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Curtido – o chucrut latinoamericano

Laura RECETAS - Basicos de cocina, RECETAS - Cocina del mundo, RECETAS -


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El curtido es la versión latinoamericana del chucrut y, al igual que el europeo,


es delicioso, fácil de preparar y muy saludable. Así como otros vegetales
lactofermentados, es fuente natural de probióticos y como tal ayuda a la
digestión y a mejorar la salud intestinal.
La lactofermentación es un arte muy antiguo. Una de las ventajas de preparar
los vegetales de esta manera es que se conservan por meses. Así hacían los
pueblos nórdicos para poder disponer en invierno de los vegetales que
cosechaban en el verano, cuando las heladeras o refrigeradores no existían. La
otra gran ventaja es el aporte de probióticos que están presentes a menos que
el producto se cocine o caliente a alta temperatura, lo que mataría los
microorganiamos vivos que son los probióticos Es por este motivo que las
versiones comerciales que se compran envasadas y pasteurizadas no tienen
esta ventaja.
El método de fermentación tradicional es fácil de hacer, pero es realmente un
arte. Con esto quiero decir que el resultado final puede variar según la calidad
de los ingredientes, la temperatura ambiente, etc. Si es tu primera experiencia,
sugiero que empieces con poca cantidad y con ingredientes muy frescos y de
preferencia orgánicos. Lo peor que puede pasar es que se pudran y de esto te
vas a dar cuenta sin dudar. Anímate a intentarlo que vale la pena!

Esta receta es mi versión del curtido. Con esto no quiero decir que lo haya
inventado yo, pero tiene algún toque personal como que me gusta ponerle
cebollita de verdeo, por ejemplo.

Curtido
Ingredientes
 1 repollo mediano
 3-4 zanahorias
 1 cebolla chica
 1 manojo abundante de cebollita de verdeo
 2 cdas de sal marina
 2 cdas de orégano
 1 cdta de ají molido (*)
 1 cdta de granos de pimienta enteros (*)
(*) con estas cantidades sale bastante picante, por lo menos para mi!
¿Qué te parece esta receta? ¿Qué te gusta más? ¿Qué
cambiarías? ¡Déjame tu comentario aquí abajo y lo
tendré en cuenta!!! ¡Si ya la hiciste, me encantaría
saber cómo te resultó!!
Preparación
Separar una o dos de las hojas exteriores del repollo y reservar. Cortar el
repollo en tiritas finitas (puede ser con la procesadora); rallar la zanahoria; picar
la cebolla en pedazos chicos.
Mezclar bien en un recipiente grande. Agregar la sal y mezclar muy bien, de
preferencia con las manos para que la sal quede bien distribuida. Apretar con
las manos o golpear con un utensilio pesado como una cuchara hasta que
salga una buena cantidad de jugo. También se puede cubrir y dejar en reposo
2-3 horas y el líquido se hace solo. Incorporar el resto de las especies y
mezclar bien.
Poner la preparación en frascos de vidrio bien limpios con tapa (yo uso un
embudo grande). Es muy importante ir presionando con fuerza para asegurarse
de que no queda nada de aire en el interior, ya que la fermentación es un
proceso anaeróbico.
Dejar un espacio al final y empujar el contenido con una de las hojas de repollo
que se habían reservado. Esto se hace para que todo quede sumergido bajo el
líquido y no entre aire donde están los vegetales. Cerrar los frascos pero tener
en cuenta que no necesitan estar herméticos y que una vez al día hay que
abrirlos para dejar salir el gas que se produce naturalmente y que es peligroso
que se acumule dentro del frasco (puede estallar).
Dejar los frascos a temperatura ambiente en un lugar cálido por 2-4 días
(menos días si hace calor y más si hace frío) y poner en la
heladera/refrigerador por 24h. Luego de este tiempo la fermentación ya
empezó por lo que se pueden sacar y tirar las hojas de repollo. A partir de este
momento se puede volver a poner afuera para que siga fermentando o seguir
guardando en el frío para demorar el proceso, todo depende del gusto personal
de cada uno y si queremos un sabor fuerte o suave. Aconsejo probar cada día
hasta que alcance el gusto deseado y entonces sí conservar en frío o seguirá
avanzando el proceso.
No convienen comer una gran cantidad por día si tu cuerpo no está habituado a
los probióticos. Es ideal usar una cucharadita en cada comida, con ensaladas,
sándwiches o acompañando carnes, por ejemplo. Delicioso!!!

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