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GANAR O PERDER
“Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo
tengo por basura, para ganar a Cristo”. Filipenses 3:8
INTRODUCCIÓN
¿Por qué? Porque el ganar y el perder es algo más de lo que hemos aprendido a
lo largo de nuestras vidas. Ejemplo:
La poda: consiste en cortar o quitar las ramas innecesarias de los árboles y otras
plantas que luego crecen con más vigor. Perder partes de sí mismo es ganar la
mejora en el fruto.
“Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo
limpiará, para que lleve más fruto”. Juan 15:2
El águila: Llega a vivir aproximadamente 70 años, pero para llegar a esa edad,
debe tomar una difícil decisión. A los 40, sus uñas, su pico, y sus plumas, no son
tan útiles pues los años las han debilitado; entonces el águila tiene solamente dos
alternativas: morir o enfrentar una dolorosa etapa de renovación que durará 150
días. En este tiempo se lleva a cabo un proceso que consiste en:
A) Volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí, donde esté libre de todo
peligro porque no podrá volar.
B) Al estar en ese lugar seguro, el águila comienza a golpear su pico contra
las paredes de la peña hasta conseguir arrancarlo.
C) Después de que el nuevo pico ha crecido, con este empieza a desprender
una a una sus uñas.
D) Después de un tiempo, con las nuevas uñas comienza a desplumar sus
plumas viejas, arrancándolas con mucho dolor para dar paso a un plumaje
nuevo y más liviano.
Todo nos levantamos cada mañana con el objetivo de ser más productivos, de ser
mejores en el cumplimento de nuestros sueños. Cuando empezamos un año
nuevo nuestros pensamientos se llenan de más y mejores propósitos para llegar a
lograr nuestro proyecto de vida en todas las áreas posibles.
Primero lo primero: Dios como padre quiere siempre nuestra realización total,
pero él no está dispuesto a negociar el primer lugar en el corazón de sus hijos.
“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida
por causa de mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el
mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”.
Mateo 16:25-26
“…Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”. Mateo 23:23b
Escoge la mejor parte siempre: Nunca pierdas el “cara a cara” con Dios.
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta
le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual,
sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con
muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi
hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le
dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa
es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”.
Lucas 10:38-42
“No que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios”. 2 Corintios 3:5
“Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo,
no como quien golpea el aire”. 1 Corintios 9:26
“Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una
corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”. 1 Corintios 9:25
Corre ligero y con paciencia: Es posible ser íntegro, sin negociar los principios
con nada y con nadie. Tenemos el testimonio de muchos grandes hombres y
mujeres de fe que han corrido su carrera con éxito sin perder su integridad.
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Hebreos 12:1
APLICACIÓN TEOTERÁPICA
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con
tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para
dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios”. Hechos 20:24
Estamos llamados a dejar una huella imborrable en nuestro entorno, aportando así
con el granito de arena a un mundo que pide a gritos hombres y mujeres que sean
molde, modelo y ejemplo a seguir. Saber ganar no solo es vencer, es saber
alcanzar unas metas para conseguir lo que se anhela sin vanagloriarse ni ser
egoístas. Saber perder también es bueno, es aprender una lección de cada
objetivo y propósito trazado en la vida.