Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Resumen
Abstract
The answer to this question is a resounding no. This paper aims to question the
historical conceptual basis of the current education and business training model and
presents an innovative process that allows all members of the business process to
apply knowledge using digital technologies
The solution is based on the development of a revolutionary concept: digital engines for
knowledge application, which enable the educational process to focus not merely on
the transmission of knowledge but on the real target, to apply knowledge productively.
This destroys a historical paradigm that traditional educations is the only way to train
successful businessmen and entrepreneurs
Es el deseo de sus autores que esta propuesta abra la discusión y que los aportes de
diferentes disciplinas, los cuales serán bien recibidos, enriquezcan el modelaje de un
futuro más próspero para todos.
El Banco Mundial (2007) identifica cuatro formas en las que el conocimiento está
transformando las economías:
Estos planteamientos van de la mano con los conceptos propuestos por Drucker
(1993) y Toffler (1981): los trabajadores del conocimiento como nueva realidad de la
sociedad. El trabajador del conocimiento no es aquel que interactúa con información,
sino el que transforma la información en conocimiento y al aplicarlo en su entorno,
busca aumentar su productividad.
Las PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas) son un pilar fundamental, pero débil,
del tejido social y económico de América Latina. Representan alrededor del 99% del
número de empresas de la región y dan empleo a cerca del 67% del total de la fuerza
laboral; la CEPAL las reconoce como actores claves para incrementar el crecimiento
potencial de América Latina y hacerlo más inclusivo, cerrando las brechas de
desigualdad que persisten en la actualidad. (CEPAL, 2013).
Las PYMES representan un conjunto muy heterogéneo que varía desde las
microempresas de autoempleo en situación de informalidad, hasta la empresa
innovadora con algún grado de eficiencia y capacidad de exportación. Sin embargo,
todas se enfrentan a un círculo vicioso de mínima productividad y escasa
competitividad que se refleja en su baja contribución al PIB y a las exportaciones de
los países de la región. Las empresas grandes en la región tienen niveles de
productividad hasta 33 veces la productividad de las microempresas y hasta seis para
las pequeñas, mientras que en los países OCDE estas cifras oscilan entre un 1.3 y 2.4
veces (CEPAL, 2013).
Dichas diferencias en productividad pueden ser explicadas en parte por las diferencias
en el acceso al conocimiento de todo tipo entre las PYMES y las empresas grandes.
Estas últimas tienen acceso al conocimiento a través de cuatro canales: adquisición en
programas de Universidades y centros de formación; vinculación de nuevos
trabajadores; compra de procesos de consultoría con expertos; desarrollar
internamente el conocimiento. La mayoría de las PYMES no tiene acceso a ninguno
de estos cuatro canales, es decir, su acceso al conocimiento es muy limitado.
La falta parcial o total de gestión, es una de las principales causas para que más del
60% de las empresas nuevas no alcancen su etapa de madurez y rentabilidad, en los
primeros dos años de vida. Si a un pobre nivel de formación de los emprendedores se
le une un bajo acceso y aplicación del conocimiento empresarial, es evidente por qué
las PYMES tiene tan alto índice de mortalidad.
Las soluciones a esta situación se han enfocado en mejorar las competencias de los
emprendedores y su fuerza laboral usando herramientas un poco anacrónicas y muy
ineficientes. Inclusive con algunas de las nuevas tecnologías (e-learning, campus
virtuales, educación a distancia, etc.) se ha intentado “masificar” la transmisión de
conocimiento pero la realidad es que los resultados no son buenos. Basta con hacer
referencia a la pobre penetración de los temas de gestión en las PYMES, tal como se
citó anteriormente.
Es por esto que, adicional a generar políticas que faciliten la creación y sostenimiento
de las PYMES, es necesario un cambio mucho más profundo en el modelo educativo
empresarial. Hoy en día este es complejo, costoso y con un bajo retorno a la inversión,
es decir, según la definición de Christensen (2011) es necesario desarrollar
innovaciones disruptivas en el modelo de educación empresarial que disminuyan su
costo, mejoren su conveniencia y aumenten su impacto en la generación de valor.
En este sentido, Cody Blair con sus investigaciones sobre el aprendizaje, aporta un
nuevo enfoque de hacia dónde deberían enfilarse los esfuerzos para crear un
innovador modelo que cambie en forma disruptiva lo que hoy tenemos. Sus hallazgos
se resumen en la medición del porcentaje de retención de conocimiento después de
24 horas evaluando diferentes medios de aprendizaje: oír (5%), leer (10%), utilizar
video (20%), demostrar (30%), argumentar (50%). El estudio concluye que las dos
formas más efectivas de aprendizaje son aplicar conocimiento con un porcentaje de
retención del 75% y compartir conocimiento con un porcentaje del 90%. Ver gráfica
adjunta.
-
sensitva
pasivo
5% OIR
10% LEER
CONTEXTUAL
PERCEPCIÓN
30% DEMOSTRAR
50% ARGUMENTAR
cenestésica
75%
actvo
APLICAR
oooo
+
Porcentaje de retención después de 24 horas
90% COMPARTIR
La necesidad de aplicación del conocimiento se hace aún más relevante cuando los
recursos son limitados, particularmente el tiempo disponible para la formación, como
en el caso de las PYMES; en esas circunstancias el modelo tradicional de educación
termina convirtiéndose en un “intermediario” muy costoso, ya que implica una inversión
de tiempo alta antes de poder empezar a aplicar el conocimiento a la realidad propia
del emprendedor y nada garantiza que el conocimiento se aplicará adecuadamente.
Es decir, el retorno sobre la inversión, siendo la inversión la educación y la aplicación
del conocimiento el retorno, es muy bajo dentro del modelo tradicional.
Esta brecha entre lo que se transmite y lo que termina aplicándose, tiene
consecuencias para el crecimiento económico de los países y las brechas de
desigualdad que aún no han sido estudiadas a profundidad. Sin embargo, basta con
reflexionar acerca de la necesidad inmediata que tienen las economías en desarrollo
de contar con un capital humano mejor capacitado y sobretodo más productivo. El
esfuerzo necesario para capacitar a los emprendedores de hoy y a los de mañana en
temas de gestión de sus negocios, bajo el sistema actual de educación tomará un
tiempo muy largo y no garantiza que el emprendedor efectivamente sea capaz de
aplicar lo aprendido a su contexto particular. Por esta razón mientras no se logre
disminuir las brechas de aplicación de conocimiento, la desigualdad entre las PYMES
y las grandes empresas persistirá.
Tomando como base lo planteado por Nonaka y Takeuchi (1995), sobre las profundas
diferencias entre el conocimiento tácito y el explícito, es posible emitir una serie de
conclusiones acerca del impacto de la tecnología en cada uno de ellos.
Dónde concentrar los esfuerzos para acelerar la velocidad de flujo del conocimiento en
la economía y en especial en las PYMES? Una respuesta a esta inquietud se
encuentra en los resultados del estudio adelantado por Jacobson & Pruzak (2006),
donde se busca determinar el costo del conocimiento para las organizaciones, a través
de la medición de la composición del tiempo dedicado por un típico trabajador en sus
interacciones con conocimiento. Los autores concluyen que del total del tiempo
invertido en una interacción con conocimiento, el 10.2% se dedica a buscar el
conocimiento requerido, el 6.2% a agendar reuniones con los expertos poseedores del
conocimiento ubicado, el 37.7% se dedica a adquirir y asimilar el conocimiento y el
45.9% del tiempo se invierte en aplicar el conocimiento adquirido en la situación
particular de cada interacción.
Dónde tendría mayor impacto una solución que apoyara a los trabajadores en sus
necesidades de conocimiento? Claramente, de acuerdo con el estudio, sería en la
adquisición, asimilación y aplicación del conocimiento. Vale la pena aclarar que las
soluciones que se encuentran hoy en el mercado en GC, se centran en las dos
primeras actividades analizadas en el estudio, la búsqueda del conocimiento (primera
generación de soluciones en GC, los contenedores de conocimiento) y la ubicación y
contacto con los expertos (segunda generación de soluciones en GC, centradas en los
expertos).
En el modelo actual, muy bien soportado por la educación tradicional, todo nace con la
necesidad que tiene un individuo de disponer de un conocimiento específico para ser
utilizado en un contexto determinado, siempre buscando mejorar la solución a una
situación dada. Una vez la necesidad se hace vigente, viene el ejercicio de buscar
dónde y quién tiene ese conocimiento específico, luego se recibe ese conocimiento, se
asimila y finalmente se aplica como solución a la situación planteada inicialmente. Ver
gráfica adjunta.
Aplica r
La visión linealcibdel
ir
proceso
Asimilar actual
Re
Buscar
Necesitar
Este camino es muy largo, tedioso, costoso pero sobre todo ineficiente, las etapas
determinantes (recibir, asimilar y aplicar) cada vez se alejan más del experto que
dispone del verdadero y estructurado conocimiento para la situación específica. Ideal
sería que el experto que tiene todo el conocimiento para aplicar, nos ayudara con la
solución él mismo, cosa que sobra decir, es imposible a precios razonables (siempre
se puede disponer de recursos para traer a contexto el mejor experto en un tema y
solucionar mi problema de forma productiva).
“DIGITALIZACIÓN” DEL
CONOCIMIENTO
Se podría pensar que lo planteando de alguna forma es una solución dentro del marco
de la llamada “Inteligencia Artificial”. La verdad es que no, lejos de diseñar una
herramienta que compita con los humanos en crear conocimiento, lo que se está
planteando es una herramienta para aplicar digitalmente el conocimiento que ya
existe, y en muchos de los casos por varias décadas. Si de buscarle un marco teórico
a la propuesta se trata, se podría acercar más, sin serlo, a un “Sistema Experto”.
El modelo está diseñado de tal forma que todo conocimiento estructurado se puede
fragmentar en cápsulas básicas de conocimiento, CBC©. Es decir un conocimiento
siempre se puede descomponer en sus elementos más básicos. Dentro de la
taxonomía de estas CBC© se pueden destacar grupos de ellas: cuantitativas,
cualitativas, conceptuales, vinculadoras, semánticas, etc. Algunos ejemplos de CBC©
son las fórmulas, las fuentes de información, los perfiles de aplicación, rangos de
diagnóstico, las reglas semánticas, la identificación temporal, la ubicación geográfica,
los conectores conceptuales, etc.
CBC© #2, fórmula: la Rentabilidad después de Impuestos (RDI) se calcula con base en
la siguiente fórmula: Utilidad Neta Final (UNF) / Total de los Ingresos (TI) y se mide en
porcentaje
CBC© #4, fuentes de información: Los estados financieros y en particular los saldos de
las cuentas de UNF y TI, para el año 2012
CBC© #6, rango de diagnóstico: Si el valor calculado para RDI es mayor a 6%, el
diagnóstico es bueno. Si el valor calculado para RDI es menor a 6%, el diagnóstico es
malo
CBC© #7, regla semántica: la aseveración final a presentar debe contener el nombre
de la empresa en particular, el valor de la CBC© #2, el valor de la CBC© #6 y el valor
de la CBC© #3
A partir de este punto se dispone del conocimiento digitalizado para continuar con la
siguiente etapa del proceso, la aplicación digital de conocimiento. Para este fin se
perfila la definición contextual de cada usuario y a través de un sofisticado algoritmo se
ensamblan e integran las diferentes CBC©. La publicación del conocimiento
personalizado sobre una plataforma web totalmente interactiva, le ofrece al usuario la
oportunidad de interactuar con él y así obtener el mayor provecho del modelo y sus
características. El diseño sencillo tanto para navegar como para la asimilación del
contenido mismo, es requisito más que obligado.
Una conclusión que no resulta tan evidente, luego de la descripción del modelo
propuesto es: el nuevo protagonista del proceso es el conocimiento aplicado, ya no es
el experto y sus condiciones. Esto aunque parece un simple cambio físico de eje, es
una profunda evolución de lo lineal a lo holístico. Sobre el nuevo eje, el conocimiento
aplicado, se desarrolla toda las actividades tanto de conocimiento (Marco Conceptual),
educativas (Comunidad) o de gestión (Conclusiones y Recomendaciones). En la
gráfica adjunta se puede apreciar esto de una forma más sencilla.
Recomendaciones
Conocimiento
Conclusiones Aplicado Marco Conceptual
Comunidad Entorno
Herramientas
Una vez el conocimiento adquiere esta dinámica de aplicación digital, se alcanza una
meta que en el pasado parecía imposible, el conocimiento puede hacer tránsito natural
entre lo tácito y lo explícito, ya no hay barreras. Aún mejor, ya se puede movilizar
conocimiento entre contextos y situaciones y en cada caso la adaptación del
conocimiento es natural y creadora de valor.
Otro reto que es necesario abordar, es el desprendimiento con el que los poseedores
del conocimiento actuales, deben afrontar su responsabilidad de custodios del
conocimiento. Se requiere de una renovada actitud frente a las imperantes
necesidades de una sociedad que está ávida de oportunidades de emprendimiento y
generación estable de empleo.
Valorar los activos intangibles, en especial el conocimiento, será un gran reto para las
personas que manejan los números en las empresas. Es innegable que el valor de
estas se verá afectado por la inclusión de los logros alcanzados en este tema. El
conocimiento va a valer no solo por su costo intrínseco sino por la capacidad que
tengan los trabajadores para interactuar con él, la forma en que se embeba en los
productos y servicios y en la forma en que se comparta tanto al interior de las
empresas como con las comunidades y países.
Bibliografía
Christensen, C.M. (2011)., The Innovator´s DNA: Mastering the Five Skills of
Disruptive Innovators, Boston, USA. Harvard Business School Publishing
Toffler, A. (1981). The Third Wave, New York, USA. Bantam Books
Blair, Cody. The Learning Pyramid. Alexandria, VA, USA. NTL Institute for
Applied Behavioral Sciences