Cultura Maya

Los mayas habitaron la región conocida como Mesoamérica, que abarca los
estados sureños mexicanos de Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco y
Chiapas; y en Centroamérica: Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras.

La muerte era considerada un castigo de los dioses, sin embargo, para los mayas
la vida y la muerte son parte de un ciclo que mantiene la armonía entre las
energías de la tierra, entre la luz y la oscuridad pues mientras el cuerpo es
enterrado, el alma libre comienza su camino a otro mundo.

Los antiguos mayas creían que después de la muerte, el alma emprendía un

camino al Xibalbá, o Inframundo, donde debía atravesar un río ayudado de un
perro (el xoloitzcuintle). Si llevaban una pieza de jade las cosas en el otro mundo
les serían más fáciles. El peregrinaje terminaba cuando el alma llegaba al sur (el
inframundo en la cultura maya se relaciona con el sur y el color amarillo). Sin
embargo, hay un paraíso en el cielo donde las almas afortunadas de los guerreros
muertos en combate, que según ellos morían de forma sagrada, acompañan al
Sol.

El entierro, un símbolo muy importante de la cultura maya, este iniciaba con la

preparación del cuerpo del difunto por parte de sus familiares, ellos, buscaban el
lugar para el enterramiento y llevaban a cabo diversos ritos antes y durante la
sepultura. A los muertos los amortajaban, llenándoles la boca de maíz molido, que
es su comida y bebida que llaman koyem, y con ello algunas piedras de las que
tienen por moneda, para que en la otra vida no les faltase de comer. Los
enterraban dentro de sus casas o a espaldas de ellas, también era común
enterrarlos en las milpas, pues nuestros ancestros creían que sus cosechas
aumentarían o por lo menos estarían protegidas.

Durante el entierro, se colocaban con el muerto diversas ofrendas y elementos

que utilizará en su camino por el inframundo; si el fallecido era un personaje
principal, los rituales involucraban a toda la comunidad y podían extenderse por
varios días.
La Ceiba era un árbol sagrado para los Mayas. La altura de este árbol hizo creer a
los Mayas que sus ramas soportaban a los cielos, mientras que sus profundas
raíces eran los medios de comunicación entre el mundo de los vivos y el
Inframundo. Pueden observarse elementos religiosos en los entierros. Los Mayas
siempre mostraron un respeto especial por los muertos y colocaron ofrendas
funerarias, las cuales consideraban podían serles útiles en la vida después de la
muerte. El cuerpo era colocado en una posición extendida con la cabeza hacia el
Norte.

Cuando el muerto era alguien importante dentro de la sociedad, se le sacrificaban

mujeres y sirvientes para que le acompañaran en su recorrido.

Palenque es una ciudad del estado mexicano de Chiapas de origen maya. Es una
de las mas reconocidas debido a su zona arqueológica pues distintas pirámides la
conforman. El templo de las inscripciones es una de ellas. Fue construida por
Pakal, gobernante de la población de Palenque. Fue concebido únicamente para
glorificar al mandatario en vida y albergar su cuerpo cuando muriera.

Pakal fue un rey maya que ascendió al trono con tan sólo doce años de edad, fue
un gobernante muy estimado y respetado por su pueblo, quien tenía una visión de
él muy peculiar. Se le veía como un dios o semidiós . El gobierno de Pakal se
caracterizó por haber impulsado el crecimiento de la obra arquitectónica de
Palenque y por haber iniciado los registros jeroglíficos de su historia dinástica.

Al morir Pakal se le colocaron joyas como: collares, orejeras, pulseras, anillos,

monedas y una máscara de jade su cuerpo fue puesto en un sarcófago (Un
sarcófago es un recipiente, generalmente tallado en piedra, destinado a contener
un cadáver), que posteriormente se introduciría al templo de las inscripciones y
debido a su mandato en vida se le sacrificaron hombres y mujeres para que lo
acompañaran en su recorrido hacia el otro mundo y le sirvieran al mismo tiempo.
Los sacrificios los realizaba un sacerdote, el cual les extraía el corazón para
después incluir sus cuerpos al lado de Pakal y cumplieran su función en la otra
vida.
Los mayas utilizaron el ritual para proporcionar santidad y poder a sus entornos.
Los actos rituales tuvieron su expresión en el registro arqueológico y algunos de
ellos pueden asociarse a los edificios, otros tipos de construcciones
arquitectónicas más pequeñas (altares, banquetas, estelas, etc.), así como a
tumbas o entierros. Los depósitos de entierros no sólo formaron parte de rituales
privados, realizados o dedicados para los entierros mismos, sino que pudieron
haber servido para consagrar los espacios, los edificios y otras construcciones, y
quizás también con el paso del tiempo agregando elementos que pudieron
modificar las mismas construcciones.