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PERSONAJES:
BOLSITA
PELÍCANO
PEZ
DELFÍN
MARIPOSA
CARACOL
NIÑA
Historia de una Bolsita Shirley Rivadeneyra
BOLSITA: ¿Dónde estoy? ¿Cuándo pararé de volar y volar? ¿Ya nadie me quiere
para nada? ¿Ya no sirvo más? ¿Por qué existo? CESA EL VIENTO Y LA BOLSITA SE
DETIENE. Hace mucho tiempo que ruedo y ruedo por muchos lugares. Sin destino, sin
ton ni son. De la fábrica donde me hicieron me llevaron a una tienda de bolsas, de la
tienda a un mercado y del mercado a una casa. Yo estaba feliz, recuerdo que en mí
pusieron papas, zanahorias, arvejitas, culantro, choclo; y la señora que me llevó decía
que iba a preparar un rico aguadito. Pero apenas sacaron todo de mí, me echaron a la
basura, y desde ese momento no he parado de volar. De muchos lugares me han
echado, pero nadie me recoge. Es que, ¿ya no sirvo para nada? VUELVE A SONAR
EL VIENTO Y LA BOLSITA VUELVE A VOLAR HASTA LLEGAR AL MAR. ¿Qué es
ese ruido? ¿Y por qué me estoy moviendo de este modo? Ya no vuelo ahora…
PELÍCANO: …Ahora flotas… porque eres una bolsa, y en el mar las bolsas flotan.
BOLSITA: No, nunca he estado en un lugar parecido siquiera. Es muy grande, grande,
grande y muy verde. Aunque algunos amigos me habían hablado del mar, nunca
imaginé que fuera así. Me contaron que era salado y que había muchos peces.
PELÍCANO: Los peces, ya casi no hay. Se los llevan en redes los grandes barcos, y
los que quedan prefieren irse y esconderse para no morir con la basura que hay por
aquí.
ENTRA UN PEZ.
PEZ: Y pregunta “por qué”. ¿Qué? ¿Acaso no lo sabes? ¿No has oído? Porque si no
se esconden o huyen, pues, van desaparecer.
PEZ: Pues el gusto es sólo tuyo, no te queremos por aquí. Vete, todo es culpa tuya y
de los que son cómo tú.
PEZ: ¿Nada? No te preocupes, pronto lo harás, y con eso de que desapareces más o
menos dentro de cuatrocientos años, tienes mucho tiempo para…
BOLSITA: Es que no hace mucho que salí de la fábrica. Me hicieron en sólo cinco
minutos, pero me usaron solo una hora y luego me botaron. Y ahora estoy rodando por
el mundo.
PEZ: Pues, no es nuestro problema, vete a rodar a otra parte, porque donde tú estás
siempre algo malo sucede.
PEZ: Qué tontos. Pero, ¿por qué botan lo que no quieren en el mar? Es nuestra casa,
no la suya. A ver, que voten toda su basura en su casas.
BOLSITA: Bueno en tierra también hay mucha basura. Muchas como yo que rodamos
y rodamos.
PEZ: (ASUSTÁNDOLA) ¿O sea que en tierra también pasan cosas malas? Si hay
muchas como tú debe de ser así. Lo invaden todo.
BOLSITA: (UN POCO ASUSTADA) Sí, en tierra hay muchas como yo. Pero, ¿qué son
esas cosas malas que pasan cuando yo estoy?
PEZ: Hace un tiempo mis aletas se enredaron en una como tú y no podía nadar. Y
como no podía hacerlo, tampoco podía buscar mi comida. Estuve así muchos días.
Pensé que iba a morir hasta que Pelícano me ayudó. Dile Pelícano que más pasa
cuando ellas están cerca.
PELÍCANO: Pues, las bolsas cubren los arrecifes, donde viven muchas especies y
matan los corales. Eso hace que todos los que vivían ahí desaparezcan. (LA BOLSITA
ESTÁ ASUSTADA).
PEZ: Y eso no es nada. Justo ahí está mi amigo Delfín para que te cuente.
Historia de una Bolsita Shirley Rivadeneyra
DELFÍN: Son cosas muy tristes, pero están pasando cada vez más y más.
DELFÍN: Pues… lamentablemente así es. El otro día mi primo el Pez Espada se
atragantó con una bolsa como tú y casi muere. Pensó que era comida. Mi amiga la
Ballena se ha tragado tantas bolsas que ahora todo el tiempo le duele mucho el
estómago. De tanto dolor casi termina varada en una playa. Y la pobre Medusa pensó
que una bolsa que flotaba en el mar era un pariente suyo, y la quiso cuidar pero
terminó enredada en ella. Desafortunadamente, al poco tiempo murió.
PEZ: ¿Lo ves? Todo por ustedes, las bolsas. Y eso que Pelícano no te ha contado lo
que le pasó a su esposa.
PELÍCANO: No tanto, casi. Lo que pasa es que cuando ustedes llegan al mar se
descomponen más rápido y una bolsa se convierte en pequeños trozos. Y a nosotros
nos gustan los colores, y como las bolsas son de colores, pues mi esposa le llevó a
nuestro pequeño muchos trozos y de varios colores. Él se los comió y estuvo muchos
días con dolor de estómago, como la Ballena. Gracias a Dios se curó. Pero no todos
los bebés pelícanos tienen la misma suerte.
DELFÍN: Pero existes, y debe de ser por algo. Ya encontrarás tu propósito en esta
vida.
BOLSITA: Eso espero, porque yo no quiero que pasen todas estas cosas.
PEZ: Pero pasan. Ustedes contaminan el mar y no sólo eso. Cuando ya parece que
desaparecieron, no es así. Se convierten en pedacitos muy pequeñitos y son tragados
por todas las especies marinas, grandes y pequeñas. Y claro, como están hechas con
muchos químicos, esos químicos se quedan en todos los peces, tortugas, ballenas,
defines, en las aves que se alimentan de los peces y todos terminamos llenos de
químicos.
BOLSITA: ¿Qué debo hacer para detener esto? ¿A dónde puedo ir? ¿Ustedes lo
saben?
PEZ: Yo no.
PELÍCANO: No, en tierra los animales también están muy preocupados por la basura,
en especial por las bolsas. Aunque, ahora recuerdo, un día vinieron muchos de los que
tienen dos patas,
PELÍCANO: Ellos, y empezaron a llevarse las bolsas. Uno decía que todas irían a un
solo lugar, con los plásticos, decían.
BOLSITA: ¿Y sabes dónde queda ese lugar? (EL PELÍCANO MUEVE LA CABEZA
NEGATIVAMENTE).
PEZ: Yo sí. (TODOS LO MIRAN CON CURIOSIDAD) Mis amigas, las tortugas que
viajan mucho, me han contado que hay dos islas muy muy grandes, donde va toda la
basura después de flotar en el mar. A una la llaman el Gran Parche de Basura del
Pacífico. Es tan grande como una ciudad, y la otra isla de basura está en el Atlántico.
Seguramente las llevan ahí.
DELFÍN: También he oído de esas islas. Pero nadie lleva nada ahí. Todo llega
flotando. Nada vive a su alrededor. Todo el que se acerca muere.
PELÍCANO: No irás. El lugar al que llevaban las otras bolsas está en tierra y no en el
mar.
DELFÍN: Entonces lleva a Bolsita a tierra y déjala cerca al lugar dónde viste a los de
dos patas, a los humanos.
BOLSITA: Sí, por favor. Quiero saber adónde llevan a las otras bolsas.
PEZ: Pero eso sí, no regreses ya sabes lo que tu presencia nos causa.
BOLSITA: Lo sé, y trataré de encontrar una solución para que ya no sea así.
PELÍCANO: Sí. Antes estaba lleno de basura y bolsas. Ahora todo está muy limpio. Te
dejaré en ese arbusto (LA DEJA SOBRE UN ARBUSTO). Adiós, Bolsita. (EL
PELÍCANO SE VA VOLANDO Y ENTRA UNA MARIPOSA).
BOLSITA: Disculpa, ¿tú sabes adónde llevan a las demás bolsas como yo?
Historia de una Bolsita Shirley Rivadeneyra
MARIPOSA: ¿Tú? Hace mucho que no veía a una como tú en este parque. ¿Quién te
ha dejado aquí? Si todos los que viven por aquí saben cuál es tu lugar.
MARIPOSA: Los residuos orgánicos son los que se descomponen muy rápido, como
las cáscaras de las frutas o verduras. Se usan para hacer el compost.
BOLSITA: ¿Y qué se hace con las cosas de los otros tachos? En especial con las
bolsas del tacho amarillo.
BOLSITA: ¿Reciclado?
CARACOL: ¿No sabes lo que es “reciclar”? ¡Ay por Dios! ¿En qué mundo vives?
Ahora todo debe ser reciclado. Debemos hacerlo para salvar nuestro mundo. Escucha,
reciclar es transformar y aprovechar los desperdicios para que sean nuevamente
utilizados.
BOLSITA: Eso quiere decir que… ¿puedo tener más usos y ya no seguir rodando?
MARIPOSA: Por supuesto. Por aquí cerca vive una niña que hace maravillas con las
bolsas. Ya debe de llegar en un momento. Siempre viene a esta hora para buscar las
bolsas en el tacho amarillo.
MARIPOSA: Mira, ahí viene la Niña de la que te hablé. (ENTRA UNA NIÑA
CANTURREANDO Y SALTANDO).
BOLSITA: Mis amigos del mar están muy preocupados y tristes. Pero también
molestos porque en el mar está toda la basura que ustedes botan. También debemos
cuidar el mar.
NIÑA: Es cierto. Entonces haremos eso. El domingo iremos con mis amigos a limpiar
la playa. Nos ponemos tan felices cuando vamos a la playa que será lo más justo.
Recogeremos toda la basura y la llevaremos a los tachos para clasificarla según su
material.
BOLSITA: Sí, ya me explicó Caracol cómo lo hacen. Pero creo que no es suficiente.
Hay mucha basura y bolsas como yo que ya no servimos después del primer uso.
NIÑA: ¿Cómo qué no? Si te reciclamos por supuesto que sirves. Puedes ir a la fábrica
de plásticos. Y contigo pueden hacer tinas, baldes. Y si no, pues hacen lo que yo:
transformo las bolsas en tapetes, portavasos, individuales, en carteras resistentes,
canastos, fruteros, etc.
NIÑA: Claro que sí. Voy a necesitar varías como tú. Por eso vine a recoger las bolsas
que otros ya no usan. En mi casa ya no usamos bolsas de plástico. Usamos una sola
bolsa. Como dice mi abuela: (IMITANDO A SU ABUELA) “las bolsas de mis tiempos,
eran de tela, resistían mucho, y te servían por muchos años”. Así es que ahora
usamos bolsas de tela para nuestras compras.
NIÑA: Eso lo mejor. Ahora las bolsas deben ser biodegradables, o sea, que se
descompongan muy rápido. En México hacen bolsas de una planta llamada nopal. En
otros lugares usan las cáscaras de papas o de plátanos para hacer bolsas.
NIÑA: Todo se puede reusar. Todo. Pero el mejor residuo es el que no se produce, el
que nunca se fabrica.
Historia de una Bolsita Shirley Rivadeneyra
BOLSITA: Me voy contigo. Ya estoy ansiosa por saber qué harás conmigo. Me
gustaría ser un lindo bolso de compras o una cartera, pero que puedan usarme por
mucho tiempo.
BOLSITA: ¡Soy tan feliz! Por fin encontré mi camino, como dijo mi amigo Delfín.
Gracias por hacer que mi existencia no sea inútil.
FIN