar todas las acciones que llegan al extremo, no
siempre la mejor opción será la del lanzamiento).
- Lugar de localización del lanzamiento. Tenemos tres zonas en la portería que están determinados
por los ángulos que se forman con la portería y el brazo ejecutor del lanzador: largo (arriba,
abajo, media altura), corto (arriba, abajo, media altura), centro (por encima de la cabeza del
portero, por debajo de las piernas). Como vemos tenemos ocho zonas diferentes de la portería
donde podemos lanzar, en el momento del lanzamiento el lanzador debe conocer todas ellas y
elegir la adecuada en función de la situación concreta del lanzamiento (no lanzar siempre al
mismo sitio).
- Forma de lanzar: No sólo podemos variar el lanzamiento en cuanto al lugar de localización, sino
que también podemos variar en la forma de lanzar. La variedad en este sentido está muy
condicionada a la riqueza técnica del lanzador. Cuanta mayor riqueza técnica en variedad de
armados y ejecuciones, mayor variedad en formas de lanzar tendrá. En el extremo es importante
no lanzar siempre de la misma forma (armado de brazo, altura del brazo ejecutor, etc.), porque
un extremo que siempre lanza igual deja de ser efectivo con el tiempo.
- Momento de lanzamiento: No sólo es importante saber variar en el lugar o en la forma, sino
variar el tiempo de lanzamiento. Es decir variar el tiempo que hay entre el armado, la observación
y la ejecución del lanzamiento.
Factores físicos:
En el lanzamiento va a influir, sin lugar a dudas, las características físicas del lanzador. Podemos
suponer que un extremo con un potente salto puede tener mayor facilidad para tener más eficacia
en el lanzamiento, pero esta no es una norma que se pueda generalizar. El hecho de ser un
extremo con grandes cualidades físicas (potente salto, rápido, fuerte, etc.) no garantiza que vaya
a ser efectivo lanzando en su puesto, y nosotros partimos del hecho de que el extremo debe ser
ante todo eficaz. Lo que sí que se debe tratar es encontrar extremos con unas condiciones físicas
envidiables y trabajar con ellos todos estos aspectos mencionados para conseguir que sea un buen
lanzador, y estaremos hablando del mejor del mundo o uno de los mejores.
Factores Psíquicos:
En la acción del lanzamiento, entendida como una acción técnica y táctica, es importante destacar
algunos factores que pueden influir en el grado de eficacia del lanzador:
- Capacidad de concentración: El lanzador debe estar muy concentrado para poder utilizar aquellos
elementos técnico-tácticos adecuadamente en cada acción.
- Mentalidad ganadora: El ser un ganador puede ser un factor que determine mayor grado de
efectividad en jugadores que, siendo peores en todos los aspectos que otros jugadores más
completos, son mucho más efectivos y positivos en momentos puntuales de un partido.
- Mentalidad positiva: El no dejarse influir por los errores es esencial en el aspecto de la
efectividad. Lógicamente un jugador no va a conseguir siempre superar al portero, es decir, el
100% de eficacia en todas las acciones no existe. Donde se diferencia un jugador bueno de otro
que no lo es, es que el bueno sabe responder positivamente a los errores analizando las
situaciones con coherencia: ante el fallo o fallos sucesivos, piensa en cómo salir de la mala racha,
está siendo un mal día, debe dejar de lanzar, o ser sustituido. El mal jugador o bien se hunde con
lo cual es un jugador con el que no puedes contar en todo el partido, o bien continua lanzando
para borrar el error anterior y lo que consigue es seguir acumulando errores, es decir, es una
mentalidad negativa.
- Motivación: Es muy importante que el lanzador esté motivado positivamente, es decir, tener la
idea y la convicción de marcar en lugar de pensar en no fallar. No es lo mismo pensar " voy a
meter gol " que "no debo fallar".
La continuidad de las acciones que hemos analizado anteriormente en el estudio del 1x1 suponen,
para el extremo, la relación con los jugadores más próximos a él: lateral y pivote.
Estos dos jugadores son los únicos que por su situación en el campo pueden conectar con el
extremo con la máxima proximidad (el lateral porque es el jugador que juega situado a su lado; y
el pivote porque puede tener libertad de movimiento para ir a trabajar con el extremo a la zona de
éste). Vamos a analizar las distintas situaciones que se pueden producir en las acciones entre el
extremo y el lateral, y el extremo con el pivote.
5.1.1. Extremo-lateral
La relación en juego entre el extremo y el lateral puede aportar diferentes soluciones en función
de la dinámica propia del juego. Vamos a distinguir entre dos situaciones diferentes que se pueden
producir en la relación extremo-lateral:
- Inicio de la jugada: En general no hay superioridad frente a la defensa, hay que crearla mediante
acciones individuales, bien por parte del extremo o bien por el lateral.
- Finalización de la jugada: Normalmente se ha producido una desestabilización de la defensa en
el lado contrario y la dinámica del juego hace que llegue la acción con cierta superioridad.
Inicio
Inicio
FINALIZACION
Estos esquemas representan las acciones que más se pueden dar en situaciones de juego, pero
indudablemente las distintas soluciones variarán en función de la actuación defensiva en cada
momento y de la calidad de los extremos y laterales atacantes. Lo que sí es importante destacar
es que para el trabajo analítico de las acciones 2x2 extremo-lateral se deben tener siempre en
cuenta algunas de estas posibles soluciones que se proponen aquí para a partir de ellas escoger la
más adecuada, o variar la acción en función de las cualidades técnico-tácticas del jugador.
Como premisa general podemos decir que, independientemente de la solución que se adopte, el
éxito de la acción vendrá definida por una buena actuación individual previa y una adecuada toma
de decisión (acciones técnico-tácticas individuales que hemos analizado anteriormente) y la
continuación de la acción por parte del jugador contiguo bien sea el extremo o el lateral en función
de quién tenga la posesión del balón.
5.1.2. Extremo-pivote.
Las acciones que se crean entre el extremo y el pivote vienen determinadas fundamentalmente
cuando el extremo está en posesión del balón. A partir de aquí podremos analizar diferentes
situaciones que se van a crear con diversas soluciones en función del tipo de defensas que nos
encontremos y de la propia dinámica del juego. Es importante destacar que coordinar acciones
entre el extremo y el pivote no siempre suponen una acción inmediata de gol, sino que, en líneas
generales son acciones que provocan la superioridad numérica en la zona de trabajo, que debe ser
aprovechada en la zona contraria gracias a una buena continuidad en el juego. A continuación se
presentan diferentes situaciones que se pueden dar aportando soluciones, aunque éstas deben ser
entendidas como algo genérico, ya que, sobre una misma acción se pueden dar distintas
soluciones en función de la calidad individual de los jugadores. Es muy importante entender que el
éxito o fracaso de coordinar acciones entre el extremo y el pivote va a depender en gran medida
de la calidad individual del extremo, de cómo realice el trabajo de 1x1 y su continuidad, de la
calidad de pase al pivote; y de la calidad individual del pivote, de su capacidad para conseguir
ganar la posición adecuada, de su calidad técnica de recepción del balón en situaciones de máxima
dificultad, y de la capacidad de ambos de saber trabajar juntos entendiendo que se pueden dar
soluciones muy diversas e imprevisibles (deben ser compinches en el juego).
Estos son algunos ejemplos de situaciones entre el extremo y el pivote que se pueden producir,
pero no hay duda de que hay otras muchas situaciones parecidas. Es importante destacar que el
éxito de la acción dependerá de la calidad individual de ambos jugadores. El extremo debe ser un
buen pasador al pivote (no pasar al cuerpo sino a la zona que domine bien sea arriba o abajo),
conocer de las dificultades que se va a encontrar (pivote desequilibrado, cubierto, etc.) y saber
resolver cualquier tipo de acción con el pivote con el objetivo no sólo de finalizar sino de continuar
la jugada. Un buen extremo siempre conseguirá, al menos, situaciones de superioridad numérica
para su equipo, en acciones coordinadas con el pivote.
Como podemos observar el extremo no sólo es un jugador que se pone en la esquina y espera a
que le lleguen balones, también debe participar en otras facetas del juego, sin olvidar que, para
un extremo lo importante es la finalización de la jugada y por tanto el lanzamiento. Las distintas
combinaciones que puede realizar con los jugadores que tenga próximos (lateral y pivote) deben
ser tratadas desde el punto de vista del entrenamiento con el objetivo de aportar mayor calidad
individual a los jugadores y con el fin de tener mayor riqueza táctica en el juego de ataque. Sobre
la base de esto vamos a analizar el juego del extremo en algún tipo de sistema de juego de
ataque.
LA ACTIVIDAD DEFENSIVA
1. El exterior.
Cuando hablemos de defensa vamos a usar como terminología básica el exterior para facilitar la
expresión y no tener que diferenciar entre extremo atacante o extremo defensor.
El exterior en defensa desempeña una función muy importante dentro del equipo debido a que la
mayoría de las acciones en donde se crea superioridad numérica se finaliza la acción por el
extremo. En el anterior apartado dedicado al ataque decíamos que el extremo debe ser, sobre
todo, un buen lanzador ya que lo caracterizamos como finalizador de la jugada. Por este motivo el
exterior debe ser un gran defensor para minimizar la acción del extremo.
Una de las características que destacábamos anteriormente es que el extremo, entre otras
cualidades, tenía que ser un buen defensor. Pero ¿qué se entiende por buen defensor?. Algunos
autores no dudarían en afirmar que es aquél que tiene una alta efectividad en defensa, es decir,
por su zona es difícil marcar, y además tácticamente se adapta a cualquier puesto. Esta respuesta
podría darse como buena pero es necesario hacer algún tipo de apreciación sobre todo
refiriéndonos al exterior. Muchas de las acciones del ataque finalizan por el extremo debido a que
se ha conseguido superioridad numérica tras realizar una acción correcta en una zona distinta y
mediante la continuidad del juego se consigue llegar al extremo en condición de superioridad
numérica y por tanto de desventaja para el exterior. Por este motivo no debemos entender que si
un equipo recibe muchos goles por el exterior es porque éste es un mal defensor. Esta situación
puede ser debida al sistema defensivo que adopte el equipo, por ejemplo: Un equipo que
principalmente utilice defensas abiertas (5:1, 3:2:1, etc.) es más fácil que sea batido por el
exterior. El Barça actual es un equipo que defiende así y recibe muchos goles por los extremos
pero tiene una efectividad muy alta en la zona central, la más peligrosa. ¿Son los exteriores del
Barça malos defensores?. Creo que no. Vamos a intentar definir qué aspectos son los que hay que
tener en cuenta para determinar si un exterior es bueno o no, y cómo podemos actuar para
mejorar la actividad defensiva de los extremos.
Por este motivo entendemos que el extremo debe situarse un poco más adelantado, entre 8 y 9
metros para que le permita estar predispuesto a posibles interceptaciones de balón con mejores
garantías de éxito, y por otro lado, desde esa situación es más fácil que pueda observar con
mayor facilidad todo el juego de ataque, ya que, en ocasiones, al ser el último es tapado por el
resto de defensores.
Esta situación y posición inicial creemos que es idónea para determinar a un buen defensor
exterior ya que aumenta sus posibilidades de intervención frente al balón y frente a los oponentes.
Muchos optan por colocar en esta posición al jugador que peor defiende, o para dar descanso a
jugadores que tienen un mayor desgaste durante el partido. No se trata de criticar esta postura
porque dependiendo del momento y la situación del partido puede ser una decisión más que
acertada, pero desde el punto de vista de la formación del jugador extremo o para incidir en la
mejora de la calidad individual del jugador en defensa entendemos que es más apropiado dotar al
exterior de unas bases para poder mejorar su actividad global, es decir, podemos de esta forma
diferenciar entre un exterior más completo y que aporta más a la actividad defensiva del colectivo,
con el típico defensor "mueble" que sólo se preocupa de que su oponente directo no marque.
Teniendo en cuenta que el extremo es el jugador que menos entra en juego nos parece una
función muy pobre para un defensor.
Situacion Inicial
Situacion final