BLOQUE 3: EL TUTOR Y LOS NIÑOS

Grado en Educación Infantil

Modalidad de enseñanza semipresencial

lf:
Orientación Escolar y Familiar

BLOQUE 3: EL TUTOR Y LOS NIÑOS

Tema 6. El tutor ante las Necesidades Educativas Especiales

6.1. La tutoría y la orientación del alumnado con particularidades psíquicas,

cognitivas

6.2. La tutoría y la orientación con alumnado con particularidades físicas/

sensoriales

Tema 7. Sesiones de Tutoría. Trastorno Habitual

7.1. El sueño en la primera infancia

7.2. Límites y conductas

7.3. Enseñar a convivir

Objetivo

- Aprender a planificar estrategias y programas de intervención educativa en la

etapa de infantil

- Diseñar y evaluar actuaciones concretas de orientación escolar en la educación

infantil.

- Conocer los diferentes canales de comunicación entre la familia y el centro

escolar

Competencias específicas

- Crear y mantener lazos de comunicación con las familias para incidir eficazmente en
el proceso educativo.

- Conocer y saber ejercer las funciones de tutor y orientador en relación con la

educación familiar.

Resultados de Aprendizaje

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- Comprender, razonar y sintetizar contenidos de diversos ámbitos de conocimiento.

- Gestionar y organizar la información adquirida durante el proceso de aprendizaje.
- Adquirir y poner en práctica habilidades sociales y comunicativas que favorezcan la
interacción.
- Gestionar de manera proactiva su proceso de aprendizaje.
- Establecer relaciones con las familias de los alumnos a través de los distintos
canales de comunicación.
- Conocer las funciones, responsabilidades y perfiles del tutor en educación infantil.

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TEMA 7. SESIONES DE TUTORÍA. TRASTORNO HABITUAL

7.1. Consideraciones previas

En la escuela infantil los padres de los pequeños demandan información sobre el

modo en que tienen que actuar en determinadas situaciones. Es lógico que los padres
soliciten ayuda a los maestros- tutores ya que éstos son profesionales de la educación y
comparten con ellos la tarea de educar a sus hijos.
Como tutores, debemos plantearnos la necesidad, demandada en muchos casos
por la propia familia, de realizar reuniones o sesiones de tutoría enfocados a la
resolución de estos problemas. Estos temas pueden ser muy variados, dependerán
siempre de las demandas de las familias.
A la hora de planificar estas sesiones es muy importante tener en cuenta aspectos
como los siguientes:
PREPARACIÓN
1. Horario: debe ser accesible a las familias.
2. La delegación del cuidado de los niños: es muy adecuado ofertar recursos para
esto.
3. La preparación: como en cualquier reunión de aula, las sesiones de tutoría con
las familias deben ser planificadas cuidadosamente, en esta planificación es muy
importante:
a) ajustar los objetivos al grupo dependiendo de las características de éste.
b) clarificar y preparar los contenidos a tratar. Es importante tener un esquema de
cómo se va a desarrollar la sesión; ¿quién va a hablar?, ¿en qué orden?, estrategias
para transmitir la información, recursos a utilizar, bibliografía, material informático y
audiovisual, documentos a dar a los padres etc…
CLIMA DE LA SESIÓN
Se debe llevar a cabo en un clima de cordialidad, para esto debemos cuidar el
tono de voz, la actitud de los tutores ante las demandas de los padres etc.. Debemos
además mostrarnos receptivos dando importancia a las dudas o requerimientos de los
demás.

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Para mantener la atención del grupo es fundamental no alargar demasiado las

sesiones y evitar en la medida de lo posible que se creen pequeños grupos de
conversación propiciando que las ideas se expongan al gran grupo. Si durante la sesión
se exponen temas que se escapan a las competencias del tutor se puede derivar la
realización de estas sesiones al departamento de orientación o a un experto ene l tema.
LA PARTICIPACIÓN FAMILIAR
Un aspecto muy importante en el desarrollo de estas sesiones tutoriales es la
participación familiar. En la planificación de la sesión es fundamental dejar un tiempo
para la intervención de los padres. Éstos podrán realizar preguntas, exponer
experiencias etc…

7.2. Sesión tutorial: El sueño en la primera infancia

El sueño durante la primera infancia es un tema muy importante para los

educadores de esta etapa. En una sesión de tutoría sobre el sueño se puede aportar a la
familia orientaciones básicas que pueden ayudar especialmente a aquellos padres que
consideren que tienen un problema respecto al sueño de sus hijos. En algunos casos, a
pesar de estas orientaciones las familias necesitarán la ayuda de un profesional para la
reeducación de este hábito en los pequeños.
El tutor debe comenzar explicando a los padres que el insomnio es el trastorno
infantil más frecuente y pueden verse afectados tanto lactantes de pocos días o meses
hasta niños de 5 años o más.
Lo habitual es asociar este hecho a estímulos externos como por ejemplo; una
enfermedad, un largo periodo de permanencia en casa de los abuelos etc…Sin embargo,
además de estas existen causas externas que pueden ser causantes de estos trastornos
del sueño:
 Malos hábitos y asociaciones inadecuadas antes de dormir.
 Alimentación nocturna escasa o excesiva.
 Ausencia o poca insistencia en las rutinas del ritual anterior al momento de
descanso.
 Alteraciones médicas.
 Alteraciones del proceso de “acoplamiento”, miedos nocturnos…

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Una vez centrado el tema es necesario explicar a los padres qué es y por qué
surge este trastorno; todas las personas mientras dormimos nos despertamos en
multitud de ocasiones, estos despertares suelen tener una duración de unos 30
segundos. Esto también es habitual en los niños y no supone un problema porque si se
encuentran en un entorno seguro vuelven de nuevo a retomar el sueño. Si además de
estos despertares nos encontramos con otros como los que se enumeran a continuación,
podemos hablar de que existe un trastorno del sueño:
 Tiene dificultad de iniciar el sueño él solo.
 La frecuencia de sus despertares es de 10 a 20 veces en una noche.
 Es incapaz de volver a dormirse sin ayuda y de manera espontánea.

Todas estas son pistas que nos hacen sospechar que existe un trastorno. A continuación
se exponen una serie de recomendaciones que servirán como guía para trabajar en
casa:

LO QUE LOS PADRES NO DEBEN HACER:

Cuando nos encontramos con esta dificultad, los padres suelen buscar soluciones
muy rápidas, acuden a tácticas que en ocasiones no resultan adecuadas o tienen un
efecto no deseado;
 Darles agua, suele ser una estrategia para retrasar el momento de dormir.
 Acunarlo, a menudo al cesar el balanceo se despiertan.
 Cantarle canciones, al despertarse en mitad de la noche les será imposible
conciliar de nuevo el sueño al no escuchar la canción.
 Agarrarle de la mano; acariciarle el pelo o tocarles para que se duerman.
La calidad del sueño conciliado de este modo es peor, no es profundo ni continuado, el
niño se despierta al poco tiempo por lo que el problema comienza de nuevo.
En otras ocasiones, cuando las tácticas anteriormente citadas no han dado resultados se
suele optar por otras más drásticas como:
 Dormir con el niño en la cama.
 Alargar el tiempo de vigilia, llevando al niño más tarde a la cama.
 Dejar que se duerma viendo la televisión.

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 Dormir en la cama de los padres, con ambos padres o desplazando al padre a

otra habitación.

COMO AYUDARLES A CONCILIAR EL SUEÑO

Aprender a dormir es un hábito, una rutina que se debe ir asentando durante el
primer año de vida. Junto con la alimentación, el sueño es el principal hábito que se
adquiere durante este primer año.
Algunas orientaciones:
* A partir de los seis-siete meses un niño puede y debe conciliar el sueño solo.
* Debe iniciar esta rutina sin llanto.
* La duración del sueño será de 10 a 12 horas continuadas.
* Puede utilizar un objeto (muñeco, manta …)
*Debe dormir en su cama y con la luz apagada.

Además, los padres deberán tener claro los siguientes aspectos:

Se debe transmitir seguridad a los niños. Esto se conseguirá ofreciendo un lugar
acogedor, cómodo, con buena temperatura, satisfaciendo las necesidades básicas
de higiene y alimentación etc…
Ofrecer elementos externos que permanecerán a su lado durante el sueño, un
peluche, un juguete etc…
Serán los padres los que, a partir de este momento, consensuen e interioricen una serie
de normas básicas que acompañarán la preparación y el momento de ir a la cama.
Supone elaborar un ritual que se repita cada noche antes de acostar al niño. Un ejemplo
de éste puede ser:
1. Higiene: la hora del baño será la misma.
2. Alimentación; se cuidará la cantidad de cena
3. Momento especial: cuento, canción …
4. Despedida: dar las buenas noches o un beso con palabras que lo conforten.
Es muy importante la regularidad en la rutina y preparación del sueño para que se
asiente bien en el niño este “aprender a dormir”.

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7.3. Sesión tutorial: Límites y conductas

Es común que los padres comiencen a tener dudas cuando se plantean poner
límites a sus hijos, éstos comienzan a manifestar su rebeldía como muestra de su
todavía incipiente personalidad.
Los límites son necesarios para los niños, a través de ellos aprenden sobre lo que
pueden o no hacer y les ayuda a ser responsables. Los niños además se sienten más
queridos cuando se les marca unos límites que cuando se les deja absoluta libertad de
acción.
Para los adultos el límite equivale a la norma, sin embargo una norma no es un
grito, un castigo o un azote, esto sería, en el peor de los casos, la consecuencia que el
niño sufre por haberse saltado la norma.
Cuando el adulto decide que es el momento de poner un límite es importante
hacerlo de forma clara y rotunda pero también de forma progresiva, no se pueden
asimilar muchas normas a la vez, se debe comenzar por las más básicas para pasar a
otras más complejas.
Ejemplo; si queremos que nuestro hijo no se suba al sofá lo primero que haremos
será poner el límite expresándolo de forma clara – “No se puede subir al sofá”- Además
le daremos razones del por qué de esa norma – “se puede caer, hacer daño, el sofá se
estropea”-, el mensaje debe ser claro y transmitir seguridad. Es muy importante ser
constantes en las normas ya que de otra forma descentramos al niño que no entiende
por qué un día sus papás se enfadan ante una misma situación y otros días no.
La actitud del niño ante una norma puede ser muy diferente, pueden admitir la
norma e integrarla en su repertorio de conductas o saltarse el límite y esperar a ver cuál
es la consecuencia de esa conducta. Si cuando se salta la norma no ocurre nada o no
ocurre lo que esperaba, esta conducta se volverá a repetir.
Es el adulto el que debe normalizar el comportamiento del niño, adaptándolo al
entorno en el que se desarrolla la acción del pequeño. Es muy importante la
coordinación entre familia y escuela a la hora de plantear los límites ya que en función de
los comportamientos que el niño observe en estos dos contextos irá asimilando los
límites en las diferentes situaciones.

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Por último, los límites se transmiten a los niños mediante instrumentos como la
voz y los gestos. Además se deben transmitir con seguridad y siendo constantes, con
una opinión unánime y sin rivalizar con los niños.

QUÉ USO PARA PONER UN

LÍMITE

LA VOZ EL GESTO

USANDO EL TONO ES UN MEDIO DE

ADECUADO A REFUERZO
CADA SITUACIÓN

EXPRESA FIRMEZA Y
EL EMNSAJE HA DE ESTADO DE ÁNIMO
SER CLARO

TRANSMITE UNA GRAN

ADECUADO AL CANTIDAD DE INFORMACIÓN
NIVEL DE
COMPRENSIÓN

En resumen, el comportamiento y la aceptación de la norma dependerán de las

reacciones que los adultos tengan ante los comportamientos de los niños y de las
experiencias que vayan acumulando los pequeños. Por tanto, la incorporación de los
límites en la educación de los hijos es muy importante.

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7.4. Sesión tutorial: “Enseñar a convivir”

Convivir es la capacidad de vivir juntos o en compañía de otros respetándose y

asumiendo una serie de normas básicas de comportamiento. La convivencia supone
comprender, respetar y construir normas justas que regulan la vida colectiva.
En educación infantil una de las técnicas más útiles y extendidas para trabajar
aspectos relacionados con la convivencia en estas edades son la asamblea o el corro.
La asamblea o el corro constituye una actividad eminentemente educativa y como
tal persigue una serie de objetivos como por ejemplo; aprender a convivir, saber respetar
y hacerse respetar, potenciar actitudes democráticas o ser capaces de resolver sus
problemas de forma cada vez más autónoma a través del diálogo.
Durante esta actividad nos saludamos, nos conocemos, intercambiamos nuestras
experiencias e inquietudes, resolvemos nuestros conflictos, presentamos nuestras
producciones etc…
Algunos contenidos que se pueden trabajar son recordar las normas básicas de
juego y de relación, hacer partícipe a los niños en la elaboración de las normas de clase,
resolución de conflictos, utilizar la asamblea como actividad de tránsito entre una
actividad y otra…
La asamblea supone una actividad importante en la resolución de conflictos,
recordemos que los conflictos son algo natural entre los niños, de estos conflictos
aprenderán comportamientos y consecuencias y regularán su comportamiento social
desarrollando su habilidad de conseguir y alcanzar lo deseado. Estos conflictos irán
disminuyendo en función de la presencia de las normas de comportamiento en el aula.

Referencias bibliográficas

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Orientación Escolar y Familiar

Bisquerra, R. y Álvarez, M. (1996). Manual de orientación y tutoría. Barcelona: Praxis.

Méndez, L., Ruíz, J., Rodríguez, E. y De la O, M. (2007). La tutoría en educación infantil. Madrid:
Wolters Kluwer.

Vendrell, J.R. (2009). Manual de tutoría y orientación en la diversidad. Barcelona: Pirámide.

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