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z I S S N 0 1 2 2 -8 2 8 5 z V o lu m en 1 4 N ú m er o 1 z Ju n io d e 2011

Análisis crítico del discurso y arqueología del saber:


dos opciones de estudio de la sociedad1

Critical Analysis of the Discourse and Archeology of Knowledge:


Two Options for Studying Society

David Alberto Londoño-Vásquez2


Ladis Yuceima Frias-Cano3

Resumen Abstract

El presente artículo se divide en tres partes. En la primera This article is divided into three parts. The concepts re-
se desarrollan los conceptos relacionados con el análisis lated to a critical analysis of the discourse and archeo-
crítico del discurso y la arqueología del saber, haciendo    
              

énfasis en las principales características y elementos con- an emphasis on the main characteristics and conceptual
ceptuales propuestos por diferentes autores adscritos          
  
a dichos enfoques. En la segunda, se realiza un análisis              
cualitativo de las diferencias y similitudes encontradas          

entre ambos enfoques. Finalmente, en la tercera parte se                  
proporcionan las conclusiones relacionadas con los dos both approaches to discourse analysis as applied to a stu-
enfoques de análisis discursivos aplicados al campo del dy of society.
estudio de la sociedad.
Key words: Critical analysis of discourse, archeology
Palabras clave: análisis crítico del discurso, arqueo-   
          !    
logía del saber, enunciados, estructuras de actitud, mode- models, power.
los mentales, poder.

" #    $       % &'  '(  '  )*+666 7  
      9  ;  )  +< =>   ; (?    * =     
el 2010.
@ ;   9 ;  )  * $   B$ 7 6 ' ?     #  
Colombia. dalondono@iue.edu.co
H K ' M    * $  ; 6    7  6 ' ?     #   Recibido: 08/03/11
Colombia. Aceptado: 25/05/11

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Introducción parten de un estado del arte distinto: el análi-


sis crítico del discurso (ACD) como resultado
El análisis del discurso es una disciplina de las              B$  
ciencias humanas y sociales que estudia siste-      &   
máticamente el discurso escrito y oral como        &     $    -
una forma del uso de la lengua, como evento de  X[)Z'   Q    
  '       '     -       ( '    -
 &      $ ' to moderno como propuesta posestructuralista
y culturales. El análisis del discurso (AD) como     \    B$  -
     'Q  -     '    
te en los años sesenta y setenta, alimentándose
de múltiples disciplinas como: antropología, lin- 7 W        ' 
B$ $ U $ $         '    -
cognitiva y social, historia y las ciencias de la co- cursivos. Los procedimientos de índole más
  ' #   '  ' hermenéutica o interpretativa se oponen a las
del AD fue paralelo a los intereses de otras inter-       Q      & ) 
     $   '    
      '     Q   
   X 9\"^_`Z
 B$   B$   -
 U  '  X  
 $     $     ' # 
Wodak, 2000) y el análisis crítico político (Chil-
los últimos años, el AD se ha hecho muy impor-
 )x @```Z
   & '       -
cias humanas y sociales.
Antecedentes
) W       X &
7    B$  texto es la unidad superior
       '   -    '           -
 '      ' Z     $   =      ) & '     
[9  Q   &  Q  y corresponde a un todo comprensible que tie-
    '  $                     &
 & $     '   dado. El carácter comunicativo, pragmático y
 $   Q     '           '  [ 
   '   $  U         '    &   -
#W      &            '      
  Q  M       -    '      
          &  \    & #         
replanteado por el ACD y el AS, según sus dife-
El interés del presente artículo es la compara-         ' )    
'       Q    aprecia que el contexto\     -
        % &'  -     '  & '   &
vestigativa de las realidades sociales, las cuales   [      &  
=     $    '- teoría del contexto, el concepto es utilizado por
         \  ]   &          
el discurso           '    #  $      9\
conceptual de cada una estas opciones, ya que X@``` "{Z    |  -

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tura que involucra todas las propiedades o atri-      '   $ X -
     '             po, lugar, circunstancias) y determinado por
  '  '   }     $    &

9       B$  lengua- De una forma más simple, este evento comu-
je      |        X Z         
individuo mediante un intercambio continuo de producto verbal, oral o escrito, del acto comuni-
         } X~         X  \ Z   -
"^_@^Z#       '         '    X &Z 
realidad es inseparable de la  '           B$
    Q            
   #     |   \   # $           '
           =     \       in-
         '   -   '          -
\     &   }X"`Z#   duos que pertenecen a dicho grupo social, ya que
     \             -       '      
    '                 &    
ya que simboliza activamente el sistema social,  =         & tanto orales
      '       como escritos, los cuales llevan un acto de ha-
  '     =    - bla ilocutivo determinado y generan diferentes
 M|         \  tipos de interpretaciones y sensaciones depen-
    '     \ =Q       U   '  U W 
     }X""Z interlocutor, el otro. Es esta riqueza de inter-
pretaciones la que permite proponer y utilizar
De igual forma, el discurso ha sido generalmente diversos métodos o enfoques de análisis en un
       \   &[  determinado discurso y, por tanto, en los resul-
 B         - tados del respectivo análisis.
r      &     
=            '  Finalmente, durante el desarrollo y la teoriza-
concretos, socialmente desplegados, y el segun- '   [9   W <    
              X numerosas propuestas de análisis, las cuales
\      Z )     \           \ -
mirada multidisciplinaria, que combina un aná- vos diferentes al análisis crítico del discurso y la
    B$     $        B  ~ -
    &    '   -  ' = X"^^€Z    )  X@``@Z   
 &      $ $          ' ]   $ 
   9\      X)  ( "^_@Z   '-
       $   $   X  ^^`Z  B$    Q-
    \   volucra   X)   ^^{M   ^^‚Z    $ 
a una cantidad de actores sociales, esencialmen- Xƒ ^„^M)^^HZ$   
te en los roles del hablante / escribiente y oyente Xƒ "^_^M   "^^‚Z $    
/ lector (pero también en otros roles, como ob-  Xƒ "^„^Z    -
servador o escucha), que intervienen en un acto  ' XK
"^^€Z

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David Alberto Londoño-Vásquez, Ladis Yuceima Frias-Cano
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Lo anterior evidencia que desde diferentes disci- Elementos generadores del discurso
plinas del siglo XX, el AD se ha desarrollado de en el ACD
forma interdisciplinaria, proponiendo diferen-
     '         - El ACD propone las estructuras de actitud y los
vos. Entre ellos el análisis crítico del discurso, el modelos mentales como elementos generado-
         '  res del discurso, ya que cada uno de los indivi-
             &
El análisis crítico del discurso     '  [ Q     -
     $      ' 
El análisis crítico del discurso (ACD) es un en-      '       
      ' $  -   '   ' '  -
=             '   7     '   QU  
   ' X   Z $     '     
         ' #  - los modelos mentales en los discursos.
foque interdisciplinar del análisis del discurso
Estructuras de actitud
      |    \      
de práctica social” X  "^_^  @`Z       9\ X"^^_Z       $  -
= '   '       prensiva de la ideología en el marco de las re-
    #[;9   '         '  
   "^_`     lingüística crítica, y  M         -
se fundamenta en el acceso desigual a los recur- gías se entienden como sistemas de creencias, lo
 B$               '
por las instituciones. Los patrones de acceso al y del pensamiento, es decir, al nivel cognitivo.
discurso y a los eventos comunicativos son un Su carácter social proviene de la manera como
elemento esencial para el ACD.           %       
  &       =   
En términos de método, el ACD se puede des- instituciones.
   B$   -
do de que los profesionales del ACD consideran Ahora, siendo sociales y con frecuencia aso-
  &                %   
     & Q Q   - grupo determinado, las ideologías legitiman o
turas gramaticales. Esto incluye la considera- posibilitan oponerse al poder y al dominio, des-
 <        '   -
'     & $     '
 ' '       &  
          X"^_^  "{Z
privilegiadamente como prácticas sociales dis-
   |       
cursivas, por lo que el discurso cumple un im-
ser el dominio primario de la ideología y por ser           ' 
tanto el interés principal como el lugar en que
      }#   '  #      $  |   axiomáti-
 $ (  (  &    =  ca de las representaciones sociales compartidas
a través de las estructuras de actitud y los mo-    }X 9\"^^_
delos mentales de los individuos y los discursos "‚HZ#        -
que ellos generan.   '      U   -

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\            ] Las estructuras de actitud con frecuencia re-
así, los grupos organizan sus creencias sociales gulan a los grupos humanos y les indican for-
en términos de lo bueno o lo malo, lo correcto o     '  U   
lo incorrecto, y actúan conforme a esos princi- malo, lo correcto o lo incorrecto, lo bello y lo feo
pios. Además, la ideología puede incidir en lo X    '    Z -
que se acepta como verdadero o falso, particu- to, incluyen creencias evaluativas u opiniones
larmente cuando tales creencias son relevantes que en alguna medida son también sociales y
para el grupo (Condor y Antaki, 2000). se basan en valores y normas compartidas. Esto
es, las ideologías incluyen opiniones grupales
Las creencias, como producto del pensamiento o sociales, las cuales son generales y abstractas
humano, tienen dimensiones cognitivas, discur-        $   -
   ]|      '   ) W  9\X"^^__€Z| 
procesamientos, así como condiciones y conse-        }7 
           '  que las opiniones son creencias con las que se
 }X7  "^^^‚„Z9       puede o no estar de acuerdo, ellas no dicen nada
creencias son unidades o representaciones cons- acerca del mundo sino acerca de las personas
             '  que las poseen o de sus relaciones con el mundo.
que los seres humanos generan en la mente
como seres cognoscentes, sociales y discursi-      = '      '      -
vos. Las creencias, en tanto constructos menta- cia de otro tipo de creencias socialmente com-
les, son la base desde donde se constituyen las partidas, como el conocimiento sociocultural, el
 $      &       cual construye creencias fácticas que se basan
general, en las prácticas sociales y culturales. En en criterios de verdad socialmente reconocidos.
consecuencia, las creencias forman parte de los El conocimiento sociocultural se asocia con las
 \          creencias fácticas compartidas y con los criterios
realidad social y cultural.           '     -
dad. Esta diferencia clásica se relaciona con la
Se pueden diferenciar dos clases básicas de  '      XepistemeZ  ' 
creencias: las individuales o personales, y las (doxaZ     '   
entre creencias evaluativas socialmente compar-
sociales. Las primeras se almacenan en la me-
tidas, opiniones y actitudes, y creencias fácticas
  '          -
socialmente compartidas o conocimiento5.
sentan y procesan hechos, situaciones o eventos
        \       
   '            9\
o indirectamente, o construye desde la infor-
X"^^_"‚@Z| Q    \ 
 '              
de representaciones mentales socialmente com-
las que se comparten con otros miembros de la
       &
comunidad constituyendo las creencias sociales
  }7       -
que conforman el vasto conocimiento del mun-
mas de conocimiento sociocultural son contro-
     \      
la memoria social4.
5 En este sentido, las creencias evaluativas están en el orden de lo mo-
ral y lo regulativo de la sociedad, en tanto que se basan en el sistema
€        '       &'                 Q   
serán desarrollados en el siguiente apartado. dirigen al orden epistémico.

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    =        '   \      


ya que el conocimiento general y cultural es la 7   $       -
            $     mente, se desarrollan y cambian en y por prácti-
grupo, incluyendo las ideologías. Así, el conoci-       % \      
     \    - en el discurso gracias a los modelos mentales.
partidas por todos los miembros competentes
de una cultura, de las cuales se sostiene su ver-  &          -
  \         U  - tantes para los modelos mentales: a) la memoria
partidos. Este es el conocimiento que todos los personal, y b) la memoria social. La primera es
miembros de una cultura tienen que aprender y    '    <    -
        M lo mental como representaciones de episodios
conforman las creencias aceptadas y de sentido      #   \ -
común, al igual que las creencias especializadas       &       -
X $ Z     Xƒ -    '          W  
 "^^€Z participante. El segundo tipo de memoria tam-
bién es llamada semántica.
En consecuencia, el conocimiento cultural se re-
     '   7       '    '  -
parte, el conocimiento de un grupo se construye    '         -
a partir del conocimiento general cultural, y se U           ' 
    U         '    & 
pueden ser culturales pero aplicados en forma            &  
      U      $
conectando las representaciones personales de
del grupo, consensualmente determinados, ge-
     '            
   $  \
de la memoria social para fundirse en los mo-
  &            
Finalmente, es importante señalar que la selec-
práctica sociocomunicativa de los miembros de
'       $  \  
una cultura.
       '     '  -
   \        
?       '         -
y otros intereses del grupo que comparten tal
'           -
actitud. Ahora, es necesario que se observen los
modelos mentales y su papel en las construccio- truidos en torno a la categoría sí mismo, lo que
nes discursivas.    Q \ #      -
pre    &         -
Modelos mentales  '             
$         '     
) W      $   \   - mismo. Esto se formula como un modelo epi-
riormente, las ideologías, con el conocimiento, ' [$     \   
las actitudes y los valores, son representaciones es construir el modelo para el evento acerca del
sociales compartidas por miembros de un gru- cual trata el discurso, generando las condicio-
 Xƒ   "^^€M   9\ "^^_M 7   "^^^Z    '     ' -
pero las personas las utilizan de modo indivi- man parte del   '   
dual, tal como hacen con su conocimiento del &        

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Los modelos de acontecimiento interpretan si- las condiciones de los actos de habla, de cortesía,
        M    - los factores y las circunstancias institucionales, el
 \      =  sentido de pertenencia, el conocimiento mutuo,
        '  las opiniones acerca de los otros, las metas e in-
del que forman parte circunstancias, participan- tenciones del evento comunicativo, entre otras.
  ' ) W  9\X"^^_"`^Z| De mayor importancia, incluso, resulta el hecho
modelos descriptivos representan acontecimien-      &   
    \       - sistema de control del procesamiento del dis-
      &            & 
          }[ -      '   \    -
Q     &     U   tativo es la categoría participante, en la que se
     '     es decir, dotan instaura el sí mismo     |     \ -
de los recursos para construir interpretaciones vidad del discurso, monitorea la perspectiva y
sobre nosotros mismos y sobre el ambiente que el punto de vista y organiza las características
nos rodea, ayudando a dar forma a los modelos \    &}X 9\"^^_Z
'         
familiares a la luz de aquellos que se conocen En otras palabras, a pesar de las dimensiones
personalmente. generales, sociales y culturales, es la construc-
'            
     =     '             \      ' 
realidad que nos rodea y, además, proporcio-     & 7      '    
nan los elementos para hablar de ella. Es lo que  W    9\ X"^^_Z &  "‚  Q 
       &        situacionales que pueden constituir categorías
cuales portan las categorías básicas de los mo-     &   -
delos, los participantes y sus roles, acciones,  ]     '     
 '                   '  '
Estas últimas estructuran y organizan diversas tiempo, lugar, circunstancias, soportes, rol de
formas de comprender los eventos, y determi-             -
nan las maneras en que se habla acerca de ellos‚. '         -
sentaciones sociales.
    &     =  
Actos de habla: un aporte
  '   †    
desde la pragmática
      Q    | %  
      }„, así como
  Q   %     & 
actos discursivos son elementos primordiales
‚ ) W  9\X"^^_"`_Z|     -
      '    }          '      #-
modelo se deben tener en cuenta las representaciones mentales social- tante recalcar que la pragmática nace desde la
mente compartidas. Aunque claro está, prima sobre este el modelo de
  &   =             $    \ X[ "^„"Z    -
„ [ Q                   -          & %   
             '           
       ]        &       '    #  & -
9\ X"^^_Z     |      &                &  B$]
&      \      '      
su discurso, las cuales determinan las restricciones pragmáticas que  '          -
dan sentido al discurso: condiciones de cortesía, condiciones del acto tido por los hablantes, y relaciones interperso-
de habla, condiciones institucionales y relaciones socioculturales, en-
  } nales, entre otros.

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David Alberto Londoño-Vásquez, Ladis Yuceima Frias-Cano
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  Q      '  - Algunos estudios del ACD consideran la multi-
  &  B$    uso del      &     $-
  \  esto es, todos aquellos factores a los    #  $  ~  X"^_@Z 
que no se hace referencia en un estudio pura-    &       
mente formal como lo propone la teoría de los funciones al mismo tiempo (ideativa, interper-
   [ X"^„"Z)  X"^_`Z -   & MU   & Q   Z
tinguen tres clases principales de actos que rea- En contraste, algunos investigadores se ocupan
liza una persona como hablante: locucionarios, solamente del nivel discursivo sin adoptar un
ilocucionarios y perlocucionarios. enfoque funcional como punto de partida.

;      [;9    ' Estudios sociocognitivos


 &       
la práctica sociocultural, esto es, de la descrip-             $     9\
'   Q    &    - en la década de los ochenta estuvo dedicada al
    = '        '      '   \U-
 Q & Q    \   nicos y del racismo en el discurso y en la comu-
      \       '  =   Q$ 
 Q    B$  #      - las noticias que se difundían sobre los ocupan-
  [;9      \  -            M 
   = '  B$          9\
    Q7    - X"^_`Z =' '        
dio incluye la pragmática, además del análisis y los californianos acerca de las minorías. En
      B$     - "^^" &  '       Q-
fía, con algunas variaciones como se describe en     '    -
el siguiente apartado. do análisis cualitativos y cuantitativos de miles
de noticias de la prensa británica y holandesa.
Enfoques del ACD
  9\ X"^^HZ '       Q
[    '               <           $   \-
         '  [;9 cios étnicos predominantes en las conversacio-
comparándolos en términos de algunas de sus    ]     '     ' 
   $       7 \  - los inmigrantes y refugiados como el crimen, la
gunos de los enfoques poseen una perspectiva violencia y las diferencias culturales problemá-
'   $   $ M  ticas. En su último libro sobre el discurso y el
tienen en menor grado o carecen de ella total-   9\X"^^HZ  ' ' 
  [     U    '  que era cada vez más evidente a partir de los
          '      estudios previos, a saber, que los discursos de
Q M             - las élites desempeñan un papel decisivo en la
'    U      -   '   
            '      &
    7              #   \Q    9\ '
procesos sociocognitivos controlan las relacio- al estudio de cuestiones más generales relati-
  M                       '    
mediadores entre lo social y las prácticas discur- desigualdad por medio de la ideología. Desde
  U    $ su perspectiva, que integra elementos de sus

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          '        '   '   &Z)
controlan la mayoría de las dimensiones del         \
 X   '        pueden ser similares, el contenido varía según
     '     '  Z    los grupos estigmatizados y los marcos que ha-
que tienen más poder. Fairclough y Wodak          B$-
X"^^„H„‚Z  |      7  ‡ X@```"H"Z|   $ 
          '        '(        
estructuras del discurso y las estructuras socia-  Q    \ $ 
 ]  '          U         
    =       }) - '          -
W  9\X"^^^Z  '     '   \}
         B$ 
$ [;9       ' El análisis del discurso se ha enriquecido desde
      %    - diferentes formas de ver el mundo y con con-
     '          '(  '      
   '     &      ellas igualmente válidas, dependiendo de los
                     M       
las estructuras sociales.  '       X  9\
@``` @``"Z   U  ' 
Método histórico discursivo (Fairclough y Wodak, 2000) son los dos pilares
del ACD. Claro está que esta propuesta tiene un
En un estudio interdisciplinario acerca del an- complemento más en el discurso político, como
tisemitismo en Austria después de la guerra,         ' 
‡        X"^^`Z     
      |U - El discurso político desde el ACD
' }#    $   
enfoque consiste en un intento de integrar sis- El análisis del discurso político se ocupa de rela-
 Q          '     cionar las particularidades del comportamiento
  &Xbackground information) al análisis  B$             -
     '          de por política o comportamiento político. Este
    &    plantea dos problemas que podrían llamar la
 '   ]"Z     político
Después de este primer intento, se sucedieron dependerá del punto de vista del comentarista,
       \     y 2) se puede interpretar que los múltiples actos
que llevaron al grupo de Viena a consideracio-           \ X   
 Q       Q   '     discurso) cumplen diversas funciones, no solo
naturaleza (formas y contenido) del discurso ra- políticas, sino también heurísticas, lúdicas, in-
 X     & \   $  - formativas, etc. Cualquiera de los dos problemas
'   \      Z#   $       &   &  
         '    aquí se limita a los siguientes puntos.
   9\,    &-
tencia de distintos tipos de esquemas que tienen #      ; )x-
      '  '  X"^^„@^„Z      
  & X $  '      $  |      X B$   Z

109
David Alberto Londoño-Vásquez, Ladis Yuceima Frias-Cano
IS S N 0122- 8285

que involucran el poder o su opuesto, la resis- La arqueología del saber


  }9     &  W    -
'     poder que sea compartida #  \       U  -
     '$ tigativo desde diferentes disciplinas, y se ha lle-
   Q    ') 
#       ; )x-    $     \    
X"^^„@^„Z   |  -    =    *  ] 
cesos políticos con tipos discursivos y niveles saber y el poder. Claro está que durante este ar-
 = '        - $    '      Q     
tegoría intermedia, a la que se denomina fun-      #  "^‚^   '  
   U }   '      Archéologie du Savoir, allí   '   -
 U         & tos que le permitieron dar origen a la formula-
y del habla concentrarse en aquellos elementos '  U   '11. En esta obra,
     '    -              $  $ 
nas consideran intuitivamente como políticos, y angloamericana, en particular a la teoría del acto
obviar otras funciones como la informativa, la discursivo. Dirige su análisis hacia el enuncia-
lúdica, etc. Teniendo en cuenta las enunciacio- do, la unidad básica del discurso que considera
   ; )x X"^^„@^_Z ignorada hasta ese momento. Los enunciados
postulan las siguientes funciones estratégicas en dependen de las condiciones en las que emer-
  ] ' 8M   -    &       
'   ^M  10M  '  No son proposiciones, ni declaraciones ni actos
   '  discursivos, a diferencia de lo propuesto en el
ACD, como se vio en el apartado anterior.
Estas cuatro funciones estratégicas están estre-
chamente relacionadas con funciones que se en- #  Q X"^„HZ    -
cuentran en la vida social en general y no solo tos discursivos serios en cuanto a su análisis li-
en la política. No obstante, analizar en términos        W   Q
de funciones estratégicas el comportamiento lin-   7  ˆU      
B$          - obra por saber? El saber por el que se pregunta
municativo equivale a considerar políticamente           \     -
dichos comportamientos, a politizarlos. Se puede   $'  
considerar a las cuatro funciones como interpre- determinada época:
tativas o productivas y de diferentes maneras.
En una sociedad, los conocimientos, las ideas
_ )  \                  '         [$ 
X   $ Z]'         las instituciones, las prácticas comerciales y
de comportamiento coercitivo son aquellos roles discursivos que las
personas no pueden evitar fácilmente, o que es posible que ni siquie-            
ra perciban, como contestar preguntas espontáneamente, cumplir saber implícito propio de esta sociedad. Este
con pedidos, etc.
^ ‰              
sentido contrario muchas de las estrategias discursivas utilizadas por "" Š  =X"^^{@Z       $ |   
   )      &    $   huellas o unos vestigios, tanto las que dan cuenta del surgimiento de
discurso características de los que carecen de poder.          ' W ‹Œ   $ 
10 El control político supone el control cuantitativo o cualitativo de la se encargaría entonces de mostrar aquellos vestigios de lo que se ha
  '      '      - institucionalizado, de lo que se ha hecho prácticas, de lo que se ha so-
vo. Se utiliza la estrategia del secreto para impedir que la gente reciba        '}#     
  ' M             -   '      '  '  
   '  sociedad.

110
Análisis crítico del discurso y arqueología del saber: dos opciones de estudio de la sociedad
V o lu m en 1 4 N ú m er o 1 z Ju n io d e 2011

saber es profundamente distinto de los conoci- ‹Œ          


mientos que se pueden encontrar en los libros U      '    
 $  ' \ -   \ M#       -
nes religiosas, pero es el que hace posible, en pensable para que se pueda, decir si hay o no
        '      $    '     \ M‹Œ una
  '   Q X "^„H  '    =        
p. 10). y de unidades posibles y las hace aparecer con
contenidos concretos, en el tiempo y el espacio
Es decir, el saber que le interesa estaría consti- X "^‚^"`{""€Z
tuido por una cierta red de enunciados implíci-
   $  %       Claro está que estos enunciados tienen, al igual
    \       7   )Q  =     B$    $     -
X"^^`  ""€Z |                      \ 
     \        - #        |       
      \         -          = M   -
brir los presupuestos implícitos y formular sus ciados son inseparables de un espacio de rareza
   ' } 7  ˆU     - en el que se distribuyen según un principio de
 Žˆ U            } X9  =  "^_„ @^ZM Q 
       B$Ž enunciados se producen de forma voluntaria al-
gunos, otros no, solo son el producto de la suma-
Los enunciados foucaultianos toria de un grupo o familia de enunciados12 que
como enunciados no lingüísticos se van consolidando en uno más fuerte, pero es-
tos no parten normalmente de lo común, y pue-
Al hablar de enunciados, en la teoría foucaultia-     <         = M   
          \    que sean considerados como una multiplicidad,
  B$     la ad-   \    [)     -
'       =    ciados nunca se convertirá en un sistema o una
   '  = U   - estructura, como sí ocurre en el ACD.
    \   Q     
que dentro de su arqueología adopta denota- #  '        
ciones diferentes y, en algunos casos, contra- no requiere de originalidad, la verdad es que se-
 9  = X"^_„@„Z   ría difícil que así fuese, ya que los enunciados
Foucault =    |?    en los diferentes discursos se van alimentando
       ‹Œ#  - de otros enunciados que se repiten, contradi-
vo archivista anuncia que ya solo considerará         &   -
  } )         ban, reprueban o desechan. Esta característica
        '           '   -
         - gularidades13|     }X9  = 
      '  B$   -
"@ ) W  9  =  X"^_„  H@Z |            
 '          Q         '    '  
de la realidad, pero a través de los enunciados                 ' 
     \      }
que aparecen en los discursos. "H 7   9  =  X"^_„  H`Z |            
enunciado: no una media, sino una curva. En efecto, el enunciado no
     '          
ˆ;Q   \     ' Ž aspecto de la curva que pasa por su entorno, y más generalmente con
ˆ‰U      ' Ž                }

111
David Alberto Londoño-Vásquez, Ladis Yuceima Frias-Cano
IS S N 0122- 8285

"^_„H`Z         de a necesidades comunicativas y se materializa


a través de un tiempo se van fortaleciendo con en diversos actos de habla ilocutivos, los cuales
        #  '            &
         -
duo tenga una propia, sino que producen o to- Así pues, Foucault intenta llegar más allá de los
      &               fun-
     M     - ciones enunciativas que determinan lo decible y
 =    \                '-
constituye una variable intrínseca del mismo, co"‚. Es allí donde Foucault pretende poner en
  '   X      Z14.   '   funciones enunciativas  -
ras del discurso con las estructuras y las relacio-
7          (             7  
          '   |  - )Q  =X"^^`""€Z |    
ciados remiten a un medio institucional sin el            & = '  
   $    \  - saber o del señalamiento de sus presupuestos
gen en tales localizaciones del enunciado, ni el conceptuales. Su empeño fundamental es la de-
\         =  }X9 - nuncia de las estructuras y de las relaciones de
 =  "^_„  H‚Z #                      }
como espacio, al cual pertenecen las institucio-
nes y los acontecimientos15, y está relacionado El saber y el método arqueológico
 \ \     
se construye a través de las relaciones discursi- Desde esta perspectiva, la pregunta por el saber
vas con los medios no discursivos.   '     arqueólogo consis-
  |    =       
Cuando uno se adentra en los dominios fou-    ‹Œ       
             \     nuestro pensamiento ‘libre’ emerge y centellea
 B$ \     formación         } X  "^‚‚  H€Z
discursiva, ya que se entiende como una verda- Asimismo, este autor considera que el saber de
 Q      |  \    U             \ 
mortales, capaces de promover y en ocasiones de los regímenes de enunciados posibles, que
de &      ‹Œ Q   - encuentran sus límites en lo visible y lo decible
ciado es una multiplicidad que atraviesa los ni- en un tiempo y lugar determinados, y que re-
veles, que cruza un dominio de estructuras y de      \            
unidades posibles y hace que aparezcan, con con-  \       #   
              }    |              -
X9  =  "^_„  H^ €"Z *       samiento implícito en la sociedad, un pensa-
  Q      '   -   '        
    '   '   -
"€ )\ \               '       -
      '       
   '         afuera, el cual $   Q     }X9 
puede ser a su vez un enunciado.    *  @``H"Z# $ 
"{ ;  |             Q
   $   & '     U     $ 
    &      \     $      "‚ 7  Š  =X"^^{HZ       |  
que simplemente estaba aconteciendo de manera rutinaria y acepta- algo que sería radicalmente nuevo que irrumpe y altera las verdades
}XŠ  ="^^{€Z              }

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Análisis crítico del discurso y arqueología del saber: dos opciones de estudio de la sociedad
V o lu m en 1 4 N ú m er o 1 z Ju n io d e 2011

        &      tipo que, a su vez, las caracterizan y delimitan
aunque no se inscriba de manera elocuente en    18. En palabras de Foucault:
algún enunciado concreto, sí puede ser recons-
      '   $  No cuestiono los discursos sobre aquello que, si-
     '     =             
             ' 
la masa discursiva de un periodo (documentos
No los cuestiono acerca de los contenidos que
       Z7  Š  = pueden encerrar sino sobre las transformacio-
X"^^{„Z|       Q - nes que han realizado. No los interrogo sobre
   '     el sentido que permanece en ellos a modo de
        $ } origen perpetuo, sino sobre el terreno en el que
 &            )    
#          \    Q      ' 
 &  X "^‚^{_Z
'       U
     &     U 
[    ' U   Q 
   \         
la historia, Foucault propone invertir las relacio-
    U    Q  nes que caracterizaron a ambas disciplinas. En
    Q    &  Q  palabras del autor:
son válidos, quiénes los hacen circular y a través
U  [$ U   ' - ~       $ 
     |       - disciplina de los monumentos mudos, de los
ca buscar las verdades del pasado sino el pasado     \    & 
      } X* "^^‚  H^Z      \        $    
     Q  '    historia y no adquiría sentido sino por la res-
'    '] $  -
relevante la veracidad de los documentos sino
  \               
      '  |   - nuestros días, la historia tiende a la arqueolo-
     '       $    '  $      
U  M       X "^‚^""Z
verdadero tiene un cierto efecto en qué somos y
'}X "^‚‚H^Z Es obvio que el saber entendido de esta mane-
ra no puede, desde luego, ser abordado con los
# Q  '  =     - U (Q       
'  exterioridad"„ de los discursos y busca sus         '   -
    &      Q  - puesta foucaultiana del concepto de estrato. Esta
cursivas que son, asimismo, sociales. Las prác-   '       9  =  X"^_„
ticas discursivas producen saberes de distinto  „{Z        ] |    
  '   -
"„   &        U      
         M      
Q  M        - y de palabras, de ver y de hablar, de visible y
ciones que han dominado la historia de las ideas, a saber: de trasto-
             &  # 
W |      W    "_ Š  = X@``{Z               ' 
     ='               '      para la lectura de fuentes primarias dentro de la arqueología del
    U        -    #   ]   '       '     '  
  &                             = '   \      
         \ $ }X9        ' Q     ' 
*  @``H@€Z    '     '    

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David Alberto Londoño-Vásquez, Ladis Yuceima Frias-Cano
IS S N 0122- 8285

            El discurso, en este sentido, es un evento co-


             &-     $       -
  }# U   '   ciales en sus diversos roles, tomando parte de
  \                 &  $
distintos saberes y constituyen la episteme pro- El acto comunicativo puede ser escrito u oral, y
          'M  puede incluir dimensiones no verbales. En este
|      $              = '   
a otras mediante un proceso discontinuo de cor- producto logrado en el proceso del acto comu-
te o mutación, productor de transformaciones   #         \ 
      }X)Q  ="^^`""{Z comunicativos particulares u ocurrencias úni-
cas que involucran actores particulares en con-
Similitudes y diferencias  &    $  
$   '    
#        U   '   U       X    Z 
  '     Q  -         '  -
    =    % &'  da de los mismos interlocutores, y el deslinde
investigativa de las realidades sociales, las cua-    
les utilizan diferentes vías, conceptos y marcos
'         \ -
7  [)       
tes: el discurso, se dispersan desde la construc-
   '        
'           
se centra en los enunciados y las formaciones
ya que parten de un estado del arte distinto: el
discursivas como elementos reales de la socie-
ACD como el resultado de la interdisciplinarie-
         B$      -
   B$     
ceptualizarlos y no sigue patrones de análisis
  &            &
 B$   ')\  
 [)'   Q    
          '(
      ( '    -
to moderno como propuesta posestructuralista         '
    \    B$   remitirse a los archivos, es decir, esos documen-
    '    [   '    %         -
    \ Q           mientos, intervenciones, entre otros elementos
encontradas en dichas propuestas de análisis.   '         -
     B$
Discurso y realidad social
#       [;9 &   
#[;9     Q - interdisciplinaria amplia en la que se integran
cial y, en consecuencia, la tarea central del ana-     B$
     ' W    Q      M        
     '        -  Q       & 
    '     - simultáneamente como producto sociocomuni-
cen, mantienen o se transforman las relaciones cativo, esto es, como acto social y discursivo que
  '            '    Q 
\ Q    '  &   cognitiva que estructura y construye formas de
reproducen las ideologías en el discurso. saber individual y colectivo.

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Análisis crítico del discurso y arqueología del saber: dos opciones de estudio de la sociedad
V o lu m en 1 4 N ú m er o 1 z Ju n io d e 2011

7   [)        ideología impone partir de su papel en la socie-
           &          <  %
social que no necesariamente se encuentra ins- sociales entre los grupos, si se tiene en cuenta
        $    que la ideología es fundamento sociocognitivo
reconstruida a través de las formaciones discur- y discursivo para el dominio y la resistencia,
sivas de un espacio y tiempo determinados. Esto    Q       \  
        [)    principios de que se sirve la sociedad para la
y sus respectivas formaciones discursivas no se & '        
        '     $  '    
  '  $         -
         \ # A partir de estas dimensiones, las relaciones
       \    - entre los grupos marcan la manera en que cada
B$                QM  -
no al contrario como sugiere el ACD. ne en cuenta que las ideologías tienen una di-
 '      <     
7   $     [;9   - los miembros de un determinado grupo deben
ciona de maneras múltiples con descripciones y o no hacer, se evidencian las maneras de ser
&       B$   de las prácticas sociales que se asumen en re-
teorías cognitivas, la sociología cognitiva, la psi-  '           
$    $     '               
entre otras disciplinas, y es desde esta perspecti- M       -
      = '  [;9  - gía puede representarse en esquemas de grupo
ye como una pirámide cuyos vértices integran la y, por ende, formular una estructura en la que
 '        [   -    $  \  =      
rio, la AS parte de las formaciones discursivas como membrecía, actividades, metas, valores
que van surgiendo en la historia, con respecto a   '      -
un espacio y un tiempo determinados, a través     &$   '  
       B$      - ideologías grupales o sociales que dan cuenta
treables, analizables y comparables, no en el sen- de su identidad.
tido de quién lo dice o por qué lo dice así, sino
como elementos que emergen de la rareza, para )      $     & 
romper o trascender eso que es común. elementos contemplados en la AS, ya que la no
originalidad de los enunciados sugiere la cua-
Ideologías y contextos      '        -
ciado pueda ser repetido necesita de cuatro
Tal como se asumen las ideologías en el ACD   ]"Z      ' 
X  9\ "^^_M 7   "^^^Z     - @Z     '       HZ
tructuras que son comparables con las demás el mismo orden de localizaciones y de empla-
representaciones sociales, es decir, organizan y =  €Z    '    
regulan las representaciones conceptuales acer- instituido:
  '    
   &'     '  ) \  Q        
intergrupales ancladas en los intereses grupa-   QQ     -
les. Recuperar analíticamente la estructura de la  & #  $          

115
David Alberto Londoño-Vásquez, Ladis Yuceima Frias-Cano
IS S N 0122- 8285

criterios que instaura, precisamente para de- Con respecto al ACD, analizar el discurso con
mostrar que se puede decir una frase o formu-     '     $     
  '       cultura implica desentrañar las estructuras del
emplazamiento en el enunciado correspon-     &   
diente, sin reproducir las mismas singularida-     &   $-
X9  = "^_„H„Z
'      
          & '   
#     [)   &  -
   '    $    -
            ' 
        B$ 
lo es para el ACD, porque en primera instancia,
social de realizar discursos en diferentes espa-
     '   \   -
     '# 
$    Q      -
no solo representan las ideologías a la cual per-
'              ‘ 
tenecen, sino también que proyectan las estruc-
     $     &      -
turas o estrategias discursivas en varios niveles
 ‘ #   &       & 
    ~          
      '    -
de analizar un discurso: a) como un diálogo co-
'                 -
tidiano, b) como estructura gramática, y c) como
ciado. De todas formas, es posible pensar sobre
   '     '    W-
la relevancia de esos enunciados que han sido
            \
       '-
    X  &Z       Subjetividades, identidades e
discursivas que demandan cambios (posible-  

mente cargados de una ideología determinada).
El poder"^           \ 
#          '    Foucault, y en este artículo aparece con la cons-
              &  '     \  ; U 
 $   \                ' \  '  
enunciados en la sociedad, sino qué es lo qué   '  \      
reclaman determinados enunciados, qué cam- distribuciones de poder político que correspon-
bios sociales proponen, qué acontecimientos o   '     -
    '      \        \ 
los enunciados a favor o en contra que reciben.     &    $     
        '            &     -
elementos que posibilitan las formaciones dis- lar mundo en el que se vive. En cada momento
cursivas, las cuales no pueden ser consideradas '       -
como estructuras ni sistemas, es decir, la reali-     \  
   [)    '  -
te a través de los enunciados que hacen parte Además, cabe resaltar que el poder para Foucault
de las formaciones discursivas que, a su vez, |          +  
componen los archivos. Son los quiebres de su
     '       - "^ #       9  =  X"^_„  {" {@Z |         -
                    -
      #  -      ‹Œ          
      =      }7 
mar que estas formaciones discursivas no solo              =  
la transformaron sino que, de igual forma, han               Q  '  
&         Q  $     -
mutado en la sociedad. ñan un papel directamente productor

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V o lu m en 1 4 N ú m er o 1 z Ju n io d e 2011

   ' ]   '      \ - ser un compuesto de varias identidades sociales)
to de las relaciones de fuerzas, que pasa tanto o sí mismo personal, por un lado, y las prácticas
por las fuerzas dominadas como por las domi- situadas reales de los actores sociales que pue-
 ]       }X9 - den ser consideradas como manifestaciones de
 = "^_„{HZ#  =           }7    
       $ M   diferenciar la pertenencia entre identidad social
el poder no procede por ideologías20. En otras o de grupo21 e identidad personal22.
palabras, las relaciones de poder son los elemen-
   \     Con respecto a lo anterior, la pertenencia es
está directamente conectado con las ideologías.      ' X   
$Z     '     
7   $  W  [;9 - implica abandonar el grupo por completo cuan-
sisten en un esquema fundamental del cual la do las opiniones en disidencia de un miembro
     $          -
son inconsistentes con las del grupo como un
nencia a un grupo. Junto con el contenido de
todo. Claro está que las ideologías son esencial-
      $          
mente compartidas y, por tanto, necesitan ser
     #   
        [       -
tan pronto como un grupo ha desarrollado una
dera a la identidad de un modo individualis-
 $                  
del mismo. Desde un enfoque sociocognitivo, la ta, es decir, en términos de representaciones y
identidad es a la vez personal y un constructo      '      
        '   #  )    &  9\X"^^^
    '  $     - "{{Z|       
ye a sí misma como miembro de varias catego- que los grupos comparten conocimiento, acti-
$ 7   9\X"^^^"{@Z|#     $   \   
    '  X     $ Z        '     
Q      '  X  Z su identidad o ‘sí mismo social’ como un gru-
#    '          }#          
   &      X Z     $   
    }M Q      
    '             Lo anterior permitiría concluir que si la dimen-
        '          -
ne en términos de las representaciones sociales
Cabe señalar que las identidades de grupo pue-  $     '    
den ser más o menos abstractas y desligadas
  &      - 21 La identidad de grupo no parece estar limitada a representaciones
         |  '  Q 
       M   9\ X"^^^  "{HZ $          \   
 |         -       '  U-
  $ $}X 9\"^^^"{^Z
         &X    @@ 7   9\X"^^^"{€Z|         
       ]"Z     '    
$X  Z   W   &   
@` |+          M       y biografía propias, personales, como se lo representa en modelos
X  Z %     W         - mentales acumulados, y el autoconcepto abstracto derivado de esta
U        ' Q     &       '         '  @Z   -
           =   \  7     '      $  X Z     '    -
&     '        '    =    tenencias a grupos, y los procesos que están relacionados con tales
 =   '    ' }X9  = "^_„{€Z          }

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de grupo es más inclusiva que la de ideología23.   '         


Aquí es necesario resaltar que, al igual que las        '   
identidades personales, las sociales pueden
  M  |      - Conclusiones
QX 'Z    
relativamente idénticos por un período relati- El análisis del discurso ha sido, es y seguirá
vamente largo de tiempo, las representaciones siendo de interés académico e investigativo de
   Q  $       múltiples disciplinas, ya que el discurso puede
pueden adaptarse estratégicamente al cambio encerrar posibilidades reales de análisis, bien
   $} X  9\ "^^^  "{‚Z )   sea a nivel estructural, semántico, pragmático,
identidad social24 Q     U    '   '     
representaciones sociales compartidas, y si es- gracias a esa riqueza de enfoques y métodos que
tas pueden cambiar continuamente, también la su auge y aportes a las ciencias sociales van en
  '      $  Q - ascenso. Sin embargo, cada propuesta de análi-
námica que estática. Es allí donde la identidad sis lleva consigo matices y conceptos propios de
se convierte en un proceso en el cual la colec-      M  [;9
  Q            [)     & ' 
  ' 25, como algo que se mueve,
 Q   % M      = '  7   [;9        -
concuerda con algunas de las características de '       Q    Q
 \     dentro de un marco compuesto por la triada
 $ (  &(      -
Finalmente, es posible que en la actualidad, si- viduo genera actos comunicativos ligados a sus
     $    9\ intereses, dependientes de elementos de poder
X"^^^Z         -   '   %    
  \       - como las estructuras de creencias y sus mode-
      % = M los mentales, los cuales son analizables a través
      \    9\  del discurso como en el caso de las ideologías
un peso protagonista al individuo, la persona, al que legitiman o posibilitan oponerse al poder y
\  *       [)  \   - al dominio desempeñando funciones de mani-
vado de los enunciados, es una tercera persona,  '    '  '      
no hay algo mío en el enunciado, este enunciado    &      Q-
ticas sociales discursivas, por lo que el discurso
23 A diferencia de las ideologías, las identidades sociales no necesitan
     ) W  9\X"^^^"{_Z| 
cumple un importante papel en el proceso de
    U              ' # $      
en términos de las prácticas sociales características de los miembros
       }
tanto constructos mentales, se constituyen en la
24 La identidad social como un constructo mental socialmente compar- base desde donde se construyen las ideologías
   U  |                 ' 
 '          ’ &  “    &        
          = '    Q     M    -
           '        }
X 9\"^^^"‚`Z          \ -
@{ 7   ='  U   '      $ Q - ciales que componen los hechos de la realidad
    Q Q |  }#      
9\X"^^^"{‚Z|[       social y cultural. Así, el conocimiento cultural
lo tanto, estar permanentemente ocupados en la ‘búsqueda’ de su   \      -
    '          
 } dos los miembros competentes de una cultura,

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de               \  -      '         


rios de verdad también compartidos. Este es posibilitan las formaciones discursivas, las cua-
el conocimiento que todos los miembros de les no pueden ser consideradas como estructu-
una cultura tienen que aprender y el que, en el     M        
       M     [)    '     U 
las creencias aceptadas y de sentido común, al enunciados que hacen parte de las formaciones
        = X $- discursivas que, a su vez, componen los archi-
cas) adoptadas por toda la cultura. )        ' 
quiebres que han intervenido y reformado la
[ Q       '     '  -   #          -
   '     - ciones discursivas no solo la transformaron sino
faces a través de modelos mentales, permite la que, de igual forma, han mutado en la sociedad.
   '    '  
  &        #           \  
 &           - propuestas por la AS no construyen los enuncia-
       '      - dos, ni participan de las formaciones discursivas
sentaciones sociales de la memoria social para            \  
     &    son derivadas de los enunciados. No hay un yo
que recuperan la práctica sociocomunicativa de sino un él. Son los cambios, los quiebres, las ins-
los miembros de una cultura. tituciones, los acontecimientos, la sociedad, los
     \       
#      [;9      \  en práctica ciertos enunciados, y no al contrario,
        = '   B$-   [;97   U 
        Q7  discurso no se busca describir a quien lo enun-
campo de estudio incluye la pragmática, además        ' 
 Q      B$  han llevado a enunciarlo.
la etnografía, con algunas variaciones como se
describe en el siguiente apartado. Los enfoques Finalmente, tanto el ACD como la AS son pro-
[;9 U         - puestas viables y coherentes de análisis del dis-
      '     &            \  #
7        - primero se centra en el individuo dentro de un
         M   &     $   
por el otro, se supone que los mediadores entre en los elementos y espacios que afectan y dan
lo social y las prácticas discursivas son géneros       =  \ ) 
  $ embargo, cada uno de ellos analiza la sociedad
       \  -
Con respecto al AS, poco le interesa entrar a   '(  '   \   -
      &     $   \     '  '    \ 
fueron apareciendo esos enunciados en la so-
ciedad, sino qué reclaman los determinados Referencias
enunciados, qué cambios sociales proponen,
qué acontecimientos o instituciones los produ- Š  =[X"^^{ZLa genealogía y la arqueología
  '           como herramientas para leer la hipótesis sobre la so-
favor o en contra que reciben. Todos estos es- ciedad educadoraK   ]7  '

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IS S N 0122- 8285

Š  =[X@``^ZEnfoque arqueológico-genealó-  *X"^„HZEl libro de los Otros. Barce-


gico; orientaciones metodológicas para la lectura de lona: Anagrama.
fuentes primarias ‹*     U  * =  ]
; (?    * =   ƒ  [ X"^^€Z Social Interaction and Develop-
ment of Language and CognitionK   ]7  
[ >X"^„"ZCómo hacer cosas con palabras.
K [ ]7  ' ƒ  ~ X"^„^Z Language and Ethnic Relations.
& ]7   
K
 ƒ X"^^€Z Language and Understanding.
& ]& ?  7  ƒ >X"^_^ZMemory, Thinking, and Language.
  ]*  
K
 7      ) X"^„_Z ?     
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on politeness. Cambridge: Cambridge University ca social*U&]  ; # ' 
7 {‚(@_^
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; )[  ;X@```Z; '   don: Longman.
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tructura y proceso. Barcelona: Gedisa.
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de creencias. Revista Anagramas: rumbos y senti-
;  7  )—  ; X@```Z 9 
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* $ "H`("€{
K   ]7  @^„(HH`
' = ~ X"^^€Z Métodos de investigación lin-
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*  †  Litorales, 2, Argentina,
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9  = ƒX"^_„ZFoucault. K   ]7  ' locura y anormalidad en la construcción del indivi-
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don: Longman.
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 *X"^‚^ZL’archéologie du savoir. 7 $] )Q  =*X"^^`Z[ $     -


Galliniard. '     *  # 

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Análisis crítico del discurso y arqueología del saber: dos opciones de estudio de la sociedad
V o lu m en 1 4 N ú m er o 1 z Ju n io d e 2011

 
        8,  9\X"^^„ZRacismo y análisis crítico de los
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munication& ]K K 
 7  '

)  >X"^_`ZActos de habla*  ];Q    9\X"^^^ZIdeología. Barcelona: Gedisa.

)   X@``@Z # Q $    9\X@``` ZEl discurso como estructura y
 W    9\          - proceso.K   ]7  '
' Revista Razón y Palabra*U&
 9\X@```ZEl discurso como interacción
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6 9 9)  ~~  
don: Longman.
(eds.), Handbook of Discourse Analysis, pp. 352-
  * X"^^‚Z The Literary Mind & ] H„"& ]K 

& ?  7 
‡ †+
77  >ƒ ~
 9\X"^_`ZMacroestructures: an interdis- 9  ;  †  *!  † X"^^`Z “Wir sind
ciplinary study of global structures in discourse, in- alle unschuldige Täter!” Diskurshistorische Stu-
teraction, and cognition~  +>]#  dien zum achkriegsantisemitismus  š*]
Suhrkamp.
 9\X"^^"ZRacism and the Press. London:
Routledge. ‡  † X@```Z ˆ   B$   -
ta una teoría social? Nuevas perspectivas en el
  9\  X"^^HZ Elite discourse and Racism. análisis crítico del discurso. Discurso y Sociedad,
+
7 ])   2 XHZ]"@H("€„

121
David Alberto Londoño-Vásquez, Ladis Yuceima Frias-Cano

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