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Un tsunami o maremoto es un evento complejo que involucra un grupo de olas de gran

energía y de tamaño variable que se producen cuando algún fenómeno extraordinario


desplaza verticalmente una gran masa de agua. Este tipo de olas remueven una cantidad
de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento. Se calcula que el
90% de estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso reciben el nombre
más correcto y preciso de «maremotos tectónicos». La energía de un maremoto depende
de su altura, de su longitud de onda y de la longitud de su frente. La energía total
descargada sobre una zona costera también dependerá de la cantidad de picos que lleve
el tren de ondas. Es frecuente que un tsunami que viaja grandes distancias, disminuya la
altura de sus olas, pero siempre mantendrá una velocidad determinada por la
profundidad sobre la cual el tsunami se desplaza. Normalmente, en el caso de los
tsunamis tectónicos, la altura de la onda de tsunami en aguas profundas es del orden de
1.0 metros, pero la longitud de onda puede alcanzar algunos cientos de kilómetros. Esto
es lo que permite que aun cuando la altura en océano abierto sea muy baja, esta altura
crezca en forma abrupta al disminuir la profundidad, con lo cual, al disminuir la
velocidad de la parte delantera del tsunami, necesariamente crezca la altura por
transformación de energía cinética en energía potencial. De esta forma una masa de
agua de algunos metros de altura puede arrasar a su paso hacia el interior. La
palabra tsunamis proviene de dos palabras japonesas. Tsu significa "puerto"
y Nami significa "ola"

Un tsunami es causado por los terremotos o los volcanes que mueven la tierra en el fondo
del mar. Este movimiento se llama temblor de tierra. Cuando un temblor desliza tierra
bajo el mar, el agua de la superficie sube y se convierte en una joroba. Esta oleada
empieza a avanzar por la superficie. Después de avanzar por mucho tiempo, la oleada
por fin llega a la costa y choca contra la tierra. Una ola tsunami puede medir entre 7
metros (21 pies) a 33 metros (100 pies) de alto.
Un terremoto también llamado sismo, temblor, temblor de tierra o movimiento telúrico,
es un fenómeno de sacudida brusca y pasajera de la corteza terrestre producida por la
liberación de energía acumulada en forma de ondas sísmicas. Los más comunes se
producen por la actividad de fallas geológicas. También pueden ocurrir por otras causas
como, por ejemplo, fricción en el borde de placas tectónicas, procesos volcánicos,
impactos de asteroides o cometas, o incluso pueden ser producidas por el ser humano al
realizar pruebas de detonaciones nucleares subterráneas.

El punto de origen de un terremoto se denomina foco o hipocentro. El epicentro es el


punto de la superficie terrestre que se encuentra directamente sobre el hipocentro.
Dependiendo de su intensidad y origen, un terremoto puede causar desplazamientos de
la corteza terrestre, corrimientos de tierras, maremotos (o también llamados tsunamis) o
la actividad volcánica. Para medir la energía liberada por un terremoto se emplean
diversas escalas, entre ellas, la escala de Richter es la más conocida y utilizada por los
medios de comunicación.

La causa de los terremotos se encuentra en la liberación de energía de la corteza terrestre


acumulada a consecuencia de actividad volcánica y tectónica, que se origina
principalmente en los bordes activos de placas tectónicas. Aunque las actividades
tectónicas y volcánicas son las causas principales por las que se generan los terremotos.

se conoce también que las zonas del mundo más afectadas por terremotos son Asia
oriental, la zona del Pacífico central, el sur de Europa, Oriente Medio y Sudamérica.
Los países más afectados son China, Japón, Irán e Indonesia.
Los huracanes son las tormentas más grandes y violentas de la Tierra. Las personas
llaman a estas tormentas con distintos nombres como tifones o ciclones según el lugar
donde se producen. El término científico para todas estas tormentas es ciclón tropical.
Sólo los ciclones tropicales que se forman sobre el Océano Atlántico y el Océano
Pacífico oriental se llaman "huracanes". Como sea que se les llamen, todos los ciclones
tropicales se forman de la misma manera.

Los ciclones tropicales son como motores gigantes que usan aire cálido y húmedo como
combustible. Por eso se forman sólo sobre océanos de agua templada, cerca del
ecuador. El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la
superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos
aire cerca de la superficie. Otra forma de decir lo mismo es que el aire cálido se eleva
causando un área de menor presión de aire cerca del océano.

El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión.
Luego, este "nuevo" aire se torna cálido y h&aucute;medo y también se eleva. En la
medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su
lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma
nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano
y el agua que se evapora de la superficie.
Las tormentas que se forman al norte del ecuador giran en sentido contrario a las
manecillas del reloj. Las tormentas al sur del ecuador, giran en el sentido de las
manecillas del reloj. Esta diferencia se debe a que la Tierra gira sobre su eje.
Al girar el sistema de tormenta cada vez más rápido, se forma un ojo en el centro. En el
ojo todo es muy tranquilo y claro, con una presión de aire muy baja. El aire de presión
alta superior baja hacia el interior del ojo.

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