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LA COLEGIATA DE SANTILLANA DEL MAR

1. Marco histórico geográfico:


La primera identificación de la colegiata se hace como "Monasterio de Santa Juliana", en las
Asturias de Santillana (prolongación del antiguo reino astur que en el siglo XII era una especie de
extensión costera de Castilla), en el sitio que llamaban de Planes. Su importancia queda reflejada
en la creciente afluencia de peregrinos al sepulcro de la santa, siendo además un enclave en un
camino secundario dentro del camino de Santiago.
Durante toda la baja Edad Media se registran donaciones: en 980 el abad Indulfo hace
solemne entrega de sus bienes al monasterio y entre 982 y 1001 hay varias escrituras de donación
de una tal doña Fronilde. De 1043 es un importante concesión del Fernando I el Magno que
incorpora a Santillana los monasterios de San Román de Faniz, de Santa Cecilia y otros con
muchas tierras, viñedos y demás posesiones. El 19 de marzo de 1045 los reyes Fernando y Sancha
conceden fuero de castellería, fonsado, anubda, homicidio, montazgo, portazgo y mañería,
además de adjudicar al monasterio las advocaciones de los santos Vicente, Pelayo, Pedro, Pablo y
Juan apóstol y de San Miguel Arcángel.
En esta época se denomina monasterio y su prelado es abad aunque poco después debió
pasar a la forma canónica de colegiata, con cabildo y canónigos pues cuando en 1107 se hace
entrega a Santillana de la iglesia de Santo Domingo de la Barquería en el documento se habla de
"clericiis et canonicis"1, lo que indica ya su categoría de colegiata.
Cuando llega a españa la reforma cluniasense Santillana queda al margen merced a la
protección que le brindan los reyes de Castilla y a su enorme riqueza, apoyo que se concreta en la
concesión por Alfonso VII de un fuero semejante al de Santander en el que lo más importante es
el reconocimiento de la autoridad civil del abad sobre la población: "Nullum habeatis dominum in
villa nisi tantum abbatem Sancte Iuliana"2, quedando su autoridad por encima de la del alcalde y
del merino.
Es de suponer que no se tardó demasiado en iniciar la construcción de un templo digno de su

1 García Guinea, M.A. El Románico en Santander. Ed. Librería Estudio,


Santander, 1979. p. 126

2 Ibidem, p.131
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categoría y, aunque no sabemos cuando se levantó, es indudable que es obra fundamentalmente de


los siglos XII y XIII con aprovechamiento de elementos del monasterio anterior. La nueva fábrica
del siglo XII es ya plenamente románica3.
Pero en el siglo XIII el edificio pudo estar bastante arruinado, lo que motiva una bula del
papa Clemente IV, de 30 de julio de 1265 para reparar la iglesia de Santa Juliana que estaba en
ruina debido a su antigüedad: campanile et officinas ipsius Ecclesiae nimia vetustae consumpta
reparare.4
Y ya la vida de Santillana gira en torno a la nueva colegiata, el camino de la costa hacia
Santiago tuvo entonces sus hospitales para indigentes y peregrinos.
En el siglo XIV Alfonso XI concedió a don Gonzalo Ruiz de la Vega el señorío de los valles
de las Asturias de Santillana y por la Casa de Vega pasará el señorío de la villa y el patronato de la
colegiata a los Marqueses de Santillana. En 1453 encontramos reconocido este patronato y
señorío por el Obispo de Burgos, quien visitó Santillana y verificó el traslado de los restos de la
santa -previa autorización del marqués- desde el sepulcro de piedra de la nave central al altar
mayor.
Después de esto la vida de Santillana no es más que una sucesión de pleitos y de abades
decayendo poco a poco. Con el paso de los siglos la colegiata pierde su importancia y riqueza
viviendo en un tono menor que daba una nota de señorío clerical a la villa, que fue llenándose de
casonas y escudos.
2. Tipología:
El edificio responde a la tipología basilical con tres ábsides y tres naves, con crucero no
destacado en planta y sí en alzado, es una tipología frecuente en el románico castellano leonés 5.
La construcción es en su mayor de sillar bien escuadrado, si bien hay partes de mortero con forros
(perteneciente a la primera fase del siglo IX).
3 Gudiol Ricart y Gaya Nuño, en Ars Hispaniae, Historia Universal del
Arte Hispánico, vol. V. Ed.Plus Ultra, 1948.

4 García Guinea, M.A., op. cit., p.138.

5 Ealo de Sa califica a la primera fábrica románica como de influen cia


jaquesa "manifiesta en su planta de crucero alineado, en la decoración y en
la composición triabsidal con tres naves longitudinales" y la supone llegada
desde Jaca a través de Frómista. Ealo de Sa, María. El románico en
Cantabria en sus Cinco Colegiatas. Dip. Prov. Santander, 1978. p.119.
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3. Estudio de la planta y alzado:


La planta de Santillana es asimétrica tanto en sus proporciones como en su composición.
Observamos una desviación del eje desde la capilla mayor a los pies que es notable en el
encuentro de esta capilla con el crucero y la nave central y que se reduce al llegar al segundo
tramo. El ábside central se precede de tramo recto que le pronuncia además de en alzado en
longitud sobre los otros ábsides, posiblemente aprovechando la cimentación prerrománica del
siglo IX.
Los ábsides laterales difieren en tamaño siendo más pequeño el derecho, serían originales en
su cimentación. Se levantan sobre rebancos circulares formando planta de herradura resultante de
adosar al pilar una media columna para soportar un arco doblado que les separa de los brazos del
crucero.
La asimetría del crucero se debe posiblemente a la conservación hasta el siglo XV del
sepulcro prerrománico de la santa en la nave central, lo que también origina que los pilares del
crucero se levanten sobre un rebanco semicircular en los laterales, este crucero alineado en planta
sería original de Lombardía.
La planta sigue paralela a los ábsides presentando tres naves divididas en cuatro tramos o
vanos y ocho pilares compuestos (pilar cruciforme y columna adosada).
Marcando unos volúmenes nítidos tenemos una torre de cimborrio sobre el crucero y otra de
campanas a los pies ésta sobre cimentación prerrománica. Adosada a la fachada sur encontramos
una torre circular del tipo de Frómista, de misma época y cantero que el crucero, asimétrica en el
conjunto pues no se cree que se pensara otra semejante en la fachada norte.
En planta observamos que las bóvedas de las naves laterales se apoyan, en el muro norte en
columnas adosadas al muro sin pilar para sujetar el arco fajón correspondiente; y en el muro sur
estas columnas se suceden a ménsulas sobre las que cabalgan los nervios de las bóvedas
(reconstrucción del siglo XIV).

4. Análisis de elementos arquitectónicos:


Cimentación: en muchos puntos se aprovechó la cimentación del siglo IX (torre de campanas,
pilares de los tres primeros tramos, y ábside central) aunque se puede decir que es obra de fábrica
original desde los cimientos porque la cimentación del siglo IX que corre bajo el muro norte es
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diferente de la actual románica.


Elementos sustentantes: uno de los apoyos fundamentales se cifra en el espesor de los muros
(que en Santillana llevan dos forros a veces rellenos de mortero), grosor que varía de aproximada-
mente 1 m. a 60 cm. en el muro sur. Se consideran originales desde los cimientos hasta el
arranque de la bóvedas laterales. Unas fajas planas que gana poca altura hacen las veces de
estribos. La nave mayor que se alza de manera independiente de las laterales sobre los pilares
centrales de sus arcos formeros mediante un murete de unos 90 cm de anchura. En algunos muros
hay arcos de descarga característicos del primer románico (fachada oeste y ábside izquierdo). Al
exterior los contrafuertes se combinan con columna adosada.
Los pilares de la nave central son compuestos (cruciforme con medias columnas adosadas),
los del arco triunfal son un poco diferentes el uno del otro así como su eje de dirección que se
halla desplazado. Los apoyos murales interiores son columnas adosadas a los muros con
excepción de las dos laterales comunes al crucero que tienen pilar adosado para recibir los arcos
fajones del crucero.
Las ménsulas de apoyo de los nervios de la nave lateral derecha son de época más tardía
(siglo XIV).
La cúpula se apoya den un anillo dovelado que se apoya en pechinas adosadas al cimborrio y
no a los arcos torales como suele ser normal.
La desviación de los apoyos puede explicarse siguiendo la hipótesis de que la iglesia estuvo
pensada en un primer momento con techumbre de madera.
Ventanas: los tipos de ventanas nos dan una pista sobre la evolución arquitectónica del
edificio dándose los siguientes tipos:
1) Ventana de saetera sin derrame exterior, con pequeño ángulo de abertura al interior y
moldura de canto vivo (ábside izquierdo).
2) Ventana con derrame sólo interno (las originales del alzado del crucero).
3) Ventana con doble derrame, interno y externo realizados a canto vivo (tramo del ábside
mayor).
4) En el ábside derecho ventanas casi sin derrame, cobijadas por arcos en medio relieve, de
canto vivo y tres rebajes al exterior (ábside derecho).
5) Ventanas con derrame interno, de piedra única con una orla al exterior, en canto
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vivo(alzado de la nave mayor).


6) Oculos con derrame simple de orla en canto vivo decorada con ajedrezado jaqués,
convertidos en ventanas geminadas en el cuerpo de luz del cimborrio.
7) Ventanas saeteras de gran rasgado, cobijadas por tres arcos envolventes, siendo el superior
decorado con friso jaqués (exterior del ábside mayor). Son de mediados del siglo XII.
8) Hay ventanas apuntadas del siglo XIII en el tramo I del lateral derecho (tapiada) y otras en
la torre de campanas.
Otros vanos son el que se abre en la nave lateral derecha en su lado sur, la portada del siglo
XIII, que en su origen fue apuntada, la que se cree original portada en el hastial abierta a la torre
de campanas y que se logra en muro armado con arco resaltado que acoge en su parte alta una
ventana saetera, y la puerta de comunicación con el claustro y las sacristías de los siglos XIII y
XVI respectivamente. La portada actual, muy reformada, pertenece a la reconstrucción del siglo
XIII (1261) y es abocinada con cuatro columnas.
El problema de las cubiertas:
La iglesia se nos presenta hoy día con varios tipos de cubiertas pertenecientes a diferentes
épocas. Lo conservado propio del siglo XII es: cubierta de los brazos de crucero, de cañón así
como la del tramo recto del ábside mayor; los tres ábsides se cubren con bóveda de cuarto de
esfera y la cúpula del crucero (de difícil estudio por las reformas sufridas), el resto de las bóvedas
pertenecen a los siglos XIII y XIV.

Podemos decir que la nave central, a pesar de tener arcos fajones, no estuvo pensada en un
primer momento para recibir bóveda de cañón porque estos arcos fajones no están a la misma
altura y las ventanas originales están demasiado cerca del trazado del arco de descarga del muro
quedando por encima del hipotético cañón. Así se puede pensar en cubierta a dos aguas. En las
naves laterales se descarta la posible existencia de bóveda de cañón por hallarse en ruina antes de
150 años (caso extraordinario para este tipo de cubierta) y por la irregularidad de los arcos
fajones que descansan en columnas adosadas en el mejor de los casos siendo necesaria para la
pilastra con columnas para recibir estos arcos, que además, en la mayoría de los casos descansan
sobre capiteles sin función constructiva. Lampérez dudaba sobre si las bóvedas de las naves
laterales serían de arista (según el sistema borgoñón) o de cañón (sistema del Poitou) inclinándose
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por este último porque los arcos que comunican las naves son poco elevados así como por la
excesiva altura (hasta el arranque) de las bóvedas. por su parte Gaya Nuño opina que la manera
borgoñona de cubrir es más compatible con el sistema de crucero cupulado. Ortiz y Escajedo
están de acuerdo en que en un primer momento la iglesia se pensó con cubierta de piedra en los
ábsides y el crucero siendo el resto de artesonado de madera. Escajedo apunta que la cubierta de
madera en las naves laterales es muy probable porque aún se conserva parte de los canecillos por
encima de las bóvedas de crucería.
La cúpula del crucero es única en España: la planta de media naranja aparece achatada por el
lado norte-oeste, resultando una forma ligeramente oval. Los importante es la manera de ganar
altura, las pechinas no apoyan en los ángulos de los arcos torales sino que descansan sobre unos
muretes que a su ves soportan otros muros con arcos de descarga que corresponden al primer
cuerpo de luces de la linterna en el que se abren las ventanas que dan luz a la cúpula y es en los
ángulos de estos muros en donde arrancan las pechinas que sostienen la cúpula, que está cruzada
por sendos nervios. Al decir de Abundio Rodríguez la filiación de esta cúpula debería buscarse
más en los modelos de antioquía que en los bizantinos en tanto que la parte de la linterna que
forma cuerpo de luces, con sus ventanas geminadas estaría más emparentado con el románico
burgalés.
Las torres: la torrecilla cilíndrica parece ser original de la iglesia abacial del siglo XI,
destruida y reconstruida por la bula de Clemente IV, mantuvo las ventanas geminadas propias del
XI, de medio punto y fuste monolítico, aunque desaparecen las marcas de cantero que existen en
el cuerpo inferior de la torre, lo que nos habla de la reconstrucción. Podemos filiarla como de
influencia bizantina llegada de Rávena a través de Frómista.
La torre de campanas de los pies trató de armonizar con la

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