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KARMA Y OBSERVACIÓN DE LAS SENSACIONES

“KAMMA Y VEDANANUPASSANA”
por Lily de Silva

Traducido al Español por Carmen Huneus

Fecha de esta impresión: 28.02.13


http://www.vri.dhamma.org/research/90sem/kamma1.html

El Anguttaranikāya define al karma como intención (cetana aham, bhikkhave, kammam vadāmi) ya que
es la intención que se traduce en acción a través del cuerpo, el habla y la mente (cetayitva kammam karoti
kāyena vacāya manasa). Sankappa es otra palabra para intención y hay que tomar nota de que se dice que
las intenciones y los pensamientos convergen en sensaciones y sentimientos. El comentario explica:
Sankappavitakka ti sankappabhuta vitakka-sankappavitakka “significa pensamientos que se han
transformado en intenciones.” Se dice que de hecho todos los fenómenos mentales se traducen en
sensaciones. 1) El comentario explica sabbe dhammā como pancakkhandhā, los cinco agregados,
específicamente la unidad psico-física que forma al hombre. Esto entonces significa que los cinco
agregados convergen en sensaciones. La personalidad humana entera vibra con sensaciones; sin ellas el
hombre sería meramente un vegetal. Esto explica la importancia vital de las sensaciones.

De acuerdo con el Nidānasamyutta todo el cuerpo es una manifestación física del antiguo karma. Dice –
El cuerpo no es tuyo ni de nadie más; es la apariencia del karma anterior, compuesto, con intención y que
se ha hecho sensible (nāyam kāyo tumhakam na pi aññesam, purānam idam kammam abhisankhatam
abhisañcetayitam vedaniyam datthabbam). El Salayatana samyutta sostiene que las facultades de los
sentidos están fabricadas por el antiguo karma (cakkhum purānakammam abhisankhatam
abhisañcetayitam vadaniyam datthabbam etc.). Obtenemos un cuerpo con sus fortalezas, debilidades y
predisposiciones específicas porque así ha sido fabricado por nuestras energías kármicas anteriores que le
dieron su concepción. En forma similar la sensibilidad y las potencialidades de nuestras facultades de los
sentidos están determinadas por nuestro karma anterior. Parece que obtenemos una herencia genética que
está en consonancia con nuestra herencia kármica. Repetidamente se dice en el Canon que los seres son
dueños de su karma, que ellos son herederos de su karma, el karma es su matriz, el karma es su relación,
el karma es su refugio, el karma divide a los seres entre elevados y bajos (kammassaka satta
kammadayada kammayoni kammabandhu kammapatisarana. kammam satte vibhajati yadidam,
hinappanitatayati). El karma parece que escoge entre trillones de posibilidades un patrón genético
específico a través del cual podrá expresar sus energías de la mejor manera. Es por lo tanto posible llegar
a la conclusión de que la energía kármica se transforma en materia sensible que hace surgir las
sensaciones apropiadas.

1) Sabbe dhammā vedanāsamosaranā. (o Vedanāsamosaranā sabbe dhammā) (Anguttara Nikāya PTS


4.339)
Sankappavitakka vedanāsamosaranā. (Anguttara Nikāya PTS 4.385)

“Todas las cosas (Sabbe dhammā) convergen en las sensaciones” Anguttara Nikāya, Los Nueve #14,
traducido alternativamente por:
“Todo lo que surge en la mente (Sabbe dhammā, considerando que este término se refiere
específicamente a los “Cinco Agregados”) confluye en la sensación.”

Esta frase se refiere al hecho de que en nuestras vidas a final de cuenta todo lo que realizamos, todos
nuestros esfuerzos, están encaminados hacía una finalidad última, o mejor dicho se limitan a, la
consecución de sensaciones placenteras y el escape de las sensaciones desagradables, cuando no se trata
meramente de mantenernos en la seguridad engañosa de las sensaciones neutras.

Tal como hay el antiguo (purāna) kamma, hay también el nuevo (nava) kamma. El karma nuevo son las
acciones físicas, verbales y mentales intencionales, que hacemos en la actualidad, en el aquí y ahora. Es
importante comprender que el karma no se destruye. Esto es debido a que el karma continuamente
acumula materia sensible. El proceso de la acumulación de materia sensible comenzó en la concepción
por parte del antiguo karma y éste se mantiene por parte del nuevo karma. Esto en otras palabras
corresponde a la conversión de la energía mental en materia física sensible.

El karma se expía haciendo surgir el vipāka (la consecuencia). El vipāka es solamente la experiencia de
las sensaciones agradables o dolorosas apropiadas (so tata dukkha tippa katuka vedana vedeti,etc.). Hay
diferentes tipos de karma que deben experimentarse en diferentes esferas. Hay el karma que debe
experimentarse en el dolor-infierno (nirayavedaniyam), en el reino animal (tiracchanayonivedaniyam), en
el mundo de las almas en pena (peta -pettivisayavedaniyam), en el mundo humano
(manussalokavedaniyam) y en el mundo celestial (devalokavedaniyam). Pero si durante el proceso de
experimentar el vipāka, es decir experimentar las sensaciones agradables o dolorosas resultantes, se
reacciona con codicia, aversión o confusión mental, entonces se produce más y más karma el cual se
transforma en materia sensible que a su vez genera más y más sensaciones resultantes. Así se establece un
círculo vicioso. Este es el proceso cíclico del samsāra.
Si uno desea romper este proceso cíclico hay que lograr la destrucción del kamma (kammakhaya). Esto se
puede lograr destruyendo la codicia, aversión o confusión mental ya que según se dice ellos son el origen
del karma. De acuerdo con el Kukkuravatika Sutta hay kamma que no es ni blanco ni negro y que produce
resultados que no son ni blancos ni negros. Se dice que ese karma conduce a la eliminación del karma
(Atthi kammam akanham asukkam akanhamasukkavipakam kammam kammakkhayaya samvattati). Este
es el karma que no es ni malo ni meritorio. Este tipo de karma se explica como la intención (cetana) que
se tiene de eliminar el karma malo, meritorio y mixto que a su vez produce los respectivos resultados.

Ahora la pregunta que surge es: ¿cómo se puede traducir esta intención en acción efectiva? De acuerdo
con el Anguttara Nikāya se debe observar hábitos morales (silava hoti patimokkha samvarasamvuto...),
no acumular karma nuevo y expulsar karma viejo al experimentarlos. Esta es la aniquilación del karma
aquí y ahora que es inmediatamente verificable y que lleva a una más alta espiritualidad; esto tiene que
ser realizado en forma individual por los sabios (navam ca kammam na karoti, purānaca. Kammam
phussa phussa vyantikaroti.Sanditthika nijjara akalika ehipassika opaneyyika paccattam veditabba
viññuhi ti). La frase más importante que hay aquí y que debe esclarecerse es phussa phussa vyantikaroti.
El proceso de la destrucción del karma se explica más lúcidamente en los siguientes versos del
Dvayatanupassana Sutta (16).

Sukham vā yadi vā dukkham, adukkhamasukham saha;


ajjhattañca bahiddha ca, yam kiñci atthi veditam.
Etam dukkhanti natvana, mosadhammam palokinam;
phussa phussa vayam passam, evam tattha vijānati;
vedanānam khāya bhikkhu, nicchato parinibbuto ti.

“Cualesquiera que sean las sensaciones que uno tiene, agradables, dolorosas o neutrales, internas o
externas, se debe saber que todo eso que está lleno de sufrimiento, es engañoso y se desintegra.
Al experimentarlas continuamente se les ve como pasan y desaparecen. Así uno se va desprendiendo en
relación con ellas (tattha). Con la destrucción de las sensaciones el monje deja de estar hambriento (sin
codicia) y alcanza la paz del nibbāna.”
El comentario sobre este verso aclara muchísimo el aspecto práctico del ejercicio cuando dice –“phussa
phussati udayavyayananena phusitva-phussa phussa” lo que quiere decir “el experimentar repetidamente
con el conocimiento de que las sensaciones surgen y se desvanecen.” Vayam passam ti ante bhangam eva
passantovayam passam quiere decir ver la desintegración al final. Vedanānam khaya ti tato param
maggananena kammasampayuttanam vedanānam khaya-vedananam khaya significa: “por medio de la
destrucción de las sensaciones que están conectadas con el karma, con la ayuda del conocimiento del
camino que sigue de allí en adelante.”

Cuando consideramos el aspecto práctico de ‘phussa phussa vaya passam’ no podemos dejar de notar que
la frase se refiere a la observación de las sensaciones (Vedanānupassana). De acuerdo con el Satipatthāna
Sutta hay que estar consciente de las diversas sensaciones a medida que surgen en el cuerpo. Hay que
observar el surgir de las sensaciones (samudayadhammānupassi) y su desvanecimiento
(vayadhammānupassi). Esto es lo que se llama tener conciencia de las sensaciones sin reaccionar frente a
ellas. Generalmente nos deleitamos con las sensaciones agradables ya que la codicia está subyacente en
las sensaciones agradables. Nos rebelamos contra las sensaciones dolorosas ya que la aversión está
subyacente en las sensaciones desagradables (dukkhāya vedanāya patighanusayo anuseti). No tenemos
conciencia de las sensaciones neutrales ya que la ignorancia está subyacente en las sensaciones neutrales
(adukkhamasukhāya vedanāya avijjanusayo anuseti). Por lo tanto acostumbramos normalmente a
reaccionar frente a las diversas sensaciones con codicia, aversión y confusión mental. Cuando
reaccionamos de esa manera se acumula el karma tal como dijimos anteriormente. Pero si con el
vedanānupassana observamos el surgir y el desvanecerse de las sensaciones sin reaccionar ante ellas
entonces se destruye el antiguo karma y no se acumula el nuevo karma. Vimos anteriormente que el
karma se traduce en materia sensible que a su vez hace surgir las sensaciones apropiadas. Esto es el
bhavacakka que está funcionando, la rueda de la existencia. El Vedanānupassana es el proceso a la
inversa, el movimiento del dhammacakka en el marco de la persona. Cuando uno observa las sensaciones
con la conciencia despierta (sati) a medida que surgen, éstas se destruyen sin hacer que surja el karma.
Esto es lo que quiere decir ‘phussa phussa vyantikaroti’. Así es cómo actúa la conciencia despierta, como
un rayo laser psicológico que destruye el karma que de otra forma no se destruiría sin hacer surgir al
vipāka ya que se dice que el karma no se destruye. Este es el arte de experimentar las sensaciones sin
apego. El monje que destruye las sensaciones logra así la paz del nibbāna.

Debemos subrayar que el vedanānam khaya no significa la destrucción de todas las sensaciones. De
acuerdo con el Vedana samyutta hay ocho tipos de sensaciones. Cuatro tipos se deben a las
perturbaciones causadas por los humores corporales tales como la bilis (pitta), la flema (semha), el viento
(vata) y la combinación de todos (sannipatika). El quinto tipo es causado por cambios climáticos
(utuparinamaja). El sexto tipo es causado por el uso conjunto de cosas desagradables (visamapariharaja)
tales como combinaciones de alimentos que pueden resultar venenosas. El séptimo tipo es causado por
lesiones y ataques externos (opakkamika). El octavo tipo es generado por el karma como un justo
merecido (kammavipākajani vedayitāni). De estos ocho tipos sólo el que hemos nombrado al último se
destruye por medio del vedanānupassana. Los otros siete tipos de sensaciones siguen funcionando.

No parece ser necesario que todo el karma se erradique por completo para poder lograr el estado de arhat
(el santo). El hecho de que puede quedar una cierta fracción de karma se puede deducir del episodio
canónico de Angulimala. Angulimala quien cometió varios asesinatos se dice que fue accidentalmente
golpeado por piedras y palos que no estaban dirigidas a propósito contra él y esto fue después de haberse
convertido en arhat. A veces regresaba de sus recorridos en que pedía limosna con heridas en la cabeza y
con su túnica rasgada. El Buddha le advertía que debía soportar este sufrimiento ya que era la experiencia
presente del mal que había causado y por el cual habría tenido que sufrir el estado de dolor por mucho
tiempo de no haber alcanzado el estado de arhat.
Se puede presuponer que cuando la energía del karma está lo suficientemente destruida con el
vedanānupassana para que no pueda hacer surgir otro nacimiento debe darse el conocimiento de que no
hay más nacimientos. Esta es la mayor garantía de la experiencia liberadora. No se hace referencia al
kammakkhaya (aniquilación del karma) en ninguna de las fórmulas que expresan el estado de arhat. Pero
también debemos notar que aún en otras partes hay muy poca referencia al kammakkhaya en cambio la
cesación de la codicia, de la aversión y de la confusión mental (rāgakkhaya, lobhakkhaya, dosakkhaya y
mohakkhaya) aparecen con frecuencia mencionados en los textos. En los pocos casos en que aparece el
kammakkhaya este describe generalmente la doctrina de Nigantha Nataputta (fundador del jainismo)
quien intentó terminar con el sufrimiento (dukkhakkhaya) a través de la destrucción del karma
(kammakkhaya). Pero el karma no se puede reconocer o verificar. De ahí que el Buddha preguntó a los
discípulos Jaina si es que sabían que habían cometido karma malo en el pasado y si es que sabían que
mucho sufrimiento había sido eliminado por medio de su práctica de la penitencia pero que aún había
mucho sufrimiento que debía ser eliminado. Pero ellos no lo sabían. El Buddha advirtió a sus discípulos
que no debían eliminar el karma sino que los malos estados de la mente tales como la codicia, la aversión
y la confusión mental que si son observables y verificables debido a que ellos hacen surgir el karma. Un
método muy eficaz de hacerlo es mediante el ejercicio de la observación de las sensaciones
(vedanānupassana). Cuando el discípulo practica este ejercicio durante algún tiempo empieza a notar que
se van debilitando sus estados mentales negativos. Esto tiene un efecto debilitante sobre el karma y se
puede llegar a la conclusión de que el vedanānupassana es un método extremadamente eficaz para lograr
la destrucción del karma.

Debido a la relación estrecha entre el karma y los sankhāra (samskāra en sánscrito; “formaciones”) y ya
que el último se usa como una palabra técnica más precisa que tiene connotaciones psicológicas, la
tradición viva de la Vipassanā sostiene que los sankhāras que están profundamente asentados suben a la
superficie y se eliminan cuando se hace una práctica continua del vedanānupassana. El
Dvayatānupassana Sutta expresa la misma idea cuando dice “sankhārānam nirodhena, natthi dukkhassa
sambhavo” – “al cesar las actividades volitivas ya no surge el sufrimiento.”

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