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Universidad de La Habana

Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana

Sistema de Clasificación Jerárquico


para los vitrales de la Necrópolis
Cristóbal Colón
Tesis presentado en Opción al Título de Licenciado en Preservación y Gestión del
Patrimonio Histórico Cultural.

Autora: Adriana de la Nuez Sánchez

Tutora: Dra. C. Vivian Mas Sarabia

La Habana, Junio del 2016


Resumen
La Necrópolis Cristóbal Colón, declarada Monumento Nacional de Cuba en el
1987, se encuentra actualmente en proceso de restauración por la Oficina del
Historiador de la Ciudad de La Habana. En el presente existen 34 capillas que
presentan en total 131 trabajos de vitralería, de los cuales gran parte requiere
intervención. Es por esta razón que la elaboración de un Sistema de Clasificación
Jerárquico que permita precisar las prioridades de restauración se hace pertinente.
Para esto se examinan los aspectos teóricos y metodológicos de la intervención
de vitrales y el patrimonio funerario, así como la conservación y restauración de
vitrales en Cuba; se identifican y caracterizan los criterios de valoración de los
vitrales para su intervención; y se determina el valor de cada criterio y su forma de
aplicación para la jerarquización, lo que posibilitará creación de una metodología
objetiva y científica. La novedad de esta investigación reside en que la
metodología propuesta no cuenta con ningún antecedente directo y permitirá una
mayor efectividad y eficiencia en los trabajos de conservación y restauración, así
como una optimización de los recursos disponibles. A su vez, podrá ser aplicada a
cualquier grupo de piezas de esta técnica pero que además podrá servir de guía
para trabajos similares en otras especialidades como pueden ser las artes
plásticas.

Palabras clave: vitrales, Necrópolis Cristóbal Colón, Sistema de Clasificación


Jerárquico, criterios de valoración.

1
Índice

Introducción........................................................................................................... 3
Capítulo I. Aproximación Teórica al concepto de patrimonio funerario y su
relación con los vitrales. Tratamiento en la bibliografía cubana. ................... 10
1.1. Patrimonio funerario .................................................................................... 11
1.2. El vitral. Historia en Cuba. ........................................................................... 15
1.3. La conservación y restauración de vitrales ........................................ 21
Capítulo II. Sistema de Clasificación Jerárquico para los vitrales de la
Necrópolis de Colón. Elaboración y método de aplicación............................. 25
2.1. Diagnóstico de los vitrales de la Necrópolis Cristóbal Colón ........... 26
2.2.Método de expertos .................................................................................... 30
2.3. Selección de los campos de experticidad y justificación. ............................... 32
2.4. Selección y validación de los expertos . ................................................ 32
2.5. Selección y justificación de los criterios de valoración. .................... 37
2.6. Descripción de los criterios de valoración ............................................ 37
2.7. Valoración y organización de los criterios ............................................ 40
2.8. Sistema de puntuación ............................................................................. 41
2.9. Determinación de factibilidad .................................................................. 45
Conclusiones ....................................................................................................... 48
Recomendaciones............................................................................................... 51
Fuentes de Información ...................................................................................... 53
Anexos ................................................................................................................. 59

2
Introducción

3
El concepto de patrimonio ha ido evolucionando y enriqueciéndose en la medida
que la sociedad se ha desarrollado y vuelto más compleja. Según la Real
Academia de la Lengua Española, patrimonio son aquellos “…bienes que una
persona hereda de sus ascendientes”. El concepto de patrimonio histórico-cultural
es un concepto derivado de este, subjetivo y dinámico que se refiere a una parte
de la creación humana que no es sólo tangible, sino que abarca la parte intangible
de la identidad, como la historia oral y las formas de comunicación artística que
diferencia a una comunidad humana de otra.

Un caso especial es el patrimonio funerario, conformado por todos aquellos bienes


materiales e inmateriales que se relacionan con “…los cultos o ceremonias
referentes a la muerte, o artefactos mortuorios” (Ceci, 2014). No obstante, su
indudable importancia para la cultura de las naciones y su intrínseco valor
antropológico, este se encuentra “…poco valorado y menos atendido” según lo
reconoce la Carta Internacional de Morelia, Relativa a Cementerios Patrimoniales
y Arte Funerario. Este documento, firmado el 2 de noviembre de 2005 en
Michoacán, México, tiene como objetivo “…el conocimiento, difusión, valoración,
preservación y apropiación social del patrimonio cultural material e inmaterial,
especialmente el relativo a sitios, monumentos, conjuntos y elementos de carácter
funerario y los usos, costumbres y manifestaciones culturales a ellos asociados”,
siendo así el primero que adopta una visión integradora con el objetivo de
potenciar la puesta en valor.

En Cuba las políticas culturales referidas a la preservación del patrimonio se


encuentran bien definidas, amparadas bajo leyes y decretos constitucionales que
las respaldan. En consonancia, se han dado importantes pasos en el
reconocimiento de los cementerios como sitios patrimoniales, al otorgarle a
algunos de ellos, la declaratoria de Monumento Nacional. Tal es el caso de la
Necrópolis Cristóbal Colón, fundada en 1871, al que, debido a su trazado
urbanístico, vasto caudal de piezas artísticas y su valor histórico-social, se le
otorgó la condición de Monumento Nacional en 1987.

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La Necrópolis Cristóbal Colón es una de las 21 necrópolis existentes en la ciudad
de La Habana, Cuba. Es el mayor cementerio de América, con sus 56 hectáreas, y
el único dedicado al almirante Cristóbal Colón en el continente (Gárciga, 2014).

La idea de su construcción surge a raíz de la necesidad de crear un nuevo


cementerio en sustitución del ya insuficiente e inoperante Cementerio de Espada.
Fue diseñado por el arquitecto Calixto Loira quien ganó el derecho al ser electo
por mayoría en el concurso público que se llevó a cabo para su construcción. La
primera piedra fue colocada el 30 de octubre del año 1871 (Aruaca Alonso, 2006)
y las obras comenzaron un mes después, las que fueron concluidas quince años
más tarde, el 2 de julio de 1886.

Sus dos avenidas principales, de norte a sur, Cristóbal Colón y Obispo de Espada
y de este a oeste, Fray Jacinto, lo dividen en cuatro áreas, que a su vez están
divididas en cuarteles o manzanas. Su entrada principal, llamada Puerta de la Paz
o del Norte (ya que tiene cuatro, llamadas por los puntos cardinales en que se
encuentran), está situada en la esquina de la Calzada de Zapata y Calle 12, en el
barrio El Vedado de la Ciudad de La Habana.

Según el ingeniero Carlos Bauta, Jefe del Departamento Técnico, desde su


creación ha recibido aproximadamente 2 millones y medio de fallecidos que se
encuentran enterrados en más de 53000 propiedades. De ellas aproximadamente
8000 tienen un alto valor patrimonial, con grados de protección 1 y 2.

Su interior contiene muchísimas piezas de arte de excepcional valor, desde bellas


rejas forjadas hasta elaboradas esculturas, pasando por un sinfín de tipologías
arquitectónicas, que conviven en plena armonía. Los vitrales están presentes de
una forma prominente, encontrándose en una gran cantidad de capillas.

El vitral o vidriera, como también se le conoce, ha sido apenas tratado en la


historiografía. El desconocimiento y la carencia técnica en su confección han
logrado que sea considerado un arte importado. Aun así, Cuba fue a lo largo del
primer cuarto del siglo XX un importante consumidor de obras confeccionadas con

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esta técnica en la arquitectura religiosa, para extenderse luego, durante tres
décadas más, a la doméstica y la civil pública. Fue gracias a la aristocracia y la
burguesía, que no sólo contaba con los medios para su encargo y los lugares
apropiados para su colocación, sino también con la educación y la cultura que les
permitía apreciarlos, que se hace muy común el uso de las vidrieras.

Teniendo en cuenta lo expuesto, la presente investigación tiene como tema la


creación de un instrumento metodológico para la clasificación jerárquica de los
vitrales de la Necrópolis Cristóbal Colón, siendo seleccionado por tener valores
excepcionales para la nación y su historia y encontrarse bajo la tutela restauradora
de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Además, si bien la restauración del vitral
cuenta con una gran cantidad de directrices elaboradas por organismos
internacionales, no existe en Cuba ningún documento específico para este fin.

El campo de acción de esta investigación es el de la Gestión y Preservación del


Patrimonio.

El presente trabajo se basa en la premisa de que los vitrales de la Necrópolis


Cristóbal Colón, tienen un alto valor patrimonial y deben ser intervenidos para su
preservación.

La problemática de la tesis radica en que no existe un instrumento metodológico


que permita establecer una jerarquía entre los vitrales para su intervención. Desde
el área de la preservación del patrimonio no se encontró una herramienta que
resuelva este problema.

Las preguntas de investigación a responder son: ¿Qué rasgos de los vitrales de la


Necrópolis Cristóbal Colón determinan su ubicación en el sistema de clasificación
jerárquico para su intervención? Y ¿De qué forma se valoran esos rasgos?

Para lograr este fin se ha propuesto el siguiente Objetivo General:

Elaborar un instrumento para la clasificación jerárquica y aplicarlo al caso de los


vitrales de la Necrópolis Cristóbal Colón.

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Los objetivos específicos, se enuncian a continuación:

1. Examinar los aspectos teóricos y metodológicos de la intervención de vitrales y


el patrimonio funerario, así como la conservación y restauración de vitrales en
Cuba;

2. Identificar y caracterizar los criterios de valoración de los vitrales para su


intervención;

3. Determinar el valor de cada criterio y su forma de aplicación para la


jerarquización de los vitrales de la Necrópolis Cristóbal Colón.

Se ha escogido como muestra la totalidad de los vitrales ubicados en las capillas


de la necrópolis ya que estos son escasos y se encuentran aislados, por lo que la
selección de un grupo de ellos daría como resultado una muestra muy pequeña.
Sin embargo, se han dejado fuera de esta muestra los vitrales pertenecientes a la
capilla central ya que se conoce que estos fueron recientemente restaurados.

El segmento temporal idóneo para la aplicación de la propuesta es durante


periodo de restauración de la Necrópolis Cristóbal Colón.

En el mundo existe una gran variedad de cuerpos, centros, asociaciones y clubes


especializados en la restauración y conservación de los vitrales, quienes han
dictado los procederes para su intervención. Sin embargo, estos se refieren
solamente a los vitrales aislados. La novedad de este estudio reside en que se
pretende realizar una metodología que permita definir las prioridades de
restauración en un grupo determinado de vitrales, organizándolos jerárquicamente
de mayor a menor importancia basándose en criterios como la autenticidad,
integralidad, técnica, significación simbólica, época, entre otros, lo que, a su vez,
hará posible determinar cuál debe ser el orden a seguir. Ello permitirá una mayor
efectividad y eficiencia en los trabajos de conservación y restauración, así como
una optimización de los recursos disponibles. A su vez, constituye una
metodología general que podrá ser aplicada a cualquier grupo de piezas de esta

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técnica pero que además podrá servir de guía para trabajos similares en otras
especialidades como pueden ser las artes plásticas.

Además, la investigación viene acompañada obligatoriamente de un inventario


general de los vitrales existentes en la Necrópolis Cristóbal Colón, lo que
constituye un valioso aporte ya que dicho inventario existe, pero la información no
está actualizada.

Se emplea la observación científica, estructurada y de campo para la recolección


de los datos que puede brindar el propio objeto de estudio. A partir de esta
observación científica se pueden identificar características específicas de las
vidrieras como la técnica, el estado de conservación y el autor, en caso de que
cuente con alguna firma o marca, entre otros. Para esto es recomendable la
utilización de un inventario ya que este posibilita que la recolección de los datos
necesarios sea sistematizada y homogénea.

Se realizaron entrevistas a expertos de diferentes ramas relacionadas con el


objetivo de la investigación, desde profesionales y funcionarios de la institución
hasta especialistas de la historia del arte y la conservación y restauración.

La tesis se encuentra dividida en dos capítulos principales, el Capítulo I:


Aproximación Teórica al concepto de patrimonio funerario y su relación con los
vitrales. Tratamiento en la bibliografía cubana, y el Capítulo II: Sistema de
Clasificación Jerárquico para los vitrales de la Necrópolis Cristóbal Colón.
Elaboración y método de aplicación.

El primero de ellos se centra en el estudio de la bibliografía existente que se


encuentra relacionada con el tema de estudio. Se analiza el concepto de
patrimonio funerario y la principal documentación internacional correspondiente.
Así, se examina la Declaración de New Castle y la Carta de Morelia, ambas de
2005, y la Declaración de Paysandú, de 2010. Se define lo que se entiende como
vitral y se caracterizan las tres técnicas principales que se encuentran en Cuba.
No podía faltar una breve reseña de cómo se desarrolló la historia de los vitrales

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en la Isla. Finalmente, se analiza la bibliografía nacional y extranjera especializada
en la conservación y restauración de vitrales.

El segundo capítulo versa sobre la propuesta en sí misma. Comienza describiendo


los datos recopilados durante el diagnóstico para luego pasar a explicar cómo se
conformó el sistema de clasificación jerárquico. Expone cuál fue la metodología
utilizada para la selección y avalación de los expertos, la forma en que se
determinaron los criterios, como fueron estos valorados y el procedimiento a
seguir para su aplicación. En último lugar, se muestra cómo determinar la
factibilidad de la intervención.

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Capítulo I. Aproximación Teórica al concepto de
patrimonio funerario y su relación con los
vitrales. Tratamiento en la bibliografía cubana.

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1.1. Patrimonio funerario
La palabra patrimonio, tan antigua como las grandes civilizaciones de la
humanidad, desde sus inicios estuvo vinculada a estructuras económicas
familiares: es aquello que proviene de la herencia y es traspasado de
ascendientes a descendientes. De forma jurídica se trata de objetos materiales,
pero también de objetos inmateriales como derechos y obligaciones.

El concepto de patrimonio histórico-cultural aparece derivado de este,


evolucionando desde una noción muy puntual y específica que consideraba al
patrimonio como monumentos de interés histórico y/o artístico individuales y
aislados, hasta una mucho más amplia y abarcadora. En la actualidad se entiende
el patrimonio histórico-cultural como una “…significativa parte de la creación
humana no limitada a los valores patrimoniales objetuales, que abarca desde la
conciencia identitaria y diferenciadora de unos pueblos respeto de otros, basado
en la historia oral y gestual hasta las diversas formas de comunicación artística
cuya percepción no solo depende de los órganos de los sentidos” (Yañes, 2010).
Según Marta Arjona (1986), “…el patrimonio cultural es inicialmente pasivo, existe
como objeto, independiente del reconocimiento o no de su valor cultural, y es la
comunidad la que, en un momento determinado de su desarrollo, lo selecciona, lo
escoge como elemento que debe ser conservado, por valores que trascienden su
uso o función primitiva. Es sólo en este acto que queda definido como bien
cultural.”

Como ya se planteaba, la concepción patrimonio cultural se ha pluralizado y


agrupa en su interior un sinfín de clasificaciones. Así, es posible encontrar
patrimonio material, inmaterial, edificado, subacuático, urbano, rural y una infinidad
más. Un caso especial es el patrimonio funerario.

La conservación del patrimonio funerario responde a una conciencia mundial


nacida a mediados del siglo XX y consolidada sobre todo en la primera década del

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siglo XXI con las redacciones de la Declaración de New Castle y la Carta de
Morelia, ambas del 2005.

El primero de los documentos, la Declaración de New Castle, se redactó en el


marco del X Fórum Unesco – Universidad y Patrimonio y tenía como título:
“Paisajes culturales del siglo XXI. Legislación, gestión y participación pública”. Su
principal novedad es que aporta al ámbito patrimonial el reconocer que el
concepto de paisaje cultural definido en declaraciones y cartas anteriores debe de
ser diversificado puesto que también deben considerarse paisajes culturales
aquellos lugares relacionados con el dolor, la muerte y el sufrimiento: cementerios,
campos de concentración, campos de batalla… Más específicamente, dice:

“Que los paisajes culturales no son solamente lugares agradables y amenos, sino
que también pueden ser lugares de dolor, sufrimiento, muerte, guerra, terapia,
reconciliación y recuerdos. […]” (UNESCO, 2005)

Sin embargo, en noviembre de ese mismo año se redactaría, en el seno del “VI
Encuentro Iberoamericano y Primer Congreso Internacional de Valoración y
Gestión de Cementerios Patrimoniales y Arte Funerario”, la “Carta de Morelia.
Relativa a Cementerios Patrimoniales y Arte Funerario”. En ella se reconoce la
vigencia de la Carta de Venecia, la “Carta de Nairobi. Relativa a la Salvaguarda de
los Conjuntos Históricos y su Función en la Vida Contemporánea”, así como la
“Recomendación sobre la Protección de Bienes Culturales Muebles” y la “Carta de
Florencia sobre Jardines Históricos”.

En el desarrollo del documento se manifiesta que se entiende como patrimonio


funerario “…no sólo al patrimonio actual formado por arquitectura, objetos
artísticos y costumbres funerarias, sino a toda la variedad de manifestaciones de
ese tipo en distintas épocas y distintas culturas” (Red Iberoamericana de
Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, 2005), así como la existencia
de diferentes tipologías de monumentos o sitios funerarios, además de las
problemáticas de conservación que acechaban a los camposantos y las posibles

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soluciones que podrían tomarse a fin de preservar recintos y monumentos del
paso del tiempo. Asimismo, en el corpus de esta carta queda patente también el
valor de los monumentos funerarios como reflejo de la cultura inmaterial funeraria,
que ha de ser también estudiada, protegida y preservada. Por otro lado, se
contemplaba el valor de algunos espacios como jardines históricos.

En ella se encuentran diferenciados los elementos a proteger, divididos en las


siguientes tipologías:

1. “Los sitios, porque forman paisajes y equipamientos urbanos donde la


arquitectura y el arte funerario constituyen conjuntos, necrópolis,
cementerios y otras manifestaciones similares, en ubicaciones con mayor o
menor significado y valor urbanístico respecto al territorio donde se
encuentran.

2. Los monumentos, conjuntos y elementos arquitectónicos (abiertos,


cubiertos o subterráneos, públicos o privados), la vegetación asociada y los
objetos culturales y artísticos allí ubicados, porque forman géneros y tipos
reconocibles según las culturas y las épocas en que fueron concebidos,
materializados y utilizados al llevar incorporados mensajes, imágenes,
signos y símbolos de identidad y otros atributos estrechamente ligados a los
valores de las sociedades que los crearon y porque alcanzan dimensiones
rituales, estéticas o expresivas verdaderamente notables.

3. Los usos y costumbres funerarias, especialmente aquellas que mejor


caracterizan la actitud de cada cultura, época o creencia ante la
inevitabilidad de la muerte, porque ellas acompañan y hacen uso del
patrimonio cultural material y porque cada una da distinto testimonio de la
riqueza cultural y espiritual de los pueblos, así como del derecho a la
cultura y su diversidad que prevalecen en distintas regiones del mundo”.
(Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios
Patrimoniales, 2005)

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Aunque la Carta de Morelia significó un importante paso en la protección y
revalorización del patrimonio funerario tanto material como inmaterial, la Red
Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales firmaba en
el año 2010 la Declaración de Paysandú, donde somete a revisión la Carta de
Morelia ratificando todo lo descrito en ésta, pero añadiendo una idea no
contemplada en ella: la explotación de la dimensión pedagógica del patrimonio
funerario.

Tanto en la Carta de Morelia como ante la Declaración de Paysandú se observa


que el discurso empleado en esencia para la preservación del patrimonio funerario
no difiere en absoluto del discurso general para la preservación de cualquier tipo
de bien cultural. Es más, en la introducción a la Carta de Morelia se reafirma la
validez de los documentos redactados con anterioridad por la UNESCO y el ICOM,
con respecto a la protección del patrimonio cultural sea de la índole que sea. Sin
embargo, el cementerio contemporáneo no puede ser tratado como una necrópolis
visigoda, un cementerio romano o un jardín histórico. Hay algo que diferencia
esencialmente al primero de los segundos y es su proximidad en el tiempo y la
carga psicológica que todavía desprenden. Aunque sus formas y trazados
comiencen a parecer totalmente ajenos, y aunque algunos cementerios hayan sido
sepultados por la maleza, como lo han estado otros yacimientos arqueológicos, la
identificación de la sociedad actual con este espacio es mayor que con el de las
necrópolis antiguas, sobre todo porque algunos cementerios históricos todavía
permanecen en activo, como por ejemplo la Necrópolis Cristóbal Colón.

Vitrales, rejas, pinturas, esculturas, son los pequeños elementos que en conjunto
embellecen al cementerio y muchas veces contribuyen a su clasificación como
objeto patrimonial.

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1.2. El vitral. Historia en Cuba.
Cuando se piensa en vitrales generalmente vienen a la mente juegos de luz, color
e imágenes en vidrio, en el interior de las catedrales góticas. Esta imagen, aunque
es en parte cierta, no hace justicia a los muchos y variados matices que se pueden
encontrar en el mundo de las vidrieras a lo largo de su evolución desde la Edad
Media hasta la actualidad.

La definición más generalizada de vitral, o vidriera, es la de composición


elaborada con vidrios de colores, pintados o recubiertos con esmaltes, que se
ensamblan mediante varillas de plomo. Si bien esta descripción no es
completamente errónea, sí se refiere solamente a un tipo específico, el más
común y conocido, desconociendo todas sus variantes. Es preciso un concepto
que abarque sus más de mil años de historia y facilite, por tanto, un mayor
entendimiento de este arte. Por ende, se entiende por vitral “…todo cerramiento de
un vano mediante el uso de vidrios tratados con intención artística o decorativa”
(Cortés Pizano, 2006). Como se ve, esta definición no menciona la necesidad del
uso de plomo, pinturas, color o contexto arquitectónico, ya que existen otras
muchas tipologías como Tiffany, cloisonné, grabada al ácido, con arena, la vidriera
de hormigón, de ladrillos huecos y las vidrieras que incluyen técnicas mixtas más
contemporáneas como la vitrofusión, las resinas, la serigrafía, etc.; así como
muchos ámbitos dentro de la arquitectura profana o civil donde la vidriera ha
hallado su lugar a lo largo de los siglos. Por su parte el Corpus Vitraerum
Internacional en sus Líneas Directrices para la Conservación y Restauración del
Vitral define vitral como “…painted and/or stained glass as well as plain leaded
lights, copper-foiled glass, dalle de verre and other types of architectural glass,

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whether in situ or after removal to a museum or private collection” 1( International
Committee for the Conservation of Stained Glass, 2004).

No se sabe con seguridad donde surge el arte del vitral. Una de las teorías plantea
que ocurrió en una abadía de la orden cisterciense, en Francia, en el siglo XII D.C.
Tuvo su mayor auge con el estilo Gótico, entre los siglos XII y XV. Las vidrieras y
rosetones fueron utilizados para transfigurar la luz y crear un ambiente donde el
fiel sentirse que entraba a un espacio divino. Después de este momento el uso de
las vidrieras cae en desuso y no es hasta el modernismo que vuelve a aparecer
con fuerza, gracias a artistas como Antonio Gaudí. Con el Art Nouveau la vidriería,
sobre todo la catalana, vio nacer creaciones impresionantes, no solo por su
belleza sino por su versatilidad y complejidad. De esta forma, el vitral había
abandonado su uso exclusivo por la iglesia y se había introducido en la
construcción civil y doméstica.

En Estados Unidos sobresale el nombre de Louis Confort Tiffany, quien durante su


proceso de experimentación trajo al mundo el vidrio opalescente, de gran colorido
y aplicación. Tiffany, quien ya era conocido por sus obras de joyería, pasa a la
historia de la vitralería como el creador de una técnica que hoy lleva su nombre y
es fundamentalmente utilizada para elaboración de lámparas.

Si bien en Cuba es posible encontrar ejemplos de casi todas estas técnicas, las
más comunes (y las que se tomarán para el presente estudio) son las vidrieras
emplomadas sencillas, pintadas al fuego y la que hace uso del “sistema cerámico
para la construcción y preservación de lucernarios y vidrieras”, conocida
comúnmente como técnica de sándwich.

1
Entiéndase como: vidrio pintado y/o emplomado, así como lámparas de varillas de plomo, vidrio forrado
con cobre, dalas de vidrio y otros tipos de vidrio arquitectónico, tanto in situ como trasladado a un museo o
colección privada.

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En la mayor de las Antillas existen ejemplares de gran valor y belleza que se
encuentran frecuentemente por las calles de La Habana. La carencia de materias
primas y conocimiento del oficio, da origen a la combinación de madera con vidrio
para producir el tradicional vitral utilizado en la colonia.

El vitral colonial o criollo se compone de una estructura de madera embellotada


que sirve de soporte al vidrio. Esta estructura puede ser de forma rectangular,
conocida como luceta, o en forma de arco, ya sea escarzano o rebajado,
peraltado, o de medio punto, siendo este último el más común y conocido. El
bellote, además de soporte, sirve para separar colores y determinar formas, a
veces bastante complicadas. Existe, también, otro tipo de vitral criollo llamado
óculo u ojo de buey, aunque tiene menos importancia que los anteriores debido a
su menor tamaño, presentándose comúnmente de forma circular o
cuatrilobulados.

Según Yolanda Aguirre, en su libro “Vidriería Cubana. Lucetas y óculos de La


Habana Vieja”, existen pocas probabilidades de que se hayan elaborado trabajos
de vitralería en la Isla antes de finales del siglo XVII, debido al poco desarrollo
económico y cultural del momento. No obstante, “…a partir de fines del siglo XVIII
e inicios del siguiente, cuando una burguesía criolla empieza, por fin, a
desenvolverse en placenteras condiciones financieras, el vidrio y la persianería
fructifican, como simultánea solución al binomio sol-calor” (Aguirre, 1971). Esto se
debe a que el clima isleño, lejos de demandar la protección térmica del vidrio,
pedía que se dejase libre la circulación del aire. Mas, el clima pedía, a la vez, que
se velase la luz, implacable durante muchas horas del día. El vidrio se usó
coloreado o nevado, continúa Aguirre, además de por sus evidentes capacidades
estéticas, para que cumpliera con su objetivo de mitigar la luz, ya que de otra
forma solo serviría para cortar el paso del aire. La autora refiere la probable
influencia de la tradición árabe, andaluza y negra en los diseños de estos
elementos decorativos, tanto en forma como en color.

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Vázquez (2013), en su investigación “Los Vitrales Emplomados en las
Construcciones Religiosas Habaneras de la Primera Mitad del Siglo XX.
Catalogación, Conservación y Gestión”, realizada en el 2013, plantea:

“La tradición constructiva colonial como se ha comentado hasta el momento


sufre cambios importantes a partir de la instauración de la República, más
concretamente a partir de 1910 cuando la arquitectura ecléctica se
convierte para la clase más adinerada en muestra de su condición tanto
económica como social. Es en este período donde se ubican en las
importantes calzadas y avenidas del Vedado, Prado, Miramar, La Víbora y
Kohly, las mansiones de la nueva burguesía. En ellas comienza a aparecer
de forma resaltada las llamadas "cajas de escalera". “

Y continúa la autora:

“Es precisamente en la arquitectura doméstica republicana, y en especial la


del Vedado (barrio que deriva a inicios del s. XX en el sitio preferido por las
altas clases sociales) donde se concentra no solo el mayor sino el más
variado conjunto de vidrieras primorosamente elaboradas de la ciudad.”

A pesar de esta creciente afición por los trabajos de vitralería, la mayor parte de
las obras eran contratadas a casa productoras extranjeras de países como
España, Francia, Italia y Alemania. Según Tejeda, en su tesis “Plan de
restauración y conservación de los vitrales de la Necrópolis de Colón”, del 2008,
destacan por su presencia dos casas productoras, Ballesteros y Mauméjean.
Mientras tanto, Vázquez (2013), además de estas dos, refiere la existencia de
obras de dos casas más, Mayer y Pelegrí & Amigó. Es de suponer que debido a la
fuerte presencia que tuvieron estas casas en la Isla, la Necrópolis Cristóbal Colón
albergue ejemplos de sus producciones. No obstante, solo se ha identificado una
capilla con vitrales firmados por la Casa Ballesteros.

La Casa Ballesteros fue una productora con muy poca información en Cuba. La
compañía aparece anunciada por primera vez en la Guía Directorio de 1924 en
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dos categorías diferentes relacionadas con el trabajo del vidrio (Vázquez, 2013). El
hijo de un antiguo trabajador del taller refiere en su entrevista con Tejeda (2008)
que la compañía se asentó en Cuba con las ganancias obtenidas por sus
intervenciones en la construcción del Capitolio. Además, relata que tras el Triunfo
de la Revolución la producción comienza a decaer, parte del local es comprado
por la panadería La Candeal, con la que colindaba, para ser cerrado poco tiempo
después.

Se han identificado obras de esta productora en las vidrieras colocadas en la


Iglesia de San Francisco de Paula y el Centro Asturiano, actual Edificio de Arte
Universal del Museo de Bellas Artes.

La vidriería Mauméjean se funda en París en el año 1860. Con el decursar de los


años y con la creciente fama que esta casa productora gana por la exquisitez de
sus trabajos se abren varias sucursales en Francia y España. Fue una compañía
muy fecunda y sus trabajos se encuentran alrededor del mundo. Entre el gran
volumen que representan las piezas fabricadas destacan algunas de sus
actuaciones en edificios religiosos, catedrales como la de Burgos, Sevilla, Murcia,
Vitoria o el Palacio Episcopal de Astorga. En Cuba los mejores y más conocidos
ejemplos de su obra son el conjunto que adorna a la Parroquia del Sagrado
Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola, más conocida como la Iglesia de
Reina, y la claraboya del antiguo Centro Asturiano, actual Edificio de Arte
Universal del Museo de Bellas Artes.

La compañía F.X. Zettler y Mayer se funda en Alemania, en 1939, a raíz de la


fusión de dos grandes y reconocidas casa productoras: F.X Zettler y Mayer &
Company. La compañía fue muy conocida dada la calidad de sus diseños, la
claridad de los vidrios y la riqueza de sus coloridos, consiguiendo armoniosos
efectos decorativos. Ganaron asimismo reputación por sus innovaciones
tecnológicas y la familiaridad con la iconografía cristiana, dominando el mercado
en la producción de ventanas para templos católicos. Sus trabajos se encuentran
al igual que los de Mauméjean en todas partes del mundo, especialmente en
19
Estados Unidos. Algunas de las más famosas son las de St. Martin of Tours
Church, instaladas entre 1893- 1895.

En Cuba no existe documentación respecto a las ventanas importadas de esta


compañía. Las piezas halladas se ubican en su totalidad en instituciones
religiosas, tres habaneras (El Ángel, El Carmelo y el Cristo) y dos camagüeyanas
(Iglesia del Sagrado Corazón e Iglesia del Sagrado Corazón de las Escuelas
Pías). (Vázquez, 2013)

Se conoce en España la vidriería Pelegrí por ser el lugar del cual Gaudí obtuvo los
vidrios de colores para ejecutar las vidrieras modernistas de la Casa Batlló, el
artesano responsable era Josep Pelegrí (vidriero) (Vázquez, 2013). En Cuba esta
vidriería no se conoce con ese solo nombre. En las vidrieras de la primera planta
de la Iglesia del Santo Ángel Custodio aparecen firmadas (Pelegrí y Amigó, Ca.,
Barcelona). Mientras que, en la Iglesia del Sagrado Corazón radicada en la calle
Línea, Vedado se puede apreciar (Pelegrí-Amigó-Barna).

Además, de estas casas productoras extrajeras es indispensables destacar la


existencia del taller del vidriero José Bustos y Campa. Si bien Bustos y Campa fue
asturiano de nacimiento, se trasladó a Cuba a los 11 años donde viviría el resto de
su vida. En 1941 patentó un nuevo sistema para la realización de vidrieras
artísticas bajo el nombre de “Lucernario Artístico Sistema Cerámico”, con la que se
ganó la vida hasta su muerte (Bustos, 1959). Es posible reconocer sus “vidrieras
cerámicas” por la ausencia de empates metálicos y el estilo figurativo del dibujo,
cuyos detalles han sido resueltos uniendo diminutos pedazos de vidrios de
distintos colores, como un mosaico, aprisionados entre dos planchas de cristal
transparente. Por esta razón la técnica es actualmente conocida como Sándwich.
Los catorce lucernarios que adornan el Palacio de Gobierno, en la Habana Vieja, y
los dieciséis vitrales de la Iglesia de La Caridad, en Centro Habana, son algunas
de las obras representativas realizadas por este taller. En la Necrópolis Cristóbal
Colón se han encontrado varias piezas atribuidas a este autor.

20
A partir de los años cuarenta se impone definitivamente en Cuba la cultura
norteamericana con el pragmatismo y modernidad que los acompañaba, y los
vitrales son sustituidos por ventanales de cristales calovares y la famosa persiana
americana (ventana Miami). El vitral queda relegado al mundo del arte, y solo
destacadas figuras de la plástica como René Portocarrero y Amelia Peláez le
dedican su atención. Amelia hizo muchos diseños, pero no encontró en Cuba a
nadie capaz de realizarlos, y apenas pudo materializar algunos para su casa-playa
de Baracoa.

En las décadas posteriores al triunfo de la Revolución, Celia Sánchez insufló


nueva vida al vitral cubano, abriendo un taller donde jóvenes artistas de la plástica
se iniciaron en este hermoso arte.

Actualmente, el arte del vitral va ganando fuerza y terreno entre los habitantes de
la Isla. Ejemplo de esto es el taller de vidriería de la Escuela Taller de La Habana
donde se imparten clases sobre elaboración y restauración de vitrales. Asimismo,
se pueden encontrar algunos productores independientes pertenecientes al Fondo
Cubano de Bienes Culturales, e incluso una cooperativa especializada en trabajos
de este tipo, la Cooperativa de Vidriería Vitria.

1.3. La conservación y restauración de vitrales.

Alrededor del mundo, existe una amplia variedad de instituciones dedicadas a la


conservación y restauración del vitral, principalmente histórico. Entre las más
destacadas se encuentran el Corpus Vitrearum Medii Aevi, Corpus Vitrearum
Internacional, la American Staided Glass Associationy el Comité Internacional por
el Vitral del ICOMOS. Son las que se han encargado históricamente de redactar
los documentos que definen los procederes en cuanto a restauración y
conservación de vidrieras se trata.

De gran importancia en el tratamiento del tema se encuentra el libro


“Conservación de Vidrieras Históricas. Análisis y diagnóstico de su deterioro.
21
Restauración”, del año 1994, que contiene el conjunto de actas realizadas a raíz
del Seminario de Conservación de Vidrieras Históricas llevado a cabo por el
Instituto de Conservación del Getty y la Universidad Internacional Menéndez y
Pelayo. Aborda temas muy específicos de la conservación y restauración como la
constitución química de las vidrieras, los métodos para su análisis, la corrosión, el
comportamiento mecánico de los elementos arquitectónicos y otros afines.

En 2004 se realiza en Nuremberg el XXII Coloquio de la Asamblea General del


Corpus Vitrearum Internacional donde se actualizan las “Directrices para la
Conservación y Restauración de Vitrales” con base en las elaboradas en el año
1989, las que a su vez fueron redactadas por el Comité Internacional del Corpus
Vitrearum para la Conservación del Vitral en asociación con el Comité
Internacional por el Vitral del ICOMOS. Esta constituye una guía para la
intervención de vidrieras históricas en cuanto a su investigación y documentación,
conservación preventiva e intervenciones relacionadas con la restauración y
conservación. Ahonda en temas como los vidrios de protección, el tratamiento del
vidrio, el proceder con las piezas faltantes y otros.

Se puede encontrar en la web una gran cantidad de documentación referente a los


procesos de restauración y conservación de vitrales históricos en iglesias y
catedrales en todo el mundo. Por ejemplo, Fernando Cortés Pizano en su artículo
“Conservación y Restauración de dos vidrieras del siglo XVIII en la Catedral de
Girona”, del 2001, analiza históricamente estas obras y describe las acciones
llevadas a cabo para su conservación y restauración. A lo largo de la revisión
bibliográfica llevada a cabo con el objetivo de la presente investigación se hace
notable que este es un autor muy prolífero que ha sido múltiples veces publicado
por lo que constituye una fuente muy confiable de información muy diversa en lo
que al vitral se refiere. Otro estudio del mismo tipo es el que se encuentra en el
sitio Oficial de la Catedral de Chartres, titulado Les Vitraux.

Asimismo, existe una variada cantidad de estudios históricos sobre vidrieras,


siendo una vez más las iglesias y catedrales las más beneficiadas. En “La Sevilla
22
que no vemos. Las vidrieras de la catedral de Sevilla (I)”, realizado por Julio
Domínguez Arjona en el 2007, el autor hace una investigación histórica sobre el
tema y describe una parte de las 80 vidrieras con que cuenta esta impresionante
construcción. Otros ejemplos similares son “La vidriera de San Julián el
Hospitalario en la catedral de Rouen” del autor Jesús Cantera Montenegro del año
1994, “Las vidrieras de la catedral de León” de Máximo Gómez Rascón del 2000,
entre otros.

No obstante, la profusión de bibliografía relacionada con la preservación


conservación y restauración existente, la mayor parte de ella se refiere a
intervenciones en piezas específicas o se limitan a describir los procesos a los que
dichas piezas han sido sometidas. Son escasos los documentos que se
encuentran sobre metodologías generales y ninguno que cumpla con los objetivos
de esta investigación, o sea, una metodología que determine jerarquías y
prioridades en un conjunto de vitrales para establecer un orden de intervención.

En lo que a vitrales cubanos se refiere se conoce muy poco sobre su existencia,


autores, origen, etc. Solamente tres autores realizan estudios de rigor científico.
Primeramente, se encuentra el libro publicado en el año 1971 por Yolanda Aguirre
titulado “Vidriería Cubana. Lucetas y óculos de la Habana Vieja”, donde la autora
hace un paneo somero por la historia del vitral colonial cubano para ahondar luego
en las técnicas y tipologías de estos. Más adelante en el tiempo aparece la ya
mencionada tesis de pregrado realizada por Carlos Ariel Tejeda en 2008, “Plan de
restauración y conservación de los vitrales de la Necrópolis de Colón”, con el
mérito de relacionar por primera vez las principales casas productoras de vitrales
que operan en Cuba en la época de La República. Además, como su nombre lo
afirma, está enfocada hacia los vitrales de la Necrópolis Cristóbal Colón y brinda
gran cantidad de información de interés en lo que a este tema se refiere.
Finalmente, se encuentra la tesis de pregrado para la licenciatura de Preservación
y Gestión del Patrimonio Histórico Cultural del Colegio Universitario San Gerónimo
de La Habana elaborada por Mirell Vázquez, con el título de “Los Vitrales

23
Emplomados en las Construcciones Religiosas Habaneras de la Primera Mitad del
Siglo XX. Catalogación, Conservación y Gestión”. En este escrito se puede
encontrar un estudio mucho más detallado de la evolución de la vidriería en La
Habana, con una investigación más profunda en lo que a casas productoras
concierne. También existen otros trabajos realizados por la Escuela Taller de La
Habana como el inventario llevado a cabo en 1994 y varios trabajos de graduación
de la especialidad de restauración de vidrio pero que, sobre todo estos últimos,
son poco profundos y fundamentalmente referenciales.

No se ha encontrado en ninguna de la bibliografía consultada referencia a algún


sistema de criterios de valoración que sea utilizado para los vitrales u otro tipo de
manifestación de las artes plásticas. Asimismo, ninguno de los especialistas
entrevistados conoce de la existencia de alguno parecido. De manera lejana se
puede encontrar relación entre este y los Grados de Protección Patrimonial que se
le otorgan a los monumentos.

Por una entrevista realizada al Jefe del Departamento Técnico de la Necrópolis


Cristóbal Colón se sabe, se ideó un plan para su restauración y conservación que
contenía tres posibles variantes. Una es la de intervención de monumentos que
responde, como su nombre lo dice, a la intervención de monumentos aislados que
tengan interés patrimonial. Otra se denomina intervención por zonas. Es muy
parecida a la anterior, sólo que en vez de trabajar un solo monumento se trabaja
un grupo que constituya un conjunto. La última consiste en la intervención de
completamiento que está dedicada a restaurar un monumento que si bien no tiene
valor en sí mismo forma parte de un grupo en el que el resto no requiere ser
sometido a obra. Este plan estaba destinado a las capillas y no a los demás
elementos que constituyen el cementerio. Constituye una opción válida pero que
deja mucho a la subjetividad y la opinión.

Se requiere un sistema específico para la restauración y conservación de vitrales


que sea científico y objetivo.

24
Capítulo II. Sistema de Clasificación Jerárquico
para los vitrales de la Necrópolis de Colón.
Elaboración y método de aplicación.

25
2.1. Diagnóstico de los vitrales de la Necrópolis
Cristóbal Colón .
El primer paso a seguir siempre que se pretende intervenir una pieza o un
conjunto de ellas debe ser la investigación de su historia y sus características. De
esta manera se conoce el objeto a fondo y se evita que ocurran errores por
desconocimiento. Es por esta razón que entre el 9 de octubre del 2015 y el 15 de
febrero del 2016 se lleva a cabo un levantamiento a los vitrales existente en la
Necrópolis Cristóbal Colón.

Se seleccionaron la totalidad de los vitrales existentes en las capillas, con


excepción de los pertenecientes a la capilla central ya que estos son de factura
reciente y solamente queda uno de los originales, habiéndose destruido todos los
demás con el paso de los años.

Como ya se ha mencionado, en 2008 se realizó un inventario general de los


vitrales que existían en la Necrópolis Cristóbal Colón como parte de un trabajo de
diploma para la Licenciatura en Restauración del ISA. Durante este estudio se
tomaron en cuenta no solo los vitrales que hacen uso del plomo o la técnica de
sándwich, sino que además se tuvieron en cuenta los ventanales o cerramentos
que utilizando la luz y en directa relación con la arquitectura tienen como objetivo
crear un cierto ambiente. Así encontramos vanos cerrados con opalinas o bloques
de vidrio que tamizan la luz, vidrios grabados al ácido o ventanas forjadas que en
combinación con el vidrio sin trabajar se constituyen en un conjunto artístico. En el
momento del estudio se identificaron 61 capillas con vitrales, las que contenían un
total de 177 obras. En la descripción de los daños los más comunes registrados
fueron la falta del vidrio protector, las roturas leves, la pérdida parcial y el mal
estado de la estructura.

26
Resulta importante destacar que para la presente investigación solo se tomaron
como objeto de estudio los vitrales con las técnicas de vitral emplomado y
sándwich y no todos los que conformaron el conjunto de Tejeda.

Para llevar a cabo el levantamiento se elaboró una planilla de inventario donde se


recogerían los datos de interés de cada vitral, conformada por dos formularios
(Anexo No.3).

El Formulario A tiene como objetivo recoger los datos generales del vitral.
Primeramente, se realiza la documentación fotográfica del vitral, tanto desde
adentro como desde afuera, y de la capilla donde se encuentra. A continuación,
se recolecta información sobre su posición dentro de la capilla que lo contiene, la
ubicación de la capilla, la técnica decorativa con la que se realizó, la armadura que
lo sostiene y la protección con la que cuenta.

El Formulario B está destinado a conocer el estado de la obra. Este brinda


información sobre el estado de conservación de la capilla y del vitral. En lo que al
vitral se refiere, se recopilan datos sobre las restauraciones anteriores y sobre las
alteraciones de los vidrios, los plomos, los paneles, la pintura y la armadura.

Actualmente la Necrópolis Cristóbal Colón cuenta con 34 capillas que contienen


un total de 131 vitrales (según los parámetros de esta investigación). De estos
vitrales contabilizados algunos no existen, pero se incluyen ya que resulta
evidente su ausencia y forman parte del conjunto de la capilla a la que pertenecen.
En algunas capillas se aprecia o se conoce que en el pasado existieron vitrales,
pero no forman parte del conteo.

Los vitrales están dispersos por


5%
toda la necrópolis y se encuentran 12%
36% NO
ejemplares en todos los cuarteles. SO
Sin embargo, algunos cuarteles NE
SE
cuentan con una mayor cantidad 47%

que otros. De esta forma, el

27
Gráfico No.1 Distribución de los vitrales por cuarteles.
Fuente: Elaboración propia.
Suroeste posee 61 vitrales, para un 47 % y el Noroeste, 47 para un 36 %, mientras
que el Noreste tiene 16 obras y el Sureste sólo 7. Se puede observar en el gráfico
que casi el 50% de los vitrales existentes se encuentran ubicados en el cuartel
Suroeste, seguido en proporción por el Noroeste. Mientras tanto, la cantidad
presente en los otros dos cuarteles resulta muchísimo más pequeña. Esto podría
estar relacionado con el hecho de que los cuarteles Noreste y Sureste cuentan
con una mayor zona de Campo Común que los otros dos. (Anexo No.2)

En cuanto a las divisiones por zona de


importancia se apreció que la Zona de
Monumentos de 1ra es la que mayor 15%
Monumento de
cantidad de estos tiene con 43 33% 1ra
repartidos en 8 capillas, lo que 14% Monumento de
2da
constituye el 33% del total, seguida por Monumento de
12% 3ra
la Zona de Monumento de 2da con 34 26%
distribuidos en 6 capillas, un 26% del
total. El resto se organiza de mayor a
Gráfico No.2 Distribución de los vitrales por zonas de
menor cantidad así: Zona de Campo importancia.
Fuente: Elaboración propia.
Común, 20 vitrales en 9 capillas, Zona
de Cruz de Segunda Orden, 18 vitrales en 5 capillas y Zona de Monumento de
3ra, 16 vitrales en 5 capillas. Esta distribución se debe a que en las Zonas de
Monumentos de Primera y de Segunda estaban destinadas para las familias más
adineradas, lo que trajo consigo la construcción de capillas más suntuosas y con
más elaboración artística.

La técnica de realización que más se encontró fue la vidriera pintada al fuego, con
un total de 75 ejemplares,
2% 2%
Pintada al fuego para un 51 %, de los que 9

Pintada al fuego
están faltantes. La segunda
(faltante) más común fue la vidriera
38% Sencilla
51% sencilla, con 53 ejemplares,

Sencilla (faltante)
28
7%
Sándwich

Gráfico No.3 Técnicas de elaboración.


Fuente: Elaboración propia.
con un 38 %, de los que 3 ya no existen. Por último, se encontraron 3 ejemplares
de vidriera de sándwich. El gráfico No.3 muestra como más de la mitad de los
vitrales que hoy se encuentran se realizaron pintados al fuego, lo que demuestra
las preferencias y el nivel económico de sus propietarios. Un dato interesante que
sale a la luz es el de la poquísima representación que tienen los vitrales Sándwich.
Esta característica repercute directamente en el nivel de importancia que se le
brindará a estas obras en el sistema de clasificación jerárquico.

Del total de vitrales, solamente


47 de ellos no necesitan
intervención de ningún tipo por
36% No requiren encontrarse en un buen estado
intervención
de conservación, lo que
64% Sí requiren
intervención constituye un 35.8% de la
muestra. Esto significa que
más del 63% de ellos requiere
Gráfico No.4 Necesidad de intervención. algún tipo de intervención, lo
Fuente: Elaboración propia.
que corrobora la hipótesis de
que gran parte de los vitrales de la necrópolis se encuentran en mal estado o en
peligro de desaparecer. Además, 78 cuentan con algún tipo de protección, ya sea
vidrio y reja o sólo uno de los dos. Mientras tanto, 40 no tienen ningún tipo de
protección. Esto constituye un factor de riesgo ya que así se encuentran
desprotegidos de la intemperie y de los posibles golpes.

La tabla No.1 muestra las afectaciones que presentan los vitrales, la cantidad de
vitrales afectados y la cantidad de capillas en las que estos se encuentran
distribuidos. Así, se determinó que de los 84 vitrales que sí requieren intervención,
21 tienen piezas faltantes y de estos son 5 los que las piezas faltantes constituyen
paneles completos, lo que constituye la afectación más frecuente. 24 tienen piezas
rotas, 31 están deformados, 25 muestran depósitos de suciedad, 6 presentan una
armadura totalmente corroída y 8 manifiestan alteraciones en la pintura. Estas
son las afectaciones más relevantes que se encontraron. No obstante, otras de
29
distinta índole salieron a la luz con el inventario. Claro está que estas afectaciones
no se reparten una por cada vitral, sino que una misma obra suele presentar
varios daños.

Afectaciones Cantidad de Cantidad de Capillas


vitrales
Piezas faltantes 35 18
Piezas rotas 24 15
Piezas fuera de lugar 2 1
Paneles deformados 31 11
Red de plomos abiertos 3 3
Trazos borrados (pintura) 5 3
Pérdida total de la pintura 1 1
Pérdida parcial de la pintura 4 3
Armadura deformada 1 1
Armadura corroída puntualmente 10 1
Armadura corroída totalmente 6 3
Masilla alterada 13 4
Tabla No.1 Afectaciones de los vitrales.
Fuente: Elaboración propia.

Los datos obtenidos en este diagnóstico serán utilizados más adelante para la
elaboración del sistema de clasificación jerárquico. Estos servirán para la
distribución de los valores que le son otorgados a los criterios de valoración por
parte de los expertos. Son estos datos, los criterios seleccionados y el valor que a
estos le otorgan los expertos los tres puntos clave de este sistema.

La piedra angular de esta investigación la constituye el método mediante el cual


un conjunto de expertos brinda sus opiniones con el objetivo de determinar cuál es
el estado de opinión.

2.2. Método de expertos


Debido a la ausencia de otros sistemas semejantes que sirvan de paradigma a
seguir, se recurre a la utilización de expertos de diferentes campos para la
elaboración de la propuesta. Se basa en el método de evaluación de expertos

30
(estado de opinión) en el que, desde el punto de vista cualimétrico, se valida
teóricamente un modelo teórico propuesto. En este, el conjunto de especialistas
valoran las ideas que se han propuesto, y la práctica histórico-social comprobará
de manera definitiva en un momento dado el objeto concreto-pensado propuesto
por los investigadores como posible solución al problema. La ejecución de la
evaluación de expertos es, en parte, un trabajo técnico, que presupone una
observancia estricta de determinadas reglas y un arte que requiere de intuición y
conocimientos.

Estos métodos deben garantizar la realización de cuestionamientos precisos sin la


posibilidad de una doble interpretación, obtener respuestas susceptibles de ser
cuantificadas, independientes unas de las otras o cuya interdependencia pueda
mostrarse de manera clara al ser procesadas estadísticamente, respuestas que
reflejen criterios personales lo más distantes posible de la influencia directa de
criterios de otras personas, oficialistas e intereses institucionales.

“Se entiende por experto, según R. Durand (1971), tanto al individuo en sí como a
un grupo de personas u organizaciones capaces de ofrecer valoraciones
conclusivas de un problema en cuestión y hacer recomendaciones respecto a sus
momentos fundamentales con un máximo de competencia”.

Si bien este método sirve de plataforma para la conformación del presente sistema
jerárquico de clasificación, no es utilizado para la validación de la propuesta sino
para la recogida de datos. En este caso los expertos son encuestados para
recopilar la información acumulada durante sus años de experiencia y conocer el
estado de opinión. Los datos recolectados son utilizados para elaborar dicho
sistema.

Para cumplir con este objetivo, los expertos son sometidos a una encuesta
formada por dos cuerpos. El primero brinda información que es utilizada para
determinar si cumplen con los parámetros de experticidad requeridos. En el
segundo valoran los criterios propuestos en base a la importancia que le atribuyen
y realizan los comentarios que consideren pertinentes. (Anexo No.5)
31
2.3. Selección de los campos de experticidad y justificación.
Se determinaron tres campos de experticidad diferentes para la selección de los
expertos que serán encuestados, ya que de esta forma se evalúan diferentes
puntos de vista desde varias ramas. Los tres campos son la Vitralería, la
Conservación y Restauración y la Historia del Arte.

La Vitralería, o sea, el arte u oficio de hacer vitrales, se selecciona ya que el objeto


de estudio son los vitrales ubicados en las capillas de la Necrópolis Cristóbal
Colón.

La Conservación y Restauración se selecciona debido a que el objetivo


fundamental del Sistema de Clasificación Jerárquico tributa directamente a esta
rama.

Finalmente, se determinó la inclusión de la Historia del Arte ya que los vitrales,


como objetos artísticos, al estar ubicados dentro del Cementerio de Colón y,
muchas veces, representar escenas relacionadas con la muerte, son considerados
arte funerario.

2.4. Selección y validación de los expertos .


La literatura consultada plantea que es indiferente la cantidad de expertos
encuestados. Lo importante es la experiencia y la calidad de los conocimientos de
cada uno por encima de la cantidad. De los 9 expertos seleccionados, 7 son
Licenciados, 1 Ingeniero y 1 Doctor en Ciencias (Anexo No.4).

Para la valoración del grado de experticidad de la muestra se determina el


Coeficiente de Competencia, que está dado por el Coeficiente de Conocimiento o
Información y el Coeficiente de Argumentación.

Primeramente, se halla el Coeficiente de Conocimiento o Información (Kc). Para


esto se le pide al experto que valore de 0 a 10 (donde 0 es el desconocimiento
total y 10 el conocimiento pleno) el nivel de conocimiento que tiene sobre el tema.
32
Experto 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Kc
1 X 0.7
2 X 0.9
3 X 0.8
4 X 0.9
5 X 0.8
6 X 0.9
7 X 0.9
8 X 0.7
9 X 1
Tabla No.2 Coeficiente de Conocimiento de los expertos encuestados.
Fuente: Elaboración propia.

Luego se aplica la siguiente fórmula:

Kc=n(0.1)

Donde:

Kc es el Coeficiente de Conocimiento

N es el rango seleccionado por el experto

Posteriormente se pasa a calcular el Coeficiente de Argumentación (Ka). Para


esto se le presenta al experto la siguiente tabla sin cifras y se pide que califique de
alta, media o baja su capacidad de argumentación teniendo en cuenta varios
aspectos.

33
Grado de influencia de cada una de
Fuentes de argumentación las fuentes en sus criterios
Alto Medio Bajo
Experiencia Teórica 0.3 0.2 0.1
Experiencia Práctica 0.5 0.4 0.2
Conocimiento de la literatura
0.05 0.04 0.02
especializada nacional
Conocimiento de la literatura 0.05 0.04 0.02
especializada internacional
Conocimiento del estado actual de la 0.05 0.04 0.02
problemática en el país y en el extranjero
Intuición 0.05 0.04 0.02
Total 1 0.76 0.38
Tabla No.2 Valores de las fuentes de argumentación
Fuente: Elaboración propia

Para la determinación de este coeficiente se aplica la siguiente fórmula:

x
Ka =∑n
i
donde:

Ka es el coeficiente de argumentación

n es el valor correspondiente a la fuente de argumentación

Estos son los valores de las fuentes de argumentación brindados por los expertos
después de aplicada la encuesta.

34
Conocimiento
Conocimiento Conocimiento del estado
de la de la actual de la
Experiencia Experiencia
Experto literatura literatura problemática Intuición Ka
Teórica Práctica
especializada especializada en el país y
nacional internacional en el
extranjero
1 0.3 0.4 0.05 0.05 0.05 0.04 0.89
2 0.3 0.5 0.04 0.05 0.04 0.05 0.98
3 0.3 0.5 0.04 0.04 0.05 0.05 0.98
4 0.2 0.5 0.04 0.04 0.05 0.04 0.87
5 0.2 0.5 0.05 0.05 0.05 0.05 0.90
6 0.3 0.5 0.05 0.05 0.05 0.05 1.00
7 0.3 0.5 0.04 0.04 0.02 0.05 0.95
8 0.3 0.4 0.05 0.05 0.05 0.05 0.90
9 0.2 0.5 0.04 0.05 0.05 0.04 0.88
Tabla No.3 Coeficiente de Argumentación de los expertos encuestados.
Fuente: Elaboración propia

Con estos datos se procedió a hallar el Coeficiente de Competencia (K) que


finalmente representa el coeficiente que determina la consideración de la
utilización de cada experto para ser seleccionado. Este coeficiente se calcula de la
siguiente forma:

K=0.5(Kc+Ka)

Donde:

35
K es el coeficiente de competencia.

Kc es el coeficiente de conocimiento.

Ka es el coeficiente de argumentación.

El resultado obtenido se compara con la presente escala con el objetivo de


determinar la utilización o no en la muestra:

Si el resultado oscila entre 1≥K≥0.76 el coeficiente de competencia es Alto;

Si el resultado oscila entre 0.75≥K≥0.39 el coeficiente de competencia es Medio;

Si el resultado es 0.38≥K el coeficiente de competencia es Bajo.

Se deben utilizar expertos de competencia alta, no obstante, se puede valorar la


utilización de expertos de competencia media. Sin embargo, nunca se debe
recurrir a expertos de competencia baja.

La siguiente tabla muestra los resultados del cálculo del Coeficiente de


Competencia para cada uno de los expertos encuestados.

Experto K Escala
1 0.79 Alto
2 0.94 Alto
3 0.89 Alto
4 0.88 Alto
5 0.85 Alto
6 0.95 Alto
7 0.92 Alto
8 0.80 Alto
9 0.94 Alto
Tabla No.4 Coeficiente de Competencia de los expertos encuestados
Fuente: Elaboración propia

36
Como muestra la tabla, todos los expertos encuestados cuentan con un
Coeficiente de Competencia alto, por lo que sus opiniones pueden ser utilizadas
para la elaboración del Sistema de Clasificación Jerárquico.

2.5. Selección y justificación de los criterios de


valoración.
La identificación de los criterios de valoración constituye uno de los dos pasos más
importantes en la conformación de la propuesta, siendo la determinación del nivel
de importancia de cada criterio el otro punto vital.

Se entiende por criterio de valoración una de las características que posee un


vitral, en este caso los que se encuentran ubicados en las capillas de la Necrópolis
Cristóbal Colón, y que en conjunto con otros criterios permiten la valoración del
vitral en sí mismo. Cada criterio tiene un valor diferente basado en el grado de
importancia que le concede el estado de opinión de los expertos encuestados.

Los criterios de valoración tentativos que se presentan a los expertos para su


valoración fueron seleccionados por la autora basándose en los años de
experiencia con que cuenta en la restauración y elaboración de vitrales en
conjunto con entrevistas realizadas a especialistas.

2.6. Descripción de los criterios de valoración.


Como ya se ha planteado, los criterios tentativos fueron presentados a los
expertos para que estos los valoraran e hicieran recomendaciones y comentarios.
Basándose en estas recomendaciones se depuraron los criterios de valoración,
quedando finalmente los que forman parte del Sistema de Clasificación Jerárquico.
De esta forma, los criterios definitivos fueron Autenticidad, Integridad, Técnica de
Elaboración, Nivel de Complejidad, Autor, Época de Elaboración, Ubicación y
Valor Simbólico.

37
Según el Documento de Nara sobre la Autenticidad, redactado en 1994, esta
aparece como un factor de cualificación esencial en lo que concierne a los valores
patrimoniales. La comprensión de la autenticidad desempeña un papel
fundamental en todos los estudios científicos del patrimonio cultural. Está
determinada por las fuentes de información sobre estos valores. “Algunos de los
aspectos de las fuentes pueden ser la forma y el diseño, los materiales y la
sustancia, el uso y la función, la tradición y las técnicas, la ubicación y el
escenario, así como el espíritu y el sentimiento” (UNESCO, 1994). Generalmente
se le atribuye a un bien cultural cuyos materiales son originales o genuinos, cómo
fue construido, y tomando en cuenta que ha envejecido y cambiado con el tiempo.
En cuanto a un monumento o sitio histórico concebido como una obra de arte, el
ser auténtico puede interpretarse en relación con el proceso creativo que lo
produjo como un producto genuino de su tiempo, e incluye los efectos del paso del
tiempo. Ser auténtico no debe confundirse con ser idéntico; por ejemplo, una
reconstrucción moderna puede ser idéntica a la forma histórica, pero no es
auténtica.

La palabra integridad proviene del latín integrîtas, (totalidad, virginidad, robustez y


buen estado físico), pero el vocablo se deriva del adjetivo integer (intacto, entero,
no tocado o no alcanzado por un mal). Se compone de in- (no) y una raíz que es la
misma que la del verbo tangere (tocar o alcanzar), es la pureza original y sin
contacto o contaminación con un mal o un daño (físico o moral). Se encuentra
profundamente relacionado con el concepto de autenticidad, tanto es así que en
gran parte de los documentos sobre el tema estos conceptos se manejan juntos
(autenticidad/integridad). Durante el siglo XIX existieron dos polos opuestos en las
escuelas de restauración. Por una parte, John Ruskin defendía la autenticidad de
las obras abogando por la no intervención y el respeto a los daños que sufren
debido al paso del tiempo. Del otro lado se encontraba Eugène Emmanuel Violet-
le-Duc, quien pensaba que la gente tenía tanto derecho como los creadores de las
construcciones de modificarlas e incluso mejorarlas. Con el ánimo de conciliar de
manera universal estas posiciones extremas, en los años treinta del siglo XX, un
38
grupo internacional de científicos se reunió y, a través de un acuerdo denominado
Carta de Atenas, establecieron los principios de autenticidad basados en la idea
positiva de conservar los edificios y los monumentos sin reconstruir ni engañar a
las generaciones futuras. Para los fines de esta investigación se entenderá por
integridad el grado de conservación que posea una obra, más específicamente un
vitral, por ejemplo, si cuenta con todas sus piezas o no, o si las grisallas y
esmaltes se encuentran en buen estado.

En lo que ha vitral se refiere, la Técnica de Elaboración está constituida por la


forma en la que fue realizado. Varía fundamentalmente por la manera en la que
están tratados los vidrios y por cómo las diferentes piezas que lo conforman se
unen entre sí.

El Nivel de Complejidad está dado por la cantidad de trabajo que presenta una
obra. Dicho Nivel de Complejidad puede estar determinado por la cantidad de
detalles que tiene el vitral, la cantidad de piezas que lo conforman, sus
dimensiones, la calidad del dibujo y su colocación.

El Autor o casa productora de una pieza de arte, especialmente de un vitral,


resulta difícil de determinar si este no está firmado o no se cuenta con
documentación relacionada. En algunos casos los especialistas son capaces de
determinar la autoría basándose en la composición de la imagen, el tipo de
pigmento utilizado, la calidad del dibujo o la temática que trata. No obstante, esta
práctica no es del todo recomendable, ya que está sujeta a la subjetividad y es de
difícil verificación.

La Nacionalidad fue un criterio tentativo propuesto a los expertos y que debido a


su estrecha relación con el Autor fue eliminado, ya que si es posible determinar
quién lo produjo se sabrá de qué país proviene.

La Época de Elaboración, al igual que la autoría, necesita información necesaria


para su definición, pero no siempre es recomendable su abordaje. Por ejemplo, se
pueden realizar pruebas de laboratorio a sus componentes para determinar la

39
fecha de fabricación, pero este tipo de intervención atenta contra la integridad, y
puede producir daño estructural. Es interesante destacar que, si bien hubo casas
productoras que funcionaron solamente por un período de tiempo determinado,
existen otras que todavía hoy se mantienen en activo, como es el caso de la Casa
Maumèjeans.

El criterio Ubicación hace referencia al lugar de la Necrópolis de Cristóbal Colón


donde se encuentra la capilla que contiene al vitral. La necrópolis se encuentra
dividida en cinco zonas de diferente nivel de importancia monumental. Estas son,
en orden de mayor a menor grado de importancia, las Zonas de Monumento de
Primera, de Segunda y de Tercera, la Cruz de Segunda Orden y el Campo
Común. (Anexo No.2)

Finalmente, el Valor Simbólico está determinado por el vitral en sí mismo o por la


capilla donde se encuentra. En cuanto al valor simbólico del vitral puede estar
dado por la representación de una imagen o escena única o poco común. Por su
parte, el de la capilla está relacionado con la singularidad de su arquitectura, que
pertenezca a una personalidad relevante de la historia o la cultura o que resulte
importante en el imaginario popular. Un punto de partida a seguir pueden ser los
monumentos que se hallan resaltados en el mapa turístico elaborado por la
institución.

2.7. Valoración y organización de los criterios.


Como ya se ha planteado, la valuación de los criterios por parte de los expertos
constituye una de las etapas más importantes de la presente investigación. Luego
de aplicadas todas las encuestas se elaboró la siguiente tabla donde se reúnen
todos los datos para luego hallar la media o promedio para cada criterio, lo que
dará como resultado el nivel importancia que tiene cada uno.

La organización, o sea, el orden de importancia de los criterios de valoración está


dado por la puntuación final que queda al promediar las opiniones de los expertos

40
encuestados. De esta forma, a mayor número mayor nivel de importancia. Luego
de hallados los promedios, el orden queda de la siguiente manera:

Criterios
Nivel de Valor
Autenticidad Integridad Autor Época Técnica Ubicación
complejidad simbólico
Expertos
1 9 9 8 7 8 8 6 7
2 9 9 8 8 9 9 9 9
3 10 10 6 6 9 8 7 5
4 10 6 7 10 10 10 2 2
5 10 9 10 9 9 8 9 10
6 10 10 8 9 8 8 8 9
7 10 8 8 8 8 8 6 5
8 9 9 5 6 8 9 7 9
9 10 7 8 9 7 6 2 5
Promedio 9.67 8.56 7.56 8.00 8.44 8.22 6.22 6.78
Tabla No.5 Valores otorgados por los expertos a los criterios
Fuente: Elaboración propia

1. Autenticidad con 9.67 puntos.


2. Integridad con 8.56 puntos.
3. Técnica de elaboración con 8.44 puntos.
4. Nivel de complejidad con 8.22 puntos.
5. Época de elaboración con 8.00 puntos.
6. Autor con 7.56 puntos.
7. Valor Simbólico con 6.78 puntos.
8. Ubicación en la necrópolis con 6.22 puntos.

2.8. Sistema de puntuación


Una vez determinados los valores de cada criterio, se puede definir la manera en
que estos serán aplicados a los vitrales. Se propone que cada valor sea dividido
según la cantidad de factores que lo componen.

El criterio de autenticidad se le otorga a un vitral determinando si es auténtico o


no. Ya que un objeto no puede ser auténtico a medias se le concede el total de

41
puntos (9.67) si se determina que es, en efecto, auténtico y ninguno de ellos (0.00)
si se determina que no lo es.

La integridad, entendida como el nivel de conservación de un vitral, está


distribuida en tres niveles, alto, medio y bajo. Si el vitral presenta un estado de
conservación alto, o sea, no requiere intervención, no se le otorga ninguno de los
puntos (0.00) correspondientes a este criterio. Si el nivel de integridad fuera
medio, se le otorga la mitad los puntos (4.28). Si se determinara que su nivel de
integridad es bajo, se valora con el total de los puntos (8.56) que corresponden a
este criterio. Procediendo de esta manera, o sea, dando la mayor cantidad de
puntos a los vitrales en peor estado de conservación, se asegura que los que se
encuentren en mayor peligro ocupen un lugar de mayor prioridad sobre otros que
no requieran intervención.

El criterio Técnica de Elaboración se encuentra dividido, al igual que la integridad,


en tres niveles. Estos niveles están determinados, como su nombre bien dice, por
la técnica que se utilizó para la fabricación de vitral, siendo estas la técnica de
vidriera sencilla, pintada al fuego y sándwich. Nótese que estas fueron las mismas
técnicas que se seleccionaron para el levantamiento en la Necrópolis Cristóbal
Colón. Dado el caso que la vidriera en cuestión sea sencilla le corresponde un
33% de los puntos (2.79) correspondientes al criterio, ya que esta es la técnica
menos valorada de las tres escogidas. Si se tratara de una pintada al fuego,
entonces se valora con un 66% de los puntos (5.57) ya que entre los especialistas
y la mayoría de los propietarios esta es la técnica más apreciada. No obstante, se
les concede la mayor cantidad de puntos (8.44) a las vidrieras de sándwich por
dos razones. Primeramente, esta es una técnica ideada y patentada en Cuba.
Además, es poco común y sus ejemplares se encuentran en muy raras ocasiones,
tal es el caso de la Necrópolis Cristóbal Colón donde, como se mostró en el
gráfico No.3, solo existen 3 vitrales de este tipo, lo que constituye apenas el 2% de
la muestra.

42
El Nivel de Complejidad estará dividido en alto, medio y bajo, de igual forma que
se procedió con el criterio de Integridad. En este caso, mientras mayor sea el nivel
de complejidad mayor cantidad de punto se le otorgan. Así, si el nivel es alto se
valora con el 100% de los puntos (8.22), si es medio, con el 66% (5.43) y si el nivel
es bajo, entonces se le concede el 33% (2.72) de los puntos. Obrando de esta
manera se consigue que un vitral más elaborado y con mayor cantidad de trabajo
se ubique más alto en la escala jerárquica.

Como ya se ha comentado, fue en el período de la República que el vitral tuvo su


momento de más auge en Cuba, decayendo notablemente luego del 1960
producto de la emigración de gran parte de las familias adineradas que residían en
la isla, o sea, los mayores consumidores de este arte. Por esta razón, el criterio
Época se encuentra separado en vitrales elaborados antes de 1960 y los
elaborados después de 1960. Los primeros se valoran con la mitad de los puntos
de este criterio (4.00) ya que, si bien estos son más antiguos, también son mucho
más comunes. Los segundos cuentan con el total de los puntos (8.00) debido a
que los ejemplares realizados en esta etapa son más escasos, más aún en la
Necrópolis Cristóbal Colón que cuenta con muy pocos ejemplos de capillas
posteriores al movimiento moderno.

Determinar el productor de una vidriera es una tarea complicada si esta no se


encuentra firmada. De igual forma, afirmar que un vitral es superior a otro
basándose en la casa productora que lo realizó constituye un juicio de valor muy
subjetivo. Es por esto que el criterio Autor se centra en la nacionalidad de la pieza,
o sea, si es de factura nacional o extranjera. De ser una obra de autoría cubana se
le valora con el máximo de los puntos del criterio (7.56) y si de serlo extranjera se
le asigna la mitad (3.78). Esto se debe a que la mayoría de los vitrales de la
Necrópolis Cristóbal Colón corresponden a casas productoras de otros países. En
el caso de que sea imposible determinar su nacionalidad por falta de información
entonces no se le da ninguno de los puntos (0.00).

43
Con el criterio Valor Simbólico se procede de igual manera que con el de
Autenticidad. Si se determina que el vitral cuenta con un valor simbólico relevante
que lo haga sobresalir entre otros del grupo, entonces se le puntúa con en total del
valor (6.78). De no ser así, no le corresponde ninguno de los puntos (0.00) del
criterio.

Por último, el criterio Ubicación se divide según las zonas de importancia


existentes en la necrópolis. A mayor importancia de la zona donde se encuentra,
mayor puntuación. En consecuencia, los puntos del criterio están repartidos de la
siguiente manera: Zona de Monumento de Primera el 100% de los puntos (6.22),
Zona de Monumento de Segunda el 80% de los puntos (4.98), Zona de
Monumento de Tercera el 60% de los puntos (3.73), Cruz de Segunda Orden el
40% de los puntos (2.49) y Campo Común el 20% de los puntos (1.24).

Luego de aplicarle al vitral en cuestión los valores que le corresponden según


cada criterio, estos se suman para determinar su valor final. Estos valores finales
permiten crear un orden en escala que define su prioridad en el conjunto. Mientras
mayor sea la puntuación, más rápida debe ser su intervención.

La tabla No.6 ha sido elaborada a partir del procedimiento antes explicado, con el
objetivo de facilitar su aplicación. En ella se muestran los criterios de valoración y
sus respectivas divisiones de puntuación. En la columna Valor se coloca in situ la
cantidad de puntos que corresponden por cada criterio, para luego hallar el total.
Así, de manera sencilla, se tienen todos los datos agregados en una sola tabla
que se puede utilizar directamente en el trabajo de campo para la recogida de
datos. Además, constituye una herramienta de almacenamiento estandarizado y
que permite la recuperación de información fácilmente.

44
Criterios Valor
Autenticidad Sí (9.67) No (0.00)
Integridad Bajo (8.56) Medio (4.28) Alto (0.00)

Técnica de Pintada al fuego


Sándwich (8.44) Sencilla (2.79)
Elaboración (5.57)

Nivel de
Alto (8.22) Medio (5.43) Bajo (2.72)
Complejidad

Época de
Anteriores a 1960 (4.00) Posteriores a 1960 (8.00)
Elaboración

Autor Nacional (7.56) Extranjero (3.78)

Valor
Sí (6.78) No (0.00)
Simbólico
Cruz
Zona de Zona de Zona de de
Campo
Monument Monument Monument 2da
Ubicación Común
o de 1ra o de 2da o de 3ra Orde
(1.24)
(6.22) (4.98) (3.73) n
(2.49)
Total
Tabla No.6 Valoración de vitrales
Fuente: Elaboración propia

Una vez que se tienen valorados todos los vitrales que constituyen la muestra, son
organizados de mayor a menor y así se obtiene, de manera definitiva, el orden
jerárquico de intervención.

2.9. Determinación de factibilidad


Es un hecho conocido que la restauración es un proceso complicado y que
consume una gran cantidad de recursos. Cuba, concretamente, sufre la falta de
materiales especializados. El campo de la restauración de vitrales no corre con

45
diferente suerte. Muchas veces se dejan de intervenir piezas por ausencia de los
recursos necesarios.

Es por esta razón que, como parte de este sistema de clasificación jerárquico, se
ha creado un procedimiento que ayude a determinar la factibilidad de la
intervención que se pretende acometer. El gráfico No.5 muestra el diagrama de
flujo con los pasos a seguir.

El Paso No.1 constituye la solicitud de intervención por parte de la institución.

El Paso No.2 está destinado al levantamiento total de los vitrales que se desea
intervenir para llevar a cabo una defectación preliminar que permita conocer las
características de cada uno.

En el Paso No.3 se aplica el sistema de clasificación jerárquico propuesto para


determinar el orden de prioridades de intervención.

En el Paso No.4 se elige el vitral al que le corresponda la intervención. De ser el


inicio del proceso de restauración, entonces se comienza por el primero de la lista
y, a medida que se vaya avanzando en los trabajos, se va pasando a los
siguientes según el orden establecido.

Durante el Paso No.5 se evalúa la factibilidad de intervenir el vitral que


corresponda. Si se determina que el trabajo no es factible entonces se vuelve al
Paso No.4 y se elige el próximo vitral en la lista. Si se determina que sí es factible,
entonces se continúa al Paso No.6.

El Paso No.6 está ocupado en la defectación al detalle del vitral que se encuentra
en proceso. Aquí se determinan las necesidades específicas para su intervención,
como, por ejemplo, los recursos necesarios.

El Paso No.7 es igual al No.5. Se evalúa la factibilidad de intervenir el vitral que


corresponda y si se determina que el trabajo no es factible entonces se vuelve al
Paso No.4 y se elige el próximo vitral en la lista. Si se determina lo contrario,
entonces se continúa al Paso No.8 y final.
46
El Paso No.8, último en el diagrama, lo constituye, en conclusión, la intervención
del vitral, siendo el final del procedimiento.

Una vez terminada la restauración del vitral se pasa al próximo vitral en la lista y
se comienza, de nuevo, desde el Paso No.1.
Solicitud de
Paso No.1
intervención

Defectación
Paso No.2
preliminar

Definición de
Paso No.3
prioridades de
intervención

Selección del vitral a


Paso No.4 intervenir

Evaluación de No
Paso No.5 factibilidad


Paso No.6 Defectación al detalle

Evaluación de No
Paso No.7 factibilidad

Paso No.8 Intervención

Gráfico No.5 Diagrama de flujo para la determinación de factibilidad de


intervención.
Fuente: Elaboración propia.

47
Conclusiones

48
1. Desde el año 2005 hasta la fecha se han redactado una serie de
documentos internaciones referentes al patrimonio funerario. En ellos se
define lo que se entiende como tal y se brindan guías y pautas para su
gestión y protección. Debido a que estos han sido escritos en la última
década se puede asegurar que ellos están a tono con las más recientes
tendencias de conservación y restauración y brindan una visión actual del
patrimonio.

2. En el mundo existen una gran variedad de organismos destinados a la


salvaguarda del arte del vitral. Estos se han dedicado a la sistematización
de la conservación y restauración de las vidrieras históricas, sobre todo
mediante la publicación de libros sobre técnicas y procederes de
restauración, y artículos que describen las intervenciones realizadas
alrededor del mundo.

3. Existen pocos estudios dedicados a conocer la historia de los vitrales en


Cuba. El libro de mayor importancia en el tema tiene más de cuatro
décadas de publicado, mientras que los estudios recientes no son
abundantes.

4. Durante la búsqueda bibliográfica llevada a cabo para la elaboración del


presente Sistema de Clasificación Jerárquico no se encontró ningún
procedimiento similar que pudiera ser considerado como un antecedente
directo, evidenciándose que los expertos entrevistados tampoco conocen
un sistema semejante.

5. El diagnóstico preliminar a la intervención de un conjunto de obras es una


herramienta de probada utilidad. En el caso del levantamiento realizado
para los vitrales de la Necrópolis Cristóbal Colón brindó información sobre
la cantidad de piezas existentes, sus principales características y su estado

49
de conservación. Estos datos sirven para la conformación del plan de
intervención y la creación del Sistema de Clasificación Jerárquico.

6. Los expertos identificaron que los criterios de la valoración a usar en el


Sistema de Clasificación Jerárquico son Autenticidad, Integridad, Técnica
de Elaboración, Nivel de Complejidad, Época de Elaboración, Autor, Valor
Simbólico y Ubicación. También hizo posible definir el nivel de importancia
de cada uno y la forma de aplicación para los vitrales de la Necrópolis
Cristóbal Colón.

7. La restauración no es proceso lineal y presenta retos como la disponibilidad


de recursos y los especialistas que la dominen. En ocasiones la ausencia
de estos puede hacer que un proceso de intervención sea poco factible. La
creación de métodos para determinar la factibilidad de un trabajo de este
tipo antes que se lleve a cabo contribuye a la racionalización de los
recursos y la agilización del proceso.

50
Recomendaciones

51
 La aplicación del Sistema de Clasificación Jerárquico para los vitrales de la
Necrópolis Cristóbal Colón debe realizarse durante el período de
restauración de la misma. Esto permitirá el trabajo de diferentes
especialidades en conjunto en una misma capilla. Además, así se evitará
que, interviniendo en los vitrales luego de que las otras obras de
restauración se hayan realizado, se dañe el trabajo que ya esté terminado.

 Se recomienda la aplicación del Sistema de Clasificación Jerárquico por


parte de especialistas en vitralería ya que son estos los que mejor dominan
el tema y mayor nivel de información poseen.

 Si se deseara aplicar el Sistema de Clasificación Jerárquico en otra


institución diferente a la Necrópolis Cristóbal Colón se debe llevar a cabo un
estudio para determinar si es deseable que esta sea utilizada tal cual fue
creada. De no ser así, se puede ajustar la distribución de los puntos
correspondientes a los factores que afectan los criterios en función de los
intereses de dicha institución y las características de sus obras. No
obstante, no se recomienda la variación de la puntuación total de los
criterios de valoración.

52
Fuentes de Información

53
Orales
1. Entrevista realizada por Adriana de la Nuez Sánchez, el 18 de Diciembre de
2015, en el Seminario de San Carlo y San Ambrosio, a las 12:00 pm, a
Patricia Godines Alonso, artesana vidriera.

2. Entrevista realizada por Adriana de la Nuez Sánchez, el 12 de Febrero de


2016, en la Necrópolis Cristóbal Colón, a las 2:00 pm, a Carlos Bauta
Martín, Jefe del Departamento Técnico de la Necrópolis Cristóbal Colón.

3. Entrevista realizada por Adriana de la Nuez Sánchez, el 24 de Febrero de


2016, en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, a las 4:00
pm, a Moraima Clavijo Colón, profesora.

Documentales
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integración y protección legal”. La Habana.

58
Anexos

59
Anexo No.1 Tabla de las capillas que contienen a los vitrales de la muestra.
Cuartel Zona Capilla Cantidad de vitrales

NE Monumento de 1ra 7575 10

NE Monumento de 1ra 9288 1

NE Monumento de 1ra 10268 1

NE Monumento de 2da 16320 2

NE Monumento de 3ra 21756 2

SE Monumento de 2da 9649 1

SE Monumento de 3ra 30209 2

SE Campo Común 39829-39829A 2

SE Campo Común 39828 1

SE Cruz de 2da Orden 19064 1

SO Cruz de 2da Orden 33520 1

SO Monumento de 2da 22859 6

SO Monumento de 2da 22225 1

SO Cruz de 2da Orden 35001-38468 6

SO Cruz de 2da Orden 30281 6

SO Cruz de 2da Orden 31661 1

SO Campo Común 16682 2

SO Campo Común 34823 5

SO Monumento de 2da 24872 6

SO Monumento de 2da 19289 Soc. 18

SO Monumento de 3ra 25281 4

60
SO Monumento de 3ra 25333-41544 4

SO Campo Común 23314 1

NO Monumento de 3ra 26627 4

NO Monumento de 1ra 10182 12

NO Monumento de 1ra 7654 2

NO Campo Común 5614-6716 2

NO Monumento de 1ra 8970 8

NO Campo Común 8733 3

NO Campo Común 37772 2

NO Campo Común 18042-21336 2

NO Cruz de 2da Orden 23079 3

NO Monumento de 1ra 8393-1 8

NO Monumento de 1ra 8045 1

61
Anexo No.2 Plano de la Necrópolis Cristóbal Colón con la ubicación de las
capillas que contienen a los vitrales de la muestra.

Capilla

62
Anexo No.3 Planilla de inventario para los vitrales de la Necrópolis Cristóbal
Colón.
Formulario A: Datos de los Vitrales -------/-------/-------
Fotografías: D M A

Vista frontal de la capilla Luz Reflejada Luz Trasmitida

Ubicación
Zonas

Monumento de 1ra 2da 3ra

Cruz de 2da Orden Campo común Ampliación

En la Necrópolis
Cuartel _________ Calle_______ Entrecalles _______y_______

Capilla____________

En la capilla
Izquierda _______ Centro ________ Derecha_______

Técnica Decorativa:

Vidriera sencilla

Pintada al fuego cara interna cara externa

Sándwich Otra _______________________

Armaduras:

Colocación exterior Colocación interior Mixta

Pivotante Fija

Barras de refuerzo derechas Barras de refuerzo con la forma del panel

Protección:
No Sí Malla Vidrio

63
Formulario B: Estado de la Obra

CAPILLA
Restauraciones anteriores: Sí No Autor (es):
Fecha:
Estado: Bueno Regular Malo Muy malo

VITRAL
Restauraciones anteriores:

Sí No Autor (es): Fecha:

Piezas Reutilizadas Repintes en Frío

Plomos de Fractura Restos de Enmasillado

Cambio de Ubicación:

Posición Original Posición


Actual__________________________

Alteraciones:

Piezas faltantes Cantidad______ Vidrios rotos Cantidad______ Plomos de


fractura

Deformación de Paneles Red de plomo débil Plomos abiertos Plomos


corroídos

Alteración uniforme Cráteres Picaduras

Depósitos de Suciedad Recubrimiento biológico

Pintura: Pérdida total Pérdida parcial Trazos borrados Descamado


Desprendimiento

Oscurecimiento Alteraciones pintura en frío

Armadura Deformada

Armadura Corroída: Puntualmente Totalmente

Masilla alterada

64
Anexo No.4 Lista de expertos encuestados.
Campo de Categoría
No. Nombre Puesto de trabajo u ocupación
experticidad Científica

Profesora de la especialidad de
Mirell Vázquez
1 Vitralería Licenciada vidriería de la Escuela Taller de La
Montero
Habana.

Roger Gonlález
2 Vitralería Licenciado Artesano vidriero
Martell

Patricia
3 Godines Vitralería Licenciada Artesana vidriera
Alonso

Carlos Bauta Conservación y Jefe Departamento Técnico de la


4 Ingeniero
Martín Restauración Necrópolis Cristóbal Colón

Especialista en Conservación del


Marianela Conservación y
5 Licenciada Laboratorio de Biología. Gabinete de
López Bello Restauración
Conservación y Restauración.

Doctora en
Vivian Mas Conservación y Profesora en el Colegio Universitario
6 Ciencias
Sarabia Restauración San Gerónimo de La Habana
Técnicas

Moraima Profesora en el Colegio Universitario


7 Historia del Arte Licenciada
Clavijo Colón San Gerónimo de La Habana

Loliette
8 Marrero Historia del Arte Licenciada Curadora del Centro Wilfredo Lam
Delachaux

Yaneli Leal del Profesora en el Colegio Universitario


9 Historia del Arte Licenciada
Ojo de la Cruz San Gerónimo de La Habana

65
Anexo No.5 Encuesta a expertos.
La siguiente encuesta forma parte una investigación que tiene como objetivo crear un sistema de clasificación
jerárquico para los vitrales de la Necrópolis de Colón. Este estudio permitirá la creación de un sistema de
clasificación objetivo y científico que permita definir las prioridades de intervención.

DATOS DEL ENCUENSTADO

Nombre y apellidos:

Campo de profesionalidad:

Categoría Científica:

Puesto de trabajo u ocupación:

FASE DE AUTOEVALUACIÓN

1. Teniendo en cuenta el nivel de conocimiento sobre vitralería, Conservación y Restauración o Historia


del Arte, marque con una cruz en la siguiente tabla la casilla que considere pertinente donde 0
representa el desconocimiento total y 10 el conocimiento pleno.

Campo 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Vitralería

Conservación y restauración

Historia del arte

2. Marque con una cruz en la casilla donde se corresponda la fuente de argumentación con el nivel en
que usted aprecia que se encuentra. Esto es el grado de influencia que tiene cada una de las fuentes
en sus criterios.

Grado de influencia de cada una de las fuentes


en sus criterios
Fuentes de argumentación
Alto Medio Bajo

Experiencia Teórica

Experiencia Práctica

Conocimiento de la literatura especializada nacional

Conocimiento de la literatura especializada internacional

Conocimiento del estado actual de la problemática en el


país y en el extranjero

Intuición

66
FASE DE SELECCIÓN Y EVALUACIÓN DE CRITERIOS

Los criterios a evaluar son los siguientes:

Autenticidad del vitral.

Integridad o grado de conservación del vitral.

Nacionalidad de procedencia o realización, existiendo do opciones, nacional y extranjero.

Época de realización del vitral.

Técnica de elaboración.

Nivel de complejidad del vitral. Este puede estar dado por la cantidad de piezas que lo conforman, si es
una vidriera pintada al fuego, etc.

Ubicación de la capilla a la que pertenece. La Necrópolis de Colón se encuentra subdividida en áreas


que son clasificada según su importancia en Monumento de 1ra, 2da o 3ra, Cruz de 2da Orden o Campo
Común.

Valor simbólico del vitral o de la capilla en la que se encuentra. En cuanto al valor simbólico del vitral
puede referirse a que este represente una imagen única o poco común. Por su parte, el de la capilla
puede estar relacionado con la singularidad de su arquitectura, que pertenezca a alguna personalidad
importante o que es importante en el imaginario popular.

Autor o casa productora.

1. En la siguiente tabla evalúe, según su criterio, el nivel de importancia que tiene cada uno de los
criterios para la clasificación jerárquica de los vitrales. La escala de valoración será de 0 a 10, donde
0 representa el menor nivel de importancia y 10 el mayor. Se recomienda asignar un valor diferente a
cada criterio a menos que estos compartan el mismo nivel de importancia. Se le brinda la posibilidad
de hacer comentarios a cada criterio, así como recomendar adiciones o supresiones.

Criterio Valoración Comentarios

Autenticidad

Integridad

Nacionalidad

Época

Técnica

Nivel de complejidad

Ubicación

Valor simbólico

Autor

Adiciones de criterios que crea no están

Supresiones de criterios que crea sobran

67

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