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Las elites pueden estar ubicadas en las clases altas o medias altas, como los militares y el clero; o,
en las bajas clases medias o sectores de la intelligentsia (intelectuales). Pero por definición, el
populismo es un movimiento dirigido por sectores no obreros ni campesinos, porque éstos
básicamente siempre están medianamente organizados.
Son expresiones políticas que tienen la capacidad de estimular a la acción a masas con poca
organización autónoma, lanzándolas contra los privilegios de las clases más acomodadas, aun
cuando un sector de las élites se les pliega, o incluso contribuye a dirigirlas.
Los casos más conocidos son en Argentina, el peronismo; en Brasil, el varguismo; en Perú, el
aprismo; en Cuba, Fulgencio Batista y sin dudas también, Fidel Castro. Chile y Uruguay son las
excepciones más notables.
Tienen un cierto poder atractivo sobre las clases obreras nativas, y antagonizan a la burguesía
liberal y a la intelligentsia, pero sus enemigos no se encuentran predominantemente entre las
clases altas.
Están más cerca del fascismo, pero es mejor llamarlos nacionalistas radicales.
El populismo tiende a tomar el lugar de los que sería un movimiento laborista o socioaldemocráta,
por lo menos si las condiciones económicas y culturales se dieran de forma madura en un país.
Características de las elites ligadas a partidos populistas, según origen social y legitimación en
clase se origen (IMPORTANTE)
Partidos Apristas
Se dan en países subdesarrollados, por elites legitimadas de origen medio bajo. Son muy poco
simpatizantes de la burguesía, militares y alto clero. Tienen considerable apoyo sindical. Necesitan
un liderazgo desde arriba porque sus bases no tienen experiencia organizativa. Las clases medias
empobrecidas son su espina dorsal. Ej: Alianza popular revolucionaria americana (APRA),
adversaria del Establishment en sí.
Nasserismo
Se da en países subdesarrollados, dirigidos por elites no legitimadas de origen medio alto. Puede
surgir de ésta una minoría bastante radicalizada y por lo tanto, no legitimada en esos ambientes.
Tienen ideología de partido único, y adopta elementos de socialismo. Los militares y el clero lo
apoyan. Se acerca al tipo social revolucionario. De mucha convicción. Una vez llegado al poder,
tiende a consolidar una nueva clase dominante para nada populista. Ej: Socialismo Árabe.
Movimiento Comeinista en Irán. En América Latina no se ha dado un tipo así.
Yrigoyenismo
Países más desarrollados, dirigidos por elites legitimadas de origen medio bajo. No tiene un
campesinado al cual movilizar, por lo tanto se forman partidos centristas como los Radicales.
Adquieren cierta pátina populista, pero no lo son 100%. Ej: En Argentina sólo la II presidencia de
Yrigoyen, en la cual no hubo un componente sindical fuerte, pero negociaron y dialogaron con ese
sector social.
Partidos Peronistas
Países más desarrollados, dirigidos por elites no legitimadas de origen medio alto. En los países
de desarrollo más avanzado es poco frecuente encontrar elites contrarias al statu quo en las clases
medias altas o entre los militares, pero hay excepciones y la principal es Argentina, país en el que
se generó una elite capaz de dirigir un movimiento populista muy enfrentado con la mayor parte
del Establishment. Agresiva elite compuesta por un gran sector de militares, una buena parte de la
iglesia, los nacionalistas de derecha autoritaria y algunos empresarios industriales. Querían formar
un Estado de Defensa Nacional capaz de jugar un rol en la 2da Guerra Mundial o en sus secuelas.
Clases conservadoras en contra de este proyecto, también lo estaban la intelligentsia, y los
partidos de centro e izquierda, sectores del clero y de las fuerzas armadas, especialmente la
marina.
Elite contraria al statu quo, con combinación de actitudes nacionalistas y populares. Perón fue su
máximo exponente, elemento de movilización popular y su sueño más profundo era lograr un
movimiento policlasista, pero el equilibrio de fuerzas existente en Argentina no se lo permitió y
rápidamente el peronismo se vió divido en dos polos: el antifacista (fuerzas conservadoras,
partidos de clase media, y la muy reducida izquierda) y aquellos disconformes con las viejas elites
políticas que canalizaran luego, en los sindicatos.
Difiere con Lipset, quien dice que el peronismo es más bien un fascismo de las clases bajas y no de
las altas como lo plantea Di Tella.
Argentina, Australia y Nueva Zelanda son los destacados. Tienen aproximadamente un 30% de
inmigrantes en sus raíces.
En Argentina, los inmigrantes europeos ocupaban una posición social relativamente alta en la
pirámide social, a pesar de sus modestos orígenes porque tenían una actitud de superioridad
respecto al país, de desprecio hacia sus propias tradiciones, su sistema político y su antigua
composición étnica.
La burguesía urbana y la clase obrera calificada eran abrumadoramente extranjeras y retenían, por
supuesto, su ciudadanía original, ya que al sentirse relativamente superiores a los criollos, no se
tomaban el trabajo de adquirir la ciudadanía. Los nativos, en cambio, se concentraban entre
estancieros, militares, funcionarios públicos, clase media tradicional del interior y sectores bajos
de las clases trabajadoras.
1) Gran masa de extranjeros con mucho peso económico y social, quienes optaban por no sacar
su ciudadanía.
2) La mayoría eran miembros de la burguesía y de la clase obrera calificada, y al no poder votar,
notaban la formación de partidos políticos seriamente reducidos.
3) El desarrollo de un sistema institucional capitalista moderno se vio afectado pues él dependía
de las dos clases sociales que dominaban los extranjeros (burguesía y proletariado).
¿Pero qué es la participación política? Tanto o más importante que el voto puede ser la actividad
asociativa profesional o cultural, la protesta, la huelga, el enfrentamiento violento contra el orden
establecido, la corrupción de funcionarios, el cultivo de la amistad y los negocios con los
gobernantes, porque el poder verdadero no radica solo en las elecciones sino en la organización
de intereses, la rebelión, la represión y la intervención militar, hasta el peso del dinero.
Por eso es que la teoría clásica nunca sostuvo que los extranjeros no tenían ninguna participación
política. Al contrario; puede que no votaran, pero tuvieron un rol importante en la formación de
partidos políticos de izquierda, en el sindicalismo y en el anarquismo; iniciaron el movimiento
obrero argentino.
Lo que extrañaba era que, al conformar los extranjeros las dos clases sociales más dinámicas de la
sociedad y más protagónicas, no votaran.
1) Los meros participantes: Los que votan en elecciones y los afiliados a partidos políticos,
asociaciones, sindicatos. Extranjeros que si bien no votaban, estaban afiliados a algún sindicato.
2) Los activistas: Los que concurren a reuniones o ejercen delgados cargos locales con una fuerte
motivación interna. Extranjeros nacionalizados eran los frecuentes en esta clasificación.
3) La elite política: Grupo seleccionado que ejerce cargos directivos nacionales o regionales.
Pueden actuar también a través del lobbying, los negocios, la presión personal, los vínculos de
amistad y de familia. Instituciones como la iglesia y las fuerzas armadas. A los extranjeros en este
nivel se les dan las áreas económicas y profesionales.
Formación de actitudes entre los extranjeros: Factores específicos operantes sobre los
extranjeros (IMPORTANTE)
1) Corrimiento hacia arriba en el status social que ocupaban (Ya que sentían, aún siendo pobres,
que en el país había bastante gente peor que ellos; los favorecía la alta movilidad social existente)
2) El efecto de audiencia cautiva (Aceptaban el mensaje de ciertos ideólogos provenientes de
sus países de orígenes, en su mayoría socialistas, anarquistas o republicanos de izquierda. Por eso
difundían tales ideas)
3) Escasa diferencia de status hacia la clase alta nativa dificultaba las posibilidades de
consolidación de fuerzas conservadoras. Éstas quedaban reducidas a la fuerzas estancieros del
país incapaces de cooptar a los extranjeros burgueses que sólo preferían seguir soñando con sus
países de origen.
4) Tendencia a privilegiar la acción corporativa, dada la repercusión que los extranjeros podían
tener en el ámbito electoral del cual no formaban parte.
5) Aparente internacionalismo dificultaba las alianzas con otros sectores de la política criolla. Los
extranjeros seguían atados a las comunidades de sus países de origen, toda una masa sentía
nostalgia e identificaciones positivas fuera de sus fronteras. El país, así, quedaba dividido en dos
corrientes: La criolla nacionalista, y las generaciones transnacionales de inmigrantes.
La migración transoceánica y su alta movilización social, aún con poca industria en el país, y con
escaza mano de obra, logró que se dieran las condiciones para la formación de sindicatos fuertes y
de partidos obreros con ideologías socialistas. El partido socialista argentino podía reunir fuertes
contingentes de votos; si los extranjeros hubiesen votado, es casi seguro que este partido se
hubiese extendido mucho más, lo que habría dado un mayor arraigo del que tuvo.
El sindicalismo argentino
-La legislación argentina permite solo un sindicato reconocido u oficial en cada rama de actividad,
en el ámbito nacional.
-Otros sindicatos pueden organizarse pero quedan como asociaciones civiles sin derechos
especiales de negociación con los empresarios.
-Las autoridades locales son elegidas por medio del sufragio secreto y la mayoría toma todos los
cargos.
-Las autoridades nacionales son designadas en congresos, donde los sindicatos están
representados proporcionalmente al número de afiliados.
-El punto estratégico es la conformación de una confederación nacional como la CGT, que
desempeña más bien un papel de tipo político.
-Desde el acceso del peronismo, el movimiento sindical argentino ha cambiado tanto hasta
diferenciarse muy nítidamente de los de chile y Uruguay.
-Se ha impuesto un tipo de liderazgo caudillista que genera grupos dirigentes muchos más
alejados de las bases.
-Los gremios se han dado en todas partes, como una organización burocrática
-La proliferación de grupos violentos en el sindicalismo fue en parte una reacción ante la amenaza
de infiltración de grupos rivales apoyados por gobiernos autoritarios, empezando desde la
revolución libertadora. Con la consolidación de un Estado de Derecho estas posibilidades
empiezan a esfumarse.
- “El pacto a la Argentina” entre Menem y Alfonsín sólo ha sido una contribución para consolidar el
proceso democrático y no dejarle espacio a la lucha civil o a un eventual golpe, como era de
esperarse. Con ese pacto, que fue muy bueno para el país, Alfonsín desestabiliza al electorado de
la UCR, cosa que fue muy malo para él. Electorado tironeado.
Al romperse el peronismo, tal movimiento provee los elementos esenciales tanto para la
derecha como para la izquierda, que en su cooperación antagónica, pueden desempeñar el
progreso y la paz social.