La enseñanza apostólica

APÓSTOL JOHN BONEY

LA GENERACIÓN DEL REINO
Unción y Carácter ®
Moisés tuvo una relación única y personal con el Señor y por eso pudo traer a otros a tener
esa misma relación con el Señor y esa es la verdadera objetivo del ministerio. Traer a la
gente a la cual tú le ministras a una verdadera relación con el Señor. En Hebreos habla de
que Moisés fue fiel en toda la casa del Señor y lo que significa es que pudo traer a la gente
a una verdadera relación con el Señor. El Señor había dicho que Israel sería una nación
especial, por encima de las otras naciones de la Tierra. Ellos serían los sacerdotes de la
Tierra. No se había visto a un hombre que fuese rey y sacerdote al mismo tiempo, y esa
era la razón por la cual mucha gente tenía problemas con David porque todos sabían que
él era rey pero no sabían que también era sacerdote.

Saúl tenía la unción, era el rey pero él no era el sacerdote porque él no tenía esa relación
personal con el Señor. Carecía de esa habilidad de ministrar al Señor.

Moisés tuvo 72 líderes y el Señor puso parte de la unción que descansaba sobre
Moisés. Pero después Dios escoge a Moisés y puso en el parte del “honor” que estaba en
Moisés y después de un tiempo Josué se “hizo” hijo espiritual de Moisés para así poder
gobernar en la casa de Dios. Sin embargo, a pesar de su éxito, el fracasó en algo, porque
no tuvo un hijo espiritual como Moisés lo tuvo a él. Por eso después de un tiempo, creció
una generación nueva que no conocía a Dios y no tenía una relación con el Señor. El
liderazgo había fracasado y; por tanto, Israel ya no podía ser el gobierno de Dios en la
tierra. Ellos habían sido escogidos para ser los representantes de Dios en la Tierra y a
través de ellos Dios iba a gobernar todas las cosas en la Tierra. El gobierno de Dios trata
de un gobierno espiritual..! Cuando Israel se alejó de Dios fracasaron para ser ese pueblo
del Señor por eso Dios tuvo que levantar otro tipo de liderazgo denominado los
Jueces. Ellos empezaron a guiar a Israel según la unción en sus vidas pero aparte de la
unción ninguno de ellos tenía preparación para el liderazgo.

Mucha gente dice “Yo tengo unción” pero la unción no es suficiente. El ultimo juez fue
Samuel, y de él se dijo (1Sam.3:7) al principio que no conocía al Señor, él era salvo, pero no
conocía al Señor porque la salvación, inicialmente tiene que ver con el perdón de los
pecados. Por eso Pablo decía “Oh, que yo pudiera conocer al Señor”. Moisés también:
después de estar con el Señor en el Monte: aún decía: Yo quiero conocer al Señor. Samuel
no tenía una relación con el Señor y la Palabra de Dios escaseaba. Usted puede leer El
Libro y memorizarlo pero aún no tener revelación. La revelación rompe los sellos de las
escrituras y te lleva más allá de lo que está escrito. Logos y Rhema son dos cosas
diferentes.

En 1ª. Samuel 3:21, dice la Biblia que Dios se reveló a Samuel y se reveló a través de la
palabra, a través del Rhema. Es lo mismo que Dios quiere hacer con todos sus hijos y esa
revelación y es mucho más que la unción sobre tu vida. Dios estableció a Samuel sobre el
pueblo y así él fue un instrumento para que el pueblo de Dios fuese lo que Dios había
diseñado desde el principio. Mientras que el pueblo estuvo abierto a recibir a Samuel, Dios
estaba en liderazgo sobre ellos y; por tanto, podían llevar a cabo el plan y el propósito de
Dios para ellos. Si quieres permanecer en lo que Dios está haciendo, tienes que poner tus
ojos en el Señor y no dejarte impresionar por lo que otros están haciendo en el
ministerio. Tienes que determinar que tú eres único y nunca te rebajes al punto de
compararte con otros a tu alrededor. En el momento en que pienses que tú no eres único y
comiences a ver a otros ministerios, comenzarás a perder el propósito de Dios para tu vida.
Eso fue lo que hizo Israel cuando vio que las otras naciones tenían rey y ellos sólo tenían
a Samuel. Si tú no entiendes lo que es el gobierno de Dios y comienzas a compararte con
lo que están haciendo otras personas estás a punto de rechazar a Dios y te vas a rebajar
en estatura y serás igual que todo el mundo y si tú llegas a ser igual a todos ellos, Dios
nunca podrá confiar en ti para que establezcas su gobierno en la Tierra. ¡¡Eres único, eres
especial!! En el momento en que olvidas eso, tú propósito está en peligro.

Por eso Israel decidió que necesitaban un rey. El profeta Moisés había hablado que un día
Dios les daría un rey. Muchas veces oímos la Palabra de Dios pero no esperamos que sea
el quien cumpla su palabra. Decimos: “Dios me dijo…” Pero no esperamos que el cumpla
su palabra. “Estoy aquí con este montón de gente pero no recibo bendición… Me iré a otro
lugar donde pueda recibir la bendición¡¡ Muchas veces Dios habla y nosotros nos
encargamos de hacer cumplir la palabra de Dios. ¡¡Y esos es rebelión!! La mayoría de las
veces ocurre porque no podemos esperar lo que Dios ha hablado. ¡¡ESPERA EN DIOS Y
EL VA A FORTALECER TU CORAZÓN PARA ESPERAR!! Dios no es hombre para mentir
ni hijo de hombre para arrepentirse, si él habló él cumplirá lo que ha dicho.

Israel no sólo quería un rey sino que demandaron ser como las otras naciones de la
Terra. Así que escogieron un rey y pusieron toda su esperanza en Saúl. Era muy guapo y
más alto que todos en Israel. Se veía bien. Ellos decidieron, este se ve bien… que sea
nuestro rey!!! Y Samuel fue a quejarse ante el Señor y le dijo que ellos le habían rechazado
pero Dios le respondió: No te han rechazado a ti, sino a mí. Cuando racharon a Samuel
rechazaron a Dios mismo. ¡¡Cuando rechazas al líder estás rechazando a Dios
mismo!! Dales lo que piden pero también diles cuál es el precio que tienen que pagar por
su rebelión.

La unción es preciosa pero la unción sin ninguna otra cosa de Dios es muy peligrosa. La
unción debería de estar sobre una persona que ha desarrollado una relación personal con
el Señor y esa relación tiene que desarrollarse mientras esa persona está bajo autoridad
de alguien más. Y antes de que él sea establecido como autoridad. Más allá de la unción
él necesita tener carácter y el carácter tiene que ser desarrollado mientras que él está
siendo discipulado bajo la autoridad de un hombre de Dios que lo hasta que ese discípulo
desarrolle el carácter divino. Si se pone a gente en autoridad sin haber desarrollado su
carácter es peligroso para él y para la gente que va a estar bajo su autoridad.