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La base tecnológica de la sociedad del conocimiento

1. La base tecnológica de la sociedad del conocimiento


Rafael Macau Nadal

Es una redundancia decir que la base tecnológica de lo que hemos llamado, con mejor
o peor acierto, sociedad de la información y el conocimiento, está formada por las tec-
nologías de la información y la comunicación: las TIC. En este sentido, empezaremos
identificando qué son las TIC haciendo una descripción estricto sensu de las TIC y de
sus usos. Las definiciones más sociológicas, económicas, normativas y culturales las po-
dremos ver en los otros capítulos que componen la obra.

A lo largo del capítulo analizaremos cómo las diversas tecnologías utilizadas en el


tratamiento y la transmisión de la información se enlazan y se integran entre sí, forman-
do un nuevo sistema técnico mundial.

Finalmente, dedicaremos un apartado al uso de las TIC en las organizaciones. Es así


porque, en el contexto de la sociedad del conocimiento, sin un conocimiento de las posibi-
lidades de las TIC, más allá de sus características técnicas especializadas, es prácticamente
imposible gestionar ningún tipo de actividad organizada. Cerramos el capítulo con la
aportación de unos criterios básicos para la gestión de las TIC en las organizaciones.

1.1. Las tecnologías de la información y de la comunicación


Uno de los rasgos característicos de la sociedad actual es la aparición y consolida-
ción de un nuevo tipo de tecnologías, que basan su funcionamiento en el proceso de
digitalización.1

Entendemos por digitalización la representación codificada de una señal mediante dígi-


tos binarios (conjuntos de 0 y 1). A modo de ilustración, la representación de cualquier tipo
de datos de información (gráfica, audio, vídeo, fotografía, etc.) o de magnitudes físicas por
medio de dígitos binarios. Un digitalizador es un dispositivo que convierte información de
naturaleza determinada no digital en información digital manejable por ordenador.

A menudo, las tecnologías que hacen posible este proceso de conversión de elementos
físicos en elementos digitales se agrupan bajo el denominador común de las tecnologías de
la información y la comunicación (TIC). De hecho, las TIC han impregnado la actividad eco-
nómica y los usos sociales, hasta el punto de que algunos autores sitúan la utilización ma-
siva de estas tecnologías en la vanguardia de una tercera revolución industrial.

1. J. Vilaseca; J. Torrent (2004). Principis d’Economia del Coneixement. Barcelona: Editorial UOC.

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Sociedad del conocimiento

Pese a que la breve pero revolucionaria historia de las TIC ha sido muy relatada duran-
te los últimos años, desde el punto de vista de las interacciones entre tecnología y sociedad,
una descripción de sus cimientos tecnológicos y de los cambios que han generado se con-
vierte en algo necesario para la interpretación de este nuevo tipo de esquema social que se
está formando. Un simple vistazo a todas las innovaciones nos permite ver que estamos
ante un formidable conjunto de interacciones tecnológicas que han establecido las bases de
un cambio sustancial en las relaciones económicas y sociales del mundo moderno.

1.1.1. Las tecnologías de la información y de la comunicación:


componentes y conceptos

La Comisión de las Comunidades Europeas, en un debate sobre el papel de las TIC en


las políticas de desarrollo celebrado en el año 2001, definió las tecnologías de la información
y de la comunicación de la siguiente manera: “Tecnologías de la información y de la comu-
nicación (TIC) es un término que se utiliza actualmente para hacer referencia a una amplia
gama de servicios, aplicaciones y tecnologías, que utilizan diversos tipos de equipos
(hardware) y de programas informáticos (software), y que muy a menudo se transmiten a
través de redes de telecomunicaciones (netware). La importancia de las TIC no es la tecno-
logía en sí, sino el hecho de que ésta permite el acceso al conocimiento, la información y la
comunicación”. En nuestro caso, para hablar de las TIC utilizaremos una clasificación pro-
puesta por Gordon Bell y James N. Gray, diferente de la que se desprende de la definición
oficial. Bell y Gray proponen la siguiente clasificación, más centrada en el uso de las TIC:

• Ordenadores con todos sus componentes: hardware (procesadores y memorias de diver-


sos tipos, básicamente) y software (programas, diseños de sistemas de información,
documentación...).
• Interfaces: hardware y/o software que conecta los ordenadores con las personas que
los utilizan o con otros sistemas físicos (enlaces con cadenas de producción roboti-
zadas, terminales bancarias de autoservicio...).
• Redes de comunicaciones: permiten que los ordenadores se comuniquen entre sí, a la
vez que la gente usuaria se comunica a través de ellos.

Ordenadores

En el contexto de este trabajo, describir las partes y los componentes de un ordenador


sería poco útil. Creemos que es un asunto lo suficientemente conocido para los lectores,
aunque el nivel de precisión de los conocimientos de cada uno no sea el mismo. Es im-
portante, sin embargo, recordar aquí una cuestión: aunque la tecnología básica del
hardware de los ordenadores no varíe, el aumento de la potencia de procesamiento y al-
macenamiento de información de los mismos seguirá creciendo casi exponencialmente
en los próximos años.

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La base tecnológica de la sociedad del conocimiento

El fundador y primer directivo de Intel, Gordon Moore, formuló la llamada ley de Moore,
que en una versión simplificada dice: cada tres años la potencia de los ordenadores se
multiplica por cuatro. En definitiva, la evolución de las prestaciones de las máquinas que
estamos considerando es mucho más rápida que la de otro tipo de artefactos; pensemos,
por ejemplo, en la evolución de los medios de transporte: coches, barcos, aviones, etc. La
estadística de los últimos veinticinco años lo confirma, y las previsiones de los especia-
listas (incluidos los sensatos) no prevén un cambio de la ley en los próximos años.

Figura 1.1. La ley de Moore. 1970-2010


Número de transistores por chip a escala logarítmica

Fuente: elaboración propia a partir del EITO, 2001

Hay que señalar, de todas maneras, que la ley de Moore se refiere a la parte física
(hardware) de los ordenadores. Desgraciadamente, la capacidad de producción de
software no sigue una dinámica tan acelerada. Hay problemas muy de fondo, ligados a
la modesta capacidad del ser humano para transformar su conocimiento sobre algún
tema en automatismos conceptuales estructurados y cumplidos (cabe decir que un pro-
grama informático no es otra cosa que eso). De todos modos, se han producido avances
importantes de productividad en la construcción de software. La mejora de las técnicas
de concepción y elaboración de programas, así como una tendencia creciente en la reuti-
lización de sistemas informáticos en entornos similares, permiten seguir, aunque sea
siempre con cierto retraso, el ritmo acelerado de incremento de la potencia del hardware.
Sin embargo, las necesidades actuales de la sociedad nos llevan a gestionar el conoci-
miento estructurado y no sólo datos. Si hasta hace poco la potencia del hardware era una
limitación significativa para llevar a cabo esta gestión, con la potencia actual y las pers-
pectivas abiertas a corto plazo, esta limitación se está reduciendo. Nuevos modelos de
programas, basados en la aplicación intensiva de modelos matemáticos y en inteligencia
artificial, van permitiendo abordar nuevos campos de aplicación inteligente de las TIC.

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Sociedad del conocimiento

Interfaces

La mayoría de los ordenadores no son máquinas aisladas, sino que pueden formar par-
te de artefactos electromecánicos diferentes o de sistemas electromecánicos complejos.
Como artefactos electromecánicos pueden citarse, por ejemplo, las cámaras fotográficas di-
gitales o los terminales bancarios de autoservicio. El papel de los ordenadores integrados
en estos artefactos puede ser fundamental (como en los ejemplos citados) o secundario (co-
mo en los mecanismos de regulación de los automóviles). Como ejemplos de sistemas elec-
tromecánicos complejos encontramos las cadenas de producción robotizadas, los sistemas
de localización por satélites (tipo GPS) o los sistemas de control de seguridad, entre otros.
En este sentido, Bell y Gray prefieren hablar de plataformas informatizadas en lugar de orde-
nadores. Así, tienen en cuenta no sólo los ordenadores aislados, sino los que están dentro
de otro tipo de máquinas.2

Redes de comunicaciones

Podríamos decir que una red de comunicaciones es un conjunto de mecanismos que


permiten la comunicación, entendida como un intercambio de información entre los
que la utilizan.

Figura 1.2. Red de comunicaciones

2. En el apartado 1.2 de este capítulo veremos con más detalle esta tendencia creciente en la utilización de la
informática como parte de los artefactos mecánicos.

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La base tecnológica de la sociedad del conocimiento

Conceptualmente, cualquier red, desde una red ofimática que conecta tres ordenadores
de una pequeña empresa hasta las grandes redes telefónicas que cubren un país entero,
desde la telefonía inalámbrica hasta la red de distribución de televisión; e independiente-
mente de las tecnologías concretas que utilice, está formada por estos elementos:

1) Terminales
2) Medios de transmisión
3) Nodos
4) Protocolos

Un ejemplo: la red telefónica fija

Una red de comunicaciones es un sistema muy parecido al que la gente imagina cuando piensa en la
actual red telefónica fija; por tanto, la utilizaremos como ejemplo.

Cualquier red de comunicaciones está formada, esencialmente, de los siguientes elementos:

1) Terminales. En este ejemplo estarían los aparatos telefónicos tradicionales. En general, cualquier tipo
de dispositivo que permita acceder a la red, ya sea a las personas o a las máquinas conectadas.

2) Medios de transmisión. Es el medio físico (los “lugares”) por donde viaja la información: cable metá-
lico, fibra óptica, aire (utilizando ondas electromagnéticas), etc. Hablamos genéricamente de líneas de
transmisión.

3) Nodos. En el ejemplo son las centralitas telefónicas (automáticas o manuales). En general, son los nu-
dos intermedios los que se encargan de garantizar que la información llega correctamente a su destino.
Gestionan, además, el tráfico de la red para reducir congestiones y garantizar la calidad de la transmi-
sión. Estos nodos son fundamentales porque, de no existir, cualquier red estaría obligada a establecer
conexiones físicas fijas entre cada uno de los posibles terminales. Con cuatro terminales de red estaría
implementada como en el gráfico siguiente. ¡Imaginémoslo con decenas de miles de terminales!

Figura 1.3. Red telefónica

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Sociedad del conocimiento

4) Protocolos. No hay suficiente con la existencia de una infraestructura de red compuesta de los tres
elementos anteriores, ya que con ellos no está garantizado que la información transmitida de un ter-
minal a otro de la red sea comprensible. La información ha de llegar en un lenguaje reconocible de un
terminal a otro. Pongamos por caso que un sueco y un japonés se encuentran por la calle y hablan cada
uno en su idioma. Oirán sonidos y el aire transmitirá correctamente sonidos que no serán comprensi-
bles por los interlocutores. Será necesario, así, establecer unas reglas (o protocolos) para garantizar la
comunicación, por ejemplo, podrían ponerse de acuerdo en hablar inglés. De la misma manera, todas
las máquinas conectadas a una red deben cumplir una serie de reglas (o protocolos), de forma que la
información transmitida desde el origen sea comprensible por la máquina destino y, en última instan-
cia, por la persona o el sistema que la utilice.

Las redes pueden ser jerárquicas o no jerárquicas. Una red jerárquica típica es la de-
dicada a la difusión de la señal televisiva: desde un centro de emisión se envía la señal
electrónica, que, a través de los nodos de la red (los repetidores), se hace llegar a las an-
tenas (individuales o colectivas) de cada aparato de televisión de los usuarios. El camino
de la señal está predeterminado: cada repetidor envía la señal a otros repetidores, siem-
pre los mismos, que se encuentran perfectamente identificados; de esta manera, las rutas
de transmisión están fijadas.

Figura 1.4. Red jerárquica

Les redes jerárquicas se utilizan, especialmente, en redes de


difusión (broadcasting), cuando la comunicación es siempre
de uno (centro emisor) a muchos (receptores).

En contraposición, en una red no jerárquica el camino de la información no está pre-


fijado. Cierto tipo de nodos de la red analiza los diferentes caminos posibles y el grado
de tráfico de cada uno de ellos, dirigiendo el mensaje a enviar por la ruta más adecuada.
En la figura 1.5 podemos comprobar que para ir del punto 1 al punto 2, es tan válido el
camino A como el camino B.

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La base tecnológica de la sociedad del conocimiento

Figura 1.5. Red no jerárquica

Las redes telefónicas actuales, tanto de voz como de datos,


son un ejemplo de red no jerárquica. E Internet es, claramente,
una de ellas.

Las redes de comunicación multidireccional, cada vez más, ganan en versatilidad, ro-
bustez y eficacia, si son no jerárquicas. La gestión de su funcionamiento es más compleja,
pero los avances en la informatización de la propia red hacen posible y eficiente su control,
al mismo tiempo que automatizan su operativa. Las redes de comunicaciones actuales no
conforman una sola red, sino que son un conjunto de redes instaladas en distintos momen-
tos y según la tecnología del momento en que funcionan, sin embargo, como una unidad.
Así, en los nuevos modelos de redes de comunicaciones actuales, independientemente de
la heterogeneidad de sus componentes, podemos diferenciar funcionalmente los siguien-
tes elementos: transporte, servicios y control. En anteriores modelos de red, algunos de estos
niveles estaban mezclados, y eso complicaba el funcionamiento y la gestión de la red.

La separación entre las diferentes capas –transporte, servicios y control– permite la


protección de servicios para diferentes proveedores y la interconexión entre redes dife-
rentes. En las redes de comunicación actuales, tal y como decíamos, diferenciamos fun-
cionalmente el transporte, los servicios y el control, cuya subdivisión exponemos a
continuación.

1) Capa de transporte. Agrupa los mecanismos que permiten transmitir físicamente la


información. La podemos subdividir en:

a) Subcapa de accesos. Es la subred por la que el usuario accede a la red. En lenguaje


estándar de las operadoras de telecomunicaciones, es el llamado bucle de abonado
del usuario doméstico y de las pymes.

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Sociedad del conocimiento

b) Subcapa de tránsito. Es la estructura de líneas de transmisión y nodos que encau-


zan y que transportan la señal portadora de información.

c) Infraestructura del cliente. Corresponde a la infraestructura (red o terminal aisla-


do) que el cliente tiene instalada en sus dependencias.

2) Capa de servicios. Corresponde a los diferentes tipos de servicios específicos que se


pueden ofrecer sobre la red. Estos servicios pueden ser ofrecidos por el propietario de la
red o por organizaciones externas. En esta capa encontramos:

a) Proveedores de servicios básicos, como por ejemplo los proveedores de servicios


de acceso a Internet (America-On-Line, Telefónica, etc.).

b) Proveedores de valor añadido, como por ejemplo las empresas de venta electróni-
ca (Amazon, E-bay…).

c) Proveedores de contenidos, como por ejemplo, Walt Disney.

3) Capa de control. Asegura la interoperatividad entre la capa de transporte y la de ser-


vicios. Permite la interconexión de redes, ya sea porque conecta redes de tecnología bá-
sica diferente, ya sea porque conecta redes de propiedad diferente.

Figura 1.6. Elementos de los nuevos modelos


de redes de comunicaciones

Fuente: Telefónica (2002). Las telecomunicaciones


de nueva generación.

Siguiendo con el apartado dedicado a las redes de comunicaciones, hemos de desta-


car Internet,3 que es más que una red. Internet es la Red. Es un conjunto de muchas redes

3. La explicación detallada de los desarrollos tecnológicos, de la informática, de la microelectrónica y de las


telecomunicaciones tiene una clara razón de ser: los tres han establecido las bases y han confluido en la gene-
ración y el desarrollo del ejemplo paradigmático de este nuevo tipo de sociedad que vislumbra. Como no po-
día ser de otra manera, nos referimos a Internet. Decimos “establecer las bases y confluir” porque, al igual
que ya ha pasado otras veces en la historia de la tecnología, los propósitos iniciales de esta red de comunica-
ciones se parecen muy poco a lo que realmente ha acabado siendo.

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La base tecnológica de la sociedad del conocimiento

diferentes interconectadas entre sí, de manera que forman globalmente una gran red
mundial accesible desde cualquier terminal informático conectado.

Para conseguir la inteligibilidad de la información transportada, Internet utiliza di-


versos protocolos, entre los cuales destacaremos los dos siguientes:

• TCP/IP (Transmission Control Protocol/Internet Protocol) que aseguran que los men-
sajes que circulan por la Red (y, por lo tanto, por muchas redes) llegan correcta-
mente a su destino, y que lo que llega a destino es lo que salió de origen.

• Los agrupados en el WWW (World Wide Web) que permite la interrelación de grá-
ficos, imágenes, datos, sonidos... en un formato global llamado hipertextual (http,
ftp, por ejemplo).

Estos hiperprotocolos son entendidos y son manejados por todas las redes que for-
man la Red (Internet) y permiten que los centenares de miles de redes públicas y priva-
das que forman Internet se integren. Permiten, además, el aumento del número de redes
que se interconectan de manera descentralizada. Internet agrupa todos los elementos
tecnológicos que hemos descrito en este apartado, y constituye el elemento clave que sin-
tetiza la potencia de las TIC en la sociedad actual.

1.2. La convergencia tecnológica en la sociedad del conocimiento


Desde el punto de vista técnico, la característica fundamental de la actual etapa de de-
sarrollo de la sociedad del conocimiento es la convergencia de las diferentes tecnologías
que manipulan información. Así, puede destacarse:

• todos los instrumentos (hardware y/o software) que tratan el sonido, la imagen (fija
o en movimiento), los datos y el texto tienden aceleradamente a poder ser conecta-
dos entre sí;

• la combinación de sonido, imagen fija o en movimiento, datos y texto se hace sim-


ple a inicios del siglo XXI (o, como mínimo, mucho más simple que antes);

• la capacidad de elaborar, procesar y transmitir información de todo tipo aumenta


de forma exponencial, utilizando fundamentalmente Internet como vía de trans-
misión.

Todos los aparatos que tratan información se van convirtiendo progresivamente en


ordenadores de uso específico, potencialmente con conexión entre sí. La base técnica de
esta convergencia radica en la progresiva utilización de un código común para el alma-
cenamiento y la transmisión de la información: el código digital. Ésta es la razón por la

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Sociedad del conocimiento

cual se utilizan, indistintamente, los nombres de convergencia tecnológica o convergencia di-


gital. Veámoslo con más detalle en el apartado siguiente.

1.2.1. El código digital: concepto

Cualquier tipo de información se guarda y se transmite utilizando dos herramientas:


un soporte físico y un código de representación.4 En la tabla 1.1, pueden verse algunos
casos para ilustrar el concepto:

Tabla 1.1. Ejemplos


Tipo de información Soporte físico Código

Escritura Lápiz y papel Alfabeto

Voz Frecuencias acústicas Fonemas (sonidos con significado


dentro de una lengua dada)

Ordenador Componentes electrónicos Bits

Vemos que el código de representación, por ejemplo, en el caso de los ordenadores,


son los bits. Un bit es la unidad mínima de información no ambigua; es cualquier ele-
mento que puede tener dos valores claramente diferenciados: 1/0, sí/no, blanco/negro,
encendido/apagado, on/off. Es precisamente de donde proviene la palabra digital, de dos
estados, lo que permite representarlo todo con combinaciones de símbolos binarios (código
binario). Para describir cualquier información en código digital utilizaremos, por simpli-
cidad, la convención 1/0.

Comencemos por el más simple: los números

Sin entrar en detalles, diremos que el sistema de numeración que utilizamos en la vida diaria es el de-
cimal: tiene diez símbolos, del 0 al 9. En el código digital usamos el sistema binario, que utiliza sólo
dos números: el 0 y el 1.

El sistema digital y el binario funcionan por posición. En el sistema decimal, por ejemplo:

723 = 3 unidades + 2 decenas + 7 centenas


= (3 1) + (2 10) + (7 100)
= (3 100) + 2 (101) + 7 (102)

En el sistema binario, por ejemplo:

101 = (1 1) + (0 2) + (1 4)


= (1 20) + (0 21) + (1 22)

4. Véase en la página 13 la tabla 1.3. sobre la digitalización de los tipos de información y de los códigos de
comunicación.

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La base tecnológica de la sociedad del conocimiento

Si hacemos la operación (en decimal) veremos que 101 es la representación binaria del número decimal 5.
Si algún lector quiere hacer las operaciones, comprobará que la equivalencia de los números decimales
y binarios se rige por la tabla siguiente:

Tabla 1.2. Números decimales y binarios


Decimal Binario
0 0
1 1
2 10
3 11
4 100
5 101
6 110
7 111
8 1000
9 1001

Cada letra del alfabeto o cada signo se puede representar también por una combinación de 0 y 1, siguien-
do combinaciones diferentes de las numéricas. Cada imagen se puede dividir en trocitos minúsculos y
cada uno de ellos puede ser representado por sus atributos de color y luminosidad, según una combina-
ción de 0 y 1 prefijada y diferente de las anteriores. También se puede hacer exactamente lo mismo con
los sonidos. Las ondas que transportan el código se simplifican. Ya no tienen que tomar millones de
formas diferentes, analógicamente a lo que quieren representar. Ahora han de tomar sólo dos formas
(0 y 1). Las combinaciones de estas dos formas serán las que representarán la información (textual, nu-
mérica, visual o sonora) de manera digital.

El progresivo abaratamiento de los componentes electrónicos y el progresivo avance


del proceso de miniaturización de los mismos ha hecho posible la utilización del código
digital sobre muchos tipos de soporte físico (ondas de diversas características, cables me-
tálicos, fibra óptica...), de manera que a finales de la primera década del siglo XXI queda-
rá, desde el punto de vista porcentual, muy poca información que se guarde o se
transmita de manera no digital.

Ventajas del código digital

Las ventajas del código digital son importantes, y cualquier reproductor de sonido
enlatado puede ser un buen ejemplo.

Ejemplo

En un disco de vinilo, una lectura mecánica (el contacto de la aguja sobre los surcos) genera unas
frecuencias electromagnéticas que son portadoras de frecuencias sonoras. Podemos representar
estas frecuencias en forma de onda. Esta onda está muy afectada por un mecanismo de lectura
(aguja) y por todo tipo de interferencias sobre los cables, las conexiones, etc. La onda se deforma con fa-

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Sociedad del conocimiento

cilidad y puede no reproducir exactamente el sonido grabado. En cambio, en un CD no hay frecuencias.


Hay millones de 0 y 1. Esto es lo que lee el lector. La posibilidad de deformación es muy reducida. Un
microordenador incorporado transforma estos 0 y 1 en frecuencias sonoras que difunde el altavoz.

Figura 1.7. Esquema de reproducción de un procesador de sonido

Así pues, los tocadiscos tradicionales necesitan un nivel de sofisticación técnica mucho más importan-
te que los lectores de CD para conseguir el mismo nivel de no deformación en la lectura y reproduc-
ción. De todas maneras, otros aspectos cualitativos, como sabe cualquier aficionado a la música,
dependen de otras piezas, como el altavoz, aunque no nos extenderemos en este tema.

¿Cómo se pueden deformar las ondas en caso de transmisión analógica y en caso de transmisión digi-
tal? Veámoslo de manera simple mirando los siguientes gráficos:

Figura 1.8. Transmisión analógica y digital

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La base tecnológica de la sociedad del conocimiento

En el caso de la transmisión analógica, parece difícil corregir la deformación de las ondas sin conocer
la onda original. Pero en el caso de la transmisión digital, parece fácil a pesar de que no se conozca la
onda original, recibiendo que:

Tenemos un patrón de fácil utilización.

Si la reducción de interferencias y la calidad de la transmisión de información son im-


portantes en el espacio reducido de una sala, ¿cómo lo serán cuando estemos hablando
de comunicaciones telefónicas dentro de un mismo núcleo urbano o entre diferentes con-
tinentes? Así, la capacidad de las grandes redes de comunicaciones, redes telefónicas por
ejemplo, para transmitir diversos tipos de información, aumenta y mejora gracias al uso
del código digital. Además, también la complejidad de la gestión de la red se reduce mu-
cho cuando la información del tipo que sea circula según un solo código, en este caso,
según el código digital.

Las consecuencias de la digitalización

La televisión, la radio, el teléfono, el ordenador, el reproductor de música, la cámara


fotográfica, la cámara de vídeo o las máquinas robotizadas, en los momentos actuales,
comparten un mismo código para representar la información. Podemos ver la evolución
de las diversas tecnologías en la tabla 1.3:

Tabla 1.3. La digitalización de los tipos de información y de los códigos de comunicación


Tipo de Imagen Imagen
Voz Música Texto Datos
información/códigos fija móvil
Frecuencias Frecuencias Sistema de Frecuencias Frecuencias
Código natural Alfabeto
acústicas acústicas numeración luminosas luminosas
Código electrónico
Frecuen- Frecuencias
Radio (1920-) cias electro- electromag-
magnéticas néticas
Frecuen- Frecuencias Frecuencias Frecuencias
TV (1940-) cias electro- electromag- electromag- electromag-
magnéticas néticas néticas néticas
Frecuen- Frecuencias Frecuencias Frecuencias
Ordenador (1950-) cias electro- electromag- Bits Bits electromag- electromag-
magnéticas néticas néticas néticas
Frecuencias
Teléfono
Bits Bits Bits Bits Bits electromag-
digital (1980-)
néticas
TV digital (1980-) Bits Bits Bits Bits Bits Bits
Fuente: reproducido de Majó, 1997.

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Sociedad del conocimiento

Existe también una red, Internet, al alcance de todo el mundo, que permite interco-
nectar todos estos instrumentos, y por lo tanto, la información que manejan. Es una nue-
va situación para las personas, las empresas y las administraciones. Estamos, pues, en la
adolescencia de un nuevo sistema técnico mundial, aunque todavía la complejidad téc-
nica es excesiva y los costes no se han reducido suficientemente. Incluso los primeros
aparatos digitales dentro de un sector dado pueden ser más caros que los tradicionales.
Muchos analistas han minusvalorado los ritmos, vertiginosos pero no instantáneos, de
implantación generalizada de este nuevo sistema técnico mundial. Ahora bien, la vida
cotidiana de las personas y el funcionamiento de empresas y administraciones se tiene
que replantear en un contexto que avanza hacia una situación técnicamente posible de
información accesible por todas partes que, además, se pueda procesar. Que eso sea eco-
nómica y políticamente posible dependerá de decisiones sociales.

Los efectos de la convergencia de las tecnologías de la información no se dan en un va-


cío previo. Surgen perfiles profesionales nuevos y empresas nuevas dedicadas exclusiva-
mente a estas tecnologías, pero lo más importante es el impacto de las TIC en las
actividades tradicionales del ser humano y la operativa de todos los sectores económicos.
La primera gran convergencia tecnológica5 fue la de la informática tradicional y las teleco-
municaciones. En el contexto de un mundo globalizado y progresivamente desregulado,
esta convergencia técnica hizo viables, por ejemplo, cambios profundos en el funciona-
miento del mundo financiero, que hoy, en el día a día, funciona de manera completamente
diferente a como ocurría hace treinta años. Y estos cambios afectan tanto a las altas finan-
zas (por ejemplo, movimientos mundiales de capital, papel de las bolsas...), como a las per-
sonas (por ejemplo, uso de los cajeros automáticos, transferencias por Internet, etc.).

Podemos ir repasando, uno por uno, casi todos los sectores productivos; entonces ve-
remos que aparecen grandes preguntas sobre su evolución en función del posible uso de
las TIC. Estas grandes preguntas son grandes oportunidades, aunque impliquen el ries-
go no sólo de acertar, sino también de errar.

1.2.2. El mundo conectado


En un hogar, los diferentes aparatos digitales se pueden conectar entre sí formando una
red doméstica (igual que en una oficina funciona una red local). Las redes domésticas no tie-
nen que estar compuestas sólo por ordenadores, sino que la televisión y la radio digital tam-
bién pueden formar parte. Los aparatos de CD y de DVD, junto con el disco duro del
ordenador, constituyen el almacenamiento claro para los diferentes tipos de bases de datos

5. Entre los profesionales de las TIC se utiliza mucho un concepto, computación ubicua entendido como la ca-
pacidad de recepción, transmisión y procesamiento de información de todo tipo en cualquier lugar, basándo-
se en las posibilidades de la comunicación sin hilos y en la progresiva integración de microordenadores en
todo tipo de aparatos que para realizar alguna función física (fotografía, localización, mantenimiento de la
temperatura, etc.) utilice significativamente algún tipo de información.

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que vamos creando. Técnicamente, todos estos aparatos pueden ser independientes (como
lo son mayoritariamente ahora) o pueden llevar incorporado un capítulo de conexión a red,
conexión que puede ser por cable o inalámbrica (WI-FI por ejemplo). A través del ordenador,
cualquiera de ellos puede estar conectado a Internet, e incluso alguno de ellos ya dispone de
conexión directa.6

De la misma manera que en un hogar o una oficina se puede instalar una red conec-
tada al exterior, se puede hacer en otros lugares. Las compañías aéreas han empezado el
proceso: ya son operativos los aviones de líneas comerciales donde los pasajeros se pue-
den conectar a Internet durante el vuelo. El aumento del ancho de banda de las comuni-
caciones sin hilos lo ha hecho posible. Mediante nuestro teléfono móvil nos podemos
conectar al mundo, estemos donde estemos. El teléfono móvil es la pieza esencial de una
red personal que podemos construir con el reproductor digital de música portátil, la cáma-
ra fotográfica digital, el localizador GPS, etc. y las conexiones adecuadas. Podemos repre-
sentar el mundo, desde el punto de vista de las TIC, de la siguiente manera (figura 1.9):

Figura 1.9. El mundo conectado

Fuente: Bell y Gray, 1997, “Beyond Calculation”

6. Convergencia tecnológica: todos los instrumentos (hardware y/o software) que tratan sonido, imagen fija o
en movimiento tienden aceleradamente a ser conectados entre sí. Todo tipo de información tiende acelera-
damente a ser guardada y transmitida en formato digital. Todos los aparatos que tratan información se van
convirtiendo, progresivamente, en ordenadores de uso específico, potencialmente capaces de ser conecta-
dos entre sí. A comienzos del siglo XXI, la combinación de sonido, imagen, datos y texto se hace simple (o,
como mínimo, mucho más simple que antes). La capacidad de elaborar, procesar y transmitir información
de todo tipo aumenta exponencialmente, utilizando fundamentalmente Internet como vía de transmisión.
Todos los sistemas y aparatos de procesamiento, almacenamiento y transmisión de información se renuevan
aceleradamente para adaptarse al formato digital.

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