El Balance de Materiales representa el recuento detallado de todos los
materiales comprendidos en un sistema, el mismo que se hace sobre la base del “Principio de Conservación de la Masa”. De acuerdo con este principio, “Toda masa que entra en un sistema debe necesariamente salir del mismo o acumularse en él, no importa que por los cambios físicos o químicos entre en una forma y salga en otra”. Cuando se trata de un procedimiento discontinuo, el balance se establece para un ciclo completo o para el tratamiento de un determinada “Carga”, de manera que la variable tiempo no se incluya en él. Cuando se trata de un procedimiento continuo o dinámico, el balance debe hacerse para un tiempo especificado; para un periodo determinado. El Balance de Materiales se emplea para completar datos de un proceso o para verificar alguno de ellos, por ejemplo, el funcionamiento de un horno no se mide directamente la cantidad de aire que se usa en la combustión, pues sobre la base de los análisis del combustible y de los productos de combustión de esa cantidad de aire se determina por medio de un balance de materiales. El balance se puede presentar como “Balance Total” considerando las masas totales de cada una de las corrientes de materiales o como “Balance Parcial” considerando las masas para determinado componente en cada una de las corrientes. Por otra parte, si en el sistema no se originan cambios químicos, el balance puede presentarse como “Balance Modelar”. En caso contrario, debe presentarse un “Balance Atómico”. Además, podrá establecerse un “Balance Volumétrico” siempre que se operan cambios de estado o se trate de soluciones ideales o de gases ideales a condiciones constantes de presión y temperatura. Además, en los procesos continuos se puede establecer un balance de materiales entre los apartados de entrada y de salida del sistema, así como para cualquier parte de intermedia de él. Cada balance independiente nos formulará una ecuación de él. Cada balance independiente nos formulará una ecuación, así que en todos los casos el número de balances que será necesario estará determinado por el número de incógnitas que el problema presente. Es conveniente que antes de establecer las ecuaciones de los balances, se dibuje un esquema mostrando las corrientes de materiales correspondidos en el sistema, se indiquen las ecuaciones de las reacciones químicas que se producen en el mismo y se seleccione una base de cálculo. Esto ayudará grandemente al establecimiento de los balances. El esquema que comprende las corrientes de materiales es conocido como “diagrama de flujo” y debe mostrar los pasos sucesivos de un proceso indicando las unidades del equipo y las corrientes de masa que entran y salen de cada uno de ellas. Estos diagramas están destinados a ahorrar tiempo y evitar errores, de ahí que las unidades de operación deben representarse por simples rectángulos o círculos; no tiene que perderse tiempo en hacer un laborioso trabajo de arte, ya que ello no proporciona ventaja alguna para los balances; y por ello tanto carece de significado. Así una columna de destilación o un tanque de mezclado podrán ser representado como en la figura de abajo:
Cada línea en el diagrama debe representar una corriente “real” de material y
no porque una corriente está constituida de dos o más componentes se dibuje dos o más flechas representando a cada a una a un componente. Debe distinguirse además una operación “continua” de una operación “batch”. Se trata de operación “batch” cuando en un sistema se elimina una carga fija de material, se procesa y se separa, siendo luego seguida de una nueva carga con repetición del ciclo. Una operación es “continua” cuando las corrientes de materiales se sucedan sin interrupción. En un diagrama esa distinción se hace usando una doble barra en las líneas que representan las corrientes alimentadas por hornada tal como se indica en la figura 2.2
Fig. 2.2 Representación de operaciones: (a) continua (b) batch.
Debe distinguirse también una corriente de materiales “cerrada” o “abierta”. Por ejemplo, en la fig. 2.3 (a) se representa que donde se mezcla con otros materiales: “es una corriente abierta”. Mientras que en la fig. 2.3 (b) la corriente de vapor de agua a través de un serpentín manteniéndose separado del resto de las corrientes: es una corriente “cerrada” y su disposición obedece a la necesidad de transmitir su calor a las masas A y B a través de las paredes del serpentín. Fig. 2.3 Representación de corrientes de materiales: (a) abierta y (b) cerrada: vapor de agua. Por otra parte, a menos que su inclusión facilita la representación de los cálculos reduciendo al mínimo la posibilidad de error, el diagrama de flujo no debe contener detalladamente la composición o condiciones físicas de una corriente. En general, cualquier unidad de procesamiento se la puede representar como un rectángulo al cuál se alimentan las corrientes de materias primas, como también se alimentan las corrientes de energía. También de dicho rectángulo podemos ver que emergen las corrientes de productos, de residuos y de energía. Los procesos de manufactura comprenderán una serie de operaciones o pasos a través de los cuales circulan los materiales en proceso. Así en la fig. 2.4 se representa un proceso de tres pasos; los materiales A y B se alimentan a la unidad (1) de la cual se descarga el material C, mientas que otra fracción de masa, la corriente D, pasa a la unidad (2). En esta el material D se combina con otra materia prima E para producir F que pasa a la unidad (3). En esta unidad el material F se separa en tres corrientes G, H, J como productos finales del proceso. La fig. no muestra que productos son útiles ni que corriente son residuos; solo se representan corrientes de materiales sin especificación de la naturaleza del proceso. Sin embargo, de acuerdo con ese diagrama de flujo y en base a la ley de conservación de la materia, podemos establecer que las masas combinadas de A, B, E deben igualar a las masas combinadas de C, G, H, J. La igualación de esas corrientes constituye un “balance de materiales”.
Fig. 2.4 Diagrama de flujo
De ese balance de materiales se puede obtener, por ejemplo, las cantidades de los materiales A, B, E que son necesarias para producir cantidades determinadas de productos C, G, H, J así como se podrá determinar el tamaño y la capacidad de las unidades (1), (2), (3). El balance de materiales constituye así el cálculo básico de todas las determinaciones que pudiera comprender una operación o un proceso unitario. Por más simple que sea la operación, el recuento de los materiales comprendidos en ella será siempre el primer paso a efectuar. Así por ejemplos la cantidad de agua debe evaporarse de una solución para aumentar la concentración de soluto, se hace por balance de materiales la proporción en que deben mezclarse dos o más sistemas para obtener una mezcla de composición definida, también se establece por balance de materiales para establecer los balances de materiales no existe un camino general que debe seguirse; sin embargo, puede ser útil considerar los siguientes pasos 1. Dibujar el diagrama de flujo en el que se comprenden todas las unidades de operación con todas las corrientes de materiales que entran y salen. Si se trata de procesos, indicar las reacciones que se producen. 2. Referir todos los cálculos a una unidad diferente de material o de tiempo, esto es, elegir una base de cálculo y mantenerla, en lo posible a lo largo del desarrollo de un problema. No hay una regla general que conduzca a establecer la base de cálculo, su elección depende de la máxima facilidad que pueda proporcionar el establecimiento de las cantidades y a la solución del problema, si hay reacciones químicas es más conveniente usar una base molar y aun así quizá sea necesario hacer balances para los elementos químicos. Si no hay reacciones químicas, debe usarse unidades de peso y establecer los balances basados en los compuestos químicos antes que en los elementos. 3. Establecer un número de balances adecuados y efectuar los cálculos correspondientes. El número de incógnitas no debe exceder el número de balances independientes, pues el problema sería indeterminado. 4. Verificar las soluciones usando el método o ecuación independiente. NOTAS: a) Cuando se usa cualquier dato o factor tomado de tabla o gráfico debe especificarse la fuente de información b) Cuando se haga supuestos, debe establecérseles breves y claramente al considerarse el cálculo. c) Cuando los pasos de do o más sustancias permanecen constantes y en consecuencia se hallan en una proporción fija durante todo el proceso u operación, es conveniente considerar el conjunto de ellas como un simple componente y establecer una sola ecuación de balance parcial para ese grupo, porque hacer un balance para cada sustancia conduce a ecuaciones independientes. d) Cuando 1 corriente de material hay 1 componente que permanece en cantidad invariable dentro de la unidad considerada, es conveniente usarlo como una sustancia de referencia y expresar la concentración de los otros componentes de la corriente en términos de aquel. Así el cálculo se simplifica y la variación de peso que experimentan esos otros compuestos se puede establecer por simple diferencia de concentraciones. Cualquier procedimiento que se analice se estará realizando dentro de un determinado espacio y tiempo, constituyendo lo que se llama un “sistema”. Este sistema debe estar separado de los alrededores por medio de “limites” que pueden ser reales, como las paredes de un equipo o edificio, o pueden ser imaginarios, considerados para facilidad del análisis. En cualquier caso, todos los materiales que cruzan los límites y salen del sistema son parte de la masa de salida; los materiales que se hallan presentes en el sistema en cualquier momento forman parte de la masa inventariada. El balance de materiales puede escribirse entonces como: 𝑚𝐸 + 𝐼1 = 𝑚𝑆 + 𝐼2 … (1) O también como: 𝑚𝐸 = 𝑚𝑆 + 𝐼2 − 𝐼1 = 𝑚𝑆 + ∆𝐼 … (2) Donde: 𝑚𝐸 : masa de todos los materiales que entran en el sistema durante un periodo determinado o “masa que entra”. 𝑚𝑆 : masa de todos los materiales que salen del sistema durante un periodo determinado o “masa que sale”. 𝐼1 : masa inventariada al iniciarse el periodo 𝐼2 : masa inventariada al finalizar el periodo ∆𝐼: cambio en la cantidad de masa inventariada. (Si es positivo habrá una acumulación y si es negativo, una merma). El intervalo de tiempo para el cual se establece el balance se conoce como intervalo de operación. Si se trata de un sistema cerrado (donde ningún material entra o sale durante la operación) 𝑚𝐸 , 𝑚𝑆 y ∆𝐼 se hacen iguales a cero y entonces el balance se reduce a: 𝐼1 = 𝐼2 … (3) En un sistema abierto, puede variar cualquiera de los términos del balance; pero un caso especial lo constituye el sistema en que 𝐼1 = 𝐼2 lo cual se presenta aun cuando durante el proceso se hayan producido cambios en el inventario, siempre que no haya acumulación ni merma “neta” para el intervalo de operación. Así que resulta entonces que: 𝑚𝐸 = 𝑚𝑆 Por ejemplo, consideremos un sistema de evaporación como el de la Fig. 2.5. la alimentación F entra al evaporador en un periodo determinado y se separa en dos corrientes: un vapor V y una solución concentrada S. Esta solución se descarga directamente, pero el vapor entra a un condensador y después es descargado del sistema como condensado C. se puede considerar en este sistema varios limites, como los marcados con líneas punteadas, y establecer los balances de material siguientes: Para el limite (a): 𝐹 = 𝑉 + 𝑆 + ∆𝐼𝑎 Para el limite (b): 𝑉 = 𝐶 + ∆𝐼𝑏 Para el limite (c): 𝐹 = 𝑆 + 𝐶 + ∆𝐼𝑐 De estos balances se puede deducir que: ∆𝐼𝑐 = ∆𝐼𝑎 + ∆𝐼𝑏 Si se trata de una simple operación de inventario de masa, el balance resultará obviamente más sencillo, así si se trata de un tanque como el de la Figura 2.6 el Figura 2.5 balance se podrá presentar como: 𝐴 = 𝐴′ + ∆𝐼 Donde ∆𝐼 es la masa acumulada en el tanque, que puede valorarse por el aumento del nivel del líquido. A veces se presentan una serie de operaciones consecutivas. Por ejemplo, en el sistema de destilación de la Figura 2.7. Una masa F alimentada al sistema se desdobla en dos productos D y B. el producto de cabeza D de la columna (1) después de haberse almacenado, sirve como alimentación a la columna (2) y se produce dos nuevas corrientes B Figura 2.6: Operación de y C. Se pueden tomar entonces varios limites en el inventario de masas. sistema y establecer varios balances de materiales. Para el limite (a): 𝐹 = 𝐷 + 𝐵 + ∆𝐼𝑎 Para el limite (b): 𝐷 = 𝐴 + ∆𝐼𝑏 Para el limite (c): 𝐹 = 𝐴 + 𝐵 + ∆𝐼𝑐 Para el limite (c): 𝐴 = 𝑃 + 𝐶 + ∆𝐼𝑑 Para todo el sistema (limite a): 𝐹 = 𝐵 + 𝑃 + 𝐶 + ∆𝐼𝑒 (De la observación de las relaciones anteriores se deduce que: ∆𝐼𝑐 = ∆𝐼𝑎 + ∆𝐼𝑏 y ∆𝐼𝑒 = ∆𝐼𝑎 + ∆𝐼𝑏 + ∆𝐼𝑑 A continuación, se presenta el esquema, en el cual podemos observar detalladamente todos los limites explicados anteriormente.
Fig.2.7 Balance en operaciones sucesivas
Obsérvese que los balances anotados no son independientes: el balance para el límite (c) es la suma de los balances para el límite (a) y (b) y el balance para el límite (e) es la suma de los balances para los límites (c) y (d). En realidad, solo hay tres balances independientes. Por otra parte, si las corrientes están constituidas de “n” componentes, se podrá establecer además de los 3 balances totales e independientes, 3 balances parciales independientes para cuando uno de (n-1) componentes, porque para el componente restante resultaría un balance “dependiente” de los anteriores. Resulta entonces que el número de balances independientes que pueden establecerse es igual al producto del número de unidades de operación (3 para el caso considerado) y el número de componentes (n para el mismo caso) de las corrientes de materiales. Si en el sistema de la figura 2.7 resulta 𝐼𝑏 = 0, resulta D=A y entonces el tanque de almacenamiento “desaparece” como unidad de operación y el número de balances independientes se reduce (se hace igual a 2n). El retorno de un material que ha pasado por una unidad para reprocesarlo o usarlo de nuevo es una práctica muy común en los procedimientos de fabricación. Esa corriente que se devuelve al sistema se llama reciclo y se dispone para aumentar la riqueza de un producto o para aprovechar el calor contenido en la corriente, lo cual a traducirse en una mejora de la operación. Por ejemplo, en las columnas de fraccionamiento una parte del destilado se devuelve a la columna para enriquecer el producto; en la síntesis del amoniaco la mezcla gaseosa que sale del convertidor (después de separar el amoníaco) se devuelve al sistema para aumentar el grado de conversión; en el secador, parte del aire usado se devuelve al secador para aprovechar su calor, etc. En una operación con reciclos, la alimentación total o alimentación combinada es una mezcla de la alimentación neta o alimentación fresca y el reciclo. El producto bruto de la operación se separa en un producto neto que sale del sistema y en la corriente de recicló que vuelve el mismo. En estas operaciones con recicló se puede establecer un balance general igualando las alimentaciones netas con los productos netos, o un balance intermedio, igualando los productos brutos con la alimentación total. Aún más, puede establecerse balances alrededor de los puntos de mezcla o de separación. Por ejemplo, en la figura 2.8 se representa un secador por el cual circula, en contracorriente, un material M que se va a secar y un aire A que se va a usar como agente de secado, recirculándose parte del aire usado. E es el aire total de entrada, S es el aire total de salida, B es el aire neto final, R el aire reciclado y N es el producto seco final.
Fig.2.8 Operación con reciclo
Para esta operación entonces se puede establecer: Balance general (límite a): 𝐴 + 𝑀 = 𝐵 + 𝑁 + 𝛥𝐼 Balance intermedio (límite b): 𝐸 + 𝑀 = 𝑆 + 𝑁 + 𝛥𝐼 Balance en el punto 1: 𝑆 = 𝐵 + 𝑅 Balance en el punto 2: 𝐸 = 𝐴 + 𝑅 (𝛥𝐼 es el cambio inventariado en el sector) En algunos casos una corriente de materiales se desdobla en dos, una de las cuales entra una unidad de operación mientras la otra sobrepasa. El objeto de esta desviación fraccionaria de una corriente puede ser: o reducir la cantidad de material que entra a una unidad de operación o conseguir determinada composición de la corriente de descarga. En la figura 2.9 se muestra un sistema con corriente de derivación y en él, como en sistemas con reciclo, se puede restablecer un balance general, balance intermedio o balance en los puntos de mezcla o separación. A es la alimentación total, E es la alimentación neta, B es el producto final, S el producto neto y D es la corriente derivación.
Figura 2.9: Operación en corriente de derivación.
De esta manera podemos establecer lo siguiente:
Balance general (límite a): 𝐴 + 𝐹 = 𝑅 + 𝐵 + 𝛥𝐼 Balance intermedio (límite b): 𝐸 + 𝐹 = 𝑆 + 𝑅 + 𝛥𝐼 Balance en el punto 1: 𝐴 = 𝐸 + 𝑅 Balance en el punto 2: 𝐵 = 𝑆 + 𝑅 (ΔI es el cambio en la cantidad de materiales contenidos en la unidad de operación.) Por último, todo lo que se ha establecido para las corrientes totales de materiales como balances totales también se aplica a cada uno de los componentes de cada corriente como balance parcial de cada oponente. EL BALANCE DE MATERIALES EN LAS OPERACIONES UNITARIAS En las operaciones unitarias (procedimientos que comprenden inventario, mezcla, transporte, cambios de estado, reducciones de tamaño o separaciones físicas de materiales) los balances se pueden establecer fácilmente como balance de peso o como balances molares, ya que no habiendo cambios químicos no habrá variación el número total de moles. 2.1. El balance de materiales en las operaciones de mezcla En una operación de mezcla, el balance de materiales sirve para determinar la proporción en que deben mezclarse dos o más corrientes de masa para obtener un sistema de composición definido. Otras veces el balance de materiales permite establecer la velocidad de circulación de un fluido basándose en la concentración que alcanzó determinada cantidad de sustancia cuando se disuelven la masa circulante. EJEMPLO N° 1: ¿Cuál es la composición que tiene un sistema formado al mezclar 300 lb de una mezcla que contiene 70% de A 10% de B y 20% de C con 400 lb de otra mezcla que contiene 20% de A, 75 % de B y 5% de C y con 500 lb de otra que contiene 10% de A, 10% de B y 80% de C?