UNIVERSIDAD NACIONAL DE

SAN ANTONIO ABAD

DEL CUSCO

ESCUELA PROFESIONAL DE
ODONTOLOGÍA

Docente: Dr. Felix Hidalgo

Alumnas:

Aparicio Ugarte Abel

Arenas Condori Lisseth
Baptista Chahuares Magnolia
Huamán Escalante Adda Gabriela
Huaman Catunta Edson
Curso: Fisiología General
Tema: Ensayo Respuesta cardiovascular en la obecidad
Semestre: 2016-I
 RESPUESTA CARDIOVASCULAR EN LA OBESIDAD

La obesidad en los últimos años se ha ido convirtiendo en un aspecto que está alterando
la salud de las personas, debido a la perdida de conciencia al momento de ingerir
alimentos que solo buscan saciar el hambre y por lo general son comida chatarra.
Estamos en una sociedad en la que la mayoría de personas trabajan en horarios corridos,
por lo que buscan lugares en los que la comida no demore mucho tiempo en su
preparación y llene hasta cierto punto su necesidad de hambre , entre esto tenemos la
“comida rápida”, pero lo que no se dan cuenta las personas es que así como no tienen
tiempo para poder almorzar bien, tampoco lo tienen para hacer ejercicio por lo que
nuestro resultado es la obesidad, pero esta no viene sola , sino que arrastra con ella otras
enfermedades y respuestas del organismo, siendo una de ellas una respuesta
cardiovascular.
Los obesos tienen menos calidad de vida que una persona que lleva una vida con una
dieta sana. Algunos estudios epidemiológicos han demostrado que la obesidad es un
factor de riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares, incluidas la enfermedad
coronaria, la insuficiencia cardiaca, la fibrilación auricular, las arritmias ventriculares y la
muerte súbita.
Existen diferentes relaciones entre la obesidad y las enfermedades cardiovasculares y
estas son complejas, debido a los diferentes mecanismos fisiopatológicos que involucran
muchos factores y aspectos que se enlazan.
La principal enfermedad que causa la obesidad en relación a el aparato cardiovascular es
la aterosclerosis de tipo coronaria, es decir que existirán placas que están compuestas de
colesterol, grasas y demás dentro de las paredes de las arterias que llevan sangre rica en
oxigeno hacia el corazón, lo que produce la reducción del radio de la arteria y el flujo
sanguíneo al musculo cardiaco. También puede aumentar la formación de coágulos que
obstruyan el flujo sanguíneo y se produzca angina (molestias en el pecho) o un ataque
cardiaco.
Pero esta no es la única relación que se da, sino que podría incluir muchos otros factores,
como inflamación subclínica, activación neurohormonal con aumento del tono simpático,
altas concentraciones de leptina e insulina, disfunción endotelial, perfil lipídico aterogénico,
factores trombogénicos y apnea obstructiva del sueño.

El sistema nervioso simpático (SNS) es reconocido como importante factor regulador de la

tensión arterial y la temperatura corporal, ahora se estudian sus implicaciones
metabólicas relacionadas con la obesidad. Si admitimos que una pieza principal en el
balance del peso corporal lo constituye el gasto energético, y que éste, de manera directa
puede ser influido por el SNS.

La leptina a través del hipotálamo utiliza el sistema nervioso simpático para sus efectos
por su estimulación en la liberación de tirotropina, pero el sistema nervioso simpático no
participa en la regulación del gasto ni de la ingesta; solo por mediación de la leptina, los
receptores noradrenérgicos también modulan el peso corporal. La estimulación de lo
receptores alfa1 y beta 3 por la noradrenalina disminuye la ingesta y aumenta el consumo
energético, mientras que la acción sobre otros tipos de receptores, como los alfa 2A, 2B y
2C, tienen un efecto contrario.

El sistema nervioso parasimpático eferente (vagal), por su parte, modula el metabolismo

hepático, la secreción de insulina y el vaciamiento gástrico, y participa también en el
control del peso corporal. La disminución de la glucemia precede hasta el 50 % de las
comidas en los animales y de los seres humanos. Cuando este fenómeno, que es
independiente del nivel de partida del descenso de la glucosa, se bloquea, se retrasa la
toma de alimentos

Por otro lado, la obesidad favorece a la formación de coágulos en los vasos sanguíneos,
comúnmente conocida como trombosis; a parte que produce un bajo grado de inflamación
crónica que acelera la arterosclerosis, es decir, el depósito de placas de ateromas en los
vasos y este dificulta el flujo normal de sangre a los tejidos.
Cuando este proceso ocurre en las arterias coronarias, que se encargan de irrigar al
corazón, se produce la cardiopatía isquémica, que viene a ser un estado en el cuál
disminuye el riego de sangre al propio corazón y produce necrosis o muerte de las células
cardíacas por falta de oxígeno y nutrientes, cuyos eventos más graves vienen a ser la
muerte súbita y el infarto del miocardio agudo, también tenemos a la angina de pecho,
estas patologías se observan más en personas con obesidad.
También puede llegar a producirse un infarto cerebral y este se debe a que la trombosis
puede ocurrir en alguna de las arterias que irrigan al cerebro.
Para determinar los problemas vasculares en la obesidad primer se tiene que saber
cuándo se considera obesidad .La obesidad es una enfermedad caracterizada por el
aumento de la grasa corporal. En la mayoría de los casos se muestra un aumento de
peso, cuya magnitud y distribución en el cuerpo enferman o dañan la salud del individuo.
Si bien alguien suficientemente entrenado podría diagnosticar una obesidad a simple
observación con un error del 5% y evaluar el exceso de peso de un individuo presupone al
menos dos aspectos: la posibilidad de medirlo en forma precisa y la necesidad de contar
con valores normales según edad y sexo. En el adulto, a través de la evaluación del
riesgo de morbilidad y mortalidad asociado al exceso de peso, se clasificó como obeso al
individuo cuyo índice de masa corporal (IMC) fuera superior a 30 y como sobrepeso al
valor comprendido entre 25 y 30.
Una forma para detecta la obesidad infantil y en el adolecente es utilizando el IMC o
índice de Quetelet es una expresión del peso referido a la talla y se calcula dividiendo el
peso corporal expresado en kilogramos por la talla elevada al cuadrado expresada en
metros. (IMC = P/T2 o P/T/T).
El aumento de peso se acompaña de elevación de la presión arterial: un aumento de 10
kg en el peso corporal conlleva una elevación de 3 mmHg en la presión sistólica (máxima)
y de 2,2 en la diastólica (mínima).

En las diferentes sociedades, la enfermedad cardiovascular aterosclerótica es una de las

primeras causas de muerte en el adulto y se asocia fuertemente con el síndrome
metabólico y la diabetes de tipo 2. La obesidad desempeña un papel central en el
síndrome metabólico que se caracteriza por la asociación de hiperinsulinemia
insulinorresistencia, hipertensión, dislipemia, diabetes de tipo 2 y aumento de riesgo de
enfermedad aterosclerótica cardiovascular. Muchas Investigaciones recientes han
demostrado que el proceso de aterosclerosis y factores de riesgo asociados con su
desarrollo comienzan en la infancia y se relacionan tempranamente con la obesidad.
Algunas formas para solucionar el sobre peso en los pacientes es hacerles cambios de
estilo de vida o darles agentes farmacológicos aunque tienen un efecto pequeño en la
pérdida de peso y no previenen la recurrencia. También se ha probado que la cirugía
bariátrica es un medio efectivo y seguro para inducir y mantener una pérdida de peso
significativa, pero su uso está limitado sólo a pacientes con obesidad clínicamente
complicada o con obesidad mórbida.
En conclusión se puedes decir que la obesidad es uno de los temas más tocados en la
actualidad ya que la mayoría de la gente tiene la manía de tener un desorden alimenticio y
consumir alimentos altamente dañinos con bastante grasa saturada que se reposa a nivel
del abdomen para luego pasar en absorción a la sangre y final mente al corazón para
depositarse.
Lo recomendable para solucionar este problema sería que a la gente se le acostumbraría
desde pequeño a realizar ejercicio a tener una alimentación adecuada, sana sin excesos y
para la gente mayor de edad ya no llevarle a hacer ejercicios sino darles una adecuada
alimentación para que no incremente la obesidad que tiene.