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FUENTES:

Access ToInsight (2005). Digha Nikaya: The Long Discourses. Recuperado de


http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/dn/index.html
BhikkhuBodhi (2000) TheConnectedDiscourses of theBuddha: A Translation of theSam-
yutta Nikaya. Boston, WisdomPublication.
Brasington, L. (2010). Study Guide tothe Digha Nikaya. Recuperado de
http://www.leighb.com/studydn.htm
Dragonetti, C. y F. Tolla (2005). Digha Nikaya: Diálogos mayores de Buda. Argentina y
EE.UU.: Fundación Instituto de Estudios Budistas FIEB y The Buddhist Assosiation of
the United States.
U Ko Lay (Comp.) (1984). Guide toTipitaka.BuddhaDharmaEducationAssosiation.
Walshe, M. (1995). A Summary of theThirty-Four Suttas en The Long Discourses of the-
Buddha: A Translationodthe Digha Nikaya. Boston, WisdomPublications. Pp. 55-62.

Publicado por Bosque Theravada


http://www.bosquetheravada.org

Elaborado en formato PDF por Patimabhindaka, 2015


Silakkhandhavagga
División sobre la moral

La primera división de Digha Nikaya cuenta con trece suttas que tratan de diferentes te-
mas relacionados con la moralidad en sus tres niveles: moralidad básica, media y alta.
También se discuten los diversos puntos de vista erróneos que frecuentemente se en-
cuentran entre los brahmanes o líderes de los otros credos. Finalmente, se denuncian
prácticas religiosas incorrectas como el sacrificio de los animales o la extrema auto-mor-
tificación.
FUENTES:
ACCESS TO INSIGHT (2006) Recuperado de Digha Nikaya: The Long Disourses
U Ko Lay (Comp.) (1984). Guide to Tipitaka. Buddha Dharma Education Assosiation.
Walshe, M. (1995). A Summary of the Thirty-Four Suttas en The Long Discourses of the
Buddha: A Translation od the Digha Nikaya. Boston, EEUU.: Wisdom Publications, pp.
55-62.

Publicación de Bosque Theravada 2008-2014

Digha Nikaya
Introducción
Por Anton P. Baron

Introducción I
II Digha Nikaya
Introducción
Por Anton P. Baron
Digha Nikaya, la "Colección de los Discursos Largos" (del pali
digha = "largo, extenso") consiste en 34 suttas, algunos de los
cuales son los más extensos de todo el Canon Pali. La temática de
estos discursos es muy variada: desde los pintorescos cuentos so-
bre los seres que habitan los diversos mundos de los devas, hasta
las instrucciones muy concretas y precisas para practicar la medi-
tación. Los estudios recientes parecen indicar que esta colección
fue confeccionada con fines proselitistas, con el propósito de atra-
er conversos a la nueva religión1.
El DN es especialmente importante porque nos proporciona deta-
lles sobre las circunstancias sociales y religiosas de la época en la
que las enseñanzas del Buda histórico fueron pronunciadas: los ti-
pos de personas, las diferentes clases de ascetas, brahmanes y per-
sonas religiosas, las costumbres sociales de la época, la diversidad
de las creencias, las condiciones de vida, etc.
La colección Digha Nikaya se divide en tres partes: la primera, el
Silakkhandhavagga o División sobre la moral, agrupa los primeros
trece suttas, cuyo eje temático es la virtud. La segunda parte, el
Mahavagga (la Gran División) abarca los suttas 14 al 23, siendo la
denominación “Maha” un indicador de que los discursos, reunidos
aquí, revisten una importancia doctrinal especial dentro de toda la
Colección. La última parte, Pathikavagga (División con Pathikka)
lleva su nombre del sutta de apertura, ya que se compone de dis-
cursos de una variada temática, cuyo análisis interno podría indi-
car una procedencia tardía: se trata de los últimos once suttas que
van del 24 al 34.

1 Bhikkhu Bodhi, 2000, p. 31

Introducción III
1. DN 1-13 Silakkhandhavagga - La división
concerniente a la moral
La primera división del Digha Nikaya cuenta con trece suttas que
tratan de diferentes temas relacionados con la moralidad (sila) en
sus tres niveles: moralidad básica o menor, mediana y alta o supe-
rior. Todos los trece suttas contienen secciones idénticas relacio-
nadas con este tema analizado en los mencionados tres niveles,
que fue la manera en la que fue practicado por los ascetas y brah-
manes de la época.
En las otras secciones de estos suttas, se discuten también los di-
versos puntos de vista considerados como erróneos y que frecuen-
temente se encuentran entre los brahmanes, ascetas o líderes de
los otros credos.
Finalmente, se pueden encontrar denuncias de las prácticas reli-
giosas incorrectas, como el sacrificio de animales o la extrema
auto-mortificación.

1.1. DN 1 Brahmajala Sutta - Discurso de la red del Brahma


Este sutta se conoce popularmente, como el "Discurso sobre los
incorrectos puntos de vista", ya que el Buda, al explicar aquí los
tres niveles de la moralidad, analiza las dieciocho incorrectas es-
peculaciones (o puntos de vista) sobre el pasado y, las cuarenta y
cuatro, sobre el futuro.
Los discípulos del Buda escuchan cómo un asceta errante, de
nombre Suppiya, discute con su discípulo acerca del Buda, su
Dhamma y el Sangha: mientras que el maestro difama todo lo re-
lacionado con la práctica del Dhamma y Disciplina predicado por
el Buda, su pupilo hace lo contrario y lo elogia. Sin embargo, el
Buda insta a sus discípulos a no ser afectados ni por las alabanzas
ni por las calumnias que reciban sus enseñanzas, ya que estas son
razones superficiales, en las cuales solamente se fijan los “munda-
nos”. Seguidamente lista los sesenta y dos incorrectos puntos de

IV Digha Nikaya
vista, todos ellos basados en el contacto de las seis bases de los
sentidos con sus respectivos objetos. Dicho contacto produce la
avidez, el apego, la existencia y finalmente el nacimiento, la vejez
y la muerte, o sea, una gran masa de sufrimiento.
Estos falsos puntos de vista se dividen en dos grandes grupos: (1)
especulaciones sobre el pasado y (2) especulaciones sobre el futu-
ro.
En cuanto al primer grupo, el Buda menciona dieciocho maneras
en las cuales erran los ascetas y los brahmanes que son:
- cuatro creencias acerca de la eternidad,
- cuatro creencias dualísticas acerca del parcial eternalismo y
parcial no-eternalismo,
- cuatro creencias acerca del finitismo e infinitismo,
- cuatro puntos de vista evasivos o relativistas, y
- dos doctrinas sobre la no-causalidad.
En cuanto al segundo grupo, se mencionan cuarenta y dos puntos
de vista o especulaciones a los cuales se adhieren los ascetas y los
brahmanes:
- dieciséis clases de creencias sobre la existencia de la con-
ciencia después de la muerte,
- ocho clases de creencias sobre la no-existencia de la con-
ciencia después de la muerte,
- ocho clases de creencias sobre la existencia y la no-existen-
cia de la conciencia después de la muerte,
- siete clases de creencias sobre la aniquilación,
- cinco clases de creencias sobre el Nibbana mundano, que
ocurre aquí y ahora.
Finalmente, el Buda anuncia que cada uno de estos puntos de vista
está ligado a un determinado plano de renacimiento y que los que
se adhieren a cualquiera de esas creencias, se parecen a los peces
que tarde o temprano se ven atrapados en las redes de un hábil
pescador. Mientras tanto, el Tathagata trasciende estos falsos pun-

Introducción V
tos de vista, al igual que cualquiera que conoce el origen de las
seis bases de los sentidos del contacto tal cómo realmente es: co-
noce su atractivo, su peligro y el escape.

1.2. DN 2 Samannaphala Sutta - Discurso sobre los frutos de


la vida contemplativa
Para algunos autores este es el sutta más importante de todo el Ca-
non Pali, ya que en el mismo se describe el camino entero del en-
trenamiento de la vida espiritual, desde el comienzo mismo hasta
le plena Iluminación.
El rey Ajatasattu, quien ganó el trono a través de un parricidio,
pregunta al Buda: "¿Qué frutos visibles, aquí y ahora, tiene la vida
contemplativa?". Luego, le cuenta una serie de respuestas insatis-
factorias que ha recibido, con respecto a esta pregunta, por parte
de los líderes de otros credos religiosos. La respuesta del Buda
consiste en un exhaustivo cuadro sobre el camino de la práctica
budista, que ilustra a cada paso con vivaces símiles.
El Buda elabora aquí un esquema de las ventajas o frutos de la
vida contemplativa explicando:
- Cómo el hombre hogareño al escuchar el Dhamma se con-
vierte en renunciante por la fe,
- Cómo se establece en las tres clases de moral: básica o me-
nor, mediana y mayor o superior,
- Cómo gana el control sobre sus facultades sensoriales, de tal
manera que los perniciosos estados mentales ya no se apode-
ran de él,
- Cómo llega a poseer la atención consciente y clara com-
prensión, permaneciendo en el contentamiento,
- Cómo, aislado de los perniciosos estados mentales, alcanza
los cuatro jhanas y los estados superiores, y
- Cómo llega a equiparse con las ocho clases de conocimiento
superior que conducen a la extinción de las contaminaciones.
Esto último paso, constituye el máximo logro o fruto de la vida

VI Digha Nikaya
contemplativa que el asceta puede experimentar personalmente en
esta vida y que es la meta final del camino budista.
El rey impresionado, finalmente se convierte en el discípulo laico
del Buda.

1.3. DN 3 Ambattha Sutta - Discurso con Ambattha


Ambattha fue el pupilo de un famoso brahmán de nombre
Pokkharasati, el cual encargó a su estudiante a que averiguara si el
Buda realmente era un Gran Hombre, dotado de las treinta y dos
marcas o características corporales. El arrogante aprendiz encole-
rizado, porque el Buda le hubo señalado su falta de educación,
ofende a los sakia (el clan del cual provenía Sidattha Gotama), lla-
mándoles “inferiores”. Finalmente, Ambattha quedó humillado y
su maestro se convirtió al ver las treinta y dos marcas en el cuerpo
del Buda, las cuales, según la tradición, debería tener un ser per-
fectamente Iluminado.
La importancia especial de este sutta radica en la descripción de la
posición del Buda con respecto al sistema de castas: del texto se
desprende que la vigencia de este sistema se suspende en su
Dhamma y Disciplina para todos aquellos que logran la perfección
de la sabiduría y la virtud.

1.4. DN 4 Sonadanda Sutta - Discurso con Sonadanda


Cuando el famoso brahmán Sonadanda escuchó sobre la llegada
del Buda, decidió ir a visitarlo, a pesar de los consejos adversos de
los otros brahmanes, quienes consideraban que esto podría afectar
su dignidad. Sonadanda, al ser preguntado por el Buda sobre las
cualidades de un verdadero brahmán, mencionó cinco, pero tuvo
que reconocer que las mismas se reducían a dos: la moralidad y el
conocimiento. Finalmente, el brahmán se convirtió a la enseñanza
del Buda.

Introducción VII
1.5. DN 5 Kutadanta Sutta – Discurso con Kutadanta
Este sutta narra la historia de Kutadanta, un brahmán que preparó
un grandioso sacrificio durante el cual iba a matar a miles de ani-
males. Entonces, preguntó al Buda sobre cómo tendría que reali-
zar correctamente semejante sacrificio. El Buda le enseñó, en vez
de esto, unos sacrificios mucho más provechosos, aunque hechos
sin derramamiento de sangre:
- proveer a los monjes de los cuatro tradicionales requisitos,
- ofrendar al Sangha,
- ir por refugio al Buda, Dhamma y Sangha,
- guardar los cinco preceptos, y
- renunciar a la vida hogareña para asumir el estilo de vida
contemplativo, sin hogar.
Este último, fue señalado como el sacrificio supremo, porque con-
ducía a la liberación final y a la extinción de las contaminaciones.
Al recibir esta enseñanza, Kutadanta se convirtió en el discípulo
laico del Buda, liberando previamente a los animales que iban a
ser sacrificados.

1.6. DN 6 Mahali Sutta – Discurso con Mahali


El gobernador de Licchavi pregunta al Buda por qué algunas per-
sonas no pueden oír los sonidos celestiales. El Buda responde que,
en este caso, la causa radica en desarrollar sólo un tipo de medita-
ción que permite ver las visiones celestiales, pero no escuchar los
sonidos. En la segunda parte del discurso, el Buda cuenta sobre
dos ascetas, que le preguntaron sobre si el alma era lo mismo que
el cuerpo o era algo diferente, es decir, le hicieron una de las lla-
madas “preguntas no respondidas”, de las que habla el DN 9. El
Buda responde que las personas que han alcanzado altos niveles
de conocimiento espiritual, no se preocupan más por este tipo de
cuestiones.

VIII Digha Nikaya


1.7. DN 7 Jaliya Sutta – Discurso con Jaliya
Jaliya era un asceta errante que, junto con su compañero Mandis-
sa, hizo al Buda la misma pregunta que el protagonista del sutta
anterior. En consecuencia, los dos reciben la misma respuesta, ra-
zón por la cual, este discurso es una repetición en gran parte del
sutta anterior, exceptuando el contexto.

1.8. DN 8 Mahasihanada Sutta – Gran discurso de rugido del


león
Popularmente este sutta es conocido también como el “Rugido del
león de Kassapa”, porque este desnudo asceta es el protagonista
del presente discurso, en el cual pregunta al Buda sobre si es cier-
to que él había condenado toda clase de austeridades. Sin embar-
go, el Buda niega tal cosa y dice que:
- hay que discernir cada caso particular y
- hay que acompañar estas prácticas con la moralidad y la sa-
biduría, sin las cuales uno nunca será un verdadero asceta ni
un verdadero brahmán.
Finalmente, el asceta desnudo se convierte en el Venerable Kassa-
pa, porque no solamente sigue al Buda sino que, tras una diligente
práctica, alcanza el estado de arahantado.

1.9. DN 9 Potthapada Sutta – Discurso con Potthapada


Potthapada, era una asceta errante que trajo al Buda una enredada
serie de preguntas sobre la naturaleza de la percepción. El Buda le
aclaró estos temas, mediante un detallado examen de los funda-
mentos de la meditación, mostrándole cómo la misma lleva al últi-
mo cese de la percepción (nirodha). En la última parte del sutta se
discute el tema del no-yo (anatta).

1.10. DN 10 Subha Sutta – Discurso con Subha


Las circunstancias de este sutta, tienen lugar un poco después de
la muerte del Buda: el Venerable Ananda explica al joven Subha

Introducción IX
en qué consisten los tres pilares de la práctica budista, es decir, la
moralidad, la concentración y la sabiduría. El contenido de esta
explicación está presente, también, en el segundo sutta de esta
misma colección (DN 2). Al escuchar la explicación del Buda,
Subha se convierte en seguidor laico del Iluminado.

1.11. DN 11 Kevaddha Sutta – Discurso con Kevaddha


En este discurso un hombre hogareño, de nombre Kevaddha, pide
al Buda que realice algunos milagros para ganarse la fe y la con-
fianza de la gente. El Buda se niega hacerlo y explica que, entre
todos los milagros posibles, el único realmente valioso y significa-
tivo es el milagro de la instrucción, que es el fruto del entrena-
miento de la propia mente y conduce a la liberación final.

1.12. DN 12 Lohicca Sutta – Discurso con Lohicca


El brahmán Lohicca llega a un pernicioso punto de vista en refe-
rencia al rol del maestro en el camino de la práctica: si el Dhamma
tiene que ser descubierto personalmente, por cada uno, ¿para qué
sirven, entonces, los maestros? ¿No es mejor que éstos no com-
partan nada de lo que experimentaron, para que los demás también
lo puedan hacer por su cuenta? Entonces, el Buda responde a esta
equivocada opinión, indicando la diferencia existente entre un
buen y un mal maestro espiritual. Según él, existen tres clases de
maestros reprochables:
- los que aún no son plenamente realizados en la noble prácti-
ca y enseñan a discípulos que no les hacen caso,
- los que aún no son plenamente realizados en la noble prácti-
ca, y enseñan a discípulos que practican de acuerdo a sus en-
señanzas y procuran alcanzar la liberación,
- los que son plenamente realizados en la noble práctica, pero
enseñan a discípulos que no les hacen caso.
Los únicos maestros dignos, son aquellos que son plenamente rea-
lizados en la noble práctica, y que enseñan a discípulos que les ha-

X Digha Nikaya
cen caso y llegan a ser igualmente realizados como ellos.

1.13. DN 13 Tevijja Sutta – Discurso sobre el triple


conocimiento
Dos jóvenes brahmanes están confundidos porque los diferentes
maestros hablan de distintas maneras sobre cómo lograr la unión
con el Brahma, lo que para ellos constituye el máximo objetivo. El
Buda hace ver primero que ninguno de estos maestros, en reali-
dad, nunca han visto al Brahma cara a cara; después de lo cual, les
enseña los cuatro “brahmaviharas” (moradas divinas), una prácti-
ca meditativa que conduce al renacimiento en el mundo del Brah-
ma, que era como un logro del objetivo máximo de los brahmanes.
Sin embargo, finalmente, les señala que dicho logro no es la meta
última del budismo.

2. DN 14-23 Mahavagga - La Gran División


Los diez suttas que componen esta segunda división, se conside-
ran como unos de los más importantes de todo el Canon Pali. Los
mismos se ocupan tanto de eventos históricos y biográficos, como
de importantes aspectos doctrinales. Entre estos primeros se en-
cuentra uno de los discursos más famosos, que es el Mahaparinib-
bana Sutta (DN 16), el cual ofrece un detallado recuento de los úl-
timos días del Buda. En cuanto a los importantes aspectos doctri-
nales, en estos discursos se tocan temas como la cadena del Ori-
gen Dependiente, o Condicionado, y los Cuatro Establecimientos
de la Atención Consciente, entre otros.

2.1. DN 14 Mahapadana Sutta - Gran discurso sobre el linaje


En este discurso, se hace referencia a los siete últimos budas ante-
riores a Sidhattha Gotama. Todos ellos pasan por la misma expe-
riencia en su respectiva última existencia. La historia sobre la
edad temprana de uno de ellos, de nombre Vipassi, pasó luego a
las narrativas populares budistas como una forma de transpolar es-

Introducción XI
tos hechos a la primea etapa de la vida del mismo príncipe Gota-
ma. Además, en la primera parte de este discurso, se mencionan
también las "treinta y dos marcas del Gran Hombre", que descri-
ben las características físicas de un ser Iluminado.

2.2. DN 15 Mahanidana Sutta – Gran discurso sobre el origen


Algunos consideran este sutta como uno de los discursos más pro-
fundos de todo el Canon Pali, en el cual se ofrece un extenso trata-
miento de la enseñanza sobre el origen dependiente (paticcasa-
muppada) y sobre la carencia del “yo” (anatta).
El Buda afirma que la enseñanza sobre el origen dependiente no
solo aparenta ser profunda e insondable, sino que lo es realmente:
es profunda en el significado, profunda como doctrina, profunda
con respecto a la forma en la que fue enseñada y profunda en con-
sideración a los hechos en los cuales fue establecida. Por falta de
la adecuada comprensión de esa doctrina y penetrante compren-
sión de ella, los seres recorren la interminable rueda del samsara.

2.3. DN 16 Mahaparinibbana Sutta - Gran discurso sobre el


Nibbana final
Un extenso discurso —el más largo de todo el Canon— describe
los eventos que antecedieron al fallecimiento del Buda (o su entra-
da en el Nibbana final: Parinibbana). Una colorida narrativa que
describe los últimos viajes y las instrucciones del Buda antes de su
muerte, y el drama de sus seguidores enfrentados a la dolorosa
partida de su amado Maestro. Siendo tan extenso, este sutta se di-
vide en seis partes:
1. Estando en Rajagaha el Buda pronuncia su famoso discurso so-
bre los sietes factores de la no declinación de reyes y príncipes, y
la no declinación de los monjes. Al viajar al pueblo de Patali ense-
ña sobre las consecuencias de una vida moral e inmoral. Trasla-
dándose a Koti expone las Cuatro Nobles Verdades y en Natika, el
famoso sermón sobre el “Espejo del Dhamma”.

XII Digha Nikaya


2. Estando en Vesali, con un gran grupo de monjes, acepta de una
cortesana el donativo de un parque, llamado luego por su nombre
como el Parque de Ambapali. De allí viaja a Veluva, donde es ace-
chado por una grave enfermedad que a la larga le resultaría fatal.
Sin embargo, el Buda resuelve permanecer por un tiempo con
vida. Cuando el Venerable Ananda manifiesta su preocupación por
la enfermedad de su Maestro, éste pronuncia su famosa sentencia:
“Sé tú mismo una isla para ti, sé tu propio refugio y que no haya
nadie más que sea tu refugio; con el Dhamma como tu único refu-
gio”.
3. Aún estando en Vesali, el Buda toma la decisión de renunciar a
la voluntad de vivir y pasar a su Nibbana final en el espacio de
tres meses, momento en el cual ocurre un gran terremoto. El Vene-
rable Ananda, comprendiendo la razón de ese evento, suplica al
Buda que permanezca con ellos, pero lo hace infructuosamente.
4. Acto seguido, el Buda convoca la asamblea de los monjes y les
avisa sobre su decisión de la renuncia al principio vital, enseñán-
doles los cuatros principios de reconocimiento del verdadero
Dhamma, que deben aplicar después de su muerte. Continuando
su recorrido, llega al pueblo de Pava, donde acepta una comida
por parte de Cunda, la cual, sin embargo, le causa una grave into-
xicación.
5. A pesar de la grave enfermedad, el Buda continúa su viaje hasta
llegar a Kusinara, donde se recuesta en espera de su Nibbana final.
Aún estando en el lecho de muerte, continúa enseñando a sus dis-
cípulos, señalando los cuatro lugares dignos de ser rememorados
con reverencia y a las personas dignas de un estupa, respondiendo
las preguntas de Ananda sobre cómo deberían comportarse los
monjes frente a las mujeres. Finalmente, indica lo que debe hacer-
se con sus restos después de muerto. Su último acto altruista con-
siste en exponer la enseñanza sobre su Camino a un asceta errante.
6. Al haberse cerciorado que ninguno de sus discípulos ha queda-
do con dudas acerca de él, de su enseñanza y del Sangha, pronun-

Introducción XIII
cia sus últimas palabras: “Ahora, monjes, os declaro esto: todas
las cosas condicionadas están destinadas a desaparecer. ¡Sed vigi-
lantes y esforzaos para completar la tarea!". Finalmente se descri-
be cómo los monjes, los príncipes y los laicos rinden homenaje
post-mortem al Buda.

2.4. DN 17 Mahasudassana Sutta – Discurso sobre el gran


esplendor
La historia narrada, en este discurso, es la misma que ocurre tam-
bién en una historia Jataka que lleva el número 95: el rey Mahasu-
dassana vive rodeado de gran esplendor, poseyendo los siete gran-
des tesoros. Sin embargo, deja todo esto, para retirarse al palacio
del Dhamma —edificado por los dioses— a vivir una vida con-
templativa de meditación. A la postre, resulta que aquel mitológi-
co rey fue el mismo bodhisatta en uno de sus rehacimientos pre-
vios.

2.5. DN 18 Janavasabha Sutta – Discurso del Janavasabha


Un mitológico ser yakkha aparece junto al Buda para contarle que
se llama ahora Janavasabha, aunque en su anterior vida era cono-
cido como el rey Bimbisara de Magadha, asesinado por su hijo.
También informa al Buda sobre algunas enseñanzas que ofreció
Sanankumara Brahma —el rey de los devas—, en ocasión del día
de Uposatha, y que fueron las siguientes:
- el desarrollo de las bases del poder espiritual,
- las tres entradas para alcanzar la dicha,
- los cuatro establecimientos de la atención consciente, y
- los siete factores de concentración.

2.6. DN 19 Mahagovinda Sutta – Discurso del Gran Camarero


Otro ser mitológico espiritual, un gandhabba de nombre Pañca-
sikha, aparece junto al Buda relatándole lo acontecido en el mun-
do de los devas tal como aparece en el sutta anterior, dentro del re-

XIV Digha Nikaya


lato de Janavasabha. Luego, narra la historia de Mahagovinda,
quien se encargaba de los asuntos de los siete reyes y, a pesar de la
importancia de sus tareas, se retiró a la vida contemplativa, hecho
que le permitió renacer en el reino del Brahma.

2.7. DN 20 Mahasamaya Sutta – Discurso de la Gran


Asamblea
Un gran grupo de los devas visita al Buda y éste revela a sus discí-
pulos los nombres de cada uno de ellos. El discurso, casi en su to-
talidad escrito en verso, permite tener una idea sobre los aspectos
mitológicos y las tradiciones relacionadas con la cosmología del
budismo temprano.

2.8. DN 21 Sakkapanha Sutta - Discurso sobre las preguntas


de Sakka
Este sutta, que contiene los tradicionales motivos mitológicos bu-
distas, revela que los dioses también están sujetos al ciclo de los
continuos renacimientos y, también, deben seguir su evolución es-
piritual para alcanzar la liberación final, el Nibbana.

2.9. DN 22 Mahasatipatthana Sutta - Gran discurso sobre los


establecimientos de la atención consciente
Este sutta ofrece las prácticas instrucciones para desarrollar la
atención consciente en la meditación, más específicamente, se
describen con detalles los cuatro establecimientos de la misma: el
cuerpo, las sensaciones, la mente y los objetos mentales. Este sutta
es casi idéntico al MN 10, con la única excepción de que este últi-
mo carece de la sección final sobre las Cuatro Nobles Verdades.
Los cuatro métodos de establecimiento de la atención consciente
comprenden:
1. Catorce maneras de la contemplación del cuerpo: (1) a través de
inhalación y exhalación, (2) a través de las cuatro posturas, (3) a
través del discernimiento, (4) a través de la repugnancia de sus

Introducción XV
partes, (5) a través de los elementos, (6-14) a través de las nueve
formas de contemplación del cuerpo en el cementerio.
2. Nueve maneras de contemplar la sensación: (1) cuando el mon-
je siente una sensación agradable, (2) cuando siente una sensación
dolorosa, (3) cuando siente una sensación que no es agradable ni
dolorosa, (4) cuando siente una sensación agradable mundana, (5)
cuando siente una sensación agradable espiritual, (6) cuando sien-
te una sensación dolorosa mundana, (7) cuando siente una sensa-
ción dolorosa espiritual, (8) cuando siente una sensación mundana
que no es dolorosa ni agradable, (9) cuando siente una sensación
espiritual que no es dolorosa ni agradable.
3. Dieciséis maneras de contemplar la mente: (1) entendiendo la
mente afectada por la lujuria, (2) no afectada por la lujuria, (3)
afectada por el odio, (4) no afectada por el odio, (5) afectada por
la falsa ilusión, (6) no afectada por la falsa ilusión, (7) entendien-
do la mente contraída, (8) entendiendo la mente distraída, (9) en-
tendiendo la mente exaltada, (10) entendiendo la mente no exalta-
da, (11) entendiendo la mente superada, (12) entendiendo la mente
no superada, (13) entendiendo la mente concentrada, (14) enten-
diendo la mente desconcentrada, (15) entendiendo la mente libera-
da, (16) entendiendo la mente no liberada.
4. Cinco maneras de contemplar los dhammas (objetos mentales):
(1) a través de los cinco impedimentos, (2) a través de los cinco
cúmulos, (3) a través de las bases de los sentidos, (4) a través de
los factores de iluminación y (5) a través de los factores de las
Verdades.
El sutta termina asegurando que el fruto del arahantado se puede
alcanzar, mediante esta práctica, ya en esta vida: dentro de siete
años, dentro de siete meses o, incluso, hasta dentro de siete días.

2.10. DN 23 Payasi Sutta – Discurso con Payasi


El príncipe Payasi no cree en las vidas futuras, ni tampoco en las
recompensas ni en los castigos por las buenas y malas acciones.

XVI Digha Nikaya


Entonces el Venerable Kumarakassapa, a través de una serie de in-
teligentes parábolas, le convence de que su punto de vista es erró-
neo. Finalmente Payasi se convierte, pero de una manera poco
profunda, por lo cual renace en los planos celestiales inferiores.

3. DN 24-34 Pathikavagga - La división del Pathika


La tercera división del Digha Nikaya está compuesta por once sut-
tas, relativamente cortos, que abarcan una amplia variedad de te-
mas. Por eso, el nombre de esta parte fue tomado del nombre del
protagonista del primer sutta con el que empieza esta división
(Pathika). Encontraremos aquí, las advertencias del Buda sobre las
erróneas prácticas del ascetismo extremo presentes en los seguido-
res de los otros credos, la enseñanza sobre la evolución y la diso-
lución del universo, y los aspectos relacionados con el temprano
folklore budista, tales como la leyenda sobre el monarca universal
y las treinta y dos marcas de un ser perfecto, que vuelven a apare-
cer aquí, entre otros temas.

3.1. DN 24 Pathika Sutta – Discurso con Pathika


El Buda tiene un discípulo extraordinariamente tonto, de nombre
Sunakkhatta, que finalmente lo abandona y se deja impresionar
por un charlatán que funge de asceta desnudo, y que se llama
Pathikaputta. Éste, pretende desafiar al Buda en una competición
de milagros. El Buda lo espera, pero profetiza que Pathikaputta ni
siquiera estará en condiciones de levantarse de su asiento, para en-
contrarse con él, lo cual realmente ocurre.

3.2. DN 25 Udumbarikasihanada Sutta – Discurso del rugido


del león de los Udumbarikas
El asceta deambulante, Nigrodha, mientras estuvo en la ciudad de
Udumbarika, presumió poder “hacer trizas del asceta Gotama”
con una sola y simple pregunta. Sin embargo, finalmente él resulta
el derrotado y el Buda aprovecha la ocasión para ofrecer una ense-

Introducción XVII
ñanza sobre el camino que va más allá de la auto-mortificación.

3.3. DN 26 Cakkavattisihanada Sutta – Discurso sobre el


Monarca Universal
Al principio y al final de este sutta, el Buda exhorta a los monjes
para que se resguarden a sí mismos mediante la práctica de la
atención consciente. En medio, cuenta una historia sobre el recto
monarca universal, poseedor del Tesoro de la Rueda, quien fue su-
cedido por el linaje de otros rectos reyes. Sin embargo, este noble
linaje finalmente iba degenerándose y, con esto, la sociedad se po-
nía cada vez peor, de modo que hasta el periodo de vida de la gen-
te iba decreciendo. El Buda profetiza que vendrían días, en los
cuales el sentido de la moralidad se perdería totalmente y la vida
promedio duraría solamente diez años, hasta que apareciera el
próximo Buda de nombre Metteyya (en sánscrito, Maitreya).

3.4. DN 27 Agganna Sutta – Discurso sobre el conocimiento de


los principios
La historia contada en este discurso es algo similar a la del sutta
anterior, pero esta vez dirigida a los brahmanes que pretendieron
refutar la enseñanza del Buda. El Buda les demuestra que, cuando
se cometen perjudiciales acciones, se borra toda diferencia entre
ellos y las otras clases de personas. En consecuencia, la historia
ilustra el verdadero origen de las castas.

3.5. DN 28 Sampasadaniya Sutta – Discurso sobre la confianza


serena
El Venerable Sariputta explica, en este sutta, sus razones de tener
una fe completa en el Buda: lo hace porque el Iluminado es com-
pletamente realizado en la moral, establecido en los cuatros funda-
mentos de la atención consciente y en el cultivo de los siete facto-
res de Iluminación, lo cual es la única manera de llegar a estar
Plenamente Despierto.

XVIII Digha Nikaya


3.6. DN 29 Pasadika Sutta – Discurso deleitoso
El Venerable Ananda y el monje Cunda, se acercan al Buda para
contarle la noticia de la muerte de Nigantha Nataputta —identifi-
cado en el Canon Pali con el histórico líder jainista Vardhamana
Mahavira— y el posterior sisma dentro de su secta. Según el co-
mentario del Buda, sobre este último acontecimiento, era natural
esperar algo así, tratándose de una enseñanza que no estaba bien
impartida, que no conducía a la liberación y no estaba expuesta
por alguien que fuera plenamente iluminado.
Como contraste, presenta su propia enseñanza bien impartida y
conducente a la suprema iluminación; enseñanza que no contiene
falsos puntos de vista, ni vanas especulaciones acerca del pasado o
el futuro, ni temas como el alma. La verdadera enseñanza del
Buda se ocupa del establecimiento de la atención consciente y
deja de lado las especulaciones no conducentes a la liberación fi-
nal.

3.7. DN 30 Lakkhana Sutta – Discurso de las marcas del Gran


Hombre
Este es un discurso escrito en verso sobre las legendarias marcas
que debería poseer, en su cuerpo, la persona realmente iluminada.
Si bien se trata de una creencia pre-budista, algunos suttas tardíos,
como este, asumen que el Buda poseía cada una de estas treinta y
dos características.
El discurso explica cómo cada una de las marcas está asociada con
las acciones meritorias anteriores que el Gran Hombre tuvo que
haber realizado, en sus existencias pasadas, para finalmente osten-
tarlas.
Curiosamente entre estos signos no se encuentra mención alguna
sobre las orejas alargadas, las cuales representan tradicionalmente,
en el iconografía budista, la sabiduría de un ser Iluminado.

Introducción XIX
3.8. DN 31 Sigalaka (Sigalovada o Singala) Sutta – Discurso
con Sigalaka
Este discurso fue ofrecido al joven Singala, quien practicaba rezos
hechos hacia los seis puntos cardinales: el este, el sur, el oeste, el
norte, el nadir y el cenit, obedeciendo, de esta manera, la voluntad
de su padre muerto, pero sin comprender el significado real de esa
práctica. El Buda explica al joven que, de acuerdo con su Ense-
ñanza, el este es la posición de los padres; el sur, la posición de los
maestros; el oeste, la posición de la esposa y los hijos; el norte, la
posición de los amigos y compañeros; el nadir, la posición de los
sirvientes y empleados; y el cenit, es la posición de los ascetas y
los brahmanes.
Este sutta se vuelve importante también por contener el código de
conducta y de buenas costumbres que el Buda entregó a sus segui-
dores laicos. Se ofrecen aquí muchos consejos prácticos sobre
cómo conducirse en la vida, cómo relacionarse con los padres, es-
posos y esposas, hijos, maestros espirituales, empleadores, emple-
ados, etc., para vivir en la felicidad.

3.9. DN 32 Atanatiya Sutta – Discurso del Atanatiya


Los cuatro reyes celestiales, con el permiso del Buda, enseñan a
los monjes los versos protectores conocidos como “Atanatiya Pa-
ritta” (quíntuple protección). Al final, el Buda recomienda que,
tanto los monjes y las monjas, como los laicos, memoricen estos
versos para que vivan felices y protegidos.

3.10. DN 33 Sangiti Sutta – Discurso sobre cantar juntos


Este sutta narra la muerte de Nigantha Nataputta, líder de la reli-
gión jainista (acontecimiento narrado ya anteriormente en el DN
29). El Venerable Sariputta atribuye el cisma acontecido, en el
seno de este grupo, a la imperfección de sus enseñanzas. Por el
contrario, afirma que las enseñanzas del Buda están bien imparti-
das y conducen a la liberación de la interminable repetición de los

XX Digha Nikaya
nacimientos. Por eso, insta a que los monjes reciten estas enseñan-
zas en concordia y sin disensiones. Finalmente procede a detallar-
las, agrupándolas numéricamente al estilo del Abhidhamma.

3.11. DN 34 Dasuttara Sutta – Discurso sobre la expansión de


las décadas
El material de este discurso también fue entregado por el Venera-
ble Sariputta y es similar al sutta anterior, con la diferencia de que,
en esta oportunidad, el contenido está organizado bajo diez ejes
temáticos.

Introducción XXI
XXII Digha Nikaya
Brahmajala Sutta
Discurso de la red del
Brahma

Este sutta se conoce popularmente, como el "Discurso sobre los incorrectos puntos de
vista", ya que el Buda, al explicar aquí los tres niveles de moralidad, analiza las diecio -
cho incorrectas especulaciones (o puntos de vista) sobre el pasado, y las cuarenta y cua-
tro sobre el futuro.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].

1
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (2007). The All-embracing Net of Views: The Brahmajāla Sutta and its
Commentaries. Traducido e introducido por Bhikkhu Bodhi. Kandy, Sri Lanka: Buddhist
Publication Society.
Brahmajalasutta en The World Tipitaka Edition.
Walshe, M. (1995). Brahmajala Sutta: The Supreme Net (What the Teaching Is Not) en
The Long Discourses of the Buddha: A Tranlation of the Digha Nikaya. Boston, Estados
Unidos: Wisdom Publications, pp. 67-90.

Traducido por Anton Baron para Bosque Theravada.


Revisado y corregido por Sabrina Pachón T.
Editado por Anton Baron y Federico.
Publicación de Bosque Theravada 2008-2014.

2 Digha Nikaya
DN 1

Brahmajala Sutta
Discurso de la red del Brahma

1. Paribbajakakatha
Porción con los ascetas mendicantes
[1.1.] Esto he escuchado:
En una ocasión, el Bienaventurado estaba recorriendo el camino
de Rajagaha a Nalanda, junto con un numeroso grupo de monjes,
con unos quinientos monjes aproximadamente. Entonces, el asceta
mendicante Suppiya, también estaba caminando por el mismo ca-
mino con su discípulo, el joven Brahmadatta. Durante el camino,
Suppiya, el asceta mendicante, estaba expresando su desprecio ha-
cia el Buda, el Dhamma y el Sangha de diferentes maneras. Sin
embargo, Brahmadatta, su discípulo, estaba expresando elogios
hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha en diferentes maneras. Así,
el maestro y el discípulo mantuvieron opiniones totalmente opues-
tas uno del otro, mientras estaban siguiendo paso a paso al Biena-
venturado y al grupo de los monjes.
[1.2.] Entonces, el Bienaventurado paró la marcha para pasar la
noche en el Parque real de Ambalaññhika, junto con el grupo de
los monjes. Y también hizo lo mismo Suppiya, el asceta mendi-
cante junto con su joven discípulo Brahmadatta. Y allí también
Suppiya, el asceta mendicante, estaba expresando su desprecio ha-
cia el Buda, el Dhamma y el Sangha de diferentes maneras. Sin
embargo, Brahmadatta, su discípulo, estaba expresando elogios
hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha en diferentes maneras. Así,
el maestro y el discípulo mantuvieron opiniones totalmente opues-
tas uno del otro.
[1.3.] Por la mañana temprano, unos monjes se levantaron y se

Brahmajala Sutta 3
reunieron en el pabellón, donde se sentaron y conversaron de esta
manera: “¡Esto es realmente maravilloso, es asombroso, amigos!
¡Cómo el Bienaventurado, el que sabe y ve, el Arahant, el Buda
perfectamente iluminado, distingue y percibe claramente las dife-
rentes inclinaciones de los seres! Observad, por ejemplo, cómo,
mientras Suppiya, el asceta mendicante, de diferentes maneras se
está expresando despectivamente sobre el Buda, el Dhamma y el
Sangha, Brahmadatta, su discípulo, en distintas formas está expre-
sando elogios hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha. De este
modo, el maestro y el alumno, mientras siguen paso a paso al Bie-
naventurado y a nuestro grupo, mantienen opiniones totalmente
opuestas uno del otro”.
[1.4.] Entonces, el Bienaventurado, dándose cuenta del tema de
esta plática, fue al pabellón y se sentó en el asiento que estaba pre-
parado para él. Una vez sentado, preguntó: “¿Cuál es el tema de
esta conversación que tenéis entre vosotros, mientras estáis senta-
dos aquí?” Y aquellos monjes respondieron: “Venerable Señor,
nos hemos levantado por la mañana temprano y nos reunimos en
el pabellón, donde nos sentamos y conversamos de esta manera:
‘¡Esto es realmente maravilloso, es asombroso, amigos! ¡Cómo el
Bienaventurado, el que sabe y ve, el Arahant, el Buda perfecta-
mente iluminado, distingue y percibe claramente las diferentes in-
clinaciones de los seres! Observad, por ejemplo, cómo, mientras
Suppiya, el asceta mendicante, de diferentes maneras se está ex-
presando despectivamente sobre el Buda, el Dhamma y el Sangha,
Brahmadatta, su discípulo, en distintas formas está expresando
elogios hacia el Buda, el Dhamma y el Sangha. De este modo, el
maestro y el alumno, mientras siguen paso a paso al Bienaventura-
do y a nuestro grupo, mantienen opiniones totalmente opuestas
uno del otro’; esta es la conversación, Venerable Señor, que tuvi-
mos cuando llegó el Bienaventurado”.
[1.5.] “Monjes, cuando alguien me difama o habla en contra del
Dhamma o del Sangha, no debéis poneros iracundos, resentidos o
molestos por eso. Si os volvéis airosos o molestos por causa de se-

4 Digha Nikaya
mejante denigración, esto sólo será un obstáculo para vosotros.
Porque, cuando otras personas me denigran a mí, al Dhamma o al
Sangha, y vosotros os ponéis airosos o molestos, ¿seríais capaces
de reconocer y juzgar, si lo que dicen aquellos es cierto o no?”
“Ciertamente no, Venerable Señor”.
“En vez de esto, cuando alguien me difama o habla en contra del
Dhamma o del Sangha, vosotros debéis explicar aquello que es in-
correcto, como algo incorrecto diciendo ‘esto es incorrecto, esto
es falso, ésta no es nuestra forma de ser, esto no se encuentra entre
nosotros’.
[1.6.] “Pero así también, monjes, cuando alguien me elogia a mí, o
elogia al Dhamma o al Sangha, no debéis poneros complacientes,
felices o eufóricos por eso. Si os volvéis complacientes, felices o
eufóricos por causa de semejante elogio, esto sólo será un obstá-
culo para vosotros. Cuando otras personas me elogian a mí, al
Dhamma o al Sangha, vosotros debéis reconocer aquello que es
correcto, como algo correcto diciendo ‘esto es correcto, esto es
verdadero, ésta es nuestra forma de ser, esto se encuentra entre no-
sotros’.

2. Sila – Moralidad

2.1. Culasila – Sección breve de la moralidad


[1.7.] “Monjes, estas son solamente cosas superfluas, aspectos in-
significantes de la mera moralidad, por las cuales las personas
mundanas elogiarían al Tathagata. ¿Y cuáles son, monjes, aquellas
cosas superfluas, estos aspectos insignificantes de la mera morali-
dad, por las cuales las personas mundanas elogiarían al Tathagata?
[1.8.] “Podrían decir: ‘habiendo abandonado la destrucción de la
vida, el asceta Gotama se mantiene distante de la destrucción de la
vida; sin garrotes o espadas, se aparta de la violencia. Vive com-
pasivo y amable con todos los seres vivos’. Es esto lo que las per-

Brahmajala Sutta 5
sonas mundanas podrían decir cuando expresan elogios hacia el
Tathagata.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado el tomar lo que no le ha
sido dado, el asceta Gotama se mantiene distante de codiciar aque-
llo que no es de él. Toma solamente lo que le es ofrecido y mien-
tras espera las limosnas, transcurre su vida en la honestidad y en la
pureza del corazón’.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado la vida incasta, el asceta
Gotama vive en castidad. Se mantiene distante de las prácticas
vulgares relacionadas con los actos sexuales’.
[1.9.] “O podrían decir: ‘habiendo abandonado las palabras menti-
rosas, el asceta Gotama se mantiene distante de la falsedad. Habla
la verdad sin dobleces, es creíble y digno de confianza; no engaña
a nadie en el mundo’.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado la difamación, el asceta
Gotama se mantiene distante de la calumnia. Lo que escucha aquí,
no lo repite en otro lugar, para no causar riñas con la gente de
aquí; y lo que escucha en otro lugar, no lo repite aquí, para no cau-
sar riñas con la gente de allí. Así, vive como reconciliador de
aquellos que están divididos, animando a los que viven en amis-
tad, hacedor y amante de la paz, apasionado por la causa de la paz;
sus palabras son siempre pacíficas’.
“O podrían decir: ‘habiendo abandonado la rudeza de hablar, el
asceta Gotama se mantiene distante del lenguaje violento. Cada
una de sus palabras es intachable, agradable, encantadora, que
toca el corazón y es cortés. La gente ama su forma de hablar y se
complace en ella’.
“O, podría decir: ‘habiendo abandonado las charlas frívolas, el as-
ceta Gotama se mantiene distante de las vanas conversaciones.
Sus palabras son siempre correctas, acordes a los hechos y llenas
de significado; versan sólo sobre el Dhamma-y-Disciplina. Habla
siempre a tiempo justo, y sus palabras son dignas de ser escucha-

6 Digha Nikaya
das, llegan al corazón, son ilustrativas, claramente escogidas y
siempre tocan el punto’.
[1.10.] “O podrían decir: ‘El asceta Gotama se abstiene de causar
daño a las semillas y las plantas vivas, toma una sola comida al
día y nunca come de noche o en tiempo inapropiado, se abstiene
de mirar los espectáculos de entretenimiento, se abstiene de dan-
zar, cantar y escuchar música, se abstiene de usar adornos ni se
embellece con guirnaldas, perfumes o ungüentos, se abstiene de
usar grandes y cómodos lechos, se abstiene de recibir oro y plata,
se abstiene de aceptar granos no cocinados, se abstiene de aceptar
la comida cruda, se abstiene de aceptar mujeres o muchachas, se
abstiene de aceptar esclavos y esclavas, se abstiene de aceptar
ovejas y cabras, se abstiene de aceptar aves y cerdos, se abstiene
de aceptar elefantes, reses, caballos y yeguas, se abstiene de acep-
tar campos de cultivo y campos baldíos, se abstiene de mandar re-
cados, se abstiene de comprar y vender, se abstiene del engaño
con las falsas pesas o medidas, se abstiene del camino torcido de
sobornos, estafas y fraudes, se abstiene de mutilaciones, asesina-
tos y aprisionamientos, se abstiene de asaltos, robos y de la vio-
lencia’; “es por eso que las personas mundanas elogiarían al
Tathagata”.

2.2. Majjhimasila - Sección intermedia de la moralidad


[1.11.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a dañar los semilleros y a todo tipo de plantas
en crecimiento: propagadas desde las raíces, tallos, recortes, arti-
culaciones y simientes –el asceta Gotama se abstiene de este tipo
de daño hecho a los semilleros y plantas en crecimiento’. Por eso
las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.12.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a acumular bienes: acumular comida, bebida,

Brahmajala Sutta 7
vestimentas, equipajes, camas, perfumes o condimentos –el asceta
Gotama se abstiene de semejante uso de cosas acumuladas’. Por
eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.13.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a visitar los espectáculos de entretenimiento,
como la danza, las canciones, la música instrumental, las ferias,
los romances, el manualismo, los cánticos de los bardos, los con-
ciertos de las percusiones, el teatro de hadas, las acrobáticas haza-
ñas de los Candalas, el combate de los elefantes, búfalos, toros,
cabras, carneros, gallos y codornices, las luchas con duelas, el bo-
xeo, las peleas, las luchas fingidas, los desfiles, las maniobras y
los exámenes militares –el asceta Gotama se abstiene de visitar se-
mejantes espectáculos de entretenimiento’. Por eso las personas
mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.14.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a juegos y recreaciones, como los juegos de
tabla con ocho o diez hileras de cuadrados, estos mismos juegos
jugados imaginariamente en tablas del aire, las rayuelas, remo-
viendo piezas del montón y poniéndolas de vuelta, lanzando da-
dos, golpeando palo corto con el largo, haciendo dibujos de la
mano, jugando con pelotas, soplando a través de juguetes de ho-
jas, surcando con juguetes arados, girando en un trapecio, jugando
con juguetes-molinos de viento hechos de hojas de bambú, jugan-
do con los juguetes-medidas hechos con hojas de bambú, jugando
con juguetes-carros o con juguetes que se inclinan, adivinando el
contenido de las cartas trazadas en el aire o en la espalda del otro
jugador, adivinando los pensamientos del otro jugador e imitando
las deformaciones –el asceta Gotama se abstiene de semejantes
juegos y recreaciones’. Por eso las personas mundanas elogiarían
al Tathagata.
[1.15.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,

8 Digha Nikaya
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos al uso de altos y lujosos sofás; es decir: sofás
movedizos, altos de seis pies de altura, divanes con figuras de los
animales esculpidos en los soportes, cobertores de pieles de cabras
del largo vellón, coloridos retazos cristalinos, mantas blancas, co-
bertores de lana bordados con flores, edredones rellenados de lana
de algodón, cobertores bordados con figuras de leones, tigres y
otros animales, alfombras con pelaje de ambos lados, alfombras
con pelaje de un solo lado, cobertores bordados con piedras pre-
ciosas, cobertores de seda, alfombras de gran tamaño, suficientes
para dieciséis bailarinas, alfombras con elefantes, caballos y ca-
rros, alfombras hechas de las pieles de antílopes, cosidas juntas,
alfombras hechas de los antílopes machos, alfombras con toldos y
sofás con almohadas rojas en la cabecera y en los pies –el asceta
Gotama se abstiene de semejantes altos y lujosos sofás’. Por eso
las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.16.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a adornarse y embellecerse; es decir, frotando
sus cuerpos con polvos perfumados, limpiando y lavándolos en
espumas, dando golpecitos a sus miembros con cachiporras como
lo hacen los luchadores, usando espejos, ungüentos de ojos, guir-
naldas, coloretes, cosméticos, pulseras, collares, bastones de ador-
no, lengüetas para sus perros, estoques, sombrillas, pantuflas ador-
nadas, turbantes, diademas, colas batidas de los yak y largos fle-
cos bordeados en sus vestidos –el asceta Gotama se abstiene de
semejantes adornos y formas de embellecimiento’. Por eso las
personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.17.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a las bajas conversaciones, como estas: los
cuentos sobre reyes, ladrones, ministros del estado, cuentos de
guerra, de terror y de batallas, charlas acerca de comidas y bebi-
das, vestimenta, camas, guirnaldas, perfumes; pláticas sobre las

Brahmajala Sutta 9
relaciones, viajes, pueblos, ciudades, poblados y países; charlas
sobre las mujeres y sobre los héroes, chismorreo en las esquinas
de las calles o en lugares donde se busca el agua; historias de espí-
ritus, conversaciones desganadas, especulaciones acerca de la cre-
ación de la tierra o del mar, o sobre la existencia o la no existencia
–el asceta Gotama se abstiene de semejantes conversaciones ba-
jas’. Por eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.18.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a usar las frases reñidas, como por ejemplo:
«Tú no entiendes este Dhamma-y-Disciplina, yo sí, lo entiendo;
¿Cómo sería posible que conocieras este Dhamma-y-Disciplina?»;
«Has caído en un punto de vista falso. Soy yo, el que mantiene el
punto de vista correcto»; «Yo estoy hablando sobre el punto, tú di-
vagas»; «Pusiste al final, lo que debería ir primero; pusiste prime-
ro, lo que debería ir al final»; «Lo que creías cierto por tanto tiem-
po, ha sido ya refutado»; «Tu desafío ha sido tomado»; «Tú mis-
mo probaste estar equivocado»; «Trabaja para aclarar tu punto de
vista» o «Desenrédate tú mismo, si puedes» –el asceta Gotama se
abstiene de usar semejantes frases reñidas’. Por eso las personas
mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.19.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo adictos a mandar mensajes, enviando recados, hacien-
do de mensajeros, ofreciendo servicios de inteligencia a los reyes,
ministros del estado, a los khattiyas, brahmanes o a los jóvenes,
diciendo: «Ve allá, ven aquí, toma a éste contigo, trae esto desde
allá» –el asceta Gotama se abstiene de semejantes ocupaciones
serviles’. Por eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.
[1.20.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, si-
guen siendo embaucadores, parásitos asalariados de palabras san-
tas, adivinos y exorcistas, sedientos de acumular sus ganancias –el

10 Digha Nikaya
asceta Gotama se abstiene de semejante engaño y golpeteo’. Por
eso las personas mundanas elogiarían al Tathagata.

2.3. Mahasila - Gran sección de la moralidad


[1.21.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de manera incorrecta, mediante el desarrollo de los
artes bajos, como por ejemplo, profetizando una larga vida o pros-
peridad a través de la quiromancia, leyendo las marcas de las ma-
nos o pies de los niños, etc.; haciendo adivinanzas de los agüeros
o signos; prediciendo augurios de los rayos u otros objetos celes-
tiales, interpretando sueños, leyendo el futuro de las marcas del
cuerpo, prediciendo augurios de las marcas que dejan los roedores
en la ropa, haciendo sacrificios a Agni, ofreciendo oblaciones de
la cuchara, haciendo ofrendas a las divinidades de la cáscara, ha-
ciendo ofrendas de granos descascarillados listos para ser hervi-
dos, haciendo ofrendas de miel y aceite; haciendo sacrificios que
consisten en echar las semillas de mostaza y otras, desde su propia
boca al fuego, derramando sangre de su rodilla derecha como sa-
crificio a los dioses, mirando los nudillos y otras partes del cuerpo
para, luego de refunfuñar el encanto, adivinar si el hombre en
cuestión posee un buen nacimiento, o si tiene la suerte o carece de
ella; aconsejando sobre las reglas tradicionales, invocando demo-
nios en el cementerio, invocando espíritus, usando los encanta-
mientos para alojarse en una casa de tierra, encantando a la ser-
piente, haciendo arte de los venenos, arte de los escorpiones, arte
de los ratones, arte de las aves y arte del cuervo; prediciendo el
número de años que van a vivir los hombres, haciendo encantos
para rechazar las flechas y haciendo ruedas de los animales –el as-
ceta Gotama se abstiene de semejantes artes bajos’.
[1.22.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como por ejemplo, desarrollando el conocimiento

Brahmajala Sutta 11
sobre las buenas y malas cualidades de la gente, sobre sus rique-
zas y su suerte, a través de los siguientes elementos: el ingenio, las
piedras preciosas, las astas, las prendas de vestir, las espadas, las
flechas, los lazos, otros tipos de armamentos, a través de las muje-
res, los hombres, los muchachos, las muchachas, los esclavos, las
esclavas, los elefantes, los caballos, los búfalos, los toros, los bue-
yes, las cabras, las ovejas, las aves de corral, las codornices, las
iguanas, las ratas de bambú, las tortugas y otros animales –el asce-
ta Gotama se abstiene de semejantes artes bajos’.
[1.23.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como cuando hacen este tipo de predicciones:
«Los líderes marcharán adelante; los líderes retrocederán; nuestros
líderes atacarán, mientras los líderes de los enemigos, retrocede-
rán; los líderes de los enemigos atacarán, mientras nuestros líderes
retrocederán; nuestros líderes obtendrán la victoria, mientras los
otros líderes sufrirán la derrota; los otros líderes obtendrán la vic-
toria, mientras los nuestros sufrirán la derrota; la victoria será para
este grupo, la derrota para aquel.» –el asceta Gotama se abstiene
de semejantes artes bajos’.
[1.24.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como cuando hacen esta otra clase de prediccio-
nes: «habrá un eclipse de la Luna; habrá un eclipse del Sol; habrá
un eclipse de una estrella; habrá una anomalía en el Sol o en la
Luna; el Sol o la Luna retornarán por su vía habitual; habrá una
caída de los meteoritos; habrá un fuego en la jungla; habrá un te-
rremoto; el dios va a tronar; habrá un levantamiento o una posi-
ción determinados del Sol, de la Luna o de las estrellas, una clari-
dad y una disminución de ella. Y con eso, predicen para cada uno
de estos quince fenómenos, algún determinado tipo de resultado.»
–el asceta Gotama se abstiene de semejantes artes bajos’.

12 Digha Nikaya
[1.25.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como estos: prediciendo la abundancia o la escasez
de las lluvias; prediciendo una buena cosecha o una escasez de ali-
mentos; prediciendo la tranquilidad o los disturbios; prediciendo
la pestilencia o tiempos saludables; contando con los dedos o sin
la utilización de los dedos; sumando grandes números, compo-
niendo romances y poesías; haciendo casuística y sofistería –el as-
ceta Gotama se abstiene de semejantes artes bajos’.
[1.26.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como estos: disponiendo de fechas felices para rea-
lizar matrimonios, en los cuales el novio o la novia son llevados a
casa; disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en
los cuales el novio o la novia son llevados afuera; fijando un tiem-
po feliz para la realización de tratados de paz [o usando los encan-
tamientos para procurar la armonía]; fijando tiempos felices para
el comienzo de las hostilidades [o usando los encantamientos para
procurar la discordia]; fijando tiempos felices para las deudas [o
usando los encantamientos para aventar exitosamente en los da-
dos]; fijando tiempos felices para gastar el dinero [o usando los
encantamientos para traer mala suerte al oponente en los dados];
usando encantamientos para hacer la gente feliz, usando encanta-
mientos para hacer la gente infeliz, usando encantamientos para
provocar el aborto, haciendo conjuros para enmudecer a alguien,
haciendo conjuros para mantener fija la mandíbula de alguien, ha-
ciendo conjuros para estirar la mano de alguien, haciendo conju-
ros para ensordecer a alguien, obteniendo respuestas de los orácu-
los, como la del espejo mágico; obteniendo respuestas de los orá-
culos por medio de la muchacha poseída, obteniendo respuestas
de los oráculos de parte de la divinidad, adorando al Sol, adorando
al Gran Ser, sacando fuegos de su propia boca e invocando a Siri,

Brahmajala Sutta 13
la diosa de la buena fortuna –el asceta Gotama se abstiene de se-
mejantes artes bajos’.
[1.27.] “O podrían decir: ‘Mientras algunos ascetas y brahmanes,
aunque se sostienen de la comida provista por sus seguidores, se
ganan la vida de la manera incorrecta, mediante el desarrollo de
los artes bajos, como estos: jurando regalos a la divinidad si se ga-
rantice cierto determinado beneficio, pagando estos votos, repi-
tiendo encantamientos mientras se trasladan a las casas de la tie-
rra, causando virilidad, haciendo impotente al hombre, fijando si-
tios felices para la morada, consagrando los sitios, haciendo cere-
monias de los meses, haciendo baños rituales, ofreciendo sacrifi-
cios, administrando vomitivos y purgativos, purgando la gente
para aliviar sus cabezas (o sea, hacer estornudar la gente adminis-
trando drogas), engrasar las orejas de la gente (también, hacerles
crecer o curar las llagas que en ellas se encuentren), satisfaciendo
los ojos de la gente (o sea, goteando en ellos óleos medicinales),
administrando drogas a través de la nariz, aplicando colirio a los
ojos, ofreciendo pomadas medicinales para los ojos, practicando
como oculistas, practicando como cirujanos, practicando como pe-
diatras, administrando drogas y raíces y administrando medicinas
de manera rotativa –el asceta Gotama se abstiene de semejantes
artes bajos’.
“Monjes, estas son las cosas superfluas, los aspectos insignifican-
tes de la mera moralidad, por las cuales las personas mundanas
elogian al Tathagata.

3. Ditthi - Puntos de vista

3.1. Pubbantakappika - Puntos de vista acerca del pasado


[1.28.] “Pero he aquí, monjes, que hay otras cosas más profundas,
más difíciles de ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas,
pero tranquilizadoras, dulces, imposibles de ser obtenidas median-
te la mera lógica. Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sa-

14 Digha Nikaya
bios. Estas cosas, monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto
por sí mismo y habiéndolas visto cara a cara, ahora las proclama.
Y son precisamente estas cosas, que pueden ser utilizadas por al-
guien que desee rectamente elogiar al Tathagata, de acuerdo con la
verdad. ¿Y cuáles son estas cosas?”
[1.29.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que especulan
acerca del pasado, que tienen una manera fija de percibirlo y que
proponen varias teorías especulativas acerca del pasado y lo hacen
de dieciocho diferentes maneras. ¿Sobre qué se basan estos asce-
tas y brahmanes?

3.1.1. Sassatavada – Eternalismo [Puntos de vista I-IV]


[1.30.] “Pues hay, monjes, algunos ascetas y brahmanes que sos-
tienen la teoría de la eternidad, que proclaman la eternidad del yo
y del mundo de cuatro maneras. Pero, ¿sobre qué se basan estos
ascetas y brahmanes?
[1.31.] [I] “En primer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que, por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la con-
cienzuda investigación y la correcta atención lograda en casos es-
peciales de concentración mental que permite recordar las existen-
cias pasadas –un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos,
cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, cien na-
cimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos, cientos de miles
de nacimientos, de esta manera: ‘En aquel entonces, mi nombre
era así, mi linaje era éste y provenía de ésta casta; me alimentaba
de ésta clase de alimentos, experimentaba ésta y aquella clase de
alegrías y penas y he vivido tal cantidad de años. Habiendo termi-
nado mi vida ahí, me he reconectado allí, donde mi nombre era
así, mi linaje era éste y provenía de ésta casta; me alimentaba de
ésta clase de alimentos experimentaba ésta y aquella clase de ale-
grías y penas y he vivido tal cantidad de años. Habiendo termina-
do mi vida allí me he reconectado aquí’. De esta manera, se acuer-
da de varias de sus vidas pasadas, con sus condiciones y detalles.
Entonces dicen: ‘El yo es eterno y el mundo es eterno. El naci-

Brahmajala Sutta 15
miento no es nada nuevo: al igual que el pico de la montaña está
firmemente establecido, así estos seres transmigran, desaparecen
de un estado de existencia y reaparecen en el otro, y así permane-
cen eternamente. ¿Y cómo lo sé? Por medio de mi propio esfuer-
zo, el fervor, la aplicación, la concienzuda investigación y la co-
rrecta atención de concentración mental, gracias a la cual, pude re-
cordar mis existencias pasadas... Así pude comprobar por mí mis-
mo, que tanto el yo como el mundo son eternos’. Esta es la prime-
ra manera, en la cual algunos ascetas y brahmanes proclaman la
eternidad del yo y del mundo.
[1.32.] [II] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que, por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la
concienzuda investigación y la correcta atención lograda en casos
especiales de concentración mental que permite recordar un perío-
do de contracción y expansión del mundo; dos períodos semejan-
tes, tres, cuatro, cinco, diez períodos de contracción y expansión
de esta manera: En aquel entonces, mi nombre era así, mi linaje
era éste y provenía de ésta casta; me alimentaba de esta clase de
alimentos, experimentaba esta y aquella clase de alegrías y penas
y he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí,
me he reconectado allí, donde mi nombre era así, mi linaje era
éste y provenía de esta casta; me alimentaba de esta clase de ali-
mentos, experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas y
he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida allí,
me he reconectado aquí’. Entonces dicen: ‘El yo es eterno y el
mundo es eterno. El nacimiento no es nada nuevo: al igual que el
pico de la montaña está firmemente establecido, así estos seres
transmigran, desaparecen de un estado de existencia y reaparecen
en el otro, y así permanecen eternamente. ¿Y cómo lo sé? [Sigue
como en el apartado anterior excepto la extensión del tiempo re-
cordado]. Esta es la segunda manera, en la cual algunos ascetas y
brahmanes proclaman la eternidad del yo y del mundo.
[1.33.] [III] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que, por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la con-

16 Digha Nikaya
cienzuda investigación y la correcta atención lograda en casos es-
peciales de concentración mental que permite recordar diez, vein-
te, treinta, cuarenta períodos de contracción y expansión del mun-
do de esta manera: En aquel entonces, mi nombre era así, mi lina-
je era éste y provenía de esta casta; me alimentaba de esta clase de
alimentos, experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas
y he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí,
me he reconectado allí, donde mi nombre era así, mi linaje era
éste y provenía de esta casta; me alimentaba de esta clase de ali-
mentos, experimentaba esta y aquella clase de alegrías y penas y
he vivido tal cantidad de años. Habiendo terminado mi vida allí
me he reconectado aquí’. Entonces dicen: ‘El yo es eterno y el
mundo es eterno. El nacimiento no es nada nuevo: al igual que el
pico de la montaña está firmemente establecido, así estos seres
transmigran, desaparecen de un estado de existencia y reaparecen
en el otro, y así permanecen eternamente. ¿Y cómo lo sé? [Sigue
como en el apartado anterior]. Esta es la tercera manera, en la
cual algunos ascetas y brahmanes proclaman la eternidad del yo y
del mundo.
[1.34.] [IV] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que son adictos al razonamiento lógico. Ellos profieren sus
propias conclusiones, se baten mutuamente con sus sofisticados
argumentos de esta manera: ‘El yo es eterno y el mundo es eterno.
El nacimiento no es nada nuevo: al igual que el pico de la monta-
ña está firmemente establecido, así estos seres transmigran, desa-
parecen de un estado de existencia y reaparecen en el otro, y así
permanecen eternamente’. Esta es la cuarta manera, en la cual al-
gunos ascetas y brahmanes proclaman la eternidad del yo y del
mundo.
[1.35.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes sostienen la teoría de la eternidad, pro-
clamando la eternidad del yo y del mundo. Y cualquier asceta o
brahmán, monjes, cuando proclama la teoría de la eternidad del yo
o del mundo, lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro

Brahmajala Sutta 17
argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[1.36.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
[1.37.] “Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más di-
fíciles de ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero
tranquilizadoras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la
mera lógica. Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Es-
tas cosas, monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí
mismo y habiéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son
precisamente estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien
que desee rectamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

3.1.2. Ekaccassatavada - Eternalismo parcial [Puntos de vista


V-VIII]
[2.1.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que parcialmente
sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente la de no-eterni-
dad. Es decir, parcialmente proclaman la eternidad del yo y del
mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos y lo hacen de cua-
tro maneras. ¿Cuáles son estas maneras?
[2.2.] [V] “Ahora viene el tiempo, monjes, cuando tarde o tempra-
no después de un periodo muy largo, sucederá que el mundo se
contraerá. En este momento de la contracción del mundo, la ma-
yoría de los seres renacerá en el Mundo Resplandeciente, donde
aparecerán mentalmente, alimentándose de la dicha, emitiendo la
luz de sí mismos, atravesando los aires y continuando en la gloria;

18 Digha Nikaya
y así permanecerán por muy largo tiempo.
[2.3.] “Pero después, monjes, vendrá tarde o temprano el tiempo,
cuando después de un período muy largo, el mundo se volverá a
expandir. En este mundo expandido aparecerá el vacío Palacio del
Brahma. Entonces, algunos seres, exhaustos por haber pasado su
tiempo de existencia o gracias a sus méritos, caerán del Mundo
Resplandeciente al vacío Palacio del Brahma, donde aparecerán
mentalmente, alimentándose de la dicha, emitiendo la luz de sí
mismo, atravesando los aires y continuando en la gloria; y así per-
manecerán por muy largo tiempo.
[2.4.] “Entonces, monjes, aquel ser que apareció ahí primero y es-
tuvo sólo por largo tiempo, llegó a estar descontento y pensó:
‘¡Oh, si tan sólo los otros seres hubiesen llegado a este lugar!’.
Entonces, los otros seres, exhaustos por haber pasado su tiempo
de existencia o gracias a sus méritos, cayeron del Mundo Resplan-
deciente al vacío Palacio del Brahma, donde aparecieron como la
compañía de aquel primer ser, después de lo cual moraron ahí
mentalmente, alimentándose de la dicha, emitiendo luz de sí mis-
mos, atravesando los aires y continuando en la gloria; y así perma-
necieron por muy largo tiempo.
[2.5.] “Entonces, monjes, aquel ser que renació primero ahí, pensó
de esta manera: ‘Yo soy el Brahma, soy el Gran Brahma, el Supre-
mo, el Omnisciente, Todopoderoso, el Gobernador, el Señor de
todo, el Hacedor, el Creador, el Padre de todo lo que existe y lo
que puede llegar a existir. Todos estos seres fueron creados por
mí. ¿Por qué? Porque fui yo quien tuvo este pensamiento: «¡Oh, si
tan sólo los otros seres hubiesen llegado a este lugar!» Este fue mi
deseo y luego todos estos seres llegaron a existir’. Por otro lado,
aquellos seres que llegaron después, pensaron lo siguiente: ‘Éste,
amigos, es el Brahma, el Gran Brahma, el Supremo, el Omnis-
ciente, Todopoderoso, el Gobernador, el Señor de todo, el Hace-
dor, el Creador, el Padre de todo lo que existe y lo que puede lle-
gar a existir. ¿Por qué? Porque hemos visto que él estaba aquí pri-

Brahmajala Sutta 19
mero y nosotros aparecimos después de él’.
[2.6.] “Y este primer ser, monjes, es más longevo, más hermoso y
más poderoso de todos. Y podría suceder que algún ser cayera de
aquel reino y apareciera en este mundo. Una vez renacido aquí,
pudo haber renunciado la vida hogareña y escogido el estilo de
vida sin hogar. Entonces, a través del correcto esfuerzo, la aplica-
ción, la diligencia y la recta reflexión, pudo haber alcanzado un
cierto grado de concentración que permite recordar la última exis-
tencia pasada, pero nada más que esto. De ahí, que este ser habrá
pensado: ‘Este Brahma, el Gran Brahma, el Supremo, el Omnis-
ciente, Todopoderoso, el Gobernador, el Señor de todo, el Hace-
dor, el Creador, el Padre de todo lo que existe y lo que puede lle-
gar a existir, nos creó a nosotros, y él es permanente, estable, eter-
no, no sujeto a cambios; es el mismo por toda la eternidad. Pero
nosotros, que fuimos creados por este Brahma, no somos perma-
nentes, ni estables y llegamos a este mundo con una duración li-
mitada de vida.
“Este es el primer caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente
la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la eternidad
del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos.
[2.7.] [VI] “Monjes, existen algunos devas, llamados “Corrompi-
dos por el placer”, los cuales dedican un excesivo tiempo al rego-
cijo, al juego y al disfrute de los placeres, hasta el punto en que se
vuelven adictos a ellos. Por esa razón, la atención consciente de
estos devas se disipa y, a causa de la disipación de la atención
consciente, caen de aquel mundo y renacen en éste.
[2.8.] “Entonces, puede suceder que algún ser entre ellos, habien-
do caído de aquel estado y habiendo renacido en este mundo pudo
haber renunciado la vida hogareña y escogido el estilo de vida sin
hogar. De este modo, a través del correcto esfuerzo, la aplicación,
la diligencia y la recta reflexión, pudo haber alcanzado el grado de
concentración que permite recordar la última existencia pasada,

20 Digha Nikaya
pero nada más que esto.
[2.9.] De ahí, que este ser pensó: ‘Aquellos venerables devas que
no son corrompidos por el placer, que no dedican un excesivo
tiempo al regocijo, al juego y al disfrute de los placeros y no son
adictos a ellos, estos devas no tienen la atención consciente disipa-
da y, a causa de la atención consciente no disipada, no caen de
aquel mundo. Estos devas son permanentes, estables, eternos, no
sujetos a cambios, son los mismos por toda la eternidad. Pero no-
sotros, que somos corrompidos por el placer, que dedicamos un
excesivo tiempo al regocijo, al juego y al disfrute de los placeros y
somos adictos a ellos, nuestra atención consciente se disipó y, a
causa de la disipación de nuestra atención consciente, caímos de
aquel estado; no somos permanentes ni estables y llegamos a este
mundo con una duración limitada de vida’.
“Este es el segundo caso, monjes, en que algunos ascetas y brah-
manes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcial-
mente la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la
eternidad del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de
ellos.
[2.10.] [VII] “Monjes, existen algunos devas, llamados “Corrom-
pidos de la mente”, los cuales dedican un excesivo tiempo a consi-
derar uno al otro con envidia. Por esa razón, su mente se corrompe
y, a causa de la mente corrompida, llegan a ser agotados y cansa-
dos corporal y mentalmente y, finalmente caen de aquel mundo y
renacen en éste.
[2.11.] “Entonces, puede suceder que algún ser entre ellos, habien-
do caído de aquel estado, habiendo renacido en este mundo pudo
haber renunciado la vida hogareña y escogido el estilo de vida sin
hogar. De este modo, a través del correcto esfuerzo, la aplicación,
la diligencia y la recta reflexión, alcanzó el grado de concentra-
ción que permite recordar la última existencia pasada, pero nada
más que esto.

Brahmajala Sutta 21
[2.12.] De ahí, que este ser pensó: ‘Aquellos venerables devas que
no son corrompidos en su mente, que no dedican un excesivo
tiempo a considerarse uno al otro con envidia, estos devas, al no
tener una mente corrompida, no se agotan ni se cansan corporal ni
mentalmente, por lo cual, no caen de aquel mundo. Estos devas
son permanentes, estables, eternos, no sujetos a cambios, son los
mismos por toda la eternidad. Pero nosotros, que somos corrompi-
dos de la mente, dedicamos un excesivo tiempo a considerarnos
unos a los otros con envidia, siendo corrompida nuestra mente,
llegamos a ser agotados y cansados corporal y mentalmente y fi-
nalmente, caímos de aquel estado, no somos permanentes ni esta-
bles y llegamos a este mundo con una duración limitada de vida’.
“Este es el tercer caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente
la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la eternidad
del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos.
[2.13.] [VIII] “Monjes, existen algunos ascetas y brahmanes que
son adictos al razonamiento lógico. Ellos profieren sus propias
conclusiones, se baten mutuamente con sus sofisticados argumen-
tos de esta manera: ‘Todo aquello que se llama ojo, oído, nariz,
lengua o cuerpo es transitorio, inestable, no-eterno y sujeto a cam-
bios. Pero aquello que se llama pensamiento, mente o consciencia,
esto es el yo y es permanente, estable, eterno, no sujeto a cambios
y es el mismo por toda la eternidad’.
“Este es el cuarto caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes parcialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente
la de no-eternidad. Es decir, parcialmente proclaman la eternidad
del yo y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos.
[2.14.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes sostienen parcialmente la teoría de la
eternidad y parcialmente la de no-eternidad. Es decir, parcialmen-
te proclaman la eternidad del yo y del mundo y parcialmente, la
no-eternidad de ellos y lo hacen de cuatro maneras. Y cualquier

22 Digha Nikaya
asceta o brahmán, monjes, cuando proclama parcialmente la teoría
de la eternidad y parcialmente la de no-eternidad del yo o del
mundo lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro argu-
mentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.15.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

3.1.3. Antanantavada - Finitismo e infinitismo [Puntos de vista


IX-XII]
[2.16.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
la teoría de la finitud, mientras que otros proclaman la teoría de la
infinitud y lo hacen de cuatro maneras diferentes. ¿Cuáles son es-
tas maneras?
[2.17.] [IX] “En primer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la dili-
gencia y la recta reflexión logran aquellos casos especiales de
concentración mental que les permiten permanecer en la percep-

Brahmajala Sutta 23
ción de la finitud del mundo. Entonces piensan así: ‘Este mundo
es finito y rodeado por un círculo. ¿Por qué es así? Porque por
medio de mi esfuerzo… logré aquellos casos especiales de con-
centración que me permiten morar en la percepción de la finitud
del mundo. Por consiguiente, sé que el mundo es finito y rodeado
por un círculo’. Este es el primer caso.
[2.18.] [X] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la
diligencia y la recta reflexión, logran aquellos casos especiales de
concentración mental que les permiten permanecer en la percep-
ción de la infinitud del mundo. Entonces piensan así: ‘Este mundo
es infinito y no rodeado por cosa alguna. ¿Por qué es así? Porque
por medio de mi esfuerzo… logré aquellos casos especiales de
concentración que me permiten morar en la percepción de la infi-
nitud del mundo. Por consiguiente, sé que el mundo es infinito y
no rodeado por cosa alguna’. Este es el segundo caso.
[2.19.] [XI] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que por medio del esfuerzo, el fervor, la aplicación, la dili-
gencia y la recta reflexión, logran aquellos casos especiales de
concentración mental que les permiten permanecer en la percep-
ción de la infinitud del mundo verticalmente y en la finitud del
mundo, horizontalmente. Entonces piensan así: ‘Este mundo es fi-
nito e infinito. Aquellos ascetas y brahmanes que piensan que el
mundo es finito, están equivocados y los otros, que proclaman que
el mundo es infinito, también están equivocados. ¿Por qué es así?
Porque por medio de mi esfuerzo… logré aquellos casos especia-
les de concentración que me permiten morar en la percepción de
la finitud del mundo horizontalmente y en la infinitud del mundo,
verticalmente. Por consiguiente, yo sé que el mundo es finito e in-
finito’. Este es el tercer caso.
[2.20.] [XII] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que son adictos al razonamiento lógico. Ellos profieren
sus propias conclusiones, se baten mutuamente con sus sofistica-

24 Digha Nikaya
dos argumentos de esta manera: ‘Este mundo no es ni finito ni in-
finito’. Aquellos que afirman que el mundo es finito, están equivo-
cados, los que proclaman lo contrario, también están equivocados
y están equivocados aquellos que afirman que el mundo es finito e
infinito, ya que el mundo no es ni finito ni infinito’. Este es el
cuarto caso.
[2.21.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes sostienen la teoría de la finitud y de la in-
finitud del yo o del mundo. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
cuando proclama la teoría de la finitud e infinitud del yo o del
mundo lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro argu-
mentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.22.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

Brahmajala Sutta 25
3.1.4. Amaravikkhepavada – Relativismo [Puntos de vista
XIII-XVI]
[2.23.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que se retuer-
cen como las águilas en el aire. Cuando son indagados acerca de
un determinado tema, dan respuestas evasivas, retorciéndose
como las águilas en el aire y lo hacen de cuatro maneras. ¿Cuáles
son estas maneras?
[2.24.] [XIII] “En primer lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que no conocen realmente cuándo algo es bueno ni
cuándo es malo. Entonces piensan: ‘Yo no conozco realmente lo
que es bueno y lo que es malo. Sin haber discernido lo bueno y lo
malo, si declarase que «esto es bueno» o «esto es malo», fácil-
mente podría mentir y esto sería perjudicial para mí, y sería un
obstáculo para mí’. Entonces, temiendo mentir, detestando la
mentira, no declaran que algo sea bueno o malo sino que, cuando
son indagados acerca de un determinado tema, dan respuestas eva-
sivas, retorciéndose como las águilas en el aire, diciendo: «Yo no
digo esto, no digo aquello. Yo no digo esto de otra manera tampo-
co. Yo no niego tu posición. Yo no digo que esto no sea así, ni
digo que esto no sea de otra forma»’. Este es el primer caso.
[2.25.] [XIV] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que no conocen realmente cuándo algo es bueno ni
cuándo es malo. Entonces piensan: ‘Yo no conozco realmente lo
que es bueno y lo que es malo. Sin haber discernido lo bueno y lo
malo, si declarase que «esto es bueno» o «esto es malo», fácil-
mente podría sentir el deseo o avidez, malicia o aversión y esto
podría convertirse en apego para mí. El apego sería perjudicial
para mí, y sería un obstáculo.’ Entonces, temiendo al apego, detes-
tando el apego, ellos no declaran que algo sea bueno o malo sino
que, cuando son indagados acerca de un determinado tema, dan
respuestas evasivas, retorciéndose como las águilas en el aire, di-
ciendo: «Yo no digo esto, no digo aquello. Yo no digo esto de otra
manera. Yo no niego tu posición. Yo no digo que esto no sea así,

26 Digha Nikaya
ni digo que esto no sea de otra forma»’. Este es el segundo caso.
[2.26.] [XV] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que no conocen realmente cuándo algo es bueno ni cuando
es malo. Entonces piensan: ‘Yo no conozco realmente lo que es
bueno y lo que es malo. Sin haber discernido lo bueno y lo malo,
si declarase que «esto es bueno» o «esto es malo», y siendo que
hay algunos ascetas y brahmines que son sabios, hábiles en deba-
tes como arqueros capaces de partir un pelo, que rondan por ahí
destruyendo los puntos de vista ajenos con su sabiduría, fácilmen-
te ellos podrían ponerme en una encrucijada de preguntas, deman-
dándome las razones por las cuales afirmo esto o aquello. Enton-
ces, puede ser que no podría responderles y el hecho de no saber
las respuestas sería perjudicial para mí y se convertiría en un obs-
táculo para mí.’ Entonces, temiendo al debate, detestando el deba-
te, ellos no declaran que algo sea bueno o malo sino que, cuando
son indagados acerca de un determinado tema, dan respuestas eva-
sivas, retorciéndose como las águilas en el aire, diciendo: «Yo no
digo esto, no digo aquello. Yo no digo esto de otra manera. Yo no
niego tu posición. Yo no digo que esto no es así, ni digo que esto
no sea de otra forma»’. Este es el tercer caso.
[2.27.] [XVI] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que son torpes y tontos. Por causa de su torpeza y estu-
pidez, cuando son indagados acerca de un determinado tema, dan
respuestas evasivas, retorciéndose como las águilas en el aire, di-
ciendo: ‘Si me preguntas sobre si existe otro mundo, bueno, yo te
respondería que quizá así fuera; podría decirlo, pero sin embargo
no lo proclamo así. Tampoco pienso que esto sea diferente, lo que
por otro lado, tampoco lo puedo negar. No creas, sin embargo, que
yo pienso que no sea cierto que el otro mundo exista ni que no sea
cierto lo contrario. Por otro lado, si me preguntas sobre si no exis-
te el otro mundo... Sobre si los dos casos son ciertos: que existe y
que no existe el otro mundo... Sobre si ningún caso sea cierto: que
ni existe ni no existe el otro mundo... Sobre si existen los seres
que nacen espontáneamente por casualidad... Sobre si no existen

Brahmajala Sutta 27
los seres que nacen espontáneamente por casualidad... Sobre si los
dos casos son ciertos: que existen los seres que nacen espontánea-
mente por casualidad y que no existen estos seres... Sobre si nin-
gún caso sea cierto: que ni existen los seres que nacen espontánea-
mente por casualidad ni no existan estos seres... Sobre si existen
los frutos de las buenas y las malas acciones... Sobre si no existen
los frutos de las buenas y las malas acciones... Sobre si los dos ca-
sos son ciertos: que existen los frutos de las buenas y las malas ac-
ciones y que no existen los frutos de las buenas y las malas accio-
nes... Sobre si ningún caso sea cierto: que ni existen los frutos de
las buenas y las malas acciones, ni no existen los frutos de las
buenas y las malas acciones... Sobre si el Tathagata existe después
de la muerte... Sobre si el Tathagata no existe después de la muer-
te... Sobre si los dos casos son ciertos: que el Tathagata existe des-
pués de la muerte y que el Tathagata no existe después de la muer-
te... Sobre si ningún caso sea cierto: ni que el Tathagata existe des-
pués de la muerte ni que el Tathagata no existe después de la
muerte... Bueno, yo te respondería que quizá así fuera; podría de-
cirlo, pero sin embargo no lo proclamo así. Tampoco pienso que
esto sea diferente, lo que por otro lado, tampoco puedo negarlo.
No creas, sin embargo, que yo pienso que no sea cierto que el otro
mundo exista ni que no sea cierto lo contrario’. Este es el cuarto
caso.
[2.28.] “Monjes, estas son las cuatro maneras, en las cuales algu-
nos ascetas y brahmanes se retuercen como las águilas en el aire.
Cuando son indagados acerca de un determinado tema, dan res-
puestas evasivas, retorciéndose como las águilas en el aire. Y cual-
quier asceta o brahmán, monjes, cuando se retuerza como el águi-
la en el aire, lo hace siempre sobre la base de uno de estos cuatro
argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.29.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-

28 Digha Nikaya
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

3.1.5. Adhiccasamuppannavada - Origen casual [Puntos de


vista XVII-XVIII]
[2.30.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
la teoría del origen casual, proclamando que el yo y el mundo tie-
nen su origen en la casualidad, y lo hacen de dos maneras diferen-
tes. ¿Cuáles son estas maneras?
[2.31.] [XVII] “En primer lugar, monjes, existen ciertos devas lla-
mados “no-perceptivos”. Tan pronto, les llega alguna percepción,
estos devas caen de aquel plano de la existencia. Entonces, puede
suceder que alguno de estos seres que haya caído de aquel plano y
apareció en este mundo, pudo haber renunciado a la vida hogareña
y escogido el estilo de vida sin hogar. Entonces, a través del co-
rrecto esfuerzo, la aplicación, la diligencia y la recta reflexión, al-
canzó el grado de concentración que permite recordar la última
existencia pasada, pero nada más que esto. Entonces, pensaría lo
siguiente: ‘El yo y el mundo han aparecido casualmente. ¿Por
qué? Porque antes, no existía y ahora existo. Habiendo no existi-
do, llegué a existir’.

Brahmajala Sutta 29
“Este es el primer caso, monjes, en que algunos ascetas y brahma-
nes sostienen la teoría del origen casual, proclamando que el yo y
el mundo tienen su origen en la casualidad.
[2.32.] [XVIII] “En segundo lugar, monjes, existen algunos asce-
tas y brahmanes que son adictos al razonamiento lógico. Ellos
profieren sus propias conclusiones, se baten mutuamente con sus
sofisticados argumentos de esta manera: ‘El yo y el mundo, han
aparecido casualmente’.
“Este es el segundo caso, monjes, en que algunos ascetas y brah-
manes sostienen la teoría del origen casual, proclamando que el yo
y el mundo tienen su origen en la casualidad.
[2.33.] {71} “Monjes, estas son las dos maneras, en las cuales al-
gunos ascetas y brahmanes sostienen la teoría del origen casual,
proclamando que el yo y el mundo tienen su origen en la casuali-
dad. Y cualquier asceta o brahmán, monjes, cuando sostiene esta
teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de estos dos argumen-
tos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.34.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe que aquellos que llegan
a tener estas conclusiones especulativas y persisten en ellas, ten-
drán tal o cual destino, que éstos serán los efectos y las futuras
condiciones de sus vidas, como también de los que en ellos confí-
an. Esto es lo que el Tathagata sabe y más que esto, porque no está
apegado a semejantes saberes especulativos. Y no estando apega-
do, el Tathagata experimenta una perfecta paz. Y habiendo real-
mente entendido la forma del origen y la desaparición de las sen-
saciones, su atracción y su peligro, como también el escape, el
Tathagata es liberado totalmente mediante el no-apego.
“Estas son, monjes, las otras cosas más profundas, más difíciles de
ser descubiertas, difíciles de ser comprendidas, pero tranquilizado-
ras, dulces, imposibles de ser obtenidas mediante la mera lógica.
Cosas sutiles, comprensibles sólo para los sabios. Estas cosas,
monjes, el Tathagata, habiéndolas descubierto por sí mismo y ha-

30 Digha Nikaya
biéndolas visto cara a cara, ahora las proclama. Y son precisamen-
te estas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee rec-
tamente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
[2.35.] “Monjes, estas son las dieciocho diferentes maneras, en las
que algunos ascetas y brahmanes especulan acerca del pasado, que
tienen una manera fija de percibirlo y que proponen varias teorías
especulativas acerca de él. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
que especula acerca del pasado, lo hace siempre sobre la base de
uno de estos dieciocho argumentos, ya que no hay otra manera de
hacerlo.
[2.36.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

3.2. Aparantakappika - Puntos de vista acerca del futuro


[2.37.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que especulan
acerca del futuro, que tienen una manera fija de percibirlo y que
proponen varias teorías especulativas acerca del futuro y lo hacen
de cuarenta y cuatro diferentes maneras. ¿Sobre qué se basan estos
ascetas y brahmanes?

3.2.1. Sannivada - La percepción [después de la muerte]


[Puntos de vista XIX-XXXIV]
[2.38.] “Pues hay, monjes, algunos ascetas y brahmanes que sos-
tienen la teoría, según la cual la percepción después de la muerte
persiste y lo hacen de dieciséis diferentes maneras. Pero, ¿sobre
qué se basan estos ascetas y brahmanes?
[2.34.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
que después de la muerte, el yo es permanente, perceptor y:
[A]
[XIX] material,
[XX] inmaterial,
[XXI] ambas cosas: material e inmaterial,

Brahmajala Sutta 31
[XXII] ninguno de los dos: ni material ni inmaterial,
[B]
[XXIII] finito,
[XXIV] infinito,
[XXV] ambas cosas: finito e infinito,
[XXVI] ninguno de los dos: ni finito ni infinito,
[C]
[XXVII] de percepción uniforme,
[XXVIII] de percepción variada,
[XXIX] de percepción limitada,
[XXX] de percepción ilimitada,
[D]
[XXXI] plenamente feliz,
[XXXII] plenamente miserable,
[XXXIII] ambas cosas: plenamente feliz y plenamente mise-
rable,
[XXXIV] ninguno de los dos: ni plenamente feliz ni plena-
mente miserable,
[2.39.] “Monjes, estas son las dieciséis diferentes maneras, en las
que algunos ascetas y brahmanes proclaman la teoría de la percep-
ción después de la muerte. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de
estos dieciséis argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[2.40.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

3.2.2. Asannivada - La no percepción [después de la muerte]


[Puntos de vista XXXV- XLII]
[3.1.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen la
teoría, según la cual, no existe la percepción después de la muerte
y lo hacen de ocho diferentes maneras. Pero, ¿sobre qué se basan

32 Digha Nikaya
estos ascetas y brahmanes?
[3.2.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
que después de la muerte, el yo es inmutable, no-perceptor y:
[A]
[XXXV] material,
[XXXVI] inmaterial,
[XXXVII] ambas cosas: material e inmaterial,
[XXXVIII] ninguno de los dos: ni material ni inmaterial,
[B]
[XXXIX] finito,
[XL] infinito,
[XLI] ambas cosas: finito e infinito,
[XLII] ninguno de los dos: ni finito ni infinito,
[3.3.] “Monjes, estas son las ocho diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes proclaman la teoría de la no-percep-
ción después de la muerte. Y cualquier asceta o brahmán, monjes,
que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de
estos ocho argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[3.4.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

3.2.3. Nevasanninasannivadavada - Ni percepción ni no-


percepción [Puntos de vista XLIII-L]
[3.5.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen la
teoría de la ni percepción ni no-percepción después de la muerte y
lo hacen de ocho diferentes maneras. Pero, ¿sobre qué se basan es-
tos ascetas y brahmanes?
[3.6.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
que después de la muerte, el yo es inmutable, ni perceptor ni no-
perceptor y:

Brahmajala Sutta 33
[A]
[XLIII] material,
[XLIV] inmaterial,
[XLV] ambas cosas: material e inmaterial,
[XLVI] ninguno de los dos: ni material ni inmaterial,
[B]
[XLVII] finito,
[XLVIII] infinito,
[XLIX] ambas cosas: finito e infinito,
[L] ninguno de los dos: ni finito ni infinito,
[3.7.] “Monjes, estas son las ocho diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes proclaman la teoría de la ni percep-
ción ni no-percepción después de la muerte. Y cualquier asceta o
brahmán, monjes, que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre
la base de uno de estos ocho argumentos, ya que no hay otra ma-
nera de hacerlo.
[3.8.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

3.2.4. Ucchedavada – Anihilacionismo [Puntos de vista LI-


LVII]
[3.9.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen la
teoría de la aniquilación, que proclaman la aniquilación, la des-
trucción, la inexistencia de los seres y lo hacen de siete diferentes
maneras. Pero, ¿sobre qué se basan estos ascetas y brahmanes?
[3.10.] [LI] “En primer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Siendo que
el yo es material, compuesto de los cuatro grandes elementos, pro-
ducto de la unión entre el padre y la madre, después de la muerte
del cuerpo, este yo perece, queda aniquilado y deja de existir’.
[3.11.] [LII] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y

34 Digha Nikaya
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, que es el divino, material, perteneciente
a la esfera de los sentidos, el cual se alimenta de la comida real y
sólida. A este yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo sí. Y
éste es el yo que, después de la muerte del cuerpo, perece, queda
aniquilado y deja de existir’.
[3.12.] [LIII] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, que es el divino, material, producido por
la mente, completo en todas sus partes, no defectuoso en ninguna
de sus partes. A este yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo
sí. Y éste es el yo que, después de la muerte del cuerpo, perece,
queda aniquilado y deja de existir’.
[3.13.] [LIV] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa las sensa-
ciones corporales, carece por completo de todo sentido de presión,
no es atraído por la percepción de la diversidad alguna, observa la
infinitud del espacio y alcanza la Esfera del Espacio Infinito. A
este yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo sí. Y éste es el
yo que, después de la muerte del cuerpo, perece, queda aniquilado
y deja de existir’.
[3.14.] [LV] “En quinto lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor, el
yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de este
yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe tam-
bién otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa la Esfera del

Brahmajala Sutta 35
Espacio Infinito y, observando la infinitud de la conciencia, alcan-
za la Esfera de la Conciencia Infinita. A este yo, Usted no lo puede
ver ni percibir, pero yo sí. Y éste es el yo que, después de la muer-
te del cuerpo, perece, queda aniquilado y deja de existir’.
[3.15.] [LVI] “En sexto lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor, el
yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de este
yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe tam-
bién otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa la Esfera de la
Conciencia Infinita y, observando que aquí realmente no hay nada,
alcanza la Esfera de la Nada. A este yo, Usted no lo puede ver ni
percibir, pero yo sí. Y éste es el yo que, después de la muerte del
cuerpo, perece, queda aniquilado y deja de existir’.
[3.16.] [LVII] “En séptimo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero la totalidad de
este yo, señor, no queda completamente aniquilada. Porque existe
también otro tipo del yo, el cual enteramente sobrepasa la Esfera
de la Nada y, observando que «Esto es pacífico, esto es sublime»,
alcanza la Esfera de la Ni-Percepción-Ni-No-Percepción. A este
yo, Usted no lo puede ver ni percibir, pero yo sí. Y éste es el yo
que, después de la muerte del cuerpo, perece, queda aniquilado y
deja de existir’.
[3.17.] “Monjes, estas son las siete diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes sostienen la teoría aniquilacionista,
que proclaman la aniquilación, la destrucción, la inexistencia de
los seres. Y cualquier asceta o brahmán, monjes, que proclama
esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de estos siete ar-
gumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[3.18.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

36 Digha Nikaya
3.2.5. Ditthadhammanibbanavada - Creencia en el Nibbana
aquí y ahora [Puntos de vista LVIII-LXII]
[3.19.] “Monjes, hay algunos ascetas y brahmanes que sostienen
la teoría del Nibbana aquí y ahora, que proclaman que el supremo
Nibbana es alcanzable aquí y ahora para un ser existente, y lo ha-
cen de cinco diferentes maneras. Pero, ¿sobre qué se basan estos
ascetas y brahmanes?
[3.20.] [LVIII] “En primer lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘En
cuanto que este ser está dotado de los cinco sentidos del placer
sensorial, cuando los satisface plenamente, alcanza el supremo
Nibbana aquí y ahora’.
[3.21.] [LIX] “En segundo lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde
este yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no?
Porque, señor, los deseos sensoriales no son permanentes, son do-
lorosos y sujetos al cambio. Y por causa de estos cambios y trans-
formaciones llega el pesar, la lamentación, la pena, el dolor y la
angustia. Pero cuando este yo, señor, liberado de los deseos senso-
riales, liberado de los estados perjudicales, entra y permanece en
el primer jhana, el cual está acompañado del pensamiento aplica-
do y sostenido, el arrobamiento y la felicidad, nacidos de la reclu-
sión, es entonces, cuando alcanza el supremo Nibbana aquí y aho-
ra’.
[3.22.] [LX] “En tercer lugar, monjes, hay algunos ascetas y brah-
manes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor, el
yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde el
yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no? Por-
que, señor, el estado, en el cual todavía perdura el pensamiento
aplicado y sostenido, se considera como un estado burdo. Pero, se-
ñor, cuando el yo, dejando atrás el pensamiento aplicado y soste-
nido, entra y permanece en el segundo jhana, libre del pensamien-

Brahmajala Sutta 37
to aplicado y sostenido con la paz interior, un estado acompañado
por el arrobamiento y la felicidad, nacidos de la serenidad, es en-
tonces, cuando alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora’.
[3.23.] [LXI] “En cuarto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde
el yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no? Por-
que, señor, el estado, en el cual todavía perdura el arrobamiento se
considera como un estado burdo. Pero, señor, cuando el yo, dejan-
do atrás el arrobamiento, entra y permanece en el tercer jhana,
acompañado por la ecuanimidad, conscientemente atento y con la
clara comprensión, experimentado en su propio cuerpo la felici-
dad, de la cual los Nobles declararon lo siguiente: «Feliz, el que
mora en la ecuanimidad y en la atención consciente», es entonces,
cuando alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora’.
[3.24.] [LXII] “En quinto lugar, monjes, hay algunos ascetas y
brahmanes que proclaman y sostienen este punto de vista: ‘Señor,
el yo que Usted describe existe, no lo niego. Pero no es ahí donde
el yo alcanza el supremo Nibbana aquí y ahora. ¿Por qué no? Por-
que, señor, el estado, en el cual todavía perdura la idea de la felici-
dad, se considera como un estado burdo. Pero, señor, cuando el
yo, dejando atrás los placeres y las penas, con la desaparición de
ambos, tanto de la felicidad como del dolor, entra y permanece en
el cuarto jhana, el cual es purificado con la ecuanimidad y la aten-
ción consciente, es entonces, cuando alcanza el supremo Nibbana
aquí y ahora’. Así es, como algunos sostienen la teoría del Nibba-
na aquí y ahora.
[3.25.] “Monjes, estas son las cinco diferentes maneras, en las que
algunos ascetas y brahmanes sostienen la teoría del Nibbana aquí
y ahora, que proclaman que el supremo Nibbana es alcanzable
aquí y ahora para un ser existente. Y cualquier asceta o brahmán,
monjes, que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de
uno de estos cinco argumentos, ya que no hay otra manera de ha-

38 Digha Nikaya
cerlo.
[3.26.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
[3.27.] “Monjes, éstas son las cuarenta y cuatro diferentes mane-
ras, en las que algunos ascetas y brahmanes especulan acerca del
futuro, que tienen una manera fija de percibirlo y que proponen
varias teorías especulativas acerca del futuro. Y cualquier asceta o
brahmán, monjes, que proclama esta teoría, lo hace siempre sobre
la base de uno de estos cuarenta y cuatro argumentos, ya que no
hay otra manera de hacerlo.
[3.28.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.
[3.29.] “Monjes, éstas son las sesenta y dos diferentes maneras, en
las que algunos ascetas y brahmanes especulan acerca del pasado,
del futuro o ambos, que tienen una manera fija de percibirlos y
que proponen varias teorías especulativas acerca del pasado, del
futuro o ambos. Y cualquier asceta o brahmán, monjes, que pro-
clama esta teoría, lo hace siempre sobre la base de uno de estos
sesenta y dos argumentos, ya que no hay otra manera de hacerlo.
[3.30.] “Ahora monjes, el Tathagata sabe... Y son precisamente es-
tas cosas, que pueden ser utilizadas por alguien que desee recta-
mente elogiar al Tathagata, de acuerdo a la verdad.

4. Attalokapannattivathu - Conceptos mundanos


sobre el alma

4.1. Paritassitavipphanditavara - Preocupación y vacilación


[3.32.] “De este modo, monjes, cuando aquellos ascetas y brahma-
nes que sostienen la teoría de la eternidad y proclaman la eterni-
dad del yo y del mundo de cuatro maneras diferentes, lo hacen so-

Brahmajala Sutta 39
bre la base de sus meras sensaciones, por causa de sus preocupa-
ciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.33.] “También, monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes
que sostienen la teoría de la eternidad y la no-eternidad y procla-
man la parcial eternidad y la parcial no-eternidad del yo y del
mundo de cuatro maneras diferentes, lo hacen sobre la base de sus
meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y vacilacio-
nes, inmersos en la avidez.
[3.34.] “Del mismo modo, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría de la finitud e infinitud y pro-
claman que el mundo es finito o infinito de cuatro maneras dife-
rentes, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por causa
de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.35.] “Así también, monjes, cuando aquellos ascetas y brahma-
nes que sostienen la teoría relativista y dan respuestas evasivas,
retorciéndose como las águilas en el aire, de cuarto maneras dife-
rentes, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por causa
de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.36.] “De la misma manera, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría del origen casual y proclaman
la casualidad como origen del ser y del mundo de dos maneras di-
ferentes, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por cau-
sa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.37.] “De este modo, monjes, todos estos ascetas y brahmanes
que especulan acerca del pasado, que tienen una manera fija de
percibirlo y que proponen varias teorías especulativas acerca del
pasado de dieciocho diferentes maneras, lo hacen sobre la base de
sus meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y vacila-
ciones, inmersos en la avidez.
[3.38.] “Monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes que sostie-
nen la teoría de la percepción después de la muerte en dieciséis di-
ferentes maneras, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones,

40 Digha Nikaya
por causa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la
avidez.
[3.39.] “También, monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes
que sostienen la teoría de la no-percepción después de la muerte
en ocho diferentes maneras, lo hacen sobre la base de sus meras
sensaciones, por causa de sus preocupaciones y vacilaciones, in-
mersos en la avidez.
[3.40.] “Del mismo modo, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría de la ni percepción ni no-per-
cepción después de la muerte en ocho diferentes maneras, lo ha-
cen sobre la base de sus meras sensaciones, por causa de sus preo-
cupaciones y vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.41.] “Así también, monjes, cuando aquellos ascetas y brahma-
nes que sostienen la teoría de la aniquilación y proclaman la des-
trucción y la no-existencia del yo después de la muerte en siete di-
ferentes maneras, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones,
por causa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la
avidez.
[3.42.] “De la misma manera, monjes, cuando aquellos ascetas y
brahmanes que sostienen la teoría del Nibbana aquí y ahora y pro-
claman que el completo Nibbana es alcanzable aquí y ahora para
un ser existente de cinco diferentes maneras, lo hacen sobre la
base de sus meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y
vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.43.] “De este modo, monjes, todos estos ascetas y brahmanes
que especulan acerca del futuro, que tienen una manera fija de
percibirlo y que proponen varias teorías especulativas acerca del
futuro de cuarenta y cuatro diferentes maneras, lo hacen sobre la
base de sus meras sensaciones, por causa de sus preocupaciones y
vacilaciones, inmersos en la avidez.
[3.44.] “Monjes, cuando todos estos ascetas y brahmanes que es-
peculan acerca del pasado, del futuro o ambos, que tienen una ma-

Brahmajala Sutta 41
nera fija de percibirlos y que proponen varias teorías especulativas
acerca del pasado, del futuro o ambos de sesenta y dos diferentes
maneras, lo hacen sobre la base de sus meras sensaciones, por
causa de sus preocupaciones y vacilaciones, inmersos en la avi-
dez.

4.2. Phassapaccayavara – Condicionado por el contacto


[3.45.] “Por eso, monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes
que sostienen la teoría de la eternidad y proclaman la eternidad del
yo y del mundo de cuatro maneras, lo hacen condicionados por el
contacto. Que ellos puedan experimentar aquella sensación sin el
contacto, tal cosa es imposible.
[3.46.] “Cuando aquellos ascetas y brahmanes, monjes, que par-
cialmente sostienen la teoría de la eternidad y parcialmente la de
no-eternidad; es decir, parcialmente proclaman la eternidad del yo
y del mundo y parcialmente, la no-eternidad de ellos y lo hacen de
cuatro maneras también lo hacen condicionados por el contacto.
Que ellos puedan experimentar aquella sensación sin el contacto,
tal cosa es imposible.
[3.46-55.] “Cuando aquellos ascetas y brahmanes, monjes, que
sostienen el finitismo e infinitismo… que sostienen el relativis-
mo… que sostienen el origen casual… Estas son las dieciocho di-
ferentes maneras, en las que algunos ascetas y brahmanes especu-
lan acerca del pasado, que tienen una manera fija de percibirlo y
que proponen varias teorías especulativas acerca de él. Cuando
aquellos ascetas y brahmanes, monjes, que sostienen la percepción
[después de la muerte]… que sostienen la no-percepción [después
de la muerte]… que sostienen la ni percepción ni no-percepción…
que sostienen el anihilacionsimo… que sostienen la creencia en el
Nibbana aquí y ahora… algunos ascetas y brahmanes que especu-
lan acerca del futuro, que tienen una manera fija de percibirlo y
que proponen varias teorías especulativas acerca del futuro y lo
hacen de cuarenta y cuatro diferentes maneras, también lo hacen

42 Digha Nikaya
condicionados por el contacto. Que ellos puedan experimentar
aquella sensación sin el contacto, tal cosa es imposible.
[3.56.] “Cuando aquellos ascetas y brahmanes especulan acerca
del pasado, del futuro o ambos, que tienen una manera fija de per-
cibirlos y que proponen varias teorías especulativas acerca del pa-
sado, del futuro o ambos, y cuando proclaman esta teoría, lo hacen
siempre sobre la base de uno de estos sesenta y dos argumentos,
también lo hacen condicionados por el contacto. Que ellos puedan
experimentar aquella sensación sin el contacto, tal cosa es imposi-
ble.

4.3. Netamthanamvijjativara - Es imposible [la sensación sin


contacto]
[3.57-70.] “Por eso, monjes, cuando aquellos ascetas y brahmanes
que sostienen la teoría de la eternidad y proclaman la eternidad del
yo y del mundo de cuatro maneras; aquellos que parcialmente sos-
tienen la teoría de la eternidad y parcialmente la de no-eternidad;
aquellos que sostienen el finitismo e infinitismo; aquellos que sos-
tienen el relativismo; aquellos que sostienen el origen casual;
aquellos que sostienen las dieciocho diferentes maneras, en las
que especulan acerca del pasado, que tienen una manera fija de
percibirlo y que proponen varias teorías especulativas acerca de
él; aquellos que sostienen la percepción [después de la muerte];
aquellos que sostienen la no-percepción [después de la muerte];
aquellos que sostienen la ni percepción ni no-percepción; aquellos
que sostienen el anihilacionsimo; aquellos que sostienen la creen-
cia en el Nibbana aquí y ahora; aquellos que especulan acerca del
futuro, que tienen una manera fija de percibirlo y que proponen
varias teorías especulativas acerca del futuro y lo hacen de cuaren-
ta y cuatro diferentes maneras: todos ellos experimentan esas sen-
saciones solamente por los repetidos contactos a través de la séx-
tuple base de los sentidos.

Brahmajala Sutta 43
4.4. Ditthigatikadhitthanavattakatha - A dónde conducen los
puntos de vista
[3.71.] “Todos estos ascetas y brahmanes experimentan esas sen-
saciones solamente por los repetidos contactos a través de la séx-
tuple base de los sentidos. Con la sensación como condición, he
aquí que surge en ellos la codicia; con la codicia como condición,
surge el apego; con el apego como condición, la existencia; con la
existencia como condición, el nacimiento; y con el nacimiento
como condición, surge la vejez y la muerte, el sufrimiento, el la-
mento, la pena, el dolor y la desesperanza.

5. Vivattakathadi- Ir más allá [de los puntos de vista]


“Sin embargo, monjes, cuando el monje comprende cómo es real-
mente el surgir y el desaparecer de las cosas a través de la séxtu-
ple base de los sentidos, cuando comprende su atracción, el peli-
gro el escape de ellos, comprenderá también cómo ir más allá de
todos estos puntos de vista.
[3.72.] “Monjes, todos aquellos ascetas y brahmanes que especu-
lan acerca del pasado, del futuro o ambos, que tienen una manera
fija de percibirlos y que proponen varias teorías especulativas
acerca del pasado, del futuro o ambos, todos serán atrapados en
esta red de sesenta y dos divisiones. Y en cualquier lugar dónde
emergen estos ascetas y brahmanes, tratando de salir afuera, serán
cautivados y permanecerán en esta red. Al igual que un hábil pes-
cador o su aprendiz, sabe cubrir una pequeña superficie del agua
con una red de malla fina de manera tal que cualquier criatura
acuática de cierto tamaño es atrapada y cautivada en esta red y
permanece ahí, así mismo pasará con estos ascetas y brahmanes:
serán atrapados, cautivos en esta red y permanecerán en ella.
[3.73.] “Monjes, el cuerpo del Tathagata está delante de vosotros,
más aquello que lo ligaba a los nuevos nacimientos, ha sido corta-
do. Mientras este cuerpo permanezca con vida, será visible para
los humanos y para los devas. Pero una vez que llegue al fin de su

44 Digha Nikaya
espacio vital, los devas y los humanos no lo verán nunca más.
Monjes, de la misma manera que cuando se corta el tallo de un
ramo de mangos, todos los mangos de este ramo caen juntos, así
también, el Tathagata cortó aquello que lo ligaba a los nuevos na-
cimientos. Mientras este cuerpo permanezca con vida, será visible
para los humanos y para los devas. Pero una vez que llegue al fin
de su espacio vital, los devas y los humanos no lo verán nunca
más”.
[3.74.] Entonces, el Venerable Ananda dijo al Bienaventurado:
“¡Esto es maravilloso, Venerable Señor, es asombroso! ¿Cuál es el
nombre de esta exposición del Dhamma?”
“Ananda, puedes recordar esta exposición del Dhamma como “La
Red de lo Bueno”, “La Red del Dhamma”, “La Red Suprema”,
“La Red de los Puntos de Vista” o como “La incomparable victo-
ria en la batalla”.
Esto es lo que dijo el Bienaventurado y los monjes se regocijaron
en las palabras del Bienaventurado. Y cuando esta exposición ha
sido proclamada, todo el milenario sistema del mundo fue sacudi-
do.

Brahmajala Sutta 45
46 Digha Nikaya
Samannaphala Sutta
Discurso sobre los frutos de
la vida contemplativa
El rey Ajatasattu pregunta al Buda: "¿Qué frutos visibles, aquí y ahora, tiene la vida con -
templativa?" El Buda responde, ofreciendo un exhaustivo cuadro sobre el camino de la
práctica budista, ilustrando cada paso con vivaces símiles.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].

Samannaphala Sutta 47
FUENTES:
Bhikkhu Bodhi (1989). The Sāmannaphala Sutta and its Commentaries en The Fruits of
Recluseship. Traducido e introducido por Bhikkhu Bodhi. Kandy, Sri Lanka: Buddhist
Publication Society.
Samannaphalasutta en World Tipitaka Edition.
Thanissaro Bhikkhu (2006). Samannaphala Sutta: The Fruits of the Contemplative Life.
Recuperado de http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/dn/dn.02.0.than.html
Walshe, M. (1995). Samannaphala Sutta: The Fruits of the Homeless Life en The Long
Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya. Boston, Estados Unidos:
Wisdom Publications. Págs. 91-10.

Traducido por Anton Baron para Bosque Theravada.


Editado por Anton Baron, Sabrina Pachón T. y Federico.
Publicación del Bosque Theravada 2008-2014.

48 Digha Nikaya
DN 2

Samannaphala Sutta
Discurso sobre los frutos de la vida
contemplativa

1. Rajamaccakatha - Porción con el rey


[1] Esto he escuchado:
En una ocasión, el Bienaventurado estaba en Rajagaha, en la Ar-
boleda de los Mangos de Jivaka Komarabhacca, con un numeroso
grupo de monjes, unos mil doscientos cincuenta monjes. Esta día
era el día de Uposatha, la noche de la luna llena, de la época de las
azucenas, del cuarto mes de las lluvias, llamado Komudi. Esta no-
che, el rey Ajatasattu de Magadha, hijo de la reina Videha, estaba
sentado en la terraza de su palacio rodeado por sus ministros. En
un momento dado, sintió una inspiración y exclamó: “¡Qué mara-
villosa, amigos, es esta noche iluminada por la luna! ¡Qué hermo-
sa! ¡Qué encantadora! ¡Qué auspiciosa es esta noche iluminada
por la luna! ¿A cuál de los ascetas o brahmanes podríamos visitar
esta noche, para que trajera paz a nuestra mente?”.
[2] Cuando esto fue dicho, uno de los ministros se dirigió al rey
con estas palabras: “He aquí, Su Majestad, que está Purana Kassa-
pa que tiene numerosos seguidores y es maestro de muchos. Tiene
buena fama y es honrado. Además es avanzado en edad, de una
larga trayectoria en la vida ascética y se encuentra en la última
fase de su vida. Su Majestad debería visitarlo a él. Quizá esta visi-
ta traería paz a su mente”.
Cuando esto fue dicho, el rey permaneció en silencio.
[3] Entonces, otro ministro se dirigió al rey con estas palabras:

Samannaphala Sutta 49
“He aquí, Su Majestad, que está Makkhali Gosala que tiene nume-
rosos seguidores y es maestro de muchos. Tiene buena fama y es
honrado. Además es avanzado en edad, de una larga trayectoria en
la vida ascética y se encuentra en la última fase de su vida. Su Ma-
jestad debería visitarlo a él. Quizá esta visita traería paz a su men-
te”.
Cuando esto fue dicho, el rey permaneció en silencio.
[4] "He aquí que está Ajita Kesakambalin...
[5] "He aquí que está Pakudha Kaccayana...
[6] "He aquí que está Sañjaya Belatthaputta...
[7] "He aquí, Su Majestad, que está Nigantha Nataputta, que tiene
numerosos seguidores y es maestro de muchos. Tiene buena fama
y es honrado. Además, es avanzado en edad, de una larga trayecto-
ria en la vida ascética y se encuentra en la última fase de su vida.
Su Majestad debería visitarlo a él. Quizá esta visita traería paz a
su mente”.
Cuando esto fue dicho, el rey permaneció en silencio.

2. Komarabhaccajivakakatha - Porción con Jivaka


Komarabhacca
[8] Mientras tanto, todo ese tiempo Jivaka Kombarabhacca estaba
sentado en silencio, no muy lejos del rey. Así que el rey se dirigió
a él con estas palabras: “Amigo Jivaka, ¿por qué permaneces en
silencio?”.
“Su Majestad, he aquí que el Bienaventurado, el Arahant, el plena-
mente despierto Buda, está en mi Arboleda de los Mangos con un
numeroso grupo de los monjes, unos mil doscientos cincuenta
monjes. En referencia al Bienaventurado se ha difundido este ad-
mirable informe: ‘Ciertamente, el Bienaventurado es un Arahant,
un Buda plenamente despierto, dotado de sabiduría y buena con-
ducta, el Sublime, el Conocedor de los mundos, incomparable ma-

50 Digha Nikaya
estro de los hombres que han de ser amansados. Maestro de los
devas y seres humanos, despierto y Bienaventurado’. Su Majestad
debería visitar al Bienaventurado. Quizá esta visita traería paz a su
mente”.
“En este caso, amigo Jivaka, que se prepare a los elefantes para
que sean montados”.
[9] “Así sea, señor”, respondió Jivaka y preparó a quinientas ele-
fantas, listas para ser montadas y al real elefante personal. Des-
pués de lo cual, dijo al rey: “Su Majestad, sus elefantas están lis-
tas. Proceda Su Majestad de acuerdo con sus deseos”.
Entonces, el rey Ajatasattu, habiendo colocado a cada una de sus
quinientas esposas en una de las quinientas elefantas, montó su
elefante personal y emprendió el camino desde la capital, a lo lar-
go de su estado, acompañado con el séquito que llevaba las antor-
chas, rumbo a la Arboleda de los Mangos de Jivaka Komarabhac-
ca.
[10] Sin embargo, una vez que el rey Ajatasattu arribó a las cerca-
nías de la Arboleda de los Mangos, sintió como si sus cabellos se
le pararan de miedo y temor. Y así agitado y aterrado, con el pelo
parado dijo a Jivaka Komarabhacca: “Amigo Jivaka, ¿tú no me
engañaste, verdad? ¿Verdad, que no me traicionaste? ¿No me en-
tregaste a mis enemigos? ¿Cómo puede ser que en este lugar haya
un numeroso grupo de monjes –el mil doscientos cincuenta, en to-
tal- y que no se escuche sonido alguno, ni siquiera un estornudo o
una tos?”.
“No tenga miedo, Su Majestad. No tema. Yo no le engañé, no le
traicioné, ni le entregué a sus enemigos. Siga adelante, Su Majes-
tad, siga adelante. Hacia aquellos fuegos que se queman en la en-
trada del pabellón”.

Samannaphala Sutta 51
3. Samannphalapuccha - Preguntas sobre los frutos
de la vida contemplativa
[11] Entonces, el rey procedió montado en su elefante personal,
hasta donde se lo permitió el camino, después de lo cual, se acercó
a pie a la puerta de la entrada del pabellón. Al llegar ahí, preguntó
a Jivaka: “Amigo Jivaka, ¿Dónde está el Bienaventurado?”
“Éste es el Bienaventurado, Su Majestad, el que está sentado al
lado opuesto del pilar central, con el rostro dirigido al este y rode-
ado por el Sangha de los monjes”.
[12] Entonces, el rey se acercó a donde estaba el Bienaventurado
y se paró a un lado. Después de lo cual, observó cómo el grupo de
los monjes continuaba en silencio, como si fuera un lago transpa-
rente y despejado, y exclamó: “¡Si tan sólo el príncipe Uda-
yabhadda estuviera dotado de semejante calma, que el Sangha de
los monjes!”
[El Bienaventurado dijo, entonces:] “¿Está hablando, Su Majes-
tad, de alguien que le es muy querido?”
“Señor, el príncipe Udayabhadda es muy querido para mí. ¡Si tan
sólo estuviera dotado de semejante calma, que el Sangha de los
monjes!”
[13] Entonces, inclinándose frente al Bienaventurado, saludó al
Sangha de los monjes y con sus manos juntadas sobre su corazón,
se sentó a un lado. Una vez sentado, se dirigió al Bienaventurado
con estas palabras: “Quisiera preguntar al Bienaventurado sobre
un asunto, si me lo permite”.
“Pregunte, Su Majestad, lo que desee”.
[14] “Venerable Señor, he aquí que existen estos diferentes artesa-
nos: los entrenadores de los elefantes, los entrenadores de caba-
llos, los aurigas, los arqueros, los abanderados, los mariscales de
campo, los oficiales paladines, los altos oficiales reales, los co-
mandos, los héroes militares, los guerreros vestidos de armaduras,

52 Digha Nikaya
los guerreros vestidos de cuero, los esclavos domésticos, los pas-
teleros, los peluqueros, los encargados de los baños, los cocineros,
los fabricantes de guirnaldas, los lavanderos, los tejedores, los fa-
bricantes de cestas, los alfareros, los contadores y especialistas en
cálculos, y otros muchos semejantes artesanos. Todos ellos viven
del fruto de sus artes, los cuales son visibles aquí y ahora. Sus ar-
tes les proporcionan la felicidad y el placer a ellos mismos y a sus
padres, esposas e hijos, como también a sus amigos y compañeros.
Con el fruto de sus artes, mantienen a los ascetas y brahmanes
asegurándose a ellos mismos, de esta manera, un feliz y celestial
destino en los futuros renacimientos. ¿Sería posible, Venerable Se-
ñor, señalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa, un
fruto que fuera visible aquí y ahora?”
[15] “¿Su Majestad recuerda haber planteado esta misma pregunta
a otros ascetas y brahmanes?”
“Sí, lo recuerdo, Venerable Señor”.
“Si no sería difícil, ¿podría Su Majestad, decirme cómo le respon-
dieron?”
“No, no es difícil. Siempre que el Bienaventurado o alguien pare-
cido me lo permita”.
“Pues, cuéntelo, Su Majestad”.

3.1. Puranakassapavada - Teoría de Purana Kassapa


[16] “En una ocasión, Venerable Señor, me acerqué a Purana Kas-
sapa. Al intercambiar con él cordiales saludos, me senté a un lado
y pregunté lo siguiente: ‘Venerable Kassapa, he aquí que existen
estos diferentes artesanos: los entrenadores de elefantes... (sigue
igual que en el verso 14)… ¿Sería posible, Venerable Kassapa, se-
ñalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa que fuera
visible aquí y ahora?’
[17] “Cuando dije esto, Purana Kassapa me respondió: ‘Su Majes-
tad, para alguien que hace cosas o instiga a otros a hacerlas, para

Samannaphala Sutta 53
alguien que mutila o instiga a otros que mutilen, para alguien que
quema o instiga a otros que quemen, para alguien que inflige pe-
nas o instiga a otros que las inflijan, para alguien que atormenta o
instiga a otros que atormenten, para alguien que intimide o instiga
a otros que intimiden, para alguien que mata, que irrumpe dentro
de las casas, saquea las riquezas, comete asaltos, hace embosca-
das, comete adulterio, habla falsamente –no existe mal que podría
ser hecho. Si alguien con una navaja bien afilada convirtiera a to-
dos los seres vivos de la tierra en un montículo de carne, no habría
mal alguno que pudiera venir como resultado de estas acciones. Si
alguien estuviera caminando a lo largo del río Ganges, matando e
instando a matar a otros, mutilando o instigando a otros que muti-
laran, quemando o instigando a otros que quemaran, no habría mal
que pudiera venir como resultado de estas acciones. Si alguien es-
tuviera caminando a lo largo del río Ganges, regalando cosas e
instando a otros que las regalaran, haciendo sacrificios e instando
a otros que hicieran sacrificios, no habría mérito alguno que pu-
diera venir como resultado de estas acciones. En la generosidad,
en el autocontrol, en el correcto hablar, no hay mérito alguno que
podría venir como resultado de estas acciones’.
[18] “De esta manera, Venerable Señor, Purana Kassapa, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y
ahora, me habló de la no-acción. Es como si alguien, al ser inda-
gado acerca del mango, respondiera acerca del fruto del árbol del
pan; o alguien indagado acerca del fruto del árbol del pan, respon-
diera acerca del mango. De la misma manera, Venerable Señor,
Purana Kassapa, cuando fue preguntado acerca de los frutos de la
vida contemplativa, visibles aquí y ahora, respondió acerca de la
no-acción. Entonces, se me ocurrió el siguiente pensamiento:
‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a algún asceta
o brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aunque no
me haya deleitado en las palabras de Purana Kassapa, tampoco las
rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me quedé insatisfecho.
Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi asiento y me

54 Digha Nikaya
retiré.

3.2. Makkhaligosalavada - Teoría de Makkhali Gosala


[19] “En otra ocasión, Venerable Señor, me acerqué a Makkhali
Gosala. Al intercambiar con él cordiales saludos, me senté a un
lado y pregunté lo siguiente: ‘Venerable Gosala, he aquí que exis-
ten estos diferentes artesanos: los entrenadores de elefantes... (si-
gue igual que en el verso 14) ¿Sería posible, Venerable Gosala, se-
ñalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa, que fuera
visible aquí y ahora?’.
[20] “Cuando dije esto, Makkhali Gosala me respondió: ‘Su Ma-
jestad, he aquí que no hay causas ni condiciones de las impurezas
de los seres. Los seres están corrompidos sin causas y sin condi-
ciones. Tampoco hay, Su Majestad, causas ni condiciones de la
purificación de los seres. Los seres están siendo purificados sin
causas y sin condiciones. He aquí que no existe poder de uno mis-
mo, poder de otros ni poder humano alguno. No hay fuerza algu-
na, vigor, energía ni esfuerzo posible. Todos los seres vivientes,
todos los tipos de vida, todos los seres, todas las almas, carecen de
fuerza, no tienen poder, ni pueden realizar esfuerzo alguno. Sola-
mente, están destinados a los cambios del destino y de la naturale-
za, sin poder oponer resistencia a la continua sucesión de penas y
placeres del séxtuple renacimiento.
“’He aquí que hay un millón cuatrocientos seis mil seiscientos
modos de origen. Quinientas formas del kamma, cinco formas y
tres formas. Pleno kamma y medio kamma. He aquí que hay se-
senta y dos senderos, sesenta y dos eones intermedios, seis gran-
des clases de renacimientos, ocho clases de hombres, cuatro mil
novecientas ocupaciones humanas, cuatro mil novecientas clases
de ascetas mendicantes, cuatro mil novecientas moradas de los na-
gas, dos mil facultades, tres mil infiernos, treinta y seis reinos de
polvo, siete esferas de seres conscientes, siete esferas de seres in-
conscientes, siete clases de seres ‘libres de ataduras’, siete grados

Samannaphala Sutta 55
de los devas, siete grados de los seres humanos, siete grados de
los demonios, siete grandes lagos, siete grandes nudos, setecientos
grandes precipicios, setecientos precipicios menores, setecientos
grandes sueños, setecientos sueños menores, ochenta y cuatro mil
grandes eones, durante los cuales tanto los tontos como los sabios
recorren la interminable rueda, hasta poner fin a sus sufrimientos.
“’De modo que, aunque alguien pensara: «a través de mi morali-
dad, a través de mis prácticas, a través de la austeridad o a través
de la vida santa voy a madurar el kamma aún no maduro y voy a
eliminar el kamma ya maduro siempre que me toque hacerlo» –
esto sería imposible. Los placeres y las penas están en su justa me-
dida y todo está fijado dentro de sus límites. Es imposible acortar-
lo ni alargarlo, imposible acelerarlo y desacelerarlo. Al igual que
cuando se lanza una pelota envuelta con un cordón, la misma se
para recién cuando se desenrolla el cordón, así también, sólo lle-
gando al fin de su trasmigración, tanto el tonto como el sabio, lle-
ga al fin de sus penas’.
[21] “De esta manera, Venerable Señor, Makkhali Gosala, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y
ahora, me habló de la purificación mediante la vida errabunda. Es
como si alguien, al ser indagado acerca del mango, respondiera
acerca del fruto del árbol del pan; o alguien indagado acerca del
fruto del árbol del pan, respondiera acerca del mango. De la mis-
ma manera, Venerable Señor, Makkhali Gosala cuando fue pre-
guntado acerca de los frutos de la vida contemplativa, visibles
aquí y ahora, respondió acerca de la purificación mediante la vida
errabunda. Entonces, se me ocurrió el siguiente pensamiento:
‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a algún asceta
o brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aunque no
me haya deleitado en las palabras de Makkhali Gosala, tampoco
las rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me quedé insatisfe-
cho. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi asiento y
me retiré.

56 Digha Nikaya
3.3. Ajitakesakambalavada - Teoría de Ajita Kesakambala
[22] “En otra ocasión, Venerable Señor, me acerqué a Ajita Kesa-
kambali. Al intercambiar con él cordiales saludos, me senté a un
lado y pregunté lo siguiente: ‘Venerable Ajita, he aquí que existen
estos diferentes artesanos: los entrenadores de elefantes... (sigue
igual que en verso 14) ¿Sería posible, Venerable Ajita, señalar un
fruto similar en caso de la vida contemplativa, que fuera visible
aquí y ahora?’.
[23] “Cuando dije esto, Makkhali Gosala me respondió: ‘Su Ma-
jestad, he aquí que no hay nada dado, nada ofrecido, ni nada sacri-
ficado. No existen frutos o resultados tanto de las buenas como de
las malas acciones. No existe ni este mundo ni el venidero. No
hay madre ni padre, ni tampoco renacimientos espontáneos de los
seres. No hay ascetas ni brahmanes, los cuales, habiendo practica-
do correctamente, alcanzaran la meta directamente, mediante su
propio descubrimiento, y que proclamaran este mundo o el veni-
dero. Los seres humanos se componen de los cuatro elementos
primarios. Al morir, la parte de la tierra retorna a su estado ante-
rior y se funde con la sustancia de la tierra. La parte del fuego re-
torna a su estado anterior y se funde con la sustancia del fuego. La
parte líquida retorna a su estado anterior y se funde con la sustan-
cia líquida. La parte del viento retorna a su estado anterior y se
funde con la sustancia del viento. Las facultades sensoriales se es-
parcen por el espacio. Los cuatro hombres con las andas, cargan el
cadáver como si fuera una quinta persona. Se escuchan sus pasos
hasta el cementerio. Luego, los huesos se ponen blancos y el sacri-
ficio termina con las cenizas. La generosidad, es la enseñanza de
los idiotas. Las palabras de aquellos que hablan de la existencia
después de la muerte, son como un parloteo falso y vacío. Con la
destrucción del cuerpo, tanto el sabio como el tonto son aniquila-
dos por igual y destruidos. Ya nadie existe después de la muerte’.
[24] “De esta manera, Venerable Señor, Ajita Kesakambalin, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y

Samannaphala Sutta 57
ahora, me habló sobre la aniquilación. Es como si alguien, al ser
indagado acerca del mango, respondiera acerca del fruto del árbol
del pan; o alguien indagado acerca del fruto del árbol del pan, res-
pondiera acerca del mango. De la misma manera, Venerable Se-
ñor, Ajita Kesakambalin, cuando fue preguntado acerca de los fru-
tos de la vida contemplativa, visibles aquí y ahora, me habló sobre
la aniquilación. Entonces, se me ocurrió el siguiente pensamiento:
‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a un asceta o
brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aunque no
me haya deleitado en las palabras de Ajita Kesakambalin, tampo-
co las rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me quedé insatis-
fecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi asiento y
me retiré.

3.4. Pakudhakaccayanavada - Teoría de Pakudha Kaccayana


[25] “En otra ocasión, Venerable Señor, me acerqué a Pakudha
Kaccayana. Al intercambiar con él cordiales saludos, me senté a
un lado y pregunté lo siguiente: ‘Venerable Pakudha, he aquí que
existen estos diferentes artesanos: los entrenadores de elefantes...
(sigue igual que en el verso 14) ¿Sería posible, Venerable Pa-
kudha, señalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa,
que fuera visible aquí y ahora?’.
[26] “Cuando dije esto, Pakudha Kaccayana me respondió: ‘Su
Majestad, he aquí que existen estas siete sustancias –no hechas,
irreducibles, no creadas, no producidas, estériles, firmes como el
pico de la montaña y estables como un pilar- sustancias que no se
alteran, no cambian, no interfieren una en la otra, incapaces de
causar a las otras placer, pena, ni ambas cosas. ¿Cuáles son estas
siete sustancias? Sustancia de la tierra, sustancia líquida, sustancia
del fuego, sustancia del viento, placer, pena y el alma. Éstas son
las siete sustancias –no hechas, irreducibles, no creadas, no produ-
cidas, estériles, firmes como el pico de la montaña y estables
como un pilar– sustancias que no se alteran, no cambian, no inter-
fieren una en la otra, incapaces de causar a las otras el placer, la

58 Digha Nikaya
pena, ni ambas cosas.
“’Entre estas sustancias no hay asesino alguno ni alguien que po-
dría causar la muerte, no hay oyente, ni alguien que podría causar
la audición, no hay conocedor ni alguien que podría causar la cog-
nición. Cuando alguien corta la cabeza [de otra persona], en reali-
dad no existe el asesino. Simplemente, la espada atraviesa el espa-
cio existente entre estas siete sustancias’.
[27] “De esta manera, Venerable Señor, Pakudha Kaccayana, al
ser preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles
aquí y ahora, me habló sobre el no-relacionamiento. Es como si
alguien, al ser indagado acerca del mango, respondiera acerca del
fruto del árbol del pan; o alguien indagado acerca del fruto del ár-
bol del pan, respondiera acerca del mango. De la misma manera,
Venerable Señor, Pakudha Kaccayana, cuando fue preguntado
acerca de los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y aho-
ra, me habló sobre el no-relacionamiento. Entonces, se me ocurrió
el siguiente pensamiento: ‘¿Cómo podría alguien hacer que se me-
nospreciara a un asceta o brahmán que vive dentro de su territo-
rio?’ Entonces, aunque no me haya deleitado en las palabras de
Pakudha Kaccayana, tampoco las rechacé. Sin deleitarme y sin re-
chazarla, me quedé insatisfecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas,
me levanté de mi asiento y me retiré.

3.5. Niganthanataputtavada - Teoría de Nigantha Nataputta


[28] “En otra ocasión, Venerable Señor, me acerqué a Nigantha
Nataputta. Al intercambiar con él cordiales saludos, me senté a un
lado y pregunté lo siguiente: ‘Venerable Nigantha, he aquí que
existen estos diferentes artesanos: los entrenadores de elefantes...
(sigue igual que en el verso 14) ¿Sería posible, venerable Ni-
gantha, señalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa,
que fuera visible aquí y ahora?’.
[29] “Cuando dije esto, Nigantha Nataputta me respondió: ‘Su
Majestad, he aquí que en caso de Nigantha –el de los nudos desa-

Samannaphala Sutta 59
tados- él vive restringido por cuatro tipos de restricciones. ¿Y
cómo es que Nigantha vive restringido por cuatro tipos de restric-
ciones? En este caso, Nigantha está restringido en lo que respecta
a todas las aguas, puede evitar a todos los males, está purificado al
haber evitado todos los males y está impregnado con la preven-
ción de todos los males. Es así como Nigantha vive restringido
por cuatro tipos de restricciones. Cuando Nigantha –el de los nu-
dos desatados– vive refrenado de esta manera por cuatro tipos de
restricciones, se convierte en Desatado [Nigantha], hijo de Nata
[Nataputta], el perfecto por sí mismo, controlado por sí mismo y
establecido por sí mismo’.
[30] “De esta manera, Venerable Señor, Nigantha Nataputta, al ser
preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y
ahora, me habló sobre la cuádruple restricción. Es como si al-
guien, al ser indagado acerca del mango, respondiera acerca del
fruto del árbol del pan; o alguien indagado acerca del fruto del ár-
bol del pan, respondiera acerca del mango. De la misma manera,
Venerable Señor, Nigantha Nataputta, cuando fue preguntado
acerca de los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y aho-
ra, me habló sobre la cuádruple restricción. Entonces, se me ocu-
rrió el siguiente pensamiento: ‘¿Cómo podría alguien hacer que se
menospreciara a un asceta o brahmán que vive dentro de su terri-
torio?’ Entonces, aunque no me haya deleitado en las palabras de
Nigantha Nataputta, tampoco las rechacé. Sin deleitarme y sin re-
chazarlas, me quedé insatisfecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas,
me levanté de mi asiento y me retiré.

3.6. Sankayabelatthaputtavada - Teoría de Sankaya


Belatthaputta
[31] “En otra ocasión, Venerable Señor, me acerqué a Sanjaya Be-
latthaputta. Al intercambiar con él cordiales saludos, me senté a
un lado y pregunté lo siguiente: ‘Venerable Sañjaya, he aquí que
existen estos diferentes artesanos: los entrenadores de elefantes...
(sigue igual que en el verso 14) ¿Sería posible, Venerable Sañjaya,

60 Digha Nikaya
señalar un fruto similar en caso de la vida contemplativa, un que
fuera visible aquí y ahora?’.
[32] “Cuando dije esto, Sañjaya Belatthaputta me respondió: ‘Si
me preguntases:
A. 1. «¿existe el mundo más allá?», y si yo pensase que existiese
tal mundo, podría declararte «existe un mundo más allá». Pero yo
no digo «esto es de esta manera», ni «esto es de tal manera» ni
«esto se otra manera». No digo «esto no es así» ni tampoco digo
«no es cierto que esto no es así».
“‘Y si me preguntases:
A. 2. «¿No existe el mundo más allá?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que existe y que no existe el
mundo más allá?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni existe ni no existe el mundo
más allá?»…
B. 1. «¿Hay seres que han tomado el renacimiento?»…
2. «¿No hay seres que han tomado el renacimiento?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que hay seres que han toma-
do el renacimiento y que no hay seres que han tomado el renaci-
miento?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni hay seres que han tomado
el renacimiento y no hay seres que han tomado el
renacimiento?»…
C. 1. «¿Existen los frutos y los resultados de las buenas
acciones?»…
2. «¿No existen los frutos y los resultados de las buenas accio-
nes?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que existen los frutos y los
resultados de las buenas acciones y que no existen los frutos y los

Samannaphala Sutta 61
resultados de las buenas acciones?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni existen los frutos y los re-
sultados de las buenas acciones ni no existen los frutos y los resul-
tados de las buenas acciones?»…
D. 1. «¿Existe el Tathagata después de la muerte?»…
2. «¿No existe el Tathagata después de la muerte?»…
3. «¿Sea que ambas cosas son ciertas: que existe el Tathagata des-
pués de la muerte y que no existe el Tathagata después de la muer-
te?»…
4. «¿Sea que ninguno es cierto: que ni existe el Tathagata después
de la muerte ni no existe el Tathagata después de la muerte?» y si
yo pensase esto podría declararte «esto es asís». Pero yo no digo
«esto es de esta manera», ni «esto es de tal manera» ni «esto se
otra manera». No digo «esto no es así» ni tampoco digo «no es
cierto que esto no es así».
[33] “De esta manera, Venerable Señor, Sanjaya Belatthaputta, al
ser preguntado por los frutos de la vida contemplativa, visibles
aquí y ahora, me habló con evasivas. Es como si alguien, al ser in-
dagado acerca del mango, respondiera acerca del fruto del árbol
del pan; o alguien indagado acerca del fruto del árbol del pan, res-
pondiera acerca del mango. De la misma manera, Venerable Se-
ñor, Sanjaya Belatthaputta, cuando fue preguntado acerca de los
frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y ahora, me habló
con evasivas. Y se me ocurrió este pensamiento: ‘Entre todos es-
tos ascetas y brahmanes, ¡éste es, sin lugar a dudas, el más estúpi-
do de todos! ¿Cómo es posible que alguien siendo preguntado por
los frutos de la vida contemplativa, visibles aquí y ahora, me hable
con evasivas?’ Pero también, se me ocurrió el siguiente pensa-
miento: ‘¿Cómo podría alguien hacer que se menospreciara a un
asceta o brahmán que vive dentro de su territorio?’ Entonces, aun-
que no me haya deleitado en las palabras de Sanjaya Belatthaput-
ta, tampoco las rechacé. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me que-

62 Digha Nikaya
dé insatisfecho. Sin deleitarme y sin rechazarlas, me levanté de mi
asiento y me retiré.

4. Samannaphala - Los frutos de la vida


contemplativa

4.1. Pathamasanditthikasamannaphala - El primer fruto


visible de la vida contemplativa
[34] “Es por todo eso, Venerable Señor, que me dirijo ahora al
Bienaventurado con esta pregunta: he aquí que existen estos dife-
rentes artesanos: los entrenadores de elefantes, los entrenadores de
caballos, los aurigas, los arqueros, los abanderados, los mariscales
de campo, los oficiales paladines, los altos oficiales reales, los co-
mandos, los héroes militares, los guerreros vestidos de armaduras,
los guerreros vestidos de cuero, los esclavos domésticos, los pas-
teleros, los peluqueros, los encargados de los baños, los cocineros,
los fabricantes de guirnaldas, los lavanderos, los tejedores, los fa-
bricantes de cestas, los alfareros, los contadores y especialistas en
cálculos, y otros muchos semejantes artesanos. Todos ellos viven
del fruto de sus artes, los cuales son visibles aquí y ahora. Sus ar-
tes les proporcionan la felicidad y el placer a ellos mismos y a sus
padres, esposas e hijos, como también a sus amigos y colegas.
Con el fruto de sus artes, mantienen a los ascetas y brahmanes
asegurándose, de esta manera, a sí mismos, un feliz y celestial
destino en los futuros renacimientos. ¿Sería posible, señor, señalar
un fruto similar en caso de la vida contemplativa, un fruto que
fuera visible aquí y ahora?”.
“Así es, Su Majestad, lo puedo señalar. Pero primero, en conside-
ración a esto, quisiera hacerle unas contra-preguntas.
[35] Que Su Majestad responda, según su parecer. Suponga que
tiene en su entorno a uno de sus hombres, un esclavo o un obrero,
que siempre se levanta más temprano que Usted, se acuesta tarde
sólo después de que Usted se hubo retirado, siempre obedece sus

Samannaphala Sutta 63
órdenes, actúa conforme a sus deseos, habla bien de Usted y traba-
ja siempre en su presencia. Y que un día se le ocurre este pensa-
miento: ‘¿No es esto maravilloso? ¿No son realmente asombrosos,
el destino y los resultados de las acciones meritorias? He aquí que
este rey Ajatasattu es un ser humano, al igual que yo. Sin embar-
go, el rey Ajatasattu disfruta por sí mismo el suministro de todo lo
que puede ser alcanzado por los sentidos, como si fuera un deva,
mientras que yo soy un esclavo que trabaja siempre en su presen-
cia. ¿Qué tal si yo también emprendo algunas acciones meritorias?
¿Qué tal si afeito mi cabeza y mi barba, me visto con el hábito
amarillo y renuncio a esta vida hogareña para vivir el estilo de
vida sin hogar?’.
“De modo que, después de cierto tiempo efectivamente afeita su
cabeza y la barba, se viste con el hábito amarillo y renuncia a la
vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar. Y viviendo así,
restringe su cuerpo, su manera de hablar y su mente, se contenta
con la comida simple y con la vivienda sencilla y se deleita en la
soledad. Suponga entonces, que otro de sus hombres le informa de
esto: ‘Su Majestad debe saber que un hombre de su entorno, un
esclavo... que trabaja siempre en su presencia... renunció a la vida
hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar... se contenta ahora
con la comida simple y con la vivienda sencilla, se deleita en la
soledad.’ Después de semejante informe, ¿podría Su Majestad de-
cir: ‘Tráigase a este hombre de vuelta! ¡Qué vuelva a trabajar en
mi presencia!’?”
[36] “De ninguna manera, Venerable Señor. Por el contrario, me
acercaría a él e inclinaría respetuosamente mi cabeza delante de él
y le invitaría a sentarse conmigo. Le invitaría a recibir de mí las
vestimentas, los donativos de la comida, el alojamiento y los re-
quisitos medicinales para su salud. Le proveería seguridad, defen-
sa y protección”.
“Entonces, ¿qué piensa Usted, Su Majestad: en este caso, hay al-
gún fruto visible de la vida contemplativa o no?”

64 Digha Nikaya
“Sí, Venerable Señor. En este caso, ciertamente, hay un fruto visi-
ble de la vida contemplativa”.
“Este es, Su Majestad, el primer fruto de la vida contemplativa,
visible aquí y ahora, que puedo señalar para Usted”.

4.2. Dutiyasanditthikasamannaphala - El segundo fruto visible


de la vida contemplativa
[37] “Pero, Venerable Señor, ¿sería posible que el Bienaventurado
señale algún otro fruto de la vida contemplativa que fuera visible
aquí y ahora?”.
“Así es, Su Majestad, lo puedo señalar. Pero primero, en conside-
ración a esto, quisiera hacerle unas contra-preguntas. Que Su Ma-
jestad me responda, según su parecer. Suponga que, en su entorno,
tiene a uno de sus hombres, un agricultor, un hombre hogareño, un
contribuyente que engrosa su tesoro real. Y que un día, se le ocu-
rre este pensamiento: ‘¿No es esto maravilloso? ¿No son realmen-
te asombrosos, el destino y los resultados de las acciones merito-
rias? He aquí que este rey Ajatasattu es un ser humano, al igual
que yo. Sin embargo, el rey Ajatasattu disfruta por sí mismo el su-
ministro de todo lo que puede ser alcanzado por los sentidos,
como si fuera un deva, mientras que yo soy un agricultor, un hom-
bre hogareño, un contribuyente que engrosa su tesoro real. ¿Qué
tal si yo también emprendo algunas acciones meritorias? ¿Qué tal
si afeito mi cabeza y barba, me visto con el hábito amarillo y re-
nuncio a esta vida hogareña para vivir el estilo de vida sin
hogar?’.
“De modo que, después de cierto tiempo, efectivamente afeita su
cabeza y su barba, se viste con el hábito amarillo y renuncia a la
vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar. Y viviendo así,
restringe su cuerpo, su manera de hablar y su mente, se contenta
con la comida simple y con la vivienda sencilla y se deleita en la
soledad. Suponga entonces, que otro de sus hombres le informa de
esto: ‘Su Majestad debe saber que un hombre de su entorno, un

Samannaphala Sutta 65
agricultor, un hombre hogareño, un contribuyente que engrosa sus
tesoros reales... dejó la vida hogareña para vivir el estilo de vida
sin hogar... se contenta ahora con la comida simple y con la vi-
vienda sencilla y se deleita en la soledad’. Después de semejante
informe, ¿podría Su Majestad decir: ‘Tráigase a este hombre de
vuelta! ¡Qué vuelva a ser agricultor, hombre hogareño, contribu-
yente que engrosa mis tesoros reales’?”.
[38] “De ninguna manera, Venerable Señor. Por el contrario, me
acercaría a él e inclinaría respetuosamente mi cabeza delante de él
y le invitaría a sentarse conmigo. Le invitaría a recibir de mí las
vestimentas, los donativos de comida, el alojamiento y los requisi-
tos medicinales para su salud. Le proveería seguridad, defensa y
protección”.
“Entonces, ¿qué piensa Usted, Su Majestad: en este caso, hay al-
gún fruto visible de la vida contemplativa o no?”
“Sí, Venerable Señor. En este caso, ciertamente, hay un fruto visi-
ble de la vida contemplativa”.
“Este es, Su Majestad, el segundo fruto de la vida contemplativa,
visible aquí y ahora, que puedo señalar para Usted”.

4.3. Panitatarasamannaphala - Los frutos superiores de la


vida contemplativa
[39] Pero Venerable Señor, ¿sería posible, que el Bienaventurado
señale algún otro fruto de la vida contemplativa que fuera visible
aquí y ahora?”
“Así es, gran rey, lo puedo señalar. Preste atención, su majestad,
que voy a hablar”. “Así sea, Venerable Señor”, respondió el rey
Ajatasattu y el Bienaventurado continuó:
[40] “Este es el caso, gran rey, en el cual el Tathagata aparece en
el mundo, un Arahant, un Buda plenamente iluminado, perfecto en
conocimiento y conducta, el Sublime, el Conocedor de los mun-
dos, inigualado maestro de los que han de ser amansados, el maes-

66 Digha Nikaya
tro de los devas y los seres humanos, el Buda, el Bienaventurado.
El Dhamma que enseña es agradable en el comienzo, agradable en
el medio y agradable al final. Enseña tanto su espíritu como la le-
tra, exhibiéndolo perfecta y plenamente y viviendo una vida santa,
rigurosa y pura.
[41] “Un hombre hogareño o el hijo del hombre hogareño, o al-
guien que hubo renacido desde un hogar a otro, al escuchar este
Dhamma, obtiene fe en el Tathagata reflexionando de esta manera:
‘La vida hogareña es un camino limitado y cubierto de polvo,
mientras que la vida sin hogar es como vivir al aire libre. Esta no
es una tarea fácil: vivir en el hogar y practicar una vida totalmente
perfecta, totalmente pura y mantenerla brillante como una concha
desvainada. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y mi barba, me visto con
el hábito amarillo y dejo esta vida hogareña para vivir el estilo de
vida sin hogar?’
[42] “De modo que, después de cierto tiempo efectivamente aban-
dona sus riquezas, pequeñas o grandes, deja el círculo de sus pa-
rientes, pequeño o grande, afeita su cabeza y su barba, se viste con
el hábito amarillo para vivir el estilo de vida sin hogar.
“Y viviendo así, se restringe a sí mismo mediante el Patimokkha,
teniendo cuidado de no cometer la menor falta con su cuerpo, con
sus acciones o palabras, enteramente entregado a purificar su vida,
a la virtud, guardando las puertas de sus sentidos, dotado de la
atención consciente y clara atención, estando además contento”.

4.3.1. Sila – Moralidad


4.3.1.1. Culasila - Sección menor de la moral
[43] “¿Y cómo, Su Majestad, el monje perfecciona la virtud? De-
jando de dar la muerte a los seres vivos, se mantiene distante de la
destrucción de la vida; sin garrotes o espadas, se avergüenza de la
violencia. Vive compasivo y amable con todos los seres vivos. Así
se perfecciona en la virtud.

Samannaphala Sutta 67
“Dejando de tomar lo que no le ha sido dado, se mantiene distante
de codiciar aquello que no es de él. Toma solamente lo que le es
ofrecido y mientras espera las limosnas, transcurre su vida en la
honestidad y en la pureza del corazón. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
“Dejando la vida sin celibato, vive en castidad. Se mantiene dis-
tante de las prácticas vulgares relacionadas con los actos sexuales.
De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
[44] “Dejando las palabras mentirosas, se mantiene distante de la
falsedad. Habla la verdad sin dobleces, es creíble y digno de con-
fianza; nunca quiebra su palabra. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
“Dejando la difamación y calumnia, se mantiene distante de la
embustería. Lo que escucha aquí, no lo repite en otro lugar, para
no causar riñas con la gente de aquí; y lo que escucha en otro lu-
gar, no lo repite aquí, para no causar riñas con la gente de allí. Así
vive él, como el reconciliador de aquellos que están divididos,
animando a los que viven en amistad, hacedor y amante de la paz,
apasionado por la causa de la paz; sus palabras son siempre pacífi-
cas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
“Dejando la rudeza de hablar, se mantiene distante del lenguaje
violento. Cada una de sus palabras es intachable, agradable, en-
cantadora, que toca el corazón y es cortés. La gente ama su forma
de hablar y se complace en ella. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
“Dejando las charlas frívolas, se mantiene distante de las vanas
conversaciones. Sus palabras son siempre correctas, acordes a los
hechos y llenas de significado; versan sólo sobre el Dhamma y
Disciplina. Habla siempre a tiempo justo, y sus palabras son dig-
nas de ser escuchadas, llegan al corazón, son ilustrativas, clara-
mente escogidas y siempre tocan el punto. De esta manera, el
monje se perfecciona en la virtud.

68 Digha Nikaya
[45] “Se abstiene de causar daños a las semillas o las plantas,
“Toma una sola comida al día y nunca come por la noche, y se
abstiene de comer en el horario indebido,
“Se abstiene de mirar los espectáculos de entretenimiento,
“Se abstiene de danzar, cantar y escuchar la música,
“Se abstiene de usar adornos, ni se embellece con guirnaldas, per-
fumes o ungüentos,
“Se abstiene de usar grandes y cómodos lechos,
“Se abstiene de recibir oro y plata,
“Se abstiene de aceptar granos no cocinados,
“Se abstiene de aceptar la comida cruda,
“Se abstiene de aceptar mujeres o muchachas,
“Se abstiene de aceptar esclavos y esclavas,
“Se abstiene de aceptar ovejas y cabras,
“Se abstiene de aceptar aves y cerdos,
“Se abstiene de aceptar elefantes, reses, caballos y yeguas,
“Se abstiene de aceptar campos de cultivo y campos baldíos,
“Se abstiene de mandar recados,
“Se abstiene de comprar y vender,
“Se abstiene del engaño con las falsas pesas o medidas,
“Se abstiene del camino torcido de sobornos, estafas y fraudes,
“Se abstiene de mutilaciones, asesinatos y aprisionamientos,
“Se abstiene de asaltos, robos y de la violencia.
“Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la
virtud”.

Samannaphala Sutta 69
4.3.1.2. Majjhimasila - Sección mediana de la moral
[46] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
dañar los semilleros y a todo tipo de plantas en crecimiento: pro-
pagadas desde las raíces, tallos, recortes, articulaciones y simien-
tes –él se mantiene distante de este tipo de daño hecho a los semi-
lleros y a las plantas en crecimiento. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
[47] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
acumular bienes: acumular comida, bebida, vestimentas, equipa-
jes, camas, perfumes o condimentos –él se mantiene distante de
semejante uso de cosas acumuladas. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
[48] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
visitar los espectáculos de entretenimiento, como la danza, las
canciones, la música instrumental, las ferias, los romances, el ma-
nualismo, los cánticos de los bardos, los conciertos de las percu-
siones, el teatro de hadas, las acrobáticas hazañas de los Candalas,
el combate de los elefantes, búfalos, toros, cabras, carneros, gallos
y codornices, las luchas con duelas, el boxeo, las peleas, las luchas
fingidas, los desfiles, las maniobras y los revistas militares –él se
mantiene distante de visitar semejantes espectáculos de entreteni-
miento. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
[49] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
juegos y recreaciones, como los juegos de tabla con ocho o diez
hileras de cuadrados, estos mismos juegos jugados imaginaria-
mente en tablas del aire, las rayuelas, removiendo piezas del mon-
tón y poniéndolas de vuelta, lanzando dados, golpeando palo corto
con el largo, haciendo “dibujos de la mano”, jugando con pelotas,
soplando a través de juguetes de hojas, surcando con juguetes ara-

70 Digha Nikaya
dos, girando en un trapecio, jugando con juguetes-molinos de
viento hechos de hojas de bambú, jugando con los juguetes-medi-
das hechos con hojas de bambú, jugando con juguetes-carros o
con juguetes que se inclinan, adivinando el contenido de las cartas
trazadas en el aire o en la espalda del otro jugador, adivinando los
pensamientos del otro jugador e imitando las deformaciones –él se
mantiene distante de semejantes juegos y recreaciones. De esta
manera, también se perfecciona en la virtud.
[50] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos al
uso de altos y lujosos sofás; es decir: sofás movedizos, altos de
seis pies de altura, divanes con figuras de los animales esculpidos
en los soportes, cobertores de pieles de cabras de largo vellón, co-
loridos retazos cristalinos, mantas blancas, cobertores de lana bor-
dados con flores, edredones rellenados de lana de algodón, cober-
tores bordados con figuras de leones, tigres y otros animales, al-
fombras con pelaje de ambos lados, alfombras con pelaje de un
solo lado, cobertores bordados con piedras preciosas, cobertores
de seda, alfombras de gran tamaño, suficientes para dieciséis bai-
larinas, alfombras con elefantes, caballos y carros, alfombras he-
chas de las pieles de antílopes, cosidas juntas, alfombras hechas
de los antílopes machos, alfombras con toldos y sofás con almoha-
das rojas en la cabecera y en los pies –él se mantiene distante de
semejantes altos y lujosos sofás. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
[51] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
adornarse y embellecerse; es decir, frotando sus cuerpos con pol-
vos perfumados, limpiando y lavándolos en espumas, dando gol-
pecitos a sus miembros con cachiporras como lo hacen los lucha-
dores, usando espejos, ungüentos de ojos, guirnaldas, coloretes,
cosméticos, pulseras, collares, bastones de adorno, lengüetas para
sus perros, estoques, sombrillas, pantuflas adornadas, turbantes,
diademas, colas batidas de los yak y largos flecos bordeados en

Samannaphala Sutta 71
sus vestidos –él se mantiene distante de semejantes adornos y for-
mas de embellecimiento. De esta manera, también se perfecciona
en la virtud.
[52] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
las bajas conversaciones, como estas: los cuentos sobre reyes, la-
drones, ministros del estado, cuentos de guerra, de terror y de ba-
tallas, charlas acerca de comidas y bebidas, vestimenta, camas,
guirnaldas, perfumes; pláticas sobre las relaciones, viajes, pue-
blos, ciudades, poblados y países; charlas sobre las mujeres y so-
bre los héroes, chismorreo en las esquinas de las calles o en luga-
res donde se busca el agua; historias de espíritus, conversaciones
desganadas, especulaciones acerca de la creación de la tierra o del
mar, o sobre la existencia o la no existencia –él se mantiene dis-
tante de semejantes conversaciones bajas. De esta manera, tam-
bién se perfecciona en la virtud.
[53] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
usar las frases reñidas, como por ejemplo: «Tú no entiendes este
Dhamma-y-Disciplina, yo sí, la entiendo; ¿Cómo sería posible que
conocieras este Dhamma-y-Disciplina?»; «Has caído en un punto
de vista falso. Soy yo, el que mantiene el punto de vista correcto»;
«Yo estoy hablando sobre el punto, tú divagas»; «Pusiste al final,
lo que debería ir primero; pusiste primero, lo que debería ir al fi-
nal»; «Lo que creías cierto por tanto tiempo, ya ha sido refutado»;
«Tu desafío ha sido tomado»; «Tú mismo probaste estar equivoca-
do»; «Trabaja para aclarar tu punto de vista» o «Desenrédate tú
mismo, si puedes» –él se mantiene distante de usar semejantes fra-
ses reñidas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
[54] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
mandar mensajes, enviando recados, haciendo de mensajeros,
ofreciendo servicios de inteligencia a los reyes, ministros del esta-

72 Digha Nikaya
do, a los khattiyas, brahmanes o a los jóvenes, diciendo: «Ve allá,
ven aquí, toma a éste contigo, trae esto desde allí» –él se mantiene
distante de semejantes ocupaciones serviles. De esta manera, tam-
bién se perfecciona en la virtud.
[55] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo embauca-
dores, parásitos asalariados de palabras santas, adivinos y exorcis-
tas, sedientos de acumular sus ganancias –él se mantiene distante
de semejante engaño y golpeteo. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.

4.3.1.3. Mahasila - Gran sección de la moral


[56] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de ma-
nera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
por ejemplo, profetizando una larga vida o prosperidad a través de
la quiromancia, leyendo las marcas de las manos o pies de los ni-
ños, etc.; haciendo adivinanzas de los agüeros o signos; predicien-
do augurios de los rayos u otros objetos celestiales, interpretando
sueños, leyendo el futuro de las marcas del cuerpo, prediciendo
augurios de las marcas que dejan los roedores en la ropa, haciendo
sacrificios a Agni, ofreciendo oblaciones de la cuchara, haciendo
ofrendas a las divinidades de la cáscara, haciendo ofrendas de gra-
nos descascarillados listos para ser hervidos, haciendo ofrendas de
miel y aceite; haciendo sacrificios que consisten en echar las se-
millas de mostaza y otras, desde su propia boca al fuego, derra-
mando sangre de su rodilla derecha como sacrificio a los dioses,
mirando los nudillos y otras partes del cuerpo para, luego de re-
funfuñar el encanto, adivinar si el hombre en cuestión posee un
buen nacimiento, o si tiene la suerte o carece de ella; aconsejando
sobre las reglas tradicionales, invocando demonios en el cemente-
rio, invocando espíritus, usando los encantamientos para alojarse
en una casa de tierra, encantando a la serpiente, haciendo arte de
los venenos, arte de los escorpiones, arte de los ratones, arte de las

Samannaphala Sutta 73
aves y arte del cuervo; prediciendo el número de años que van a
vivir los hombres, haciendo encantos para rechazar las flechas y
haciendo ruedas de los animales –él se mantiene distante de seme-
jantes artes bajos.
[57] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
por ejemplo, desarrollando el conocimiento sobre las buenas y las
malas cualidades de la gente, sobre sus riquezas y su suerte, a tra-
vés de los siguientes elementos: el ingenio, las piedras preciosas,
las astas, las prendas de vestir, las espadas, las flechas, los lazos,
otros tipos de armamentos, a través de las mujeres, los hombres,
los muchachos, las muchachas, los esclavos, las esclavas, los ele-
fantes, los caballos, los búfalos, los toros, los bueyes, las cabras,
las ovejas, las aves de corral, las codornices, las iguanas, las ratas
de bambú, las tortugas y otros animales –él se mantiene distante
de semejantes artes bajos.
[58] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
cuando hacen este tipo de predicciones: «Los líderes marcharán
adelante; los líderes retrocederán; nuestros líderes atacarán, mien-
tras los líderes de los enemigos, retrocederán; los líderes de los
enemigos atacarán, mientras nuestros líderes retrocederán; nues-
tros líderes obtendrán la victoria, mientras los otros líderes sufri-
rán la derrota; los otros líderes obtendrán la victoria, mientras los
nuestros sufrirán la derrota; la victoria será para este grupo, la de-
rrota para aquel» –él se mantiene distante de semejantes artes ba-
jos.
[59] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
cuando hacen esta otra clase de predicciones: «Va a haber un

74 Digha Nikaya
eclipse de la Luna; Va a haber un eclipse del Sol; Va a haber un
eclipse de una estrella; Va a haber una anomalía en el Sol o en la
Luna; El Sol o la Luna retornarán por su vía habitual; Va a haber
una caída de los meteoros; Va a haber un fuego en la jungla; Va a
haber un terremoto; El dios va a tronar; Va a haber un levanta-
miento o una posición determinados del Sol, de la Luna o de las
estrellas, una claridad y una disminución de ella. Y con eso, predi-
cen para cada uno de estos quince fenómenos, algún determinado
tipo de resultado» –él se mantiene distante de semejantes artes ba-
jos.
[60] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
estos: prediciendo la abundancia o la escasez de las lluvias; predi-
ciendo una buena cosecha o una escasez de alimentos; prediciendo
la tranquilidad o los disturbios; prediciendo la pestilencia o tiem-
pos saludables; contando con los dedos o sin la utilización de los
dedos; sumando grandes números, componiendo romances y poe-
sías; haciendo casuística y sofistería –él se mantiene distante de
semejantes artes bajos.
[61] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
estos: disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en
los cuales el novio o la novia están llevados a casa; disponiendo
de fechas felices para realizar matrimonios, en los cuales el novio
o la novia están llevados afuera; fijando un tiempo feliz para la re-
alización de tratados de paz [o usando los encantamientos para
procurar la armonía]; fijando tiempos felices para el comienzo de
las hostilidades [o usando los encantamientos para procurar la dis-
cordia]; fijando tiempos felices para las deudas [o usando los en-
cantamientos para aventar exitosamente en los dados]; fijando
tiempos felices para gastar el dinero [o usando los encantamientos
para traer mala suerte al oponente en los dados]; usando encanta-

Samannaphala Sutta 75
mientos para hacer la gente feliz, usando encantamientos para ha-
cer la gente infeliz, usando encantamientos para provocar el abor-
to, haciendo conjuros para enmudecer a alguien, haciendo conju-
ros para mantener fija la mandíbula de alguien, haciendo conjuros
para estirar la mano de alguien, haciendo conjuros para ensordecer
a alguien, obteniendo respuestas de los oráculos, como la del es-
pejo mágico; obteniendo respuestas de los oráculos por medio de
la muchacha poseída, obteniendo respuestas de los oráculos de
parte de la divinidad, adorando al Sol, adornado al Gran Ser, sa-
cando fuegos de su propia boca e invocando a Siri, la diosa de la
buena fortuna –él se mantiene distante de semejantes artes bajos.
[62] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como
estos: jurando regalos a la divinidad si se garantice cierto determi-
nado beneficio, pagando estos votos, repitiendo encantamientos
mientras se trasladan a las casas de la tierra, causando virilidad,
haciendo impotente al hombre, fijando sitios felices para la mora-
da, consagrando los sitios, haciendo ceremonias de los meses, ha-
ciendo baños rituales, ofreciendo sacrificios, administrando vomi-
tivos y purgativos, purgando la gente para aliviar sus cabezas, en-
grasar las orejas de la gente, satisfaciendo los ojos de la gente, ad-
ministrando drogas a través de la nariz, aplicando colirio a los
ojos, ofreciendo pomadas medicinales para los ojos, practicando
como oculistas, practicando como cirujanos, practicando como pe-
diatras, administrando drogas y raíces y administrando medicinas
de manera rotativa –él se mantiene distante de semejantes artes
bajos.
“Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la
virtud.
[63] “El monje que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro algu-
no en nada que ayuda a sus restricciones a través de la virtud. Al
igual que un noble guerrero ungido que ha derrotado a sus enemi-

76 Digha Nikaya
gos, no ve peligro alguno por parte de ellos, así también el monje
que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro alguno en nada que
ayuda a sus restricciones a través de la virtud. Envuelto en la no-
ble totalidad de la virtud, él es internamente sensible al placer que
deriva de ser intachable. Así es, Su Majestad, cómo el monje se
perfecciona en la virtud”.

4.3.2. Samaddhi - Concentración


4.3.2.1. Indriyasamvara - Restricción de los sentidos
[64] “¿Y de qué manera el monje guarda las puertas de sus senti-
dos? Cuando mira con sus ojos algún objeto visible, no se apega a
él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguar-
dar su sentido de la vista, le sobresaltan la avaricia y el pesar, de
modo que la práctica del monje consiste en resguardar la puerta
del ojo. Cuando escucha con sus oídos algún objeto audible no se
apega a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin
resguardar su sentido de la audición, le sobresaltan la avaricia y el
pesar, de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la
puerta del oído. Cuando huele con su nariz algún objeto olfativo
no se apega a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive
sin resguardar su sentido del olfato, le sobresaltan la avaricia y el
pesar, de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la
puerta de la nariz. Cuando degusta con su paladar algún objeto
gustativo... Cuando percibe con su cuerpo algún objeto táctil...
Cuando conoce con su intelecto algún objeto mental, no se apega
a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguar-
dar su sentido de la cognición, le sobresaltan la avaricia y el pesar,
de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la puerta
de la cognición.
Dotado de esta noble restricción de las puertas de los sentidos, el
monje se vuelve internamente sensible del placer proveniente de
ser intachable. Es así, cómo el monje guarda las puertas de sus
sentidos.

Samannaphala Sutta 77
4.3.2.2. Satisampajanna - Atención consciente y clara
comprensión
[65] “¿Y de qué manera el monje practica la atención consciente y
clara comprensión? Cuando camina hacia adelante o cuando cami-
na hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando mira hacia
adelante o mira hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuan-
do flexiona sus miembros o cuando los extiende, lo hace clara-
mente consciente. Cuando viste la ropa interior o cuando viste el
hábito externo, lo hace claramente consciente. Cuando carga su ta-
zón, lo hace claramente consciente. Cuando come, bebe, mastica o
saborea, lo hace claramente consciente. Cuando orina o cuando
defeca, lo hace claramente consciente. Cuando camina, cuando
está parado, cuando está sentado, cuando se recuesta para dormir,
cuando se despierta, cuando conversa o cuando permanece en si-
lencio, todo eso hace claramente consciente. Es así, cómo el mon-
je practica la atención consciente y clara comprensión.

4.3.2.3. Santosa - Contentamiento


[66] “¿Y de qué manera el monje permanece contento? El monje
está satisfecho con la vestimenta que cubre su cuerpo y está satis-
fecho con las limosnas de comida que le quitan el hambre. Donde-
quiera que vaya, toma solamente aquello que es necesario para sa-
tisfacer sus necesidades básicas.
“Como un pájaro que vuela de acá para allá, no llevando más car-
ga que su propio vuelo, satisfecho con lo que tiene, de la misma
manera, el monje, permanece contento”.

4.3.2.4. Nivaranappahana - Abandono de los obstáculos


[67] “Dotado de la totalidad de la noble virtud, de esta noble res-
tricción de los sentidos, de esta noble atención consciente y clara
comprensión y de este noble contentamiento, el monje busca una
morada solitaria: en el bosque, al pie de un árbol, en la cueva de
una montaña, en el cementerio, en la arboleda de la jungla, al aire
libre o en una pila de paja. Después de haberse alimentado, al ha-

78 Digha Nikaya
ber regresado de su ronda en busca de las limosnas de comida, se
sienta con las piernas cruzadas y, manteniendo recto su cuerpo, es-
tablece su atención consciente enfrente.
[68] “Dejando de lado las codicias mundanas, permanece atenta-
mente consciente y libre de la codicia. Limpia su mente de la co-
dicia. Dejando de lado la maldad y el enojo, permanece atenta-
mente consciente y libre de la maldad, con el amor compasivo ha-
cia el bienestar de los seres vivientes. Limpia su mente de la mal-
dad y del enojo. Dejando de lado la pereza y el letargo, permanece
atentamente consciente y libre de la pereza y del letargo, perci-
biendo la luz atenta y conscientemente. Limpia su mente de la pe-
reza y del letargo. Dejando de lado la agitación y la ansiedad, per-
manece imperturbable y con la mente calmada. Limpia su mente
de la agitación y ansiedad. Dejando de lado la incertidumbre, per-
manece como alguien que hubo traspasado las dudas, sin perpleji-
dad en consideración de las sanas cualidades mentales. Limpia su
mente de la incertidumbre.
[69] “Suponga Usted, que un hombre, al tomar un préstamo, lo in-
vierte en asuntos de negocios y sus negocios le van bien: devuelve
toda la vieja deuda y con el resto mantiene a su esposa, pensando
así: ‘Al tomar el préstamo, lo invertí en asuntos de negocios y mis
negocios me han ido bien; ahora, devolví toda la vieja deuda y con
el resto puedo mantener a mi esposa’. A causa de esto, puede ex-
perimentar la alegría y felicidad.
[70] “Suponga también, que un hombre hubo caído enfermo. Y su
enfermedad era grave y dolorosa: no podía disfrutar más de los
alimentos y no sentía fuerza alguna en su cuerpo. Al pasar el tiem-
po, finalmente se recuperó de su enfermedad y volvió a disfrutar
de sus comidas, como también volvió a sentir fuerza en su cuerpo,
pensando así: ‘al caer enfermo, estuve grave y dolorosamente do-
lido: no podía disfrutar más de mis alimentos y no sentía fuerza
alguna en mi cuerpo. Al pasar el tiempo, finalmente me recuperé
de mi enfermedad y volví a disfrutar de mis comidas, como tam-

Samannaphala Sutta 79
bién volví a sentir fuerza en mi cuerpo’. A causa de esto, puede
experimentar la alegría y felicidad.
[71] “Suponga también, que un hombre estaba encerrado en una
prisión. Al pasar el tiempo, finalmente fue liberado de este cauti-
verio, seguro y salvo sin haber perdido sus bienes. Entonces, po-
dría pensar así: ‘Antes, estaba encerrado en una prisión. Al pasar
el tiempo, finalmente fui liberado de este cautiverio y ahora estoy
seguro y salvo sin haber perdido mis bienes’. A causa de esto,
puede experimentar la alegría y felicidad.
[72] “Suponga también, que un hombre esclavo, sujeto a la volun-
tad de otros, no siendo dueño de sí mismo, incapaz de hacer lo que
desea, finalmente, al pasar el tiempo, es liberado de esta esclavi-
tud, dueño de sí mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y
capaz de hacer lo que desea. Entonces, podría pensar así: ‘Antes,
era un hombre esclavo, sujeto a la voluntad de otros, no siendo
dueño de mí mismo, incapaz de hacer lo que deseaba; finalmente,
al pasar el tiempo, fui liberado de esta esclavitud, ahora soy dueño
de mi mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y capaz de
hacer lo que deseo’. A causa de esto, puede experimentar la ale-
gría y la felicidad.
[73] “Suponga también, que un hombre, portando el dinero y los
bienes, está viajando a lo largo de los caminos de un desolado
país. Al pasar el tiempo, finalmente sale de este país desolado, se-
guro y salvo, sin haber perdido sus bienes. Entonces, él podría
pensar así: ‘Estaba portando el dinero y los bienes, viajando a lo
largo de los caminos de un desolado país. Pero finalmente salí de
él y ahora estoy seguro y salvo, sin haber perdido mis bienes’. A
causa de esto, él puede experimentar la alegría y felicidad.
[74] “De la misma manera, señor, cuando estos cinco obstáculos
aún no son abandonados por uno mismo, el monje es como si tu-
viera deudas, enfermedades, como si fuera prisionero o esclavo, o
como si viajara por los caminos de un desolado país.

80 Digha Nikaya
Pero cuando estos cinco obstáculos son abandonados, el monje es
como si pagara todas sus deudas, como si recuperara su salud y li-
bertad, o como si saliera de un lugar inseguro.
Cuando él se da cuenta de que estos cinco obstáculos hubieron
sido abandonados en su interior, nace en él la alegría que produce
arrobamiento. Su cuerpo se vuelve tranquilo y sensible a este pla-
cer, cuya sensación a su vez, produce la concentración de su men-
te”.

4.3.2.5. Pathamajhana - El primer jhana


[75] “Y estando así, separado de la sensualidad, separado de los
insanos estados mentales, entra y permanece en el primer jhana,
acompañado por el pensamiento aplicado y el pensamiento soste-
nido, lleno de arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión. Y
todo su cuerpo está impregnado, bañado y colmado de este arroba-
miento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no que-
da lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el
arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión.
[76] “Como un hábil especialista en preparar baños o su aprendiz,
se adiestra en verter el polvo del baño dentro de la cuenca de la-
tón, amasándolo una y otra vez con el agua, creando una bola de
polvo de baño, saturada, suficientemente húmeda e impregnada
por fuera y por dentro, sin que caiga de ella una sola gota, así tam-
bién el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arroba-
miento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no que-
da lugar alguno en todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el
arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores.

4.3.2.6. Dutiyajhana - El segundo jhana


[77] “Y otra vez, el monje, apaciguando el pensamiento aplicado y
el pensamiento sostenido, logrando la calma mental y la unifica-

Samannaphala Sutta 81
ción de la mente, entra y permanece en el segundo jhana. Lleno de
arrobamiento y placer nacidos de la reclusión y libre del pensa-
miento aplicado y pensamiento sostenido. Todo su cuerpo está im-
pregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer naci-
dos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en
todo su cuerpo, que no fuera impregnado por el arrobamiento y
placer, nacidos de la reclusión.
[78] “Como un lago con aguas manantiales, sin afluentes del Este
ni del Oeste, del Norte ni del Sur, cuando recibe abundantes llu-
vias, sus aguas que brotan desde adentro, se mezclan con estas
aguas frescas, de manera tal que las mismas impregnan e invaden
todo el lago, sin que quede una sola parte no impregnada por las
aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su
cuerpo con el arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de
manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no
fuera impregnado por el arrobamiento y placer, nacidos de la re-
clusión.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores.

4.3.2.7. Tatiyajhana - El tercer jhana


[79] “Y otra vez, el monje, al extinguirse el arrobamiento, perma-
nece ecuánime, con la atención consciente y clara comprensión,
sensible a la sensación del placer entra y permanece en el tercer
jhana, del cual los Nobles declararon que “feliz es aquel que mora
en la ecuanimidad y en la atención consciente”. Todo su cuerpo
está impregnado, bañado y colmado de este placer despojado del
arrobamiento.
[80] “Como una laguna que tiene flores de loto azules, rojas y
blancas que han nacido del agua, han crecido en el agua y no hay
ni una sólo flor que había crecido fuera del agua, de modo que to-
das estas flores de loto azules, rojas y blancas están impregnadas,
bañadas y colmadas con las aguas frescas, así también el monje,

82 Digha Nikaya
impregna, baña y colma su cuerpo con el placer despojado del
arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su
cuerpo, que no fuera impregnado por este placer despojado del
arrobamiento.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores.

4.3.2.8. Catutthajhana - El cuarto jhana


[81] “Y otra vez, el monje, al abandonar tanto el placer como la
pena –con la anterior desaparición de las alegrías y las tristezas–
entra y permanece en el cuarto jhana, el cual va más allá de los
placeres y las penas, purificado con la ecuanimidad y atención
consciente. Impregna su cuerpo con la pureza mental y clara con-
ciencia de manera tal, que no queda lugar alguno en todo su cuer-
po, que no fuera impregnado por esta ecuanimidad y clara con-
ciencia.
[82] “Como si un hombre estuviera sentado cubierto de pie a ca-
beza con una ropa blanca, de tal manera que no quedara parte al-
guna de su cuerpo al descubierto. Así también, el monje permane-
ce sentado cubriendo completamente su cuerpo con la pureza
mental y clara conciencia, no quedando lugar alguno en todo su
cuerpo que no fuera cubierto por esta pureza mental y clara con-
ciencia.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores.

4.3.3. Atthananna - Los ocho conocimientos


4.3.3.1. Vipassananana - Conocimiento perspicaz
[83] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el co-
nocimiento y la visión. Entonces, discierne así: ‘Este cuerpo mío

Samannaphala Sutta 83
es material, compuesto de los cuatro elementos primarios, nacido
de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es transitorio, fric-
cionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi conciencia
está ligada a este cuerpo y depende de él’.
[84] “Como si se tratara de una piedra preciosa perfectamente pu-
lida de sus ocho lados, clara, brillante, sin defecto, admirable en
todos los aspectos, colgada de un cordón azul, amarillo, rojo,
blanco o anaranjado. Si algún hombre, dotado de buena vista, la
tomara en su mano y la inspeccionara diría lo siguiente: ‘Esta pie-
dra preciosa está perfectamente pulida de sus ocho lados, es clara,
brillante, sin defecto y admirable en todos los aspectos. Está col-
gada de un cordón azul, amarillo, rojo, blanco o anaranjado.’ De la
misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y
brillante, intachable, libre de impurezas, maleable, flexible, firme
y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su
mente hacia el conocimiento y la visión. Entonces, discierne así:
‘Este cuerpo mío es material, compuesto de los cuatro elementos
primarios, nacido de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es
transitorio, friccionado, sujeto a disolución y dispersión. Y esta mi
conciencia está ligada a este cuerpo y depende de él’.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.

4.3.3.2. Manomayiddhinana - El cuerpo hecho por la mente


[85] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la cre-
ación del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro cuerpo,
dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas sus par-
tes, con ninguna de sus facultades inferior a éste.
[86] “Como si un hombre desvainara un junco y dijera: ‘Éste es el
junco y ésta es la vaina. El junco es una cosa y la vaina otra, aun-
que el junco haya salido de la vaina’. O, como si un hombre des-

84 Digha Nikaya
vainara su espada de la funda y dijera: ‘Ésta es la espada y ésta es
la funda. La espada es una cosa y la funda otra, aunque la espada
haya salido de la funda’. O, como si un hombre sacara a una ser-
piente de su vieja piel y dijera: ‘Ésta es la serpiente y ésta es su
vieja piel. La serpiente es una cosa y la vieja piel otra, aunque la
serpiente haya salido de su vieja piel’. De la misma manera, el
monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intacha-
ble, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha al-
canzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia
la creación del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro
cuerpo, dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas
sus partes, con ninguna de sus facultades inferior a éste.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.

4.3.3.3. Iddhividhanana - Varios poderes espirituales


[87] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia varios
poderes sobrenaturales. Siendo uno, se convierte en muchos y
siendo muchos, se convierte en uno. Aparece y desaparece. Sin
impedimento alguno, traspasa las paredes, terraplenes y montañas,
como si fueran aire. Se zambulle dentro de la tierra, como si fuera
agua. Camina sobre el agua sin hundirse, como si fuera tierra seca.
Sentado con piernas cruzadas, atraviesa los aires como si fuera un
pájaro sobre el viento. Con su mano toca y, hasta da palmadas al
sol y la luna, así es de imponente y poderoso. Ejercita la influen-
cia de su cuerpo hasta los mundos de Brahma.
[88] “Como un hábil alfarero o su aprendiz, sabe dar muchas for-
mas a la arcilla bien preparada y convertirla en diferentes clases
de recipientes cerámicos de acuerdo a sus deseos; o como un hábil
tallista de marfil o su aprendiz, sabe trabajar el marfil bien prepa-
rado de acuerdo a sus deseos; o como un hábil orfebre o su apren-
diz, sabe hacer de oro bien preparado los artículos de acuerdo a

Samannaphala Sutta 85
sus deseos –así también, el monje, con su mente concentrada, pu-
rificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable,
flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona
e inclina su mente hacia varios poderes sobrenaturales. Siendo
uno sólo, se convierte en muchos... Ejercita la influencia de su
cuerpo hasta los mundos de Brahma.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.

4.3.3.4. Dibbasotanana - El oído divino


[89] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el
oído divino. Con el oído divino, purificado y que supera el de los
seres humanos, escucha a ambas clases de sonidos: los divinos y
los humanos, provenientes de lejos o de cerca.
[90] “Como un hombre viajando a lo largo de la carretera, puede
escuchar los sonidos de los timbales, pequeños tambores, conchas,
címbalos e instrumentos de percusión, y discernir: ‘Éste es el soni-
do de los timbales, éste de los pequeños tambores, éste de con-
chas, éste de címbalos y éste de los instrumentos de percusión’.
De la misma manera el monje, con la mente concentrada, purifica-
da y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexi-
ble, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e
inclina su mente hacia el oído divino. Con el oído divino, purifica-
do y que supera el de los seres humanos, escucha a ambas clases
de sonidos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de
cerca.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.

4.3.3.5. Cetopariyanana - Lectura de la mente


[91] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,

86 Digha Nikaya
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la lec-
tura de otras mentes. Con su propia mente, conoce y distingue la
mente de los otros seres o de otras personas. Conoce la mente
afectada por la pasión, como mente apasionada, y la mente sin pa-
sión, como la mente liberada de la pasión. Conoce la mente afec-
tada por la aversión, como la mente con aversión, y la mente sin
aversión, como la mente liberada de aversión. Conoce la mente
afectada por la falsa ilusión, como mente mal ilusionada, y la
mente sin falsa ilusión, como la mente liberada de la falsa ilusión.
Discierne la mente restringida como tal y sabe cuándo la mente
está dispersa. Cuando una mente está expandida, la reconoce
como expandida y cuando está estrecha, sabe que está estrecha. A
una mente destacada, la reconoce como destacada y una mente co-
rriente reconoce como tal. Sabe cuándo la mente está concentrada
y cuando no lo es, en ambos casos lo discierne correctamente,
como también cuando la mente está liberada y cuando no.
[92] “Como una mujer, un hombre o un muchacho preocupado
por su apariencia, examina cuidadosamente el reflejo de su propio
rostro en el brillante espejo o en el tazón con agua pura, sabiendo
discernir lunares o motas de las partes libres de manchas, así tam-
bién, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante,
intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que
ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente
hacia la lectura de las otras mentes. Con su propia mente, conoce
y distingue la mente de los otros seres o de otras personas... Sabe
cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos ca-
sos lo discierne correctamente, como también cuando la mente
está liberada y cuando no.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.

Samannaphala Sutta 87
4.3.3.6. Pubbenivasanussatinana - Recuerdos de las vidas
pasadas
[93] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el co-
nocimiento de las existencias pasadas. Se acuerda de sus múltiples
vidas pasadas: de un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimien-
tos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien,
mil, cien mil nacimientos, muchos eones de las contracciones cós-
micas, muchos eones de las expansiones cósmicas, muchos eones
de las contracciones y expansiones cósmicas, recordando: ‘En
aquel entonces, mi nombre era así, mi linaje era éste y provenía de
esta casta; me alimentaba de ésta clase de alimento experimentaba
esta y aquella clase de alegrías y penas y he vivido esta cantidad
de años. Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado allá,
donde mi nombre era... Habiendo terminado mi vida ahí, me he
reconectado aquí’. De esta manera, se acuerda de varias de sus vi-
das pasadas, con sus condiciones y detalles.
[94] “Como si un hombre saliera de su pueblo para irse al otro, y
luego saliera de aquel para irse a uno nuevo y diferente y final-
mente volviera a su casa. Entonces, podría tener este pensamiento:
‘Salí de mi pueblo natal y me fui a este otro pueblo. Ahí estuve
parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y
permanecí en silencio de esta manera. Salí de este pueblo y me fui
a aquel otro pueblo diferente, donde estuve parado de esta manera,
estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de
esta manera. Finalmente, salí de aquel otro pueblo diferente y vol-
ví a casa’. De esta misma manera, el monje, con la mente concen-
trada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas,
maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad,
direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento de las existen-
cias pasadas. Se acuerda de sus múltiples vidas pasadas: de un na-
cimiento... se acuerda de varias de sus vidas pasadas, con sus con-
diciones y detalles.

88 Digha Nikaya
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.

4.3.3.7. Dibbacakkunana - Ojo divino


[95] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia la
muerte y la reconexión de los seres. A través del ojo divino, purifi-
cado y que sobrepasa el humano, ve la muerte de los seres y su re-
aparición, discerniendo si su destino es inferior o superior, hermo-
so u horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo al kamma
de cada uno. Conoce de esta manera: ‘Estos seres, que obraron
mal con su cuerpo, con su habla o con su mente, los que injuria-
ban a los nobles, mantenían los incorrectos puntos de vista y asu-
mían acciones resultantes de estos erróneos puntos de vista, al
quebrarse su cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el
plano de las penurias, de mal destino, en los reinos bajos, en el in-
fierno. Pero aquellos seres, que obraron bien con su cuerpo, con
su habla o con su mente, los que no injuriaban a los nobles, man-
tenían los correctos puntos de vista y asumían acciones resultantes
de estos correctos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después
de la muerte, han reaparecido en el buen destino, en el mundo ce-
lestial’. De esta manera, a través del ojo divino, purificado y que
sobrepasa el humano, él ve la muerte de los seres y su reaparición,
discerniendo si su destino inferior o superior, hermoso u horrible,
afortunado o desafortunado, de acuerdo a su kamma.
[96] “Como si un hombre, que tuviera una buena vista, estuviera
parado en la cima de un edificio en el centro de su ciudad y obser-
vara la gente entrando en la casa y saliendo de ella, caminando a
lo largo de la calle y gente sentada en la plaza central. Entonces,
podría tener este pensamiento: ‘esta gente entra y sale de la casa,
camina a lo largo de la calle y está sentada en la plaza central’. De
la misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada
y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable, flexible,

Samannaphala Sutta 89
firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e incli-
na su mente hacia la muerte y la reconexión de los seres. A través
del ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ve la muerte
de los seres y su reaparición, discerniendo si su destino es inferior
o superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de
acuerdo a su kamma.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, pero más sublime y más perfecto que los anteriores”.

4.3.3.8. Asavakkhayanana - Fin de las impurezas


[97] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el co-
nocimiento del fin de las impurezas mentales. Él conoce tal como
realmente es: ‘Este es el sufrimiento, éste es el origen del sufri-
miento, éste es el cese del sufrimiento y éste es el sendero que lle-
va al cese del sufrimiento’. También conoce esto tal como real-
mente es: ‘Estas son las impurezas mentales, éste es el origen de
las impurezas mentales, éste es el cese de las impurezas mentales
y éste es el sendero que lleva al cese de las impurezas mentales’.
A través de este conocimiento y la visión, su mente es liberada de
las impurezas de la sensualidad, de las impurezas de la existencia
y de las impurezas de la ignorancia. Y entonces, el siguiente cono-
cimiento nace en él: ‘¡Ésta es la liberación!’ Y sabe que ‘el naci-
miento está terminado, la vida santa ha sido realizada, la tarea ha
culminado. No queda más nada por delante’.
[98] “Como si un hombre, con una buena vista, se acercara a la
orilla de un cristalino, limpio e impoluto lago en medio de las
montañas y, estando ahí, observara las conchas, la grava, los gui-
jarros, como también el cardumen de los peces que nadan y des-
cansan. Entonces, podría tener este pensamiento: ‘Este lago es
cristalino, limpio e impoluto; hay en él las conchas, la grava, los
guijarros, como también el cardumen de los peces que nadan y
descansan’. De la misma manera, el monje, con la mente concen-

90 Digha Nikaya
trada, purificada y brillante, intachable, libre de las impurezas,
maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad,
direcciona e inclina su mente hacia el conocimiento del fin de las
impurezas mentales. Él conoce tal como realmente es: ‘Este es el
sufrimiento, éste es el origen del sufrimiento, éste es el cese del
sufrimiento y éste es el sendero que lleva al cese del sufrimiento’.
También conoce esto, tal como realmente es: ‘Estas son las impu-
rezas mentales, éste es el origen de las impurezas mentales, éste es
el cese de las impurezas mentales y éste es el sendero que lleva al
cese de las impurezas mentales’. A través de este conocimiento y
la visión, su mente es liberada de las impurezas de la sensualidad,
de las impurezas de la existencia y de las impurezas de la ignoran-
cia. Y entonces, el siguiente conocimiento nace en él: ‘¡Ésta es la
liberación!’ Y él sabe que ‘el nacimiento está terminado, la vida
santa ha sido realizada, la tarea ha culminado. No queda más nada
por delante’.
“Este es, señor, otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y
ahora, el más sublime y más perfecto que los anteriores. Y no
existe otro fruto de la vida contemplativa visible aquí y ahora, que
fuera más sublime que éste”.

5. Ajatasattuutupasakattapativedana - La conversión
de Ajatasattu en un seguidor laico
[99] Cuando esto fue dicho, el rey Ajatasattu se dirigió al Biena-
venturado con estas palabras: “¡Excelente, Venerable Señor! ¡Re-
almente, magnífico! Es como si alguien enderezara lo que estaba
torcido, como si revelara, lo que estaba oculto, como si mostrara
el camino a alguien que estaba perdido o si encendiera una lámpa-
ra en medio de la oscuridad, para que alguien dotado de buena vis-
ta pudiera percibir las formas. De la misma manera, el Bienaven-
turado ha expuesto el Dhamma de diferentes maneras. Yo, señor,
voy a tomar el refugio en el Bienaventurado, en el Dhamma y en
el Sangha. Que el Bienaventurado me considere, de aquí en ade-

Samannaphala Sutta 91
lante, como uno de sus seguidores laicos.
“Sin embargo, Venerable Señor, me pesa mi trasgresión que come-
tí, cuando, para conseguir el trono, por ser tonto, confundido y
malvado, privé de la vida a mi padre, quien era un buen hombre y
un rey justo. Que el Bienaventurado acepte mi confesión de esta
mala acción para que pueda contenerme en el futuro.”
[100] “Sí, Su Majestad, la trasgresión se apoderó de Usted, cuan-
do, siendo tonto, confundido y malvado, privó de la vida a su pro-
pio padre, quien fue un buen hombre y un rey justo. Pero, ya que
ha reconocido su trasgresión como tal y la confesó, según el
Dhamma, nosotros aceptamos esta confesión. Alguien que quiere
crecer en el Dhamma y Disciplina, cuando comete alguna trasgre-
sión, debe reconocerla como tal y confesarla, para poder contener-
se en el futuro”.
[101] Cuando esto fue dicho, el rey Ajatasattu se dirigió al Biena-
venturado con estas palabras: “Que el Venerable Señor ahora per-
mita marcharme. Son muchas mis ocupaciones y responsabilida-
des”.
“Haga, Su Majestad, de acuerdo con sus deseos”.
Entonces, el rey Ajatasattu, al deleitarse y regocijarse en las pala-
bras del Bienaventurado, se levantó de su asiento, saludó al Biena-
venturado con reverencia y se retiró, cuidando por respeto, que el
Bienaventurado quedara siempre a su lado derecho.
[102] No mucho tiempo después de que el rey Ajatasattu se hubo
retirado, el Bienaventurado de dirigió a los monjes con estas pala-
bras: “El rey fue profundamente afectado, monjes, fue tocado en
su corazón. Si no fuera porque hubo asesinado a su padre, quien
fue un buen hombre y un rey justo, el puro e impecable ojo del
Dhamma podría haber surgido en él, mientras estaba aquí senta-
do”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo y los monjes se alegraron y
se deleitaron en las palabras del Bienaventurado.

92 Digha Nikaya
Ambattha Sutta
Discurso con Ambattha
Ambattha fue pupilo de un famoso brahmán, de nombre Pokkharasati, el cual encargó a
su estudiante averiguara si el Buda realmente era un Gran Hombre. El arrogante apren -
diz queda humillado y su maestro convertido al ver las treinta y dos marcas en el cuerpo
del Buda que, según la tradición, debe tener todo ser perfectamente iluminado.

Ambattha Sutta 93
FUENTE:
Dragonetti, C. y Tola, F. (2005). Ambattha Sutta en Digha Nikaya: Diálogos Mayores de
Buda. Fundación Instituto de Estudios Budistas FIEB, Argentina - The Buddhist Asso-
ciation of the United States. Pp. 225-303.
Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.

94 Digha Nikaya
DN 3

Ambattha Sutta
Discurso con Ambattha

[1] He aquí lo que yo he oído decir. Cierta vez el Bhagavant reco-


rriendo el país de los Kosalas junto con un gran grupo de
bhikkhus, con quinientos bhikkhus, llegó a una aldea brahmánica
de los Kosalas, llamada Icchanangala. Allí, en Icchanangala, el
Bhagavant vivía en la densa jungla de Icchanangala.

1. Episodio de Pokkharasati
[2] En aquella ocasión el brahmán Pokkharasati vivía en Uk-
kattha, localidad populosa, rica en pastos, bosques y agua, abun-
dante en granos, dominio real, entregada por el rey Pasenadi de
Kosala, como una donación del rey, en total propiedad. Y el brah-
mán Pokkharasati oyó decir: “El samán Gotama, descendiente de
los Sakyas, que dejó el clan de los Sakyas para llevar una vida
errante y mendicante, recorriendo el país de los Kosalas con un
gran grupo de bhikkhus, con quinientos bhikkhus, ha llegado a Ic-
chanangala y vive en Icchanangala, en la densa jungla de Iccha-
nangala. Se ha difundido con respecto al Bhagavant Gotama este
rumor de buena fama: ‘El Bhagavant es un Arhant, Perfectamente
Iluminado, dotado de saber y buena conducta, bien encaminado,
conocedor del mundo, insuperable conductor de los hombres que
deben ser controlados, maestro de Dioses y de hombres, el Ilumi-
nado, el afortunado. Él, habiendo conocido, habiendo percibido
por sí mismo este mundo junto con sus Dioses, con Mara, con
Brahma, a esta humanidad con sus samanes y brahmanes, con sus
dioses y sus hombres, lo da a conocer. Él enseña la Doctrina her-
mosa en el comienzo, hermosa en el medio, hermosa en el fin, en
su espíritu y en su letra; él proclama la vida religiosa realizada en

Ambattha Sutta 95
su integridad, completamente pura. Es bueno, en verdad, ver a
Arhants de tal naturaleza’”.
[3] En aquella ocasión, el joven brahmán llamado Ambattha era
discípulo del brahmán Pokkharasati, maestro brahmánico, conoce-
dor de mantras2, autoridad en los tres Vedas, en el vocabulario y
en el ritual, en el análisis de las palabras y, en quinto lugar, en la
tradición oral, conocedor de los padas3, experto en interpretación,
experimentado en el saber relativo al mundo y en las Marcas de
los Grandes Hombres4, aceptado y reconocido lo dicho por su pro-
pio maestro con relación al triple conocimiento védico: “Tú sabes
lo que yo sé; yo sé lo que tú sabes”.
[4] Y el brahmán Pokkharasati le dijo al joven brahmán Ambattha:
“Querido Ambattha, el samán Gotama, descendiente de los Sak-
yas, que ha dejado el clan de los Sakyas para llevar una vida
errante y mendicante, recorriendo el país de los Kosalas con un
gran grupo de bhikkhus, con quinientos bhikkhus, ha llegado a Ic-
chanangala y vive en Icchanangala, en la densa jungla de Iccha-
nangala. Se ha difundido con respecto al Bhagavant Gotama este
rumor de buena fama: ‘El Bhagavant es un Arhant, Perfectamente
Iluminado, dotado de saber y buena conducta, bien encaminado,
conocedor del mundo, insuperable conductor de los hombres que
deben ser controlados, maestro de Dioses y de hombres, el Ilumi-
nado, el afortunado. Él, habiendo conocido, habiendo percibido
por sí mismo este mundo junto con sus Dioses, con Mara, con
Brahma, a esta humanidad, con sus samanes y brahmanes, con sus
Dioses y sus hombres, lo da a conocer. Él enseña la Doctrina her-
mosa en su comienzo, hermosa en el medio, hermosa en el fin, en
su espíritu y en su letra; él proclama la vida religiosa realizada en
su integridad, completamente pura. Es bueno, en verdad, ver a

2 Fórmulas sagradas.
3 Las palabras que forman los versos védicos en su forma previa a la aplicación de las
leyes eufónicas del sánscrito.
4 El sutra del Digha Nikaya 30, denominado Lakkhanasutta, trata de las Treinta y Dos
Marcas que distinguen a los Grandes Hombres.

96 Digha Nikaya
Arhants de tal naturaleza’. Ve tú, querido Ambattha, acércate a
donde se encuentra el samán Gotama y, habiéndote acercado, co-
noce al samán Gotama –si el Bhagavant Gotama es realmente tal
como lo proclama aquel rumor difundido o si no es así; si aquel
señor Gotama es tal o si no es tal. Entonces nosotros conoceremos
a este Bhagavant Gotama”.
[5] “¿Cómo conoceré, señor, al Bhagavant Gotama –si el Bhaga-
vant Gotama es realmente tal como lo proclama aquel rumor di-
fundido o si no es así; si aquel señor Gotama es tal o si no es tal?”.
“Querido Ambattha, en nuestros mantras han sido transmitidas
treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres; para aquel gran
hombre que esté dotado de ellas existen dos destinos y no otros. Si
lleva una vida de hogar, se convierte en un rey soberano, legítimo
y justo, cuyo dominio se extiende hasta los cuatro océanos, con-
quistador, que ha conseguido la completa seguridad en sus domi-
nios, adornado con las siete joyas. Estas siete joyas suyas son: la
joya de los reinos5, la joya de los elefantes, la joya de los caballos,
la joya de las piedras preciosas, la joya de las mujeres, la joya de
los administradores y, en séptimo lugar, la joya de los consejeros.
Él tiene más de mil hijos, valientes, con cuerpos de grandes gue-
rreros, destructores de los ejércitos enemigos. Él domina en esta
tierra hasta el límite de los océanos, habiéndola conquistado no
por el garrote, no por la espada, sino con la justicia. Pero si él deja
su casa para llevar una vida errante y mendicante, se convierte en
un Arhant, en un Perfectamente Iluminado, en uno que en el mun-
do ha quitado el velo6. Yo, querido Ambattha, te he dado los man-
tras, tú los has recibido”.

2. El joven brahmán Ambattha fue a donde se


encontraba el Bhagavant
[6] Diciendo: “Si, señor”, el joven brahmán Ambattha, obedecien-
5 La joya de los reinos, etcétera: El más eximio reino, etc.
6 El velo de la ignorancia que cubre la verdad.

Ambattha Sutta 97
do al brahmán Pokkharasati, levantándose de su asiento, saludan-
do al brahmán Pokkharasati, haciendo el padakkhina, subiendo a
un carro tirado por una yegua, partió hacia donde se encontraba la
densa jungla de Icchanangala con numerosos jóvenes. Habiendo
ido en carro hasta donde había camino para carro, descendiendo
del carro, a pie, entró en el parque. En aquella ocasión numerosos
bhikkhus se paseaban al aire libre. Entonces el joven brahmán
Ambattha se acercó a donde se encontraban aquellos bhikkhus y,
habiéndose acercado a aquellos bhikkhus, les dijo esto: “Señores,
¿dónde se encuentra ahora el señor Gotama? Nosotros hemos ve-
nido a ver al señor Gotama”.
[7] Entonces aquellos bhikkhus pensaron: “Este joven brahmán
Ambattha es de una familia ilustre, es discípulo del renombrado
brahmán Pokkharasati. Al Bhagavant no le molesta conversar con
tales hijos de familia”. Ellos dijeron esto al joven Ambattha: “Oh
Ambattha, aquella habitación con la puerta cerrada –acercándote
a ella sin hacer ruido, entrando en la galería caminando lentamen-
te, tosiendo ligeramente, golpea el cerrojo. El Bhagavant te abrirá
la puerta”.
[8] Entonces el joven brahmán Ambattha, acercándose sin hacer
ruido a aquella habitación con la puerta cerrada, entrando en la ga-
lería caminando lentamente, tosiendo ligeramente, golpeó el ce-
rrojo. El Bhagavant abrió la puerta. El joven brahmán Ambattha
entró. Los jóvenes brahmanes, entrando también, se saludaron
amistosamente con el Bhagavant y, después de intercambiar pala-
bras cordiales y corteses, se sentaron a un lado. Y el joven brah-
mán Ambattha, caminando, intercambió algunas palabras corteses
con el Bhagavant que estaba sentado; y, parado, intercambió algu-
nas palabras corteses con el Bhagavant que estaba sentado.
[9] Entonces el Bhagavant le dijo esto al joven brahmán Am-
battha: “Oh Ambattha, ¿así conversas tú con brahmanes ancianos,
venerables, que son maestros y maestros de maestros, en la forma
como tú ahora, caminando y parado, intercambias algunas pala-

98 Digha Nikaya
bras corteses conmigo que estoy sentado?”.
3. Ambattha acusó de “inferiores” a los sakyas
[10] “Eso no, señor Gotama. Un brahmán, señor Gotama, debe
conversar con un brahmán que camina, caminando; un brahmán,
señor Gotama, debe conversar con un brahmán que está parado,
parado; un brahmán, señor Gotama, debe conversar con un brah-
mán que está sentado, sentado; un brahmán, señor Gotama, debe
conversar con un brahmán que está acostado, acostado; pero, se-
ñor Gotama, con ascetas de cabezas rapadas, con samanes, con in-
feriores, con negros, con los que nacieron del pie de Brahma 7, con
ellos yo converso así como con el señor Gotama”.
“Oh Ambattha, tú has venido aquí deseando algo. Piensa bien en
el propósito por el cual tú has venido. Este joven brahmán Am-
battha, señores, sin haber sido educado, está orgulloso de su edu-
cación. ¿Por qué otra razón que por su falta de educación?”.
[11] Entonces el joven brahmán Ambattha calificado de “no edu-
cado” por el Bhagavant, enojado, desagradado, encolerizado con
el Bhagavant, tratando con insolencia al Bhagavant, criticando al
Bhagavant –pensando: “El samán Gotama se conducirá mal”–, le
dijo esto al Bhagavant: “Violenta, señor Gotama, es la raza de los
Sakyas; ruda, señor Gotama, es la raza de los Sakyas; susceptible,
señor Gotama, es la raza de los Sakyas; salvaje, señor Gotama, es
la raza de los Sakyas; siendo inferiores, sí, siendo inferiores, no
honran a los brahmanes, no respetan a los brahmanes, no reveren-
cian a los brahmanes, no veneran a los brahmanes, no estiman a
los brahmanes. Y es inadecuado, señor Gotama, es impropio que
siendo los Sakyas inferiores, sí, siendo inferiores, no honren a los
brahmanes, no respeten a los brahmanes, no reverencien a los
7 De acuerdo con la tradición india brahmánica, los brahmanes nacieron de la cabeza
del hombre primordial sacrificado en el inicio de la creación, los guerreros de sus
brazos, los comerciantes de sus muslos y los siervos (shudras) de sus pies. Am-
battha se refiere a otra tradición de acuerdo con la cual los siervos nacieron del pie
de Brahma, el Dios Creador. Los brahmanes se consideraban superiores a todos, in-
cluidos los Sakyas, el clan al que perteneció Buda.

Ambattha Sutta 99
brahmanes, no veneren a los brahmanes, no estimen a los brahma-
nes”. Así el joven brahmán Ambattha hizo a los Sakyas por prime-
ra vez está acusación de “inferiores”.
“Ambattha, ¿en qué te han ofendido los Sakyas?”.
[12] “Cierta vez, señor Gotama, yo fui a Kapilavatthu, por algo
que tenía que hacer para mi maestro, el brahmán Pokkharasati, y
me dirigí al salón del Consejo de los Sakyas. En aquella ocasión
numerosos Sakyas y jóvenes Sakyas estaban sentados en el Con-
sejo en asientos elevados, haciéndose cosquillas unos a otros, bro-
meando, jugando; seguramente burlándose de mí, yo pienso; nin-
guno me ofreció un asiento. Y es inadecuado, señor Gotama, es
impropio que siendo los Sakyas inferiores, sí, siendo inferiores, no
honren a los brahmanes, no respeten a los brahmanes, no reveren-
cien a los brahmanes, no veneren a los brahmanes, no estimen a
los brahmanes”. Así el joven brahmán Ambattha hizo a los Sakyas
por segunda vez esta acusación de “inferiores”.
[13] “Ambattha, aún la codorniz en su propio nido habla a su an-
tojo. Ahora bien, Ambattha, Kapilavatthu es propiedad de los Sak-
yas. No es conveniente que el venerable Ambattha se enoje por
algo de tan poca importancia”.
“Señor Gotama, existen estas cuatro castas: kshatriyas, brahma-
nes, vaishyas8 y shudras9. Entre estas cuatro castas, señor Gotama,
tres castas: kshatriyas, vaishyas y shudras, son exclusivamente
servidoras de los brahmanes. Y es inadecuado, señor Gotama, es
impropio que siendo los Sakyas inferiores, sí, siendo inferiores, no
honren a los brahmanes, no respeten a los brahmanes, no reveren-
cien a los brahmanes, no veneren a los brahmanes, no estimen a
los brahmanes”. Así el joven brahmán Ambattha hizo a los Sakyas
por tercer vez esta acusación de “inferiores”.

8 Comerciantes
9 Siervos

100 Digha Nikaya


4. El origen de la familia Kanhayana
[14] Y el Bhagavant pensó: “Este joven brahmán Ambattha está
insultando exageradamente a los Sakyas con la acusación de ‘infe-
riores’. Pues yo le preguntaré por su familia”. Y el Bhagavant al
joven brahmán Ambattha le dijo esto: “Ambattha, ¿de qué familia
eres?”.
“Yo soy un Kanhayana, señor Gotama”.
“Ambattha, para el que recuerda tu antiguo linaje, por parte de tu
padre y de tu madre, los Sakyas son los amos, tú eres el descen-
diente de una esclava de los Sakyas. Los Sakyas en verdad, Am-
battha, reclaman como ancestro al rey Okkaka. Antiguamente,
Ambattha, el rey Okkaka, deseoso de procurar un reino al hijo de
la que era su querida y amada esposa principal, desterró del reino
a sus primogénitos: Okkamukha, Karakanda Hatthinika, Sinisura.
Existe en la ladera del Himalaya, en la orilla de un estanque de lo-
tos, un gran bosque de árboles Saka –ellos, desterrados del reino,
se establecieron allí. Ellos, por temor a la mezcla de su raza, con-
vivían con sus propias hermanas. Ahora bien, Ambattha, el rey
Okkaka les dijo a sus ministros consejeros: ‘¿En dónde, señores,
vivirán ahora mis hijos?’.
“‘Existe, señor, en la ladera del Himalaya, en la orilla de un estan-
que de lotos, un gran bosque de árboles Saka; allí viven ahora tus
hijos. Ellos, por temor a la mezcla de su raza, conviven con sus
propias hermanas’.
“Y el rey Okkaka, oh Ambattha, expresó estas palabras cargadas
de emoción: ‘¡Señores, mis hijos son en verdad sakyas! ¡Señores,
mis hijos son en verdad los mejores sakyas!’. Y desde entonces,
Ambattha, ellos son conocidos como ‘sakyas’10. Y este rey fue el
ancestro de ellos. Y el rey Okkaka, oh Ambattha, tenía una esclava
llamada Disa. Ella dio a luz a un negrito. Recién nacido el negrito

10 Sakya: juego de palabras en el cual el término sakya, por su similitud con la raíz
SAK, “poder”, es tomado en el sentido de “poderoso”, “potente”.

Ambattha Sutta 101


dijo:
“¡‘Lávame, mamá; báñame, mamá; libérame de esta impureza; así
yo te seré útil!’. Ahora bien, Ambattha, así como ahora los hom-
bres cuando ven pisachas11, los llaman ‘pisachas’ de la misma ma-
nera, Ambattha, en aquel entonces los hombres a los pisachas los
llamaban ‘kanhas’ [negros]. Ellos dijeron así: ‘Apenas nació, éste
habló. Un negro [kanha] ha nacido, un pisacha ha nacido’. Y des-
de entonces, oh Ambattha, son conocidos como ‘Kanhayanas’. Y
él fue el ancestro de los Kanhayanas. De esta manera, Ambattha,
para el que recuerda tu antiguo linaje, por parte de tu padre y de tu
madre, los Sakyas son los amos, tú eres el descendiente de una es-
clava de los Sakyas”.
[15] Cuando el Bhagavant habló así, los jóvenes brahmanes dije-
ron esto al Bhagavant: “¡Que el señor Gotama no insulte exagera-
damente a Ambattha con la acusación de ‘hijo de una esclava’!
Señor Gotama, el joven brahmán Ambattha es bien nacido, el jo-
ven brahmán Ambattha es hijo de familia, el joven brahmán Am-
battha es muy culto, el joven brahmán Ambattha es de agradable
conversación, el joven brahmán Ambattha es un pandit, el joven
brahmán Ambattha puede discutir este asunto con el señor Gota-
ma”.
[16] Entonces el Bhagavant les dijo esto a aquellos jóvenes brah-
manes: “Jóvenes brahmanes, si vosotros pensáis: ‘El joven brah-
mán Ambattha es mal nacido; el joven brahmán Ambattha no es
hijo de familia; el joven brahmán Ambattha es ignorante; el joven
brahmán Ambattha habla inadecuadamente; el joven brahmán
Ambattha es de escasa inteligencia; el joven brahmán Ambattha
no puede discutir con el samán Gotama con relación a este tema’,
entonces que se quede tranquilo el joven brahmán Ambattha, dis-
cutid vosotros conmigo con relación a este tema. Jóvenes brahma-
nes, si vosotros pensáis: ‘El joven brahmán Ambattha es bien na-
cido; el joven brahmán Ambattha es hijo de familia; el joven brah-

11 Demonios

102 Digha Nikaya


mán Ambattha es muy culto; el joven brahmán Ambattha habla
adecuadamente; el joven brahmán Ambattha es un sabio; el joven
brahmán Ambattha puede discutir con el samán Gotama con rela-
ción a este tema’, entonces vosotros quedáos tranquilos, que el jo-
ven brahmán Ambattha discuta conmigo”.
“Señor Gotama, el joven brahmán Ambattha es bien nacido; el jo-
ven brahmán Ambattha es hijo de familia; el joven brahmán Am-
battha es muy culto; el joven brahmán Ambattha habla adecuada-
mente; el joven brahmán Ambattha es un sabio; el joven brahmán
Ambattha puede discutir con el samán Gotama con relación a este
tema; nosotros permaneceremos en silencio; que el joven brahmán
Ambattha discuta con el señor Gotama con relación a este tema”.
[17] Entonces el Bhagavant le dijo esto al joven Ambattha: “Am-
battha, he aquí una pregunta razonable para ti, que tú debes con-
testar aun contra tu voluntad. Si tú no respondes o si te evades con
una cosa por otra o si permaneces en silencio o si te vas, entonces
tu cabeza se partirá en siete pedazos. ¿Qué dices tú de esto, Am-
battha? ¿No has oído decir a los brahmanes ancianos, venerables,
que son maestros y maestros de maestros, de dónde provienen los
Kanhayanas, y quién es el ancestro de los Kanhayanas?”.
Cuando el Bhagavant habló así, el joven brahmán Ambattha per-
maneció en silencio. Por segunda vez entonces el Bhagavant le
dijo esto al joven brahmán Ambattha: “¿Qué dices tú de esto, Am-
battha? ¿No has oído decir a los brahmanes ancianos, venerables,
que son maestros y maestros de maestros, de dónde provienen los
Kanhayanas?”. Por segunda vez el joven brahmán Ambattha per-
maneció en silencio.
Y el Bhagavant le dijo esto al joven brahmán Ambattha: “¡Res-
ponde ahora a mi pregunta, Ambattha! No es el momento ahora de
permanecer en silencio. Aquel a quien el Tathagata le ha hecho
una pregunta razonable por tres veces y no responde –su cabeza se
partirá en siete pedazos”.

Ambattha Sutta 103


[18] Entonces el yaksha12 Vajirapani, tomando un gran martillo de
hierro ardiente, en llamas, incandescente, se paró en el aire, enci-
ma del joven Ambattha, pensando: “Si este joven brahmán Am-
battha, a quien el Tathagata le ha hecho una pregunta razonable
por tres veces, no contesta, entonces partiré su cabeza en siete pe-
dazos”. Y sólo el Bhagavant y el joven brahmán Ambattha veían
al yaksha Vajirapani”.
[19] Y el joven brahmán Ambattha, asustado, agitado, horripilado,
buscando protección en el Bhagavant, buscando amparo en el
Bhagavant, buscando refugio en el Bhagavant, sentándose a sus
pies, le dijo esto al Bhagavant: “¿Qué ha dicho el señor Gotama?
Que Gotama lo diga nuevamente”.
“¿Qué dices tú de esto, Ambattha? ¿No has oído decir a los brah-
manes ancianos, venerables, que son maestros y maestros de ma-
estros, de dónde provienen los Kanhayanas, y quién es el ancestro
de los Kanhayanas?”.
“Señor Gotama, yo he oído decir lo mismo que ha dicho el señor
Gotama. De ahí provienen los Kanhayanas, y aquél es el ancestro
de los Kanhayanas”.

5. Aquel Kanha fue un gran sabio


[20] Cuando el joven brahmán Ambattha habló así, aquellos jóve-
nes brahmanes, gritando, vociferando, dijeron: “Señor, el joven
brahmán Ambattha es mal nacido; señor, el joven brahmán Am-
battha no es hijo de familia; señor, el joven Ambattha es el hijo de
una esclava de los Sakyas, los Sakyas son los amos del joven
brahmán Ambattha. Nosotros pensábamos que podíamos menos-
preciar al samán Gotama, cuando en realidad decía la verdad”.
[21] Y el Bhagavant pensó: “Estos jóvenes están insultando exa-
geradamente al joven brahmán Ambattha con la acusación de ‘hijo
de una esclava’. ¡Vamos pues, liberémoslo!”. Y el Bhagavant dijo
12 Ser sobrenatural

104 Digha Nikaya


esto a aquellos jóvenes: “Oh jóvenes, no insultéis exageradamente
al joven brahmán Ambattha con la acusación de ‘hijo de una es-
clava’. Aquel Kanha fue un gran sabio. Él, habiendo ido a la re-
gión sur, habiendo aprendido de memoria los mantras sagrados,
yendo a donde se encontraba el rey Okkaka le pidió a su hija Mad-
darupi. El rey Okkaka, pensando: ‘¿Quién es éste, que siendo hijo
de una esclava, me pide a mi hija Maddarupi?’, y encolerizado,
desagradado, puso una flecha en su arco. Pero él no pudo ni lanzar
la flecha ni retirarla.
“Entonces, oh jóvenes, los ministros consejeros del rey, acercán-
dosele, le dijeron esto al sabio Kanha: ‘¡Venerable señor, que el
rey esté a salvo! ¡Venerable señor, que el rey esté a salvo!’.
“‘El rey estará a salvo, pero si el rey suelta la flecha hacia abajo,
toda la tierra hasta donde se extiende el dominio del rey, será des-
truida’.
“‘¡Venerable señor, que el rey esté a salvo, que el país esté a sal-
vo!’.
“‘El rey estará a salvo, el país estará a salvo, pero si el rey suelta
la flecha hacía arriba, no lloverá durante siete años hasta donde se
extiende el dominio del rey’.
“‘¡Venerable señor, que el rey esté a salvo, que el país esté a salvo
y que llueva!’.
“‘El rey estará a salvo, el país estará a salvo y lloverá, pero que el
rey apunte la flecha hacia su hijo mayor. Su hijo mayor estará a
salvo y seguro’. Entonces, oh jóvenes, los ministros del rey Okka-
ka le dijeron: ‘Que Okkaka apunte la flecha hacia su hijo mayor;
su hijo mayor estará a salvo y seguro’. Y el rey Okkaka apuntó la
flecha hacia su hijo mayor. Su hijo mayor estuvo a salvo y seguro.
Y el rey Okkaka, asustado, agitado, horripilado, amenazado por el
castigo divino, entregó a su hija Maddarupi. Entonces, oh jóvenes,
no insultéis exageradamente al joven brahmán Ambattha con la
acusación de ‘hijo de una esclava’. Aquel Kanha era un gran sa-

Ambattha Sutta 105


bio”.

6. El kshatriya es superior entre aquellos hombres


[22] Entonces el Bhagavant le dijo al joven brahmán Ambattha:
“¿Tú qué dices de esto, Ambattha? Un joven kshatriya vive con
una joven brahmana. Como consecuencia de esta convivencia les
nace un hijo. ¿Aquel hijo nacido de ese kshatriya y de esa joven
brahmana recibiría de los brahmanes asiento y agua?”.
“Recibiría, señor Gotama”.
“¿Y los, brahmanes le ofrecerían alimentos en banquete funerario
o en una ofrenda de arroz cocinado en leche o en un sacrificio o
en una comida para huéspedes?”.
“Le ofrecerían, señor Gotama”.
“¿Y los brahmanes le enseñarían los mantras sagrados o no?”.
“Le enseñarían, señor Gotama”.
“¿Existiría para él alguna limitación con respecto a las mujeres de
ellos o no existiría limitación?”.
“No existiría, señor Gotama”.
“¿Los kshatriyas lo consagrarían con la consagración de los ksha-
triyas?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Cuál es la causa de esto?”.
“Porque, señor Gotama, no es descendiente puro del lado mater-
no”.
“¿Tú que dices de esto, Ambattha? Un joven brahmán vive con
una joven kshatriya. Como consecuencia de esta convivencia les
nace un hijo; ¿Aquel hijo nacido de ese joven brahmán y de esa
mujer kshatriya, recibiría de los brahmanes asiento y agua?”.

106 Digha Nikaya


“Recibiría señor Gotama”.
“¿Y los brahmanes le ofrecerían alimentos en un banquete funera-
rio o en una ofrenda de arroz cocinado en leche o en un sacrificio
o en una comida para huéspedes?”.
“Le ofrecerían, señor Gotama”.
“¿Y los brahmanes le enseñarían los mantras sagrados o no?”.
“Le enseñarían, señor Gotama”.
“¿Existiría para él alguna limitación con respecto a las mujeres de
ellos o no existiría limitación?”.
“No existiría, señor Gotama”.
“¿Los kshatriyas lo consagrarían con la consagración de los ksha-
triyas?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Cuál es la causa de esto?”.
“Porque, señor Gotama, no es descendiente puro del lado pater-
no”.
[23] “Así entonces, Ambattha, comparando mujer con mujer,
comparando hombre con hombre, los kshatriyas son superiores,
los brahmanes son inferiores.
“¿Tú qué dices de esto, Ambattha? Los brahmanes echan de la
ciudad o del reino a un brahmán por alguna falta, rapándolo com-
pletamente y castigándolo con una bolsa de cenizas. ¿Él recibiría
de los brahmanes asiento y agua?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Y los brahmanes le ofrecerían alimentos en un banquete funera-
rio o en una ofrenda de arroz cocinado en leche o en un sacrificio
o en una comida para huéspedes?”.
“No, señor Gotama”.

Ambattha Sutta 107


“¿Y los brahmanes le enseñarían los mantras sagrados o no?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Existiría para él alguna limitación con respecto a las mujeres de
ellos o no existiría limitación?”.
“Existiría limitación, señor Gotama”.
“¿Tú que dices de esto, Ambattha? Los kshatriyas echan de la ciu-
dad o del reino a un kshatriya por alguna falta, rapándolo comple-
tamente y castigándolo con una bolsa de cenizas. ¿Él recibiría de
los brahmanes asiento y agua?”.
“Recibiría, señor Gotama”.
“¿Y los brahmanes le ofrecerían alimentos en un banquete funera-
rio o en una ofrenda de arroz cocinado en leche o en un sacrificio
o en una comida para huéspedes?”.
“Le ofrecerían, señor Gotama”.
“¿Y los brahmanes le enseñarían los mantras sagrados o no?”.
“Le enseñarían, señor Gotama”.
“¿Existiría para él alguna limitación con respecto a las mujeres de
ellos o no existiría?”.
“No existiría, señor Gotama”.
[24] “Ahora bien, un kshatriya ha llegado a una bajeza tal, oh Am-
battha, que los kshatriyas lo echan de la ciudad o del reino, rapán-
dolo completamente y castigándolo con una bolsa de cenizas.
Pero, Ambattha, aun cuando un kshatriya haya llegado a una baje-
za tal, aun entonces los kshatriyas son superiores, los brahmanes
son inferiores. Oh Ambattha, estos versos han sido dichos por
Brahma Sanankumara13:
Entre aquellos hombres
que tienen en cuenta la casta,
13 Divinidad

108 Digha Nikaya


el kshatriya es superior.
Entre los Dioses y los hombres es superior
aquel dotado de sabiduría y buena conducta.
“Oh Ambattha, estos versos han sido bien recitados, no mal recita-
dos por Brahma Sanankumara, han sido bien dichos, no mal di-
chos, están provistos de sentido, no están desprovistos de sentido,
y son aprobados por mí. Pues yo, Ambattha, también digo así:
Entre aquellos hombres
que tienen en cuenta la casta,
el kshatriya es superior.
Entre los Dioses y los hombres es superior
aquel dotado de sabiduría y de buena conducta”.

7. La sabiduría y la buena conducta


“Señor Gotama, ¿cuál es en verdad esta buena conducta?, ¿cuál es
en verdad esta sabiduría?”.
[25] “Ambattha, después del logro incomparable de la sabiduría y
la buena conducta, no se toma en cuenta al origen ni se toma en
cuenta a la casta ni se toma en cuenta al orgullo –‘Tú eres digno
de mí’ o ‘Tú no eres digno de mí’. Cuando, oh Ambattha, se recibe
una muchacha en matrimonio o se entrega una muchacha en ma-
trimonio, entonces se toma en cuenta al origen y también a la cas-
ta y también al orgullo –‘Tú eres digno de mí’ o ‘Tú no eres digno
de mí’. Pues, Ambattha, todos aquellos que no están libres de to-
mar en cuenta al origen, que no están libres de tomar en cuenta a
la casta, que no están libres de tomar en cuenta al orgullo o que no
están libres del recibir o entregar una muchacha en matrimonio,
todos ellos están lejos del logro incomparable de la sabiduría y de
la buena conducta; abandonando, oh Ambattha, la atadura del to-
mar en cuenta al origen, la atadura del tomar en cuenta a la casta,
la atadura del tomar en cuenta al orgullo y la atadura del recibir y
entregar una muchacha en matrimonio, se produce la realización

Ambattha Sutta 109


del logro incomparable de la sabiduría y de la buena conducta”.
“Señor Gotama, y ¿cuál es esta buena conducta?, ¿cuál es esta sa-
biduría?”.
[26] El Bhagavant dijo esto14: “Oh Ambattha, un Tathagata surge
en este mundo, Arhant, Perfectamente Iluminado, dotado de saber
y buena conducta, bien encaminado, conocedor del mundo, insu-
perable conductor de los hombres que deben ser controlados, ma-
estro de Dioses y de hombres, Iluminado, afortunado. Él, habien-
do conocido, habiendo percibido por sí mismo este mundo junto
con sus Dioses, con Mara, con Brahma, a esta humanidad con sus
samanes y brahmanes, con sus Dioses y sus hombres, lo da a co-
nocer. Él enseña la Doctrina hermosa en su comienzo, hermosa en
el medio, hermosa en el fin, en su espíritu y en su letra, él procla-
ma la vida religiosa realizada en su integridad, completamente
pura.
[26.1] “Esta Doctrina la oye un jefe de familia o un hijo de un jefe
de familia o alguien nacido en cualquier otra familia. Él, habiendo
oído esta Doctrina, adquiere fe en el Tathagata. Él, dotado de esta
fe, reflexiona: ‘Llena de obstáculos es la vida de hogar; la vida
errante y mendicante es al aire libre. Para el que vive en un hogar,
no es fácil de llevar esta vida religiosa, completamente realizada,
completamente pura, pulida como una madreperla. Vamos, pues,
habiéndome cortado el pelo y la barba, habiéndome vestido con el
manto color azafrán, yo he de partir de mi casa para llevar una
vida errante y mendicante’.
[26.2] “Y en otra ocasión, abandonando sus pequeños bienes,
abandonando sus grandes bienes, abandonando el círculo de sus
parientes cercanos, abandonando el círculo de sus parientes leja-
nos y, habiéndose cortado el pelo y la barba, habiéndose vestido
con el manto color azafrán, él parte de su casa para llevar una vida
errante y mendicante.
14 Los párrafos 26 al 26.59, que vienen a continuación, repiten con ligeros cambios los
párrafos 41-100 del Samaññaphalasutta.

110 Digha Nikaya


[26.3] “Así él, llevando una vida errante y mendicante, vive con-
trolado de acuerdo con las normas del Patimokkha, dotado de con-
ducta y costumbres buenas, viendo peligro hasta en las más pe-
queñas faltas; adoptándolos, se entrena en los preceptos; consagra-
do a la buena acción con el cuerpo y a la buena acción con la pala-
bra, completamente puro en su forma de ganarse el sustento, dota-
do de disciplina moral, controlando las puertas de sus sentidos,
dotado de atención y autoconciencia, satisfecho.

Exposición pequeña de la disciplina moral


[26.4] “Oh Ambattha, ¿cómo el bhikkhu está dotado de disciplina
moral?
“En este mundo, oh Ambattha, habiendo renunciado a la destruc-
ción de la vida, absteniéndose de la destrucción de la vida, el
bhikkhu, que ha dejado de lado el garrote, que ha dejado de lado
la espada, modesto, bondadoso, vive lleno de compasión y bene-
volencia para con todos los seres. Esto posee él en la disciplina
moral.
“Habiendo renunciado a tomar lo que no le es dado, absteniéndose
de tomar lo que no le es dado, toma sólo lo que le es dado, desea
sólo lo que le es dado, vive con su corazón honrado y puro. Esto
posee él en la disciplina moral.
“Habiendo renunciado a la no-castidad, es casto, lleva una vida
virtuosa, absteniéndose del acto sexual, de la conducta de la gente
del común. Esto posee él en la disciplina moral.
“Habiendo renunciado a la mentira, absteniéndose de la mentira,
dice la verdad, se ciñe a la verdad, es fiel a sus promesas, es digno
de confianza, no engaña al mundo. Esto posee él en la disciplina
moral.
“Habiendo renunciado a los chismes, absteniéndose de los chis-
mes, habiendo oído algo aquí, no lo repite allá para no provocar la
disensión de los de allá con los de aquí, o bien, habiendo oído algo

Ambattha Sutta 111


allá, no lo repite aquí, para no provocar la disensión de los de aquí
con los de allá. Así él reconcilia a los que no están de acuerdo,
alienta a los que están unidos, se alegra con la armonía, goza con
la armonía, se regocija con la armonía, dice palabras que producen
la armonía. Esto posee él en la disciplina moral.
“Habiendo renunciado a las palabras rudas, absteniéndose de las
palabras rudas, dice sólo aquellas palabras que no dañan, que son
agradables al oído, amables, que llegan al corazón, corteses, caras
a mucha gente, que agradan a mucha gente. Esto posee él en la
disciplina moral.
“Habiendo renunciado a la charla frívola, absteniéndose de la
charla frívola, habla en el momento apropiado, dice lo que es, dice
lo que es bueno, habla de la Doctrina, habla de la Disciplina, dice
en el momento oportuno palabras que constituyen un tesoro, car-
gadas de razón, con un propósito bien definido, relacionadas con
el bien. Esto posee él en la disciplina moral.
“Él se abstiene de destruir semillas y plantas. Esto posee él en la
disciplina moral.
“Toma sólo una comida por día, no come de noche, se abstiene de
comer fuera de hora. Esto posee él en la disciplina moral.
“Se abstiene de asistir a espectáculos de danza, canto y música
instrumental. Esto posee él en disciplina moral.
“Se abstiene del uso de guirnaldas, de perfumes, de ungüentos, de
llevar adornos y ornamentos. Esto posee él en la disciplina moral.
“Se abstiene de lechos altos y de lechos grandes. Esto posee él en
la disciplina moral.
“Se abstiene de aceptar oro y plata. Esto posee él en la disciplina
moral.
“Se abstiene de aceptar grano crudo. Esto posee él en la disciplina
moral.

112 Digha Nikaya


“Se abstiene de aceptar carne cruda. Esto posee él en la disciplina
moral.
“Se abstiene de aceptar mujeres y muchachas. Esto posee él en la
disciplina moral.
“Se abstiene de aceptar esclavas y esclavos. Esto posee él en la
disciplina moral.
“Se abstiene de aceptar cabras y ovejas. Esto posee él en la disci-
plina moral.
“Se abstiene de aceptar gallos y cerdos. Esto posee él en la disci-
plina moral.
“Se abstiene de aceptar elefantes, vacas, caballos y yeguas. Esto
posee él en la disciplina moral.
“Se abstiene de aceptar la posesión de campos y tierras. Esto po-
see él en la disciplina moral.
“Se abstiene de aceptar la práctica de llevar y traer mensajes. Esto
posee él en la disciplina moral.
“Se abstiene de comprar y de vender. Esto posee él en la disciplina
moral.
“Se abstiene de engañar en el peso, de engañar con moneda falsa,
de engañar en la medida. Esto posee él en la disciplina moral.
“Se abstiene de los tortuosos procederes del soborno, del engaño y
del fraude. Esto posee él en la disciplina moral.
“Se abstiene de destruir, de matar, de encarcelar, del bandoleris-
mo, del pillaje, de los actos de violencia. Esto posee él en la disci-
plina moral.

Exposición media de la disciplina moral


[26.5] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos a la destrucción de tales semillas y plantas, a saber: plantas

Ambattha Sutta 113


que nacen de raíces, plantas que nacen de ramas, plantas que na-
cen de nudos, plantas que nacen de injerto y, en quinto lugar, plan-
tas que nacen de semillas –él se abstiene de la destrucción de tales
semillas y plantas. Esto posee él en la disciplina moral.
[26.6] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos a tal almacenamiento y uso de lo que almacenan, a saber: al-
macenamiento de comidas, almacenamiento de bebidas, almace-
namiento de ropas, almacenamiento de vehículos, almacenamien-
to de lechos, almacenamiento de perfumes, almacenamiento de
condimentos –él se abstiene de tal almacenamiento y uso de lo
que se almacena. Esto posee él en la disciplina moral.
[26.7] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos a la asistencia a tales espectáculos, a saber: danza, canto, mú-
sica instrumental, dramatizaciones, recitaciones, ritmos con las
manos, cantos de bardos, tambores, escenografías, juegos acrobá-
ticos, juegos con bambúes, ceremonia de lavado de huesos, com-
bate de elefantes, combate de caballos, combate de búfalos, com-
bate de toros, combate de machos cabríos, combate de ovejas,
combate de gallos, combate de codornices, combate con palos,
combate con los puños, lucha, simulacros de combate, presenta-
ción de tropas, maniobras, revista de tropas –él se abstiene de la
asistencia a tales espectáculos. Esto posee él en la disciplina mo-
ral.
[26.8] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos a tal práctica de juegos y esparcimientos, a saber: tableros de
ocho casillas, tableros de diez casillas, ajedrez a ciegas, rayuela,
palitos chinos, dados, juegos con palillos, dáctilo-pintura, bolas,
cornetín de hojas, arado de juguete, saltos acrobáticos, molinillos
de juguete, medidas hechas con hojas, carritos, arquitos, adivinan-
zas de letras, adivinanzas de pensamiento, imitación de defectos

114 Digha Nikaya


físicos –él se abstiene de la práctica de tales juegos y esparcimien-
tos. Esto posee él en la disciplina moral.
[26.9] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos al uso de tales lechos altos y grandes lechos, a saber: sillones,
divanes, coberturas de pelo de cabra, cobertores de múltiples colo-
res, cubrecamas blancos, colchas bordadas de flores, acolchados
de algodón, colchas bordadas con figuras de animales, mantas con
piel a ambos lados, mantas con piel de un solo lado, colchas bor-
dadas con piedras preciosas, colchas de seda, grandes tapices,
mantas para elefantes, mantas para caballos, mantas para carros,
cubrecamas de varias pieles de antílope, excelentes colchas de an-
tílope, lechos con dosel y almohadones rojos de ambos lados — él
se abstiene del uso de tales lechos altos y grandes lechos. Esto po-
see él en la disciplina moral.
[26.10] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos al uso de tales adornos y ornamentos, a saber: aplicación de
ungüentos, masajes, baños, fricciones, espejos, colirios, guirnal-
das, perfumes y cosméticos, polvos faciales, cremas para la cara,
pulseras, cadenillas para el pelo, bastones, pequeños cofres, espa-
das, parasoles, sandalias de vivos colores, turbantes, joyas, abani-
cos de crin de búfalo, vestidos blancos de anchas franjas –él se
abstiene del uso de tales adornos y ornamentos. Esto posee él en la
disciplina moral.
[26.11] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos a tales charlas frívolas, a saber: charlas acerca de reyes, char-
las acerca de ladrones, charlas acerca de Grandes Ministros, char-
las acerca del ejército, charlas acerca de los peligros, charlas acer-
ca de batallas, charlas acerca de alimentos, charlas acerca de bebi-
das, charlas acerca de vestidos, charlas acerca de lechos, charlas
acerca de guirnaldas, charlas acerca de perfumes. Charlas acerca

Ambattha Sutta 115


de parientes, charlas acerca de vehículos, charlas acerca de aldeas,
charlas acerca de pueblos, charlas acerca de ciudades, charlas
acerca del campo, charlas acerca de mujeres, charlas acerca de
hombres, charlas acerca de héroes, charlas acerca de caminos,
charlas acerca de pozos de agua, charlas acerca de difuntos, char-
las acerca de temas inconexos, charlas acerca del mundo, charlas
acerca del mar, charlas acerca de lo que es y no es –él se abstiene
de tales charlas frívolas. Esto posee él en la disciplina moral.
[26.12] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos a tales charlas polémicas, a saber: ‘Tú no conoces ni la Disci-
plina ni la Doctrina’, ‘Yo conozco la Disciplina y la Doctrina’,
‘¿Cómo conocerás tú la Disciplina y la Doctrina?’, ‘Tú te has en-
caminado mal, yo me he encaminado bien’, ‘Yo no me contradi-
go’, ‘Tú te contradices’, ‘Tú has dicho después lo que había que
decir antes’, ‘Tú has dicho antes lo que había que decir después’,
‘Lo que elucubraste quedó trastornado’, ‘Tu doctrina ha sido refu-
tada’, ‘Tú has sido vencido’, ‘Retírate para salvar tu doctrina o re-
fútame, si puedes’ –él se abstiene de tales charlas polémicas. Esto
posee él en la disciplina moral.
[26.13] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, viven dedica-
dos a la práctica de llevar y traer tales mensajes, a saber: de Gran-
des Ministros, de kshatriyas, de brahmanes, de jefes de familia, de
jóvenes: ‘Ven aquí’, ‘Anda allá’, ‘Lleva esto allá’, ‘Tráelo’ –él se
abstiene de la práctica de llevar y traer tales mensajes. Esto posee
él en la disciplina moral.
[26.14] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, son embauca-
dores, charlatanes adivinos, impostores, ávidos de obtener ganan-
cia tras ganancia –él es abstiene de tales embaucamientos y char-
latanerías. Esto posee él en la disciplina moral.

116 Digha Nikaya


Exposición grande de la disciplina moral
[26.15] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, se ganan la
vida con tales bajas artes, con tales medios de vida equivocados, a
saber: miembros del cuerpo, presagios, augurios, sueños, signos
en el cuerpo, roeduras de ratones; oblación en el fuego, oblaciones
con cuchara, oblaciones de cáscara de granos, oblaciones de polvo
de cáscara de granos, oblaciones de granos de arroz, oblaciones de
manteca, oblaciones de aceite, oblaciones con la boca, oblaciones
de sangre; la ciencia de los miembros del cuerpo, la ciencia de las
construcciones, la ciencia de los campos; la ciencia de los hechi-
zos auspiciosos, la ciencia de los espíritus, la ciencia de la tierra,
la ciencia de las serpientes, la ciencia de los venenos, la ciencia de
los escorpiones, la ciencia de los ratones, la ciencia de los pájaros,
la ciencia de los cuervos; predicción de la duración de la vida,
protección contra las flechas; el reino animal –él se abstiene de ta-
les bajas artes, de tales medios de vida equivocados. Esto posee él
en la disciplina moral.
[26.16] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, se ganan la
vida con tales bajas artes, con tales medios de vida equivocados, a
saber: signos en las joyas, signos en las ropas, signos en los basto-
nes, signos en los cuchillos, signos en las espadas, signos en las
flechas, signos en los arcos, signos en las armas; signos en las mu-
jeres, signos en los hombres, signos en los muchachos, signos en
las muchachas, signos en los esclavos, signos en las esclavas; sig-
nos en los elefantes, signos en los caballos, signos en los búfalos,
signos en los toros, signos en las vacas, signos en las cabras, sig-
nos en los carneros, signos en los gallos, signos en las codornices,
signos en las iguanas; signos en los aretes; signos en las tortugas,
signos en los animales salvajes –él se abstiene de tales bajas artes,
de tales medios de vida equivocados. Esto posee él en la disciplina
moral.

Ambattha Sutta 117


[26.17] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, se ganan la
vida con tales bajas artes, con tales medios de vida equivocados, a
saber: prediciendo ‘Se producirá la salida de los reyes, no se pro-
ducirá la salida de los reyes’, ‘Se producirá un avance de los reyes
indígenas’, ‘Se producirá una retirada de los reyes extranjeros’,
‘Se producirá un avance de los reyes extranjeros’, ‘Se producirá
una retirada de los reyes indígenas’, ‘Se producirá la victoria de
los reyes indígenas’, ‘Se producirá la derrota de los reyes indíge-
nas’, ‘Se producirá la victoria de éste’, ‘Se producirá la derrota de
aquél’ –él se abstiene de tales bajas artes, de tales medios de vida
equivocados. Esto posee él en la disciplina moral.
[26.18] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, se ganan la
vida con tales bajas artes, con tales medios de vida equivocados, a
saber: prediciendo ‘Se producirá un eclipse de luna’, ‘Se produci-
rá un eclipse de sol’, ‘Se producirá un eclipse de estrellas’, ‘La
luna y el sol seguirán su curso’, ‘La luna y el sol se apartarán de
su curso’, ‘Las estrellas seguirán su curso’, ‘Las estrellas se apar-
tarán de su curso’, ‘Se producirá la caída de un meteoro’, ‘Se in-
cendiarán las regiones del espacio’, ‘Se producirá un temblor de
tierra’, ‘Se producirán truenos’, ‘Se producirán la salida y la pues-
ta, el oscurecimiento y la limpidez de la luna, el sol y las estre-
llas’; ‘Tal consecuencia producirá el eclipse de luna’, ‘Tal conse-
cuencia producirá el eclipse de sol’, ‘Tal consecuencia producirá
el eclipse de estrellas’, ‘Tal consecuencia producirá el hecho de
que la luna y el sol sigan su curso’, ‘Tal consecuencia producirá el
hecho de que la luna y el sol se aparten de su curso’, ‘Tal conse-
cuencia producirá el hecho de que las estrellas sigan su curso’,
‘Tal consecuencia producirá el hecho de que las estrellas se apar-
ten de su curso’, ‘Tal consecuencia producirá la caída del meteo-
ro’, ‘Tal consecuencia producirá el hecho de que las regiones del
espacio se incendien’, ‘Tal consecuencia producirá el temblor de
tierra’, ‘Tal consecuencia producirán los truenos’, ‘Tal consecuen-

118 Digha Nikaya


cia producirán la salida y la puesta, el oscurecimiento y la limpi-
dez de la luna, el sol y las estrellas’ –él se abstiene de tales bajas
artes, de tales medios de vida equivocados. Esto posee él en la dis-
ciplina moral.
[26.19] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, se ganan la
vida con tales bajas artes, con tales medios de vida equivocados, a
saber: prediciendo ‘Habrá abundancia de lluvia’, ‘Habrá escasez
de lluvia’, ‘Habrá abundancia de comida’, ‘Habrá escasez de co-
mida’, ‘Habrá paz’, ‘Habrá peligro’, ‘Habrá enfermedad’, ‘Habrá
salud’; contar con los dedos, contar mentalmente, cálculo, poesía,
sabiduría popular –él se abstiene de tales bajas artes, de tales me-
dios de vida equivocados. Esto posee él en la disciplina moral.
[26.20] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, se ganan la
vida con tales bajas artes, con tales medios de vida equivocados, a
saber: casar a un hombre, casar a una mujer, procurar armonía,
producir discordia, cobro de deudas, entrega de dinero, producir
felicidad, producir desdicha, hacer abortar, paralizar la lengua, tra-
bar las mandíbulas, hechizo contra las manos, hechizo contra las
mandíbulas, hechizo contra los oídos; interrogatorio a un espejo,
interrogatorio a una niña, interrogatorio a un dios; veneración del
sol, veneración del Grande; exhalar fuego; invocar a Shri –él se
abstiene de tales bajas artes, de tales medios de vida equivocados.
Esto posee él en la disciplina moral.
[26.21] “Así como algunos venerables samanes y brahmanes, ali-
mentándose con comidas donadas en un acto de fe, se ganan la
vida con tales bajas artes, con tales medios de vida equivocados, a
saber: ritos de apaciguamiento, cumplimiento de votos, ritos para
los espíritus, ritos para la tierra, ritos para la virilidad, ritos para la
impotencia, ritos para la construcción, ofrendas para la construc-
ción; abluciones, baños, sacrificios; eméticos, purgantes para arri-
ba, purgantes para abajo, purgante para la cabeza; aceites para los

Ambattha Sutta 119


oídos, lavajes de los ojos, tratamiento de la nariz, colirios, un-
güentos; oftalmología, cirugía, pediatría, administración de raíces
y hierbas medicinales, antídotos de plantas medicinales –él se abs-
tiene de tales bajas artes, de tales medios de vida equivocados.
Esto posee él en la disciplina moral.
[26.22] “Ahora bien, oh Ambattha, un bhikkhu así dotado de dis-
ciplina moral, no ve peligro de ninguna parte, justamente en razón
del control de la disciplina moral. Así como, oh Ambattha, un rey,
ungido, que ha derrotado a sus adversarios, no ve peligro de nin-
guna parte, es decir, de parte de sus adversarios; de la misma ma-
nera, oh Ambattha, un bhikkhu así dotado de disciplina moral no
ve peligro de ninguna parte, justamente en razón del control de la
disciplina moral. Él, dotado de esta noble disciplina moral en su
integridad, experimenta en su interior la sensación de perfecta fe-
licidad. Así, oh Ambattha, el bhikkhu está dotado de disciplina
moral.

El control de los sentidos


[26.23] “Y ¿cómo, oh Ambattha, el bhikkhu tiene guardadas las
puertas de sus sentidos?
“En este mundo, oh Ambattha, el bhikkhu, habiendo visto una for-
ma con sus ojos, no se fija en sus características generales, no se
fija en sus características particulares. Y, puesto que a este sentido
de la vista, mientras permanece descontrolado, lo asaltan el deseo
y la inquietud, cosas malas y perversas, él se dedica a controlarlo,
protege el sentido de la vista, mantiene el control sobre el sentido
de la vista.
“Habiendo oído un sonido con su oído, no se fija en sus caracterís-
ticas generales, no se fija en sus características particulares. Y,
puesto que a este sentido del oído, mientras permanece descontro-
lado, lo asaltan el deseo y la inquietud, cosas malas y perversas, él
se dedica a controlarlo, protege el sentido del oído, mantiene el
control sobre el sentido del oído.

120 Digha Nikaya


“Habiendo olido un olor con su nariz, no se fija en sus característi-
cas generales, no se fija en sus características particulares. Y,
puesto que a este sentido del olfato, mientras permanece descon-
trolado, lo asaltan el deseo y la inquietud, cosas malas y perversas,
él se dedica a controlarlo, protege el sentido del olfato, mantiene
el control sobre el sentido del olfato.
“Habiendo gustado un sabor con su lengua, no se fija en sus carac-
terísticas generales, no se fija en sus características particulares. Y,
puesto que este sentido del gusto, mientras permanece descontro-
lado, lo asaltan el deseo y la inquietud, cosas malas y perversas, él
se dedica a controlarlo, protege el sentido del gusto, mantiene el
control sobre el sentido del gusto.
“Habiendo tocado algo tangible con su cuerpo no se fija en sus ca-
racterísticas generales, no se fija en sus características particula-
res. Y, puesto que a este sentido del tacto, mientras permanece
descontrolado, lo asaltan el deseo y la inquietud, cosas malas y
perversas, él se dedica a controlarlo, protege el sentido del tacto,
mantiene el control sobre el sentido del tacto.
“Habiendo pensado una idea con su mente, no se fija en sus carac-
terísticas generales, no se fija en sus características particulares. Y,
puesto que a este sentido de la mente, mientras permanece descon-
trolado, lo asaltan el deseo y la inquietud, cosas malas y perversas,
él se dedica a controlarlo, protege el sentido de la mente, mantiene
el control sobre el sentido de la mente.
“Él, dotado de este noble control de sus sentidos, experimenta en
su interior la sensación de inmaculada felicidad. Así, oh Am-
battha, el bhikkhu tiene guardadas las puertas de sus sentidos.

La autoconciencia surgida de la atención


[26.24] “Y ¿cómo, oh Ambattha el bhikkhu está dotado de la auto-
conciencia surgida de la atención?
“En este mundo, oh Ambattha, un bhikkhu actúa con autoconcien-

Ambattha Sutta 121


cia cuando va y cuando viene; actúa con autoconciencia cuando
mira adelante y cuando mira alrededor; actúa con autoconciencia
cuando encoge un brazo y cuando lo extiende; actúa con autocon-
ciencia cuando lleva su túnica, su escudilla y su manto, actúa con
autoconciencia cuando come, cuando bebe, cuando mastica, cuan-
do saborea; actúa con autoconciencia cuando orina y cuando defe-
ca; actúa con autoconciencia cuando camina, cuando está parado,
cuando está sentado, cuando duerme, cuando está despierto, cuan-
do habla, cuando permanece en silencio. Así, oh Ambattha, el
bhikkhu está dotado de la autoconciencia surgida de la atención.

La satisfacción
[26.25] “Y ¿cómo, oh Ambattha, el bhikkhu está satisfecho?
“En este mundo, oh Ambattha, un bhikkhu está satisfecho con un
manto que le protege el cuerpo, con la comida recibida como li-
mosna que sostiene su estómago. Adondequiera que él va, va lle-
vándolos consigo. Así como, oh Ambattha, un pájaro alado, adon-
dequiera que vuele, vuela llevando sus alas consigo, de la misma
manera, oh Ambattha, el bhikkhu está satisfecho con un manto
que le protege el cuerpo, con la comida recibida como limosna
que sostiene su estómago. Adondequiera que él va, va llevándolos
consigo. Así, oh Ambattha, el bhikkhu está satisfecho.

El abandono de los obstáculos


[26.26] “Y, dotado de esta noble disciplina moral en su integridad,
dotado de este noble control de los sentidos, dotado de esta noble
autoconciencia surgida de la atención, dotado de esta noble satis-
facción, él busca para lecho y asiento solitarios, un bosque, el pie
de un árbol, un monte, una cueva, una gruta en la montaña, un ce-
menterio, la jungla, un montón de paja al aire libre. Y él, retornan-
do por la tarde de la recolección de limosnas, se sienta adoptando
la postura pallanka, manteniendo el cuerpo erguido, manteniendo
su atención enfocada.

122 Digha Nikaya


[26.27] “Él, habiendo abandonado el deseo por el mundo, vive
con su mente libre de deseo, purifica completamente su mente de
deseo. Él, habiendo abandonado la malevolencia y la maldad, vive
con su mente libre de malevolencia, lleno de compasión por el
bien de todos los seres vivos, purifica completamente su mente de
malevolencia y de maldad. Él, habiendo abandonado la desidia y
la pereza, vive libre de desidia y de pereza, con conciencia lúcida,
atento, autoconsciente, purifica completamente su mente de desi-
dia y de pereza. Él, habiendo abandonado el desasosiego y la in-
quietud vive calmo, con su mente interiormente serena, purifica
completamente su mente de desasosiego y de inquietud. Él, ha-
biendo abandonado la duda, vive con sus dudas superadas, sin va-
cilaciones en lo que respecta a las buenas cualidades, purifica
completamente su mente de duda.
[26.28] “Así como, oh Ambattha, un hombre, habiendo contraído
una deuda, emprende un negocio; sus negocios prosperan; él can-
cela aquella vieja deuda y le queda además un excedente para
mantener a su mujer; y él piensa: ‘Yo, antes, habiendo contraído
una deuda, emprendí un negocio; mis negocios prosperaron; can-
celé aquella vieja deuda y me queda además un excedente para
mantener mi mujer’. Por esto él siente alegría y experimenta feli-
cidad.
[26.29] “Así como, oh Ambattha, un hombre está enfermo, su-
friendo, afectado por una grave dolencia; no le toma gusto al ali-
mento y su cuerpo no tiene fuerzas; él posteriormente se libera de
aquella enfermedad, le toma gusto al alimento y su cuerpo tiene
fuerzas; y él piensa: ‘Yo, antes, estuve enfermo, sufriendo, afecta-
do por una grave dolencia; no le tomaba gusto al alimento y mi
cuerpo no tenía fuerzas; ahora me he liberado de aquella enferme-
dad, le tomo gusto al alimento y mi cuerpo tiene fuerzas’. Por esto
él siente alegría experimenta felicidad.
[26.30] “Así como, oh Ambattha, un hombre está preso en una
prisión; él posteriormente se libera de aquella prisión, a salvo, li-

Ambattha Sutta 123


bre de peligro, y no sufre ninguna pérdida de sus bienes; y él pien-
sa: ‘Yo antes, estuve preso en una prisión; ahora me he liberado de
aquella prisión, a salvo, libre de peligro, y no sufro ninguna pérdi-
da de mis bienes. Por esto él siente alegría y experimenta felici-
dad.
[26.31] “Así como, oh Ambattha, un hombre es esclavo, no de-
pende de sí mismo, depende de otro, no puede ir a donde desea; él
posteriormente se libera de aquella esclavitud, depende de sí mis-
mo, no depende de otro, esclavo emancipado, puede ir a donde de-
see; y él piensa: ‘Yo, antes, fui esclavo, no dependía de mí mismo,
dependía de otro, no podía ir a donde deseaba; ahora me he libera-
do de aquella esclavitud, dependo de mí mismo, no dependo de
otro, esclavo emancipado, puedo ir a donde deseo’. Por esto él
siente alegría y experimenta felicidad.
[26.32] “Así como, oh Ambattha, un hombre con sus riquezas y
bienes va por un camino en la jungla, lleno de asechanzas, que
inspira terror; él posteriormente cruza aquella jungla a salvo, llega
a las afueras de una aldea segura, que no inspira terror; y él pien-
sa: ‘Yo, antes, con mis riquezas y bienes fui por un camino en la
jungla, lleno de asechanzas, que inspiraba terror; ahora, he cruza-
do aquella jungla a salvo, he llegado a las afueras de una aldea se-
guro, sin temor’. Por esto él siente alegría y experimenta felicidad.
[26.33] “De la misma manera, oh Ambattha, un bhikkhu considera
a aquellos cinco obstáculos, aún no abandonados, como una deu-
da, como una enfermedad, como una prisión, como una esclavi-
tud, como un camino en la jungla.
[26.34] “De la misma manera, oh Ambattha, un bhikkhu considera
a aquellos cinco obstáculos, una vez abandonados, como la cance-
lación de una deuda, como la curación de la enfermedad, como la
liberación de la prisión, como la emancipación del esclavo, como
una región de paz.
[26.35] “Y cuando él ve aquellos cinco obstáculos ya abandona-

124 Digha Nikaya


dos, surge en él satisfacción; cuando está satisfecho, surge la ale-
gría; cuando su corazón está alegre, su cuerpo se calma; cuando su
cuerpo está en calma, experimenta la felicidad, cuando es feliz, su
mente se concentra.

La primera meditación
[26.36] “Él, apartándose de los placeres, apartándose de las malas
cualidades, vive habiendo alcanzado la primera meditación, ale-
gría y felicidad surgida del desapego, con análisis de objetos tos-
cos, con análisis de objetos sutiles. Y él llena, inunda, colma, com-
penetra su cuerpo con la alegría y la felicidad surgidas del desape-
go; y no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no está embebi-
da por la alegría y la felicidad surgidas del desapego.
[26.37] “Así como, oh Ambattha, un hábil ayudante de baño o un
aprendiz de ayudante de baño, echando polvos para baño en una
vasija de metal, los mezcla con agua rociándolos una vez tras otra,
y aquella masa preparada para el baño, compenetrada de hume-
dad, impregnada de humedad, embebida de humedad por dentro y
por fuera, no deja escapar ni una gota de líquido; de la misma ma-
nera, oh Ambattha, aquel bhikkhu llena, inunda, colma, compene-
tra su cuerpo con la alegría y la felicidad surgidas del desapego; y
no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no esté embebida por
la alegría y la felicidad surgidas del desapego.
“Esto posee él en la buena conducta.

La segunda meditación
[26.38] “Luego, oh Ambattha, aquel bhikkhu, a raíz de la cesación
del análisis de objetos toscos y del análisis de objetos sutiles, vive
habiendo alcanzado la segunda meditación, alegría y felicidad sur-
gidas de la concentración, sin análisis de objetos toscos, sin análi-
sis de objetos sutiles, serenidad interior, unificación de la mente. Y
él llena, inunda, colma, compenetra su cuerpo con la alegría y la
felicidad surgidas de la concentración; y no hay ninguna parte de

Ambattha Sutta 125


todo su cuerpo que no esté embebida con la alegría y la felicidad
surgidas de la concentración.
[26.39] “Así como, oh Ambattha, un lago profundo de aguas que
manen constantemente –y ninguna corriente de agua llega a él de
la región del este, ninguna corriente de agua llega a él de la región
del sur, ninguna corriente de agua llega a él de la región del oeste,
ninguna corriente de agua llega a él de la región del norte; y nunca
el cielo envía sus lluvias sobre él; pero una corriente de agua fría,
brotando del fondo de aquél lago, lo llena, lo inunda, lo colma, lo
compenetra con agua fría; y no hay ninguna parte de todo aquel
lago que no esté embebida de agua fría; de la misma manera, oh
Ambattha, aquel bhikkhu llena, inunda, colma, compenetra su
cuerpo con la alegría y la felicidad surgidas de la concentración; y
no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no esté embebida con
la alegría y la felicidad surgidas de la concentración.
“Esto posee él en la buena conducta.

La tercera meditación
[26.40] “Luego, oh Ambattha, aquel bhikkhu, con la desaparición
de la alegría, vive indiferente, atento, autoconsciente y experimen-
ta con su cuerpo aquella felicidad que los Nobles describen así:
‘Indiferente, lleno de atención, vive feliz’ –vive habiendo alcanza-
do la tercera meditación. Y él llena, inunda, colma, compenetra su
cuerpo con una felicidad sin alegría; y no hay ninguna parte de
todo su cuerpo que no está embebida con la felicidad sin alegría.
[26.41] “Así como, oh Ambattha, en un estanque de lotos azules o
en un estanque de lotos rojos o en un estanque de lotos blancos,
algunos lotos azules o lotos rojos o lotos blancos, nacidos en el
agua, crecidos en el agua, que no se elevan por encima de la su-
perficie del agua, que se nutren sumergidos en el agua –y ellos
desde las puntas de sus pétalos hasta sus raíces, están llenos, inun-
dados, colmados, compenetrados con el agua fría; y no hay ningu-
na parte de todos aquellos lotos azules o lotos rojos o lotos blan-

126 Digha Nikaya


cos que no esté embebida con el agua fría; de la misma manera,
oh Ambattha, aquel bhikkhu llena, inunda, colma, compenetra su
cuerpo con una felicidad sin alegría; y no hay ninguna parte de
todo su cuerpo que no está embebida con la felicidad sin alegría.
“Esto posee él en la buena conducta.

La cuarta meditación
[26.42] “Luego, oh Ambattha, aquel bhikkhu, con el abandono de
la felicidad y con el abandono del sufrimiento, con la cesación
previa del bienestar y del malestar, vive habiendo alcanzado la
cuarta meditación, pureza proveniente de la indiferencia y de la
atención, sin sufrimiento, sin felicidad; él está sentado compene-
trando su cuerpo con su mente pura, límpida; y no hay ninguna
parte de todo su cuerpo que no esté embebida con su mente pura,
límpida.
[26.43] “Así como, oh Ambattha, un hombre está sentado, habién-
dose cubierto incluso la cabeza con una vestimenta inmaculada; y
no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no esté tocada por la
vestimenta inmaculada; de la misma manera, oh Ambattha, aquel
bhikkhu está sentado compenetrando su cuerpo con su mente
pura, límpida; y no hay ninguna parte de todo su cuerpo que no
esté tocada por su mente pura, límpida.
“Esto posee él en la buena conducta. Ésta es, oh Ambattha, la bue-
na conducta.

El conocimiento intuitivo
[26.44] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia la intuición del cono-
cimiento. Él conoce así: ‘Este cuerpo mío es material, está hecho
de los cuatro grandes elementos, ha nacido de padre y madre,
masa de arroz hervido y de leche agria, impermanente, sujeto a
destrucción, a desgaste, a disolución, a desintegración; y mi con-

Ambattha Sutta 127


ciencia está atada a él, depende de él’.
[26.45] “Así como, oh Ambattha, una piedra de berilo, hermosa,
de genuina calidad, de ocho facetas, bien trabajada, pura, brillante,
cristalina, dotada de todas las cualidades –está enhebrada en un
hilo azul, amarillo, rojo, blanco o en un hilo de color anaranjado;
y un hombre de buena vista, poniéndola en su mano, la examina:
‘Esta piedra de berilo, hermosa, de genuina calidad, de ocho face-
tas, bien trabajada, pura, brillante, cristalina, dotada de todas las
cualidades –ella está enhebrada en un hilo azul, amarillo, rojo,
blanco o en un hilo de color anaranjado’; de la misma manera, oh
Ambattha, aquel bhikkhu, teniendo su mente así concentrada,
pura, límpida, sin mancha, libre de impurezas, maleable, lista para
el trabajo, estabilizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia la
intuición del conocimiento. Él conoce así: ‘Este cuerpo mío es
material, está hecho de los cuatro grandes elementos, ha nacido de
padre y madre, masa de arroz hervido y de leche agria, imperma-
nente, sujeto a destrucción, a desgaste, a disolución, a desintegra-
ción; y mi conciencia está atada a él, depende de él’.

El conocimiento de los poderes mentales


[26.46] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia la creación de un
cuerpo mental. Él crea a partir de su cuerpo otro cuerpo, dotado de
forma mental, con todos sus miembros, con sus facultades intac-
tas.
[26.47] “Así como, oh Ambattha, un hombre separa una caña de
su hoja, y él piensa: ‘Ésta es la hoja, ésta es la caña, la hoja es una
cosa, la caña es otra, la caña está separada de su hoja’; o bien así
como, oh Ambattha, un hombre saca una espada de su vaina, y él
piensa: ‘Ésta es la espada, ésta es la vaina, la espada es una cosa,
la vaina es otra, la espada está sacada de su vaina’; o bien así
como, oh Ambattha, un hombre arranca una serpiente de su piel, y

128 Digha Nikaya


él piensa: ‘Ésta es la serpiente, ésta es la piel, la serpiente es una
cosa, la piel es otra, la serpiente está arrancada de su piel’; de la
misma manera, oh Ambattha, aquél bhikkhu, teniendo su mente
así concentrada, pura límpida, sin mancha, libre de impurezas,
maleable, lista para el trabajo, estabilizada, inmóvil, aplica, dirige
su mente hacia la creación de un cuerpo mental. Él crea a partir de
su cuerpo otro cuerpo, dotado de forma mental, con todos sus
miembros, con sus facultades intactas.
“Esto posee él en la sabiduría.

El conocimiento de las clases de poderes extraordinarios


[26.48] “Él, teniendo su mente así concentrada. Pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia las clases de poderes
extraordinarios. Él experimenta las variadas clases de poderes ex-
traordinarios: Siendo uno, se torna múltiple, siendo múltiple, se
torna uno; puede aparecer y desaparecer; sin encontrar resistencia
va a través de las paredes, a través de las cercas, a través de las
montañas, como en el aire; se hunde en la tierra o emerge de ella,
como en el agua; camina sobre el agua sin que ésta se abra, como
en la tierra; va a través del espacio en postura pallanka, como un
pájaro alado; toca y palpa con su mano el sol y la luna, tan pode-
rosos, tan maravillosos; hasta el mundo de Brahma ejerce su poder
con su cuerpo.
[26.49] “Así como, oh Ambattha, un hábil alfarero o un aprendiz
de alfarero hace, ejecuta con arcilla bien preparada aquella clase
de vasija que él desea; o bien así como, oh Ambattha, un hábil ar-
tesano del marfil o un aprendiz de artesano del marfil hace, ejecu-
ta con marfil bien preparado aquella clase de objeto de marfil que
él desea; o bien así como, oh Ambattha, un hábil orfebre o un
aprendiz de orfebre hace, ejecuta con oro bien preparado aquella
clase de objeto de oro que él desea; de la misma manera, oh Am-
battha, aquel bhikkhu, teniendo su mente así concentrada, pura,

Ambattha Sutta 129


límpida, sin mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el
trabajo, estabilizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia las cla-
ses de poderes extraordinarios. Él experimenta las variadas clases
de poderes extraordinarios: Siendo uno, se torna múltiple, siendo
múltiple, se torna uno; puede aparecer y desaparecer; sin encon-
trar resistencia va a través de las paredes, a través de las cercas, a
través de las montañas, como en el aire; se hunde en la tierra o
emerge de ella como en el agua; camina sobre el agua sin que ésta
se abra, como en la tierra; va a través del espacio en postura pa-
llanka, como un pájaro alado; toca, palpa con su mano el sol y la
luna, tan poderosos tan maravillosos; hasta el mundo de Brahma
ejerce su poder con su cuerpo.
“Esto posee él en la sabiduría.

El conocimiento del oído divino


[26.50] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia el oído divino. Él
con su oído divino, puro, sobrehumano, oye ambos sonidos, los
humanos y los divinos, los lejanos y los cercanos.
[26.51] “Así como, oh Ambattha, un hombre va por un camino
principal, oye el sonido de un gran tambor o el sonido de un pe-
queño tambor o el sonido de una trompeta de caracol o de un cím-
balo, o de una vasija-tambor, y él piensa: ‘Es el sonido de un gran
tambor, el sonido de un pequeño tambor, el sonido de una trompe-
ta de caracol, de un címbalo, de una vasija-tambor’; de la misma
manera, oh Ambattha, aquel bhikkhu, teniendo su mente así con-
centrada, pura, límpida, sin mancha, libre de impurezas, maleable,
lista para el trabajo, estabilizada, inmóvil, aplica, dirige su mente
hacia el oído divino. Él con su oído divino, puro, sobrehumano,
oye ambos sonidos, los humanos y los divinos, los lejanos y los
cercanos.
“Esto posee él en la sabiduría.

130 Digha Nikaya


El conocimiento de los pensamientos de los otros
[26.52] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia el conocimiento de
los pensamientos de los otros. Él, captando con su mente la mente
de los otros seres, de los otros hombres, conoce –conoce a la men-
te dominada por la pasión como mente dominada por la pasión;
conoce a la mente libre de pasión como mente libre de pasión; co-
noce a la mente dominada por el odio como mente dominada por
el odio; conoce a la mente libre de odio como mente libre de odio;
conoce a la mente dominada por el error como mente dominada
por el error; conoce a la mente libre de error como mente libre de
error; conoce a la mente atenta como mente atenta; conoce a la
mente dispersa como mente dispersa; conoce a la mente engrande-
cida como mente engrandecida; conoce a la mente limitada como
mente limitada; conoce a la mente inferior como mente inferior;
conoce a la mente superior como mente superior; conoce a la
mente concentrada como mente concentrada; conoce a la mente
no concentrada como mente no concentrada; conoce a la mente li-
berada como mente liberada; conoce a la mente no liberada como
mente no liberada.
[26.53] “Así como, oh Ambattha, una mujer, un hombre o un jo-
ven a quien le gusta acicalarse, contemplando la imagen de su
cara en un espejo puro, límpido, o en un recipiente de agua trans-
parente, conoce a su rostro con una mancha como rostro con una
mancha, conoce a su rostro sin una mancha como rostro sin una
mancha; de la misma manera, oh Ambattha, aquel bhikkhu, te-
niendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin mancha, libre
de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabilizada, inmóvil,
aplica, dirige su mente hacia el conocimiento de los pensamientos
de los otros. Él, captando con su mente la mente de los otros seres,
de los otros hombres, conoce –conoce a la mente dominada por la
pasión como mente dominada por la pasión; conoce a la mente li-
bre de pasión como mente libre de pasión; conoce a la mente do-

Ambattha Sutta 131


minada por el odio como mente dominada por el odio; conoce a la
mente libre de odio como mente libre de odio; conoce a la mente
dominada por el error como mente dominada por el error; conoce
a la mente libre de error como mente libre de error; conoce a la
mente atenta como mente atenta; conoce a la mente dispersa como
mente dispersa; conoce a la mente engrandecida como mente en-
grandecida; conoce a la mente limitada como mente limitada; co-
noce a la mente inferior como mente inferior; conoce a la mente
superior como mente superior; conoce a la mente concentrada
como mente concentrada; conoce a la mente no concentrada como
mente no concentrada; conoce a la mente liberada como mente li-
berada: conoce a la mente no liberada como mente no liberada.
“Esto posee él en la sabiduría.

El conocimiento de las existencias anteriores


[26.54] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia el conocimiento de
sus existencias anteriores. Él recuerda sus múltiples existencias
anteriores, a saber: una existencia, dos existencias, tres existen-
cias, cuatro existencias, cinco existencias, diez existencias, veinte
existencias, treinta existencias, cuarenta existencias, cincuenta
existencias, cien existencias, mil existencias, cien mil existencias,
múltiples ciclos cósmicos de creación, múltiples ciclos cósmicos
de destrucción, múltiples ciclos cósmicos de creación y de des-
trucción: ‘En esa existencia yo tenía tal nombre, yo pertenecía a
tal familia, yo era de tal casta, yo comía tal alimento, yo experi-
mentaba tales placeres y tales sufrimientos y tal fue la duración de
mi vida. Saliendo de esa existencia, yo renací en otra existencia.
En esa existencia yo tenía tal nombre, yo pertenecía a tal familia,
yo era de tal casta, yo comía tal alimento, yo experimentaba tales
placeres y tales sufrimientos y tal fue la duración de mi vida. Sa-
liendo de esa existencia, yo renací en este mundo’. De este modo
él recuerda sus múltiples existencias anteriores, con sus caracterís-

132 Digha Nikaya


ticas, con sus detalles.
[26.55] “Así como, oh Ambattha, un hombre va de su propia aldea
a otra aldea, y de esta aldea va a otra aldea, y de esta aldea vuelve
a su propia aldea, y él piensa: ‘Yo fui de mi propia aldea a aquella
aldea, ahí yo me paré así, me senté así, hablé así, me quedé en si-
lencio así; y de esta aldea yo fui a aquella otra aldea, ahí yo me
paré así, me senté así, hablé así, me quedé en silencio así; y de
esta otra aldea volví a mi propia aldea; de la misma manera, oh
Ambattha, aquel bhikkhu, teniendo su mente así concentrada,
pura, límpida, sin mancha, libre de impurezas, maleable, lista para
el trabajo, estabilizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia el
conocimiento de sus existencias anteriores, a saber: una existen-
cia, dos existencias, tres existencias, cuatro existencias, cinco
existencias, diez existencias, veinte existencias, treinta existen-
cias, cuarenta existencias, cincuenta existencias, cien existencias,
mil existencias, cien mil existencias, múltiples ciclos cósmicos de
creación, múltiples ciclos cósmicos de destrucción, múltiples ci-
clos cósmicos de creación y de destrucción: ‘En esa existencia yo
tenía tal nombre, yo pertenecía a tal familia, yo era de tal casta, yo
comía tal alimento, yo experimentaba tales placeres y tales sufri-
mientos y tal fue la duración de mi vida. Saliendo de esa existen-
cia, yo renací en otra existencia. En esa existencia yo tenía tal
nombre, yo pertenecía a tal familia, yo era de tal casta, yo comía
tal alimento, yo experimentaba tales placeres y tales sufrimientos
y tal fue la duración de mi vida. Saliendo de esa existencia, yo re-
nací en este mundo’. De este modo él recuerda sus múltiples exis-
tencias anteriores, con sus características, con sus detalles.
“Esto posee él en la sabiduría.

Conocimiento del ojo divino


[26.56] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabi-
lizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia el conocimiento de

Ambattha Sutta 133


la desaparición y nacimiento de los seres. Él, con su ojo divino,
puro, sobrehumano, ve a los seres desapareciendo y naciendo, ba-
jos y elevados, hermosos y feos, felices y desdichados. Él conoce
a los seres renaciendo de acuerdo con sus acciones: ‘Señores, es-
tos seres están entregados a un mal comportamiento con el cuerpo,
están entregados a un mal comportamiento con la palabra, están
entregados a un mal comportamiento con la mente, critican a los
Nobles, sostienen falsas doctrinas, llevan a cabo acciones acordes
con sus falsas doctrinas; ellos, con la destrucción del cuerpo, des-
pués de la muerte, renacen en una condición desgraciada, en un
dominio de mísera existencia, en un lugar de sufrimiento, en el in-
fierno. Señores, estos seres están entregados a un buen comporta-
miento con el cuerpo, están entregados a un buen comportamiento
con la palabra, están entregados a un buen comportamiento con la
mente, no critican a los Nobles, sostienen la verdadera Doctrina,
llevan a cabo acciones acordes con la verdadera Doctrina; ellos,
con la destrucción del cuerpo, después de la muerte, renacen en un
dominio de feliz existencia en el mundo celestial’. Así con su ojo
divino, puro, sobrehumano, ve a los seres desapareciendo y na-
ciendo, bajos y elevados, hermosos y feos, felices y desdichados.
Él conoce a los seres renaciendo de acuerdo con sus acciones.
[26.57] “Así como, oh Ambattha, hay una torre en medio de una
plaza y un hombre con buena vista, parado ahí, ve a los hombres
entrando en sus casas, saliendo de ellas, circulando por la calle o
sentados en medio de la plaza, y él piensa: ‘Estos hombres están
sentados en medio de la plaza’; de la misma manera, oh Ambattha,
aquel bhikkhu, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida,
sin mancha, libre de impurezas, maleable, lista para el trabajo, es-
tabilizada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia el conocimiento
de la desaparición y nacimiento de los seres. Él, con su ojo divino,
puro, sobrehumano, ve a los seres desapareciendo y naciendo, ba-
jos y elevados, hermosos y feos, felices y desdichados. Él conoce
a los seres renaciendo de acuerdo con sus acciones: ‘Señores, es-
tos seres están entregados a un mal comportamiento con el cuerpo,

134 Digha Nikaya


están entregados a un mal comportamiento con la palabra, están
entregados a un mal comportamiento con la mente, critican a los
Nobles, sostienen falsas doctrinas, llevan a cabo acciones acordes
con sus falsas doctrina; ellos, con la destrucción del cuerpo, des-
pués de la muerte, renacen en una condición desgraciada, en un
dominio de mísera existencia, en un lugar de sufrimiento, en el in-
fierno. Señores, estos seres están entregados a un buen comporta-
miento con el cuerpo, están entregados a un buen comportamiento
con la palabra, están entregados a un buen comportamiento con la
mente, no critican a los Nobles, sostienen la verdadera Doctrina,
llevan a cabo acciones acordes con la verdadera Doctrina; ellos,
con la destrucción del cuerpo, después la muerte, renacen en un
dominio de feliz existencia, en el mundo celestial’. Así, con su ojo
divino, puro, sobrehumano, ve a los seres desapareciendo y na-
ciendo, bajos y elevados, hermosos feos, felices y desdichados. Él
conoce a los seres renaciendo de acuerdo con sus acciones.
“Esto posee él en la sabiduría.

El conocimiento de la destrucción de las impurezas


[26.58] “Él, teniendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin
mancha, libre de impureza, maleable, lista para el trabajo, estabili-
zada, inmóvil, aplica, dirige su mente hacia el conocimiento de la
destrucción de las impurezas. Él conoce de acuerdo con la verdad:
‘Éste es el sufrimiento’; él conoce de acuerdo con la verdad: ‘Éste
es el origen del sufrimiento’; él conoce de acuerdo con la verdad:
‘Ésta es la cesación del sufrimiento’; él conoce de acuerdo con la
verdad: ‘Éste es el camino que conduce a la cesación del sufri-
miento’; él conoce de acuerdo con la verdad: ‘Éstas son las impu-
rezas’; él conoce de acuerdo con la verdad: ‘Éste es el origen de
las impurezas’; él conoce de acuerdo con la verdad: ‘Ésta es la ce-
sación de las impurezas’; él conoce de acuerdo con la verdad:
‘Éste es el camino que conduce a la cesación de las impurezas’.
La mente de aquel que conoce así, que ve así, se libera de las im-
purezas del deseo, su mente se libera de la impureza de la existen-

Ambattha Sutta 135


cia, su mente se libera de la impureza de la ignorancia. Y en él, así
liberado, se produce el conocimiento: ‘Es la Liberación’. Él cono-
ce: ‘El renacer ha sido destruido, la vida religiosa ha sido realiza-
da, se ha hecho lo que se debía hacer, nada queda después de la
actual existencia’.
[26.59] “Así como, oh Ambattha, en medio de unos montes hay
un lago puro, brillante, cristalino, y ahí un hombre de buena vista
parado en la orilla ve conchas y caracoles, arena y piedras y car-
dúmenes de peces en movimiento o detenidos; y él piensa: ‘Este
lago puro, brillante, cristalino –en él hay conchas y caracoles, are-
na y piedras; y cardúmenes de peces están en movimiento o están
detenidos’; de la misma manera, oh Ambattha, aquel bhikkhu, te-
niendo su mente así concentrada, pura, límpida, sin mancha, libre
de impurezas, maleable, lista para el trabajo, estabilizada, inmóvil,
aplica, dirige su mente hacia el conocimiento de la destrucción de
las impurezas. Él conoce de acuerdo con la verdad: ‘Ésta es la ce-
sación del sufrimiento’; él conoce de acuerdo con la verdad: ‘Éste
es el camino que conduce a la cesación del sufrimiento’; él conoce
de acuerdo con la verdad: ‘Éstas son las impurezas’; él conoce de
acuerdo con la verdad: ‘Éste es el camino que conduce a la cesa-
ción de las impurezas’. La mente de aquel que conoce así, que ve
así, se libera de la impureza del deseo, su mente se libera de la im-
pureza de la existencia, su mente se libera de la impureza de la ig-
norancia. Y en él así liberado, se produce el conocimiento: ‘Es la
Liberación’. Él conoce: ‘El renacer ha sido destruido, la vida reli-
giosa ha sido realizada, se ha hecho lo que se debía hacer, nada
queda después de la actual existencia’.
“Esto posee él en la sabiduría. Ésta es, oh Ambattha, la sabiduría.
“Ambattha, se dice de este bhikkhu que está dotado de sabiduría,
que está dotado de buena conducta, que está dotado de sabiduría y
de buena conducta. Y no existe, Ambattha, otro logro de la sabidu-
ría ni otro logro de la buena conducta más alto, más excelente que
este logro de la sabiduría, que este logro de la buena conducta.

136 Digha Nikaya


Las cuatro formas de apartarse del incomparable logro de la
sabiduría y de la buena conducta
[27] “Ambattha, existen cuatro formas de apartarse de este incom-
parable logro de la sabiduría y de la buena conducta. ¿Cuáles cua-
tro? Oh Ambattha, algún samán o brahmán, no habiendo obtenido
este incomparable logro de la sabiduría y de la buena conducta,
tomando un palo y un atado, penetra en un paraje boscoso pensan-
do: ‘Me alimentaré con frutos del monte’. Él, decididamente, es
sólo un inferior del que ha logrado la sabiduría y la buena conduc-
ta.
“Oh Ambattha, ésta es la primera forma de apartarse de este in-
comparable logro de la buena sabiduría y de la buena conducta.
“Ambattha, algún samán o brahmán, no habiendo obtenido este
incomparable logro de la sabiduría y de la buena conducta ni ha-
biendo llegado a poder alimentarse sólo con frutos del monte, to-
mando una azada y una canasta, penetra en un bosque pensando:
‘Me alimentaré con tubérculos, raíces y frutos’. Él, decididamen-
te, es sólo un inferior del que ha logrado la sabiduría y la buena
conducta.
“Oh Ambattha, ésta es la segunda forma de apartarse de este in-
comparable logro de la sabiduría y de la buena conducta.
“Ambattha, algún samán o brahmán, no habiendo obtenido este
incomparable logro de la sabiduría y de la buena conducta ni ha-
biendo llegado a poder alimentarse sólo con frutos del monte ni
habiendo llegado a poder alimentarse sólo con tubérculos, raíces y
frutos, construyendo un hogar para el fuego en la vecindad de una
aldea o en la vecindad de una pequeña ciudad, permanece ahí rin-
diendo culto al fuego. Él, decididamente, es sólo un inferior del
que ha logrado la sabiduría y la buena conducta.
“Oh Ambattha, ésta es la tercera forma de apartarse de este incom-
parable logro de la sabiduría y de la buena conducta.
“Ambattha, algún samán o brahmán, no habiendo obtenido este

Ambattha Sutta 137


incomparable logro de la sabiduría y de la buena conducta ni ha-
biendo llegado a poder alimentarse sólo con frutos del monte ni
habiendo podido llegar a dedicarse al culto del fuego, construyén-
dose una casa con cuatro puertas en la encrucijada de cuatro cami-
nos principales, permanece ahí pensando: ‘A aquel samán o brah-
mán que venga por cualquiera de estas direcciones, a él yo lo hon-
raré tanto como pueda, según mis fuerzas’. Él, decididamente, es
sólo un inferior del que ha logrado la sabiduría y la buena conduc-
ta.
“Oh Ambattha, ésta es la cuarta forma de apartarse de este incom-
parable logro de la sabiduría y de la buena conducta.
“Oh Ambattha, éstas son las cuatro formas de apartarse de este in-
comparable logro de la sabiduría y de la buena conducta.
[28] “¿Tú que piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso se puede consi-
derar que tú posees aquel incomparable logro de la sabiduría y de
la buena conducta, conjuntamente con tu maestro?
“No, señor Gotama. ¿Quién soy yo, señor Gotama, conjuntamente
con mi maestro frente al logro incomparable de la sabiduría y de
la buena conducta? Yo, señor Gotama, estoy lejos de aquel incom-
parable logro de la sabiduría y de la buena conducta, conjunta-
mente con mi maestro”.
“¿Tú que piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú, no habiendo ob-
tenido aquel incomparable logro de la sabiduría y de la buena con-
ducta, tomando un palo y un atado, penetras en un bosque conjun-
tamente con tu maestro pensando: ‘Me alimentaré con frutos del
monte’?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú, no habiendo ob-
tenido aquel incomparable logro de la sabiduría y de la buena con-
ducta ni habiendo llegado a poder alimentarte sólo con frutos del
monte, tomando una azada y una canasta, penetras en un bosque
conjuntamente con tu maestro pensando: ‘Me alimentaré con tu-

138 Digha Nikaya


bérculos, raíces y frutos’?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú, no habiendo ob-
tenido aquel incomparable logro de la sabiduría y de la buena con-
ducta ni habiendo llegado a poder alimentarte sólo con frutos del
monte ni habiendo llegado a poder alimentarte sólo con tubércu-
los, raíces y frutos, construyendo un hogar para el fuego en la ve-
cindad de una aldea o en la vecindad de una pequeña ciudad, per-
maneces ahí rindiendo culto al fuego juntamente con tu
maestro?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Tu qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú, no habiendo obte-
nido aquel incomparable logro de la sabiduría y de la buena con-
ducta ni habiendo llegado a poder alimentarte sólo con frutas del
monte ni habiendo llegado a poder alimentarte sólo con tubércu-
los, raíces y frutos ni habiendo podido llegar a dedicarte al culto
del fuego, construyéndote una casa con cuatro puertas en la encru-
cijada de cuatro caminos principales, permaneces ahí conjunta-
mente con tu maestro pensando: ‘Aquel samán o brahmán que
venga por cualquiera de estas direcciones, a él yo lo honraré tanto
como pueda, según mis fuerzas’?”.
“No, señor Gotama”.
[29] “De este modo, oh Ambattha, tú estás privado de aquel in-
comparable logro de la sabiduría y de la buena conducta conjunta-
mente con tu maestro; y de aquellas cuatro formas que existen de
apartarse del incomparable logro de la sabiduría y de la buena
conducta –también de ellas estás tú privado conjuntamente con tu
maestro. Y aquel maestro tuyo, el brahmán Pokkharasati, ha di-
cho, oh Ambattha, estas palabras: ‘¿Quiénes son esos ascetas rapa-
dos, samanes, inferiores, negros, que nacieron del pie de Brahma,
para pretender conversar con brahmanes conocedores de los Tres
Vedas?’. –¡Él, que no ha realizado por sí mismo ni siquiera aque-

Ambattha Sutta 139


llas formas de apartarse del incomparable logro de la sabiduría y
de la buena conducta! Mira, Ambattha, hasta qué punto te ha he-
cho daño tu maestro, el brahmán Pokkharasati.

8. El camino de los antiguos sabios


[30] “Ambattha, el brahmán Pokkharasati vive de lo dado por el
rey Pasenadi de Kosala. Pero el rey Pasenadi de Kosala no le per-
mite estar en su presencia. Cuando el rey se consulta con él, se
consulta a través de una cortina. Ambattha, ¿cómo el rey Pasenadi
de Kosala no le permite estar en su presencia a aquel que recibe de
él comida como limosna, pura, de acuerdo con la ley? Mira, Am-
battha, hasta qué punto te ha hecho daño tu maestro el brahmán
Pokkharasati.
[31] “¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? El rey Pasenadi de Ko-
sala, sentado sobre el cuello de un elefante o sentado sobre el
lomo de un caballo o parado sobre la alfombra de su carro, consul-
ta sobre algún asunto con sus guerreros o con sus príncipes. Luego
él, dejando aquel lugar, se queda de pie a un lado. Llega entonces
un shudra o el esclavo de un shudra y parado en aquel mismo lu-
gar se expresa en esta forma: ‘El rey Pasenadi de Kosala ha dicho
así’, ‘El rey Pasenadi de Kosala ha dicho así’. ¿Acaso él no dice lo
dicho por el rey o no expresa lo expresado por el rey? ¿Y por esta
sola razón sería él rey o ministro del rey?”.
“No, señor Gotama”.
[32] “De la misma manera, oh Ambattha15, aquellos antiguos sa-
bios entre los brahmanes, que fueron autores de mantras, creado-
res de mantras, cuyos antiguos mantras sagrados, cantados, produ-
cidos, compuestos por ellos, los brahmanes de ahora cantan, reci-
tan, repitiendo lo dicho por aquéllos, reiterando lo expresado por
aquéllos: Atthaka, Vamaka, Vamadeva, Vessamitta, Yamataggi,

15 La construcción gramatical de esta sección y de las siguientes es algo oscura. La


idea principal que hay que tener en cuenta es la expresada después del guión.

140 Digha Nikaya


Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa, Bhagu16 –tú dices ‘Yo
aprendo de memoria los mantras de aquellos antiguos sabios con-
juntamente con mi maestro’. ¿Por esta sola razón tú te convertirás
en un sabio o ingresarás en el camino que conduce a la condición
de sabio? Esto no es posible.
[33] “¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú has oído de-
cir a los brahmanes ancianos, venerables, maestros y maestros de
maestros: ‘Aquellos antiguos sabios entre los brahmanes, que fue-
ron autores de mantras, creadores de mantras, cuyos antiguos
mantras sagrados, cantados, producidos, compuestos por ellos, los
brahmanes de ahora cantan, recitan, repitiendo lo dicho por aqué-
llos, reiterando lo expresado por aquéllos: Atthaka, Vamaka, Va-
madeva, Vessamitta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha,
Kassapa, Bhagu –aquellos antiguos sabios, bien bañados, bien
perfumados, con los cabellos y las barbas bien peinados, adorna-
dos con guirnaldas y piedras preciosas, vestidos de blanco, tenien-
do a su alcance, poseyendo las cinco clases de placeres sensuales,
se dedicaban a gozar, así como tú ahora conjuntamente con tu ma-
estro’?”.
“No, señor Gotama”.
“¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú has oído decir a
los brahmanes ancianos, venerables, maestros y maestros de ma-
estros: ‘Aquellos antiguos sabios entre los brahmanes que fueron
autores de mantras, creadores de mantras, cuyos antiguos mantras
sagrados, cantados, producidos, compuestos por ellos, los brahma-
nes de ahora cantan, recitan, repitiendo lo dicho por aquéllos, rei-
terando lo expresado por aquéllos: Atthaka, Vamaka, Vamadeva,
Vessamitta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa,
Bhagu –aquellos antiguos sabios se alimentaban con fino arroz co-
cinado en leche, con salsa pura de carne, arroz del que se han se-
parado los granos negros, con variados curries, con variados con-
dimentos, así como tú ahora conjuntamente con tu maestro’?”.

16 Nombres de algunos de los antiguos sabios.

Ambattha Sutta 141


“No, señor Gotama”.
“¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú has oído decir a
los brahmanes ancianos, venerables, maestros y maestros de ma-
estros: ‘Aquellos antiguos sabios entre los brahmanes que fueron
autores de mantras, creadores de mantras, cuyos antiguos mantras
sagrados, cantados, producidos, compuestos por ellos, los brahma-
nes de ahora cantan, recitan, repitiendo lo dicho por aquéllos, rei-
terando lo expresado por aquéllos: Atthaka, Vamaka, Vamadeva,
Vessamitta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa,
Bhagu –aquellos antiguos sabios gozaban con mujeres con sus ca-
deras adornadas por cinturones, así como tú ahora conjuntamente
con tu maestro?’.
“No, señor Gotama”.
“¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú has oído decir a
los brahmanes ancianos, venerables, maestros y maestros de ma-
estros: ‘Aquellos antiguos sabios entre los brahmanes que fueron
autores de mantras, creadores de mantras, cuyos antiguos mantras
sagrados, cantados, producidos, compuestos por ellos, los brahma-
nes de ahora cantan, recitan, repitiendo lo dicho por aquéllos, rei-
terando lo expresado por aquéllos: Atthaka, Vamaka, Vamadeva,
Vessamitta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa,
Bhagu –aquellos antiguos sabios se paseaban en carros tirados por
yeguas de crines bien arregladas, azuzándolas con largos látigos,
así como tú ahora conjuntamente con tu maestro?’.
“No, señor Gotama”.
“¿Tú qué piensas de esto, Ambattha? ¿Acaso tú has oído decir a
los brahmanes ancianos, venerables, maestros y maestros de ma-
estros: ‘Aquellos antiguos sabios entre los brahmanes que fueron
autores de mantras, creadores de mantras, cuyos mantras sagrados,
cantados, producidos, compuestos por ellos, los brahmanes de
ahora cantan, recitan, repitiendo lo dicho por aquéllos, reiterando
lo expresado por aquéllos: Atthaka, Vamaka, Vamadeva, Vessamit-

142 Digha Nikaya


ta, Yamataggi, Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa, Bhagu –
aquellos antiguos sabios se hacían proteger por hombres ceñidos
con largas espadas en ciudades fortificadas con fosos bien cava-
dos, con barrotes atravesados, así como tú ahora conjuntamente
con tu maestro’?”.
“No, señor Gotama”.
“De este modo, Ambattha, ni tú eres un sabio ni has ingresado en
el camino que conduce a la condición de sabio, ni tu maestro. Am-
battha, aquel que tenga alguna duda o alguna incertidumbre con
respecto a mí, que me haga una pregunta, yo le aclararé con mi
respuesta”.

9. Ambattha fue a donde se encontraba Pokkharasati


[34] Y el Bhagavant, saliendo de su habitación, se dirigió a la ga-
lería. El joven brahmán Ambattha, saliendo de la habitación, se di-
rigió a la galería. Y el joven brahmán Ambattha, caminando junto
al Bhagavant que caminaba, buscó en el cuerpo del Bhagavant las
treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres. Y el joven brahmán
Ambattha vio todas las treinta y dos Marcas de los Grandes Hom-
bres en el cuerpo del Bhagavant, excepto dos. Sobre esas dos Mar-
cas de los Grandes Hombres él estaba inseguro, dudaba, no veía
claro, no estaba tranquilo –sobre el órgano sexual cubierto por una
membrana y el tamaño de la lengua17.
[35] Y el Bhagavant pensó: “Este joven brahmán Ambattha me ve
todas las treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres, excepto
dos. Sobre esas Marcas de los Grandes Hombres él está inseguro,
duda, no ve claro, no está tranquilo –sobre el órgano sexual cu-
bierto por una membrana y sobre el tamaño de la lengua”. Y el

17 Es incierto el significado de estas dos marcas: el órgano sexual y la lengua, ésta úl-
tima de tamaño excepcional. Probablemente esto está relacionado con la práctica
yóguica de aumentar el tamaño de la lengua (incluso cortándose el frenillo) con el
fin de poder obstruir con ella, dándola vuelta hacia arriba, el orificio de la laringe en
el curso de los ejercicios de control respiratorio.

Ambattha Sutta 143


Bhagavant ejercitó su poder extraordinario de tal modo que el jo-
ven brahmán Ambattha vio el órgano sexual del Bhagavant cu-
bierto por una membrana. Y el Bhagavant, sacando la lengua,
rozo, tocó con ella sus dos orejas; rozó, tocó con ella sus dos nari-
nas y cubrió con la lengua toda la superficie de su frente. Y el jo-
ven brahmán Ambattha pensó esto: “El samán Gotama está dotado
de las treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres completas, no
incompletas”. Y le dijo esto al Bhagavant:
“Señor Gotama, nosotros ahora nos vamos, tenemos mucho que
hacer, tenemos muchas cosas que llevar a cabo”.
“Ambattha, ahora haz como te parezca conveniente”.
[36] Entonces, el joven brahmán Ambattha, subiéndose a su carro
tirado por una yegua, partió. En aquella ocasión el brahmán
Pokkharasati, habiendo salido de Ukkattha junto con un gran gru-
po de brahmanes, estaba sentado en su parque, esperando al joven
brahmán Ambattha. Y el joven brahmán Ambattha se dirigió hacia
su parque; habiendo ido en carro hasta donde había camino para
carro, descendiendo del carro, a pie, se acercó a donde se encon-
traba el brahmán Pokkharasati. Y habiéndose acercado, saludando
al brahmán Pokkharasati, se sentó a un lado.
[37] El brahmán Pokkharasati le dijo esto al joven brahmán Am-
battha sentado a un lado: “Querido Ambattha, ¿viste al señor Go-
tama?”.
“Nosotros vimos, señor, al señor Gotama”.
“Querido Ambattha, ¿el rumor difundido con respecto a aquel se-
ñor Gotama corresponde a lo que él es o él es de otro modo? ¿En
verdad el señor Gotama es tal cual y no de otra manera?”.
“Señor, el rumor difundido con respecto a aquel señor Gotama co-
rresponde a lo que él es, él no es de otro modo; el señor Gotama
es tal cual y no de otra manera. Y el señor Gotama está dotado de
las treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres completas, no
incompletas”.

144 Digha Nikaya


“Querido Ambattha, ¿tuviste con el samán Gotama alguna conver-
sación?”.
“Tuve con el samán Gotama una conversación”.
“Querido Ambattha, ¿qué clase de conversación tuviste con el sa-
mán Gotama?”.
Y el joven brahmán Ambattha narró al brahmán Pokkharasati toda
aquella conversación que tuvo con el Bhagavant.
[38] Cuando él habló así, el brahmán Pokkharasati le dijo esto al
joven brahmán Ambattha:
“¡Oh tú, el gran pedante entre nosotros! ¡Oh tú, el gran sabio entre
nosotros! ¡Oh tú, el gran conocedor de los Tres Vedas entre noso-
tros! Señor, un hombre que tiene tal ayudante, con la destrucción
de su cuerpo, después de la muerte, renace en una condición des-
graciada, en un dominio de mísera existencia, en un lugar de sufri-
miento, en el infierno –un ayudante como tú, Ambattha, que ha-
blaste así, agrediendo una vez tras otra al señor Gotama. Entonces,
el señor Gotama habló así acusándonos una vez tras otra. ¡Oh tú,
el gran pedante entre nosotros! ¡Oh tú, el gran sabio entre noso-
tros! ¡Oh tú, el gran conocedor de los Tres Vedas entre nosotros!
Señor, un hombre que tiene tal ayudante, con la destrucción del
cuerpo, después de la muerte, renace en una condición desgracia-
da, en un dominio de mísera existencia, en un lugar de sufrimien-
to, en el infierno”. E irritado, descontento, echó rudamente al jo-
ven brahmán Ambattha y quiso enseguida ir a ver al Bhagavant.

10. Pokkharasati fue a donde se encontraba Buda


[39] Entonces aquellos brahmanes dijeron esto al brahmán
Pokkharasati: “Es demasiado tarde, señor, hoy día para ir a ver al
Bhagavant samán Gotama; mañana, el señor Pokkharasati irá a
ver al samán Gotama”. Pero el brahmán Pokkharasati, habiendo
hecho preparar en su propia casa delicioso alimento sólido y líqui-
do, subiendo a su carro, en medio de antorchas levantadas, salió

Ambattha Sutta 145


de Ukkattha y se dirigió a donde se encontraba la densa jungla de
Icchanangala. Yendo con su carro hasta donde había camino para
carro, descendiendo del carro, a pie, se acercó a donde se encon-
traba el Bhagavant y habiéndose acercado, se saludó amistosa-
mente con el Bhagavant. Y después de intercambiar palabras cor-
diales y corteses, se sentó a un lado.
[40] Sentado a un lado, el brahmán Pokkharasati dijo esto al Bha-
gavant: “Señor Gotama, ¿ha venido aquí nuestro discípulo, el jo-
ven brahmán Ambattha?”.
“Brahmán, tu discípulo, el joven brahmán Ambattha, ha venido
aquí”.
“Señor Gotama, ¿tuviste alguna conversación con el joven brah-
mán Ambattha?”.
“Brahmán, tuve una conversación con el joven brahmán Am-
battha”.
“¿Y qué clase de conversación tuviste con el joven brahmán Am-
battha, señor Gotama?”.
Entonces el Bhagavant narró al brahmán Pokkharasati toda aque-
lla conversación que había tenido con el joven brahmán Ambattha.
Cuando él habló así, el brahmán Pokkharassti le dijo esto al
bhaghavant:
“Señor Gotama, el joven brahmán Ambattha es un ignorante. Que
el señor Gotama perdone al joven brahmán Ambattha”.
“Brahmán, que el joven brahmán Ambattha sea feliz”.
[41] Y el brahmán Pokkharasati buscó en el cuerpo del Bhagavant
las treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres. Y el brahmán
Pokkharasati vio todas las treinta y dos Marcas de los Grandes
Hombres en el cuerpo del Bhagavant, excepto dos. Sobre esas dos
Marcas de los Grandes Hombres él estaba inseguro, dudaba, no
veía claro, no estaba tranquilo –sobre el órgano sexual cubierto
por una membrana y sobre el tamaño de la lengua.

146 Digha Nikaya


[42] Y el Bhagavant pensó: “Este brahmán Pokkharasati me ve to-
das las treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres, excepto dos.
Sobre esas dos Marcas de los Grandes Hombres él está inseguro,
duda, no ve claro, no está tranquilo – sobre el órgano sexual cu-
bierto por una membrana y sobre el tamaño de la lengua”. Y el
Bhagavant ejercitó su poder extraordinario de tal modo que el
brahmán Pokkharasati vio el órgano sexual del Bhagavant cubier-
to por una membrana. Y el Bhagavant, sacando la lengua, rozó,
toco con ella sus orejas; rozó, tocó con ella sus narinas y cubrió
con la lengua toda la superficie de su frente.
[43] Y el brahmán Pokkharasati pensó esto: “El samán Gotama
está dotado de las treinta y dos Marcas de los Grandes Hombres
completas, no incompletas”. Y le dijo esto al Bhagavant: “Que el
señor Gotama en compañía de su grupo de bhikkhus acepte comer
conmigo”. El Bhagavant aceptó guardando silencio.
[44] Y el brahmán Pokkharasati, viendo que el Bhagavant acepta-
ba, anunció al Bhagavant que ya era hora de comer diciéndole:
“Señor Gotama, ya es hora, la comida está lista”. Y el Bhagavant,
por la mañana, después de vestirse, tomando su manto y su escu-
dilla, con el grupo de bhikkhus fue a donde se encontraba la casa
del brahmán Pokkharasati, y una vez ahí, se sentó en el asiento
preparado para él. Y el brahmán Pokkharasati, personalmente, ha-
lagó y atendió al Bhagavant con delicioso alimento sólido y ali-
mento líquido; y los jóvenes brahmanes hicieron lo mismo con el
grupo de bhikkhus. Y el brahmán Pokkharasati después de ver que
el Bhagavant había comido y que había retirado su mano de la es-
cudilla, tomando un asiento bajo, se sentó a un lado.
[45] Y el Bhagavant, al brahmán Pokkharasati que estaba sentado
a un lado, le explicó en forma gradual su enseñanza sobre los si-
guientes temas, a saber: la liberalidad, la disciplina moral, el cielo;
y explicó el peligro, la degradación, y la impureza de los deseos y
los beneficios del renunciamiento. Cuando el Bhagavant se dio
cuenta de que el brahmán Pokkharasati tenía ya la mente prepara-

Ambattha Sutta 147


da, dócil, libre de obstáculos, feliz y serena, entonces explicó
aquella condensada enseñanza de los Budas: el sufrimiento, su
origen, su destrucción y el camino. Y así como una vestimenta
limpia, sin mancha, recibiría perfectamente la tintura, de la misma
manera en el brahmán Pokkharasati, mientras se encontraba en
aquel mismo asiento, se produjo la intuición de la Doctrina, pura,
sin mancha: “Todo lo que tiene un origen está sujeto destrucción”.
[46] Y el brahmán Pokkharasati, que había percibido la Doctrina,
que había alcanzado la Doctrina, que había conocido la Doctrina,
que se había compenetrado de la Doctrina, que había ido más allá
de las dudas y cuyas incertidumbres habían desaparecido, que ha-
bía alcanzado la completa satisfacción, que no dependía de nadie
en su comprensión de la enseñanza del Maestro, le dijo esto al
Bhagavant: “¡Qué extraordinario, señor Gotama! ¡Qué extraordi-
nario, señor Gotama! Así como, señor Gotama, uno levantaría
algo que se ha caído o descubriría algo que está oculto o indicaría
el camino a alguien que lo ha perdido o sostendría una lámpara de
aceite en la oscuridad pensando: ‘Los que tienen ojos, verán’; de
la misma manera el señor Gotama ha explicado la Doctrina de
múltiples maneras. Señor Gotama, yo, con mis hijos, con mis mu-
jeres, con mi gente, con mis allegados tomo refugio en el Bhaga-
vant, en la Doctrina, en la Comunidad de bhikkhus. Que el señor
Gotama desde hoy me reciba como upasaka, a mí que, en vida, he
tomado refugio en él. Así como en vida, he tomado refugio en él.
Así como el señor Gotama visita a otras familias de devotos laicos
de Ukkattha, de la misma manera que el señor Gotama visite a la
familia de Pokkharasati; para aquellos jóvenes brahmanes o para
aquellas jóvenes brahmanas que entonces saluden al señor Gota-
ma, que se levanten a su encuentro, que le den asiento y agua, que
se alegren con él, para ellos, esto ha de ser para su bien y para su
felicidad por largo tiempo”.
“Brahmán, has hablado bien”.

148 Digha Nikaya


Sonadanda Sutta
Discurso con Sonadanda

Cuando el famoso brahmán Sonadanda escuchó sobre la llegada del Buda, decidió a vi-
sitarlo, a pesar de los consejos adversos de los otros brahmanes, quienes consideraban
que esto podría afectar su dignidad. Sonadanda, al ser preguntado por el Buda sobre las
cualidades de un verdadero brahmán, mencionó cinco, pero tuvo que reconocer que las
mismas se reducían a dos: la moralidad y el conocimiento. Finalmente, el brahmán se
convirtió a la enseñanza del Buda.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].

Sonadanda Sutta 149


FUENTES:
Sonadandasutta en World Tipitaka Edition.
Rhys Davids, T.W. (sf.). Sonadanda Sutta: Characteriscics of the True Brahman. Recu-
perado de http://www.metta.lk/tipitaka/
Walsh, M. (1995). Sonadanda Sutta: About Sonadanda. The Qualities of a True Brahmin
en The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya. Boston, Es-
tados Unidos: Wisdom Publications, pp. 125-132.

Traducido por Anton Baron para Bosque Theravada 2008


Editado por Federico y Anton Baron
Publicación del Bosque Theravada 2008-2014

150 Digha Nikaya


DN 4

Sonadanda Sutta
Discurso con Sonadanda

1. Campeyyakabrahmanagahapatika - Los hombres


de la casta brahmánica de Campa
[1] Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba
viajando entre los angas con un numeroso grupo de monjes: alre-
dedor de quinientos monjes. Un día, llegaron a Campa donde estu-
vieron en el estanque de las flores de loto Gaggara.
En Campa, que era un lugar populoso, rico en pastos, madera,
agua y granos, vivía el brahmán Sonadanda. Toda esta riqueza fue
proveída por el rey Seniya Bimbisara de Magadha, como regalo
real acompañado por sus poderes especiales.
[2] Entonces, los brahmanes y los hombres hogareños de Campa
escucharon decir esto: “El asceta Gotama que proviene del clan de
los sakyas, al estar viajando entre los angas, llegó al estanque de
las flores de loto Gaggara. En lo concerniente al Bienaventurado
Señor Gotama, se ha propagado el siguiente, muy buen informe:
‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant, un Buda plenamente
despierto, perfecto en conocimiento y conducta, el Bienhechor, el
Conocedor de los mundos, inigualado domador de hombres que
han de ser domados, el maestro de los dioses y los seres humanos,
el Buda, el Bendito’. Él revela las cosas tanto del mundo de los
dioses, Maras y Brahmas, como del mundo de los ascetas y brah-
manes con sus príncipes y su gente, habiendo conocido todo esto
mediante su propio entendimiento. El Dhamma que enseña es
agradable en el comienzo, agradable en la mitad y agradable al fi-
nal. Enseña tanto su espíritu como la letra, exhibiéndolo perfecta y

Sonadanda Sutta 151


plenamente y viviendo una vida santa, rigurosa y pura. Es real-
mente bueno, el hecho de poder ver al semejante Arahant”. Así
que el gran número de estos brahmanes y hombres hogareños dejó
a Campa y fue al estanque de las flores de loto Gaggara.
[3] Justo en este momento, Sonadanda se acercó a su veranda para
hacer su habitual siesta y vio a todos aquellos brahmanes y hom-
bres hogareños yendo al estanque de las flores de loto Gaggara.
Así que mandó a su camarero para que averiguara las razones de
esta marcha. Y el camarero respondió: “Señor, es por causa del as-
ceta Gotama, de quien se ha propagado el siguiente, muy buen in-
forme: ‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant... el Buda, el
Bienaventurado Señor’. Es por eso que todos ellos van a verlo”.
“Bien, camarero, ve entonces junto a los brahmanes y hombres
hogareños de Campa y diles: ‘Por favor, esperad, señores, el brah-
mán Sonadanda quiere ir a ver al asceta Gotama’”. Y el camarero
fue y entregó el mensaje a los brahmanes y hombres hogareños de
Campa.

2. Sonadandagunakatha - Porción con las cualidades


de Sonadanda
[4] En aquel tiempo, estaban en Campa cientos de brahmanes pro-
venientes de diversas regiones que estaban allí atendiendo sus ne-
gocios. Cuando escucharon sobre la intención de la visita de brah-
mán Sonadanda a Gotama, le preguntaron si esto era cierto. “Así
es, señores, voy a visitar al asceta Gotama”.
[5] “Señor, no vaya a visitar al asceta Gotama. No es apropiado
que lo haga. Si el venerable Sonadanda va a visitar al asceta Gota-
ma, su reputación va a decrecer y la del asceta Gotama va a incre-
mentar. Siendo así las cosas, no es apropiado que el venerable So-
nadanda vaya a visitar al asceta Gotama, sino que más bien, el as-
ceta Gotama debería visitarlo a Usted.
“El venerable Sonadanda tiene una noble procedencia, tanto por

152 Digha Nikaya


parte de su madre como del padre; la descendencia de su familia
es pura desde las siete generaciones de forma inquebrantable. Te-
niendo este irreprochable nacimiento, no debería llamar al asceta
Gotama, sino que el asceta Gotama, debería llamarlo a Usted. El
venerable Sonadanda es poseedor de grandes bienes y recursos. El
venerable Sonadanda es un erudito, versado en los mantras, maes-
tro en los Tres Vedas, hábil expositor de reglas y rituales, un sabio
en los sonidos y sus significados, versado en la tradición oral, un
expositor competente en la filosofía natural y en las marcas del
Gran Hombre. El venerable Sonadanda es apuesto, de buena apa-
riencia, agradable, de una hermosa constitución; tanto en forma
como en el semblante se parece al Brahma. Es virtuoso, de una
virtud constantemente creciente, incansable en acrecentar la vir-
tud. Es de buena forma de hablar, se dirige placenteramente, es
cortés, tiene una pura y clara pronunciación y habla siempre sobre
el punto. Es el maestro de muchos maestros, enseña los mantras a
los trescientos jóvenes y muchos hombres jóvenes vienen de dife-
rentes distritos y regiones para aprender los mantras en su presen-
cia, deseosos de aprenderlos de él. Es anciano, crecido en años,
venerable, de una juventud pasada en tiempos lejanos, mientras
que el asceta Gotama es todavía joven y recientemente salió hacia
la vida errabunda. El venerable Sonadanda es estimado, honrado,
reverenciado y alabado por el rey Seniya Bimbisara y por el brah-
mán Pokkharasati. Vive en Campa, en un lugar populoso, rico en
pastos, madera, agua y granos. Todo esto provisto por el rey Seni-
ya Bimbisara de Magadha, como regalo real acompañado por los
poderes especiales. Siendo así, no es apropiado que Sonadanda
vaya a visitar al asceta Gotama, sino que más bien, el asceta Gota-
ma venga a visitarlo a Usted”.

3. Buddhagunakakatha - Porción con las cualidades


del Buddha
[6] “Entonces, escuchad por qué es apropiado para nosotros visitar

Sonadanda Sutta 153


al asceta Gotama y por qué no es apropiado que el asceta Gotama
nos visite a nosotros. El venerable Gotama tiene una noble proce-
dencia, tanto por parte de su madre como del padre; la descenden-
cia de su familia es pura desde las siete generaciones de forma in-
quebrantable; teniendo este irreprochable nacimiento, es apropia-
do para nosotros visitarlo a él. Él abandonó su hogar, dejando un
gran número de parientes. Dejó gran cantidad de oro y riquezas
para salir afuera, dejó tanto lo que estaba escondido, como lo que
estaba expuesto. El asceta Gotama, mientras aún estaba en su ple-
na juventud, renunció a la vida hogareña para vivir el estilo de
vida sin hogar. Habiendo dejado a sus apenados y entristecidos pa-
rientes con el llanto en sus ojos, habiendo cortado su cabellera y
su barba y puesto el hábito amarillo, salió para vivir el estilo de
vida sin hogar. Es apuesto, de buena apariencia, agradable, de una
hermosa constitución; tanto en forma como en el semblante se pa-
rece al Brahma. Es virtuoso, de una virtud constantemente cre-
ciente, incansable en acrecentar la virtud. Es de buen habla, se di-
rige placenteramente, es cortés, tiene una pura y clara pronuncia-
ción, hablando siempre sobre el punto. Es el maestro de los maes-
tros de muchos. Ha abandonado la sensualidad y ha disipado la
vanidad. Enseña la acción y los resultados de la acción y honra la
intachable forma de vida de los brahmanes. Es un asceta errante
proveniente de una familia de gran riqueza y muchos bienes. Hay
gente de otros reinos y de otras tierras que viene a consultar con
él. Miles de devas han tomado refugio en él.
“Además, se ha propagado el siguiente, muy buen informe de él:
‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant, un Buda plenamente
iluminado, perfecto en conocimiento y conducta, el Bienhechor, el
Conocedor de los mundos, inigualado domador de hombres que
han de ser domados, el maestro de los dioses y los seres humanos,
el Buda, el Bendito’. Él revela las cosas de este mundo con sus
dioses, Maras y Brahmas, del mundo de los ascetas y brahmanes
con sus príncipes y su gente, habiendo conocido todo esto con su
propio entendimiento. El Dhamma que enseña es agradable en el

154 Digha Nikaya


comienzo, agradable en la mitad y agradable al final. Enseña tanto
su espíritu como la letra, exhibiéndolo perfecta y plenamente y vi-
viendo una vida santa, rigurosa y pura. Es realmente bueno, poder
ver a semejante Arahant. Él posee las treinta y dos marcas del
Gran Hombre. Siempre está bienvenido, amable en su forma de
hablar, cortés, brillante, claro y dispuesto a hablar. Está atendido
por las Cuatro Asambleas, reverenciado, honrado, estimado y ala-
bado por ellas. Numerosos devas y seres humanos le son devotos.
Siempre, cuando está en alguna ciudad o algún pueblo, este lugar
nunca es molestado por los seres no-humanos. A él le sigue una
multitud de discípulos, es el maestro de muchos, ha sido consulta-
do por líderes de varios credos. Su reputación no se originó como
la de muchos otros ascetas y brahmanes, de los cuales se ha repor-
tado esto o aquello: la fama del asceta Gotama está basada en sus
propios logros de una conducta y sabiduría insuperables. Hasta el
rey Seniya Bimbisara ha tomado refugio en él, junto con su hijo,
su mujer, sus seguidores y ministros. También, es reverenciado,
honrado, estimado y alabado por el rey Pasenadi y por el brahmán
Pokkharasati.
“El asceta Gotama ha llegado a Campa y está en el parque de Am-
balatthika. Y siempre cuando cualquier asceta o brahmán llega a
nuestro territorio, es nuestro huésped. Y siendo que el asceta Gota-
ma ha llegado a Campa y está en el parque de Ambalatthika, es
nuestro huésped y debería ser tratado como tal. De esta manera,
no sería apropiado que él viniera junto a nosotros, sino que noso-
tros deberíamos ir junto a él. Se podría seguir alabando de esta
manera al asceta Gotama, pero toda esta alabanza sería insuficien-
te, porque él está más allá de todas las alabanzas”.
[7] Al escuchar esto, los brahmanes dijeron: “Señor, siendo tus
alabanzas al asceta Gotama así de grandes, entonces si él viviera a
cientos de yojanas de aquí, igualmente sería apropiado para los
miembros creyentes de las buenas familias, ponerse una mochila
en los hombros e ir a visitarlo. De modo que, señor, todos noso-
tros vamos a ir ahora a visitar al asceta Gotama”. Acto seguido,

Sonadanda Sutta 155


Sonadanda, con un numeroso grupo de los brahmanes, fueron al
estanque de las flores de loto Gaggara.

4. Sonadandaparivitakko - La reflexión de
Sonadanda
[8] Sin embargo, mientras estaba atravesando el matorral de la
jungla, Sonadanda, tuvo esta inquietud: “Si yo pregunto algo al
asceta Gotama, él podría responderme: ‘Brahmán, esta pregunta
no es adecuada, no es una pregunta bien planteada’, por lo cual
este grupo de brahmanes podría desestimarme diciendo: ‘Sona-
danda es un tonto, es un inexperto que no sabe plantear correcta-
mente una pregunta’. Y si mi reputación decrece, decrecerán tam-
bién mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de la reputación
que me gano. Por otro lado, si el asceta Gotama me pregunta a mí
y mi respuesta no lo satisface, podría decir: ‘Esta respuesta no es
la correcta’. Y, entonces, este grupo de brahmanes podría desesti-
marme diciendo: ‘Sonadanda es un tonto, es un inexperto que no
sabe dar una respuesta correcta’. Y si mi reputación decrece, de-
crecerán también mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de
la reputación que me gano. Pero también, si, al llegar en la presen-
cia del asceta Gotama, yo me vuelvo atrás sin mostrarme, mi repu-
tación puede decrecer. Y si mi reputación decrece, decrecerán
también mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de la reputa-
ción que me gano”.
[9] De esta manera, el brahmán Sonadanda se acercó al Bienaven-
turado y, al intercambiar con él los saludos de cortesía, se sentó a
un lado. Algunos de los brahmanes y hombres hogareños de Cam-
pa rindieron homenaje al Bienaventurado y se sentaron a un lado,
algunos intercambiaron con él cordiales saludos y se sentaron a un
lado, algunos lo saludaron con las palmas de las manos juntadas,
algunos anunciaban sus nombres y sus respectivos clanes y otros
simplemente se sentaron a un lado en silencio.
[10] También Sonadanda tomó su asiento, mientras muchos in-

156 Digha Nikaya


quietantes pensamientos pasaban por su mente: “Si yo le pregunto
algo al asceta Gotama, podría responderme: ‘Brahmán, esta pre-
gunta no es adecuada, no es una pregunta bien planteada’, por lo
cual este grupo de brahmanes podría desestimarme diciendo: ‘So-
nadanda es un tonto, es un inexperto que no sabe plantear correc-
tamente una pregunta’. Y si mi reputación decrece, decrecerán
también mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de la reputa-
ción que me gano. Por otro lado, si el asceta Gotama me pregunta
a mí y mi respuesta no lo satisface, podría decir: ‘Esta respuesta
no es la correcta’. Y, entonces, este grupo de brahmanes podría de-
sestimarme diciendo: ‘Sonadanda es un tonto, es un inexperto que
no sabe dar una respuesta correcta’. Y si mi reputación decrece,
decrecerán también mis ingresos, ya que mis ingresos dependen
de la reputación que me gano. Pero también, si, al llegar en la pre-
sencia del asceta Gotama, yo me vuelvo atrás sin mostrarme, mi
reputación puede decrecer. Y si mi reputación decrece, decrecerán
también mis ingresos, ya que mis ingresos dependen de la reputa-
ción que me gano. ¡Ojalá, el Bienaventurado me pregunte algo
que tenga relación con el campo propio de mis conocimientos de
los Tres Vedas! ¡Entonces, yo podría darle una respuesta satisfac-
toria!”

5. Brahmanapannatti - La sabiduría de los hombres


de la casta brahmánica
[11] En esta ocasión el Bienaventurado pudo percibir la preocupa-
ción de Sonadanda y pensó lo siguiente: “Este Sonadanda está
afligido en su corazón. ¿Qué tal si le hago una pregunta en rela-
ción con el campo propio de sus conocimientos de los Tres Ve-
das?” Acto seguido, preguntó a Sonadanda lo siguiente: “¿A tra-
vés de cuántas cualidades se puede reconocer a un brahmán como
tal? ¿A través de cuántas cualidades podría él afirmar verdadera-
mente, sin incurrir en falsedades: ‘Soy un brahmán’?”
[12] Entonces, Sonadanda pensó: “Lo que yo he querido y desea-

Sonadanda Sutta 157


do ha ocurrido: quise que el Bienaventurado me preguntara algo
que tuviera relación con el campo propio de mis conocimientos de
los Tres Vedas y esto sucedió. Ahora podré darle una respuesta sa-
tisfactoria”.
[13] Entonces, enderezando su cuerpo y mirando alrededor del
grupo que estaba ahí reunido dijo: “Existen cinco cualidades a tra-
vés de las cuales se puede reconocer a un brahmán como tal. A
través de estas cinco cualidades él puede afirmar verdaderamente,
sin incurrir en falsedades: ‘Soy un brahmán’. ¿Cuáles son estas
cinco? En primer lugar, venerable señor, el brahmán cuenta con un
buen nacimiento por ambas partes: por el lado de la madre y del
padre. La pureza de su nacimiento puede demostrarse en siete ge-
neraciones anteriores, las cuales están sin mancha y sin reproche
en cuanto al nacimiento. En segundo lugar, es un erudito versado
en mantras, domina los Tres Vedas con sus índices, rituales, fono-
logías, exégesis y leyendas. Los conoce en sus frases y en su gra-
mática. Además, es versado en la sofistería de Lokayata y en la te-
oría de los signos del cuerpo del Gran Hombre. Luego, en tercer
lugar, es un hombre apuesto, agradable para la vista; es una perso-
na que inspira confianza, de bella constitución, de limpio cutis y
de buena presencia. Es majestuoso al ser contemplado. También,
en cuarto lugar, es virtuoso, crecido en la virtud y superdotado en
la virtud, la cual se desarrolla en él de gran manera. Finalmente,
en quinto lugar, es docto y sabio; es primero o segundo entre los
que sostienen la cuchara del sacrificio. Estas son las cinco cualida-
des de un verdadero brahmán”.
[14] “Pero, si una de estas cinco cualidades le faltara, ¿podría él,
de igual manera, ser reconocido como un verdadero brahmán,
siendo poseedor sólo de cuatro de estas cualidades? ¿Podría él a
través de las cuatro cualidades solamente afirmar verdaderamente,
sin incurrir en falsedades: ‘Soy un brahmán’?”
“Sí, esto sería posible, venerable Gotama. Podríamos dejar la apa-
riencia, porque ¿qué importa la apariencia en este caso? Si él po-

158 Digha Nikaya


seyera las cuatro otras cualidades –nacimiento, recitación de los
mantras, virtud y sabiduría- podría afirmar verdaderamente, sin
incurrir en falsedades: ‘Soy un brahmán’”.
[15] “Pero, si una de estas cuarto cualidades le faltara, ¿podría él,
de igual manera, ser reconocido como un verdadero brahmán,
siendo poseedor sólo de tres de estas cualidades? ¿Podría él a tra-
vés de tres cualidades solamente afirmar verdaderamente, sin in-
currir en falsedades: ‘Soy un brahmán’?”
“Sí, esto sería posible, venerable Gotama. Podríamos dejar los
mantras, porque ¿qué importan los mantras en este caso? Si él po-
seyera las otras cualidades –nacimiento, virtud y sabiduría– podría
afirmar verdaderamente, sin incurrir en falsedades: ‘Soy un brah-
mán’”.
[16] “Pero, si una de estas tres cualidades le faltara, ¿podría él, de
igual manera, ser reconocido como un verdadero brahmán, siendo
poseedor sólo de dos de estas cualidades? ¿Podría él a través de
dos cualidades solamente afirmar verdaderamente, sin incurrir en
falsedades: ‘Soy un brahmán’?”
“Sí, esto sería posible, venerable Gotama. Podríamos dejar el na-
cimiento, porque ¿qué importa el nacimiento en este caso? Si él
poseyera las otras cualidades –virtud y sabiduría- podría afirmar
verdaderamente, sin incurrir en falsedades: ‘Soy un brahmán’”.
[17] Pero al decir esto, los brahmanes presentes dijeron a Sona-
nanda: “¡No diga esto, venerable Sonananda, no diga así! El vene-
rable Sonadanda no sólo está despreciando nuestra apariencia,
sino también nuestra capacidad de recitar mantras y nuestro naci-
miento. En realidad, el Venerable Sonananda está adoptando el
punto de vista del asceta Gotama”.
[18] Entonces, el Bienaventurado se dirigió a los brahmanes con
estas palabras: “Brahmanes, si pensáis que Sonadanda no es un
docto, no usa bien las palabras, carece de sabiduría y no es apto
para mantener esta conversación con el asceta Gotama, haced que

Sonadanda Sutta 159


cese de hablar y debatid vosotros conmigo. Pero, si pensáis que
Sonadanda es una persona docta, que usa bien las palabras, tiene
sabiduría y es apto para mantener esta conversión con el asceta
Gotama, cesad vosotros de hablar y dejadlo debatir conmigo”.
[19] Entonces, Sonadanda dijo al Bienaventurado: “Que el Biena-
venturado me permita a responder a estos brahmanes sobre este
tema”. Luego, se dirigió a ellos diciendo: “Que los venerables se-
ñores no digan esto. No digan que Sonadanda está despreciando
nuestra apariencia, nuestra capacidad de recitar mantras y nuestro
nacimiento. Que los venerables señores no digan que el venerable
Sonananda está adoptando el punto de vista del asceta Gotama”.
[20] En esta oportunidad, el sobrino del brahmán Sonadanda, un
joven de nombre Angaka estaba sentado en esta asamblea. Y So-
nadanda dijo a los brahmanes: “¿Pueden los venerables señores
ver a este Angaka, nuestro sobrino?”
“Sí, señor. Lo estamos viendo”.
“Bien, venerables señores. Angaka, es una persona apuesta, agra-
dable para la vista; es una persona que inspira confianza, de bella
constitución, de limpio cutis y de buena presencia. No hay otro en
esta asamblea que le iguale en la apariencia, excepto el asceta Go-
tama. También, venerables señores, Angaka es versado en man-
tras, domina los Tres Vedas con sus índices, rituales, fonologías,
exégesis y leyendas. Los conoce en sus frases y en su gramática.
Es versado en la sofistería de Lokayata y en la teoría de los signos
del cuerpo del Gran Hombre, pues yo mismo le había enseñado
estos versos. Además, venerables señores, Angaka cuenta con un
buen nacimiento por ambas partes: por el lado de la madre y del
padre. La pureza de su nacimiento puede demostrarse en siete ge-
neraciones anteriores, las cuales están sin mancha y sin reproche
en cuanto al nacimiento, pues yo mismo conozco sus antepasados
por el lado materno y paterno. Pero, si Angaka, venerables seño-
res, empezara a matar a los seres vivos, tomar lo que no le ha sido
dado, cometer adulterios, decir mentiras y tomar fuertes bebidas

160 Digha Nikaya


intoxicantes, entonces, venerables señores ¿para qué le serviría su
apariencia? ¿Para qué los mantras? ¿Para qué el nacimiento? Pero,
porque el brahmán es virtuoso, venerables señores, porque es cre-
cido en la virtud y superdotado en la virtud, la cual se desarrolla
en él de gran manera y porqué es docto y sabio, es primero o se-
gundo entre los que sostienen la cuchara del sacrificio, es que a al-
guien se puede reconocer como un brahmán y puede afirmar ver-
daderamente, sin incurrir en falsedades: ‘Soy un brahmán’”.

6. Silapannakatha - La sabiduría y la moral


[21] “Pero, brahmán, si una de estas dos cualidades le faltara, ¿po-
dría él, de igual manera, ser reconocido como un verdadero brah-
mán, siendo poseedor sólo de una de estas cualidades? ¿Podría él
a través de una sola cualidad afirmar verdaderamente, sin incurrir
en falsedades: ‘Soy un brahmán’?”
“No, Gotama. La sabiduría es purificada con la moralidad y la
moralidad es purificada con la sabiduría. Cuando está la morali-
dad, también está la sabiduría y, cuando está la sabiduría, también
está la moralidad. Un hombre moral, tiene sabiduría y un sabio
guarda la moral. De modo que la combinación de moralidad y sa-
biduría es llamada ‘el bien más alto en este mundo’. Así como una
mano lava a la otra, o un pie, al otro, de igual manera, la sabiduría
es purificada con la moralidad y la moralidad es purificada con la
sabiduría y la combinación de ambas es llamada ‘el bien más alto
en este mundo’.
[22] “Así es, brahmán. La sabiduría es purificada con la moralidad
y la moralidad es purificada con la sabiduría... (se repite el verso
anterior) Pero, brahmán, ¿qué es la moralidad y qué es la sabidu-
ría?”
“Nosotros sabemos sobre este tema sólo en línea general, Gotama.
Sería bueno que el venerable Gotama nos explicara su significado
en detalles”.

Sonadanda Sutta 161


[23] “Entonces, escucha, brahmán; presta atención que voy a ha-
blar”. “Sí, señor”, respondió el brahmán Sonadanda y el Biena-
venturado dijo lo siguiente:
“Brahmán, el Tathagata llegó a este mundo, un Arahant, un Buda
plenamente iluminado, perfecto en conocimiento y conducta, el
Bienhechor, el Conocedor de los mundos, inigualado adiestrador
de hombres que han de ser domados, el maestro de los dioses y los
humanos, el Buda, el Bendito. Él revela las cosas tanto del mundo
de los dioses, Maras y Brahmas, como del mundo de los ascetas y
brahmanes con sus príncipes y su gente, habiendo conocido todo
esto mediante su propio entendimiento. El Dhamma que él enseña
es agradable en el comienzo, agradable en la mitad y agradable al
final. Enseña tanto su espíritu como la letra, exhibiéndolo perfecta
y plenamente y viviendo una vida santa, rigurosa y pura.
“Un hombre hogareño o su hijo, o alguien que hubo renacido des-
de un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, obtiene fe en el
Tathagata reflexionando de esta manera: ‘La vida hogareña es un
camino limitado y cubierto de polvo, mientras que la vida sin ho-
gar es como vivir al aire libre. Esta no es una tarea fácil: vivir en
el hogar y practicar una vida totalmente perfecta, totalmente pura
y mantenerla brillante como una concha desvainada. ¿Qué tal si
afeito mi cabeza y mi barba, me visto con el hábito amarillo y re-
nuncio a esta vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar?’
“De modo que, después de cierto tiempo efectivamente abandona
sus riquezas, pequeñas o grandes, deja el círculo de sus parientes,
pequeño o grande, afeita su cabeza y su barba, se viste con el há-
bito amarillo para vivir el estilo de vida sin hogar. Y viviendo así,
se restringe a sí mismo mediante el código de las reglas monásti-
cas, teniendo cuidado de no cometer la menor falta con su cuerpo,
con sus acciones o palabras, enteramente entregado a purificar su
vida, a la virtud, guardando las puertas de sus sentidos, conscien-
temente atento y contento.
(Aquí se repiten las secciones enteras del sutta DN 2 sobre la

162 Digha Nikaya


Virtud , la Restricción, los Obstáculos y Jhanas 1º, 2º, 3º y 4º y los
Poderes)

7. Sonadanḍaupasakattapativedana - Sonadanda se
convierte en el seguidor laico
[24] Cuando esto fue dicho, el brahmín Sonadanda se dirigió al
Bienaventurado con estas palabras: “¡Excelente, señor! ¡Realmen-
te, magnífico! Es como si alguien enderezara lo que estaba torci-
do, como si revelara, lo que estaba oculto, como si mostrara el ca-
mino a alguien que estaba perdido o si encendiera una lámpara en
medio de la oscuridad, para que alguien dotado de buena vista pu-
diera percibir las formas. De la misma manera, el Bienaventurado
ha expuesto el Dhamma de diferentes maneras. Yo, señor, voy a
tomar refugio en el Bienaventurado, en el Dhamma y en el
Sangha. Qué el Bienaventurado me considere, de aquí en adelante,
como uno de sus seguidores laicos. Que el venerable Gotama, jun-
to con el Sangha de los monjes, acepte, por favor, de mí una comi-
da mañana”.
Y el Bienaventurado aceptó en silencio. Entonces, el brahmán So-
nadanda, habiendo comprendido la aceptación del Bienaventura-
do, se levantó de su asiento, lo saludó respetuosamente y se retiró,
cuidando que el Bienaventurado quedara siempre a su lado dere-
cho.
Al día siguiente, Sonadanda preparó toda clase de comidas, tanto
sólidas como blandas en el lugar que previamente preparó para re-
alizar su sacrificio. Cuando todo estaba listo, anunció al Bienaven-
turado: “Venerable Gotama, ya es el tiempo y la comida está pre-
parada”.
[25] Este día, el Bienaventurado se levantó temprano y, tomando
su vestimenta externa y el cuenco, se dirigió a la residencia de So-
nadanda, en compañía de sus monjes. Estando ahí, tomó el asiento
que estaba preparado para él, mientras que Sonadanda, con sus

Sonadanda Sutta 163


propias manos, servía toda clase de comida fina, hasta que todos
quedaron satisfechos.
Cuando el Bienaventurado terminó de comer y apartó su mano del
cuenco, Sonadanda tomó un asiento más bajo y se sentó al lado.
Acto seguido, se dirigió al Bienaventurado con estas palabras:
[26] “Venerable Gotama, si al entrar en la asamblea yo me levan-
tara de mi asiento y me inclinara frente del venerable Gotama, en-
tonces, la asamblea podría desestimarme. Ahora, si alguien es de-
sestimado por la asamblea, decrece también su reputación y sus
ingresos. Y mis ingresos dependen de la reputación que me gano.
Por eso, mientras esté sentado en medio de la asamblea y extienda
mis manos juntando las palmas, acepte el venerable Gotama este
gesto de mi parte como si me hubiese levantado de mi asiento. Y
si, al entrar en la asamblea saco de mi cabeza el turbante, acepte el
venerable Gotama este gesto como si me inclinara a sus pies. Por
otro lado, venerable Gotama, si yo, mientras estuviera en el carro,
me bajara de él para saludarlo, la asamblea podría desestimarme.
Ahora, si alguien es desestimado por la asamblea, decrece también
su reputación y sus ingresos. Y mis ingresos dependen de la repu-
tación que me gano. Por eso, mientras esté sentado en el carro y
levante mi vara, acepte el venerable Gotama este gesto de mi parte
como si bajara del carro para saludarlo y cuando baje mis manos,
como si me inclinara delante de él, con mi cabeza a sus pies”.
Entonces, el Bienaventurado instruyó a Sonadanda, lo elevó, lo
instruyó y lo regocijó mediante un discurso del Dhamma, después
de lo cual, se levantó de su asiento y partió.

164 Digha Nikaya


Kutadanta Sutta
Discurso con Kutadanta
Este sutta narra la historia de Kutadanta, un brahmán que preparó un grandioso sacrifi-
cio, durante el cual iba a matar a miles de animales. Entonces, preguntó al Buda sobre
cómo tendría que realizar correctamente semejante sacrificio. El Buda, le enseñó, en vez
de esto, unos sacrificios mucho más provechosos, aunque hechos sin derramamiento de
sangre. Al recibir esta enseñanza, Kutadanta se convirtió en el discípulo laico del Buda,
liberando previamente a los animales que iban a ser sacrificados.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].

Kutadanta Sutta 165


FUENTES:
Kutadandasutta en World Tipitaka Edition.
Rhys Davids, T.W. (sf.). Kutadanta Sutta: The Wrong Sacrifice and the Right. Recupera-
do de
http://www.metta.lk/tipitaka/2Sutta-Pitaka/1Digha-Nikaya/Digha1/05-kutadanta-e.html
WALSH, Maurice (1995) “Kutadanta Sutta: About Kutadanta. A Bloodless sacrifice” en
The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya. Boston, Wis-
dom Publications. Págs. 133-141.

Traducido por Anton Baron para Bosque Theravada


Editado por Federico y Anton Baron
Publicación de Bosque Theravada 2008-2014

166 Digha Nikaya


DN 5

Kutadanta Sutta
Discurso con Kutadanta

1. Khanumatakabrahmanagahapatika - Los hombres


de la casta brahmánica de Khanumata
[1] Esto he escuchado. En una ocasión, el Bienaventurado estaba
viajando por la región de Magadha con un numeroso grupo de
monjes: alrededor de quinientos monjes. En esta ocasión, llegaron
a una aldea de brahmanes ubicada en Magadha, llamada Khanu-
mata, donde se establecieron en el parque del Ambalatthika. En
Khanumata, que era un lugar populoso, rico en pastos, madera,
agua y granos, vivía el brahmín Kutadanta. Toda esta riqueza fue
proveída por el rey Seniya Bimbisara de Magadha, como regalo
real acompañado por sus poderes especiales. En esta oportunidad,
el brahmán Kutadanta estaba planificando realizar un gran sacrifi-
cio: setecientos toros, setecientos bueyes, setecientos novillos, se-
tecientos machos cabríos y setecientos carneros estaban atados a
los postes para ser sacrificados.
[2] Entonces, los brahmanes y los hombres hogareños de Khanu-
mata escucharon decir esto: “El asceta Gotama que proviene del
clan de los sakyas, al estar viajando entre los angas, llegó al estan-
que de las flores de loto Gaggara. En lo concerniente al Bienaven-
turado Señor Gotama, se ha propagado el siguiente, muy buen in-
forme: ‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant, un Buda plena-
mente despierto, perfecto en conocimiento y conducta, el Bienhe-
chor, el Conocedor de los mundos, inigualado domador de hom-
bres que han de ser domados, el maestro de los dioses y los seres
humanos, el Buda, el Bendito’. Él revela las cosas tanto del mun-

Kutadanta Sutta 167


do de los dioses, Maras y Brahmas, como del mundo de los asce-
tas y brahmanes con sus príncipes y su gente, habiendo conocido
todo esto mediante su propio entendimiento. El Dhamma que en-
seña es agradable en el comienzo, agradable en la mitad y agrada-
ble al final. Enseña tanto su espíritu como la letra, exhibiéndolo
perfecta y plenamente y viviendo una vida santa, rigurosa y pura.
Es realmente bueno, el hecho de poder ver al semejante Arahant”.
Así que el gran número de estos brahmanes y dueños de casa dejó
a Khanumata y fue al parque de Ambalatthika.
[3] Justo en este momento, Kutadanta se acercó a su veranda para
hacer su habitual siesta y vio a todos aquellos brahmanes y hom-
bres hogareños yendo a Ambalatthika. Así que mandó a su cama-
rero para que averiguara las razones de esta marcha.
Y el camarero respondió: “Señor, esto es por causa del asceta Go-
tama, de quien se ha propagado el siguiente, muy buen informe:
‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant... el Buda, el Bendito’.
Es por eso que todos ellos van a verlo”.
[4] Entonces, Kutadanta pensó de esta manera: “Yo he oído que el
asceta Gotama sabe cómo conducir satisfactoriamente el triple sa-
crificio acompañado por dieciséis requisitos. Ahora bien, aunque
quisiera realizar este gran sacrificio, no entiendo todos los detalles
necesarios. ¿Qué tal si voy adonde está el asceta Gotama y le pre-
gunto sobre este tema?” Así que mandó a su camarero junto a los
brahmanes y hombres hogareños pidiéndoles que lo esperaran.
[5] En aquel tiempo, estaban en Khanumata cientos de brahmanes
que pretendían tomar parte del gran sacrificio de Kutadanta, quie-
nes al escuchar sobre la intención de su visita a Gotama, le pre-
guntaron si esto era cierto. “Así es, señores, voy a visitar al asceta
Gotama”.

168 Digha Nikaya


2. Kutadantagunakatha - Porción con las cualidades
de Kutadanta
[6] “Señor, no vaya a visitar al asceta Gotama. No es apropiado
que lo haga. Si el venerable Kutadanta va a visitar al asceta Gota-
ma, su reputación va a decrecer y la del asceta Gotama va a incre-
mentar. Siendo así las cosas, no es apropiado que el venerable Ku-
tadanta vaya a visitar al asceta Gotama, sino que más bien, el as-
ceta Gotama debería visitarlo a Usted.
“El venerable Kutadanta tiene una noble procedencia, tanto por
parte de su madre como del padre; la descendencia de su familia
es pura desde las siete generaciones de forma inquebrantable. Te-
niendo este irreprochable nacimiento, no debería llamar al asceta
Gotama, sino que el asceta Gotama, debería llamarlo a Usted. El
venerable Kutadanta es poseedor de grandes bienes y recursos. El
venerable Kutadanta es un erudito, versado en los mantras, maes-
tro en los Tres Vedas, hábil expositor de reglas y rituales, un sabio
en los sonidos y sus significados, versado en la tradición oral, un
expositor competente en la filosofía natural y en las marcas del
Gran Hombre. El venerable Kutadanta es apuesto, de buena apa-
riencia, agradable, de una hermosa constitución; tanto en forma
como en el semblante se parece al Brahma. Es virtuoso, de una
virtud constantemente creciente, incansable en acrecentar la vir-
tud. Es de buena forma de hablar, se dirige placenteramente, es
cortés, tiene una pura y clara pronunciación y habla siempre sobre
el punto. Es el maestro de muchos maestros, enseña los mantras a
los trescientos jóvenes y muchos hombres jóvenes vienen de dife-
rentes distritos y regiones para aprender los mantras en su presen-
cia, deseosos de aprenderlos de él. Es anciano, crecido en años,
venerable, de una juventud pasada en tiempos lejanos, mientras
que el asceta Gotama es todavía joven y recientemente salió hacia
la vida errabunda. El venerable Kutadanta es estimado, honrado,
reverenciado y alabado por el rey Seniya Bimbisara y por el brah-
mán Pokkharasati. Vive en Campa, en un lugar populoso, rico en

Kutadanta Sutta 169


pastos, madera, agua y granos. Todo esto provisto por el rey Seni-
ya Bimbisara de Magadha, como regalo real acompañado por los
poderes especiales. Siendo así, no es apropiado que Kutadanta
vaya a visitar al asceta Gotama, sino que más bien, el asceta Gota-
ma venga a visitarlo a Usted”.

3. Buddhagunakatha - Porción con las cualidades del


Buda
[7] “Entonces, escuchad por qué es apropiado para nosotros visitar
al asceta Gotama y por qué no es apropiado que el asceta Gotama
nos visite a nosotros. El venerable Gotama tiene una noble proce-
dencia, tanto por parte de su madre como del padre; la descenden-
cia de su familia es pura desde las siete generaciones de forma in-
quebrantable; teniendo este irreprochable nacimiento, es apropia-
do para nosotros visitarlo a él. Él abandonó su hogar, dejando un
gran número de parientes. Dejó gran cantidad de oro y riquezas
para salir afuera, dejó tanto lo que estaba escondido, como lo que
estaba expuesto. El asceta Gotama, mientras aún estaba en su ple-
na juventud, renunció a la vida hogareña para vivir el estilo de
vida sin hogar. Habiendo dejado a sus apenados y entristecidos pa-
rientes con el llanto en sus ojos, habiendo cortado su cabellera y
su barba y puesto el hábito amarillo, salió para vivir el estilo de
vida sin hogar. Es apuesto, de buena apariencia, agradable, de una
hermosa constitución; tanto en forma como en el semblante se pa-
rece al Brahma. Es virtuoso, de una virtud constantemente cre-
ciente, incansable en acrecentar la virtud. Es de buen habla, se di-
rige placenteramente, es cortés, tiene una pura y clara pronuncia-
ción, hablando siempre sobre el punto. Es el maestro de los maes-
tros de muchos. Ha abandonado la sensualidad y ha disipado la
vanidad. Enseña la acción y los resultados de la acción y honra la
intachable forma de vida de los brahmanes. Es un asceta errante
proveniente de una familia de gran riqueza y muchos bienes. Hay
gente de otros reinos y de otras tierras que viene a consultar con

170 Digha Nikaya


él. Miles de devas han tomado refugio en él.
“Además, se ha propagado el siguiente, muy buen informe de él:
‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant, un Buda plenamente
iluminado, perfecto en conocimiento y conducta, el Bienhechor, el
Conocedor de los mundos, inigualado domador de hombres que
han de ser domados, el maestro de los dioses y los seres humanos,
el Buda, el Bendito’. Él revela las cosas de este mundo con sus
dioses, Maras y Brahmas, del mundo de los ascetas y brahmanes
con sus príncipes y su gente, habiendo conocido todo esto con su
propio entendimiento. El Dhamma que enseña es agradable en el
comienzo, agradable en la mitad y agradable al final. Enseña tanto
su espíritu como la letra, exhibiéndolo perfecta y plenamente y vi-
viendo una vida santa, rigurosa y pura. Es realmente bueno, poder
ver a semejante Arahant. Él posee las treinta y dos marcas del
Gran Hombre. Siempre está bienvenido, amable en su forma de
hablar, cortés, brillante, claro y dispuesto a hablar. Está atendido
por las Cuatro Asambleas, reverenciado, honrado, estimado y ala-
bado por ellas. Numerosos devas y seres humanos le son devotos.
Siempre, cuando está en alguna ciudad o algún pueblo, este lugar
nunca es molestado por los seres no-humanos. A él le sigue una
multitud de discípulos, es el maestro de muchos, ha sido consulta-
do por líderes de varios credos. Su reputación no se originó como
la de muchos otros ascetas y brahmanes, de los cuales se ha repor-
tado esto o aquello: la fama del asceta Gotama está basada en sus
propios logros de una conducta y sabiduría insuperables. Hasta el
rey Seniya Bimbisara ha tomado refugio en él, junto con su hijo,
su mujer, sus seguidores y ministros. También, es reverenciado,
honrado, estimado y alabado por el rey Pasenadi y por el brahmán
Pokkharasati.
“El asceta Gotama ha llegado a Campa y está en el parque de Am-
balatthika. Y siempre cuando cualquier asceta o brahmán llega a
nuestro territorio, es nuestro huésped. Y siendo que el asceta Gota-
ma ha llegado a Campa y está en el parque de Ambalatthika, es
nuestro huésped y debería ser tratado como tal. De esta manera,

Kutadanta Sutta 171


no sería apropiado que él viniera junto a nosotros, sino que noso-
tros deberíamos ir junto a él. Se podría seguir alabando de esta
manera al asceta Gotama, pero toda esta alabanza sería insuficien-
te, porque él está más allá de todas las alabanzas”.
[8] Al escuchar esto, los brahmanes dijeron: “Señor, siendo que
tus alabanzas al asceta Gotama son así de grandes, entonces si él
viviera a cientos de yojanas de aquí, igualmente sería apropiado
para los miembros creyentes de las buenas familias, ponerse una
mochila en los hombros e ir a visitarlo. De modo que, señor, todos
nosotros vamos a ir ahora a visitar al asceta Gotama”.

4. Mahavijitarajayannakatha - Historia del rey


Mahavijita
Acto seguido, Kutadanta, con un numeroso grupo de los brahma-
nes, fue al parque de Ambalatthika. Estando allí, se acercó al Bie-
naventurado e intercambiando con él respetuosos saludos de cor-
tesía, se sentó a un lado. Algunos de los brahmanes y hombres ho-
gareños de Khanumata mostraron reverencia al Bienaventurado,
algunos intercambiaron cordiales saludos con él, otros lo saluda-
ron con las manos juntadas, otros anunciaban sus nombres fami-
liares y otros se sentaron a un lado en silencio.
[9] Una vez sentado al lado, Kutudanta se dirigió al Bienaventura-
do con estas palabras: “Venerable Gotama, he escuchado que el
asceta Gotama sabe cómo conducir satisfactoriamente el triple sa-
crificio acompañado por dieciséis requisitos. Ahora bien, quisiera
realizar este gran sacrificio, pero no entiendo todos los detalles ne-
cesarios. Sería bueno, que el asceta Gotama me los explicara”.
“Entonces, escucha brahmán´y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, señor”, contestó Kutadanta y el Bienaventurado continuó:
[10] “Brahmán, alguna vez vivía un rey de nombre Mahavijita.
Era rico, de muchos bienes y recursos, poseía abundante cantidad
de oro y plata, dinero y cosas valiosas, además de los graneros

172 Digha Nikaya


siempre llenos. Un día, mientras que el rey Mahavijita estaba me-
ditando, le surgió este pensamiento: ‘He adquirido extensas rique-
zas en términos humanos. Ocupo grandes territorios que he con-
quistado. ¿Qué tal si realizo ahora un gran sacrificio que me bene-
ficie y me traiga felicidad por largo tiempo?’.
Entonces hizo llamar a su brahmán capellán con quien compartió
este pensamiento: ‘He aquí que quiero realizar el gran sacrificio.
Instrúyame, por favor, venerable señor, cómo hacerlo para que me
traiga un gran beneficio y felicidad por largo tiempo’.
[11] “El capellán respondió: ‘El país de Su Majestad está acuciado
por ladrones, está siendo saqueado, los pueblos y las ciudades es-
tán siendo destruidos y las campiñas se ven infestadas por los ban-
doleros. Si Su Majestad decidiera imponer impuestos a estas re-
giones, ésta no sería una decisión correcta. Si Su Majestad pensara
«Voy a desembarazarme de esta plaga de ladrones mediante ejecu-
ciones y prisiones», en realidad, la plaga no se terminaría tampo-
co. Aquellos que hayan sobrevivido podrían luego atentar en con-
tra del reino de Su Majestad. Sin embargo, con este plan Su Ma-
jestad puede eliminar la plaga completamente: entre aquellos que
dentro del reino están ocupados en cultivos y ganadería, distribuya
Su Majestad grano y forraje. A los comerciantes, ofrezca el capi-
tal. A los que están al servicio del gobierno, asigne sueldos. En-
tonces, toda esa gente, teniendo sus propias ocupaciones, no hará
daño alguno al reino. Las rentas públicas de Su Majestad serán
grandiosas, la tierra estará tranquila y no será más acuciada por la-
drones y la gente tendrá alegría en sus corazones, jugará con sus
hijos y vivirá en las casas abiertas’.
“Diciendo: ‘Así sea hecho’, el rey aceptó el consejo de su capellán
y distribuyó el grano y el forraje entre aquellos que dentro de su
reino estaban ocupados en cultivos y ganadería; a los comercian-
tes ofreció el capital y a los que estaban al servicio del gobierno
asignó sueldos. Entonces, las rentas públicas del rey fueron gran-
diosas, la tierra era tranquila y no fue más acuciada por los ladro-

Kutadanta Sutta 173


nes y la gente tenía alegría en sus corazones, jugaba con sus hijos
y vivía en las casas abiertas.
[12] Entonces, brahmán, el rey Mahavijita mandó llamar al cape-
llán y dijo: “He podido eliminar la plaga de los ladrones. Siguien-
do tu consejo, mis rentas han crecido, la tierra está tranquila y no
es más acuciada por los ladrones, la gente tiene alegría en sus co-
razones, juega con sus hijos, viviendo en las casas abiertas. Ahora,
deseo realizar el gran sacrificio. Instrúyame, por favor, cómo ha-
cerlo para que me traiga gran beneficio y felicidad”.

4.1. Catuparikkhara - Cuatro requisitos


“Para esto, señor, Su Majestad debe convocar a sus khattiyas de
los pueblos y las ciudades, sus consejeros y asesores, los brahma-
nes de más alto renombre y los prósperos hombres hogareños de
su reino, diciéndoles: ‘Deseo realizar un gran sacrificio. Asistid-
me, señores, para que el mismo traiga gran beneficio y felicidad’.
Y el rey aceptó el consejo y procedió en conformidad. 'Su Majes-
tad, que empiece el sacrificio, ya que llegó el tiempo preciso. Es-
tos cuatro grupos darán su asentimiento18 al sacrificio y por eso
deben ser convocados para complementarlo'.

4.2. Atthaparikkkhara - Ocho requisitos


[13] “‘El rey Mahavijita está dotado de ocho cosas. El tiene una
noble procedencia, tanto por parte de su madre como del padre; la
descendencia de su familia es pura desde las siete generaciones de
forma inquebrantable; así que tiene este irreprochable nacimiento.
Es apuesto, de buena apariencia, agradable, de una hermosa cons-
titución; tanto en forma como en el semblante se parece al Brah-
ma. Es rico, de muchos bienes y recursos, posee abundante canti-
dad de oro y plata, dinero y cosas valiosas, además de los graneros
siempre llenos. Es poderoso, armado del cuádruple ejército 19, que
le es leal, obediente y hace brillar su reputación entre los enemi-
18 Se refiere a los Khattiyas, los consejeros, los brahmines y los dueños de casas.
19 Se refiere a los elefantes, la caballería, los carros y la infantería.

174 Digha Nikaya


gos. Es un hombre fiel generoso y hospitalario, que no cierra sus
puertas frente a los ascetas, brahmanes, viajeros, mendigos y los
necesitados. Para todos ellos, es una fuente del bien. Es instruido
en todo lo que es digno de instrucción. Sabe el sentido de todo lo
que se dice, señalando: ‘Esto es lo que significa esto’. Es un erudi-
to, sabio, educado y competente, que toma ventaja del pasado,
presente y el futuro. El rey Mahavitija está dotado de estas ochos
cosas. Las mismas constituyen los accesorios del gran sacrificio.

4.3. Catuparikkkhara - Cuatro requisitos


[14] “‘Por otro lado, el brahmán capellán está dotado de los cuatro
requisitos. Tiene una noble procedencia, tanto por parte de su ma-
dre como del padre; la descendencia de su familia es pura desde
las siete generaciones de forma inquebrantable; así que tiene este
irreprochable nacimiento. Es un erudito, versado en los mantras,
maestro en Tres Vedas, hábil expositor de reglas y rituales, es sa-
bio en los sonidos y sus significados, en la tradición oral, un expo-
sitor plenamente versado en la filosofía natural y en las marcas del
Gran Hombre. Es virtuoso, de una virtud constantemente crecien-
te, incansable en acrecentar la virtud. Es instruido, educado y sa-
bio y es primero o segundo en sostener el cazo del sacrificio. El
capellán está dotado de estas cuatro cosas. Las mismas constitu-
yen los accesorios del gran sacrificio’.

4.4. Tissovidha - Tres presunciones


[15] “Entonces, brahmán, antes del sacrificio, el capellán enseñó
al rey estas tres presunciones: ‘Podría suceder que antes de reali-
zar el sacrificio, Su Majestad tuviera un sentimiento de arrepenti-
miento, pensando: así «Voy a perder una gran parte de mis rique-
zas», o durante el sacrificio: «Estoy perdiendo una gran parte de
mis riquezas», o después del sacrificio: «He perdido una gran par-
te de mis riquezas»; en ninguno de estos casos, alberge Su Majes-
tad semejantes sentimientos de arrepentimiento’.

Kutadanta Sutta 175


4.5. Dasaakara - Diez condiciones
[16] “Después, brahmán, antes de que empezara el sacrificio, el
capellán, para prevenir cualquier reparo que pudiera venir después
al rey, le explicó las diez condiciones referentes a los receptores
del sacrificio: ‘He aquí, Su Majestad, que vendrán a participar en
su sacrificio aquellos que matan a los seres vivos y aquellos que
se abstienen de matarlos. En cuanto a los que matan a los seres vi-
vos, déjelos solos con su mal, pero los que se abstienen de matar,
tendrán un exitoso sacrificio, del cual disfrutarán y el cual llenará
sus corazones de tranquilidad interior. Vendrán a participar en su
sacrifico aquellos que toman lo que no les ha sido dado y aquellos
que se abstienen de tomarlo… aquellos que son indulgentes en la
conducta sexual indebida y aquellos que se abstienen de ella…
aquellos que dicen mentiras y aquellos que se abstienen de decir-
las… aquellos que calumnian y aquellos que se abstienen de ca-
lumniar… aquellos que tienen un lenguaje abusivo y aquellos que
se abstienen hablar abusivamente… aquellos que tienen un len-
guaje frívolo y aquellos que se abstienen hablar frívolamente…
aquellos que hacen maldad y aquellos que se abstienen de hacer
maldad… aquellos que tienen incorrecto punto de vista y aquellos
que tienen recto punto de vista. En cuanto a los que tienen inco-
rrecto punto de vista, déjelos solos con su mal, pero los que tienen
el recto punto de vista, tendrán un exitoso sacrificio, del cual dis-
frutarán y el cual llenará sus corazones de tranquilidad interior.’
De esta manera, el capellán previno cualquier reparo que pudiera
venir después al rey, explicándole las diez condiciones referentes
a los receptores del sacrifico.

4.6. Solasakara - Dieciséis maneras


[17] “Después de esto, brahmán, mientras el rey estaba llevando a
cabo el sacrificio, el capellán instruía al rey, elevaba su corazón, le
instaba y llenaba de gozo de dieciséis maneras: ‘Alguien podría
decir: «El rey Mahavijita está ofreciendo el gran sacrificio, pero
no invitó a sus Khattiyas… o a sus consejeros… o a sus brahma-

176 Digha Nikaya


nes más renombrados… o a sus hombres hogareños más próspe-
ros.» Sin embargo, estas palabras no estarían de acuerdo a la ver-
dad, siendo que Su Majestad los ha invitado a todos. Entonces, Su
Majestad puede estar seguro de que va tener un sacrifico exitoso,
del cual va a disfrutar y que llenará su corazón de tranquilidad in-
terior. O alguien podría decir: «El rey Mahavijita está ofreciendo
el gran sacrificio, pero él no tiene una noble procedencia (… si-
guen las ocho características del rey enumeradas en el verso
13)». O alguien podría decir: «El rey Mahavijita está ofreciendo el
gran sacrificio, pero su capellán no tiene una noble procedencia
(…siguen las cuatro características del capellán enumeradas en
el verso 14)»’. De esta manera, mientras el rey llevaba a cabo el
sacrificio, el capellán lo instruía, elevaba su corazón, le instaba y
llenaba de gozo de dieciséis maneras.
[18] “En este sacrificio, brahmán, no había bueyes asesinados,
tampoco cabras, gallos, cerdos ni animales de otra clase destina-
dos a ser sacrificados. No hacía falta cortar árboles para usarlos
como postes ni tampoco derramar la grasa alrededor del lugar del
sacrificio. No se empleó a los esclavos, tampoco sirvientes ni
obreros, ni por medio de los garrotes ni presionándolos por medio
del miedo, para que realizaran su tarea de derramar lágrimas y la-
mentarse. Sin embargo, aquellos que quisieron hacerlo, lo hacían
y los que no deseaban hacerlo, se abstenían de esto. Todos hacían
aquello que deseaban y nadie estaba obligado a hacer algo que no
quería. El sacrificio fue llevado a cabo con la mantequilla, el acei-
te, la manteca, la miel y la malaza.
[19] “Entonces, brahmán, los khattiyas de los pueblos y ciudades,
sus consejeros y asesores, los brahmanes de más alto renombre y
los prósperos hombres hogareños, habiendo recibido suficientes
rentas, se acercaron al rey Mahavijita y dijeron: ‘Por favor, acepte
Su Majestad las riquezas que hemos traído con nosotros, que las
tenemos suficientes’. ‘Pero señores, yo también he recolectado su-
ficientes riquezas; lo que sobra, lo llevéis de vuelta con vosotros’.

Kutadanta Sutta 177


“Cuando esto fue dicho, se reunieron aparte y consideraron entre
ellos cuanto sigue: ‘No estaría bien, llevar de vuelta nuestras ri-
quezas a nuestras casas. El rey acaba de realizar un gran sacrifi-
cio: ¿Por qué no seguimos su ejemplo?’
[20] “Entonces, los khattiyas pusieron sus ofrendas al lado este del
pozo del sacrificio, los consejeros y los asesores se ubicaron al
lado sur, los brahmanes al oeste y los prósperos hombres hogare-
ños, al norte. Y en este sacrificio tampoco había bueyes asesina-
dos, ni cabras, gallos, cerdos ni animales de otra clase destinados
a ser sacrificados. No hacía falta cortar árboles para usarlos como
postes ni derramar la grasa alrededor del lugar del sacrificio. No
se empleó a los esclavos, tampoco a los sirvientes ni obreros, ni
por medio de los garrotes ni presionándolos por medio del miedo,
para que realizaran su tarea de derramar lágrimas y lamentarse.
Sin embargo, aquellos que quisieron hacerlo, lo hacían y los que
no deseaban hacerlo, le abstenían de esto. Todos hacían aquello
que deseaban y nadie estaba obligado a hacer algo que no quería.
El sacrificio fue llevado a cabo con la mantequilla, el aceite, la
manteca, la miel y la malaza.
“De esta manera, brahmán, hubo cuatro grupos que dieron su
asentimiento al sacrificio y el rey Mahavijita estaba dotado de
ocho cualidades, mientras que su capellán de cuatro, en tres mo-
dos. Este es el sacrifico, brahmán, que puede llamarse como el tri-
ple sacrificio satisfactoriamente acompañado por dieciséis requisi-
tos”.
[21] Cuando esto fue dicho, aquellos brahmanes alzaron sus voces
tumultuosamente, gritando: “¡Cuán espléndido fue este sacrificio!
¡Qué forma más pura de realizar el gran sacrificio!” Sin embargo,
Kutadanta permaneció sentado en silencio. Y cuando los brahma-
nes lo preguntaron por qué no aplaudía al asceta Gotama por sus
magníficas palabras, respondió:
“No es que no quiera aplaudir las magníficas palabras del asceta
Gotama; de hecho, podría partírseme la cabeza en dos, si no lo hi-

178 Digha Nikaya


ciera. Lo que pasa es que me golpea este pensamiento: ¿Por qué el
asceta Gotama no dijo: ‘Esto es lo que he escuchado’ o ‘Esto tiene
que hacerse así’, sino que dijo: ¿‘Esto fue así y así en aquel tiem-
po’? Deduzco de esto, señores, que en aquellos tiempos, el asceta
Gotama tuvo que haber sido uno de los dos: o era el rey Mahaviji-
ta, el señor del sacrificio, o era el brahmán capellán, que condujo
el sacrifico. ¿Podría el venerable Gotama confirmarme si efectiva-
mente, el que celebra semejante sacrificio o hace que otros lo ce-
lebren, al disolverse su cuerpo después de la muerte, renace en los
planos celestiales felices?”.
“Es así, brahmán, lo confirmo. Y yo era aquel brahmán capellán
que condujo el sacrificio”.

5. Niccadanaanululayanna - El sacrificio de la
perpetua generosidad
[22] “Y, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fuera
más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que este
triple sacrificio satisfactoriamente acompañado por dieciséis re-
quisitos?”.
“Así es, brahmán, existe”.
“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”.
“Cuando cualquier familia ofrece regularmente sus ofrendas a los
ascetas virtuosos, esto constituye un sacrificio más fructífero y
más provechoso que aquel triple sacrificio satisfactoriamente
acompañado por dieciséis requisitos”.
[23] “¿Pero cuál es la razón, cuál es la causa por la que las ofren-
das a los ascetas virtuosos, ofrecidas regularmente por cualquier
familia, se constituyen en un sacrificio más simple, más fácil, más
fructífero y más provechoso que aquel triple sacrificio satisfacto-
riamente acompañado por dieciséis requisitos?”.
“Porque, brahmán, cuando los Arahants o aquellos que alcanzaron

Kutadanta Sutta 179


el sendero del Arahant ven este último tipo de sacrificio, no lo rea-
lizan. ¿Por qué? Porque ven golpes y estrangulamientos, así que
no realizan semejante sacrificio. Pero realizan el sacrificio, en el
cual una familia cualquiera ofrece regularmente sus ofrendas a los
ascetas virtuosos, porque en este sacrificio no hay golpes ni es-
trangulamientos. Es por eso, que este segundo tipo de sacrificio es
más fructífero y más provechoso”.
[24] “Pero, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fue-
ra aún más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que
éstos?”.
“Así es, brahmán, existe”.
“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”.
“Cuando cualquier persona, brahmán, ofrece el refugio para el
Sangha proveniente de los cuatro confines del mundo, está reali-
zando un sacrificio que es aún más provechoso”.
[25] “Pero, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fue-
ra aún más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que
éstos tres?”.
“Así es, brahmán, existe”.
“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”.
“Cuando cualquier persona con el corazón puro va por refugio al
Buda, el Dhamma y el Sangha, esto constituye el sacrificio aún
más provechoso que estos tres”.
[26] “Pero, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fue-
ra aún más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que
éstos cuatro?”.
“Así es, brahmán, existe”.
“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”.
"Cuando cualquier persona con el corazón puro guarda los precep-
tos –se abstiene de matar a los seres vivos, no toma lo que no le ha

180 Digha Nikaya


sido dado, se abstiene de las relaciones sexuales indebidas, se abs-
tiene de mentir y de tomar bebidas embriagantes–, esto constituye
el sacrificio aún más provechoso que estos tres”.
[27] “Pero, venerable Gotama, existe algún otro sacrificio que fue-
ra aún más simple, más fácil, más fructífero y más provechoso que
éstos cuatro?”.
“Así es, brahmán, existe”.
“Entonces, venerable Gotama, ¿cuál es?”.
“Brahmán, el Tathagata llegó a este mundo, un Arahant, un Buda
plenamente iluminado, perfecto en conocimiento y conducta, el
Bienhechor, el Conocedor de los mundos, inigualado adiestrador
de hombres que han de ser domados, el maestro de los dioses y los
humanos, el Buda, el Bendito. Él revela las cosas tanto del mundo
de los dioses, Maras y Brahmas, como del mundo de los ascetas y
brahmanes con sus príncipes y su gente, habiendo conocido todo
esto mediante su propio entendimiento. El Dhamma que él enseña
es agradable en el comienzo, agradable en la mitad y agradable al
final. Enseña tanto su espíritu y como la letra, exhibiéndolo per-
fecta y plenamente y viviendo una vida santa, rigurosa y pura.
“Un hombre hogareño o su hijo, o alguien que haya renacido des-
de un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, obtiene fe en el
Tathagata reflexionando de esta manera: ‘La vida hogareña es un
camino limitado y cubierto de polvo, mientras que la vida sin ho-
gar es como vivir al aire libre. Esta no es una tarea fácil: vivir en
el hogar y practicar una vida totalmente perfecta, totalmente pura
y mantenerla brillante como una concha desvainada. ¿Qué tal si
afeito mi cabeza y mi barba, me visto con el hábito amarillo y re-
nuncio a esta vida hogareña para vivir el estilo de vida sin
hogar?’.
“De modo que, después de cierto tiempo, efectivamente abandona
sus riquezas, pequeñas o grandes, deja el círculo de sus parientes,
pequeño o grande, afeita su cabeza y su barba, se viste con el há-

Kutadanta Sutta 181


bito amarillo para vivir el estilo de vida sin hogar. Y viviendo así,
se restringe a sí mismo mediante el código de las reglas monásti-
cas, teniendo cuidado de no cometer la menor falta con su cuerpo,
con sus acciones o palabras, enteramente entregado a purificar su
vida, a la virtud, guardando las puertas de sus sentidos, conscien-
temente atento y contento [...]
(Aquí se repiten las secciones enteras del sutta DN 2 sobre la
Virtud , la Restricción, los Obstáculos y Jhanas 1º, 2º, 3º y 4º y los
Poderes)
[...] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia el
conocimiento del fin de las impurezas mentales. Él conoce tal
como realmente es: ‘Este es el sufrimiento, éste es el origen del
sufrimiento, éste es el cese del sufrimiento y éste es el sendero que
lleva al cese del sufrimiento’. También conoce esto tal como real-
mente es: ‘Estas son las impurezas mentales, éste es el origen de
las impurezas mentales, éste es el cese de las impurezas mentales
y éste es el sendero que lleva al cese de las impurezas mentales’.
A través de este conocimiento y la visión, su mente es liberada de
las impurezas de la sensualidad, de las impurezas de la existencia
y de las impurezas de la ignorancia. Y entonces, el siguiente cono-
cimiento nace en él: ‘¡Ésta es la liberación!’. Y él sabe que ‘el na-
cimiento está terminado, la vida santa ha sido realizada, la tarea ha
culminado. No queda más nada por delante’.
“Éste es, brahmán, el sacrificio más simple, más fácil, más fructí-
fero y más provechoso que todos los demás. Y más allá de éste, no
existe otro sacrificio que sea más grande o más perfecto”.

6. Kutadantaupasakattapetivedana - Kutadanta se
convierte en el seguidor laico
[28] “¡Excelente, señor! ¡Realmente, magnífico! Es como si al-

182 Digha Nikaya


guien enderezara lo que estaba torcido, como si revelara, lo que
estaba oculto, como si mostrara el camino a alguien que estaba
perdido o si encendiera una lámpara en medio de la oscuridad,
para que alguien dotado de buena vista pudiera percibir las for-
mas. De la misma manera, el Bienaventurado ha expuesto el
Dhamma de diferentes maneras. Yo, señor, voy a tomar el refugio
en el Bienaventurado, el Dhamma y el Sangha. Qué el Bienaven-
turado me considere, de aquí en adelante, como uno de sus segui-
dores laicos.
“Por otro lado, venerable Gotama, voy a liberar ahora a los sete-
cientos toros, setecientos bueyes, setecientos novillos, setecientos
machos cabríos y setecientos carneros. Voy a concederles la vida y
voy a alimentarlos en los verdes pastos y voy a darles de beber
agua fresca, para que disfruten de la brisa fresca”.

7. Sotapattiphalasachikiriya - El fruto de la entrada-


en-la-corriente
[29] Entonces, el Bienaventurado ofreció un discurso gradual a
Kutadanta, acerca de la generosidad, la moralidad y el cielo, mos-
trando el peligro, la degradación y la corrupción de los deseos
sensoriales, como también el beneficio del renunciamiento. Y
cuando el Bienaventurado supo que la mente de Kutudanta estaba
preparada, flexible, libre de obstáculos, alegre y calmada, le predi-
có el discurso sobre el Dhamma en breve: sobre el sufrimiento, su
origen, el cese y el sendero.
Al igual que una tela limpia, de la cual todas las manchas han sido
lavadas, recibe bien la tintura, así también el brahmán Kutadanta,
todavía sentado ahí, recibió el visión del Dhamma pura y sin man-
cha. Entonces supo que cualquier cosa originada está destinada a
la disolución.
Acto seguido, el brahmán Kutadanta, al haber visto, alcanzado,
experimentado y penetrado el Dhamma, habiendo superado las

Kutadanta Sutta 183


dudas y la incertidumbre, y habiendo alcanzado una perfecta con-
fianza en la enseñanza del Maestro, sin confiar en las otras ense-
ñanzas, dijo al Bienaventurado: “Qué el venerable Gotama, junto
con el Sangha de los monjes acepte por favor de mí una comida
mañana”. Y el Bienaventurado aceptó en silencio.
Entonces, Kutadanta, habiendo comprendido la aceptación del
Bienaventurado, se levantó de su asiento, lo saludó respetuosa-
mente y se retiró, cuidando que el Bienaventurado quedara siem-
pre a su lado derecho.
Al día siguiente, Kutadanta preparó toda clase de comidas, tanto
sólidas como blandas en el lugar que previamente preparó para re-
alizar su sacrificio. Cuando todo estaba listo, anunció al Bienaven-
turado: “Venerable Gotama, ya es el tiempo y la comida está pre-
parada”.
Este día, el Bienaventurado se levantó temprano y, tomando su há-
bito exterior y el cuenco, se dirigió al lugar del sacrificio prepara-
do por Kutadanta, en compañía de sus monjes. Estando ahí, tomó
el asiento que estaba preparado para él, mientras que Kutadanta
con sus propias manos servía toda clase de comida fina hasta que
todos quedaron satisfechos.
Cuando el Bienaventurado terminó de comer y apartó su mano del
cuenco, Kutadanta tomó un asiento más bajo y se sentó al lado.
Después de lo cual, el Bienaventurado lo hubo instruido, inspira-
do, entusiasmado y regocijado con su plática. Finalmente, el Bie-
naventurado se levantó de su asiento y partió.

184 Digha Nikaya


Mahali y Jaliya Sutta
Discursos con Mahali y
Jaliya Sutta

El gobernador de los licchavis (DN 6) y un asceta ambulante (DN 7), hacen al Buda la
misma pregunta sobre por qué algunas personas no pueden oír los sonidos celestiales.
En consecuencia ambos reciben la misma respuesta.

Mahali y Jaliya Sutta 185


FUENTES:
Walshe, M. (1995). Mahali Sutta: About Mahali. Heavenly Sound, Soul and Body y Jali-
ya Sutta: About Jaliya en The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the
Digha Nikaya, pp. 142-148.
Mahali y Jaliyasuttam en World Tipitaka Edition

Traducción: Anton P. Baron


Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.

186 Digha Nikaya


DN 6-7

Mahali y Jaliya Sutta


Discursos con Mahali y Jaliya Sutta

DN 6 Mahali Sutta – Discurso con Mahali


[1] Esto he escuchado:
En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el salón de
dos aguas, en el Gran Bosque, cerca de Vesali. En aquella ocasión,
un gran grupo de brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, fue
a Vesali por algún negocio. Entonces escucharon esto:
“El asceta Gotama, hijo de los sakias, que ha renunciado del clan
de los sakias, está morando en el salón con el techo de dos aguas,
en el Gran Bosque, cerca de Vesali. Ahora bien, se propaga muy
buena referencia acerca del Maestro Gotama: ‘Este Bienaventura-
do Señor es un Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en
el conocimiento verdadero y la conducta, el Sublime, conocedor
del mundo, insuperable líder de los que han de ser domados, ma-
estro de los devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bienaven-
turado. Él proclama este mundo con sus devas, Maras y Brahmas,
esta generación con sus ascetas y brahmanes, con sus devas y se-
res humanos, habiéndolo conocido, lo transmite a otros. Enseña el
Dhamma que es agradable en el principio, agradable en el medio y
agradable al final, con el recto significado y correcta forma; revela
la vida santa perfectamente completa y pura’. Ahora bien, es bue-
no ver a semejantes Arahants”.
[2] Entonces, estos brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada,
fueron al salón de dos aguas, en el Gran Bosque. En ese tiempo, el
Venerable Nagita era el asistente personal del Bienaventurado. Así
que ellos se acercaron al Venerable Nagita y le dijeron: “Querido
Nagita, ¿dónde se encuentra ahora el Venerable Gotama? Nosotros

Mahali y Jaliya Sutta 187


quisiéramos verlo”.
“Amigos, este no es el tiempo apropiado para ver al Bienaventura-
do. El Bienaventurado se encuentra en reclusión”.
Pero los brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, se sentaron
a un lado y dijeron: “Cuando veamos al Venerable Gotama, enton-
ces nos iremos”.
[3] Justo entonces, llegó al salón con dos aguas, en el Gran Bos-
que, un licchavi de nombre Otthaddha con una gran compañía, se
acercó al Venerable Nagita, le rindió homenaje y se quedó a un
lado. Estando allí, le dijo: “¿Dónde se encuentra ahora el Biena-
venturado, el Arahant, el Plenamente Iluminado? Nosotros quisié-
ramos verlo”.
“Amigo, este no es el tiempo apropiado para ver al Bienaventura-
do. El Bienaventurado se encuentra en reclusión”.
Pero Otthaddha se sentó a un lado y dijo: “Cuando vea al Biena-
venturado, el Arahant, el Plenamente Iluminado, entonces me iré”.
[4] En eso, el novicio Siha se acercó al Venerable Nagita, le rindió
homenaje, se quedó a un lado y le dijo: “Venerable Kassapa20, es-
tos numerosos brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, han
llegado para ver al Bienaventurado y el licchavi Otthaddha tam-
bién ha llegado con una gran compañía para ver al Bienaventura-
do. Sería bueno que el Venerable Kassapa permitiera a esta gente
ver al Bienaventurado”.
“Bien, entonces, Siha, anunciales al Bienaventurado”.
“Si, Venerable Señor”, respondió el novicio Siha. Acto seguido, se
acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se quedó a un lado
y le dijo:
“Venerable Señor, estos numerosos brahmanes, emisarios de Ko-
sala y Maghada, han llegado para ver al Bienaventurado y, el lic-
chavi Otthaddha, también ha llegado con una gran compañía para
20 Probablemente el nombre de pila de Nagita (cf. Walshe, 1995, p. 552).

188 Digha Nikaya


ver al Bienaventurado. Sería bueno que el Bienaventurado permi-
tiera a esta gente que lo viesen”.
“Entonces, Siha, prepara un asiento a la sombra de esta morada”.
“Si, Venerable Señor”, respondió el novicio Siha y así lo hizo.
Acto seguido, el Bienaventurado salió de su morada y se sentó en
el asiento que estaba preparado para él.
[5] Entonces los brahmanes, emisarios de Kosala y Maghada, se
acercaron al Bienaventurado e intercambiaron con él cordiales sa-
ludos y se sentaron a un lado. Y Otthaddha, junto con su gran
compañía, se acercó al Bienaventurado, le rindió homenaje, se
sentó a un lado y le dijo:
“Venerable Señor, no hace mucho tiempo, el hijo de los licchavis,
Sunakkhatta, se acercó a mí y me dijo: ‘Pronto se cumplirán tres
años desde que me hice un seguidor del Bienaventurado. He visto
visiones celestiales, placenteras, deleitosas y encantadoras. Sin
embargo, no escuché sonido celestial alguno que fuera placentero,
deleitoso y encantador’. ¿Existen, Venerable Señor, estos sonidos
celestiales –que son placenteros, deleitosos y encantadores– que el
hijo de los licchavis, Sunakkhatta, no puede escuchar, o no exis-
ten?”.
“Estos sonidos existen, Mahali”.
[6] Entonces, ¿cuál es la razón, cuál es la causa, por la cual el hijo
de los licchavis, Sunakkhatta, no puede escucharlos’”.
“He aquí, Mahali, que este es el caso de un monje que, mirando
hacia el oeste, se dirige hacia la concentración unilateral y ve las
visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras. Sin em-
bargo, no escucha sonidos celestiales placenteros, deleitosos y en-
cantadores. Por medio de esta concentración unilateral es que ve
estas visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras,
pero no escucha los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y
encantadores. Y, ¿por qué así? Porque esta concentración unilate-
ral sólo conduce a ver las visiones celestiales placenteras, deleito-

Mahali y Jaliya Sutta 189


sas y encantadoras, pero no a escuchar los sonidos celestiales pla-
centeros, deleitosos y encantadores.
[7] “Además, es el caso del monje que, mirando hacia el sur, el
este y el norte, se dirige hacia la concentración unilateral y, miran-
do hacia arriba, abajo o de modo trasverso, ve las visiones celes-
tiales placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no escucha so-
nidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Por medio
de esta concentración unilateral es que ve estas visiones celestiales
placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no escucha los soni-
dos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Y, ¿por qué
así? Porque esta concentración unilateral sólo conduce a ver las
visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras, pero no
a escuchar los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encan-
tadores.
[8] “Además, es el caso de un monje que, mirando hacia el oeste,
se dirige hacia la concentración unilateral y escucha los sonidos
celestiales placenteros, deleitosos y encantadores. Sin embargo, no
ve las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras.
Por medio de esta concentración unilateral es que escucha estos
sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores, pero no
ve las visiones celestiales placenteras, deleitosas y encantadoras.
Y, ¿por qué así? Porque esta concentración sólo conduce a escu-
char los sonidos celestiales placenteros, deleitosos y encantadores,
pero no a ver las visiones celestiales placenteras, deleitosas y en-
cantadoras.
[9] “Además, es el caso del monje que, mirando hacia el sur, el
este y el norte, se dirige hacia la concentración unilateral y, miran-
do hacia arriba, abajo o de modo trasverso, escucha los sonidos
celestiales… pero no ve las visiones celestiales… Por medio de
esta concentración unilateral es que escucha estos sonidos celes-
tiales… pero no ve estas visiones celestiales… Y, ¿por qué así?
Porque esta concentración sólo conduce a escuchar los sonidos ce-
lestiales… pero no a escuchar las visiones celestiales…

190 Digha Nikaya


[10] “Pero es otro el caso, Mahali, de un monje que, mirando ha-
cia el oeste, se dirige hacia la concentración de ambos lados y, en-
tonces, ve tanto las visiones celestiales placenteras, deleitosas y
encantadoras, como escucha los sonidos celestiales placenteros,
deleitosos y encantadores. Por medio de esta concentración, a am-
bos lados, es que ve estas visiones celestiales… y escucha los so-
nidos celestiales… Y, ¿por qué así? Porque esta concentración de
ambos lados conduce tanto a ver las visiones celestiales… como a
escuchar los sonidos celestiales…
[11] “Además, es el caso del monje que, mirando hacia el sur, el
este y el norte, se dirige hacia la concentración de ambos lados y,
mirando hacia arriba, abajo o de modo trasverso, ve tanto las vi-
siones celestiales… como escucha los sonidos celestiales… Por
medio de esta concentración de ambos lados es que ve estas visio-
nes celestiales… y escucha los sonidos celestiales… Y, ¿por qué
así? Porque esta concentración de ambos lados conduce tanto a
ver las visiones celestiales… como a escuchar los sonidos celes-
tiales…
“Es por esa razón, Mahali, que el hijo de los licchavis, Sunakkhat-
ta, no puede escuchar los sonidos celestiales placenteros, deleito-
sos y encantadores”.
[12] “Venerable Señor, ¿es mediante la realización de esos estados
de concentración, que el monje se conduce hacia la vida santa
bajo el Bienaventurado?”.
“He aquí, Mahali, que hay otras cosas, más elevadas y más perfec-
tas mediante las cuales el monje se conduce hacia la vida santa
bajo mi [dirección]”.
[13] “Y, ¿cuáles son esas cosas, Venerable Señor?”.
“He aquí, Mahali, el caso del monje que, habiendo abandonado
los tres grilletes, llega a ser el que entra-en-la-corriente, no más li-
gado al mundo bajo, con un destino fijo, con la Iluminación como
su destino.

Mahali y Jaliya Sutta 191


“Además, está el caso del monje que, habiendo abandonado los
tres grilletes, disminuyó el ansia, el odio y la falsa ilusión, y llega
a ser alguien que una-vez-retorna, quien solamente una vez más
retornará a este mundo para poner fin a su insatisfacción.
“Además, está el caso del monje que, habiendo abandonado los
cinco grilletes menores, toma un renacimiento espontáneo y –sin
retornar más a este mundo– pone fin a su insatisfacción.
“Además, está el caso del monje que, mediante la completa des-
trucción de las contaminaciones, alcanza en esta presente vida, a
través del conocimiento directo, la inmaculada liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría, descubriéndola por sí
mismo.
“Estas son, Mahali, las otras cosas, más elevadas y más perfectas,
mediante las cuales el monje se conduce hacia la vida santa bajo
mi [dirección]”.
[14] “Venerable Señor, ¿existe algún sendero, existe algún método
para la realización de esas cosas?”.
“He aquí que hay un sendero, Mahali, he aquí que hay un método
para la realización de estas cosas”.
“Y, ¿cuál es, Venerable Señor, este sendero y cuál es el método?”.
“Es el Noble Óctuple Sendero, es decir, el recto punto de vista, la
recta intención, la recta forma de hablar, la recta forma de actuar,
la recta forma de vida, el recto esfuerzo, la recta atención cons-
ciente y la recta concentración. Este es el sendero, Mahali, y este
el método para la realización de estas cosas.
[15] “Una vez, Mahali, estaba en el parque de Ghosita, cerca de
Kosambi, donde dos ascetas mendicantes de nombres Mandissa y
Jaliya, púpilos del asceta de pelo enmarañado, se acercaron a mí e
intercambiaron conmigo cordiales saludos, se sentaron a un lado y
me dijeron: ‘¿Cómo es esto, maestro Gotama? ¿Es el cuerpo y el
alma lo mismo, o el cuerpo es una cosa y el alma otra?’.

192 Digha Nikaya


“’Bien, amigos, escuchad y prestad atención que voy a hablar’.
“’Sí, amigo’, respondieron ellos y yo continué:
[16] “’He aquí, amigos, que el Tathagata surgió en el mundo, un
Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el verdadero
conocimiento y la conducta, el Afortunado, el conocedor del mun-
do, incomparable líder de los que han de ser amansados, el maes-
tro de los devas y seres humanos, el Despierto, el Bienaventurado.
Él, habiéndolo descubierto por sí mismo y con el conocimiento di-
recto, lo proclama en este mundo con sus devas, Maras y Brah-
mas, sus príncipes y la gente común. Enseña el Dhamma que es
agradable desde el principio, agradable en el medio y agradable al
final, tanto en su contenido como en la forma, y despliega una
vida santa completamente purificada y perfecta.
“’Un hombre hogareño o el hijo del hombre hogareño, o alguien
que hubo renacido desde un hogar a otro, al escuchar este Dham-
ma, obtiene fe en el Tathagata… [se repite la porción del DN
2,41-63].
“’Gracias a su moral, no ve peligro alguno en ningún lado. Y ex-
perimenta, en sí mismo, la inmaculada felicidad proveniente del
resguardo de la moral de los Nobles. De esta manera, se perfeccio-
na en la moral. ¿Y de qué manera el monje guarda las puertas de
sus sentidos?... [se repite la porción del DN 2,64-74].
“’Y estando así, apartado de los placeres sensuales, apartado de
los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer
jhana, acompañado por el pensamiento aplicado y sostenido, con
el arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión. Y todo su cuerpo
está impregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer
nacidos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno
en todo su cuerpo que no fuera impregnado por el arrobamiento y
placer, nacidos de la reclusión. Entonces, para alguien que conoce
así y ve así ¿es apropiado decir «el alma y el cuerpo es lo mismo»,
o «el alma es una cosa y el cuerpo otra»’

Mahali y Jaliya Sutta 193


–‘Pues no lo es, amigo’
–‘Pero yo conozco y veo, y no digo «el alma y el cuerpo es lo
mismo», ni digo «el alma es una cosa y el cuerpo otra»’.
[17] “’Además… [sigue lo mismo con el segundo, tercero y cua-
tro jhana, igual que en DN2,77-82].
[18] “’La mente se inclina y tiende hacia el conocimiento y la vi-
sión. Ahora bien, para alguien que conoce así y ve así ¿es apropia-
do decir «el alma y el cuerpo es lo mismo», o «el alma es una cosa
y el cuerpo otra»?’
–‘No, amigo’.
[19] “’Y él conoce esto: «He aquí que no hay nada más aquí».
Ahora bien, para alguien que conoce así y ve así ¿es apropiado de-
cir «el alma y el cuerpo es lo mismo», o «el alma es una cosa y el
cuerpo otra»?’
–‘No, amigo’
–‘Pero yo conozco y veo, entonces no digo «el alma y el cuerpo es
lo mismo», ni digo «el alma es una cosa y el cuerpo otra»’”.
Esto es lo que el Bienaventurado dijo y el licchavi Otthaddha se
regocijó en las palabras del Bienaventurado.

DN 7 Jaliya Sutta – Discurso con Jaliya


[1] Esto he escuchado:
En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el parque
de Ghosita, cerca de Kosambi, cuando dos ascetas mendicantes de
nombres Mandissa y Jaliya, púpilos del asceta de pelo enmaraña-
do, se acercaron a él, intercambiaron cordiales saludos, se senta-
ron a un lado y le dijeron:
… [sigue igual que en el sutta anterior: versos 1-5 y 15-19].

194 Digha Nikaya


Mahasihanada Sutta
Discurso sobre el gran
rugido de león

Un asceta desnudo, pregunta al Buda si ha condenado toda clase de austeridades. Buda


lo niega, diciendo que (1) hay que discernir cada caso particular y (2) hay que acompa-
ñar estas prácticas con la moralidad y la sabiduría, sin las cuales, uno nunca será un ver -
dadero asceta ni un verdadero brahmán. Kassapa sigue al Buda y, tras una diligente prác-
tica, alcanza el estado de Arahant.

Mahasihanada Sutta 195


FUENTES:
Solé-Leris, A. y Vélez de Cea, A. (2004). Mjjhima Nikaya: Los sermones medios del
Buddha. Versión digital
Walshe, M. (1995). Mahasihanda: The Great Lion’s Roar en The Long Discourses of the
Buddha: A Translation of the Digha Nikaya, pp. 151-157.
Mahasihanadasuttam en World Tipitaka Edition

Traducción: Anton P. Baron


Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.

196 Digha Nikaya


DN 8

Mahasihanada Sutta
Discurso sobre el gran rugido de león

[1] Esto he escuchado:


En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en el Parque
de los Venados de Kannakatthala, cerca de Urunna. Entonces un
asceta desnudo, de nombre Kassapa, se acercó al Bienaventurado
e intercambió con él cordiales saludos. Cuando terminaron estas
amables palabras de bienvenida y cordiales saludos, se quedó a un
lado y le dijo:
[2] “Amigo Gotama, yo había escuchado esto: ‘El asceta Gotama
desaprueba toda clase de austeridades, censurando y reprochando
a todos aquellos que llevan una vida dura y austera. Ahora bien,
los que emiten semejantes afirmaciones, ¿lo hacen de acuerdo con
lo que dijo el maestro Gotama, o lo malinterpretan con algo que es
contrario a los hechos? ¿Lo explican de acuerdo con el Dhamma,
de tal modo que no incurren [en algo que daría pie] a una crítica
razonable ni proporcionan las bases para la censura? No quisiéra-
mos incurrir en una falsa acusación en contra del maestro Gota-
ma”.
[3] “Kassapa, aquellos que emiten semejantes afirmaciones no di-
cen la verdad, sino que, por el contrario, malinterpretan mis pala-
bras con algo que es contrario a los hechos.
“He aquí, Kassapa, que yo miro al que practica austeridades con el
ojo divino, que es purificado y ve más allá del ojo humano, y veo
que, después de la disolución del cuerpo, después de la muerte,
uno renace en un mal destino, en el mundo bajo, incluso en el in-
fierno, mientras que otro, que también practica las austeridades,
después de la disolución del cuerpo, después de la muerte, renace

Mahasihanada Sutta 197


en un buen destino, en el mundo celestial. También, Kassapa, miro
al que practica las austeridades en menor escala, y veo que, des-
pués de la disolución del cuerpo, después de la muerte, uno renace
en un mal destino, en el mundo bajo, incluso en el infierno, mien-
tras que otro, que también practica las austeridades en menor esca-
la, renace en un buen destino, en el mundo celestial. ¿Cómo en-
tonces, podría yo desaprobar toda clase de austeridades, censuran-
do y reprochando a todos aquellos que llevan una vida dura y aus-
tera?
[4] “He aquí, Kassapa, que hay ascetas y brahmanes que son sa-
bios, hábiles, experimentados en las disputas, tan agudos que sa-
ben dividir un pelo en partes, que se desplazan hábilmente a través
de los senderos de los puntos de vista. Algunas veces, sus puntos
de vista concuerdan con los míos y otras veces no. Algunas de
esas cosas que ellos aprueban, también las aprobamos nosotros. Y
otras de esas cosas, que ellos desaprueban, también los desaproba-
mos nosotros. Algunas de esas cosas, que ellos aprueban, las desa-
probamos nosotros. Y otras de estas cosas, que ellos desaprueban,
las aprobamos nosotros. Algunas de esas cosas, que aprobamos
nosotros, ellos también las aprueban. Y otras de esas cosas, que
desaprobamos nosotros, también las desaprueban ellos. Algunas
de esas cosas, que aprobamos nosotros, ellos las desaprueban. Y
también otras de esas cosas, que desaprobamos nosotros, ellos las
aprueban.
[5] “Y yo, cuando me acerco a ellos les digo: ‘En cuanto a estas
cosas, amigos, en las cuales no estamos de acuerdo, dejémoslas de
lado. Y en cuanto a las cosas, en las que estamos de acuerdo, pon-
gámonos a discutir acerca de ellas, razonemos acerca de ellas, tan-
to con sus maestros como con sus discípulos, diciendo: «En cuan-
to a los malos y perjudiciales estados, señores, que son censura-
bles y conectados con lo perjudicial, que no conducen a la ilumi-
nación, y están contados entre lo no beneficioso, ¿quién es aquel
que ha abandonado totalmente tales cosas: el asceta Gotama u
otros venerables maestros?»’.

198 Digha Nikaya


[6] “Entonces, Kassapa, el sabio, preguntado de esta manera, res-
pondería esto: ‘El asceta Gotama se conduce a sí mismo como al-
guien que ha abandonado totalmente estas cosas, mientras que los
venerables señores, maestros de las otras escuelas, lo han hecho
sólo parcialmente’. Así respondería el sabio, Kassapa, si se le pre-
guntase de esta manera. Los sabios, Kassapa, en este caso nos da-
rían la mayoría de los elogios.
[7] “Además, Kassapa, les digo… ‘«En cuanto a los buenos y be-
neficiosos estados, señores, que son intachables y conectados con
lo beneficioso, que conducen a la iluminación, y están contados
entre lo beneficioso, ¿quién es aquel que ha adquirido un dominio
total sobre estas cosas: el asceta Gotama u otros venerables maes-
tros?»’.
[8] “Entonces, Kassapa, el sabio, preguntado de esta manera, res-
pondería esto: ‘El asceta Gotama se conduce a sí mismo como al-
guien que ha adquirido un dominio total sobre estas cosas, mien-
tras que los venerables señores, maestros de las otras escuelas, lo
han hecho sólo parcialmente’. Así respondería el sabio, Kassapa,
si se le preguntase de esta manera. Los sabios, Kassapa, en este
caso nos darían la mayoría de los elogios.
[9-12] [Igual que los versos 5-8 con la diferencia que “asceta Go-
tama u otros venerables maestros” se reemplaza por “los discípu-
los del asceta Gotama o los discípulos de otros venerables maes-
tros”].
[13] “He aquí, Kassapa, un sendero, he aquí un método que con-
duce, a aquel que lo sigue, a conocer y ver por sí mismo así: ‘El
asceta Gotama es alguien que predica un Dhamma-y-Disciplina
que es recto y beneficioso’.
“Y, ¿cuál es, Kassapa, este sendero, este método que conduce, a
aquel que lo sigue, a conocer y ver por sí mismo así? Este es el
Noble Óctuple Sendero, es decir, el recto punto de vista, la recta
intención, la recta forma de hablar, la recta acción, la recta forma

Mahasihanada Sutta 199


de vida, el recto esfuerzo, la recta atención consciente y la recta
concentración. Este es el sendero, Kassapa, el método que condu-
ce, a aquel que lo sigue, a conocer y ver por sí mismo así: ‘El as-
ceta Gotama es alguien que predica un Dhamma-y-Disciplina que
es recto y beneficioso’”.
[14] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo al Biena-
venturado21:
“Maestro Gotama, algunos ascetas y brahmanes siguen ciertas
prácticas de auto-mortificación que, en su opinión, conducen a la
meta del ascetismo y a la menta del brahmanismo: alguien va por
ahí desnudo, rechazando las convenciones sociales, chupándose
los dedos, sin acudir cuando se le llama ni deteniéndose cuando se
le saluda. No acepta ofrendas de comida, ni la preparada especial-
mente para él, ni las invitaciones para comer. No toma alimento
que provenga directamente de una olla o sartén, ni en un umbral,
ni entre leña y almireces, ni de dos que estén comiendo juntos, ni
de una embarazada, ni de mujer que esté dando de mamar, ni de
mujer que se amancebe con un hombre, ni de distribuciones públi-
cas, ni de donde haya perros esperando o pululen las moscas. No
toma pescado ni carne, ni bebidas alcohólicas o fermentadas. Es
hombre de una sola casa y un solo bocado, o de dos, o de tres... o
de siete casas y siete bocados. Se sustenta con una ración, con
dos... con siete raciones.
"Come una vez al día, o cada dos días, o una vez a la semana, o si-
gue la práctica de comer a intervalos de quince días. Se alimenta
de verduras, mijo, arroz silvestre, pellejos, musgo, cáscaras de
arroz, restos de arroz, harina de semillas, hierba, boñiga de vaca.
Vive de raíces y frutos silvestres, come frutas caídas. Se viste de
arpillera, tela de estopa, mortajas, harapos, corteza de árbol, con
piel de ciervo, con retazos de piel de ciervo, con tela hecha de la
hierba kusa, de cortezas, de virutas, de pelo humano, de pelo ani-
mal o de plumas de lechuza. Se arranca el pelo de la cabeza y de

21 La traducción del verso 14 pertenece a Solé-Leris y Vélez de Cea (2004).

200 Digha Nikaya


la barba, dedicándose a esta práctica. Permanece siempre de pie y
se niega a sentarse. Permanece siempre en cuclillas y se dedica a
estar continuamente en cuclillas. Se hace una cama de pinchos y
duerme en ella. Vive dedicado a bañarse tres veces al día, una de
ellas por la noche”.
[15] “Kassapa, si el practicante de la auto-mortificación anduviese
desnudo, rechazase las convenciones sociales, chupándose los de-
dos e hiciese todas estas cosas con todos los detalles, se alimenta-
se conforme estas reglas en intervalos regulares, incluso de hasta
medio mes, pero no practicase ni lograse la realización en la con-
ducta, en la mente y la sabiduría, realmente estaría lejos de la
meta del ascetismo y la meta del brahmanismo. Pero, Kassapa,
cuando el monje desarrolla una mente libre de odio y animadver-
sión, una mente llena de amor benevolente, abandonando las con-
taminaciones, entra y permanece en la inmaculada liberación de la
mente, liberación a través de la sabiduría, habiéndola descubierto
por sí mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida,
entonces aquel monje es un verdadero asceta y un verdadero brah-
mán.
[16] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo al Biena-
venturado: “Qué difícil entonces, maestro Gotama, tiene que ser,
ser un asceta, y qué difícil, tiene que ser, ser un brahmán”.
“Es común, Kassapa, escuchar que en el mundo se diga: ‘Qué difí-
cil, tiene que ser, ser un asceta, y qué difícil, tiene que ser, ser un
brahmán’. Si un asceta anduviese desnudo, rechazase las conven-
ciones sociales… [sigue como en el verso 14]… si el hecho de ha-
cer todas estas cosas fuera la medida de la dificultad de esta prác-
tica, la gran dificultad de ser un asceta o un brahmán, aún así no
sería correcto decir: ‘Qué difícil tiene que ser, ser un asceta, y qué
difícil, tiene que ser, ser un brahmán’. Y, ¿por qué así? Porque,
Kassapa, cualquier hombre hogareño o hijo de hombre hogareño –
incluso una esclava que extrae el agua–, podría decir: ‘Ahora bien,
voy a andar desnudo, voy a rechazar las convenciones sociales…

Mahasihanada Sutta 201


[sigue como en el verso 14]… Pero, Kassapa, puesto que existe
una muy diferente clase de ascetismo, que trasciende aquel, es co-
rrecto decir: ‘Qué difícil, tiene que ser, ser un asceta, y qué difícil,
tiene que ser, ser un brahmán’. Kassapa, cuando el monje desarro-
lla una mente libre de odio y animadversión, una mente llena de
amor benevolente, abandonando las contaminaciones, entra y per-
manece en la inmaculada liberación de la mente, liberación a tra-
vés de la sabiduría, habiéndola descubierto por sí mismo con el
conocimiento directo, en esta presente vida, entonces aquel monje
es un verdadero asceta y un verdadero brahmán.
[17] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo el Biena-
venturado: “Qué difícil es, maestro Gotama, reconocer a un verda-
dero asceta y qué difícil es reconocer a un verdadero brahmán”.
“Es común, Kassapa, escuchar que en el mundo se diga esto: ‘Qué
difícil es reconocer a un verdadero asceta y qué difícil es recono-
cer a un verdadero brahmán’. Si un asceta anduviese desnudo, re-
chazase las convenciones sociales… [sigue como en el verso 14]
… si el hecho de hacer todas estas cosas fuera la medida de la di-
ficultad de esta práctica, la gran dificultad de reconocer a un ver-
dadero asceta o un verdadero brahmán, aún así no sería correcto
decir: ‘Qué difícil es reconocer a un verdadero asceta y qué difícil
es reconocer a un verdadero brahmán’. Y, ¿por qué así? Porque,
Kassapa, cualquier hombre hogareño o hijo de hombre hogareño –
incluso una esclava que extrae el agua–, podría decir: ‘Ahora bien,
voy a andar desnudo, voy a rechazar las convenciones sociales…
[sigue como en el verso 14]… Pero, Kassapa, puesto que existe
una muy diferente clase de ascetismo, que trasciende aquel, es co-
rrecto decir: ‘Qué difícil es reconocer a un verdadero asceta y qué
difícil es reconocer a un verdadero brahmán’. Kassapa, cuando el
monje desarrolla una mente libre de odio y animadversión, una
mente llena de amor benevolente, abandonando las contaminacio-
nes, entra y permanece en la inmaculada liberación de la mente, li-
beración a través de la sabiduría, habiéndola descubierto por sí
mismo con el conocimiento directo, en esta presente vida, enton-

202 Digha Nikaya


ces aquel monje es un verdadero asceta y un verdadero brahmán.
[18-20] Cuando se dijo esto, el asceta desnudo Kassapa dijo el
Bienaventurado: “Maestro Gotama, ¿en qué consiste el desarrollo
de la moral, de la mente y de la sabiduría?”.
“He aquí, Kassapa, que el Tathagata surgió en el mundo, un Ara-
hant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el verdadero cono-
cimiento y la conducta, el Afortunado, el conocedor del mundo,
incomparable líder de los que han de ser amansados, el maestro de
los devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado.
Él, habiéndolo descubierto por sí mismo con el conocimiento di-
recto, lo proclama en este mundo con sus devas, Maras y Brah-
mas, sus príncipes y la gente común. Enseña el Dhamma que es
agradable en el principio, agradable en el medio y agradable al fi-
nal, tanto en su contenido como en la forma, y despliega una vida
santa completamente purificada y perfecta.
“Un hombre hogareño o hijo de hombre hogareño, o alguien que
ha renacido desde un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, ob-
tiene la fe en el Tathagata… [se repite la porción del DN 2,41-63].
En esto consiste, Kassapa, la perfección de la moral.
“Además, Kassapa, él guarda las puertas de sus sentidos… Y,
apartado de los placeres sensuales, apartado de los perjudiciales
estados mentales, entra y permanece en el primer jhana… segundo
jhana… tercer jhana… cuatro jhana… [igual que en DN 2,64-82].
En esto consiste, Kassapa, la perfección de la mente.
“Además, Kassapa, con la mente concentrada, purificada y bri-
llante, intachable, libre de las contaminaciones, maleable, flexible,
firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e incli-
na su mente hacia el conocimiento y la visión… [igual que en DN
2,83-98]. En esto consiste, Kassapa, la perfección de la sabiduría.
Y he aquí, Kassapa, que no hay nada más perfecto que esta perfec-
ción de la moral, de la mente y de la sabiduría.
[21] “He aquí, Kassapa, que algunos ascetas y brahmanes enseñan

Mahasihanada Sutta 203


la moral y profieren elogios sobre la moral. Pero en cuanto a la su-
perior moral aria, Kassapa, no veo otra alguna que la sobrepase, y
yo soy el supremo en consideración a ella.
“Además, Kassapa, algunos ascetas y brahmanes enseñan el asce-
tismo y la austeridad, y profieren elogios sobre el ascetismo y la
austeridad. Pero en cuanto al superior ascetismo y la austeridad
arios, Kassapa, no veo otro ascetismo ni austeridad algunos que
los sobrepase, y yo soy el supremo en consideración a ellos.
“Además, Kassapa, algunos ascetas y brahmanes enseñan la sabi-
duría, y hablan elogios sobre la sabiduría. Pero en cuanto a la su-
perior sabiduría aria, Kassapa, no veo otra sabiduría alguna que la
sobrepase, y yo soy el supremo en consideración a ella.
“Además, Kassapa, algunos ascetas y brahmanes enseñan la libe-
ración y profieren elogios sobre la liberación. Pero en cuanto a la
superior liberación aria, Kassapa, no veo otra liberación alguna
que la sobrepase, y yo soy el supremo en consideración a ella.
[22] “He aquí, Kassapa, que pueden haber ascetas errantes de
otras escuelas que digan: ‘El asceta Gotama ruge su rugido de
león, pero lo hace en soledad, no en medio de una asamblea’. Si
fuera el caso, se tendría que responderles así: ‘No digáis así, seño-
res: el asceta Gotama ruge su rugido de león, pero también lo hace
en medio de la asamblea'.
“También, Kassapa, pueden haber ascetas errantes de otras escue-
las que digan: ‘El asceta Gotama ruge su rugido de león también
en la asamblea, pero lo que ruge no es de plena confianza… pero
la gente no le hace preguntas… pero él no las responde… pero sus
respuestas no son satisfactorias… pero los hombres no consideran
que sus opiniones son dignas de ser escuchadas… pero los hom-
bres no experimentan convicción hacia ellas… pero los hombres
no muestran signos exteriores de su fe… pero los hombres no lle-
gan a la verdad’.
“Si fuera el caso, Kassapa, se tendría que responderles así: ‘No di-

204 Digha Nikaya


gáis esto, señores: el asceta Gotama ruge su rugido de león, pero
también lo hace en medio de la asamblea y lo que ruge es de plena
confianza, la gente le hace preguntas y él las responde, sus res-
puestas son satisfactorias y los hombres consideran que sus opi-
niones son dignas de ser escuchadas, los hombres experimentan
convicción hacia ellas y muestran signos exteriores de su fe, y
también los hombres penetran la verdad y, habiéndose asido a ella,
son capaces de transmitirla a otros’. Esto es, Kassapa, lo que se
debe responderles.
[23] “Una vez, Kassapa, estuve morando en el Parque de los Bui-
tres, cerca de Rajagaha, cuando un cierto practicante de la mortifi-
cación, de nombre Nigrodha, me consultó acerca de la práctica su-
perior de la austeridad. Y habiéndome preguntado, le expuse este
asunto. Y cuando escuchó la respuesta, estuvo muy complacido y
tuvo una gran alegría”.
“Y, ¿quién no estuviera complacido, Venerable Señor, de escuchar
el Dhamma del Bienaventurado y no tuviera una gran alegría? Yo
también, Venerable Señor, al escuchar el Dhamma del Bienaven-
turado estoy muy complacido y tengo una gran alegría. “¡Excelen-
te, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El maestro Go-
tama esclareció el Dhamma de diferentes maneras, como si ende-
rezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba oculto, mostra-
ra el camino a los que estaban perdidos o sostuviera una lámpara,
en medio de la oscuridad, de manera tal que los de buena vista pu-
dieran ver las formas. Así la verdad ha sido explicada por el Bie-
naventurado de diferentes maneras. ¡Que pueda recibir del Biena-
venturado el renunciamiento y la plena ordenación”.
[24] “Kassapa, cualquiera que ha sido miembro de otras escuelas,
previamente, y quiere hacer el renunciamiento e iniciarse en este
Dhamma-y-Disciplina, debe pasar por un periodo de prueba de
cuatro meses. Y al culminar este periodo, establecido en la mente,
recibe el renunciamiento y la ordenación plena como monje. Aun-
que reconozco que, en estos casos, pueden haber diferencias indi-

Mahasihanada Sutta 205


viduales”.
“En este caso, Venerable Señor, puedo pasar por un periodo de
prueba de hasta cuatro años y, al culminar este periodo, estableci-
do en la mente, recibiré el renunciamiento y la ordenación plena
como monje”.
Entonces, el asceta desnudo Kassapa recibió el renunciamiento y
la ordenación plena del Bienaventurado. Entonces, el Venerable
Kassapa, morando en soledad, recluido, atento, ardiente y resuel-
to, no mucho tiempo después, descubrió por sí mismo con el co-
nocimiento directo, en esta presente vida, aquella insuperable rea-
lización de la vida santa, en aras de la cual el hombre de familia
correctamente renuncia a la vida hogareña y escoge el estilo de
vida sin hogar, y una vez entrado, permanece en ella. Y conoció
directamente esto: “El nacimiento está destruido, la vida santa ha
sido vivida, lo que se tenía que hacer, fue realizado y he aquí que
no hay futuras vueltas a los estados de existencia”.
Y el Venerable Kassapa llegó a ser uno de los Arahants.

206 Digha Nikaya


Poṭṭhapāda Sutta
Discurso con Poṭṭhapāda

Potthapada, era una asceta mendicante que trajo al Buda una enredada serie de preguntas
sobre la naturaleza de la percepción. El Buda le aclaró estos temas, mediante un detalla-
do examen de los fundamentos de la meditación, mostrándole cómo la misma lleva al úl-
timo cese de la percepción.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].

Poṭṭhapāda Sutta 207


FUENTES:
THANISSARO BHIKKHU [en línea] Potthapada Sutta: About Potthapada.
http://www.accesstoinsight.org/tipitaka/dn/dn.09.0.than.html (8 de junio de 2008)
WALSHE, Maurice (1995) "Potthapada Sutta: About Potthapada. States of Conscious-
ness" en The Long Discourses of the Buddha: A Translation of Digha Nikaya. Págs. 159-
170.

Traducido por Anton Baron para el Bosque Theravada, 2011


Editado por Federico y Anton Baron
Publicación del Bosque Theravada, 2011-2014.

208 Digha Nikaya


DN 9

Poṭṭhapāda Sutta
Discurso con Poṭṭhapāda

1. Poṭṭhapādaparibbājakavatthu - Historia del


asceta mendicante Poṭṭhapāda
[1] Esto he escuchado. En una ocasión el Bienaventurado se que-
dó cerca de Savatthi en la Arboleda de Jeta del Parque de Anatha-
pindika. En esa ocasión Potthapada, el asceta mendicante, conjun-
tamente con un gran número de sus seguidores, aproximadamente
trescientos ascetas mendicantes, había establecido residencia en el
vestíbulo de debate cerca del árbol Tinduka en el parque del pabe-
llón de la reina Mallika.
[2] Entonces, el Bienaventurado, se levantó temprano por la ma-
ñana y tomando sus túnicas y su cuenco, entró en Savatthi en bús-
queda de las limosnas.
Pero, este pensamiento se le ocurrió: "es todavía muy temprano
para recorrer Savatthi en búsqueda de las limosnas; ¿por qué no
voy primero al vestíbulo de debate cerca del árbol Tinduka en el
parque del pabellón de la reina Mallika a ver a Potthapada, el as-
ceta mendicante?" Así es que fue al vestíbulo de debate cerca del
árbol Tinduka en el pabellón de la reina Mallika.
[3] En esa ocasión Potthapada, el asceta mendicante estaba senta-
do con el gran número de sus seguidores, ascetas mendicantes, ha-
ciendo un gran ruido y discutiendo sobre muchas clases de temas
vulgares de conversación: La conversación acerca de reyes, ladro-
nes y los ministros de estado; acerca de los ejércitos, las alarmas y
las batallas; acerca de la comida y la bebida; acerca de la ropa, el

Poṭṭhapāda Sutta 209


mobiliario, las guirnaldas y los perfumes; acerca de los parientes;
acerca de los vehículos; acerca de los pueblos, la gente, las ciuda-
des, el campo; acerca de las mujeres y los héroes; acerca de la
murmuración de la calle y el bien; acerca de los cuentos de los
muertos; acerca de los cuentos de diversidad, la creación del mun-
do y del mar; hablando sobre si las cosas existen o no.
[4] Pero Potthapada, el asceta mendicante vio al Bienaventurado
llegar de lejos, y al verle, dijo lo siguiente: "Sea la paz, buenos se-
ñores. No se haga ruido alguno. He aquí que viene el asceta Gota-
ma. A él le gusta la quietud y habla alabanzas sobre la quietud. Tal
vez, si percibe nuestro grupo como quieto, considere que vale la
pena venir a nosotros un rato". Así es que los ascetas mendicantes
cayeron en silencio.
[5] Entonces el Bienaventurado fue junto a Potthapada, y Pottha-
pada le dijo: "Que el Bienaventurado sea bienvenido. Ha sido un
largo tiempo desde que el Bienaventurado vino aquí la última vez.
Que el Bienaventurado tome asiento: este asiento ha sido prepara-
do para él". Así que el Bienaventurado se sentó en el asiento pre-
parado para él. Y Potthapada, tomando un asiento inferior, se sen-
tó hacia un lado. Una vez sentado allí, el Bienaventurado le dijo:
"¿Qué tema de conversación os ha reunido aquí? ¿En medio de
qué tema de conversación se os ha interrumpido?".

1.1. Abhisaññānirodhakathā - Porción sobre el cese de la


percepción
[6] Cuando esto se dijo, Potthapada contestó: "No importa el tema
de conversación para el cual nos hemos reunido aquí. No será difí-
cil para el Bienaventurado saber esto posteriormente. Pero, no mu-
cho tiempo atrás, ha surgido un debate entre los brahmanes y asce-
tas de diferentes credos que se sentaron juntos en el vestíbulo de
debate, y discutieron acerca del cese último de la percepción:
'¿Cómo es el cese último de la percepción?'. Algunos dijeron acer-
ca de esto: 'La percepción de una persona surge y cesa sin causa,

210 Digha Nikaya


sin razón. Cuando surge, uno se vuelve perceptivo. Cuando cesa,
uno no es más perceptivo'. Así un grupo describió el cese último
de la percepción.
"Entonces alguien más dijo: 'No, eso no es así cómo es. La per-
cepción es el ego de una persona, y como tal, viene y va. Cuando
viene, uno se vuelve perceptivo. Cuando va, uno no es más per-
ceptivo'. Así el otro grupo describió el cese último de la percep-
ción.
"Entonces alguien más dijo: 'No, eso no es así cómo es, pues hay
brahmanes y ascetas de un gran poder, de un súper poder. Ellos
son los que provocan la percepción dentro de una persona. Cuan-
do lo introducen, uno se vuelve perceptivo. Cuando lo extraen,
uno no es más perceptivo'. Así el otro grupo describió el cese últi-
mo de la percepción.
"Entonces alguien más dijo: 'No, eso no es así cómo es, pues hay
devas de un gran poder, de un súper poder. Ellos son los que pro-
vocan percepción dentro de una persona. Cuando lo introducen,
uno se vuelve perceptivo. Cuando lo extraen, uno no es más per-
ceptivo'. Así el otro grupo describió el cese último de la percep-
ción.
"Entonces, en la memoria dentro de mí surgió el Bienaventurado:
'¡Ah, El Bienaventurado! ¡Ah, el Bendito! Él es que seguramente
tiene la habilidad en estos temas.' El Bienaventurado es experto en
el cese último de la percepción. Así que ¿qué es, señor, el cese úl-
timo de la percepción?".

1.2. Sahetukasaññuppādanirodhakathā - Porción con la causa


del surgimiento y el cese
[7] "A este respecto, Potthapada, aquellos brahmanes y ascetas
que dicen que la percepción de una persona surge y cesa sin causa,
sin razón, están equivocados desde el mismo principio. ¿Y por qué
así? Porque la percepción de una persona surge y cesa con una
causa y con una razón. Con entrenamiento, una percepción surge y

Poṭṭhapāda Sutta 211


con entrenamiento otra percepción cesa. ¿Y cuál es ese entrena-
miento?
"Este es el caso, Potthapada, en el cual el Tathagata aparece en el
mundo, un Arahant, un Buda plenamente iluminado, perfecto en
conocimiento y conducta, el Bendito, el Conocedor de los mun-
dos, inigualado líder de hombres que han de ser amansados, el
maestro de los dioses y seres humanos, el Buda, el Bienaventura-
do Señor. El Dhamma que él enseña es agradable en el comienzo,
agradable en la mitad y agradable al final. Enseña tanto su espíritu
como su letra, exhibiéndolo perfecta y plenamente y viviendo una
vida santa, rigurosa y pura.
"El hombre hogareño o su hijo, o alguien que hubo renacido desde
un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, obtiene fe en el Tatha-
gata reflexionando de esta manera: 'La vida hogareña es un cami-
no limitado y cubierto de polvo, mientras que la vida sin hogar es
como vivir al aire libre. Esta no es una tarea fácil: vivir en el ho-
gar y practicar una vida totalmente perfecta, totalmente pura y
mantenerla brillante como una concha desvainada. ¿Qué tal si
afeito mi cabeza y mi barba, me visto con el hábito amarillo y
dejo esta vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar?'.
"De modo que, después de cierto tiempo, efectivamente abandona
sus riquezas, pequeñas o grandes, deja el círculo de sus parientes,
pequeño o grande, afeita su cabeza y su barba, se viste con el há-
bito amarillo para vivir el estilo de vida sin hogar.
"Y viviendo así, se restringe a sí mismo mediante el código de las
reglas monásticas, teniendo cuidado de no cometer la menor falta
con su cuerpo, con sus acciones o palabras, enteramente entregado
a purificar su vida, a la virtud, guardando las puertas de sus senti-
dos, conscientemente atento y contento.
"¿Y cómo, Potthapada, el monje perfecciona la virtud? Dejando
de matar a los seres vivos, se mantiene distante de la destrucción
de la vida; sin garrotes o espadas, se avergüenza de la violencia.

212 Digha Nikaya


Vive compasivo y amable con todos los seres vivos. Así se perfec-
ciona en la virtud.
"Dejando de tomar lo que no le ha sido dado, se mantiene distante
de codiciar aquello que no es de él. Toma solamente lo que le es
ofrecido y mientras espera los donativos, transcurre su vida en la
honestidad y en la pureza del corazón. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
"Dejando las impurezas, vive en castidad. Se mantiene distante de
las prácticas vulgares relacionadas con los actos sexuales. De esta
manera, también se perfecciona en la virtud.
"Dejando las palabras mentirosas, se mantiene distante de la false-
dad. Habla la verdad sin dobleces, es creíble y digno de confianza;
nunca quiebra su palabra. De esta manera, también se perfecciona
en la virtud.
"Dejando la difamación y calumnia, se mantiene distante de la
embustería. Lo que escucha aquí, no lo repite en otro lugar, para
no causar riñas con la gente de aquí; y lo que escucha en otro lu-
gar, no lo repite aquí, para no causar riñas con la gente de allá. Así
vive como el reconciliador de aquellos que están divididos, ani-
mando a los que viven en amistad, hacedor y amante de la paz,
apasionado por la causa de la paz; sus palabras son siempre pacífi-
cas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
"Dejando la rudeza de hablar, se mantiene distante del lenguaje
violento. Cada una de sus palabras es intachable, agradable, en-
cantadora, que toca el corazón y es cortés. La gente ama su forma
de hablar y se complace en ella. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
"Dejando las charlas frívolas, se mantiene distante de las vanas
conversaciones. Sus palabras son siempre correctas, acordes a los
hechos y llenas de significado; versan sólo sobre el Dhamma y la
Disciplina. Habla siempre a tiempo justo, y sus palabras son dig-
nas de ser escuchadas, llegan al corazón, son ilustrativas, clara-

Poṭṭhapāda Sutta 213


mente escogidas y siempre tocan el punto. De esta manera, el
monje se perfecciona en la virtud.
"Se abstiene de causar daños a las semillas o las plantas, toma una
sola comida al día y nunca come por la noche y se abstiene de co-
mer en el horario indebido, se abstiene de mirar los espectáculos
de entretenimiento, se abstiene de danzar, cantar y escuchar la mú-
sica, se abstiene de usar adornos, ni se embellece con guirnaldas,
perfumes o ungüentos, se abstiene de usar grandes y cómodos le-
chos, se abstiene de recibir oro y plata, se abstiene de aceptar gra-
nos no cocinados, se abstiene de aceptar la comida cruda, se abs-
tiene de aceptar mujeres o muchachas, se abstiene de aceptar es-
clavos y esclavas, se abstiene de aceptar ovejas y cabras, se abstie-
ne de aceptar aves y cerdos, se abstiene de aceptar elefantes, reses,
caballos y yeguas, se abstiene de aceptar campos de cultivo y
campos baldíos, se abstiene de mandar recados, se abstiene de
comprar y vender, se abstiene del engaño con las falsas pesas o
medidas, se abstiene del camino torcido de sobornos, estafas y
fraudes, se abstiene de mutilaciones, asesinatos y aprisionamien-
tos, se abstiene de asaltos, robos y de la violencia.
"Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la
virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a dañar
los semilleros y a todo tipo de plantas en crecimiento: propagadas
desde las raíces, tallos, recortes, articulaciones y simientes... él se
mantiene distante de este tipo de daño hecho a los semilleros y a
las plantas en crecimiento. De esta manera, también se perfeccio-
na en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a acu-
mular bienes: acumular comida, bebida, vestimentas, equipajes,
camas, perfumes o condimentos... él se mantiene distante de se-
mejante uso de cosas acumuladas. De esta manera, también se

214 Digha Nikaya


perfecciona en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a visitar
los espectáculos de entretenimiento, como la danza, las canciones,
la música instrumental, las ferias, los romances, el manualismo,
los cánticos de los bardos, los conciertos de las percusiones, el te-
atro de hadas, las acrobáticas hazañas de los Candalas, el combate
de los elefantes, búfalos, toros, cabras, carneros, gallos y codorni-
ces, las luchas con duelas, el boxeo, las peleas, las luchas fingidas,
los desfiles, las maniobras y los exámenes militares... él se man-
tiene distante de visitar semejantes espectáculos de entretenimien-
to. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a juegos
y recreaciones, como los juegos de tabla con ocho o diez hileras
de cuadrados, estos mismos juegos jugados imaginariamente en
tablas del aire, las rayuelas, removiendo piezas del montón y po-
niéndolas de vuelta, lanzando dados, golpeando palo corto con el
largo, haciendo "dibujos de la mano", jugando con pelotas, so-
plando a través de juguetes de hojas, surcando con juguetes ara-
dos, girando en un trapecio, jugando con juguetes-molinos de
viento hechos de hojas de bambú, jugando con los juguetes-medi-
das hechos con hojas de bambú, jugando con juguetes-carros o
con juguetes que se inclinan, adivinando el contenido de las cartas
trazadas en el aire o en la espalda del otro jugador, adivinando los
pensamientos del otro jugador e imitando las deformaciones... él
se mantiene distante de semejantes juegos y recreaciones. De esta
manera, también se perfecciona en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos al uso
de altos y lujosos sofás; es decir: sofás movedizos, altos de seis
pies de altura, divanes con figuras de los animales esculpidos en
los soportes, cobertores de pieles de cabras del largo vellón, colo-

Poṭṭhapāda Sutta 215


ridos retazos cristalinos, mantas blancas, cobertores de lana borda-
dos con flores, edredones rellenados de lana de algodón, coberto-
res bordados con figuras de leones, tigres y otros animales, alfom-
bras con pelaje de ambos lados, alfombras con pelaje de un solo
lado, cobertores bordados con piedras preciosas, cobertores de
seda, alfombras de gran tamaño, suficientes para dieciséis bailari-
nas, alfombras con elefantes, caballos y carros, alfombras hechas
de las pieles de antílopes cosidas juntas, alfombras hechas de los
antílopes machos, alfombras con toldos y sofás con almohadas ro-
jas en la cabecera y en los pies... él se mantiene distante de seme-
jantes altos y lujosos sofás. De esta manera, también se perfeccio-
na en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a ador-
narse y embellecerse; es decir, frotando sus cuerpos con polvos
perfumados, limpiando y lavándolos en espumas, dando golpeci-
tos a sus miembros con cachiporras como lo hacen los luchadores,
usando espejos, ungüentos de ojos, guirnaldas, coloretes, cosméti-
cos, pulseras, collares, bastones de adorno, lengüetas para sus pe-
rros, estoques, sombrillas, pantuflas adornadas, turbantes, diade-
mas, colas batidas de los yak y largos flecos bordeados en sus ves-
tidos... él se mantiene distante de semejantes adornos y formas de
embellecimiento. De esta manera, también se perfecciona en la
virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a las ba-
jas conversaciones, como estas: los cuentos sobre reyes, ladrones,
ministros del estado, cuentos de guerra, de terror y de batallas,
charlas acerca de comidas y bebidas, vestimenta, camas, guirnal-
das, perfumes; pláticas sobre las relaciones, viajes, pueblos, ciuda-
des, poblados y países; charlas sobre las mujeres y sobre los héro-
es, chismorreo en las esquinas de las calles o en lugares donde se
busca el agua; historias de espíritus, conversaciones desganadas,
especulaciones acerca de la creación de la tierra o del mar, o sobre

216 Digha Nikaya


la existencia o la no existencia... él se mantiene distante de seme-
jantes conversaciones bajas. De esta manera, también se perfec-
ciona en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a usar
las frases reñidas, como por ejemplo: «Tú no entiendes este
Dhamma ni esta Disciplina, yo sí, la entiendo; ¿Cómo sería posi-
ble que conocieras este Dhamma y esta Disciplina?»; «Has caído
en un punto de vista falso. Soy yo, el que mantiene el punto de
vista correcto»; «Yo estoy hablando sobre el punto, tú divagas»;
«Pusiste al final, lo que debería ir primero; pusiste primero, lo que
debería ir al final»; «Lo que creías cierto por tanto tiempo, ha sido
refutado»; «Tu desafío ha sido tomado»; «Tú mismo probaste es-
tar equivocado»; «Trabaja para aclarar tu punto de vista» o «De-
senrédate tú mismo, si puedes»... él se mantiene distante de usar
semejantes frases reñidas. De esta manera, también se perfecciona
en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a man-
dar mensajes, enviando recados, haciendo de mensajeros, ofre-
ciendo servicios de inteligencia a los reyes, ministros del estado, a
los khattiyas, brahmanes o a los jóvenes, diciendo: «Ve allá, ven
aquí, toma a éste contigo, trae esto desde allá»... él se mantiene
distante de semejantes ocupaciones serviles. De esta manera, tam-
bién se perfecciona en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, siguen siendo embaucadores,
parásitos asalariados de palabras santas, adivinos y exorcistas, se-
dientos de acumular sus ganancias... él se mantiene distante de se-
mejante engaño y golpeteo. De esta manera, también se perfeccio-
na en la virtud.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de manera

Poṭṭhapāda Sutta 217


incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como por
ejemplo, profetizando una larga vida o prosperidad a través de la
quiromancia, leyendo las marcas de las manos o pies de los niños,
etc.; haciendo adivinanzas de los agüeros o signos; prediciendo
augurios de los rayos u otros objetos celestiales, interpretando
sueños, leyendo el futuro de las marcas del cuerpo, prediciendo
augurios de las marcas que dejan los roedores en la ropa, haciendo
sacrificios a Agni, ofreciendo oblaciones de la cuchara, haciendo
ofrendas a las divinidades de la cáscara, haciendo ofrendas de gra-
nos descascarillados listos para ser hervidos, haciendo ofrendas de
miel y aceite; haciendo sacrificios que consisten en echar las se-
millas de mostaza y otras, desde su propia boca al fuego, derra-
mando sangre de su rodilla derecha como sacrificio a los dioses,
mirando los nudillos y otras partes del cuerpo para, luego de re-
funfuñar el encanto, adivinar si el hombre en cuestión posee un
buen nacimiento, o si tiene la suerte o carece de ella; aconsejando
sobre las reglas tradicionales, invocando demonios en el cemente-
rio, invocando espíritus, usando los encantamientos para alojarse
en una casa de tierra, encantando a la serpiente, haciendo arte de
los venenos, arte de los escorpiones, arte de los ratones, arte de las
aves y arte del cuervo; prediciendo el número de años que van a
vivir los hombres, haciendo encantos para rechazar las flechas y
haciendo ruedas de los animales... él se mantiene distante de se-
mejantes artes bajos.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera
incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como por
ejemplo, desarrollando el conocimiento sobre las buenas y las ma-
las cualidades de la gente, sobre sus riquezas y su suerte, a través
de los siguientes elementos: el ingenio, las piedras preciosas, las
astas, las prendas de vestir, las espadas, las flechas, los lazos, otros
tipos de armamentos, a través de las mujeres, los hombres, los
muchachos, las muchachas, los esclavos, las esclavas, los elefan-
tes, los caballos, los búfalos, los toros, los bueyes, las cabras, las

218 Digha Nikaya


ovejas, las aves de corral, las codornices, las iguanas, las ratas de
bambú, las tortugas y otros animales... él se mantiene distante de
semejantes artes bajos.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera
incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como cuando
hacen este tipo de predicciones: «Los líderes marcharán adelante;
los líderes retrocederán; nuestros líderes atacarán, mientras los lí-
deres de los enemigos, retrocederán; los líderes de los enemigos
atacarán, mientras nuestros líderes retrocederán; nuestros líderes
obtendrán la victoria, mientras los otros líderes sufrirán la derrota;
los otros líderes obtendrán la victoria, mientras los nuestros sufri-
rán la derrota; la victoria será para este grupo, la derrota para
aquel»... él se mantiene distante de semejantes artes bajos.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera
incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como cuando
hacen esta otra clase de predicciones: «Va a haber un eclipse de la
Luna; va a haber un eclipse del Sol; va a haber un eclipse de una
estrella; va a haber una anomalía en el Sol o en la Luna; el Sol o la
Luna retornarán por su vía habitual; va a haber una caída de los
meteoros; va a haber un fuego en la jungla; va a haber un terremo-
to; el dios va a tronar; va a haber un levantamiento o una posición
determinados del Sol, de la Luna o de las estrellas, una claridad y
una disminución de ella. Y con eso, predicen para cada uno de es-
tos quince fenómenos, algún determinado tipo de resultado»... él
se mantiene distante de semejantes artes bajos.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera
incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como estos:
prediciendo la abundancia o la escasez de las lluvias; prediciendo
una buena cosecha o una escasez de alimentos; prediciendo la
tranquilidad o los disturbios; prediciendo la pestilencia o tiempos

Poṭṭhapāda Sutta 219


saludables; contando con los dedos o sin la utilización de los de-
dos; sumando grandes números, componiendo romances y poesí-
as; haciendo casuística y sofistería... él se mantiene distante de se-
mejantes artes bajos.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera
incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como estos:
disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en los
cuales el novio o la novia están llevados a casa; disponiendo de
fechas felices para realizar matrimonios, en los cuales el novio o
la novia están llevados afuera; fijando un tiempo feliz para la rea-
lización de tratados de paz [o usando los encantamientos para pro-
curar la armonía]; fijando tiempos felices para el comienzo de las
hostilidades [o usando los encantamientos para procurar la discor-
dia]; fijando tiempos felices para las deudas [o usando los encan-
tamientos para aventar exitosamente en los dados]; fijando tiem-
pos felices para gastar el dinero [o usando los encantamientos para
traer mala suerte al oponente en los dados]; usando encantamien-
tos para hacer la gente feliz, usando encantamientos para hacer la
gente infeliz, usando encantamientos para provocar el aborto, ha-
ciendo conjuros para enmudecer a alguien, haciendo conjuros para
mantener fija la mandíbula de alguien, haciendo conjuros para es-
tirar la mano de alguien, haciendo conjuros para ensordecer a al-
guien, obteniendo respuestas de los oráculos, como la del espejo
mágico; obteniendo respuestas de los oráculos por medio de la
muchacha poseída, obteniendo respuestas de los oráculos de parte
de la divinidad, adorando al Sol, adornado al Gran Ser, sacando
fuego de su propia boca e invocando a Siri, la diosa de la buena
fortuna... él se mantiene distante de semejantes artes bajos.
"Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen de la
comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la manera
incorrecta, mediante el desarrollo de los artes bajos, como estos:
jurando regalos a la divinidad si se garantice cierto determinado
beneficio, pagando estos votos, repitiendo encantamientos mien-

220 Digha Nikaya


tras se trasladan a las casas de la tierra, causando virilidad, hacien-
do impotente al hombre, fijando sitios felices para la morada, con-
sagrando los sitios, haciendo ceremonias de los meses, haciendo
baños rituales, ofreciendo sacrificios, administrando vomitivos y
purgativos, purgando la gente para aliviar sus cabezas (o sea, ha-
cer estornudar la gente administrando drogas), engrasar las orejas
de la gente (también, hacerles crecer o curar las llagas que en ellas
se encuentren), satisfaciendo los ojos de la gente (o sea, goteando
en ellos óleos medicinales), administrando drogas a través de la
nariz, aplicando colirio a los ojos, ofreciendo pomadas medicina-
les para los ojos, practicando como oculistas, practicando como
cirujanos, practicando como pediatras, administrando drogas y raí-
ces y administrando medicinas de manera rotativa... él se mantie-
ne distante de semejantes artes bajos.
"Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la
virtud.
[9-10] "El monje que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro al-
guno en nada que ayuda a sus restricciones a través de la virtud.
Al igual que un noble guerrero ungido que ha derrotado a sus ene-
migos, no ve peligro alguno por parte de ellos, así también el
monje que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro alguno en
nada que ayuda a sus restricciones a través de la virtud. Envuelto
en la noble totalidad de la virtud, él es internamente sensible al
placer que deriva de ser intachable.
"¿Y de qué manera el monje guarda las puertas de sus sentidos?
Cuando mira con sus ojos algún objeto visible, no se apega a él ni
a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguardar su
sentido de la vista, le sobresaltan la avaricia y el pesar, de modo
que la práctica del monje consiste en resguardar la puerta del ojo.
Cuando escucha con sus oídos algún objeto audible no se apega a
él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguar-
dar su sentido de la audición, le sobresaltan la avaricia y el pesar,
de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la puerta

Poṭṭhapāda Sutta 221


del oído. Cuando huele con su nariz algún objeto olfativo no se
apega a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin
resguardar su sentido del olfato, le sobresaltan la avaricia y el pe-
sar, de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la
puerta de la nariz. Cuando degusta con su paladar algún objeto
gustativo... Cuando percibe con su cuerpo algún objeto táctil...
Cuando conoce con su intelecto algún objeto mental, no se apega
a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguar-
dar su sentido de la cognición, le sobresaltan la avaricia y el pesar,
de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la puerta
de la cognición.
"Dotado de esta noble restricción de las puertas de los sentidos, el
monje se vuelve internamente sensible al placer que deriva de ser
intachable. Es así cómo el monje guarda las puertas de sus senti-
dos.
"¿Y de qué manera el monje practica la atención consciente y cla-
ra comprensión? Cuando camina hacia adelante o cuando camina
hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando mira hacia
adelante o mira hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuan-
do flexiona sus miembros o cuando los extiende, lo hace clara-
mente consciente. Cuando viste la ropa interior o cuando viste el
hábito externo, lo hace claramente consciente. Cuando carga su ta-
zón, lo hace claramente consciente. Cuando come, bebe, mastica o
saborea, lo hace claramente consciente. Cuando orina o cuando
defeca, lo hace claramente consciente. Cuando camina, cuando
está parado, cuando está sentado, cuando se recuesta para dormir,
cuando se despierta, cuando conversa o cuando permanece en si-
lencio, todo eso hace claramente consciente. Es así, cómo el mon-
je practica la atención consciente y clara comprensión.
"¿Y de qué manera el monje permanece contento? El monje está
satisfecho con la vestimenta que cubre su cuerpo y está satisfecho
con las limosnas de comida que le quitan el hambre. Dondequiera
que vaya, toma solamente aquello que es necesario para satisfacer

222 Digha Nikaya


sus necesidades básicas.
"Como un pájaro que vuela de acá para allá, no llevando más car-
ga que su propio vuelo, satisfecho con lo que tiene, de la misma
manera, el monje permanece contento.
"Dotado de la totalidad de la noble virtud, de esta noble restric-
ción de los sentidos, de esta noble atención consciente y clara
comprensión y de este noble contentamiento, el monje busca una
morada solitaria: en el bosque, al pie de un árbol, en la cueva de
una montaña, en el cementerio, en la arboleda de la jungla, al aire
libre o en una pila de paja. Después de haberse alimentado, al ha-
ber regresado de su ronda en busca de las limosnas de comida, se
sienta con las piernas cruzadas y, manteniendo recto su cuerpo, es-
tablece su atención consciente enfrente.
"Dejando de lado las codicias mundanas, permanece atentamente
consciente y libre de la codicia. Limpia su mente de la codicia.
Dejando de lado la maldad y el enojo, permanece atentamente
consciente y libre de la maldad, con el amor compasivo hacia el
bienestar de los seres vivientes. Limpia su mente de la maldad y
del enojo. Dejando de lado la pereza y el letargo, permanece aten-
tamente consciente y libre de la pereza y del letargo, percibiendo
la luz atenta y conscientemente. Limpia su mente de la pereza y
del letargo. Dejando de lado la agitación y la ansiedad, permanece
imperturbable y con la mente calmada. Limpia su mente de la agi-
tación y ansiedad. Dejando de lado la incertidumbre, permanece
como alguien que hubo traspasado las dudas, sin perplejidad en
consideración de las sanas cualidades mentales. Limpia su mente
de la incertidumbre.
"Imagina que un hombre, al tomar un préstamo, lo invierte en
asuntos de negocios y sus negocios le van bien: devuelve toda la
vieja deuda y con el resto mantiene a su esposa, pensando así: 'Al
tomar el préstamo, lo invertí en asuntos de negocios y mis nego-
cios me han ido bien; ahora, devolví toda la vieja deuda y con el
resto puedo mantener a mi esposa'. A causa de esto, puede experi-

Poṭṭhapāda Sutta 223


mentar la alegría y felicidad.
"Imagina también, que un hombre cayó enfermo. Y su enfermedad
era grave y dolorosa: no podía disfrutar más de los alimentos y no
sentía fuerza alguna en su cuerpo. Al pasar el tiempo, finalmente
se recuperó de su enfermedad y volvió a disfrutar de sus comidas,
como también volvió a sentir fuerza en su cuerpo, pensando así:
'al caer enfermo, estuve grave y dolorosamente dolido: no podía
disfrutar más de mis alimentos y no sentía fuerza alguna en mi
cuerpo. Al pasar el tiempo, finalmente me recuperé de mi enfer-
medad y volví a disfrutar de mis comidas, como también volví a
sentir fuerza en mi cuerpo'. A causa de esto, puede experimentar la
alegría y felicidad.
"Imagina también, que un hombre estaba encerrado en una pri-
sión. Al pasar el tiempo, finalmente fue liberado de este cautive-
rio, seguro y salvo sin haber perdido sus bienes. Entonces, podría
pensar así: 'Antes, estaba encerrado en una prisión. Al pasar el
tiempo, finalmente fui liberado de este cautiverio y ahora estoy se-
guro y salvo sin haber perdido mis bienes'. A causa de esto, puede
experimentar la alegría y felicidad.
"Imagina también, que un hombre esclavo, sujeto a la voluntad de
otros, no siendo dueño de sí mismo, incapaz de hacer lo que de-
sea, finalmente, al pasar el tiempo, es liberado de esta esclavitud,
dueño de sí mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y ca-
paz de hacer lo que desea. Entonces, podría pensar así: 'Antes, era
un hombre esclavo, sujeto a la voluntad de otros, no siendo dueño
de mí mismo, incapaz de hacer lo que deseaba; finalmente, al pa-
sar el tiempo, fui liberado de esta esclavitud, ahora soy dueño de
mi mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y capaz de ha-
cer lo que deseo'. A causa de esto, puede experimentar la alegría y
la felicidad.
"Imagina también, que un hombre, portando el dinero y los bie-
nes, está viajando a lo largo de los caminos de un desolado país.
Al pasar el tiempo, finalmente sale de este país desolado, seguro y

224 Digha Nikaya


salvo, sin haber perdido sus bienes. Entonces, él podría pensar así:
'Estaba portando el dinero y los bienes, viajando a lo largo de los
caminos de un desolado país. Pero finalmente salí de él y ahora
estoy seguro y salvo, sin haber perdido mis bienes'. A causa de
esto, él puede experimentar la alegría y felicidad.
"De la misma manera, Potthapada, cuando estos cinco obstáculos
aún no son abandonados por uno mismo, el monje es como si tu-
viera deudas, enfermedades, como si fuera prisionero o esclavo, o
como si viajara por los caminos de un desolado país. Pero cuando
estos cinco obstáculos son abandonados, el monje es como si pa-
gara todas sus deudas, como si recuperara su salud y libertad, o
como si saliera de un lugar inseguro.
"En vista de que los cinco obstáculos han sido abandonados den-
tro de él, se vuelve contento. Estando contento, se extasía. Exta-
siado, su cuerpo se vuelve tranquilo. Con su cuerpo tranquilo, se
vuelve sensible al placer. Sintiendo el placer, su mente se vuelve
concentrada.
"Entonces, apartado de los placeres sensuales, apartado de los in-
sanos cualidades mentales, el monje entra y permanece en el pri-
mer jhana: el arrobamiento y el placer nacidos de la reclusión,
acompañados por el pensamiento aplicado y sostenido. Su anterior
percepción de la sensualidad cesa, y en esa ocasión, hay una per-
cepción de una verdad fina de arrobamiento y placer nacidos de la
reclusión. En esa ocasión, él es uno que es perceptivo de una ver-
dad afinada de arrobamiento y placer nacidos de la reclusión. Y es
así cómo, con el entrenamiento, una percepción surge y con el en-
trenamiento, otra percepción cesa.
[11] "Entonces, aquietando el pensamiento aplicado y sostenido,
el monje entra y permanece en el segundo jhana: el arrobamiento
y el placer nacidos de la compostura, la unificación de conciencia
sin el pensamiento aplicado y sostenido, la seguridad interna. Su
anterior percepción de una verdad fina de arrobamiento y placer
nacidos de la reclusión cesa, y en esa ocasión hay una percepción

Poṭṭhapāda Sutta 225


de una verdad fina de arrobamiento y placer nacidos de la concen-
tración. En esa ocasión él es uno que es perceptivo de una verdad
fina de arrobamiento y placer nacidos de concentración. Y es así
cómo, con el entrenamiento, una percepción surge y, con el entre-
namiento, otra percepción cesa.
[12] "Entonces, con el desvanecimiento del arrobamiento, perma-
nece ecuánime, atento y alerta, y experimenta el placer sensorial
con el cuerpo. Así que entra y permanece en el tercer jhana, de
cual los Nobles declaran: 'Ecuánime y atento, tiene una morada
agradable'. Su anterior percepción de una verdad fina de arroba-
miento y placer nacidos de la concentración cesa, y en esa oca-
sión, hay una percepción de una verdad fina de la ecuanimidad.
En esa ocasión, él es uno que es perceptivo de una verdad fina de
la ecuanimidad. Y es así cómo, con el entrenamiento, una percep-
ción surge y, con el entrenamiento, otra percepción cesa.
[13] "Entonces, con el abandono del placer y el dolor –al igual
que con la anterior desaparición de júbilo y desasosiego–, el mon-
je entra y permanece en el cuarto jhana: la pureza de ecuanimidad
y atención, ni el placer ni el dolor. Su anterior percepción de una
verdad afinada de ecuanimidad cesa, y en esa ocasión hay una
percepción de una verdad afinada de ni el placer ni el dolor. En
esa ocasión, él es uno que es perceptivo de una verdad fina de ni-
placer-ni-dolor. Y es así cómo, con el entrenamiento, una percep-
ción surge y, con el entrenamiento, otra percepción cesa.
[14] "Entonces, trascendiendo completamente las percepciones de
la forma física, con la desaparición de percepciones de resistencia,
y no prestándole atención a las percepciones de diversidad, perci-
biendo 'espacio infinito', el monje entra y permanece en la dimen-
sión de la infinitud del espacio. Su anterior percepción de una ver-
dad fina de ni-placer-ni-dolor cesa, y en esa ocasión hay una per-
cepción de una verdad fina de la dimensión de la infinitud del es-
pacio. En esa ocasión, él es uno que es perceptivo de una verdad
fina de la dimensión de la infinitud del espacio. Y es así cómo,

226 Digha Nikaya


con el entrenamiento, una percepción surge y, con el entrenamien-
to, otra percepción cesa.
[15] "Entonces, trascendiendo completamente la dimensión de la
infinitud del espacio, percibiendo que 'la conciencia es infinita', el
monje entra y permanece en la dimensión de la infinitud de con-
ciencia. Su anterior percepción de una verdad fina de la dimensión
de la infinitud del espacio cesa y, en esa ocasión, hay una percep-
ción de una verdad fina de la dimensión de la infinitud de la con-
ciencia. En esa ocasión, él es uno que es perceptivo de una verdad
fina de la dimensión de la infinitud de la conciencia. Y es así
cómo, con el entrenamiento, una percepción surge y, con el entre-
namiento, otra percepción cesa.
[16] "Entonces, trascendiendo completamente la dimensión de la
infinitud de la conciencia, pensando que 'no hay nada', entra y per-
manece en la dimensión de la nada. Su anterior percepción de una
verdad fina de la dimensión de la infinitud de la conciencia cesa y,
en esa ocasión, hay una percepción de una verdad fina de la di-
mensión de la nada. En esa ocasión él es uno que es perceptivo de
una verdad fina de la dimensión de la nada. Y es así cómo, con el
entrenamiento, una percepción surge y, con el entrenamiento, otra
percepción cesa.
[17] "Ahora bien, cuando el monje aquí es perceptivo de sí mis-
mo, entonces de aquí hacia allá, paso a paso, él toca la cima de la
percepción. Y siendo que permanece en la cima de la percepción,
este pensamiento se le ocurre: 'pensar es malo para mí. No pensar
es mejor para mí. Si pensara y deseara, esta percepción mía podría
cesar y una percepción más vulgar podría aparecer. ¿Qué pasaría
si no pensara ni deseara?' Así que él no piensa ni desea y, siendo
que ni piensa ni desea, esta percepción cesa, pero otra percepción
más vulgar, no aparece: él toca el cese. Así es, Potthapada, cómo,
estando alerta, él alcanza paso a paso el cese último de la percep-
ción.
[18] "Ahora bien, ¿qué opinas, Potthapada, has escuchado alguna

Poṭṭhapāda Sutta 227


vez sobre este logro del cese último de la percepción estando aler-
ta?"
"No, señor. Y he aquí la manera de cómo entiendo el Dhamma en-
señado por el Bienaventurado: 'Cuando el monje aquí es percepti-
vo de sí mismo, entonces de aquí hacia allá, paso a paso, él toca la
cima de la percepción. Y siendo que permanece en la cima de la
percepción, este pensamiento se le ocurre: «Pensar es malo para
mí. No pensar es mejor para mí. Si pensara y deseara, esta percep-
ción mía podría cesar y una percepción más vulgar podría apare-
cer. ¿Qué pasaría si no pensara ni deseara?». Así que él no piensa
ni desea y, siendo que ni piensa ni desea, esta percepción cesa,
pero otra percepción más vulgar, no aparece: él toca el cese. Así es
cómo, estando alerta, él alcanza paso a paso el cese último de la
percepción'".
"Así mismo, Potthapada".
[19] "Pero, señor, ¿describe el Bienaventurado una cima de la per-
cepción o muchas cimas de la percepción?".
"Potthapada, yo describo tanto una cima de la percepción como
muchas cimas de la percepción".
"Pero, ¿cómo describe el Bienaventurado tanto una cima de la
percepción como muchas cimas de la percepción?".
"De cualquier manera en la que uno toque el cese, Potthapada, esa
es la forma, en la cual describo la cima de la percepción. Así es
cómo describo tanto una cima de la percepción como muchas ci-
mas de la percepción".
[20] "Ahora bien, señor, ¿surge la percepción primera y el conoci-
miento después, o, el conocimiento surge primero y la percepción
después, o, la percepción y el conocimiento surgen simultánea-
mente?".
"Potthapada, la percepción surge primero y el conocimiento des-
pués. Y el surgimiento del conocimiento proviene del surgimiento

228 Digha Nikaya


de la percepción. Uno percibe: 'Esto es en dependencia de aquello
y así es cómo ha surgido mi conocimiento'. A través de esta línea
de razonamiento, uno puede darse cuenta de que la percepción
surge primero y el conocimiento después y que el surgimiento del
conocimiento proviene del surgimiento de la percepción.

1.3. Saññāattakathā - Porción sobre la percepción


[21] "Ahora bien, señor, ¿es la percepción el ego de una persona o
la percepción es una cosa y el ego otra?".
"¿Qué clase de ego postulas, Potthapada?".
"Postulo un ego vulgar, poseedor de forma, hecho de los cuatro
grandes elementos: tierra, agua, fuego y viento, que se alimenta de
la comida física".
"Entonces, Potthapada, tu ego sería vulgar, poseedor de forma, he-
cho de los cuatro grandes elementos, alimentado de la comida físi-
ca. Siendo ese el caso, entonces para ti, la percepción sería una
cosa y el ego otra. Y esta es la línea de razonamiento, a través de
la cual uno puede darse cuenta de que la percepción es una cosa y
el ego otra: del mismo modo que permanezca este ego vulgar –po-
seedor de forma, hecho de los cuatro grandes elementos y alimen-
tado de la comida– surge una percepción para esa persona y la otra
percepción cesa. Es a través de esta línea de razonamiento que
uno puede darse cuenta de que la percepción es una cosa y el ego
otra".
[22] "Entonces, señor, postulo un ego hecho-de-la-mente, comple-
to de todo, no inferior en sus facultades".
"Entonces, Potthapada, tu ego sería hecho-de-la-mente, completo
en todo, no inferior en sus facultades. Siendo ese el caso, entonces
para ti, la percepción sería una cosa y el ego otra. Y esta es la línea
de razonamiento, a través de la cual uno puede darse cuenta sobre
que la percepción es una cosa y el ego otra: del mismo modo que
permanezca este ego hecho-de-la-mente, completo en todo, no el

Poṭṭhapāda Sutta 229


inferior en sus facultades, surge una percepción para esa persona y
la otra percepción cesa. Es a través de esta línea de razonamiento
que uno puede darse cuenta de que la percepción es una cosa y el
ego otra".
[23] "Entonces, señor, postulo un ego de percepción sin forma".
"Entonces, Potthapada, tu ego de percepción sería sin forma. Sien-
do ese el caso, entonces para ti, la percepción sería una cosa y el
ego otra. Y esta es la línea de razonamiento, a través de la cual
uno puede darse cuenta sobre que la percepción es una cosa y el
ego otra: del mismo modo que permanezca este ego de percepción
sin forma, surge una percepción para esta persona, la otra percep-
ción cesa. Es a través de esta línea de razonamiento que uno puede
darse cuenta de que la percepción es una cosa y el ego otra".
[24] ¿Es posible para mí, señor, saber si la percepción es el ego de
una persona o saber que la percepción es una cosa y el ego otra?".
"Potthapada –habiendo otros puntos de vista, otras prácticas, otras
satisfacciones, otras metas, otros maestros–, es duro para ti cono-
cer que la percepción sea el ego de una persona o saber que la per-
cepción sea una cosa y el ego otra".
[25] "Pues bien, señor, siendo que –habiendo otros puntos de vis-
ta, otras prácticas, otras satisfacciones, otras metas, otros maes-
tros– es duro para mi conocer que la percepción sea el ego de una
persona o saber que la percepción sea una cosa y el ego otra, en-
tonces ¿es el caso que el cosmos es eterno, y que sólo esto es cier-
to y cualquier otra cosa no tiene valor alguno?".
"Potthapada, yo no he afirmado que el cosmos es eterno, y que
sólo esto es cierto y cualquier otra cosa no tiene valor alguno".
"Entonces, ¿es el caso que el cosmos no es eterno, y que sólo esto
es cierto y cualquier otra cosa no tiene valor alguno?".
"Potthapada, yo no he afirmado que el cosmos no es eterno, y que
sólo esto es cierto y cualquier otra cosa no tiene valor alguno".

230 Digha Nikaya


[26-27] "Entonces, ¿es el caso que el cosmos es finito... que el
cosmos es infinito... que el alma y el cuerpo humano son lo mis-
mo... que el alma es una cosa y el cuerpo humano otra... que des-
pués de la muerte el Tathagata existe... que después de la muerte
el Tathagata no existe... que después de la muerte el Tathagata tan-
to existe y no existe... que después de la muerte el Tathagata ni
existe ni no existe, y que sólo esto es verdadero y cualquier otra
cosa no tiene valor alguno?".
"Potthapada, yo no he afirmado que el cosmos es finito... que el
cosmos es infinito... que el alma y el cuerpo humano son lo mis-
mo... que el alma es una cosa y el cuerpo humano otra... que des-
pués de la muerte el Tathagata existe... que después de la muerte
el Tathagata no existe... que después de la muerte el Tathagata tan-
to existe y no existe... que después de la muerte el Tathagata ni
existe ni no existe, y que sólo esto es verdadero y cualquier otra
cosa no tiene valor alguno".
[28] "Pero, ¿por qué el Bienaventurado no ha afirmado estas co-
sas?".
"Porque ellas no son conducentes hacia la meta, no son conducen-
tes hacia el Dhamma, no son básicas para la vida santa. No condu-
cen al desencanto, al desapasionamiento, al cese, a la calma, al co-
nocimiento directo, al auto-despertar, al Nibbana. Por eso es que
no los he afirmado".
[29] "Entonces, ¿qué ha afirmado el Bienaventurado?".
"He afirmado esto: 'Éste es el sufrimiento'... 'Éste es el origen del
sufrimiento'... 'Éste es el cese del sufrimiento'... 'Éste es el camino
de práctica que conduce al cese del sufrimiento'.
[30] "¿Y por qué ha afirmado el Bienaventurado estas cosas?".
"Porque ellas son conducentes hacia la meta, son conducentes ha-
cia el Dhamma, son básicas para la vida santa. Conducen al desen-
canto, al desapasionamiento, al cese, a la calma, al conocimiento
directo, al auto-despertar, al Nibbana. Por eso es que las he afir-

Poṭṭhapāda Sutta 231


mado".
"Es así, oh Bienaventurado, es así, oh Bienhechor. Ahora bien, es
hora para que el Bienaventurado haga lo que le plazca".
Entonces el Bienaventurado se levantó de su asiento y salió de
ahí.
[31] No mucho tiempo después de haber salido de ahí, los ascetas
mendicantes, dirigieron palabras llenas de desprecio a Potthapada
y se mofaron de él de esta manera: "Entonces, sea lo que sea lo
que diga el asceta Gotama, el señor Potthapada se goza de ello y
de cada una de sus palabras: 'Es así, oh Bienaventurado, es así, oh
Bienhechor'. Sin embargo, nosotros no entendemos el pensamien-
to del asceta Gotama, siendo que él no hubo enseñado doctrina ca-
tegórica alguna en lo que se refiere a que si el cosmos es infinito o
el cosmos es finito... ni si después de la muerte el Tathagata existe
o el Tathagata no existe".
Cuando esto se dijo, Potthapada, el asceta mendicante contestó a
los otros ascetas mendicantes: "Pues yo tampoco entiendo el pen-
samiento del asceta Gotama, siendo que él no hubo enseñado doc-
trina categórica alguna en lo que se refiere a que si el cosmos es
infinito o el cosmos es finito... ni si después de la muerte el Tatha-
gata existe o el Tathagata no existe. Sin embargo, el asceta Gota-
ma describe una práctica genuina, auténtica y precisa, basada en el
Dhamma y en consonancia con el Dhamma. Y cuándo se describe
una práctica genuina, auténtica y precisa, basada en el Dhamma y
en consonancia con el Dhamma, ¿por qué una persona informada
como yo mismo, no debería regocijarse en lo que fue bien expues-
to a través de las palabras bienhabladas del asceta Gotama?".

2. Cittahatthisāriputtapoṭṭhapādavatthu - Porción
con Citta, el hijo del entrenador de los elefantes
[32] Entonces dos o tres días más tarde, Citta el hijo del entrena-
dor de elefantes y Potthapada, el asceta mendicante fueron junto al

232 Digha Nikaya


Bienaventurado. A su llegada, Citta se postró ante el Bienaventu-
rado y se sentó a un lado, mientras Potthapada, el asceta mendi-
cante saludó al Bienaventurado cortésmente. Después de un cam-
bio de saludos acogedores y cortesías, se sentó a un lado. Una vez
sentado allí, se dirigió al Bienaventurado con estas palabras:
"El otro día, no mucho tiempo después de que el Bienaventurado
haya salido de ahí, los ascetas mendicantes, me dirigieron palabras
llenas de desprecio y se mofaron de mí de esta manera: 'Entonces,
sea lo que sea que diga el asceta Gotama, el señor Potthapada se
goza de ello y de cada una de sus palabras: «Es así, oh Bienaven-
turado, es así, oh Bienhechor». Sin embargo, nosotros no entende-
mos el pensamiento del asceta Gotama, siendo que él no hubo en-
señando doctrina categórica alguna en lo que se refiere a que si el
cosmos es infinito o el cosmos es finito... ni si después de la muer-
te el Tathagata existe o el Tathagata no existe'.
"Cuando esto se dijo, contesté a los ascetas mendicantes: 'Pues yo
tampoco entiendo el pensamiento del asceta Gotama, siendo que
él no hubo enseñando doctrina categórica alguna en lo que se re-
fiere a que si el cosmos es infinito o el cosmos es finito... ni si
después de la muerte el Tathagata existe o el Tathagata no existe.
Sin embargo, el asceta Gotama describe una práctica genuina, au-
téntica y precisa, basada en el Dhamma y en consonancia con el
Dhamma. Y cuándo se describe una práctica genuina, auténtica y
precisa, basada en el Dhamma y en consonancia con el Dhamma,
¿por qué una persona informada como yo mismo, no debería rego-
cijarse en lo bien expuesto a través de las palabras bienhabladas
del asceta Gotama?'".
[33] "Potthapada, todos esos ascetas mendicantes son ciegos y no
tienen ojos. Solamente tú, entre todos ellos, tienes ojos. He ense-
ñado y he declarado algunas enseñanzas en forma categórica y
otras enseñanzas en forma no categórica. ¿Y cuáles son las ense-
ñanzas que he enseñado y he manifestado en forma no categórica?
[La afirmación, según la cual] 'el cosmos es eterno', esto he ense-

Poṭṭhapāda Sutta 233


ñado y he manifestado en forma no categórica. [La afirmación, se-
gún la cual] 'el cosmos no es eterno'... 'el cosmos es finito'... 'el
cosmos es infinito'... 'el alma y el cuerpo humano son lo mismo'...
'el alma es una cosa y el cuerpo humano otra'... 'después de la
muerte el Tathagata existe'... 'después de la muerte el Tathagata no
existe'... 'después de la muerte el Tathagata tanto existe como no
existe'... 'después de la muerte el Tathagata ni existe ni no existe'.
Esto he enseñado y he manifestado en forma no categórica. ¿Y por
qué he enseñado y he declarado estas enseñanzas en forma no ca-
tegórica? Porque ellas no son conducentes hacia la meta, no son
conducentes hacia el Dhamma, no son básicas para la vida santa.
No conducen al desencanto, al desapasionamiento, al cese, a la
calma, al conocimiento directo, al auto-despertar, al Nibbana. Por
eso es que he enseñado y he declarado estas enseñanzas en forma
no categórica.

2.1. Ekaṃsikadhammo - Lo que ha sido declarado de forma


categórica
"¿Y qué, Potthapada, he enseñado y he declarado en forma categó-
rica? [La afirmación, según la cual] 'éste es el sufrimiento'... 'éste
es el origen del sufrimiento'... 'éste es el cese del sufrimiento'...
'éste es el camino de práctica que conduce al cese del sufrimiento'.
Esto, Potthapada, he enseñado y he declarado en forma categórica.
¿Y por qué lo he enseñado y declarado en forma categórica? Por-
que esto es conducente hacia la meta, conducente hacia el Dham-
ma, lo básico para la vida santa. Conduce al desencanto, al desa-
pasionamiento, al cese, a la calma, al conocimiento directo, al
auto-despertar, al Nibbana. Por eso es que lo he enseñado y decla-
rado en forma categórica.
[34] "He aquí que hay algunos brahmanes y ascetas con la doctri-
na y el punto de vista como éste: 'Después de la muerte, el yo que-
da exclusivamente feliz y libre de enfermedad'. Me acerqué a ellos
y les pregunté: '¿Es cierto eso que vosotros tenéis una doctrina y
un punto de vista que afirma que «después de la muerte, el yo

234 Digha Nikaya


queda exclusivamente feliz y libre de enfermedad?»'. Cuando se
les preguntó esto, contestaron, 'Sí'. Así es que yo les pregunté:
'Pero vosotros ¿habéis morado o habéis visto un mundo que fuera
exclusivamente feliz?'. Cuándo se les preguntó esto, dijeron: 'No'.
Así es que yo les pregunté: 'Pero entonces, ¿tenéis noticia acerca
de algún ser que estuviera alguna vez exclusivamente feliz, aun-
que sea por un día o por una noche, o por la mitad del día o por la
mitad de la noche?'. Cuándo se les preguntó esto, dijeron: 'No'.
Así es que yo les pregunté: 'Pero ¿sabéis vosotros que éste es el
camino, ésta es la práctica que conduce a la realización de un
mundo exclusivamente feliz?'. Cuando se les preguntó esto, dije-
ron: 'No'. Así es que les pregunté: 'Pero ¿habéis escuchado voso-
tros las voces de los devas renacidos en un mundo exclusivamente
feliz, diciendo, «practicad bien, queridos; practicad diligentemen-
te, queridos, hasta la realización de un mundo exclusivamente fe-
liz, porque nosotros mismos hemos practicado y renacido en un
mundo exclusivamente feliz?»'. Cuando se les preguntó esto, dije-
ron, 'No'.
"¿Qué piensas, Potthapada, siendo éste el caso, las palabras de
esos brahmanes y ascetas no resultarían ser tontas?".
"Sí, venerable señor. Siendo éste el caso, las palabras de esos
brahmanes y ascetas resultarían ser tontas".
[35] "Potthapada, esto es como si un hombre dijera: 'Estoy enamo-
rado de la mujer más bella en este país', y otras personas le dije-
ran: 'Pues bien, amigo, siendo que es la mujer más bella en este
país de la cual estás enamorado, ¿sabes si ella proviene de la casta
guerrera, de la casta sacerdotal, la casta de los comerciantes o de
la casta obrera?'. Y, siendo preguntado esto, él diría 'no'. Entonces
le dirían: 'En fin, ¿sabes aunque sea su nombre o el nombre de su
clan? ¿Sabes si ella es de estatura alta o de estatura mediana? ¿Si
es oscura, blanca o de piel colorada? ¿Sabes de qué pueblo o ciu-
dad proviene?'. Siendo preguntado así, él diría 'no'. Entonces le di-
rían: 'Así que ¿nunca has visto la mujer de la cual estás enamora-

Poṭṭhapāda Sutta 235


do, ni has sabido de ella?'. Siendo preguntado esto, él diría 'sí'.
"¿Qué piensas, Potthapada, si éste fuera el caso, las palabras de
ese hombre no resultarían ser tontas?".
"Sí, venerable señor, si éste fuera el caso, las palabras de ese hom-
bre resultarían ser tontas".
[36] "Asimismo, cuando estos brahmanes y ascetas proclaman una
doctrina y les gusta esto: 'Después de la muerte, el yo es exclusi-
vamente feliz y libre de enfermedad...', las palabras de esos brah-
manes y ascetas, ¿no resultarían ser tontas también?".
"Sí, venerable señor...".
[37] "Potthapada, esto es como si un hombre construyera una es-
calera para ascender a un palacio en un cruce de caminos, y otras
personas le dijeran: 'Pues bien, mi buen hombre, este palacio, para
el cual usted construyó una escalera, ¿sabe si hace frente al oeste,
al norte o al sur de aquí? ¿Sabe si está a gran altura, mediana o
baja?'. Y si al ser preguntado así respondiese 'no', le dirían a él:
'Así es que usted no sabe ni ve qué clase de palacio es aquel para
el cual construyó una escalera?'. Y, cuando se le preguntase esto,
él diría 'no', ¿qué piensas, Potthapada, si este fuera el caso, no pa-
recería este hombre como un tonto?".
"Sí, venerable señor...".
[38] "Asimismo, hay algunos ascetas y brahmanes cuya doctrina y
el punto de vista es como éste: 'Después de la muerte, el "yo" que-
da exclusivamente feliz y libre de enfermedad'... (sigue igual que
en el verso 34). ¿Las palabras de esos brahmanes y ascetas no re-
sultarían ser tontas?".
"Sí, venerable señor...".

2.2. Tayoattapaṭilābhā - Tres adquisiciones de la personalidad


[39] "Potthapada, he aquí estas tres adquisiciones del yo: la adqui-
sición vulgar del yo, la adquisición del yo hecha-por-la-mente y la

236 Digha Nikaya


adquisición del yo sin forma. Y, ¿cuál es la adquisición vulgar del
yo? Poseyendo la forma, se compone de los cuatro grandes ele-
mentos, alimentándose de comida física: ésta es la adquisición
vulgar del yo. Y ¿cuál es la adquisición del yo hecha-por-la-men-
te? Poseyendo la forma [mental], completa en todo y no inferior
en sus facultades: ésta es la adquisición del yo hecha-por-la-men-
te. Y ¿cuál es la adquisición del yo sin forma? Sin forma, hecho-
por-la-percepción: ésta es la adquisición del yo sin forma.
[40] "Pero yo enseño el Dhamma del abandono de la adquisición
vulgar del yo, por lo cual, cuando se lo práctica, los impuros esta-
dos mentales son abandonados, las cualidades mentales tendientes
a la purificación, aumentan, y uno alcanza la pureza y la perfec-
ción de la sabiduría, y permanece en ellas aquí y ahora, habiendo
alcanzado por sí mismo la abundancia de discernimiento. Ahora
bien, Potthapada, quizá estés pensando así: 'Podría suceder que es-
tos impuros estados mentales desapareciesen... pero aún así, uno
siguiese todavía infeliz'. Pero esto no es así cómo hay que consi-
derarlo: cuando estos impuros estados mentales desaparecen, nada
más que felicidad y deleite se desarrollan, tranquilidad, atención
consciente y clara comprensión... y este es el estado feliz.
[41] "También enseño el Dhamma del abandono de la adquisición
del yo hecho-por-la-mente, por lo cual, cuando se lo practica...
[42] "Pero yo enseño el Dhamma del abandono de la adquisición
del yo sin forma, por lo cual, cuando se lo practica...
[43] "Potthapada, si los otros nos preguntasen: 'Amigo, ¿qué es el
yo vulgar, cuyo abandono predicas?'. Siendo preguntado así, debe-
ríamos responder esto: 'Este mismo es el yo vulgar...'.
[44] "Potthapada, si los otros nos preguntasen: 'Amigo, ¿qué es el
yo adquirido hecho-por-la-mente, cuyo abandono predicas?'. Sien-
do preguntado así, deberíamos responder esto: 'Este mismo es el
yo hecho-por-la-mente...'.
[45] "Potthapada, si los otros nos preguntasen: 'Amigo, ¿qué es el

Poṭṭhapāda Sutta 237


yo sin forma, cuyo abandono predicas?'. Siendo preguntado así,
deberíamos responder esto: 'Este mismo es el yo sin forma...'.
"¿Qué opinas, Potthapada, cuándo éste es el caso, esas palabras
redundan en convencimiento?".
"Sí, venerable señor, cuando éste es el caso, esas palabras redun-
dan en convencimiento".
[46] "Potthapada, esto es como si un hombre construyera una es-
calera para ascender a un palacio en un cruce de caminos, y otras
personas le dijeran: 'Pues bien, mi buen hombre, este palacio, para
el cual usted construyó una escalera, ¿sabe usted si hace frente al
oeste, al norte o al sur de aquí? ¿Sabe si está a gran altura, media-
na o baja?'. Y si él, al ser preguntado así, respondiese 'esta escalera
es justo debajo del palacio'. Si este fuera el caso, parecerían sus
palabras bien fundadas?".
"Sí, venerable señor...".
[47] "De la misma manera, Potthapada, si los otros nos pregunta-
sen: 'Amigo, ¿qué es el yo vulgar... el yo adquirido hecho-por-la-
mente... el yo sin forma...?'. Siendo preguntado así, deberíamos
responder esto: 'Este mismo es el yo vulgar... el yo adquirido he-
cho-por-la-mente... el yo sin forma, de cuyo abandono el Dhamma
enseñamos, por lo cual, cuando se lo práctica, los impuros estados
mentales son abandonados, las calidades mentales tendientes a la
purificación aumentan, y uno alcanza la pureza y la perfección de
la sabiduría, y permanece en ellas aquí y ahora, habiendo alcanza-
do por sí mismo la abundancia de discernimiento. ¿Te parecen es-
tas palabras bien fundadas?".
"Sí, venerable señor...".
[48] Cuando esto se dijo, Citta, el hijo del entrenador de elefantes
dijo al Bienaventurado: "Cuando está presente el adquirido yo
vulgar, ¿sería incorrecto asumir la presencia del adquirido yo he-
cho-por-la-mente y del yo adquirido sin forma? ¿Es solamente el
adquirido yo vulgar realmente existente? Cuando está presente el

238 Digha Nikaya


adquirido yo hecho-por-la-mente... el yo adquirido sin forma, ¿se-
ría incorrecto asumir la presencia del adquirido yo vulgar y del yo
adquirido sin forma? ¿Es solamente el yo adquirido hecho-por-la-
mente realmente existente?".
[49] "Citta, cuando está presente la adquisición vulgar del ego, no-
sotros no hablamos del yo adquirido hecho-por-la-mente ni del yo
adquirido sin forma. Solamente hablamos del adquirido yo vulgar
realmente existente. Cuando está presente el adquirido yo hecho-
por-la-mente... el yo adquirido sin forma, nosotros no hablamos
del yo adquirido hecho-por-la-mente ni del yo adquirido vulgar.
Solamente hablamos del yo adquirido sin forma.
"Supón, Citta, que alguien te preguntase: 'Usted existió en el pasa-
do o no? ¿Existirá usted en el futuro o no? ¿Existe usted ahora o
no?' ¿Cuál sería tu respuesta?".
"Preguntado así, Venerable Señor, contestaría: 'Yo existí en el pa-
sado, no existí en el pasado; existiré en el futuro, no existiré en el
futuro; existo ahora, no existo ahora'. Así es cómo contestaría".
[50] "Pero si ellos preguntasen, Citta: 'Y el yo adquirido en el pa-
sado que tuviste, ¿es éste el único verdaderamente adquirido yo, y
aquellos del futuro y del presente son falsos? O, el yo que vas a
adquirir en el futuro que tendrás, ¿será éste el único verdadera-
mente adquirido yo, y aquellos del pasado y del presente son fal-
sos? O, el yo adquirido en el presente que tienes, ¿es éste el único
verdaderamente adquirido yo, y aquellos del futuro y del pasado
son falsos?'. ¿Cuál sería tu respuesta?".
"Si me preguntasen de esta manera, Venerable Señor, preguntado
así, Venerable Señor, contestaría: 'Mi yo adquirido en el pasado
fue en su tiempo mi único verdadero yo, y el futuro y el presente
fueron falsos. Mi yo adquirido en el futuro será en su tiempo mi
único verdadero yo, y el pasado y el presente serán falsos. Mi pre-
sente yo adquirido en el tiempo presente es mi único verdadero
yo, y el pasado y el futuro son falsos'. Así es cómo contestaría".

Poṭṭhapāda Sutta 239


[51] "Asimismo, Citta, cuando está presente la adquisición vulgar
del ego, nosotros no hablamos del yo adquirido hecho-por-la-men-
te ni del yo adquirido sin forma. Solamente hablamos del adquiri-
do yo vulgar realmente existente. Cuando está presente el adquiri-
do yo hecho-por-la-mente... el yo adquirido sin forma, nosotros no
hablamos del yo adquirido hecho-por-la-mente ni del yo adquirido
vulgar. Solamente hablamos del yo adquirido sin forma.
[52] "De la misma manera, Citta, la leche viene de una vaca, las
cuajadas de leche, mantequilla de cuajadas, ghee de mantequilla, y
la crema de ghee. Cuando hay leche, nosotros no hablamos de
cuajadas, mantequilla, ghee ni de crema, hablamos de leche.
Cuando hay cuajadas... cuando hay mantequilla... cuando hay
ghee... cuando hay crema, nosotros no hablamos de leche, cuaja-
das, mantequilla, ghee, hablamos de crema.
[53] " Asimismo, Citta, cuando está presente la adquisición vulgar
del ego, nosotros no hablamos del yo adquirido hecho-por-la-men-
te ni del yo adquirido sin forma. Solamente hablamos del adquiri-
do yo vulgar realmente existente. Cuando está presente el adquiri-
do yo hecho-por-la-mente... el yo adquirido sin forma, nosotros no
hablamos del yo adquirido hecho-por-la-mente ni del yo adquirido
vulgar. Solamente hablamos del yo adquirido sin forma.
"Citta, éstas son puras designaciones, el mundo de las expresio-
nes, el mundo de las formas de hablar con las cuales el Tathagata
se expresa, pero sin asirse a ellas".
[54] Cuando esto se dijo, Potthapada, el asceta mendicante dijo al
Bienaventurado: "¡Magnífico, señor! ¡Excelente, señor! Fue como
si alguien enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
escondido, indicara el camino a alguien que lo había perdido o al-
zara una lámpara en medio de la oscuridad, a fin de que esos con
ojos pudiesen ver le forma; de esta manera el Bienaventurado ha
hecho claro el Dhamma a través de muchas líneas de razonamien-
to. Voy por refugio al Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha de
los monjes. Que el Bienaventurado me recuerde como un seguidor

240 Digha Nikaya


laico que fue por refugio en este día en adelante, de por vida".

2.3. Cittahatthisāriputtaupasampadā - Plena ordenación de


Citta, el hijo del entrenador de elefantes
[55] Pero Citta, el hijo del entrenador de elefantes dijo al Biena-
venturado: ¡Magnífico, señor! ¡Excelente, señor! Fue como si al-
guien enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba es-
condido, indicara el camino a alguien que lo había perdido o alza-
ra una lámpara en medio de la oscuridad, a fin de que esos con
ojos pudiesen ver le forma; de esta manera el Bienaventurado ha
hecho claro el Dhamma a través de muchas líneas de razonamien-
to. Voy por refugio al Bienaventurado, al Dhamma y al Sangha de
los monjes. Que el Bienaventurado me recuerde como un seguidor
laico que se fue por refugio en este día en adelante, de por vida.
Que pueda recibir el Renunciamiento en presencia del Bienaven-
turado. Que pueda obtener la plena ordenación".
[56] Entonces Citta el hijo del entrenador de elefantes recibió el
Renunciamiento en presencia del Bienaventurado y obtuvo la ple-
na ordenación. Y no mucho tiempo después de su ordenación, mo-
rando a solas, aislado, atento, ardiente y resuelto, alcanzó y per-
maneció en la meta suprema de la vida santa, por la cual los
miembros de clan correctamente abandonan el hogar y asumen el
estilo de vida sin hogar, habiéndolo realizado aquí y ahora por me-
dio de conocimiento supremo, comprendiendo esto: "El nacimien-
to está destruido, la vida santa cumplida a cabalidad, la tarea he-
cha. Ya no hay nada más que hacer en este mundo".
Y así el Venerable Citta, el hijo del entrenador de elefantes, se
convirtió en otro de los Arahants.

Poṭṭhapāda Sutta 241


242 Digha Nikaya
Subha Sutta
Discurso con Subha
Los acontecimientos de este sutta tienen lugar después de la muerte del Buda. El Venera -
ble Ananda explica al joven Subha en qué consisten los tres pilares de la práctica budis-
ta, es decir, la moralidad, la concentración y la sabiduría. Al escuchar esta explicación,
Subha se convierte en seguidor laico.

Subha Sutta 243


FUENTES:
Rhys Davids, T.W. (1899). Subha Sutta en Dialogues of the Buddha. Londres, Oxford
University Press.
Walshe, M. (1995).Subha Sutta: About Subha. Morality, Concentration, Wisdom en The
Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya, pp. 171-157.
Subhasuttam en World Tipitaka Edition

Traducción: Anton P. Baron


Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.

244 Digha Nikaya


DN 10

Subha Sutta
Discurso con Subha

[1.1] Esto he escuchado:


En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en la arbole-
da de Jeta, en el parque de Anathapindika, cerca de Savatthi, poco
después del fallecimiento del Bienaventurado. En aquella ocasión
un joven brahmán, Subha, hijo del hombre de Todeyya, se encon-
traba en Savatthi por algún negocio.
[1.2] Entonces, el joven brahmán Subha se dirigió a cierto hombre
joven así: “Ven, joven hombre, y acércate al asceta Ananda. Pre-
gúntale en mi nombre si se encuentra bien de salud, libre de fati-
ga, fuerte y vigoroso, y si mora confortablemente. Y luego dile:
‘Sería bueno que el Venerable Señor visitara por compasión a
Subha, el hijo del hombre de Todeyya’”.
[1.3] “Sí, señor”, respondió aquel hombre joven, y se acercó al
Venerable Ananda e intercambió con él cordiales saludos. Cuando
concluyeron estas amables palabras de bienvenida y cordiales sa-
ludos, se sentó a un lado y entregó el mensaje.
[1.4] Entonces, el Venerable Ananda respondió: “Este no es el
tiempo apropiado, joven hombre, por cuanto he tomado ya mi me-
dicina. Pero quizá mañana me será posible hacerlo, si las condi-
ciones lo permiten”.
Acto seguido, el hombre joven se levantó de su asiento y regresó
junto a Subha, reportándole el contenido de la conversación que
tuvo con el Venerable Ananda, agregando esto: “Hice mi misión
hasta dónde me fue posible, señor, de modo que el Venerable
Ananda, probablemente, tendrá la oportunidad de venir mañana”.

Subha Sutta 245


[1.5] Entonces, por la mañana temprano, el Venerable Ananda se
vistió, tomó su cuenco y hábito exterior, y, acompañado por el Ve-
nerable Cetiya, fue a la residencia de Subha, donde se sentó en el
asiento que estaba preparado para él. Acto seguido, el joven brah-
mán Subha, hijo del hombre de Todeyya, se acercó al Venerable
Ananda e intercambió con él cordiales saludos. Cuando concluye-
ron estas amables charlas de bienvenida y cordiales saludos, se
sentó a un lado y le dijo:
“Por mucho tiempo, Venerable Ananda, usted fue el asistente per-
sonal del Venerable Gotama, estuvo cerca de él constantemente y,
constantemente, gozó de su compañía. Usted sabrá cuáles fueron
las cosas que el Venerable Gotama consideraba dignas de elogios,
aquellas que enseñaba para que la gente se estableciera en ellas y
se afirmara en ellas. ¿Cuáles fueron estas cosas, Venerable Anan-
da?”.
[1.6] “He aquí, Subha, que había tres divisiones que el Bienaven-
turado consideraba dignas de elogios, que enseñaba para que la
gente se estableciera en ellas y se afirmara en ellas. Y, ¿cuáles son
esas tres? La división de la noble moral, la división de la noble
concentración y la división de la noble sabiduría. Estas son las tres
divisiones que el Bienaventurado consideraba dignas de elogios,
que enseñaba para que la gente se estableciera en ellas y se afir-
mara en ellas”.
“Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la división de la moral que el Bie-
naventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que
la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella?”.
[1.7-29] “He aquí, hombre joven, que el Tathagata surge en el
mundo… [igual que en DN 2,41-63].
[1.30] “Esta es, hombre joven, la división de la moral que el Bie-
naventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para que
la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella. Aunque algo
más permanece que debe ser hecho”.

246 Digha Nikaya


“¡Esto es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venera-
ble Ananda! Esta división de la noble moral es perfecta y comple-
ta, no deja nada para completar. Y yo no veo que esta división de
la moral aria sea completada entre las escuelas de otros ascetas y
brahmanes. Si cualquiera de ellos se perfeccionara a sí mismo, de
esta manera, habría estado tan contento que diría: ‘Hemos com-
pletado la tarea. La meta de nuestro ascetismo ha sido lograda. He
aquí que no hay más nada qué hacer’. Pero, y con todo esto, el Ve-
nerable Ananda declara que hay algo más que debe ser hecho”.
[2.1] “Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la división de la concentra-
ción que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que en-
señaba para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en
ella?”.
[2.2-18] “Y, ¿de qué manera el monje guarda las puertas de los
sentidos?… [igual que en DN 2,64-82].
[2.19] “Esta es, hombre joven, la división de la concentración que
el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba
para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella. Aun-
que algo más permanece que debe ser hecho”.
“¡Esto es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venera-
ble Ananda! Esta división de la noble concentración es perfecta y
completa, no deja nada para completar. Y yo no veo que esta divi-
sión de la concentración aria sea completada entre las escuelas de
otros ascetas y brahmanes. Si cualquiera de ellos se perfeccionara
a sí mismo, de esta manera, habría estado tan contento que diría:
‘Hemos completado la tarea. La meta de nuestro ascetismo ha sido
lograda. He aquí que no hay más nada qué hacer’. Pero, y con
todo esto, el Venerable Ananda declara que hay algo más que debe
ser hecho”.
[2.20] “Y, ¿cuál es, Venerable Ananda, la división de la sabiduría
que el Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba
para que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella?”.

Subha Sutta 247


[2.21-36] “Con la mente concentrada, purificada, brillante…
[igual que en DN 2,83-97].
[2.37] “Esta es, hombre joven, la división de la sabiduría que el
Bienaventurado consideraba digna de elogios, que enseñaba para
que la gente se estableciera en ella y se afirmara en ella. Más allá
de esto, no queda nada que debe ser hecho”.
“¡Esto es maravilloso, Venerable Ananda, es asombroso, Venera-
ble Ananda! Esta división de la noble sabiduría es perfecta y com-
pleta, no deja nada para completar. Y yo no veo que esta división
de la sabiduría aria sea completada entre las escuelas de otros as-
cetas y brahmanes. Y más allá de esto, no queda nada que debe ser
hecho.
“¡Excelente, Venerable Ananda! ¡Excelente, Venerable Ananda! El
Venerable Ananda esclareció el Dhamma de diferentes maneras,
como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera
una lámpara, en medio de la oscuridad, de manera tal que los de
buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al
Buda, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el Venerable
Ananda me considere como su seguidor laico, a partir de ahora,
que ha ido por refugio de por vida”.

248 Digha Nikaya


Kevaddha (Kevatta) Sutta
Discurso con Kevaddha

En este discurso, Kevaddha pide al Buda que haga algunos milagros para ganarse la fe y
la confianza de la gente. Buda se niega hacerlo y explica que, entre todos los milagros
posibles, el único realmente fidedigno es el milagro de la instrucción, que es el fruto del
entrenamiento de la propia mente.
[La numeración corresponde al sistema de Rhys Davids seguido por M. Walshe].

Kevaddha (Kevatta) Sutta 249


FUENTES:
Kevattasuttam en Digital Pali Reader 4.1.
Walshe, M. (1995). Kevaddha Sutta: About Kevaddha. What Brahma Didn’t Know en
The Long Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya. Boston, Wis-
dom Publications. Pp. 175-180.

Traducido por Anton Baron para Bosque Theravada


Editado por Federico y Anton Baron
Publicación del Bosque Theravada 2013-2014

250 Digha Nikaya


DN 11

Kevaddha (Kevatta) Sutta


Discurso con Kevaddha

1. Kevattagahapatiputtavatthu – Porción con el


hombre hogareño Kevaddha
[1] Esto he escuchado:
En una ocasión el Bienaventurado estaba morando en la arboleda
de los mangos de Pavarika, cerca de Nalanda. Entonces, el hom-
bre hogareño Kevaddha se acercó al Bienaventurado, le rindió ho-
menaje y se sentó a un lado. Acto seguido dijo: “Venerable Señor,
esta [ciudad de] Nalanda es rica y próspera; populosa y llena de
gente que tiene fe en el Bienaventurado. Sería bueno que por la
orden del Bienaventurado alguno de los monjes realizara prodi-
gios sobrehumanos y milagros. De esta manera, Nalanda tendría
aún más fe en el Bienaventurado”.
Y el Bienaventurado respondió: “Esta no es la manera en la cual
yo enseño el Dhamma, Kevaddha, diciendo a los monjes: ‘Id,
monjes, y haced prodigios sobrehumanos y milagros para los lai-
cos vestidos de blanco’”.
[2] Y por segunda vez Kevaddha dijo al Bienaventurado: “Venera-
ble Señor, esta [ciudad de] Nalanda es rica y próspera… De esta
manera, Nalanda tendría aún más fe en el Bienaventurado”.
Y por segunda vez el Bienaventurado respondió: “Esta no es la
manera en la cual yo enseño el Dhamma, Kevaddha, diciendo a
los monjes: ‘Id, monjes, y haced prodigios sobrehumanos y mila-
gros para los laicos vestidos de blanco’”.
[3] Y por tercera vez Kevaddha dijo al Bienaventurado: “Venera-

Kevaddha (Kevatta) Sutta 251


ble Señor, esta [ciudad de] Nalanda es rica y próspera… De esta
manera, Nalanda tendría aún más fe en el Bienaventurado”.

2. Iddhipatihariyam – El milagro del poder espiritual


“Kevaddha, he aquí tres clases de milagros que había declarado,
habiéndolos descubierto por mí mismo con el conocimiento direc-
to. Y, ¿cuáles son esos tres? El milagro del poder espiritual, el mi-
lagro de la lectura de la mente y el milagro de la instrucción.
[4] “Y, ¿qué es, Kevaddha, el milagro del poder espiritual? He
aquí que el monje despliega varios poderes espirituales de diferen-
tes maneras: siendo uno, se convierte en muchos y siendo muchos,
se convierte en uno. Aparece y desaparece. Sin impedimento algu-
no, traspasa las paredes, terraplenes y montañas, como si fueran
aire. Se zambulle dentro de la tierra, como si fuera agua. Camina
sobre el agua sin hundirse, como si fuera tierra seca. Sentado con
las piernas cruzadas, atraviesa los aires como si fuera un pájaro
sobre el viento. Con su mano toca y hasta da palmadas al sol y la
luna, así es de imponente y poderoso. Ejercita la influencia de su
cuerpo hasta el mundo del Brahma.
Entonces, uno que tiene fe y confianza puede verlo haciendo estas
cosas…
[5] …y contárselo a alguien que no tiene fe, diciendo: ‘Esto es
asombroso, es magnífico el gran poder y la habilidad de este asce-
ta que siendo uno, se convierte en muchos… Ejercita la influencia
de su cuerpo hasta el mundo del Brahma’. Pero entonces, aquel
hombre podría decir: ‘Amigo, existe algo que se llama el encanta-
miento de Gandhara. Es por eso que el monje siendo uno, se con-
vierte en muchos… Ejercita la influencia de su cuerpo hasta el
mundo del Brahma’. ¿Qué opinas, Kevaddha, podría el hombre
que no tiene fe decir eso al que cree?”.
“Podría decirlo, Venerable Señor”.
“Y es por eso, Kevaddha, que, viendo el peligro en semejantes mi-

252 Digha Nikaya


lagros, los mismos me disgustan, los rechazo y los desprecio”.

3. Adesanapatihariyam – El milagro de la lectura de


la mente
[6] “Y, ¿qué es, Kevaddha, el milagro de la lectura de la mente?
He aquí que el monje lee las mentes de los otros seres, de otra
gente; lee sus estados mentales, sus pensamientos y ponderacio-
nes, diciendo: ‘Así es cómo está tu mente, así es hacia dónde se
inclina, así es cómo está tu corazón’.
Entonces, uno que tiene fe y confianza puede verlo haciendo estas
cosas…
[7] …y contárselo a alguien que no tiene fe, diciendo: ‘Esto es
asombroso, es magnífico el gran poder y la habilidad de este asce-
ta que lee las mentes de los otros seres… diciendo: ‘Así es cómo
está tu mente, así es hacia dónde se inclina, así es cómo está tu co-
razón’. Pero entonces aquel hombre podría decir: ‘Amigo, existe
algo que se llama el encantamiento de Manika. Es por eso que el
monje lee las mentes de los otros seres… diciendo: «Así es cómo
está tu mente, así es hacia dónde se inclina, así es cómo está tu co-
razón»’. ¿Qué opinas, Kevaddha, podría el hombre que no tiene fe
decir eso al que cree?”.
“Podría decirlo, Venerable Señor”.
“Y es por eso, Kevaddha, que, viendo el peligro en semejantes mi-
lagros, los mismos me disgustan, los rechazo y los desprecio”.

4. Anusapatihariyam – El milagro de la instrucción


[8] “Y, ¿qué es, Kevaddha, el milagro de la instrucción? He aquí
que el monje se instruye así: ‘Considéralo de esta manera, no lo
consideres así; direcciona tu mente de esta manera, no direcciones
tu mente así; regala aquello, gana esto y persevera en eso’. Esto,
Kevaddha, se llama el milagro de la instrucción.

Kevaddha (Kevatta) Sutta 253


[9] “Este es el caso, Kevaddha, en el cual el Tathagata aparece en
el mundo, un Arahant, un Buda plenamente iluminado, perfecto en
conocimiento y conducta, el Bienhechor, el Conocedor de los
mundos, inigualado domador de hombres que han de ser domados,
el maestro de los dioses y los seres humanos, el Buda, el Biena-
venturado Señor. El Dhamma que enseña es agradable en el co-
mienzo, agradable en la mitad y agradable al final. Él enseña su
espíritu y su letra, exhibiéndolo perfecta y plenamente, viviendo
una vida santa, rigurosa y pura.
[10] “Un hombre hogareño o su hijo, o alguien que hubo renacido
desde un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, obtiene fe en el
Tathagata reflexionando de esta manera: ‘La vida hogareña es un
camino limitado y cubierto de polvo, mientras que la vida sin ho-
gar es como vivir al aire libre. Esta no es una tarea fácil: vivir en
el hogar y practicar una vida totalmente perfecta, totalmente pura
y mantenerla brillante como una concha desvainada. ¿Qué tal si
afeito mi cabeza y mi barba, me visto con el hábito amarillo y
dejo esta vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar?’.
[11] “De modo que, después de cierto tiempo, él efectivamente
abandona sus riquezas, pequeñas o grandes, deja el círculo de sus
parientes, pequeño o grande, afeita su cabeza y su barba, se viste
con el hábito amarillo para vivir el estilo de vida sin hogar.
“Y viviendo así, se restringe a sí mismo mediante el código de las
reglas monásticas, teniendo cuidado de no cometer la menor falta
con su cuerpo, con sus acciones o palabras, enteramente entregado
a purificar su vida, a la virtud, guardando las puertas de sus senti-
dos, conscientemente atento y contento.
[12] “¿Y cómo, Kevaddha, el monje perfecciona la virtud? Dejan-
do de dar la muerte a los seres vivos, se mantiene distante de la
destrucción de la vida; sin garrotes o espadas, se avergüenza de la
violencia. Vive compasivo y amable con todos los seres vivos. Así
se perfecciona en la virtud.

254 Digha Nikaya


“Dejando de tomar lo que no le ha sido dado, se mantiene distante
de codiciar aquello que no es de él. Toma solamente lo que le es
ofrecido y mientras espera las limosnas, transcurre su vida en la
honestidad y en la pureza del corazón. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
“Dejando las impurezas, vive en castidad. Se mantiene distante de
las prácticas vulgares relacionadas con los actos sexuales. De esta
manera, también se perfecciona en la virtud.
[13] “Dejando las palabras mentirosas, se mantiene distante de la
falsedad. Habla la verdad sin dobleces, es creíble y digno de con-
fianza; nunca quiebra su palabra. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
“Dejando la difamación y calumnia, se mantiene distante de la
embustería. Lo que escucha aquí, no lo repite en otro lugar, para
no causar riñas con la gente de aquí; y lo que escucha en otro lu-
gar, no lo repite aquí, para no causar riñas con la gente de allí. Así
vive él, como el reconciliador de aquellos que están divididos,
animando a los que viven en amistad, hacedor y amante de la paz,
apasionado por la causa de la paz; sus palabras son siempre pacífi-
cas. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
“Dejando la rudeza al hablar, se mantiene distante del lenguaje
violento. Cada una de sus palabras es intachable, agradable, en-
cantadora, toca al corazón y es cortés. La gente ama su forma de
hablar y se complace en ella. De esta manera, también se perfec-
ciona en la virtud.
“Dejando las charlas frívolas, se mantiene distante de las vanas
conversaciones. Sus palabras son siempre correctas, acordes a los
hechos y llenas de significado; versan sólo sobre el Dhamma y
Disciplina. Habla siempre a tiempo justo y, sus palabras, son dig-
nas de ser escuchadas, llegan al corazón, son ilustrativas, clara-
mente escogidas y siempre tocan el punto. De esta manera, el
monje se perfecciona en la virtud.

Kevaddha (Kevatta) Sutta 255


[14] “Se abstiene de causar daños a las semillas o las plantas,
toma una sola comida al día y nunca come por la noche, y se abs-
tiene de comer en el horario indebido, se abstiene de mirar los es-
pectáculos de entretenimiento, se abstiene de danzar, cantar y es-
cuchar la música, se abstiene de usar adornos, ni se embellece con
guirnaldas, perfumes o ungüentos, se abstiene de usar grandes y
cómodos lechos, se abstiene de recibir oro y plata, se abstiene de
aceptar granos no cocinados, se abstiene de aceptar la comida cru-
da, se abstiene de aceptar mujeres o muchachas, se abstiene de
aceptar esclavos y esclavas, se abstiene de aceptar ovejas y cabras,
“Se abstiene de aceptar aves y cerdos, se abstiene de aceptar ele-
fantes, reses, caballos y yeguas, se abstiene de aceptar campos de
cultivo y campos baldíos, se abstiene de mandar recados,
“Se abstiene de comprar y vender, se abstiene del engaño con las
falsas pesas o medidas, se abstiene del camino torcido de sobor-
nos, estafas y fraudes, se abstiene de mutilaciones, asesinatos y
aprisionamientos, se abstiene de asaltos, robos y de la violencia.
Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la vir-
tud.
[15] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
dañar los semilleros y a todo tipo de plantas en crecimiento: pro-
pagadas desde las raíces, tallos, recortes, articulaciones y simien-
tes... él se mantiene distante de este tipo de daño hecho a los semi-
lleros y a las plantas en crecimiento. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.
[16] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
acumular bienes: acumular comida, bebida, vestimentas, equipa-
jes, camas, perfumes o condimentos... él se mantiene distante de
semejante uso de cosas acumuladas. De esta manera, también se
perfecciona en la virtud.

256 Digha Nikaya


[17] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
visitar los espectáculos de entretenimiento, como la danza, las
canciones, la música instrumental, las ferias, los romances, el ma-
nualismo, los cánticos de los bardos, los conciertos de las percu-
siones, el teatro de hadas, las acrobáticas hazañas de los Candalas,
el combate de los elefantes, búfalos, toros, cabras, carneros, gallos
y codornices, las luchas con duelas, el boxeo, las peleas, las luchas
fingidas, los desfiles, las maniobras y las revistas militares... él se
mantiene distante de visitar semejantes espectáculos de entreteni-
miento. De esta manera, también se perfecciona en la virtud.
[18] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
juegos y recreaciones, como los juegos de tabla con ocho o diez
hileras de cuadrados, estos mismos juegos jugados imaginaria-
mente en tablas del aire, las rayuelas, removiendo piezas del mon-
tón y poniéndolas de vuelta, lanzando dados, golpeando palo corto
con el largo, haciendo “dibujos de la mano”, jugando con pelotas,
soplando a través de juguetes de hojas, surcando con juguetes ara-
dos, girando en un trapecio, jugando con juguetes-molinos de
viento hechos de hojas de bambú, jugando con los juguetes-medi-
das hechos con hojas de bambú, jugando con juguetes-carros o
con juguetes que se inclinan, adivinando el contenido de las cartas
trazadas en el aire o en la espalda del otro jugador, adivinando los
pensamientos del otro jugador e imitando las deformaciones... él
se mantiene distante de semejantes juegos y recreaciones. De esta
manera, también se perfecciona en la virtud.
[19] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos al
uso de altos y lujosos sofás, es decir: sofás movedizos, altos de
seis pies de altura, divanes con figuras de los animales esculpidos
en los soportes, cobertores de pieles de cabras de largo vellón, co-
loridos retazos cristalinos, mantas blancas, cobertores de lana bor-
dados con flores, edredones rellenados de lana de algodón, cober-

Kevaddha (Kevatta) Sutta 257


tores bordados con figuras de leones, tigres y otros animales, al-
fombras con pelaje de ambos lados, alfombras con pelaje de un
solo lado, cobertores bordados con piedras preciosas, cobertores
de seda, alfombras de gran tamaño, suficientes para dieciséis bai-
larinas, alfombras con elefantes, caballos y carros, alfombras he-
chas de las pieles de antílopes cosidas juntas, alfombras hechas de
antílopes machos, alfombras con toldos y sofás con almohadas ro-
jas en la cabecera y en los pies... él se mantiene distante de seme-
jantes altos y lujosos sofás. De esta manera, también se perfeccio-
na en la virtud.
[20] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
adornarse y embellecerse, es decir: frotando sus cuerpos con pol-
vos perfumados, limpiando y lavándolos en espumas, dando gol-
pecitos a sus miembros con cachiporras como lo hacen los lucha-
dores, usando espejos, ungüentos de ojos, guirnaldas, coloretes,
cosméticos, pulseras, collares, bastones de adorno, lengüetas para
sus perros, estoques, sombrillas, pantuflas adornadas, turbantes,
diademas, colas batidas de los yak y largos flecos bordeados en
sus vestidos... él se mantiene distante de semejantes adornos y for-
mas de embellecimiento. De esta manera, también se perfecciona
en la virtud.
[21] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
las bajas conversaciones, como estas: los cuentos sobre reyes, la-
drones, ministros del estado, cuentos de guerra, de terror y de ba-
tallas, charlas acerca de comidas, bebidas, vestimenta, camas,
guirnaldas y perfumes, pláticas sobre las relaciones, viajes, pue-
blos, ciudades, poblados y países, charlas sobre las mujeres y so-
bre los héroes, chismorreo en las esquinas de las calles o en luga-
res donde se busca el agua, historias de espíritus, conversaciones
desganadas, especulaciones acerca de la creación de la tierra o del
mar, o sobre la existencia o la no existencia... él se mantiene dis-
tante de semejantes conversaciones bajas. De esta manera, tam-

258 Digha Nikaya


bién se perfecciona en la virtud.
[22] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
usar frases reñidas, como por ejemplo: «Tú no entiendes este
Dhamma-y-Disciplina, yo sí la entiendo. ¿Cómo sería posible que
conocieras este Dhamma-y-Disciplina?». «Has caído en un punto
de vista falso, soy yo el que mantiene el punto de vista correcto».
«Yo estoy hablando sobre el punto, tú divagas». «Pusiste al final
lo que debería ir primero, pusiste primero lo que debería ir al fi-
nal». «Lo que creías cierto por tanto tiempo, ya ha sido refutado».
«Tu desafío ha sido tomado». «Tú mismo probaste estar equivoca-
do». «Trabaja para aclarar tu punto de vista». «Desenrédate tú
mismo, si puedes»... él se mantiene distante de usar semejantes
frases reñidas. De esta manera, también se perfecciona en la vir-
tud.
[23] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo adictos a
mandar mensajes, enviando recados, haciendo de mensajeros,
ofreciendo servicios de inteligencia a los reyes, ministros de esta-
do, a los khattiyas, brahmanes o a los jóvenes, diciendo: «Ve allá,
ven aquí, toma a éste contigo, trae esto desde allí»... él se mantie-
ne distante de semejantes ocupaciones serviles. De esta manera,
también se perfecciona en la virtud.
[24] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, siguen siendo embauca-
dores: parásitos asalariados de palabras santas, adivinos y exorcis-
tas, sedientos de acumular sus ganancias... él se mantiene distante
de semejante engaño y golpeteo. De esta manera, también se per-
fecciona en la virtud.
[25] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de ma-
nera incorrecta, mediante el desarrollo de artes bajas, como por
ejemplo: profetizando una larga vida o prosperidad a través de la

Kevaddha (Kevatta) Sutta 259


quiromancia, leyendo las marcas de las manos o pies de los niños,
etc.; haciendo adivinanzas de los agüeros o signos, prediciendo
augurios de los rayos u otros objetos celestiales, interpretando
sueños, leyendo el futuro de las marcas del cuerpo, prediciendo
augurios de las marcas que dejan los roedores en la ropa, haciendo
sacrificios a Agni, ofreciendo oblaciones de la cuchara, haciendo
ofrendas a las divinidades de la cáscara, haciendo ofrendas de gra-
nos descascarillados listos para ser hervidos, haciendo ofrendas de
miel y aceite, haciendo sacrificios que consisten en echar las semi-
llas de mostaza y otras desde su propia boca al fuego, derramando
sangre de su rodilla derecha como sacrificio a los dioses, mirando
los nudillos y otras partes del cuerpo para –luego de refunfuñar un
encanto– adivinar si el hombre en cuestión posee un buen naci-
miento, o si tiene suerte o carece de ella; aconsejando sobre las re-
glas tradicionales, invocando demonios en el cementerio, invocan-
do espíritus, usando los encantamientos para alojarse en una casa
de tierra, encantando a la serpiente, haciendo arte de los venenos,
arte de los escorpiones, arte de los ratones, arte de las aves y arte
del cuervo; prediciendo el número de años que van a vivir los
hombres, haciendo encantos para rechazar las flechas y haciendo
ruedas de los animales... él se mantiene distante de semejantes ar-
tes bajas.
[26] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de artes bajas, como por
ejemplo, desarrollando el conocimiento sobre las buenas y las ma-
las cualidades de la gente, sobre sus riquezas y su suerte, a través
de los siguientes elementos: el ingenio, las piedras preciosas, las
astas, las prendas de vestir, las espadas, las flechas, los lazos y
otros tipos de armamentos, a través de las mujeres, los hombres,
los muchachos, las muchachas, los esclavos, las esclavas, los ele-
fantes, los caballos, los búfalos, los toros, los bueyes, las cabras,
las ovejas, las aves de corral, las codornices, las iguanas, las ratas
de bambú, las tortugas y otros animales... él se mantiene distante

260 Digha Nikaya


de semejantes artes bajas.
[27] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de artes bajas, como
cuando hacen este tipo de predicciones: «Los líderes marcharán
adelante… los líderes retrocederán… nuestros líderes atacarán,
mientras los líderes de los enemigos, retrocederán… los líderes de
los enemigos atacarán, mientras nuestros líderes retrocederán…
nuestros líderes obtendrán la victoria, mientras los otros líderes
sufrirán la derrota… los otros líderes obtendrán la victoria, mien-
tras los nuestros sufrirán la derrota… la victoria será para este gru-
po, la derrota para aquel»... él se mantiene distante de semejantes
artes bajas.
[28] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de artes bajas, como
cuando hacen esta otra clase de predicciones: «Va a haber un
eclipse de la Luna… va a haber un eclipse del Sol… va a haber un
eclipse de una estrella… va a haber una anomalía en el Sol o en la
Luna… el Sol o la Luna retornarán por su vía habitual… va a ha-
ber una caída de meteoros… va a haber un fuego en la jungla… va
a haber un terremoto… el dios va a tronar… va a haber un levan-
tamiento o una posición determinados del Sol, de la Luna o de las
estrellas, una claridad y una disminución de ellas. Y con eso, pre-
dicen para cada uno de estos quince fenómenos, algún determina-
do tipo de resultado»... él se mantiene distante de semejantes artes
bajas.
[29] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de artes bajas como es-
tas: prediciendo la abundancia o la escasez de las lluvias, predi-
ciendo una buena cosecha o una escasez de alimentos, prediciendo
tranquilidad o disturbios, prediciendo la pestilencia o tiempos sa-

Kevaddha (Kevatta) Sutta 261


ludables, contando con los dedos o sin la utilización de los dedos,
sumando grandes números, componiendo romances y poesías, ha-
ciendo casuística y sofistería... él se mantiene distante de semejan-
tes artes bajas.
[30] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de artes bajas como es-
tas: disponiendo de fechas felices para realizar matrimonios, en
los cuales el novio o la novia están llevados a casa; disponiendo
de fechas felices para realizar matrimonios, en los cuales el novio
o la novia están llevados afuera; fijando un tiempo feliz para la re-
alización de tratados de paz [o usando los encantamientos para
procurar la armonía]; fijando tiempos felices para el comienzo de
las hostilidades [o usando los encantamientos para procurar la dis-
cordia]; fijando tiempos felices para las deudas [o usando los en-
cantamientos para aventar exitosamente en los dados]; fijando
tiempos felices para gastar el dinero [o usando los encantamientos
para traer mala suerte al oponente en los dados]; usando encanta-
mientos para hacer a la gente feliz, usando encantamientos para
hacer a la gente infeliz, usando encantamientos para provocar el
aborto, haciendo conjuros para enmudecer a alguien, haciendo
conjuros para mantener fija la mandíbula de alguien, haciendo
conjuros para estirar la mano de alguien, haciendo conjuros para
ensordecer a alguien, obteniendo respuestas de los oráculos, como
la del espejo mágico; obteniendo respuestas de los oráculos por
medio de la muchacha poseída, obteniendo respuestas de los orá-
culos de parte de la divinidad, adorando al Sol, adornado al Gran
Ser, sacando fuegos de su propia boca e invocando a Siri, la diosa
de la buena fortuna... él se mantiene distante de semejantes artes
bajas.
[31] “Mientras algunos ascetas y brahmanes, aunque se sostienen
de la comida provista por sus seguidores, se ganan la vida de la
manera incorrecta, mediante el desarrollo de artes bajas como es-
tas: jurando regalos a la divinidad si se garantiza cierto determina-

262 Digha Nikaya


do beneficio, pagando estos votos, repitiendo encantamientos
mientras se trasladan a las casas de la tierra, causando virilidad,
haciendo impotente al hombre, fijando sitios felices para la mora-
da, consagrando los sitios, haciendo ceremonias de los meses, ha-
ciendo baños rituales, ofreciendo sacrificios, administrando vomi-
tivos y purgativos, purgando a la gente para aliviar sus cabezas,
engrasar las orejas de la gente, satisfaciendo los ojos de la gente,
administrando drogas a través de la nariz, aplicando colirio a los
ojos, ofreciendo pomadas medicinales para los ojos, practicando
como oculistas, practicando como cirujanos, practicando como pe-
diatras, administrando drogas y raíces, o administrando medicinas
de manera rotativa... él se mantiene distante de semejantes artes
bajas.
“Todo esto, también forma parte de su perfeccionamiento en la
virtud.
[32] “El monje que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro algu-
no en nada que ayude a sus restricciones a través de la virtud. Al
igual que un noble guerrero ungido, que ha derrotado a sus enemi-
gos, no ve peligro alguno por parte de ellos, así también el monje
que ha perfeccionado la virtud, no ve peligro alguno en nada que
ayude a sus restricciones a través de la virtud. Envuelto en la no-
ble totalidad de la virtud, él es internamente sensible al placer que
deriva de ser intachable. Así es, Kevaddha, cómo el monje se per-
fecciona en la virtud”.
[33] “¿Y de qué manera el monje guarda las puertas de sus senti-
dos? Cuando mira con sus ojos algún objeto visible, no se apega a
él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguar-
dar su sentido de la vista, le sobresaltan la avaricia y el pesar, de
modo que la práctica del monje consiste en resguardar la puerta
del ojo. Cuando escucha con sus oídos algún objeto audible no se
apega a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin
resguardar su sentido de la audición, le sobresaltan la avaricia y el
pesar, de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la

Kevaddha (Kevatta) Sutta 263


puerta del oído. Cuando huele con su nariz algún objeto olfativo
no se apega a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive
sin resguardar su sentido del olfato, le sobresaltan la avaricia y el
pesar, de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la
puerta de la nariz. Cuando degusta con su paladar algún objeto
gustativo... Cuando percibe con su cuerpo algún objeto táctil...
Cuando conoce con su intelecto algún objeto mental, no se apega
a él ni a alguno de sus detalles. Porque si alguien vive sin resguar-
dar su sentido de la cognición, le sobresaltan la avaricia y el pesar,
de modo que la práctica del monje consiste en resguardar la puerta
de la cognición.
Dotado de esta noble restricción de las puertas de los sentidos, el
monje se vuelve internamente sensible del placer proveniente de
ser intachable. Es así, cómo el monje guarda las puertas de sus
sentidos.
[34] “¿Y de qué manera el monje practica la atención consciente y
clara comprensión? Cuando camina hacia adelante o cuando cami-
na hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuando mira hacia
adelante o mira hacia atrás, lo hace claramente consciente. Cuan-
do flexiona sus miembros o cuando los extiende, lo hace clara-
mente consciente. Cuando viste la ropa interior o cuando viste el
hábito externo, lo hace claramente consciente. Cuando carga su ta-
zón, lo hace claramente consciente. Cuando come, bebe, mastica o
saborea, lo hace claramente consciente. Cuando orina o cuando
defeca, lo hace claramente consciente. Cuando camina, cuando
está parado, cuando está sentado, cuando se recuesta para dormir,
cuando se despierta, cuando conversa o cuando permanece en si-
lencio, todo eso lo hace claramente consciente. Es así, cómo el
monje practica la atención consciente y clara comprensión.
[35] “¿Y de qué manera el monje permanece contento? El monje
está satisfecho con la vestimenta que cubre su cuerpo y está satis-
fecho con las limosnas de comida que le quitan el hambre. Donde-
quiera que vaya, toma solamente aquello que es necesario para sa-

264 Digha Nikaya


tisfacer sus necesidades básicas.
“Como un pájaro que vuela de acá para allá, no llevando más car-
ga que su propio vuelo, satisfecho con lo que tiene, de la misma
manera, el monje, permanece contento”.
[36] “Dotado de la totalidad de la noble virtud, de esta noble res-
tricción de los sentidos, de esta noble atención consciente y clara
comprensión, y de este noble contentamiento, el monje busca una
morada solitaria: en el bosque, al pie de un árbol, en la cueva de
una montaña, en el cementerio, en la arboleda de la jungla, al aire
libre o en una pila de paja. Después de haberse alimentado, al ha-
ber regresado de su ronda en busca de las limosnas de comida, se
sienta con las piernas cruzadas y, manteniendo recto su cuerpo, es-
tablece su atención consciente enfrente.
[37] “Dejando de lado las codicias mundanas, permanece atenta-
mente consciente y libre de la codicia. Limpia su mente de la co-
dicia. Dejando de lado la maldad y el enojo, permanece atenta-
mente consciente y libre de la maldad, con el amor compasivo ha-
cia el bienestar de los seres vivientes. Limpia su mente de la mal-
dad y del enojo. Dejando de lado la pereza y el letargo, permanece
atentamente consciente, libre de la pereza y del letargo, percibien-
do la luz atenta y conscientemente. Limpia su mente de la pereza
y del letargo. Dejando de lado la agitación y la ansiedad, permane-
ce imperturbable y con la mente calmada. Limpia su mente de la
agitación y ansiedad. Dejando de lado la incertidumbre, permane-
ce como alguien que ha traspasado las dudas, sin perplejidad en
consideración de las sanas cualidades mentales. Limpia su mente
de la incertidumbre.
[38] “Supón que un hombre, al tomar un préstamo, lo invierte en
asuntos de negocios y sus negocios le van bien, devuelve toda la
vieja deuda y con el resto mantiene a su esposa, pensando así: ‘Al
tomar el préstamo, lo invertí en asuntos de negocios y mis nego-
cios han ido bien; ahora, devolví toda la vieja deuda y con el resto
puedo mantener a mi esposa’. A causa de esto, puede experimen-

Kevaddha (Kevatta) Sutta 265


tar alegría y felicidad.
[39] “Supón también que un hombre hubiese caído enfermo. Y su
enfermedad era grave y dolorosa, no podía disfrutar más de los
alimentos y no sentía fuerza alguna en su cuerpo. Al pasar el tiem-
po, finalmente se recuperó de su enfermedad y volvió a disfrutar
de sus comidas, como también volvió a sentir fuerza en su cuerpo,
pensando así: ‘Al caer enfermo, estuve grave y dolorosamente do-
lido, no podía disfrutar más de mis alimentos y no sentía fuerza al-
guna en mi cuerpo. Al pasar el tiempo, finalmente me recuperé de
mi enfermedad y volví a disfrutar de mis comidas, como también
volví a sentir fuerza en mi cuerpo’. A causa de esto, puede experi-
mentar alegría y felicidad.
[40] “Supón también que un hombre estaba encerrado en una pri-
sión. Al pasar el tiempo, finalmente fue liberado de este cautive-
rio, seguro y salvo sin haber perdido sus bienes. Entonces, podría
pensar así: ‘Antes, estaba encerrado en una prisión. Al pasar el
tiempo, finalmente fui liberado de este cautiverio, ahora estoy se-
guro y salvo sin haber perdido mis bienes’. A causa de esto, puede
experimentar alegría y felicidad.
[41] “Supón también que un hombre esclavo, sujeto a la voluntad
de otros, no siendo dueño de sí mismo, incapaz de hacer lo que
desea, finalmente, al pasar el tiempo, es liberado de esta esclavi-
tud, dueño de sí mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y
capaz de hacer lo que desea. Entonces, podría pensar así: ‘Antes,
era un hombre esclavo, sujeto a la voluntad de otros, no siendo
dueño de mí mismo, incapaz de hacer lo que deseaba; finalmente,
al pasar el tiempo, fui liberado de esta esclavitud, ahora soy dueño
de mi mismo, no más sujeto a la voluntad ajena, libre y capaz de
hacer lo que deseo’. A causa de esto, puede experimentar la ale-
gría y la felicidad.
[42] “Supón también que un hombre, portando dinero y bienes,
está viajando a lo largo de los caminos de un desolado país. Al pa-
sar el tiempo, finalmente sale de este país desolado, seguro y sal-

266 Digha Nikaya


vo, sin haber perdido sus bienes. Entonces, él podría pensar así:
‘Estaba portando dinero y bienes, viajando a lo largo de los cami-
nos de un desolado país. Pero finalmente salí de él, ahora estoy se-
guro y salvo, sin haber perdido mis bienes’. A causa de esto, él
puede experimentar alegría y felicidad.
[43] “De la misma manera, Kevaddha, cuando estos cinco obstá-
culos aún no son abandonados por uno mismo, el monje es como
si tuviera deudas, enfermedades, como si fuera prisionero o escla-
vo, o como si viajara por los caminos de un desolado país. Pero
cuando estos cinco obstáculos son abandonados, el monje es como
si pagara todas sus deudas, como si recuperara su salud y libertad,
o como si saliera de un lugar inseguro. Cuando se da cuenta de
que estos cinco obstáculos fueron abandonados en su interior,
nace en él la alegría que produce arrobamiento. Su cuerpo se vuel-
ve tranquilo y sensible a este placer, cuya sensación a su vez, pro-
duce la concentración de su mente.
[44] “Y estando así, separado de la sensualidad, separado de los
insanos estados mentales, entra y permanece en el primer jhana,
acompañado por el pensamiento aplicado y el pensamiento soste-
nido, lleno de arrobamiento y placer, nacidos de la reclusión. Y
todo su cuerpo está impregnado, bañado y colmado de este arroba-
miento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no que-
da lugar alguno en todo su cuerpo que no esté impregnado por el
arrobamiento y placer nacidos de la reclusión.
[45] “Como un hábil especialista en preparar baños, o su aprendiz,
se adiestra en verter el polvo del baño dentro de la cuenca de la-
tón, amasándolo una y otra vez con el agua, creando una bola de
polvo del baño, saturada, suficientemente húmeda e impregnada
por fuera y por dentro, sin que caiga de ella una sola gota, así tam-
bién el monje, impregna, baña y colma su cuerpo con el arroba-
miento y placer nacidos de la reclusión, de manera tal que no que-
da lugar alguno en todo su cuerpo que no esté impregnado por el
arrobamiento y placer nacidos de la reclusión.

Kevaddha (Kevatta) Sutta 267


[46] “Y otra vez, el monje, apaciguando el pensamiento aplicado y
el pensamiento sostenido, logrando la calma mental y la unifica-
ción de la mente, entra y permanece en el segundo jhana. Lleno de
arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, libre del pensa-
miento aplicado y pensamiento sostenido. Todo su cuerpo está im-
pregnado, bañado y colmado de este arrobamiento y placer naci-
dos de la reclusión, de manera tal que no queda lugar alguno en
todo su cuerpo que no esté impregnado por el arrobamiento y pla-
cer nacidos de la reclusión.
[47] “Como un lago con aguas manantiales, sin afluentes del Este
ni del Oeste, del Norte ni del Sur, cuando recibe abundantes llu-
vias, sus aguas que brotan desde adentro, se mezclan con estas
aguas frescas, de manera tal que las mismas impregnan e invaden
todo el lago, sin que quede una sola parte no impregnada por las
aguas frescas, así también el monje, impregna, baña y colma su
cuerpo con el arrobamiento y placer nacidos de la reclusión, de
manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuerpo, que no
esté impregnado por el arrobamiento y placer nacidos de la reclu-
sión.
[48] “Y otra vez, el monje, al extinguirse el arrobamiento, perma-
nece ecuánime, con la atención consciente y clara comprensión,
sensible a la sensación del placer, entra y permanece en el tercer
jhana, del cual los Nobles declararon que ‘feliz es aquel que mora
en la ecuanimidad y en la atención consciente’. Todo su cuerpo
está impregnado, bañado y colmado de este placer despojado del
arrobamiento.
[49] “Como una laguna que tiene flores de loto azules, rojas y
blancas que han nacido del agua, han crecido en el agua y no hay
ni una sola flor que haya crecido fuera del agua, de modo que to-
das estas flores de loto azules, rojas y blancas están impregnadas,
bañadas y colmadas con las aguas frescas, así también el monje,
impregna, baña y colma su cuerpo con el placer despojado del
arrobamiento, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su

268 Digha Nikaya


cuerpo que no esté impregnado por este placer despojado del arro-
bamiento.
[50] “Y otra vez, el monje, al abandonar tanto el placer como la
pena –con la anterior desaparición de las alegrías y las tristezas–
entra y permanece en el cuarto jhana, el cual va más allá de los
placeres y las penas, purificado con la ecuanimidad y atención
consciente. Impregna su cuerpo con la pureza mental y clara con-
ciencia, de manera tal que no queda lugar alguno en todo su cuer-
po que no esté impregnado por esta ecuanimidad y clara concien-
cia.
[51] “Como si un hombre estuviera sentado cubierto de pies a ca-
beza con una manta blanca, de tal manera que no quedara parte al-
guna de su cuerpo al descubierto. Así también, el monje permane-
ce sentado cubriendo completamente su cuerpo con la pureza
mental y clara conciencia, no quedando lugar alguno en todo su
cuerpo que no esté cubierto por esta pureza mental y clara con-
ciencia.
[52] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la
imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el conoci-
miento y la visión. Entonces, discierne así: ‘Este cuerpo mío es
material, compuesto de los cuatro elementos primarios, nacido de
padre y madre, nutrido con arroz y avena, es transitorio, fracciona-
do, sujeto a disolución y dispersión. Y ésta, mi conciencia, está li-
gada a este cuerpo y depende de él’.
[53] “Como si se tratara de una piedra preciosa, perfectamente pu-
lida de sus ocho lados, clara, brillante, sin defecto, admirable en
todos los aspectos, colgada de un cordón azul, amarillo, rojo,
blanco o anaranjado. Si algún hombre dotado de buena vista la to-
mara en su mano y la inspeccionara diría lo siguiente: ‘Esta piedra
preciosa está perfectamente pulida de sus ocho lados, es clara, bri-
llante, sin defecto y admirable en todos los aspectos. Está colgada
de un cordón azul, amarillo, rojo, blanco o anaranjado’. De la mis-

Kevaddha (Kevatta) Sutta 269


ma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y bri-
llante, intachable, libre de impurezas, maleable, flexible, firme y
que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su
mente hacia el conocimiento y la visión. Entonces, discierne así:
‘Este cuerpo mío es material, compuesto de los cuatro elementos
primarios, nacido de padre y madre, nutrido con arroz y avena, es
impermanente, fraccionado, sujeto a disolución y dispersión. Y
ésta, mi conciencia, está ligada a este cuerpo y depende de él’.
[54] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la
imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la creación
del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro cuerpo, dota-
do de forma, hecho por la mente, completo en todas sus partes,
con ninguna de sus facultades inferior a éste.
[55] “Como si un hombre desvainara un junco y dijera: ‘Éste es el
junco y ésta es la vaina. El junco es una cosa y la vaina otra, aun-
que el junco haya salido de la vaina’. O, como si un hombre des-
vainara su espada de la funda y dijera: ‘Ésta es la espada y ésta es
la funda. La espada es una cosa y la funda otra, aunque la espada
haya salido de la funda’. O, como si un hombre sacara a una ser-
piente de su vieja piel y dijera: ‘Ésta es la serpiente y ésta es su
vieja piel. La serpiente es una cosa y la vieja piel otra, aunque la
serpiente haya salido de su vieja piel’. De la misma manera, el
monje, con la mente concentrada, purificada y brillante, intacha-
ble, libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la cre-
ación del cuerpo mental. A partir de este cuerpo, crea otro cuerpo,
dotado de forma, hecho por la mente, completo en todas sus par-
tes, con ninguna de sus facultades inferior a éste.
[56] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la
imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia varios po-
deres sobrenaturales. Siendo uno, se convierte en muchos y siendo

270 Digha Nikaya


muchos, se convierte en uno. Aparece y desaparece. Sin impedi-
mento alguno, traspasa las paredes, terraplenes y montañas, como
si fueran aire. Se zambulle dentro de la tierra, como si fuera agua.
Camina sobre el agua sin hundirse, como si fuera tierra seca. Sen-
tado con piernas cruzadas, atraviesa los aires como si fuera un pá-
jaro sobre el viento. Con su mano toca y hasta da palmadas al sol
y la luna, así es de imponente y poderoso. Ejercita la influencia de
su cuerpo hasta los mundos del Brahma.
[57] “Como un hábil alfarero, o su aprendiz, sabe dar muchas for-
mas a la arcilla bien preparada y convertirla en diferentes clases
de recipientes cerámicos de acuerdo a sus deseos; o como un hábil
tallista de marfil, o su aprendiz, sabe trabajar el marfil bien prepa-
rado de acuerdo a sus deseos; o como un hábil orfebre, o su apren-
diz, sabe hacer de oro bien preparado los artículos de acuerdo a
sus deseos. Así también, el monje, con su mente concentrada, pu-
rificada y brillante, intachable, libre de las impurezas, maleable,
flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona
e inclina su mente hacia varios poderes sobrenaturales. Siendo
uno sólo, se convierte en muchos... Ejercita la influencia de su
cuerpo hasta los mundos del Brahma.
[58] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la
imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el oído di-
vino. Con el oído divino, purificado y que supera el de los seres
humanos, escucha ambas clases de sonidos: los divinos y los hu-
manos, provenientes de lejos o de cerca.
[59] “Como un hombre viajando a lo largo de la carretera, puede
escuchar los sonidos de los timbales, pequeños tambores, conchas,
címbalos e instrumentos de percusión, y discernir: ‘Éste es el soni-
do de los timbales, éste de los pequeños tambores, éste de con-
chas, éste de címbalos y éste de los instrumentos de percusión’.
De la misma manera el monje, con la mente concentrada, purifica-
da y brillante, intachable, libre de impurezas, maleable, flexible,

Kevaddha (Kevatta) Sutta 271


firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e incli-
na su mente hacia el oído divino. Con el oído divino, purificado y
que supera el de los seres humanos, escucha ambas clases de soni-
dos: los divinos y los humanos, provenientes de lejos o de cerca.
[60] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la
imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia la lectura
de otras mentes. Con su propia mente, conoce y distingue la mente
de los otros seres o de otras personas. Conoce la mente afectada
por la pasión, como mente apasionada, y la mente sin pasión,
como la mente liberada de la pasión. Conoce la mente afectada
por la aversión, como la mente con aversión, y la mente sin aver-
sión, como la mente liberada de aversión. Conoce la mente afecta-
da por la falsa ilusión, como mente mal ilusionada, y la mente sin
falsa ilusión, como la mente liberada de la falsa ilusión. Discierne
la mente restringida como tal y sabe cuándo la mente está disper-
sa. Cuando una mente está expandida, la reconoce como expandi-
da y cuando está estrecha, sabe que está estrecha. A una mente
destacada, la reconoce como destacada y una mente corriente re-
conoce como tal. Sabe cuándo la mente está concentrada y cuando
no lo está, en ambos casos lo discierne correctamente, como tam-
bién cuando la mente está liberada y cuando no.
[61] “Como una mujer, un hombre o un muchacho preocupado
por su apariencia, examina cuidadosamente el reflejo de su propio
rostro en el brillante espejo, o en el tazón con agua pura, sabiendo
discernir lunares o motas de las partes libres de manchas, así tam-
bién, el monje, con la mente concentrada, purificada y brillante,
intachable, libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha
alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente ha-
cia la lectura de las otras mentes. Con su propia mente, conoce y
distingue la mente de los otros seres o de otras personas... Sabe
cuándo la mente está concentrada y cuando no lo es, en ambos ca-
sos lo discierne correctamente, como también cuando la mente
está liberada y cuando no.

272 Digha Nikaya


[62] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de las impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanza-
do la imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el co-
nocimiento de las existencias pasadas. Se acuerda de sus múltiples
vidas pasadas: de un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimien-
tos, cuatro, cinco, diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta, cien,
mil, cien mil nacimientos, muchos eones de contracciones cósmi-
cas, muchos eones de expansiones cósmicas, muchos eones de
contracciones y expansiones cósmicas, recordando: ‘En aquel en-
tonces, mi nombre era así, mi linaje era éste y provenía de esta
casta; me alimentaba de esta clase de alimento experimentaba esta
y aquella clase de alegrías y penas, he vivido esta cantidad de
años. Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado allá,
donde mi nombre era... Habiendo terminado mi vida ahí, me he
reconectado aquí’. De esta manera, se acuerda de varias de sus vi-
das pasadas, con sus condiciones y detalles.
[63] “Como si un hombre saliera de su pueblo para irse a otro, y
luego saliera de aquel para irse a uno nuevo y diferente, y final-
mente volviera a su casa. Entonces, podría tener este pensamiento:
‘Salí de mi pueblo natal y me fui a este otro pueblo. Ahí estuve
parado de esta manera, estuve sentado así, hablé de esta forma y
permanecí en silencio de esta manera. Salí de este pueblo y me fui
a aquel otro pueblo diferente, donde estuve parado de esta manera,
estuve sentado así, hablé de esta forma y permanecí en silencio de
esta manera. Finalmente, salí de aquel otro pueblo diferente y vol-
ví a casa’. De esta misma manera, el monje, con la mente concen-
trada, purificada y brillante, intachable, libre de impurezas, malea-
ble, flexible, firme y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direc-
ciona e inclina su mente hacia el conocimiento de las existencias
pasadas. Se acuerda de sus múltiples vidas pasadas: de un naci-
miento... se acuerda de varias de sus vidas pasadas, con sus condi-
ciones y detalles.
[64] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la

Kevaddha (Kevatta) Sutta 273


imperturbabilidad, él direcciona e inclina su mente hacia la muerte
y la reconexión de los seres. A través del ojo divino, purificado y
que sobrepasa al humano, ve la muerte de los seres y su reapari-
ción, discerniendo si su destino es inferior o superior, hermoso u
horrible, afortunado o desafortunado, de acuerdo al kamma de
cada uno. Conoce de esta manera: ‘Estos seres, que obraron mal
con su cuerpo, con su habla o con su mente, los que injuriaban a
los nobles, mantenían los incorrectos puntos de vista y asumían
acciones resultantes de estos erróneos puntos de vista, al quebrar-
se su cuerpo, después de la muerte, han reaparecido en el plano de
las penurias, del mal destino, en los reinos bajos, en el infierno.
Pero aquellos seres, que obraron bien con su cuerpo, con su habla
o con su mente, los que no injuriaban a los nobles, mantenían los
correctos puntos de vista y asumían acciones resultantes de estos
correctos puntos de vista, al quebrarse su cuerpo, después de la
muerte, han reaparecido en el buen destino, en el mundo celestial’.
De esta manera, a través del ojo divino, purificado y que sobrepa-
sa el humano, él ve la muerte de los seres y su reaparición, discer-
niendo su destino inferior o superior, hermoso u horrible, afortu-
nado o desafortunado, de acuerdo a su kamma.
[65] “Como si un hombre, que tuviera buena vista, estuviera para-
do en la cima de un edificio en el centro de su ciudad y observara
a la gente entrando en la casa y saliendo de ella, caminando a lo
largo de la calle y gente sentada en la plaza central. Entonces, po-
dría tener este pensamiento: ‘Esta gente entra y sale de la casa, ca-
mina a lo largo de la calle y está sentada en la plaza central’. De la
misma manera, el monje, con la mente concentrada, purificada y
brillante, intachable, libre de impurezas, maleable, flexible, firme
y que ha alcanzado la imperturbabilidad, direcciona e inclina su
mente hacia la muerte y la reconexión de los seres. A través del
ojo divino, purificado y que sobrepasa el humano, ve la muerte de
los seres y su reaparición, discerniendo si su destino es inferior o
superior, hermoso u horrible, afortunado o desafortunado, de
acuerdo a su kamma.

274 Digha Nikaya


[66] “Con la mente concentrada, purificada y brillante, intachable,
libre de impurezas, maleable, flexible, firme y que ha alcanzado la
imperturbabilidad, direcciona e inclina su mente hacia el conoci-
miento del fin de las impurezas mentales. Él conoce tal como real-
mente es: ‘Este es el sufrimiento, éste es el origen del sufrimiento,
éste es el cese del sufrimiento y éste es el sendero que lleva al
cese del sufrimiento’. También conoce esto tal como realmente es:
‘Estas son las impurezas mentales, éste es el origen de las impure-
zas mentales, éste es el cese de las impurezas mentales y éste es el
sendero que lleva al cese de las impurezas mentales’. A través de
este conocimiento y la visión, su mente es liberada de las impure-
zas de la sensualidad, de las impurezas de la existencia y de las
impurezas de la ignorancia. Y entonces, el siguiente conocimiento
nace en él: ‘¡Ésta es la liberación!’ Y sabe que ‘el nacimiento está
terminado, la vida santa ha sido realizada, la tarea ha culminado.
No queda más nada por delante’.
“Esto es, Kevaddha, lo que se llama el milagro de la instrucción.
[67] “Y yo, Kevaddha, he experimentado estas tres clases de mila-
gros con mi propio conocimiento directo”.

5. Bhutanirodhesakabhikkhuvatthu – Porción sobre


el cese definitivo de los grandes elementos
“Una vez, Kevaddha, en este Sangha de los monjes se le ocurrió
un pensamiento a cierto monje: ‘Me pregunto, ¿dónde los cuatro
grandes elementos –el elemento de la tierra, el elemento del agua,
el elemento del fuego y el elemento del aire– cesan definitivamen-
te?’.
“Y aquel monje alcanzó tal estado mental de concentración que
apareció delante de él el camino a los mundos de los devas.
[68] “Entonces, llegando al reino de los devas de los Cuatro Gran-
des Reyes, preguntó a aquellos devas: ‘Amigos, ¿dónde los cuatro
grandes elementos –el elemento de la tierra, el elemento del agua,

Kevaddha (Kevatta) Sutta 275


el elemento del fuego y el elemento del aire– cesan definitivamen-
te?’. Al ser preguntados así, los devas del reino de los Cuatro
Grandes Reyes le respondieron: ‘Monje, nosotros no sabemos
dónde los cuatro grandes elementos –el elemento de la tierra, el
elemento del agua, el elemento del fuego y el elemento del aire–
cesan definitivamente. Pero los Cuatro Grandes Reyes son más
elevados y más sabios que nosotros: ellos podrían saber dónde los
cuatro grandes elementos –el elemento de la tierra, el elemento del
agua, el elemento del fuego y el elemento del aire– cesan definiti-
vamente’.
[69] “Entonces, llegando a los Cuatro Grandes Reyes, les pregun-
tó: ‘Amigos, ¿dónde los cuatro grandes elementos… cesan defini-
tivamente?’. Al ser preguntados… le respondieron: ‘Monje, noso-
tros no sabemos dónde… Pero los Treinta y Tres Dioses… podrí-
an saber dónde los cuatro grandes elementos –el elemento de la
tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego y el elemento
del aire– cesan definitivamente’.
[70] “Entonces, llegando a los Treinta y Tres Dioses, les preguntó:
‘Amigos, ¿dónde los cuatro grandes elementos… cesan definitiva-
mente?’. Al ser preguntados… le respondieron: ‘Monje, nosotros
no sabemos dónde… Pero Sakka, el rey de los devas… podría sa-
ber dónde los cuatro grandes elementos –el elemento de la tierra,
el elemento del agua, el elemento del fuego y el elemento del
aire– cesan definitivamente’.
[71] “Entonces, llegando a Sakka… Pero los devas de Yama… po-
drían saber…’.
[72] “Entonces, llegando al reino de los devas de Yama… Pero
Suyama, el hijo de los devas… podría saber…’.
[73] “Entonces, llegando a Suyama, el hijo de los devas… Pero
los devas de Tusita… podrían saber…’.
[74] “Entonces, llegando a los devas de Tusita… Pero Santusita,
el hijo de los devas… podría saber…’.

276 Digha Nikaya


[75] “Entonces, llegando a Santusita, el hijo de los devas… Pero
los devas de Nimmanarati… podrían saber…’.
[76] “Entonces, llegando a los devas de Nimmanarati… Pero Su-
nimmita, el hijo de los devas… podría saber…’.
[77] “Entonces, llegando a Sunimmita, el hijo de los devas… Pero
los devas de Paranimmita-Vasavatti… podrían saber…’.
[78] “Entonces, llegando a los devas de Paranimmita-Vasavatti…
Pero Vasavatti, el hijo de los devas… podría saber…’.
[79] “Entonces, Vasavatti, el hijo de los devas… Pero los devas de
séquito de Brahma… podrían saber…’.
[80] “Entonces, aquel monje, mediante la apropiada concentra-
ción, hizo que apareciera delante de él el camino al mundo del
Brahma. Acto seguido se acercó a los devas del séquito de Brah-
ma y les preguntó: ‘Amigos, ¿dónde los cuatro grandes elementos
–el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del
fuego y el elemento del aire– cesan definitivamente?’. Al ser pre-
guntados así, los devas del séquito de Brahma respondieron:
‘Monje, nosotros no sabemos dónde los cuatro grandes elementos
–el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del
fuego y el elemento del aire– cesan definitivamente. Pero aquí
está el Brahma, el Gran Brahma, el Conquistador, el Invicto, que
todo lo ve, el Todopoderoso, el Soberano, el que designa y ordena,
el Padre de todo lo que ha sido y será. Él es más elevado y más sa-
bio que nosotros: él podría saber dónde los cuatro grandes ele-
mentos –el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento
del fuego y el elemento del aire– cesan definitivamente’. ‘Y ¿dón-
de está ahora, amigos, este Gran Brahma?’. ‘Monje, nosotros no
sabemos cuándo, cómo y dónde el Brahma va a aparecer. Pero
cuando se ven los signos –cuando la luz aparece y brilla el res-
plandor–, entonces el Brahma va a aparecer. Estos signos indican
que va a aparecer’.
[81] “Entonces, no mucho tiempo después, apareció el Gran Brah-

Kevaddha (Kevatta) Sutta 277


ma y aquel monje se le acercó y le dijo: ‘Amigo, ¿dónde los cua-
tro grandes elementos –el elemento de la tierra, el elemento del
agua, el elemento del fuego y el elemento del aire– cesan definiti-
vamente?’. Al ser preguntado así, el Brahma respondió: ‘Monje,
yo soy el Brahma, el Gran Brahma, el Conquistador, el Invicto,
que todo lo ve, el Todopoderoso, el Soberano, el que designa y or-
dena, el Padre de todo lo que ha sido y será’.
[82] “Y por segunda vez aquel monje le dijo al Brahma: ‘Amigo,
¿dónde los cuatro grandes elementos –el elemento de la tierra, el
elemento del agua, el elemento del fuego y el elemento del aire–
cesan definitivamente?’.
“Y por segunda vez, al ser preguntado así, el Brahma respondió:
‘Monje, yo soy el Brahma, el Gran Brahma, el Conquistador, el
Invicto, que todo lo ve, el Todopoderoso, el Soberano, el que de-
signa y ordena, el Padre de todo lo que ha sido y será’.
[83] “Entonces aquel monje dijo al Brahma: ‘Amigo, yo no te pre-
gunto eso; yo pregunté sobre dónde los cuatro grandes elementos
–el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del
fuego y el elemento del aire– cesan definitivamente’. Acto segui-
do, Kevaddha, el Gran Brahma tomó a aquel monje del brazo, le
apartó a un lado y le dijo: ‘Monje, estos devas de aquí creen que
no hay nada que el Brahma no vea, nada que no conozca, nada de
lo que sea inconsciente. Es por eso que yo no hablo frente a ellos.
Pero monje, yo no sé dónde los cuatro grandes elementos –el ele-
mento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego y el
elemento del aire– cesan definitivamente. Por eso, monje, has ac-
tuado mal, has actuado incorrectamente yendo más allá del Biena-
venturado, buscando la respuesta a tu pregunta en otra parte. Aho-
ra, monje, simplemente tienes que ir junto al Bienaventurado y
poner esta pregunta delante de él y aceptar cualquier respuesta que
te dé’.
[84] “Entonces, aquel monje, tan rápido como un hombre fuerte
flexiona su brazo extendido o lo extiende cuando esta flexionado,

278 Digha Nikaya


desapareció del mundo del Brahma y apareció en mi presencia.
Acto seguido se postró delante de mí, se sentó a un lado y me dijo:
‘Venerable Señor, ¿dónde los cuatro grandes elementos –el ele-
mento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del fuego y el
elemento del aire– cesan definitivamente?’.

6. Tiradassisakumupama – El pájaro que veía la


costa
[85] “Entonces le respondí así: ‘Monje, un tiempo atrás había
unos mercaderes marineros que cuando zarpaban al océano toma-
ban consigo a un pájaro que veía la costa. Cuando ya no podían
ver la costa por ellos mismos, liberaban a aquel pájaro. Y el pájaro
volaba al este y oeste, al norte y sur; volaba hacia el cenit y a los
puntos intermedios de la brújula. Si veía alguna tierra firme, vola-
ba allí. Pero si no veía tierra firme alguna, retornaba al barco. De
la misma manera, monje, te fuiste tan lejos que llegaste hasta el
mundo del Brahma en búsqueda de la respuesta a tu pregunta, la
cual no encontraste. Y ahora vuelves a mí. Pero, monje, no deberí-
as preguntar de esta manera: ‘¿Dónde los cuatro grandes elemen-
tos –el elemento de la tierra, el elemento del agua, el elemento del
fuego y el elemento del aire– cesan definitivamente?’.
“En vez de eso, así es cómo deberías plantear la pregunta:
’¿Dónde la tierra, el agua, el fuego y el aire no encuentran
fundamento alguno?
¿Dónde están lo largo y lo corto, lo pequeño y lo grande, lo
bueno y lo malo?
¿Dónde está el nombre-y-forma completamente destruido?’
Y ésta es la respuesta:
‘Cuando la consciencia es no-manifiesta, ilimitada y lumi-
nosa,
Es ahí donde la tierra, el agua, el fuego y el aire no encuen-

Kevaddha (Kevatta) Sutta 279


tran fundamento alguno,
Ahí hay ambos: lo largo y lo corto, lo pequeño y lo grande,
lo bueno y lo malo.
Es ahí donde el nombre-y-forma está completamente des-
truido.
Con el cese de la consciencia, todo eso queda destruido’”.
{500} Esto es lo que dijo el Bienaventurado y el hombre hogareño
Kevaddha se deleitó y se regocijó en sus palabras.

280 Digha Nikaya


Lohicca Sutta
Discurso con Lohicca
Un brahmán, asume un incorrecto punto de vista sobre el rol del maestro en el camino
de la práctica del Dhamma, y el Buda le explica la diferencia que existe entre un buen y
un mal maestro.

Lohicca Sutta 281


FUENTES:
Thanissaro Bhikkhu (1998). Lohicca Sutta: To Lohicca. Recuperdo de
https://suttacentral.net/en/dn12.
Walshe, M. (1995).Lohicca Sutta: About Lohicca. Good and Bad Teachers en The Long
Discourses of the Buddha: A Translation of the Digha Nikaya, pp. 181-185.
Lohiccasuttam en World Tipitaka Edition

Traducción: Anton P. Baron


Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.

282 Digha Nikaya


DN 12

Lohicca Sutta
Discurso con Lohicca
[1] Esto he escuchado:
En una ocasión, el Bienaventurado estaba haciendo un recorrido
entre los kosala, en compañía de gran grupo de monjes –aproxi-
madamente unos quinientos monjes en total–, hasta llegar a Sala-
vatika.
En aquel tiempo, el brahmán Lohicca estaba gobernando en Sala-
vatika con derechos feudales –con sus riquezas, hierbas, madera y
granos–, a través de la garantía real obtenida del rey Pasenadi de
Kosala.
[2] En ese entonces, un incorrecto punto de vista surgió en él de
esta manera: ‘Supongamos que un asceta o brahmán descubriera
una buena doctrina. Habiendo arribado a esta buena doctrina, no
debería declararla a alguien más, porque, ¿qué es lo que una per-
sona puede hacer por otra? Esto es como si alguien cortara un gri-
llete y produjera luego uno nuevo. Yo opino que semejante cosa es
un mal, un hecho enraizado en el apego. ¿Qué es lo que una perso-
na puede hacer por otra?’.
[3] Entonces Lohicca escuchó esto: “El asceta Gotama, el hijo de
los sakia, habiendo abandonado el clan de los sakia, está haciendo
un recorrido entre los kosala, en compañía de un gran grupo de
monjes –aproximadamente unos quinientos monjes en total–, has-
ta llegar a Salavatika. Y se propaga muy buena referencia acerca
del maestro Gotama: ‘Este Bienaventurado Señor es un Arahant,
un Perfectamente Iluminado, realizado en el conocimiento verda-
dero y la conducta, el Sublime, conocedor del mundo, insuperable
líder de los que han de ser domados, maestro de los devas y los se-
res humanos, el Iluminado, el Bienaventurado. Él proclama este

Lohicca Sutta 283


mundo con sus devas, Maras y Brahmas, esta generación con sus
ascetas y brahmanes, con sus devas y seres humanos, habiéndolo
conocido, lo transmite a otros. Enseña el Dhamma que es agrada-
ble en el principio, agradable en el medio y agradable al final, con
el recto significado y correcta forma; revela la vida santa perfecta-
mente completa y pura. Ahora bien, es bueno ver a semejantes
Arahants’”.
[4] Entonces, Lohicca dijo a Bhesika, el barbero: “Amigo Bhesi-
ka, ve junto al asceta Gotama y pregúntale, en mi nombre, si está
libre de enfermedad y aflicción, si es vigoroso, fuerte y si mora
confortablemente, y luego dile esto: ‘¿Podría el maestro Gotama
aceptar una comida mañana, en la residencia del brahmán Lohic-
ca, junto con la comunidad de los monjes?’”.
[5] “Sí, señor”, respondió Bhesika, el barbero, y fue junto al Bie-
naventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le entregó el
mensaje. Y el Bienaventurado consintió en silencio.
[6] Habiendo entendido que el Bienaventurado había consentido,
se levantó de su asiento y, cuidando que el Bienaventurado queda-
se siempre a su mano derecha, se retiró de allí. Acto seguido, re-
tornó junto al brahmán Lohicca y le contó lo sucedido.
[7] Entonces, por la mañana temprano, el brahmán Lohicca esco-
gió la comida blanda y sólida, y la preparó con sus propias manos,
después de lo cual envió a Bhesika, el barbero, para que avisara al
Bienaventurado que la comida estaba lista. Y así lo hizo. Acto se-
guido, el Bienaventurado se vistió, tomo su cuenco y hábito exte-
rior, y fue a Salavatika junto con un gran grupo de monjes.
[8] Mientras tanto, Bhesika, el barbero, seguía al Bienaventurado
de cerca y le dijo: “Venerable Señor, un incorrecto punto de vista
surgió en el brahmán Lohicca de esta manera: ‘Supongamos que
un asceta o brahmán descubriera una buena doctrina. Habiendo
arribado a esta buena doctrina, no debería declararla a alguien
más, porque, ¿qué es lo que una persona puede hacer por otra?

284 Digha Nikaya


Eso es como si alguien cortara un grillete e hiciera luego uno nue-
vo. Yo opino que semejante cosa es un mal, un hecho enraizado en
el apego. ¿Qué es lo que una persona puede hacer por otra?’. Sería
bueno que el Bienaventurado sacara al brahmán Lohicca de este
errado punto de vista”.
“Puede ser, Bhesika, puede ser”.
[9] Entonces, el Bienaventurado llegó a la residencia del brahmán
Lohicca, donde se sentó en el asiento que estaba preparado para
él. Acto seguido, el brahmán Lohicca sirvió la comida al Biena-
venturado y a la comunidad de los monjes, tanto la blanda como la
sólida hasta que fueron satisfechos. Y el Bienaventurado, cuando
terminó de comer, sacó su mano del cuenco, lo puso al costado y
el brahmán Lohicca se sentó al lado, sobre un asiento más bajo. Y
mientras estuvo sentado allí, el Bienaventurado le dijo: “¿Es eso
cierto, Lohicca, que un incorrecto punto de vista surgió en ti de
esta manera: ‘Supongamos que un asceta o brahmán descubriera
una buena doctrina… ¿qué es lo que una persona puede hacer por
otra?’”.
“Sí, maestro Gotama”.
[10] “¿Qué me dices, Lohicca? ¿Estás gobernando en
Salavatika?”.
“Sí, maestro Gotama”.
“Entonces, imagina que alguien dijera esto: ‘El brahmán Lohicca
gobierna en Salavatika. Solamente él consume los frutos y los re-
cursos de Salavatika y no los comparte con nadie más’. ¿Crees
que alguien que hablara de esta forma, sería un creador de obstá-
culos para tus súbditos o no?”.
“Alguien así sería un creador de obstáculos, maestro Gotama”.
“Y siendo un creador de obstáculos, ¿sería alguien que simpatiza-
ra con el bienestar de ellos o no?”.
“Sería alguien que no simpatizara con el bienestar de ellos, maes-

Lohicca Sutta 285


tro Gotama”.
“Y siendo alguien que no simpatiza con el bienestar de ellos, ¿po-
dría su mente establecerse en el bien para ellos o en la enemis-
tad?”.
“En la enemistad, maestro Gotama”.
“Y cuando la mente se establece en la enemistad, ¿se trata de un
incorrecto punto de vista o de un recto punto de vista?”.
“De un incorrecto punto de vista, maestro Gotama”.
“Y para alguien de incorrecto punto de vista, Lohicca, lo declaro
yo, solo hay dos destinos: el infierno o el útero animal.
[11] “Y, ¿qué piensas, Lohicca? ¿Gobierna el rey Pasenadi de Ko-
sala sobre Kasi y Kosala?”.
“Sí, maestro Gotama”.
“Entonces, imagina que alguien dijera esto: ‘El rey Pasenadi de
Kosala reina sobre Kasi y Kosala. Solamente él consume los fru-
tos y los recursos de Kasi y Kosala, y no los comparte con nadie
más’. ¿Crees que alguien que hablara de esta forma sería un crea-
dor de obstáculos para los súbditos del rey Pasenadi –como tú y
otros– o no?”.
“Alguien así sería un creador de obstáculos, maestro Gotama”.
“Y siendo un creador de obstáculos, ¿sería alguien que simpatiza-
ra con el bienestar de ellos o no?”.
“Sería alguien que no simpatizara con el bienestar de ellos, maes-
tro Gotama”.
“Y siendo alguien que no simpatiza con el bienestar de ellos, ¿po-
dría su mente establecerse en el bien para ellos o en la enemis-
tad?”.
“En la enemistad, maestro Gotama”.
“Y cuando la mente se establece en la enemistad, ¿se trata de un

286 Digha Nikaya


incorrecto punto de vista o de un recto punto de vista?”.
“De un incorrecto punto de vista, maestro Gotama”.
“Y para alguien de incorrecto punto de vista, Lohicca, lo declaro
yo, solo hay dos destinos: el infierno o el útero animal.
[12] “Entonces, Lohicca, si alguien dijera esto: ‘El brahmán
Lohicca gobierna en Salavatika. Solamente él consume los frutos
y los recursos de Salavatika y no los comparte con nadie más’, en-
tonces, hablando de esta forma, sería un creador de obstáculos
para tus súbditos. Siendo un creador de obstáculos, sería alguien
que no simpatiza con el bienestar de ellos. Al no simpatizar con el
bienestar de ellos, su mente se establecería en la enemistad. Cuan-
do la mente se establece en la enemistad, se trata de un incorrecto
punto de vista. Y para alguien de incorrecto punto de vista, lo de-
claro yo, solo hay dos destinos: el infierno o el útero animal.
[13] “De la misma manera, Lohicca, si alguien dijera esto: ‘Su-
pongamos que un asceta o brahmán descubriera una buena doctri-
na; habiendo arribado a esta buena doctrina, no debería declararla
a alguien más, porque, ¿qué es lo que una persona puede hacer por
otra?; eso es como si alguien cortara un grillete e hiciera luego
uno nuevo; yo opino que semejante cosa es un mal, un hecho en-
raizado en el apego, ¿qué es lo que una persona puede hacer por
otra?’. Hablando de esta forma, sería un creador de obstáculos
para aquellos hijos de buenas familias que, llegando al Dhamma-
y-Disciplina proclamado por el Tathagata, alcanzan las diferentes
clases de grandes distinciones, como el fruto de la entrada-en-la-
corriente, el fruto de un-sólo-retorno, el fruto del no-retorno y el
fruto del arahantado; al igual que para aquellos que maduran en
los úteros de los devas, en aras de llegar al estado de los devas.
Siendo un creador de obstáculos, sería alguien que no simpatiza
con el bienestar de ellos. Al no simpatizar con el bienestar de
ellos, su mente se establecería en la enemistad. Cuando la mente
se establece en la enemistad, se trata de un incorrecto punto de
vista. Y para alguien de incorrecto punto de vista, lo declaro yo,

Lohicca Sutta 287


sólo hay dos destinos: el infierno o el útero animal.
[14] “Y si alguien dijera esto, Lohicca: ‘El rey Pasenadi de Kosala
reina sobre Kasi y Kosala. Solamente él consume los frutos y los
recursos… Y para alguien de incorrecto punto de vista, lo declaro
yo, sólo hay dos destinos: el infierno o el útero animal.
[15] “De la misma manera, Lohicca, si alguien dijera esto: ‘Su-
pongamos que un asceta o brahmán descubriera una buena doctri-
na… ¿qué es lo que una persona puede hacer por otra?’. Hablando
de esta forma, sería un creador de obstáculos… Y para alguien de
incorrecto punto de vista, lo declaro yo, solo hay dos destinos: el
infierno o el útero animal.
[16] “He aquí, Lohicca, hay estas tres clases de maestros en el
mundo que son dignos de crítica y, cuando alguien los critica, se-
mejante crítica es verdadera, real, recta e irreprochable. Y, ¿cuáles
son esas tres?
“He aquí, Lohicca, el caso de un maestro que renunció a la vida
hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar, pero no alcanzó
la meta de la vida contemplativa. No habiendo alcanzado la meta
de la vida contemplativa, enseña a sus discípulos así: ‘Esto es para
vuestro bienestar, es para vuestra felicidad’. Y sus discípulos no
desean oírle, no prestan atención, ni hacen el intento para desper-
tar el conocimiento. Practican sin seguir las instrucciones de su
maestro. Y él podría ser sometido a la crítica de esta manera: ‘Este
Venerable Señor renunció a la vida hogareña para asumir el estilo
de vida sin hogar, pero no alcanzó la meta de la vida contemplati-
va… sus discípulos practican sin seguir las instrucciones de su
maestro. Es como un hombre que persiste en conquistar a una mu-
jer que lo rechazó, o abrazarla cuando ésta le dio la espalda. Yo
opino que semejante cosa es un mal, un hecho enraizado en el
apego, ¿qué es lo que una persona puede hacer por otra?’. Esta es
la primera clase de maestros en el mundo que son dignos de críti-
ca y, cuando alguien los critica, semejante crítica es verdadera,
real, recta e irreprochable.

288 Digha Nikaya


[17] “Además, Lohicca, está el caso de un maestro que renunció a
la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar, pero tam-
poco alcanzó la meta de la vida contemplativa. No habiendo al-
canzado la meta de la vida contemplativa, enseña a sus discípulos
así: ‘Esto es para vuestro bienestar, es para vuestra felicidad’. Y
sus discípulos desean oírle, prestan atención y hacen el intento
para despertar el conocimiento. Practican seguiendo las instruc-
ciones de su maestro. Pero él igual podría ser sometido a la crítica
de esta manera: ‘Este Venerable Señor renunció a la vida hogareña
para asumir el estilo de vida sin hogar, pero no alcanzó la meta de
la vida contemplativa… sus discípulos practican siguiendo las ins-
trucciones de su maestro. Es como un hombre negligente con su
propio campo, que se imagina que es un campo ajeno que debe ser
desmalezado. Yo opino que semejante cosa es un mal, un hecho
enraizado en el apego, ¿qué es lo que una persona puede hacer por
otra?’. Esta es la segunda clase de maestros en el mundo que son
dignos de crítica y, cuando alguien los critica, semejante crítica es
verdadera, real, recta e irreprochable.
[18] “Además, Lohicca, está el caso de un maestro que renunció a
la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar y alcanzó
la meta de la vida contemplativa. Habiendo alcanzado la meta de
la vida contemplativa, enseña a sus discípulos así: ‘Esto es para
vuestro bienestar, es para vuestra felicidad’. Pero sus discípulos
no desean oírle, no prestan atención, ni hacen el intento para des-
pertar el conocimiento. Practican sin seguir las instrucciones de su
maestro. Y él podría ser sometido a la crítica de esta manera: ‘Este
Venerable Señor renunció a la vida hogareña para asumir el estilo
de vida sin hogar y alcanzó la meta de la vida contemplativa…
pero sus discípulos practican sin seguir las instrucciones de su ma-
estro. Es como si alguien que cortó un grillete, se fabricara uno
nuevo. Yo opino que semejante cosa es un mal, un hecho enraiza-
do en el apego, ¿qué es lo que una persona puede hacer por otra?’.
Esta es la tercera clase de maestros en el mundo que son dignos de
crítica y, cuando alguien los critica, semejante crítica es verdade-

Lohicca Sutta 289


ra, real, recta e irreprochable.
[19] Cuando eso se dijo, el brahmán Lohicca preguntó al Biena-
venturado: “Pero, ¿hay en el mundo, maestro Gotama, algún ma-
estro que no merece la crítica?”.
“Sí, lo hay, Lohicca”.
“Pero, ¿cuál es, maestro Gotama, el maestro que no merece la crí-
tica en el mundo?”.
[20-55] “He aquí, Lohicca, el Tathagata surgió en el mundo, un
Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el verdadero
conocimiento y la conducta, el Afortunado, el conocedor del mun-
do, incomparable líder de los que han de ser amansados, el maes-
tro de los devas y seres humanos, el Despierto, el Bienaventurado.
Él, habiéndolo descubierto por sí mismo y con el conocimiento di-
recto, lo proclama en este mundo con sus devas, Maras y Brah-
mas, sus príncipes y la gente común. Enseña el Dhamma que es
agradable desde principio, agradable en el medio y agradable al fi-
nal, tanto en su contenido como en la forma, y despliega una vida
santa completamente purificada y perfecta.
“Un hombre hogareño o hijo de hombre hogareño, o alguien que
hubo renacido desde un hogar a otro, al escuchar este Dhamma,
obtiene fe en el Tathagata… [se repite la porción del DN 2,41-
76].
“Y siempre que el discípulo de este maestro alcanza semejante
distinción, aquel maestro no merece la crítica en el mundo. Y
cuando alguien lo critica, semejante crítica no es verdadera ni real,
no es recta y es reprochable.
[56-62] “Además, Lohicca… entra y permanece en el segundo
jhana… tercero jhana… cuatro jhana… Adquiere diferentes clases
de conocimientos… [como en el DN 2, 77-84].
“Y siempre que el discípulo de este maestro alcanza semejante
distinción, aquel maestro no merece la crítica en el mundo. Y

290 Digha Nikaya


cuando alguien lo critica, semejante crítica no es verdadera ni real,
no es recta y es reprochable.
[63-77] “Además, Lohicca… realiza el cese de las contaminacio-
nes… [como en el DN 2, 85-97].
“Y siempre que el discípulo de este maestro alcanza semejante
distinción, aquel maestro no merece la crítica en el mundo. Y
cuando alguien lo critica, semejante crítica no es verdadera ni real,
no es recta y es reprochable”.
[78] "Maestro Gotama, es como si un hombre agarrara a otro por
el pelo para que no cayera en el abismo del infierno, lo tirara hacia
arriba y lo pusiera en el suelo firme; de la misma manera, el maes-
tro Gotama me ha tirado hacia arriba para que no cayera en el
abismo del infierno y me puso en tierra firme.
“¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Gotama! El
maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes maneras,
como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que estaba
oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o sostuviera
una lámpara, en medio de la oscuridad, de manera tal que los de
buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por refugio al ma-
estro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes. Que el ma-
estro Gotama me considere como su seguidor laico a partir de
ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

Lohicca Sutta 291


292 Digha Nikaya
Tevijja Sutta
Discurso con Tevijja
Dos jóvenes brahmanes están confundidos sobre que la unión con el Brahma constituya
la meta última de la práctica contemplativa. El Buda, en cambio, les enseña las cuatro
“moradas divinas”, una práctica que sí conduce al logro del objetivo brahmánico, pero
que, sin embargo, no es la meta final del budismo.

Tevijja Sutta 293


FUENTES:
Rhys Davids (1899). The Three Knowledges en Dialogues of the Buddha, vol. II, adap-
tación de Brasington, L. (sf). Tevijja Sutta: The Sutta (about those who have) the Know-
ledge of the Three (Vedas). Recuperado de http://www.leighb.com/dn13.htm
Walshe, M. (1995).Tevijja Sutta: The Treefold Knowledge. The Way to Brahma en The
Long Discourses of the Buddha: A Translation of the DighaNikaya, pp. 187-195.
Tevijjasuttamen WorldTipitakaEdition

Traducción: Anton P. Baron


Edición: Federico Angulo y Anton P. Baron
Publicación de Bosque Theravada, 2015.

294 Digha Nikaya


DN 13

Tevijja Sutta
Discurso con Tevijja

[1] Esto he escuchado:


En una ocasión, el Bienaventurado estaba haciendo un recorrido
entre los kosalas, en compañía de un gran grupo de monjes –unos
quinientos monjes en total–, hasta que llegó a un pueblo de brah-
manes, en Kosala, de nombre Manasakata. Y, estando allí, el Bie-
naventurado fijó su morada en la arboleda de los mangos, a la ori-
lla del río Aciravati, al norte de Manasakata.
[2] En aquel tiempo, muchos muy distinguidos y ricos brahmanes,
tales como Kanki, Tarukkha, Pokkharasadi, Janussoni, Todeyya y
otros, estaban en Manasakata.
[3] Entonces, surgió una discusión entre Vasettha y Bharadvaja,
mientras hacían los ejercicios y caminaban de uno a otro lado,
acerca del sendero verdadero y falso.
[4] El joven brahmán Vasettha decía: “Este es el único sendero,
este es el verdadero sendero de salvación que conduce a la unión
con el Brahma, el que enseña el brahmán Pokkharasadi”.
[5] Mientras, el joven brahmán Bharadvaja decía: “Este es el úni-
co sendero, este es el verdadero sendero de salvación que conduce
a la unión con el Brahma, el que enseña el brahmán Tarukkha”.
[6] Pero, ni el joven brahmán Vasettha fue capaz de convencer al
joven brahmán Bharadvaja, ni el joven brahmán Bharadvaja fue
capaz de convencer al joven brahmán Vasettha.
[7] Entonces, el joven brahmán Vasettha dijo al joven brahmán
Bharadvaja: “Bharadvaja, el asceta Gotama, el hijo de los sakias,
habiendo abandonado el clan de los sakias, está haciendo un reco-

Tevijja Sutta 295


rrido entre los kosalas, en compañía de un gran grupo de monjes –
aproximadamente unos quinientos monjes en total– y está moran-
do en la arboleda de los mangos, a la orilla del río Aciravati, al
norte de Manasakata. Y se propaga muy buena referencia acerca
del maestro Gotama, de esta manera: ‘Este Bienaventurado Señor
es un Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el cono-
cimiento verdadero y la conducta, el Sublime, conocedor del mun-
do, insuperable líder de los que han de ser amansados, maestro de
los devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventurado’.
Ven, Bharadvaja, acerquémonos al lugar donde está el asceta Go-
tama y, cuando lleguemos allí, preguntémosle acerca de este tema.
Lo que el asceta Gotama nos responda, lo mantendremos en nues-
tras mentes”.
“Bien, amigo”, respondió el joven brahmán Bharadvaja, aceptan-
do la propuesta del joven brahmán Vasettha.
[8] Acto seguido, el joven brahmán Vasettha y el joven brahmán
Bharadvaja fueron al lugar donde moraba el Bienaventurado, se
acercaron a él, le rindieron homenaje y se sentaron a un lado. Es-
tando sentados allí, el joven brahmán Vasettha dijo al Bienaventu-
rado:
“Mientras hacíamos ejercicios, caminando de uno a otro lado, sur-
gió entre nosotros una discusión acerca del sendero verdadero y
falso. Yo dije: ‘Este es el único sendero, este es el verdadero sen-
dero de salvación que conduce a la unión con el Brahma, el que
enseña el brahmán Pokkharasadi’; mientras que Bharadvaja dijo:
‘Este es el único sendero, este es el verdadero sendero de salva-
ción que conduce a la unión con el Brahma, el que enseña el brah-
mán Tarukkha’. Fue sobre este tema la disputa, la discusión, la di-
ferencia de opinión entre nosotros”.
[9] “Dices, Vasettha, que dijiste: ‘Este es el único sendero… el
que enseña el brahmán Pokkharasadi’, y que Bharadvaja dijo:
‘Este es el único sendero… el que enseña el brahmán Tarukkha’,
entonces, ¿cuál es la disputa, la discusión, la diferencia de opinión

296 Digha Nikaya


entre vosotros?”.
[10] “Es concerniente al sendero verdadero y falso, maestro Gota-
ma. Los diferentes brahmanes enseñan diferentes senderos. Lo
que enseñan los brahmanes Addhariya, Tittiriya, Chandoka, Chan-
dava y Bavharija, ¿son todos estos, senderos de salvación? ¿Son
todos estos, senderos que conducen al estado de unión con el
Brahma?
“Al igual que alrededor de un pueblo o una ciudad, se encuentran
varios caminos y todos ellos conducen al mismo pueblo, así tam-
bién, maestro Gotama, hay diferentes brahmanes que enseñan di-
ferentes senderos: los brahmanes Addhariya, Tittiriya, Chandoka,
Chandava, Bavharija. ¿Son todos estos, senderos de salvación?
¿Son todos estos, senderos que conducen al estado de unión con el
Brahma?”.
[11] “¿Dices que conducen, Vasettha?”.
“Sí, maestro Gotama”.
“¿Seguro que dices que conducen, Vasettha?”.
“Sí, maestro Gotama”.
“¿Dices que realmente conducen, Vasettha?”.
“Sí, maestro Gotama”.
[12] “Pero, Vasettha, ¿hay entre estos brahmanes, versados en los
Tres Vedas, aunque sea uno solo que haya visto al Brahma cara a
cara?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
“Pero entonces, ¿hay entre los maestros de estos brahmanes, ver-
sados en los Tres Vedas, aunque sea uno solo que haya visto al
Brahma cara a cara?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
“Pero entonces, ¿hay entre los pupilos de estos maestros de los

Tevijja Sutta 297


brahmanes, versados en los Tres Vedas, aunque sea uno solo que
haya visto al Brahma cara a cara?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
“Pero entonces, ¿hay entre las siete generaciones de los maestros
de estos brahmanes, versados en los Tres Vedas, aunque sea uno
solo que haya visto al Brahma cara a cara?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[13] ¿Y qué me dices en consideración a los sabios y brahmanes,
versados en los Tres Vedas, que fueron autores de los versos, que
expusieron los mantras, aquellas antiguas palabras que los brah-
manes de hoy cantan una y otra vez, y las repiten, las entonan y
recitan exactamente como han sido entonadas y recitadas; aque-
llos como Atthaka, Vamaka, Vamadeva, Vessamitta, Yamataggi,
Angirasa, Bharadvaja, Vasettha, Kassapa y Bhagu? ¿Cantan ellos
diciendo esto: ‘Nosotros lo conocimos y lo vimos, cuándo y dónde
apareció el Brahma’?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[14] “Entonces dices, Vasettha, que no hay brahmán alguno, ni su
maestro, ni pupilo alguno, ni siquiera nadie en siete generaciones
que haya visto al Brahma cara a cara. Incluso aquellos sabios anti-
guos que fueron autores de los versos, que expusieron los mantras,
aquellas antiguas palabras que los brahmanes de hoy cantan una y
otra vez, y las repiten, las entonan y recitan exactamente como
han sido entonadas y recitadas; incluso ellos reconocen no haber
conocido ni visto esto, cuándo y dónde el Brahma apareció.
¿Cómo es, entonces, que los brahmanes, versados en los Tres Ve-
das, pueden realmente decir: ‘En consideración con lo que no co-
nocemos, en consideración con lo que no vimos, podemos mostrar
el sendero que conduce al estado de unión con aquello, de lo cual
decimos: «Este es el único sendero, este es el verdadero sendero
de salvación que conduce a la unión con el Brahma»’?
“¿Qué opinas, Vasettha? Siendo eso así, ¿no se concluye que lo

298 Digha Nikaya


que dicen estos brahmanes, por más versados en los Tres Vedas
que sean, se torna en algo tonto?”.
“Ciertamente, maestro Gotama, se concluye que lo que dicen estos
brahmanes, por más versados en los Tres Vedas que sean, se torna
en algo tonto”.
[15] “Vasettha, aquellos brahmanes, versados en los Tres Vedas,
pretenden ser capaces de mostrar el camino hacia un estado de
unión que ellos nunca conocieron ni vieron: pero tal cosa es impo-
sible.
“Es como si una fila de ciegos, pegados uno al otro, se desplazara
hacia adelante: el primero no vería nada, el del medio no vería
nada y el último tampoco vería algo. De la misma manera, Va-
settha, las palabras de estos brahmanes versados en los Tres Ve-
das, son como una charla de ciegos: el primero no pudiendo ver, el
del medio no pudiendo ver y el último tampoco pudiendo ver
algo. De este modo, las palabras de estos brahmanes versados en
los Tres Vedas se tornan ridículas, son palabras vacías y vanas,
mera palabrería.
[16] “Ahora bien, Vasettha, ¿qué opinas? ¿Pueden los brahmanes,
versados en los Tres Vedas –al igual que la otra gente común y co-
rriente– ver la luna y el sol cuando rezan, alaban y adoran, vol-
viéndose con las manos juntadas hacia los lugares en los cuales
[estos astros] se elevan y establecen?”.
“Ciertamente sí, maestro Gotama”.
[17] “Y, ¿qué opinas, Vasettha? Los brahmanes, versados en los
Tres Vedas, que pueden ver muy bien –al igual que la otra gente
común y corriente– la luna y el sol cuando rezan, alaban y adoran,
volviéndose con las manos juntadas hacia los lugares en los cuales
[estos astros] se elevan y se establecen, pueden aquellos brahma-
nes versados en los Tres Vedas ¿ser capaces de apuntar a un cami-
no que conduzca al estado de unión con la luna y el sol y decir:
‘Este es el único sendero, este es el verdadero sendero de salva-

Tevijja Sutta 299


ción que conduce a la unión con el sol y la luna’”?
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[18] “Entonces, Vasettha, afirmas que los brahmanes no son capa-
ces de apuntar a un camino que conduzca al estado de unión con
la luna y el sol –los cuales ven– y, por otro lado, afirmas que nin-
guno de ellos, ninguno de sus maestros ni pupilos, nadie en siete
generaciones de sus predecesores ha visto al Brahma cara a cara;
incluso afirmas que aquellos sabios antiguos que fueron autores de
los versos, que expusieron los mantras, aquellas antiguas palabras
que los brahmanes de hoy cantan una y otra vez –y las repiten, las
entonan y recitan exactamente como han sido entonadas y recita-
das– ni siquiera ellos reconocen ni han conocido ni visto cómo,
cuándo y dónde el Brahma apareció. Con todo esto, esos brahma-
nes, versados en los Tres Vedas, dicen que pueden apuntar un ca-
mino que conduce a la unión [con algo], que jamás conocieron ni
vieron. Entonces, ¿qué opinas, Vasettha? ¿No se concluye que lo
que dicen estos brahmanes, por más versados en los Tres Vedas
que sean, se torna en algo tonto?”.
“Ciertamente, maestro Gotama, se concluye que lo que dicen estos
brahmanes, por más versados en los Tres Vedas que sean, se torna
en algo tonto”.
[19] “Vasettha, aquellos brahmanes, versados en los Tres Devas,
pretenden ser capaces de mostrar el camino hacia un estado de
unión que ellos nunca conocieron ni vieron: pero tal cosa es impo-
sible.
“Esto es, Vasettha, como si un hombre dijera: ‘Voy a buscar y
amar a la mujer más hermosa de la tierra’; pero si le gente le dije-
ra: ‘Bien, amigo, en cuanto a esta mujer más hermosa de la tierra,
la cual vas a ir a buscar y amar, ¿sabes si esta mujer es una mujer
de la nobleza, de la clase de los brahmanes, una mujer de los mer-
cantes o una de la clase baja?’, él respondería: ‘No’. Y si la gente
le preguntara: ‘Bien, amigo, pero entonces, en cuanto a esta mujer

300 Digha Nikaya


más hermosa de la tierra, la cual vas a ir a buscar y amar, ¿cono-
ces su nombre o sabes los nombres de sus familiares, aunque sea
si ella es de baja estatura, mediana o alta, si es morena, de color
regular o de oro, en qué ciudad o pueblo vive?’, él respondería:
‘No’. En este caso, si la gente dijese: ‘Entonces, amigo, amas y
anhelas a alguien que nunca has visto’, él tendría que responder:
‘Sí’.
“Entonces, ¿qué opinas, Vasettha? ¿No se concluye que lo que
dice este hombre se torna en algo tonto?”.
“Ciertamente, maestro Gotama, se concluye que lo que dice este
hombre se torna en algo tonto”.
[20] “Entonces, Vasettha, afirmas que los brahmanes no son capa-
ces de apuntar a un camino que conduzca al estado de unión con
la luna y el sol, los cuales ven… ¿No se concluye que lo que dicen
estos brahmanes, por más versados en los Tres Vedas que sean, se
torna en algo tonto?” .
“Ciertamente, maestro Gotama, se concluye que lo que dicen estos
brahmanes, por más versados en los Tres Vedas que sean, se torna
en algo tonto”.
“Vasettha, aquellos brahmanes, versados en los Tres Devas, pre-
tenden ser capaces de mostrar el camino hacia un estado de unión
[con algo] que ellos nunca conocieron ni vieron: pero tal cosa es
imposible.
[21] “Esto es, Vasettha, como si un hombre construyera una esca-
lera del palacio en una encrucijada. Y si la gente le preguntara:
‘En cuanto a este palacio, para el cual estás construyendo esa es-
calera, ¿sabes si apunta hacia el oeste, hacia el sur, hacia el este o
hacia el norte? ¿Sabes si es alto, bajo o de altura mediana?’, él res-
pondería: ‘No’. En este caso, si la gente le dijese: ‘Pero, amigo,
estás haciendo una escalera a ser levantada en un palacio que nun-
ca conociste ni viste’, él tendría que responder: ‘Sí’.
“Entonces, ¿qué opinas, Vasettha? ¿No se concluye que lo que

Tevijja Sutta 301


dice este hombre se torna en algo tonto?”.
“Ciertamente, maestro Gotama, se concluye que lo que dice este
hombre se torna en algo tonto”.
[22] “Entonces, Vasettha, afirmas que los brahmanes no son capa-
ces de apuntar a un camino que conduzca al estado de unión con
la luna y el sol, los cuales ven… ¿No se concluye que lo que dicen
estos brahmanes, por más versados en los Tres Vedas que sean, se
torna en algo tonto?”.
“Ciertamente, maestro Gotama, se concluye que lo que dicen estos
brahmanes, por más versados en los Tres Vedas que sean, se torna
en algo tonto”.
[23] “Vasettha, aquellos brahmanes, versados en los Tres Devas,
pretenden ser capaces de mostrar el camino hacia un estado de
unión [con algo] que ellos nunca conocieron ni vieron: pero tal
cosa es imposible.
[24] “Esto es, Vasettha, como si este río Aciravati estuviera lleno
de agua hasta los bordes, incluso sobrepasándolos, y un hombre
que, teniendo un negocio en el otro lado –con su destino en el otro
lado, dirigido hacia el otro lado, queriendo cruzar al otro lado–, se
parase en este lado e invocase la otra orilla diciendo: ‘¡Ven aquí,
oh orilla lejana! ¡Ven hacia este lado!’.
“¿Qué opinas, Vasettha? ¿Cruzaría la orilla lejana hacia este lado,
debido a la invocación, pedido, deseo y suplica de aquel
hombre?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[25] “De la misma manera, Vasettha, estos brahmanes versados en
los Tres Vedas –omitiendo la práctica, de aquellas cualidades, que
realmente hacen al hombre un brahmán y adoptando la práctica,
de aquellas cualidades, que en realidad no convierten a los hom-
bres en brahmanes–, dicen así: ‘Indra, te hacemos un llamado;
Soma, te hacemos un llamado; Varuna, te hacemos un llamado;

302 Digha Nikaya


Isana, te hacemos un llamado; Pajapati, te hacemos un llamado;
Brahma, te hacemos un llamado; Mahiddhi, te hacemos un llama-
do; Yama, te hacemos un llamado’. Estos brahmanes, Vasettha,
versados en los Tres Vedas –pero que omiten la práctica, de aque-
llas cualidades, que realmente hacen al hombre un brahmán y
adoptan la práctica, de aquellas cualidades, que en realidad no
convierten a los hombres en brahmanes–, ellos, debido a la invo-
cación, pedido, deseo y suplica, con la disolución del cuerpo des-
pués de la muerte, pretenden llegar a la unión con el Brahma: pero
tal cosa es imposible.
[26] “Esto es, Vasettha, como si este río Aciravati estuviera lleno
de agua hasta los bordes, incluso sobrepasándolos, y un hombre
que, teniendo un negocio en el otro lado –con su destino en el otro
lado, dirigido hacia el otro lado, queriendo cruzar al otro lado–,
estuviese fuertemente atado con los brazos atrás con una cadena
fuerte. ¿Qué opinas, Vasettha? ¿Sería aquel hombre capaz de cru-
zar el río Aciravati de una orilla a la otra?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[27] “De la misma manera, Vasettha, hay estas cinco cuerdas de
los deseos sensoriales, las cuales han sido llamadas –en la Disci-
plina de los Nobles– como ‘cadenas’ y ‘ligaduras’. Y, ¿cuáles son
esas cinco?
“Las formas perceptibles por el ojo: deseables, agradables, placen-
teras, atractivas, que despiertan el deseo y generan el deleite. Los
sonidos perceptibles por el oído… Los olores perceptibles por la
nariz… Los sabores perceptibles por la lengua… Las sensaciones
táctiles perceptibles por el cuerpo: deseables, agradables, placen-
teras, atractivas, que despiertan el deseo y generan el deleite. Estas
son las cinco cuerdas de los deseos sensoriales, que han sido lla-
madas –en la Disciplina de los Nobles– como ‘cadenas’ y ‘ligadu-
ras’. Y los brahmanes, versados en los Tres Vedas, Vasettha, ape-
gados a estas cinco cuerdas de los placeres sensuales, se enamoran
de ellas, se unen a ellas, no ven el peligro de ellas y, no conocien-

Tevijja Sutta 303


do lo poco fiable que son, disfrutan de ellas.
[28] “Y estos brahmanes, versados en los Tres Vedas, Vasettha –
omitiendo la práctica, de aquellas cualidades, que realmente hacen
al hombre un brahmán y adoptando la práctica de aquellas cuali-
dades que en realidad no convierten a los hombres en brahmanes–,
se apegan a estas cinco cuerdas de los placeres sensuales, se ena-
moran de ellas, se unen a ellas, no ven el peligro de ellas y, no co-
nociendo lo poco fiable que son, disfrutan de ellas. Ellos, con la
disolución del cuerpo después de la muerte, pretenden llegar a la
unión con el Brahma: pero tal cosa es imposible.
[29] “Esto es, Vasettha, como si este río Aciravati estuviera lleno
de agua hasta los bordes, incluso sobrepasándolos, y un hombre
que, teniendo un negocio en el otro lado –con su destino en el otro
lado, dirigido hacia el otro lado, queriendo cruzar al otro lado–,
estuviera ligado a este lado con un chal y cubierto con él hasta la
cabeza. ¿Qué opinas, Vasettha? ¿Sería aquel hombre capaz de cru-
zar el río Aciravati de una orilla a la otra?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[30] “De la misma manera, Vasettha, hay estos cinco impedimen-
tos, los cuales han sido llamados –en esta Disciplina de los No-
bles– como “obstáculos”, “impedimentos”, “obstrucciones” y “en-
redos”. Y, ¿cuáles son esos cinco? El impedimento del deseo sen-
sorial, el impedimento de la animadversión, el impedimento de la
pereza y somnolencia, el impedimento de la preocupación y re-
mordimiento, y el impedimento de la duda. Estos son los cinco
impedimentos, los cuales han sido llamados –en esta Disciplina de
los Nobles– como “obstáculos”, “impedimentos”, “obstrucciones”
y “enredos”.
“Y estos brahmanes, versados en los Tres Vedas, Vasettha, están
obstaculizados, impedidos, obstruidos y enredados con estos cinco
impedimentos.
“Además, Vasettha, estos brahmanes versados en los Tres Vedas –

304 Digha Nikaya


omitiendo la práctica de aquellas cualidades que realmente hacen
al hombre un brahmán y adoptando la práctica de aquellas cuali-
dades que en realidad no convierten a los hombres en brahmanes–,
están obstaculizados, impedidos, obstruidos y enredados con estos
cinco impedimentos. Ellos, con la disolución del cuerpo después
de la muerte, pretenden llegar a la unión con el Brahma: pero tal
cosa es imposible.
[31] “Ahora bien, ¿qué opinas, Vasettha, y qué escuchaste de los
brahmanes ancianos, los bien avanzados en edad, cuando los estu-
diantes y los maestros están charlando juntos? ¿Posee el Brahma
mujeres y riquezas, o no?”.
“No, maestro Gotama”.
“Y su mente, ¿está llena de ira o es libre de ira?”.
“Es libre de ira, maestro Gotama”.
“Y su mente, ¿está llena de animadversión o es libre de animad-
versión?”.
“Es libre de animadversión, maestro Gotama”.
“Y su mente, ¿está estorbada o es pura?”.
“Es pura, maestro Gotama”.
“Y, ¿tiene él auto-dominio o no lo tiene?”.
“Lo tiene, maestro Gotama”.
[32] “Ahora bien, ¿qué opinas, Vasettha? ¿Poseen los brahmanes,
versados en los Tres Vedas, mujeres y riquezas, o no?”.
“Sí las poseen, maestro Gotama”.
“Y sus mentes, ¿tienen ira o están libre de ira?”.
“Tienen ira, maestro Gotama”.
“Y sus mentes, ¿tienen animadversión o están libre de animadver-
sión?”.

Tevijja Sutta 305


“Tienen animadversión, maestro Gotama”.
“Y sus mentes, ¿están estorbadas o son puras?”.
“Están estorbadas, maestro Gotama”.
“Y, ¿tienen ellos auto-dominio o no lo tienen?”.
“No lo tienen, maestro Gotama”.
[33] “Vasettha, afirmas que los brahmanes están en posesión de
mujeres y riquezas, mientras que el Brahma no. Entonces, ¿hay al-
gún parecido, hay algo en común entre los brahmanes que poseen
mujeres y riquezas, y el Brahma que no tiene estas cosas?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[34] “Bien, Vasettha, así que aquellos brahmanes versados en los
Tres Vedas, que viven en matrimonio y en riqueza, con la disolu-
ción del cuerpo después de la muerte, pretenden unirse con el
Brahma que no tiene estas cosas: pero tal cosa es imposible.
[35] “Vasettha, afirmas también que los brahmanes tienen ira en
sus mentes… tienen animadversión en sus mentes… sus mentes
están estorbadas... no tienen auto-dominio; mientras que el Brah-
ma, no tiene ira… no tiene animadversión… su mente es pura…
tiene auto-dominio. Entonces, ¿hay algún parecido, hay algo en
común entre los brahmanes que no tienen auto-dominio y el Brah-
ma que sí lo tiene?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama”.
[36] “Bien, Vasettha, así que aquellos brahmanes versados en los
Tres Vedas, que no tienen auto-dominio, con la disolución del
cuerpo después de la muerte, pretenden unirse con el Brahma que
lo tiene: pero tal cosa es imposible. Así que ellos, cuando se sien-
tan, en realidad se hunden, y así, hundiéndose, llegan a la desespe-
ración, pensando que están cruzando hacia una tierra más feliz. Es
por eso que el triple conocimiento de los brahmanes, la sabiduría
de sus Tres Vedas, se llama un triple desierto sin agua, una triple

306 Digha Nikaya


jungla sin sendero y una triple perdición”.
[37] Cuando se dijo esto, el joven brahmán Vasettha dijo al Biena-
venturado: “He escuchado, maestro Gotama, que usted sí conoce
el camino al estado de unión con el Brahma”.
“¿Qué piensas, Vasettha? ¿Está Manasakata cerca de aquí o está
lejos?”.
“Está cerca, maestro Gotama, no está lejos”.
“Y, ¿qué opinas, Vasettha? Imagina a un hombre nacido en Mana-
sakata, un hombre que vivió toda su vida en Manasakata, y si la
gente le preguntase por el camino hacia Manasakata, este hombre
nacido y criado en Manasakata, ¿tendría dudas o dificultades [en
responder]?”.
“Ciertamente no, maestro Gotama. Y, ¿por qué así? Porque para
un hombre nacido y crecido en Manasakata, cada camino que con-
duce a esa ciudad le es perfectamente familiar”.
[38] “Pero, hasta aquel hombre, Vasettha, nacido y crecido en Ma-
nasakata, podría tener duda y dificultad si fuese preguntado por el
camino a Manasakata, pero el Tathagata, cuando es preguntado
acerca del sendero que conduce al mundo del Brahma, jamás ten-
dría dudas ni dificultades [en responder]. Por eso yo conozco, Va-
settha, al Brahma, el mundo del Brahma y el sendero que conduce
al mundo del Brahma. Lo conozco como alguien que ha entrado
en el mundo del Brahma y que ha nacido allí”.
[39] Cuando se dijo esto, el joven brahmán Vasettha dijo al Biena-
venturado: “He escuchado esto, maestro Gotama, que el asceta
Gotama conoce el camino del estado de unión con el Brahma.
¡Excelente! ¡Que el maestro Gotama me muestre el camino que
conduce al estado de la unión con el Brahma! ¡Que el maestro Go-
tama salve la casta de los brahmanes!”.
“Entonces escucha, Vasettha, y presta atención que voy a hablar”.
“Sí, Venerable Señor”, respondió el joven brahmán Vasettha y el

Tevijja Sutta 307


Bienaventurado continuó:
[40-75] “He aquí, Vasettha, el Tathagata surgió en el mundo, un
Arahant, un Perfectamente Iluminado, realizado en el verdadero
conocimiento y la conducta, el Afortunado, el conocedor del mun-
do, incomparable líder de los que han de ser amansados, el maes-
tro de los devas y los seres humanos, el Iluminado, el Bienaventu-
rado. Él, habiéndolo descubierto por sí mismo y con el conoci-
miento directo, lo proclama en este mundo con sus devas, Maras y
Brahmas, sus príncipes y la gente común. Enseña el Dhamma que
es agradable desde el principio, agradable en el medio y agradable
al final, tanto en su contenido como en la forma, y despliega una
vida santa completamente purificada y perfecta.
“Un hombre hogareño o hijo de hombre hogareño, o alguien que
ha renacido desde un hogar a otro, al escuchar este Dhamma, ob-
tiene la fe en el Tathagata… [se repite la porción del DN 2,41-
75].
[76] He aquí que luego el monje permanece impregnando un cua-
drante con la mente imbuida de amor benevolente. De la misma
forma el segundo, tercero y cuarto cuadrante, tanto por encima
como por debajo, alrededor y en todas partes, para todos como
para sí mismo, permanece impregnando el mundo entero con la
mente imbuida de amor benevolente; [con la mente] abundante,
exaltada, inconmensurable, sin hostilidad ni animadversión.
[77] “Al igual que un poderoso trompetista puede hacerse escu-
char sin dificultad en cada una de las cuatro direcciones, así, a tra-
vés de este profundo sentir del amor benevolente, Vasettha, a tra-
vés de la liberación de la mente mediante el amor benevolente, no
deja nada que tenga forma o vida sin tocar ni afectar [por este
amor]. Este es, Vasettha, lo declaro yo, el camino para el estado de
unión con el Brahma”.
[78-79] “Además, Vasettha, luego permanece impregnando un
cuadrante con la mente imbuida de compasión… de gozo altruis-

308 Digha Nikaya


ta… de ecuanimidad. De la misma forma el segundo, tercero y
cuarto cuadrante, tanto por encima como por debajo, alrededor y
en todas partes, para todos como para sí mismo, permanece im-
pregnando el mundo entero con la mente imbuida de ecuanimidad;
[con la mente] abundante, exaltada, inconmensurable, sin hostili-
dad ni animadversión.
“Al igual que un poderoso trompetista puede hacerse escuchar sin
dificultad en cada una de las cuatro direcciones, así, a través de
este profundo sentir de la ecuanimidad, Vasettha, a través de la li-
beración de la mente mediante la ecuanimidad, no deja nada que
tenga forma o vida sin tocar ni afectar [por esta ecuanimidad].
Este es, Vasettha, lo declaro yo, el camino para el estado de unión
con el Brahma”.
[80] “Ahora bien, ¿qué opinas, Vasettha? Un monje que mora así,
¿posee mujeres y riquezas, o no?”.
“No, maestro Gotama”.
“Y su mente, ¿está llena de ira o es libre de ira?”.
“Es libre de ira, maestro Gotama”.
“Y su mente, ¿está llena de animadversión o es libre de animad-
versión?”.
“Es libre de animadversión, maestro Gotama”.
“Y su mente, ¿está estorbada o es pura?”.
“Es pura, maestro Gotama”.
“Y, ¿tiene él auto-dominio o no lo tiene?”.
“Lo tiene, maestro Gotama”.
[81] “Vasettha, afirmas que aquel monje es libre de las tareas ho-
gareñas y mundanas, y que el Brahma también lo es. Entonces,
¿hay algún parecido, hay algo en común entre aquel monje y el
Brahma?”.

Tevijja Sutta 309


“Ciertamente sí, maestro Gotama”.
“Bien, Vasettha, así que aquel monje, que es libre de las tareas ho-
gareñas y mundanas, con la disolución del cuerpo después de la
muerte, podría unirse con el Brahma que también es libre de estas
cosas: y tal cosa es muy posible.
“Además, Vasettha, afirmas también que aquel monje no tiene ira
en su mente… no tiene animadversión en su mente… su mente es
pura... tiene auto-dominio, al igual que el Brahma. Entonces, ¿hay
algún parecido, hay algo en común entre aquel monje que tiene
auto-dominio y el Brahma que también lo tiene?”.
“Ciertamente sí, maestro Gotama”.
“Bien, Vasettha, así que aquel monje que no tiene ira en su men-
te… no tiene animadversión en su mente… su mente es pura... tie-
ne auto-dominio, al igual que el Brahma, con la disolución del
cuerpo después de la muerte, podría unirse con el Brahma que
también es libre de estas cosas: y tal cosa es muy posible”.
[82] Cuando se dijo esto, el joven brahmán Vasettha dijo al Biena-
venturado: “¡Excelente, maestro Gotama! ¡Excelente, maestro Go-
tama! El maestro Gotama esclareció el Dhamma de diferentes ma-
neras, como si enderezara lo que estaba torcido, revelara lo que
estaba oculto, mostrara el camino a los que estaban perdidos o
sostuviera una lámpara, en medio de la oscuridad, de manera tal
que los de buena vista pudieran ver las formas. Ahora voy por re-
fugio al maestro Gotama, al Dhamma y al Sangha de los monjes.
Que el maestro Gotama me considere como su seguidor laico a
partir de ahora, que ha ido por refugio de por vida”.

310 Digha Nikaya


Índice

Silakkhandhavagga - División sobre la moral................................3


Introducción..................................................................................5
1. DN 1-13 Silakkhandhavagga - La división concerniente a la
moral..........................................................................................8
1.1. DN 1 Brahmajala Sutta - Discurso de la red del Brahma
...............................................................................................8
1.2. DN 2 Samannaphala Sutta - Discurso sobre los frutos de
la vida contemplativa..........................................................10
1.3. DN 3 Ambattha Sutta - Discurso con Ambattha...........11
1.4. DN 4 Sonadanda Sutta - Discurso con Sonadanda.......11
1.5. DN 5 Kutadanta Sutta – Discurso con Kutadanta........12
1.6. DN 6 Mahali Sutta – Discurso con Mahali..................12
1.7. DN 7 Jaliya Sutta – Discurso con Jaliya......................13
1.8. DN 8 Mahasihanada Sutta – Gran discurso de rugido
del león................................................................................13
1.9. DN 9 Potthapada Sutta – Discurso con Potthapada.....13
1.10. DN 10 Subha Sutta – Discurso con Subha.................13
1.11. DN 11 Kevaddha Sutta – Discurso con Kevaddha.....14
1.12. DN 12 Lohicca Sutta – Discurso con Lohicca...........14
1.13. DN 13 Tevijja Sutta – Discurso sobre el triple
conocimiento.......................................................................15
2. DN 14-23 Mahavagga - La Gran División..........................15
2.1. DN 14 Mahapadana Sutta - Gran discurso sobre el
linaje....................................................................................15
2.2. DN 15 Mahanidana Sutta – Gran discurso sobre el
origen...................................................................................16
2.3. DN 16 Mahaparinibbana Sutta - Gran discurso sobre el
Nibbana final.......................................................................16
2.4. DN 17 Mahasudassana Sutta – Discurso sobre el gran

Índice 311
esplendor.............................................................................18
2.5. DN 18 Janavasabha Sutta – Discurso del Janavasabha18
2.6. DN 19 Mahagovinda Sutta – Discurso del Gran
Camarero.............................................................................18
2.7. DN 20 Mahasamaya Sutta – Discurso de la Gran
Asamblea.............................................................................19
2.8. DN 21 Sakkapanha Sutta - Discurso sobre las preguntas
de Sakka..............................................................................19
2.9. DN 22 Mahasatipatthana Sutta - Gran discurso sobre los
establecimientos de la atención consciente.........................19
2.10. DN 23 Payasi Sutta – Discurso con Payasi................20
3. DN 24-34 Pathikavagga - La división del Pathika...............21
3.1. DN 24 Pathika Sutta – Discurso con Pathika...............21
3.2. DN 25 Udumbarikasihanada Sutta – Discurso del
rugido del león de los Udumbarikas....................................21
3.3. DN 26 Cakkavattisihanada Sutta – Discurso sobre el
Monarca Universal..............................................................22
3.4. DN 27 Agganna Sutta – Discurso sobre el conocimiento
de los principios..................................................................22
3.5. DN 28 Sampasadaniya Sutta – Discurso sobre la
confianza serena..................................................................22
3.6. DN 29 Pasadika Sutta – Discurso deleitoso.................23
3.7. DN 30 Lakkhana Sutta – Discurso de las marcas del
Gran Hombre.......................................................................23
3.8. DN 31 Sigalaka (Sigalovada o Singala) Sutta –
Discurso con Sigalaka.........................................................24
3.9. DN 32 Atanatiya Sutta – Discurso del Atanatiya.........24
3.10. DN 33 Sangiti Sutta – Discurso sobre cantar juntos. .24
3.11. DN 34 Dasuttara Sutta – Discurso sobre la expansión
de las décadas......................................................................25
Brahmajala Sutta..........................................................................1
1. Paribbajakakatha Porción con los ascetas mendicantes.........3
2. Sila – Moralidad.....................................................................5
2.1. Culasila – Sección breve de la moralidad......................5

312 Digha Nikaya


2.2. Majjhimasila - Sección intermedia de la moralidad.......7
2.3. Mahasila - Gran sección de la moralidad.....................11
3. Ditthi - Puntos de vista.........................................................14
3.1. Pubbantakappika - Puntos de vista acerca del pasado..14
3.1.1. Sassatavada – Eternalismo [Puntos de vista I-IV]15
3.1.2. Ekaccassatavada - Eternalismo parcial [Puntos de
vista V-VIII]....................................................................18
3.1.3. Antanantavada - Finitismo e infinitismo [Puntos de
vista IX-XII]...................................................................23
3.1.4. Amaravikkhepavada – Relativismo [Puntos de
vista XIII-XVI]...............................................................26
3.1.5. Adhiccasamuppannavada - Origen casual [Puntos
de vista XVII-XVIII]......................................................29
3.2. Aparantakappika - Puntos de vista acerca del futuro.. .31
3.2.1. Sannivada - La percepción [después de la muerte]
[Puntos de vista XIX-XXXIV].......................................31
3.2.2. Asannivada - La no percepción [después de la
muerte] [Puntos de vista XXXV- XLII].........................32
3.2.3. Nevasanninasannivadavada - Ni percepción ni no-
percepción [Puntos de vista XLIII-L].............................33
3.2.4. Ucchedavada – Anihilacionismo [Puntos de vista
LI-LVII]..........................................................................34
3.2.5. Ditthadhammanibbanavada - Creencia en el
Nibbana aquí y ahora [Puntos de vista LVIII-LXII].......37
4. Attalokapannattivathu - Conceptos mundanos sobre el alma
..................................................................................................39
4.1. Paritassitavipphanditavara - Preocupación y vacilación
.............................................................................................39
4.2. Phassapaccayavara – Condicionado por el contacto....42
4.3. Netamthanamvijjativara - Es imposible [la sensación sin
contacto]..............................................................................43
4.4. Ditthigatikadhitthanavattakatha - A dónde conducen los
puntos de vista.....................................................................44
5. Vivattakathadi- Ir más allá [de los puntos de vista].............44

Índice 313
Samannaphala Sutta...................................................................47
1. Rajamaccakatha - Porción con el rey...................................49
2. Komarabhaccajivakakatha - Porción con Jivaka
Komarabhacca..........................................................................50
3. Samannphalapuccha - Preguntas sobre los frutos de la vida
contemplativa...........................................................................52
3.1. Puranakassapavada - Teoría de Purana Kassapa..........53
3.2. Makkhaligosalavada - Teoría de Makkhali Gosala......55
3.3. Ajitakesakambalavada - Teoría de Ajita Kesakambala 57
3.4. Pakudhakaccayanavada - Teoría de Pakudha Kaccayana
.............................................................................................58
3.5. Niganthanataputtavada - Teoría de Nigantha Nataputta
.............................................................................................59
3.6. Sankayabelatthaputtavada - Teoría de Sankaya
Belatthaputta........................................................................60
4. Samannaphala - Los frutos de la vida contemplativa..........63
4.1. Pathamasanditthikasamannaphala - El primer fruto
visible de la vida contemplativa..........................................63
4.2. Dutiyasanditthikasamannaphala - El segundo fruto
visible de la vida contemplativa..........................................65
4.3. Panitatarasamannaphala - Los frutos superiores de la
vida contemplativa..............................................................66
4.3.1. Sila – Moralidad...................................................67
4.3.1.1. Culasila - Sección menor de la moral...........67
4.3.1.2. Majjhimasila - Sección mediana de la moral70
4.3.1.3. Mahasila - Gran sección de la moral............73
4.3.2. Samaddhi - Concentración...................................77
4.3.2.1. Indriyasamvara - Restricción de los sentidos
...................................................................................77
4.3.2.2. Satisampajanna - Atención consciente y clara
comprensión...............................................................78
4.3.2.3. Santosa - Contentamiento.............................78
4.3.2.4. Nivaranappahana - Abandono de los
obstáculos...................................................................78

314 Digha Nikaya


4.3.2.5. Pathamajhana - El primer jhana....................81
4.3.2.6. Dutiyajhana - El segundo jhana....................81
4.3.2.7. Tatiyajhana - El tercer jhana.........................82
4.3.2.8. Catutthajhana - El cuarto jhana.....................83
4.3.3. Atthananna - Los ocho conocimientos.................83
4.3.3.1. Vipassananana - Conocimiento perspicaz.....83
4.3.3.2. Manomayiddhinana - El cuerpo hecho por la
mente..........................................................................84
4.3.3.3. Iddhividhanana - Varios poderes espirituales
...................................................................................85
4.3.3.4. Dibbasotanana - El oído divino....................86
4.3.3.5. Cetopariyanana - Lectura de la mente..........86
4.3.3.6. Pubbenivasanussatinana - Recuerdos de las
vidas pasadas..............................................................88
4.3.3.7. Dibbacakkunana - Ojo divino.......................89
4.3.3.8. Asavakkhayanana - Fin de las impurezas.....90
5. Ajatasattuutupasakattapativedana - La conversión de
Ajatasattu en un seguidor laico................................................91
Ambattha Sutta...........................................................................93
1. Episodio de Pokkharasati.....................................................95
2. El joven brahmán Ambattha fue a donde se encontraba el
Bhagavant................................................................................97
4. El origen de la familia Kanhayana.....................................101
5. Aquel Kanha fue un gran sabio..........................................104
6. El kshatriya es superior entre aquellos hombres................106
7. La sabiduría y la buena conducta.......................................109
Exposición pequeña de la disciplina moral.......................111
Exposición media de la disciplina moral...........................113
Exposición grande de la disciplina moral..........................117
El control de los sentidos..................................................120
La autoconciencia surgida de la atención..........................121
La satisfacción...................................................................122
El abandono de los obstáculos..........................................122
La primera meditación......................................................125

Índice 315
La segunda meditación......................................................125
La tercera meditación........................................................126
La cuarta meditación.........................................................127
El conocimiento intuitivo..................................................127
El conocimiento de los poderes mentales.........................128
El conocimiento de las clases de poderes extraordinarios 129
El conocimiento del oído divino.......................................130
El conocimiento de los pensamientos de los otros............131
El conocimiento de las existencias anteriores...................132
Conocimiento del ojo divino.............................................133
El conocimiento de la destrucción de las impurezas.........135
Las cuatro formas de apartarse del incomparable logro de la
sabiduría y de la buena conducta.......................................137
8. El camino de los antiguos sabios.......................................140
9. Ambattha fue a donde se encontraba Pokkharasati............143
10. Pokkharasati fue a donde se encontraba Buda.................145
Sonadanda Sutta.......................................................................149
1. Campeyyakabrahmanagahapatika - Los hombres de la casta
brahmánica de Campa............................................................151
2. Sonadandagunakatha - Porción con las cualidades de
Sonadanda..............................................................................152
3. Buddhagunakakatha - Porción con las cualidades del Buddha
................................................................................................153
4. Sonadandaparivitakko - La reflexión de Sonadanda.........156
5. Brahmanapannatti - La sabiduría de los hombres de la casta
brahmánica.............................................................................157
6. Silapannakatha - La sabiduría y la moral...........................161
7. Sonadanḍaupasakattapativedana - Sonadanda se convierte
en el seguidor laico................................................................163
Kutadanta Sutta........................................................................165
1. Khanumatakabrahmanagahapatika - Los hombres de la casta
brahmánica de Khanumata.....................................................167
2. Kutadantagunakatha - Porción con las cualidades de
Kutadanta...............................................................................169

316 Digha Nikaya


3. Buddhagunakatha - Porción con las cualidades del Buda. 170
4. Mahavijitarajayannakatha - Historia del rey Mahavijita....172
4.1. Catuparikkhara - Cuatro requisitos............................174
4.2. Atthaparikkkhara - Ocho requisitos............................174
4.3. Catuparikkkhara - Cuatro requisitos..........................175
4.4. Tissovidha - Tres presunciones..................................175
4.5. Dasaakara - Diez condiciones....................................176
4.6. Solasakara - Dieciséis maneras..................................176
5. Niccadanaanululayanna - El sacrificio de la perpetua
generosidad............................................................................179
6. Kutadantaupasakattapetivedana - Kutadanta se convierte en
el seguidor laico.....................................................................182
7. Sotapattiphalasachikiriya - El fruto de la entrada-en-la-
corriente.................................................................................183
Mahali y Jaliya Sutta................................................................185
DN 6 Mahali Sutta – Discurso con Mahali............................187
DN 7 Jaliya Sutta – Discurso con Jaliya................................194
Mahasihanada Sutta.................................................................195
Poṭṭhapāda Sutta.....................................................................207
1. Poṭṭhapādaparibbājakavatthu - Historia del asceta
mendicante Poṭṭhapāda.........................................................209
1.1. Abhisaññānirodhakathā - Porción sobre el cese de la
percepción.........................................................................210
1.2. Sahetukasaññuppādanirodhakathā - Porción con la
causa del surgimiento y el cese.........................................211
1.3. Saññāattakathā - Porción sobre la percepción. .229
2. Cittahatthisāriputtapoṭṭhapādavatthu - Porción con Citta, el
hijo del entrenador de los elefantes........................................232
2.1. Ekaṃsikadhammo - Lo que ha sido declarado de forma
categórica..........................................................................234
2.2. Tayoattapaṭilābhā - Tres adquisiciones de la
personalidad......................................................................236
2.3. Cittahatthisāriputtaupasampadā - Plena ordenación de
Citta, el hijo del entrenador de elefantes...........................241

Índice 317
Subha Sutta...............................................................................243
Kevaddha (Kevatta) Sutta.......................................................249
1. Kevattagahapatiputtavatthu – Porción con el hombre
hogareño Kevaddha...............................................................251
2. Iddhipatihariyam – El milagro del poder espiritual...........252
3. Adesanapatihariyam – El milagro de la lectura de la mente
................................................................................................253
4. Anusapatihariyam – El milagro de la instrucción..............253
5. Bhutanirodhesakabhikkhuvatthu – Porción sobre el cese
definitivo de los grandes elementos.......................................275
6. Tiradassisakumupama – El pájaro que veía la costa..........279
Lohicca Sutta.............................................................................281
Tevijja Sutta..............................................................................293

318 Digha Nikaya

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