Sie sind auf Seite 1von 3

Steven Rodríguez Méndez

Historia del Arte Teatral 5


Septiembre 24, 2018

JUAN MIGUEL DE MORA, Actores que hicieron historia: España, Francia, Inglaterra,
Alemania, Italia, Japón, Rusia y Estados Unidos (Siglos XIV a XIX). México, Universidad
Nacional Autónoma de México,Dirección General de Difusión Cultural, 1978, 94pp.

“Aquellos en cuyas manos cae un folleto informado someramente… se consideran


perfectamente capacitados para hablar de tal adelantó científico”. De esta forma empieza
Juan Miguel de Mora a expresar su principal preocupación al abordar temas cualesquiera
sean estos en la investigación; que para fines de este mismo se tornan hacia la
investigación teatral.
El libro, Actores que hicieron historia, es una recopilación de material preparado para
la cátedra organizada por el Departamento de Literatura Dramática y Teatro de la
Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en septiembre y octubre de 1977. Por tal
motivo, no encontramos una forma detallada en estructura y redacción mas que la
originada por el orden de los temas que se exponen en la cátedra misma y que a lo largo
de ella, tiene a desviarse con opiniones y pautas de Mora para puntualizar su trabajo.
Como el primer punto importante a remarcar es la perspectiva inicial que nos da Mora
para poder adentrarnos al análisis e investigación de la actividad teatral de hace algunos
siglos. Para Mora, el concepto de realidad y naturalidad son la base de todo este trabajo.
Definiendo así la realidad como el aspecto social vigente en el que se vive, el entorno
donde el público coexiste; para comprender que solo así entenderemos que el teatro se
ve desde un ángulo no objetivo al tiempo en el que se está analizando, sino entenderlo
desde la “naturalidad” que representaba en ese entonces.
Ahora bien, cosas que para nosotros parecieran banales como el concepto de la
realidad. Hacía principios del siglo XIV el término de “realidad” no es aceptado por las
grandes esferas ya sea políticas, eclesiásticas, etcétera; pues en ese entonce las
representaciones teatrales iban meramente a la representación de seres mitológicos o
aventuras que no reflejaban el modelo de vida del entorno del público. De esta forma,
Mora intenta rescatar algunos de los movimientos más representativos que si bien, no
abarcan toda la historia del teatro, fue redireccionando el quehacer teatral en específico
para el actor.
A lo largo de la obra, Mora va describiendo el proceso de creación teatral en diferentes
países: España, Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, Rusia, Japón y Estados Unidos. De
esta forma podemos identificar como el teatro avanzaba tanto en España como en
Inglaterra (por mostrar un ejemplo). Enfocándose específicamente en actores, que como
dice el libro, hicieron historia.
De ahí vemos a actores que no sólo se desarrollaron en la puesta en escena sino en
todo un trasfondo teatral; por ejemplo a Lope de Rueda quien además de autor,
revoluciona el teatro trayendo el realismo a escena. El nacimiento de entremeses donde
se descubre que la vida del pueblo también importa, que “la realidad” es el entorno. La
estrecha relación que va a tener el arte con la realidad.
Por otro lado, habla de la técnica y como todo cambio en la técnica de la
representación implica un cambio ideológico.De ahí que a lo largo del libro, se nos llene
de diferentes referentes que en definitiva pueden ser clasificados como chismes de
lavadero pero narran la historia de la lucha de estos actores para ir abriendo la estrecha
brecha que existe en la aprobación del teatro.
Así vemos como el quehacer actoral fue evolucionando, siendo prohibido, a ser
practicado clandestinamente, a luego pasar a las calles y ser aprendido por actores que
que lo fueron incorporando a su día a día y al volverse de renombre, fueron marcando
los nuevos estándares para la realización de producciones teatrales que fueron
innovando y atrayendo a público al teatro.
Algo a rescatar de este libro es el punto focal que se le da meramente a Moliere. Mora
quiere dejar en claro que el teatro moderno se divide en dos grandes áreas de estudio:
antes y después de Moliere. Pues Moliere se vuelve el símbolo más álgido del realismo
en el teatro, resurgiendo con él el género de la Comedia. Entre muchas otras cosas que
aportó fue el papel del director y el establecimiento de un teatro profesional.
La importancia de Moliere, reside en uno de los ejes críticos de Mora: el papel del
teatro en la sociedad. El teatro no se justifica por el mero hecho de una representación
sino por la transgresión que va a intentar lograr en el público espectador del suceso.
Mora conforme avanza el libro y el cual es el propósito que se haya creado, es para
demostrar que el hecho teatral no es mitología, no son dioses. Que bien el hombre puede
sentir una catarsis por medio de un ser supremo pero nunca va allegar a conectar de la
forma en que pueda conectar lo real con el espectador.
De ahí la importancia de la comedia, el reflejo de las des virtudes de las personas, de
el ser humano con defectos. Donde se puede ver reflejado y observado, que genera una
postura de lo tangible, del entorno. De ahí la importancia del actor: el actor que hace
historia. Que el público se ve en ese actor y que el actor funciona como sacerdote, ese
vehículo para encontrar esa catarsis que hace al espectador entrar en razón.
Luego, Mora busca dejar otro punto muy en claro que es lo apolítico del teatro, pues
menciona que o estás a favor o estás en contra de algún tema en particular y al momento
en que decides ignorarlo estás, por defecto, escogiendo una posición respecto a lo
establecido. Mora recalca la importancia de este criterio para hacer teatro. Que
claramente no busca ahondar en identificarse con una portera, si busca que el lector
identifique que en su quehacer actoral o incluso en la vida, en realidad está escogiendo
algo, está generando una postura del entorno en el que se encuentra.
Por último, Mora deja como conclusión algo que como tal no se menciona
explícitamente pero se infiere a lo largo de la obra: El teatro nunca es teatro sin un público
incluso menciona que el teatro puede prescindir de actores pero nunca, de un público
porque entonces eso ya no se llamaría teatro. Que el público nunca es pasivo y siempre
va a influir en el actor y como tal en el teatro y juntos avanzan a ruptura de
convencionalismos para volverse siempre cada vez realista.

Das könnte Ihnen auch gefallen