Sie sind auf Seite 1von 22

Han cambiado las condiciones de la vida.

Pasaron de ser continuas, coherentes y predecibles a ser


interrumpidas, incoherentes y sorpresivas.

Los líquidos cambian de forma fácilmente a diferencia de los sólidos, que tienen enlaces
atómicos más fuertes. Fluyen en lugar de permanecer, no están fijos al espacio mientras que
los sólidos si. El tiempo es importante para los fluidos y el espacio para los sólidos. Los
líquidos se mueven fácilmente lo que los asocia con la levedad, movilidad e inconstancia.
Lo que nos permite usar esta cualidad como metáfora para aprehender la naturaleza de la
fase actual de la historia. Si bien se puede decir que la modernidad es fluida o una etapa de
licuefacción en que se derriten los viejos sólidos premodernos estancados, congelados, -
estos era la tradición, las convicciones y lealtades- ésta destruye los sólidos con la intención
de crear otros más fuertes, perfectos y duraderos que permitieran mantener al mundo
predecible y controlable. Se buscaba un nuevo orden que no atara a viejas lealtades,
derechos y obligaciones, desprenderse de las obligaciones irrelevantes para el cálculo
racional de los efectos, liberar la iniciativa comercial de las obligaciones domésticas y de
los deberes éticos, conservar solo el nexo del dinero. Esto destramaba toda la compleja
trama de las relaciones sociales dejándola desnuda, desprotegida y desarmada sin poder
resistir a las reglas de los criterios de racionalidad moldeados por el comercio. Invadió la
racionalidad instrumental, el rol determinante de la economía que se libera de sus
tradicionales ataduras políticas, éticas y culturales. Ese orden llegó a dominar la totalidad
de la vida humana, ese orden que se vuelve general no admite opciones y sus subsistemas
están relacionados rígidamente. Entre el orden dominante y cada una de las agencias,
vehículos o estratagemas de cualquier acción efectiva se abre una brecha. La situación
actual emergió de la disolución radical de aquellas amarras acusadas de limitar la libertad
individual de elegir y actuar. La rigidez del orden es el artefacto y el sedimento de la
libertad de los agentes humanos, esa rigidez es el producto general de la desregularización,
la flexibilización, la liberalización.

Hoy en día la misión de construir un orden mejor no forma parte de ninguna agenda actual.
La disolución de los sólidos, rasgo permanente de la modernidad, adquiere otro sentido que
causa la disolución de las fuerzas que podrían mantener el tema del orden y del sistema
dentro de la agenda política. Los sólidos que ahora se disuelven son los vínculos entre las
elecciones individuales y los proyectos y acciones colectivos. Es una redistribución y una
reasignación de los poderes de disolución de la modernidad. Se remodelan las pautas pero
siguen siendo rígidas e inflexibles (clases). Pero esos códigos y conductas que servían de
orientación escasean más y más en la actualidad. Salimos de los grupos de referencia
preasignados para desplazarnos a una era de comparación universal, dónde la construcción
individual no está dada y cambia mucho.

Las pautas y configuraciones ya no resultan evidentes, han sido despojadas de su poder


coercitivo y estimulante. Ahora se presentan como tarea individual, siguiendo a la política
de vida. La licuefacción se desplaza entonces del sistema a la sociedad, siendo así la
nuestra una versión privatizada de la modernidad donde la construcción de pautas y la
responsabilidad por el fracaso cae sobre los hombros del individuo. Ahora se licúan las
pautas de dependencia e interacción, son más maleables que nunca. Es innegable el cambio
que produce la modernidad líquida a la condición humana. La estructura sistémica remota
combinada con el estado fluido y desestructurado del encuadre de la política de vida cambia
de modo radical la condición humana lo que exige que se repiensen los conceptos clave del
discurso narrativo moderno. Lo que se pregunta en el libro es si su resurrección es factible
o si no como darles su funeral (emancipación, individualidad, tiempo/espacio, trabajo y
comunidad)

Si bien la modernidad puede evaluarse usando distintos parámetros hay una característica
que Bauman considera esencial, el atributo del cambio de la relación tiempo y espacio.

La modernidad empieza cuando se separan espacio y tiempo entre si y en la práctica vital.


Cuando se empiezan a teorizar como categorías de estrategia y acción y dejan de ser
aspectos entrelazados a la experiencia viva. El tiempo tiene historia gracias a su capacidad
de contención que se amplía. Los límites heredados de la velocidad de movimiento
pudieron transgredirse. Debido a su adquirida flexibilidad y capacidad de expansión el
tiempo moderno se volvió el arma para la conquista del espacio, la velocidad y el acceso a
los medios de movilidad se convirtieron en el principal instrumento de dominación y poder.
Panóptico como archimetafora del poder moderno. Presos inmovilizados, vigilados y
vigilantes con libertad de movimiento (movilidad= dominación.). El dominio del tiempo
era el secreto del poder. Era un modelo de confrontación entre los dos lados de la relación
de poder. Por esto no tenían total liberta de movimiento ya que el rutinizador queda
rutinizado. Otra desventaja es que es costoso (administrar significa responsabilizarse del
bienestar general del lugar). La responsabilidad significa estar atado al lugar.

El esfuerzo por acelerar la velocidad del movimiento ha llegado a su límite natural. Para
articular este cambio de la cohabitación humana y en las condiciones sociales se ha usado
posmodernidad, segunda modernidad, fin de la historia etc. El poder se mueve con la
velocidad de la señal electrónica, es instantáneo, se ha vuelto extraterritorial no atado al
espacio, la distinción entre cerca y lejos ha sido cancelada. Así los poderosos pueden
prescindir de la carga del panóptico augurando una época pospanóptica, en la que los
poderosos pueden ponerse fuera del alcance, se augura el fin de la era del compromiso
mutuo. La principal técnica de poder es la huida, la elisión, el escurrimiento, el rechazo al
confinamiento territorial y a sus consecuencias. Las fuerzas militares y las estrategias
bélicas de golpear y huir ya no buscan la conquista del territorio sino la demolición de los
muros que impedían el flujo de los nuevos poderes globales fluidos, promoción del libre
comercio a fuerza.

Para Jim MacLaughlin el advenimiento de la modernidad significó el ataque de los


sedentarios al estilo de vida nómada, provenientes de los órdenes legislados, que
codificaban los derechos y deberes de los ciudadanos. La ciudadanía iba de la mano con el
sedentarismo y no pertenecer a algo fijo era sinónimo de exclusión y discriminación. Esta
superioridad del sedentarismo tiende a finalizar. En la modernidad fluida la mayoría
sedentaria es gobernada por una minoría nómada. Eliminar las fronteras y tener libre los
caminos se ha convertido en el metaobjetivo de la política. Los amos ausentes gobiernan
sin las tareas administrativas, gerenciales o bélicas; sin compromiso activo con las
poblaciones. Lo grande ha perdido cualquier sentido racional, lo pequeño significa mejora y
progreso. Viajar liviano es ahora el mayor bien y símbolo de poder. Hoy lo que da ganancia
es la desenfrenada velocidad de circulación, reciclado, envejecimiento, descarte y
remplazo. Los encumbrados y poderosos de hoy rechazan lo durable y celebran lo efímero;
mientras que los que ocupan los lugares más bajos luchan para que sus frágiles, vulnerables
y efímeras posiciones duren más y rindan más servicios.

La desintegración de la trama social y el desmoronamiento de las agencias de acción


colectiva son tanto una afección como un resultado de la nueva técnica de poder. Para que
el poder fluya, el mundo debe estar libre de trabas y controles. Cualquier traba debe ser
eliminada. Los poderes globales están empecinados en desmantelar esas redes para no
perder fluidez y con esto poder. El derrumbe y la fragilidad de los vínculos y redes
humanas permiten a los poderes actuar.

Si estas tendencias mezcladas siguen desarrollándose, los hombres y mujeres podrían ser
remodelados y buscar desesperadamente a dónde pertenecer, conectarse. Distopía para
remplazar los temores consignados en las pesadillas al estilo Orwell y Huxley.

Capitulo I Emancipación

Hay que liberarnos pero la liberación no está sustentada por las masas. Unos no quieren,
otros no actuarían y nadie sabe lo diferente que sería. Pero ¿qué es liberarse? Deshacerse de
ataduras y obstáculos que detengan los movimientos de nuestra voluntad. “La realidad es
creada por el acto del deseo” Sentirse libre implica un equilibrio entre imaginación, deseo y
capacidad de actuar. Se puede alcanzar recortando el deseo e imaginación o ampliando la
capacidad de actuar.

Por esto podemos diferenciar entra libertad objetiva y subjetiva. La voluntad de progreso
puede ser frustrada o no emerger por que las intenciones pueden ser recortadas o puede que
con la manipulación de las intenciones no se ponga a prueba las capacidades objetivas ni
averiguar cuáles son. Una de las cuestiones que derivaron de esta diferenciación es que lo
que experimentamos como libertad no lo sea en absoluto, no objetivamente satisfactorio, se
crean libres; que llevó a suponer que las personas no sean jueces de su situación y tenga
que encaminárseles a buscar la liberación objetiva. Los filósofos pensaban que solo no les
gustaba la idea de ser libres.

¿La liberación es una maldición o una bendición? Preguntas de la edad moderna cuando la
libertad no llegaba y los que la recibirían no le daban cálida bienvenida (liberación-política
libertad-valor). Surgieron 2 respuestas: 1La gente común no está preparada para la libertad.
2-Aceptaban que los hombres dudaban de los beneficios.

Las primeras causaban compasión y desprecio y cólera. Es la queja de Marcuse.


Responsabiliza a la prosperidad. La segundas sugerían que la clase de libertad ensalzada
por los libertarios no es garantía de felicidad. Depender de los recursos propios nos augura
indecisión, el peso sobre nuestros hombros causa miedo al riesgo y al fracaso. Si esto es la
libertad entonces no puede ser una garantía de felicidad.

Estas respuestas del segundo tipo se derivan del horror visceral hobbesiano del hombre sin
freno. La norma libera de la esclavitud de la naturaleza presocial del hombre. Es la coerción
social como única fuerza razonnable emancipadora. No hay contradicción entre
dependencia y liberación. La libertad no puede obtenerse en contra de la sociedad. Rebelión
contra las normas es indecisión e incertidumbre sobre quienes nos rodean., la rutina y las
pautas sociales ahorran esto. La anomia es lo peor que le puede ocurrir a la gente, es sólo
duda y miedo. La rutina puede degradar pero también puede proteger.

La vida no es insensata aun pero está bastante dañada, las herramientas de certeza son
muletillas de la ingenuidad humana. Toda certeza posterior al pecado original del
desmantelamiento de ese mundo “real” , colmado de rutinas y carente de reflexión, no
puede ser sino una certeza fabicada. Abandonemos la esperanza de unidad ahora en la
modernidad líquida: anunciamos la muerte de la definición del ser humano como ser social,
definido y determinado por su sociedad. Cómo actuar y quién ser ahora depende del
individuo y no en instituciones y principios universales.

Esto significaría que ya ha sido alcanzada toda la libertad concebible o asequible. Por lo
tanto el programa de emancipación ha sido agotado. Las dos quejas son anacrónicas y ya no
son posibles. Las instituciones dejan a los individuos la carga de las definiciones y las
identidades, y no hay contra que rebelarse. Por otro lado las comunidades ya no
determinarán ni definirán las identidades, sólo serán artefactos efímeros de la
individualidad.

Según Castoriadis nuestra sociedad ha dejado de cuestionarse a sí misma y no examina,


demuestra ni justifica la validez de sus presupuestos. Nuestra sociedad no ha eliminado la
crítica sino que la ha vuelto un ejercicio elemental individual, todos estamos
comprometidos en la política de vida, somos ultra reflexivos. Pero esta reflexión no alcanza
los mecanismos que conectan nuestros movimientos con sus efectos y que deciden sus
resultados, ni las condiciones que dejan a esos mecanismos actuar con libertad. Nuestra
crítica no tiene dientes, no tiene efectos sobre las opciones de políticas de vida, vino la
libertad acompañada de impotencia sin precedentes.

La sociedad contemporánea es “hospitalaria” con la crítica pero en un sentido nuevo,


acomodó acción y pensamiento crítico y permanece inmune. La hospitalidad nueva se
puede comparar con un predio para acampar. La teoría crítica de AyH se gestó en una
modernidad preocupada por el orden y orientada al fin de la emancipación. La idea de la
crítica se inscribía en un modelo de organización dompestica compartida, conreglas
institucionales y normas de uso y costumbre, asignación de tareas y supervisión de
resultados. La crítica estilo consumidor ha remplazado la crítica estilo productor. Las raíces
del cambio están en la gran transformación del espacio público y en la manera en la que la
sociedad se perpetúa a sí misma.

La modernidad de esa antigua crítica resulta pesada-liviana, sólida-líquida, sistémica-


reticular, condensada-difusa. Estaba preñada de una tendencia al totalitarismo, oscurecía el
horizonte. Enemiga de la contingencia, la variedad, la ambigüedad, la idiosincrasia y lo
aleatorio. Autonomía y libertad: principales afectadas de esa cruzada. Los íconos fueron las
fábricas fordistas, la burocracia, el panóptico, el gran hermano y el Konzlager-gulag.

Podemos decir que la teoría crítica apuntaba a desactivar, neutralizar o desconectar la


tendencia totalitaria de la sociedad; defender la autonomía humana, la libertad de elección y
la autoafirmación, y el derecho a ser diferente. La teoría crítica temprana creyó que el
momento culminante de la emanciáción humana era el depegue de la libertad individual de
las garras de la rutina y la liberación del individuo de la cárcel de acero de la sociedad
totalizadora, homogeneizadora, uniformadora. No vio más allá.

1984: Inventario de los miedos y aprehensiones de la modernidad pesada. Miedos que


marcaron el norte del programa de emanciáción. Cuando 1984 llegó el libro fue tomado en
cuenta muy por encima por que la gente ya no se reconocía sus propias angustias y
frustraciones nii las de sus vecinos. Por un tiempo todos estos síntomas de la marea
totalitaria fueron identificados con la idea de modernidad.

Cuando la escena pública se vio liberada de esos antiguos miedos y otros nuevos
aparecieron no se tardó en proclamar el fin de la moernidad, o el fin de la historia, se decía
que había alcanzado su telos al hacer la libertad inmune a toda amenaza –al menos el libre
mercado y la libertad de elección. Esta noticia es una exageración, parece que la sociedad
analizada por los fundadores de la teoría crítica, fuera sólo una de las formas que la
sociedad moderna puede tomar. Su decaencia no augura el fin de la modernidad, no
proclama el final de la desdicha humana, ni el fin de la crítica como labor y vocación
intelectual ni la vuelve superflua. En el XXI a sociedad no es menos moderna , a lo sumo
moderna de diferente manera. Lo que la hace tan moderna, es lo que ha diferenciado
siempre a la modernidad: la compulsiva, obsesiva, continua, irrefrenable y eternamente
incompleta modernización; la inextinguible sed de creación destructiva.

En la modernidad fuimos emancipados de nuestra fe en la creación, la revelación y la


condenación eterna, ser moderno terminó significando, como en la actualidad, ser incapaz
de detenerse y quedarse quieto. Estamos obligados a movernos por que no existe horizonte
de gratificación, la completud siempre es futura. Ser moderno significa estar siempre un
paso delante de uno mismo, siempre en estado de transgresión; también tener una identidad
que sólo existe en tanto proyecto inacabado.

Dos características que hacen novedosa nuestra situación: El gradual colapso y decadencia
de la ilusión moderna de la crencia de un Telos; y la desregulación y la privatización de las
tareas y responsabilidades de la modernización. Latarea de la razón ahra es del individuos y
sus propios recursos. La idea de progresos mediante la sociedad no se ha abandonado al
cien pero el énfasis se volcó hacia la autoafirmación del individuo. Ya no progresa el
gobierno sino los contribuyentes. La modernidad actual es liviana en la cima luego de
liberarse de sus obligaciones emancipadoras. “No más salvación para la sociedad” “no
existe la sociedad” Tus herramientas para progresar son la astucia,la voluntad y el poder.
Ya no hay gran hermano, ya no hay grandes líderes, en el mundo de individuos sólo hay
otros individuos de quienes puedes tomar el ejemplo bajo tu propia responsabilidad.
Con Sociedad de Individuos Norbert elías remplaza el vs por el de. Al hacerlo corre el
discurso de la imaginación de dos fuerzas trabadas en lucha por la liberación o la
dependencia hacia el plano de la concepción recíproca, la Sociedad forma individuo y a la
inversa. Asignar a sus miembros el rol de individuo es una marca de origen de la sociedad
moderna. No Es un acontecimiento único sino una actividad reescenificada diariamente.
Los dos se cambian mutuamente por lo que la individualización toma siempre nuevas
formas. Hoy significa algo diferente que en la modernidad.

El trabajo de Beck muestra el proceso de individualización como una historia en curso con
sus distintas etapas, pero sin telos. Representa el nacimiento del individuo como un aspecto
de la continua, constante y compulsiva modernización. Abrió el escrutinio de la variedad de
tendencias históricas de la individualización y sus productos. Ésta consiste en transformar
la identidad humana de algo dado en una tarea y en hacer responsables a quienes la
realicen, es decir establecer una autonomía de jure. Con esto los humanos ya no nacen a su
identidad. La necesidad de transformarse en lo que uno es constituye la característica de la
vida moderna, ya que la modernidad remplaza la heteronomía del sustrato social por la
autodeterminación.

La modernidad desarraigaba (destino) para poder rearraigar (tarea). Quebrados los


estamentos la autoidentificación quedó reducida al reto de vivir fiel a su clase, de adecuarse
a los modelos emergentes de conducta, de aculturarse por la norma. Estamentos-heredados-
atribución, pero clases-membresías fabricadas-logro. La división de clases se dio por los
recursos que tenía cada quien para la autoafirmación, ofrecían un espectro de identidades.
Los débiles compensaban con el poder la cantidad, el colectivo. El colectivismo fue la
estrategia de aquellos que eran blanco de la individualización pero incapaces de
autoafirmarse como individuos. La conciencia de clase surgió después cuando la
distribución desigual de los recursos fue desafiada y puesta en peligro.

La clase sujetaba con la misma fuerza que los estamentos. La clase y el género se cernían
de las opciones individuales, era difícil escapar de su sujeción, solo se podía buscar encajar
en un nicho y seguir los parámetros. Esta es la diferencia de la individualización en la MS y
ML, no hay moldes donde rearraigarnos, y los pocos que hay son frágiles y no lo permiten.
Existen una multiplicidad de moldes que no prometen completud alguna ni meta final,
estamos crónicamente desarraigados. Tanto en la ML como en la MS la individualización
es un destino, no una elección. En la tierra de la libertad individual de elección no se puede
escapar de la individualización, todos somos responsables de nuestro acontecer, soluciones
biográficas a contradicciones sistémicas. Se ensancha la brecha infranqueable entre la
individualidad predestinada y la individualidad como la capacidad práctica y realista de
autoafirmarse.

La capacidad autoafirmativa de los individualizados no alcanza los requerimientos de una


genuina autoconstitución. Hay una gran impotencia en la libertad de la que surge la
individualización. Quizá si se unieran las fuerzas individuales condensarían y se lograría
algo pero esa condensación de lo individual en interés común es difícil porque los
problemas del individuo por destino no son aditivos. Pueden ser similares pero no se
suman. Su unión lo único que hace es reconfirmar a cada uno que los demás también
luchan día a día con sus dificultades. Uno puede aprender de la experiencia de otros, pero lo
primero que aprende es que la única ayuda que otros nos pueden brindar es el consejo de
cómo sobrevivir en soledad.

Liberar a la gente puede volverla indiferente. El individuo es el enemigo número uno del
ciudadano. Éste cuida su bienestar a través del bienestar de su ciudad. Mientras que el otro
es desconfiado, pasivo y escéptico respecto a la causa común, para estos compartir augura
una restricción de la libertad de procurarse sus propios objetivos. Hoy solo se espera del
poder público que proteja los derechos humanos y que todos sigan su camino en paz.

Resumiendo: La otra cara de la individualización parece ser la corrosión y la lenta


desintegración del concepto de ciudadanía. Así hoy las preocupaciones de los individuos
colman hasta el borde el espacio público. Lo público se encuentra colonizado por lo
privado. El interés público se limita a la vida privada de las figuras públicas, y el arte de la
vida pública queda reducido a la exhibición pública de asuntos privados. Cuando los
individuos se adentran a la escena pública no es por causas comunes, sino es su desesperada
necesidad de “interconectarse. Compartir intimidades se vuelve el método preferido de
construcción de comunidad., así éstas surgen frágiles y efímeras, de preocupaciones,
ansiedades y odios compartidos pero comunidades de perchero, en el que se cuelgan los
miedos individuales y solitarios aunque sea por un momento.
La individualización ha llegado para quedarse, concede a un número cada vez mayor una
libertad de experimentación sin precedentes pero acarrea la carga de la responsabilidad por
las consecuencias. El abismo que se abre entre el derecho a la autoafirmación y la
capacidad de controlar los mecanismos sociales que la hacen viable o inviable se alza
como la mayor contradicción de la modernidad fluida.

El impulso modernizador conlleva una crítica compulsiva de la realidad. Si se privatiza


conlleva una gran autocrítica por la falta de autoestima, por ser individuo de jure (uno es
responsable y se deja de poner atención al espacio social). Se buscan soluciones pero no las
hay biográficas para contradicciones sistémicas, terminan siendo imaginarias y siemore a la
par de la individualización de la stareas y las resposabilidades. Hoy hay demanda de
percheros individuales dónde colgar colectivamente los miedos. Época proclive a chivos
expiatorios, de vigilancia y búsqueda de seguridad, de prensa amarillista. Es enorme la
brecha entre nuestra condición de individuos de jure y nuestra posibilidades de ser
individuos de facto. Esa brecha no se puede zanjar individualmente eso es asunto de la
Política. Se ensancha por el vaciamiento del espacio público, del ágora.

E invierte la tarea de la teoría crítica, de la defensa de la autonomía privada sobre el avance


de la esfera pública, a defender la esfera de lo público, ahora vacío por el abandono de los
ciudadanos iteresados y el escape del poder real 8extraterritorialidad). Lo público ya no
coloniza lo privado sino a la inversa. El individuo que piensa que es el arquitecto de su
destino piensa sólo en su conveniencia, no como el ciudadano. El espacio público se volvió
el lugar donde se realiza la confesión pública de las intimidades privadas.

El poder por su parte se aleja a la extraterritorialedad de las redes electrónicas. Los


poderosos acuden al escape, la evasión y la retirada, son invisibles. No se puede preveer sus
movimientos. Así en el espacio público hay cada vez menos temas ppublicos. Por la
individualización el individuo es sistemáticamente despojado de su ciudadanía, lo ue aleja
la posibilidad de convertirse en individuo de facto. Para esto hay que ser primero
ciudadano. NO hay individuos autónomos sin una sociedad autónoma, y la autonomía d ela
sociedad exige una autoconstitución deliberada y reflexiva, sólo posible por sus miembros.
La sociedad es hoy una condición necesaria, primaria y fundamental para volverse
autónomo y autoafirmarse. Éste es el dilema de la TC. Unir aquello que ha separada la
combinación de la individualización formal y el divorcio entre poder y política. Repoblar el
ágora. La tarea de la TC es reconectar la realidad del individuo de jure y el posible
individuo de facto.

“La necesidad de pensar es lo que nos hace pensar” , En adorno la necesidad de pensar
setransforma en pprivilegio. Cuanto menos pueda ser explicado un pensamiento más se
acerca al nvel d humandad. Cuanto menos peda ser justificado en términos de utilidad y
beneficios más alto es su valor humanizador, el mercado y el consumo amenazan su valor
genuino.

El entendimiento es el punto de partida de la libertad, el condicionamiento debe ser


transparente. La ingenuidad es perturbada por el entendimiento. Hay resquemor hacia el
entendimiento, la falta de libertad del ingenuo es la libertad de la persona pensante, esto
facilita el ostracismo. El exilio es el arquetipo de la condición que permite permanecer al
margen del intercambio, del merado local. El exilio es para el pensador lo que el hogar es
para el ingenuo.

Según A y H los sistemas teóricos y prácticos que buscan unidad entre belleza, justicia y
verdad tienen un componente anárquico, no son muy rígidos. Les dan mpas valor a la idea y
al individuo que al uso de la idea y a lo colectivo. “el precio de la supervivencia es el
compromiso activo, la transformación de las ideas en dominación”. Todo aquel que piensa
y se preocupa está condenado a navegar entre el imptente pensamiento y el impulso de
dominación. Ninguno ofrce una buena solución. El impulso se convierte en dominación, el
pensaiento impotente puede satisfacer un deso narcisita sin compromisos. Érp deja al
pensamiento impotente, la filosofía np revierta nada.

La preocupación e Adorno históricamente empieza con el problema de Platón acerca de la


conveniencia y viabilidad el retorno a la caverna. La versión e adorno toma forma en la
época del postiluminismo. Los habitantes de la caverna rencarnados en burgueses no venían
dotados del innato entusiasmo por la verdad y los valores superiores.Es normal que sean
reacios al mensaje. Vio pues que el matrimonio entre el conocimiento y el poder se ha
vuelto rutina y es prácticamente el postulado axiomático de la filosofía y un reclamo común
y cotidiano de la política. Era razonable pues esperar que los mensajeros recurrieran a la
violencia, buscando la dominación para difundir su mensaje. Los 2 problemas son cómo
transmitir el mensaje sin corromperlo y cómo evitar el impacto corruptor del poder y la
dominación.

Para Strauss y Kojéve la brecha entre sabiduría y mera creencia y la dificultad de


comunicación entre ellas apuntaban inmediata y automáticamente al tma del poder y la
política. Problema de la relación entre filosofía y Estado, foco principal de la política. Si el
orden eterno que busca la filosofía es inmune a la historia ¿cómo contribuye el contacto
entre la filosofía y los dueños de la historia? Es inmune pero no puede mantenese al
margen de ella. La verdad entra a la historia para reformarla, por eso la relación es una
actividad vital para el filósofo. La historia es la consumación de la filosofía.encuentra
prueba y confirmación en su aceptación y reconocimiento. No tener contacto con la
política no es la respuesta. Problema del puente pokítico hacia el mundo.

Es el desprecio por las ideas y los deseos de los “otros” lo que hace que la tiranía sea
tiránica. La filosofía debería construir el campo donde mambos bandos se encuentren y
debatan. Kojéve pensaba que era posible y strauss no. La posibilidad de ue la filosof+ia y
la sociedad se reconcilien es escasa. Pensaban que la política era el nexo entre los valores
universales y la realidad de la vida social a la que da forma la historia. Escribieron en la
modernidad pesado y pensaban que el dilema se reducía a actúa o mantente al margen. La
modernidad pesada formaba la realidad a la manera de la jardinería. Construida bajo
normas de control y calidad, diseñada antes de ser construida. Soñaba con legislar para
hacer de la razón una norma de la realidad. ¿Relacionarse con el Estado o no? Ese era el
dilema fundacional.

El Estado, cuando ya no es el depositario de la razón y no impone una legislación, se


desintegra, la teoría crítica se quedaría sin objeto, otros se aferran a una estrategia ortodoxa
y otros prefieren seguir peleando la sviejas batallas. Se ha vuelto obsoleto el significado
asignado a la emancipación bajo condiciones hoy inexistenes, pero no la labor de la
emancipación en sí. Hay otro programa d eemancipación pública esperando políticas
públicas críticas viene con la modernidad líquida. Agenda que aparecen en la brecha entre
jure y facto.

La tarea impuesta a los humanos de hoy es esencialmente la misma que les fue impuesta
desde los comienzos de la modernidad: autoconstituir su vida individual y tejer redes de
vínculos con otros individuos autoconstituidos y mantener esas redes. Esta tarea no fue
cuestionada, pero acusaba falsedad en los intereses de la liberación,los intereses de aquellos
que generan las condiciones de la autoafirmación: restricciones a la elección, tendencia
totalitarista, homogeneidad.

La libertad de acción está llena de contradicciones complicadas. Por ejemplo la


contradicción de las identidades fabricadas por uno mismo, que deben ser a la vez sólidas
para ser reconocidas y flexibles para no limitar movimientos futuros. Ola precariedad de las
relaciones humanas. O la indiferencia con la responsabilidad. O la fragilidad de la acción
colectiva, que necesita una cohesión más duradera, para llegar a sus objetivos. O la
dificultad para generalizar las experiencia y transformarla en problema público. Estos son
los desafíos críticos para conectar sus disciplinas con los programas de políticas públicas.

Los teóricos críticos sospechaban que la individualidad, la tendencia creativa ajena a


propósitos, son recursos pero obtaculos en medio del camino de la modernidad. Ellos
oponen la visi+ón de una sociedad que se rebela ante esa perspectiva, La única totalidad
reconocida en la escuela crítica era la que pudiera emerger de las acciones de individuos
crearivos y con libertad de eleccoión. Había un sesgo anarquista en toda teorización crítica,
se esperaban peligros y ataques desde lopúblico que quería colonizar lo privado, no se
sospechaba la invasión a la inversa. Hoy es ea invasión es el escollo principal de la
emancipación osea pasar de autonomía de jure a la de facto. El poder público da
incompletud de la libertad individual pero su desaparición augura la impotencia práctica de
esa libertad, la negativa.

El poder público pierde poder de oprimir, también de posibilitar. Hoy toda liberación
verdadera demanda mpas y no menos esfera pública y poder público. La teoría crítica tiene
que sacar a la luz los obstáculos para la emancipación. Los primeros son las dificultades
para traducir los problemas privados a problemáticas públicas, buscando recolectivizar. La
individualización esstroza las herramientas que necesita para cumplir sus objetivos. La
búsqueda de una vida alternativa en común debe partir del análisis y la búsqueda de
alternativas a las políticas de vida.

2-INDIVIDUALIDAD

Las visiones de Huxley y Orwell eran diferentes pero compartían el presagio de un mundi
estrechamente controlado, en que la libertd estaba hecha añicos. Un mundo dividido en
manipuladores y manipulados, planificadores y cumplidores de planes, sin alternativa.
Menos libertad y más control. Coincidían en cunto al destino del mundo. Ambos sentían
que la tragedia del mundo era su obstinado e incontrolable avance hacia la división entre
controladores y controlados, visión del hombre sin poder de desición sobre sus vidas.

Un mundo de orden, monótono, regular, repetible, predecible, cosas tienen más


posibilidades de ocurrir y otras son descartadas, esto necesita que alguien debe manipular
las posibilidades para que nada suceda por azar. Ahí todo tiene un propósito, los actos
deben servir a la perpetuación del todo ordenado. En nuestros tiempos modernos la tarea de
planificar y hacer cum´lir el orden ha recaído sobre los seres humanos.

Marx: Las ideas de las clases dominante tienden a ser las ideas dominantes, durante por lo
menos 200 años los gerentes de las empresas capitalistas dominaron el mundo. Así su
visión del mundo alimentaba y daba forma al discurso dominante. Este ha sido sustituido
por el discurso del génesis. En el ue también se da el encuentro de la empresa y la
academia, de los hacedores del mundo y sus interpretes. Hace ya tiempo que la academia
no ha tenido otro mundo para reflexionar que el sedimentado por la visión y las prácticas
capitalistas, su relación ha sido constante dirigida por el socio comercial. Este mundo de
josue era respaldado por el mundo fordista que fue un modelo de industrialización,
acumulación y regulación; adaptación de las expectativas y la conducta según los principios
colectivos del régimen de acumulación. Racionalización-mecanización, separar lo
intelectual y manual del trabajo. Era un sitio de construcción epistemológica sobre el cual
se erigía toda la visión del mundo y dominaba la totalidad de la experiencia vital.
(Praxeomórfico: mundo modelado por el saber práctico de la época) Mayor logro de una
construcción social tendiente al orden. No parecía haber alternativa a la fábrica fordista ni
obstáculo para ser implantado en todo ámbito social.

El fordismo fue la autoconsciencia de la sociedad moderna en su fase pesada y voluminosa,


sólida y arraigada. En esa etapa el capital, la dirección y el trabajo estaban condenados a
estar juntos por mucho tiempo. El capitalismo pesado estaba obsesionado con la masa y el
tamaño, así con sus fronteras, las quiere precisas. Para defender sus límites necesitaban
asegurar la lealtad de sus trabajadores. En su etapa pesada, el capital estaba tan fijado a un
lugar como los trabajadores qe contrataba.

Hoy el capital viaja liviano, mientras el trabajo sigue tan inmovilizado como en el pasado,
pero el lugar al que estaba fijado ha perdido solidez. El mundo antes legislador, srbitro y
corte suprema de apelación ya no es así, ahora no hay líder ni destino, ni reglas fijas.

Weber seleccionó la burocracia como prototipo de la sociedad futura, umbral de la acción


racional. Predijo el triunfo de la racionalidad instrumental. Establecido el fin la
preocupación recaía en los medios. Cualquier otra racionalización sería un ajuste y
perfeccionamiento de los medios. Dio nombre a otro tipo de acción con objetivo “valor-
racional” que aludía a la búsueda de valor “por si mismo”, valores de naturaleza ética,
estética o religiosa que el capitalismo moderno degradaba pues no apoyaba la conducta
racional calculadora que promovían. Éstos valores los incluyó después cuando se refutó el
presuúesto de que los fines estaban definitivamente establecidos. Pero no sirven para
aprehender la sustancia del momento histórico actual.

El capitalismo liviano no tiene este “valor-racional”, no adopta valores de manera absoluta.


En el tránsito del capitalismo pesado al liviano han desaparecido los invisibles politburós
capaces de absolutizar los valores. Sin una Oficina Suprema –ahora muchas- el tema de los
fines se pone de nuevo sobre la mesa, lo que causa agonías y vacilaciones, desconfianza e
incertidumbre, angustia perpetua. Antes incertidumbre por los medios ahora por los fines

Las vidas humanas transcurrirán atormentadas ante la tarea de elegir los fines. El
capitalismo liviano está obsesionado por los valores. Tiene soluciones pero busca el
problema. Se cuestiona ¿qué puedo hacer? En lugar de ¿cómo hacer mejor lo que debo? Sin
Oficina Suprema que imponga frontera entre correcto-incorrecto el mundo se convierte en
una colección e infinitas posibilidades que llena su espacio.

El individuo con libertad de acción no se preocupa por el Gra Hermano. Por eso no hay
distopías pero tampoco utopías. Todo recae en el individuo. El mundo lleno de
oportnidades es estimulante, no hay nada predeterminado ni irrevocable, las posibilidades
tienen fecha de vencimiento, para no despojar d eaccesibilidad a otras posibilidades. Da la
sensación de ser libre de convertirse en alguien, el estado de incompletud e indeterminación
implica riesgo y ansiedad. La conciencia de la infinitud de las posibilidades es satisfactoria
y placentera, pero saber que nada es inmune a la decadencia es lo que caga.

Hay un buffete de posibilidades para los consumidores, sólo tiene que establecer
prioridades. Su desdicha deriva del exceso no de la escasez. El exceso nos hace pensar que
no hay riego de error y no habría tampoco lo correcto = a incertidumbre ansiedad y deseo
nunca saciado.

El capitalismo pesado fordista era el mundo de los legisladores, creadores de rutinas y


supervisores, de autoridades guías. El capitalismo liviano no abolió las autoridades sino que
permitio su basta reproducción, rebajando la duración de su potestad. Numerosas
autoridades es una conradicción en los términos, pues se cancelan entre sí. Las autoridades
se vuelven por el número de electores, ya no mandan pero intentan seducir. El líder era
necesario en ese mundo que aspiraba a la “buena sociedad” , noasí en el mudo líquido. Hay
desmantelamiento de las redes normativas y protectoras, sin sociedad no hay utopía ni
distopía. Tanto la redención como la condenación son responsabilidad de cada uno.
No faltan los que se denominan “enterados”, pero no son líderes sino asesores: seguidos-
contratados; piden disciplina-buscan ganarse a los adeptos; funcionan como traductores
entre el bienestar individual y el bienestar de todos, entre privado y público- no trascienden
el área de lo privado. El asesoramiento que proporcionan los asesores es acerca de la
política de vida, no de la Política. Nada se gana haciendo el trabajo por otros, se estimula a
pensar que el placer es mejor guía que la corrección y el deber. Despues de la orientación
del asesor uno está tan sólo como antes. Se asesora cómo hacer las cosas por uno mismo. El
asesor da enseñanzas objetivas, ejemplos de lo que han hecho otras personas, éstas no son
capaces de idetificar las causas de sus desdicha entonces tampoco identifican lo que los
sacaría de ella. Las imperfecciones de mi cuerpo son mi culpa y mi vergüenza, la redención
está sólo en el pecador. Ahora no hay autoridad sino ejemplo. Sin embargo en generl no se
sabe con seguridad en qué dirección funciona el vínculo entre el deseo de seguir el ejemplo
y la autoridad de la persona ejemplar. Hoy el número de seguidores es lo que define la
autoridad.

Las personas ven los chat-shows ansiosas po una guía, ls famosos tienen más autoridad.
Pero si no es mninguna autoridad será más fácil seguir su ejemplo, pues se reconocen en
ellos y buscan una salida honorable de sus problemas. El rating grande no es por el gusto
humano por chismes, en un mundo de medios sin fines responde a una demanda genuina y
tiene valor pragmático, además se le da nombre al problema.Se comunica un problema
privado con un lenguaje compartido. Los chat-shows legitiman el discurso público de los
asuntos privados, tornan decible lo indecible. Nos hace sentir que los problemas privados
pueden sicutirse en público. Pero no se convierten en problemas públicos, sino que sigue
siendo problema ue se resolverá en privado. Antes se advertía que la esfera privada estaba
siendo invadida por la esfera pública hoy parece primar lo contrario, parece que se redefine
la esfera pública como plataforma donde se ponen en escena los dramas privados,
exponiéndolos al público. La definición actual e interes público es es deber de interpretar
esos dramas en público y el derecho del público para asistir a la función.

Las consecuencias de esto son la pérdida de la Política, se expulsa de la agenda pública


todos los problema son privados. Ahora lo que se percibe com temas públicos son los
problemas privados de las figuras públicas. Esas condiciones de vida impulsan a buscar
ejemplos que nos digan cómo hacer lo que importa, no líderes. La manera en que la gente
define individualmente sus problemas individuales y la manera en que intenta rsolverlo por
medio de habilidades y recursos individuales, sigue siendo el único tema público, objeto de
interes público.

Buscae ejemplo, consejo y guía es una adicción. En el mundo de los consumidores donde
las posibilidades son infinitas, ningún atractivo cumple en satisfacer. Las recetas para lograr
una buena vida y sus accesorios tienen fecha de vencimiento, pues siempre hay oferta de
nuevas. En la carrera del consumo la línea de llegada se desplaza, la carrera está destinada a
alcanzar la elusiva promesa de una vida libre de problemas y no tiene fin. Así, seguir
corriendo se convierte en la verdadera adicción. El deseo se convierte en su propio objetivo,
único e incuestionable.

El arquetipo de la carrera que corre cada miembro de la sociedad de consumidores es la


actividad de comprar. Uno elije todo menos la opción de elegir. Seguiremos en carrera
mientras compremos. El código que determina nuestra política de vida deriva de la praxis
de ir de compras. También se compran recetas de vida que nos dicen que nuestra felicidad
depende de la competencia personal pero que somos personalmente incompetentes. Las
áreas en las que deberíamos ser competentes requieren una salida de compras.

El consumismo de hoy no tiene como objeto satisfacer las necesidades. El spiritus movens
de la actividad del consumidor ya no es un conjunto de necesidades definidas sino el deseo.
Por ser el objeto constante está condenado a seguir siendo insaciable. El deseo limita la
disposición a comprar, los consumidores guiados por el deseo. Os consumidores guiados
por el deseo deben ser producidos constantemente. Pero el consumismo actual no se basa
en la regulación del deseo, sino en la liberación de las fantasías y anhelos. El anhelo
remplaza al deseo como fuerza motivadora del consumo.

La historia del consumismo es la historia de la ruptura y el descare de los scesivos


obstáculos “sólidos” que limitan el libre curso de la fantasía y reducen el “principio del
placer” al tamaño impuesto por el principio de realidad. Primero la necesidad fue
desplazada por el deseo, luego éste se volvió inútil, algo mejor para mantener la demanda
del consumidor en el nivel de la oferta es el anhelo, completa la liberación del principio del
placer.

La sociedad posmoderna considera a sus miembros consumidores no productores,


diferencia esencial. La vida organizada en torno al rol de productor tiende a estar regulada
normativamente, la principal preocupación es la conformidad. La vida organizada en torno
al consumo debe arreglársela sin normas. La sociedad de consumidores se presta a la
comparación universal. Cómo no hay normas para convertir algunos deseos en necesidades
y deslegitimizar otros, no hay referencias para medir el estandar de conformidad. Ls
principal preocupación es entonces la adecuación, estar siempre listo.

Si la sociedad de productores establece que la salud es el estándar que todos sus miembros
deben cumplir, la sociedad de consumidores blande ante sus miembros e ideal de estar en
forma. La salud y el estar en forma pertenecen a discursus distintos y aluden a
preocupaciones muy diferentes.La salud traza el límite entre normal y amormal; estar sano
significa en gran medida estar empleable. Estar en forma no es nada sólido, no
circunscripto con precisión, su prueba verdadera está siempre en el futuro. No alude a
ningún estándar particular de capacidad corporal, sino a su potencial de expansión. Estatr
emn forma a diferencia de la salud es un experiencia subjetiva. El esfuerzo por estar en
forma no tiene un fin natural. Las metas son parciales. Estar en forma es un estado de
perfecto autoescrutinio , autorreproche y autodesaprobación, de ansiedad constante.

Hoy el status de toda norma se ha convertido en una asociación de posibilidades indefinidas


e infinitas, lo que lo ha tornado vacilante y frágil. A la luz de los cambios provocados por el
modelo dominante de estar en forma, se produce una expansión incontrolable del cuidado
de la salud.

Exorcizar los demonios interiores exige una actitud positiva y mucha acción, no restricción
ni tranquilidad. Esta actitud resulta costosa. La actitud de mi cuerpo me lleva a consumir.
Hay razones más que suficientes para salir de compras. La comúlsión a comprar convertida
en adicción es una encarnizada lucha contra la incertidumbre y contra el embrutecedos
sentimiento de inseguridad. Los consumidores están corriendo detrás de sensaciones
placenteras pero también tratan de escapar de la angustia causada por la inseguridad.,
encuentran en los objetos una promesa de certeza. La compra compulsiva adictiva es
siempre el ritual destinado a exorcizar la incertidumbre y la inseguridad. ¿qué otra cosa
satisface tan bien el requisito de hacerlo por uno mismo?

La gente sufre por no ser capaz de poseer el mundo completamente, para ella toda realidad
es incompleta, no hay momentos de plenitud. Ilusión o no tendemos a ver la vida de los
demás como obras de arte, queriendo lograr lo mismo. Ésta obra de arte es la identidad. La
biusqueda de identidad es la lucha constante por detener el flujo, por solidificar, por dar
forma. Pero hoy las identidad cambia constantemente de forma, nunca llega a solidificarse.
Siempre necesitamos una prueba más. Sólo desde fuera parecen estables y sólidas las
identidades.

La moda proporciona maneras de explorar los límites sin comprometerse con la acción, y
sin sufrir las consecuencias. Por la volatilidad de las identidades la capacidad de ir de
compras al supermercado de identidades y el grado de libertad del consumidor para elegir
una identidad se convierte en el camino real hacia la concreción de las fantasías de
identidad. En una sociedad de consumo, compartir la dependencia del consumo es la
condición de toda libertad individual. El producto masivo es el instrumento de la variedad
individual. La identidad solo puede tallarse en la sustancia que todo el mundo compra.

El carácter genuino de la libertad de elección del consumidor y su capacidad de


autoidentificarse por medio de los productos masivos es discutible. Las imágenes en las
pantallas establecen estándares de la realidad y de su evaluación y condicionan la
necesidad de hacer más agradable la realidad vivida. Se desea la vida d ela tv, ésa
empequeñece la vida vivida que parece irreal.

Ls identidades y las cosas han perdido su solidez, su continuidad y su definición. Lash dice
que la iniciativa fue de las cosas, y como son trampas simbólicas de la identidad y
herramienta de los esfuerzos identificatorios, la gente pronto hizo lo mismo. Alfred Sloan
fue pionero de una tendencia que más tarde se haría universal. Hoy la mercadería remplaza
el mundo de objetos durables por objetos destinados a la obsolencia inmediata.
Consecuencias: El carácter y la sensibildad de las personas ha sido retrabajao y
remodelados de tal manera de acomodorlaos a los productos, experiencia y sensaciones en
venta. La identidad entonces se forma con cosas inestables, entonces hay que esta ren
alerta, proteger nuestra flexibilidad y capacidad de adaptación.

Mathiesen: hemos pasado de una sociedad estilo panóptica a otra estilo sinóptico (muchos
observan a pocos). Los espectáculos ocupan el lugar de la vigilancia, lla obediencia se logra
mediante la seducción no la coerción y aparece como libre voluntad. “Sociedad de la
entrevista. Alguno espectáculos son una vía de escape para dejar salir la ajitación de yo
interior, exhiben y confieren aceptabilidad pública a un rango de estado emotivos y sus
expresiones, a partir de los cuales ueden construirse identidades absolutamente personales

En este mundo la identidad cobra una apariencia completamente nueva: En la modernidad


hay peridos de identidad auténtica, irónica y hoy asociativa.

Lo que importa de analizar los espectáculos de sinceridad es cómo se siente esa artificial
necesidad de construir y reconstruir la identidad, cómo se la percibe desde adentro, cómo es
vivida. El esatus de la identidad asociativa ha llegado a significar libertad para la sociedad
de consumo. La elección e sahora un valor por derecho propio. La vida de quien elige está
colmada de riesgos ue causan incertidumbre. Pero el equilibrio entre el gozo y la desdicha
de los adictos a comprar depende de otros factores, no solo de las opciones ofrecidas. Las
opciones realistas dependen de los recursos del elector. Con recursos abundantes se tiende a
reducir los riesgos y la inseguridad pues se accede a más opciones. Sólo el deseo es
deseable, casi nunca su satisfacción. En una sociedad sinóptica de adictos
compradores/espectadores, los pobres no tienen a dónde desviar los ojos. Tanto más
umerosas parecen las opciones de los ricos, tanto menos soportble resulta para todos una
vida sin capacidad de elegir.

Esa clase de libertad actual de tratar todo como opción de consumo ejerce un efecto más
devastador para los marginados. El estilo de vida de la elite sufre un cambio ominoso
durante el transcurso de su procesamiento electrónico. Se filtra hacia abajo los del fondo
están despojados casi de todos los placeres del original y su potencial destructivo queda al
desnudo. Tenr recursos significa tener libertad de elegir, pero también tener libertad de
soportar las consecuencias de las malas elecciones.

El cambio de identidad podrá ser un asunto privado, pero siempre implica cortar ciertos
vínculos y cancelar obligaciones. La movilidad y la flexibilidad de identificación no son
vehículos de emanciopación sino más bien instrumentos de redistribución de libertades.
Despierta sentimientos contradictorios, son valores ambivalentes. La tarea de
autoidentificación tiene perturbadores efectos colaterales. Se convierte en una fuente de
conflicto. Como es individual lleva a una competencia despiadada en vez de generar
cooperación o solidaridad.

Das könnte Ihnen auch gefallen