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NATALIDAD

La natalidad es el número de nacimientos habidos en una población durante un período de tiempo


determinado, generalmente referido a un año natural, y supone un aumento de la población.

Medición de la Natalidad.

Para medir la natalidad y poder comparar los nacimientos de unos países y otros
independientemente de su tamaño o de la población total, se utilizan las Tasas de Natalidad, que
representan el número de nacimientos en un periodo de tiempo determinado (normalmente anual)
por cada mil habitantes de ese lugar. Para su cálculo se dividen los nacimientos de ese periodo por
el número medio de habitantes del lugar durante ese periodo y se multiplica por mil. El resultado
por lo tanto se expresa en Tantos por mil (%o).

1. Dentro de la natalidad, se utilizan otras tasas como la tasa de fecundidad, partiendo del
número de nacimientos por cada mil mujeres de edad comprendida entre los 15 y los 45
años y el número medio de hijos por mujer, que suele ser más bajo en los países
desarrollados y más alto en los subdesarrollados.

Los países con mayor tasa de natalidad son la mayoría del continente africano. Así, entre ellos se
encuentran Níger, Uganda, Malí, Zambia, Barquín, Etiopía y Somalia que son los que lideran
indiscutiblemente la clasificación.

Frente a ellos, hay que subrayar que entre las naciones que cuentan con una tasa de natalidad
más baja se encuentran Mónaco, Hong Kong, Alemania, Japón o Austria, siendo la isla australiana
de Norfolk la que tiene una tasa más reducida. En concreto esta llega a ser negativa. Y es que por
mil habitantes tiene -9 nacimientos.

Además del citado documento que es importante en esta materia tenemos que subrayar que existe otro que
se basa en las estimaciones que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ha realizado para el periodo
comprendido entre el año 2010 y el 2015. Aquellas establecen que Níger se mantendrá en cabeza como el
país con la mayor tasa de natalidad mientras que Bosnia y Herzegovina se colocará como la nación con la
menor tasa. En concreto el citado país africano se calcula que por cada mil habitantes logrará tener 47,7
nacimientos mientras que la citada nación europea sólo alcanzará los 8,2 nacimiento En general, la tasa
aumenta progresivamente respecto a años anteriores, sobre todo en países subdesarrollados, por
cuestiones mayormente culturales:

Muchas veces la falta de atención sobre la natalidad tiene que ver con temas políticos, falta de
información o de capacitación a los ciudadanos. La creación de familias numerosas gracias a que
muchas veces se necesitan más miembros familiares para poder subsistir.
 Los factores religiosos muchas veces influyen, en algunas religiones los abortos o los
métodos anticonceptivos están prohibidos.
 Culturalmente no hay distribución del tiempo marcado y no tienen una noción del tiempo laboral y tiempo
educativo. Es por estas razones que el aumento de la tasa de natalidad muchas veces es explosiva e
incontrolable año a año, haciendo así que la población se doblegue cada veinte años. Aunque en
algunos países, gracias a las campañas y operaciones a favor del control de natalidad, se está
logrando reducir los niveles de fecundidad. Los países o zonas culturalmente más avanzados,
tienen una tasa de natalidad menor. La posibilidad de control de la natalidad,
una educación adecuada sobre planificación familiar, y el acceso de las mujeres al mercado laboral
contribuyen a este descenso de la natalidad.
Las exigencias del mundo moderno hacen que los niños demanden muchos recursos económicos
para tener una educación adecuada, una alimentación suficiente, vestimenta y acceso a medios
tecnológicos; por lo que las familias optan por tener menos hijos, pero sin carencias.

MORTALIDAD

La mortalidad es un componente fundamental en la dinámica demográfica de la población, su


comportamiento se ha estudiado bajo dos enfoques complementarios; por un lado la transición
demográfica, que se refiere al tránsito de regímenes de alta mortalidad y natalidad a otros de niveles bajos y
controlados; por el otro la transición epidemiológica, que analiza el cambio paulatino en el perfil de causas
de muerte, en el cual disminuyen progresivamente las enfermedades infecciosas y parasitarias, y aumentan
las enfermedades crónico degenerativas. La muerte es un fenómeno complejo que depende de múltiples
factores, muchos de los cuales van más allá del ámbito sanitario y de los determinantes biológicos,
respondiendo a condiciones y estilos de vida. La exposición al riesgo de morir se modifica a través de la edad
y tiene comportamientos específicos por sexo, que son el resultado de una construcción cultural que
frecuentemente favorece algunos trastornos (así como su letalidad) de manera diferenciada entre los sexos.
Así mismo, el análisis de la evolución de los niveles y distribución de la mortalidad por causas, constituye un
insumo relevante para identificar los principales padecimientos que afectan a la población. La tasa de
mortalidad general de nuestro país, después de mantener un constante descenso a finales del siglo XX y
principios de este, comienza a mostrar una tendencia al alza, debida principalmente al envejecimiento de la
población. La tasa de mortalidad general diferenciada por sexo en un comportamiento típico, donde los
hombres tienen una mayor tasa de mortalidad que las mujeres, con una defunción más por cada mil. La tasa
de mortalidad general durante los últimos años es de alrededor de cinco defunciones por cada mil
habitantes y se espera se aproxime a seis defunciones por cada mil en los próximos años, lo cual
representará más de seiscientas mil defunciones al año. Las tres entidades que tienen las tasas brutas más
altas de mortalidad en 2010 son Chihuahua, Distrito Federal y Veracruz, mientras que las tres con tasas más
bajas son Aguascalientes, Baja California Sur y Quintana Roo. Cabe mencionar que las diferencias de las
tasas de mortalidad general entre las entidades federativas pueden deberse a la composición de la
estructura por edad de la población, así como a factores culturales, económicos y sociales. Las cinco
principales causas de defunción de la población general en 2010 desagregadas por sexo son; en primer lugar
las enfermedades del corazón, representando el 19.3% para las mujeres y el 16.5% para los hombres;
seguido de la diabetes mellitus, con 16.7% para las mujeres y 12.0% para los hombres; en tercer lugar los
tumores malignos, con 13.8% y 10.4% respectivamente; en el caso de las causas generales cuarta y quinta,
accidentes y enfermedades del hígado, la proporción que éstas representan en las defunciones de hombres
es más del doble de lo que representan en las defunciones de mujeres, como se muestra en la Figura 4 Las

tendencias y niveles de la mortalidad se ven altamente afectadas por la estructura etaria de la


población por lo que en este análisis se consideró siete intervalos de edad, los cuales están
relacionados con las etapas del curso de vida: Población infantil (menores de un año) Niños en
edad preescolar (1 a 4 años) Niños en edad escolar (5 a 14 años) Jóvenes y adolescentes (15 a 24
años) Adultos jóvenes (25 a 44 años) Adultos maduros (45 a 64 años) Adultos mayores (65 años o
más) En los primeros dos grupos de edad, menores de 1 año y de 1 a 4 años, se observa una
disminución constante de la tasa de mortalidad de 1990 a 2010, siendo en total para este periodo
del 64% para los primeros y de 68% para los segundos. Cabe mencionar que para obtener la
información referente a estos datos intervienen las Proyecciones de Población elaboradas por el
CONAPO (versión, Conteo 2005) con objeto de compensar el su registro que pudiera existir en
estos grupos de edad. La tasa de mortalidad en la población en edad escolar muestra un
comportamiento decreciente del 45% en el periodo de referencia, mientras que en 1990 se
registraron 55 defunciones por cada 100 mil habitantes de este grupo de edad, en 2010 se
registraron sólo 31 defunciones por cada 100 mil. Para la población de jóvenes y adolescentes se
observó un comportamiento decreciente, equivalente al 27.6%, de 1990 a 2004; sin embargo, a
partir de 2005 la tendencia se revirtió, aumentando desde ese año y hasta 2010, 32%. Un
comportamiento similar se aprecia en la mortalidad de los adultos jóvenes, la cual presentó una
tendencia decreciente de 1990 a 2004, reduciendo en este periodo 28.1%; mientras de 2005 a
2010 aumentó 18.4%. La mortalidad de la población de adultos mayores es cuatro veces mayor a
la del grupo etario anterior. Su comportamiento muestra una lenta, pero continua disminución
durante los 20 años de referencia.

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