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La primera división de Digha Nikaya cuenta con trece suttas que tratan de diferentes te-
mas relacionados con la moralidad en sus tres niveles: moralidad básica, media y alta.
También se discuten los diversos puntos de vista erróneos que frecuentemente se en-
cuentran entre los brahmanes o líderes de los otros credos. Finalmente, se denuncian
prácticas religiosas incorrectas como el sacrificio de los animales o la extrema auto-mor-
tificación.
FUENTES:
ACCESS TO INSIGHT (2006) Recuperado de Digha Nikaya: The Long Disourses
U Ko Lay (Comp.) (1984). Guide to Tipitaka. Buddha Dharma Education Assosiation.
Walshe, M. (1995). A Summary of the Thirty-Four Suttas en The Long Discourses of the
Buddha: A Translation od the Digha Nikaya. Boston, EEUU.: Wisdom Publications, pp.
55-62.
Digha Nikaya
Introducción
Por Anton P. Baron
Introducción I
II Digha Nikaya
Introducción
Por Anton P. Baron
Digha Nikaya, la "Colección de los Discursos Largos" (del pali
digha = "largo, extenso") consiste en 34 suttas, algunos de los
cuales son los más extensos de todo el Canon Pali. La temática de
estos discursos es muy variada: desde los pintorescos cuentos so-
bre los seres que habitan los diversos mundos de los devas, hasta
las instrucciones muy concretas y precisas para practicar la medi-
tación. Los estudios recientes parecen indicar que esta colección
fue confeccionada con fines proselitistas, con el propósito de atra-
er conversos a la nueva religión1.
El DN es especialmente importante porque nos proporciona deta-
lles sobre las circunstancias sociales y religiosas de la época en la
que las enseñanzas del Buda histórico fueron pronunciadas: los ti-
pos de personas, las diferentes clases de ascetas, brahmanes y per-
sonas religiosas, las costumbres sociales de la época, la diversidad
de las creencias, las condiciones de vida, etc.
La colección Digha Nikaya se divide en tres partes: la primera, el
Silakkhandhavagga o División sobre la moral, agrupa los primeros
trece suttas, cuyo eje temático es la virtud. La segunda parte, el
Mahavagga (la Gran División) abarca los suttas 14 al 23, siendo la
denominación “Maha” un indicador de que los discursos, reunidos
aquí, revisten una importancia doctrinal especial dentro de toda la
Colección. La última parte, Pathikavagga (División con Pathikka)
lleva su nombre del sutta de apertura, ya que se compone de dis-
cursos de una variada temática, cuyo análisis interno podría indi-
car una procedencia tardía: se trata de los últimos once suttas que
van del 24 al 34.
Introducción III
1. DN 1-13 Silakkhandhavagga - La división
concerniente a la moral
La primera división del Digha Nikaya cuenta con trece suttas que
tratan de diferentes temas relacionados con la moralidad (sila) en
sus tres niveles: moralidad básica o menor, mediana y alta o supe-
rior. Todos los trece suttas contienen secciones idénticas relacio-
nadas con este tema analizado en los mencionados tres niveles,
que fue la manera en la que fue practicado por los ascetas y brah-
manes de la época.
En las otras secciones de estos suttas, se discuten también los di-
versos puntos de vista considerados como erróneos y que frecuen-
temente se encuentran entre los brahmanes, ascetas o líderes de
los otros credos.
Finalmente, se pueden encontrar denuncias de las prácticas reli-
giosas incorrectas, como el sacrificio de animales o la extrema
auto-mortificación.
IV Digha Nikaya
vista, todos ellos basados en el contacto de las seis bases de los
sentidos con sus respectivos objetos. Dicho contacto produce la
avidez, el apego, la existencia y finalmente el nacimiento, la vejez
y la muerte, o sea, una gran masa de sufrimiento.
Estos falsos puntos de vista se dividen en dos grandes grupos: (1)
especulaciones sobre el pasado y (2) especulaciones sobre el futu-
ro.
En cuanto al primer grupo, el Buda menciona dieciocho maneras
en las cuales erran los ascetas y los brahmanes que son:
- cuatro creencias acerca de la eternidad,
- cuatro creencias dualísticas acerca del parcial eternalismo y
parcial no-eternalismo,
- cuatro creencias acerca del finitismo e infinitismo,
- cuatro puntos de vista evasivos o relativistas, y
- dos doctrinas sobre la no-causalidad.
En cuanto al segundo grupo, se mencionan cuarenta y dos puntos
de vista o especulaciones a los cuales se adhieren los ascetas y los
brahmanes:
- dieciséis clases de creencias sobre la existencia de la con-
ciencia después de la muerte,
- ocho clases de creencias sobre la no-existencia de la con-
ciencia después de la muerte,
- ocho clases de creencias sobre la existencia y la no-existen-
cia de la conciencia después de la muerte,
- siete clases de creencias sobre la aniquilación,
- cinco clases de creencias sobre el Nibbana mundano, que
ocurre aquí y ahora.
Finalmente, el Buda anuncia que cada uno de estos puntos de vista
está ligado a un determinado plano de renacimiento y que los que
se adhieren a cualquiera de esas creencias, se parecen a los peces
que tarde o temprano se ven atrapados en las redes de un hábil
pescador. Mientras tanto, el Tathagata trasciende estos falsos pun-
Introducción V
tos de vista, al igual que cualquiera que conoce el origen de las
seis bases de los sentidos del contacto tal cómo realmente es: co-
noce su atractivo, su peligro y el escape.
VI Digha Nikaya
contemplativa que el asceta puede experimentar personalmente en
esta vida y que es la meta final del camino budista.
El rey impresionado, finalmente se convierte en el discípulo laico
del Buda.
Introducción VII
1.5. DN 5 Kutadanta Sutta – Discurso con Kutadanta
Este sutta narra la historia de Kutadanta, un brahmán que preparó
un grandioso sacrificio durante el cual iba a matar a miles de ani-
males. Entonces, preguntó al Buda sobre cómo tendría que reali-
zar correctamente semejante sacrificio. El Buda le enseñó, en vez
de esto, unos sacrificios mucho más provechosos, aunque hechos
sin derramamiento de sangre:
- proveer a los monjes de los cuatro tradicionales requisitos,
- ofrendar al Sangha,
- ir por refugio al Buda, Dhamma y Sangha,
- guardar los cinco preceptos, y
- renunciar a la vida hogareña para asumir el estilo de vida
contemplativo, sin hogar.
Este último, fue señalado como el sacrificio supremo, porque con-
ducía a la liberación final y a la extinción de las contaminaciones.
Al recibir esta enseñanza, Kutadanta se convirtió en el discípulo
laico del Buda, liberando previamente a los animales que iban a
ser sacrificados.
Introducción IX
en qué consisten los tres pilares de la práctica budista, es decir, la
moralidad, la concentración y la sabiduría. El contenido de esta
explicación está presente, también, en el segundo sutta de esta
misma colección (DN 2). Al escuchar la explicación del Buda,
Subha se convierte en seguidor laico del Iluminado.
X Digha Nikaya
cen caso y llegan a ser igualmente realizados como ellos.
Introducción XI
tos hechos a la primea etapa de la vida del mismo príncipe Gota-
ma. Además, en la primera parte de este discurso, se mencionan
también las "treinta y dos marcas del Gran Hombre", que descri-
ben las características físicas de un ser Iluminado.
Introducción XIII
cia sus últimas palabras: “Ahora, monjes, os declaro esto: todas
las cosas condicionadas están destinadas a desaparecer. ¡Sed vigi-
lantes y esforzaos para completar la tarea!". Finalmente se descri-
be cómo los monjes, los príncipes y los laicos rinden homenaje
post-mortem al Buda.
Introducción XV
partes, (5) a través de los elementos, (6-14) a través de las nueve
formas de contemplación del cuerpo en el cementerio.
2. Nueve maneras de contemplar la sensación: (1) cuando el mon-
je siente una sensación agradable, (2) cuando siente una sensación
dolorosa, (3) cuando siente una sensación que no es agradable ni
dolorosa, (4) cuando siente una sensación agradable mundana, (5)
cuando siente una sensación agradable espiritual, (6) cuando sien-
te una sensación dolorosa mundana, (7) cuando siente una sensa-
ción dolorosa espiritual, (8) cuando siente una sensación mundana
que no es dolorosa ni agradable, (9) cuando siente una sensación
espiritual que no es dolorosa ni agradable.
3. Dieciséis maneras de contemplar la mente: (1) entendiendo la
mente afectada por la lujuria, (2) no afectada por la lujuria, (3)
afectada por el odio, (4) no afectada por el odio, (5) afectada por
la falsa ilusión, (6) no afectada por la falsa ilusión, (7) entendien-
do la mente contraída, (8) entendiendo la mente distraída, (9) en-
tendiendo la mente exaltada, (10) entendiendo la mente no exalta-
da, (11) entendiendo la mente superada, (12) entendiendo la mente
no superada, (13) entendiendo la mente concentrada, (14) enten-
diendo la mente desconcentrada, (15) entendiendo la mente libera-
da, (16) entendiendo la mente no liberada.
4. Cinco maneras de contemplar los dhammas (objetos mentales):
(1) a través de los cinco impedimentos, (2) a través de los cinco
cúmulos, (3) a través de las bases de los sentidos, (4) a través de
los factores de iluminación y (5) a través de los factores de las
Verdades.
El sutta termina asegurando que el fruto del arahantado se puede
alcanzar, mediante esta práctica, ya en esta vida: dentro de siete
años, dentro de siete meses o, incluso, hasta dentro de siete días.
Introducción XVII
ñanza sobre el camino que va más allá de la auto-mortificación.
Introducción XIX
3.8. DN 31 Sigalaka (Sigalovada o Singala) Sutta – Discurso
con Sigalaka
Este discurso fue ofrecido al joven Singala, quien practicaba rezos
hechos hacia los seis puntos cardinales: el este, el sur, el oeste, el
norte, el nadir y el cenit, obedeciendo, de esta manera, la voluntad
de su padre muerto, pero sin comprender el significado real de esa
práctica. El Buda explica al joven que, de acuerdo con su Ense-
ñanza, el este es la posición de los padres; el sur, la posición de los
maestros; el oeste, la posición de la esposa y los hijos; el norte, la
posición de los amigos y compañeros; el nadir, la posición de los
sirvientes y empleados; y el cenit, es la posición de los ascetas y
los brahmanes.
Este sutta se vuelve importante también por contener el código de
conducta y de buenas costumbres que el Buda entregó a sus segui-
dores laicos. Se ofrecen aquí muchos consejos prácticos sobre
cómo conducirse en la vida, cómo relacionarse con los padres, es-
posos y esposas, hijos, maestros espirituales, empleadores, emple-
ados, etc., para vivir en la felicidad.
XX Digha Nikaya
nacimientos. Por eso, insta a que los monjes reciten estas enseñan-
zas en concordia y sin disensiones. Finalmente procede a detallar-
las, agrupándolas numéricamente al estilo del Abhidhamma.
Introducción XXI
XXII Digha Nikaya
Brahmajala Sutta
Discurso de la red del
Brahma
Este sutta se conoce popularmente, como el "Discurso sobre los incorrectos puntos de
vista", ya que el Buda, al explicar aquí los tres niveles de moralidad, analiza las diecio -
cho incorrectas especulaciones (o puntos de vista) sobre el pasado, y las cuarenta y cua-
tro sobre el futuro.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].
1
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2007). The All-embracing Net of Views: The Brahmajāla Sutta and its
Commentaries. Traducido e introducido por Bhikkhu Bodhi. Kandy, Sri Lanka: Buddhist
Publication Society.
Brahmajalasutta en The World Tipitaka Edition.
Walshe, M. (1995). Brahmajala Sutta: The Supreme Net (What the Teaching Is Not) en
The Long Discourses of the Buddha: A Tranlation of the Digha Nikaya. Boston, Estados
Unidos: Wisdom Publications, pp. 67-90.
2 Digha Nikaya
DN 1
Brahmajala Sutta
Discurso de la red del Brahma
1. Paribbajakakatha
Porción con los ascetas mendicantes
[1.1.] Esto he escuchado:
En una ocasión, el Bienaventurado estaba recorriendo el camino
de Rajagaha a Nalanda, junto con un numeroso grupo de monjes,
con unos quinientos monjes aproximadamente. Entonces, el asceta
mendicante Suppiya, también estaba caminando por el mismo ca-
mino con su discípulo, el joven Brahmadatta. Durante el camino,
Suppiya, el asceta mendicante, estaba expresando su desprecio ha-
cia el Buda, el Dhamma y el Sangha de diferentes maneras. Sin
embargo, Brahmadatta, su discípulo, estaba expresando elogios
hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha en diferentes maneras. Así,
el maestro y el discípulo mantuvieron opiniones totalmente opues-
tas uno del otro, mientras estaban siguiendo paso a paso al Biena-
venturado y al grupo de los monjes.
[1.2.] Entonces, el Bienaventurado paró la marcha para pasar la
noche en el Parque real de Ambalaññhika, junto con el grupo de
los monjes. Y también hizo lo mismo Suppiya, el asceta mendi-
cante junto con su joven discípulo Brahmadatta. Y allí también
Suppiya, el asceta mendicante, estaba expresando su desprecio ha-
cia el Buda, el Dhamma y el Sangha de diferentes maneras. Sin
embargo, Brahmadatta, su discípulo, estaba expresando elogios
hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha en diferentes maneras. Así,
el maestro y el discípulo mantuvieron opiniones totalmente opues-
tas uno del otro.
[1.3.] Por la mañana temprano, unos monjes se levantaron y se
Brahmajala Sutta 3
reunieron en el pabellón, donde se sentaron y conversaron de esta
manera: “¡Esto es realmente maravilloso, es asombroso, amigos!
¡Cómo el Bienaventurado, el que sabe y ve, el Arahant, el Buda
perfectamente iluminado, distingue y percibe claramente las dife-
rentes inclinaciones de los seres! Observad, por ejemplo, cómo,
mientras Suppiya, el asceta mendicante, de diferentes maneras se
está expresando despectivamente sobre el Buda, el Dhamma y el
Sangha, Brahmadatta, su discípulo, en distintas formas está expre-
sando elogios hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha. De este
modo, el maestro y el alumno, mientras siguen paso a paso al Bie-
naventurado y a nuestro grupo, mantienen opiniones totalmente
opuestas uno del otro”.
[1.4.] Entonces, el Bienaventurado, dándose cuenta del tema de
esta plática, fue al pabellón y se sentó en el asiento que estaba pre-
parado para él. Una vez sentado, preguntó: “¿Cuál es el tema de
esta conversación que tenéis entre vosotros, mientras estáis senta-
dos aquí?” Y aquellos monjes respondieron: “Venerable Señor,
nos hemos levantado por la mañana temprano y nos reunimos en
el pabellón, donde nos sentamos y conversamos de esta manera:
‘¡Esto es realmente maravilloso, es asombroso, amigos! ¡Cómo el
Bienaventurado, el que sabe y ve, el Arahant, el Buda perfecta-
mente iluminado, distingue y percibe claramente las diferentes in-
clinaciones de los seres! Observad, por ejemplo, cómo, mientras
Suppiya, el asceta mendicante, de diferentes maneras se está ex-
presando despectivamente sobre el Buda, el Dhamma y el Sangha,
Brahmadatta, su discípulo, en distintas formas está expresando
elogios hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha. De este modo, el
maestro y el alumno, mientras siguen paso a paso al Bienaventura-
do y a nuestro grupo, mantienen opiniones totalmente opuestas
uno del otro’; esta es la conversación, Venerable Señor, que tuvi-
mos cuando llegó el Bienaventurado”.
[1.5.] “Monjes, cuando alguien me difama o habla en contra del
Dhamma o del Sangha, no debéis poneros iracundos, resentidos o
molestos por eso. Si os volvéis airosos o molestos por causa de se-
4 Digha Nikaya
mejante denigración, esto sólo será un obstáculo para vosotros.
Porque, cuando otras personas me denigran a mí, al Dhamma o al
Sangha, y vosotros os ponéis airosos o molestos, ¿seríais capaces
de reconocer y juzgar, si lo que dicen aquellos es cierto o no?”
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“En vez de esto, cuando alguien me difama o habla en contra del
Dhamma o del Sangha, vosotros debéis explicar aquello que es in-
correcto, como algo incorrecto diciendo ‘esto es incorrecto, esto
es falso, ésta no es nuestra forma de ser, esto no se encuentra entre
nosotros’.
[1.6.] “Pero así también, monjes, cuando alguien me elogia a mí, o
elogia al Dhamma o al Sangha, no debéis poneros complacientes,
felices o eufóricos por eso. Si os volvéis complacientes, felices o
eufóricos por causa de semejante elogio, esto sólo será un obstá-
culo para vosotros. Cuando otras personas me elogian a mí, al
Dhamma o al Sangha, vosotros debéis reconocer aquello que es
correcto, como algo correcto diciendo ‘esto es correcto, esto es
verdadero, ésta es nuestra forma de ser, esto se encuentra entre no-
sotros’.
2. Sila – Moralidad
Brahmajala Sutta 5
sonas mundanas podrían decir cuando expresan elogios hacia el
Tathagata.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado el tomar lo que no le ha
sido dado, el asceta Gotama se mantiene distante de codiciar aque-
llo que no es de él. Toma solamente lo que le es ofrecido y mien-
tras espera las limosnas, transcurre su vida en la honestidad y en la
pureza del corazón’.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado la vida incasta, el asceta
Gotama vive en castidad. Se mantiene distante de las prácticas
vulgares relacionadas con los actos sexuales’.
[1.9.] “O podrían decir: ‘habiendo abandonado las palabras menti-
rosas, el asceta Gotama se mantiene distante de la falsedad. Habla
la verdad sin dobleces, es creíble y digno de confianza; no engaña
a nadie en el mundo’.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado la difamación, el asceta
Gotama se mantiene distante de la calumnia. Lo que escucha aquí,
no lo repite en otro lugar, para no causar riñas con la gente de
aquí; y lo que escucha en otro lugar, no lo repite aquí, para no cau-
sar riñas con la gente de allí. Así, vive como reconciliador de
aquellos que están divididos, animando a los que viven en amis-
tad, hacedor y amante de la paz, apasionado por la causa de la paz;
sus palabras son siempre pacíficas’.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado la rudeza de hablar, el
asceta Gotama se mantiene distante del lenguaje violento. Cada
una de sus palabras es intachable, agradable, encantadora, que
toca el corazón y es cortés. La gente ama su forma de hablar y se
complace en ella’.
“O, podría decir: ‘habiendo abandonado las charlas frívolas, el as-
ceta Gotama se mantiene distante de las vanas conversaciones.
Sus palabras son siempre correctas, acordes a los hechos y llenas
de significado; versan sólo sobre el Dhamma-y-Disciplina. Habla
siempre a tiempo justo, y sus palabras son dignas de ser escucha-
6 Digha Nikaya
das, llegan al corazón, son ilustrativas, claramente escogidas y
siempre tocan el punto’.
[1.10.] “O podrían decir: ‘El asceta Gotama se abstiene de causar
daño a las semillas y las plantas vivas, toma una sola comida al
día y nunca come de noche o en tiempo inapropiado, se abstiene
de mirar los espectáculos de entretenimiento, se abstiene de dan-
zar, cantar y escuchar música, se abstiene de usar adornos ni se
embellece con guirnaldas, perfumes o ungüentos, se abstiene de
usar grandes y cómodos lechos, se abstiene de recibir oro y plata,
se abstiene de aceptar granos no cocinados, se abstiene de aceptar
la comida cruda, se abstiene de aceptar mujeres o muchachas, se
abstiene de aceptar esclavos y esclavas, se abstiene de aceptar
ovejas y cabras, se abstiene de aceptar aves y cerdos, se abstiene
de aceptar elefantes, reses, caballos y yeguas, se abstiene de acep-
tar campos de cultivo y campos baldíos, se abstiene de mandar re-
cados, se abstiene de comprar y vender, se abstiene del engaño
con las falsas pesas o medidas, se abstiene del camino torcido de
sobornos, estafas y fraudes, se abstiene de mutilaciones, asesina-
tos y aprisionamientos, se abstiene de asaltos, robos y de la vio-
lencia’; “es por eso que las personas mundanas elogiarían al
Tathagata”.
Brahmajala Sutta 7
vestimentas, equipajes, camas, perfumes o condimentos –el asceta
Gotama se abstiene de semejante uso de cosas acumuladas’. Por
eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.13.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a visitar los espectáculos de entretenimiento,
como la danza, las canciones, la música instrumental, las ferias,
los romances, el manualismo, los cánticos de los bardos, los con-
ciertos de las percusiones, el teatro de hadas, las acrobáticas haza-
ñas de los Candalas, el combate de los elefantes, búfalos, toros,
cabras, carneros, gallos y codornices, las luchas con duelas, el bo-
xeo, las peleas, las luchas fingidas, los desfiles, las maniobras y
los exámenes militares –el asceta Gotama se abstiene de visitar se-
mejantes espectáculos de entretenimiento’. Por eso las personas
mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.14.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a juegos y recreaciones, como los juegos de
tabla con ocho o diez hileras de cuadrados, estos mismos juegos
jugados imaginariamente en tablas del aire, las rayuelas, remo-
viendo piezas del montón y poniéndolas de vuelta, lanzando da-
dos, golpeando palo corto con el largo, haciendo dibujos de la
mano, jugando con pelotas, soplando a través de juguetes de ho-
jas, surcando con juguetes arados, girando en un trapecio, jugando
con juguetes-molinos de viento hechos de hojas de bambú, jugan-
do con los juguetes-medidas hechos con hojas de bambú, jugando
con juguetes-carros o con juguetes que se inclinan, adivinando el
contenido de las cartas trazadas en el aire o en la espalda del otro
jugador, adivinando los pensamientos del otro jugador e imitando
las deformaciones –el asceta Gotama se abstiene de semejantes
juegos y recreaciones’. Por eso las personas mundanas elogiarían
al Tathagata.
[1.15.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
8 Digha Nikaya
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos al uso de altos y lujosos sofás; es decir: sofás
movedizos, altos de seis pies de altura, divanes con figuras de los
animales esculpidos en los soportes, cobertores de pieles de cabras
del largo vellón, coloridos retazos cristalinos, mantas blancas, co-
bertores de lana bordados con flores, edredones rellenados de lana
de algodón, cobertores bordados con figuras de leones, tigres y
otros animales, alfombras con pelaje de ambos lados, alfombras
con pelaje de un solo lado, cobertores bordados con piedras pre-
ciosas, cobertores de seda, alfombras de gran tamaño, suficientes
para dieciséis bailarinas, alfombras con elefantes, caballos y ca-
rros, alfombras hechas de las pieles de antílopes, cosidas juntas,
alfombras hechas de los antílopes machos, alfombras con toldos y
sofás con almohadas rojas en la cabecera y en los pies –el asceta
Gotama se abstiene de semejantes altos y lujosos sofás’. Por eso
las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.16.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a adornarse y embellecerse; es decir, frotando
sus cuerpos con polvos perfumados, limpiando y lavándolos en
espumas, dando golpecitos a sus miembros con cachiporras como
lo hacen los luchadores, usando espejos, ungüentos de ojos, guir-
naldas, coloretes, cosméticos, pulseras, collares, bastones de ador-
no, lengüetas para sus perros, estoques, sombrillas, pantuflas ador-
nadas, turbantes, diademas, colas batidas de los yak y largos fle-
cos bordeados en sus vestidos –el asceta Gotama se abstiene de
semejantes adornos y formas de embellecimiento’. Por eso las
personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.17.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a las bajas conversaciones, como estas: los
cuentos sobre reyes, ladrones, ministros del estado, cuentos de
guerra, de terror y de batallas, charlas acerca de comidas y bebi-
das, vestimenta, camas, guirnaldas, perfumes; pláticas sobre las
Brahmajala Sutta 9
relaciones, viajes, pueblos, ciudades, poblados y países; charlas
sobre las mujeres y sobre los héroes, chismorreo en las esquinas
de las calles o en lugares donde se busca el agua; historias de espí-
ritus, conversaciones desganadas, especulaciones acerca de la cre-
ación de la tierra o del mar, o sobre la existencia o la no existencia
–el asceta Gotama se abstiene de semejantes conversaciones ba-
jas’. Por eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.18.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a usar las frases reñidas, como por ejemplo:
«Tú no entiendes este Dhamma-y-Disciplina, yo sí, lo entiendo;
¿Cómo sería posible que conocieras este Dhamma-y-Disciplina?»;
«Has caído en un punto de vista falso. Soy yo, el que mantiene el
punto de vista correcto»; «Yo estoy hablando sobre el punto, tú di-
vagas»; «Pusiste al final, lo que debería ir primero; pusiste prime-
ro, lo que debería ir al final»; «Lo que creías cierto por tanto tiem-
po, ha sido ya refutado»; «Tu desafío ha sido tomado»; «Tú mis-
mo probaste estar equivocado»; «Trabaja para aclarar tu punto de
vista» o «Desenrédate tú mismo, si puedes» –el asceta Gotama se
abstiene de usar semejantes frases reñidas’. Por eso las personas
mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.19.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a mandar mensajes, enviando recados, hacien-
do de mensajeros, ofreciendo servicios de inteligencia a los reyes,
ministros del estado, a los khattiyas, brahmanes o a los jóvenes,
diciendo: «Ve allá, ven aquí, toma a éste contigo, trae esto desde
allá» –el asceta Gotama se abstiene de semejantes ocupaciones
serviles’. Por eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.20.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo embaucadores, parásitos asalariados de palabras san-
tas, adivinos y exorcistas, sedientos de acumular sus ganancias –el
10 Digha Nikaya
asceta Gotama se abstiene de semejante engaño y golpeteo’. Por
eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
Brahmajala Sutta 11
sobre las buenas y malas cualidades de la gente, sobre sus rique-
zas y su suerte, a través de los siguientes elementos: el ingenio, las
piedras preciosas, las astas, las prendas de vestir, las espadas, las
flechas, los lazos, otros tipos de armamentos, a través de las muje-
res, los hombres, los muchachos, las muchachas, los esclavos, las
esclavas, los elefantes, los caballos, los búfalos, los toros, los bue-
yes, las cabras, las ovejas, las aves de corral, las codornices, las
iguanas, las ratas de bambú, las tortugas y otros animales –el asce-
ta Gotama se abstiene de semejantes artes bajos’.
[1.23.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como cuando hacen este tipo de predicciones:
«Los líderes marcharán adelante; los líderes retrocederán; nuestros
líderes atacarán, mientras los líderes de los enemigos, retrocede-
rán; los líderes de los enemigos atacarán, mientras nuestros líderes
retrocederán; nuestros líderes obtendrán la victoria, mientras los
otros líderes sufrirán la derrota; los otros líderes obtendrán la vic-
toria, mientras los nuestros sufrirán la derrota; la victoria será para
este grupo, la derrota para aquel.» –el asceta Gotama se abstiene
de semejantes artes bajos’.
[1.24.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como cuando hacen esta otra clase de prediccio-
nes: «habrá un eclipse de la Luna; habrá un eclipse del Sol; habrá
un eclipse de una estrella; habrá una anomalía en el Sol o en la
Luna; el Sol o la Luna retornarán por su vía habitual; habrá una
caída de los meteoritos; habrá un fuego en la jungla; habrá un te-
rremoto; el dios va a tronar; habrá un levantamiento o una posi-
ción determinados del Sol, de la Luna o de las estrellas, una clari-
dad y una disminución de ella. Y con eso, predicen para cada uno
de estos quince fenómenos, algún determinado tipo de resultado.»
–el asceta Gotama se abstiene de semejantes artes bajos’.
12 Digha Nikaya
[1.25.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como estos: prediciendo la abundancia o la escasez
de las lluvias; prediciendo una buena cosecha o una escasez de ali-
mentos; prediciendo la tranquilidad o los disturbios; prediciendo
la pestilencia o tiempos saludables; contando con los dedos o sin
la utilización de los dedos; sumando grandes números, compo-
niendo romances y poesías; haciendo casuística y sofistería –el as-
ceta Gotama se abstiene de semejantes artes bajos’.
[1.26.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como estos: disponiendo de fechas felices para rea-
lizar matrimonios, en los cuales el novio o la novia son llevados a
casa; disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en
los cuales el novio o la novia son llevados afuera; fijando un tiem-
po feliz para la realización de tratados de paz [o usando los encan-
tamientos para procurar la armonía]; fijando tiempos felices para
el comienzo de las hostilidades [o usando los encantamientos para
procurar la discordia]; fijando tiempos felices para las deudas [o
usando los encantamientos para aventar exitosamente en los da-
dos]; fijando tiempos felices para gastar el dinero [o usando los
encantamientos para traer mala suerte al oponente en los dados];
usando encantamientos para hacer la gente feliz, usando encanta-
mientos para hacer la gente infeliz, usando encantamientos para
provocar el aborto, haciendo conjuros para enmudecer a alguien,
haciendo conjuros para mantener fija la mandíbula de alguien, ha-
ciendo conjuros para estirar la mano de alguien, haciendo conju-
ros para ensordecer a alguien, obteniendo respuestas de los orácu-
los, como la del espejo mágico; obteniendo respuestas de los orá-
culos por medio de la muchacha poseída, obteniendo respuestas
de los oráculos de parte de la divinidad, adorando al Sol, adorando
al Gran Ser, sacando fuegos de su propia boca e invocando a Siri,
Brahmajala Sutta 13
la diosa de la buena fortuna –el asceta Gotama se abstiene de se-
mejantes artes bajos’.
[1.27.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como estos: jurando regalos a la divinidad si se ga-
rantice cierto determinado beneficio, pagando estos votos, repi-
tiendo encantamientos mientras se trasladan a las casas de la tie-
rra, causando virilidad, haciendo impotente al hombre, fijando si-
tios felices para la morada, consagrando los sitios, haciendo cere-
monias de los meses, haciendo baños rituales, ofreciendo sacrifi-
cios, administrando vomitivos y purgativos, purgando la gente
para aliviar sus cabezas (o sea, hacer estornudar la gente adminis-
trando drogas), engrasar las orejas de la gente (también, hacerles
crecer o curar las llagas que en ellas se encuentren), satisfaciendo
los ojos de la gente (o sea, goteando en ellos óleos medicinales),
administrando drogas a través de la nariz, aplicando colirio a los
ojos, ofreciendo pomadas medicinales para los ojos, practicando
como oculistas, practicando como cirujanos, practicando como pe-
diatras, administrando drogas y raíces y administrando medicinas
de manera rotativa –el asceta Gotama se abstiene de semejantes
artes bajos’.
“Monjes, estas son las cosas superfluas, los aspectos insignifican-
tes de la mera moralidad, por las cuales las personas mundanas
elogian al Tathagata.
14 Digha Nikaya
bios. Estas cosas, monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto
por sí mismo y habiéndolas visto cara a cara, ahora las proclama.
Y son precisamente estas cosas, que pueden ser utilizadas por al-
guien que desee rectamente elogiar al Tathagata, de acuerdo con la
verdad. ¿Y cuáles son estas cosas?”
[1.29.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que especulan
acerca del pasado, que tienen una manera fija de percibirlo y que
proponen varias teorías especulativas acerca del pasado y lo hacen
de dieciocho diferentes maneras. ¿Sobre qué se basan estos asce-
tas y brahmanes?
Brahmajala Sutta 15
miento no es nada nuevo: al igual que el pico de la montaña está
firmemente establecido, así estos seres transmigran, desaparecen
de un estado de existencia y reaparecen en el otro, y así permane-
cen eternamente. ¿Y cómo lo sé? Por medio de mi propio esfuer-
zo, el fervor, la aplicación, la concienzuda investigación y la co-
rrecta atención de concentración mental, gracias a la cual, pude re-
cordar mis existencias pasadas... Así pude comprobar por mí mis-
mo, que tanto el yo como el mundo son eternos’. Esta es la prime-
ra manera, en la cual algunos ascetas y brahmanes proclaman la
eternidad del yo y del mundo.
[1.32.] [II] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que, por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la
concienzuda investigación y la correcta atención lograda en casos
especiales de concentración mental que permite recordar un perío-
do de contracción y expansión del mundo; dos períodos semejan-
tes, tres, cuatro, cinco, diez períodos de contracción y expansión
de esta manera: En aquel entonces, mi nombre era así, mi linaje
era éste y provenía de ésta casta; me alimentaba de esta clase de
alimentos, experimentaba esta y aquella clase de alegrías y penas
y he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí,
me he reconectado allí, donde mi nombre era así, mi linaje era
éste y provenía de esta casta; me alimentaba de esta clase de ali-
mentos, experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas y
he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida allí,
me he reconectado aquí’. Entonces dicen: ‘El yo es eterno y el
mundo es eterno. El nacimiento no es nada nuevo: al igual que el
pico de la montaña está firmemente establecido, así estos seres
transmigran, desaparecen de un estado de existencia y reaparecen
en el otro, y así permanecen eternamente. ¿Y cómo lo sé? [Sigue
como en el apartado anterior excepto la extensión del tiempo re-
cordado]. Esta es la segunda manera, en la cual algunos ascetas y
brahmanes proclaman la eternidad del yo y del mundo.
[1.33.] [III] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que, por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la con-
16 Digha Nikaya
cienzuda investigación y la correcta atención lograda en casos es-
peciales de concentración mental que permite recordar diez, vein-
te, treinta, cuarenta períodos de contracción y expansión del mun-
do de esta manera: En aquel entonces, mi nombre era así, mi lina-
je era éste y provenía de esta casta; me alimentaba de esta clase de
alimentos, experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas
y he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí,
me he reconectado allí, donde mi nombre era así, mi linaje era
éste y provenía de esta casta; me alimentaba de esta clase de ali-
mentos, experimentaba esta y aquella clase de alegrías y penas y
he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida allí
me he reconectado aquí’. Entonces dicen: ‘El yo es eterno y el
mundo es eterno. El nacimiento no es nada nuevo: al igual que el
pico de la montaña está firmemente establecido, así estos seres
transmigran, desaparecen de un estado de existencia y reaparecen
en el otro, y así permanecen eternamente. ¿Y cómo lo sé? [Sigue
como en el apartado anterior]. Esta es la tercera manera, en la
cual algunos ascetas y brahmanes proclaman la eternidad del yo y
del mundo.
[1.34.] [IV] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que son adictos al razonamiento lógico. Ellos profieren sus
propias conclusiones, se baten mutuamente con sus sofisticados
argumentos de esta manera: ‘El yo es eterno y el mundo es eterno.
El nacimiento no es nada nuevo: al igual que el pico de la monta-
ña está firmemente establecido, así estos seres transmigran, desa-
parecen de un estado de existencia y reaparecen en el otro, y así
permanecen eternamente’. Esta es la cuarta manera, en la cual al-
gunos ascetas y brahmanes proclaman la eternidad del yo y del
mundo.
[1.35.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes sostienen la teoría de la eternidad, pro-
clamando la eternidad del yo y del mundo. Y cualquier asceta o
brahmán, monjes, cuando proclama la teoría de la eternidad del yo
o del mundo, lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro
Brahmajala Sutta 17
argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[1.36.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
[1.37.] “Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más di-
fíciles de ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero
tranquilizadoras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la
mera lógica. Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Es-
tas cosas, monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí
mismo y habiéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son
precisamente estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien
que desee rectamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
18 Digha Nikaya
y así permanecerán por muy largo tiempo.
[2.3.] “Pero después, monjes, vendrá tarde o temprano el tiempo,
cuando después de un período muy largo, el mundo se volverá a
expandir. En este mundo expandido aparecerá el vacío Palacio del
Brahma. Entonces, algunos seres, exhaustos por haber pasado su
tiempo de existencia o gracias a sus méritos, caerán del Mundo
Resplandeciente al vacío Palacio del Brahma, donde aparecerán
mentalmente, alimentándose de la dicha, emitiendo la luz de sí
mismo, atravesando los aires y continuando en la gloria; y así per-
manecerán por muy largo tiempo.
[2.4.] “Entonces, monjes, aquel ser que apareció ahí primero y es-
tuvo sólo por largo tiempo, llegó a estar descontento y pensó:
‘¡Oh, si tan sólo los otros seres hubiesen llegado a este lugar!’.
Entonces, los otros seres, exhaustos por haber pasado su tiempo
de existencia o gracias a sus méritos, cayeron del Mundo Resplan-
deciente al vacío Palacio del Brahma, donde aparecieron como la
compañía de aquel primer ser, después de lo cual moraron ahí
mentalmente, alimentándose de la dicha, emitiendo luz de sí mis-
mos, atravesando los aires y continuando en la gloria; y así perma-
necieron por muy largo tiempo.
[2.5.] “Entonces, monjes, aquel ser que renació primero ahí, pensó
de esta manera: ‘Yo soy el Brahma, soy el Gran Brahma, el Supre-
mo, el Omnisciente, Todopoderoso, el Gobernador, el Señor de
todo, el Hacedor, el Creador, el Padre de todo lo que existe y lo
que puede llegar a existir. Todos estos seres fueron creados por
mí. ¿Por qué? Porque fui yo quien tuvo este pensamiento: «¡Oh, si
tan sólo los otros seres hubiesen llegado a este lugar!» Este fue mi
deseo y luego todos estos seres llegaron a existir’. Por otro lado,
aquellos seres que llegaron después, pensaron lo siguiente: ‘Éste,
amigos, es el Brahma, el Gran Brahma, el Supremo, el Omnis-
ciente, Todopoderoso, el Gobernador, el Señor de todo, el Hace-
dor, el Creador, el Padre de todo lo que existe y lo que puede lle-
gar a existir. ¿Por qué? Porque hemos visto que él estaba aquí pri-
Brahmajala Sutta 19
mero y nosotros aparecimos después de él’.
[2.6.] “Y este primer ser, monjes, es más longevo, más hermoso y
más poderoso de todos. Y podría suceder que algún ser cayera de
aquel reino y apareciera en este mundo. Una vez renacido aquí,
pudo haber renunciado la vida hogareña y escogido el estilo de
vida sin hogar. Entonces, a través del correcto esfuerzo, la aplica-
ción, la diligencia y la recta reflexión, pudo haber alcanzado un
cierto grado de concentración que permite recordar la última exis-
tencia pasada, pero nada más que esto. De ahí, que este ser habrá
pensado: ‘Este Brahma, el Gran Brahma, el Supremo, el Omnis-
ciente, Todopoderoso, el Gobernador, el Señor de todo, el Hace-
dor, el Creador, el Padre de todo lo que existe y lo que puede lle-
gar a existir, nos creó a nosotros, y él es permanente, estable, eter-
no, no sujeto a cambios; es el mismo por toda la eternidad. Pero
nosotros, que fuimos creados por este Brahma, no somos perma-
nentes, ni estables y llegamos a este mundo con una duración li-
mitada de vida.
“Este es el primer caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente
la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la eternidad
del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos.
[2.7.] [VI] “Monjes, existen algunos devas, llamados “Corrompi-
dos por el placer”, los cuales dedican un excesivo tiempo al rego-
cijo, al juego y al disfrute de los placeres, hasta el punto en que se
vuelven adictos a ellos. Por esa razón, la atención consciente de
estos devas se disipa y, a causa de la disipación de la atención
consciente, caen de aquel mundo y renacen en éste.
[2.8.] “Entonces, puede suceder que algún ser entre ellos, habien-
do caído de aquel estado y habiendo renacido en este mundo pudo
haber renunciado la vida hogareña y escogido el estilo de vida sin
hogar. De este modo, a través del correcto esfuerzo, la aplicación,
la diligencia y la recta reflexión, pudo haber alcanzado el grado de
concentración que permite recordar la última existencia pasada,
20 Digha Nikaya
pero nada más que esto.
[2.9.] De ahí, que este ser pensó: ‘Aquellos venerables devas que
no son corrompidos por el placer, que no dedican un excesivo
tiempo al regocijo, al juego y al disfrute de los placeros y no son
adictos a ellos, estos devas no tienen la atención consciente disipa-
da y, a causa de la atención consciente no disipada, no caen de
aquel mundo. Estos devas son permanentes, estables, eternos, no
sujetos a cambios, son los mismos por toda la eternidad. Pero no-
sotros, que somos corrompidos por el placer, que dedicamos un
excesivo tiempo al regocijo, al juego y al disfrute de los placeros y
somos adictos a ellos, nuestra atención consciente se disipó y, a
causa de la disipación de nuestra atención consciente, caímos de
aquel estado; no somos permanentes ni estables y llegamos a este
mundo con una duración limitada de vida’.
“Este es el segundo caso, monjes, en que algunos ascetas y brah-
manes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcial-
mente la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la
eternidad del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de
ellos.
[2.10.] [VII] “Monjes, existen algunos devas, llamados “Corrom-
pidos de la mente”, los cuales dedican un excesivo tiempo a consi-
derar uno al otro con envidia. Por esa razón, su mente se corrompe
y, a causa de la mente corrompida, llegan a ser agotados y cansa-
dos corporal y mentalmente y, finalmente caen de aquel mundo y
renacen en éste.
[2.11.] “Entonces, puede suceder que algún ser entre ellos, habien-
do caído de aquel estado, habiendo renacido en este mundo pudo
haber renunciado la vida hogareña y escogido el estilo de vida sin
hogar. De este modo, a través del correcto esfuerzo, la aplicación,
la diligencia y la recta reflexión, alcanzó el grado de concentra-
ción que permite recordar la última existencia pasada, pero nada
más que esto.
Brahmajala Sutta 21
[2.12.] De ahí, que este ser pensó: ‘Aquellos venerables devas que
no son corrompidos en su mente, que no dedican un excesivo
tiempo a considerarse uno al otro con envidia, estos devas, al no
tener una mente corrompida, no se agotan ni se cansan corporal ni
mentalmente, por lo cual, no caen de aquel mundo. Estos devas
son permanentes, estables, eternos, no sujetos a cambios, son los
mismos por toda la eternidad. Pero nosotros, que somos corrompi-
dos de la mente, dedicamos un excesivo tiempo a considerarnos
unos a los otros con envidia, siendo corrompida nuestra mente,
llegamos a ser agotados y cansados corporal y mentalmente y fi-
nalmente, caímos de aquel estado, no somos permanentes ni esta-
bles y llegamos a este mundo con una duración limitada de vida’.
“Este es el tercer caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente
la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la eternidad
del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos.
[2.13.] [VIII] “Monjes, existen algunos ascetas y brahmanes que
son adictos al razonamiento lógico. Ellos profieren sus propias
conclusiones, se baten mutuamente con sus sofisticados argumen-
tos de esta manera: ‘Todo aquello que se llama ojo, oído, nariz,
lengua o cuerpo es transitorio, inestable, no-eterno y sujeto a cam-
bios. Pero aquello que se llama pensamiento, mente o consciencia,
esto es el yo y es permanente, estable, eterno, no sujeto a cambios
y es el mismo por toda la eternidad’.
“Este es el cuarto caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente
la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la eternidad
del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos.
[2.14.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes sostienen parcialmente la teoría de la
eternidad y parcialmente la de no-eternidad. Es decir, parcialmen-
te proclaman la eternidad del yo y del mundo y parcialmente, la
no-eternidad de ellos y lo hacen de cuatro maneras. Y cualquier
22 Digha Nikaya
asceta o brahmán, monjes, cuando proclama parcialmente la teoría
de la eternidad y parcialmente la de no-eternidad del yo o del
mundo lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro argu-
mentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.15.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
Brahmajala Sutta 23
ción de la finitud del mundo. Entonces piensan así: ‘Este mundo
es finito y rodeado por un círculo. ¿Por qué es así? Porque por
medio de mi esfuerzo… logré aquellos casos especiales de con-
centración que me permiten morar en la percepción de la finitud
del mundo. Por consiguiente, sé que el mundo es finito y rodeado
por un círculo’. Este es el primer caso.
[2.18.] [X] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la
diligencia y la recta reflexión, logran aquellos casos especiales de
concentración mental que les permiten permanecer en la percep-
ción de la infinitud del mundo. Entonces piensan así: ‘Este mundo
es infinito y no rodeado por cosa alguna. ¿Por qué es así? Porque
por medio de mi esfuerzo… logré aquellos casos especiales de
concentración que me permiten morar en la percepción de la infi-
nitud del mundo. Por consiguiente, sé que el mundo es infinito y
no rodeado por cosa alguna’. Este es el segundo caso.
[2.19.] [XI] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la dili-
gencia y la recta reflexión, logran aquellos casos especiales de
concentración mental que les permiten permanecer en la percep-
ción de la infinitud del mundo verticalmente y en la finitud del
mundo, horizontalmente. Entonces piensan así: ‘Este mundo es fi-
nito e infinito. Aquellos ascetas y brahmanes que piensan que el
mundo es finito, están equivocados y los otros, que proclaman que
el mundo es infinito, también están equivocados. ¿Por qué es así?
Porque por medio de mi esfuerzo… logré aquellos casos especia-
les de concentración que me permiten morar en la percepción de
la finitud del mundo horizontalmente y en la infinitud del mundo,
verticalmente. Por consiguiente, yo sé que el mundo es finito e in-
finito’. Este es el tercer caso.
[2.20.] [XII] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que son adictos al razonamiento lógico. Ellos profieren
sus propias conclusiones, se baten mutuamente con sus sofistica-
24 Digha Nikaya
dos argumentos de esta manera: ‘Este mundo no es ni finito ni in-
finito’. Aquellos que afirman que el mundo es finito, están equivo-
cados, los que proclaman lo contrario, también están equivocados
y están equivocados aquellos que afirman que el mundo es finito e
infinito, ya que el mundo no es ni finito ni infinito’. Este es el
cuarto caso.
[2.21.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes sostienen la teoría de la finitud y de la in-
finitud del yo o del mundo. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
cuando proclama la teoría de la finitud e infinitud del yo o del
mundo lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro argu-
mentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.22.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
Brahmajala Sutta 25
3.1.4. Amaravikkhepavada – Relativismo [Puntos de vista
XIII-XVI]
[2.23.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que se retuer-
cen como las águilas en el aire. Cuando son indagados acerca de
un determinado tema, dan respuestas evasivas, retorciéndose
como las águilas en el aire y lo hacen de cuatro maneras. ¿Cuáles
son estas maneras?
[2.24.] [XIII] “En primer lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que no conocen realmente cuándo algo es bueno ni
cuándo es malo. Entonces piensan: ‘Yo no conozco realmente lo
que es bueno y lo que es malo. Sin haber discernido lo bueno y lo
malo, si declarase que «esto es bueno» o «esto es malo», fácil-
mente podría mentir y esto sería perjudicial para mí, y sería un
obstáculo para mí’. Entonces, temiendo mentir, detestando la
mentira, no declaran que algo sea bueno o malo sino que, cuando
son indagados acerca de un determinado tema, dan respuestas eva-
sivas, retorciéndose como las águilas en el aire, diciendo: «Yo no
digo esto, no digo aquello. Yo no digo esto de otra manera tampo-
co. Yo no niego tu posición. Yo no digo que esto no sea así, ni
digo que esto no sea de otra forma»’. Este es el primer caso.
[2.25.] [XIV] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que no conocen realmente cuándo algo es bueno ni
cuándo es malo. Entonces piensan: ‘Yo no conozco realmente lo
que es bueno y lo que es malo. Sin haber discernido lo bueno y lo
malo, si declarase que «esto es bueno» o «esto es malo», fácil-
mente podría sentir el deseo o avidez, malicia o aversión y esto
podría convertirse en apego para mí. El apego sería perjudicial
para mí, y sería un obstáculo.’ Entonces, temiendo al apego, detes-
tando el apego, ellos no declaran que algo sea bueno o malo sino
que, cuando son indagados acerca de un determinado tema, dan
respuestas evasivas, retorciéndose como las águilas en el aire, di-
ciendo: «Yo no digo esto, no digo aquello. Yo no digo esto de otra
manera. Yo no niego tu posición. Yo no digo que esto no sea así,
26 Digha Nikaya
ni digo que esto no sea de otra forma»’. Este es el segundo caso.
[2.26.] [XV] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que no conocen realmente cuándo algo es bueno ni cuando
es malo. Entonces piensan: ‘Yo no conozco realmente lo que es
bueno y lo que es malo. Sin haber discernido lo bueno y lo malo,
si declarase que «esto es bueno» o «esto es malo», y siendo que
hay algunos ascetas y brahmines que son sabios, hábiles en deba-
tes como arqueros capaces de partir un pelo, que rondan por ahí
destruyendo los puntos de vista ajenos con su sabiduría, fácilmen-
te ellos podrían ponerme en una encrucijada de preguntas, deman-
dándome las razones por las cuales afirmo esto o aquello. Enton-
ces, puede ser que no podría responderles y el hecho de no saber
las respuestas sería perjudicial para mí y se convertiría en un obs-
táculo para mí.’ Entonces, temiendo al debate, detestando el deba-
te, ellos no declaran que algo sea bueno o malo sino que, cuando
son indagados acerca de un determinado tema, dan respuestas eva-
sivas, retorciéndose como las águilas en el aire, diciendo: «Yo no
digo esto, no digo aquello. Yo no digo esto de otra manera. Yo no
niego tu posición. Yo no digo que esto no es así, ni digo que esto
no sea de otra forma»’. Este es el tercer caso.
[2.27.] [XVI] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que son torpes y tontos. Por causa de su torpeza y estu-
pidez, cuando son indagados acerca de un determinado tema, dan
respuestas evasivas, retorciéndose como las águilas en el aire, di-
ciendo: ‘Si me preguntas sobre si existe otro mundo, bueno, yo te
respondería que quizá así fuera; podría decirlo, pero sin embargo
no lo proclamo así. Tampoco pienso que esto sea diferente, lo que
por otro lado, tampoco lo puedo negar. No creas, sin embargo, que
yo pienso que no sea cierto que el otro mundo exista ni que no sea
cierto lo contrario. Por otro lado, si me preguntas sobre si no exis-
te el otro mundo... Sobre si los dos casos son ciertos: que existe y
que no existe el otro mundo... Sobre si ningún caso sea cierto: que
ni existe ni no existe el otro mundo... Sobre si existen los seres
que nacen espontáneamente por casualidad... Sobre si no existen
Brahmajala Sutta 27
los seres que nacen espontáneamente por casualidad... Sobre si los
dos casos son ciertos: que existen los seres que nacen espontánea-
mente por casualidad y que no existen estos seres... Sobre si nin-
gún caso sea cierto: que ni existen los seres que nacen espontánea-
mente por casualidad ni no existan estos seres... Sobre si existen
los frutos de las buenas y las malas acciones... Sobre si no existen
los frutos de las buenas y las malas acciones... Sobre si los dos ca-
sos son ciertos: que existen los frutos de las buenas y las malas ac-
ciones y que no existen los frutos de las buenas y las malas accio-
nes... Sobre si ningún caso sea cierto: que ni existen los frutos de
las buenas y las malas acciones, ni no existen los frutos de las
buenas y las malas acciones... Sobre si el Tathagata existe después
de la muerte... Sobre si el Tathagata no existe después de la muer-
te... Sobre si los dos casos son ciertos: que el Tathagata existe des-
pués de la muerte y que el Tathagata no existe después de la muer-
te... Sobre si ningún caso sea cierto: ni que el Tathagata existe des-
pués de la muerte ni que el Tathagata no existe después de la
muerte... Bueno, yo te respondería que quizá así fuera; podría de-
cirlo, pero sin embargo no lo proclamo así. Tampoco pienso que
esto sea diferente, lo que por otro lado, tampoco puedo negarlo.
No creas, sin embargo, que yo pienso que no sea cierto que el otro
mundo exista ni que no sea cierto lo contrario’. Este es el cuarto
caso.
[2.28.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes se retuercen como las águilas en el aire.
Cuando son indagados acerca de un determinado tema, dan res-
puestas evasivas, retorciéndose como las águilas en el aire. Y cual-
quier asceta o brahmán, monjes, cuando se retuerza como el águi-
la en el aire, lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro
argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.29.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
28 Digha Nikaya
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
Brahmajala Sutta 29
“Este es el primer caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes sostienen la teoría del origen casual, proclamando que el yo y
el mundo tienen su origen en la casualidad.
[2.32.] [XVIII] “En segundo lugar, monjes, existen algunos asce-
tas y brahmanes que son adictos al razonamiento lógico. Ellos
profieren sus propias conclusiones, se baten mutuamente con sus
sofisticados argumentos de esta manera: ‘El yo y el mundo, han
aparecido casualmente’.
“Este es el segundo caso, monjes, en que algunos ascetas y brah-
manes sostienen la teoría del origen casual, proclamando que el yo
y el mundo tienen su origen en la casualidad.
[2.33.] {71} “Monjes, estas son las dos maneras, en las cuales al-
gunos ascetas y brahmanes sostienen la teoría del origen casual,
proclamando que el yo y el mundo tienen su origen en la casuali-
dad. Y cualquier asceta o brahmán, monjes, cuando sostiene esta
teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de estos dos argumen-
tos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.34.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-
30 Digha Nikaya
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
[2.35.] “Monjes, estas son las dieciocho diferentes maneras, en las
que algunos ascetas y brahmanes especulan acerca del pasado, que
tienen una manera fija de percibirlo y que proponen varias teorías
especulativas acerca de él. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
que especula acerca del pasado, lo hace siempre sobre la base de
uno de estos dieciocho argumentos, ya que no hay otra manera de
hacerlo.
[2.36.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
Brahmajala Sutta 31
[XXII] ninguno de los dos: ni material ni inmaterial,
[B]
[XXIII] finito,
[XXIV] infinito,
[XXV] ambas cosas: finito e infinito,
[XXVI] ninguno de los dos: ni finito ni infinito,
[C]
[XXVII] de percepción uniforme,
[XXVIII] de percepción variada,
[XXIX] de percepción limitada,
[XXX] de percepción ilimitada,
[D]
[XXXI] plenamente feliz,
[XXXII] plenamente miserable,
[XXXIII] ambas cosas: plenamente feliz y plenamente mise-
rable,
[XXXIV] ninguno de los dos: ni plenamente feliz ni plena-
mente miserable,
[2.39.] “Monjes, estas son las dieciséis diferentes maneras, en las
que algunos ascetas y brahmanes proclaman la teoría de la percep-
ción después de la muerte. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de
estos dieciséis argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.40.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
32 Digha Nikaya
estos ascetas y brahmanes?
[3.2.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
que después de la muerte, el yo es inmutable, no-perceptor y:
[A]
[XXXV] material,
[XXXVI] inmaterial,
[XXXVII] ambas cosas: material e inmaterial,
[XXXVIII] ninguno de los dos: ni material ni inmaterial,
[B]
[XXXIX] finito,
[XL] infinito,
[XLI] ambas cosas: finito e infinito,
[XLII] ninguno de los dos: ni finito ni infinito,
[3.3.] “Monjes, estas son las ocho diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes proclaman la teoría de la no-percep-
ción después de la muerte. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de
estos ocho argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[3.4.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
Brahmajala Sutta 33
[A]
[XLIII] material,
[XLIV] inmaterial,
[XLV] ambas cosas: material e inmaterial,
[XLVI] ninguno de los dos: ni material ni inmaterial,
[B]
[XLVII] finito,
[XLVIII] infinito,
[XLIX] ambas cosas: finito e infinito,
[L] ninguno de los dos: ni finito ni infinito,
[3.7.] “Monjes, estas son las ocho diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes proclaman la teoría de la ni percep-
ción ni no-percepción después de la muerte. Y cualquier asceta o
brahmán, monjes, que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre
la base de uno de estos ocho argumentos, ya que no hay otra ma-
nera de hacerlo.
[3.8.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
34 Digha Nikaya
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, que es el divino, material, perteneciente
a la esfera de los sentidos, el cual se alimenta de la comida real y
sólida. A este yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo sí. Y
éste es el yo que, después de la muerte del cuerpo, perece, queda
aniquilado y deja de existir’.
[3.12.] [LIII] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, que es el divino, material, producido por
la mente, completo en todas sus partes, no defectuoso en ninguna
de sus partes. A este yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo
sí. Y éste es el yo que, después de la muerte del cuerpo, perece,
queda aniquilado y deja de existir’.
[3.13.] [LIV] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa las sensa-
ciones corporales, carece por completo de todo sentido de presión,
no es atraído por la percepción de la diversidad alguna, observa la
infinitud del espacio y alcanza la Esfera del Espacio Infinito. A
este yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo sí. Y éste es el
yo que, después de la muerte del cuerpo, perece, queda aniquilado
y deja de existir’.
[3.14.] [LV] “En quinto lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor, el
yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de este
yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe tam-
bién otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa la Esfera del
Brahmajala Sutta 35
Espacio Infinito y, observando la infinitud de la conciencia, alcan-
za la Esfera de la Conciencia Infinita. A este yo, Usted no lo puede
ver ni percibir, pero yo sí. Y éste es el yo que, después de la muer-
te del cuerpo, perece, queda aniquilado y deja de existir’.
[3.15.] [LVI] “En sexto lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor, el
yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de este
yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe tam-
bién otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa la Esfera de la
Conciencia Infinita y, observando que aquí realmente no hay nada,
alcanza la Esfera de la Nada. A este yo, Usted no lo puede ver ni
percibir, pero yo sí. Y éste es el yo que, después de la muerte del
cuerpo, perece, queda aniquilado y deja de existir’.
[3.16.] [LVII] “En séptimo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa la Esfera
de la Nada y, observando que «Esto es pacífico, esto es sublime»,
alcanza la Esfera de la Ni-Percepción-Ni-No-Percepción. A este
yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo sí. Y éste es el yo
que, después de la muerte del cuerpo, perece, queda aniquilado y
deja de existir’.
[3.17.] “Monjes, estas son las siete diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes sostienen la teoría aniquilacionista,
que proclaman la aniquilación, la destrucción, la inexistencia de
los seres. Y cualquier asceta o brahmán, monjes, que proclama
esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de estos siete ar-
gumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[3.18.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
36 Digha Nikaya
3.2.5. Ditthadhammanibbanavada - Creencia en el Nibbana
aquí y ahora [Puntos de vista LVIII-LXII]
[3.19.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
la teoría del Nibbana aquí y ahora, que proclaman que el supremo
Nibbana es alcanzable aquí y ahora para un ser existente, y lo ha-
cen de cinco diferentes maneras. Pero, ¿sobre qué se basan estos
ascetas y brahmanes?
[3.20.] [LVIII] “En primer lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘En
cuanto que este ser está dotado de los cinco sentidos del placer
sensorial, cuando los satisface plenamente, alcanza el supremo
Nibbana aquí y ahora’.
[3.21.] [LIX] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde
este yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no?
Porque, señor, los deseos sensoriales no son permanentes, son do-
lorosos y sujetos al cambio. Y por causa de estos cambios y trans-
formaciones llega el pesar, la lamentación, la pena, el dolor y la
angustia. Pero cuando este yo, señor, liberado de los deseos senso-
riales, liberado de los estados perjudicales, entra y permanece en
el primer jhana, el cual está acompañado del pensamiento aplica-
do y sostenido, el arrobamiento y la felicidad, nacidos de la reclu-
sión, es entonces, cuando alcanza el supremo Nibbana aquí y aho-
ra’.
[3.22.] [LX] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor, el
yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde el
yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no? Por-
que, señor, el estado, en el cual todavía perdura el pensamiento
aplicado y sostenido, se considera como un estado burdo. Pero, se-
ñor, cuando el yo, dejando atrás el pensamiento aplicado y soste-
nido, entra y permanece en el segundo jhana, libre del pensamien-
Brahmajala Sutta 37
to aplicado y sostenido con la paz interior, un estado acompañado
por el arrobamiento y la felicidad, nacidos de la serenidad, es en-
tonces, cuando alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora’.
[3.23.] [LXI] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde
el yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no? Por-
que, señor, el estado, en el cual todavía perdura el arrobamiento se
considera como un estado burdo. Pero, señor, cuando el yo, dejan-
do atrás el arrobamiento, entra y permanece en el tercer jhana,
acompañado por la ecuanimidad, conscientemente atento y con la
clara comprensión, experimentado en su propio cuerpo la felici-
dad, de la cual los Nobles declararon lo siguiente: «Feliz, el que
mora en la ecuanimidad y en la atención consciente», es entonces,
cuando alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora’.
[3.24.] [LXII] “En quinto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde
el yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no? Por-
que, señor, el estado, en el cual todavía perdura la idea de la felici-
dad, se considera como un estado burdo. Pero, señor, cuando el
yo, dejando atrás los placeres y las penas, con la desaparición de
ambos, tanto de la felicidad como del dolor, entra y permanece en
el cuarto jhana, el cual es purificado con la ecuanimidad y la aten-
ción consciente, es entonces, cuando alcanza el supremo Nibbana
aquí y ahora’. Así es, como algunos sostienen la teoría del Nibba-
na aquí y ahora.
[3.25.] “Monjes, estas son las cinco diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes sostienen la teoría del Nibbana aquí
y ahora, que proclaman que el supremo Nibbana es alcanzable
aquí y ahora para un ser existente. Y cualquier asceta o brahmán,
monjes, que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de
uno de estos cinco argumentos, ya que no hay otra manera de ha-
38 Digha Nikaya
cerlo.
[3.26.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
[3.27.] “Monjes, éstas son las cuarenta y cuatro diferentes mane-
ras, en las que algunos ascetas y brahmanes especulan acerca del
futuro, que tienen una manera fija de percibirlo y que proponen
varias teorías especulativas acerca del futuro. Y cualquier asceta o
brahmán, monjes, que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre
la base de uno de estos cuarenta y cuatro argumentos, ya que no
hay otra manera de hacerlo.
[3.28.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
[3.29.] “Monjes, éstas son las sesenta y dos diferentes maneras, en
las que algunos ascetas y brahmanes especulan acerca del pasado,
del futuro o ambos, que tienen una manera fija de percibirlos y
que proponen varias teorías especulativas acerca del pasado, del
futuro o ambos. Y cualquier asceta o brahmán, monjes, que pro-
clama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de estos
sesenta y dos argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[3.30.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
Brahmajala Sutta 39
bre la base de sus meras sensaciones, por causa de sus preocupa-
ciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.33.] “También, monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes
que sostienen la teoría de la eternidad y la no-eternidad y procla-
man la parcial eternidad y la parcial no-eternidad del yo y del
mundo de cuatro maneras diferentes, lo hacen sobre la base de sus
meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y vacilacio-
nes, inmersos en la avidez.
[3.34.] “Del mismo modo, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría de la finitud e infinitud y pro-
claman que el mundo es finito o infinito de cuatro maneras dife-
rentes, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por causa
de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.35.] “Así también, monjes, cuando aquellos ascetas y brahma-
nes que sostienen la teoría relativista y dan respuestas evasivas,
retorciéndose como las águilas en el aire, de cuarto maneras dife-
rentes, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por causa
de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.36.] “De la misma manera, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría del origen casual y proclaman
la casualidad como origen del ser y del mundo de dos maneras di-
ferentes, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por cau-
sa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.37.] “De este modo, monjes, todos estos ascetas y brahmanes
que especulan acerca del pasado, que tienen una manera fija de
percibirlo y que proponen varias teorías especulativas acerca del
pasado de dieciocho diferentes maneras, lo hacen sobre la base de
sus meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y vacila-
ciones, inmersos en la avidez.
[3.38.] “Monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes que sostie-
nen la teoría de la percepción después de la muerte en dieciséis di-
ferentes maneras, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones,
40 Digha Nikaya
por causa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la
avidez.
[3.39.] “También, monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes
que sostienen la teoría de la no-percepción después de la muerte
en ocho diferentes maneras, lo hacen sobre la base de sus meras
sensaciones, por causa de sus preocupaciones y vacilaciones, in-
mersos en la avidez.
[3.40.] “Del mismo modo, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría de la ni percepción ni no-per-
cepción después de la muerte en ocho diferentes maneras, lo ha-
cen sobre la base de sus meras sensaciones, por causa de sus preo-
cupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.41.] “Así también, monjes, cuando aquellos ascetas y brahma-
nes que sostienen la teoría de la aniquilación y proclaman la des-
trucción y la no-existencia del yo después de la muerte en siete di-
ferentes maneras, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones,
por causa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la
avidez.
[3.42.] “De la misma manera, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría del Nibbana aquí y ahora y pro-
claman que el completo Nibbana es alcanzable aquí y ahora para
un ser existente de cinco diferentes maneras, lo hacen sobre la
base de sus meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y
vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.43.] “De este modo, monjes, todos estos ascetas y brahmanes
que especulan acerca del futuro, que tienen una manera fija de
percibirlo y que proponen varias teorías especulativas acerca del
futuro de cuarenta y cuatro diferentes maneras, lo hacen sobre la
base de sus meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y
vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.44.] “Monjes, cuando todos estos ascetas y brahmanes que es-
peculan acerca del pasado, del futuro o ambos, que tienen una ma-
Brahmajala Sutta 41
nera fija de percibirlos y que proponen varias teorías especulativas
acerca del pasado, del futuro o ambos de sesenta y dos diferentes
maneras, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por
causa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avi-
dez.
42 Digha Nikaya
condicionados por el contacto. Que ellos puedan experimentar
aquella sensación sin el contacto, tal cosa es imposible.
[3.56.] “Cuando aquellos ascetas y brahmanes especulan acerca
del pasado, del futuro o ambos, que tienen una manera fija de per-
cibirlos y que proponen varias teorías especulativas acerca del pa-
sado, del futuro o ambos, y cuando proclaman esta teoría, lo hacen
siempre sobre la base de uno de estos sesenta y dos argumentos,
también lo hacen condicionados por el contacto. Que ellos puedan
experimentar aquella sensación sin el contacto, tal cosa es imposi-
ble.
Brahmajala Sutta 43
4.4. Ditthigatikadhitthanavattakatha - A dónde conducen los
puntos de vista
[3.71.] “Todos estos ascetas y brahmanes experimentan esas sen-
saciones solamente por los repetidos contactos a través de la séx-
tuple base de los sentidos. Con la sensación como condición, he
aquí que surge en ellos la codicia; con la codicia como condición,
surge el apego; con el apego como condición, la existencia; con la
existencia como condición, el nacimiento; y con el nacimiento
como condición, surge la vejez y la muerte, el sufrimiento, el la-
mento, la pena, el dolor y la desesperanza.
44 Digha Nikaya
espacio vital, los devas y los humanos no lo verán nunca más.
Monjes, de la misma manera que cuando se corta el tallo de un
ramo de mangos, todos los mangos de este ramo caen juntos, así
también, el Tathagata cortó aquello que lo ligaba a los nuevos na-
cimientos. Mientras este cuerpo permanezca con vida, será visible
para los humanos y para los devas. Pero una vez que llegue al fin
de su espacio vital, los devas y los humanos no lo verán nunca
más”.
[3.74.] Entonces, el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado:
“¡Esto es maravilloso, Venerable Señor, es asombroso! ¿Cuál es el
nombre de esta exposición del Dhamma?”
“Ananda, puedes recordar esta exposición del Dhamma como “La
Red de lo Bueno”, “La Red del Dhamma”, “La Red Suprema”,
“La Red de los Puntos de Vista” o como “La incomparable victo-
ria en la batalla”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado y los monjes se regocijaron
en las palabras del Bienaventurado. Y cuando esta exposición ha
sido proclamada, todo el milenario sistema del mundo fue sacudi-
do.
Brahmajala Sutta 45
46 Digha Nikaya
Samannaphala Sutta
Discurso sobre los frutos de
la vida contemplativa
El rey Ajatasattu pregunta al Buda: "¿Qué frutos visibles, aquí y ahora, tiene la vida con -
templativa?" El Buda responde, ofreciendo un exhaustivo cuadro sobre el camino de la
práctica budista, ilustrando cada paso con vivaces símiles.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].
Samannaphala Sutta 47
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (1989). The Sāmannaphala Sutta and its Commentaries en The Fruits of
Recluseship. Traducido e introducido por Bhikkhu Bodhi. Kandy, Sri Lanka: Buddhist
Publication Society.
Samannaphalasutta en World Tipitaka Edition.
Thanissaro Bhikkhu (2006). Samannaphala Sutta: The Fruits of the Contemplative Life.
Recuperado de http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/dn/dn.02.0.than.html
Walshe, M. (1995). Samannaphala Sutta: The Fruits of the Homeless Life en The Long
Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya. Boston, Estados Unidos:
Wisdom Publications. Págs. 91-10.
48 Digha Nikaya
DN 2
Samannaphala Sutta
Discurso sobre los frutos de la vida
contemplativa
Samannaphala Sutta 49
“He aquí, Su Majestad, que está Makkhali Gosala que tiene nume-
rosos seguidores y es maestro de muchos. Tiene buena fama y es
honrado. Además es avanzado en edad, de una larga trayectoria en
la vida ascética y se encuentra en la última fase de su vida. Su Ma-
jestad debería visitarlo a él. Quizá esta visita traería paz a su men-
te”.
Cuando esto fue dicho, el rey permaneció en silencio.
[4] "He aquí que está Ajita Kesakambalin...
[5] "He aquí que está Pakudha Kaccayana...
[6] "He aquí que está Sañjaya Belatthaputta...
[7] "He aquí, Su Majestad, que está Nigantha Nataputta, que tiene
numerosos seguidores y es maestro de muchos. Tiene buena fama
y es honrado. Además, es avanzado en edad, de una larga trayecto-
ria en la vida ascética y se encuentra en la última fase de su vida.
Su Majestad debería visitarlo a él. Quizá esta visita traería paz a
su mente”.
Cuando esto fue dicho, el rey permaneció en silencio.
50 Digha Nikaya
estro de los hombres que han de ser amansados. Maestro de los
devas y seres humanos, despierto y Bienaventurado’. Su Majestad
debería visitar al Bienaventurado. Quizá esta visita traería paz a su
mente”.
“En este caso, amigo Jivaka, que se prepare a los elefantes para
que sean montados”.
[9] “Así sea, señor”, respondió Jivaka y preparó a quinientas ele-
fantas, listas para ser montadas y al real elefante personal. Des-
pués de lo cual, dijo al rey: “Su Majestad, sus elefantas están lis-
tas. Proceda Su Majestad de acuerdo con sus deseos”.
Entonces, el rey Ajatasattu, habiendo colocado a cada una de sus
quinientas esposas en una de las quinientas elefantas, montó su
elefante personal y emprendió el camino desde la capital, a lo lar-
go de su estado, acompañado con el séquito que llevaba las antor-
chas, rumbo a la Arboleda de los Mangos de Jivaka Komarabhac-
ca.
[10] Sin embargo, una vez que el rey Ajatasattu arribó a las cerca-
nías de la Arboleda de los Mangos, sintió como si sus cabellos se
le pararan de miedo y temor. Y así agitado y aterrado, con el pelo
parado dijo a Jivaka Komarabhacca: “Amigo Jivaka, ¿tú no me
engañaste, verdad? ¿Verdad, que no me traicionaste? ¿No me en-
tregaste a mis enemigos? ¿Cómo puede ser que en este lugar haya
un numeroso grupo de monjes –el mil doscientos cincuenta, en to-
tal- y que no se escuche sonido alguno, ni siquiera un estornudo o
una tos?”.
“No tenga miedo, Su Majestad. No tema. Yo no le engañé, no le
traicioné, ni le entregué a sus enemigos. Siga adelante, Su Majes-
tad, siga adelante. Hacia aquellos fuegos que se queman en la en-
trada del pabellón”.
Samannaphala Sutta 51
3. Samannphalapuccha - Preguntas sobre los frutos
de la vida contemplativa
[11] Entonces, el rey procedió montado en su elefante personal,
hasta donde se lo permitió el camino, después de lo cual, se acercó
a pie a la puerta de la entrada del pabellón. Al llegar ahí, preguntó
a Jivaka: “Amigo Jivaka, ¿Dónde está el Bienaventurado?”
“Éste es el Bienaventurado, Su Majestad, el que está sentado al
lado opuesto del pilar central, con el rostro dirigido al este y rode-
ado por el Sangha de los monjes”.
[12] Entonces, el rey se acercó a donde estaba el Bienaventurado
y se paró a un lado. Después de lo cual, observó cómo el grupo de
los monjes continuaba en silencio, como si fuera un lago transpa-
rente y despejado, y exclamó: “¡Si tan sólo el príncipe Uda-
yabhadda estuviera dotado de semejante calma, que el Sangha de
los monjes!”
[El Bienaventurado dijo, entonces:] “¿Está hablando, Su Majes-
tad, de alguien que le es muy querido?”
“Señor, el príncipe Udayabhadda es muy querido para mí. ¡Si tan
sólo estuviera dotado de semejante calma, que el Sangha de los
monjes!”
[13] Entonces, inclinándose frente al Bienaventurado, saludó al
Sangha de los monjes y con sus manos juntadas sobre su corazón,
se sentó a un lado. Una vez sentado, se dirigió al Bienaventurado
con estas palabras: “Quisiera preguntar al Bienaventurado sobre
un asunto, si me lo permite”.
“Pregunte, Su Majestad, lo que desee”.
[14] “Venerable Señor, he aquí que existen estos diferentes artesa-
nos: los entrenadores de los elefantes, los entrenadores de caba-
llos, los aurigas, los arqueros, los abanderados, los mariscales de
campo, los oficiales paladines, los altos oficiales reales, los co-
mandos, los héroes militares, los guerreros vestidos de armaduras,
52 Digha Nikaya
los guerreros vestidos de cuero, los esclavos domésticos, los pas-
teleros, los peluqueros, los encargados de los baños, los cocineros,
los fabricantes de guirnaldas, los lavanderos, los tejedores, los fa-
bricantes de cestas, los alfareros, los contadores y especialistas en
cálculos, y otros muchos semejantes artesanos. Todos ellos viven
del fruto de sus artes, los cuales son visibles aquí y ahora. Sus ar-
tes les proporcionan la felicidad y el placer a ellos mismos y a sus
padres, esposas e hijos, como también a sus amigos y compañeros.
Con el fruto de sus artes, mantienen a los ascetas y brahmanes
asegurándose a ellos mismos, de esta manera, un feliz y celestial
destino en los futuros renacimientos. ¿Sería posible, Venerable Se-
ñor, señalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa, un
fruto que fuera visible aquí y ahora?”
[15] “¿Su Majestad recuerda haber planteado esta misma pregunta
a otros ascetas y brahmanes?”
“Sí, lo recuerdo, Venerable Señor”.
“Si no sería difícil, ¿podría Su Majestad, decirme cómo le respon-
dieron?”
“No, no es difícil. Siempre que el Bienaventurado o alguien pare-
cido me lo permita”.
“Pues, cuéntelo, Su Majestad”.
Samannaphala Sutta 53
alguien que mutila o instiga a otros que mutilen, para alguien que
quema o instiga a otros que quemen, para alguien que inflige pe-
nas o instiga a otros que las inflijan, para alguien que atormenta o
instiga a otros que atormenten, para alguien que intimide o instiga
a otros que intimiden, para alguien que mata, que irrumpe dentro
de las casas, saquea las riquezas, comete asaltos, hace embosca-
das, comete adulterio, habla falsamente –no existe mal que podría
ser hecho. Si alguien con una navaja bien afilada convirtiera a to-
dos los seres vivos de la tierra en un montículo de carne, no habría
mal alguno que pudiera venir como resultado de estas acciones. Si
alguien estuviera caminando a lo largo del río Ganges, matando e
instando a matar a otros, mutilando o instigando a otros que muti-
laran, quemando o instigando a otros que quemaran, no habría mal
que pudiera venir como resultado de estas acciones. Si alguien es-
tuviera caminando a lo largo del río Ganges, regalando cosas e
instando a otros que las regalaran, haciendo sacrificios e instando
a otros que hicieran sacrificios, no habría mérito alguno que pu-
diera venir como resultado de estas acciones. En la generosidad,
en el autocontrol, en el correcto hablar, no hay mérito alguno que
podría venir como resultado de estas acciones’.
[18] “De esta manera, Venerable Señor, Purana Kassapa, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y
ahora, me habló de la no-acción. Es como si alguien, al ser inda-
gado acerca del mango, respondiera acerca del fruto del árbol del
pan; o alguien indagado acerca del fruto del árbol del pan, respon-
diera acerca del mango. De la misma manera, Venerable Señor,
Purana Kassapa, cuando fue preguntado acerca de los frutos de la
vida contemplativa, visibles aquí y ahora, respondió acerca de la
no-acción. Entonces, se me ocurrió el siguiente pensamiento:
‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a algún asceta
o brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aunque no
me haya deleitado en las palabras de Purana Kassapa, tampoco las
rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me quedé insatisfecho.
Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi asiento y me
54 Digha Nikaya
retiré.
Samannaphala Sutta 55
de los devas, siete grados de los seres humanos, siete grados de
los demonios, siete grandes lagos, siete grandes nudos, setecientos
grandes precipicios, setecientos precipicios menores, setecientos
grandes sueños, setecientos sueños menores, ochenta y cuatro mil
grandes eones, durante los cuales tanto los tontos como los sabios
recorren la interminable rueda, hasta poner fin a sus sufrimientos.
“’De modo que, aunque alguien pensara: «a través de mi morali-
dad, a través de mis prácticas, a través de la austeridad o a través
de la vida santa voy a madurar el kamma aún no maduro y voy a
eliminar el kamma ya maduro siempre que me toque hacerlo» –
esto sería imposible. Los placeres y las penas están en su justa me-
dida y todo está fijado dentro de sus límites. Es imposible acortar-
lo ni alargarlo, imposible acelerarlo y desacelerarlo. Al igual que
cuando se lanza una pelota envuelta con un cordón, la misma se
para recién cuando se desenrolla el cordón, así también, sólo lle-
gando al fin de su trasmigración, tanto el tonto como el sabio, lle-
ga al fin de sus penas’.
[21] “De esta manera, Venerable Señor, Makkhali Gosala, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y
ahora, me habló de la purificación mediante la vida errabunda. Es
como si alguien, al ser indagado acerca del mango, respondiera
acerca del fruto del árbol del pan; o alguien indagado acerca del
fruto del árbol del pan, respondiera acerca del mango. De la mis-
ma manera, Venerable Señor, Makkhali Gosala cuando fue pre-
guntado acerca de los frutos de la vida contemplativa, visibles
aquí y ahora, respondió acerca de la purificación mediante la vida
errabunda. Entonces, se me ocurrió el siguiente pensamiento:
‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a algún asceta
o brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aunque no
me haya deleitado en las palabras de Makkhali Gosala, tampoco
las rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me quedé insatisfe-
cho. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi asiento y
me retiré.
56 Digha Nikaya
3.3. Ajitakesakambalavada - Teoría de Ajita Kesakambala
[22] “En otra ocasión, Venerable Señor, me acerqué a Ajita Kesa-
kambali. Al intercambiar con él cordiales saludos, me senté a un
lado y pregunté lo siguiente: ‘Venerable Ajita, he aquí que existen
estos diferentes artesanos: los entrenadores de elefantes... (sigue
igual que en verso 14) ¿Sería posible, Venerable Ajita, señalar un
fruto similar en caso de la vida contemplativa, que fuera visible
aquí y ahora?’.
[23] “Cuando dije esto, Makkhali Gosala me respondió: ‘Su Ma-
jestad, he aquí que no hay nada dado, nada ofrecido, ni nada sacri-
ficado. No existen frutos o resultados tanto de las buenas como de
las malas acciones. No existe ni este mundo ni el venidero. No
hay madre ni padre, ni tampoco renacimientos espontáneos de los
seres. No hay ascetas ni brahmanes, los cuales, habiendo practica-
do correctamente, alcanzaran la meta directamente, mediante su
propio descubrimiento, y que proclamaran este mundo o el veni-
dero. Los seres humanos se componen de los cuatro elementos
primarios. Al morir, la parte de la tierra retorna a su estado ante-
rior y se funde con la sustancia de la tierra. La parte del fuego re-
torna a su estado anterior y se funde con la sustancia del fuego. La
parte líquida retorna a su estado anterior y se funde con la sustan-
cia líquida. La parte del viento retorna a su estado anterior y se
funde con la sustancia del viento. Las facultades sensoriales se es-
parcen por el espacio. Los cuatro hombres con las andas, cargan el
cadáver como si fuera una quinta persona. Se escuchan sus pasos
hasta el cementerio. Luego, los huesos se ponen blancos y el sacri-
ficio termina con las cenizas. La generosidad, es la enseñanza de
los idiotas. Las palabras de aquellos que hablan de la existencia
después de la muerte, son como un parloteo falso y vacío. Con la
destrucción del cuerpo, tanto el sabio como el tonto son aniquila-
dos por igual y destruidos. Ya nadie existe después de la muerte’.
[24] “De esta manera, Venerable Señor, Ajita Kesakambalin, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y
Samannaphala Sutta 57
ahora, me habló sobre la aniquilación. Es como si alguien, al ser
indagado acerca del mango, respondiera acerca del fruto del árbol
del pan; o alguien indagado acerca del fruto del árbol del pan, res-
pondiera acerca del mango. De la misma manera, Venerable Se-
ñor, Ajita Kesakambalin, cuando fue preguntado acerca de los fru-
tos de la vida contemplativa, visibles aquí y ahora, me habló sobre
la aniquilación. Entonces, se me ocurrió el siguiente pensamiento:
‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a un asceta o
brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aunque no
me haya deleitado en las palabras de Ajita Kesakambalin, tampo-
co las rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me quedé insatis-
fecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi asiento y
me retiré.
58 Digha Nikaya
pena, ni ambas cosas.
“’Entre estas sustancias no hay asesino alguno ni alguien que po-
dría causar la muerte, no hay oyente, ni alguien que podría causar
la audición, no hay conocedor ni alguien que podría causar la cog-
nición. Cuando alguien corta la cabeza [de otra persona], en reali-
dad no existe el asesino. Simplemente, la espada atraviesa el espa-
cio existente entre estas siete sustancias’.
[27] “De esta manera, Venerable Señor, Pakudha Kaccayana, al
ser preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles
aquí y ahora, me habló sobre el no-relacionamiento. Es como si
alguien, al ser indagado acerca del mango, respondiera acerca del
fruto del árbol del pan; o alguien indagado acerca del fruto del ár-
bol del pan, respondiera acerca del mango. De la misma manera,
Venerable Señor, Pakudha Kaccayana, cuando fue preguntado
acerca de los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y aho-
ra, me habló sobre el no-relacionamiento. Entonces, se me ocurrió
el siguiente pensamiento: ‘¿Cómo podría alguien hacer que se me-
nospreciara a un asceta o brahmán que vive dentro de su territo-
rio?’ Entonces, aunque no me haya deleitado en las palabras de
Pakudha Kaccayana, tampoco las rechacé. Sin deleitarme y sin re-
chazarla, me quedé insatisfecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas,
me levanté de mi asiento y me retiré.
Samannaphala Sutta 59
tados- él vive restringido por cuatro tipos de restricciones. ¿Y
cómo es que Nigantha vive restringido por cuatro tipos de restric-
ciones? En este caso, Nigantha está restringido en lo que respecta
a todas las aguas, puede evitar a todos los males, está purificado al
haber evitado todos los males y está impregnado con la preven-
ción de todos los males. Es así como Nigantha vive restringido
por cuatro tipos de restricciones. Cuando Nigantha –el de los nu-
dos desatados– vive refrenado de esta manera por cuatro tipos de
restricciones, se convierte en Desatado [Nigantha], hijo de Nata
[Nataputta], el perfecto por sí mismo, controlado por sí mismo y
establecido por sí mismo’.
[30] “De esta manera, Venerable Señor, Nigantha Nataputta, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y
ahora, me habló sobre la cuádruple restricción. Es como si al-
guien, al ser indagado acerca del mango, respondiera acerca del
fruto del árbol del pan; o alguien indagado acerca del fruto del ár-
bol del pan, respondiera acerca del mango. De la misma manera,
Venerable Señor, Nigantha Nataputta, cuando fue preguntado
acerca de los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y aho-
ra, me habló sobre la cuádruple restricción. Entonces, se me ocu-
rrió el siguiente pensamiento: ‘¿Cómo podría alguien hacer que se
menospreciara a un asceta o brahmán que vive dentro de su terri-
torio?’ Entonces, aunque no me haya deleitado en las palabras de
Nigantha Nataputta, tampoco las rechacé. Sin deleitarme y sin re-
chazarlas, me quedé insatisfecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas,
me levanté de mi asiento y me retiré.
60 Digha Nikaya
señalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa, un que
fuera visible aquí y ahora?’.
[32] “Cuando dije esto, Sañjaya Belatthaputta me respondió: ‘Si
me preguntases:
A. 1. «¿existe el mundo más allá?», y si yo pensase que existiese
tal mundo, podría declararte «existe un mundo más allá». Pero yo
no digo «esto es de esta manera», ni «esto es de tal manera» ni
«esto se otra manera». No digo «esto no es así» ni tampoco digo
«no es cierto que esto no es así».
“‘Y si me preguntases:
A. 2. «¿No existe el mundo más allá?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que existe y que no existe el
mundo más allá?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni existe ni no existe el mundo
más allá?»…
B. 1. «¿Hay seres que han tomado el renacimiento?»…
2. «¿No hay seres que han tomado el renacimiento?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que hay seres que han toma-
do el renacimiento y que no hay seres que han tomado el renaci-
miento?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni hay seres que han tomado
el renacimiento y no hay seres que han tomado el
renacimiento?»…
C. 1. «¿Existen los frutos y los resultados de las buenas
acciones?»…
2. «¿No existen los frutos y los resultados de las buenas accio-
nes?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que existen los frutos y los
resultados de las buenas acciones y que no existen los frutos y los
Samannaphala Sutta 61
resultados de las buenas acciones?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni existen los frutos y los re-
sultados de las buenas acciones ni no existen los frutos y los resul-
tados de las buenas acciones?»…
D. 1. «¿Existe el Tathagata después de la muerte?»…
2. «¿No existe el Tathagata después de la muerte?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que existe el Tathagata des-
pués de la muerte y que no existe el Tathagata después de la muer-
te?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni existe el Tathagata después
de la muerte ni no existe el Tathagata después de la muerte?» y si
yo pensase esto podría declararte «esto es asís». Pero yo no digo
«esto es de esta manera», ni «esto es de tal manera» ni «esto se
otra manera». No digo «esto no es así» ni tampoco digo «no es
cierto que esto no es así».
[33] “De esta manera, Venerable Señor, Sanjaya Belatthaputta, al
ser preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles
aquí y ahora, me habló con evasivas. Es como si alguien, al ser in-
dagado acerca del mango, respondiera acerca del fruto del árbol
del pan; o alguien indagado acerca del fruto del árbol del pan, res-
pondiera acerca del mango. De la misma manera, Venerable Se-
ñor, Sanjaya Belatthaputta, cuando fue preguntado acerca de los
frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y ahora, me habló
con evasivas. Y se me ocurrió este pensamiento: ‘Entre todos es-
tos ascetas y brahmanes, ¡éste es, sin lugar a dudas, el más estúpi-
do de todos! ¿Cómo es posible que alguien siendo preguntado por
los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y ahora, me hable
con evasivas?’ Pero también, se me ocurrió el siguiente pensa-
miento: ‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a un
asceta o brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aun-
que no me haya deleitado en las palabras de Sanjaya Belatthaput-
ta, tampoco las rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me que-
62 Digha Nikaya
dé insatisfecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi
asiento y me retiré.
Samannaphala Sutta 63
órdenes, actúa conforme a sus deseos, habla bien de Usted y traba-
ja siempre en su presencia. Y que un día se le ocurre este pensa-
miento: ‘¿No es esto maravilloso? ¿No son realmente asombrosos,
el destino y los resultados de las acciones meritorias? He aquí que
este rey Ajatasattu es un ser humano, al igual que yo. Sin embar-
go, el rey Ajatasattu disfruta por sí mismo el suministro de todo lo
que puede ser alcanzado por los sentidos, como si fuera un deva,
mientras que yo soy un esclavo que trabaja siempre en su presen-
cia. ¿Qué tal si yo también emprendo algunas acciones meritorias?
¿Qué tal si afeito mi cabeza y mi barba, me visto con el hábito
amarillo y renuncio a esta vida hogareña para vivir el estilo de
vida sin hogar?’.
“De modo que, después de cierto tiempo efectivamente afeita su
cabeza y la barba, se viste con el hábito amarillo y renuncia a la
vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar. Y viviendo así,
restringe su cuerpo, su manera de hablar y su mente, se contenta
con la comida simple y con la vivienda sencilla y se deleita en la
soledad. Suponga entonces, que otro de sus hombres le informa de
esto: ‘Su Majestad debe saber que un hombre de su entorno, un
esclavo... que trabaja siempre en su presencia... renunció a la vida
hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar... se contenta ahora
con la comida simple y con la vivienda sencilla, se deleita en la
soledad.’ Después de semejante informe, ¿podría Su Majestad de-
cir: ‘Tráigase a este hombre de vuelta! ¡Qué vuelva a trabajar en
mi presencia!’?”
[36] “De ninguna manera, Venerable Señor. Por el contrario, me
acercaría a él e inclinaría respetuosamente mi cabeza delante de él
y le invitaría a sentarse conmigo. Le invitaría a recibir de mí las
vestimentas, los donativos de la comida, el alojamiento y los re-
quisitos medicinales para su salud. Le proveería seguridad, defen-
sa y protección”.
“Entonces, ¿qué piensa Usted, Su Majestad: en este caso, hay al-
gún fruto visible de la vida contemplativa o no?”
64 Digha Nikaya
“Sí, Venerable Señor. En este caso, ciertamente, hay un fruto visi-
ble de la vida contemplativa”.
“Este es, Su Majestad, el primer fruto de la vida contemplativa,
visible aquí y ahora, que puedo señalar para Usted”.
Samannaphala Sutta 65
agricultor, un hombre hogareño, un contribuyente que engrosa sus
tesoros reales... dejó la vida hogareña para vivir el estilo de vida
sin hogar... se contenta ahora con la comida simple y con la vi-
vienda sencilla y se deleita en la soledad’. Después de semejante
informe, ¿podría Su Majestad decir: ‘Tráigase a este hombre de
vuelta! ¡Qué vuelva a ser agricultor, hombre hogareño, contribu-
yente que engrosa mis tesoros reales’?”.
[38] “De ninguna manera, Venerable Señor. Por el contrario, me
acercaría a él e inclinaría respetuosamente mi cabeza delante de él
y le invitaría a sentarse conmigo. Le invitaría a recibir de mí las
vestimentas, los donativos de comida, el alojamiento y los requisi-
tos medicinales para su salud. Le proveería seguridad, defensa y
protección”.
“Entonces, ¿qué piensa Usted, Su Majestad: en este caso, hay al-
gún fruto visible de la vida contemplativa o no?”
“Sí, Venerable Señor. En este caso, ciertamente, hay un fruto visi-
ble de la vida contemplativa”.
“Este es, Su Majestad, el segundo fruto de la vida contemplativa,
visible aquí y ahora, que puedo señalar para Usted”.
66 Digha Nikaya
tro de los devas y los seres humanos, el Buda, el Bienaventurado.
El Dhamma que enseña es agradable en el comienzo, agradable en
el medio y agradable al final. Enseña tanto su espíritu como la le-
tra, exhibiéndolo perfecta y plenamente y viviendo una vida santa,
rigurosa y pura.
[41] “Un hombre hogareño o el hijo del hombre hogareño, o al-
guien que hubo renacido desde un hogar a otro, al escuchar este
Dhamma, obtiene fe en el Tathagata reflexionando de esta manera:
‘La vida hogareña es un camino limitado y cubierto de polvo,
mientras que la vida sin hogar es como vivir al aire libre. Esta no
es una tarea fácil: vivir en el hogar y practicar una vida totalmente
perfecta, totalmente pura y mantenerla brillante como una concha
desvainada. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y mi barba, me visto con
el hábito amarillo y dejo esta vida hogareña para vivir el estilo de
vida sin hogar?’
[42] “De modo que, después de cierto tiempo efectivamente aban-
dona sus riquezas, pequeñas o grandes, deja el círculo de sus pa-
rientes, pequeño o grande, afeita su cabeza y su barba, se viste con
el hábito amarillo para vivir el estilo de vida sin hogar.
“Y viviendo así, se restringe a sí mismo mediante el Patimokkha,
teniendo cuidado de no cometer la menor falta con su cuerpo, con
sus acciones o palabras, enteramente entregado a purificar su vida,
a la virtud, guardando las puertas de sus sentidos, dotado de la
atención consciente y clara atención, estando además contento”.
Samannaphala Sutta 67
“Dejando de tomar lo que no le ha sido dado, se mantiene distante
de codiciar aquello que no es de él. Toma solamente lo que le es
ofrecido y mientras espera las limosnas, transcurre su vida en la
honestidad y en la pureza del corazón. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
“Dejando la vida sin celibato, vive en castidad. Se mantiene dis-
tante de las prácticas vulgares relacionadas con los actos sexuales.
De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
[44] “Dejando las palabras mentirosas, se mantiene distante de la
falsedad. Habla la verdad sin dobleces, es creíble y digno de con-
fianza; nunca quiebra su palabra. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
“Dejando la difamación y calumnia, se mantiene distante de la
embustería. Lo que escucha aquí, no lo repite en otro lugar, para
no causar riñas con la gente de aquí; y lo que escucha en otro lu-
gar, no lo repite aquí, para no causar riñas con la gente de allí. Así
vive él, como el reconciliador de aquellos que están divididos,
animando a los que viven en amistad, hacedor y amante de la paz,
apasionado por la causa de la paz; sus palabras son siempre pacífi-
cas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
“Dejando la rudeza de hablar, se mantiene distante del lenguaje
violento. Cada una de sus palabras es intachable, agradable, en-
cantadora, que toca el corazón y es cortés. La gente ama su forma
de hablar y se complace en ella. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
“Dejando las charlas frívolas, se mantiene distante de las vanas
conversaciones. Sus palabras son siempre correctas, acordes a los
hechos y llenas de significado; versan sólo sobre el Dhamma y
Disciplina. Habla siempre a tiempo justo, y sus palabras son dig-
nas de ser escuchadas, llegan al corazón, son ilustrativas, clara-
mente escogidas y siempre tocan el punto. De esta manera, el
monje se perfecciona en la virtud.
68 Digha Nikaya
[45] “Se abstiene de causar daños a las semillas o las plantas,
“Toma una sola comida al día y nunca come por la noche, y se
abstiene de comer en el horario indebido,
“Se abstiene de mirar los espectáculos de entretenimiento,
“Se abstiene de danzar, cantar y escuchar la música,
“Se abstiene de usar adornos, ni se embellece con guirnaldas, per-
fumes o ungüentos,
“Se abstiene de usar grandes y cómodos lechos,
“Se abstiene de recibir oro y plata,
“Se abstiene de aceptar granos no cocinados,
“Se abstiene de aceptar la comida cruda,
“Se abstiene de aceptar mujeres o muchachas,
“Se abstiene de aceptar esclavos y esclavas,
“Se abstiene de aceptar ovejas y cabras,
“Se abstiene de aceptar aves y cerdos,
“Se abstiene de aceptar elefantes, reses, caballos y yeguas,
“Se abstiene de aceptar campos de cultivo y campos baldíos,
“Se abstiene de mandar recados,
“Se abstiene de comprar y vender,
“Se abstiene del engaño con las falsas pesas o medidas,
“Se abstiene del camino torcido de sobornos, estafas y fraudes,
“Se abstiene de mutilaciones, asesinatos y aprisionamientos,
“Se abstiene de asaltos, robos y de la violencia.
“Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la
virtud”.
Samannaphala Sutta 69
4.3.1.2. Majjhimasila - Sección mediana de la moral
[46] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
dañar los semilleros y a todo tipo de plantas en crecimiento: pro-
pagadas desde las raíces, tallos, recortes, articulaciones y simien-
tes –él se mantiene distante de este tipo de daño hecho a los semi-
lleros y a las plantas en crecimiento. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
[47] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
acumular bienes: acumular comida, bebida, vestimentas, equipa-
jes, camas, perfumes o condimentos –él se mantiene distante de
semejante uso de cosas acumuladas. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
[48] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
visitar los espectáculos de entretenimiento, como la danza, las
canciones, la música instrumental, las ferias, los romances, el ma-
nualismo, los cánticos de los bardos, los conciertos de las percu-
siones, el teatro de hadas, las acrobáticas hazañas de los Candalas,
el combate de los elefantes, búfalos, toros, cabras, carneros, gallos
y codornices, las luchas con duelas, el boxeo, las peleas, las luchas
fingidas, los desfiles, las maniobras y los revistas militares –él se
mantiene distante de visitar semejantes espectáculos de entreteni-
miento. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
[49] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
juegos y recreaciones, como los juegos de tabla con ocho o diez
hileras de cuadrados, estos mismos juegos jugados imaginaria-
mente en tablas del aire, las rayuelas, removiendo piezas del mon-
tón y poniéndolas de vuelta, lanzando dados, golpeando palo corto
con el largo, haciendo “dibujos de la mano”, jugando con pelotas,
soplando a través de juguetes de hojas, surcando con juguetes ara-
70 Digha Nikaya
dos, girando en un trapecio, jugando con juguetes-molinos de
viento hechos de hojas de bambú, jugando con los juguetes-medi-
das hechos con hojas de bambú, jugando con juguetes-carros o
con juguetes que se inclinan, adivinando el contenido de las cartas
trazadas en el aire o en la espalda del otro jugador, adivinando los
pensamientos del otro jugador e imitando las deformaciones –él se
mantiene distante de semejantes juegos y recreaciones. De esta
manera, también se perfecciona en la virtud.
[50] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos al
uso de altos y lujosos sofás; es decir: sofás movedizos, altos de
seis pies de altura, divanes con figuras de los animales esculpidos
en los soportes, cobertores de pieles de cabras de largo vellón, co-
loridos retazos cristalinos, mantas blancas, cobertores de lana bor-
dados con flores, edredones rellenados de lana de algodón, cober-
tores bordados con figuras de leones, tigres y otros animales, al-
fombras con pelaje de ambos lados, alfombras con pelaje de un
solo lado, cobertores bordados con piedras preciosas, cobertores
de seda, alfombras de gran tamaño, suficientes para dieciséis bai-
larinas, alfombras con elefantes, caballos y carros, alfombras he-
chas de las pieles de antílopes, cosidas juntas, alfombras hechas
de los antílopes machos, alfombras con toldos y sofás con almoha-
das rojas en la cabecera y en los pies –él se mantiene distante de
semejantes altos y lujosos sofás. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
[51] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
adornarse y embellecerse; es decir, frotando sus cuerpos con pol-
vos perfumados, limpiando y lavándolos en espumas, dando gol-
pecitos a sus miembros con cachiporras como lo hacen los lucha-
dores, usando espejos, ungüentos de ojos, guirnaldas, coloretes,
cosméticos, pulseras, collares, bastones de adorno, lengüetas para
sus perros, estoques, sombrillas, pantuflas adornadas, turbantes,
diademas, colas batidas de los yak y largos flecos bordeados en
Samannaphala Sutta 71
sus vestidos –él se mantiene distante de semejantes adornos y for-
mas de embellecimiento. De esta manera, también se perfecciona
en la virtud.
[52] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
las bajas conversaciones, como estas: los cuentos sobre reyes, la-
drones, ministros del estado, cuentos de guerra, de terror y de ba-
tallas, charlas acerca de comidas y bebidas, vestimenta, camas,
guirnaldas, perfumes; pláticas sobre las relaciones, viajes, pue-
blos, ciudades, poblados y países; charlas sobre las mujeres y so-
bre los héroes, chismorreo en las esquinas de las calles o en luga-
res donde se busca el agua; historias de espíritus, conversaciones
desganadas, especulaciones acerca de la creación de la tierra o del
mar, o sobre la existencia o la no existencia –él se mantiene dis-
tante de semejantes conversaciones bajas. De esta manera, tam-
bién se perfecciona en la virtud.
[53] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
usar las frases reñidas, como por ejemplo: «Tú no entiendes este
Dhamma-y-Disciplina, yo sí, la entiendo; ¿Cómo sería posible que
conocieras este Dhamma-y-Disciplina?»; «Has caído en un punto
de vista falso. Soy yo, el que mantiene el punto de vista correcto»;
«Yo estoy hablando sobre el punto, tú divagas»; «Pusiste al final,
lo que debería ir primero; pusiste primero, lo que debería ir al fi-
nal»; «Lo que creías cierto por tanto tiempo, ya ha sido refutado»;
«Tu desafío ha sido tomado»; «Tú mismo probaste estar equivoca-
do»; «Trabaja para aclarar tu punto de vista» o «Desenrédate tú
mismo, si puedes» –él se mantiene distante de usar semejantes fra-
ses reñidas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
[54] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
mandar mensajes, enviando recados, haciendo de mensajeros,
ofreciendo servicios de inteligencia a los reyes, ministros del esta-
72 Digha Nikaya
do, a los khattiyas, brahmanes o a los jóvenes, diciendo: «Ve allá,
ven aquí, toma a éste contigo, trae esto desde allí» –él se mantiene
distante de semejantes ocupaciones serviles. De esta manera, tam-
bién se perfecciona en la virtud.
[55] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo embauca-
dores, parásitos asalariados de palabras santas, adivinos y exorcis-
tas, sedientos de acumular sus ganancias –él se mantiene distante
de semejante engaño y golpeteo. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
Samannaphala Sutta 73
aves y arte del cuervo; prediciendo el número de años que van a
vivir los hombres, haciendo encantos para rechazar las flechas y
haciendo ruedas de los animales –él se mantiene distante de seme-
jantes artes bajos.
[57] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
por ejemplo, desarrollando el conocimiento sobre las buenas y las
malas cualidades de la gente, sobre sus riquezas y su suerte, a tra-
vés de los siguientes elementos: el ingenio, las piedras preciosas,
las astas, las prendas de vestir, las espadas, las flechas, los lazos,
otros tipos de armamentos, a través de las mujeres, los hombres,
los muchachos, las muchachas, los esclavos, las esclavas, los ele-
fantes, los caballos, los búfalos, los toros, los bueyes, las cabras,
las ovejas, las aves de corral, las codornices, las iguanas, las ratas
de bambú, las tortugas y otros animales –él se mantiene distante
de semejantes artes bajos.
[58] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
cuando hacen este tipo de predicciones: «Los líderes marcharán
adelante; los líderes retrocederán; nuestros líderes atacarán, mien-
tras los líderes de los enemigos, retrocederán; los líderes de los
enemigos atacarán, mientras nuestros líderes retrocederán; nues-
tros líderes obtendrán la victoria, mientras los otros líderes sufri-
rán la derrota; los otros líderes obtendrán la victoria, mientras los
nuestros sufrirán la derrota; la victoria será para este grupo, la de-
rrota para aquel» –él se mantiene distante de semejantes artes ba-
jos.
[59] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
cuando hacen esta otra clase de predicciones: «Va a haber un
74 Digha Nikaya
eclipse de la Luna; Va a haber un eclipse del Sol; Va a haber un
eclipse de una estrella; Va a haber una anomalía en el Sol o en la
Luna; El Sol o la Luna retornarán por su vía habitual; Va a haber
una caída de los meteoros; Va a haber un fuego en la jungla; Va a
haber un terremoto; El dios va a tronar; Va a haber un levanta-
miento o una posición determinados del Sol, de la Luna o de las
estrellas, una claridad y una disminución de ella. Y con eso, predi-
cen para cada uno de estos quince fenómenos, algún determinado
tipo de resultado» –él se mantiene distante de semejantes artes ba-
jos.
[60] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
estos: prediciendo la abundancia o la escasez de las lluvias; predi-
ciendo una buena cosecha o una escasez de alimentos; prediciendo
la tranquilidad o los disturbios; prediciendo la pestilencia o tiem-
pos saludables; contando con los dedos o sin la utilización de los
dedos; sumando grandes números, componiendo romances y poe-
sías; haciendo casuística y sofistería –él se mantiene distante de
semejantes artes bajos.
[61] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
estos: disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en
los cuales el novio o la novia están llevados a casa; disponiendo
de fechas felices para realizar matrimonios, en los cuales el novio
o la novia están llevados afuera; fijando un tiempo feliz para la re-
alización de tratados de paz [o usando los encantamientos para
procurar la armonía]; fijando tiempos felices para el comienzo de
las hostilidades [o usando los encantamientos para procurar la dis-
cordia]; fijando tiempos felices para las deudas [o usando los en-
cantamientos para aventar exitosamente en los dados]; fijando
tiempos felices para gastar el dinero [o usando los encantamientos
para traer mala suerte al oponente en los dados]; usando encanta-
Samannaphala Sutta 75
mientos para hacer la gente feliz, usando encantamientos para ha-
cer la gente infeliz, usando encantamientos para provocar el abor-
to, haciendo conjuros para enmudecer a alguien, haciendo conju-
ros para mantener fija la mandíbula de alguien, haciendo conjuros
para estirar la mano de alguien, haciendo conjuros para ensordecer
a alguien, obteniendo respuestas de los oráculos, como la del es-
pejo mágico; obteniendo respuestas de los oráculos por medio de
la muchacha poseída, obteniendo respuestas de los oráculos de
parte de la divinidad, adorando al Sol, adornado al Gran Ser, sa-
cando fuegos de su propia boca e invocando a Siri, la diosa de la
buena fortuna –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.
[62] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
estos: jurando regalos a la divinidad si se garantice cierto determi-
nado beneficio, pagando estos votos, repitiendo encantamientos
mientras se trasladan a las casas de la tierra, causando virilidad,
haciendo impotente al hombre, fijando sitios felices para la mora-
da, consagrando los sitios, haciendo ceremonias de los meses, ha-
ciendo baños rituales, ofreciendo sacrificios, administrando vomi-
tivos y purgativos, purgando la gente para aliviar sus cabezas, en-
grasar las orejas de la gente, satisfaciendo los ojos de la gente, ad-
ministrando drogas a través de la nariz, aplicando colirio a los
ojos, ofreciendo pomadas medicinales para los ojos, practicando
como oculistas, practicando como cirujanos, practicando como pe-
diatras, administrando drogas y raíces y administrando medicinas
de manera rotativa –él se mantiene distante de semejantes artes
bajos.
“Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la
virtud.
[63] “El monje que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro algu-
no en nada que ayuda a sus restricciones a través de la virtud. Al
igual que un noble guerrero ungido que ha derrotado a sus enemi-
76 Digha Nikaya
gos, no ve peligro alguno por parte de ellos, así también el monje
que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro alguno en nada que
ayuda a sus restricciones a través de la virtud. Envuelto en la no-
ble totalidad de la virtud, él es internamente sensible al placer que
deriva de ser intachable. Así es, Su Majestad, cómo el monje se
perfecciona en la virtud”.
Samannaphala Sutta 77
4.3.2.2. Satisampajanna - Atención consciente y clara
comprensión
[65] “¿Y de qué manera el monje practica la atención consciente y
clara comprensión? Cuando camina hacia adelante o cuando cami-
na hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando mira hacia
adelante o mira hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuan-
do flexiona sus miembros o cuando los extiende, lo hace clara-
mente consciente. Cuando viste la ropa interior o cuando viste el
hábito externo, lo hace claramente consciente. Cuando carga su ta-
zón, lo hace claramente consciente. Cuando come, bebe, mastica o
saborea, lo hace claramente consciente. Cuando orina o cuando
defeca, lo hace claramente consciente. Cuando camina, cuando
está parado, cuando está sentado, cuando se recuesta para dormir,
cuando se despierta, cuando conversa o cuando permanece en si-
lencio, todo eso hace claramente consciente. Es así, cómo el mon-
je practica la atención consciente y clara comprensión.
78 Digha Nikaya
ber regresado de su ronda en busca de las limosnas de comida, se
sienta con las piernas cruzadas y, manteniendo recto su cuerpo, es-
tablece su atención consciente enfrente.
[68] “Dejando de lado las codicias mundanas, permanece atenta-
mente consciente y libre de la codicia. Limpia su mente de la co-
dicia. Dejando de lado la maldad y el enojo, permanece atenta-
mente consciente y libre de la maldad, con el amor compasivo ha-
cia el bienestar de los seres vivientes. Limpia su mente de la mal-
dad y del enojo. Dejando de lado la pereza y el letargo, permanece
atentamente consciente y libre de la pereza y del letargo, perci-
biendo la luz atenta y conscientemente. Limpia su mente de la pe-
reza y del letargo. Dejando de lado la agitación y la ansiedad, per-
manece imperturbable y con la mente calmada. Limpia su mente
de la agitación y ansiedad. Dejando de lado la incertidumbre, per-
manece como alguien que hubo traspasado las dudas, sin perpleji-
dad en consideración de las sanas cualidades mentales. Limpia su
mente de la incertidumbre.
[69] “Suponga Usted, que un hombre, al tomar un préstamo, lo in-
vierte en asuntos de negocios y sus negocios le van bien: devuelve
toda la vieja deuda y con el resto mantiene a su esposa, pensando
así: ‘Al tomar el préstamo, lo invertí en asuntos de negocios y mis
negocios me han ido bien; ahora, devolví toda la vieja deuda y con
el resto puedo mantener a mi esposa’. A causa de esto, puede ex-
perimentar la alegría y felicidad.
[70] “Suponga también, que un hombre hubo caído enfermo. Y su
enfermedad era grave y dolorosa: no podía disfrutar más de los
alimentos y no sentía fuerza alguna en su cuerpo. Al pasar el tiem-
po, finalmente se recuperó de su enfermedad y volvió a disfrutar
de sus comidas, como también volvió a sentir fuerza en su cuerpo,
pensando así: ‘al caer enfermo, estuve grave y dolorosamente do-
lido: no podía disfrutar más de mis alimentos y no sentía fuerza
alguna en mi cuerpo. Al pasar el tiempo, finalmente me recuperé
de mi enfermedad y volví a disfrutar de mis comidas, como tam-
Samannaphala Sutta 79
bién volví a sentir fuerza en mi cuerpo’. A causa de esto, puede
experimentar la alegría y felicidad.
[71] “Suponga también, que un hombre estaba encerrado en una
prisión. Al pasar el tiempo, finalmente fue liberado de este cauti-
verio, seguro y salvo sin haber perdido sus bienes. Entonces, po-
dría pensar así: ‘Antes, estaba encerrado en una prisión. Al pasar
el tiempo, finalmente fui liberado de este cautiverio y ahora estoy
seguro y salvo sin haber perdido mis bienes’. A causa de esto,
puede experimentar la alegría y felicidad.
[72] “Suponga también, que un hombre esclavo, sujeto a la volun-
tad de otros, no siendo dueño de sí mismo, incapaz de hacer lo que
desea, finalmente, al pasar el tiempo, es liberado de esta esclavi-
tud, dueño de sí mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y
capaz de hacer lo que desea. Entonces, podría pensar así: ‘Antes,
era un hombre esclavo, sujeto a la voluntad de otros, no siendo
dueño de mí mismo, incapaz de hacer lo que deseaba; finalmente,
al pasar el tiempo, fui liberado de esta esclavitud, ahora soy dueño
de mi mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y capaz de
hacer lo que deseo’. A causa de esto, puede experimentar la ale-
gría y la felicidad.
[73] “Suponga también, que un hombre, portando el dinero y los
bienes, está viajando a lo largo de los caminos de un desolado
país. Al pasar el tiempo, finalmente sale de este país desolado, se-
guro y salvo, sin haber perdido sus bienes. Entonces, él podría
pensar así: ‘Estaba portando el dinero y los bienes, viajando a lo
largo de los caminos de un desolado país. Pero finalmente salí de
él y ahora estoy seguro y salvo, sin haber perdido mis bienes’. A
causa de esto, él puede experimentar la alegría y felicidad.
[74] “De la misma manera, señor, cuando estos cinco obstáculos
aún no son abandonados por uno mismo, el monje es como si tu-
viera deudas, enfermedades, como si fuera prisionero o esclavo, o
como si viajara por los caminos de un desolado país.
80 Digha Nikaya
Pero cuando estos cinco obstáculos son abandonados, el monje es
como si pagara todas sus deudas, como si recuperara su salud y li-
bertad, o como si saliera de un lugar inseguro.
Cuando él se da cuenta de que estos cinco obstáculos hubieron
sido abandonados en su interior, nace en él la alegría que produce
arrobamiento. Su cuerpo se vuelve tranquilo y sensible a este pla-
cer, cuya sensación a su vez, produce la concentración de su men-
te”.
Samannaphala Sutta 81
ción de la mente, entra y permanece en el segundo jhana. Lleno de
arrobamiento y placer nacidos de la reclusión y libre del pensa-
miento aplicado y pensamiento sostenido. Todo su cuerpo está im-
pregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer naci-
dos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en
todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y
placer, nacidos de la reclusión.
[78] “Como un lago con aguas manantiales, sin afluentes del Este
ni del Oeste, del Norte ni del Sur, cuando recibe abundantes llu-
vias, sus aguas que brotan desde adentro, se mezclan con estas
aguas frescas, de manera tal que las mismas impregnan e invaden
todo el lago, sin que quede una sola parte no impregnada por las
aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su
cuerpo con el arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de
manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no
fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la re-
clusión.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores.
82 Digha Nikaya
impregna, baña y colma su cuerpo con el placer despojado del
arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su
cuerpo, que no fuera impregnado por este placer despojado del
arrobamiento.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores.
Samannaphala Sutta 83
es material, compuesto de los cuatro elementos primarios, nacido
de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es transitorio, fric-
cionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi conciencia
está ligada a este cuerpo y depende de él’.
[84] “Como si se tratara de una piedra preciosa perfectamente pu-
lida de sus ocho lados, clara, brillante, sin defecto, admirable en
todos los aspectos, colgada de un cordón azul, amarillo, rojo,
blanco o anaranjado. Si algún hombre, dotado de buena vista, la
tomara en su mano y la inspeccionara diría lo siguiente: ‘Esta pie-
dra preciosa está perfectamente pulida de sus ocho lados, es clara,
brillante, sin defecto y admirable en todos los aspectos. Está col-
gada de un cordón azul, amarillo, rojo, blanco o anaranjado.’ De la
misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y
brillante, intachable, libre de impurezas, maleable, flexible, firme
y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su
mente hacia el conocimiento y la visión. Entonces, discierne así:
‘Este cuerpo mío es material, compuesto de los cuatro elementos
primarios, nacido de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es
transitorio, friccionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi
conciencia está ligada a este cuerpo y depende de él’.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.
84 Digha Nikaya
vainara su espada de la funda y dijera: ‘Ésta es la espada y ésta es
la funda. La espada es una cosa y la funda otra, aunque la espada
haya salido de la funda’. O, como si un hombre sacara a una ser-
piente de su vieja piel y dijera: ‘Ésta es la serpiente y ésta es su
vieja piel. La serpiente es una cosa y la vieja piel otra, aunque la
serpiente haya salido de su vieja piel’. De la misma manera, el
monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intacha-
ble, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha al-
canzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia
la creación del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro
cuerpo, dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas
sus partes, con ninguna de sus facultades inferior a éste.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.
Samannaphala Sutta 85
sus deseos –así también, el monje, con su mente concentrada, pu-
rificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable,
flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona
e inclina su mente hacia varios poderes sobrenaturales. Siendo
uno sólo, se convierte en muchos... Ejercita la influencia de su
cuerpo hasta los mundos de Brahma.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.
86 Digha Nikaya
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la lec-
tura de otras mentes. Con su propia mente, conoce y distingue la
mente de los otros seres o de otras personas. Conoce la mente
afectada por la pasión, como mente apasionada, y la mente sin pa-
sión, como la mente liberada de la pasión. Conoce la mente afec-
tada por la aversión, como la mente con aversión, y la mente sin
aversión, como la mente liberada de aversión. Conoce la mente
afectada por la falsa ilusión, como mente mal ilusionada, y la
mente sin falsa ilusión, como la mente liberada de la falsa ilusión.
Discierne la mente restringida como tal y sabe cuándo la mente
está dispersa. Cuando una mente está expandida, la reconoce
como expandida y cuando está estrecha, sabe que está estrecha. A
una mente destacada, la reconoce como destacada y una mente co-
rriente reconoce como tal. Sabe cuándo la mente está concentrada
y cuando no lo es, en ambos casos lo discierne correctamente,
como también cuando la mente está liberada y cuando no.
[92] “Como una mujer, un hombre o un muchacho preocupado
por su apariencia, examina cuidadosamente el reflejo de su propio
rostro en el brillante espejo o en el tazón con agua pura, sabiendo
discernir lunares o motas de las partes libres de manchas, así tam-
bién, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante,
intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que
ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente
hacia la lectura de las otras mentes. Con su propia mente, conoce
y distingue la mente de los otros seres o de otras personas... Sabe
cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos ca-
sos lo discierne correctamente, como también cuando la mente
está liberada y cuando no.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.
Samannaphala Sutta 87
4.3.3.6. Pubbenivasanussatinana - Recuerdos de las vidas
pasadas
[93] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el co-
nocimiento de las existencias pasadas. Se acuerda de sus múltiples
vidas pasadas: de un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimien-
tos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien,
mil, cien mil nacimientos, muchos eones de las contracciones cós-
micas, muchos eones de las expansiones cósmicas, muchos eones
de las contracciones y expansiones cósmicas, recordando: ‘En
aquel entonces, mi nombre era así, mi linaje era éste y provenía de
esta casta; me alimentaba de ésta clase de alimento experimentaba
esta y aquella clase de alegrías y penas y he vivido esta cantidad
de años. Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado allá,
donde mi nombre era... Habiendo terminado mi vida ahí, me he
reconectado aquí’. De esta manera, se acuerda de varias de sus vi-
das pasadas, con sus condiciones y detalles.
[94] “Como si un hombre saliera de su pueblo para irse al otro, y
luego saliera de aquel para irse a uno nuevo y diferente y final-
mente volviera a su casa. Entonces, podría tener este pensamiento:
‘Salí de mi pueblo natal y me fui a este otro pueblo. Ahí estuve
parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y
permanecí en silencio de esta manera. Salí de este pueblo y me fui
a aquel otro pueblo diferente, donde estuve parado de esta manera,
estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de
esta manera. Finalmente, salí de aquel otro pueblo diferente y vol-
ví a casa’. De esta misma manera, el monje, con la mente concen-
trada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas,
maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad,
direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento de las existen-
cias pasadas. Se acuerda de sus múltiples vidas pasadas: de un na-
cimiento... se acuerda de varias de sus vidas pasadas, con sus con-
diciones y detalles.
88 Digha Nikaya
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.
Samannaphala Sutta 89
firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e incli-
na su mente hacia la muerte y la reconexión de los seres. A través
del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ve la muerte
de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino es inferior
o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de
acuerdo a su kamma.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.
90 Digha Nikaya
trada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas,
maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad,
direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento del fin de las
impurezas mentales. Él conoce tal como realmente es: ‘Este es el
sufrimiento, éste es el origen del sufrimiento, éste es el cese del
sufrimiento y éste es el sendero que lleva al cese del sufrimiento’.
También conoce esto, tal como realmente es: ‘Estas son las impu-
rezas mentales, éste es el origen de las impurezas mentales, éste es
el cese de las impurezas mentales y éste es el sendero que lleva al
cese de las impurezas mentales’. A través de este conocimiento y
la visión, su mente es liberada de las impurezas de la sensualidad,
de las impurezas de la existencia y de las impurezas de la ignoran-
cia. Y entonces, el siguiente conocimiento nace en él: ‘¡Ésta es la
liberación!’ Y él sabe que ‘el nacimiento está terminado, la vida
santa ha sido realizada, la tarea ha culminado. No queda más nada
por delante’.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, el más sublime y más perfecto que los anteriores. Y no
existe otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y ahora, que
fuera más sublime que éste”.
5. Ajatasattuutupasakattapativedana - La conversión
de Ajatasattu en un seguidor laico
[99] Cuando esto fue dicho, el rey Ajatasattu se dirigió al Biena-
venturado con estas palabras: “¡Excelente, Venerable Señor! ¡Re-
almente, magnífico! Es como si alguien enderezara lo que estaba
torcido, como si revelara, lo que estaba oculto, como si mostrara
el camino a alguien que estaba perdido o si encendiera una lámpa-
ra en medio de la oscuridad, para que alguien dotado de buena vis-
ta pudiera percibir las formas. De la misma manera, el Bienaven-
turado ha expuesto el Dhamma de diferentes maneras. Yo, señor,
voy a tomar el refugio en el Bienaventurado, en el Dhamma y en
el Sangha. Que el Bienaventurado me considere, de aquí en ade-
Samannaphala Sutta 91
lante, como uno de sus seguidores laicos.
“Sin embargo, Venerable Señor, me pesa mi trasgresión que come-
tí, cuando, para conseguir el trono, por ser tonto, confundido y
malvado, privé de la vida a mi padre, quien era un buen hombre y
un rey justo. Que el Bienaventurado acepte mi confesión de esta
mala acción para que pueda contenerme en el futuro.”
[100] “Sí, Su Majestad, la trasgresión se apoderó de Usted, cuan-
do, siendo tonto, confundido y malvado, privó de la vida a su pro-
pio padre, quien fue un buen hombre y un rey justo. Pero, ya que
ha reconocido su trasgresión como tal y la confesó, según el
Dhamma, nosotros aceptamos esta confesión. Alguien que quiere
crecer en el Dhamma y Disciplina, cuando comete alguna trasgre-
sión, debe reconocerla como tal y confesarla, para poder contener-
se en el futuro”.
[101] Cuando esto fue dicho, el rey Ajatasattu se dirigió al Biena-
venturado con estas palabras: “Que el Venerable Señor ahora per-
mita marcharme. Son muchas mis ocupaciones y responsabilida-
des”.
“Haga, Su Majestad, de acuerdo con sus deseos”.
Entonces, el rey Ajatasattu, al deleitarse y regocijarse en las pala-
bras del Bienaventurado, se levantó de su asiento, saludó al Biena-
venturado con reverencia y se retiró, cuidando por respeto, que el
Bienaventurado quedara siempre a su lado derecho.
[102] No mucho tiempo después de que el rey Ajatasattu se hubo
retirado, el Bienaventurado de dirigió a los monjes con estas pala-
bras: “El rey fue profundamente afectado, monjes, fue tocado en
su corazón. Si no fuera porque hubo asesinado a su padre, quien
fue un buen hombre y un rey justo, el puro e impecable ojo del
Dhamma podría haber surgido en él, mientras estaba aquí senta-
do”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo y los monjes se alegraron y
se deleitaron en las palabras del Bienaventurado.
92 Digha Nikaya
Ambattha Sutta
Discurso con Ambattha
Ambattha fue pupilo de un famoso brahmán, de nombre Pokkharasati, el cual encargó a
su estudiante averiguara si el Buda realmente era un Gran Hombre. El arrogante apren -
diz queda humillado y su maestro convertido al ver las treinta y dos marcas en el cuerpo
del Buda que, según la tradición, debe tener todo ser perfectamente iluminado.
Ambattha Sutta 93
FUENTE:
Dragonetti, C. y Tola, F. (2005). Ambattha Sutta en Digha Nikaya: Diálogos Mayores de
Buda. Fundación Instituto de Estudios Budistas FIEB, Argentina - The Buddhist Asso-
ciation of the United States. Pp. 225-303.
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.
94 Digha Nikaya
DN 3
Ambattha Sutta
Discurso con Ambattha
1. Episodio de Pokkharasati
[2] En aquella ocasión el brahmán Pokkharasati vivía en Uk-
kattha, localidad populosa, rica en pastos, bosques y agua, abun-
dante en granos, dominio real, entregada por el rey Pasenadi de
Kosala, como una donación del rey, en total propiedad. Y el brah-
mán Pokkharasati oyó decir: “El samán Gotama, descendiente de
los Sakyas, que dejó el clan de los Sakyas para llevar una vida
errante y mendicante, recorriendo el país de los Kosalas con un
gran grupo de bhikkhus, con quinientos bhikkhus, ha llegado a Ic-
chanangala y vive en Icchanangala, en la densa jungla de Iccha-
nangala. Se ha difundido con respecto al Bhagavant Gotama este
rumor de buena fama: ‘El Bhagavant es un Arhant, Perfectamente
Iluminado, dotado de saber y buena conducta, bien encaminado,
conocedor del mundo, insuperable conductor de los hombres que
deben ser controlados, maestro de Dioses y de hombres, el Ilumi-
nado, el afortunado. Él, habiendo conocido, habiendo percibido
por sí mismo este mundo junto con sus Dioses, con Mara, con
Brahma, a esta humanidad con sus samanes y brahmanes, con sus
dioses y sus hombres, lo da a conocer. Él enseña la Doctrina her-
mosa en el comienzo, hermosa en el medio, hermosa en el fin, en
su espíritu y en su letra; él proclama la vida religiosa realizada en
Ambattha Sutta 95
su integridad, completamente pura. Es bueno, en verdad, ver a
Arhants de tal naturaleza’”.
[3] En aquella ocasión, el joven brahmán llamado Ambattha era
discípulo del brahmán Pokkharasati, maestro brahmánico, conoce-
dor de mantras2, autoridad en los tres Vedas, en el vocabulario y
en el ritual, en el análisis de las palabras y, en quinto lugar, en la
tradición oral, conocedor de los padas3, experto en interpretación,
experimentado en el saber relativo al mundo y en las Marcas de
los Grandes Hombres4, aceptado y reconocido lo dicho por su pro-
pio maestro con relación al triple conocimiento védico: “Tú sabes
lo que yo sé; yo sé lo que tú sabes”.
[4] Y el brahmán Pokkharasati le dijo al joven brahmán Ambattha:
“Querido Ambattha, el samán Gotama, descendiente de los Sak-
yas, que ha dejado el clan de los Sakyas para llevar una vida
errante y mendicante, recorriendo el país de los Kosalas con un
gran grupo de bhikkhus, con quinientos bhikkhus, ha llegado a Ic-
chanangala y vive en Icchanangala, en la densa jungla de Iccha-
nangala. Se ha difundido con respecto al Bhagavant Gotama este
rumor de buena fama: ‘El Bhagavant es un Arhant, Perfectamente
Iluminado, dotado de saber y buena conducta, bien encaminado,
conocedor del mundo, insuperable conductor de los hombres que
deben ser controlados, maestro de Dioses y de hombres, el Ilumi-
nado, el afortunado. Él, habiendo conocido, habiendo percibido
por sí mismo este mundo junto con sus Dioses, con Mara, con
Brahma, a esta humanidad, con sus samanes y brahmanes, con sus
Dioses y sus hombres, lo da a conocer. Él enseña la Doctrina her-
mosa en su comienzo, hermosa en el medio, hermosa en el fin, en
su espíritu y en su letra; él proclama la vida religiosa realizada en
su integridad, completamente pura. Es bueno, en verdad, ver a
2 Fórmulas sagradas.
3 Las palabras que forman los versos védicos en su forma previa a la aplicación de las
leyes eufónicas del sánscrito.
4 El sutra del Digha Nikaya 30, denominado Lakkhanasutta, trata de las Treinta y Dos
Marcas que distinguen a los Grandes Hombres.
96 Digha Nikaya
Arhants de tal naturaleza’. Ve tú, querido Ambattha, acércate a
donde se encuentra el samán Gotama y, habiéndote acercado, co-
noce al samán Gotama –si el Bhagavant Gotama es realmente tal
como lo proclama aquel rumor difundido o si no es así; si aquel
señor Gotama es tal o si no es tal. Entonces nosotros conoceremos
a este Bhagavant Gotama”.
[5] “¿Cómo conoceré, señor, al Bhagavant Gotama –si el Bhaga-
vant Gotama es realmente tal como lo proclama aquel rumor di-
fundido o si no es así; si aquel señor Gotama es tal o si no es tal?”.
“Querido Ambattha, en nuestros mantras han sido transmitidas
treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres; para aquel gran
hombre que esté dotado de ellas existen dos destinos y no otros. Si
lleva una vida de hogar, se convierte en un rey soberano, legítimo
y justo, cuyo dominio se extiende hasta los cuatro océanos, con-
quistador, que ha conseguido la completa seguridad en sus domi-
nios, adornado con las siete joyas. Estas siete joyas suyas son: la
joya de los reinos5, la joya de los elefantes, la joya de los caballos,
la joya de las piedras preciosas, la joya de las mujeres, la joya de
los administradores y, en séptimo lugar, la joya de los consejeros.
Él tiene más de mil hijos, valientes, con cuerpos de grandes gue-
rreros, destructores de los ejércitos enemigos. Él domina en esta
tierra hasta el límite de los océanos, habiéndola conquistado no
por el garrote, no por la espada, sino con la justicia. Pero si él deja
su casa para llevar una vida errante y mendicante, se convierte en
un Arhant, en un Perfectamente Iluminado, en uno que en el mun-
do ha quitado el velo6. Yo, querido Ambattha, te he dado los man-
tras, tú los has recibido”.
Ambattha Sutta 97
do al brahmán Pokkharasati, levantándose de su asiento, saludan-
do al brahmán Pokkharasati, haciendo el padakkhina, subiendo a
un carro tirado por una yegua, partió hacia donde se encontraba la
densa jungla de Icchanangala con numerosos jóvenes. Habiendo
ido en carro hasta donde había camino para carro, descendiendo
del carro, a pie, entró en el parque. En aquella ocasión numerosos
bhikkhus se paseaban al aire libre. Entonces el joven brahmán
Ambattha se acercó a donde se encontraban aquellos bhikkhus y,
habiéndose acercado a aquellos bhikkhus, les dijo esto: “Señores,
¿dónde se encuentra ahora el señor Gotama? Nosotros hemos ve-
nido a ver al señor Gotama”.
[7] Entonces aquellos bhikkhus pensaron: “Este joven brahmán
Ambattha es de una familia ilustre, es discípulo del renombrado
brahmán Pokkharasati. Al Bhagavant no le molesta conversar con
tales hijos de familia”. Ellos dijeron esto al joven Ambattha: “Oh
Ambattha, aquella habitación con la puerta cerrada –acercándote
a ella sin hacer ruido, entrando en la galería caminando lentamen-
te, tosiendo ligeramente, golpea el cerrojo. El Bhagavant te abrirá
la puerta”.
[8] Entonces el joven brahmán Ambattha, acercándose sin hacer
ruido a aquella habitación con la puerta cerrada, entrando en la ga-
lería caminando lentamente, tosiendo ligeramente, golpeó el ce-
rrojo. El Bhagavant abrió la puerta. El joven brahmán Ambattha
entró. Los jóvenes brahmanes, entrando también, se saludaron
amistosamente con el Bhagavant y, después de intercambiar pala-
bras cordiales y corteses, se sentaron a un lado. Y el joven brah-
mán Ambattha, caminando, intercambió algunas palabras corteses
con el Bhagavant que estaba sentado; y, parado, intercambió algu-
nas palabras corteses con el Bhagavant que estaba sentado.
[9] Entonces el Bhagavant le dijo esto al joven brahmán Am-
battha: “Oh Ambattha, ¿así conversas tú con brahmanes ancianos,
venerables, que son maestros y maestros de maestros, en la forma
como tú ahora, caminando y parado, intercambias algunas pala-
98 Digha Nikaya
bras corteses conmigo que estoy sentado?”.
3. Ambattha acusó de “inferiores” a los sakyas
[10] “Eso no, señor Gotama. Un brahmán, señor Gotama, debe
conversar con un brahmán que camina, caminando; un brahmán,
señor Gotama, debe conversar con un brahmán que está parado,
parado; un brahmán, señor Gotama, debe conversar con un brah-
mán que está sentado, sentado; un brahmán, señor Gotama, debe
conversar con un brahmán que está acostado, acostado; pero, se-
ñor Gotama, con ascetas de cabezas rapadas, con samanes, con in-
feriores, con negros, con los que nacieron del pie de Brahma 7, con
ellos yo converso así como con el señor Gotama”.
“Oh Ambattha, tú has venido aquí deseando algo. Piensa bien en
el propósito por el cual tú has venido. Este joven brahmán Am-
battha, señores, sin haber sido educado, está orgulloso de su edu-
cación. ¿Por qué otra razón que por su falta de educación?”.
[11] Entonces el joven brahmán Ambattha calificado de “no edu-
cado” por el Bhagavant, enojado, desagradado, encolerizado con
el Bhagavant, tratando con insolencia al Bhagavant, criticando al
Bhagavant –pensando: “El samán Gotama se conducirá mal”–, le
dijo esto al Bhagavant: “Violenta, señor Gotama, es la raza de los
Sakyas; ruda, señor Gotama, es la raza de los Sakyas; susceptible,
señor Gotama, es la raza de los Sakyas; salvaje, señor Gotama, es
la raza de los Sakyas; siendo inferiores, sí, siendo inferiores, no
honran a los brahmanes, no respetan a los brahmanes, no reveren-
cian a los brahmanes, no veneran a los brahmanes, no estiman a
los brahmanes. Y es inadecuado, señor Gotama, es impropio que
siendo los Sakyas inferiores, sí, siendo inferiores, no honren a los
brahmanes, no respeten a los brahmanes, no reverencien a los
7 De acuerdo con la tradición india brahmánica, los brahmanes nacieron de la cabeza
del hombre primordial sacrificado en el inicio de la creación, los guerreros de sus
brazos, los comerciantes de sus muslos y los siervos (shudras) de sus pies. Am-
battha se refiere a otra tradición de acuerdo con la cual los siervos nacieron del pie
de Brahma, el Dios Creador. Los brahmanes se consideraban superiores a todos, in-
cluidos los Sakyas, el clan al que perteneció Buda.
Ambattha Sutta 99
brahmanes, no veneren a los brahmanes, no estimen a los brahma-
nes”. Así el joven brahmán Ambattha hizo a los Sakyas por prime-
ra vez está acusación de “inferiores”.
“Ambattha, ¿en qué te han ofendido los Sakyas?”.
[12] “Cierta vez, señor Gotama, yo fui a Kapilavatthu, por algo
que tenía que hacer para mi maestro, el brahmán Pokkharasati, y
me dirigí al salón del Consejo de los Sakyas. En aquella ocasión
numerosos Sakyas y jóvenes Sakyas estaban sentados en el Con-
sejo en asientos elevados, haciéndose cosquillas unos a otros, bro-
meando, jugando; seguramente burlándose de mí, yo pienso; nin-
guno me ofreció un asiento. Y es inadecuado, señor Gotama, es
impropio que siendo los Sakyas inferiores, sí, siendo inferiores, no
honren a los brahmanes, no respeten a los brahmanes, no reveren-
cien a los brahmanes, no veneren a los brahmanes, no estimen a
los brahmanes”. Así el joven brahmán Ambattha hizo a los Sakyas
por segunda vez esta acusación de “inferiores”.
[13] “Ambattha, aún la codorniz en su propio nido habla a su an-
tojo. Ahora bien, Ambattha, Kapilavatthu es propiedad de los Sak-
yas. No es conveniente que el venerable Ambattha se enoje por
algo de tan poca importancia”.
“Señor Gotama, existen estas cuatro castas: kshatriyas, brahma-
nes, vaishyas8 y shudras9. Entre estas cuatro castas, señor Gotama,
tres castas: kshatriyas, vaishyas y shudras, son exclusivamente
servidoras de los brahmanes. Y es inadecuado, señor Gotama, es
impropio que siendo los Sakyas inferiores, sí, siendo inferiores, no
honren a los brahmanes, no respeten a los brahmanes, no reveren-
cien a los brahmanes, no veneren a los brahmanes, no estimen a
los brahmanes”. Así el joven brahmán Ambattha hizo a los Sakyas
por tercer vez esta acusación de “inferiores”.
8 Comerciantes
9 Siervos
10 Sakya: juego de palabras en el cual el término sakya, por su similitud con la raíz
SAK, “poder”, es tomado en el sentido de “poderoso”, “potente”.
11 Demonios
La satisfacción
[26.25] “Y ¿cómo, oh Ambattha, el bhikkhu está satisfecho?
“En este mundo, oh Ambattha, un bhikkhu está satisfecho con un
manto que le protege el cuerpo, con la comida recibida como li-
mosna que sostiene su estómago. Adondequiera que él va, va lle-
vándolos consigo. Así como, oh Ambattha, un pájaro alado, adon-
dequiera que vuele, vuela llevando sus alas consigo, de la misma
manera, oh Ambattha, el bhikkhu está satisfecho con un manto
que le protege el cuerpo, con la comida recibida como limosna
que sostiene su estómago. Adondequiera que él va, va llevándolos
consigo. Así, oh Ambattha, el bhikkhu está satisfecho.
La primera meditación
[26.36] “Él, apartándose de los placeres, apartándose de las malas
cualidades, vive habiendo alcanzado la primera meditación, ale-
gría y felicidad surgida del desapego, con análisis de objetos tos-
cos, con análisis de objetos sutiles. Y él llena, inunda, colma, com-
penetra su cuerpo con la alegría y la felicidad surgidas del desape-
go; y no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no está embebi-
da por la alegría y la felicidad surgidas del desapego.
[26.37] “Así como, oh Ambattha, un hábil ayudante de baño o un
aprendiz de ayudante de baño, echando polvos para baño en una
vasija de metal, los mezcla con agua rociándolos una vez tras otra,
y aquella masa preparada para el baño, compenetrada de hume-
dad, impregnada de humedad, embebida de humedad por dentro y
por fuera, no deja escapar ni una gota de líquido; de la misma ma-
nera, oh Ambattha, aquel bhikkhu llena, inunda, colma, compene-
tra su cuerpo con la alegría y la felicidad surgidas del desapego; y
no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no esté embebida por
la alegría y la felicidad surgidas del desapego.
“Esto posee él en la buena conducta.
La segunda meditación
[26.38] “Luego, oh Ambattha, aquel bhikkhu, a raíz de la cesación
del análisis de objetos toscos y del análisis de objetos sutiles, vive
habiendo alcanzado la segunda meditación, alegría y felicidad sur-
gidas de la concentración, sin análisis de objetos toscos, sin análi-
sis de objetos sutiles, serenidad interior, unificación de la mente. Y
él llena, inunda, colma, compenetra su cuerpo con la alegría y la
felicidad surgidas de la concentración; y no hay ninguna parte de
La tercera meditación
[26.40] “Luego, oh Ambattha, aquel bhikkhu, con la desaparición
de la alegría, vive indiferente, atento, autoconsciente y experimen-
ta con su cuerpo aquella felicidad que los Nobles describen así:
‘Indiferente, lleno de atención, vive feliz’ –vive habiendo alcanza-
do la tercera meditación. Y él llena, inunda, colma, compenetra su
cuerpo con una felicidad sin alegría; y no hay ninguna parte de
todo su cuerpo que no está embebida con la felicidad sin alegría.
[26.41] “Así como, oh Ambattha, en un estanque de lotos azules o
en un estanque de lotos rojos o en un estanque de lotos blancos,
algunos lotos azules o lotos rojos o lotos blancos, nacidos en el
agua, crecidos en el agua, que no se elevan por encima de la su-
perficie del agua, que se nutren sumergidos en el agua –y ellos
desde las puntas de sus pétalos hasta sus raíces, están llenos, inun-
dados, colmados, compenetrados con el agua fría; y no hay ningu-
na parte de todos aquellos lotos azules o lotos rojos o lotos blan-
La cuarta meditación
[26.42] “Luego, oh Ambattha, aquel bhikkhu, con el abandono de
la felicidad y con el abandono del sufrimiento, con la cesación
previa del bienestar y del malestar, vive habiendo alcanzado la
cuarta meditación, pureza proveniente de la indiferencia y de la
atención, sin sufrimiento, sin felicidad; él está sentado compene-
trando su cuerpo con su mente pura, límpida; y no hay ninguna
parte de todo su cuerpo que no esté embebida con su mente pura,
límpida.
[26.43] “Así como, oh Ambattha, un hombre está sentado, habién-
dose cubierto incluso la cabeza con una vestimenta inmaculada; y
no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no esté tocada por la
vestimenta inmaculada; de la misma manera, oh Ambattha, aquel
bhikkhu está sentado compenetrando su cuerpo con su mente
pura, límpida; y no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no
esté tocada por su mente pura, límpida.
“Esto posee él en la buena conducta. Ésta es, oh Ambattha, la bue-
na conducta.
El conocimiento intuitivo
[26.44] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia la intuición del cono-
cimiento. Él conoce así: ‘Este cuerpo mío es material, está hecho
de los cuatro grandes elementos, ha nacido de padre y madre,
masa de arroz hervido y de leche agria, impermanente, sujeto a
destrucción, a desgaste, a disolución, a desintegración; y mi con-
17 Es incierto el significado de estas dos marcas: el órgano sexual y la lengua, ésta úl-
tima de tamaño excepcional. Probablemente esto está relacionado con la práctica
yóguica de aumentar el tamaño de la lengua (incluso cortándose el frenillo) con el
fin de poder obstruir con ella, dándola vuelta hacia arriba, el orificio de la laringe en
el curso de los ejercicios de control respiratorio.
Cuando el famoso brahmán Sonadanda escuchó sobre la llegada del Buda, decidió a vi-
sitarlo, a pesar de los consejos adversos de los otros brahmanes, quienes consideraban
que esto podría afectar su dignidad. Sonadanda, al ser preguntado por el Buda sobre las
cualidades de un verdadero brahmán, mencionó cinco, pero tuvo que reconocer que las
mismas se reducían a dos: la moralidad y el conocimiento. Finalmente, el brahmán se
convirtió a la enseñanza del Buda.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].
Sonadanda Sutta
Discurso con Sonadanda
4. Sonadandaparivitakko - La reflexión de
Sonadanda
[8] Sin embargo, mientras estaba atravesando el matorral de la
jungla, Sonadanda, tuvo esta inquietud: “Si yo pregunto algo al
asceta Gotama, él podría responderme: ‘Brahmán, esta pregunta
no es adecuada, no es una pregunta bien planteada’, por lo cual
este grupo de brahmanes podría desestimarme diciendo: ‘Sona-
danda es un tonto, es un inexperto que no sabe plantear correcta-
mente una pregunta’. Y si mi reputación decrece, decrecerán tam-
bién mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de la reputación
que me gano. Por otro lado, si el asceta Gotama me pregunta a mí
y mi respuesta no lo satisface, podría decir: ‘Esta respuesta no es
la correcta’. Y, entonces, este grupo de brahmanes podría desesti-
marme diciendo: ‘Sonadanda es un tonto, es un inexperto que no
sabe dar una respuesta correcta’. Y si mi reputación decrece, de-
crecerán también mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de
la reputación que me gano. Pero también, si, al llegar en la presen-
cia del asceta Gotama, yo me vuelvo atrás sin mostrarme, mi repu-
tación puede decrecer. Y si mi reputación decrece, decrecerán
también mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de la reputa-
ción que me gano”.
[9] De esta manera, el brahmán Sonadanda se acercó al Bienaven-
turado y, al intercambiar con él los saludos de cortesía, se sentó a
un lado. Algunos de los brahmanes y hombres hogareños de Cam-
pa rindieron homenaje al Bienaventurado y se sentaron a un lado,
algunos intercambiaron con él cordiales saludos y se sentaron a un
lado, algunos lo saludaron con las palmas de las manos juntadas,
algunos anunciaban sus nombres y sus respectivos clanes y otros
simplemente se sentaron a un lado en silencio.
[10] También Sonadanda tomó su asiento, mientras muchos in-
7. Sonadanḍaupasakattapativedana - Sonadanda se
convierte en el seguidor laico
[24] Cuando esto fue dicho, el brahmín Sonadanda se dirigió al
Bienaventurado con estas palabras: “¡Excelente, señor! ¡Realmen-
te, magnífico! Es como si alguien enderezara lo que estaba torci-
do, como si revelara, lo que estaba oculto, como si mostrara el ca-
mino a alguien que estaba perdido o si encendiera una lámpara en
medio de la oscuridad, para que alguien dotado de buena vista pu-
diera percibir las formas. De la misma manera, el Bienaventurado
ha expuesto el Dhamma de diferentes maneras. Yo, señor, voy a
tomar refugio en el Bienaventurado, en el Dhamma y en el
Sangha. Qué el Bienaventurado me considere, de aquí en adelante,
como uno de sus seguidores laicos. Que el venerable Gotama, jun-
to con el Sangha de los monjes, acepte, por favor, de mí una comi-
da mañana”.
Y el Bienaventurado aceptó en silencio. Entonces, el brahmán So-
nadanda, habiendo comprendido la aceptación del Bienaventura-
do, se levantó de su asiento, lo saludó respetuosamente y se retiró,
cuidando que el Bienaventurado quedara siempre a su lado dere-
cho.
Al día siguiente, Sonadanda preparó toda clase de comidas, tanto
sólidas como blandas en el lugar que previamente preparó para re-
alizar su sacrificio. Cuando todo estaba listo, anunció al Bienaven-
turado: “Venerable Gotama, ya es el tiempo y la comida está pre-
parada”.
[25] Este día, el Bienaventurado se levantó temprano y, tomando
su vestimenta externa y el cuenco, se dirigió a la residencia de So-
nadanda, en compañía de sus monjes. Estando ahí, tomó el asiento
que estaba preparado para él, mientras que Sonadanda, con sus
Kutadanta Sutta
Discurso con Kutadanta
5. Niccadanaanululayanna - El sacrificio de la
perpetua generosidad
[22] “Y, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fuera
más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que este
triple sacrificio satisfactoriamente acompañado por dieciséis re-
quisitos?”.
“Así es, brahmán, existe”.
“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”.
“Cuando cualquier familia ofrece regularmente sus ofrendas a los
ascetas virtuosos, esto constituye un sacrificio más fructífero y
más provechoso que aquel triple sacrificio satisfactoriamente
acompañado por dieciséis requisitos”.
[23] “¿Pero cuál es la razón, cuál es la causa por la que las ofren-
das a los ascetas virtuosos, ofrecidas regularmente por cualquier
familia, se constituyen en un sacrificio más simple, más fácil, más
fructífero y más provechoso que aquel triple sacrificio satisfacto-
riamente acompañado por dieciséis requisitos?”.
“Porque, brahmán, cuando los Arahants o aquellos que alcanzaron
6. Kutadantaupasakattapetivedana - Kutadanta se
convierte en el seguidor laico
[28] “¡Excelente, señor! ¡Realmente, magnífico! Es como si al-
El gobernador de los licchavis (DN 6) y un asceta ambulante (DN 7), hacen al Buda la
misma pregunta sobre por qué algunas personas no pueden oír los sonidos celestiales.
En consecuencia ambos reciben la misma respuesta.
Mahasihanada Sutta
Discurso sobre el gran rugido de león
Potthapada, era una asceta mendicante que trajo al Buda una enredada serie de preguntas
sobre la naturaleza de la percepción. El Buda le aclaró estos temas, mediante un detalla-
do examen de los fundamentos de la meditación, mostrándole cómo la misma lleva al úl-
timo cese de la percepción.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].
Poṭṭhapāda Sutta
Discurso con Poṭṭhapāda
2. Cittahatthisāriputtapoṭṭhapādavatthu - Porción
con Citta, el hijo del entrenador de los elefantes
[32] Entonces dos o tres días más tarde, Citta el hijo del entrena-
dor de elefantes y Potthapada, el asceta mendicante fueron junto al
Subha Sutta
Discurso con Subha
En este discurso, Kevaddha pide al Buda que haga algunos milagros para ganarse la fe y
la confianza de la gente. Buda se niega hacerlo y explica que, entre todos los milagros
posibles, el único realmente fidedigno es el milagro de la instrucción, que es el fruto del
entrenamiento de la propia mente.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].
Lohicca Sutta
Discurso con Lohicca
[1] Esto he escuchado:
En una ocasión, el Bienaventurado estaba haciendo un recorrido
entre los kosala, en compañía de gran grupo de monjes –aproxi-
madamente unos quinientos monjes en total–, hasta llegar a Sala-
vatika.
En aquel tiempo, el brahmán Lohicca estaba gobernando en Sala-
vatika con derechos feudales –con sus riquezas, hierbas, madera y
granos–, a través de la garantía real obtenida del rey Pasenadi de
Kosala.
[2] En ese entonces, un incorrecto punto de vista surgió en él de
esta manera: ‘Supongamos que un asceta o brahmán descubriera
una buena doctrina. Habiendo arribado a esta buena doctrina, no
debería declararla a alguien más, porque, ¿qué es lo que una per-
sona puede hacer por otra? Esto es como si alguien cortara un gri-
llete y produjera luego uno nuevo. Yo opino que semejante cosa es
un mal, un hecho enraizado en el apego. ¿Qué es lo que una perso-
na puede hacer por otra?’.
[3] Entonces Lohicca escuchó esto: “El asceta Gotama, el hijo de
los sakia, habiendo abandonado el clan de los sakia, está haciendo
un recorrido entre los kosala, en compañía de un gran grupo de
monjes –aproximadamente unos quinientos monjes en total–, has-
ta llegar a Salavatika. Y se propaga muy buena referencia acerca
del maestro Gotama: ‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant,
un Perfectamente Iluminado, realizado en el conocimiento verda-
dero y la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable
líder de los que han de ser domados, maestro de los devas y los se-
res humanos, el Iluminado, el Bienaventurado. Él proclama este
Tevijja Sutta
Discurso con Tevijja
Índice 311
esplendor.............................................................................18
2.5. DN 18 Janavasabha Sutta – Discurso del Janavasabha18
2.6. DN 19 Mahagovinda Sutta – Discurso del Gran
Camarero.............................................................................18
2.7. DN 20 Mahasamaya Sutta – Discurso de la Gran
Asamblea.............................................................................19
2.8. DN 21 Sakkapanha Sutta - Discurso sobre las preguntas
de Sakka..............................................................................19
2.9. DN 22 Mahasatipatthana Sutta - Gran discurso sobre los
establecimientos de la atención consciente.........................19
2.10. DN 23 Payasi Sutta – Discurso con Payasi................20
3. DN 24-34 Pathikavagga - La división del Pathika...............21
3.1. DN 24 Pathika Sutta – Discurso con Pathika...............21
3.2. DN 25 Udumbarikasihanada Sutta – Discurso del
rugido del león de los Udumbarikas....................................21
3.3. DN 26 Cakkavattisihanada Sutta – Discurso sobre el
Monarca Universal..............................................................22
3.4. DN 27 Agganna Sutta – Discurso sobre el conocimiento
de los principios..................................................................22
3.5. DN 28 Sampasadaniya Sutta – Discurso sobre la
confianza serena..................................................................22
3.6. DN 29 Pasadika Sutta – Discurso deleitoso.................23
3.7. DN 30 Lakkhana Sutta – Discurso de las marcas del
Gran Hombre.......................................................................23
3.8. DN 31 Sigalaka (Sigalovada o Singala) Sutta –
Discurso con Sigalaka.........................................................24
3.9. DN 32 Atanatiya Sutta – Discurso del Atanatiya.........24
3.10. DN 33 Sangiti Sutta – Discurso sobre cantar juntos. .24
3.11. DN 34 Dasuttara Sutta – Discurso sobre la expansión
de las décadas......................................................................25
Brahmajala Sutta..........................................................................1
1. Paribbajakakatha Porción con los ascetas mendicantes.........3
2. Sila – Moralidad.....................................................................5
2.1. Culasila – Sección breve de la moralidad......................5
Índice 313
Samannaphala Sutta...................................................................47
1. Rajamaccakatha - Porción con el rey...................................49
2. Komarabhaccajivakakatha - Porción con Jivaka
Komarabhacca..........................................................................50
3. Samannphalapuccha - Preguntas sobre los frutos de la vida
contemplativa...........................................................................52
3.1. Puranakassapavada - Teoría de Purana Kassapa..........53
3.2. Makkhaligosalavada - Teoría de Makkhali Gosala......55
3.3. Ajitakesakambalavada - Teoría de Ajita Kesakambala 57
3.4. Pakudhakaccayanavada - Teoría de Pakudha Kaccayana
.............................................................................................58
3.5. Niganthanataputtavada - Teoría de Nigantha Nataputta
.............................................................................................59
3.6. Sankayabelatthaputtavada - Teoría de Sankaya
Belatthaputta........................................................................60
4. Samannaphala - Los frutos de la vida contemplativa..........63
4.1. Pathamasanditthikasamannaphala - El primer fruto
visible de la vida contemplativa..........................................63
4.2. Dutiyasanditthikasamannaphala - El segundo fruto
visible de la vida contemplativa..........................................65
4.3. Panitatarasamannaphala - Los frutos superiores de la
vida contemplativa..............................................................66
4.3.1. Sila – Moralidad...................................................67
4.3.1.1. Culasila - Sección menor de la moral...........67
4.3.1.2. Majjhimasila - Sección mediana de la moral70
4.3.1.3. Mahasila - Gran sección de la moral............73
4.3.2. Samaddhi - Concentración...................................77
4.3.2.1. Indriyasamvara - Restricción de los sentidos
...................................................................................77
4.3.2.2. Satisampajanna - Atención consciente y clara
comprensión...............................................................78
4.3.2.3. Santosa - Contentamiento.............................78
4.3.2.4. Nivaranappahana - Abandono de los
obstáculos...................................................................78
Índice 315
La segunda meditación......................................................125
La tercera meditación........................................................126
La cuarta meditación.........................................................127
El conocimiento intuitivo..................................................127
El conocimiento de los poderes mentales.........................128
El conocimiento de las clases de poderes extraordinarios 129
El conocimiento del oído divino.......................................130
El conocimiento de los pensamientos de los otros............131
El conocimiento de las existencias anteriores...................132
Conocimiento del ojo divino.............................................133
El conocimiento de la destrucción de las impurezas.........135
Las cuatro formas de apartarse del incomparable logro de la
sabiduría y de la buena conducta.......................................137
8. El camino de los antiguos sabios.......................................140
9. Ambattha fue a donde se encontraba Pokkharasati............143
10. Pokkharasati fue a donde se encontraba Buda.................145
Sonadanda Sutta.......................................................................149
1. Campeyyakabrahmanagahapatika - Los hombres de la casta
brahmánica de Campa............................................................151
2. Sonadandagunakatha - Porción con las cualidades de
Sonadanda..............................................................................152
3. Buddhagunakakatha - Porción con las cualidades del Buddha
................................................................................................153
4. Sonadandaparivitakko - La reflexión de Sonadanda.........156
5. Brahmanapannatti - La sabiduría de los hombres de la casta
brahmánica.............................................................................157
6. Silapannakatha - La sabiduría y la moral...........................161
7. Sonadanḍaupasakattapativedana - Sonadanda se convierte
en el seguidor laico................................................................163
Kutadanta Sutta........................................................................165
1. Khanumatakabrahmanagahapatika - Los hombres de la casta
brahmánica de Khanumata.....................................................167
2. Kutadantagunakatha - Porción con las cualidades de
Kutadanta...............................................................................169
Índice 317
Subha Sutta...............................................................................243
Kevaddha (Kevatta) Sutta.......................................................249
1. Kevattagahapatiputtavatthu – Porción con el hombre
hogareño Kevaddha...............................................................251
2. Iddhipatihariyam – El milagro del poder espiritual...........252
3. Adesanapatihariyam – El milagro de la lectura de la mente
................................................................................................253
4. Anusapatihariyam – El milagro de la instrucción..............253
5. Bhutanirodhesakabhikkhuvatthu – Porción sobre el cese
definitivo de los grandes elementos.......................................275
6. Tiradassisakumupama – El pájaro que veía la costa..........279
Lohicca Sutta.............................................................................281
Tevijja Sutta..............................................................................293