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La luna llena no predice un gran

terremoto
Por Shannon Hall 26 de enero de 2018

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Devastación en Valparaíso, Chile, a causa del terremoto de 2010 que cobró la vida de
más de 500 personas. Ocurrió una noche de luna llena. Credit Felipe Gamboa/Agence
France-Presse — Getty Images

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El 26 de diciembre de 2004 un terremoto de magnitud 9,1 fracturó el lecho marino de la


costa oeste de Sumatra. El resultado fue un tsunami que mató a casi 230.000 personas
en catorce países, lo que lo convirtió en uno de los desastres naturales más mortíferos de
la historia. Y ocurrió durante una luna llena.

El sismo de Sumatra no es el único gran terremoto que haya ocurrido bajo el brillo
resplandeciente de la luna. Tanto el sismo que azotó Chile en 2010 como el gran
terremoto de Alaska en 1964 también tuvieron lugar en una fecha lunar llamativa. Por lo
tanto, es tentador argumentar que ocurren más sismos de gran magnitud cuando hay
luna llena.

Pero un nuevo estudio publicado en Seismological Research Letters menciona que esta
relación no tiene fundamentos científicos.

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Una grieta en la mitad de una calle en Anchorage, Alaska, en 1964, después del gran
terremoto de Alaska, el cual sucedió en luna llena. Credit Associated Press

Para analizar la supuesta conexión entre la luna y los grandes sismos, Susan Hough, una
sismóloga del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés),
estudió 204 terremotos de magnitud ocho o más durante los últimos cuatro siglos.
Después los relacionó con el calendario lunar y encontró que no ocurrían más durante
una luna llena o nueva que en cualquier otro día del ciclo lunar.

“La creencia popular que relaciona los grandes terremotos con la luna llena no tiene
cabida en lo descubierto por la ciencia”, mencionó Hough.

Hay ciencia sólida que establece una relación entre los temblores de la Tierra y la
Luna, debido a que durante las lunas llenas y nuevas, la Tierra, el Sol y la Luna quedan
prácticamente colocados en línea recta. Esta alineación celestial jala a nuestro planeta y
provoca que crezcan las mareas en los océanos y la tierra firme.

Ese efecto es demasiado débil para causar un terremoto por sí solo. No obstante, si la
fuerza gravitacional de la Luna jala en una falla que está peligrosamente cerca de una
fisura, no es imposible que ocurra un temblor.

“No es una idea descabellada”, afirmó Hough.

Sin embargo, el efecto gravitacional es casi nulo y solo sucede bajo ciertas
circunstancias, así que nunca se podría traducir en una fuerza notable y, ciertamente, no
en una que se pueda ver en un calendario o utilizar para realizar predicciones.

En 2004, por ejemplo, Elizabeth Cochran, una geofísica del USGS que no estuvo
involucrada en esta investigación, publicó un estudio junto a sus colegas que sí
mostraba un ligero incremento en la cantidad de terremotos que sucedieron durante
mareas bajas, pero solo en las de cuencas oceánicas profundas.
Hace dos años, un estudio que llevaron a cabo Satoshi Ide, un sismólogo de la
Universidad de Tokio, y sus colegas, llegó a los titulares de los periódicos porque
sugería que el número de terremotos de magnitudes altas (como el que ocurrió en
Sumatra) también incrementa ligeramente cuando aumenta la fuerza de la marea.

Pero, de nuevo, este efecto es tan pequeño que la probabilidad de que ocurra un
terremoto durante una luna llena sigue siendo la misma que la de cualquier otro día del
ciclo lunar.

Un cambio tan diminuto no sirve para que los científicos predigan cuándo podrían darse
terremotos de grandes magnitudes ni tampoco ayuda a los ciudadanos promedio ni a los
servicios de emergencia. Simplemente, las mareas lunares son demasiado débiles.

En resumen, el estudio de Hough “desmiente la superstición prevalente de algunas


personas respecto de que la Luna nos advierte sobre el peligro”, señaló John Vidale, un
sismólogo de la Universidad del Sur de California, quien dirige el Centro Sismológico
del Sur de California y no participó en el nuevo estudio.

Por desgracia, Hough no cree que la superstición vaya a desaparecer pronto. Aun así,
espera que estudios como este puedan eliminar poco a poco las ideas equivocadas y
ayudar a la gente a que con el tiempo se percate de que no, la próxima luna llena no
engendrará una serie de terremotos apocalípticos.

New York Times

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