ALEXANDER ALEKHINE

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I.S.B.N.: 84-923612-6-3
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Impresión: Lettergraf S.L.

Impreso en España - Printed in Spain

Todos los derechos relativos a las mejoras técnicas incorporadas en ésta obra respecto del
original quedan reservadas para la Editorial La Casa del Ajedrez. Queda prohibida su
reproducción parcial o total.
11Alekhine creaba en sus partidas unas concepciones colosales
rebosantes de ideas extraordinarias. En toda la historia del ajedrez,
nadie se puede comparar con él por su profundidad en la
comprensión de las posiciones. 11
R. Fischer

11Alekhine era un apasionado y hasta un romántico de la

combinación. Todo lo que es estrategia constituye para él una
preparac10n y un medio para sus jugadas estupendas, tan
sorprendentes e inesperadas. Mientras el rey enemigo está seguro,
le veréis jugar desanimado, pero su fantasía se inflama y exalta en
cuánto aquél se presenta vulnerable. 11
E. Lasker
 PARTIDA W 1
B l ancas : A . Alekhine
Negras : R. Reti
Defensa India del Rey (E62)
Torneo de Nueva York, Marzo de 1 924
l.d4 ltl f6 2.c4 g6 3.g3
En la actualidad, 3 . ltlc3 d5 4.�f4, seguido de
e3, etc . , es considerado como una l ínea de
j uego prometedora.
3 ... �g7 4.�g2 0-0 5.ltlc3 d6 6.ltlf3 ltlc6
Si el segundo j ugador no tiene nada mejor (y
éste parece ser el caso) que inducir el avance
del peón de las blancas a "d5 " , este plan de
desarrollo no es seguramente recomendable,
puesto que si bien queda acortada por el
momento la diagonal del alfi l , dicho peón
ejercerá una presión considerable sobre la
posición de las negras .
7 .dS lLl bS 8.0-0 .ig4
El cambio de este alfil no tiene razón de ser, y
lo único que se consigue es disminuir el poder
de resistencia de la posición de las negras.
Igualmente sería poco satisfactorio 8 . e5 , a
..
causa de 9 .dxe6 fxe6 l O.�g5 etc . , como fue
j ugado en mi partida contra Sir G. Thomas, en
Carlsbad 1 92 3 .
También merece s e r considerada la j ugada
8 . . . a5 con el fin de asegurar momentá­
neamente la casilla "c5 " para el caballo, pero
6 ALEXANDER ALEKHINE
en tal caso, las blancas mantendrían asimismo
su posición superior mediante h3, �e3, W/c2,
b3, a3 y, por último, b4.
9.h3
Es importante aclarar la situación antes de que
el contrario complete su desarrollo.
9 ...ixf3 10.exf3
Mucho mejor que si se toma con el alfil, en
cuyo caso el peón rey permanecerá buen
tiempo inacti vo o, de ser avanzado, restringirá
la acción de sus propias piezas .
En cambio, después de la j ugada del texto,
dicho peón toma a su cargo la vigi lancia de la
casilla "e5 " , sin contar que las negras deben
tener en cuenta una eventual acción en la
columna del rey que, como consecuencia de
aquella j ugada, ha quedado abierta.
10 ... e6
El peón "e" debía ser cambiado, pero hubiera
sido relativamente mejor para las negras
hacerlo mediante 1 0 . . . e5 .
En este caso las blancas sólo dispondrían de
una respuesta ( 1 1 .dxe6), puesto que 1 1 .f4 exf4
1 2.�xf4 ltlbd7 etc . , sería sin duda alguna muy
aceptable para las negras.
En cambio, con la presente j ugada, las blancas
pueden elegir con comodidad entre dos bue­
nas continuaciones.
l l .f4
Aún mas favorable que l l .dxe6 fxe6 1 2.!'!e l
W/d7 , etc .
Después de esto no se hubiera podido
aprovechar fácilmente la debilidad del centro
de las negras .
l l ... exd5 12.cxd5
Ahora, en cambio, las negras tienen que elegir
entre tres diferentes males:
1) debilidad en "c7 " , si dejan el peón en su
sitio.
2) debilidad en "c6", si después de . . . c5, dxc6, Algo mejor hubiera sido 18 ... ltJ a5 1 9 .Wa3 if8
retoman con el peón y se ven l uego obligadas 20J'Ud 1 etc . , con una partida difícil para las
a jugar . . . d5 . negras, pero por el momento defendible.
3) por último, la línea de j uego elegida en la
partida, que les dej a un peón dama aislado,
cuya defensa, dificultada por la poderosa
cooperación de los alfiles enemigos, provo­
cará en breve una debilidad decisiva en su
flanco de dama.

12 ... c5 13.dxc6 tt:\xc6 14.ie3 Wfd7 15.Wa4

Casilla muy i mportante para la dama, desde la

cual esta pieza ha de ej ercer una presión
perturbadora sobre el flanco de dama de las
negras.

19.tt:l b5 ! dS

Evidentemente obligado.
Ambos j ugadores persiguen el mismo obje­
tivo: poner su peón " b " fuera del alcance de
20.tt:l xa7
los alfiles contrarios. Ahora 1 6.ixa7 , no daría
resultado por 1 6 . . . !!a8 etc.
Este cambio se ha hecho posible gracias a la
j ugada 17 de las blancas.
16... b6 17.b3

20 ... l3a8 21.ixb6 Wf xa4

Esta j ugada tiene el propósito adicional de una
ulterior protección para l a dama, antici­
pándose a las complicaciones futuras.
La importancia de este detalle se pondrá
pronto en evidencia.
Las negras no disponen de j ugada mejor,
porque después de 2 l . . .!!db8, las blancas
proseguirían simplemente con 22.Wxd7 ltJ xd7
23 .ie3 !!b7 24.ixd5 ltJ xd5 25 .!!xd5 !!axa7
26.ixa7 !!xa7 27 .!!fd 1 etc . , con una su­
perioridad decisiva.

Hubiera sido prematuro j ugar en este mo­

mento 1 8 .ltJb5, por 1 8 . . . d5, etc.
Las blancas amenazan ahora dicha j ugada,
después de doblar las torres y, por lo tanto, las
negras han de esforzarse, mediante un cambio,
en aliviar la presión ejercida por la dama
hostil.
18 ... tt:l e7?
Indudablemente, no es éste el medio para con­
seguirlo, y las negras se encontrarán ense­
guida en desventaj a manifiesta.
22.bxa4 !!d7 23. tt:l b5 �ha4
Amenazando también 24 . . . !!b4 25 .!!b3 !!xb3
26.axb3 !!b7, etc .
24.tt:\c3 l3a6 25.l3b l l3b7 26.ic5 l::!x bl+
27.tt:lxbl tt:\c6
La posición está aclarada.
Las blancas han mantenido su peón pasado,
mientras el peón " d " de las negras permanece
débil .

MIS M EJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 7

28.ttl c3 !

He aquí el procedimiento más rápido para

ganar.
Las blancas abandonan el peón "a", pero, en
compensación, están ahora en condiciones de
forzar una entrada para su torre en el campo
enemigo, gracias a lo cual resulta posible el
ataque decisivo con el peón .
La incolora jugada 28.a3, habría permitido al
adversario una defensa más tenaz después de
28 .. .l:'!a5 29.�e3 E:b5 , etc.

28 .. Jaa5 29 ..ie3 ttl b4

35.f5 !

Si 29 . . . d4, la continuación no sería 30.�xd4

L a iniciación d e la carga decisiva d e los
ttl xd4 3 l .E:xd4 ttl d5 etc . , con probabilidades
peones. Por el momento, se está amenazando
de tablas, sino 30.�xc6 ! dxc3 3 l .a4, ganan­ 36.fxg6+ fxg6 37 .E:d6, etc .
do.
35 ... E:a6 36.h4 h5
30.E:d2 h6
Obligado a causa de la amenaza 37.h5, etc.
Si las negras hubieran j ugado 30 . . . 4Je4,
entonces 3 1 .4Jxe4 dxe4 32.E:d8+ �f8 33.f5 y 37.g4 E:a5
las blancas ganan .
Si 37 . . . hxg4, 3 8 .h5, ganando.
31.a4!
38.fxg6+ fxg6 39.gxh5 E: xh5 40.�g5 ! .ic3
Amenazando 32.�b6, y por lo tanto, obli­ 41 .E:d7+ 'tt> g8 42 ..ixg6
gando a las negras a efectuar la siguiente
j ugada. Las negras abandonaron .
Ahora, después de 42 . . . E:h8, las blancas ganan
inmediatamente mediante el avance del peón
31 ... ttl e4 32.ttl xe4 d xe4 33.E:d8+ @h7
"h".
34.�xe4 E: xa4

A 34 . . . f5 , seguiría 35 .E:d7 !* <j;Jh8 36.�d4

PARTIDA W 2
�xd4 37 .E:xd4 fxe4 3 8 .E:xb4 y ganan , o si
Blancas : A . Alekhine
••

35 . . . fxe4, 3 6.�d4 E:d5 37.E:xg7+ <j;Jh8

Negras : D. Janowsky
3 8 .E:d7+, seguido del cambio de torres y
Apertura de Peón Dama (A53)
ganando. Torneo de Nueva York, Marzo de 1 924

l .d4lbf6 2.c4 d6 3.ttlc3 �f5?

• La sencilla jugada 35.1'la8, obliga al cambio de torres y
a continuación el peón "a" gana enseguida.
** Si el negro jugara 37... 1'lxa4, podría seguir 38.�b1 !,
Esta j ugada tendría razón de ser si las blancas
esclavizando a la torre, 38...1!lg7 39.1!lg2 l!lf6 40Jlc4!, hubieran ya desarrollado su caballo rey,
seguido de 41.�c2, ganando. después de lo cual el control de la casilla "e5 "

8 ALEXANDER ALEKHINE
estaría momentáneamente en manos de las
negras.
Pero en la presente situación, el alfil, después
de que las blancas j ueguen e4, carece en
absoluto de porvenir. Janowski tenía cierta­
mente mucha habilidad para manej ar la parej a
de alfiles, pero no fue nunca el gran
conocedor de aperturas que sus contempo­
ráneos pretendían .
4.g3
Aun con 4.f3 y 5 .e4, quedaría estratégica­
mente replicada la j ugada del alfil negro.
4... c6 S.�g2 ltJ bd7 6.e4 �g6 7.ltJge2 eS 8.h3
Preparando �e3 . De aquí en adelante las
negras están reducidas a optar entre j ugadas
poco satisfactorias.
s...VMb6 9.0-0 0-0-0
Esto acaba de poner al adversario en situación
desventajosa, pues le convierte en el objetivo
de un ataque directo, que tendrá para las
piezas negras consecuencias catastróficas.
Por el contrario, a 9 . . . �e7, I O.�e3 V!ic7 etc . ,
habría permitido u n a resistencia más firme.
lO.dS!
Dando por tierra con toda esperanza de las
negras de l ibrarse por medio de . . . d5 . La
cesión momentánea de la casilla "c5 " no tiene
importancia alguna frente a este objetivo
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
esencial .
lO ltJ cS l l .�e3 cxdS 12.cxdS YMa6
•..
La aceptación del sacrificio del peón habría
conducido a una posición netamente perde­
dora: por ej emplo, 1 2 . . . Vfixb2 1 3 .�xc5 dxc5
1 4.V!ia4 V!ib6 1 5 .f4 ! exf4 1 6.gxf4 etc . , pero la
continuación del texto carece igualmente de
perspectivas.
13.f3
La j ugada sencilla y decisiva. Las negras no
pueden prolongar la defensa contra b4. Si, por
ej emplo, l 3 . . . 'lMd3 , entonces, natural mente,
1 4.'lMc l , etc .
13 ... �b8 14.b4 lü cd7 1 S.a4 VMc4 16.'lMd2
La j ugada resulta suficientemente buena; pero,
considerando la enorme ventaj a posicional de
las blancas, no había necesidad de mayores
combinaciones .
La simple l 6.l'l:b l , seguida de V!id2 y l'l:fc l ,
ganaría sin e l menor esfuerzo.
16 VMxb4
.•.
¡ En semej ante posición uno puede "comer"
cualquier cosa !
17.�xa7+ �aS 18.l'l:tbl VMaS 19.�e3 liJeS
20.gbs VMc7 21.aS lü fd7
Las negras han resistido el primer asalto con
cierto éxito; pero, en vi sta de que las blancas
pueden atacar al rey adversario con sus siete
piezas, mientras que el flanco izquierdo de las
negras no ha entrado todavía en acción y su
alfil dama ha olvidado desde hace rato que es
capaz de moverse, el triunfo de las blancas es
sólo una cuestión de tiempo.
22.ltJc1 gcs 23. lü b3 lü a6
Si ahora 23 . . . ltJ xb3, 24.a6 ! , obligando a j ugar
9
24 . . . b6, porque después de 24 . . . tt:l xd2?,
25 .axb7+, forzaría el mate.
24.tt:l a4 fl.e7
Las negras resuelven entregar la calidad
porque saben que si 24 . . . �b8, las blancas,
mediante 25 .!l:c l "W'd8 26.!l:c6, establecerían
un ataque decisivo.
25.tt:l b6+
Y llegamos ahora al momento crítico.
Si ahora 25 . . . tt:l xb6 26.axb6, seguido de
27 .!l:xa6+ y las blancas ganarían inmediata­
mente.
25 ... �b8 26.gcl liJdcS 27.ltJ xc5
28.ltJ xc8 g xc8 29.ifl 'ffd 7 30.gb6 c4
O, si 30 . . . id8 , 3 l .gb2, ganando siempre el
peón .
31.gxc4 g xc4 32.ixc4 'ffxh3 33.Wfg2
Técnicamente mas senci llo que 33 .ixa6, que
también ganaría.
33 ...Wfxg2+ 34.� xg2 id8 35.gb2 <i?c8
36.ixa6 bxa6 37.ib6 igS 38.gc2+ Wb7
39.d6 rs 40.d7
Las negras abandonaron .
lO
PARTIDA W 3
B l ancas : A . Alekhine
Negras : E. Colle
Defensa Chigorin (D07)
Torneo de París, Febrero de 1 925
l .d4 dS 2.c4 ltJ c6 3.liJf3 ig4 4.Wfa4
Una j ugada nueva que puse en práctica aquí
con el fin de evitar las variantes habituales
derivadas de 4.cxd5 ixf3 etc. Tenía buenas
razones para hacerlo así, porque el malogrado
campeón belga era un excelente representante
de esta defensa particular y había obtenido
con ella una serie de éxitos notables.
4 ixf3 S.exf3 e6
•..
Después de 5 . . . dxc4, las blancas pueden jugar,
ya sea 6.ie3 , o aún mejor, sacrificar un peón
para obtener una gran ventaj a en desarrollo,
continuando con 6.tt:lc3 "W'xd4 7 .ie3, seguido
de ixc4.
6.liJc3 ib4 7.a3
Vale la pena perder un tiempo para informarse
inmediatamente sobre las intenciones del alfil
negro.
7 ...ixc3+ 8.bxc3 ltJ ge7 9.gbl gbs* lO.cxdS
dxcS
En el torneo de B aden -Baden, disputado poco
después de éste, j ugué contra el mismo adver­
sario I O.id3 y obtuve una ventaja posicional
más convincente. Reproduzco aquí esa partida
porque, además del j uego más exacto
desarrollado por las blancas en la apertura,
contiene un final de dama y torre muy
instructivo que probablemente indujo al Dr.
Lasker a elegirla como una de las pocas
partidas incl uidas en su clásico "Manual de
Ajedrez" .
He aquí l a continuación: I O . . . dxc4 I I .ixc4
0-0 1 2.0-0 tt:ld5 l 3 ."W'c2 tt:l ce7 1 4 .id3 h6
Es muy interesante entregar el peón de '"b7"' por medio
de 9 ...0-0! 1 O.l"!xb7 eS!, con buen contrajuego.
ALEXANDER ALEKHINE
 1 5 .c4 lt:'lb6 1 6.:B:d l lt:'lbc8 1 7 .f4 b6 1 8 .ib2 c6
1 9.'Mfe2 lt:'ld6 20.'Mfe5 lt:'le8 2 l .a4 :B:b7 22.:B:e l
lt:'lf6 23 .:B:bd l :B:d7 24.ic2 a6 25 .1Mfe2 Wb8
26.d5 cxd5 27 .ixf6 gxf6 28 .1Mrg4+ 'it>h8
29.f5 ! lt:'lxf5 30.ixf5 exf5 3 l .'Mfxf5 'Mfd8
32.cxd5 :B:d6 3 3 .'Mff4 ! i>h7 34.We4+ 1Ífh8
35 .'Mfe3 1Ífg7 36.'Mfd3 ! a5 37 .:B:e3 :B:g8 3 8 .:B:h3
'11Nd7 39.'Mfe3 f5 40.:B:g3+ i> h7 4 l .:B:xg8 'it>xg8
42.'Mfg3+ i>h7 43 .'Mfb3 'it>g7 44.h3 'Mfd8
45 .Wg3+ 'it>h7 46.1Mfe5 ! 'Mfd7 47 .:B:d3 f6
48 .Wd4 Wd8 49.Wc4 ! Wd7 5ü.:B:d4 'it>g7
5 l .'Mfd3 i>f7 52.g4 ! i>f8 5 3 .gxf5 We8 54.:B:e4
'Mfh5 5 5 .:B:g4 'Mff7 5 6.We3 'Mfh7 5 7 .:B:g6, las
negras abandonan.
IO 'MfxdS 1 1 .id3 0-0 12.0-0
••.
12 ... 'Mfd6!
B uena j ugada posicional que dej a libre la
casilla "d5 " para el cabal lo, al tiempo que
impide j ugar a las blancas if4.
13.'Mfc2lt:'lg6 14.f4lt:'lce7
Preparando una acción en el centro, a iniciarse
con . . . c5 .
IS.g3 :B:fd8 16.:B:d l b6 17.a4
Esto debilita la casi lla "b4" y, en conse­
cuencia, permite a las negras obtener cierta
iniciativa en el centro.
Lo correcto era 1 7 .ib2 y si 1 7 . . . c5, seguiría
l 8 .c4 ! cxd4 1 9 .ixd4, con cierta ventaja,
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
porque n i 19 ... 1Mfxd4 20.ixg6, ni l9 ... Wxa3
20.:B:a l Wb4 2 l .:B:a4 Wd6 22.ie5 ! etc . , sería
favorable para las negras.
17 ... c!Dd5 ! 1 S.id2 eS 1 9.f5
Tratando todavía de mantener una ligera
presión . La variante 1 9 .c4lt:'lb4 20.ixb4 cxb4
2 l .c5 bxc5 22.dxc5 'Mfc7 , hubiera ofrecido aún
menos posibilidades de ganar.
19 ... exf5 20.ixf5 cxd4 21.cxd4 c!Dde7
22.ib4 Wf6 23.ixe7
Después de 23 .ih3 lt:'ld5 ! , el par de alfiles
hubiera sido de poca uti lidad. Las blancas
tratan, por lo tanto, de sacar ventaj a con su
peón pasado j untamente con el dominio de la
columna " e " que ha quedado abierta.
23 ...Wxe7 24. :B:bcl
El inmediato avance 24.d5 viene a ser mas
efectivo, porque las negras podrían ahora
aumentar sus probabil idades de tablas, respon­
diendo 24 . . . b5 !
24 ... :B:d5 2S.ie4 :gd7 26.d5 'Mff6 27. :ge l !
L a j ugada inicial d e u n a concepción d e mate
más bien oculta.
27 ... :gbd8 28.'1Wc6! 'IWgS
Las negras tienen razón en eludir el cambio de
damas porque, tanto 28 . . . 1Mfxc6 29.dxc6, como
28 . .lt:'le7
. 29.'Mfxf6 gxf6 30.d6 ! , hubiera sido
decididamente favorable para las blancas.
Pero, por extraño que parezca, la colocación
de la dama en la casilla "g5 " , a primera vi sta
muy natural , resultará de fatales conse­
cuencias. La j ugada exacta era 28 . . . 1Mfd4,
después de lo cual no habría, por el momento,
nada decisivo para las blancas.
29.ixg6 hxg6
Como lo demostrará la respuesta, era nece­
sario jugar 29 . . . fxg6 (por supuesto no
11
29 . . . \Wxg6? por 30.\Wxd7) 30.\We6+ :B:t7
3 I .:B:c8 :B:xc8 3 2 .\Wxc8+ :B:f8 , después de lo
cual las blancas hubieran, dispuesto de una
cómoda elección entre 3 3 .:B:e8 Wif6 34.:B:xf8+
\Wxf8 35 .\Wc6 y 3 3 .\We6+ @h8 34.d6 \Wd2
35 .:B:e2 \Wc l + 3 6 . @ g2 \Wc6+ 37.@h3, con las
mayores probabilidades de ganar en ambos
casos.
30.\Wxd7 !
El sacrificio de la dama sólo es posible debido
a que la casi lla "g5 " de las negras está
ocupada por la dama y, por lo tanto, el rey no
tendrá salida cuando las torres sean dobladas
en la octava fila.
30.. J�xd7 3 1 . :B:e8+ @h7 32. :B:cc8 :B:d8
33.:B:exd8!
Las negras abandonaron.
PARTIDA W 4
B l ancas: A . Alekhine
Negras : K. Opocensky
Defensa Eslava (D 1 O)
Torneo de París, Febrero de 1 925
l.d4 dS 2.c4 c6 3.ltlc3
Mi segundo match con el Dr. Euwe, en el cual
la respuesta aparentemente prometedora,
3 . . . dxc4, fue contestada de forma convin-
12
cente, h a probado que l a j ugada del texto es,
por lo menos, tan buena como la ya consa­
grada 3 . lLl f3 .
3 ... ltlf6 4.e3 .trs S.cxdS lLlxdS
Si 5 . . . cxd5 , 6.\Wb3 , con ventaj a de las blancas.
6 ..ic4 e6 7.ltl ge2
Esta j ugada, introducida por Rubinstein contra
Bogolj ubow, en Hastings, 1 922, crea para las
negras algunas dificultades a causa de la
posición inactiva de su alfil dama y del retraso
de su desarrollo.
7 ... ltld7 8.e4 ltlxc3 9.ltl xc3 .ig6 10.0-0 \Wh4
Después de la j ugada más natural 1 O . . . .ib4, las
blancas mantendrían su ventaj a posicional
j ugando sencillamente l l .f3 .
E l movimiento d e la dama prepara e l enroque
largo y, al mismo tiempo, asegura para el alfil
la casilla "h5" en el caso de que las blancas
continuaran con f4 y f5 .
l l .dS !
Esta acción central requiere un cálculo exacto,
porque las negras van a forzar ahora la
debilitante j ugada g 3 .
Pero las blancas no tienen prácticamente otro
medio para mantener la iniciativa, porque
después de l l .f3 0-0-0, las perspectivas de
ALEXANDER ALEKHINE
las negras serían real mente excelentes.

l l ... exdS 12.g3 VlVf6 13.exdS �eS?

Las negras incurren en su primer error, que es

decisivo.
Pierden ahora la posibilidad de enrocar, y
sucumben final mente a causa de la impotencia
para coordinar la acción de las torres.
Era necesario j ugar primero 13 ... ltle5 e
inmediatamente después de 1 4 .�e2, hacer
14 . . . �c5 y, si ahora 1 5 .�g2 renovando la
amenaza de f4, etc . , podrían j ugar 1 5 . . . h5 ! ,
después d e lo cual las blancas s e verían por
2S.gxd4
fuerza obligadas a contestar 1 6.h4, seguido de
�g5 , etc.
Eliminando la única pieza activa del enemigo
La posición, en tal caso, habría permanecido
y, en consecuencia, terminando con toda
cargada de dinamita, pero, en manera alguna,
resistencia.
sería desesperada para el segundo j ugador.

2S exd4 26.ge6! ciJh7

.•.

14.gel+ ciJf8 1S.�f4 ltl b6 1 6.�b3 hS 17.h4

En caso de 26 . . . �g7,
Desde la j ugada 14 en adelante, las blancas sacrificado la otra torre :
tienen un sólo pensamiento: impedir la coo­ si 27 .. .fxg6, 28 .VlVb7+,
peración de las torres negras . 28 .Wf6+ �h7 29.�xf7
3 l .Wg6+ �h8 32.�f6+
17 ... ciJg8 18.dxe6 bxe6 19.gel siguiente.
las blancas habrían
27 .l3xg6+ ! �xg6 (o
seguido de mate.)
l3g8 3ü.Wf5+ �g7
y mate en la j ugada

27 .�xf7 ges 28.gxg6

Después de esto, las negras no pueden impedir
el cambio de uno de sus alfiles por el caballo.
Las negras abandonaron.

19...�d4 20.ltl e4 �xe4 21 .gxe4 eS

PARTIDA W 5
Si 2 l . . .�xb2, 22.gc5 ! tt:ld5 23 .�xd5 cxd5
B l ancas : S . Tarrasch
24.gxd5 , con ventaj a decisiva.
Negras : A. Alekhine
Apertura Italiana (C5 3 )
22. VlVe2
Torneo d e B aden B aden, Mayo d e 1 925

Comenzando el ataque final contra la casi lla l .e4 eS 2.ltl f3 tt:l e6 3.�e4 �eS 4.e3 �b6 S.d4
"f7 ".
We7 6.0-0 ltl f6!

22 ... g6 23.�gS VlVd6 Esta j ugada, introducida por mí en lugar de la

habitual 6 ... d6, deja a las blancas poco que
Atacando al punto g3 . elegir, porque su peón rey está ahora atacado.

24. VlVf3 VlVf8 7.gel d6 8.a4 a6 9.h3

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 13

 Una preparación más o menos necesaria para
j ugar ie3 .
9 ... 0-0 lO.igS
Como las blancas no obtienen ventaj a alguna
al provocar la próxima j ugada de las negras,
hubiera sido preferible j ugar enseguida
1 0.ie3.
10 ... h6 l l .ie3
Si 1 I .ih4, seguiría naturalmente 1 l . . .mh8 y
luego . . . l'l:g8 y . . . g5 .
l l ...Wfd8 !
Esta j ugada paradój ica, la más difícil de la
partida, es muy eficiente.
La doble idea consiste en preparar una acción
eventual en el centro, comenzando con . . . exd4
y . . . d5, y al mismo tiempo, dejar libre la
columna del rey para la torre.
12.id3 l'l:e8 13.liJbd2 ia7!
Jugado en vista de un posible llJc4 de las
blancas .
14.Wfc2 exd4
En el momento oportuno, porque las blancas
no pueden retomar con el peón a causa de
1 5 . . . llJb4.
1S.liJxd4 liJeS 1 6.ifl dS!
Después de esto las negras quedan , por lo
menos, tan fuertes en el centro como su
adversario. La j ustificación táctica de la
j ugada está demostrada por la variante 17 .f4
llJg6 1 8 .e5 lLl h5 ! , con clara ventaj a de las
negras .
17.1'l:ad l eS 18.llJ4b3 Wfc7 19.if4
También después de 1 9.exd5 lLl xd5 20.lLlc4
lLl xc4 2 1 .ixc4 lLl xe3 22.1'l:xe3 l'l:xe3 23.fxe3
14
Wfe7 , las negras conservarían perspecti vas
ligeramente favorables.
19 ... liJf3+! 20. llJxf3 Wfxf4 21.exd5?
Error decisivo, después del cual la partida
termina rápidamente.
En l ugar de esta jugada, yo suponía 2 l .e5 , y
esperaba, después de 2 I . . .if5 22.Wfd2 Wfxd2
23 .1'l:xd2 lLle4 24.1'l:dd 1 (24.1'l:xd5 ? ie6)
24 . . . 1'l:ad8, estar en condiciones de explotar la
ventaja de los dos alfiles.
21...ifS !
Importante j ugada intermedia, después de la
cual no hay defensa suficiente. Mucho menos
convincente hubiera sido 2 I . . .ixh3 , por
22 .gxh3 Wxf3 23 .ig2 etc.
22.id3
Si 22.Wd2, Wxa4 23 . lLl c 1 ic2 ! 24.1'l:xe8+
l'l:xe8 25.1'l:e 1 llJe4 26.Wf4 c4 27 .llJd4 ixd4
28.cxd4 Wb4 ! , con ventaj a ganadora para las
negras.
22 ...ixh3
Y no 22 . . . ixd3 23 .Wxd3 c4, a causa de
24.Wd2.
23.gxh3 Wxf3 24. 1'l:xe8+
De haber j ugado in mediatamente 24.ifl , el
cambio de torres por las negras habría hecho
ALEXANDER ALEKHINE
perder a las blancas su única esperanza, el
peón pasado. Pero después de la j ugada del
texto, las negras fuerzan la partida con un
ataque de mate.
24 J�xe8 25 .ifl �e5 26.c4
•• •
Es obvio que 26.d6 no habría modificado las
cosas.
26 �g5+ 27.�h2 lD g4+ 28.hxg4 �xg4
•..
Amenazando mate inevitable. Las blancas
abandonaron .
PARTIDA No 6
Blancas: R. Reti
Negras: A. Alekhine
Fianchetto del Rey (AOO)
Torneo de B aden Baden, Mayo de 1 925
l.g3 e5 2.lDf3
Es éste un experimento que Reti no repitió
nunca después de esta partida. Las blancas
pretenden j ugar la Defensa Alekhine con los
colores invertidos, es decir, con un tiempo de
ventaja. Pero la manera como utilizan ese
tiempo (g3) podría haberse tornado en su
propia desventaja. (Véase la próxima nota.)
2 e4 3.lDd4 d5
•..
Las negras están satisfechas con el desarrollo
natural de sus piezas y han obtenido pers-
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
pectivas semej antes en el medio j uego. Pero
como consecuencia del absurdo "desarrollo"
de las blancas, pudieran conseguir mejor
posición aún j ugando 3 . . . c5 ! 4 . lD b3 c4 5 . lD d4
.ic5 6.c3 lDc6
4.d3 exd3 5.'1Wxd3 lD f6 6 ..ig2 .ib4+
Tratando, a cualquier precio, de poner todas
las piezas en acción lo más pronto posible. Sin
embargo, en la actualidad yo tendría más en
cuenta la seguridad de las casillas negras de
mi posición, para evitar el cambio de alfiles,
derivado de las j ugadas precedentes.
7 ..id2 .ixd2+ 8.lD xd2 0-0 9.c4!
Dej ando de lado su excéntrico movimiento
inicial, Reti está j ugando muy bien la apertura.
Las negras no habrían obtenido n inguna
ventaja respondiendo 9 . . . c5, a causa de
I O.lD4b3, con la doble amenaza de l l . lD xc5 o
de l l .cxd5 .
9 ltla6
.•.
Comparativamente lo mejor; pero no puede
negarse que las blancas consiguen ejercer
cierta presión en la semiabierta columna " e " .
10.cxd5 lD b4 1 1 .'11fcf 4 lD bxd5 12.lD 2b3 c6
13.0-0 �eS 14.�fd l .ig4 15.�d2
Después de 1 5 .f3 , las negras habrían llevado
su alfil a "e4 " , vía "h5 " y " g6 " .
1 5 ... '\WcS 16.lD c5 .ih3 ! 1 7 ..if3
Con la j ugada precedente, las negras ofrecían
un peón , cuya toma hubiera sido fatal para las
blancas, como puede verse en la siguiente
variante: 1 7 . .ixh3 �xh3 1 8 . lD xb7 lDg4
1 9 .lDf3 lDde3 ! 20.fxe3 lD xe3 2 l .�xt7+ �h8 !
22 . lD h4 l'!f8, ganando.
17 ....ig4
Esta j ugada ofrece al adversario la elección
entre tres posibil idades:
15
 1 ) cambiar su estimado alfil del fianchetto.
2) aceptar un empate inmediato por repeti­
ción de j ugadas ( 1 8 .�g2 �h3; 1 9.�f3 , etc.), lo
cual , a tan temprana altura de la partida,
implicaría una derrota moral para el primer
j ugador.
3) colocar el alfil en una mala casilla (h 1 ). Su
decisión final fue "j ugar para ganar" , y esto
permitió a las negras iniciar un interesante
contraataque.
18.�g2 �h3 19.�f3 �g4 20.�hl
¡ Por fin !
20 ... h5!
Con el objeto de debilitar, mediante el cambio
de este peón, l a casilla "g3" de las blancas.
21 .b4 a6 22Jkl h4 23.a4 hxg3 24.hxg3 V!fc7
25.b5
Consecuente, pero muy peligroso por no decir
algo más . Jugando 25.e4 lt:Jb6 26.Wb3 , las
blancas pudieron hacer frente a la amenaza
inmediata que pesaba sobre su rey, aunque la
obstrucción de la diagonal del alfil que
deri vaba de esta variante, habría terminado
con sus esperanzas en el otro flanco.
2S axb5 26.axb5
..•
26 ... �e3 !
Parece casi increíble que esta j ugada especta-
16
cular n o sólo detenga e l ataque de las blancas,
sino que les provoque tan serias molestias, y,
sin embargo, así resulta. Es obvio que la torre
no puede ser tomada a causa de 27 . . . Wxg3+,
seguido de 28 . . . lt:Jxe3 , ganando. Las blancas
tienen también que hacer algo para parar la
amenaza 27 . . . �xg3 ! , etc .
Como se demuestra más adelante, esta j ugada,
aparentemente natural , conduce a la pérdida
irremediable de la partida. También era
insuficiente 27 . <tt> h 2 a causa de 27 . . . �aa3 !
28.lt:Jcb3 (sí 28.fxe3 lt:Jxe3 , y luego . . . lt:Jfl +,
etc.) 28 . . . We5 ! 29.bxc6 bxc6, con poderoso
ataque, puesto que 30.fxe3 sería todavía malo,
porque las negras continuarían con 30 . . . Wh5+
seguido de 3 1 . . .Wh3 .
L a única probabi lidad d e salvación era
27.�f3 ! �xf3 28.exf3 ! cxb5 29.lt:Jxb5 Wa5 ! ,
siempre con ventaj a d e l a s negras, porque
30.�xd5 ? perdería l uego de 30 . . . �e 1 +
3 l .�xe 1 Wxe 1 +, seguido d e 32 . . . �a 1 .*
27 cxb5 28. V!fxb5 lt:Jc3 ! 29.V!fxb7
.•.
En caso de 29.Wc4, la respuesta 29 . . . b5 sería
decisiva.
29 ... V!fxb7
Y no 29 . . . lt:Jxe2+, a causa de 30.�xe2 ! Wxb7
3 l .�xe3 ! con algunas probabilidades de salva­
ción para las blancas .
30.lt:Jxb7 lt:Jxe2+ 31 . <tt>h2
Si 3 l .�fl . lt:Jxg3+ 32.fxg3 �xf3 33 .�xf3
�xf3+ 34.�g2 � aa3 35 .�d8+ <tt>h 7 36.�h 1 +
<tt>g 6 37.�h3 �fd3 ! , ganando.
• Las blancas sobreviven perfectamente con 32.i>g2, y si
32...Éla 1 , 33.Éld8+ l!ih7 (a 33...1Lle8 34.i>h3, etc.)
34.Wih4+ l!lg6 35.f4! Wlf1 + 36.1!/f3, y no vale
36...Wixb5, por 37.Wig5+ i>h7 38.Wif5+, ganando.
Sería correcto 32... /LlxdS, aunque no hay más que tablas
tras 33.Wixd5 É!a 1 34.Wid8+, etc.
ALEXANDER ALEKHINE

31...llJe4!
Se inicia aquí una nueva combinación que,
aunque es lógica consecuencia de las man io­
bras anteriores, tiene por finalidad la captura
del caballo blanco de "b7 " , el cual sucumbirá
sin remedio después de doce movimientos
prácticamente obligados.
La torre negra es todavía cosa prohibida,
porque si 32.fxe3 ? , lD xd2, perdiendo en el
cambio.
32J!c4!
Comparada con otra, ésta es la mej or defensa.
32 ... lDxf2
Las respuestas 32 . . . ltlxd2 o 32 . . . �xf3 , serían
insuficientes a causa de 3 3 . ltlxd2 ! o 33 .gxe2 ! ,
respectivamente.
La situación continúa siendo muy compli­
cada.
33.�g2 �e6!
Un eslabón i mportante en la combinación del
negro.
34. l!cc2
De aquí en adelante, las blancas, como es fácil
comprobar, no tienen elección.
34... llJg4+ 3S.<j;lh3
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
No se podía j ugar 3 5 .<j;lh l , por la conti­
nuación 35 . . . g a l +.
3S ... llJeS+ 36.<j;lh2 l!xf3 37.l!xe2 llJg4+
38.c;!?h3 lD e3+ 39.<j;lh2 lD xc2 40.ixf3 llJd4
Las blancas abandonaron.
Si ahora 4 l .ge3 o 4 l .gf2, seguiría 4 l . . .ltlxf3+
42.gxf3 �d5 ! (el punto final de la
combinación) , ganando una pieza.
Considero que esta partida y la que j ugué
contra Bogolj ubow en Hastings, 1 922 (véase
el primer volumen de "Mis mej ores partidas "),
son las dos más brillantes de mi carrera
ajedrecística, y por rara coincidencia, ambas
quedaron sin distinción porque en ninguna de
estas competiciones se había establecido el
habitual premio a la brillantez.
PARTIDA N• 7
B lancas : A . Alekhine
Negras : K. Treybal
Gambito de Dama (067)
Torneo de Baden B aden , Mayo de 1 925
l .c4 e6 2.d4 dS 3.ltlc3 lD f6 4.igS lD bd7 S.e3
ie7 6.llJf3 0-0 7J!cl c6 8.id3 dxc4 9.�xc4
llJdS 10.�xe7 V!Jxe7 l l. lD e4
Una j ugada exenta de riesgo, pero demasiado
inocente, por la cual he ten ido una marcada
predi lección durante cierto período de mi
carrera, incluso en el match contra J. R.
Capablanca.
Hoy he llegado a la conclusión de que la
antigua j ugada 1 1 .0-0, aun no siendo muy
promisoria, ofrece más posibil idades de lucha
que el movimiento del caballo.
ll ... lD 7f6
Después de esta respuesta, las negras van a
tener dificultades para independizar su partida
mediante . . . c5 o . . . e5 y, por ende, la posición
de las blancas se hará preferible.
17
Buenos procedimientos para obtener la igual­
dad son l i . . . ltl5f6 y después de 1 2.ltlg3 res­
ponder, ya sea 1 2 . . . Wlb4+ (Capablanca), o
1 2 . . . e5 (E. Lasker)

12.lD g3 Wlb4+ 13.Wfd2 Wfxd2+ 14.�xd2 :Sd8

lS.:Shd l .id7 16.lDeS .ie8 17.<;!?e2 <;!¡lf8 18.f4
g6

Rara vez resulta aconsej able colocar los

peones en las casi llas del mismo color que el
propio alfi l .
U n plan más lógico era 1 8 . . . lD d7, seguido
eventualmente de . . . f6. 27 ...f6

19.<;!?f3 :Sac8 20 . .ib3 :Sc7 21.lDe2 lD e7 22.g4
:Sdc8 23.lDg3!
Después de esto, los preparativos de las
negras para j ugar 23 ... c5 resultan inútiles,
porque dicha j ugada tendría ahora fatales
consecuencias ante la continuación 24.g5 .
Ejemplos: 24 . . . lt:l fd5 (o 24 . . . lt:l d7 25 .lt:l xd7+
.ixd7 26.:Sxc5 E:xc5 27 .dxc5 <;!?es 28.�f2, y
las blancas conservarían el peón de ventaj a)
25 .dxc5 E:xc5 26.E:xc5 :Sxc5 27 . lt:l e4 E:c7
28.ltld6, con enorme ventaj a posicional de las
blancas.
Desesperada tentati va para obtener cierta
libertad para sus piezas . Después de 27 . . . lt:lf6
(si 27 . . . lt:lc7, 2 8 . lt:l xc7, seguido de 29.d5),
28.g5 lt:l d7 29.lt:lg4 �g7 30.h4, las negras
perecerían rápidamente por asfixia.
28.exd5 fxeS 29.d6!
Forzando una ganancia decisiva de material .
Si ahora 29 . . . e4+, seguiría 30.� xe4 !l:xd6
3 l .�e5 ! !l:cd8 32.lt:lc7, ganando.
29 .. J3xd6 30.fxe5 :SdS

30 . . . E:dd8 3 I . .ixe6, encerraba aún menos

23 ... lLl fdS
esperanzas.

Esta respuesta, absolutamente pasiva, permite

3t ..ixd5 lt:l xdS 32.a3
a las blancas realizar la eficaz maniobra de
caballo que sigue.
Comienza ahora la parte técnica más
instructiva. Pri mero y ante todo, las blancas
24.lD e4 :Sd8
deben forzar el cambio del caballo central del
adversario.
De responder las negras 24 . . . f6, las blancas
cambiarían dos piezas menores por una torre y 32 ...g5 33.ltl b4 lt:l e7 34.lt:ld3 lLldS 3S.h4!
dos peones, obteniendo una posición gana­ gxh4
dora, como puede verse en la siguiente
variante: 25 . lt:l c5 fxe5 26.lt:l xe6+ �g8 Si 35 . . . h6, vencía 36.hxg5, seguido de lt:lf2-
27 . lt:l xc7 e4+ (porque si no 28.e4) 28 .<;!?xe4 lt:le4 o lU h3 etc .
E:xc7 29.<;!?f3 , seguido de e4, con clara ven­
taja. 36.lt:lf4 lt:l xf4 37.�xf4

2S.lt:lc5 b6 26. lt:l a6 E:cc8 27.e4 La próxima maniobra de las blancas será la

18 ALEXANDER ALEKHINE
eliminación del peón de "h4" y el regreso del
rey al centro del tablero para relevar a la torre
de su tarea de proteger al peón dama.
37 ..JM8 38.<i>g5 <i>g7 39.<i>xh4 �dS 40.�g5
�d8 41 .�f4 �d7 42.<i>e3 �b7 43.b4
Aquí se inicia la tercera fase de la partida: el
bloqueo de los puntos débiles de las negras.
43... a6 44.�fl �a7 45.�f6 �e7 46.a4 <i>g8
47.a5 bS
48.d5 !
Este sacrificio de peón , que tiene por objeto
permitir la entrada victoriosa del rey en el
campo enemigo, es la conclusión absoluta­
mente lógica de todo el procedimiento
anterior.
48 ... exd5
Si 48 . . . cxd5, las blancas j ugarían 49.�c8,
continuando con �a8, etc .
49.e6 <i>g7 SO.gS hS S t . <i>d4 �c7 52.�c5 �c8
S3.�b6 d4 54.e7!
Las negras abandonaron .
Aunque esta partida, así como la que sigue, no
exhiben situaciones realmente capaces de
provocar entusiasmo, las he incluido en esta
colección porque sirven para ilustrar, de
manera con vincente, los métodos que deben
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
seguirse a fin de explotar la ventaj a de espacio
obtenida en la apertura.
PARTIDA No 8
B l ancas : G . A .Thomas
Negras: A. Alekhine
Defensa Alekhine (B02)
Torneo de B aden B aden, M ayo de 1 925
l .e4 lLlf6 2.d3
Continuación demasiado apacible que no
ofrece perspectivas de obtener ventaj a en la
apertura.
2... c5 3.f4 lLl c6 4.lLl f3 g6 5.�e2 �g7 6.lLl bd2?
A raíz de esta j ugada la partida de las blancas
se torna dificultosa. Un daño mucho menor
habría resultado de la j ugada 6.c4, pues, aun
cediendo la casilla "d4 " , evitaría el doble
avance del peón "d" negro.
6 d5 7.0-0 0-0 8.<i>h l b6 9.exd5 'ªxd5
•.•
Aún mej or que 9 . . . tt::l xd5, j ugada que permi­
tiría la respuesta 1 0.tt::l e4.
El sacrificio de peón resul tante de 1 O. tt::l e5 se
habría mostrado insuficiente después de
10 . . . tt::l xe5 1 l .fxe5 'ªxe5 1 2.tt::l c4 (si 1 2 .if3 , la
continuación sería 1 2 . . . �b8 1 3 . tt::l c4 'ªc7)
12 . . . We6 ! 1 3 .if3 tt::l d5, etc .
10 ... �b7 l l.lLlc4 lLl d4 12.lLle3 Wc6 13.�d l
lLldS!
Esto obliga prácticamente al cambio de tres
piezas menores y con ello aumenta, de la
manera más sencil la, la ventaj a posicional ya
adquirida. Un procedimiento similar fue el
que adopté en mi partida contra el maestro A.
Enevoldsen (véase el primer volumen de "Mis
mejores partidas " ) .
19
14. lthd4
Malas serían las consecuencias de una tenta­
tiva para ganar un peón mediante 1 4 . tt:l xd5,
por la siguiente continuación 14 . . . 'ªxd5
1 5 .'ªxe7 gfe8 1 6.'ªg5 tt:l xf3 1 7 .�xf3 'ªxg5
1 8 .fxg5 �xf3 1 9 .gxf3 ge2, con clara ventaj a
d e l a s negras .
14 cxd4 15.c!Llxd5 'ªxd5
•.• 16.�f3 'ªd7
17.�xb7 1Mfxb7 1 8.c4
De no j ugar esto, las blancas quedarían con
una temible debi lidad en "c2 " .
18. . .dxc3 ! 19.bxc3 gac8 20.�b2
Ligeramente mej or sería 20.�d2
20 ... gfd8 2 1 . :Bf3 �f6
Esto releva a la dama de la molestia de tener
que defender la casilla "e7" .
22.d4
Capitulación posicional después de la cual las
negras tienen una partida fáci lmente ganable,
gracias al control absoluto de las casillas
blancas. Pero debido a la amenaza . . . Wa6,
combinada con la duplicación de las torres en
la columna de la dama, las blancas no estaban
ya en condiciones de elegir.
22 Wd5 23.1Mfe3 1Mfb5 ! 24.1Mfd2 :Bd5 25.h3 e6
•.•
26. :Bel 'ªa4 27J3al b5 28.Wfd l gc4
20
También era bueno 28 . . . Wxd l +, pero las
negras no tienen prisa.
Al adversario no le será posible evitar el
cambio.
29.Wlb3 :Bd6 30. 'i!?h2 :Ba6 31.:Bffl �e7
32. 'i!?hl
32.. J3cc6!
Con la intención de obligar a las blancas al
cambio de damas después de . . . 'ªc4, seguido
por . . . 13a4 y . . . 13ca6.
33.13fel �h4!
Expulsando a la torre de la columna del rey,
porque si, por ej emplo, 34.13e2, seguiría
34 . . . 'ªxb3 ! 3 5 . axb3 l'l:xa l + 36.�xa l 13a6
37 .�b2 13a2 3 8 .b4 (o 3 8 .\t>h2 a5 ! ) 38 . . . �g3
39 .d5 �xf4 (más sencillo que 39 . . . exd5
40.c4 ! ) , ganando fácilmente.
34.13fl Wlc4 35.1Mfxc4
De otro modo, las negras j ugarían , como ya se
dijo, 35 . . . 13a4.
35 ... :Bxc4 36.a3 �e7 37.13fbl �d6!
Obligando a que el peón "g" tenga que
colocarse también en casilla negra.
38.g3 \t>rs 39. 'i!?g2 \t>e7 40.\t>f2 'i!?d7 41.'i!?e2
'i!?c6
ALEXANDER ALEKHINE
Después de haber defendido el peón " b " , las
negras amenazan .. .!!ca4 .
42J"�a2 gca4 43,gbal li?d5 44.�d3 g6a5
45..icl a6 46 ..ib2 h5
Amenazando, evidentemente 47 . . . h4.
47.h4 f6!
Ahora las blancas no tienen ya defensa contra
. . . e5 , etc.
48 . .icl eS 49.fxe5 fxe5 50 ..ib2
Si 50.dxe5 , seguiría 50 . . . .ixe5 5 1 . .if4 .ixf4
52.gxf4 �e6 (lo más sencillo), y las negras
ganan .
50 ... exd4 5 1 .cxd4 b4!
Las blancas abandonaron .
Nimzowich, que no se avenía fácilmente a
comentar partidas de sus colegas, hizo una
excepción con ésta, incl uyéndola como ejem­
plo en su notable obra "Mi Sistema " .
PARTIDA W 9
B lancas : A . Alekhine
Negras : F. Marshall
Gambito de Dama (D06)
Torneo de Baden B aden, Mayo de 1 925
l.d4 d5 2.c4 lD f6
Este movimiento es rara vez adoptado en
partidas magistrales y en realidad no puede ser
recomendado.
El éxito parcial que tuvo aquí debe atribuirse a
que las blancas no j ugaron con suficiente
precisión en la apertura.
3.cxd5 lD xd5 4.e4
Como este avance no podía ser impedido por
las negras, debió diferirse y realizarse sólo
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
después de haber desarrollado las piezas del
flanco del rey . Un buen plan era aquí 4.g3,
seguido de 5 ..ig2, reservando e4 para un
momento más favorable.
4 ... lDf6 5 ..id3
También después de 5 .lD c 3 , las negras
podrían obtener una partida igual con 5 . . . e5 .
5 ... e5! 6.dxe5 lD g4 7.lD f3 lD c6 S ..ig5!
Las blancas se dan cuenta de que no podían
conseguir ventaj a alguna tratando de conser­
var el peón que han ganado.
Si, por ej emplo, 8 ..if4, seguiría 8 . . . lD b4 !
9 . .ib5+ .id7 l O . .ixd7+ W/xd7 1 I .W/xd7+
li?xd7 1 2.0-0 lDc2 l 3 .E:d 1 + �c8 1 4.h3 (o
1 4.lDg5) . . . lD h 6 y la mej or posición de las
blancas no es suficiente para compensar la
desventaj a derivada del cambio.
8 ....ie7 9 ..ixe7 W/xe7 lO.lDc3 lD cxe5
l l.lDxe5 W/xe5
Pero aquí, las negras estimaron con excesivo
optimismo su posición . En lugar de la j ugada
del texto que, como queda probado en lo que
sigue, sólo las conduce a exponer su dama a
un ataque de peón, habrían podido obtener
una partida de iguales probabilidades conti­
nuando con l l . . . lD xe5 1 2.0-0 0-0 1 3 . .ie2
.ie6, etc.
12.h3 lDf6
21
13.Wd2!

Es una realidad sorprendente comprobar hasta

qué punto esa simple maniobra de dama
mej orará la situación de las blancas en el
medio j uego, reforzando las casillas negras de
su posición .
De aquí en adelante las negras van a ser
gradual mente arrastradas a una situación
perdedora, sin haber realizado un solo
movimiento que pueda considerarse un verda­
dero error.

13 ...id7 14.We3 !
22.ic4!
No sólo asegurándose el control de las casil las
"d4" y "c5 " , sino, y sobre todo, impidiendo a La acción de este alfil en la diagonal a2-g8
las negras el enroque largo. resulta inmediatamente decisiva. Es impor­
tante destacar que las negras no disponen aquí
de la j ugada intermedia 22 . . . h6 a causa de
14 �c6 15.0-0-0 0-0
•..

23.fxg7 ! , ganando una pieza.

Como las negras no pueden poner a su rey en 22 lLlxc3 23J�xd8 �xd8 24.fxg7 !
.•.

seguridad en el flanco de dama (si 1 5 . . . Wa5 ,

1 6.ic4 ! , con ventaj a) no están prácticamente Mucho más convincente que 24.e6, a lo que
en condiciones de elegir. seguiría 24 . . . É1d5 !

16.f4 We6 24 ... tLl xa2+

Después de 1 6 . . . "\Wa5 1 7 .e5 , las negras, (como Si 24 . . . "\We8 , 25 .�xf7+ ! Wxf7 26.É1fl +* 'tt>e 6
sucedió en la realidad) perderían un peón 27.�f6+ 'tt>d 5 28.�f8 , ganando.
mediante la continuación 1 7 . . . tLld5 1 8 .tLlxd5
�xd5 1 9 .�xh7+, seguido por "1Wd3+ y "\Wxd5 . 25.'tt> b l !

17.e5 Y n o 25 .�xa2, por 2 5 . . . "\Wc5+.

Con la importante amenaza 1 8 .f5 . 25 ...We8 26.e6!

Ahora esto es más fuerte aún que 26.�xf7+.

Era preferible 1 8 . . . tLld7 después d e l o cual las

blancas habrían proseguido su ataque j ugando
1 9.g4, etc.
La j ugada de la torre les permite obtener el
tri unfo mediante una serie de movimientos
forzados.
También era posible j ugar 27.É1xe4 É1d l +
28.Wc2 "\Wa4+ 29.b3 lLl b4+ 30.Wxd l , etc . ,
pero la j ugada del texto es más sencilla.

Gana inás rápido 26.g8Wf+! Wfxg8 27.e6+ i>fB

19.f5 "\We7 20."\Wgs lLldS 21.f6 Wfrs 28.�f1+.

22 ALEXANDER ALEKHINE
27 f5
.••
Jugada dictada por la desesperación, porque
27 . . . fxe6, perdería después de 28 .ixe6+
\Wxe6 29.'1Wxd8+ ilxg7 30.'1Wd4+, seguido de
3 l .l'l:xe4 .
28.e7+ l'l:d5 29.'1Wf6! '\Wf7 30.e8'1W+
Las negras abandonaron porque hay mate en
dos jugadas.
PARTIDA No 1 0
B l ancas: J . Davidson
Negras: A. Alekhine
Defensa Semieslava (D46)
Torneo de Semmering, Abril de 1 926
l.d4 d5 2.lL!f3 lLl f6 3.c4 c6 4.e3 e6
La jugada de moda es hoy día 4 . . . if5 , porque
el sistema llamado de "Merano", iniciado con
la jugada del texto, es considerado como algo
favorable para las blancas.
5 ..!Llc3 .!Llbd7 6.'1Mfc2
La jugada natural, y también la mejor, es
6.id3 , pero en esa época no había sido aún
completado el perfeccionamiento de todos los
detalles del sistema citado.
6... id6 7.id3 0-0 8.0-0 We7 9.e4 dxc4
10.ixc4
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
10 ... e5
Con esto las negras han conseguido una
posición similar a la que Chigorin consideraba
como perfectamente j ugable, pero con la
marcada ventaj a de que su dama ocupa ya la
casi lla de desarrollo natural " e7 " , mientras que
la dama blanca no está muy bien ubicada en
ll tt
c2 .
l l . l'l:d l exd4 12 . .!Ll xd4 .!Ll b6 !
Mejor q u e l 2 . . .!Lle5
. l 3 .ifl .!Llg6 l 4.!Llf5
. ixf5
l 5 .exf5 .!Lle5 l 6.ig5 , con buena partida para
las blancas .
Amagando l 4 . . . ixh2+ 1 5 .ilxh2 l'l:xd4
1 6.l'l:xd4 '1Mfe5+ etc . , e induciendo a las blancas
a debil itar la posición de su rey .
14.h3 ic7
Amenazando ganar una pieza mediante
l 5 . . . l'l:xd4 y 1 6 . . . '\Wes .
La j ugada anterior de las negras atrajo el alfil
hasta "e3 " , y ésta obliga al otro alfil a colo­
carse en la tercera fi la.
Como puede apreciarse, ambos alfiles están
ahora mal ubicados, porque obstruyen la
acción de otras piezas y porque pueden ser
atacados por los caballos enemigos.
16.id3 .!Ll h5 17 .!Llce2 g6
•
Movimiento cuyo principal objetivo es
preparar . . .!Lld7
. , previa protección de la casilla
"f5 " .
18.l'l:el .!Lld7 19 ..!Llf3
A raíz de esta retirada, las negras adquieren
una ventaj a concreta.
Yo esperaba aquí 1 9.f4, con la continuación
19 . . . lLldf6 20.e5 lLl d5 2 I .id2 ib6, después de
23
lo cual, aunque el j uego de las negras seguiría
siendo preferible, las blancas conservarían
algunas posibilidades de lucha.
19 ....ib6!
Esperando aumentar la ventaj a posicional ya
obtenida, con la apertura de la columna "a"
después de 20.�xb6 axb6. Para evitar esta
desagradable variante, las blancas tratan de
complicar las cosas recurriendo a las dos
j ugadas que siguen, pero sólo consiguen con
ello acelerar la catástrofe.
20.�g5 Wc5 !
Si ahora 2 1 .'\WxcS, lt:l xc5 22.lL'lc 1 (obligado)
22 . . . f6 23 .�d2 lt:l xd3 24. lt:l xd3 lt:l g3 25 .e5
�f5 , con una ventaj a posicional ganadora.
21.lL'lc3 lt:JeS !
Obligando al cambio y así renovando el ata-
que en la diagonal b8-h2, que será decisivo.
poco común, pero su valor s e v e considera­
blemente aumentado por el hecho de represen­
tar el corolario lógico del j uego de posición
realizado hasta ahora.
26.gxh3 '1Wxh3+ 27.c;t>gl �h2+ 28.c;t>hl lL'lf4!
Sin duda alguna, el camino más corto para
ganar.
29.lt:l xf4
Si 29.�xf4, vendría 29 . . . �g3+ y mate en dos
j ugadas.
29 ....ixf4+ 30.c;t>gl ih2+ 31.�hl '1Wf3+!
El objetivo de toda la combinación ha sido
alcanzado: las negras ganan la dama contra
torre y alfi l .
32.c;t>xh2 ges 33.'\WcS
Única j ugada posible.

22.lL'lxeS WxeS 23.�e3 ic7 24.lt:l e2 33 gxc5 34.�xc5 WhS+ 3S.c;t>g2 'IWxcS
.•.

También 24.g3 �xh3 etc . , resultaría perdedor El resto de la partida es una mera cuestión de
a la larga. rutina.

24 Wh2+ 2S.�fl
.•. 36.ge3 ges 37.gael 'IWeS 38.gle2 ge6 39.b3
gr6 40.gg3 c;t>g7 4t.ibt gr4 42.�d3 gh4
43.�f3 '1Wf4+ 44.c;t>g2 Wcl 4S.c;t>f3 hS 46.gc2
Wdl+ 47.�e3 ghl 48.�d4 h4 49.ge3 gel
so.gxel Wxel Sl.ge2 Wal+ 52.c;t>c4 bS+

Las blancas abandonaron .

PARTIDA No 1 1
B l ancas : A . Rubinstein
Negras : A . Alekhine
Defensa India de Dama (E 1 6)
Semmering, Abril de 1 926
Premio a la Brillantez
2S �xh3 !
•..

Este sacrificio no es el resultado de una l .d4 lL'lf6 2.c4 e6 3.lt:lf3 b6 4.g3 �b7 s.�g2
combinación particul armente complicada ni .ib4+

24 ALEXANDER ALEKHINE
Esta si mplificación es poco aconsej able
porque el alfil dama de las blancas ha de
desarrollar menos actividad en el futuro que el
alfil rey de las negras . Con mej ores pers­
pectivas pudo j ugarse aquí 5 . . . ie7 .
6.li:Jbd2
Por las razones mencionadas, 6 .id2 parece
ser la respuesta lógica.
6...0-0 7.0-0 d5
Como quedará demostrado a continuación,
esto es suficiente para igualar. Una buena
maniobra era asimismo 7 . . . E:e8, seguido por
... if8 .
8.a31i.e7 9.b4 eS
Procedimiento exacto para mantener el
equilibrio en el centro. La continuación 9 . . . a5
l O.b5, sería poco satisfactoria en el sentido
posicional .
10.bxc5 bxc5 l l.dxc5
La variante l l .E:b l Vfic7 1 2 .Vfib3 ia6 etc . ,
sería también conveniente para l a s negras .
ll ... ixc5 12.ib2 ttl bd7 13.ttl e5
14.ixe5 ttl g4!
Esta maniobra está lej os de ser tan inocente
como parece. Las blancas perdieron la partida
por no haber sabido apreciar su importancia.
15.ic3
Y no 1 5 .ib2 Vfib6, etc .
En este momento, 1 5 . . . Vfib6 habría sido refu­
tado con 1 6.e3 . La j ugada del texto prepara un
avance eventual del peón " d " .
M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Aunque esta j ugada no puede ser considerada
como un error decisivo, es indudable que
facilita los planes del adversario. Tampoco
hubiera sido bueno 1 6.h3 ttl xf2 ! 1 7 .E:xf2
Vlig5 ! 1 8 .ttlfl * ixf2+ 1 9.Wxf2 dxc4 etc . , pues
las negras quedarían en posición ventajosa.
Pero continuando con 1 6.cxd5 ixd5 ! 1 7 . ttl e4 !
(mucho mejor que 1 7 .e4 ttl xf2 ! 1 8 .E:xf2
ixf2+ 1 9.Wxf2 V!ib6+ 20.Wfl ib7 etc.),
gracias al subsiguiente desaloj o del peligroso
caballo negro, las blancas tenían todavía la
oportunidad de igualar la partida.
16 ... d4! 17.�xb7?
Al no prever la sorprendente j ugada 18 de las
negras, Rubinstein se va a encontrar enseguida
con desventaj a material. La única posibilidad
era aquí 1 7 .ib4 ixg2 1 8 .Wxg2 Vfic7, alcan­
zando una posición que podía inclinarse en
favor de las negras, aunque difícil mente de
forma decisiva.
17 ... �xb7 18.ixb7
ttl xe5
18 ttlxf2!
•..
Mediante este sacrificio aparente, las negras
consiguen ganar por lo menos un peón y
adquieren una posición abrumadora. Jugar
inmediatamente 1 8 . . . dxc3 , no hubiera dado
• Las blancas podrían responder con 18.iüf3, resolviendo
sus problemas. En cambio, con 17 ... Vffc7 las negras
tendrían una posición ventajosa.
25
resultado a causa de 1 9. lD e4*, etc. vado del desarrollo prematuro del alfil en
cuanto las negras incurran en la más ligera
19.<;txf2 inexactitud.

Las demás j ugadas eran , cuando más equiva­

lentes, por no decir peores. Por ejemplo:
1 9.�a l (a 1 9J!xf2 ? dxc3 , ganando) 19 ... dxc3
20.lDb3 ltJ g4+ 2 1 . lD xc5 �d4+, o 1 9 .ia5
ltJ xd l 20.ixd8 d3+ 2 l .e3 lt:l xe3 ! , con una
fácil victoria en ambos casos.
19 ... dxc3+ 20.e3
O si 20.�e l , cxd2+ 2 l .�xd2 �b6, con ataque
rápidamente ganador.
¡Ya en la quinta j ugada las negras cometen el
error posicional decisivo ! Era necesario j ugar
5 . . . lt:ld7, después de lo cual yo me había
propuesto continuar con 6.�a4 c6 7.ltJ xd7
�xd7 (no 7 . . . b5 8 . lD xb5 cxb5 9.�xb5 �xd7
I O.�xh5, etc . ) 8 .�xc4, seguido de e4 y ie3 ,
con buena partida.

20 ... cxd2 21 .�e2 �b8 22.if3 );d8 23.�bl

�d6

Logrando la casilla " b4" para el alfi l .

24.a4 fS 2S. );d l ib4 26.�c2 �eS 27.c;tf2 aS

28.ie2 gS 29.id3 f4!

Las blancas abandonaron.

Si ahora 30.ixh7+, �h8 3 1 .�e4, seguma
3 l . . .�xe3+ 32.�g2 f3+ 3 3 .�h3 �e2 ! 34.�g6
g4+ 35 .�h4 ie7+ 36.�h5 �xh2+, ganando. 6.g4! ig6 7.h4 f6

¡ Una triste necesidad !

PARTIDA W 1 2
B lancas : A . Alekhine 8.�a4+
Negras : E. Grünfeld
Gambito de Dama Aceptado (D2 1 ) También 8 . ltJ xg6 hxg6 9.e3 etc . , era suficien­
Torneo de Semmering, Abril de 1 926 temente bueno.

l.d4 dS 2.c4 dxc4 3.lLJf3 .ig4 8 ... c6 9.lD xg6 hxg6 10.�xc4 �f7 l l .e4 lLJd7
12.ie3 �aS 13.a3
Esta j ugada, recomendada en la última edición
del Manual S ueco de Col lij n , fue introducida Era importante impedir . . . �b4.
en el ajedrez magistral por B ogolj ubow en su
encuentro con Vukovich (Torneo de Viena,
13 ... );e8 14.f4 lD e7 lS.O-O-O
1 922) .
La presente partida muestra el peligro deri-
Difícil sería demostrar la superioridad de la
variante 1 5 .f5 lDc8 etc . , sobre la simple
La natural 19 ...tt:lxf2, no da el resultado esperado tras
*
j ugada del texto.
20.tt:lxf2 �xf2+ 2 1 .<i!lxf2 %\'b6+ 22.c5! %\'xb7 23.%\'c2
%\'b2 24.gc 1 , con probables tablas, a pesar del peón de
desventaja. 1S ... lLJ c8 16.fS lDd6 17.�a2!

26 ALEXANDER ALEKHINE
Si las blancas hubieran jugado 1 7 .Wb3 , las
negras responderían 17 . . . c5, cosa que no es
posible después de la j ugada del texto, a causa
de 1 8 .dxc5 , seguido por 1 9.b4, ganando una
pieza.
17 ... g5 18.h5 bS
Las negras no disponen ya de j ugadas satis­
factorias.
19.e5 !
Este movimiento, asociado con el siguiente, es
absolutamente decisivo. Jugar de in mediato
1 9.�d3 no sería tan bueno, porque permitiría
1 9 . . . b4.
19 ... fxe5
Si en lugar de esto las negras hubieran j ugado
19 . . b4, seguiría 20.exd6 bxc3 2 l .fxe6+ gxe6
. del todo mala, carece de objeto y permite a las
22.�c4, ganando.
20.�d3! e4
O 20 . . . tLlc4 2 l .�xc4 bxc4 22.Wxc4 etc . , con
una partida fácil mente ganada.
21.ttlxe4 c!Ll xe4 22.�xe4 ttl f6 23.fxe6+ gxe6
24.�g6+!
Más fuerte que provocar el cambio con
24.�f5 .
24 ... We7 25.�xg5 b4 26.�f5 l:!e2 27.l:!hel
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Las negras abandonaron .
S i 27 . . . Wb5 , seguiría 2 8 . a4 ! Wia6 29.�d3 etc . ,
y si 2 7 . . . gxe 1 , la variante sería 28 .gxe 1 + 'it>d8
29 .Wf7 ! y mate a conti n uación.
PARTIDA W 1 3
B l ancas : F. Samisch
Negras : A . Alekhine
Defensa India de Dama (E I 4)
Torneo de Dresde, Mayo de 1 926
l .d4 lLl f6 2.ttl f3
Hoy día es opinión casi unamme que 2.c4
debe preferirse en este momento. Pero en la
época en que se disputó esta partida algunos
maestros temían todavía el Gambito B udapest,
que se inicia con 2 . . . e5 .
2 ... b6 3.c4
Si 3 .g3, entonces 3 . . . i.b7 4.�g2 c5 !
3 ... �b7 4.e3 e6 5.�d3 �b4+ 6.�d2 �xd2+
7.tLl bxd2 d6 8.0-0 lLl bd7 9.Wc2
Las blancas han logrado una posición fran­
camente buena, que pudieron mejorar conti­
nuando con 9 . lLl g 5 , y si 9 . . . h6, entonces
I O. lLl ge4 0-0 l l .f4 d5 (o si l l . . .tLlxe4
1 2 .i.xe4 ! ) 1 2 .tLlg3 c5 1 3 .We2, seguido por
gad l , etc . La j ugada del texto, aunque no es
negras conservar su bien ubicado alfil .
9 ... 0-0 lO.l:!ad l We7 l l . lL!gS
¡ Dos tiempos tarde !
l l ... h6 12.lLl h7
Si 1 2.4Jge4, gfd8 etc . , como en la conti­
nuación del texto.
12 gfd8 13.lLl xf6+ lLl xf6
..• 14.c!Lle4 eS
15.lLl xf6+ Wxf6 16.dxc5
27
Las blancas han tenido éxito cambiando casi
todas las piezas menores, pero están aún lejos
del empate que, como es obvio, han tratado de
conseguir, porque la posición de los peones
negros es mucho más elástica.
El cambio del texto tiene el serio inconve­
niente de abrir para el contrario la columna
" b " , pero, por otro lado, la alternativa 1 6.ie4,
era también poco satisfactoria a causa de
1 6 . . . d5 ! 1 7.if3 (o 1 7 . cxd5 exd5, seguido de
. . . c4 con clara ventaj a) 1 7 . . . ia6 1 8 .b3 :gac8
etc . , con indudable ventaj a de las negras .
16 ... bxc5!
Después de 16 . . . dxc5, las negras podrían
difícilmente evitar el empate debido a la
posición si métrica de los peones.
17J��d2 gab8 18JUdl ic6! 19.b3
Como es natural, no debe j ugarse l 9 .ih7+
\t>h8 20.:gxd6 :gxd6 2 l .:gxd6 :gxb2, ganando.
En cambio, las blancas amenazan ahora ganar
un peón y al mismo tiempo 20.ie4, que
conduciría a una ulterior simplificación.
19 ...WfeS!
Importantísima j ugada que no sólo anula las
amenazas mencionadas, sino que prepara el
mej oramiento de la posición negra mediante
. . . f5 . De aquí que las blancas no tengan nada
mej or que proponer el cambio de damas,
llegándose a un final que, a pesar de su
aparente simplicidad, resulta muy instructivo
28
debido a la típica constelación de peones.
20.Wfb2 Wfxb2 21.gxb2 aS 22J:gbd2 ®f8
23.i.c2 ®e7
Este es el primer resultado apreciable de la
estrategia de las negras en el medio j uego. La
titulada debilidad en "d6" es puramente
ilusoria, mientras que las molestias de las
blancas en las columnas " a " y " b " son, por el
contrario bien reales .
24.f3 a4! 2S.®f2 axb3 26.ixb3
Después de 26.axb3, las negras habrían
obtenido el control absoluto de la columna
"a�� .
26 ...(5
Podía ser necesario para impedir e4.
27.®e2 gb4 28.\t>d3 ia4
Procedi miento único, pero efectivo, para
poner en evidencia la debilidad de las casil las
"a2" y "c4 " .
29.ixa4
O también 29.\t>c3 :gdb8 ! 30.:gb2 (si
30.:gxd6? :gxb3+ y ganan) 30 . . . d5 ! etc., con
clara ventaj a de las negras .
Esto cuesta un peón , lo que en este género de
posiciones es general mente decisivo. Pero
tampoco 30.:gc 1 :ga3+ 3 1 . \t>e2 :gda8 32.:gcc2
�d7, seguido de . . . \t>c6 y . . . d5, permitiría
abrigar mayores esperanzas.
Luego de 3 1 .:gb3 :gda8, el triunfo de las
negras sería aún mas sencillo.
ALEXANDER ALEKHINE

32... �a3!
Mucho mejor que 32 . . . �xc4 33 .�a2, después
de lo cual el peón pasado de las blancas hubie­
ra creado algunas preocupaciones a las negras.
33.�b7+ �d7 34.�db2 �xa4 35.�xd7+ c.t>xd7
36.�b7+ c.t>c6 37.�xg7 �xc4 38.�g6
Las blancas recuperan el peón, pero esto no
tiene importancia alguna porque la torre negra
ocupará la segunda fila y el rey podrá defen­
der el peón " e " ya libre. El resto es simple
rutina.
38 ... �d5 39.�xh6 �c2+ 40.c.t>fl c4 41.�h8 c3
42.h4
Si 42.�c8 f4 ! 43 .exf4 'it>d4 44.h4 �e3 45 .'it>g 1
Wxf4 46.h5 'it>g5 47 . g4 d5 etc . , ganando.
42... �d2 43.'\t>el �xg2 44.�c8 c2 45.h5 �h2
46.h6 �xh6 47.�xc2 �hl+ 48.'it>d2 �h2+
49.�d3 �xc2
Las blancas abandonaron.
PARTIDA W 14
Blancas: A . Rubinstein
Negras : A . Alekhine
Apertura de Peón Dama (A46)
Torneo de Dresde, Mayo de 1 926
Premio a la B rillantez
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
l .d4 .!Llf6 2 . .!Llf3 e6 3 ..if4 b6 4.h3
No era ciertamente necesario i mpedir a las
negras que llevaran su caballo a "h5 " en este
momento. El debilitamiento de la casilla " g3 "
m e hizo pensar e n u n si stema d e desarrollo un
tanto insólito, pero que, como quedó probado
luego, resultó ser muy eficiente.
4 ... .ib7 s . .!Ll bd2
s ....id6!
Después de esta j ugada, las blancas se encuen­
tran frente a la necesidad de elegir entre tres
caminos, a cual menos propicio:
1 ) el cambio, que fortificaría la posición de las
negras en el centro.
2) 6.e3, que después de 6 . . . �xf4, echaría a
perder su posición de peones.
3 ) 6.�g5 , después de lo cual las negras se
asegurarían la ventaj a del par de alfiles
mediante 6 . . . h6.
6.�xd6 cxd6 7.e3 0-0 8 ..ie2
Y no 8 .�d3 , porque tienen la intención de
j ugar tLlxe4 si las negras, después de . . . d5,
siguieran con . . .lt:l e4.
8 d5 9.0-0 .!Ll c6 10.c3
•.•
Si I O.tLle5, vendría IO . . . tLle7, seguido de . . . d6,
etc.
10 ... .!Lle4!
29
Las negras han obtenido ya la iniciativa.
l l.ttlxe4 dxe4 12.ttld2 fS 13.f4
Necesario, porque de otra manera las negras
habrían j ugado . . . Wg5, i mpidiendo, por largo
rato, la j ugada del texto.
13 ... g5 !
Las negras tienen que j ugar con mucha
energía antes que el adversario tenga tiempo
para coordinar la acción de sus piezas.
14.ttlc4 dS lS.ttleS ttl xeS
Mucho mej or que 1 5 . . . gxf4, a causa de
1 6.tt:l xc6 ! �xc6 1 7 .�xf4 etc .
16.dxe5
En caso de 1 6 .fxe5, las negras habrían
aprovechado para abrirse camino mediante
1 6 . . . f4.
16 ... i>h8 17.a4?
Las blancas no tienen tiempo suficiente para
llevar a buen fin este contraataque.
Su única probabil idad de éxito en la defensa
era j ugar 17 .g3, seguido de i>h2, etc . Después
de haber perdido esta oportunidad quedan
bajo la presión abrumadora del adversario.
17 .. J3g8 18.Wd2 gxf4!
En el momento oportuno, porque las blancas
no pueden retomar con el peón debido a
1 9 . . . Wh4, con la doble amenaza de 20 . . . Wxh3,
o 20 . . . �xg2+ !
19J3xf4 Wgs 20.�f1 Wg3!
Obligando a las blancas a efectuar el próximo
movi miento del rey y, en consecuencia,
preparando l a ganancia de un tiempo en la
j ugada 2 3 .
30
2l.�h1 Wg7 22.1Mfd4 �a6! 23.�f2
Es obvio que a las blancas no les es dada la
elección .
23 ...Wg3!
Ver el comentario a la j ugada veinte de las
negras.
24.�c2 �xfl 2SJ3xf1 13ac8
Persiguiendo siempre la ganancia de tiempos,
puesto que ahora se amenaza el movimiento
26 . . . �c4.
26.b3 13c7 27.13e2 13cg7 28.13f4
28 ... 13g6!
Realizada esta j ugada, se llega a una posición
realmente original, cuyas particularidad más
saliente es: la amenaza inmediata de las en­
gras, que es 29 .. J1h6 30.WI'd 1 W/g7 , ganando el
peón "e", porque a 3 1 .Wd4 se contestaría con
3 l . . .�xh3+.
Si las blancas tratan de i mpedir esto j ugando
29.WI'd ! , las negras seguirían siempre con
29 . . . �h6 ! , colocando a su adversario en una
posición de " zugzwang" absoluto.
En efecto:
1 ) la torre de "f4 " no puede moverse a causa
de 30 . . . WI'xe5 .
2) la torre de "e2" está atada por la necesidad
de defender las casillas "e3 " y " g2 " .
ALEXANDER ALEKHINE
3) el rey está paralizado debido a 30 . . Jlxh3 o 5.ig5 .!Ll bd7 6.e3 b6 7.�d3 i.b7 8.f3
30 . . . �xh3 .
4 ) l a dama no puede j ugar ni e n l a primera Al mantener el control sobre el punto "e4", las
fila, por 30 . . . �g7 ! etc . , ni en la columna dama blancas dificultan al adversario la concer­
a causa de 30 .. Jlxh3+ etc . tación de un plan convenien te para su desa­
5) y por último, en caso de 30.c4, las negras rrollo.
ganarían continuando con 30 . . . d4 ! etc . ,
mientras q u e si 30.b4, lo harían mediante 8 ...i.xc3+ 9.�xc3 c5
30 . . . �g7 3 l .�d4 l"lc8 ! , seguido por 32 . . l"lc4.
Por ese motivo es que las blancas ofrecen un
peón con la esperanza de cambiar una torre y
debilitar así el ataque enemigo.

29.�b4 �h6 30.h4

Aparentemente obligado.

30.. .'1�fg7!

Mucho mej or que la prosaica continuación

30 . . . l"lxh4+, porque si ahora 3 l .�d6, vendría
3 l . . .l"lg6 32.l"lff2 f4 ! 3 3 . exf4 e3 ! y ganan . 10 . .!Llh3!

Las negras esperaban aquí, ya fuera 1 O.tLle2,

31.c4 �g6 32.�d2 �g3 !
Amenazando 33 . . . l"l h 3 + 34.�g 1 �g3 , y en
caso de 3 3 . �g 1 , seguiría 33 . . . d4 ! 34.exd4 e3 !
35 .�c2 (o 35 .�b2) 35 . . . l"lh3 y después
36 . . . �g3 , ganando.
La posición de l as blancas es desesperada.
33.�el �xg2
ya l O.l"ld 1 , movimiento que les permitiría
simplificar las cosas mediante 1 0 . . . tLl d5 ! La
j ugada elegida pone a las blancas en condicio­
nes de emplear con eficiencia su par de alfiles.
10 ... h6 l l .i.f4
Y no 1 1 .�h4, a causa de la posibilidad de
1 1 . . . g5 . . . g4, etc.

Las blancas abandonaron. l l ...�e7 12.ig3!

Las negras amenazaban 1 2 . . . e5 , seguido

PARTIDA W 1 5
eventualmente por . . . e4.
B l ancas: A . Alekhine
Negras : A . Nimzowich
Defensa Nimzoindia (E32)
12 ... e5?
Torneo de Nueva York, Marzo de 1 927
Esta tentativa poco natural de aclarar la
situación en el centro se asemej a mucho al
l.d4 .!Llf6 2.c4 e6 3 . .!Ll c3 ib4 4.Wic2 d6 error decisivo. En su lugar, el simple enroque
corto hubiera dej ado a las blancas frente a
La única j ugada practicada en l a actualidad es reales dificultades para explotar la debilidad
4 ... d5 (ver, por ejemplo, mi segundo match indudable de las casillas negras de la posición
contra el Dr. Euwe) . adversaria.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 31

13.dxe5 dxeS 14.0-0-0 g6
l 4 . . . e4 l 5 .ie2 etc . , no tendría objeto, y j ugar
inmediatamente 14 . . .0-0-0, sería contrarres­
tado por l 5 .if5 g6 l 6.ixe5 ! gxf5 l 7 .�xd7,
seguido por l 8 .ixf6 o l 8 .ixh8, etc . , con
ventaj a decisiva. •
1S.ic2
El alfil demostrará ser muy útil en la diagonal
a4-e8 .
15 0-0--0 16.�a4 :!?:heS 1 7 . c!iJ f2 We6
.•.
Las negras necesitan desaloj ar al siniestro alfil
de casillas blancas, pero ese plan insume
mucho tiempo, y las blancas lo aprovecharán
para aumentar de manera concluyente su
presión en la columna de dama.
Una probabilidad algo mej or de salvación
podía ser buscada con l 7 . . . lLl h 5 , y si l 8 .�d2,
entonces l 8 . . . lLl xg3 l 9.hxg3 �h8 ! 20.�hd l
lLlb8, etc.
1S.c!iJd3 E:e7 19.:9:d2 :!?:deS 20.:9:hd1
S i ahora 20 ... lLl h5 , las blancas ganarían con la
simple variante 2 l .ixd7+ �xd7 22.lLl xc5 .
20 ...ic6 2 1.�c2!
• Esta variante falla porque a 17 . . . 4:l xd7 18.ixh8, podría
seguir simplemente 18. . .f6, encerrando al alfil.
32
21. .. c!iJ h5
En esta posición de inocente apariencia (con
un sólo peón cambiado y sin que una sola
pieza blanca haya sobrepasado la tercera fila),
las negras se encuentran absolutamente sin
recursos frente a las amenazas 22. tt:l xc5,
seguido por 23.�d6 o, en su defecto, 22.b4.
Si hubieran j ugado, por ejemplo, 2 1 . . .\t>c7,
con el fin de defender su casi lla "d6 " , seguiría
22.b4 ! cxb4 23.tt:l xb4 tt:l c5 24.tt:ld5+ ixd5
25 .cxd5 Wd6 26.f4 ! , ganando.
Después de la j ugada del texto, las negras
pier-den la dama y un peón, contra torre y
caballo, luego de lo cual el resto del j uego es
una mera cuestión de técnica.
Aunque esta partida constituye una de mis
más felices ej ecuciones en el dominio de la
estrategia de apertura, ha pasado casi inad­
vertida a causa de su extensión, pues la
mayoría de los cronistas de ajedrez prefieren
las "brillanteces " cortas. No fue ciertamente
mi culpa si Nimzowich, cuyas esperanzas en
el segundo puesto quedaban más que compro­
metidas con esta derrota, decidió seguir
luchando desesperadamente hasta el amargo
fin .
22.l!hc5 ! c!lJ xcS 23.:9:d6 c!lJ xg3 24.hxg3 Wlxd6
25.:9:xd6 E:c7 26.b4 c!iJ b7 27.:9:xc6
Es evidente que, de ahora en adelante, toda
reducción de material es favorable para las
blancas.
27 :9:xc6
•.. 2S.ia4 E:ee6 29.ixc6 E:xc6
30.Wxe5
Este cambio abre nuevo campo de acción al
rey y a la dama blancos .
30 :9:xc4+ 31 .\t>d2 hS 32.a3
•.•
El próximo objetivo de las blancas será trabar
la acción de la torre y del caballo negros. Lo
consiguen colocando a la dama en una
posición sumamente fuerte en el centro del
tablero.
ALEXANDER ALEKHINE
32 J3c7 33.We8+ lL!d8 34.e4 É!d7+ 35.�e3
.•
l3c7 36.�f4
Era bueno asimismo 36.�f2. seguido de Wg i ­
Wh2, y eventualmente, por f4 y f5 etc . Pero
las blancas necesitan su rey para que inter­
venga en el combate final .
36 ... É!c3 37.a4 É!c2 38.We7 É!c7 39.Wf6 É!c2
40.We7 É!c7 41.Wd6 lL! e6+ 42.�e5
No 5 3 .Wb8 ?, debido a la respuesta 5 3 ... lL!e6 ! ,
ganando l a dama gracias a l a amenaza de mate
en "c5 " .
5 3...f6+ 54.�d4 É!d7+ 55.We3 gxf5 56.exf5
Después de esto, el peón " h " está destinado a
caer rápidamente .
56 ... lL!f7 57.Wf3 lL! e5

Podía j ugarse también 42 .We3-Wf2-Wg 1 , etc . ,
como s e dijo e n la nota anterior.
42... lL!d8 43.Wd5! É!c6 44.�f4
De aquí en adelante las blancas se dedican a
provocar la j ugada . . . a5 , que creará al adver­
sario una debil idad más en "b6 " .
Esta posición del cabal lo, aunque buena, no
compensa la pérdida de material que va a
seguir.
58.Wxh5 É!d3+ 59.�f2 É!d2+ 60.�fl l3d4
6t.Wh7+ �d6
Si 6 I . . . lLi f7 , se continuaría con 62.Wg8 y
luego Wb8, ganando el peón " b " .

44 ... lL!e6+ 45.We3 É!c3+ 46.�e2 É!c7 47.f4

62.Wb7 lL! d 7 63.Wc6+ �e7 64.We6+ �d8
ll'ld8 48.�e3 É!c3+ 49.�d4 É!c7
65.Wb3 É!b4 66.Wd t �e7 67.We2+ �d8
68.Wa2 �e7 69.�e2! É!e4+

O, si 69 . . . �d8, 70.Wg8+, seguido por 7 l .g4,

etc.

70.�f3 É!b4 71 .�e3 lL! c5 72.Wg8 lL!d7 73.g4!

Esto conduce a una rápida decisión .

73 ... É!xa4 74.g5 fxg5 75.Wxg5+ �d6

76.Wg6+ �c7 77.Wc6+ �d8 78.f6 É!al 79.g4
l3fl 80.g5 É!f5 81.Wa8+ �c7 82.Wc6+ �d8

50.�e5 ! aS

Ahora prácticamente obligado, porque luego

de 50 . . . E1c6 5 l .f5 ! etc . , a las negras no les
quedaría j ugada satisfactoria.

st .Wa8+ Wd7 52.b5 'tt> e7

A la in versa, 52 . . . E1b7 5 3 .Wf6 etc . , no sería de

utilidad alguna.

53.f5 !

M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 33

83.g6!
Las negras abandonaron.
Si ahora j ugasen 83 ... E:xf6, vendría 84.g7, o si
83 . . . lLl xf6, 84.Wfd6+, seguido de g7, etc.
PARTIDA W 1 6
B lancas : A . Alekhine
Negras : F. Marshall
Defensa Bogoindia (E I O)
Torneo de Nueva York, Marzo de 1 927
Premio a la B rillantez
l.d4 lLl f6 2.c4 e6 3.lL:l f3 lL:l e4
Esta j ugada antinatural constituye una pérdida
de tiempo y puede refutarse de varias mane­
ras .
Una de las más sencillas es 4.Wfc2 y, en caso
de 4 . . . d5 (o 4 . . . f5 ), seguir con 5 .lLlc3, etc.
4.lLlfd2
Con idea de cambiar en "e4" y desarrollar el
otro caballo por "c3 " . Esta partida prueba de
una manera convincente la bondad de este
esquema.
4 ...ib4
Una celada típica de Marshall : si ahora 5 .a3,
las negras ganarían inmediatamente j ugando
5...Wff6 !
s.Wc2 dS
Si 5 ... f5 , 6.a3, obligando al cambio de las dos
piezas negras que están en j uego.
6.ll::l c3 fS 7.ll::l dxe4
Después de este cambio, las blancas conse­
guirán fáci l mente abrir las columnas centrales
mediante f3 y, llegado el momento, e4, y
como están mej or desarrolladas, dicha aper­
tura les asegurará una ventaj a posicional
indudable.
34
7 ...fxe4 8 ..if4
Este alfil protegerá la posición del rey contra
cualquier ataque imprevisto.
8 ... 0-0 9.e3 c6
Las blancas estaban amenazando forzar, me­
diante 1 0.a3, el cambio del alfil de "b4" por su
caballo ( 1 0.a3 id6? 1 I .ixd6, seguido por
1 2.cxd5 exd5 1 3 .ll::l xd5 ! , etc . ) .
10.ie2 ll::l d7 l l .a3
Considero que esta variante es superior a
1 1 .0-0 lLl f6 1 2.f3 lLlh5 ! 1 3 .fxe4 lLl xf4 1 4.E: xf4
E:xf4 1 5 .exf4 dxc4 etc.
l l ...ie7
Después del cambio en "c3 " , sus casillas
negras quedarían irremediablemente débiles.
12.0-0 .igS
Difícilmente podría encontrarse algo mejor.
13.f3! ixf4 14.exf4 gxf4
Una alternativa poco feliz, debido a la
debilidad que quedaría en " e6 " , hubiera sido
14 . . . exf3 1 5 .E:xf3 lLl f6 1 6.f5 ! Con la j ugada
del texto, en relación con las tres que siguen,
Marshall trata de salvar su comprometida
partida recurriendo a la combinación .
Si 1 6 . . . dxc4, 1 7.ixc4 lLl b6 1 8 .Wf2 ! , con evi­
dente ventaja.
Jugada inicial de una maniobra decisi va.
Si ahora 17 . . . Wfb6, seguiría 1 8 .c5 Wfa5 1 9.exd5
exd4 20.b4 ! dxc3 2 I .Wfg5 Wfc7 22.d6 h6
23 .Wfe7 , ganando.
17 ... c5
ALEXANDER ALEKHINE
Tratando de aumentar la tensión a toda costa,
ya que el cambio de peones resultaría desas­
troso.
21 .bxc3 !
Esto basta para probar la corrección del
sacrificio.
Tentador, pero erróneo, hubiera sido en su
lugar 2 l .e6, por 2 l . . . ttl f6 22.e7 1!t/g8 23.1%xf6
.ig4 ! 24.1!t/xg8+ Wxg8 25 .1%d6 1%e8 ! etc . , con
ventaj a de las negras .

21 \Wg8 22.\We7 h6 23.ih5!

.•.

Inferior sería 23 .e6 ttl f6 24.e5 ttlh7 ! , etc.

23 a5
.•.

Si 23 . . . 1!t/xc4, las blancas seguirían con

24 . .if7 .
18.dxe5!
24.e6 g6 25.exd7 ixd7 26.l3fi
Las blancas habrían cometido un error
jugando 1 8 . ttl xd5 cxd4 1 9 .1!t/b4, a causa de la
Las negras abandonaron .
conti nuación 19 . . . ttl f6.

18 d4 19.'1Wf4!
••.

PARTIDA W 1 7
Este sacrificio en relación con la "pacífica" B l ancas: A . Alekhine
jugada 2 1 , es sin duda el método mas Negras: Dr. L. Aztalos
expeditivo para lograr el triunfo. La variante ·Gambito de Dama (043)
1 9.ttld5 no es buena debido a 1 9 . . . ttl xe5, Torneo de Kecskemet, Julio de 1 927
seguido de 20 . . .\Wd6. Premio a la Brillantez

19 ... dxc3 t.ttlf3 dS 2.c4 e6 3.d4 .!Df6 4.ig5 h6

Obligado.
Esto es considerado poco satisfactorio, con
20.\Wfi+ �h8 j usta razón, porque el par de alfiles de las
negras no será suficiente para compensar la
ventaja de espacio que poseen las blancas.
La línea moderna 4 . . . ib4+, en relación con
5 . . . dxc4 (que constituye la Variante Viena),
aunque no haya sido todavía completamente
analizada, ofrece más probabilidades de lucha
que la adoptada aquí.

s.ixf6 '1Wxf6 6 . .!D c3 c6 7.'1Wb3

Preparando convenientemente e4.

7 .!Dd7 8.e4 dxe4 9 .!D xe4 '1Wf4 10.id3 ie7

.•. •

1 1.0-0 0-0 12.l3fel l3d8 13.l3adl \Wc7

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 35

Como consecuencia de la variante elegida, las
negras encuentran una serie de dificultades
para desarrollar sus piezas, y, en particular, su
alfil dama.
La retirada de l a dama es prácticamente
obligada, porque, por ejemplo l 3 . . . lLl f8,
habría sido contestada con l 4.WI'c3, con la
amenaza de l 5 .lLl e5 .
14.lLlg3 iLJ f8 15.WI'c3 !
La intención de las blancas es continuar con
iLJ h5 , seguido de d5, provocando un fatal e
irreversible debilitamiento de la posición del
rey contrario.
La maniobra in mediata de las negras detiene
ese peligro, pero a costa de sus peones del
flanco de dama, que quedan algo desorga­
nizados.
15 ... a5 16.a3 a4 17.lLle5
Si l 7 . lLl h 5 , la respuesta l 7 . . . Wfa5 hubiera
obligado al cambio de damas .
17 ... Wa5 18.WI'cl .id7
19.c5!
Esta es la contestación lógica al avance del
peón "a" de las negras .
Las blancas amenazan ahora instalar su
caballo en "b6" y, debido a ello, obligan al
movi miento de peón que sigue, privando al
36
peón de "c6" de su defensa natural .
19 ... b5 20.�e4 Wc7 2l.WI'c3
Amenazando 22.WI'f3 , etc.
21 ... �e8 22.lLle2!
Principio de una serie de maniobras contra las
cuales las negras no disponen de defensa
adecuada.
En primer término, las blancas amenazan
l levar su caballo a "b4" vía "e l " , y para
i mpedirlo las negras se ven en la necesidad de
cambiar su valioso caballo, dej ando sin
protección la casilla "h7 " .
2 2... l3a6 23.lLl cl iLl d 7 24.lLlxd7 l3xd7
25.lLld3 l3d8 26.tlJ e5 �f8
Esperando poder construir una nueva posición
defensiva mediante . . . g6, seguido de . . . �g7,
pero la siguiente j ugada de las blancas no le
da tiempo para ello.
27.h4! l3aa8
Si 27 . . . g6, vendría 28.h5 g5 29.f4 ! , demo­
liendo rápidamente los últi mos baluartes de
las negras.
La amenaza es 29.WI'c2 g6 30.h5, etc.
28 ... h5 29.'1Mff3 g6 30.g4 hxg4 31 .WI'xg4 �g7
32.�a2!
Importante movi miento que impide el avance
del peón "f" contrario.
Las negras no pueden preparar dicho avance
j ugando 32 . . . WI'e7 , porque la respuesta
3 3 . lLl xg6 ! , ganaría inmediatamente.
32 ... b4!
Recurso ingenioso pero insuficiente.
ALEXANDER ALEKHINE
A 33 .axb4, seguiría 33 . . . a3 34.bxa3 Élxa3 etc . ,
con alguna iniciativa.
33..ic4! bxa3 34.bxa3 �aS 35.�e4
Lo mejor. 3 5 .lLl xg6 Élxd4 ! , o 35 .h5 gxh5
36.�xh5 Élxd4 ! etc . , serían variantes prema­
turas.
Preparando l a j ugada de peón que sigue,
contra la cual no hay defensa posible.
36...gab8 37.h5 ! gxhS 38.�h l gb7 39.ggl
f!e7
40.gxg7+!
Las negras creyeron que su último movi­
miento las había librado de esta contingencia,
pero la combinación continúa siendo posible
debido al decisivo efecto de la j ugada número
42.
40 ... Wxg7 41.ggl+ �h7 42.l!lxt7!
Las negras abandonaron.
Si ahora 42 ... �xt7, seguiría 43 . .id3+ �g6
44 . .ixg6+ .ixg6 45 .Éixg6 ! Wxg6 46.\We4+
Wg7 47 .\We5 + ! , y l uego de unos cuantos
j aques más, las negras perderían inevitable­
mente una de sus torres .
M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
PARTIDA W 1 8
Blancas: A . Alekhine
Negras : Dr. S. Tartakower
Defensa Caro Kann (8 1 5 )
Torneo d e Kecskemet, Julio d e 1 927
l .e4 c6 2.d4 dS 3.l!lc3 dxe4 4.l!l xe4 l!lf6
s.l!lg3
En el Torneo de Hastings 1 936-37 ensayé con
éxito, contra W. Winter, el sacrificio de peón
5 . .id3 , recomendado por el Dr. Tarrasch poco
antes de su muerte.
Dicha partida continuó así:
5 . . . \Wxd4 6.li::l f3 \Wd8 7 .�e2 li::l xe4 (algo
inferior habría sido aquí 7 . . . li::l bd7, como
cuatro aficionados en consulta j ugaron contra
mí en Mallorca en Enero de 1 93 5 , a causa de
la desagradable respuesta 8 .li::l d6 mate)
8 . .ixe4 li::l d7 9.0-0 liJeS 1 0.Éid 1 Wc7 1 l .li::l e5 !
li::l xe4 1 2 .\Wxe4 .ie6 1 3 ..if4 �c8 1 4.li::l c4 !
g5 ! ? 1 5 . .ixg5 Élg8 1 6 . .if4 .ixc4 1 7 .Wxc4 \Wg4
1 8 .g3 e5 1 9 .Éie 1 (una solución más elegante
era 1 9 .\Wb3 ! , porque 1 9 . . . Wxf4, o 1 9 . . . exf4,
conduciría a un desastre in mediato después de
20.Wxb7) 1 9 . . . 0-0-0 20.Éixe5 y las negras
abandonaron después de unas cuantas j ugadas
más.
S ...eS
Probablemente esto es suficiente para igualar
la partida, pero para completar esta j ugada, las
negras deben poner especial cuidado en la
continuación .
6.l2Jf3 exd4 7.l2Jxd4
Del mismo modo, 7 .\Wxd4 Wxd4 8 . li::l xd4 .ic5
9.li::l df5 0-0 10 . .ie3 , j ugado por mí contra
Capablanca en N ueva York 1 927 , no da l ugar
a probabilidades de complicaciones favo­
rables.
7 ....ic5
Esto constituye una seria pérdida de tiempo.
Lo más indicado era j ugar in mediatamente
37
7 . . . !ie7, seguido de enroque, con posición
satisfactoria.
8.We2+! ie7
Si 8 . . . We7, 9 .Wxe7+ ixe7 1 0. l0 df5 , con cierta
ventaj a de las blancas .
9.ie3 eS?
Esta tentativa para i mpedir el enroque largo de
las blancas está destin ada a un fracaso abso­
l uto.
Menos malo era 9 . . .0-0 1 0.0-0-0 Wa5
l l .cj;>b l lLld5 1 2 .Wf3 , sin mayor peligro para
las negras.
lO.lO dfS 0-0 l l .Wc4!
Importante movimiento que prepara con
tiempo, atacando la casi l l a " eS " de las negras,
el desarrollo del alfil rey .
l l .. J3e8
También después de l l . .. b6 las blancas obten­
drían gradualmente un ataque ganador, conti­
nuando con 1 2.:gd l , seguido de Wh4, etc.
12.�d3 b6 13.0-0-0 �a6
Es obvio que otras j ugadas l levarían, del
mismo modo, a una catástrofe mas o menos
rápida.
38
14.l0 h6+!
Al l levar a la práctica esta combinación , las
blancas calcularon que, debido a la debi lidad
de la diagonal a l -h8, el adversario no podría
obtener tres piezas por la dama, debiendo
conformarse con sólo dos .
El resto es compulsivo para l as negras.
14 ... gxh6 15.�xh7+! lLl xh7
Si 1 5 . . . i>h8, entonces 1 6.Wxt7 y 1 7. l0 f5 , con
ataque de mate.
16.\Mlg4+ cj;>hs 17J3xd8 i3xd8
O 17 . . . ixd8 1 8 .Wf3 , etc .
18.\Mfe4 lLl c6 19.Wxc6 �f8 20.lLlf5 �c4
21.ixh6 �dS 22.Wc7 i3ac8 23.Wf4 i3c6
24.ixf8 i3xf8 25.\MfeS+ lLlf6 26.lLl d6!
Las negras abandonaron.
PARTIDA W 1 9
B l ancas : H . Kmoch
Negras : A. Alekhine
Defensa Eslava (D 1 2)
Torneo de Kecskemet, Julio de 1 927
1.lLlf3 dS 2.d4 c6 3.e3
Después de esta incolora j ugada, las negras no
tendrán dificultad con su alfi l dama. Más
ALEXANDER ALEKHINE
empleado y mejor es 3 .c4, que conduce a las
variantes normales de l a Defensa Eslava.
3 ...ifS 4.id3 e6 5.0-0
El cambio, ya sea aquí o en la j ugada próxima,
no es recomendable.
s .. .lüd7 6.c4 ltl gf6 7.Vllc 2
Es fácilmente comprensible que las blancas
desean aclarar, cuanto antes, la situación en el
centro. 7 .tt:lc3, habría recibido la s i mple res­
puesta 7 . . . ie7 .
7 ... 1xd3 8.Vllx d3 ltl e4
Con el fin de eliminar al mayor número de
piezas menores, porque, tarde o temprano, las
blancas van a obtener mayor espacio mediante
e4.
9.ltlfd2 ltl df6 10.ltl c3
La variante I O. tt:l xe4 tt:l xe4 l l .f3 tt:l f6 1 2 .e4
dxc4 1 3 .Vll x c4 \M/b6 1 4 . tt:l c3 gd8 1 5 .gd l ie7 ,
seguido por . . . 0-0 etc . , dej aría a las blancas en
una posición un tanto vacilante.
10 ... ltlxd2 l l .ixd2 ie7 1 2.e4
La mayor l ibertad que las blancas consiguen
con esta j ugada quedará neutralizada por la
necesidad de proteger permanentemente su
peón " d " . Pero difícilmente podrían recurrir a
otro plan, pues sus tentativas de bloqueo están
destinadas a fracasar. Ejemplos: si 1 2.c5, las
negras contestarían 12 . . . e5 ! , y si 1 2.f4, l a res­
puesta sería 12 . . . c5 !, siendo ambas variantes
favorables al segundo j ugador.
12 ... dxe4 13.ltl xe4 0-0 14.ic3 Vl!c7
También la casilla "b6" era una buena
ubicación para la dama.
Las blancas pierden la partida, no a causa de
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
la apertura, que es bastante satisfactoria, sino
debido a su j uego, a la vez pasivo y conven­
cional . Aquí, por ej emplo, pudieron j ugar sin
mayor peligro 1 6.f4, i mpidiendo a la dama
contraria ocupar esa casilla. En adelante las
negras tienen decididamente las mejores pers­
pectivas.
16 ...\M/f4 ! 17.ltl xf6+ ixf6 18,gfd l E:d7
19.Vllg3
Sin duda alguna, el cambio de damas
aumentaría las probabilidades de las blancas
para lograr un empate. Pero las negras pueden
eludirlo con facilidad.
19 ...VllfS 20.f4
Al parecer, el principal objeto de esta j ugada
es evitar las posibles respuestas . . . ig5 o . . . e5 .
20 ... E:fd8 21.Vlle3 hS !
No sólo habilitando un refugio para el rey,
sino también bloqueando al flanco corres­
pondiente de las blancas. Si 22.h3, h4, etc.
22.b4
Esto facil ita la tarea de las negras, que podrán
eli minar enseguida el peón de " e " del adver­
sario y obtener un control absoluto sobre el
punto "d5 " .
22 ... b5! 23.Vllf3
Esta tentativa para salvar, mediante recursos
39
tácticos, una posición estratégicamente tan
precaria, lleva a las blancas a un rápido
desastre.
Tampoco duraría mucho la partida después de
la j ugada mas pacífica 23.c5, debido a la
respuesta 23 ... �d5, complementada con ... g5 ! ,
etc .
23 ... bxc4 24.�xc6 �xf4 25.�xc4 eS !
Obteniendo una ventaj a material decisiva.
26.�e2 exd4 27J�d3
Si este bloqueo fuera posible, las negras
tendrían que hacer frente a algunas dificul­
tades de orden técnico, pero gracias a una
combinación sutilmente calculada, se dispo­
nen a lograr un triunfo in mediato.
27 ... dxc3 !
La variante principal de esta operación es tan
bonita como convincente: 28 .�xd7 �xd7
29.�e8+ �h7 30.�xd7 '1We4 ! ! 3 l .�xt7 (si
3 l .�d5, '1Wxd5 32.�xd5 c2, ganando, porque
33 .�c5 quedaría refutada con 33 . . . id4+)
3 l . . .c2 32.�xh5+ �g8 y ganan .
Esto pierde enseguida.
29 ...id4+ 30.�hl
Si 30.�xd4, �xd4+ 3 l .�fl �f4+ 32.�e l
40
�xb4, etc .
30 ...�cl+
Las blancas abandonaron .
PARTIDA W 20
Blancas : J.R. Capablanca
Negras: A . Alekhine
Defensa Francesa (CO l )
Primera partida del Match
Buenos Aires, Septiembre de 1 927
l .e4 e6 2.d4 dS 3.c!Lic3 ib4 4.exd5 exdS
s.id3 lLl c6 6.lLl ge2 lLl ge7 7.0-0 irs 8.ixf5
Otras j ugadas como 8 . a3 o 8.lLlg3, tampoco
serían de cuidado.
Esta partida prueba una vez más que si las
blancas tienen ambiciones de lucha, deben
evitar, en esta variante, el cambio de peones
de la cuarta j ugada.
8 ... lLlxf5 9.�d3 �d7 lO.lLl d l
Iniciación d e u n a serie d e movimientos algo
inferiores. La j ugada natural de desarrollo
l O.if4, que las negras pensaban contestar con
10 . . . 0-0-0, habría conducido a una lucha más
viva.
10 ... 0-0 l l .lLle3 lLlxe3 12.ixe3
Las piezas menores de las blancas están
obstruyendo ahora la columna "e", que es de
vital i mportancia. Es ésta una prueba acabada
de la inexactitud de su estrategia en la
apertura.
Como la respuesta Jo va a demostrar, el
caballo carece de porvenir en esa casilla.
Sencillo y suficiente para empatar era 1 3 .if4,
seguido de c 3 .
ALEXANDER ALEKHINE
13 ...id6!
Con esto las negras proponen una transacción
cuyas consecuencias serán muy satisfactorias
para ellas. Si por ejemplo 1 4 .tt::l xd5 ixh2+
1 5 /.t'xh2 Wfxd5 1 6.c4, entonces 1 6 . . . Wfh5+
17 .-;t>g l gad8 1 8 .d5 gd6 y l a posición del rey
blanco se torna peligrosa.
14-l:Uel
Las blancas siguen j ugando de un modo
superficial . Lo indicado era 1 4.c3
14... tt::l b4 1S.Wfb3?
Después de esto se verán obligadas, por lo
menos, a echar a perder su posición de peones
de manera desagradable. Un mal menor era
1 5 .Wfd2 Wff5 1 6.gec 1 h5 ! (amenazando . . . ge4,
seguido de . . . h4), quedando las negras con
cierta ventaj a posicional .
lS ...WffS 16.�ac l ?
Luego d e este nuevo error, s e hace difícil
salvar la partida, porque las negras ganarían
un peón, conservando una posición evidente­
mente buena. Era necesario haber j ugado
1 6 . tt::l d3, aunque en este caso las negras
obtendrían a la larga un final superior conti­
nuando con 16 . . . tt::l xd3 1 7 .Wfxd3 Wfxd3
1 8 .cxd3 �b4 1 9 .gec l c6, seguido eventual­
mente de . . . a5 ! , etc .
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
16 tt::l xc2! 17.gxc2 Wfxf4
•.•
Esta es la posibilidad que Capablanca no vio
al hacer su jugada 1 6. Creyó que las negras
seguirían 1 7 . . . ixf4, después de lo cual habría
podido restablecer el equi librio mediante
1 8 .gcs, etc.
18.g3
Es una mera cuestión de parecer decir si esto
debe preferirse a 1 8 .Wfxd5 Wfxh2+ 1 9.'i>fl c6,
etc .
Tentador era también 1 8 . . . W!f3 1 9 .Wfxb7 h5
20.Wfb5 h4 2 l .Wfe2 Wff5 etc . , con buen ataque.
Pero, en real idad, la decisión de conservar el
material ganado no puede ser criticada.
19.�ce2 b6 20.\WbS hS 21 .h4 �e4
Amen azando 22 . . . gxh4 ! , etc.
22.id2!
Este sacrificio momentáneo de un segundo
peón ofrece a las blancas mejores proba­
bilidades de zafarse, a condición de que las
negras lo acepten . Absolutamente sin espe­
ranzas habría sido 22.'1Wd3, debido a la
continuación 22 . . . gae8 23 .id2 Wfe6 etc .
22 �xd4
..•
41
Esta aceptación, que debió ser calculada con
sumo cuidado, no constituía, en manera
alguna, una necesidad. En su l ugar, 22 . . . É!ae8
era tan sencillo como convincente, porque
después del cambio de la dama blanca por las
dos torres, mediante 23 .1?9xe8+ É!xe8
24.É!xe8+ @h7 etc . , la ventaja posicional de
las negras les habría permitido ganar sin
mayores dificultades.
23.�c3 �d3
También después de 23 ... É!g4, las blancas
recuperarían un peón j ugando 24.�e5
(23 . . . É!c4? sería malo por 24.É!e5 etc . ) .
Técnicamente m a s si mple q u e el antiestético
movi miento 25 . . . cxd6 26 .Wfc6 ! , etc .
Es claro que 26 . . . Wfg6 no era conveniente
debido a la continuación 27 .É!g5, etc .
27.É!xh5 Wxh5
Aquí 27 . . . É!e6 sería una manera de suicidarse
(28 .We8+ ! , etc . ) .
42
30 J3e6!
••
Una inesperada concepción .
Las negras devuelven su peón de ventaja con
el fin de combinar el avance del peón "d"
libre, con un ataque de mate. Mucho menos
convincente sería 30 . . . d4, por la respuesta
3 l .Wff3 , con la doble amenaza 32.Wa8 y
32.h5 .
Con la intención de colocar la dama detrás de
la torre y preparando, al mismo tiempo, la
formación de la cadena de peones b6-c5-d4.
Esto abrevia la agonía.
En su lugar, yo esperaba 33 .\tlg2, a lo que
pensaba contestar con 33 . . . d4 34.É!a3 \We6
35 .'1Wf3 c4, seguido del decisivo avance del
peón " d " .
3 3. . .We6 34.Wd3+ g6 35.É!d8 d 4 36.a4
i Desesperación !
Este ataque directo convence de manera sufi­
ciente.
Sin embargo, las negras pudieron explotar
enseguida la situación de esa torre temerari a,
por ej emplo, 36 . . . \We7 ! 37.É!b8 '1Wd7 3 8 .1?9b3
É!e6 39.É!a8 Wb7, y la torre está perdida
debido a la amenaza 40 . . . É!e l +.
37.\tlg2 Wc6+ 38.f3 É!e3 39.Wfdl We6 40.g4
�e2+ 41 .\tlh3 We3 42.Whl Wf4!
Después de esto no hay manera de evitar la
próxi ma jugada de l a torre.
43.h5 �f2
Las blancas abandonaron.
ALEXANDER ALEKHINE
 PARTIDA W 2 1 Con la eventual amenaza . . . lt:l xe3 etc .
B l ancas: J.R. Capabl anca
Negras: A . Alekhine
Gambito de Dama (D52)
Undécima partida del Match
B uenos Aires, Octubre de 1 927

l.d4 dS 2.c4 e6 3.lDc3 lD f6 4.�gS lD bd7 S.e3

c6 6.lD f3 �aS 7.lDd2 �b4 8.�c2 dxc4
9.�xf6 lD xf6 lO.lD xc4 �c7 l l .a3 fie7
12.ie2

Las blancas no necesitan apresurarse en j ugar

12.b4 para impedir 12 . . . c5, porque este avance
sería todavía prematuro a causa de 1 3 .lt:l b5
'&b8 1 4.dxc5 �xc5 1 5 .b4 �e7 1 6. lt:l a5 etc . ,
con ventaja. 22.e4 lt:lxc3 23.�xc3 �e7?

12...0-0 13.0-0 id7 Desventajoso, porque el alfil rey va a ser

puesto temporalmente fuera de j uego. Lo
Por idénticas razones, tampoco aquí sería correcto era 23 . . . l='lc7, y si 24.�g2, entonces
aconsej able 1 3 . . . c5 . 24 . . .�f6 25 .e5 �e7 26J'�bc l �c8, después de
lo cual las negras podían esperar tranquila­
14.b4 b6 mente los futuros aconteci mientos .

Más seguro hubiese sido 1 4 . . . l='lfd8, seguido de 24.h4 �h6 2S.lD eS

. . . ie8 . El plan de las negras, pretendiendo
continuar con 15 . . . a5 1 6.bxa5 b5 , va a ser Amenazando 26. lt:l g4 .
desbaratado por la j ugada que sigue.
2S ... g6 26.lD g4?

¡ Son ahora las blancas las que en su tumo

Si ahora 15 . . . a5 , continuaría 1 6. lt:l e5 ! axb4
1 7 . lt:l b5 etc . , con ventaj a para las blancas.
Buena j ugada posicional, cuyo objeto inme­
diato es i mpedir la respuesta . . . �f4 en caso de
jugar e4.
omiten la mej or j ugada ! Después de 26.lt:lc4 !
ig7 27.e5 h 5 2 8 . lt:l d6, las negras n o tendrían
nada mejor que iniciar la lucha por el empate,
sacrificando la calidad por un peón con
28 . . . l='lxd6 29.exd6 �xd6 30.�c4 ! etc . , con
*
ventaj a .
26 ...ig7 27.eS hS 28.lD e3 eS!

Las negras aprovechan la gran oportunidad

lS ... lt:ldS 19.lDb2 �bS
para libertar su alfil dama, deduciendo correc­
tamente que las blancas no podrán sacar
Más exacto era j ugar enseguida 19 . . . �b7,
teniendo en cuenta la posibilidad de . . . �a6.
• Luego de 3Q.1¡Wc4, el b l anco podría jugar 30 .l"ld8,
..

ganando el peón "d " , y después de la captura con el a l fi l ,

20.lDd3 �gS quedaría "tocado" e l peón d e "g3 " .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 43

ventaj a real de la apertura de la columna " b " .
29.bxc5
Si 29.dxc5, seguiría 29 . . . bxc5 30.�xd8 '&xd8
3 l .bxc5 '&c7, etc .
29 bxc5 30.d5
.•.
Esta tentativa para complicar las cosas, muy
poco frecuente en Capablanca, se convierte
decisivamente en ventaj a para las negras . Un
fácil empate podía obtenerse j ugando 30.�b7
1"1d7 3 l .�xd7 ixd7 32.d5 (o 32.dxc5 ie8
33 .c6 '&c7, etc . ) 32 . . . exd5 3 3 . tt:l xd5 '&e6
34.tt:lf4 ixe5 , seguido por una liquidación
general y quedando alfiles de diferente color.
30 exd5 3 1 . tt:l xd5 '&e6
.••
Naturalmente, no 3 l . . . '&xe5 , por 32 .'&xe5
ixe5 3 3 . tt:l e7+ etc.
Como queda demostrado por lo que sigue, el
cambio, así obligado, sólo facilita la tarea de
las negras, porque, de aquí en adelante, su
peón pasado compensará ampliamente las
molestias relativas de la presencia de un peón
blanco en su casilla "f6 " .
Era preferible 32. �b7 ixe5 33 .'&a5 �g7
34.�xa7, y la ventaj a de las negras, el par de
alfiles, no habría sido aún decisiva.
32 ...ixf6 33.exf6 �xdl + 34.1"1xd l ic6!
44
Las blancas no pueden cambiar los alfiles
porque, de hacerlo, perderían su único motivo
de orgullo: el peón "f6 " .
3SJ!el '&f5 36J:!e3 c 4 ! 37.a4
Dándose cuenta de la inferioridad de su
posición, las blancas comienzan a "truquear" .
Si ahora 37 . . . ixa4, continuarían con 38 .ie4
'&g4 (38 . . .Wd7 sería casi perdedor, debido a
39.�f3 �h7 40.We5 etc . ) 39.if3 Wd7 40.�e7
'&d3 4 l .Wxd3 cxd3 ? 42.1"1xa7 etc . , con miras a
un empate.
Después de la simple respuesta que sigue, las
negras mejoran aún su posición porque
consiguen el control absoluto de la casilla
"b4 " .
3 7 a 5 38.ig2 ixg2 39.�xg2 WdS+ 40.�h2
•••
�&rs 41 .�f3 '&es 42J��f4
Después de 42.�e3 Wb6, las blancas no
habrían dispuesto de j ugada úti l alguna. Si
43 .�f3 Wc6 ! etc .
Mucho más i mportante que este innecesario
movimiento era i mpedir la próxima j ugada de
las blancas mediante 42 . . . Wb6.
La tentadora variante 42 . . .Wb4, resul taría
insuficiente a causa del j aque perpetuo que
sobrevenía después de 43 .We3 Wxa4 44.�f5 !
'&b4 45 .�xh5 gxh5 46.Wh6 '&f8 47 .'&g5+
ercétera . .
43J�d4 Wc6?
A consecuencia de este error de cálculo, las
blancas hubieran podido salvar la partida. La
jugada correcta era aún 43 . . . Wb6 ! , y si 44.�f4,
entonces 44 . . . <j;>g8, llegando a la misma posi­
ción que pudo conseguirse antes.
44.Wxa5
Obligado, pero suficientemente bueno.
ALEXANDER ALEKHINE
44 c3
..•
Si ahora 44 . . . \Wxf6, la respuesta sería 45.l'U4,
con las siguientes probabilidades:
a) 45 ... \Wg7 46.\Wd5 .
b) 45 . . . \We6 46.\Wc 3 , seguido por a5, sin
peligro para las blancas en ambos casos.
45.\Wa7! @g8
Recurriendo a otra j ugada tampoco se alcan­
zaría el triunfo contra las respuestas correctas.
Por ejemplo:
a) 45 . . . \Wxf6? 46 . .B:f4 Wxf4 47 .gxf4 c2
48.1!t/xf7+ 'it>h6 49.f5 ! , etc .
b) 45 . . . \Wc7 46.\Wxc7 , seguido de 47 . .B:d l , etc .
e) 45 . . . .B:c7 46.'1Wb8 c2 47 . .B:d8 Wxf6 !
48 . .B:h8+ ! ! (esta fue la respuesta que no preví
cuando m1c1e la combinación j ugando
43 . . . '1Wc6) 48 . . . \Wxh8 49.Wxc7 etc . , salvándose
las blancas en todas las variantes .
46.We7
Si ahora 46 . . . c2, seguma 47 . .B:d8+ .B:xd8
48 .Wxd8+ 'it>h7 49.We7 We6 50.Wc7 etc . ,
forzando el empate.
46 ...1!t/b6
47.Wd7?
Capablanca no aprovechó debidamente la
oportunidad que le proporcionó mi j ugada 43
y la partida vuelve a tomar su curso natural.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Jugando 47 . .B:d7 ! pudo tener posibilidades
de tablas.
En efecto, si 47 . . .Wxf2+ (a 47 . . . .B:f8 , entonces
48.a5 Wxa5 49 . .B:a7 Wd5 50 . .B:d7 Wa5 y la
torre blanca, debido a l a amenaza Wxf8+ ! ,
perseguiría perpetuamente a l a dama negra),
48. @h 1 ( 48. @h3 perdería por la s i mple razón
de que la dama negra alcanzaría l a casilla "e6"
con j aque) 48 . . .''.Wa2 49 . .B:d8+ .B:xd8 50.Wxd8+
'it> h7 5 1 .Wf8 y no quedaría n ada mejor que
j aque perpetuo, porque el peón blanco "f6" se
habría vuelto invulnerable.
¡ Curiosa y poco común escapatoria !
47 ...Wc5 ! 48 . .B:e4
Única manera de i mpedir ahora c2.
48 ...Wxf2+ 49.Wh3 Wfl+ 50.@h2 Wf2+
51.'it>h3 .B:f8 52.Wc6
De nuevo, la única j ugada.
52 ...\Wfl+ 53.Wh2 Wf2+ 54.Wh3 Wfl+
55.Wh2 Wh7 ! 56.Wc4
Si 56.Wxc3, entonces 56 . . . Wf2+ 57.@h l .B:d8
5 8 .We 1 Wf3+ 5 9 . @h2 .B:d 1 y las negras ganan .
56 ...Wf2+ 57.'it>h3
57 ...\Wgl !
Esta man iobra e s decisiva.
La vari ante 57 ... c2, sería insuficiente a causa
45
 * 61 \Wfl ! 62.Wfe4 gd2 63.gxd2 cxd2 64.a7
de 5 8 . �f4 ! , seguido de �fl .
ss.ge2
En lugar de esto, 5 8 .g4 habría conducido a
una bonita terminación : 5 8 . . . c2 ! 59.\Wxc2
�e8 ! ! etc.
58 \Wfl+?
•.•
¡ Por segunda vez las negras dejan escapar un
tri unfo fácil ! La correcta sucesión de j ugadas,
que yo en real idad había proyectado después
de j ugar 57 . . . \Wg l !, era 58 . . . \Wh l + 59.�h2
'.Wf3 ! , después de lo cual las blancas no podían
j ugar 60.�c2 por 60 . . . \Wf5+ y hubieran
quedado sin recursos ante la amenaza
60 . . . \Wxf6, etc. Si 60.\Wf4, entonces 60 . . . \Wd l !
etc.
59.�h2 \Wxf6 60.a5?
En lugar de asegurarse las tablas con 60.�c2
�e8 6 l .�g2 ! (amenazando a l a vez 62.�xc3 y
62.�f2), Capablanca comete otro error y
debería perder inmediatamente.
Un resultado in mediato podía obtenerse
j ugando 60 . . . \Wfl ! 6 1 .\We4 �d8 (o 6 l . . .�b8).
Después de l a j ugada del texto el triunfo se
convierte de nuevo en un verdadero problema.
61.a6?
Si en l ugar de esto las blancas hubieran
j ugado 6 1 .�g2, las negras sólo obtendrían un
final de damas con tres peones contra dos, el
cual mediante una buena defensa, terminará
probablemente en tablas. ¡ Ahora, por fin, lle­
gamos a la meta !
Efectivamente las blancas tienen buenas posibilidades
de tablas, pero con 5 8 . !le7 ! , y si 58 . . . 1W xf6, entonces
5 9 . !l c7.
En cambio con 5 8 . !lf4, las negras ganan con 58 . . . \Wd 2 !
5 9 . !lf l \Wd7+ 60. It> h2 !l c8 6 1 . 1Wf4 1Wd l ! , etc.
46
.•.
d l\W 6S.a8� Wfgl+ 66.�h3 �dfl+
Las blancas abandonaron .
Si ahora 67 .\Wg2, vendría 67 . . . �h l mate.
En mi opinión, esta partida ha sido excesiva­
mente elogiada en el mundo entero. Fue sin
duda muy emocionante, tanto para ambos
j ugadores, que estuvieron continuamente apre­
miados por el reloj , como para el público que
la presenció.
Pero su parte final constituye un verdadero
sainete por la sucesión de errores, debido a lo
cual mi adversario dejó escapar varias veces el
empate y yo, otras tantas, la oportunidad de
ganar.
En resumen , si no fuera por su destacada
importancia desde el punto de vi sta deporti vo
(fue en realidad el momento culminante del
match), difícilmente me habría decidido a
incl uirla en esta colección .
PARTIDA No 22
Blancas : J. R. Capablanca
Negras : A. Alekhine
Gambito de Dama (D63)
Vigesi moprimera Partida del Match
Buenos Aires, Octubre de 1 927
l.d4 dS 2.c4 e6 3.lLJc3 lLJ f6 4.igS lLJ bd7 S.e3
ie7 6.lLJf3 0-0 7.gcl a6
Aunque con esta defensa poco empleada
obtuve apreciable éxito en este match (una
partida ganada, siete tablas y ni nguna
perdida), en la actualidad no la considero muy
conveniente a causa de la respuesta 8.cxd5 ,
adoptada por Capablanca en las partidas 23,
25 y 27.
8.a3?
Esta apacible réplica será convincentemente
refutada (como tentati va para ganar) en la
presente partida.
Desde entonces, ha desaparecido por com­
pleto de la práctica magistral.
ALEXANDER ALEKHINE
8 h6 9.�h4 dxc4 10 .ixc4 bS !
..• • 16 ... lL! b6 t7.Wb3
Más natural y mej or que 1 0 . . . b6, aunque esta
última j ugada probó ser suficiente para
mantener el equilibrio de las partidas 1 3 , 17 y
19 de este match.
ll.�e2 �b7 12.0-0
En caso de 1 2 . b4, las negras habrían obtenido
la iniciati va mediante 12 . . . a5 ! 1 3 .Wb3 axb4
14.axb4 g5 1 5 .�g3 tt:Jd5, etc.
12 c5 13.dxc5 tD xcS 14.lL! d4
•••
Como las blancas no tienen un átomo de
ventaja, su camino más lógico era simplificar
las cosas j ugando 1 4 .\Wxd8 !í:fxd8 1 5 .!í:fd l .
etc. Completamente erróneo habría sido
seguir, en lugar de la j ugada del texto, con
14.�xf6 �xf6 1 5 . lD xb5 , por 15 . . . \Wxd 1
16.l:''lfx d 1 tD b3 1 7 .!'í:c7 �xf3 1 8 .�xf3 axb5
19.�xa8 !í:xa8, con ventaja.
14.. Jk8
Impidiendo de una vez por todas tD xb5 .
1S.b4
Esto debi lita, sin necesidad, la casilla "c4 " .
Más sencillo era 1 5 .�f3 Wb6 1 6.\We2, etc .
1S ... tt:J cd7! 1 6.�g3
En caso de 1 6.�f3 . yo pensaba j ugar 1 6 . . . Wb6
l 7 .tDe4 !í:xc 1 1 8 .\Wxc 1 !í:c8, después de lo
cual la dama blanca no dispondría de una
buena casilla para ubicarse.
Por ejemplo: 1 9 .\Wb l ? (o 1 9 .\Wd2?) 1 9 . . . tt::l xe4.
O si 1 9 .Wb2, g5 20.tD xf6+ ixf6, con ventaja,
o 1 9 .\Wd l ( 1 9.\We l ) 1 9 ... g5 , también con
ventaj a para las negras . Comparada con otras,
la jugada del texto es la mejor.*
Quizás sea u n error del original, pero las jugadas
1 9 .'&e l , 1 9 .'&b2 y 1 9 .'&d l , pierden una pieza sencilla­
mente con 19 . . . �xe4 y luego 20 . . . g5, etc .
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Con el fin de poder contestar a 1 7 . . . tt::l c4 con
1 8 .!í:fd 1 Wb6 1 9.a4, etc.
17 lL!fd5
•..
B uen movi miento relacionado con la amenaza
1 8 . . . tt::l xc3 1 9.!í:xc3 �d5 20.Wb2 !í:xc3
2 1 .Wxc3 Wa8 seguido de . . . !í:c8, con ventaja
para el negro. La respuesta de las blancas es
prácticamente forzada.
18 .. J�c4! 19.lL!e4 Wc8 20.!í:xc4
Me inclino a considerar este cambio como el
error posicional decisivo, porque de aquí en
adelante las negras, sacando provecho de la
formidable posición de su caballo en "c4 " ,
podrán concentrar gradual mente todas sus
piezas para acometer en el centro.
La j ugada exacta de las blancas era 20.\Wb l
(amenazando a la vez 2 1 . tt::l d6 y 2 l .id6)
20 . . . !í:d8 2 1 .tt::l d2 !í:xc l 22.!í:xc 1 Wa8 23 .�c7
y más adelante las blancas conseguirían
cambiar algún materi al sin comprometer su
posición .
De todos modos, la j ugada del texto puede ser
considerada, sin lugar a dudas, como un
verdadero despropósito.
Capablanca perdió la partida por no darse
cuenta a tiempo de los peligros de su posición
y desde este momento fue francamente domi­
nado.
47
20 ltJ xc4 2l.�cl Wa8 !
•.•
Amenazando 22 . . . ltJ xb4 o 22 . . . ltJ dxe3 y, en
consecuencia, obligando a las blancas a
abandonar el control de las casillas blancas
centrales.
f6 34.�b l 'itln 35 .'itlf! �c3 etc . , con un final
fácilmente ganado.
b) 27.�b l ltJ a3 ! 28 .Wxb2 ltJ xb l 29.Wx b l
Wb3 30.Wfl bxa4 3 l . h3 a3 , ganando.
27.�el �d8 28.axb5 axb5 29.h3

22.ltJ c3 Esta emergencia funesta es absolutamente

indispensable.
Si 22 . ltJ c 5 , seguiría 22 . . . �xc5 23.bxc5 �c8
24.�e2 �xc5 25 .�xc4 Wc8, ganando un peón . 29 e5 30.�bl e4!
•..

¡ El principio del fin !

Amenazando 23 . . . ltJ d2, etc .

3l.ltJd4
23.ltJ xd5 �xd5 24.�xd5 Wxd5 25.a4
Si ahora:
a) 3 I .lLl e l Wd2 32.Wc2 (a 32.'itlfl E:a8 33 .E:d l
El deseo de reducir el material de peones en el
E:a3 y ganan . ) 32 . . . Wxc2 3 3 . lLl xc2 �d2
flanco de dama es muy natural, pero la posi­
34. lLl e l lLl a 3 , ganando.
ción de las blancas quedará comprometida,
tanto más cuanto que el peón "b" constituirá b) 3 I . lLl h2 Wd3 ! 32.E:xb2 ! Wxb3 3 3 . E:xb3
un buen objeti vo de ataque en el final . !:!:d i + 34.lLlfl lLl d2 3 5 .E:a3 lLl xfl , y las bl ancas
están perdidas.
25 �f6 26.ltJ f3
•..

Como e s lógico, no 26.�d l , por 2 6 . . . bxa4
27 .Wxa4 ltJ b2 28 .Wxa6 �a8, ganando.
31...�xd4 32.�dl
Esto pierde enseguida.
Pero tampoco, después de 32 .exd4 Wxd4 etc.,
la partida hubiera durado mucho tiempo.

26 ...�b2!

Con el fin de j ugar . . . e5 sin restringir la acción 32 lLlxe3 !

•..

del alfi l . Las variantes que si guen demuestran

la j ustificación táctica de este movi miento: Las blancas abandonaron.
a) 27.E:d l bxa4 ! 28 .Wxa4 lLl b6 29.E:xd5 ltJ xa4 Esta partida y la cuarta son , en mi opinión, las
30.E:d 1 ltJc3 3 1 .E:e 1 E:c4 32 .�d6 ltJ e4 33 .�e7 dos mejores del match.

48 ALEXANDER ALEKHINE
 PARTIDA W 23
B l ancas: A. Alekhine
Negras: J. R. Capablanca
Gambito de Dama (035)
Trigesi mosegunda partida del Match
Buenos Aires, Noviembre de 1 927
l.d4 lLlf6 2.c4 e6 3.tLlc3 dS 4.�g5 tLl bd7 S.e3
c6 6.cxd5 exdS 7.�d3 �e7 8.tLl ge2
El presente desarrollo del caballo fue
adoptado aquí por pri mera vez, y en razón del
éxito de las blancas en esta partida, se puso de
moda en los años subsiguientes. En mi
opinión, no es ni mejor ni peor que el habitual
8 . tLl f3, sólo que si las blancas se deciden por
el enroque largo, deben ser extremadamente
cautelosas, porque un contraataque de las
negras en ese flanco puede con vertirse en un
peligro mayor que su propia iniciativa en el
ala del rey.
8... 0-0
En esta clase de posición, general mente se
juega . . . h6 antes de enrocar, a fin de evitar que
las blancas contesten a dicho movi miento con
h4, jugada que sí se podrá hacer ahora. Si las
negras hubieran j ugado 8 . . . h6, mi respuesta no
habría sido 9.�h4, sino 9.�f4.
9.tLl g3 tLl e8
Era difícil encontrar otro medio para eman­
ciparse, porque 9 . . . Eí:e8 habría sido vigorosa­
mente contestado con l O. ltJ f5 .
10.h4
Consecuencia natural de todo el plan de la
apertura.
lO ... tLl df6 l l .Wfc2 �e6 12.tLlf5 �xfS 13.�xf5
lLld6 14.�d3
Inferior sería 1 4.�xf6 por 14 . . . tt:l xf5 etc . ,
manteniendo la igualdad. L a j ugada del texto
obliga a las negras a debi litar la posición de su
rey.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
14... h6 15 . .if4
Si 1 5 .0-0-0, las negras hubieran podido
ensayar un contraataque comenzando con
1 5 . . . b5 etc.
15 .. J!c8
Las negras tienen l a intención de iniciar una
acción en la columna " e " , tan pronto como su
adversario enroque largo y, por lo tanto,
descuidan la siguiente réplica combinativa.
Más lógico era 15 . . . Eí:e8, pensando en seguir
con . . . ltJ fe4.
16.g4!
Este avance, que es posible porque después de
1 6 . . . tt:l xg4? seguirían 1 7 .�xd6 y 1 8 .�f5 ga­
nando la calidad, fortalece considerablemente
la posición de las blancas y dej a a su adver­
sario muy poco que elegir.
16 ... tLlfe4 17.g5 hS 18.�xe4
Las blancas deciden aceptar el sacrificio
(obligado) del peón , aunque se dan perfecta
cuenta de que el final resultante será muy
difícil, tal vez i mposible, de ganar, debido a la
eficiente posición de la torre negra en la
segunda fi la. Una alternati va prometedora era
1 8 .�xd6 tt:l xd6 1 9.0-0-0 (no 1 9 .g6 enseguida,
a causa de 19 . . . �xh4, con buen j uego)
19 . . . ltJ b5 20.<;t> b l tt:l xc3+ 2 1 .'1Wxc3 y, a pesar
de los alfiles de diferente color, no sería fácil
para las negras llegar a un empate.
49
18 ... c!Llxe4 19.c!Ll xe4 dxe4 20.Wfxe4 WfaS+
21.�fl
Las blancas no pueden arriesgarse en la
variante 2 l .�e2 Wi'b5+ 22.�f3 �fe8, etc.
21 ...Wfd5 !
Esta j ugada constituye el objetivo del
contraj uego de las negras : después del obli­
gado cambio de damas, la única columna
abierta será un factor muy i mportante en su
favor.
Es de i mportancia evidente la eliminación de
un par de torres. Si ahora 24 . . . �xb2, las
blancas se asegurarían un final muy ventajoso
con 25.�cb l !, etc .
Las negras se disponen a sacar provecho de la
insuficiente protección de las casi llas blancas
del adversario. Las próx i mas j ugadas de las
blancas muestran la única defensa apropiada
contra tal plan .
27.�g3 �g6 28.f3 f6!
Y no 28 . . . �f5 ? , por 29.e4+, etc . Entretanto,
ambas partes están tratando correctamente el
difícil final .
29.gxf6 ixf6 30.a4
Preparando relevar a la torre de la defensa de
los peones del flanco dama.
30 ...�f5 3 1 .a5 �e2
Las negras amenazan ahora (en caso de 32.b4)
32 . . . g5 ! 33 .hxg5 ixg5 34.ixg5 �xg5 3 5 . f4+
�f5 36.�f3 �h2 37.�g l �h3+ 38 .�g3
�xg3 + ! etc . , con lo cual se llegaría a un final
de peones indeciso.
50
32.�cl
S i las blancas quieren j ugar para ganar, están
obligadas a devolver el peón de ventaja, al
menos por el momento. Pero, teniendo en
cuenta sus dos últimas j ugadas, el medio más
lógico y eficiente para hacerlo era jugar
32.a6 ! . Después de 32 . . . bxa6 (si 32 . . . b6,
33 .ib8, etc.), la respuesta 3 3 . �a l ! habría
impedido 33 . . . g5 por 34.hxg5 ixg5 35 .e4+ !
etc . , mientras que l uego de 33 . . . �xb2 34.�xa6
�b7 35 .�a5 etc . , la ventaj a posicional de las
blancas se convertiría en decisiva. Debido a la
j ugada del texto, las negras estarán en
condiciones de oponer una resi stencia larga y
no enteramente desprovi sta de esperanzas .
En este momento, así como en varias
ocasiones futuras, las negras pudieron j ugar de
diferente manera, pero es dudoso que eso
llegara a alterar el resultado final . Si, por
ejemplo, 34 . . . dxe4, entonces 35 .d5+ �f5
36.d6+ �e6 37.fxe4 �b3+ 3 8 .�g2 ixh4
39.�xh5, seguido de 40.�h7 y la l ucha contra
los peones centrales pasados sería sumamente
difícil.
*
Con 35 ... if2+ 36.�h3 �b3 37.�e5+ �fl, las
• En opinión de Capablanca, si hubiera jugado 36...g6,
era dudoso que las blancas hubiesen podido hacer algo.
ALEXANDER ALEKHINE
negras podrían haber salvado momentánea­
mente el peón, pero su posición después de
38 .�g5 ! seguiría siendo muy comprometida.
36J�xh5 a6
Si 36 . . . �e l + 37 .Wh3 l'l:f2, vendría 3 8 .l'l:e5 + ! ,
seguido d e 39.l'l:f5+, o 39.l'l:d5+ y 40.l'l:d3 etc . ,
conservando el peón d e ventaj a .
37.�c7 �el+
Natural mente, no 39.Wf4, por 39 ... �d2 mate !
39 gf2 40.Wg4 gg2+ 4t .Wh3 gf2 42.f4!
•..
gf3+ 43.Wg2
Otra manera de suicidarse se presentaba aquí:
43.Wg4 gg3 mate.
43 .. , gf2+ 44.�h3 gf3+ 45.�g2 gf2+ 46.'it>gl
gc2 47.�b6 gc4
Esto facilita la tarea de las blancas, porque
permite a su rey prestar apoyo eficiente a los
peones centrales.
Era mejor 47 . . . �g3 , después de lo c ual las
blancas habrían tratado de obtener el triunfo
mediante 48 .ge5+ Wd6 49 .gg5, o si 48 . . . Wf7,
entonces 49.h5 ! , etc.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Con esta j ugada las blancas consiguen una
posición evidentemente ganadora. Es obvio
que después de 48 . . . g xe4? 49.Wf3 , las negras
perderían enseguida.
48 g6 49.ge5+ Wd7 SO.hS ! gxhS 51 .�f3 h4
•.•
5 l . . .l'l:c3+ 52.We2 �g3 5 3 .�e3 h4 54.l'l:h5 etc . ,
no cambiaría mayormente las cosas .
Cayendo aparentemente en la trampa, pero, en
realidad, escogiendo el medio más rápido y
seguro para hacer valer Jos peones pasados.
54 ...�xa5 ss.gh7+
Es evidente que no puede j ugarse 55 .�xa5
gc5+ 56.Wg4?, por 56 . . . g x h 5 , seguido de
57 . . . h3 ganando.
55 ... 'it>c6 56.�xa5 gc5+ 57.We6! gxaS 58.f5
ga3 59.f6 gf3 60.f7 bS 6 1 .gh5 !
¡ La elegante punti l l a de este final pletórico de
color !
61...h3 62.grs gxrs 63.exf5
Las negras abandonaron.
S i ahora 63 ... h2 64.f8Wf h l WI, entonces
65 .W/a8+ etc . , ganando.
PARTIDA No 24
Blancas : A. Alekhine
Negras : J . R. Capablanca
Gambito de Dama (05 1 )
Trigesi mocuarta partida del Match
B uenos Aires, Noviembre de 1 927
l .d4 dS 2.c4 e6 3.llJc3 lD f6 4 ..igS.!lJbd7 S.e3
c6 6.a3
Esta pacífica j ugada, cuyo único objeto es
51
impedir la defensa Cambridge Springs, difícil­
mente podría prometer a las blancas otra cosa
que una cómoda igualdad. La puse en práctica
aquí para salir de las variantes del l ibro lo más
pronto posible.
6 ...ie7 7.lt:lf3 0-0 8.id3 dxc4
Una alternati va sana era asimismo 8 . . . h6
9 .ih4 eS , etc .
9.ixc4 lt:ldS 10.ixe7 V!fxe7
Podría también j ugarse I O . . . lt:l xc3 .
l l .lt:l e4 lt:l Sf6 12.lt:l g3 eS
1 2 . . . b6, para continuar con . . . ib7, como j ugó
Maroczy contra mí en S an Remo 1 930,
constituye un plan digno de ser considerado.
La maniobra del texto tiene el l igero inconve­
niente de no resolver aún el problema del
desarrollo del alfil dama.
13.0-0 lt:l b6 14.ia2 cxd4 1S.lt:l xd4 g6
Para poder contestar . . . eS en caso de que el
blanco haga e4, sin ceder la casilla "f5 " a los
caballos blancos .
Con la eventual amenaza tLl bS .
1 6...id7 17.V!fe2 gac8 18.e4 e S 19.lt:lf3 g;, g7
Las negras debieron cambiar aquí las dos
torres, porque después de 1 9 . . . Eí:xc l 20.Eí:xc l
Eí:c8 2 l .Eí:xc8+ tLl xc 8 , el movimiento 22.tLlg5
podía ser suficientemente contrarrestado por
22 . . . ie8 , etc.
El movimiento del texto, y sobre todo el que
le siguió, l as coloca repentinamente en peli­
grosa situación .
20.h3 h6?
52
21.V!id2!
Esta j ugada de inocente apariencia es, en
realidad, muy difícil de neutral izar. La
amenaza principal de las blancas es 22.V!!a5 , y
si las negras tratan de desviarla mediante el
contraataque 2J. . .ic6 (o 2 1 . . . ibS), una
repentina diversión hacia el flanco del rey
provocaría un rápido fin : 22. tLl h4 ! tt:Jxe4 (si
22 . . . ixe4 2 3 . '.Mfe3 ! , y si 22 . . .id7 23 . '.Mfa5 , etc.)
23.tLl hf5+ gxfS 24. tLl x f5+ g;,f6 25.Vff x h6+
g;,xf5 26.g4 mate.
La única respuesta que ofrece algunas
probabil idades de éxito en la defensa es la
sugerida por el Dr. Lasker, 2 l . . .tLl a4 ! En tal
caso, las blancas continuarían fortaleciendo su
posición mediante 22.Eí:fd l , por ejemplo.
21...ie6?
La posición se ha hecho muy difícil para las
negras, ya que ahora pierden un peón y, a
pesar de su lucha desesperada, la partida y el
match seguirán el mismo camino. Las sutiles
combinaciones que siguen, así como el final
de dama y torre, son tan emocionantes como
instructi vos.
22 ..ixe6 V!! xe6 23.V!iaS tLl c4
O si 23 . . . '.Mfb3 , 24.V!!x e5 tLl c4 25 . V!!d 4, etc.
24.V!! xa7 tLl xb2 2S.gxc8 gxc8 26.V!ixb7 lt:lc4
27.V!ib4 gas 28.gal V!fc6!
ALEXANDER ALEKHINE
Amenazando bloquear el peón "a" mediante
29 . . . �a4 y también (al menos en apariencia)
ganar el peón "e" . Las dos j ugadas próximas
de las blancas ponen aclaran la situación .
29.a4! ll:l xe4 30.ll:l xe5
Eludiendo la celada 30.ll:lxe4 1Mfxe4 3 l .�c 1
�c8 32.ll:lxe5 ? ll:le3 ! 33 .Wxe4 �xc l + 34.�h2
ll:lfl +, seguido de 35 ... ll:\g3+ y 36 ... ll:lxe4,
después de lo cual las negras podrían hasta
ganar.
30 ...Wd6!
En estas circunstancias, esto es lo mejor,
porque ahora ambas parejas de caballos van a
desaparecer del tablero.
3l.'l&xc4 Wxe5 32.�el ll:ld6 33.'\:Wcl ! Wf6
34.ll:le4 ll:l xe4 35J3xe4
El procedi miento para ganar, que se verá a
continuación, es una fina labor y consiste en
combinar las amen azas deri vadas del peón
pasado con un ataque contra el rey negro,
cuya situación es algo expuesta. Pri mero, y
ante todo, las blancas lograrán controlar la
importante diagonal "al " -" h 8 " .
35 ... �b8 36J3e2 13a8 37.�a2 13a5
38.'1&c7! 'l&a6
Evidentemente, éste es el umco medio para
impedir el avance del peón pasado.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
39.Wc3+ �h7 40J3d2
Con la mortal amenaza 4 l .�d8 .
40 ...Wb6 41.l3 d7
Esta fue la j ugada sellada. La próxima ma­
niobra de las negras ofrece la única posibi­
lidad, si no de salvar la partida, de permitir,
por lo menos, una larga resistencia.
41...'\:Wbl+ 42.'it>h2 Wb8+ 43.g3 13f5 44.Wd4
Amenazando 45 .a5 ! , seguido de 46.�d8 .
44 ... We8 45.13d5 13f3
Es evidente que el final de damas equivaldría
a abandonar.
46.h4
Las blancas no necesitan impedir las
maniobras de la dama negra, que terminarán
en un final de torres ganado por el blanco.
46 ...Wh8 47.Wb6!
En este momento el cambio sería prematuro
porque permitiría a la torre negra colocarse
detrás del peón pasado.
47 ...'\:Wal 48.@ g2 �f6
Si 48 . . . �a3 , l as blancas ganarían de la si­
guiente manera : 49. �d7 @g8 (si 49 . . . �g7
50.We6 ! y si 49 . . . Wa2 50.Wf6, etc .) 50.Wd8+
�g7 5 1 .We7 Wa2 5 2 .We5+ @h7 5 3 .Wf6, etc.
49.Wd4
Ha llegado el momento conveniente para el
cambio, porque ahora es la torre blanca la que
se ubicará detrás de su peón .
49 ... Wxd4 50J3xd4 �g7
En lugar de esto, 50 . . . �a6 habría perdido
enseguida, debido a 5 1 . @f3, seguido de �e4-
53
\t>d5, etc .
S l.aS �a6 S2.�dS �f6 S3.�d4 �a6 S4.:ga4
�f6 SS.\t>f3 �eS S6.\t>e3 hS S7.�d3 �dS
S8.\t>e3 �eS S9.�a2 \t>bS 60.\t>b3
Las blancas hacen uso de la repetición de
j ugadas en toda oportun idad para ganar
tiempo en el reloj , a fin de evitar cualquier
tropiezo en v ísperas de l a conquista del título.
60 ... \t>es 6 1.\t>e3 \t>bS 62.\t>d4
Si ahora 62 . . . \t>b4, entonces 63 .Eí:a l !, etc .
62 ... �d6+ 63.\t>es �e6+ 64.\t>f4 \t>a6 6S.\t>gs
�eS+ 66.�h6 �rs 67.f4
El procedimiento más sencillo para forzar la
rendición era 67.\t>g7 Eí:f3 68 .\t>g8 Eí:f6
69.\t>f8! Eí:f3 (o si 69 . . . Eí:f5 70.f4) 70.\t>g7 Eí:f5
71 .f4, etc .
67 �eS! 68.�a3 :ge7 69.\t>g7 �d7 70.fS
.•.
Otra j ugada inexacta. Era más directo j ugar
pri mero 70.\t>f6, y sólo después de 70 . . . Eí:c7,
responder 7l .f5 gxf5 72. \t>xf5 Eí:c5+ 73 . �f6
Eí:c7 74.Eí:f3 \t>xa5 75 .Eí:f5+, ganando.
70 gxfS 7 1 .\t>h6 f4 72.gxf4 �dS 73.\t>g7 �rs
•..
74.�a4 \t>bS
7S.�e4! \t>a6 76.\t>h6 :gxaS
O si 76 . . . \t>b7, 77.�e5 Eí:xf4 7 8 .\t>gS! �fl
54
79.\t>xhS f5 80.\t>gs f4 8 l .Eí:f5 f3 82.\t>g4 y
ganan .
77.:ges :gal 78.�xhS �gl 79.:ggs �hl
SO.�fS �b6 Sl.�xfi �e6 82.�e7
Las negras abandonaron .
PARTIDA N° 25
B l ancas : A . Alekhine
Negras : H . Steiner
Gambito de Dama Aceptado (028)
Torneo de Bradley-Beach, Junio de 1 929
l .d4 llJf6 2.llJf3 dS 3.e4 dxe4 4.e3 e6 S.ixe4
eS 6.0-0 a6 7.V!!l e2 llJ bd7
Si 7. ..tiJc6, la mejor respuesta, de acuerdo con
la práctica más reciente, sería siempre 8 . llJc3!
(Euwe - Alekhine, s• partida del match, 1 937,
y Alekhine - Book, Torneo de Margate, 1 93 8 . )
8.llJe3 V!!l e7
Si las negras no deseaban abrir la diagonal
"h l -a8 " , desarrollo en realidad poco recomen­
dable (ejemplo: 8 . . . b5 9 .ib3 ib7 I O.Eí:d l
ie7 l l .e4! b4 1 2 .e5 bxc3 1 3 .exf6 etc . , con
ventaja, como en el match Alekhine - Letel ier,
Montevideo, 1 93 8 ) , debieron j ugar simple­
mente 8 . . . ie7. La ubicación de la dama en
"c7" demostrará ser poco feliz ante el próximo
avance del peón " d " .
ALEXANDER ALEKHINE
9.dS ! exdS l O.ixdS

Una de las molestias que las negras tendrán de

aquí en adelante reside en el hecho de que si
este alfil es cambiado, las blancas, al retomar,
ganarán un tiempo.

10 ...id6 l l .e4 0-0 1 2.igS l!J g4

Para poder desarrollar su flanco dama, las

negras se ven obligadas a perder tiempo con
este caballo y, peor aún, a facilitar el pel igroso
avance del peón "f" contrario.
13.h3 l!Jge5 14.l!J h4!
En vi sta de l a situación oprimida de las
negras, es de buena política evitar los cam­
bios.
Además, las negras están ahora obligadas a
precaverse contra la j ugada lLl f5 y, en conse­
cuencia, tienen aún menos donde elegir.
14.. .c!Ll b6 1S.f4 c!Llc6 16.f5 !
Continuación paradój ica, pero muy eficiente,
del ataque, por la cual las blancas " sacrifican "
la casi lla central de "e5 " .
Aunque parezca extraño, e l avance "natural"
1 6.e5 , dejaría a las blancas con una ventaja
posicional insignificante.
19.f6 !
A causa d e l a última j ugada de su adversario,
las blancas están habilitadas para efectuar este
avance, a pesar de la posible defensa 1 9 . . . g6
20.Wh6 if8 . Pero las blancas disponen a su
favor de una bonita combinación : 20.lLl xg6 ! !
y ahora:
a) 20 ... hxg6 2 l .ixf7 + ! Wxf7 22.fxe7+ We6 (a
22 ... Wg8 23 .�f8+ �xf8 24.exf8W+ Wxf8
25 .Wh8+ Wf7 26.Wh7+, ganando la
dama. )23 .�f6+ Wxe7 (si 23 ... Wd7 24.�d 1 +,
etc.) 24.Wh7+ Wd8 25.�d6 mate.
b) 20 . . . lLl xg6 2 l .ixf7+! Wxf7 22.Wxh7+ We6
23 .Wxg6 y ganan . Después de la retirada que
sigue, la cual permite la apertura de la
columna "f', la partida está terminada.
19 ...if8 20.fxg7 ixg7 2 1 .�afl ie6 22.llJfS

1 6 . .c!LJeS 17.Wh5 �eS

.
Amenazando también 2 3 . � h4 etc .

Contrarrestando la amenaza 1 8 .f6, que ahora 22 ... ixd5 23.l!J xg7 ! l!J g6 24.l!J xe8 �xe8
sería contestada con 1 8 . . . g6 1 9 .Wh6 if8 . 2S.c!LJxdS

Las negras abandonaron .

18.�f4 ie7

Esto será refutado por una bonita combina­ PARTIDA No 26

ción, pero como las negras no podían tomar B l ancas : A . Alekhine
todavía el poderoso alfi l , ya no había defensa Negras : E. Bogolj ubow
eficaz. Defensa Eslava (D 1 6)
Después de 1 8 . . . lLl xd5?, seguiría 1 9 . lLl xd5 Pri mera partida del Match
1f1c6 20.lLl f6+ ! gxf6 2 l .ixf6, etc. Wiesbaden, Septiembre de 1 929

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 55

l.d4 dS 2.c4 c6 3.llJf3 lLl f6 4.llJc3 dxc4 S.a4 �xb6 1 5 . lt:J f3 , etc . , esto debe ser, a la larga,
e6 muy delicado desde el punto de vista posicio­
nal .
He tenido la suerte de que esta j ugada ilógica
(en lugar de l a natural 5 . . . �f5 ) haya sido 13.�f3 !
empleada contra mí, con desastrosos resul­
tados, no menos de cuatro veces, a saber:
fuera de esta partida, por el mismo
Bogolj ubow (Nottingham, 1 936), por el Dr.
Euwe ( 1 9" partida del match, 1 93 5 ) y por el
desaparecido maestro alemán Helling (Dresde,
1 936).

6.e4 �b4 7.e5 llJdS

En las otras tres partidas nombradas, la

respuesta fue 7 . . . llJe4 que es, por lo menos,
tan mala como la j ugada del texto.

8.�d2 �xc3 Con la amenaza 1 4 . axb5, etc . , que no es fácil

contrarrestar. Si, por ejemplo, 13 ... llJd5,
vendría 1 4.�b l ! g6 1 5 .llJxh7 É1xh7 I 6 .�xg6+
S i , en lugar de esto, 8 . . . b5, entonces 9 . llJe4
É1f7 1 7.�h5, seguido de 1 8 .�g8+, ganando, o
�e7 1 0.b3!, etc . , recuperando el peón, con
si l 3 . . . É1a7, l 4.�f4 É1b7 l 5 .axb5 axb5 l 6.É1a8,
posición indudablemente preferible.
etc . , también con ataque ganador.*

9.bxc3 bS lO.llJgS!
13 h6
•.•

Importante movimiento con diversos obje­

tivos, uno de los cuales, y no el menos impor­ ¡ Ya pura desesperación !
tante, es i mpedir 10 . . . 0-0, por la respuesta
1 l .�b 1 !, seguido de l 2 .axb5 , etc . 14.�h5+ llJxhS lS.�xhS+ Wd7 16.llJf7 �eS
17.�g6 É1g8 18.�f4 �b7
10 ... f6
l 8 . . . É1f8 1 9. lt:J e5+ Wd8 20.�e4, etc.
Esto impide l a man iobra llJe4- . llJd6, pero a
costa de comprometer seriamente la posición 19.�g3 We7 20.�d6+
central.
Esto se asemej a al j uego del gato y el ratón.
l l.exf6 lLl xf6
20... Wd7 21 .0-0 eS 22.dxc5 �dS 23.axb5
Si 1 l . . .�xf6, 1 2.axb5 cxb5 1 3 . llJe4 �e7 axbS 24.É1xa8 ixa8 2S.É1al llJc6
1 4 .�g5 , seguido de �h5, etc . , con ventaja.

·Las negras aún se pueden defender con 16 . . .li)d5, ya que

12.�e2 a6
A 12 . . . 0-0, seguiría 1 3 .axb5 h6 (si 1 3 ...cxb5 ,
entonces 1 4.�f3 lt:J d5 1 5 .�b 1 , etc . ) 1 4 .b6!
el caballo de "gS " está "tocado". Pero si en lugar de
16.B:a8, se juega 16.ixb8, las blancas deben ganar. Por
ejemplo: 16 . . . B:xb8 17.ixc6+ id? (si 17 ...i>f8 , 18 .�e2,
con fuerte ataque.) l 8 .1tlxe6 �e7 19 .ixd7+ �xd7 20.0-0,
ganando rápidamente.

56 ALEXANDER ALEKHINE
 8.f3 h6 9.e4!

Este movi miento dej a prácticamente fuera de

juego durante el resto de la partida al alfi l
dama d e su adversario. De haber estado el alfil
rey de las negras en " b4 " , éstas hubieran
podido haber contestado 9 . . . hxg5 I O.exf5 b5 !
1 1 .fxe6 fxe6 l 2 .1Mfc2 0-0! Etc . , con ventaja.

9 .ih7
.•.

O 9 . . . hxg5 l 0.exf5 exf5 l l ..ixc4 0-0 1 2.h4!

etc . , con ventaj a para l as blancas.
26.ltl e5+!
10 ..ie3 ltl bd7 l l.lt:lxc4 0-0 12.ie2 eS
Las negras abandonaron .
Si ahora 26 . . . lt:l xe5 , entonces 27 J3a7+ i>c6 Los cambios que siguen redundan decidi­
28.'1We4 mate. damente en favor de las blancas porque no
supri men el defecto principal de la posición de
las negras : la ridícula situación de su alfi l
dama.
PARTIDA W 27
B l ancas: A. Alekhine
13.dxc5 .ixcS 14 .ixc5 lt:l xcS 15.b4 lt:l a6
Negras : E. Bogolj ubow
•

Defensa Eslava (D 1 7 )
Quinta Partida del Match Tampoco era satisfactorio 1 5 . . . 'IW xd 1 +, por
Wiesbaden , Septiembre de 1 929 1 6.�xd l lt:l x a4 1 7 . lt:l xa4 b5 1 8 . lt:l cb6! axb6
19 . .ixb5 etc . , con ventaja.

l.d4 dS 2.c4 c6 3.lt:lf3 lt:l f6 4.lt:lc3 dxc4 5.a4

.ifS 6.lt:l e5 e6 16.Wlxd8 �fxd8

Jugada tan sencilla como buena, pero que

Bogolj ubow, al emplearla aquí, y en la tercera
partida del match en la cual yo adopté la
repuesta menos lógica 7.f3 , demuestra no
haber comprendido bien su verdadero valor.

7 ..ig5 .ie7

Sin duda demasiado pasivo: la continuación

correcta, introducida por mí en una partida en
consulta j ugada contra Bogolj ubow y el Dr.
Seitz in mediatamente después del match, es
7 ... .ib4 8 . f3 h6! (esto fue j ugado en la
17.lt:la2!
undécima partida de mi match contra el Dr.
Euwe, Groninga, 1 937) obteniéndose, por lo Ún ica manera de conservar la ventaj a posicio­
menos, un j uego igual . nal, porque 17 .b5 habría cedido la i mportante

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 57

casilla "c5 " y l 7 .E:b l permitiría un contra­
ataque prometedor comenzando con 1 7 . . . lDd4!

17 l2J b8
•.•

Las blancas amenazaban l 8 . lD a5 E:b8

l 9 .4Jxb7, etc .

En cambio, l 9 . . . E:xd l 20.E:xd l E:d8 , sería

rápidamente fatal tras 2 l .b5 E:xd l 22.�xd l
4Jd8 23 .4Jd6, seguido de 24. 4Jb4 y 25.4Jc8!
etc. 24.4Jb5!

20J�acl <j;¡f8 Suprimiendo así el caballo central del ene­

Pri mer paso hacia la emancipación del alfil de
"h7" mediante �g8, lD e 8 , f6, etc .
Pero este plan requiere evidentemente mucho
tiempo y en el ínterin las blancas aumentarán
la presión que ejercen en el flanco de la dama.
De aquí en adelante la partida se desarrolla de
migo en el momento preciso; si las negras
hubieran encontrado tiempo para una ulterior
consolidación mediante . . . e5 , habría quedado
muy poco de la presión de las blancas en el
flanco de dama.
24 4J xb5
.•.

una manera perfectamente lógica.

Evidentemente obligado.

21.�fl l2Je8 22.l2J c3

25.E:xd8 E:xd8 26.l2Jxb7! E:b8

Una fuerte alternativa era aquí 22.lDa5, por O si 26 . . . E:d2+, 27 .<j;¡e3 4Jbd6 2 8 . <j;¡xd2 lD xb7
ejemplo:
29.!k8, seguido por 30.E:a8 y E:xa7 etc . ,
l) 22 ... E:ab8 2 3 . 4Jc3 b6 24.E:xd4! E:xd4
ganando.
25 . lD c6 E:cd8 26.<j;¡e3 E:4d6 27 . 4Jxd8 E:xd8
28 .4Jb5 .
27 .llJcS <j;¡e7
2) 22 . . . b6 2 3 . 4Jb7 E:d7 24.�b5 ! E:xb7
25.E:xd4, con enorme ventaj a posicional en
ambos casos . A causa de la amenaza 2 8 . 4Jd7+ el caballo no
puede todavía moverse. El final que sigue, con
un peón de ventaj a y una posición muy
22 f6 23.l2J a5 E:ab8
.•.

superior es, en realidad, un paseo para las

blancas.
Esta j ugada de apariencia natural ofrece a las
blancas una oportun idad para la combinación
del texto, por cuyo medio ganarán forzosa­ 28.axb5!
mente un peón .
Era mejor 23 . . . b6 24.4Jb7 E:d7 25 .�b5 E:xb7 Mucho más eficiente que 28 .�xb5 , porque
26.E:xd4 E:c7 27 . lD e2 E:xc l 2 8 . 4Jxc l E:c8 ahora el peón " a " de las negras queda suma­
29.4Jd3 etc, con algunas posibilidades de mente débil .
defensa a pesar de la indiscutible ventaj a de
las blancas. 28 l2Jd6 29.E:al l2Jc8 30 .ic4 .ig8
••• •

58 ALEXANDER ALEKHINE
Después de 30 . . . e5 , las blancas ganarían
enseguida j ugando 3 1 .�e6 etc .
31.f4 if7 32.e5
Todas las piezas negras quedarán gradual­
mente inmovilizadas y el monarca blanco
estará pronto en condiciones de hacer una
visita al caballo adversario en su propia resi ­
dencia.
32...fxe5 33.fxe5 �b6 34.c,tJ e3 �eS 35.�a5
1 d7 36.l!id4 �eS
Las negras no tienen más remedio que esperar
pacientemente la l legada del momento de la
ejecución.
37.h4 �d7 3S.�e2 �bS 39.lDxd7 l!ixd7
40.1f3!
Impidiendo la maniobra . . . Ei:b7-Ei:c7, que hu­
biera permitido a las negras prolongar la
agonía.
40... �b6 4l.l!i c5 �bS 42.h5 l!idS 43.�c6
We7 44.�a3 �!in 45.�e4 l!le7
46.Wc6!
Ahora, el caballo debe perecer.
46 ... 1!i dS 47.�d3+ l!le7 4S.I!ic7
Las negras abandonaron .
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
PARTIDA W 28
B l ancas: E. B ogolj ubow
Negras : A. Alekhine
Apertura de Peón Dama (ASO)
Octava Partida del Match
Wiesbaden, Septiembre de 1 929
l .d4 llJ f6 2.c4 b6
Aunque este sistema de desarrollo no es fácil
de refutar, no puede ser considerado como
absolutamente correcto, porque permite a las
blancas obtener, en tan temprana etapa de la
partida, el control pleno de las casil las
centrales. El hecho de que las negras puedan
atacar el centro de peones mediante . . . c5, no
compensa suficientemente l a falta de espacio
que han de sufrir hasta dentro de 10 o 1 5
j ugadas . D e ahí que 2 . . . e 6 sea indudablemente
superior.
3.lDc3 ib7 4.f3 d5 5.cxd5 lD xd5 6.e4 lD xc3
7.bxc3
Las blancas parecen tener ahorá mejores
perspectivas, pero, al adoptar un plan comple­
tamente erróneo en el medio j uego, echan a
perder la posición adquirida.
7 ... e6 S.�b5+
Ni mejor ni peor que 8 .�d3 , pues la respuesta
de las negras . . . a6 no tiene por qué debi litar su
posición en el transcurso de la partida.
S ... lDd7 9.lDe2 �e7 10.0-0 a6 l l .�d3 eS
12.�b2?
Es ésta una j ugada real mente mala que
demuestra un concepto equivocado sobre las
necesidades de la presente situación. En su
lugar, las blancas disponían, por lo menos, de
dos buenos movi mientos de alfi l : 1 2 .�e3 y
�f4. Podía considerarse asimismo 1 2.a4, con
el fin de fij ar la l i gera debilidad de las negras
en "b6 " . De aquí en adelante las negras
obtienen gradualmente la iniciativa.
59
12 '?Mc7 13.f4
•.•
Esto permite a las negras ganar un par de
tiempos atacando los peones centrales insufi­
cientemente protegidos . Un mal menor era
1 3 .e5 , restri ngiendo temporalmente el campo
de acción del caballo negro.
13 ... lLlf6 14. lLl g3 hS
Con su última j ugada, que carece de objeto,
las blancas han provocado un inmediato
ataque contra el rey .
15.'?Me2 h 4 16.lLlhl lLl h5 17.'?M g4
A pesar de su j uego anterior, tan indiferente,
las blancas hubieran podido todavía sostener
la partida si, reconociendo el error cometido
en su j ugada 1 2 , h ubiesen v uelto con el alfi l a
"el". La j ugada del texto, aparentemente más
agresiva, en realidad releva a las negras de sus
preocupaciones por el peón "d" y les permite
enrocar largo, manten iendo una posición pre­
dominante.
17 ... 0-0-0 18J3ael
Si 1 8 .f5 , entonces 1 8 . . . tLlf6, seguido por
19 . . . e5 , con ventaja (a 1 9 .\Wxg7, l"!h7) .
18 ...'il? b8 19.f5
Esta tentati va de bloquear el centro no tendrá
éxito porque l as negras pueden procurarse
fuertes diagonales para sus alfiles. Pero la
partida ya estaba estratégicamente perdida.
19 ... e5 20.d5 c4!
Asegurando el porvenir del alfi l rey .
2t.ic2 icS+ 22.lLlf2 g6!
Después de esto, también el alfi l dama podrá
desarrollar una mortífera activ idad en la
diagonal " c 8 " - " h 3 " .
60
23.fxg6 l3dg8 24.icl
¡ Tardía muestra de arrepentimiento !
24 ...ic8 25.'?Mf3 l3xg6
26.'il?hl
L a ansiedad de las blancas p o r salvar a su
dama, que las negras amenazan ganar
mediante 26 . . . ig4, les hace descuidar la
siguiente combinación de mate. Pero, de
cualquier modo, su posición carecía de
esperanzas, porque si 26.ie3 , por ejemplo,
vendría 26 . . . ixe3 27J'he3 tLl f4 28 .g3 hxg3
29.hxg3 f5 , seguido de 30 . . . \Wh7 y mate.*
26... lLl g3+! 27.hxg3 hxg3+ 28.lLl h3 ixh3
29.gxh3 l3xh3+ 30.'il? g2 l3h2 mate .
PARTIDA No 29
B l ancas : A . Alekhine
Negras : E. B ogolj ubow
Defensa Grünfeld (D70)
Decimoséptima Partida del Match
B erl ín , Octubre de 1 929
l .d4 lLlf6 2.c4 g6 3.f3 dS
• No hay mate de las negras después de 30.exf5 1/:\lh7
3 l .E!b 1 y además la posición de su rey corre pel igro. Pero
en lugar de 29 . . . f5, las negras ganan con 29 . . . ih3 !
30.E!fe 1 (el cambio no soluciona nada. Por ejemplo:
30.ItJxh3 E!xh3 3I.c;!;>f2 E!h2+ 32.c;!;>e 1 E!xc2 3 3 .gxf4 E!gg2,
ganando.) 30 ... 1/:\lcS, seguido de 3 1 . . . ig2 o 3 1 . . . /tJgZ.
ALEXANDER ALEKHINE
Aunque este si stema es algo objetable, es más
fácil de contrarrestar de lo que parece a
primera vista, aunque, en c iertos casos, la
posición central de las blancas puede quedar
debilitada.
Por eso exige cuidado de parte del primer
jugador.

4.cxdS l!JxdS S.e4 l!J b6 6.ie3 ig7 7.l!Jc3

lüc6?

Pero las negras también deben efectuar las

jugadas j ustas, lo que no sucede en esta
ocasión .
Aquí era necesario j ugar 7 . . . 0-0, como lo hizo
Bogoljubow contra mí en B led, 1 93 1 .
En tal caso, la respuesta correcta de las
blancas sería 8.f4.
La jugada del texto se parece mucho al error
posicional decisivo.
14.a6
Gracias a una maniobra análoga en el flanco
rey, obtuve posición ganadora en la partida
decisiva contra Rubinstein, La Haya, 1 92 1 . En
esta situación no es en verdad tan eficaz, pero
es suficientemente fuerte.

8.dS l!JeS 9.id4 f6 14 ... b6 lS.ibS

Prácticamente obligado, porque después de Amenazando 1 6.ic6, seguido de 1 7. lt:'lb5 , etc .

9.. .0-0 I O.f4 lt:'led7 l l .ixg7 illx g7 1 2.%Vd4+,
seguido por 1 3 .0-0-0 y 1 4.h4 etc . , las blancas 1S ...We7
habrían conseguido un ataque ganador sobre
el rey. Con el fin de poder contestar a 1 6.ic6, con
1 6 . . . 0-0-0.
10.f4?
16.l!Jge2 eS 17.if2 0-0-0

Esto es suficiente para mantener cierta ventaj a

en l a apertura, pero mucho más desagradable
hubiera sido I O.a4!, porque en ese caso no
tendrían ya la posibilidad de j ugar . . . e5,
movimiento que, en la presente partida, alivió
en cierto modo su ya oprimida posición .
10 ...l!Jf7 l l .a4 eS
De otra manera, el "hole" en su punto "e6"
habría demostrado ser fatal en muy pocas
jugadas .
Al efectuar este arriesgado movimiento es
probable que Bogolj ubow ya hubiera planeado
el sacrificio en "e5 " , que le ofrece indudables
probabil idades de lucha. Difícil mente puede
ser criticado por esa decisión, puesto que la
alternati va 17 . . .0-0 1 8 . lt:'ld5 ixd5 (si 1 8 . . . Wd6
1 9 .lt:'lec3 etc . , con ventaj a . ) 1 9 .Wxd5 E1fd8
20.0-0-0 lL'lf8 2 I .Wb7 etc . , le habría dej ado
muy pocas esperanzas de sal vación .
18.Wa4 fS 19.eS

En este momento, la j ugada 1 9.ic4 no

12.dxe6 ixe6 13.aS l!J d7 conduciría a nada en particular después de

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 61

1 9 . . . lt:l b8 20.i.xe6+ Wixe6 2 1 . lt:l b5 lt:lc6 (o
2 1 . . . 1'l:d7), etc .
19 g5•.•
Obligando a las blancas a mostrar sus cartas,
porque después de 20.g3 gxf4 2 l .gxf4, el
sacrificio 20 . . . lt:l xe5 ! etc . , sería más que
desagradable.
20.i.c4! ltl dxeS !
Una resi stencia pasiva iniciada con 20 . . . lt:lb8,
hubiera resultado inútil después de 2 I . i.xe6+
Wixe6 22.0-0, con la fuerte amenaza de 23.b4
etc . Pero ahora, l as blancas tendrán que jugar
con mucha exactitud para conservar alguna
ventaja.
2 l .ixe6+ Wixe6 22.fxe5 lLl xeS 23.0-0 YMc4!
¡ La razón de ser del sacrificio ! Después de
24.VMxc4 lt:l xc4 25 . lt:l b5 ctlb8 etc . , las negras
esperan conseguir algún material a cambio de
su pieza, y, de ser así, el final no les ofrecería
perspecti vas demasiado malas. Si 24.Wic2,
entonces 24 . . . Wid3 , con un resultado seme­
j ante.
La próxima j ugada de las blancas cayó
inopinadamente sobre el segundo j ugador.
24.b4!
Las blancas sacrifican otro peón, restable­
ciendo así el equilibrio de fuerzas, con el
62
único fin de evitar el cambio de damas. Si
ahora, 24 . . . cxb4, seguiría 25 . lt:l b5 ! YMxe2
26.1'l:fe l Wid2 27. lt:l x a7+ ctlb8 28.lt:l c6+! etc.,
ganando.
24 VMxb4 25.VMc2 lLld3
•.•
Única defensa contra la doble amenaza
26. 1'l:a4 y 26.VMxf5+.
Si en su l ugar el negro hubiera j ugado
27. . . Wif7, entonces 28 .id4 ! cxd4 (si
28 . . . i.xd4+, 29 .lt:l xd4 E:xd4 30.1'l:xd4 cxd4
3 1 .Wixd3 dxc3 32.Wixc3+ y ganan .) 29.lt:ld5+
lt:lc5 30.lt:l xb6+ ! axb6 3 1 . 1'l:xb6, seguido por
32.a7 y ganan .
2s.ltl bs cj;>bs
Era posible prolongar la resistencia después
de 28 . . . lt:l x f2 29 .ctlx f2 (pero no 29.lt:lxa7+, por
29 . . . cj;lb8 30.Wxc5 ? l'l:d l + ! , etc . ) ctlb8 , pero
continuando con 30.lt:l g3 E:hf8 3 1 .1'l:a3 !,
seguido de 32.1'l:e3 o E:d3 etc . , las blancas
aumentarían más su presión, que ya sería
decisiva.·
29.lt:led4! VMe4
O 29 . . . ixd4 30.ixd4 E:xd4 3 1 . 1'l:xd4 We3+
32.';i{fl , y la torre es cosa prohi bida a causa
del mate en dos que seguiría a su captura.
30.ltl c3 YMe8 3 1.Wixd3 cxd4 32.ixd4 We6
33.Wif3! Wif7 34.ixb6
Las negras abandonaron.
Si ahora· 34 ... axb6 3 5 . 1'l:xb6+ cj;lc8, entonces
36.Wc6+ Wc7 3 7. 1'l:b8+! �xb8 3 8 .a7+ y mate
en tres.
La posición no es tan clara para el blanco tras 3 1 ...f4 y
ahora parece que hay que j ugar 3 2.1Lle4, aunque después
de 32 ...g4, la situación es confusa. En cambio, 32.1Llh5?
es tloja por 3 2 ... �h8 3 3.11;\rxh7 l::lf7 34.11;\rc2 l::lf d7, con
ventaja ganadora.
ALEXANDER ALEKHINE
 PARTIDA No 30
B lancas : E . B ogolj ubow
Negras: A. Alekhine
Apertura Española (C76)
Vigesimosegunda Partida del Match
Amsterdam, Noviembre de 1 929
l.e4 eS 2.c!iJf3 llJ c6 3 ..ib5 a6 4 ..ia4 d6 S.c3
También podía j ugarse 12 . . . fxe5 , con la
esperanza de explotar l a columna "f'. En tal
caso, las blancas h abrían tratado de l levar un
caballo a "d5 " , después de 1 3 .ib3 h6 1 4.a4,
seguido de tLlc4, id2, tLle3 , etc. Prefiero la
j ugada del texto, por la posibilidad tentadora
de atacar en breve la posición central de las
blancas mediante . . . f5 .

13.ic5
A esta altura, la j ugada actualmente más
practicada, especial mente después de la
Con el fin de provocar la j ugada . . . b6, que
victoria de Keres contra mí en Margate, 1 937,
debilitará l i geramente el flanco de dama de
es 5.c4. Pero, ¿cuánto durará esa moda? Las
las negras .
negras parecen ser capaces de obtener una
posición muy satisfactoria continuando con
13 .. J�e8 14.ib3 b6 1S.ie3 W!e7 1 6.W!e2
5 . . . �d7 6.liJc3 lLl f6 7 .d4 tLlxd4 8 . .ixd7+ Wxd7
9.lLlxd4 exd4 l O.Wxd4 .ie7, seguido por 0-0
O 1 6.id5 l::1a d8 1 7 .We2 tLlb8 , seguido de
etc.
. . . ie6 etc.

s....id7 6.d4 g6 7 .igs

•
16 ... liJ cd8

Como quedará demostrado a continuación, las

blancas no pueden explotar la diagonal "b3 "­
"g8" y, por otra parte, la casil l a " f7 " será una
ubicación conveniente para el caballo rey
negro. Por estas razones puede deducirse que,
a raíz de 5 .c3, la ventaj a de las blancas en la
apertura está destinada a desvanecerse en
breve y, por lo tanto, la j ugada habitual
5 .�xc6+, seguida por 6.d4, les ofrece mayores
probabilidades de lucha.

7...f6 8.ie3 liJ h6 9.0-0 ig7 10.h3

Con el fin de i mpedir . . . tLlg4, cuando se

17.id5
juegue lLJ bd2.
Tendiendo siempre a la simplificación que las
negras no pueden impedir del todo, porque si
lO ... lLJti l l .lLlbd2 0-0 12.dxe5
1 7. . . c6, perderían un peón después de
1 8 .�xf7+, seguido por 1 9 .ixb6.
Las blancas reconocen, con razón, que el
seguir manteniendo la tensión en el centro
17 ...ic6 1 8.c4?
redundará en ventaj a para las negras y se
encaminan hacia una simplificación. En esta
Es indudable que esto no está de acuerdo con
partida, el problema de la defensa ha sido
las exigencias de la posición, porque el peón
resuelto de una manera satisfactoria.
"d5" quedará muy débi l después de . . . f5 . Era
necesario 1 8 .ixc6 tLlxc6 1 9 . l::1fd 1 , etc . , con
12 ... dxe5 sólo ligera ventaj a para las negras por la

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 63

posi bil idad de avanzar el peón "f" , luego de 28 ...Wlxb5 29.axb5 �d3!
una preparación adecuada.
Dejando l ibre para el caballo la importante
18 �xd5 19.cxd5
..•
casilla "d6 " .

Aún peor sería l 9 .exd5 f5 , etc .

Si ahora 32.tt:l xg5 , seguiría simplemente

19 f5 20 . .!Ll c4 .!Ll b7
32 . . . �f6 3 3 . é2lf3 tt:l xe4 etc . , con ventaja
.•.

posicional suficiente. Y si 32.�c3, entonces

Las negras tienen prisa por j ugar . . .f4, porque 32 . . . c4 ! 33 .�xd3 cxd3 34Jh3 tt:l xe4 35.�xd3
las amenazas combinadas de este avance y de B:a8 36.B:a3 B:d8 etc . , ganando.
un eventual . . . fxe4, l i mitarán la elección de
j ugadas de las blancas en mayor gnido que
cualquier acción directa.
Tan sin efecto como cualquier otra cosa.
21 .�acl �ad8!
32 .!Ll xe4 33.�xe5 �xe5 34 . .!Llxe5 B:dl+
..•

Permitiendo deliberadamente la transacción 35.�h2

que sigue y que, sólo en apariencia, libra a las
blancas de sus molestias en el centro. En
cambio 2 l .. .l:!ed8 , dejaría a la dama indefensa
y permitiría la contraman iobra 22.exf5 gxf5
23 .�d4 ! �xd5 24.�fe l e4 25 .�xg7 @xg7
26.tt:le3 !, con ventaj a . ) , etc.

22.d6 .!Ll bxd6 23 .!Ll xd6 �xd6 24.Wlxa6 Wl'd7!

•

Importante j ugada intermedia que asegura

con tiempo el control de la columna abierta (la
amenaza es ... f4. )

25.�c2 e S 26.a4 f4! 35 .!Lld2!

•..

Ha llegado el momento, porque el prox1mo Este golpe repentino, amenazando mate en

avance del peón " g " se combinará con la
formidable amenaza 28 . . . g4 29.hxg4 Wlxg4
etc . , con ataque de mate.
27.�d2 g5 28.WI'b5
Aunque prácticamente obligada, esta j ugada
aporta, en realidad, poca ayuda, porque
después del cambio de damas propuesto, las
negras no sólo tienen un final muy superior,
sino también un ataque directo contra el rey
enemigo, caso raro si se considera el reducido
material que queda sobre el tablero.
tres mediante 36 . . . .!Llfl + etc . , debió ganar por
lo menos calidad . Pero Bogolj ubow, como tan
a menudo suele hacerlo, prefiere el suicidio a
una lenta agonía.
36.h4 �e8! 37 . .!Llf3
Si 3 7 . tt:l g4, entonces 37 . . . B:ee l 3 8 .�h3 B:h l +
39.l2lh2 h5 ! 40.hxg5 .!Llf3 y mate.
37 ... .!Ll xf3+ 38.gxf3 �eel 39.�h3 h5!
Las blancas abandonaron .

64 ALEXANDER ALEKHINE
 PARTIDA No 3 1 la tarea para aumentar su ventaj a en espacio.
B l ancas : F. D . Yates
Negras: A. Alekhine ll ... ltlxb3 12.axb3 lLl h6 13.b4
Apertura Española (C7 1 )
Torneo de San Remo, Enero de 1 930 La mayor preocupación para las blancas
reside en que no disponen de casil las seguras
para sus caballos y, por otra parte, si tratan de
l.e4 eS 2.ltlf3 ltl c6 3.ibS a6 4.ia4 d6 S.ltlc3
abrir la posición, los alfiles negros se volve­
rían ultrapoderosos.
Es ésta una manera inusitada de l uchar contra
la Defensa Steinitz diferida. Probablemente la
13 ... f5
idea de las blancas era j ugar c3, después de
llevar el caballo de dama a d5, pero entretanto
Si la j ugada anterior de las blancas hubiera
las negras lograrán cambiar el alfi l "español " ,
sido l 3 .d4, esta respuesta resultaría aún más
con l a ventaja d e conservar la parej a d e alfiles
eficiente.
y de tener un esqueleto de peones más
elástico. 14.Wie2 lLlf7 lS.lLlfl Wfe7

s ...id7 6.d3 Tranquila j ugada posicional : las negras no

tienen apuro por j ugar . . . f4 porque las blancas
Lógico, aunque 6.ixc6, seguido por 7 .d4, era
deben dedicarse exclusivamente a estabilizar
todavía más prometedor.
la situación en el centro, aun a costa de la
pérdida de algunos tiempos.
6...g6 7.lLldS bS !
16.ltlg3 f4 17.lLlfl gS 1 8.ic3
Necesario, porque si las blancas lograran
completar su plan (8.c3), tendrían, de hecho,
superioridad de espacio.

8.ib3 ltla5 9.igS !

El debilitamiento de la diagonal "a7 " - " g 1 " así

provocado puede adquirir cierta importancia,
sobre todo si las blancas decidieran conservar
el alfil correspondiente.

9 ... f6 10.id2 c6

Indispensable, porque st JUgasen 10 . . . tt:l xb3,

las blancas, después de l l .axb3 , amenazarían
18 ... h5 !
12.ia5 etc . , con situación ventajosa.
Planeando l 9 . . . h4, y sólo después de 20.h3 ,
l l.lLJe3? continuar con 20 . . . g4 2 l .hxg4 ixg4, seguido
de . . . tt:l g5 y . . . h3 etc . Con el fin de impedir
Es preferible 1 I .ixa5 Wxa5+ 1 2. tt:l c3, des­ esta "clavada" , las blancas deciden debi litar
pués de lo cual las negras, antes de iniciar una sus casillas negras j ugando f3 .
acción en el centro, se verían obligadas a
completar su desarrollo por medio de . . . tt:lh6 y 19.lLl3d2 ig4 20.f3 ie6 21.d4
. lLJf7, seguido de . . . ig7 y enroque. Por el
..

contrario, con la j ugada del texto se les faci lita Si 2 1 .tt:lb3, las negras no habrían cambiado su

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 65

valioso alfil dama por el caballo, sino j ugado 29...'ªf6
2 l . . .c5, seguido de . . . li:J d 8 , . . . li:Jc6 y . . . li:J d4.
En realidad, esta j ugada no puede ser
severamente criticada, puesto que gana un
peón y permite a las negras simplificar las
La "combinación " 22.d5 cxd5 23.!!xa6 !!xa6 cosas en unos cuantos movi mientos y obtener
24.'<Mrxb5+ '<Mrd7 25 .1Mfxa6 d4 etc . , hubiera un final técn icamente fácil de ganar. Sin
llevado a la pérdida de una pieza. embargo, éstas no necesitaban dar a su
adversario, ni aun temporalmente, la casilla
22 exd4 23 ..ixd4 c!lJeS
•.• "e4" de las blancas para ubicar el caballo. Por
lo tanto, era lógico j ugar 29 . . . Vff g 7, después de
La ocupación de esta poderosa casil l a central lo cual toda la tenacidad de Yates no habría
implica la decisión estratégica del j uego. logrado prolongar mucho más la partida. Si no
j ugué la dama a " g7 " fue para prevenir la
posibilidad de 30.Vff d 3 (si 30.e5 d5 ! ) 30 . . . li:Jb4
3 l .Vff x d6, atacando el alfi l , pero en tal caso
Como de aquí en adelante l a posición será aún 3 l . . . li:J xc2+ 32.Wd l li:J x a l (o 32 . . . !!f6),
más abierta, la cooperación de las torres va a hubiera sido decididamente favorable a las
ser de vital i mportancia. negras. De aquí en adelante el j uego de las
blancas es un ejemplo de defensa paciente e
25.h3 eS ! ingeniosa, en una posición técnicamente
perdida.
Comienza la acción deci siva.
30.e5 ! li:J xeS 3 1 . li:J e4 '<Mre7 32.c!lJfd2 ic4
26.ic3
33.li:J xc4 c!lJxc4
En cambio, 26.bxc5 dxc5 27.ixe5 ixe5 etc . ,
Amenazando, tanto 34 . . . d5, como 34 . . . li:Je3.
no permitiría esperanza alguna.
Se podría creer que la partida no va a durar
26 cxb4 27 ..ixb4 c!lJc6 28.ic3 ixc3
••.
más que un par de j ugadas.

La ventaj a está ahora tan defin ida, que la 34.!! d l !

acción combinada de ambos alfi les ya no es
necesaria. Amagando 35 .!!d5 .

29.bxc3 34 §es 3S.§d3 !

.•.

Impidiendo otra vez 35 . . . li:Je3, a causa de

36.Vff x d6 etc . Las blancas amenazan ahora
36.'<Mrd5+ etc.

35 !!f5 36.0-0!
.•.

Con esto las blancas se salvan de un desastre

en el medio j uego, porque, por extraño que
parezca, es difícil para las negras obtener una
ventaj a suficiente aunque j ueguen 36 . . . li:Je3.
La continuación sería: 37.li:J xd6 ! !!d8 (si
. . .!!f6 3 8 .!!fe l !!d8) 3 8 .!!fe l !!f6 39.§e4 ! (la

66 ALEXANDER ALEKHINE
base de la defensa), después de lo cual
39 ... \Wxc3 sería un error por 40.lt:l xb5! etc . ,
mientras q u e tampoco sería conveniente la
variante 39 . . . \Wxe4 * 40.lt:l xe4 13xd l 4 l .lt:l xf6+
Wt7 42.13xd l lt:l x d l 43 . lt:l e4 a5 (si 43 . . . cj¡e6
44.lt:lc5+ ), 44.lt:l d6+, etc . En vista de esto, la
próxima j ugada de l as negras representa un
medio más sencillo de obtener una ventaj a
ganadora en el final.
36 d5!
..•
No sólo se devuelve el peón de ventaja, sino
que el peón de "a" pasado será sacrificado pa­
ra poder establecer la torre en la séptima fi la.
El final que sigue es ingenioso y comprende
infinidad de interesantes puntos tácticos.
37.'?Nxd5+
Es evidente que no hay elección.
37 .. .'11;Yxd5 38Jhd5 �hd5 39.lt:lf6+ <j;lf7
40.lt:lxd5 13d8
En cambio, 40 . . . a5 4 l . lt:l c7 13b8 42.13b l etc . ,
no hubiera convencido.
41.c!Llb4
En este momento gana material 39 . . . Wfe6 ! ! , j ugada
oculta muy elegante con la que las blancas se quedan sin
opción.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
La principal variante que yo esperaba era:
42 .lt:lxa6 lt:le3 4 3 . 13b l 13xg2+ 44.cj¡h l 13xc2
45 .13xb5 g4! 46.hxg4 hxg4 47.fxg4 f3 y
ganan .
42 a5 43.lt:l c6 13xc2 44.ltl xa5 ltl e3 45.gbl
•.•
gxg2+ 46.<j;Jhl l3g3
46 . . . g4 no era tan senci l l o como parecía, por
47 .hxg4 hxg4 4 8 . lt:l c 6 ! , etc.
47.c!Llc6! 13xh3+ 4S.<j;lgt g g3+ 49.'¡t,h2 i>f6
50.c!Lld4 g4!
Este avance, realizado en el momento exacto,
salva al peón " b " , dada la fuerte amenaza que
implica.
51 .fxg4 c!Llxg4+ 52.<j;Jhl f3
Amenazando mate en dos y obl igando por lo
tanto a la contrarréplica.
53.13fl l3h3+ 54.<j;lgl f2+ 55.<j;lg2 gxc3
56.ghl
¡ Yates combate todavía! Si en l ugar de esto
hubiera j ugado 5 6 . lt:l x b 5 , perdería enseguida a
causa de 56 . . . 13b3 5 7 . lt:l d4 13d3 5 8 . lt:l c2 13d2,
etc .
56 gd3! 57.c!Ll e2
•.•
O 57.lt:l xb5 13d2 5 8 . 13h3 13d l , etc .
Comienza la combinación final . La j ugada
58 . . . lt:lh2 sería un error, debido a 5 9 . lt:l e4+.
59.lt:l xh5+ <j;Je5 60.ltl g3 ltl h2
Elegante golpe gracias al cual las negras
obligan al cambio de cabal los, conservando
sus dos peones de ventaja.
61.lt:lfl c!Llxfl 62.gh5+ <j;Jd4 63.<j;lxfl b4
67

Las blancas abandonaron .
PARTIDA No 3 2
B l ancas: A . Alekhine
Negras : A . Nimzowich
Defensa Francesa (C 1 7)
Torneo de S an Remo, Enero de 1 930
l.e4 e6 2.d4 d5 3.ll:lc3 .ib4 4.e5 eS 5 ..id2
Esta j ugada, un tanto incolora, combinada con
la maniobra siguiente del caballo, no perturba
considerablemente a las negras. Más promete­
dora parece 5 .\Wg4, o también 5 .dxc5 , aunque
posiblemente esto se deba a que han sido poco
exploradas hasta ahora.
5 ll:l e7 6.ll:lb5 .ixd2+ 7.\Wxd2 0-0 8.c3 b6*
..•
En la Defensa Francesa, la rápida solución del
problema del alfi l dama es un deseo muy
legítimo del segundo j ugador, pero en esta
posición particular, esa tentativa está desti­
nada al fracaso porque las negras no lograrán
cambiar dicha pieza por el cabal lo rey de las
blancas.
Era mej or y mas natural j ugar 8 . . . lLl f5 !
(impidiendo lLl d6), como l o hizo con éxito el
mismo Ni mzowich contra el Dr. Lasker en
Zurich, 1 934.
9.f4 .ia6
Tratando de obl igar a las blancas a j ugar a4,
para l uego seguir con . . . lLl c6 y . . . lLl a5 , etc .
Pero como se verá, la segunda parte de este
plan no podrá llevarse a cabo.
• El movi miento 8 ... b6 es pasivo. En su lugar es
i nteresante 8 ... 1t:lbc6 9.f4 a6 IO.It:ld6 cxd4 l l .cxd4 f6 !
(abriendo el j uego, ya que el rey blanco está en el centro)
12.1t:lf3 lt:lg6 1 3 .1t:lxc8 (si 1 3.g3 fxeS 1 4.dxe5 lt:lgxeS ! ,
con ventaj a ganadora) 1 3 .. .fxe5 1 4.dxe5 (a 1 4.fxe5 :i"!xc8
1 5.�d3 1t:lh4 ! , con fuerte iniciativa) 14 ... :i"!xc8 1 5 .g3 VNb6 !
Y el j uego negro es excelente, J. Ti mman -S. Agdestein,
Taxco 1 985.
68
10.ll:lf3 �d7 l l .a4 ll:l bc6
12.b4!
Es extraño que este movi miento más o menos
convencional, mediante el cual las blancas
impiden . . . lLl a5 , al tiempo que tratan de
despej ar la situación del centro, haya provo­
cado en esa época cierta sensación . El Dr.
Tarrasch, por ejemplo, lo calificó de " muy
original" en sus comentarios. En mi opinión,
más sorprendente que la j ugada es el hecho de
que un maestro de la categoría de Ni mzowich
no haya considerado seriamente esta posibi­
lidad, cuando adoptó el plan iniciado por
8 . . . b6.
12 cxb4
.•.
Esto es mejor que 1 2 . . . c4, después de lo cual
las blancas no habrían tenido mayores
dificultades técnicas para explotar, de manera
decisiva, su ventaj a de espacio en el flanco
rey.
13.cxb4 ib7 14.ll:ld6 f5?
Es éste un error estratégico concluyente en
una posición ya comprometida. En vista del
avance comprometedor del peón "a" blanco, la
única esperanza de conseguir algo más de
espacio reside en la respuesta 1 4 . . . a5 , a la que
seguiría 1 5 . .ib5 (mejor que 1 5 .b5 lLl b4)
1 5 . . . axb4 1 6.0-0, después de lo cual, la
iniciativa de las blancas no se desarrollaría tan
rápidamente porque tendría que perder algu-
ALEXANDER ALEKHINE
nos tiempos para recuperar el peón " b " . Al
mover su peón "f', N imzowich dejó translucir
el temor de un ataque sobre su rey, y eso era
lo único que no debió preocuparlo en esta
partida.
lS.aS !
Como la variante 1 5 . . . bxa5 1 6.b5 !, seguido de
17 .l'!xa5 etc . , sería mala para las negras, el
avance del texto asegura la i mportante casilla
"b5" para el alfi l blanco.
15... lLlc8
La eliminación del terrible caballo de d6, que
en otras circunstancias habría significado el
principio de una completa emancipación, ya
no aporta mayor alivio a las negras .
16.lLl xb7'.Wxb7 17.a6 Wt7
Mala suerte para las negras que 1 7 . . . '.We7 no
puede dar resultado por 1 8 .�b5 ! lLl xb4?
19.:gb l , etc .
lS ..i bS
De aquí en adelante las negras se verán en la
imposibil idad de proteger debidamente sus
casil las "c6" y "c7" , y el aprieto sin esperan­
zas que sigue es una consecuencia inevitable
de este defecto orgánico.
18... lLl8e7 19.0-0 h6
Aunque lLl g5 no era todavía una amenaza,
podía serlo en un futuro cercano. Por otra
parte, j ugar enseguida 1 9 . . . :gac8, no hubiera
cambiado en nada la si tuación : las negras no
pierden por falta de tiempo, sino por falta de
espacio.
20J3fc11:!fc8 21.13c2
Si ahora 2 I . . . lLl d 8 , entonces sencillamente
22. :gac 1 É!xc2 2 3 . É!xc2 É!c8 24. É!xc8 lLl xc8
25 . '.Wc3 , seguido de 26YJic7, ganando.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 93 7
21. '.We8 22.13acl
••
Tanto esta j ugada como la que sigue no son
las más exactas, porque la formación correcta,
('.We l , É!c2 y É!c3 ) debió alcanzarse en tres
j ugadas, y no en cinco como ocurrió en la
partida. Lo correcto era 22.É!a3 !, seguido de
2 3 . É!ac3 y 24.'.Wc l.
22 J3ab8 23.We3 13c7 24.13c3!
.•
Desde este momento l as blancas ganan en el
menor número posible de j ugadas.
24 ...Wd7
Con el fin de ofrecer al rey la posibilidad de
defender la torre "c7'' . ¡Una idea desesperada
en una situación sin remedio !
25.13 1c2 �f8 26.Wc1 13bc8
27.ia4!
Ulti mo eslabón del ataque posicional iniciado
por 1 5 . a5 ! Para salvar la pieza, amenazada por
28 .b5 , las negras tienen que sacrificar el peón
de " b " . Después de esto l ograrán defender con
el rey l as i mportantes cas i l l as, pero sucumbi ­
rán a consecuencia de un completo "zug­
zwan g " . Lo que resta del final es realmente
instructivo.
27 b5 28 ..ixb5 �eS 29.�a4 �d8 30.h4!
.•.
Las negras abandonaron .
69
Luego de un par de movimientos de peón , que
es lo único que queda, las negras estarán
obligadas a j ugar . . . Wfe8 , después de lo cual b5
gana enseguida.
PARTIDA W 33
B lancas : Dr. M . Vidmar
Negras : A. Alekhine
Defensa N imzoindia (E37)
Torneo de San Remo, Enero de 1 930
l.d4 �f6 2.c4 e6 3.�c3 �b4 4.Wfc2 d5 5.a3
�xc3+ 6.Wxc3 �e4 7.Wc2 �c6
De acuerdo con el punto de vista actual de la
teoría, 7 . . . c5 8 .dxc5 lt:lc6 etc . , es suficiente
para igualar. La j ugada del texto, relacionada
con el sacrificio de peón que le siguió, fue
introducida por mí en esta partida y se la
consideró durante bastante tiempo como una
refutación a 5 . a3 . Sólo recientemente algunas
partidas de torneo y los análisis subsiguientes
han arroj ado dudas sobre la eficacia del
contraj uego de las negras . Como la idea se me
ocurrió en el transcurso de esta partida y no la
he vuelto a ensayar después, nada me
extrañaría que cuidadosos análisis ulteriores
probaran terminantemente su ineficacia.
8.e3
Después de 8 . lt:l f3 e5 9.dxe5 �f5 IO. Wfb3 ltl a5
1 l .Wa4+ c6 1 2.cxd5 Wxd5 etc . , las negras
obtendrían una buena posición que compen­
saría el peón perdido.
8... e5 9.f3?
M u y inocente, p o r no deci r más. Las blancas
debieron entrar en l a variante principal
comenzando con 9.cxd5, que les hubiera
aportado, después de una audaz excursión de
rey, dos piezas menores por una torre,
conservando una posición bastante segura. El
desarrollo del j uego podía ser: 9 . . . Wxd5
I O.�c4 Wa5+ 1 l .b4 ! lt:l xb4 1 2.Wxe4 ltl c2+
1 3 .'i!?e2 Wfe 1 + 1 4 .'i!?f3 lt:l x a 1 1 5 .�b2 �e6 !
70
(jugada de Fine) 1 6.d5 0-0-0 1 7.dxe6 fxe6
1 8 .'i!?g3 ! y las pocas amenazas de que aun
dispondrían las negras difíc i l mente habrían
compensado su pérdida de material. Después
de la j ugada del texto, las negras consiguen
ventaj a en el desarrollo sin haber tenido que
sacrificar nada a cambio.
9...�f6
Prematuro sería el ataque 9 . . . Wh4+ 1 0.g3
lt:l xg3 1 l . Wff2 ltl f5 1 2.cxd5 etc . , con ventaja.
10.cxd5 Wxd5 l l.�c4
La ganancia de un tiempo no compensa el
tiempo malgastado anteriormente.
l l... Wd6 12.dxe5 �xe5 13.id2
Disconformes con los resultados de la
apertura, las blancas comienzan a tender
pequeñas celadas cuya ineficacia quedará
demostrada. Preferible a este desarrollo artifi­
cial era 1 3 . lt:l e2, seguido de 1 4.0-0.
13... 0-0!
Haciendo caso omiso de la combinación de las
blancas.
14.�b4
También 1 4 . 1'%d 1 Wfb6 etc . , sería favorable a
las negras.
14... c5 15J:�dl
Es natural que no era convincente 1 5 .ixc5
Wxc5 1 6.ixf7+ l'%xf7 1 7. Wfxc5 ltl d3+, etc.
Pero la j ugada intermedia del texto, en la cual
las blancas confían , es asimi smo de poco
efecto.
15... Wc6!
En esta j ugada reside la esencia de la defensa
activa de las negras . Si ahora 1 6 .ixc5 ,
ALEXANDER ALEKHINE
entonces 1 6 ...lU xc4 1 7.Wxc4 (o 1 7..ixf8
@xf8, etc.) 1 7...b6 etc., ganando una pieza. En
consecuencia, las blancas deben sacar el alfi l .
16 ..id2
17.\WxfS lUxc4 lS..icl gres
1 8 ...1'l:ad8 no convenía aquí de n ingún modo,
por 1 9.1'l:xd8 E:xd8 20.lU e2 lU d5 2 l .'&d3 ! ,
amenazando 22.e4 etc.

Planeando el " i n termezzo" que sigue, cuyo

resultado es la ganancia de un peón.

20.lLlh3!

Comparado c o n 20.tLl e2, esto es mej or, puesto

que el caballo puede l legar a ser útil en "g5 " .
Después d e su apertura poco feliz, el Dr.
Vidmar defiende su comprometida posición
con cuidado y energía extremos.

16. .ifS ! ?
..
20 ... lLle4+! 21.�el

En adelante, el inconveniente con que trope­ Evidentemente el caballo era intomable debi­
zarán las negras será el de tener a su dispo­ do a 2l ...E:f6.
sición un exceso de continuaciones promete­
doras, resultándol es muy difícil de resolver en 21 ... lLl ed6 22.ti'd3 !
cada caso cuál es real mente mejor.
En la partida lograron el triunfo gracias a un Es natural que si 22.'&d5, las negras habrían
interesante j uego táctico, pri mero un peón y eludido el cambio de damas con 22 .. .Wb5 .
luego la calidad, pero las blancas conservan,
casi hasta el final, excelentes probabilidades
de empate.
Por lo tanto, debe haber habido algo flojo en
la forma en que las negras explotaron su
considerabl e ventaj a posicional. Es muy
probable que el camino más lógico fuera
renunciar a la idea de aprovechar la defensa
precaria del peón de "e" de las blancas y
dedicarse a aumentar dos ventaj as ya exis­
tentes:
l) la mayoría de los peones en el flanco de
dama.
2) la debilidad de las casi l las blancas del
campo adversario. Dentro de esa finalidad, la 22 ... lLlxe3 !
tentadora j ugada del alfil debió ser
reemplazada por la simple variante l6...lU xc4 Punto esencial de la táctica anterior de las
17 .Wxc4 .ie6 1 8.Wc2 '&b5 ! etc. con ventaj a, negras, cuyo objetivo no es cambiar las dos
después de lo cual las blancas hubieran tenido torres por la dama, sino, si mplemente,
muchas dificultades para poner a su rey en recuperar el alfi l , quedándose con un peón
seguridad. más. Sin embargo, como ahora las blancas van

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 93 7 71

a poder obligar al cambio de damas, la brega
está aún lej os de su terminación.
23.�xe3 c4! 24.Wfd5
Si no, las negras j ugarían 24 . . . lt:l f5 .
24. . Jl:xe3+ 25.�f2 Wfxd5
Es difícil explicar por qué las blancas toman
el peón enseguida en l ugar de seguir con
3 7.�c l a 1 Wf 3 8 .�xa 1 etc . , lo que les permitiría
optar entre j ugar el rey a g3 (como en la
partida) o hacer cualquier otro movimiento.
En real idad, después de 38 . . . � x a 1 39.g4 ! la
victoria de las negras, de ser posible, sería
mucho más problemática.

Después de esto las negras no tendrán casi 37... :Sxa2+ 38.�g3 �f8
donde elegir hasta dentro de 10 o 12 j ugadas,
momento en que se llegará a un final
dificilísimo de torre y dos peones contra
cabal lo y tres peones. Es posible que fuera
algo mejor j ugar 25 . . . �e6 26.Wfxc6 (si no las
negras conseguman evitar el cambio)
26 . . . bxc6 27.�he 1 �xe 1 28 .�xe 1 lt:l f5 ! ,
continuando, evidentemente, con . . . lt:le3 . Pero
a esta altura de la partida no era muy fácil
resolver qué línea de j uego iba a dej ar a las
blancas menos posibilidades de tablas.

26.�xd5 �d3

El plan de las negras consiste en restringir

Esto estaba dentro del plan que motivó la
gradualmente la actividad de ambas piezas
j ugada anterior. Luego de 26 . . . �e6 27.�hd 1
blancas y en tratar de crear una debilidad en la
etc . , las .blancas habrían podido obtener
estructura de peones del enemigo. Que esto
fácilmente un empate.
pueda ser, o no, l levado a la práctica frente a
una defensa impecable, es otro asunto.
27.�xd3 cxd3 28.� dl lt:l c4 29.�xd3 lt:l xb2
Confieso que no habiendo visto nunca un final
30.:Sb3 lt:l c4 31.:Sxb7 lt:l xa3 32.lt:l g5
como éste en la literatura correspondiente,
estaba a la expectati va de que mi adversario
Por fin las blancas pueden j ustificar la j ugada pudiera encontrar una posición inexpugnable
20.lt:l h3 ! Es evidente que las negras no tienen para su caballo y su rey (ver apéndice de la
tiempo para defender su peón de "f', porque partida 44) .
después de 32 . . . f6, l a maniobra lt:l e6-lt:lc7
forzaría enseguida las tablas.
39.h4
32 a5 33.lt:l xti a4
•.•

Es difícil saber con exactitud cuál es la

maniobra a la que deben recurrir las blancas
33 . . . lt:l c4 no tendría obj eto, por 34.�c7.
para impedir el avance gradual del rey negro,
pero hay una consideración posicional que no
34.lt:ld6 lt:l c2 35.:Sb2
puede discutirse : los peones blancos no deben
ser movidos sin necesidad, o sin la seguridad
Si no, el peón pasado seguiría viaje. de poder cambiarlos.
Aunque la j ugada del texto no puede ser
35 a3! 36J�xc2 a2 37.�xa2?
•.• calificada de error decisi vo, es evidente que

72 ALEXANDER ALEKHINE
facilita la ejecución de la primera parte de las
negras, porque en adelante el rey blanco
deberá cuidar tanto "g2" como "h4" .
39 ... �e7 40.lD e4 h6
S2.f4 �fS !
E l peón d e "f' es mucho más i mportante que
el peón de " h " , que de todos modos será
capturado tarde o temprano.

Necesario para permitir el avance del rey.

53.�g4

4I.lDf2 �e6 42.lDd3 �fS 43.lDf4 �a4

44.lD d3 �c4 4S.lDf2 �c6 46.lD h3 �es

Ahora las negras amenazan l levar su rey a fl ,

Por ejemplo: 47. lb f4 �d4 48.�f2 E1c2+
49.�g3 �e3 50.lbd5+ �e2 5 1 . lD f4+ �fl .
después de esto tratarán de ubicar el rey en
" f2 " , explotando el " zugzwan g " , pero todavía
no se habrá l l egado al fin del procedimiento
ganador.
Es, pues, fáci l de i maginar cuán bienvenido
fue el próxi mo movimiento de peón de l as
blancas, que me proporcionó varias nuevas
probabilidades de ataque.

47.h5? Impidiendo la defensa del peón " f" mediante

54.g3, con que las blancas habrían respondido
Quitando a las negras la casilla "g6" pero, a 53 . . . �e4
como se verá, el control de "g5 " era mucho
más importante.
S4.fS �f7

47 .. J'�c2 48.lDf4 �d2! 49.lD h3

El camino más breve era : 54 . . . �e4 5 5 . lb xg7
E1f7 5 6 . lb e6 (si 5 6 . lb e 8 , �e5 ) 56 . . . E1xf5 57 .g3
Las blancas ya no pueden elegir. E1e5 5 8 . lb f4 E1g5+ 5 9 . �h4 �f3 y ganan .

49 ...�d4 SO.lDf4 �e3 S l .lDe6 SS.g3

¿Impaciencia o desesperación?
Precipitando el fin .
Si es lo segundo, puede j ustificarse, porque la
Después d e 5 5 . lb d 8 ! E1f6 5 6 . lb e6, las negras
retirada 5 I . lb h 3 significaría una derrota
habrían adoptado la variante arri ba indicada
segura tras 5 1 . . .E1a2 5 2 . lb f4 E1a5, ganando,
comenzando con 56 . . . �e4 !
para empezar, el atrevido peón de " h " .

SS �e4 S6.lb cS+ �d4! S7.lD b3+ �eS

.•.

El principio del fin, puesto que 52. �h4 n o Las blancas abandonaron.
remediaría gran cosa por 52 . . . E1e5 ! 5 3 . lb xg7 Mis partidas contra el doctor Vidmar han
l'!g5 , seguido de 54 . . . E1xg2 etc . estado, en general, l lenas de vida y de lucha.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 73

 PARTIDA W 34
B l ancas: A . Alekhine
Negras : G. Maroczy
Gambito de Dama (067)
Torneo de S an Remo, Enero de 1 930
l.d4 dS 2.c4 e6 3.c!tk3 lLl f6 4 ..ig5 �e7 S.e3
ll:l bd7 6.ll:lf3 0-0 7J!cl c6
La práctica reciente parece demostrar que la
j ugada intermedi a 7 ... h6, ofrece a l as negras
mejores oportunidades para resolver satis­
factoriamente el problema del centro, que
seguir el camino de esta partida, ya pasado de
moda, conocido como " maniobra l iberadora
de Capablanca" , aunque ya había sido emplea­
da en 1 902 por Mason en Hannover.
8 ..id3 dxc4 9 ..ixc4 ll:ldS 10 ..ixe7 Vf!xe7
l l . ll:l e4 b6
Las negras hacen una tentativa para resolver
enseguida el problema de su alfi l dama.
Aunque el procedi miento adoptado les
permitió lograr un éxito parcial en esta partida
(por lo menos en la apertura), difícilmente
puede ser recomendado, porque las blancas
tuvieron ocasión de continuar con más
energía. La idea del doctor Lasker, l l . . . tt:l5f6
1 2 . tt:l g3 e5 (véase partida No 70), parece ser
suficiente para igual ar.
12.0-0 ib7 13.ltlg3 eS 14.e4
Una alternativa interesante era aquí 1 4.ib5 ,
para poder contestar a 1 4 . . . cxd4? con 1 5 .e4 ! ,
seguido por 1 6J:k7. E n tal caso, las negras
habrían tropezado con los inconvenientes
habituales provocados, en esta variante, por el
avance insuficientemente preparado del peón
"e" .
14 ... ll:l 5f6 l SJ�el
La j ugada anterior de l as blancas encontraría
j ustificati vo lógico si hubieran continuado
aquí con 1 5 .d5 . Por ejemplo: 1 5 . . . exd5
1 6.exd5 1!:lfd6 1 7. tt:l f5 \1:lff4 1 8 .tt:le7+ �h8
74
1 9 .ib5 ! , después de lo cual el peón de "d"
quedaría como un factor i mportante en favor
de las blancas. Al elegir esta tranquila
continuación (debido principalmente a que
habiendo comenzado el torneo con cinco
triunfos rotundos no necesitaba exponerme en
lo más mín i mo) las blancas conservan aún una
ligera ventaj a de posición, pero contra un
finalista especializado como Maroczy sus
posibilidades de triunfo se hacen muy proble­
máticas.
15 ... cxd4
16.ib5 !
Si 1 6 .e5 , vendría 1 6 . . . tt:l g4 ! 1 7.Vf!xd4 ixf3
1 8 .gxf3 tt:l gxe5 1 9.�xe5 tt:l xe5 20.Vf!xe5 l'!ac8
etc . , con ventaj a para las negras . •
16 ... 1'!fc8 17.Vff x d4 1'!c5 18.ixd7 ll:lxd7 19.b4
l'!xcl 20.�xcl l'!c8 21 .l'!xc8+ ixc8 22.Vffc3
La situación no es de empate manifiesto,
como parecería a pri mera vista. Para empezar,
las negras tendrán que perder tiempo a fin de
parar las amenazas en la columna "e" .
22 ... Vf!d8 23.ll:ld4 ib7 24.f3
• Las blancas ganan aquí con la senci lla 2 l . ii:l h 5 , y si
2 l . . .f6 22.�xe6+, etc. Si n embargo. con 20 ... 1'lfc8 el
negro se defiende con 2 l . ii:l h5 �f8. Es probable que sea
un error de transcri pción en el original y que Alekhine
quiso decir 20 ... 1'lfc8, en lugar de 20 ... 1'lac8.
ALEXANDER ALEKHINE
Una de las ventaj as de las blancas reside en
que, debido a la configuración general de los
peones, el alfil adversario tiene pocas pers­
pectivas .
24 .. .lt::J f6
A fin de poder oponer la dama en "c7" (sin
duda el mejor plan ) .
2s .!Lln
•
Es obvio q u e el cabal lo no tiene nada que
hacer en " g3 " .
2S ... .!Lle8 26 . .!Ll e3 a6
Maroczy parece no estar dispuesto a j ugar el
final puramente pasivo que podía resultar de
26 .. Y!ic7 27.Vff x c7 l1J xc7 2 8 . l1J c4 l1Je8 !
En esta variante, el mayor espacio de las
blancas es evidente, pero como la amenaza
directa 29.l1Jb5 puede ser contrarrestada por
29 . . . ia6, el empate sería todavía probable.
Después de la j ugada del texto las negras
podrán difícilmente pretender el cambio de
damas debido a la debi l idad de su casilla "b6 " .
27.a4!
La sobreentendida continuación a5 llenará un
doble fin :
1 ) fij ar la debil idad d e las negras e n "a6 " .
2 ) asegurar para el caballo la fuerte casilla
"c5 " .
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 93 7
27 h6 28.h3
.•.
No con el obj eto de ofrecer al rey un refugio,
en este caso innecesario, sino dentro del plan
de llevar eventual mente dicha pieza al centro,
para lo cual es indispensable poner al peón " h "
e n u n a casilla defendida.
28 h5?
•.•
La j ugada 26 de las negras, aunque algo
ilógica, porque evitó el cambio de damas y
creó una debil idad en el flanco de dama, no
llegó a comprometer seriamente la situación .
Pero este peculiar movi miento de peón, cuyo
significado será explicado por l a actuación
futura de las negras, crea un nuevo punto débil
(aunque poco perceptible por el momento) en
"g5 " , que procura a las blancas indiscutibles
probabilidades de tri unfo.
29.a5 bxaS 30.bxa5 Vff d 6 3 1 . .!Ll b3 ic6
Es razonable el deseo de llevar al alfil a una
casilla buena como "b5'' , desde la cual su
acti vidad sea mayor, pero las blancas
aprovechan enseguida la oportunidad para
adelantar sus peones centrales, restringiendo
así la acción del cabal lo hosti l .
32.e5 ! V!fc7 3 3. .!Ll c5 ibS 34.f4
La ligera debilidad de las casillas bl.ancas
ocasionada por este avance, no tiene impor­
tancia por el momento, porque el alfil está
ocupado en defender al peón " a " .
34 Vfid8 3S.f5
.•.
La única posibilidad de ganar que tienen las
blancas reside en la combinación de su
presión en el flanco dama con amenazas
d i rectas sobre el rey negro.
3S exf5 36 . .!Ll xf5 V!igS 37 . .!Lld4!
..•
Importante detalle táctico (si 3 7 . . . Vff x e5 ,
3 8 . l1J xb5 , etc . )
75
37 .. .li:J c7 38.lM3 41 lil e6 42.lild6 Wbl
.•.

Ahora es cuando las negras se dan cuenta de

S i 42 ... Wg6, las blancas ganarían mediante
su error al j ugar 28 . . . h 5 .
43.tt:l xb5 axb5 44.a6, puesto que 44 . . . tt:lc5 no
38 ...Wf4 39.cJif2 resultaría a causa de 45 . tt:l g5+ Wxg5 46.Wxg5
tt:le4+ 47.cJie3 tt:l xg5 4 8 . a7.
Las blancas se muestran ansiosas por cambiar
las damas. En realidad, el final que quedaría 43.lilxti �c6 44.lil 7g5+ lil xgS 4S.lilxg5+
después de 39 . . . tt:l d5 40.Wd4 Wl'xd4 4 1 .tt:l xd4 Wg6 46.h4
�c4 42. tt:l f5 ! , seguido de 43 . tt:l d6, sería muy
delicado, casi sin esperanzas para l as negras. Las blancas han sacado la mayor ventaja
posible de l a debilidad de la casilla "g5 " .
39 ...Wrs 40.Wd2 cJih7
46 ... cJirs
Si en lugar de esto el negro j uega 40 . . . tt:le6,
continuaría 4 1 . tt:l b 7 ! , seguido por tt:l d6, con
La amenaza era: 47.WI'd6+ cJifS 48 .WI'e6+ cJif4
ventaj a, aunque hubiera permitido una resis­
49.g3 mate.
tencia más l arga. *
El procedi miento para ganar que se verá a
47.e6 Wbs 48.Wc2+
continuación es instructivo.

El objeto de los j aques que siguen es impedir

con tiempo que las negras j ueguen . . . W/c5+ y
hacer así posible el avance del peón pasado.

48 We5 49.Wc3+ cJid6 SO.Wg3+

•.. WdS
Sl.Wf3+ cJies 52.We3+ cJif6

Si 52 . . . cJid6, 53 .Wf4+ ! etc .

53.Wc3+ cJig6 54.e7 WfS+ SS.cJie3

El rey está tan seguro aquí como en el flanco

del rey.
41.lil e4!
ss �e8 56.Wd4 .ibS 57.Wd6+ Wf6 58.lil e4!
•..

Si ahora 4 I . . . tt:l e 8 , entonces 42. tt:l g3 Wg6

43 .WI'd8 etc . , procediendo a una estrangulación Las negras abandonaron.
progresiva. Por eso es que l as negras prefieren
sacrificar un peón para deshacerse de uno de
los molestos caballos.
PARTIDA No 35
B l ancas: A . Alekhine
L a posición d e las negras parece sólida como para temer
algo grave. Pero su ú l t i ma j ugada (40 . . . Wh7) es un grave
Negras : Dr. S . Tartakower
error que permite a Alekhine combinar perfectamente sus Defensa Holandesa (A90)
piezas. Luego de 4 1 .tt:l xb7, el negro, en esta variante, Torneo de San Remo, Enero de 1 930
podía haber jugado 4 1 . . .'?9b l , y a 42.tt:ld6, Wfl + 43.Wg3
ic6 44.Wf2 Wc 1 ! , con buena posición gracias a las
debi lidades de los peones de "aS" y "eS" y también a la l .d4 e6 2.c4 rs 3.g3 lil f6 4.�g2 �b4+ s.lild2
situación "dudosa" del rey blanco. lil e4

76 ALEXANDER ALEKHINE
Al pretender cambiar sus únicas piezas Desgraciadamente, la tentadora j ugada
desarrolladas, las negras recurren a una 1 7 .ixe4 no daría resultado por la siguiente
estrategia muy dudosa. Más dentro del espíritu variante : 1 7. . . Wixe4 1 8 .�ae l Wif5 1 9.Wia2+ (o
de la apertura adoptada estaba 5 . . . 0-0 6.a3 1 9 . ftj e6 Wig6 20.tt'l xf8 tt'l xf8 etc . , con ventaj a)
!le7 , etc. 1 9 . . . �f7 ! 20.�e8+ (o 20.�e7) 20 . . . ctJ f8 y las
negras se zafan .
6.a3 .!D xd2 7.ixd2 ixd2+ 8.'11lYx d2 0-0
9.c!L! h3 17 ... �h8 l8 . .!D e6

Con el fin primordial de reforzar el control de 1 8 .Wie6 �e8 ! etc . , sería poco conveniente.
"d5 " para el caso de que las negras eligieran el
desarrollo . . . d6 y . . . e5 18 J'hfl+ 19J!xfl .!D f6 20 .!D gS h6
•. •

9...d5 lO.cxdS

Después de esto las casillas negras del

segundo j ugador quedarán, tarde o temprano,
muy débi les. Con el fin de explotar esa
debil idad, las blancas deciden l ibrar de peones
el centro lo más pronto posible. Aunque era
muy difícil prever en este momento que las
negras, después de la operación proyectada,
habrían de disponer de buena defensa contra
las diversas amenazas .
Una política más tranquila, como sería l O.�c l
(en lugar de 1 0.cxd5) 1 0 . . . c6 1 1 .0-0 Wie7
1 2 .'t&e3 ! , seguido por ctJ f4 etc . , hubiera sido 21.'11lYf7 !
más apropiada para sacar ventaj a de las
jugadas quinta a sépti ma de las negras . Esta fuerte j ugada, que obliga al cambio de
damas debido a la amenaza 22.�xf6 ! etc . , fue
lO ... exdS l l ..!Df4 c6 12.0-0 Wie7 13.b4! previ sta necesariamente al iniciarse la acción
en el centro, porque si no las negras habrían
El verdadero obj eto de esta j ugada es abrirle quedado con mejor partida.
camino a la dama para que pueda ubicarse en
"a2 " , man iobra cuya i mportancia se compro­ 21...Wixf7 22. .!D xf7+ �h7 23 . .!Dd6
bará más adelante ; además, mantiene en pie la
posibilidad de un ataque "de minorías" La amenazante posición de este cabal lo
mediante la continuación a4. permite a las blancas recuperar el peón
sacrificado, pero entretanto las negras tendrán
13 ... a6 14.f3 oportunidad para completar su desarrollo e
igualar la partida.
Perfectamente de acuerdo con el plan iniciado
en la j ugada décima. 23 ...ie6?
Pero las negras, conservando su sangre fría,
logran surgir de la escaramuza sin sufrir Sobreestimando evidentemente el valor del
mayor daño. peón central.
La continuación correcta era 23 ... a5 ! 24. tt'l xe4
14 ... .!Dd7 1S.e4 fxe4 16.fxe4 dxe4 17.Wia2+ (si 24.b5, entonces simplemente 24 . . . cxb5)

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 93 7 77

24 . . . axb4 25 . lLl xf6+ (si se j ugara 25 .axb4,
seguiría 25 . . . lLld5) 25 . . . gxf6 26.axb4 <j;; g7,
con probabi lidades de tablas a la vista.

24 . .!D xb7 .idS 25J�el !

De otro modo, las negras podrían j ugar en

algunos casos . . . e3

25 J�a7 26 .!D c5 aS
.• •

Esto da a las blancas un peón pasado, pero es

natural, porque la torre no podía quedar
33..ixe4+!
permanentemente esclavi zada por el peón de
la columna " a " .
Teniendo a la vista, aparentemente, la medio­
cre operación 34.lLl xe4 <j;; x e4 35 .�e3+ <j;; xd4
2 7.bxaS :SxaS 28.a4 :Sa8 36.�xe8 �xa4, pero en realidad, forzando un
final de torres con un peón de ventaja que
Con el obj eto de ocupar la columna "b" o, debe ganarse con relati va facilidad .
como sucedió en real idad, de disminuir en
algo la presión de las blancas sobre el peón 33....ixe4 34.g4+
"e�� .
Con la sencilla, pero poco amable intención
de, si 34 . . . <j]f4, 3 5 . lLl e6 mate !
29.:Sal :SaS 30.:Sa3!
34 c;:t>r6 35 . .!Dxe4+ <j;; e 6
.•. 36.c;:t>e3 .!Dd6
Siempre con el fin de impedir el movimiento 37.c;:t>d3 .!Dxe4 38.<j;; xe4 hS
. . . e3
Las negras comprenden que el juego
"pacífico" no les ofrecerá probabil idad alguna,
30 <j;; g6
por ejemplo: 38 . . . <j;; d 6 3 9 .<j;; d 3 <j;; d 5 40.�a l
•.•

c5 4 l .dxc5 <j;; x c5 42.<j;; c 3, etc . (véase la

Las negras esperan tener tiempo para ejecutar
la i mportante maniobra . . . lLl e 8 - . . . lLl d6, pero se
ven i mpedidas por lo que el mismo doctor
Tartakower calificó de " milagro combina­
tivo " .
última partida de mi match contra José R .
Capablanca) . Por lo tanto, tratan d e crear
objetivos para atacar en el flanco rey, pero al
aceptar el sacrificio de peón que sigue, sólo
consiguen acelerar su fin .

31.h3 <j;; rs 32.<j]f2 .!D e8 39.g5 ! �xgS

Después de 39 . . . <j;; d 6 40.h4, la situación sería

De acuerdo, en todo, con el plan precon­
cebido.
En lugar de esto, 3 2 . . . h5 hubiera evitado la
sorpresa que sigue, pero después de 33 .c;:t>e3
etc . , el hecho de estar todas las piezas negras
esclavizadas conduciría fatalmente a una
pérdida de material .
peor aún .
40.a5 :SbS 41 .a6 :Sb8 42.a7 :Sa8 43.h4! gS
44.hxg5 h4 45.�a6 <j]f7 46.<j]f4 h3 47.c;:t>g3
c;:t>g6 48.d5! <j;; xgS 49.dxc6 <j]fs SO.c7
Las negras abandonaron .

78 ALEXANDER ALEKHINE
 PARTIDA W 36
B l ancas: K. Ahues
Negras : A. Alekhine
Apertura Colle (A47)
Torneo de San Remo, Enero de 1 930
l.d4 ll:lf6 2.ll:l f3 b6 3.e3 .ib7 4.ll:l bd2
Este sistema de desarrollo ha merecido el
favor de Rubinstein y del lamentado campeón
belga Colle. No es muy agresivo, pero no deja
de tener su dardo, especialmente si las blancas
logran abrir a tiempo una diagonal conve­
niente para su alfil dama.
4 c5 S .id3 e6 6.c3 �e7 7.V!le2
••• • Idea atrevida, relacionada en una de sus
Las blancas j uegan con excesiva circuns­
pección. Más dentro del espíritu de la variante
adoptada habría sido 7.e4, y solo después de
7 ... d6, j ugar 8.V!le2, porque después del
movimiento del texto, las negras logran
impedir el avance del peón de "e" mediante la
original respuesta que sigue.
7 .. .ltJ d5!
Sin necesidad de ocultar las intenciones : si
8.e4, seguiría 8 ...ltJ f4, y si 8.c4, entonces
8 ...4J b4, etc !
8.dxc5
Con este cambio las blancas inician una
esmerada maniobra cuyo objetivo final es
colocar el alfil dama en la diagonal a 1 -h8.
En realidad es difícil encontrar una línea de
juego más recomendable.
8... bxc5 9.4Jfl
No juegan este caballo a "c4" porque preten­
den uti lizar esta casilla para desaloj ar al
caballo negro mediante c4.
9 ...Wc7 lO.ltJ g3 lD c6 l l .�d2
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
ll ... gS !
variantes con la entrega de un peón , y fundada
en las siguientes consideraciones: las negras
poseen en el flanco rey una masa elástica de
peones que sus propias piezas no obstruyen ;
en consecuencia, es natural que traten de
ganar espacio por medio del avance gradual
de esos peones. Pero ¿ con cuál de ellos debe
iniciarse dicho avance? La j ugada 1 1 ...h5 sería
rebatida por 1 2.h4 ! , deteniendo toda acción
futura en ese flanco; por otra parte, l l ...f5
sería también prematura porque permitiría a
las blancas abrir la posición mediante 1 2.e4
fxe4 1 3 .Wxe4 ! etc. Queda, pues, el movi­
miento del texto que, sea dicho de paso, es
más efectivo que un enroque preparatorio, que
las blancas habrían podido refutar con 1 2.a3 ! ,
seguido d e c4, etc.
12.c4 lD db4 13.�c3
Debe admitirse que las blancas están j ugando
con mucha lógica, puesto que la diagonal de
"a l " - " h 8 " es por el momento su única fuente
de probabil idades.
13... ltJ xd3+ 14.V!lxd3 ltJ b4 15.We2
La variante principal considerada por las
negras, al j ugar 1 1 ... g5, era así: 1 5 .V!lb l f6
1 6.ltJ xg5 (o 1 6.a3 ltJc6 1 7.ltJ xg5 ltJ e5 ! , con
clara ventaj a) 1 6...�xg2 1 7.l:!g 1 �b7 1 8 .ltJ xh7
0-0-0 ! , y la posición alcanzada compensaría
79
con creces el materi al sacrificado. 22 gxf4 23.lLl xf4 �h6 24.h3 �g8
.•.

1S ... �g8 16.a3 lLl c6 17.lLld2 lLl eS 18.'ff hS Con la poderosa amenaza 25 .. . lLl g6, etc.

Es obvio que las blancas, no satisfechas con 2S.ixe5 'ffxeS 26.lLlf3 Wfg7
su posición, andan en busca de complica­
ciones. Aun después de la j ugada más
tranquila 1 8 .f3 , l as negras quedarían mejor,
debido a las posibilidades ofrecidas por la
parej a de alfiles.

18 ...0-0-0

Aún más eficaz hubiera sido 1 8 ...�xg2

1 9.�g 1 �c6 20.Wfxh7 0-0-0 etc . , con ventaj a.
Después de la j ugada del texto, las blancas
deciden renunciar, aunque a costa de dos
tiempos, a llevar a cabo esa comprometedora
operación .

19.0-0 fS
Después de esto las negras recuperan el peón
Amenazando 20 .. . g4. y al mismo tiempo provocan el derrumbe de
las últimas fortificaciones que protegen al rey
20.Wfe2 hS ! enemigo. Pero también la defensa del peón de
" h " , mediante 27.�h 1 , habría conducido a
No hay razón para darle ni un instante de una situación insostenible después de 27 . . .�d6
alivio al enemigo. 28.Wf2 Wlg4 29.�g 1 ggxh3 (amagando
29...�xf4 30.exf4 �xh3+, etc.) 30.lLl xh3
21.lLl xhS Wxh3 , etc.

Las blancas se ven obligadas a tomar este 27 e5 ! 28.lLl dS �xh3 29.Wd2 �xdS 30.cxd5
•.•

peón , porque si no, su avance sería por demás e4 31.d6 exf3 32.�xf3 �xf3 33.dxe7 'ffxe7
inquietante.
Las blancas abandonaron.

Amenazando 22 .. . ggh6, seguido de ggdh 8 , etc . ,

con consecuencias fatales.
22.f4
El cambio así propuesto l levará al caballo a
una excelente posición defensiva, pero, por
desgracia para las blancas, eso será por muy
poco tiempo. S i n embargo, como no tenían a
su alcance ni un asomo de contraj uego, la
posición de su rey era, a la larga, comple­
tamente indefendible.
PARTIDA No 37
B l ancas : A. Alekhine
Negras : H. Kmoch
Defensa Ni mzoindia (E46)
Torneo de San Remo, Enero de 1 930
l .d4 lLlf6 2.c4 e6 3.lLlc3 �b4 4.�d2
Una de las más inocentes respuestas a la
tercera j ugada de las negras. Así, esta partida
demuestra que las negras, con sólo recurrir a

80 ALEXANDER ALEKHINE
j ugadas senci llas, pueden obtener perspectivas
iguales en el medio j uego.
4 0-0 5.e3 dS 6.lt:l f3 eS 7.a3
.•.
Otra jugada pasiva. Es indudable que al j ugar
esta apertura, lo hice en forma muy poco feliz.
Primero, 7 .Vfic2, y sólo después de 7 . J i J c6,
seguir con 8 .a3 ixc3 9 .ixc3 etc . , habría dado
más colorido a la posición resultante.
7 ...ixc3 8 ..ixc3 tl.J e4
Perfectamente lógico, porque la simplificación
sólo favorece al segundo jugador.
Todavía en este momento, 9 .Vfic2 prometía
más .
9 ... tl.Jxc3 10Jhc3 cxd4 l l .exd4 tl.J c6 !
Las negras no tienen apuro e n j ugar 1 1 . . . dxc4,
porque después de 1 2.c5 podrán iniciar con
éxito un combate en el centro respondiendo
1 2 . . . e5 !
12.ie2 dxc4 13.ixc4
No es difícil comprobar que la apertura ha
resultado favorable a las negras porque el
peón aislado de las blancas no es, por cierto,
un adorno en su posición, mientras que la
ventaja de espacio de que aun disponen no
tiene mayor i mportancia por el momento,
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
dada la ausencia de puntos vulnerables en el
campo enemigo. En consecuencia, la única
probabilidad de l as blancas es preparar un
ataque sobre el flanco rey, y el lector verá
cuán difícil será esta tarea j ugando contra el
autor de "Die Kunst der Verteidicung" (El
Arte de la Defensa).
A pesar de sus poco bri l l an tes perspectivas,
las blancas resuel ven j ugar para ganar y por
eso no se preocupan por el cambio de su peón
aislado. De no ser así, habrían j ugado aquí
1 6.Vfid2 preparando d5, que en este momento
no sería bueno a causa de la respuesta
1 6 . . . lLl a5 !
16 ....ie8 17.1M'd2 tl.J e7
Las negras también se sienten ambiciosas e
i mpiden por algún tiempo d 5 .
18.lll g5 ! tl.J dS
Pero no j ugar 1 8 . . . lLl f5 , porque después de
1 9 .lLl xe6 ! fxe6 20.�xe6, las blancas ganarían .
Las blancas están an siosas por provocar un
movi miento de peón que debi lite el flanco rey,
y por eso defienden el cabal lo para poder
j ugar 'M'd3 .
20... h6 21.tl.Jf3
Era difícil decidir c u á l sería la mejor retirada
del caballo. Deseché 2 l . lLl e4, por la posible
respuesta 2 l . . .Vfih4, sin embargo, aun en este
caso, las blancas conservarían buenas perspec­
tivas de ataque después de 22.h3 ! Vfif4
23 .1M'e2, etc .
Protegiendo las casi llas "d4" y "f4" y amena­
zando eventualmente �eg4. Pero la maniobra
81
de caballo con que las negras prosiguen l idades de l ucha preferibles, porque ahora, a
defiende otra vez todo. 28 . . . f6, seguiría 29 . tt:l g4, amenazando even­
tuales sacrificios en "f6 " o " h 6 " . En términos
22 lLl e7 23.lLl e5 lLl fS 24J�d3
.•. generales, el rey negro estará mal defendido
en adelante.
24.l3f3 sería un error por 24 . . . ic6 25 . lLl xc6
bxc6 etc . , con ventaj a . 28J3g3 '?NdS 29.lLl e3 '?Nc6

24 J��ac8
.• Es claro que ahora el cambio de damas sería
una ganga para las negras .

30.\f.?h2

Consecuencia agradable de la j ugada 25 de las

blancas.

30 ...'?Ncl

Esperando la continuación 3 l .'?N a5 '?Nc7 etc.,

pero las blancas eligen la casi lla exacta para
ubicar la dama.

31.'?Nb4! '?Nc7
25.h3!

Las blancas aprovechan la falta de amenazas

del contrario para asegurar una escapatoria a
su rey. Lo que sigue de la partida mostrará
claramente toda la i mportancia de esta tran­
quila j ugada preparatoria.

25 ... lLl d6?

Aprovechando la oportunidad para una nueva

simplificación que esta vez, sin embargo, será
bienvenida para las blancas. A esta altura de la
partida, el cabal lo era una pieza defensiva
demasiado i mportante para pensar en elimi­
narlo. En cambio, 25 . . .ic6! ofrecía, por lo
menos temporalmente, una defensa muy
suficiente, ejemplos : 26.tt:l xc6 bxc6 (no
26 . . . l3xc6, por 27.d5 ! ) , o 26.l3e l id5 etc . , con
ventaja.
26.l3f4 lLl xc4 27.lLl xc4 '?NgS
Esta j ugada ha sido cri ticada como pérdida de
tiempo, pero también después de 27 . . . '?Ne7
2 8 . tt:l e5 , las blancas habrían obtenido probabi-
32.d5 !
Este eficaz avance del pretendido "enclenque"
habría hecho las del icias del gran amigo de los
peones damas aislados, el Dr. Tarrasch. Es
ev idente que en caso de . . . exd5 (ya sea aquí o
en la j ugada próxi ma), la respuesta �d4
llevaría a las negras a un rápido desastre. Pero
también con la defensa adoptada se verán
obligadas a entregar, por lo menos, la calidad.
32 ... a5 33.'?Ne4

82 ALEXANDER ALEKHINE
Es natural que 33.'1Wd4 no convenía a causa de
33 ...e5.
33 J'!d6! 34.'1We5 g6 35.'11N h 5!
.•
La tentadora j ugada 35 Jk4, no conducirá a
nada debido a la réplica 35 ...1'l:c6 ! y, del
mismo modo, con 3 5 .ltl g4, sólo se obtendría
la calidad por un peón después de 35 ...exd5 ,
etc.
•
35 .. .lhd5
¡ Valía más abandonar ! Yo hubiera preferido
35 ...'it>h7 36.lt:l g4 ! ! gxh5 3 7.lt:l f6+, seguido
por mate.
36.lt:lxd5 exd5 37.'11Nx h6
Las negras abandonaron.
PARTIDA W 3 8
Blancas : G. Stahl berg
Negras : A. Alekhine
Defensa Ni mzoindia (E23)
Torneo de Equipos de Hamburgo
Julio de 1 930
Premio a l a Brillantez
l.d4 ltlf6 2.c4 e6 3.ltl c3 ib4 4.'11Nb 3 eS
5.dxc5 lt:l c6 6.lt:lf3 lt:l e4 7.id2 ltl xc5
Esta jugada se puso de moda después de la
partida Bogolj ubow-Ni mzowich, en el Torneo
de San Remo, bri l lantemente ganada por las
negras. Es sin duda más lógica que la usada
anteriormente 7...lt:l xd2 8.lt:l xd2, después de lo
cual las blancas, enrocando largo, establecen
una fuerte presión en la columna abierta.
8.�c2 f5 9.a3
Con esto las blancas conservan
Las blancas pueden ganar más que la cal idad con
36.1Ll xh6+ ! Q;>fs (si 3 6 . . .'tl;>h7, 3 7 . 1Ll x f7 ! , ganando.)
37.E:c3 (también es suficiente 3 7 .\Wh8+) 37 ... E:c6
38.\Wh8+ 'tl;>e7 39.1Llg8+! 'tl;>d8 40.\Wh4+ f6 4 l .Ei:xc6 \Wxc6
42.E:xf6, ganando.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
tiempo su par de alfiles. Es incomprensible
que en el encuentro citado, B ogolj ubow haya
diferido esta j ugada hasta el momento en que
constituía un error tal que i mplicaba entregar
enseguida la partida a su adversario. Esto
sucedió así: 9.e3 0-0 I O.ie2 b6 1 1 .0-0-0 a5 !
1 2.a3 a4 ! ! etc., con ventaj a .
9...ixc3 10.ixc3 0-0 l l .b4 lt:l e4 12.e3 b6
13.id3
Las blancas pudieron j ugar también 1 3.ib2,
pero, de hacerlo, no habrían obtenido n inguna
ventaj a real. Por ejemplo: 1 3 ...ib7 1 4.id3
Wfe7! 1 5 .ixe4 fxe4 1 6.'11N x e4, las negras
quedarían mejor después de 1 6 ...lt:lxb4
1 7.'11N x b7 lt:ld3+ etc.
13... lt:lxc3 14.'11Nx c3 ib7 15.0-0 lt:l e7
Puede parecer peligroso dej ar las casillas
negras centrales sin defensa conven iente, pero
pensé que era necesario hacer algo para
i mpedir que las blancas aumentaran la presión
en el centro, mediante c5.
16.ie2
Amenazando l levar la dama y una torre a la
columna abierta con desagradables conse­
cuencias para las negras.
16 ...'11N e8 17.1'l:fd l 1'l:d8
17 . ..f4 no conviene todavía, a causa de
1 8.exf4 E:xf4 1 9.'11N d 2, etc.
por algún
83
18.a4 Pero las negras disponen de una i mportante
j ugada intermedia.
El serio inconveniente de este avance, sin lo
cual estaría j ustificado desde el punto de vista 24 tiJ d4! 25.We3 :gd7
..•

estratégico, es que insume demasiado tiempo

y permite a las negras ci mentar el instructivo
ataque que sigue. Por eso era mucho mejor
j ugar 1 8 .\WeS , con la fuerte amenaza 1 9 .\Wc7.
En tal caso, la partida habría continuado así:
1 8 . . . f4 ! 1 9 .\Wc7! (y no 1 9 .exf4 tiJ g6 20.\Wc7
tiJ xf4, con ventaj a . ) 1 9 . . . �xf3 20.�xf3 fxe3
2 l.fxe3 tiJ f5 , con la doble dirección 22 . . . tiJ xe3
y 22 . . . tiJ h4. Aunque en esta vari ante las
blancas no tendrían tiempo para explotar la
debilidad del flanco de dama de las negras,
hubieran estado en condiciones de proteger a
su rey, y, por el momento, era un problema
fundamental .
Amenazando 26 ... �f3 , etc.
26.%%a2 %%dti 27.f3
Podría suponerse que este peón , apoyado por
su vecino y defendido fácil mente por 3 o 4
piezas, no fuera objetivo atrayente para un
ataque del adversario. Y, sin embargo, su
captura será casi inevitable. Sin duda, la poco
común estrategia de las negras en procura de
la victoria fue lo que indujo a los j ueces a
adjudicarles el premio de brillantez en esta
partida.

18 f4 !
•.•

Desde aquí hasta el final, todas las j ugadas Amenazando 29 . . . e4 ! ,etc .

de las negras están exactamente calculadas . Es
difícil reemplazar cualquiera de ellas por 29.�fl \WgS !
alguna mejor.
Con la amenaza principal 30 . . . %%xf3 ! ganando
la dama. La respuesta de las blancas es for­
19.a5 fxe3 20J!�fxe3 tiJ fS 21 .Wc3 d6!
zada.

Defensa s i mple, pero eficaz, contra un posible

%%a7 de las blancas .

22.axb6 axb6 23. tiJ e l

Si 23 . %%a7, la respuesta 23 . . . %% d 7 amenazaría

ganar una pieza mediante 24 . . . �xf3 , etc .

23 ... e5

Asegurando la casilla "d4" para el caballo.

Como puede advertirse, l a debilidad de las
casillas negras ha sido transformada en fuerza,
sin mayor dificultad aparente.
30 h6!
•..

Jugada terrible dentro de su simplicidad. Las

Esperando complicar las cosas después de negras amenazan 3 1 . . .%%xf3 ! 32. \Wxg5 %%xf2
24 . . . %%d7 25.c5, con la amenaza de 26.�b5 . etc . , y en caso de 3 ! .'1Wd2 (relativamente, la

84 ALEXANDER ALEKHINE
mejor), j ugarían 3 l . . . �xf3 32.lLl xf3 tt:lxf3+
3 3 .l' h f3 l"í:xf3 34."Wxg5 l"í:xfl + 35 .1"í:xfl l"í:xfl +
36.�xfl hxg5 37 .f.t>e2 \tl f7 3 8 . \tl f3 �e6
39.�e4 b5 ! , etc . , con un final de peones
ganado. La próxima j ugada de las blancas no
cambia prácticamente la situación.
31.�hl gxf3!
Con finalidad idéntica a la ya mencionada.
Las blancas abandonaron.
PARTIDA No 39
B lancas : A . Alekhine
Negras : E. Anderssen
Apertura de Peón Dama (A50)
Torneo de Equipos de Praga, Julio de 1 93 1
l.d4 tLl f6 2.c4 b6
He ensayado este desarrollo por el "fian­
chetto" (antes de . . . e6) en varias oportu­
nidades al principio de mi carrera profesional
y lo he empleado también con éxito en mi
match contra B ogolj ubow (véase partida
número 28). Su principal desventaj a consiste
en dejar a las blancas una l ibertad conside­
rable en el centro; su mérito, en obligar al
adversario a definir su plan de apertura antes
de lo que él quisiera.
3.ll:l c3 �b7 4.Wfc2
Acerca de 4.f3 , véase la partida citada.
4... e6?
Esto no está de acuerdo con 2 . . . b6. La única
continuación lógica es 4 . . . d5 5 .cxd5 tt:l xd5
6.tt:lf3 (en caso de 6.e4, las negras pueden
jugar 6 . . . tt:l xc3 7 .bxc3 e5 . ) 6 . . . e6 7 .e4 tt:l xc3
8.bxc3 �e7, seguido por . . . tt:l d7 y even-
tual mente . . . c5 etc . , con probabi l idades de
lucha.
5.e4 �b4 6.f3 !
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Evitando doblar los peones en la columna de
"e". Las negras ya no tienen la menor com­
pensación por el predominio de las blancas en
el centro.
6 ... 0-0 7 ..id3
Amenazando e5, etc.
7 ... h6 8.ll:l ge2 dS
Algo había que emprender para acrecentar la
actividad de las piezas menores, y el medio
elegido es, probablemente, peor que otros. Las
negras tendrán por poco tiempo la ilusión de
un "contraataque" empezando con . . . c5 .
9.cxd5 exdS lO.eS ll:l fd7 1 1 .0-0 eS
Si 1 l . . .�e7 , entonces l 2 . tt:l f4, con ventaj a .
12.a3 ixc3
En caso de 1 2 . . . �a5 l 3 .b4 cxb4 l 4.tt:lb5, etc,
habría dej ado a las negras en posición deses­
perada.
13.bxc3 ll:l c6 14.�e3
La combinación que comenzaría con l 4.e6,
continuando con 1 5 .tt:l f4 etc . , era asimi smo
bastante fuerte, pero la simple concentración
de fuerzas manteniendo intacta la estructura
de los peones centrales lleva a una decisión
más rápida.
14 ... cxd4 1S.cxd4 gcs 1 6.Wfd2!
Como la respuesta de las negras era obvia,
esta j ugada debe ser considerada como el
principio de la combinación final .
Otro medio d e conservar cierta ventaja,
aunque exclusivamente posicional y mucho
más lento, consistía en 1 6 ."Wb l tt:l a5 l 7 .f4
tt:lc4 1 8 .�c 1 , etc .
16 ... ll:las
Con la intención, en caso de no ocurri r nada
85
extraordinario, de obligar el cambio de uno de
los alfiles blancos mediante 1 7 . . . lt:l c4.
17.�xh6!
Es evidente que el ofreci miento no puede ser
aceptado: esto constituye la parte más fáci l de
la combinación. Pero l as complicaciones
derivadas de la mejor defensa, que fue la
adoptada por las negras, exigían un examen
muy completo.
17 ... lt:l b3 18.�f4 l'!c6!
En cambio, si 18 ... lt:l xa 1 , entonces 1 9 .�g3 g6
20.�xg6 \t> h 8 2 l .�f5 l'!g8 22.�h3, y ganan .
Las blancas amenazaban también 20. �h4.
20.exf6 lt:l xal
Ultimo esfuerzo de las negras, que será
aniquilado por el j aque intermedio que sigue.
21.ih7+! \t>h8
La alternativa era 2 1 . . .\t>xh7 22.�h4+ @g6 (si
22 . . . \t>gs, 23 .f7+) 23 . lt:l f4+ \t>f5 24.g4 mate.
22.�h4 lt:l xf6 23.lt:l f4
Las negras abandonaron.
Si ahora 23 ... g6, vendría 24.Wh6 ! , con
resultado desastroso.
86
PARTIDA W 40
B l ancas : A. Alekhine
Negras: H . Weenink
Defensa Eslava (D 1 2)
Torneo de Equipos de Praga
Julio de 1 93 1
l .d4 dS 2.c4 c6 3.lt:lf3 lt:l f6 4.e3 �fS
Como Jo probó mi primer match contra el Dr.
Euwe, esta j ugada suele ser suficiente para
igualar, y por Jo tanto es preferible para las
blancas j ugar 4 . lt:l c 3 , en J ugar de 4.e3 .
S.cxdS �xb l ?
Pero el cambio d e este alfi l recién desarro­
llado está completamente fuera de lugar. Es
curioso que haya sido tan calurosamente
recomendado por el gran especialista en
aperturas, el Dr. Tarrasch, aunque sus
defectos, ceder el centro y permitir que las
blancas conserven sus dos alfi les, saltan a la
vi sta.
En cambio, la continuación 5 . . . cxd5 6.Wb3
Wc7 etc . , es suficientemente buena.
6.1'!xbl �xdS 7.a3
Era también tentador el sacrificio de peón
7 .Wc2 Wxa2 (si 7 . . . e6, 8 . b4 ! ) 8 .�c4 Wa5+
9 .�d2 Wc7 1 0.e4, etc. Pero ¿para qué
exponerse si conti nuando tranquilamente se
asegura una ventaja posicional indiscuti ble?
7 ... e6 8.�c2 �e7
8 . . . c5 sería un error por 9.b4 ! , etc.
9.�d3 h6
El enroque inmediato habría sido refutado con
1 0.e4, seguido por 1 l .e5 .
10.e4 Wd8 1 1 .0-0 lLl bd7 12.b4!
No sólo impidiendo por un buen rato . . . c5,
sino preparando también el futuro desarrollo
de la torre de " b l " .
ALEXANDER ALEKHINE
12 0-0 13.Wfe2 ges
...
Para disponer de la defensa 14 . . . lt:l f8 , en el
supuesto que l as blancas j ugaran 1 4.e5 ,
seguido por 1 5 .Wfe4.
Aunque esta torre no se moverá hasta el fin de
la partida, desempeñará un papel importante
en el ataque que sigue. La j ugada tiene
también otro propósito : dej ar l ibre la casi lla de
"b 1 " para emplazar el alfi l .
14 Wfc7 1S ..ibl lt:l h7
...
Esto induce a las blancas a aclarar de una vez
la situación en el centro, porque de ahora en
adelante no habrá tiempo para instalar un
caballo negro en "d5 " . Pero también una
demostración en el flanco de dama mediante
15 . . . a5 , resultaría favorable a las blancas : 1 6.
Wic2 (amenazando 1 7 .e5 ) , lt:ldf8 1 7 .b5 etc . ,
con ventaj a .
16.e5 fS
Las negras prefieren efectuar inmediatamente
este avance que, tarde o temprano, era
indispensable, porque después de 1 6 . . . lt:l hf8,
por ejemplo, podría ser impedido por 1 7 .g4 ! .
Los cambios que siguen dan a sus piezas algo
más de libertad, al menos por el momento,
pero por otro lado el punto "e3" y las demás
casil las blancas de su posición quedan más
débiles que nunca.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
17.exf6 .ixf6 18.Wfe4
Mediante esta j ugada y las dos siguientes, la
dama será l l evada, sin pérdida de tiempo, a
una posición de ataque muy fuerte.
18 lt:l hf8 19.Wfg4
.•.
Amenazando, como es natural, 20 . .ixh6.
19 Q{h8 20.Wfh5 lt:l h7
.•.
Las blancas amenazaban ahora 2 I ..ixh6 ! gxh6
22 .Wfxh6+ Q{g8 23 . lt:l g5 etc . , ganando rápida­
mente.
Pon iendo en j uego a la única pieza inacti va e
impidiendo además 2 l . . .e5, debido a la
posible respuesta 22 . .if4 !
No es mucha la uti lidad de este desarrollo,
pero de todos modos la situación no permite
abrigar esperanzas .
2 2 g4!
.
Este peoncito amenaza, con s u prox 1 mo
avance, poner fuego a la residencia del rey
negro y, lo que es peor, no hay nada que
pueda impedir sus sombrías intenciones.
22 Wfd6
•••
87
Esperando contrarrestar los efectos de 23.g5, Pero aun j ugando con blancas no se puede
con 23 ... \Wd5 . Pero las blancas tienen una conceder la ventaj a de un tiempo tan
j ugada intermedia de reserva. importante en la apertura sin el peligro de
entregar la iniciativa al adversario.
23.�g6! �f8 24.gS �xd4 Por lo tanto, aunque la j ugada del texto haya
tenido éxito en la partida, es mi deber
No hay donde elegir. recomendar a mis lectores, con la mayor
energía, que no la empleen, y que ensayen en
2S.gxh6 .!Ddf6 su lugar, por ejemplo 5 . lLl c3 �b4 6.�d2.

Las blancas amenazaban mate en tres s ... .!De4

jugadas.

26.hxg7+ �xg7 27.\Wh6+ �h8 Las negras responden a una excentricidad con
otra aún mayor, lo que permite a las blancas
Si 27 . . . �g8, segui ría 2 8 . lLl xd4 \Wxd4 29.�g3 , retomar la iniciativa en la lucha por las
ganando. casil las centrales. Lo más correcto era la
j ugada natural 5 . . . d5 6 .cxd5 �c5 ! 7 . lLl b3 �b6,
28 . .!D xd4 Wxd4 29.�b2! seguido de . . . exd5 y . . . 0-0, con un espléndido
desarrollo.
Las negras abandonaron.
Si ahora 29 ... \Wd7 (única defensa posible), 6.e3 fS 7.lLl d2 lLl f6 8.b3 �e7 9.�b2 0-0
entonces 30. �d3 ! \W g7 3 I .�xf6+, seguido por 10.�d3
mate en tres.
A pesar del retardo provocado por su 5"
j ugada, las blancas han adquirido una
PARTIDA No 4 1 apreciable ventaj a en el desarrollo. Se hace
B l ancas : A . Alekhine evidente que había algo de irregular en la
Negras: E. Steiner respuesta 5 . . . lt:J e4.
Apertura Inglesa (A32)
Torneo de Equipos de Praga, Julio de 1 93 1 10 ... .!D c6 1 1 .0-0 .!D es

l..!Df3 .!D f6 2.c4 eS 3.d4 Complicada maniobra con el objeto de

Algo prematuro.
En caso de j ugar 3 . lt:J c3 , l as blancas no tienen
por qué temer la respuesta 3 . . . d5, por 4.cxd5
lt:J xd5 5 .e4 lLl b4 6 .�c4 con ventaja, y debieron
elegir 3 . lt:J c 3 , para estar en condiciones de
contestar a 3 . . . lt:J c6, con 4.d4, y a 3 . . . e6, con
4.e4.
3 ...cxd4 4.lt:J xd4 e6 S.a3
No me gustaba j ugar 5 .lt:Jc3 por la posibil idad
de 5 . . . �b4 6.\Wb3 �c5 , y por eso decidí no
permitir la desagradable maniobra del alfi l .
impedir a las blancas jugar e4, lo que hubiera
ocurrido, por ejemplo, después de ll . . . b6
1 2. lt:J xc6 dxc6 1 3 .\We2 c5 1 4 .e4 etc . , con ven­
taja.
12.�c2 lt:J g6
Esperando obtener buenas probabilidades en
caso de 1 3 .e4 fxe4 1 4. lt:J xe4 d5 1 5 .lt:J xf6+
�xf6, etc .
Pero las blancas tienen la suerte de estar en
condiciones de aumentar su presión sin nece­
sidad de abrir prematuramente las columnas
centrales.

88 ALEXANDER ALEKHINE

13.f4! ltl g4
Después de 1 3 . . . b6, el avance 1 4.e4, sería aún
más deficiente, por ejemplo:
1 5 . ltl xe4 �b7 1 6. ltl g5 etc . , con ventaja.
14.We2 Wc7 1S.h3 ltl h6
Las negras han logrado i mpedir e4, pero, ¡ a
qué precio ! Sus dos caballos están fuera de
juego y su fl anco de dama no ha sido
desarrollado. No debe sorprender que las
blancas tengan tiempo de sobra para ganar
cada vez más espacio, quitando gradualmente
toda esperanza a su adversario. El lector
puede comparar esta partida con otros
exponentes de la política de estrangulación
contenidos en este libro, tales como las
jugadas contra Nimzow ich y Yates (San
Remo), contra Mikenas (Folkestone) y contra
Winter (Nottingham) . En todas ellas los
perdedores son víctimas de su pasividad y de
la falta de un plan definido en la fase inicial
del j uego.
16.g4 b6 17.gS ltl f7 18.ltl2f3 �b7 19.h4 �eS
Tratando de crear complicaciones en caso de
20. h 5 , a lo que contestarían 20 . . . ltl xf4 2 1 .
exf4 Wxf4 etc . , con ventaja. Pero las blancas
no tienen por qué apresurarse.
20.Wh2! E:ae8 21 .hS ltl e7 22.E:ael
Preparando 23 . ltl b 5 , seguido de b4.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
22 ... ltl c6
Si 22 . . . a6, seguiría 23 .b4 �xd4 24.�xd4 Wxc4
25 .�xb6 etc . , con ventaj a .
23.ltlbS Wd8 24.b4 ie7 2S.ffd2!
14 .. .fxe4
Repentinamente la casilla " gT' de las negras
ha quedado mortal mente débil, fenómeno
bastante frecuente en posiciones de gran
aprieto.
2S ...ixgS
Esta especie de sacrificio desesperado debe
ser contestado con la mayor precaución por­
que podría contener más veneno de lo que
aparenta. En vista de la amenaza 26.Wfc3, las
negras no tienen en realidad donde elegir. Si
25 . . . d6 26.ltl bd4 ltl xd4 2 7 . ltl xd4 Wfd7 28 .Wfc3,
sería aún mej or recibido por las blancas.
26.fxgS ltl xgS 27.Wg2!
La refutación al ofrecimiento no se hace
esperar.
27 ... ltlxf3+ 28.!l:xf3 E:e7 29.ltld6 �aS 30.e4
Pon iendo fin a toda clase de "trucos" en la
diagonal " h 1 " - " a8 " .
3 0...Wb8 31.!l:g3 e S 32.ltl xfS E:xfS 33.exfS
ltl d4 34.ie4 ltl xfS 3S.�xa8 ltl xg3 36.�dS+
Las negras abandonaron.
89
 PARTIDA W 42
B l ancas : A. Alekhine
Negras : J . Stoltz
Defensa Eslava (D 1 7)
Torneo de B led, Agosto de 1 93 1
l.d4 dS 2.liJf3 li:l f6 3.c4 dxc4 4.li:l c3 c6 5.a4
ifS 6.li:lh4
La obj eción principal que puede hacerse a esta
j ugada es que las blancas pierden tiempo para
cambiar una pieza que ya está desarrollada.
Sin embargo, la idea (del doctor Krause) de
eli minar a cualquier precio el ominoso alfil
dama de las negras no es tan antiposicional
como generalmente se admite y, por lo menos,
no ha sido refutado en las pocas partidas en
que fue ensayada hasta ahora.
6 ... e6
Jugada natural y suficientemente buena. Es
cierto que las blancas van a gozar de la pareja
de alfiles, pero mientras las negras estén en
condiciones de controlar las casil las centrales,
no tienen gran cosa que temer. Menos
satisfactorio sería para ellas 6 . . . ic8 (como
j ugó el doctor Euwe en la 1 5° partida de
nuestro match de 1 93 5 ) . En tal caso, las
blancas, aparte de la oportunidad de empate
mediante 7 . lt'l f3 , podrían elegir entre 7.e3 e5
8 .ixc4 (es claro que no 8 .dxe5 ?, como j ugué
yo en la citada partida, por 8 . . . '1Wxd 1 + 9 . lt'l xd 1
ib4+, con ventaj a de las negras) 8 . . . exd4
9.exd4, con perspectivas algo mejores, o
también 7.e4 e5 8 .ixc4 ! exd4 9 .e5 etc . ,
llegando a situaciones extravagantes como las
de la sexta partida del match de 1 93 7 . De
todos modos, es éste un interesante campo de
estudio.
7.li:lxf5 exfS 8.e3 li:l bd7 9 ..ixc4 li:l b6
El caballo tiene poco trabaj o aquí, pero era
necesario hacer algo para i mpedir 1 0.'1Wb3 .
10.ib3 .id6 1 1 .'1Wf3 '1Wd7
Las negras perderán esta partida debido,
90
principalmente, a su decisión de no realizar la
j ugada "debi litante" . . . g6, y tratar de defender
su peón de "f5 " recurriendo a medios
artificiales. En realidad, poco podría decirse
contra 1 l . . .g6, puesto que 1 2.e4? sería
refutado por 1 2 . . . lt'l xe4 1 3 . lt'l xe4 '1We7 ! etc.,
mientras que 1 2.a5 recibiría como respuesta
1 2 . . . lt'l bd5 1 3 . lt'l xd5 lt'l xd5, etc.
12.h3 !
Amenazando 1 3 .ic2 g6 14.g4 etc . , con
ventaja. La j ugada que sigue alej a el peligro.
12 ... li:l c8 13.a5
Mi estrategia favorita: j ugar simultáneamente
en ambos extremos del tablero. Ahora la
amenaza es 1 4 . a6 b6 1 5 .d5 ! , etc.
13 ... li:l e7 14.id2
Las blancas pudieron ensayar enseguida
1 4.g4, pero, de hacerlo, habrían omitido este
desarrollo del alfi l . Además, no dej a de ser
i mportante preparar el enroque largo en
previsión de ciertas eventualidades.
14 ... �b8
Esta modesta j ugada, cuyo fin es disminuir el
efecto del posible avance de a6, demostrará
ser una i mportante, si no decisiva, pérdida de
tiempo. La única posibilidad de ofrecer una
resistencia sería 14 . . . h5 !
ALEXANDER ALEKHINE
15.g4! Por el momento todo está más o menos en
regla, porque 27 . ixb5 , l3b7 etc . , no conven­
Gracias a esta operación las blancas obtienen , cería especialmente. Pero l a próxima j ugada
por lo menos, la importante casi l l a "e4 " . de las blancas, que subraya con energía la
falta de coordinación de l as piezas negras,
15 ... b5 lleva la lucha a un rápido fin .

De acuerdo con su esti lo agresivo, Stolz trata

de resolver el difícil problema de una manera
exclusivamente táctica, cuyo resultado es E l alfi l n o disponía d e casi l l a conveniente para
debilitar de forma lamentable su flanco de retirarse. S i , por ejemplo, 27 . . . ib8, seguiría
dama. Tampoco sería muy satisfactoria para 28 .ib4 l3xd 1 29.ixe7 ! , ganando.
las negras la variante 1 5 . . . fxg4 1 6. hxg4 "\Mfxg4
1 7 ."\Mfxg4 l2l xg4 1 8 .l3g 1 f5 1 9.f3 l2l f6 (si 28.ib4 g6
1 9 ... l2lh2, 20.'it>e2 etc . , el caball o no habría
salido con v ida) 20.l3xg7 etc . , pero un
tranquilo 1 5 ... 0-0 (contra el cual l a mejor
respuesta de las blancas sería 1 6.l3g 1 ) les
hubiera dej ado algunas posibilidades de
defensa.

16.gxf5

Si 1 6.g5 , las negras habrían respondido

1 6 . . . b4 ! , obteniendo l as casil las centrales para
sus cabal los.

16..."\MfxfS 17 ."\MfxfS tLl xfS 1 8.ic2!

29.ic5 !
Las blancas lograrían explotar l a debilidad del
flanco de dama antes de que su adversario Amenazando confi scar tanto el peón de "a7 "
tenga tiempo de concentrar sus fuerzas para la como el peón d e "b5 " . Las negras, e n su
defensa. La parte que sigue es convincente y desesperación, sacrifican la calidad.
de fáci l comprensión .
29 ...ixc5 30.l3xd8+ 'it>g7 3 1 .l3d5 !
18 ... lD h4 19.'it>e2 0-0 20.lD e4 lD xe4 21 .ixe4
Tanto 3 I .l3d7, como 3 1 ixb5 , serían conti­
eS
nuaciones defectuosas por 3 I . . .l2l d4+, etc.
El cambio de este peón sólo ofrece a las
negras un l igero alivio, porque la fatal
debilidad del flanco de dama siempre subsiste.
Ahora que la casilla "d4" ha sido ocupada por
el alfi l , esta j ugada es fuerte.
22.dxc5 ixcS 23.l3acl id6
32 ... l3e5 33. 'it>d3 ixb2 34.l:�axa7 E:cS
Si 23 ... l3bc8, 24.a6, amenazando 25 .ib7, 3S.l3xf7+ 'it>h6 36.l3xh7+ 'it>gS 37.l3af7
seguido por 26. ia5 , etc.
Con la desagradabilísima amenaza 3 8 .f4 mate,
etc. Las negras abandonaron .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 91

 PARTIDA No 43
B l ancas : A. Alekhine
Negras : A . Ni mzowich
Defensa Francesa (C 1 5)
Torneo de B led, Septiembre de 1 93 1
l.e4 e6 2.d4 dS 3 .!D c3 .ib4 4 . .!D ge2
•
A pesar de la opinión de los teóricos, esta
j ugada es tan buena, o tan ,mala, como
8 . . . Wh4+ 9.g3 Wxd4, en cuyo caso las blancas
j ugarían 1 0. lLl b5 y, a diferencia con la
presente partida, las negras no dispondrían de
la defensa . . . Wh4+, y a g3, entonces . . . We7,
etc .

Esta j ugada, que es muy satisfactoria en la

variante Mac Cutcheon ( 1 .e4 e6 2.d4 d5
3 .lLlc3 lLl f6 4 ..ig5 .ib4 5 . lLl ge2), es perfecta­
mente innocua en este momento.
S i la elegí en l a presente partida fue porque
sabía que ya en una ocasión (contra sir G.
Thomas en Marenbad, 1 925), Nimzowich
había evidenciado una voracidad exagerada
(defendiendo el peón con 6 .. .f5 ) sin haber sido
debidamente castigado por ello.

4 ... dxe4 S.a3 .ixc3+

9.Wg3 !
También 5 . . . .ie7 era suficiente para igualar.
Continuación indudablemente obvia del ata­
6 .!Dxc3 fS
•
que.
Las principales amenazas de las blancas son
1 0 . lt:l b5 , y a lO . . .We4+, 1 l ..ie2, etc. y l O . .if4
En contradicción con todos los principios de
o 1 0 . .ie3 .
una buena estrategia de apertura, porque las
casi l l as negras del segundo j ugador quedarán
muy débiles debido, sobre todo, al cambio de 9 .!D f6
.•.

su alfi l rey.
La respuesta correcta, que asegura a las negras
una partida por lo menos igual, es 6 . . . lt:l c6 ! , y
si 7 . .ib5 , entonces 7 . . . lt:J ge7, para proseguir
con enroque, etc .
Esta j ugada valiente es, relativamente, la
mejor probabi lidad de las negras . 9 . . . lt:J e7
sería insuficiente a causa de 1 O . .ie3 ! Wf6
1 1 .0-0-0 etc . , con ventaj a .

7.f3 10.1Mfxg7 We5+?

El sacrificio del segundo peón es tentador y Inconsecuentemente y, por lo tanto, fatal .

probablemente correcto, aunque innecesario,
porque las blancas podían obtener una
excelente partida sin exponerse en lo más
mínimo, j ugando pri mero 7 . .if4, y si 7 . . . lLl f6,
continuar con 8. f3 exf3 9 .1Mfxf3 , después de lo
cual, 9 . . . 1Mfxd4 sería refutado con l a j ugada
1 0. lt:J b 5 .
7 exf3 8.1Mfxf3 1Mfxd4
.•.
Con el fin de mantener la l ucha, las negras
debieron devolver también el peón de "e" ,
porque después de l O . . . l'!g8 1 l .'!Mfxc7 lt:Jc6, las
blancas no podrían pretender ganar mediante
1 2. lt:l b5 , por 1 2 . . . 1Mfh4+ 1 3 .g3 We4+ l 4.'i>f2
1Mfxc2+, seguido de . . . lt:J e4, etc .
El j aque del texto permite a las blancas ganar
un tiempo de desarrollo y el tiempo, en
posiciones de tanta tensión, es factor decisivo.

92 ALEXANDER ALEKHINE
l l .ie2 �g8 12.'1Wh6 �g6 13.'1Wh4
Las blancas no nec.e sitaban defender su peón
de "g" j ugando 1 3 .'1Wh3, porque después de
1 3 . J� xg2, la réplica 1 4.if4, h abría sido deci­
siva.
13 id7 14.ig5 ic6 15.0-0-0 .ixg2
•••
En circunstancias normales, esta captura de­
bería considerarse como otro error, pero
como, debido a la enorme superioridad del
desarrollo de su adversari o, las negras no
pueden abrigar esperanzas (si, por ejemplo,
15 ... lt:J bd7, entonces 1 6. l"lhe l , seguido por
una jugada del alfi l rey), su mórbido apetito
no puede perj udicar aún más la situación .
16.�he1 ie4 17.ih5 lt:J xh5 18.�d8+ <.!?f7
19.'\WxhS
Con buen criterio Ni mzowich abandonó aquí,
puesto que no hay ya j ugadas razonables para
las negras (aun con 1 9 . . . <.!?g7, perderían l a
dama después d e 20.li:l xe4 fxe4 2 l .ih6+ ! ,
etc.). Esta fue, según creo, la derrota más
corta de su carrera.
PARTIDA N° 44
B l ancas : A. Alekhine
Negras : Dr. Vidmar
Gambito de Dama (D55)
Torneo de B led, Septiembre de 1 93 1
l.d4 d5 2.li:Jf3 lD f6 3.c4 c6 4.lDc3 e6
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Esto no es exacto, puesto que, en l a Defensa
Ortodoxa, la j ugada . . . c6 no siempre es úti l .
Hasta el presente (mediados de 1 939) no se ha
encontrado un procedimiento c l aro para que
l as blancas puedan obtener ventaj a después de
4 . . . dxc4.
S.igS
También 5 .e3 es considerado bueno para las
blancas .
5 ...ie7 6.e3 0-0 7.'1Wc2 lD e4 8.ixe7
¿Ha ensayado alguien, en esta posición, 8 .h4?
Esta j ugada debería ser tomada en conside­
ración .
8 Wxe7 9.id3 lD xc3
.••
Después de 9 . . . f5 1 O . li:J e5 li:l d7 1 1 .0-0, los
cambios en el centro favorecían a l as blancas,
porque tendrían en j uego una pieza menor más
que su adversario.
10.bxc3
En este caso particular, esto es preferible a 1 O.
'.Wxc3, debido a que las negras se verán obli­
gadas a perder un tiempo para la defensa de su
peón de " h " .
10 ... <.!?h8
Como quedará probado por el movtmtento
que sigue, esta defensa momentánea del peón
" h " (si 1 1 . ixh7 ?, g6), permitirá a las blancas
elaborar, desde ya, su plan de ataque. De
todos modos, I O . . . h6 era menos constructi vo.
l l .cxd5!
Esto es ajedrez lógico y psicológico. La
finalidad de este cambio es, pri mero y ante
todo, i mpedir que las negras, mediante . . . dxc4,
seguido de . . . c5 y . . . b6, obtengan la diagonal
"a8 " - " h 1 " para su alfi l . Pero indepen­
dientemente de esta consideración, las blancas
tenían derecho para suponer que después de
93
haber evitado debilitar su casilla de "g6" no
j ugando 10 . . . h6, las negras aprovecharían
ahora esa contingencia, tratando de l levar el
alfi l a " g6 " , v ía "g4" y " h5 " .
A l provocar dicha maniobra, las blancas
consideraron con razón que la apertura de
columnas en el flanco de rey, como conse­
cuencia de la captura eventual del peón de " h "
negro, sólo podía favorecer al bando mejor
desarrollado.
l l ...exdS 12.0-0 .ig4
Si 1 2 . . . lt:ld7, las blancas habrían iniciado una
acción prometedora en el centro con 1 3 .Eiae l
tt::l f6 1 4. lt:l e 5 , seguido por 1 5 .f4 etc . La j ugada
del texto es el comienzo de una aventura.
13.lbe5 ihS
14.ixh7!
La situación de este alfi l no será más peligrosa
que la de su colega negro.
14 ... g6 15.g4 .ixg4
Con esto, las negras evitan por el momento
pérdidas materiales, pero su caballo está
todavía en el pesebre y las j ugadas defensivas
de las blancas persiguen al mismo tiempo
propósitos de ataque.
16.lb xg4 W/gS 17.h3 Wxh7 1 8.f4 Wih4
t9.Wh2 lLi d7
94
¡ Por fin !
20J3ab l !
Provocando la respuesta que debilitará el peón
de "e" negro. La importancia de este detalle se
apreciará dentro de media docena de j ugadas.
20 ... b6 21.Eigl lLif6 22.lt:l e5
Amenazando a la vez 2 3 . lt:l g6, 23.lt:lc6 y
23 . lt:l f7 .
22 ... lb e4
No sólo parando las amenazas (si 23 . lt:l xc6,
.Eiac8), sino pensando en si mplificar mediante
23 . . . Wif2+.
23.Eibfl Wg7
Las posibles amenazas de las negras en la
columna " h " son insignificantes comparadas
con el ataque de las blancas a lo largo de las
columnas "f' y " g " .
25.f5 !
L a j ustificación táctica d e este enérgico
avance se funda en dos variantes: la desa­
rrollada en la partida, y otra que comienza con
25 . . . g5 . En este último caso no era mi
intención cambiar dos torres por la dama,
mediante la continuación 26.f6+ lt:l xf6
ALEXANDER ALEKHINE
2H!:xg5+ Wxg5 28J'!g l Wxg l + 29.'i!?xg l
ti:le4 (que también hubiera sido buena, aunque
no decisiva), sino sacrificar la calidad:
26.l'he4 ! dxe4 27.f6+ 'i!?h8 o 27 ... 'i!?g8
28 .'&xe4 etc . , con ventaja posicional gana­
dora. El doctor Vidmar eligió la línea de j uego
que prometía mayor resistencia.
2S Wlxe3!
•..
En conclusión, esto pierde solamente la
calidad por un peón y conduce a un difícil
final . Es fáci l darse cuenta de que, fuera de
25 . . . g5, no había otra cosa que hacer.
32 ... �xe7 33.cxd5 ltl c3 34.d6 �d7 35.�cl
iLl bS
Si 35 . . . ltl xa2, l as blancas habrían buscado el
tri unfo recurriendo a l a suti l continuación que
sigue: 36.!!c8+ 'i!?g7 37 .d5 ! (amenazando
ganar el caballo) 37 . . . a5 3 8 .!'!:c7 !!xd6 39.!'!:f4
!!f6 (si no, las blancas dispondrían de un
ataque de mate) 40.'i!?f3 ltl b4 4 l .f!xf6 mxf6
42.'i!?e4 y, a pesar de la igualdad de material,
las negras perderían porque sus dos peones del
flanco de dama perecerían a corto plazo.
36.�g5 ! ltl xd6

26.'&g2 Wid2 Si 36 ... ltl xd4, la v ictoria sería técnicamente

más fácil : 37.!'!:d5 liJ f5 3 8 .!'!:c7 ! !!xd6 (o si
Si 26 . . . g5, seguiría 27.f6+ 'i!?h7 2 8 .f!h4+ ! mg8 38 . . . f!d8, 39.d7) 39.!'!:xd6 lU xd6 40.!!xa7, etc .
29.liJ xc6 etc . , con consecuencias aún más
trágicas.

27.f6+ 'i!? gS 2S.ltl xc6

Merecida recompensa por la tan oportuna

jugada zo·.

28 . ..1�xg2+ 29. 'i!? xg2 �feS

No había otra defensa razonable contra la

amenaza de mate en dos .

30.ti:le7+ �xe7
37.�d5!
La respuesta 30 . . . 'i!?f8, habría sido victorio­
samente refutada con 3 l . lU d5 (no 3 l .f!h4?,
Ahora empieza la parte puramente técnica del
debido a 3 l . . . lU xf6), con la doble amenaza
final . Medi ante el j uego combi nado de sus dos
3U!:h4 y 32.liJc7.
torres y de su rey, las blancas tendrán que
hacer todo lo posible para "clavar" al caballo
31.fxe7 �eS hosti l .

Otra vez obligado porque 3 1 . . . liJ xc3, perdería

rápidamente después de 32.!k 1 , seguido de
33 .!k7 o, eventual mente f!c6.
32.c4!
Sin esta posibilidad que les asegura un peón
pasado, la victoria de l as blancas no sería aún
muy clara.
37 ... �f8 38.�el !
No debe permitirse a l rey negro aprox imarse
al centro antes de que todas las unidades
blancas hayan sido l levadas a las casil las en
que serán más eficientes .
3S ... �dS 39. 'i!? f3 �d7

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 95

Es evidente que el cambio de torres, después
de 39 . . . tt:l b7 , haría i mposible toda resistencia.
40.'it>f4 rJlg7 4U3e8!
Restringiendo aún más la capacidad de movi­
miento de las negras .
4I. rJlf6 42.h4 rJlg7 43.a4 rJlf6 44J3c8 !
.•
Con la intención de sustituir la clavada
vertical por una horizontal que será más
eficaz.
44... �e6 4SJ3e5+ �f6 46J3c6 :!3d8 47.a5 ! bS
Las negras tienen que perder un peón y
prefieren hacerlo de esta manera, puesto que
después de 47 . . . bxa5 48 .E!xa5 E!d7 49.E!ca6
etc . , las blancas forzarían el cambio de torres.
48J3xb5 �e6 49.:!3e5+ �f6 S0.:!3a6 :!3d7
SI.rJlg4 :!3d8 52.�f3 !
Una pequeña sutileza: e s más ventajoso para
las blancas avanzar el peón a " h 5 " cuando la
torre negra esté en "d8 " , porque podrán tomar
después el peón de "a" gracias a que tienen la
otra torre en " e5 " .
5 2 :!3d7 53. �f4 :!3d8 54.h5 gxhS SS.:!3xh5
•.•
:!3d7 56.:!3eS :!3d8 57.:!3xa7
Las blancas toman ahora este peón sin
permitir la respuesta . . . tt:l f5 , que hubiera sido
posible antes de cambiar el peón de " g " .
5 7. . .tt:l c4 58.:!3a6+ rJlg7 59.:!3g5+ rJlrs 60.rJle4
El resto es cosa fác i l .
6 0. . . rJle7 6 1 .:!3c5 tt:l d6+ 62.rJld3 rJl e 6 63.:!3cc6
rJldS 64.:!3xd6+ :!3xd6 65.:!3xd6+ rJlxd6 66.a6
Las negras abandonaron .
96
Apéndice a la Partida
A . Alekhine - Dr.Vidmar (N° 44)
Dos Torres contra Torre y Caballo
Los finales de dos torres contra torre y caballo
son relativamente poco frecuentes y los libros
consagrados a esa parte del j uego, aun los más
recientes, como la última edición del exce­
lente trabajo de E. Rabinovich, no dan ejem­
plos ilustrativos . El bando que posee más
fuerza material debe ganar en la mayoría de
los casos, aunque no sin tener que sortear
serias dificultades técnicas.
Según la opinión general , logré encontrar,
contra Vidmar, el método ganador más corto e
instructivo, y debo gran parte de ese éxito a
una lección práctica recibida al principio de
mi carrera (en San Petersburgo, 1 9 1 4) del
gran artista de finales, Dr. Lasker. Esa lección
me costó un punto, ¡ porque quiso el destino
que yo fuera el hombre del caballo ! El doctor
Lasker demostró, ante la sorpresa general, que
un peón por bando (y no pasado), el que posee
la mayor fuerza, puede obligar al cambio de
torres y decidir la partida a su favor.
Hasta la partida con el Dr. Vidmar había
ten ido la oportunidad de j ugar dos veces
finales de este tipo y en ambos el procedi­
miento ganador tuvo las mismas caracterís­
ticas :
1 ) anulación del caballo mediante una acción
constrictiva y, eventual mente, "clavándolo".
2) socavar poco a poco los puntos fuertes que,
en general , se hallan en el centro .
3) amenazar el cambio de torres, que siempre
implica un paso adelante, especialmente si el
bando del caballo no tiene peones pasados.
Otras tácticas, como la centralización del rey,
la liberación de peones, etc . , son semejantes a
las que rigen en todos los tipos de finales.
No he comentado íntegramente en esta
colección las dos partidas que si guen porque,
aunque son interesantes , no las coloco entre
mis mejores producciones.
La mala estrella de Kashdan lo llevó a repetir,
hasta la j ugada 1 5 , una variante ignorada por
él, pero conocida desde el Torneo de
Carlsbad, 1 929, como fatal para las negras ; en
cuanto a la partida con el Dr. Bernstein, en
ALEXANDER ALEKHINE
lugar de conformarme con la calidad, pude
ganar una pieza l i mpia y obtener su abandono
inmediato. Sin embargo, creo que esos dos
finales, unidos al anterior, pueden ser útiles
para el estudioso.
En la partida Alekhine - Kashdan, Pasadena,
1932, el final característico comenzó después
de las j ugadas que siguen : l .d4 ltl f6 2.e4 e6
Hk3 dS 4.�g5 ltl bd7 5.exd5 exd5 6.e3 e6
7.id3 1l.e7 S.Wfe2 0-0 9.ltl ge2 �eS 10.0-0-0
lll e4! (el mismo error fue cometido por
Spielmann contra Nimzowich, en Kissingen,
1928, y por sir G . Thomas contra Spielmann,
en Carlsbad, 1 929) 1 1.1l.xe4 dxe4 12.h4! fS
13.�b3+ c.t>hS 14.ltlf4 ltl f6 1 5.h5 h6 16.Wff7 !
lll g8 17.ltl g6+ c.t>h7 1S.ltl xe7 �xe7 (forzado)
19.ixe7 Wfxe7 20.Wfxe7 ltl xe7 21.d5! �d7
22.dxe6 11.xe6 23.�d6 �eS 24.�hd l ltl gS
25.�dS �e7 26.�f8 ltlf6 27.�ddS ltl xh5
28.�xf5 ltl f6 29.c.t>d2 c.t>g6 30.�e5 �f7
31.�d6 <;!;>b7 32.�f5 c.t>g6 33.�a5 a6 34.ltld5
ixd5 35.�axd5 c.t>h7
Alcanzándose la siguiente posición .
36.�f5
La combinación de las "clavadas " vertical y
horizontal es semej ante a lo sucedido en la
partida con Vidmar.
Con el fin de refutar la j ugada 38 . . . ltl g4, con
39.f3 . Si las negras se mantuvieran pasivas,
las blancas avan zarían su peón hasta "b6 " ,
· MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
después del cambio en " b5 " , y seguirían con
�c7 .
38 ... g5 39.b4 c.t>g7 40.a4 ltl g4
La única tentativa posible.
41.f3 exf3+ 42.gxf3 ltl h2 43.f4 ! gxf4 44.exf4
ltl g4
¡ El cuento de siempre ! 44 . . . �xf4 sería fatal ,
puesto q u e 45.�c7+ etc . , obligaría al cambio
de torres.
4S.<;!;>f3 ltl f6 46.b5 ltl d7 47.�ed5 ltl f6 4S.�f5 !
Otra vez l a "clavada" como medio d e ganar u n
importan te tiempo.
4S ... c.t>g6 49.�e5 axbS 50.�xb5
Más eficiente que 50.axb5 .
50 ... �e7 5 l .�bb6 �f7 52.a5 c.t>g7 53.�b5 �e7
54.�db6 �e3+ 55.c.t>e2 �e4 56.�xb7+ c.t>g6
57.f5+ <;!;>gs 5S.a6 �a4 59.a7 ltl e4 60.c.t>e3!
Las negras abandonaron.
Si ahora 60 ... tLl d6, entonces 6 l .f6+ ! tLl xb5
62.f7, etc.
Contra el Dr. B ernstein la tarea fue dificultosa
porque su caballo era muy fuerte por estar
ubicado en "d5 " , apoyado por un peón . Las
j ugadas anteriores al final que estamos
tratando fueron : B lancas : A. Alekhine - Dr. O.
Bernstein, Zurich 1 934.
l .d4 dS 2.e4 e6 3.ltle3 ltl f6 4.1l.g5 1l.e7 5.e3
h6 6.1l.f4 e6 7.ltlf3 ltl bd7 S.exd5 ltl xd5 9.�g3
Wfas 10.Wfb3 0-0 1 1 .1l.e2 ltl 7f6 l2.ltld2! eS
13.ltl e4 WfdS 14.dxe5 �xeS l 5.1l.f3 ! b6 16.0-
0 Wfe7 l7.ltl b5 a6 lS.ltl bd6 id7 l9.e4! bS
20.exd5 bxe4 2l.ltl xe4 ltl xdS 22.�fel WfdS
23.�ad l WfeS 24.�cl ! �a7? (una equivo­
cación en una posición muy comprometida)
25.ltld6 Wfe6 26.ltl e4 �b7 27.�xe5? (en l ugar
de 27 .'1Wd 1 ! �b5 2 8 . b4 etc . , con lo cual habría
ganado in mediatamente) 27 ... �xb3 2S.�xe6
97
gxf3 29.gd6 gxg3 30.hxg3 .ibS 3 t.< !D cS gcs Impidiendo también 42 . . . lLl g4+.
32.gcl gs 33.lLl b3 gbs 34.lLld4 mg7
3S.lLl xbS axbS 42 hs 43.f3 mrs
..•

Este avance del rey no tiene ahora mucha

importancia, porque su colega blanco está
también en el centro.

44.'kt>d3 lLldS 4S.ga7 f6 46.ge4

Haciéndole lugar al rey .

46 ... gb6 47.g4+!

Comienza la parte decisiva de este final. Para

poder actuar l ibremente en el flanco dama, las
blancas deben eli minar todo peligro en la otra
La pri mera medida de las blancas es impedir ala y la j ugada del texto l leva a este propósito,
al rey negro aproxi marse al centro, lo que puesto que pone fin a la posible amenaza de
ejecutan con el movimiento . . . las negras . . . h4 y sí gxh4, entonces . . . gxh4,
seguido de . . . lt:J f4 etc.
36.gcs !
47 ... 'kt>g6 48.gxh5+ 'kt>xhS 49.g3 mg6 SO.'kt>c4
Que, por el momento, inmovil iza también a la fS
torre negra. Pero después de la respuesta . . .
Algo hay que hacer contra la amenaza
36 b4•.•
s t .mcs .

Las blancas deben parar la amenaza 37 . . . Eí:a8. st .ge2 'kt>r6 s2.mcs

37J�a6 Pensando en continuar con Eí:d7 y Eí:d6 etc.

Y ahora todo está l isto para la central ización 52 gb8 53.ga6 ges 54.gd6!
•.•

del rey, lo cual permitirá explotar la ventaj a en

el flanco dama. Amenazando 55 .Eí:exe6+ Eí:xe6 56.�xd5 etc.,
y obligando, por fin , al caballo a abandonar la
37 lLl f6
.•.
casilla central.

Tratando de desviar el curso normal de los

54... f4 SS.gxf4 lLl xf4 56.ged2
acontecimientos mediante amenazas tácticas.

38.mfl lLl e4 39J��c7 m g6 40.me2 gbs Forzando el cambio de torres o la ganancia del
peón " b " .
4t.me3

Esto desbarata el contraataque iniciado por las 56 gas 57.b3 m e s ss.gds ga7 59.'kt>xb4
•..

negras con la j ugada 37. Ahora, a 4 l . . . Eí:e5?, lLl dS+ 60.mcs gc7+ 6t .mbs gc3 62.ge2+
seguiría 42.f4 etc . 'kt>r4 63.gf8+ 'kt>g3 64.ges !

41...lLlf6 42.gc4 ¡ Pero no 64.gxe6? porque con la respuesta

98 ALEXANDER ALEKHINE
64 . . . lLJ c7+, las negras tomarían dos torres por
una !
64 .. .lDf4 65.:Sxg5+ <.t>xf3 66.:Se5
67.:Sxf4+!
Las negras abandonaron .
Creo que estos tres ejemplos, tomados en
conjunto, representan una contribución bas­
tante importante para el capítulo "Dos Torres
contra Torre y Caballo (con peones) " .
PARTIDA N° 45
B lancas : V. Pire
Negras : A . Alekhine
Defensa Tarrasch (D32)
Torneo de B led, Agosto de 1 93 1
l.d4 d5 2.c4 e6 3.lt:lc3 eS 4.cxd5 cxd4
Este interesante ofrecimiento de un peón (en
lugar de la j ugada habitual 4 . . . exd5 ), ha sido
analizado por varios aficionados alemanes y,
si no me equivoco, fue introducido en la
práctica internacional por el Doctor Xavier.
Tartakower.
Los análisis subsiguientes han demostrado que
las negras, a pesar de la superioridad de su
desarrollo, no pueden i mpedir que el adver­
sario, mediante una defensa adecuada, salga
de la apertura con un peón más y una posición
segura.
s.Wfa4+
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Mejor que 5 .\Mfxd4 lt:lc6.
5 .id7
•.•
:Se3
5 . . . \Mfd7, sería un error a causa de 6 . lLJ b5 ! , con
ventaja.
6.1Mfxd4 exd5 7.\MfxdS lt:l c6
Las negras podían j ugar asimismo 7 . . . lLJ f6,
después de lo cual 8 .'<Mfxb7 lt:lc6, etc . hubiera
sido demasiado peligroso para las blancas,
pero 8 .\Mfd 1 , seguido de 9.e3, conduciría a las
mismas variantes que pudieron resultar de la
j ugada del texto.
8.ig5
En vista de su desarrollo atrasado, las blancas
habrían procedido mej or empleando este alfil
con propósitos defensivos en el flanco de
dama, reemplazando esta j ugada por 8 .e3 (si
8 . . . lLJ f6, 9.\Mfd l ). Sin embargo, el movimiento
del texto no puede ser considerado como un
verdadero error. *
8 ... lt:lf6 9.\Mfd2 h6
Esta innocua tentativa de crear nuevas
amenazas (en caso de producirse la respuesta
natural I O . .ih4) mediante . . . .ib4, seguido de
. . . g5 y . . . lt:J e4, tendrá consecuencias tan
inesperadas como entretenidas.
IO ..ixf6
Es cierto que esto da a las negras más
probabilidades de ataque que la citada reti­
rada, pero no sería tan malo si las blancas
hubieran sacado todo el provecho posible de
la casi l l a "d5 " , cuyo control obtienen con este
cambio.
10 . .\Mfxf6 l l .e3 0-0-0 12.0-0-0?
.
• La l ínea 8.e3 iü f6 9.Wid l ! �c5 IO.iüf3 Wle7 l l .�e2 l:k8
1 2.0-0 g5 1 3 .iü d4 ! , es la única, en la actualidad, que da
ventaj a al blanco según la teoría.
99
Error decisivo, que permite a las negras
recuperar el peón del gambito, manten iendo
siempre su presión . Era necesario l 2 . tLl d5 ! , y
si l 2 . . . �g6 (lo mej or), entonces l 3 . tLl e2,
seguido por l 4 . tLl ef4 o l 4 . tLl ec3, con posibi­
l idades defensivas. Las negras tienen ahora la
oportunidad de establecer un ataque contra el
rey, dentro del " buen estilo de otros tiempos " .
12 ...�g4 13.tLldS
¡ Demasiado tarde !
13 �xdS! 14.�xdS
..•
14 ...�a3 !
Después de l 4 . . . ixd l l 5 .�xd l �xf2
1 6.�g4+ f5 l 7 .�e2 �xe2 seguido por ic5 , es
probable que las negras ganasen l uego de un
largo final. La j ugada elegida muestra la
decisión, plenamente j ustificada por las cir­
cunstancias, de encontrar una solución gana­
dora en el medio j uego.
1S.�b3
No hay nada mej or. Por ejemplo:
a) a l 5 .bxa3 , entonces l5 . . . �c3+ 1 6.\t>b l �d8
l 7 .�xd8+* tLl xd 8 , con l a doble amenaza
• Las blancas tienen defensa con 1 7 .�e2 ! , y a 17 .. .l:!xd5,
1 8 .�xg4+ f5 1 9.l:!xd5 fxg4 20.1Zle2 Wlc4 2 I .l:!d2 We4+
22.'t!lc l Wlxg2 23. /t:lgJ, con buenas posibilidades defen­
sivas, aunque el negro está un poco mejor con 23 . . . h 5 .
Jugando 1 5 . . . l:! d 8 o 1 5 . . . Wa l +, las negras tendrían gran
ventaja.
l OO
l 8 . . . ixd l y l 8 . . . if5+.
b) a l 5 .�d2, vendría l5 ... ixb2+ l 6 .�xb2
�c3+ l 7 .<;t>b l (o l 7 .�c2 �a l +, seguido de
l 8 . . . �d8) l 7 . . . �e l + l 8 .'ít>c2 �d8 y ganan .
1S .ixd 1 16.�xa3 'ff xf2 17.'f!d3 �g4!
•..
l 7 . . . �d8, no convenía ahora por l 8 . tLl h 3 ! �f6
l 9 .�c3 etc . , con posibil idades de salvación.
18.tLlf3 .ixf3
Tampoco aquí hubiera sido oportuno l 8 . . . �d8,
debido a l 9 .�e2, etc.
19.�fS+ <;t>bs 20.'ff xf3 'fiel+ 21.<;t>e2
Aunque entregaran el peón, la agonía no
duraría mucho, por ejemplo: 2 l .�d l �xe3+
22.�d2 �e6 ! 23.\t>b l É1d8 24.�f4+ 'ít>a8 etc.,
con unas cuantas amenazas i mplacables.
21...�e8 22.'ff g3+ liJ eS+! 23.'ít>b3 'ffd l+
24.<;t>a3 �eS
Las blancas abandonaron.
Ahora ya no puede evi tarse una muerte rápida.
Por ejemplo:
a) 25. b4 É1c3+ 26. 'ít>b2 'fie l , mate.
b) 25.b3 É1a5+ 26.'ít>b4 �d2, mate.
e) 25.<;t>b4 'ffd 2+ ! 26. 'ít>xc5 b6+ 27.'ít>b5 Wa5 ,
mate.
PARTIDA No 46
B l ancas: A . Alekhine
Negras : S . Flohr
Gambito de Dama Aceptado (D28)
Torneo de B led, Agosto de 1 93 1
l .d4 dS 2.e4 dxe4 3.ltlf3 ltl f6 4.e3 e6 S.ixe4
eS 6.0-0 ltl e6 7.'ffe 2 a6 S.�d l
Es por demás curioso que esta j ugada, que no
contiene ninguna amenaza real y que en este
momento es inexacta, por no decir más, fuera
adoptada unáni memente en la época en la que
se j ugó esta partida.
ALEXANDER ALEKHINE
Después de que Euwe me ganó en la 5" partida 15 ... �b7 1 6.l3:ac l Wlb8.
de nuestro match del año 1 937 y de mi triunfo
sobre Book, en Margate, 1 93 8 , es probable 16.lihe5 tt'l xeS 17J:�acl 'fJb8
que la "teoría" reconozca la j ugada de desa­
rrollo 8 . tt'l c3 ! como la mej or.

S ... bS 9.dxc5

La refutación posicional 9.d5 ! ?, consiste en

9 ... exd5 1 0 .�xd5 tt'l xd5 1 l .e4 Wfe7 1 2 .Éhd5
�e6 etc., con ventaja.

9...Vlfc7 10.�d3 �xcS l l .a4

Esperando poder desorganizar la posición de

las negras en el flanco de dama y lográndolo,
gracias a la réplica inferior que siguió.
18.ic5 !
ll . . b4?
.

De aquí en adelante, cada cambio facilitaría la

Después de esto, cierto número de casil l as de
este sector quedarán insuficientemente defen­
didas y, lo que es peor, las negras no pueden
abrigar esperanzas de contraataque porque la
posición de las blancas no ofrece puntos
débiles.
La respuesta exacta era 1 l . . . bxa4 ! , y en tal
caso la situación habría sido muy diferente,
porque las negras dispondrían de un contra­
ataque sobre el peón de "b" , que compensaría
la debilidad de su peón de " a " .
12.lÜbd2 0-0
explotación de la debilidad orgánica de los
peones provocada por la j ugada 1 1 de las
a
negras.
18 ...ixc5 19.lüxc5 Wlb6 20.Wfh5 ! lüd7
Como el caballo era l a única pieza activa de
las negras, habría sido prudente no cambiarlo
de lugar sin necesidad . Mediante 20 .. .f6,
pudieron ofrecer cierta resistencia, aunque la
ventaj a de las blancas, después de 2 1 . �fl
l3:d8 22.l3:d4 ! , seguido de 23 .Wfd l etc.,
continuaría siendo considerable.

12 ... tt'la5, como j ugó Flohr en su match contra 21 .�e2 g6

el Dr. Euwe, en 1 932, era algo mej or, aunque
no enteramente satisfactorio.
13.lüb3 �e7 14.e4 ctJd7
La posibilidad de 1 5 .e5, combinada con Wle4,
era sin duda poco agradable.
15.�e3 ctJdeS
Con el fin de preparar un refugio para el rey
sin pérdidas de tiempo; pero, como quedará
demostrado más adelante, esta j ugada debilita
el flanco del rey, sobre todo porque las
blancas no tienen apuro alguno en cambiar da­
mas.
Las negras debieron tomar el caballo inmedia­
tamente.

El cambio de caballos proyectado no ayuda a 22.Vlfg5 tt'l xcS 23J3xc5 aS

resolver el problema de la coordinación de las
torres negras . Por esa razón era preferible Una de las amenazas posicionales de las

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 101

blancas era también 24.a5 .
24.h4
El castigo por haber j ugado 2 l . . . g6.
24 ...�a6 25.if3!
Aquí, el alfil de las blancas es más fuerte que
el de las negras. Las blancas amenazan ahora
diferentes puntos y varias cosas a la vez como
26.h5, 26.É!xa5 , o 26.É!d7 etc.
25 f6 26.\1;'e3
.•.
Y ahora empiezan a especular sobre la falta de
protección de la dama enemiga.
26 ...É!ad8 27 .É!xd8 É!xd8
Si 27 . . .\1;'xd8 , seguiría 28 .e5 f5 29.É!c6 �c8
30.1l*'c5 etc., con posición ganadora.
28.e5 !
Amenazando, ya sea la ganancia de un peón
con una posición abrumadora, después de
28 . . . fxe5 29. Wxe5 (incluso tal vez 29.h5 ! , sea
aún más fuerte), o la catástrofe que ocurrió en
realidad.
La j ugada 28. É!c8 , no convenía por 28 . . . 1l*'d6.
28 ...f5 29.É!c8!
Las negras abandonaron .
Por lo menos se gana una torre.
1 02
PARTIDA N° 47
B l ancas : G. Stoltz
Negras: A. Alekhine
Apertura Española (C7 1 )
Torneo de B led, Septiembre de 1 93 1
l.e4 eS 2.lüf3 lüc6 3.�b5 a6 4 ..ia4 d6 5.d4
bS 6 ..ib3 lüxd4 7.lüxd4 exd4 8.�d5
Si la inusitada quinta j ugada de las blancas
tiene alguna finalidad, no puede ser otra que la
entrega de un peón, mediante 8 .c3, cuya
aceptación acarrearía a las negras algunas
dificultades en su desarrollo. A la inversa, el
movimiento del alfil del texto, relacionado
con el cambio subsiguiente, deja a las negras
con ventaj a de espacio.
8 É!b8 9.�c6+
•.•
Es evidente que las blancas tienen prisa por
simplificar las cosas . Si les dijeron que esa era
la mejor manera de conseguir un empate, no
hay duda de que fueron mal informadas.
9 �d7
..• 10.�xd7+ \1;'xd7 1 1 .\1;'xd4 lüf6
12.lüc3
1 2.1l*'a7 no conduce a nada después de
1 2 . . . 1l*'c8 .
12. . .�e7 13.0-0 0-0 14.�d2
El alfil no dispone de buenas casillas para su
desarrollo. En una partida de entrenamiento,
con reloj , j ugada en París en 1 93 8 , el doctor
Bernstein ensayó contra mí 1 4.�g5, pero
después de 14 . . . b4 1 5 .lüd5 ( l 5 .lüe2 pierde un
peón por 1 5 . . . tLlxe4) 1 5 . . . tLlxd5 , tuvo que
abandonar porque a 1 6.1l*'xd5 , habría seguido
1 6 . . . É!b5 .
14 ...É!fe8 15.\1;'d3 b4 16.lüe2
Inconsecuente, porque aquí había más moti­
vos que antes para proseguir con la política
del cambio. Después de 1 6.tLld5 tLlxd5
1 7 .1l*'xd5 (o 1 7 .exd5) 1 7 . . . 1l*'b5 etc., las negras
ALEXANDER ALEKHINE
quedarían con un final un tanto más
confortable pero, no obstante, las blancas,
jugando bien, podrían haber llegado a un
empate. Después de la j ugada del texto la
tarea de las blancas se hará mucho más com­
plicada.
16.. .'1Wc6 17.f3
En caso de 1 7.lt::l g 3, la respuesta 17 ...lt::lg 4,
seguida por ...lt::le 5 o ...�f6, habría sido fuerte.
Sin embargo, el avance del peón a f3
debilita las casillas negras (especialmente
"e3") y ofrece un objetivo concreto a la
iniciativa de las negras.
17 d5! 18.exd5
...
De otro modo habrían perdido este peón sin
compensación práctica alguna.
18 ttlxd5 19J�ael �f6 20.c4
..•
Aunque algo preferible, tampoco 20.c3 sería
suficiente por 20...Wfc5+ 2 l .lt::ld 4 Eled8 etc.,
con ventaj a.
20 ..Wlc5+ 21.Elf2 lt::l e3 22.b3 Elbd8 23.�xe3
.
l'!xe3 24.Wf c2
Como es fáci l ver, las 3 o 4 últi mas j ugadas
han sido prácticamente forzadas. Las negras,
no sólo han obtenido el control absol uto del
tablero, sino que están en condiciones de
conseguir una ventaj a material. Sin embargo,
la última parte de la lucha no dej a de tener
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
cierto interés.
24 ih4! 25.g3 Elxf3 26.Elefl �g5 27.<;!?g2
.•.
Elxf2+ 28.Elxf2 Wc6+ 29.<;!?h3
Obligado por las amenazas 29...Eld2 como
29...�e3.
29 ...�e3 30.Elfl
" "
30 ...Eld5 !
3 0...Eld6 ( o 30...Eld2) n o era todavía decisivo
debido a 3 1 .Wff5 , con contraataque, pero
después de la j ugada del texto la cooperación
de la torre dejará a las blancas sin defensa.
31.ttlf4 Wd7+ 32.g4 Eld4 33.Wg2
Todavía logran encontrar j ugadas defensivas,
pero es obvio que eso no puede durar mucho.
33 ... c6 34.ttlh5 .ig5!
Después de esto no queda remedio contra
35 ... g6, etc.
35.Wfe2 g6 36.ltl g3 h5 37.ltle4 Wxg4+!
Aparentando permitir a l as blancas llegar a un
final de torres con un solo peón menos, pero
en realidad, las negras serán las únicas en
conservar una torre.
38.Wlxg4 hxg4+ 39.<;!?xg4 Elxe4+ 40.i>xg5
i>g7
1 03
Las blancas abandonaron .
La próxima j ugada de las negras sería
4 l . . .f6+ ! , seguido por 42 .. J�le5+, ganando la
torre.
PARTIDA N° 48
B lancas : A . Alekhine
Negras : G. Maroczy
Gambito de Dama (D66)
Torneo de B led, Septiembre de 1 93 1
l.d4 dS 2.c!Df3 c!Df6 3.c4 e6 4 ..ig5 c!Dbd7 S.e3
h6 6 ..ih4 .ie7 7.c!Dc3 0-0 8J�cl c6 9 .id3 a6
•
La continuación acostumbrada, que las negras
no tienen por qué temer, es 9 . . . dxc4 10 . .ixc4
b5 1 I ..id3 a6 1 2 .a4 (si 1 2 .e4? tt:lxe4, con
ventaja, Euwe - Alekhine, 28• partida, 1 935),
entonces si mplemente 1 2 . . . bxa4.
10.0-0 dxc4 ll ..ixc4 eS
Es bastante peligroso demorar el desarrollo
del flanco de dama.
En cambio, 1 1 ... b5, seguido de ... .ib7 y ... c5,
era todavía una buena alternativa.
12.a4!
Esta j ugada, relacionada con el aislamiento
consecutivo del peón central, confiere carácter
a la partida. Después de 1 2 . .id3 o de 1 2.'<Mle2
b5 etc . , el j uego se habría mantenido dentro de
las l íneas convencionales, terminando proba­
blemente en un e mpate.
l04
12 ...Was
De aquí en adelante, Maroczy practica un
ajedrez muy emprendedor, combinando las
j ugadas defensivas con algunos contraataques
en los cuales explota la debilidad de las
blancas en "a4" y "d4 " .
13.We2 cxd4!
En el momento preciso, porque 1 4.tt:lxd4 tt:le5
1 5 ..ib3 tt:lb6 1 6 . .ig3 e5 etc., redundaría en
favor de las negras.
14.exd4 c!Db6 1S ..id3 !
Dej ando el peón de "a" librado a su destino.
Es cierto que por el momento no puede ser
tomado por 1 6 .tt:le4 ! , con fuerte ataque, pero
queda débil casi hasta el dramático final .
1S ....id7 16.c!De5
Amenazando 1 7 . .ixf6, seguido de 1 8 .We4 etc.
16 .. J:Ud8 17.f4
Al j ugar 1 2.a4, las blancas ya habían resuelto
conducir la partida en vigoroso esti lo. Aunque
el resultado j ustifica esta táctica, no estoy
convencido de que fuera el medio más lógico
para sacar partido de la indiscutible ventaja de
espacio. Aquí por ejemplo, la sencilla j ugada
1 7 .Wf3 debió ser considerada seriamente,
porque 17 . . . tt:lxa4, habría sido contestada con
1 8 .tt:le4 ! con ventaja, y 1 7 . . . .ixa4, sería evi­
dentemente poco satisfactoria debido a
1 8 .Wxb7, mientras que después de 1 7 . . . .ic6,
seguiría 1 8 .tt:lxc6 bxc6 1 9 .:9:fd l etc., y la debi­
lidad de los peones negros los haría tan
vulnerables como la de los blancos.
17 ....ie8 18.c!Dg4
Consecuencia lógica de la anterior.
Las blancas entregan el peón de "d" porque su
defensa, mediante 1 8 .:9:fd 1 o 1 8 . .ic2, permi­
tiría a las negras parar las importantes amena-
ALEXANDER ALEKHINE
zas respondiendo 1 8 . . . 4Jbd5 o 1 8 . . . 4Jfd5 . Pero la réplica que sigue, que no era nada fácil
de encontrar, vuelve a cambiar l a situación .

Por otra parte, l as negras no tienen nada mejor

que aceptar el ofrecimiento porque después de
cualquier otra j ugada, el ataque de las blancas
seguiría siendo igualmente fuerte y no habrían
sufrido pérdida de material .

19.ixf6 ixf6 20.lD xf6+ gxf6 21.c!Lle4

Ahora, la posición del rey de las negras está

seriamente comprometida, sobre todo porque
no pueden defender bien la casilla "f6" (ya
que si 2 l . . .tLld7, seguiría 22.f5 ! , con fuerte
ataque). 25.b4 ! !

21..J::!ad8? Solución sorpresiva del problema d e ataque

Pero pudieron , y debieron , salvar el peón de
"f6" jugando 2 l . . .f5 , a lo que las blancas
habrían respondido 22.tLlf6+ <j¡fg 23.b3 ! (si
22 .. Wg7, 23 tLlh5+, seguido de 24.b3), para
.
tratar l uego de explotar la debilidad de las
casillas negras del adversario, aunque con
resultados inciertos.
cuya idea básica es la siguiente: en caso de
25 . . . �xb4 las blancas lograrán j ugar 26.'1Wh5 ! ,
sin permitir la fuerte respuesta 26 . . . '1Wd2 ! ,
mientras que s i 2 5 . . . '1Wxb4 (como e n la
partida), podrán introducir su dama en la posi­
ción negra por vía "e5 " .
25 Wfxb4
•••

El contraataque iniciado por la j ugada del

texto será refutado, especial mente porque las
blancas lograrán defender su alfil indirecta­
mente y sin pérdida de tiempo.
22.c!Zlxf6+ wrs 23.lD h7+
Es posible que Maroczy no haya valorado
bien este j aque. Si ahora 23 . . . <j¡g8, vendría
24.Wg4+ <j¡h8 25 .'1Wh4 ! �xd3 26.'1Wxh6, y
ganan .
Después de 25 . . . �xb4, hubiera podido produ­
cirse una terminación interesante siguiendo
26.Wfh5 ! e5 ! 27.f6+ <j¡d8 28 .'1Wxh6 ! �xd3
29.Wff8 �d7 30.�c5 Wfxa4 3 1 .�xe5 , y ganan .
26.Wfe5 !
Amenazando 27.'1Wf6+ Wd7 28 .tLlf8 mate.
26 ... c!Lld7

23 ... We7 24.f5 ! Protegiendo ambas casillas críticas y, aparen­

temente, ganando el alfi l .
La primera defensa indirecta: si 24 . . . �xd3 ?,
entonces 25.f6+, seguido de 26.'1Wxd3+, etc.

24.. J�8d6
Después de eso parecería que todo va a
reintegrarse a la normalidad porque el rey ha
conseguido una cómoda escapatoria en "d8 " .
E s cl aramente mejor 2 7 . . . l'lc6, obstruyendo a la torre
blanca de su excelente ubicación en la colu mna abierta.
Podría seguir con 28.l'lxc6 bxc6 29.fxe6 fxe6 30.ii:lf6
ii:lxf6 3 l .�xf6+ 'it>d7 3 2.�g7+ 'it>d8 3 3 .l'lb l y aunque el
blanco está mejor, aún hay defensa.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 05

Con esto las negras pierden la partida una
j ugada antes de lo que debieran . Su mejor
respuesta, 27 . . . Wlb6, habría obligado a las
blancas a descubrir el último punto de la
combinación iniciada en su j ugada 25, que es:
28.a5 ! ( ¡ el triunfo del peón desdeñado !),
28 . . . Wfxa5 29Jk8 y ganan, o 28 ... Wfa7 29.f6+
etc., como aconteció en la partida.
28.f6+!
Las negras abandonaron.
Si 28 ... lt:Jxf6, seguiría 29.Wfxf6+ y 30.lLlf8++
y si 28 . . . 'it>d8, entonces 29.Wfxe8+ ! y 30.l'l:c8
mate.
PARTIDA No 49
B l ancas: A. Alekhine
Negras: W. Winter
Defensa Caro Kann (B 1 3)
Torneo de Londres, Febrero de 1 932
l .e4 c6 2.d4 dS 3 .exd5 cxdS 4.c4
Uno de los mej ores modos de enfrentar la
Defensa Caro Kann. En la actualidad está un
poco fuera de moda, pero en mi opinión, sin
mayor causa y sólo momentáneamente.
Si 6.�g5 (jugada de Botvinnik), entonces
6 . . . e6 7 .lt:Jf3 �e7 etc., con una partida algo
trabada, pero que permite una sólida defensa.
6 ...�g4 7.cxd5 lt:Jxd5 8 .-ibS W!aS
Jugada introducida por mí en una partida
contra Nimzowich (B led 1 93 1 ), en la cual mi
adversario, después de 9.Wfb3 ! �xf3 1 0.gxf3
lt:Jxc3 , cometió el error de seguir 1 1 .�xc6+
bxc6 1 2.Wlb7 ?, y después de 1 2 . . . lt:Jd5+
1 3 .�d2 Wfb6 ! 1 4 .Wlxa8+ 'it>d7 1 5 .0-0 lt:Jc7 , se
vio obligado a entregar una pieza con 1 6.�a5 ,
lo que hizo inútil toda resistencia ulterior. Sin
embargo, la j ugada de la dama, como lo
demuestra esta partida, es demasiado arries­
gada. La l ínea de j uego es 8 . . . l'l:c8 9.h3 �xf3
1 06
1 0.Wfxf3 e6.
9.�b3 ! ixf3 10.gxf3 lt:Jxc3 l l .bxc3 e6
Es verdad que las negras han conseguido una
mej or posición de peones, pero, como lo
demostrará el eficiente sacrificio que sigue, la
posición de su rey está lej os de ser segura. La
continuación de l a partida es sumamente
instructiva, porque el ataque de las blancas
requería un cálculo muy exacto para verse
coronado por el éxito.
12.d5!
Es indispensable sacrificar el peón enseguida,
porque después de 1 2 .0-0 l'l:d8, las negras
obtendrían una posición satisfactoria.
12 ...exd5 * 13 .0-0 0-0-0
No había otra j ugada. Después de 1 3 . . . �e7
1 4.l'l:e 1 , la clavada en la columna rey sería
fatal.
14.�xc6 bxc6 15J3bl �c7
Si 1 5 . . . 'it>d7, seguiría 1 6.c4 ! , con un ataque
formidable.
La entrega de peón es buena, pero el negro puede
responder mejor j ugando 12 ... a6, que obl iga al blanco a
tomar una decisión. Si 1 3 .dxc6 (a 1 3.�xc6+, podría
seguir 1 3 . . . bxc6 1 4.dxe6 \We5+ 1 5 .�e3 fxe6 con igualdad.
Y a 1 3 .�d3, li:l d4 !, ganando), 1 3 ... axb5 1 4.cxb7 �b8
IS.�b l �xb7 1 6. a4 b4 1 7 .�d2 \We5+ 1 8.Wfl \Wd6 !, con
igualdad, Keene,R- Rath, U Aarhus 1 976.
ALEXANDER ALEKHINE
16.Wfa4 ¡::gd 7 17.�d2! Esta es la j ugada ganadora, porque las negras
no tienen tiempo de j ugar 24 . . . Eí:e8, por
Jugada difícil de encontrar, mucho más eficaz 25.Eí:a4, etc.
que 1 7 .�f4 o 1 7 .�e3 . A pesar de su cuidadosa
defensa, las negras no podrán impedir la
demolición progresiva de la resistencia de su
rey. Si 25 . . . Eí:e7 26.Eí:d l , con ataque ganador.

17 ...�c5 18.c4 'iiid 8

Otra vez lo mejor, porque 1 8 ... �b6, fal laría Es evidente que las negras no pueden defender
por 1 9.c5 ! �xc5 20.'1Mra6+ md8 2 l .�a5 �b6 ambos peones.
22.¡::g x b6, etc .

19 ..ia5 �b6 20.�xb6 axb6 2 1 .Wfa8+!

Obligado. S i 29 . . . '1Mrxc6, seguiría 30.'1Mrb8+,
Los objetivos de esta profunda maniobra de la etc .
dama son los siguientes: Si las blancas hubie­
ran j ugado enseguida 2 1 .cxd5, las negras
podrían responder 2 1 . . .¡::gx d5 22.Eí:fd 1 me7 !
23.¡::g x d5 cxd5 24.Eí:e 1 + <j;lf6 25 .'1Mrh4+ <j;lg6, y Iniciando el ataque final .
las blancas no tendrían otra cosa que jaque
perpetuo. Es por eso que deben impedir la 31...Wff6 32.Wfb8+ <j;ld7 33.f4 ¡::g g6
fuga del rey por "e7". En algunas variantes
importantes será necesario ubicar una torre Yo esperaba aquí 33 . . . Eí:h5, para seguir con
blanca en "a4" y previendo el caso, la dama 34.'1Mre8+ �d6 3 5 . Eí:c l ! Eí: xh2+ 36.�g 1 ! ,
deja libre la casilla nombrada. forzando la victoria.

21...Wfc8 22.Wfa3 Wfb8 23.cxd5 cxdS 34.Wfe8+ �c7 35,¡::g c l+ �b6 36,¡::g b l+ 'iiics
37.Wfb5+
Después de 23 . . . Eí:xd5 24.Eí:fd 1 Eí:e8 25 .Eí:xd5+
cxd5 26.Eí:d 1 '1Mre5 (o 26 . . . Eí:e5) 27.f4, las Las negras abandonaron .
negras no tendrían defensa posible.

PARTIDA W 50
Blancas : Y . Menchik
Negras : A . Alekhine
Defensa India de Dama (E 1 4)
Torneo de Londres, Febrero de 1 932

l .d4 .!Llf6 2.c4 e6 3 .!Llf3 b6 4.e3

•

Sistema de desarrollo apacible, pero que no

tiene nada de malo.
Las negras no tendrán dificultades en la
apertura siempre que no estimen con dema­
siado optimismo su posición y que se den

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 07

cuenta de que, aunque tienen fuerzas sufi­
cientes para controlar la casilla de "e4" de las
blancas, no están todavía desarrolladas como
para ocuparla.
4...i.b7 S.i.d3 .ib4+ 6.id2 ixd2+ 7.� bxd2
La ubicación de este cabal lo en "d2" no es
muy feliz. Por era preferible j ugar 7 .Wxd2,
seguido de 8 .lL'lc3 .
7 ...d 6 8.0-0 � bd7 9.Wc2 We7 10.gfd l 0-0
l l . � e4 g6
Buena j ugada cuyo objetivo es, como se verá
más adelante, eludir el cambio del alfi l dama.
Las negras tienen interés en conservar el
mayor número de piezas en el tablero, puesto
que su posición de peones es mucho más
elástica que la de su adversario.
12.gd2 � xe4 13 .ixe4
•
13 ... c6! 14.Wa4
Es probable que las blancas esperaran
provocar 1 4...b5, j ugada que sería ventaj o­
samente contestada con 1 5. Wb3 !
14 gfc8 1S ..id3 eS 16.Wdl
..•
Ninguna de las piezas blancas dispone de la
casilla adecuada, pero todavía pasará algún
tiempo antes de que las negras estén en
1 08
condiciones de asumir una iniciativa seria.
16 ... � f6 17.dxcS bxcS
Esta es la manera correcta de retomar, porque
en este género de posición es fáci l proteger el
peón de "d" aunque esté atrasado.
18.We2 � hS 19.gadl grs
Preparando el avance del peón de "f' y del
peón de "e".
20.e4 �f4 21.We3 eS 22.-ifl gad8
Hasta ahora, la táctica de las negras ha sido
irreprochable, pero aquí era mejor 22 .. .1'Ud8,
seguido de ...4J e6-d4, porque habría impedido
la próxima tentativa de las blancas.
23.b4!
Interesante sacrificio de peón en una posición
difícil. Si ahora 23 ...cxb4 24.Wxa7 gas
25 .Wb6 ixe4, seguiría 26.Wxd6 Wxd6
27.É1xd6 ixf3 28.gxf3 É\xa2 29.É1b6 y las
blancas tendrían buenas probabilidades de
tablas.
23 ... �e6 24.É1b2 ia8 2S.bxcS � xcS 26.�d2
fS 27.exfS gxfS
Con la apertura de la columna de "g", las
negras obtienen la base de un poderoso ataque
contra el rey.
28.f3 Wg7
Amenazando 29 ... f4, seguido de . . . e4.
29.gdbl '.!?h8 30. � b3 � e6 31.É1d2 �gS
32.'.!?hl É1g8 33.É1f2
Única defensa contra 33 ...4J xf3.
33 ... É1de8 ! 34J�Ml ge6
ALEXANDER ALEKHINE
 que la ligera debilidad de las casi llas negras
del campo adversario les proporcione, tarde o
temprano, oportunidades reales.

9 ...ig7 lO.�el !iJe7 1 1 .if4 0-0 12.'1Wd2 eS

13.!iJb3

1 3.lt:Jf3 no convenía, a causa de 1 3 . . . ig4.

Pero 1 3. lt:Jde2, debió ser considerada.

13 ...lt:Jc6 14.ih6 ie6 1S .ixg7 <if?xg7 16.!iJd5

•

f6 17.�adl �b8 18.Wfc3 Wfc8 19.a3 Wfb7

20.h3!

Tanto esta j ugada como l as que siguen, no

3S.f4
eran fáciles de encontrar porque, al tiempo
que preparaba la combinación decisiva, me
Desesperación, porque las negras amenazaban
era indispensable tener presente la posibilidad
35 .J'l:h6, seguido de 36 .. Jl:xh2, 37 . . . \Wh6+ y
de una variante simplificadora, a iniciarse con
38 . . . lt:Jh3+ etc . , mientras que después de 35 .c5
. . . ixd5 .
d5 etc., ganarían mediante el simple avance de
los peones centrales. 20 ... �f7 21 .�e3 'IWbS

3S...exf4 36.\Wd4 �eS ! 37.cS dxcS 38.lt:lxcS Como queda demostrado por lo que sigue, las
ltlh3 39.�c2 f3! 40.g3 f2+ negras debieron j ugar aquí 2I. . .ixd5 , pero
después de 22.exd5 lt:Jd4 23.lt:Jxd4 cxd4
Las blancas abandonaron . 24Jl:xd4 '1Wxb2 25 .'1Wd2, l as blancas habrían
¡El jaque de alfi l más largo que he dado en mi conservado una ventaj a de posición indis­
vida! cutible, aunque difíci l de materializar. *

PARTIDA W 5 1
B l ancas: A . Alekhine
Negras : G. Koltanosvky
Apertura Española (C73)
Torneo de Londres, Febrero de 1 932
Premio a la Brillantez

l.e4 eS 2.lt:Jf3 lt:Jc6 3 ..ibS a6 4.ia4 d6

s ..bc6+bxc6 6.d4 exd4

Aquí, el plan defensivo habitual es 6 .. .f6,

seguido de 7 . . . lt:Je7 etc . Pero en esta partida es
evidente que las negras quieren una diagonal 22.!iJxc7 !
libre para su alfil rey .
En general, los sacrificios l lamados "posicio-
7.ltlxd4 .id7 8.0-0 g6 9.lt:Jc3

Las blancas no tienen nada mejor que este • No parece haber ventaj a blanca tras 25 ... Wia 1 + 26.í!lh2

tranquilo desarrollo de fuerzas, a la espera de (si 26.:!3el, Wlxa3, etc. ) 26...:!3bl, para luego continuar con
... :!3h 1 + y . .. WIg 1 , con contrajuego suficiente.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 09

nales " son considerados más difíciles y, por lo
tanto, más meritorios que aquel los basados
exclusivamente en el cálculo exacto de proba­
bilidades tácticas. Creo que la situación pre­
sente es una excepción a esa regla, porque la
complej idad de las variantes que siguen al
sacrificio del caballo exigen un trabajo mental
mucho más intenso que cualquier evaluación
general de las perspectivas mutuas.
22 .. J3xc7 23J3xd6 .ic4
Las negras disponían de varias respuestas,
pero, como se demuestra a continuación, nin­
guna de ellas podría i mpedir l a derrota:
a) 23 . . . .ixb3 24.Wxf6+, seguido de 25. gxb3,
etc .
b) 23 .. .tLld4? 24.lt:l xd4, etc .
e) 23 . . . Wc4 24.lt:l xc5! , etc .
d) 23 . . . lt:l d 8 24.gf3 gn 25 . lt:l xc5, etc.
e) 23 . . . in 24.gxf6! lt:l d4 25 . lt:l xd4 cxd4
26.Wxc7 �xf6 27.gf3+, etc.
f) 23 . . . ge8 24.lt:l xc5 lt:ld8 25 .b4 lt:l n 26.gxe6,
etc .
g) 23 . . . �n 24.gf3 �e7 25 .a4 Wl'b6 (lo mejor)
26.gxe6+ �xe6 27 .lt:l xc5+ �d6 (o 27 . . . �n
28 .Wxf6+ �g8 29.lt:l e6! , etc.) 28 .Wxf6+
�xc5 29.gc3+ �b4 30.Wd6+ y ganan.
24.a4! Wxa4 25.l2Jxc5 WfbS 26."Wxf6+ �g8
27.l2Jd7! l3d8
Si 27 ... ge8, 28 .Wc3 y ganan .
28JU3 "Wb4 29.c3 "WbS
1 10
30.l2Je5 ! 13dc8 31.lt:lxc6
Las negras abandonaron .
Ahora si 3 1 . . . gxc6, entonces 32.gd8+, ga­
nando.
PARTIDA W 52
B l ancas : A . Alekhine
Negras : Dr. S . Tartakower
Gambito B udapest (A5 1 )
Torneo de Londres, Febrero de 1 932
l.d4 lLlf6 2.c4 eS 3.dxe5 lt:le4
Menos empleado, pero no mejor que 3 . . . lt:lg4,
j ugada contra la cual (salvo la partida con
Gilg, Semmering, 1 926) también he tenido di­
vertidas experiencias.
He aquí, por ejemplo, dos "historietas breves"
sobre el Gambito B udapest:
1 ) Blancas : Alekhine - Negras: Rabinovich,
Baden - Baden, 1 925 .
3 . . . lt:l g4 4.e4 lt:l xe5 5 .f4 lt:l g6 6.lt:lf3 ic5 7.f5!
lt:l h4 8 . lt:l g5! We7 9 ."Wg4 f6 1 0.Wh5+! g6
1 l .Wi'xh4 fxg5 1 2.ixg5 wn 1 3.ie2 0-0
1 4 .gfl lt:lc6 1 5 . lt:l c3 lt:l d4 1 6.fxg6 "Wxg6
1 7 .gxf8+ ixf8 1 8 .ih5 "Wb6 1 9 .0-0-0 ig7
20.gfl lt:le6 2 l .in+ �h8 22.ixe6 dxe6
23.ih6! y las negras abandonaron .
2) Blancas : Alekhine - Negras : Dr. Seitz,
Hastings 1 925/26
3 ... lt:lg4 4.e4 lt:l xe5 5 . f4 lt:l ec6 6.ie3 ib4+
7.lt:lc3 We7 8 .id3 f5 9."Wh5+ g6 l O .Wff3
ixc3+ 1 l .bxc3 fxe4 1 2.ixe4 0-0 1 3.id5+!
�h8 l 4.lt:lh3 d6 1 5 .0-0 ixh3 1 6 .Wxh3 "Wd7
1 7 . f5 gxf5 1 8 .gab l f4 1 9.ixf4 Wxh3 20.ie5+
y las negras abandonaron.
4.l2Jd2 lt:lcs
Si 4 . . . ib4, 5 .lt:l gf3, seguido de 6.a3, con el fin
de obtener la ventaj a de los dos alfi les.
s.l2Jgf3 l2Jc6 6.g3 "We7 7 ..ig2 g6
ALEXANDER ALEKHINE

s.lüb t !
Esta jugada, q u e sorprende a primera vista, e s
perfectamente lógica e n realidad. Puesto que
las negras han mostrado su intención de
desarrollar el alfil por "g7" , las blancas no
tienen ya por qué suponer una acción en la
diagonal "e l "- "a5 ". No hay pues, moti vo para
demorar la ubicación del caballo en la
dominante casilla de "d5 ".
8 ...lüxe5 9.0-0 lüxf3+ 10.exf3 �g7 l l.�el
ti:le6 12.lüc3 0-0 13.ltld5 '1Wd8 14.f4 c6
Se quiera o no, las negras tienen que desalojar
el caballo blanco (creando así una debil idad
en "d6"), porque de j ugar 14 . . . . d6, el s acrificio
momentáneo 1 5 .f5 etc . , les resultaría dema­
siado peligroso.
15.lüc3 d6 16.�e3 \Wc7 17J3cl �d7 1 8.\Wd2
�ad8 19J3ed l �eS 20.ltl e4 ltl c5
Esto será definitivamente refutado por la
combinación que las blancas iniciarán en l a
jugada 2 4 , pero, debido a l a debil idad antes
citada, la posición de las negras era ya muy
difícil.
E n efecto, cualquiera de las variantes que
siguen sería poco satisfactoria para ellas:
a) 20 ... d5 2 l .cxd5 :B:xd5 22.tt:lf6+, seguido de
23. �xd5 etc., ganando la cal idad.
b) 20 . . . c5 2 l .f5! gxf5 22.tt:lc3 tt:ld4 23.tLld5
i\\lb8 24.�g5 etc., con ventaj a .
M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
e) y por último, después de l a jugada rel ativa­
mente más segura 20 b6, las blancas podrían
...
aumentar con facilidad su ventaja de espacio
continuando con 2 l .b4 etc.
21.ltlxd6! ltl a4 22.cs· ltl xb2 23.:B:el
23 ... b5
Esta réplica, consecuencia lógica de las tres
jugadas anteriores, será insuficiente, pero las
negras no tenían salida salvadora ya que a
23 . . . �e6 24.�d4! y si 23 . . . �f5 24.g4! �xg4
25 .�d4, con ventaj a decis i v a para l as blancas
en ambos casos. ••
24.cxb6!
Combinación sorpresiva, aunque no muy
complicada.
La única dificultad reside en h aber tenido que
prever esta posibilidad varias j ugadas antes, al
efectuar la toma 2I.tt:l xd6!
* Es fuerte la j ugada 22.'®b41, sacando a la dama de la
pel igrosa colu mna "d". Si ahora 22 ... 1i::l x b2, entonces
23 Jld2, con ventaj a muy c lara, y si 22 . . . a5, entonces
2 3 . Wfxa4 1'!xd6 24. 1'!xd6 Wfxd6 25.c5 !, con un peón de
ventaja y mejor posición.
** Las negras disponen aqu í de 25 ... 1'!xd6!, una entrega de
calidad que les da ventaj a en todas las variantes. Por
ejemplo: 26.cxd6 Wfxd6 27. 1'!e4 (si 27.Wixb2, �xd4
28. Wfxb7 Wfxf4, con fuerte ataq ue, o si 27Jle5 !? li::l a4 !, y
luego de comerse la torre de "e5" hay ventaja negra.)
27 . . . 1'!d8 28. Wfxb2 �xd4, etc. Era mejor 24.�f l , en lugar
de 24.g4 . .
111
24 ... Wxd6 25.Wxd6 �xd6 26.bxa7 ib7
27.�c5 �ddS 2S.�xf8 �xf8 29.�xc6 ixc6
30.�xc6 �aS

Las últimas j ugadas de las negras son prácti­

camente forzadas y, dado que su posición no
permite abrigar esperanzas, prefieren terminar
cuanto antes.
Si hubieran j ugado 30 ...�d4, también se gana­
ría enseguida con 3 1 .�d6.

3l.�b6 �xa7 32.�bS mate.

PARTIDA N" 5 3
B l ancas : A . Alekhine
Negras : Sultan Khan
Defensa Caro Kann (B 1 3)
Torneo de Berna, Julio de l 932
l.e4 c6 2.d4 dS 3.exd5 cxdS 4.c4 lLl f6 5.lLl c3
lLl c6 6.lLl f3 �g4 7.cxd5 lLl xd5 S.�bS a6
Sobre 8 . . . Wa5 , véase la partida contra Winter
(N° 49) .
El punto esencial de la j ugada del texto es una
entrega de peón nada fáci l de refutar sobre el
tablero.
17.�d2!
La defensa del peón de "b" con 17 .:§b 1 sería
mala estrategia, porque las negras habrían
encontrado tiempo para completar su desa­
rrollo mediante l 7 . . . e6, l 8 . . . �d6, o l 8 . . . �e7 y
enroque.
17 ... e6
Si, en l ugar de esto, l as negras hubieran
j ugado 1 7 ...Wxb3, habría seguido l 8.:8fc l
:8xc l + l 9.:8xc l Wxe3 20.fxe3 e6 (o 20 . . . �xf3
2 l .gxf3 �d7 22.�a5 , etc.) 2 1 .:8c7, seguido de
22.:8a7, con ventaja.

9.ixc6+ bxc6 10.Wa4 lLl xc3

Relativamente mejor que el cambio.

Consecuencia lógica de la octava j ugada,

porque 10 . . . �d7 daría la ventaj a a las blancas
después de 1 1 .lLle5, etc.
l l .Wxc6+ �d7 12.Wxc3 �eS 13.We3 ibS
Se hace evidente que las negras no dej an de
tener su compensación por el peón perdido: el
peón de "d" de las blancas está aislado y, lo
que es más i mportante, éstas se verán obl i­
gadas a debi litar su flanco de dama para poder
enrocar.
14.a4 �c4 15.b3 �dS 16.0-0 Wfb6
19.lLle5 f6
Esta j ugada hace pensar que la fuerza de la
réplica que vendrá, no había sido bien
valorada, pero tampoco era satisfactorio
l 9 . . . �e7, porque podría continuarse 20.lDc4
Wxb3 2 1 .'1Wxb3 :8xb3 22.lDd6+ etc . , con
ventaja.
20.lLl c6!
El objeto de esta man iobra del caballo es
terminar de una vez con los ataques de las
negras contra el peón de "b".

1 12 ALEXANDER ALEKHINE
20 .. J!�a8
Jugada única, porque 20 . . . 1'l:c8, sería inferior a
causa de 2 1 . tLl b4 !
2l.ti:la5
Con la intención de seguir eventualmente con
22.1'l:c6 ! , etc.
2l...@ti
Esta posición del rey en tan temprano período
de la partida es más familiar para Sultan Khan
que para los j ugadores europeos o americanos,
porque en el ajedrez hindú el enroque se
efectúa en tres tiempos, a saber:
1) . . . @e7, . . . Wd7 o . . . wn
2) un movi miento de la torre desde su casilla
de origen,
3) un salto de caballo hecho con el rey hacia
la primera fila j unto a la torre j ugada, siempre
que el rey no haya sido jaqueado en el ínterin .
Volviendo a la presente partida, s e debe admi­
tir q ue, debido a la amenaza mencionada, las
negras no disponían de nada mejor que la j u­
gada del texto.
22.tLlc4 Wfb7 23.Wfg3 ie7 24.a5
Jugada inicial de un plan decisivo: el
establecimiento de un cabal lo en "b6", que
permitirá a las blancas sacar toda la ventaj a
posible d e la columna d e " e " .
24 ... 1'l:ad8 2S.tLlb6 ic6 26.1'l:c4!
Esto tenía que ser calculado con toda
exactitud debido a la posible respuesta 26 . . . e5,
en cuyo caso las blancas habrían decidido
devol ver el peón de ventaj a para obtener un
fuerte ataque directo.
La continuación hubiera sido 27.1'l:ac 1 ! :!'l:xd4
28 .1'l:xc6 :!'l:xd2 29.Wfg4 ! :!'l:hd8 30.Wfe6+ <i>f8
3 l .h3 :!'l:d 1 + 32.1'l:xd 1 E:xd l + 33.Wh2 etc., con
ventaja.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
26 1'l:he8 27.1'l:acl ibS 28.1'l:c7 Wfe4
.•.
29.d5!
En lugar de la j ugada sencilla 29.ic3, que a la
larga también habría sido suficiente, las
blancas deciden forzar el j uego recurriendo a
una combinación rigurosamente calculada.
Si las negras hubieran intentado ahora la
defensa que aparentemente les ofrecía más
probabi lidades, 29 . . . exd5 , se habría presenta­
do la siguiente variante : 30.1'l:e 1 ie2 3 1 .tLla4 !
(uno d e los eslabones más importantes d e la
combinación) 3 l . . .d4 32. tLl c5 Wfc2 33 .1'l:xe2
Wfd l + 34.1'l:e l Wfxd2 35 .Wfl ! y las negras no
tendrían defensa contra las múltiples amena­
zas.
He aquí una probable continuación : 35 . . . Wg8
36. tLl e6 g6 37 . tLl xd8 Wfxe 1 + 3 8 .Wxe l id6+
39.Wd2 ixg3 40.hxg3 :!'l:xd8 4 1 .1'l:c6 :!'l:d5
42.b4 y las negras tendrían que abandonar.
29 <i>g8
.•.
Esto conduce a un desastre más rápido debido
a la j ugada 31 de las blancas.
30.1'l:el WffS 31 .ib4! :!'l:d7
Tan inútil como cualquier otra cosa.
32.1'l:xd7 ixd7 33.ixe7 exdS
Si 33 . . . 1'l:e7, seguiría 34.Wfd6 ganando.
1 13
34.Wfd6
Las negras abandonaron.
PARTIDA W 54
B lancas : A . Alekhine
Negras : H . Grob
Apertura Española (C79)
Torneo de Berna, Julio de 1 932
l.e4 eS 2.c!iJf3 ltJ c6 3 .ib5 a6 4.ia4 c!iJf6
•
5.0-0 d6 6.c3
También es bueno en este momento 6.ixc6+
bxc6 7.d4 ltJ xe4 8 .Wfe2 f5 9.lUbd2 ltJ xd2
IO.lUxd2! y las blancas recuperarán el peón
con situación preferible, por ejemplo: IO . . . e4
l l .f3 d5 1 2.fxe4 dxe4 1 3.lUxe4! etc . , con
ventaja.
6 ig4 7.d4 b5 8.ib3 ie7 9.ie3
•..
Esta contin uación conduce a una partida muy
compl icada en el centro. En cambio, la de­
mostración en el flanco de dama, 9.a4, era
muy conveniente.
9 0-0 IO.c!iJbd2 d5!
.••
En este momento tuve la i mpresión de haber
sido "pescado" en una variante preparada de
antemano por mi adversario. He aquí lo que
había sucedido: algunos años antes del Torneo
de Berna, en 1 925, para ser preciso, ofrecí en
Basilea una exhibición con ventaj a de tiempo,
contra diez aficion ados de primera categoría,
y en esa oportunidad el desarrollo de la
partida que transcribo fue idéntico al de la
presente hasta la 1 o· j ugada de las blancas
inclusive. Debido a su instructi vo ataque y a
su bonito remate, dicha partida fue comentada
por la prensa suiza y publicada en uno de mis
libros en alemán . La partida se desarrolló así:
Blancas : A . Alekhine - Negras : K. Meck,
IO . . . lUa5 1 l .ic2 c5 1 2 .h3 ixf3 1 3.Wfxf3 lUd7
1 4.É1ad 1 Wc7 1 5 .ib 1 É1ad8 1 6.Wg3 É1fe8
1 7 .f4 lUc6 1 8 .fxe5 dxe5 1 9.d5 lUa5 2ü.lUf3
1 14
lUc4 2 l .ih6 g6 22.É1f2 if8 23.Wh4 ie7
24.lUg5! lUd6 25 .É1dfl ixg5 26.ixg5 É1c8
27 .É1xf7! lUxf7 28 .É1xf7 h5 29.É1f3 É1f8 30.É1g3
É1f7 3I.ie7 'itlh7 32.id3 c4 33.ie2 Wb6+
34.'itlh2 lUf6 35 .d6 É1xe7 36.'1Wxf6! É1g7
37 .ixh5 É1cg8 38 .Wh4! g5 39.ig6+, seguido
por mate en dos.
Debe reconocerse al talentoso maestro suizo
el mérito de haber encontrado el punto exacto
en que su compatriota cometió el error,
substituyendo la inocente j ugada IO . . . lUa5 por
la prometedora acción del texto, y puede
considerarse como mala suerte para él (la
presente partida parece probarlo) que la
variante completa no sea todavía muy satis­
factoria a pesar del perfeccionamiento· intro­
ducido.
De todos modos, pasé algunos minutos de
ansiedad antes de descubrir la manera de
asegurarme una ventaja.
l l .exd5 exd4 12.cxd4 c!tJxdS
Las blancas tienen ahora dos problemas que
resolver: l ibertar su caballo rey de la poco
agradable clavada y, al mismo tiempo, adoptar
las medidas necesarias para neutralizar el
avance amenazador del peón de "f' enemigo.
13.Wb l !
Esta es l a sol ución encubierta : las blancas
intentan defender su alfi l dama mediante un
contraataque sobre el cabal lo negro central i­
zado.
ALEXANDER ALEKHINE
n ... rs·
No sólo atacando, sino también defendiéndose
contra la posibilidad de '.We4.
14.a3 !
Dejando libre la casilla "a2 " para el alfi l , en
caso de 1 4 . . . lLl a5 , o para la dama, como suce­
dió en la partida.
14... Wh8 15.'1Wa2
15 ... lLldb4 ! ?
Las negras continúan especulando, pero
pronto se verán obligadas a reconocer que la
batalla por las casillas centrales les ha sido
adversa. También después de 15 . . . lLl b6
16.�e6! , seguido de 1 7 .d5 etc., las blancas
podrían obtener con facilidad la mejor parte.
16.axb4 lLl xb4 17.'\Wb l f4
El equilibrio material será restablecido, pero
no por mucho tiempo, porque el caballo
blanco de "eS " ejercerá una presión enorme.
lS.lLleS �fS
Años mas tarde, en 1 962, se encontró una mejora
sensible: 1 3 ... 1&d7 !, que tiene la ventaja de no debi litar la
diagonal "a2"-"g8". La partida conti nuó así: 14.l&e4 ie6
15.li:le5 lthe5 1 6.dxe5 �ad8 1 7 .1i:Jf3 �f5, con algo de
ventaja para el negro, Vasi ukov- Del i Petr, Moscú 1 962.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Si 1 8 . . . �h5 , la continuación 1 9.'1We4! fxe3
20.fxe3 �f6 2 l .:!'!f5! etc . , provocaría una
posición abrumadora.
19.Wfdl fxe3 20.fxe3 li:ldS 2 1.li:lc6!
Lo más sencillo, porque permite ganar dos
piezas menores por una torre, eludiendo las
complicaciones del medio j uego. En cambio
2 l .!!xf5 !!xf5 22.e4, no sería bueno por
22 . . . !!xe5 etc . , pero 2 l .'.Wh5 g6 (y no
2 l . . .lLl xe3?, por 22.!!xf5 ganando.) 22.lLl xg6+
�xg6 23.'1Wxd5 etc . , era una alternativa agra­
dable.
21 ...li:l xe3 22.li:lxd8 * li:lxd l 23.li:lc6 �gS
24.!!fxd l !
Aunque parezca extraño, 24.!!axd l ofrecería a
las negras una buena escapatori a mediante
24 . . . �e3+! 25 .'kt>h l �xd2 26.!!xd2 �e4! , etc .
24 �e3+ 25.'kt>hl �g4 26.li:lfl
•..
Es claro que no es buena la j ugada 26.lLlf3,
por 26 . . . !!xf3! , etc .
26 ...�xdl 27.!!xd l �f4 28.�d5!
Esta man iobra del alfil impide ... !!ae8- ... !!e2 .
28 J!ae8 29.�f3 !!f6 30.'kt>gl g6
.•
Esto representa una evidente pérdida de
tiempo si se considera la próxima j ugada, pero
en esta posición un tiempo más o menos no
puede tener influencia alguna en el resultado
final. Si por ejemplo 30 . . . g5, entonces 3 l .h3
�e3+ 32.lLl xe3 !!xe3 33.d5 :!'!b3 34.!!d2, y las
blancas quedarían en condiciones de realizar
una labor técnica relativamente fácil.
31.!!al gS 32.h3 �e3+ 33.li:l xe3
Es natural que 33.'kt>h 1 no convenía, debido a
33 . . . g4! , etc .
• La jugada 22.1We2 gana una pieza l i mpia, ya que a
22 . . . 1&e8, seguiría 23 .1Wxe3 1Wxc6 24.1&xe7, etc.
1 15
33 J�xe3 34Jha6 gb3
•.
35-.idS!
Iniciación de un afortunado ataque de mate.
35 gxb2 36.ga8+ W g7 37.gg8+ Wh6
• .•
38.c!Lles WhS 39.gg7 Wh4 40.Wh2 h6 41 .�f3
gd2 42.gg6 ! g4
¡ Las negras se olvidan de abandonar !
43.gxg4+ Wh5 44.gg3+ Wh4 45.c!Llg6+ gxg6
46.gxg6 b4 47.gg4+ Wh5 48.Wg3 gd3
49.gg7+ gxf3+ 50.Wxf3
Las negras abandonaron.
PARTIDA W 5 5
Blancas : A. Alekhine
Negras : S . Flohr
Apertura Colle (A47)
Torneo de Berna, Julio de 1 932
l .d4 d5 2.c!Llf3 .!Llf6 3.e3
Esta j ugada tranquila, basada en la idea de
postergar la l ucha por la posesión del centro
hasta que el rey blanco haya sido puesto en
seguridad, ha procurado al lamentado cam­
peón belga una larga serie de brillantes
victorias. Su valor obj etivo ha sido ya puesto
en duda por la variante 3 . . .�f5 4.�d3 e6 ! , que
yo introduje en San Remo 1 930, contra el
1 16
mismo jugador, adoptada desde entonces por
Euwe, entre otros, en nuestro match de 1 935 .
La defensa que Flohr elige aquí permite a las
blancas l levar a cabo su plan de desarrollo.
3 e6 4 .id3 eS 5.c3 c!Llc6 6.c!Llbd21l.e7 7.0-0
.•. •
V!!c7 s.V!!e 2 0-0 9.e4
He comprobado posteriormente que esta
j ugada, más bien natural, no había sido nunca
ensayada. De haber adoptado la continuación
habitual 9.dxc5 ixc5 I O.e4, me hubiera
encontrado en el caso poco agradable de tener
que l uchar contra otra innovación.mía (partida
contra Gilg, Kecskemet, 1 927), a saber:
IO . . . id6 ! l l .É1e l li:\g4 ! etc . , con probabilida­
des más o menos iguales.
9 dxe4
.•.
9 . . . cxd4 no era bueno debido a IO.e5 ! li:ld7 (si
IO . . . li:\h5 , l l .li:lb3, amenazando j ugar 1 2.g4)
l l .cxd4 li:lb4 1 2 .ib5 ! a6 1 3.ia4, con ventaja.
10.li:lxe4 cxd4 l l .li:lxd4
l l .cxd4, no convenía porque a las blancas les
interesa cambiar el mayor número de piezas
que puedan atacar su peón aislado.
ll ...c!Llxd4 12.cxd4 li:lxe4
En cambio, 1 2 . . . li:ld5 1 3.V!!f3 ! , habría condu­
cido a una posición más complicada en el
medio j uego. Sin embargo, la j ugada del texto
debería haber sido suficiente para igualar.
ALEXANDER ALEKHINE
13.ixe4 f5
Pero de aquí en adelante, Flohr estima su
posición con demasiado optimismo, cosa que
rara vez le sucede. Después de 13 ... id7
14.Wff3 ic6, el resultado normal habría sido
un empate.
14.if3 if6
Tanto esta j ugada como la que sigue son
consecuencias lógicas de la infortunada tenta­
tiva de explotar la debilidad de la casilla "d4".
Continuar con 14 ... id7 era mej or.
15.l3dll3d8 16.ie3 f4?
¡Suicida !
Pero también después de la continuación
menos mala 1 6 . . . g5 1 7 .h3 Wffg 7 1 8 .l:!ac l , se
habría puesto en evidencia que el peón de "d"
sólo podía ser tomado por las negras al precio
de comprometer seriamente su posición .
17.l3acl V;Yd6 18 . .id2 ixd4
Como lo demostrará la respuesta, este peón
estaba envenenado. Pero tampoco 1 8 . . . l:'!b8
autorizaría mayores esperanzas, a causa de 1 9 .
a3! , amenazando 20.ib4, etc .
19.ia5 ! l3d7
Si la torre abandona la columna de "d ",
20.Wfc4! gana inmediatamente.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
20.l3xd4!
Convincente refutación de l a tendencia ultra­
materialista de las negras en esta partida.
20 ...V;Yxd4 21.V;Yxe6+ l3f7
Después de 2 I . . .'itJf8 22.l:'!e 1 g6 23.ic3, las
negras perderían la dama.
22.l3xc8+ l3xc8 23.V;Yxc8+ l3f8 24.V;Yxb7 l3e8
25.h3
Pero no 25 .ic3?, a causa de 25 . . . Wff x c3 !
25 ...Wc5 26 . .ic3 V!! e7 27.id5+ 'itJh8 28.Wxe7
Las negras abandonaron.
PARTIDA No 56
B l ancas : A . Alekhine
Negras : H . Steiner
Apertura Española (C78)
Torneo de Pasadena, Agosto de 1 932
l.e4 eS 2.lt:lf3 lt:l c6 3.ib5 a6 4.ia4 lt:lf6
5.0-0 icS
En un tiempo fui algo parcial con esta j ugada
(véase "Mis mej ores partidas 1 908- 1 923"),
pero hoy debo admitir, muy a pesar mío, que
no es suficiente contra un j uego preciso. Y
como 5 . . . d6 ha sido también recientemente
desacreditada, las negras no tienen más
remedio que volver a lo antiguo y elegir entre
la respuesta especulati va 5 . . . lt:l xe4 y la más
prudente 5 . . . ie7 .
6.c3 lLlxe4 7.d4 ia7 s.V;Ye2
Decidí seguir aquí la línea de j uego adoptada
contra mí por Yates en Hastings, 1 922,
aunque en esa partida las blancas sólo
obtuvieron un empate, esperaba encontrar,
frente al tablero, mejores j ugadas que las
empleadas por Yates, pero confieso que no me
fue posible. 8 .l:'!e 1 es mucho mejor que el
1 17
movi miento de la dama y también más lógico,
puesto que pone otra pieza en acción, y si
8 . . .f5 , entonces 9 .lt:Jbd2 0-0 I O.lt:Jxe4 fxe4
1 l .�g5 , seguido de 1 2. E!:xe4, con evidente
ventaja.
8 ... f5 9.dxe5 0-0 10.�b3+ @h8 l l . ltl bd2
Wfe8
Interesante idea "a lo Marshall ": las negras
sacrifican uno o dos peones para lograr un
desarrollo rápido, después de lo cual la
posición de las blancas parecerá algo crítica
durante un tiempo. Sin embargo, tal tentati va
puede y debe ser refutada, por lo tanto, era
preferi ble seguir (como en la citada partida de
Hastings) con 1 l . . .d5 1 2.exd6 lt:Jxd6 1 3.lt:Jc4
f4! 1 4.lt:Jce5 (o 1 4 .lt:Jxd6 cxd6! 1 5 .E!:d 1 �g4)
14 . . . tt:J xe5 1 5 .lt:Jxe5 Wfg5 etc . , y las pers­
pecti vas serían francamente favorables para
las negras.
12.ltl xe4 fxe4 13.Wfxe4 d5!
La razón esencial del primer sacrificio: las
negras desarrollarán su alfil dama sin perder
tiempo.
14.�xd5
Mej or que 1 4 .\Wxd5 �g4 1 5 .lt:Jg5 lt:Jxe5 etc.,
con amenazas desagradables.
14 ...�f5 15.Wfh4 ltl xe5
1 18
16 ..ixb7 !
Único medio de parar el ataque de las negras
contra "f2".
En cambio, 1 6.lt:Jxe5 \Wxe5 1 7 .�xb7, hubiera
sido poco satisfactorio por 1 7 . . . �d3 ! 1 8 .�xa8
�xf2+! 1 9.@h 1 \We8! (más fuerte que
1 9 . . . �xfl 20.\We4 ! ) , con fuerte presión de las
negras .
16 ... E:b8 17.ltl xe5 E!:xb7
Si ahora 17 . . . \Wxe5 , vendría 1 8 .�xa6, ! paran­
do la amenaza principal de las negras : . . . �d3 .
Este fue e l motivo d e la j ugada 1 6 d e las
blancas.
18.E!:e l !
Las negras no pueden aprovechar la debilidad
momentánea en "f2".
18 J3b5 19.ltlf3 Wfc8 20.c4 E:b7 21.b3
•.
Al relacionarse con el movimiento siguiente,
esto l leva a una solución mucho más rápida
que la j ugada pasiva 2 l .h3.
21...�g4 22.�a3!
Forzando prácticamente la respuesta que con­
cluye con las esperanzas de las negras en la
diagonal "a7 "- "g 1 ".
22 c5
.•.
Es claro que no 22 . . . E!:f6, por 23. \Wxg4.
23.ltl e5
De aquí en adelante las blancas tienen una
tarea fácil.
23 ....if5 24.g4 !
Con el fin de obligar al alfil negro a abando­
nar la defensa de la casi lla "g6".
24... g5 25.�b2
ALEXANDER ALEKHINE
Jugada espectacular (si 25 . . . gxh4, segutna
26.ctJt7+, mg8 27.ctJh6 mate), pero la más
sencilla 25 .Wh5, era también suficiente.
Menos convincente habría sido 25 . Wxg5 'il,g7
26.ib2 mg8 ! etc.
2s Wg8
•..
trol absoluto de las casil las centrales.
Sin embargo, no es fácil para el primer j uga­
dor transformar esta ventaj a de espacio en otra
más decisiva.
2.d4 ig7 3.ltJc3 d6 4.ltJf3 liJd7 S.ic4 e6

Al adoptar esta estructura de peones, las

negras impiden estratégicamente, a esta altura
Esperando entrar en l a variante citada después de la partida, el avance de los peones centrales
de 26.Wxg5+ 'il,g7, etc. contrarios, porque tanto la formación de "e5 -
d4", como "d5 -e4", permitirá al segundo
26.�h5 ! .ie6 j ugador obtener una iniciativa en el centro
mediante . . . c5 o . . . f5 respecti vamente.
En consecuencia, la estrategia de l as blancas
en el próxi mo período consistirá en restringir
cada vez más el ya l i mitado campo de acción
de las piezas enemigas, dej ando intacta la
posición central .

6.0-0 'L\e7 7.a4!

Esta j ugada es muy i mportante en esta clase

27.ctJd7!
Las negras abandonaron.
En caso de 27 ...Wxd7, las blancas ganan de la
siguiente manera: 28 .Wxg5+ cJln 29 .Wf6+
lt>g8 30.Wh8+ cJln 3 1 .Wxh7+ cJle8 32.Wg6+
lt>e7 33.'il,ad 1 ! Wc6 34.Wg5+ cJln 35 .Wf6+ y
mate en dos.
de posición y es digna de observación para el
estudioso.
Su finalidad es i mpedir el "fianchetto" del alfil
dama negro (si 7 . . . b6, seguiría 8.a5, con
ventaja.) o inducir a las negras a responder
. . . a5 debi litando así la casi lla "b5 ".
7 ... 0-0 8.ie3 h6
Impidiendo 9 .Wd2, seguido de 1 0.ih6, lo cual
eli minaría la única pieza más o menos acti va
de las negras.

PARTIDA W 57 9.Wd2 cJlh7 tO.h3

B lancas : A . Alekhine
Negras : V. Mikenas Para alej ar definitivamente la posibil idad de
Defensa Moderna (B06) . . . CL\f6 y si e5, entonces responder . . . 'L\g4.
Torneo de Equipos de Folkestone
Julio de 1 933
1 0 ... c6

l.e4 g6
Esta j ugada es considerada a j usto título como
inferior, porque concede a las blancas el con-
Esto debi lita la casilla "d6 ", aunque esa
circunstancia no debería haber tenido carácter
decisivo.
Además, sería ya muy difícil indicar un plan

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 19

más conveniente para el desarrollo futuro de
las negras.
l l .if4 dS
Tampoco convenía l l . . .e5, por l 2.dxe5 dxe5
l3 ..ie3, con ventaja.
Pero j ugando l l . . .lDb6 l2 . .id3 a5 , las negras
pudieron obtener una posición más estable
que con el comprometido movimiento de la
partida.
12 ..id3 a6?
Las negras no se dan cuenta de que su casi lla
"d6" debía ser defendida a cualquier precio.
Desde este momento, la posición dominante
del alfil de casil las negras de las blancas
bastará para decidir la batalla. Era pues,
necesario j ugar l 2 . . . tt:J f6 y l uego l3 . . . tt:Je8,
quedando una partida j ugable, aunque a las
blancas les sería fácil aumentar su presión
mediante l 3.a5 etc .
13 ..id6 fS
Si l 3 . . . tt:J f6, 1 4.e5 tt:Je8 l 5 . .ia3, seguido de
l 6.h4 etc., con buen ataque contra el rey.
14.e5 �g8
15.h4
La abrumadora ventaj a posicional de las
1 20
blancas les permite elegir con toda tranqui­
lidad el medio de penetrar en la mal protegida
fortaleza enemiga.
Aparte de l a j ugada del texto, que inaugura un
plan irresistible, pudieron también iniciar un
ataque sobre el enroque con la j ugada
espectacular l 5 .�g5 , aunque no habría dado
ningún resultado inmediato después de la
respuesta exacta l 5 . . ..if8 y si l 6.tDe2 (o
l 6.�h4 g5 l 7 .�h5 tt:J g6), entonces l 6 . . . :B:g7,
quedando todo suficientemente defendido por
el momento.
15 ... b6!
Preparando . . . tt:J f8, que aquí hubiera sido un
error por la posibil idad de l 6.�g5 ! etc . Pero
desde este momento dicha j ugada de la dama
podrá ser contrarrestada con . . . :B:a7 !
16.tDe2 ltl f8 17.a5
Antes de atacar, las blancas debi litan al
máximo las casil las negras del adversario. La
última parte de la partida ilustrará sobre la
util idad de ese proceder.
17 ... b5 18.g3 !
Maniobra profiláctica relacionada con las dos
j ugadas siguientes, gracias a la cual las
blancas impiden una vez por todas cualquier
tentati va seria de ataque contra su rey.
El rey no se encuentra mejor aquí que en "h7",
pero como las negras no están dispuestas
todavía a abandonar, no tienen más remedio
que j ugar algo.
21.ltlf4 �g8 22.b3
Después de esto, el plan de las blancas está a
la vista: ya no hay defensa posible contra c4
en combinación con la apertura de las co­
lumnas de "b" o " e " .
ALEXANDER ALEKHINE
22 ... l0h7 23.c4 .id7 24J�acl if8
25.ie2!
Dejando libre la casil l a "d3 " para ubicar el
caballo y, al mismo tiempo, i mpidiendo el
avance del peón de "g" negro, por ejemplo:
25 ... g5 ? 26.hxg5 ltJ xg5 27 .ltJ xg5+ hxg5 (si
27 .. .�xg5 , 28.lbh3, seguido por ih5+ y
ganan) 28.ih5 + �g7 29.lb xe6+ ixe6
30.Wfxg5+ y mate a la siguiente.
25 ...l0c8 26.cxd5
No sucede a menudo que una partida esté
estratégicamente definida mucho antes de
producirse el primer cambio, que en este caso
no señala el comienzo de la lucha, sino su
terminación .
26 ... cxd5
Si 26 . . . ltJ xd6, seguma 27.dxe6+ ixe6
28 .lbxe6 �xe6 29.�xc6, ganando.
27.ixf8
El alfil ha hecho más que su deber y ahora
puede desaparécer tranquilamente.
27 l0xf8 28.gcs l0a7 29.l0d3 'it>g7
.•.
Como consecuencia de l as j ugadas 1 8 y 20 de
las blancas, la réplica . . . g5, les sería evidente­
mente favorable.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
30.ghcl gcs 3 1.gxc8 il.xc8 32.Wfc3
Todas las casil l as negras del campo adversario
son como otras tantas heridas abiertas. No
resulta extraño que las negras decidan ensayar
l a desesperada maniobra que sigue.
32 �h7 33.'1Mfc5 gg7
.•.
34.'1Mfb6!
Todo muy sencillo, pero de efecto mortal . El
caballo, una vez colocado en c5, será el
encargado de la ejecución .
34 ...Wfe7 35.ltJ cS gS
¡ Por fin! Pero como lo comprobará la
continuación , esta tentativ a es ya completa­
mente innocua.
36.hxg5 hxgS 37.l0el !
Con el objeto de oponerse a 3 7. . .f4, con
38 .ig4 y a 37 . . . g4, con 3 8 .lDed3, seguido por
39.lDf4.
37 ... l0g6 38.l0ed3 f4 39.ghl+ @g8 40.ig4
fxg3 41.fxg3
La aglomeración de fuerzas en el flanco de
rey es bastante pintoresca. En lugar del
"sacrificio" que sigue, las negras bien podían
haber abandonado.
1 21
41...llJh4+ 42.gxh4 gxh4 43.llJf2 gt7 lLlfl y tLl g3 etc., era relativamente mejor.
44.llJ xe6 �h7 45.VNd6
ll dxe5 12.llJc4 ic5 13.a4
.•.

Las negras abandonaron.

Partida estrangulante al estilo de Rubinstein y
del Dr. Tarrasch en sus mocedades.
PARTIDA W 5 8
B l ancas : L. Steiner
Negras : A. Alekhine
Apertura Española (C86)
Torneo de Equipos de Folkestone
Julio de 1 93 3
l .e4 e 5 2.llJf3 llJ c6 3.ib5 a 6 4.ia4 d 6 5.c3
id7 6.d4 liJ f6 7.VNe2 ie7 8.0-0 0-0
Aunque interesante, esta j ugada de apariencia
normal crea una pequeña debilidad en "b3",
que se hará evidente en el transcurso de la
partida. Era preferible 1 3 . ic2 (amenazando
ganar espacio mediante 1 4.b4).
13 ... a5
Medida profi láctica necesaria, porque si las
blancas l legan a j ugar ic2, es preciso impedir
que puedan continuar con la amenaza de
expansión b4 !
14.ig5

Amenazando ahora 9 . . . llJ xd4.

Jugada de desarrollo, mas bien superficial.
1 4.ie3 , era todavía mejor.
9.ib3 VNes

Buena o mala, esta j ugada es de mi invención

y uno de sus fines es ejercer una presión
frontal en la columna rey después de . . . id8 .
Antes d e q u e a alguno de m i s colegas s e l e
ocurra bautizarla c o n el nombre d e alguna
ciudad muy hospitalaria o de algún donante
particularmente generoso (como ya se hizo,
por ejemplo, con la "j ugada de Kecskemet"
. . . ie8), sugiero que se la llame la "Variante de
Timbuktú" . Por lo menos, que se conceda la
elección al autor.

lO.liJ bd2 �hS! 14 llJ h5 !

.•.

Las negras no j uegan 10 ... id8 , porque hay
todavía esperanzas de que se pueda emplear
esta pieza de una manera más activa. Con la
j ugada del texto preparan eventualmente
. . . tLlg8, seguido de . . . if6 o . . . f6 etc.
l l .dxe5
1 1 .tLlc4 no era bueno, debido a 1 1 . . . exd4
1 2.cxd4 d5, etc. Pero, en cambio, la variante
simplificadora, 1 l .l3e 1 , con miras a continuar
Con esta enérgica respuesta (en lugar d e l a
más pasiva 1 4 . . . tLlg8, esperada probablemente
por las blancas), l as negras obtienen una firme
iniciativa. Ahora, tras 1 4 . . . lLlh5, la mejor
contestación de las blancas era 1 5 .lLlfxe5,
llegándose así a un final con mejores perspec­
tivas para las negras : 1 5 . . . tLl xe5 1 6.VNxh5 (no
1 6. tLl xe5 , por 1 6 . . . VNxe5 1 7 .VNxh5 f6, ganando
una pieza) 1 6 . . . lLl xc4 1 7 .ixc4 y ahora de
ninguna manera 1 7 . . . Wxe4, como sugirieron
todos los comentaristas, sino 1 7 . . . f6 ! 1 8 .Wxe8

1 22 ALEXANDER ALEKHINE
l'Uxe8 1 9 .�e3 * �xe3 20.fxe3 l'he4 y la
situación sería poco agradable para las
blancas, porque si 2 l .�d5, la continuación
2 l . . .l'!xe3 22.�xb7 l'!b8 23 .l'!fd 1 �e8 etc.,
proporcionaría a las negras una ventaj a indis­
cutible.
En vista de estas perspectivas más bien
sombrías, no es de extrañar que Steiner se
decidiera por una demostración cuya conse­
cuencia no es fáci l prever.
el peón "a" (obsérvese l a nota a l a j ugada 1 3
de las blancas), éstas dispondrían todavía de
una defensa momentánea con 23.l'!ad l . Pero
ahora esta j ugada sería rebatida por 23 . . . l'!xd2,
etc .
23 ...'ª'xe6 24. lLl b l
S i 24.l'!ad 1 , entonces 2 4 . . . l'! d 3 , seguido de
25 . . . l'!fd8, ganando una pieza.

Si 1 6.�xf4, exf4 1 7 .W/h5 , las negras dispon­ ¡ Parece increíble que una posición semej ante
drían de la excelente réplica 17 . . . f5 ! pueda producirse, en una partida entre maes­
tros modernos, después de 25 j ugadas de una
16... f6! Apertura Español a !

Es probable que las blancas no hayan

justipreciado bien el alcance de esta j ugada.
En efecto, después del cambio obligado que
sigue, el caballo de " h " quedará expuesto a
ataques y la dominación de la casil l a "e5 " por
las negras será pronto decisiva.

17.�xf4 exf4 IS.lürs g6 !

Comparada con 1 8 . . . g5, la j ugada del texto

permite ganar un tiempo importante.

19.c!Llh6 gS 20.g4
25 lLlf3+
..•

Las negras amenazaban 20 . . .W/g6 2 l .lLlg4 h5 y

también , como sucedió en la partida, 20 . . . �e6, Las blancas abandonaron .
etc. Si 26.'it>h 1 W/xe4 27 . lLl f7 + l'!xf7 28 .W/xf7
lLl h4+ 29.f3 W/xf3+ y mate en dos.
20...�e6

Planeando 2 l . . .�xc4 22.�xc4 lLle5 23 .Wle2 PARTID A No 59

c6. B lancas : A . Alekhine
Negras : J. Zukierman
21.c!Lld2 lLl e5 22.Wlh3 l'!d8 23.�xe6 Gambito de Dama (063)
Torneo de París, Octubre de 1 933
Si este alfi l hubiera podido ser defendido por
l.d4 dS 2.c4 e6 3.lLlc3 lLl f6 4.�g5 �e7 S.e3
lLl bd7
Las blancas podrían intentar mantener el equilibrio con
19.�d2 l':lxe4 20.b3 l':lae8 (o 20 ... l':ld8) 2 1 .l':lfe l , aunque
gracias a la acti vidad de sus piezas, las negras estarían un
En la actualidad, 5 . . . h 6 es lo que más se
poco mejor. acostumbra.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 23

6 .!LJf3 0-0 7J':kl b6
• Para no perder un peón enseguida, las negras
La defensa, mediante este "fianchetto " ya
pasado de moda, no es muy satisfactoria,
porque las negras no podrán evitar cierta debi­
lidad de los peones centrales.
S.cxdS exdS 9 ..ib5
Esta es la manera más lógica de explotar la
pequeña debil idad del flanco de dama de las
negras.
En cambio, "la preparación para el ataque"
que implicaría ubicar el alfi l en la diagonal
"b 1 "- "h7" , estaría fuera de j ugar, porque la
posición del rey negro es perfectamente
segura por el momento.
9 ....ib7 10.0-0 a6 ll ..ia4 eS?
Esta j ugada aparentemente lógica encontrará
aquí una refutación definitiva.
Pero de todas maneras, después de la más
prudente 1 l . . .l:'í:c8, la continuación 12 . .ib3 !
etc., dejaría a las negras en posición poco
cómoda.
12 ..ixd7 !
Muy superior a 1 2 .dxc5 lt:l xc5 etc . , que deja a
las negras con buena partida, como en el
encuentro Capablanca - Teichmann en 1 9 1 3 .
Si ahora 1 2 . . . \Wxd7, seguiría 1 3 .dxc5 bxc5
1 4 . lt:l a4 ! , con ventaj a decisiva.
12 ... .!LJ xd7 13 ..ixe7 \Wxe7 14.dxc5 �xcS
1 24
se ven obligadas a exponer su dama peligro­
samente, y esta circunstancia, agregada a la
posición poco afortunada del alfil , permitirá a
las blancas descubrir el procedimiento gana­
dor sin mayores dificultades.
1S . .!iJ d4
Amenazando 1 6.lt:lcb5 y 1 7 .l:'í:c7 etc.
15 J!ac8 16 . .!iJ fS �h8!
.•
Defendiéndose de la amenaza 17 .ltJ xd5 y, al
mismo tiempo, tendiendo un lazo: si, por
ejemplo, 1 7 .lt:l xg7 (esperando ganar un peón
después de 1 7 . . . �xg7 1 8 .�g4+ etc.), seguiría
1 7 . . . d4 ! 1 8 .exd4 * �g5 , o 1 8 .�xd4 �xd4
1 9.exd4 l:'í:g8 etc . , con ventaj a para las negras.
17 . .!lJ e2!
Con el objeto de obligar al cambio de damas
en "d4", sin alterar la constelación de peones.
Vale la pena observar cuán desamparada
quedará la posición de las negras en el final
que sigue.
17 �b4 18.�d4 �xd4 19 . .!lJ exd4 �xcl
•.•
Si 19 . . . lt:lc5, seguiría 20.lt:ld6 l:'í:b8 2 l .b4, etc.
Si, en cambio, 20 . . . l:'í:c8?, las blancas con
2 l .l:'í:xc8+, seguido de 22.ltl d6, ganarían una
pieza inmediatamente.
21..!iJd6 .iaS
Otra vez forzado, como puede verse sin
Sin dejar de considerar la peligrosidad del alfil de "b7",
las blancas pueden intentar la retirada del caballo con
1 8 ./ühS, especulando con la situación del cabal lo de "d7"
y con posibi lidades posteriores de j aques en "d4" cam·
biando las damas. Una variante podría ser: 18 . . . dxc3 (a
1 8 . . . Elg8 1 9.lüg3 dxc3 20.%\lxd?, con ventaja) 1 9 .%\lxd?
�xg2 20.Elxc3, etc.
ALEXANDER ALEKHINE
dificultad.
22.b4 ltJ d3 23.�c7
Es claro que 2 3 . lLl xf7+, no convenía por
23 .. .'it?g8 etc . , con ventaj a .
23 ... \!?gS
24.ltJcS!
Después de 24.a3, habría sido fácil para las
negras salvar su alfil j ugando 24 . . . lLle5, segui­
do de 25 ... lLlc4, con posibil idades de larga
resistencia.
Con la jugada del texto, las blancas inician un
ataque contra el infortunado alfil, el cual es
incapaz de eludir su destino.
24 ... ltJxb4 2S.ltJ xb6
Amenazando 26J�� a7 , etc .
Si 26 ..El:a7, las negras sal varían la pieza
prosiguiendo 26 . . . �b7 27 .lLld7 E:c8, seguido
de 28 . . . �c6.
26...�dS 27.a3 � d3 2S.�a7 �eS 29.g;,fl
Las negras abandonaron .
Después de esto, 30.lLlb6 etc . , es inevitable.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
PARTIDA W 60
Blancas: E. Znosko Borovsky
Negras : A. Alekhine
Apertura Española (C87)
Torneo de París, Octubre de 1 93 3
l .e4 e S 2.ltJf3 lt:l c6 3.�b5 a 6 4.�a4 lDf6
5.0-0 d6
Es más seguro j ugar primero 5 . . . �e7 , porque
después del movimiento del texto, las blancas,
de acuerdo con los estudios más recientes,
podrían obtener ventaj a continuando 6.�xc6
bxc6 7 .d4 lLl xe4 8.E:e 1 f5 9 .dxe5 d5 1 0.lLJd4
c5 1 1 .lLle2, seguido por lLl f4, etc .
6.c3 �d7 7.�el �e7 S.d4 0-0 9.ltJ bd2 �eS
Esta j ugada original, cuya finalidad es
mantener intacta la posición central mediante
. . . lLJ d7 y uti lizar (después de . . . f6) el alfil
dama en la diagonal "e8"-"h5 " , fue introdu­
cida por mí (después de 9 . . . i>h8 1 0.h3) en la
partida que j ugué contra L. Steiner en
Kecskemet, 1 927. Más tarde fue bautizada,
con derecho más que dudoso, puesto que se
prescindió de mi consentimiento, con el
nombre de variante de Kecskemet. Esa deno­
minación es ilógica, tanto más cuanto que
. . . �e8 es la l lave de un "sistema" y no de una
simple variante. La presente partida ofrece
cierto interés teórico, porque demuestra que
después de la j ugada del texto, las blancas,
aun j ugando con miras a un empate, no pue­
den conseguir una igualdad absoluta mediante
la liquidación de la tensión central.
10.�xc6 �xc6 l l .dxeS dxeS 12.lLlxeS �xe4
13.� xe4 * �xd l !
1 3 . . . lLl xe4 sería u n error por 1 4.lLJd7 ! , etc .
14.� xf6+
• La j ugada 1 3 .'1Wb3, es bastante molesta para las negras,
ya que si retroceden su alfi l a "c6", deb i l itan su estructura
de peones, y si el a l fi l se marcha de la gran diagonal, se
pierde el peón de "b7".
1 25
Después de 1 4.l:hd 1 lt:l xe4, quedaría todavía
material suficiente para complicar la l ucha.
Con el cambio de caballos, l as blancas espe­
ran alcanzar una posición de empate mani­
fiesta con 1 4 ... �xf6 1 5 .!!xd 1 �xe5 1 6.�e3 ,
etc. Pero . . .
14 ... gxf6!
Único medio que, sin ofrecer el menor riesgo,
permite "j ugar para ganar" .
lSJ�xd l fxeS
El final a que se ha l legado no es tan fácil de
conducir como parece, especialmente para el
primer j ugador. El plan de campaña de las
negras, que será llevado a cabo con todo éxito,
se divide en varias partes, a saber:
1 ) cambio de un par de torres.
2) conducción del rey a "e6 " , en donde estará
protegido contra un ataque frontal por el peón
de "e", sirviendo también para i mpedir la
entrada de la torre en "d7 " .
3) operando con la torre e n la columna abierta
de "g" y avanzando el peón de " h " , para
provocar la apertura de esta columna.
4) después de realizar esto, el rey blanco, y
eventualmente también el alfil , quedarán ocu­
pados en i mpedir que la torre negra pueda ubi­
carse en "h 1 " o " h 2 " .
5) entretanto, l a s negras, mediante el avance
de los peones de " b " y " a " , conseguirán , tarde
o temprano, abrir una columna en el flanco de
dama.
6) y por último, como en ese momento el rey
1 26
blanco estará todavía en el ala opuesta, el
primer j ugador no dispondrá de fuerzas
suficientes para i mpedir la entrada de la torre
enemiga en su primera o segunda fila.
Admito que si las blancas hubieran pensado
desde ya que existía el peligro real de perder
este final, hubieran podido salvar la situación
recurriendo a una defensa en extremo cuida­
dosa. Pero aconteció que las negras j ugaron
con un plan definido, mientras que las blancas
sólo lo hicieron con la convicción de que la
partida debía ser tablas.
Y el resultado fue una serie muy instructiva de
estratagemas típicas, mucho más úti l, para
jugadores poco experimentados, que las lla­
madas "brillanteces " .
16.�h6
Esto no es de ningún modo un error, pero sí
una prueba de que l as blancas no han
interpretado todavía el espíritu de la posición .
De otra manera, no estarían ansiosas por
cambiar un par de torres, lo cual será bien
recibido por el adversario, por estar dentro del
plan preconcebido.
16 gfd8 17.<;t>fl
.•.
Tal vez pudiera aconsej arse una l ínea de juego
más agresiva a iniciarse con 1 7 .g4. Pero, aun
en este caso, las negras conservarían la
oportunidad de complicar las cosas después de
1 7 .. .f6 seguido de . . . <;t>n y . . . <;t>e6, etc.
17 ...f5 18J�xd8+ gxd8 19.g3
19 . . .f4 era una seria amenaza.
19 <;t>f7 20 ..ie3 hS 2I.<;t>e2 i>e6 22.gdl
•.•
gg8 !
Si ahora 23 .h4, entonces 23 . . . !!g4, con la
amenaza 24 .. .f4. Las blancas están, pues,
prácticamente obligadas a permitir la apertura
de la columna de " h " .
23.f3 h 4 24.�f2 hxg3 2S.hxg3 ghs 26.-igl
�d6 27.<;t>fl
ALEXANDER ALEKHINE
Con el fin de contestar a 27 . . . e4, con 28.fxe4
fxe4 29.Wg2, etc.
27 .. J!g8 28 ..if2
28 ... b5 !
Ahora las negras muestran sus cartas . En caso
de que las blancas dej aran intacta su posición
de peones del flanco de dama, el plan de
ataque sería . . . eS y . . . c4, seguido de . . . aS y
. . . b4. La j ugada que viene acorta el procedi­
miento.
29.b3? aS 30.Wg2 a4 31 J3d2
Si 3 l .b4, la intención era 3 1 . . .1'l:c8 32.-icS
�a8 !, seguido de . . . l'l:a6 y . . . l'l:c6 etc . , con
ventaja.
31...axb3 32.axb3 l3a8
Las negras han alcanzado así la posición que
pretendían al comenzar este final. De aquí en
adelante, su ventaj a posicional será suficiente
para lograr la victoria, especial mente porque
podrán avanzar su rey después de fij ar a la
torre adversaria en la defensa de uno de sus
peones débiles.
33.c4
Única tentativa posible, porque 3 3 .b4 por
ejemplo, después de 33 . . . 1'l:a 1 34.1'l:d3 l'l:a3 etc.,
sería inmediatamente fatal .
M I S MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
33 ... l3a3 !
¡ La ruta d e l triunfo !
34.c5 ie7 35.l3b2 b4 36.g4
Uno de los últimos recursos de las blancas :
tratan de crear un peón pasado que podría
convertirse en una fuerza en caso de
cambiarse los alfiles. Pero las negras no tienen
prisa por realizar tal cambio.
36 ... f4 37.Wfl l!al+ 38.We2 l3cl
Ten iendo como objetivo principal esclavizar
todas las piezas contrarias mediante 39 . . . 1'l:c3 .
La expedición de la torre blanca que va a
seguir, es desesperación simple y llana.
39.l3a2 l3c3 40.l3a7 Wd7 41 .l3b7 l3xb3
42.l!b8 l!b2+ 43.c�fl b3 44.Wgt 'it>c6 4S.Wfl
WdS
Es claro que no convenía 4S . . . ixcS ?, debido a
46.-ixcS W xcS 47.gS etc . , con probabilidades
de tablas. Pero 4S . . . e4 ! 46.fxe4 f3 etc . , cons­
tituía un procedi miento más rápido.
46.l3b7
46 ... e4! 47.fxe4+ Wxe4 48.l3xc7 Wf3 49J'he7
l3xf2+ SO.Wel b2 51 .l3b7 l3c2 52.c6 !
Una linda broma final : S2 . . . 1'l:c 1 + S 3 .Wd2 b 1 'ª
S4.1'l:xb 1 l3xb 1 SS .c7, etc . Pero las negras
habían calculado bien que su otro peón pasa-
1 27
do forzaría el triunfo.
52 ... �g3 ! 53.c7 f3 54.�d l :Sxc7 SS.:Sxb2 f2
Las blancas abandonaron.
PARTIDA No 6 1
B l ancas: A . Alekhine
Negras : E. Bogolj ubow
Defensa Semieslava (D48)
Segunda Partida del Match
Baden-Baden , Abri l de 1 934
l.d4 lLl f6 2.c4 c6 3.lLlf3 dS 4.e3 e6 S ..id3
lLl bd7 6.lLl c3 dxc4 7 ..ixc4 bS 8 ..id3 a6 9.0-0
En la actualidad, los principales maestros
consideran como decididamente ventajosa
para las blancas la continuación : 9 .e4 c5 I O.e5
cxd4 1 1 .lLl xb5 lLl xe5 1 2 . lLl xe5 axb5 1 3 .'1Wf3 ! ,
etc . Pero en 1 934, la 1 3 j ugada de esta
vari ante no había sido todavía bien estudiada
y las acciones de la variante de Merano
estaban muy altas . Ese es el motivo de la apa­
cible j ugada del texto.
9 c5 10.a4
•..
I O.\We2, ensayada con fines experimentales en
las partidas Slimisch-Capablanca (Moscú,
1 925) y Dr. Vidmar-Bogolj ubow (Bied, 1 93 1 ),
no aportó a los primeros j ugadores más que
desencantos, al menos en el período inicial de
la partida.
10 b4 l l .lLl e4 ib7 12.lLl ed2
..•
De resultas de su incolora j ugada 9, es difícil
para las blancas encontrar otra manera de
complicar las cosas sin caer en desventaja, por
eso se inicia esta tentativa de bloquear el
flanco de dama del adversario.
12 ...ie7
Las negras no necesitan i mpedir la próxima
1 28
j ugada de su contrario, porque están bastante
desarrolladas como para intentar casi ensegui­
da una acción en el centro.
l3.a5 0-0 14.lLlc4 Wlc7 1S.Wie2 lLl g4
Las negras han conseguido una posición
francamente buena, pero de aquí en adelante
comienzan a considerar con demasiado opti­
mismo sus probabi lidades. En lugar de la
aventurada j ugada del texto, que las conduce a
ganar un peón , pero que permite la intrusión
del caballo blanco en "b6", con poderoso
efecto, habrían procedido mejor simplificando
las cosas mediante 1 5 . . . . ie4, por ejemplo.
16.e4!
Una verdadera sorpresa para las negras, que
seguramente esperaban la casi suicida res­
puesta 1 6.g3 .
16 cxd4 17.h3 lLl geS
•.•
Si 1 7 . . . lLlgf6, las blancas habrían continuando
1 8 .ig5 lLlc5 1 9. lLl b6 �ad8 20.�ac 1 Wib8 *
(estas j ugadas son recomendadas por Efim
Bogolj ubow en el libro sobre el match, como
las mejores para las negras) y ahora, no 2 1 .e5?
La recomendación de Bogolj ubow sería más acertada
aún con 20 .. .l!l fxe4 ! , ya que todos los i ntercambios que se
producen le benefician. Por ejemplo: 2 l .�xe4 �xe4
22.Wlxe4 (si 2U!xc5, Wlxc5 23 .ixe7 �xf3 24.ixf8 �xe2
25 .�xc5 d3, ganando) 22 . . . ixg5 23.lil xg5 lil xe4 24.l:!xc7
lil x gS 25J!d l , y aunque el blanco pueda controlar a los
peones de más de las negras, la ventaja de éstas es clara.
ALEXANDER ALEKHINE
(Bogolj ubow), sino 2 l .�xf6 ! gxf6 22.l:!c4 f5
23.li::l h4 etc . , con amplia compensación posi­
cional por el peón perdido.

18.�fxe5 � xe5 19.�f4 �d6 20.ixe5 ixe5

21.� b6

Punto esencial de la combinación iniciada con

el sacrificio de la j ugada 1 6. Desde este mo­
mento, el caballo paralizará todo el flanco de
dama negro.

21...l:� a7
26 !l:e8
•.•

En caso de 2 1 . . . !l:ad8, las blancas no habrían

tomado el peón de "a" sin antes i mpedir el
avance eventual del peón de "d" mediante
22.!l:fd 1 !, quedando en posición formalmente
preferible.
22J�acl Wfd6
O 22 . . . Wfd8 23 .Wfd2 ! �d6 24.f4 etc . , con ven­
taja.
En el supuesto de un movimiento del alfi l ,
Bogolj ubow da l a s siguientes variantes :
a) 26 . . . �g3 27 .Wfe6+ mh8 28 .Wfxg6 hxg6
29.!l:e6 !l:d8 30.!l:xg6 f4 3 1 .!l:e6.
b) 26 ... �f4 27 .!l:xd4 Wfg3 28 .�c4+ mh8
29 .Wfe7 , en ambos casos las blancas quedan
con posición ganadora.
27.f4 Wfg3 28.fxe5 !l:xe5 29.!l:c8+!

La refutación .

Debido a las múltiples debilidades de las 29 mn Jo.Whs+

•••

negras, la apertura de la columna de "e"

conduce a una pronta catástrofe. Pero tampoco
satisface la j ugada más tranquila 23 . . . �f4,
recomendada por Bogolj ubow, porque des­
pués de 24.!l:d 1 e5 25 .Wfe 1 etc . , las blancas
recuperarían el peón entregado sin dej ar de
mantener una fuerte presión .
La alternativa 30.!l:c7+ no era tan elegante,
pero sí más rápida, por ejemplo: 30 . . . mg6
3 l .!l:xg7+ ! , y si 30 . . . mg8, 3 l .�c4+ mh8
32.!l:c8+, seguido de 3 3 .Wfxe5 , etc .
30 g6 31.Wfxh7+ mf6 32.!:i:f8+ mg5 33.h4+
.•.

mf4 34.Wfh6+ g5 35.!l:xf5+! !l:xf5 36.Wfd6+

24.exf5 exf5 25.!l:el ! 'i!?g4 37.ixf5+

Las negras abandonaron .

La amenaza de cambiar damas en "e6 " , con un
Hay mate en tres.
final ganado por l as blancas sin mayor
esfuerzo, provoca la desesperación de l as
negras, que tratan de elaborar una complicada PARTIDA W 62
combinación de ataque, destinada de ante­ Blancas : A. A lekhine
mano al fracaso, debido a la inutil idad de su Negras : E. Bogolj ubow
torre dama. Defensa Semieslava (D3 1 )
Cuarta Partida del Match
25 ...Wfg6 26.f3 Villingen, Abri l de 1 934

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 29

l.d4 dS 2.c4 c6 3.lLlc3 lLl f6 4.e3 e6 S.�d3
lLl bd7 6.f4

Plan de apertura poco feliz, porque permite a

las negras emprender con éxito una acción
inmediata en el centro. Sin embargo, tal como
se desarrolló la partida, en cierto momento las
blancas tuvieron una ocasión para igualar sin
mayor dificultad.

6 ... dxc4

Esta j ugada, que está relacionada con las

cuatro siguientes, constituye un medio de
desarrollo tan natural como bueno. 17.lLle5!

7.�xc4 bS 8.�d3 �b7 9.lLlf3 a6 10.a4
La idea de avanzar este peón a "a5 " , como en
la partida anterior, es un tanto rebuscada en
esta posición . El curso lógico era 1 0.0-0 c5
I l .f5 , etc.
10 b4 l l. lLl e2 eS 12.0-0 �e7 13.a5?
.•.
Todavía ahora, 1 3 .f5 exf5 1 4.�xf5 0-0
1 5 .lLlg3, habría conducido a una partida con
más colorido y con probabi lidades para ambos
Si 1 7 .f5 ! ?, es muy difícil que las negras
aceptaran el sacrificio de la pieza, porque
después de 1 7 . . . exf5 1 8 .�xf5 gxf5 1 9.lLlxf5,
las amenazas de las blancas serían muy
fuertes, pero contestando 1 7 . . . �xf3 1 8 .�xf3
�xd4+ 1 9 .'tt> h l llJ bd7, con la amenaza
20 . . . lLle5, las negras obtendrían superioridad.
En cambio, si después de la j ugada del texto
continuaran con 1 7 . . . �xd4+, seguiría 1 8 .�e3,
seguido de l 9�llJc4 o 1 9 .E!:fd l , y se verían
frente a serias dificultades.
17 lLlc6!
•..

bandos. Después de la j ugada efectuada, las

blancas, aun j ugando con todo cuidado, sólo Sin duda alguna, ésta es la respuesta exacta
pueden pretender la igualdad. que destruye las esperanzas de ataque de las
blancas. El cambio subsiguiente es ineludible.
13 0-0 14. lLl g3 g6!
•.•

18.lLl xc6 ixc6 19.�c4?

Era de i mportancia vital evitar 1 5 .f5 .
15.�e2 cxd4 16.exd4
El aislamiento del peón central es, sin duda,
una temeridad, pero, como se verá en el
transcurso de la partida, se presta mejor para
igualar que la alternativa 1 6.lLl xd4 llJc5, etc.
16 lLl b8
.•.
Amenazando ganar impunemente un peón
mediante 1 7 . . . lLlc6.
Pero en esto hay exceso de optimismo, porque
después de la j ugada de l as negras que sigue,
y que es puramente defensiva, las blancas no
tendrán compensación, por la debilidad esta·
ble en que quedará su posición central .
1 9 .�xa6 bastaba para hacer tablas y era, por
otra parte, la única consecuencia lógica de la
maniobra previa del caballo. S i , en tal caso,
19 . . . E!:xa6, mediante la continuación 20.�xa6
�xd4+ 2 I .'i:t>h i �d5 22.�e2 �b5 23 .�f3
�xfl 24.�xd5 llJ xd5 25 . llJ xfl , las blancas no
tendrían, en el peor de los casos, nada que
temer. Bogolj ubow, en el libro del match,

1 30 ALEXANDER ALEKHINE
indica otras dos j ugadas que, en mi opinión,
son igual mente inofensivas. Estas son :
a) 1 9 . . . �a7 , que puede ser contestada con
20.�d 1 'Wa8 2 l..�b 5 .
b) 1 9 .. .l2J g4, después de lo cual las blancas
obtendrían hasta una especie de contraataque
mediante 20.'Wxg4 �xa6 2 l .f5 etc., o si
20 ... 'Wxd4+ 2 l .'it>h 1 �xa6 22.'We2, seguido de
23.�e 3 , etc.
19 ...�b7 20.�e3 'Wd6
El Dr. Lasker, en su excelente folleto sobre el
match, pretende, con toda j usticia, que las
negras ya tienen una posición estratégica­
mente ganadora, además, trata de probar que
puede "forzarse el triunfo" j ugando 20 . . . tLld5 y
da variantes a esa línea de j uego ¡ que llegan
hasta la j ugada 35 ! Pero es extraño que al
hacerlo omita la consideración del sencillo
movimiento con que yo habría contestado a
20 ... tLld5, que era 2 1 .tLle4, seguido eventual ­
mente por tLlc5, etc. Y es más que probable
que Bogolj ubow no se decidiera por la
respuesta natural 20 . . . tLl d5 porque no deseaba
permitir que el caballo blanco, tan infortuna­
damente ubicado, tomara parte activa en el
combate.
2U�ad l �feS 22.b3
Puesto que tanto su alfil dama como su
caballo no tienen porvenir, las blancas
quieren, por lo menos, fortalecer la posición
de su otro alfi l . Además, como se verá, la
jugada del texto facil ita la defensa del peón de
"a ...
22 ...�f8 23.�d3
Debido a sus numerosas debil idades, las blan­
cas están reducidas a una pasividad absoluta.
Felizmente para el las, las negras no demues­
tran estar a la altura de la situación tanto
estratégicamente como tácticamente.
23...'Wc7 24.'Wa2 �d6 25.�d2 Wc6
La presión sobre la casilla "g2" es sumamente
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
penosa para el pri mer j ugador y habría conti­
nuado siéndolo aún más si l as negras no
hubieran retirado su dama de esta posición
dominante. (Véase j ugada 29.)
26.�el �ad8 27.�d2 �e7
¡ Extraña j ugada ! ¿Por qué no continuar con
27 . . . �b8 y luego 28 . . . �a7 ?
"Un error táctico " , dice el Dr Lasker. Pero
tendría curiosidad de saber cuál es la j ugada
que, en esta situación desesperante, no resul­
tará un "error táctico" para los análisis pos­
teriores. En otras palabras, las blancas es­
taban perdidas, j ugaran lo que j ugaran .
29 ...'Wd6?
Como las blancas no amenazaban nada, no
había razón para diferir los hechos. Con
29 ... tLl g4 ! , las negras habrían ganado por lo
menos un peón, conservando su posición
dominante.
Esta partida prueba, mej or que cualquiera
otra, la inutilidad de este segundo match desde
el punto de vista deportivo, y explica, al
mismo tiempo, la indiferencia con que j ugué
en diversas ocasiones. Estoy seguro de que
Bogolj ubow no estaba en condiciones de sacar
ventaja de las oportunidades que mi j uego
pudiera ofrecerle y, por desgracia para el valor
artístico general del presente match, el "score"
de 7 a 1 a mi favor, después de 22 partidas,
131
j ustifica plenamente mi vehemente afirma­ Aquí inician las negras un peligroso complot
ción. contra su propia posición .
En cambio, 45 . . . lLl f6 ! les habría permitido
30.lLl e2 conservar su ventaj osa situación.

Por fin el pobre caballo empieza a cooperar en 46 .id3 fS 47.�dc2 gS?

•

la defensa, pero, las perspectivas de las

blancas siguen siendo muy sombrías.
Como quedará demostrado por la sorpresiva
respuesta, este avance sólo conduce, en el
30 ... lLJ dS 3 l .�cl .id8 32 .ig3 �e7
•

mejor de los casos, a la igualdad. Pero

47 . . .';1>t7, sugerida después por Bogoljubow,
Bogolj ubow pretende, y es posible que tenga
tampoco sería eficaz, porque las blancas
razón, que 33 . . .�f6 habría provocado compli­
habrían podido j ugar, por ejemplo, 48.'it' fl ,
caciones favorables para las negras, pero
seguido eventual mente por lLl g l lLJ f3 lLle5,
- -
también la simple respuesta 32 . . . f5 era bastan­
etc.
te buena. Por otra parte, la maniobra de la
dama, iniciada por la j ugada del texto, sólo
conduce el cambio de damas y, en conse­
cuencia, releva a las blancas de la preocu­
pación sobre su casilla de "g2 " .
E n resumen : ¡ una lamentable estrategi a !

33J!a2 �f6 34.�d2 �fS 3 S ..id3 �f6 3 6..ic4

.ie7 37.�d3 �ed8 38 . .iel �fS 39.�d2 �e4

Las negras se deciden por último a simplificar

las cosas admitiendo i mplícitamente que en
las últi mas 20 j ugadas no han logrado hacer
nada definitivo.
48.g4!
40.id3 �e3+ 41 ..if2 �xd2 42.�xd2

Las negras no podían aceptar este sacrificio de

La posición así alcanzada es todavía favorable
a las negras. Pero para ganar, aun conside­
rando que l a partida fue suspendida en este
momento, sería necesario poseer el arte para
los finales de un Lasker o un Capablanca en
sus buenos tiempos. Pero si no es fáci l para
las negras ganar la partida, es más que difícil
imaginar como podrían perderla.
peón , por ejemplo: 48 . . . fxg4 49.f5 ! rJJ fl
50.fxe6+ �xe6 5 l .lLlg3, seguido de 52.�e l+
etc . , con ventaja. Pero pudieron y debieron
j ugar 48 . . . gxf4 49.gxf5 �t7 etc., con posición
más o menos equilibrada.
48 ... lLlxf4?

42 �c8 43 ..ic4 �g7 44.g3

.•.
La posibilidad de esta j ugada defensiva se
debe a la desaparición de las damas, porque
antes, el debilitamiento de la diagonal "h l "­
"a8" habría resultado de fatales consecuencias.
44 �cd8 4S.�cl h6
•..
S i alguien decide deliberadamente cambiar
una pieza propia bien ubicada por un pobre
tullido, como el cabal lo blanco de "e2 " , es
indudable que ese alguien merece perder. Es
interesante observar, de aquí en adelante, el
alegre despertar de las piezas blancas que
durante horas estuvieron casi sin poder
moverse.

1 32 ALEXANDER ALEKHINE
49.lLl xf4 gxf4 SO.gxfS eS
Con la vana esperanza de que las blancas
quedarían satisfechas con los alfi les de
diferente color después de 5 l .dxe5 , seguido
de 52.f6, etc.
Sl.¡::¡ e l ! exd4
Las negras no prevén la bonita combinación
que sigue. La única probabilidad de salvación
era 5 l . . .�f6, a lo que las blancas habrían
contestado 52.¡::¡ c 4 ! exd4 5 3 .¡::¡ x b4 etc., con
mejores perspectivas.
El punto inesperado de esta operación tan
inocente a primera vista, es la coronación
inevitable del peón de "f'. Como puede verse
sin dificultad, las negras tendrán que seguir en
adelante una l ínea de j uego rigurosamente
determinada.
A cualquier otra cosa, 54.f6+.
54 ..be7 <ll xe7 SS,¡::¡ c 7+ ¡::¡ d 7 S6.f6+ <ll e8
57.ig6+
Más exacto que 57.f7+ �xf7 5 8 .�g6 �d5 , etc.
57 ... �d8 S8.f7 �xc7 S9.f8YN f3 60.YNxb4 ¡::¡ d 6
6l.id3
Las negras abandonaron.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
PARTIDA No 63
Blancas: E. B ogolj ubow
Negras: A. Alekhine
Defensa Benoni (A44)
Novena Partida del Match
Pforzheim, Abril de 1 934
l.d4 eS
Considero que l a elección de esta j ugada (que
a raíz de mi éxito en esta partida se convirtió
en moda durante algún tiempo) constituye uno
de mis pecados ajedrecísticos.
Porque si un campeón mundial, por el hecho
de ser humano, no puede siempre evitar el
empleo de j ugadas inferiores en la apertura,
debe por lo menos no realizar aquellas que él
mismo conceptúa poco convenientes .
2.dS eS 3.e4 d6 4.f4
Esta respuesta, decididamente prematura, sólo
puede explicarse por la circunstancia de que
Bogolj ubow, habiendo desperdiciado la opor­
tunidad de ganar la partida anterior, estaba
ansioso por hacer una demostración que lo
rehabilitara.
Una l ínea natural y buena era 4.4Jc3, y en
caso de 4 . . . a6, continuar con 5 .a4, seguido de
la maniobra 4Jf3 - 4J d2 - ltJ c4 etcétera, lo que
aseguraría a las blancas una muy larga inicia­
tiva.
4 exf4 S.ixf4 YNh4+
.•.
No valía la pena desperdiciar un tiempo de
desarrollo para provocar la j ugada debilitante
g3 .
La sencilla continuación 5 . . . 4Je7, seguida de
. . . 4Jg6 etc., habría conservado el control de
"eS " , con buena partida.
6.g3
El sacrificio de peón 6.�g3 , no sería correcto
debido a 6 . . . YNxe4+ 7 .�e2 �f5 , etc .
6 ...YNe7 7.lLl c3?
133
Era esencial j ugar 7 . lLl f3 ! para impedir la
próxima j ugada de las negras. Después de la
de la partida, la continuación 7 ... '1Wxe4+
8 .'tt> f2 , sería demasiado peligrosa y las negras
habrían preferido 7 . . . ig4 8 . lLl c3 a6, seguido
de 9 . . . lLl bd7, con probabi l idades más o menos
parej as.
7 ... g5 !
La fuerte posJcJon de su alfil rey en la
diagonal larga asegura a las negras una partida
cómoda y agradable.
8.ie3 lLld7 9.lL:lf3 h6 10.'1Mrd2
En cambio, I O. lLl b5 'tt> d 8 !, no tendría objeto.
lO lLl gf6 1 1.0-0-0 lLl g4 12.ie2
.•.
La j ugada l 2.ih3 (aconsej ada por el maestro
Bogolj ubow), tampoco habría al iviado las
dificultades de las blancas tras l 2 . . . lLl xe3
1 3 .Wxe3 ig7 .
12 .ig7 13J:ghfl lLl xe3
.•.
Era sin duda tentador agregar la ventaj a de los
dos alfi les a la ya obtenida. Pero como el
cabal lo estaba bien colocado en "g4" y el alfi l
dama blanco era inofensivo por el momento,
1 3 . . . a6 habría sido más consecuente.
14.'1Wxe3 a6 lS.lLlgl bS 16J�Mel .ib7 17.lLl dl
Este caballo debe ser llevado a "f5 " , único
1 34
punto fuerte de la posición blanca.
17 0-0-0 18.ig4
..•
Como el alfi l tiene pocas perspectivas, su
cambio por el pel igroso caballo negro no
puede ser criticado.
18 'tt> b 8 19.ixd7 �xd7 20.1Mfd2
•.•
Consecuencia natural de la man iobra iniciada
en su j ugada 1 7 .
20 g4!
.•.
Inmovilizando el cabal lo rey de las blancas y ,
en consecuencia, asegurando la importante
casilla "e5 " para su dama.
21.lLle3 Wes 22.c3 hS 23.lLlfS if6
24.Wf4?
El cambio de damas que va a seguir convierte
una posición difícil, pero no sin esperanzas, en
una partida perdida (las blancas pudieron
ensayar 24.'tt> b l , por ejemplo, como prepara­
ción para 25 . lLl h4).
Es interesante hacer notar que este error no es
ocasional, sino casi característico de Efim
Bogolj ubow
En la l l • partida del mismo match, por
ejemplo, en la posición producida después de
la j ugada 34 de las negras, a saber:
Blancas : Bogolj ubow - Negras : Alekhine
ALEXANDER ALEKHINE

En lugar de ensayar un contraataque, si bien
de resultado inseguro, mediante l .Wa6, prefi­
rió cambiar las damas con l .Wc3 ? Wxc3
2.E!:xc3 E!:a2 3 .!k4 E!:b8 ! , y tuvo que abandonar
después de unas cuantas j ugadas .
Cosas parecidas, aunque no tan típicas,
ocurrieron en las partidas quinta y vigesi mo­
segunda de nuestro primer encuentro (véase
partidas 27" y 30") .
Y lo que es más extraño aún, mi otro adversa­
rio, el Dr. Max Euwe, tiene la misma tenden­
cia singular de cambiar las damas en momen­
tos inapropiados (véase las partidas 7" y 24"
del match de 1 93 5 , la segunda del encuentro
de 1937 y, especial mente, la tercera partida de
exhibición del mismo año) .
Y si menciono estas coincidencias, no es, en
manera alguna, con el fin de criticar indebida­
mente a mis adversarios, sino para recordar a
los aficionados lo difícil que es resolver sobre
la oportunidad de un cambio de damas y
cuánta atención merece este asunto.
Si los más altos exponentes de nuestro juego
fallan tan a men udo en la apreciación exacta
de sus probabilidades en los finales, ¿qué
puede esperarse de los menos experi men­
tados?
24 .'11llfxf4+ 2S.gxf4 E!:ddS!
.•
Amenazando desalojar al cabal lo de "f5 " ,
cuya posición s e ha debilitado por haber
quedado obstruida por un peón de la columna
de "f' . Aparte de otras ventajas, las negras han
logrado ahora mayoría de peones en el ala
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
opuesta a la ocupada por el rey blanco. La
partida está estratégicamente terminada.
26.c4
Esta tentativa de encontrar otra casi lla segura
para el caballo (c4), será refutada por la
j ugada 27 de las negras . Pero, de todos modos,
26 . . .ic8 sería fatal para las blanc!!S.
26 bxc4 27.lLJ e3 c3 ! 28.b3 id4 29.lLJ c4 fS!
.•.
Poniendo el segundo alfil en actividad. Las
blancas podrían abandonar en este momento.
30.eS dxeS 31.fxeS ixdS 32.�xfS �dfS
33.�xf8+ �xfS 34.e6 �eS 3S.e7 ixc4
36.bxc4 ixgl 37.�xgl �xe7 38.h3 gxh3
39.Wc2 h2 40.�bl+ �b7 41 .�hl �b2+
42. 'it>xc3 �xa2 43. Wd3 Wc7 44. 'it>e4 'it>c6
4S.'it>fS aS 46.WgS a4
Las blancas abandonaron .
PARTIDA No 64
B l ancas : A . Alekhine
Negras : E. Bogolj ubow
Apertura Española (C77)
Deci mosexta Partida del Match
Bayreuth, Mayo de 1 934
l.e4 eS 2.lLJf3 lL! c6 3.ibS a6 4.ia4 lLif6
S.ixc6 dxc6
Creo que Bogolj ubow tiene razón al afirmar
que 5 . . . bxc6 es una respuesta aún más con­
vincente a la j ugada un tanto artificial de las
blancas. En realidad, si en esta partida adopté
la variante del cambio fue porque, a pesar de
jugar con blancas, no tenía ninguna ambición
especial ; en efecto, debido a las disposiciones
ineficaces de la Comisión del Match, había
tenido que pasar toda la noche anterior
viajando en automóvil de Munich a Bayreuth
y me sentía poco dispuesto para un trabajo
mental intenso.
6.lLi c3 id6 7.d3 eS 8.h3 ie6 9.ie3 h6 10.a4!
1 35
Si I O.tt:ld2, entonces I O . . . b5 l l .a4 c6, etc .
Pero ahora las blancas " amenazaban " obtener
una posición muy segura mediante tt:ld2-tt:lc4.
10 c4?
•.•
Al abrir la posición en el centro en este
momento, las negras sólo consiguen acre­
centar la actividad de las piezas contrarias. En
cambio, 1 0 . . . tt:ld7, seguido de . . . tt:l b8-tt:lc6,
hubiera sido una maniobra razonable.
l l .d4 exd4
Si 1 l . . .�b4, 1 2.d5, con ventaja.
12.�xd4 �b4 13.0-0 c6?
Jugada singular que debi lita sin necesidad la
casil l a "b6". Las negras debieron enrocar, y es
probable que llegaran a un empate después de
1 4.e5 �xc3 1 5 .�xc3 tt:ld5 1 6.�d2, etc.
14.e5 tt:ldS
Ahora están prácticamente obligadas a hacer
este movi miento, porque 14 . . . �xc3 1 5 .exf6 !
�xd4 1 6. lü xd4 �xf6 1 7 . tt:l xe6 fxe6 1 8 .�h5+,
seguido por 1 9.�c5 etc . , habría sido muy
ventajoso para l as blancas.
15.tt:le4 tt:l f4
1 5 . . . 0-0, era menos malo.
16.�c5 !
1 36
Manera lógica de explotar la debilidad de las
casi l las negras del adversario.
16 �xc5 17.�xd8+ S:xd8 1 8 .!D xc5 b6?
.•. •
Un error de cálculo. Era necesario jugar
1 8 . . . �b8, aunque después de 1 9.tt:lxe6 tt:lxe6
( 1 9 .. .fxe6 no es mejor) 20.a5 ! , amenazando
2 l .�a4 y 2 I . .!D d2, la posición de las negras
sería cualquier cosa menos cómoda.
19 . .!D b7?
El peón de "h" no tenía nada de envenenado, y
su captura habría sido decisiva. Por ejemplo:
1 9.tt:l xa6 �c8 20.lt:l c7+ 'it>d7 2 I .tt:la8 (esta fue
la jugada que no vi mientras calculaba),
2 l . . .tt:ld5 22.a5 (también era bueno 22.E!:fd l )
2 2 . . . bxa5 23.E!:xa5 �b7 24.�a7 l'!b8 25.E!:e1 !
es* 26.e6+ y las negras no lograrían capturar
al intrépido caballo. Después de la tímida
j ugada del texto, las negras reaccionan
temporalmente.
19 ... S:d7 20 . .!D d6+ i>e7 21..!Dd4 �dS 22.g3 !
El valor de esta j ugada audaz, que las blancas
sólo hicieron en procura de un empate,
después de haber desperdiciado la ocasión de
ganar en su j ugada 1 9, ha sido debidamente
incomprendido por los críticos (Bogolj ubow,
Nimzowich, doctor Lasker y otros). Todos
el los pretenden que las blancas se exponen
sin necesidad alguna y que ahora deberían
encontrarse en dificultades .
En realidad, la defensa del peón de "g" no
daría resultado, porque:
a) 22.f3 sería contestado con 22 ... g6 ! , amena­
zando 23 . . . c5 y 23 . . .f6.
b) después de 22.tt:l 6f5+ i>f8, las negras
• Es mucho mejor para las negras jugar 25 .. .l:'lhc8 !, y si
26.e6+, it>d6, y el caballo de "aS" cae.
La sugerencia de Alekh ine, 22.l:'lfd l , es mucho mejor, ya
que a 22 . . . 'tt> e 7, se puede entregar la calidad con
23 .E!xd5 ! cxdS 24.li:ld4 ! , seguido de 2S.Ii:l xb6, con clara
ventaja, gracias al bloqueo del caballo en "d4" y al
peligroso peón "a" l ibre.
ALEXANDER ALEKHINE
siempre amenazarían 23 . . . c5 .
e) en caso de 22.tt'l4f5+, l as negras estarían
perfectamente calificadas para j ugar 22 . . . We6 !
23.tt'l xg7+ Wxe5 24. tt'l de8, y entonces senci­
llamente 24 . . . tt'l xg2, con ventaja. *
Después de la aceptación del sacrificio por el
adversario, las blancas, aún contra una
defensa adecuada, no tendrían dificultades
para lograr un empate.

22 .. . lthh3+ 23.Wh2 tt'l g5 24.f4 tt'l e4

25.lL\ 6f5+ 'il7d8?

Las negras están buscando un contraataque sin
tener en cuenta la interesante j ugada 27 de las
blancas. Era necesario jugar 25 . . . Wf8, a lo que
habría seguido 26.tt'le3 Wg8 27.f5 Wh7 28 .e6,
y el peón de menos estaría ampliamente com­
pensado.
Después del cambio anterior, esta j ugada es ya
un error decisivo. En cambio 29 ... tt'lg5
30.'il,xd5 ! 'il,xd5 (mejor que 30 . . . cxd5 3 J .e6,
con ventaja) 3 J . tt'l e7+ Wd7 32.tt'l xd5 cxd5
3 3 .'il,f6 'il,g8 etc., ofrecía aún posibilidades de
salvación .

26.lL\ xg7 f6 27J:!ad l !

30.e6!

El tiempo así ganado (si 27 . . . 'il,xg7? 28.tt'le6+)

Esta combinación, tan corta como suti l,
asegura a las blancas una ventaj a neta y tal
basada en una promoción, es un digno
vez decisiva.
"pendant" del ataque final de la 4• partida.

27...'il7c8 28.tt'l df5 fxe5

30 ... 13dxg7 31.tt'lxg7 l3xg7 32.13xd5

La alternativa 28 . . . 'il,g8, también dejaba a las

blancas con mejores probabilidades para el El alfil debe ser eliminado porque defiende la
final . Por ejemplo: 29 . tt'l h5 fxe5 30.fxe5 'il,e8 casilla "f7" de las negras.
3 J .li:Jf6 ! tt'l xf6 32.exf6 'il,e2+ 3 3 .Wh3 �g2+
(33 ... �e6 34.g4 �xf5 35 .gxf5 .) 34.';!;>g4 �xfl
35.l' h d7 Wxd7 36.f7 'il,e8 37.fxe8'W+ 'ít>xe8
38.c3 ! , seguido de tt'l xh6 y las blancas siem­ Una triste necesidad, porque después de
pre quedarían mejor. 34 . . . 'il,xf7 35 .exf7, este peón no podría ser
detenido.
29.fxe5 l3g8?

Hay una defensa táctica que obtiene ventaj a prácti­

camente decisiva para el pri mer jugador: 2 5 . f4+! li:l x f4 ¡ Los peone� negros no podrán escapar !
26.l'lae l + �e4 27.l'lxe4+ l!lxe4 2 8 . 1i:l f6+ l!le3 29.1i:lf5+
(no 29.1i:l xd7, por 29 ... l'lg8, y l a ventaj a sería de las
negras) 29 ... i>e2 30.1i'lg3+ i>e3 3 l .li:l xd7, etc. Hubiera 37 ... b5 38.a5 d4 39.13xa6 b4 40.Wf3 c3
sido mej or 24 . . . 1i:l e2+ 25.i>h2 �e4, aunque el blanco 41.bxc3 bxc3 42.l3e6+! Wxe6 43.Wxe4
puede forzar las tablas con una variante muy bonita:
26.l'lae l l'ld2 2 7 . f4+ ! li:l xf4 28.l'lxe4+ ! l!lxe4 29.1i:lf6+
We3 30.1i:lg4+, y tablas. Las negras abandonaron .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 37

 PARTIDA W 65
Blancas : E. Bogolj ubow
Negras : A. Alekhine
Gambito de Dama Aceptado (D24)
Decimoséptima Partida del Match
Kissingen, Mayo de 1 934
Porque s i 1 3 .Wfxd5 ?, entonces l 3 . . . ib7, ga­
nando la dama.
13.Wfg3 h6 14.tlJh3
Si 1 4.lt:J f3 , seguiría 1 4 . . . Wfg4, etc.

l.d4 dS 2.c4 dxc4 3.tlJf3 tlJf6 4.tlJc3 14 ... c6

Preparando la feliz escapada que sigue.

Poco empleado, pero j ugable. Sin embargo, l a
continuación más lógica es recuperar el peón
15.f4 Wfc2! 16.Wff2
del gambito con 4.e3, seguido de 5 .ixc4.
Defendiendo aparentemente todo, porque tan­
4 ... a6 S.e4? to 1 6 . . . Wfxb2 1 7 .0-0, como 1 6 . . . c3 1 7 .b4 ! , se­
rían peligrosas para las negras. Pero una sor­
Pero esto es simplemente aventura, sólo presa está en camino.
comprensible en un j ugador que ya tiene muy
poco que perder (el estado del match era en
ese momento 5 a 1 a mi favor). Había que
j ugar 5 . a4, seguido de 6.e3, etc. *

s ... bs

¡ Es claro ! Como las negras no tienen puntos

débi les, les resulta fáci l contrarrestar las
j ugadas de ataque del adversario.

6.e5 tlJdS 7.tlJg5 e6 8.Wff3

8 .Wfh5 Wfe7 etc . , tampoco sería de cuidado.

8 ...Wfd7 9.tlJ xd5 exdS 10.a3
Sin duda es poco agradable verse obligado a
real izar j ugadas defensivas semej antes aunque
se esté en desventaj a material, pero la amena­
za 1 O . . ib4, era demasiado grave.
. sido realizada en posiciones análogas (por
lO tlJ c6 l l .ie3 tlJd8
..•
Como se verá, esto releva a la dama de la
defensa del peón " d " .
12.ie2 WffS !
E n la actualidad éste es u n movi miento natural y se
juega muy a menudo a ni vel magi stral.
Lo habitual es seguir como en l a partida. pero en la
sépti ma jugada mover 7 . a4 !
16 ...�xa3!
En ajedrez se hace cada día más difícil
encontrar combinaciones originales, sobre
todo al comienzo de la partida. Creo que esta
es una de ellas: aunque la j ugada de alfil ha
ej emplo, con el peón blanco en "a2" y el alfil
en " e 1 "), no ha sido hecha, que yo sepa, con la
idea de capturar la torre después de 1 7 .Ei:xa3
Wi'xb2, etc .
17.0-0
No había cómo elegir, porque 1 7 .Ei:xa3 Wi'xb2
1 8 .Ei:a5 Wi'b4+ 1 9.id2 f6 etc., perdería rápida­
mente.
17 ...ixb2 18.�ael ifS

138 ALEXANDER ALEKHINE

El plan de ubicar el alfil en "e4" y luego
enrocar largo es, indudablemente, bueno. Pero
las negras, con su ventaj a material abruma­
dora ( ¡ tres peones ! ) debieron buscar una
simplificación como l 8 . . . ixh3 l 9.gxh3 lt:ie6
20.f5 lt:ig5 etc., que habría aclarado las cosas
con más rapidez.
19.g4 ie4 20.fS lLi b7 21.lDf4
Si 2 I .'<Mfh4, con el fin de i mpedir el enroque
largo, la respuesta 2 l . . .c5 ! habría sido fuerte.
21...0-0-0! 22.'<Mrg3 gS
Como la actividad de las blancas en la
columna de "f" va a ser pronto paralizada por
la amenaza inevitable de un contraataque
mediante . . . c5, ésta es una de las continua­
ciones más sencil las.
23.fxg6 fxg6 24 ..id l Wc3 2S.lLi e6 �deS
26.�f6 �e7 27.�efl �heS 2S.liJf4
Después de 28.lt:ic5 lt:i xc5 29.�xc6+ �b7
30.�xc5 , el sacrificio de dama 30 . . . 1Mfxd4 ! ,
acabaría con todo.
2S liJdS 29.Wf2
..•
Si 29.lLi xg6, entonces 29 . . . ixg6 30.�xg6 c5 ! ,
ganando con facil idad .
29 ... Wa3 30 ..if3 ixf3 3 1 .Wxf3 gS 32.lDe2
�e6 33.�f5 Wd3 34.h4 �g6 3S.h5 �ge6
36.Wf2
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
36 ... c5 !
¡ Por fin !
37.�f3 Wc2 3S.Wel lLi c6 39.� 1f2 We4
40.llJ g3 Wxg4 41 .�g2 �xd4
Las blancas abandonaron .
PARTIDA No 66
Blancas : E. Bogolj ubow
Negras : A . Alekhine
Defensa Eslava (D 1 l )
Vigesimoquinta Partida del Match
Berlín, Junio de 1 934
l.d4 dS 2.liJf3 c6 3.c4 dxc4
Línea de j uego poco común (en lugar de
3 . . . lLi f6) que, por cierto, no fue refutada en la
presente partida.
4.e3 �g4 s.�xc4 e6 6.llJ c3
Bogolj ubow opina que le habría sido posible
conseguir un final favorable continuando
6.'<Mfb3 Wb6 7.lt:ie5, pero después de 7 . . . �f5
8 .lt:ic3 lLi f6 9.f3 lLi fd7 ! etc . , las blancas no
tendrían porque abrigar mayores esperanzas.
6 ... lLi d7 7.h3 �hS S.a3
Demasiado lento. Pero como las blancas no
han planeado acción alguna en el centro, estas
j ugadas preventi vas no pueden ser criticadas .
S ... llJgf6 9.e4 ie7 10.0-0 0-0 l l .�f4 aS
Como, por el momento, las blancas están más
fuertes en el centro, las negras emprenden una
diversión en el flanco de dama. Su resultado
será el cambio de un par de piezas que aliviará
su posición un tanto trabada.
12.ia2 Wb6 13.g4 �g6 14.We2 Wa6! 1S.We3
Es claro que el cambio de damas pri varía a las
blancas de toda pretensión de tri unfo.
1 39
15 ... b5 16.lb e5 .!D xe5
También podía j ugarse l 6 . . . b4 l 7 . .!D xg6 hxg6
l 8 .lbe2 c5 , pero no me entusiasmaba mucho
la variante l 9.e5 lb d5 20.�xd5 exd5 2 l .�g3,
seguido de f4, etc. Además, pensaba en el
porvenir de mi alfil dama momentáneamente
enjaulado.
17.�xe5 b4 1 8.�xf6 �xf6 19 .!D e2•
Después de esto las negras obtienen la inicia­
tiva, que conservarán hasta el final . Pero
también después de l 9. lb a4 (recomendada por
Nimzowich y Bogolj ubow) l 9 . . . bxa3 20.bxa3
e5 ! 2 l .d5 �e7 etc . , sus perspectivas seguirían
siendo satisfactorias.
19 ...bxa3 20.bxa3 eS 2U�acl cxd4 22 . .!D xd4
22 �xd4!
•.•
El cambio de este alfi l tan activo sorprende a
primera vista, pero en realidad ofrece las
mejores posibil idades para explotar los puntos
débiles de la posición blanca, tanto en el
centro como en el flanco de rey.
23.'1Wxd4 �fd8 24.'1Wc4 '1Wb7 !
La interesante variante que sigue habría dado
a las negras cuatro peones por una pieza, pero
sin verdaderas probabil idades de triunfo:
24 . . . '1Wxc4 25 .l:hc4 �d3 26.f4 ! �xa3 27.E!f2
1 40
E!xh3 28.f5 E!g3+ 29.<;t>h2 * E!xg4 30.fxg6
E!xg6, etc.
25.f3 hS
Las negras no pueden pensar en lanzarse
seriamente a la ofensiva sin disponer de un
refugio para su rey. Esta j ugada de peón es, al
mismo tiempo, el primer paso hacia la
emancipación del prisionero de g6.
26.'1We2 �d4 27.'1We3
En lugar de esta j ugada, el doctor Lasker ha
sugerido 27 .E!fd l , pero después del cambio de
torre se l legaría a una posición semejante a la
que se presentó l uego de la j ugada 3 3 .
Si 2 7 . . . E!ad8, las blancas habrían forzado el
cambio de damas mediante 28 .�d5 '1Wb2
29.E!b l , etc .
28.gxh5
Las blancas esperan obtener cierto contra­
ataque en la columna e y con el fin de ganar
" ",
un tiempo para doblar las torres, dan un poco
de aire al pobre alfi l . Bogolj ubow indica como
preferible 28.E!fd l E!ad8 29.E!xd7 E!xd7
30.�c4 a4 ! , seguido de . . . h4, y las casi llas ne­
gras de su posición quedarían siempre muy
débiles.
Las blancas no pueden j ugar 3 l .E!xa5 por
3 l . . .Wb2 ! , ganando inmediatamente. **
A pesar de que este peón no puede ser
defendido por el alfil, al menos por el
momento, no debe considerársele débil, por-
* Con 29.!3g2, las blancas evitan perder un cuarto peón.
** La jugada 3 l . . .l::'í: d l + ! , es aún mas contundente.
ALEXANDER ALEKHINE
que las negras están en condiciones de defen­
derlo recurriendo a contraataques.
35.:1l:xa4 no convenía por 35...E:xfl+, seguido
de 36...'11:lfb5+.
35...'11:lfc7
Amenazando jaque mate en tres mediante
36 ...'11:lfg3+, etc.
36.f4 '11:lfd8! 37.'11:lff2
37 .E:xa4 habría sido refutado con 37...E:xfl+,
seguido de 38...Wdl+. El fin se aproxima.
37...f5!
La resurrección del alfil, que defenderá el
peón de "a" y contribuirá a la explotación
efectiva de la desorganizada posición del rey
blanco.
Si 40.i>h2, entonces 40 ...'11:lfc3!, ganando.
No queda defensa. Si por ejemplo 4I.<;:t>h2,
entonces 4l...E:c2 42.E:d2 E:xd2
'&eS!, ganando un peón y la partida.
MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937
Con el fin de poder contestar a 42.E:d8, con
42...Wa6!, etc.
42.i>f2 '11:lfc2+ 43.'1Mfd2
O 43.�e2 �b5 44.'11:lfd2 �xe2! 45.'11:lfxe2 Wc5+
etc., ganando.*
43...'�c5+ 44.We3
Si 44.'11:lfd4, entonces 44...Wxa3 y las blancas
ya pueden abandonar.
Las blancas abandonaron.
Esta partida dio fin, prácticamente, al match,
puesto que totalicé 15 puntos contra 10 de mi
adversario.
PARTIDA W67
Blancas: A. Alekhine
Negras: Marqués S. Roselli del Turco
Apertura Colle (A47)
Torneo de Zurich, Julio de 1934
l.d4 d5 2.<!Df3<!Df6 3.e3 e6
Esto no es un error, pero 3...�f5 4.�d3 e6!,
habría resuelto sin desventaja el problema que
crea el desarrollo del alfil dama.
4.�d3 eS 5.b3
En lugar de este método de movilización
anticuado y un tanto innocuo, el moderno
sistema Colle, que comienza con 5.c3, ofrece
más posibilidades de ataque. Sin embargo, en
este caso tuvo éxito, porque las negras respon­
dieron con una injustificada liquidación de la
' No se ve cómo pierden las blancas luego de 46.\t>g3
Wfgl+ 47.\t>h4 (casilla bastante cómoda para el rey
43.'11:lfxd2 blanco). Pero el negro tiene otros caminos para ganar. Por
ejemplo: 44...Wfc5+ (en lugar de 44...ixe2) 45.Wfe3
(obligado) 45 ...Wfxe3+ 46.\t>xe3 gel 47.gd2 \t>h6!
48.\t>f2 gxe2+ 49.gxe2 ixe2 50.\t>xe2 \t>h5 51.\t>f2 \t>h4
52.\t>g2 g5!, ganando el final de peones sin dificultad.
141
situación central.
s ...cxd4?
Este cambio, en extremo singular, practicado
con cierta frecuencia por j ugadores muy
experimentados, abre una columna central
para que las blancas la empleen , sin recibir
compensación alguna, porque las negras no
tienen nada que hacer en la columna de " e " . El
desarrollo de esta partida hace resaltar de
manera evidente el error de esta estrategia.
6.exd4 .id6 7.0-0 0-0 8.ib2 lt:l c6 9.a3
Más exacto que 9 . li:l bd2, porque después de
9 . . . \Wc7 ! , las negras amenazarían I O . . . li:l b4 y
I O . . e5 .
.
9 b6 10.li:l bd2 ib7 1 1 .'11Me 2 '&c7 12.lLleS
.•.
lt:l e7 13.f4 �ac8 14.�acl
Las blancas disponen ya de mayor espacio en
el centro y de algunas posibilidades en el
flanco de rey. La j ugada del texto agrega, a
esas ventaj as, un triunfo más : se dinamiza el
peón " e " . Sin embargo, l a situación general
después del cambio erróneo de la 5" j ugada es
tan favorable a las blancas, que podrían l levar
un ataque contra el rey aun sin la cooperación
de este nuevo factor.
Un ejemplo característico de tal clase de
ataque es mi partida contra Asgeirson , en el
Torneo por Equipos, de Folkestone, de 1 93 3 ,
e n la cual , después d e u n a pequeña transpo­
sición de j ugadas, se l legó al mismo tipo de
1 42
posición que en la presente:
B lancas : A. Alekhine - Negras : Asgeirson .
l .d4 li:lf6 2.li:lf3 e6 3 .e3 c5 4 . .id3 li:lc6 5 .a3
cxd4 6.exd4 d5 7.0-0 .id7 8.b3 .id6 9.l'l:e l
.Eic8 I O . .ib2 0-0 I l .li:le5 .ib8 1 2.li:ld2 g6
1 3 .\Wf3 li:lh5 1 4 .\We3 li:l g7 1 5 .'&h6 li:l e7 1 6.g4!
�h8 1 7 .li:ldf3 li:lg8 1 8 .'&h3 .ie8 1 9.-ic l id6
20.li:l g5 h5 2 l .gxh5 li:l xh5 (si 2 l . . .gxh5 ,
22 .li:lh7 ! , ganando la calidad) 22.li:l gxt7+!
.ixt7 23 . .ixg6 .ixg6 24.li:l xg6+ �g7 25.li:l xf8
Wxf8 26.\Wg4+ ! y las negras abandonaron .
14 g6
.•.
Esto, relacionado con las dos j ugadas siguien­
tes, no es suficiente para parar el avance
amenazador del peón de " g " . Pero tampoco
hubiera dado resultado una tentati va de las
negras para ubicar el cabal lo en "e4 " , por
ejemplo: 1 4 . . . \Wb8 1 5 .l'l:f2 ! Wa8 1 6.l'l:e l , segui­
do por g4 etc., con ventaja.
1S.g4 hS 16.h3 �g7
Como se verá, esto sólo consigue facilitar el
avance del peón de " e " blanco.
17.c4 '&d8
18.c5 !
Este avance i mplica la decisión estratégica de
la partida, porque, gracias a él, las blancas
introducen en el flanco de dama un peón
pasado y defendido, sin debilitar su presión en
el ala opuesta. Es evidente que las negras no
ALEXANDER ALEKHINE
pueden j ugar ahora 1 8 . . . bxc5 1 9.dxc5 i.xc5+,
a causa de 20.�xc5 ! , seguido de 2 l .g5 etc.,
ganando.
lS ...i.xeS 19.fxe5 llJ d7 20.b4 hxg4 21.hxg4
ghs
La ocupación de esta columna no tiene
importancia porque las piezas menores no
pueden cooperar.
22.llJf3 bxcS 23.bxc5 llJ c6 24.'1We3 !
Amenazando 25 . llJ g5 .
24 ...'1We7 2S.C.t>g2
Ahora las blancas amenazan 26.�h 1 !, seguido
de 27.�cfl y 28 .i.c 1 etc . , induciendo a las
negras a emprender una acción desesperada en
el centro.
2S ... f5 26.exf6+ llJ xf6 27.'\WgS �h6 28.�hl
gch8 29.�xh6 �xh6 30.gel !
Más fuerte aún que 30.�h 1 , con l o que sólo se
hubiera ganado un peón .
30 ... llJd8 31.llJeS llJ gS
Si 3 l . . . lLl t7, vendría 32.lLlxt7, seguido de
33 .�e5 etc ., ganando fácilmente.
32.i.c l !
Una d e las razones de 30.�e 1 .
32 ...'\WeS 33.gfl i.c6 34.gf6! llJxf6 3S.Wxh6+
@g8 36.igS
Ganando dos piezas menores.
Las negras abandonaron.
PARTIDA W 68
Blancas : A . Alekhine
Negras : H . Johner
Apertura Española (C79)
Torneo de Zurich, Julio de 1 934
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
l .e4 eS 2.llJf3 llJ c6 3.ibS a6 4 ..ia4 llJf6
5.0-0 d6
Esto permite a las blancas iniciar una acción
inmediata en el centro sin verse obligadas a
defender pri mero el peón de "e", mediante
6.�e 1 o 6.�e2, como hubiera sido necesario
después de 5 . . . ie7 .
6.c3 id7 7 .d4 ie7 S.dS
Esta maniobra de bloqueo fue introducida por
Bogolj ubow en una partida de nuestro match
en Rotterdam, 1 929. Su particularidad es la de
conducir a lentos combates posicionales de
grueso calibre.
8 ... llJ b8 9.ic2 ig4
En el Torneo por Equipos de Varsovia, de
1 93 5 , Keres ensayó contra mí una línea de
j uego más agresiva, que i mpl icaba renunciar
al enroque y que comenzaba con 9 . . . h6. La
continuación de la partida fue 1 O.c4 �c8
1 1 .lLl e 1 g5 1 2.lLlc3 lLl h5 1 3 .lLl e2 ! (está claro
que no es buena 1 3 .�xh5 , debido a 1 3 . . . ig4)
1 3 . . . lLl f4 1 4. lLl g3 c6 1 5 . lLl f5 cxd5 1 6.ixf4
gxf4 1 7 .cxd5 ixf5 1 8 .exf5 , pero fue, sin
embargo, favorable al primer j ugador quien ,
sacando ventaj a de la apertura de la columna
" e " , logró hacer abandonar a su adversario en
la jugada 37. Respecto a 9 ... a5 !, asociado con
10 . . . tt:J a6 y 1 l . . .lLlc5, véase mi partida en
consulta con Kashdan (N° 1 1 9).
lO.c4 llJ bd7
143
l l .h3!
En la partida citada más arriba, Bogolj ubow
jugó en este momento l l .lLlc3, y sólo después
de l l . . . lLl f8 , siguió con 1 2.h3? Esto no tenía
razón de ser, puesto que el alfil puede irse
ahora a "d7" , sin contar que las negras
quedaron en condiciones de iniciar un contra­
ataque mediante el avance de peón a . . . g5 ,
para luego sacrificarlo con . . . g4 ! y obtener una
posición ganadora.
ll ....ihS 12.lLlc3 0-0 13.g4 .ig6 14.We2
Preparando la j ugada 1 5 . 4J h4 que, de ser
realizada enseguida, habría sido contrarrestada
con 14 . . . .ixe4, etc .
14 ... 4J e8 15 ..id2 h6
1 5 . . . h5, en apariencia más agresiva, sería
favorablemente refutada por la maniobra
lLl d I -lLl e3-lLl f5 .
16.'it>g2 .ih7 17J�hl gS !
Mediante la construcción de esta barricada de
peones, las negras eli minan por lo menos el
pel igro inmediato que amenaza a su rey.
18.h4 f6 l9. lLl d l i!f7 20.lLl e3
Este cabal lo debe ser cambiado en "f5 " , antes
de que las negras tengan tiempo de traer un
caballo a "f4 " por "g6 " .
2 0 4J f8 21.lLlf5 .ixfS 22.gxf5 i!h7
.•.
Debe admitirse que las negras defienden su
posición en forma lógica. Ahora logran llevar
un caballo a "f4" por otro camino (g7-h5),
pero tienen la poca suerte de que sus demás
piezas estén demasiado mal colocadas para
permitir una defensa realmente eficaz.
23.i!agl lLl g7 24.'it>fl We8 25.lLl h2 lLl hS
26.lLl g4 lLl f4 27.Wf3 !
1 44
Amenazando 28 . .ixf4 exf4 29.Wxf4 ! gxf4
30.lLl xh6+ ! , seguido de mate.
27 'it>g7 !
..•
L a única defensa, porque 2 7 . . . 'it> h 8 , perdería
pronto luego de 28.lLl xh6 ! i!xh6 29.hxg5 , etc.
28.hxg5 hxgS 29.i!xh7+ lLlxh7 30.i!hl 'it>h8
31.i!h6 Wf7 32.-id l i!g8
33.Wb3 !
Como todas las piezas negras están más o
menos ocupadas en el flanco de rey, la dama,
por el otro extremo, emprende un paseíto, no
por simple curiosidad, sino para apresar
cualquier cosa que pudiera estar mal
defendida. Esta ganancia de material no es
mera casualidad, sino consecuencia lógica de
una iniciativa persistente que ha impedido a
las negras defender todos sus puntos vulne­
rables a un mismo tiempo.
33 b6 34.Wa4 .if8
.•.
Si 34 . . . a5 , entonces 35 .Wd7 etc., ganando
rápidamente.
35.Wxa6 .ixh6 36.lLlxh6 Wg7 37.lLl xg8 'it>xg8
38.Wc8+ 4Jf8 39.�xf4 exf4 40.We8
Como sucede muy a menudo, después de la
obtención de una ventaj a material, el ataque se
desvanece, y ahora las blancas deben poner
especial cuidado en impedir un posible contra-
ALEXANDER ALEKHINE
ataque. Las negras amenazaban seriamente
40 . . . 1Mle7 y 4 l . . .We5 .
40 ... g4! 41.WhS f3 42.ia4 ltl h7 43.ie2
Preparación necesaria para el sorpresivo
ataque que van a realizar en el centro.
43 ltlf8
..•
Si 43 . . . ltlg5, las blancas habrían ganado
mediante 44.Wxg4 Wh6 45 .'� g l !, y si
45 . . . mf8, proseguiría 46.id l ltl h3+ 47 .mfl
'Wd2 48 .Wxf3 , mientras que a 45 ... 1Mlg7,
vendría 46.Wg3 .
La tarea técnica ulterior sería fáci l en ambos
casos.
44.eS !
Esta fue la j ugada sell ada en el momento de la
suspensión, que transforma un compl icado
problema técnico en un procedimiento gana­
dor tan corto como sutil y exacto.
44 ... dxeS
Si 44 .. .fxe5, vendría 45.f6 ! '<Mixf6 46.Wxg4+,
seguido de 47 .ie4 etc . , terminando con la
lucha.
4S.d6! eS
Después de 45 . . . cxd6, el tercer punto de la
combinación, 46.c5 ! , amenazando 47.ib3+
etc., completará el éxito del trabajo.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
46.ie4 Wd7 47.Wh6!
Más preciso que 47 .Wxg4+.
Las negras abandonaron.
PARTID A W 69
B lancas : F. Gygli
Negras : A . Alekhine
Defensa Benoni (A44)
Torneo de Zurich, 1 ulio de 1 934
l.d4 eS 2.dS eS 3.e4 d6 4.g3
Procedimiento de desarrollo un tanto rebus­
cado, que no molesta mucho a las negras. En
mi opinión, l as blancas debieron tratar de
combinar las dos ideas estratégicas siguientes :
1 ) ocupar la casilla "c4" con un caballo y
continuar forzando esa posición .
2) preparar el avance f4, pero no realizarlo,
sino como reacción inmediata a la misma
j ugada del adversario. En este último caso, la
apertura de la posición en el centro terminará
siempre por favorecer al bando que ya tenga
superioridad en espacio.
4 ... fS S.ltle3 ltl f6 6.ig2 ie7
También podía considerarse el avance inme­
diato 6 . . . b5 (si 7 . tLl xb5, ltl xe4, etc . ) .
Como las negras dej an pasar e s a posibilidad,
las blancas debieron ahora impedirla mediante
7.a4.
7.ltl ge2 bS!
Como se verá, las consecuencias tácticas de
este avance, muy j ustificado desde el punto de
vista posicional , merecían haber sido cuida­
dosamente examinadas.
8.exfS b4 9.ltle4 .ixfS lO.ltl xeS
Esta operación, aunque tentadora, no es
conveniente, porque sólo facilita el despliegue
de las fuerzas negras. Sin embargo, cualquier
alternativa tranquila no habría hecho sino
destacar la ineficacia del pl anteo.
1 45
10 ... dxc5 l l .d6 habría l levado a una posición sin esperanza
después de 2 l . . . lt'l xh5 22.g4 lt'l f4 23 .�xf4
gxf4 24.gxf5 f3 25 .�fl Wf6, etc. Pero Jo que
va a suceder después de la retirada del texto,
no será mucho mejor para ellas.

20 .!D e5!
•..

Con las dos amenazas 2 l . . .lt'lc4+ y 2 l . . .lt'lf3+,

que no pueden pararse a la vez.

21 J3xa8 l!xa8 22.l!dl lD f3+

Aún más convincente que 22 . . . lt'lc4+ 23 .@e l

tt:l xb2 24.Eí:b l , etc.
l l e4!
•.•

23.�xf3 exf3 24.lt'lcl c4!

l l . . .�e4 no convenía, por 1 2.�xe4 lt'l xe4
1 3 .'1M!d5 , con ventaja. Condenando al caballo blanco a una inmo­
vil idad de la que no saldrá hasta la termi­
12.dxe7 Wfxd l+ 13.Wxd l Wxe7 14.ie3 nación de la partida .
.!D bd7
25.@et g4
A consecuencia de Jos cambios realizados en
el centro, este medio j uego sin damas es No hay apuro en tomar el peón " e " , porque la
favorable a las negras, debido a la posición respuesta de las blancas es obligada. Si
incómoda del rey bl anco, que i mpide la acción 26.hxg4?, entonces 26 . . . hxg4, seguido de
combinada de sus torres. 27 . . . Eí:h8 y . . . lt'l e4 con ataque de mate.

15.h3 h5 16.a3 aS 17.axb4 axb4 18.Wd2 26.h4 �xc2 27 .l!d4

wm

Importante movimiento cuyo objeto es

impedir la toma del peón " e " con j aque, en
caso de . . . lt'le5

19 . .!D f4?

Esta j ugada constituye una pérdida de tiempo

casi decisiva, basada en un error de cálculo
evidente.
Jugando 1 9 .b3 las blancas tendrían todavía
una partida j ugable, aunque inferior.

19 ... g5 20.lt'l e2 27 ... c3 !

Es probable que las blancas pensaran en Esto fuerza un poderoso peón pasado y al
continuar: 20.Eí:xa8 Eí:xa8 2 l . lt'l x h 5 , y que mismo tiempo termina el cerco al rey
ahora se hayan dado cuenta de que eso las enemigo. Las blancas no pueden ahora jugar

1 46 ALEXANDER ALEKHINE
28.f1xb4, a causa de 28 . . . f1d8 29.�d4 f1xd4 !
30.f1xd4 cxb2 y ganan .
28.bxc3 bxc3 29J�f4 We6 30J�c4 lLldS
31 .�g5 <i!?d6 32.�h6
Las blancas tienen cada vez menos j ugadas a
su disposición .
32 ... f1e8+ 33.<i!?fl �d1 ! 34.f1d4 �e2+ 3S.<i!?e1
Si 35.<i!?g 1 , �b5 ! , seguido por . . . f1e 1 +, . . . �fl ,
. . . �g2 y . . . f1h 1 ++.
35 ... Wc6 36.�g5 �c4+ 37.Wd 1 <tf?cS!
¡ Capturando la torre en el mismo centro del
tablero !
38.f1xd5+ <tf?xdS 39. Wc2 ge2+! 40. Wxc3
gxrz
Las blancas abandonaron.
PARTIDA W 70
Blancas : A. Alekhine
Negras : Dr. Em. Lasker
Gambito de Dama (D67)
Torneo de Zurich, Julio de 1 934
l.d4 dS 2.c4 e6 3.ltlc3 lLl f6 4.ltlf3 �e7 S.�gS
lLlbd7 6.e3 0-0 7.gcl c6 8.�d3 dxc4
Como se ha comentado en otras partidas, este
cambio ofrece a las negras más recursos
defensivos si es precedido por . . . h6 y �h4 del
blanco.
9.�xc4 ltl d5 10 ..ixe7 W!xe7 l l .ltl e4
Esta j ugada, "de mi patente " , es tan buena,
pero no mejor, que la empleada corriente­
mente : 1 1 .0-0.
En ambos casos las blancas obtienen cierta
superioridad de espacio y no tienen por qué
temer una derrota.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
ll ltl 5f6 12.ltlg3 eS
..•
Interesante tentativa de Lasker para resolver
rápidamente el problema del alfi l dama. En
nuestro match, Capablanca j ugaba aquí,
sistemáticamente, 1 2 . . . Wlb4+, y después del
cambio de damas lograba empatar, aunque no
sin dificultades .
13.0-0 exd4 14.lLlf5
Esta j ugada, de aspecto suti l , es en realidad
menos agresiva que la toma directa 1 4.exd4,
que debido a la apertura de la columna "e",
perturbaría seriamente el desarrollo de las
negras . Por ejemplo: 14 . . . tt:l b6 1 5 .f1e 1 Wfd6
1 6 .�b3 y si 1 6 . . . �g4, entonces 17 .h3 �xf3
1 8 .\Wxf3 etc . , entregando el peón "d" por un
fuerte ataque. Después de la j ugada del texto,
las blancas se verán obligadas a retomar en
"d4" con una pieza y a permitir, en conse­
cuencia, una simplificación inoportuna.
14 ...\WdS 15.ltl 3xd4
Si 1 5 .\Wxd4 o 1 5 .exd4, sigue 1 5 . . . tt:lb6
15 ... ltl e5 16.�b3 .ixfS 17.ltl xf5 Wb6?
Esto prueba que las negras han eval uado mal ,
o no han visto, la respuesta que iba a permitir
a su adversario emprender un ataque i rresis­
tible. La j ugada exacta, suficiente para igualar,
es 1 7 . . . g6, empleada por Flohr contra Euwe en
Nottingham, 1 936.
Después de esto, ni 1 8 .1M'd6 f1e8 ! , ni 1 8 .tt:ld6
We7, resultarían eficaces.
18.1M'd6! lLl ed7
Jugar 1 8 . . . tt:l g6 1 9.tt:l h6+ gxh6 20.1M'xf6 Wd8
2 1 .1M'c3, sería también bastante malo.
19.gfd 1 gad8 20.1M'g3 g6 2 1 .\WgS !
Las negras ya no tienen defensa contra la
amenaza principal f1d6.
2 1...<i!?h8 22.ltld6 <i!? g7 23.e4!
1 47
No sólo para emplear este peón como factor
de ataque, sino también, como se verá, con el
fin de dej ar libre la tercera fila para las torres.
23 .!2J g8 24.E:d3 f6
.••
24 . . . h6 conduciría a una variante semej ante.
Por ejemplo: 25 . .!2J f5 + �h7 26 . .!2J xh6 ! f6
27 . .!2J f5 ! fxg5 2 8 .l:! h 3 + y mate a la siguiente.
2S.c!LJfS+ 'it>h8
26.Wxg6 !
Espectacular golpe final de un ataque que
difícilmente hubiera podido conducirse mejor
después de la superficial 1 7a j ugada del Dr.
Lasker.
Las negras abandonaron .
PARTIDA W 7 1
B lancas : A . Alekhine
Negras : E. Lundin
Gambito de Dama (D5 1 )
Torneo de Orebro, Mayo de 1 935
l .d4 dS 2.c4 e6 3 .!2J c3 .!2J f6 4 ..igS .!2J bd7
•
s.c!2Jf3 c6 6.e4
Esta antigua j ugada, que constituye un método
radical para evitar la Defensa de Cambridge
Springs, ha sido empleada con éxito por mí en
dos partidas del match contra Bogolj ubow en
1 929 y, posteriormente, en algunas ocasiones
más : su mérito es obtener 'e nseguida un poco
1 48
de espacio en el centro; su defecto permitir
cambios prematuros de piezas menores, faci­
litando así la movilización de las negras.
6 dxe4 7 . .!2J xe4 �e7
••.
Además de esta sencilla j ugada de desarrollo,
las negras disponen, por lo menos, de otras
tres continuaciones, cada una de las cuales
implica un plan diferente :
a) 7 . . . Wb6. El objeti vo de este contraataque es
una ganancia material inmediata, obtenida a
expensas de tiempo y a veces de espacio. En
mi opinión, está basado en un concepto anti­
ajedrecístico, pero, a pesar de ello, su refuta­
ción no es nada fácil en este caso particular.
En la 1 1 a partida del match contra Efim
Bogolj ubow adopté la respuesta ultraprudente
8 . .!2J xf6+ gxf6 9 .ic l y conseguí pronto un
ataque ganador, pero eso sólo se debió a que
mi adversario, con su opti mismo habitual para
apreciar sus recursos, en lugar de replicar
9 . . . Wc7, hizo 9 . . . e5?, abriendo la posición
antes de haber acabado su desarrollo. La
partida continuó: I O . .id3 exd4 1 1 .0-0 ie7
1 2 .E!:e l .!2J f8 1 3 . .!2J h4 ! ie6 1 4 . .!2J f5 .ib4
15 . .!2Jg7+ �d7 1 6.E!:e4 ! E!:g8, en este momento
las blancas pudieron terminar la partida
rápidamente j ugando 1 7 . ltl f5 ! con la amenaza
de E!:xd4+ etc.
Otra tentativa mía contra Colle en B led, 1 93 1 ,
se vio coronada por e l éxito, pero n o fue muy
convincente. En ella j ugué, después de
7 . . . Wb6, 8 . .id3 , y mi adversario decidió acep­
tar mi ofreci miento, pero no lo hizo de la
manera más segura: en lugar de 8 . . . lt:lxe4
9.ixe4 Wb4+ ! , variante introducida con éxito
por el doctor Euwe en una partida en consulta
contra Flohr, j ugó enseguida 8 . . . Wxb2, permi­
tiendo a las blancas poner a su rey en
seguridad. El ataque que siguió, típico e
instructivo, tuvo como base : pri mero, una
ventaj a de espacio, y luego, la supremacía de
los dos alfiles. La partida siguió así: 9.0-0
lt:l xe4 l O.ixe4 lt:l f6 l l ..id3 Wb6 1 2 .E!:e l ie7
1 3 .Wc2 h6 1 4 . .id2 c5 1 5 .ic3 cxd4 1 6.lt:lxd4
0-0 1 7 . ltl f5 ! Wd8 1 8 . lt:l xe7+ Wxe7 1 9.E!:ab l
Ei:d8 20.E!:e3 b6 2 1 .We2 ! ib7 22.E!:g3 lt:le8
23.E!:e l 'it>f8 24.Wb2 f6 25 . .ib4 ltld6 26.E!:ge3
ALEXANDER ALEKHINE
Wt7 27 .f4 ! '!Wd7 28 .'1We2 �e8 29.'1Wh5+ �g8
30.'1Wg6 f5 3 l..�x d6 '!Wxd6 32.�xf5 '!Wxf4
33 .'1Wh7+ �f8 34.�g6 '!Wd4 35 .�xe8 �xe8
36.�h l '1Wf6 37 .'1Wh8+ �t7
38.'1Wxe8+ ! , y las negras abandonaron .
Como ninguna de estas tentativas puede
considerarse satisfactoria desde el punto de
vista teórico, las blancas, después de 7 . . . '1Wb6,
deben completar su desarrollo de manera de
no permitir una inoportuna reducción de las
unidades de combate. Con esta idea quisiera
recomendar una continuación que ha sido
ensayada una sola vez, por Marshall contra
Chigorin en Hannover, 1 902, y completa­
mente olvidada desde entonces : 8 .c5 ! '!Wxb2 y,
sólo ahora, 9 .�d3 , seguido de enroque, con
amplia compensación posicional por el peón
perdido.
b) 7 . . .�b4+. Su final idad es explotar la
debil idad momentánea de la diagonal "e l " ­
"a5 " , y al mismo tiempo preparar una ruptura
en el centro mediante . . . e5 . Sin embargo, la
idea es demasiado artificial y desperdicia
mucho tiempo para lograr éxito. La partida
que sigue, j ugada por mí en el Torneo de
Equipos de Varsovia, de 1 93 5 , i lustra de
manera inequívoca sobre las posibil idades de
las blancas en esta variante :
Blancas : A. Alekhine Negras : Silbermann
8.lt:lc3 '!Wa5 9 .�d2 '!Wc7 I O .�d3 e5 l l .dxe5
l2'l xe5 l 2 .'1We2 lt:l fd7 1 3 .0-0 0-0 l 4.lt:ld5
(combinación bastante original mediante la
cual las blancas ganan la calidad por un peón)
14 . . . cxd5 1 5 .�xb4 lt:l xd3 1 6.'1Wxd3 dxc4
1 7 .'1We3 ! '!Wb6 (si 17 . . . �d8, entonces 1 8 .'1We7,
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
con posición totalmente ganadora) 1 8.�xf8
'!Wxe3 1 9.fxe3 . El final que sigue es más difícil
de ganar de lo que se creería, sobre todo
porque las negras se defienden con gran
decisión : 1 9 . . . �xf8 20.�ad l �e7 2 l .�d5 f6
22.�fd 1 b6 23 .�d6 lt:l c5 24.�d8 �b7 25.�xa8
�xa8 26.lt:ld4 �e4 27 .�c l �d5 28.lt:lf5+ We6
29.lt:l xg7+ �e5 30.lt:lh5 ! �t7 3 l . lt:l f4 lt:le4
32.a3 b5 33 .�d l lt:lc5 34.�d8 a6 35 .�f2 lt:l a4
36.�d7 �g6 37.�d5+ �e4 3 8 .�d2 �f5 39.h3
c3 (este avance tentador es contrarrestado por
una amenaza de mate que decide la partida
enseguida. Compárese con la misma estrata­
gema de los finales de las partidas contra
Tartakower en San Remo y contra Euwe en la
24 del segundo match) 40.�d4+ �e5 .
4 l .�f3 ! lt:l b6 42.bxc3 �d7 43.lt:ld3+ Wf5
44.�d6, y las negras abandonan .
e) 7 . . . h6 ! Esta variante obliga al cambio del
alfil dama blanco. Y aunque después de
8 .�xf6 lt:l xf6 9 . lt:l c3 b6, seguido de . . .�b7
etc . , las blancas gozarían todavía de más
l ibertad, al menos temporal mente, las proba­
bil idades de las negras para el porvenir son
muy satisfactorias debido a su parej a de
alfiles. Por eso he abandonado recientemente
la práctica de la j ugada 6 .e4 que, si no fuera
oor estas razones, sería muv factible.
8.ltlc3 0-0 9.'1Wc2
Esta j ugada, relacionada con la subsiguiente,
1 0.0-0-0, no había sido nunca empleada,
según creo, antes de mi match contra
Bogolj ubow en 1 929. En una oportun idad
1 49
anterior, Gilg j ugó contra Spiel mann 9.id3 y 29.É1xh7+ ! 'tt> x h7 30.É1h 1 + 'tt> g 6 3 1 .ih6 if4+
enroque corto, y las negras pudieron igualar 32.ixf4 É1xf4 3 3 .gxf3 Wd4 34.Wg8+ Wf6
con facilidad mediante . . . c5 35 .É1h6+ 'tt> e 7 36.É1e6+, y las negras abando­
naron . A. Alekhine - J. Vazquez, Torneo de la
9 ... e5 ! ci udad de México, Septiembre de 1 932.
Interesante tentativa de liberación del alfil
10.0-0-0
dama, que obliga a las blancas a j ugar con
mucho cuidado para conservar su ventaja de
La aceptación del ofreci miento sería favorable
espacio. En cambio, 9 . . . b6 sería una continua­
a las negras, por ejemplo: I O.dxe5 lt:lg4
ción demasiado pasiva, como lo demuestran
1 1 .if4 ic5 1 2 .ltl e4 ib4+, o I O. lt:l xe5 lt:lxe5
mis dos partidas transcriptas a continuación :
1 l .dxe5 lt:l d7 1 2.ixe7 Wxe7 1 3 .f4 f6, etc. En
I 0.0-0-0 I O . . .ib7 1 1 .h4 V!ic7 1 2.id3 É1fe8
ambos casos la pérdida del peón está suficien­
1 3 .'tt> b 1 ltl f8 1 4.ixf6 ixf6 1 5 .ltle4 c5
temente compensada.
1 6.lt:l xf6+ gxf6 1 7 .V!id2 lt:l g6 1 8 .h5 lt:lf4
1 9.É1h4 ixf3 20.gxf3 e5 2 1 .d5 V!id6 22.h6
10 ...exd4 n.lt:lxd4 '�&as 12.h4
'kt>h8 23 .Vfic2 lt:l xd3 24.Vlixd3 É1g8 25.f4 É1g6
26 .Vfif5 a6 27.É1e 1 exf4 28.É1xf4 ! (al entregar
Como el lector puede ver en las partidas
el peón " h " , l as blancas obtienen el control
transcriptas, esta j ugada es un importante
absol uto de la columna central y un ataque
eslabón del plan iniciado por 9.Wc2.
progresivo e i rresistible contra el rey)
28 . . . É1xh6 29.É1fe4 É1g8 30.É1e7 É1f8 3 1 .a4 !
É1h4 32.É1e8 É1xe8 3 3 . É1xe8+ 'tt> g 7 34.V!ic8
'kt>h6 35 .É1g8 ! V!ie7 3 6 .'tt> a 2 b5 37 .É1g3 ! f5
Si 13 ... ie6, las blancas no cambiarían ense­
38 .V!ixf5 f6 39.É1e3 Vfif7 . Aquí j ugué 40.É1e6 y
guida el alfil, sino que terminarían su desa­
gane ¡ después de 77 j ugadas ! , pero 40.We6 ! rrollo en la misma forma que lo hicieron en la
hubiera obligado a un abandono casi inme­ partida: ie2 y if3 etc.
diato. A . Alekhine-E. Bogolj ubow 1 9• partida
del match de 1 929. 14.ie2 '!Wc7 1S.if3!
1 0.0-0-0 c5 l l .h4 Wc7 1 2.d5 exd5 1 3 .cxd5
a6 1 4 .id3 h6 1 5 .ih7+ 'tt> h 8 1 6.lt:le4 ! id6 Las blancas se resisten j uiciosamente a la
1 7 .if5 lt:l xe4 1 8 .Wxe4 lt:l e5 1 9. lt:l xe5 ixe5 tentación de desaloj ar el cabal lo mediante
20.d6 ! ixd6 2 1 .Vlixa8 ixf5 22.Wf3 ig6 1 5 .b4, porque después de . . . 1 5 . . . lt:le6 1 6.a3
23.h5 ih7 24.ixh6 ! ie5 25 .ig5 f5 26.h6 f4 c5 ! , las negras conseguirían un contraataque al
27 .Wd5 ! f3 28.hxg7+ Wxg7 que no pueden pretender después de la jugada
del texto.

lS ... aS 16.l'�hel

En este momento la torre es más úti l en el

centro, porque el ataque contra el rey es de
progresión muy lenta debido a las maniobras
que las negras han efectuado tan a tiempo.

16 .. �g6

Casi indispensable, si desean desalojar el

cabal lo central de las blancas mediante . . . lt:le6.
Además, esta j ugada implica la amenaza

1 50 ALEXANDER ALEKHINE
directa 1 7 . . . Eixd4, seguido de 1 8 . . . �f5 .
17.g4 c!De6 18.c!Dxe6 �xe6 19.h5!
Amenazando 20.hxg6 hxg6 2 l .Éixe6 ! etc . , sin
preocuparse por el peón "e", puesto que
19 . . . �xc4, sería contrarrestado con 20.Eixe7 !
Vfixe7 2 I . c!D e4 Elxd 1 + 22 .1Mfxd 1 etc . , con
superioridad ganadora.
19 Eixd l+ 20.c!Dxdl c!De8
..•
Para i mpedir el sacrificio de la calidad en "e6"
21.�h6 �f6 22.hxg6 hxg6
23.c!Dc3 !
Incluyo este sacrificio de peón entre mis más
difíciles combinaciones, porque no era nada
fáci l calcular si el escaso material que
quedaría después de realizarla, sería suficiente
para aumentar la presión de una manera
apreciable. Y era necesario ganar, porque
tanto mi contrario como yo teníamos 7'5
puntos sobre 8 posibles; ¡ y estábamos dispu­
tando l a última ronda !
23 �xc4
••.
Si no, después de 24. lLl e4, las blancas dispon­
drían de una cómoda partida de ataque.
24.c!De4 1Mfe5
Este contraataque será refutado por las dos
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
próximas j ugadas de l as blancas. La variante
principal aludida se produce después de
24 . . . �d5 y su dificultad reside en encontrar,
después de 25 . lLl xf6+ lLl xf6 26.1Mfc3 1Mfd6
27 .�xd5 cxd5 , las dos j ugadas tranqui las
28.Eih 1 Wfe6* (si 28 . . . d4, entonces 29.1Mfh3,
etc.) y 29.f3 ! , con la amenaza principai1Mfd2-
1Mfh2, después de lo cual la columna abierta
" h " triunfaría tarde o temprano.
25.g5 !
El alfil atacado no puede moverse por
26. lLl f6+.
25 1Mfb5
.•.
Esta es la razón de ser de la j ugada anterior: la
pieza ha sido salvada por el momento, pero las
negras caerán , debido a l a debilidad de la
casilla "g7" .
26.c!Dxf6+ c!Dxf6 27.1M/c3 ! EleS 28.Eicl
Jugar 28 .gxf6 no convendría por . . . 28 . . . 1Mff5+
29 .�a 1 Elxe l +, seguido por 30 . . . 1Mfxf3 .
28 1Mff5+ 29.�a l �h7 30.1Mfxc4
•.•
Las negras abandonaron .
PARTIDA W 72
B l ancas : A . Alekhine
Negras : Dr. M . Euwe
Defensa Eslava (D 1 7)
Pri mera Partida del Match
A msterdam, Octubre de 1 935
l.d4 dS 2.c4 c6 3.c!Df3 c!Df6 4.c!Dc3 dxc4 S.a4
�fS 6.c!De5
• Con la jugada 28 ...�b4!, que amenaza 29...�e4+, las
negras se salvan del ataque directo y obligan al blanco a
cambiar las damas. Ya que si 29.�h3, seguiría 29...�xg4
30.�h2 �e4+ 31.Wal li:lg4, ganando.
Sin embargo con el cambio 29.�xb4 axb4 30.f3, se llega
a un final incierto en donde el alfil es muy fuerte, pero
aun hay peón de menos.
151
Nuestro segundo match ha dej ado establecido
que esta j ugada agresiva, que ha estado de
moda durante casi 1 0 años, promete menos
que la más natural 6.e3 .
La mejor respuesta de las negras no es
6 . . . lLl bd7, sino 6 . . . e6, y si 7 .�g5 �b4 8 .f3 ,
entonces 8 . . . h6 ! etc. 1 1 • partida del match de
1 93 7 .
6 .!Llbd7 7 .!Llxe4 V!ie7 8.g3 eS 9.dxeS .!LlxeS
••• •
10.�f4 .!Llfd7 l l .�g2 �e6
Las negras no tienen por qué ceder a la dama
enemiga la casi l l a " c 2 " , pero como fue
demostrado de manera convincente por la
primera partida del match de 1 937, aun con la
mej or continuación 1 l . . .f6 1 2.0-0 E:d8
1 3 .V!ic 1 �e6, las blancas obtendrían una
ventaj a posicional clara, siguiendo con
l 4. lLl e4 !
1 2..!LlxeS .!LlxeS 13.0-0 �e7
En lo que sigue, las negras tratan de no j ugar
.. .f6, para evitar el debil i tamiento de su casilla
"e6 " , pero sus dificultades van en aumento
debido a la defensa insuficiente de su caballo.
14.VIie2
Amenazando 1 5 . lLl d5 o 1 5 .lLl b5 , seguido de
1 6. lLl d4, etc . Es difícil para las negras
conservar por mucho tiempo su pareja de
alfiles.
1 52
También 1 4 . . . V!ia5 1 5 . lLl b5 ! etc., habría sido
favorable para las blancas.
lSJUdl 0-0 16 .!LlbS �xdl+
•
Si ahora l 6 . . . V!ia5 , entonces 1 7 .!l:xd8 E:xd8
1 8 .�xe5 cxb5 1 9 .�xb7 E:d2 20.\Mlc6 etc . , con
ventaja.
17.�xdl Was 18 .!Lld4 �eS 19.b4!
•
Espectacular comienzo de un ataque "mino­
ritario", cuyo resultado in mediato será la
obtención de la i mportante casilla "d5 " . La
j ustificación táctica de la j ugada del texto
queda demostrada por la siguiente variante:
1 9 . . . �xb4 20. lLl b 3 \Mlc7 2 1 .\Mle4 �c3 (si
2 l . . .�d6, 22.\Mfd4 y ganan) 22.E:c 1 �b2 (si
22 .. .f5 , 23.\Mlc2, etc . ) 23 .E:c2 f5 24.\Mlb4 ! etc.,
con posición ganadora.
19 ... \Mle7 20.bS eS 21 ..!LlfS f6
Después de esto, la debilidad de las casi llas
blancas será pronto fatal . Pero también
después de 2 l . . .�f6 22.lLld6 E:d8 23.lLlc4!
etc . , la materialización de la ventaja posi­
cional de las blancas sería si mple cuestión de
tiempo.
22 ..!Lle3 �e6
23.�dS!
Aún más eficiente que 2 3 . lLl d5 !
ALEXANDER ALEKHINE
23 ....ixdS 24JhdS WfaS con alfi les de distinto color) 22 . . . ia3 ! 23 .f4 !
.if5 24.fxe5 .ixc2 25 .0-0+ � g 8 26.�ac l !
Ya no queda defensa. Si, por ejemplo, .ixc l 27.�xc l .if5 2 8 .�xc3 �c8 29.�f3 �f8
24 .. .l:!d8, entonces si mplemente 25 . .ixe5 fxe5 30.if6 ie4 3 l .�g3+ �f7 32.h5 ! �c8
26.Wif5 etc . , ganando con facilidad. 33 .�g7+ �e6 34.h6 ! d4 3 5 .h7 �e l + 36.�f2
�c2+ 37 .�g3 .ixh7 3 8 .�xh7 �xa2 39.�f4 b5
2S.lLJfS '�&el + 26.�g2 .idS 27 .ixeS fxeS
• 40.�e4 �e2+ 4 l . �xd4, y las negras abando­
28J��d 7! naron.

Las blancas dan fin a la partida con un ataque 4 .ixc3+ S.bxc3 dxe4 6.Wfg4 lLl f6
.•.

de mate.
Una alternativa segura era 6 . . . �f8 7 .W/xe4
28 .if6 29.lt:l h6+ �h8 30.'1&xcS
.•. lL:ld7, seguido por . . . lLl df6 etc . Después de la
j ugada del texto, las cas i l l as negras de la
Las negras abandonan . posición del segundo j ugador quedan decidi­
Si ahora 30 . . .l�e8, entonces 3 l .'l&d5 ! gxh6 damente débiles.
32.'1&t7 .ie7 3 3 . � xe7 y mate a la siguiente.
7.Wfxg7 �g8 8.Wfh6 eS 9.lLl e2 lLl bd7

PARTIDA No 73 Con el objeto de relevar a la dama de la

B lancas : A. Alekhine defensa del otro cabal lo. Si 9 . . . lLlc6, las
Negras : Dr. M. Euwe blancas habrían contestado simplemente
Defensa Francesa (C l 5 ) I O.dxc5 ! , pero también I O.ig5 , como j ugó
Tercera Partida del Match Romanovsky contra Botvinnik en uno de los
Amsterdam, Octubre de 1 935 mediofinales del Campeonato de los Soviets,
de 1 93 8 , sería suficiente para igualar, porque
l.e4 e6 2.d4 dS 3.lLlc3 .ib4 4.a3 si las blancas perdieron esta partida, fue sólo
porque fueron dominadas en las etapas
posteriores.
Este movimiento, aunque rara vez empleado,
es mejor que lo que su reputación hace
10.lt:lg3
suponer, y está lej os de haber sido refutado,
tanto en partidas reales como en anál isis
posteriores. Menos recomendable, a pesar de
su éxito práctico, es otro ensayo hecho por mí
en la 9" partida del mismo match, cuya
continuación fue 4.'1& g4 (demasiado peligroso,
dada la situación todavía inestable del flanco
de dama) 4 . . . lLl f6 5 .'1&xg7 �g8 6.'1&h6 �g6
7.'1&e3 lLl xe4? (jugando 7 . . . c5 ! , l as negras
habrían obtenido una buena iniciativa) 8 . .id3 !
f5 9 . lLl ge2 c5 I O . .ixe4 fxe4 l l .Wih3 ! lLlc6
1 2 .Wxh7 Wif6 1 3 . lLl f4 ! cxd4 1 4 . lLl xg6 dxc3
1 5 .b3 lLl e7 1 6 . lLl xe7 .ixe7 1 7 .h4 'l&t7
1 8 .'1&h8+ Wif8 1 9. Wixf8+ �xf8 20 . .ig5 e5
2 l .f3 ! exf3 22.gxf3 ? (después de 22.ixe7+ 10 .. J:'!g6?
<j¡xe7 23.gxf3 etc . , las blancas habrían tenido
poco trabaj o para conseguir la v ictoria. La Después de esta pérdida de tiempo la partida
jugada del texto conduce a un interesante final de las negras se hace muy difíc i l . Era

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 !5 3

relativamente mej or j ugar I O .. .'�a5 , con miras
a futuras complicaciones, pero aun así, las
perspectivas continuarán siendo favorables a
las blancas después de 1 l .�d2 'Wa4 1 2 .dxc5 ! ,
etc .
l l .'We3 liJdS
Las negras buscan algo que compense la
pérdida del peón " e4 " , cuya captura no pueden
i mpedir.
12.'Wxe4 ltJ xc3 13.'Wd3 liJdS
por ello mejore la posición de las negras, pero
tampoco salvaría nada la j ugada aparente­
mente mejor 24 . . . lLl c4, en cuyo caso la conti­
n uación habría sido 25 .�c5 ! (más fuerte que
25.lLl xf5 i>h8 ! etc . ) 25 . . . lLl e5 26.dxe5 'fl.xc5
27.'fl.fc 1 'fl.ac8 28 .'fl.xc5 'fl.xc5 29 .'Wd4 !
ganando, por lo menos, el peón " a " , y mante­
niendo una presión abrumadora. Lo que falta
de la partida es fácil para las blancas, a pesar
de los desesperados " l ances " de su adversario.
25.\Wb l ! ltJ a4 26.�xdS exdS 27.'Wxb7 Wc6
28.a6! ltJ b6

Tampoco sería bueno 1 3 . . . cxd4, por 1 4 .'Wxd4 S i ahora 28 . . . 'Wxb7 29.axb7 'fl.b8, entonces
'Wf6 1 5 .'Wxf6 lLl xf6 1 6 .�d3 'fl.g7 1 7 .�d2, etc . 30.'fl.fb 1 lLl b6 3 l .�b4, seguido de 'fl.xa7, y
En realidad, es muy difícil salvar la partida de ganan .
las negras después de su irreflexiva j ugada
décima. 29.�cS f4

14.�e2 'Wf6 1 S.c3 cxd4 16.cxd4 liJ7b6

El cambio de la pieza mej or colocada de las

negras, mediante 1 6 . . . lLl f4 1 7 .�xf4 'Wxf4
1 8 .0-0 etc . , sólo serv iría para faci l i tar la tarea
de las blancas.

17�hS !

Esta maniobra del alfi l , que comprende cuatro

jugadas consecutivas, determina el debi lita­
miento decisivo de la posición de peones de
las negras . El procedimien to de l levar la
acción a las dos alas simultáneamente es muy 30.liJfS !
instructivo y, según creo, característico de mi
esti lo.
Más exacto q u e 30.lLle2, aunque también sería
suficiente.
17 .. J�g7 18.�f3
30 ... <.fih8 31.liJe7 We6 32.�xb6 ic6
Amenazando 1 9. lLl h 5 .

¡ Pura desesperación !
18. . .'Wg6 19.�e4! rs 20.�f3 i> rs 21 .a4!

Ahora, la diagonal " a3 " - " f8 " es el mejor 33.liJ xc6 'fl.g8
campo de acción del alfi l .
Ahora se está amenazando j aque perpetuo
21...'fl.c7 22.0-0 �d7 23.�a3+ i>g8 24.aS 'fl.c3 mediante 34 . . . 'fl.g2+, etc.

Esto conduce a la pérdida de un peón, sin que 34.liJeS! 'fl.g7 3S.'Wb8+?

1 54 ALEXANDER ALEKHINE
Como en tantas partidas de este match, jugué
demasiado pronto (apenas tomada la deci­
sión), aunque en este caso el resultado final no
se vio afectado.
En cambio 35 .�xa7 ! , hubiera obligado a la
negras a abandonar enseguida.
35.. J�c8 36.c!lJ g6+ gxg6 37.lWxf4 lWxb6
38.lWe5+ gg7 39.lWxd5 gds 40.lWe5 lWxd4
41.lWxd4
Las negras abandonaron .
PARTIDA No 74
Blancas : Dr. M . Euwe
Negras : A. Alekhine
Defensa Grünfeld (D8 1 )
Cuarta Partida del Match
La Haya, Octubre de 1 935
l.d4 c!iJf6 2.c4 g6 3.c!lJc3 dS 4.lWb3
La práctica de los dos últi mos años ha
demostrado que este movi miento de la dama
es menos eficiente que 4.�f4 �g7 5 .e3 0-0
6.Wfb3 c6 7 .c!iJf3 etc . , con indiscutible ventaja
de espacio.
4 ... dxc4 s.lWxc4 �g7
También puede j ugarse 5 . . . �e6 6.Wfb5+ 4Jc6
7.4Jf3 , y ahora no 7 . . . gb8 (como en la según­
da partida del match de 1 935), sino 7 . . . 4Jd5 !
etc . , con muy buenas perspectivas.
6.�f4 c6 7.gdl ?
En lugar d e esta j ugada artificial e innecesari a,
la contin uación 7 . 4Jf3 0-0 8 .e4 etc . , era la
indicada. Ahora las negras pueden obtener una
partida por lo menos igual .
7... lWa5
Amenazando 8 . . . �e6.
8.�d2 bS?
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
En mi primer match contra Euwe he hecho
cosas que en la actual idad me parecen
simplemente incomprensibles. Nunca, ni antes
ni después, he j ugado un ajedrez tan sin
sentido, sobre todo en las aperturas. Aquí, por
ejemplo, eché a perder el esqueleto de peones
del flanco de dama, sin que pueda ser excusa
la falta de continuaciones prometedoras, por­
que la sencilla: 8 . . . 1Mfb6 9 .�c l �f5 seguido de
enroque, habría bastado para asegurar a las
negras un desarrollo evidentemente superior.
Y si incluyo la presente partida en esta
colección, a pesar de la pobre estrategia de
apertura de ambas partes , es debido a las
interesantes complicaciones tácticas de un
medio j uego bien conducido.
9.1Mib3 b4
A l menos, esto tiene la ventaj a de ser
consi stente. Las negras i mpiden e4, pero ¡ a
qué precio !
lO.c!lJa4 c!lJ a6 l l.e3 �e6
Las negras pudieron enrocar desde ya, puesto
que 1 1 . . .0-0 1 2 .�xa6 �xa6 1 3 .Wfxb4 (o
1 3 .�xb4 1Mib5 ) 1 3 . . . 1Mid5 etc . , les habría sido
favorable. Pero prefirieron no hacerlo a causa
de la posible respuesta 1 2 .�c4.
12.1Mfc2 0-0 13.b3
Si 1 3 .Wfxc6, entonces 13 . . . 4Jc7, con las dos
amenazas : 1 4 . . . �d7 y 1 4 . . . �xa2.
13 gab8 14.�d3
•..
Debido a su desarrollo retardado, las blancas
deciden , con buen criterio, no tomar el peón
"e", ya que después de 1 4.1Mixc6 �c8 ! , la
apertura de esta columna sería un arma
peligrosa en manos de las negras . Por
ejemplo: 1 5 .4Jf3 �b7 1 6 .1Mic2 gfc8 1 7 .\Mlb l
4Je4, seguido eventualmente de . . . 4Jc3 , etc.
14 gfc8 15.c!lJe2
•..
Es evidente que las blancas no han esti mado
1 55
 bien el valor de la entrega de peón que va a
seguir, porque si no habrían continuado:
1 5 .ixa6 Wfxa6 1 6. ltJ c5 Wi'b5 1 7 .lDf3 ! (pero no
1 7 . ltJ xe6 fxe6 seguido de ... e5 etc . , con buena
partida para las negras) 17 . . . ltJ d7 1 8 .E!:c l etc . ,
c o n las mej ores perspectivas para el final.*
Esta posibilidad demuestra el error de las
j ugadas 8 y 1 O de las negras .
15 ... c5 !
Combinación absolutamente correcta que,
contra la mej or defensa de l as blancas, habría
igualado la partida.
Pero mi adversario, felizmente para mí, no se
dio c uenta del peligro.
16.ixa6 Wfxa6 17.ltJ xc5 Wi'bS 18.ltJf4?
Permitiendo a las negras abrir el centro y
prender fuego a la casa de su adversario. La
defensa correcta era: 1 8 .e4 ! ltJ d7 1 9.ie3
ixd4 20.ltJ xd4 Wfxc5 2 l .Wfxc5 etc . , y
probablemente la partida sería tablas.
18 ig4! 19.f3
•..
S i 1 9 .i:!c l , l a respuesta 19 . . . e5, también habría
sido fuerte.
Esta valoración ofrece dudas tras 18 ...�f5! 19.Wfc4
(mejor que 19.e4 1Llxc5 20.dxc5 (si 20.exf5, 'Lld3+,
ganando), 20...�g4, con clara ventaja negra) 19...1Llxc5
20.Wfxc5 (si 20.Wfxb5, lhb5 2 U'!xc5 l:'!xc5 22.dxc5 a5; la
pareja de alfiles y el dominio de la columna "d" dan mejor
posición al negro.) 20... Wfa6, las debilidades en las
casillas blancas dan ventaja a las negras.
!5 6
19 e5 ! 20.lLifd3
.•.
Tampoco resultaría satisfactorio 20.fxg4 exf4
etc . , con ventaja.
20 ...exd4!
Bonita y bien calculada entrega, que las
blancas se ven obligadas a aceptar porque
tanto 2 l .exd4 ltJ d5 ! , como 2 l .e4 ltJd7, les
dejaría aún menos esperanzas de salvación .
21.fxg4 dxe3 22.ixe3
La variante que sigue era relativamente más
dificultosa para las negras : 22 .ixb4 lLld5
23.a3 a5 24.Wc4 ! axb4 ! 25 .'.Wxd5 bxa3 26.i:!fl
(o 26.b4 ic3+, seguido de . . . ixb4) 26 . . . a2 !
27.i:!xf7 ic3+ 28 .<i>e2 i:!xc5 y ganan .
22 lthg4 23.if4
•.•
Cualquier otra cosa tampoco daría resultado.
Ejemplos:
a) 23 .ig 1 ic3+ 24. Wfl i:!b6, etc.
b) 23 .if2 ic3+ 24.Wfl i:!c6 ! 25.Wg l ** lLlxf2
26.'.Wxf2 i:!d8 etc . , con posición ganadora.
23 ic3+ 24.gd2
.•.
Una fuerte jugada para desclavar al caballo es 25.a4!, y
si 25...Wfa5, entonces 26.1Lle4!, con ventaja, (pero no
26.1Lld7 :S:d8 27.Wfe2, que parece mas o menos suficiente,
por 27 ...1Llxf2! 28.1Llxf2 :S:e6! 29.Wfd3 :S:e7, con ventaja)
26 ...Wif5 27.Wfe2 :S:e8 28.h3! 1Llxf2 29.1Lldxf2. Y aunque
queda mucho trabajo por delante, el blanco parece resistir
bien el ataque.
ALEXANDER ALEKHINE
Evidentemente obligado. En cambio, 39.i>d l habría prolongado algo la
partida, porque las negras tendrían que
24 .. .1:hc5 ! 25.ll:l xc5 empezar por hacer retroceder al rey blanco
hacia el flanco dama mediante 39 ...�xd2
Si 25 .�xb8, entonces 25 ...\We8+, ganando en­ 40.i>xd2 We4 ! 4 I .i>c l \We l + etc . , y sólo
seguida. después de esto decidir el j uego en la otra ala
por medio de un avance graduado de los
25 ...\WxcS peones bajo l a protección del rey .

Las negras tienen bastantes complicaciones y 39 ...i>h7 40.�c3

eligen la variante más clara que les asegura
una pequeña ventaj a material (dama y peón
contra dos torres) al tiempo que persisten en
su ataque. Había, sin embargo, un camino más
corto para lograr el triunfo : 25 .. J'!e8+ ! , cuya
variante principal era: 26.ll:le4 f5 27.i>d l
l'!xe4 28 .l'!d8+ @t7 29.�g5 f4 ! 30.@c l l'!e2
3 l ."Wd3* "Wxg5 ! , y ganan.

26.�xb8 We7+ 27.@dl ll:l e3+ 28.@cl ll:lxc2

29Jhc2 h5 !

Preparación necesaria para j ugar . . . �g7 .

30.l'!d l �g7 3 l.h3 aS 40 ...\WbS !

Impidiendo 4 1 . i>d l .
Las negras tienen la victoria asegurada siem­
pre que empleen convenientemente sus princi­
41 .�d4
pales triunfos, que son :
1 ) la inseguridad permanente del rey blanco.
Las blancas ya no tienen jugadas convenien­
2) la situación indefensa del alfil contrario,
tes. S i por ejemplo 4 l .�a 1 , entonces segui ría
cuyos esfuerzos para encontrar una casilla
segura están destinados a fracasar. La partida 4 1 ...\Wfl + 42.i>b2 �g7+.
se mantiene viva e instructi v a hasta el último
instante. 41...\We2! 42.g4 Wel+ 43.i>b2 �xd2 44.l::ic8
�el+!
32.�f4 \We4 33.�c7 We3+ 34.@bl a4!
Las blancas abandonaron .
Mediante esta ruptura, i mposible de impedir a
la larga, las negras ganan por lo menos la
PARTIDA W 75
calidad.
B l ancas : A . Alekhine
Negras: Dr. M . Euwe
3S.bxa4 b3 36.axb3 '.Wxb3+ 37.i>c1 �h6+
Defensa Francesa (C I 5 )
38J::i d d2 Wxa4 39.�e5
Séptima Partida del M atch
' Utrecht, Octubre de 1 935
Con 3l.'o&xe2!! 'o&xe2 32.gd7+, el blanco hace tablas por
jaque perpetuo (gd8+ - gd7+), ya que no es posible huir
con el rey por "e6" gracias al jaque en "e7" ganando la l.e4 e6 2.d4 d5 3.ll:lc3 �b4 4.ll:l ge2 dxe4 5.a3
dama. Era mejor jugar 30...1&xg5, en lugar de 3Q...ge2. �e7

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 57

Era preferible 5 . . . ixc3+ 6.4:lxc3 lt:l c6, con
partida por lo menos igual . Esta posibilidad
refuta prácticamente la cuarta j ugada de las
· blancas.
blancas.
6.4:lxe4 lt:l c6
La j ugada del cabal lo es buena también en
este momento. En la quinta partida de este
match había en sayado aquí 7 .ie3 (si 7.c3,
entonces 7 ... e5) pero después de 7 ... 4:lf6
8 .4:l(e2)c3 0-0 (amenazando 9 . . . 4:lxe4, segui­
do por 10 . . . f5 ), sólo obtuve una partida igual .
Por eso resolví recurrir a la j ugada aparente­
mente paradój ica que sigue, cuya idea es
combinar el desarrollo del alfil rey por el
fianchetto, con un posible ataque de peones en
el flanco rey .
7.g4 ! ? b6
Esto no es n i siquiera una tentativa de
refutación, y las blancas obtendrán pronto el
tipo de posición a la que aspiraban . Es verdad
que la respuesta 7 . . . e5 tampoco convencería
por 8 .d5 lt:ld4 9 . 4:l2c3 (pero no 9.4:lxd4
Wxd5 !, con ventaj a), y si 9 .. .f5 , entonces
1 0.gxf5 ixf5 l l .ie3 etc . , con buenas proba­
bilidades de lucha para l as blancas, pero
7 . . . 4Jf6 ! 8 . 4:lxf6+ ixf6 9 .ie3 Wd5 etc . ,
Las blancas pueden Juchar por conseguir una pequeña
ventaja con 7.d5! exd5 8.'&xd5 �e6 (si 8 .. .<t:lge7,
9.'&xd8+ li:lxd8 IO.li:lxe4 �f5 ll..�.d3 li:le6 12.�d2 0--D--D
13.0--D--D, y el blanco está un poco mejor con la pareja de
alfiles, Zelcic-Psajis, Batumi 1999.) 9.'&xe4 li:lf6 IO.'&h4,
para seguir con 1 1 �g5, o ll.�d3 en caso de IO...li:ld4.
158
habría asegurado a las negras u n cómodo
desarrollo de todas sus fuerzas, probándose así
la ineficacia de la séptima j ugada de las
8.ig2 ib7 9.c3 lt:l f6 10.4:l2g3 0-0?
Aun cuando se probase que las negras pueden
encontrar una defensa apropiada contra el
próximo ataque sobre el rey, la j ugada del
texto debería condenarse, puesto que pone la
partida en peligro sin ningún provecho ni
necesidad. Jugando sencillamente 10 ... \Wd7 y
luego enrocando largo, si bien las blancas
mantendrían una ventaj a de espacio sin mayor
i mportancia, no poseerían probabi lidad alguna
de realizar un verdadero ataque.
l l .gS lt:l xe4 12.4:lxe4 <i>h8
Preparándose para j ugar .. .f5 , lo cual es
impedido por las blancas con la fuerte j ugada
que sigue:
13.\WhS ! \We8
Si ahora 1 3 .. .f5 , entonces es claro que 1 4.g6
sería de efecto mortal.
Amenazando ... f5 , pero permitiendo al adver­
sario l levar a cabo la combinación que se verá.
1 3 . . . 4:la5 era más seguro, porque la variante
1 4.b4 lt:lb3 1 5 .4:lf6 gxf6 1 6.ixb7 f5 ! etc., no
ofrecía peligro para las negras. En ese caso las
blancas habrían aumentado su presión com­
pletando su desarrollo mediante 1 4.if4, se-
ALEXANDER ALEKHINE
guido eventualmente de enroque largo, etc . ,
con ventaja.
14.lLlf6!
Mediante esta correcta entrega de un peón , las
blancas se aseguran una fuerte ofensiva apa­
rentemente irresistible.
14....ixf6
La alternativa era 1 4 . . . gxf6 1 5 .gxf6 lt:la5 (si
15 ... .ixf6, entonces 1 6 ..ie4 y mate a la
siguiente) 1 6.fxe7 Wlxe7 17 . .ixb7 lt:l xb7
1 8 ..ig5 f6 1 9 . .ih6 É!g8 20.0-0-0 lt:ld6
2 l .É!he l etc . , con ventaj a evidente para las
blancas.
1S.gxf6 gxf6 1 6.Wih4 Wid8
Obligado, porque si 1 6 . . . Wle7, perderían una
pieza después de 17 . .ie4 !
17 .if4!
.
Esta manera de continuar el ataque, cuyo
punto esencial es la retirada siguiente del alfil,
no era nada fácil de encontrar. Ahora, la mejor
probabilidad de las negras sería devolver su
peón de ventaj a j ugando 17 ... f5 , aunque des­
pués de 1 8 .Wixd8 É!axd8 19 . .ixc7 É!d7 20 . .if4
liJaS 2 1 .É!g 1 etc . , las blancas tendrían un final
preferible.
17... e5 18.ig3 ! fS
Es difícil encontrar ahora algo mejor. S i , por
ejemplo, 1 8 . . . exd4, entonces 1 9 .0-0-0 ! etc . ,
con fácil ataque.
19.dxe5
1 9.0-0-0, también era fuerte. Pero, dadas l as
posibil idades de ataque de las blancas, la
simple recuperación del material sacrificado
basta para convencer.
19 ...É!g8 20.if3?
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Pero esta j ugada inexacta permite a las negras
iniciar un contraataque salvador. En cambio,
20.Wlh3 !, habría sido prácticamente decisivo,
porque 20 ... Wid3 , se refutaría con 2 l ..ih4 ! , y
20 . . . É!g4, con 2 1 .0-0 ! , amenazando 22.f3 , ga­
nando material y persi stiendo en el ataque.
20 ...Wld3 !
La combinación demuestra que las negras, al
emplear este ingenioso recurso, no se dieron
cuenta cabal del sinnúmero de interesantes
probabil idades que les ofrecía.
21.ie2
Las blancas no disponen de nada mejor,
puesto que 2 l .ixc6?, sería de fatales conse­
cuenci as a causa de 2 I . . .ia6 ! 22 .Wih5 É!g4 ! ,
etc .
21 ...Wle4?
Esto conduce a un final perdido. Desde un
punto de vi sta obj etivo, es una lástima que las
negras rehuyan las complicaciones fantásticas
que se deri varían de 2 l . . .Wfc2 ! , después de lo
cual se asegurarían las tablas mediante una
continuación correcta.
Doy a continuación la variante principal , así
como algunas posibil idades secundarias.
22.Wif6+ É!g7 23 .É!g l ! (la j ugada 23 .e6, no es
buena por 23 . . . É!e8 ! 24.É!g l ! ia6 ! ! (si
24... fue6, 25.ie5 y ganan) 25 .ixa6 É!xe6+
26 .ie5 Wle4+ 27.'�/fl Wlxe5 etc . , y las negras
obtienen superioridad) 23 . . . Wixb2 24.e6 ! !
1 59
�xa l + 25 .�d l l2J d4 ! ! (pero no 25 . . . E!:d8, ni
25 . . . �b l , debido a l a respuesta 26 .�d6 ! ! ,* que
daría el triunfo a las blancas) 26.�xg7+ ! (las
blancas no tendrían probabi l idades de ganar si
continuaran 26.�xd4 f6 ! 27 .�xf6 �f3
28 .Wd2 �a2+ 29.�c2 �e4, etc . ) 26 . . . Wxg7
27 .�h4+ Wh6 (en cambio 27 . . . �f8 , perdería
por 28 .e7+ We8 29.E!:g8+ Wd7 30.E!:d8+, y
ganan) 28 .�g5+ Wg6 (o 28 . . . Wg7 ) 29.�h4+
etc . , y tablas por j aque perpetuo.
22.�xe4 fxe4 23.�h4 !
Es probable que las negras, al j ugar 2 l . . .�e4,
no hayan considerado esta j ugada, que es
ganadora. En caso de 23.0-0-0, habrían
tenido muy buenas probabilidades de tablas
continuando 23 . . . E!:xg3 ! 24.hxg3 lLl xe5, etc .
23 h6 24.0-0-0 E!:ae8 2S.�f6+ Wh7 26.f4!
•..
exf3 27.�xf3
Mucho más fuerte que ganar la calidad
mediante 27 .�d3+, etc . Los alfiles blancos
domin an ahora el tablero y las negras no
pueden i mpedir la intrusión de la torre hostil
en su segunda fi la.
27 ... l2J as
El cambio de alfiles, que posiblemente habría
salvado la batal la al principio del medio
j uego, no tiene ya i mportancia a esta altura.
28.�xb7 lLl xb7 29.E!:d7
Comienza la ejecución.
29 c!Ll c5
.•. 30.E!:xf7+ Wg6 31 .E!:xc7 c!Lld3+
32.Wb l
32.Wc2, era también suficiente.
* En este momento las negras hacen tablas con 26...1/Ne4+
27.�e2 \1!/bl +, y no es posible eludir el jaque continuo,
porque si 27.Wd2, entonces vendría 27 ...l::!ag8 28.exn
\1!/d5+! 29.Wcl \1!/xn, ganando.
1 60
3S.E!:xa7 c!Ll c4
S i 35 . . . l2Jf3 , entonces 36.E!:a4+ We3 37 .�d4+,
etc . Ya no hay esperanzas para las negras .
36.E!:d7 We3 37 .E!:el + <;!;>f3 38.E!:xe8 E!:xe8
39.E!:d4 c!Ll e3 40.E!:h4 c!Llf5 4l .E!:b4
Las negras abandonaron .
PARTIDA W 76
B l ancas: A. Alekhine
Negras : Dr. M . Euwe
Apertura Vienesa (C27)
Vigesi moséptima Partida del Match
La Haya, Diciembre de 1 935
l.e4 eS 2.c!Ll c3 c!Llf6 3.�c4 c!Ll xe4 4.�h5 c!Lld6
s.�b3
En cambio, 5 .�xe5+ �e7 etc . , conduce a una
perfecta igualdad. Como estaba obl igado a
ganar a cualquier precio, decidí permitir a mi
contrario entrar en una variante de entrega de
calidad, conocida desde hace treinta años,
como ofreciendo a las negras excelentes posi­
bil idades de ataque. Esta es: 5 . . . lLlc6 ! 6.lLlb5
g6 7 .�f3 f5 8 .�d5 �f6 9.lLl xc7+ �d8
!O.lLl xa8 b6 (o !O . . . �g5 ) seguido de l l . . .�b7,
después de lo cual, las blancas tendrán que
sufrir durante un largo rato, en el mejor de los
casos . Sin embargo, es psicológicamente fácil
comprender que Euwe, con dos puntos de
ventaj a en el match, no tuviera interés en
exponerse.
s ...�e7 6.c!Llf3 c!Ll c6
6 . . . 0-0 sería algo prematuro, debido a la
posibilidad de 7.h4.
7.c!Ll xe5 c!Ll xeS?
Instructivo error de apertura. Las negras no
valoraron bien el valor potencial del alfil rey
contrario, que puede ser eliminado después de
7 . . . 0-0 8 . lLld5 lLl d4 ! 9.0-0 lLl xb3 I O.axb3 lLle8
etc . , con perspectivas más o menos iguales.
ALEXANDER ALEKHINE
Después de la j ugada del texto, las blancas
logran impedir por algún tiempo el desarrollo
normal del flanco dama adversario y aumen­
tan gradual mente su presión .
8.Wfxe5 0-0 9.lt:'ld5!
Era importante i mpedir 9 ... �f6
9.. J3e8 10.0-0 �f8 l l .'!Wf4 c6
Como las negras no lograrán j ugar . . . d5, el
movimiento ejecutado no les beneficia en
nada. En cambio, valía la pena considerar
l l . . .b6, puesto que 1 2 . lLl xc7, sería un error
por 12 . . . l:!e4 ! (a 1 2 .. ."W xc7, 1 3 .�xf7+, con
ventaja).
12.lt:'le3 Was 13.d4
El objeto principal de esta j ugada es impedir
1 3 . . .'1We5 . Que las negras controlen temporal­
mente la casilla "e4" es de i mportancia rela­
tiva.
13 ...\WhS
Es claro que no 1 3 . . . l:!e4, debido a la posi­
bilidad de 1 4 .�xf7+, etc .
14.c3 lt:'le4
Si 14 . . . lLl b 5 , entonces 1 5 .a4 �d6 1 6.Wxf7+
1lffxf7 1 7 .�xf7+, seguido de 1 8 .axb5 etc . , las
blancas quedarían mejor.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
15.f3!
Gracias a esta i mportante j ugada intermedia,
las blancas fuerzan al aisl amiento del peón "d"
negro, consiguiendo así una apreciable ventaj a
para el final .
15 lt:'lg5
•.•
No hay nada que sea mej or. S i , por ejemplo,
15 . . . �d6, vendría 1 6.\Wxf7+ ! etc . , ganando un
peón, y si 1 5 . . . lLl f6, entonces 1 6 .ttlg4 ! etc . ,
c o n situación francamente favorable.
16.d5 !
Amen azando, como es evidente, 1 7 .h4.
16 ... cxd5 17.lLl xd5 l!J e6 18.\Wg4
La continuación 1 8 .'1Wg3 \Wg6 1 9.f4, aunque
más enérgica en apariencia, no lo sería en
realidad debido a 1 9 . . . �c5+ 20.c;t>h 1 Wxg3
2 l .hxg3 l:!b8 22.f5 lLl f8 , etc .
18 ... '1Wg6 19.�e3 b6 20.l:!adl �b7 21 .\Wxg6
Una vez movilizadas todas las piezas blancas,
ha llegado el momento de transformar la
batalla en un final en el cual la debilidad de
los peones negros se hará más visible que
ahora.
21 ...hxg6 22.l:!fel gac8 23.c;t>f2 �eS
¿Qué otra cosa? S i , por ejemplo, 23 . . . lLlc5,
vendría 24.�c2, para doblar enseguida las
torres sobre la debilidad del punto "d7 " .
24.�xc5 �xd5
Si 24 . . . bxc5 , entonces 25 . lLl e3 , seguido por
lLl c4-lLld6 etc . , con gran ventaj a .
Pero 2 4 . . . l:!xc 5 , tal v e z habría permitido una
defensa más tenaz.
25.�xd5 l!J xc5 26J3xe8+ l:!xe8 27.b4!
161
Esta es la razón de ser de los cambios
anteriores. Las blancas consideran con j usticia
que en el final de torres que va a seguir, su
mayoría de peones en el flanco dama sería
decisiva, porque están apoyados por su rey,
mientras que el monarca contrario está
completamente fuera de j uego. Es obvio que
las negras no pueden i mpedir el cambio de
piezas menores, puesto que si 27 . . . tt::l a4,
28 .ib3 , seguido por 29.�xd7 etc . , les quitaría
toda esperanza.
27 tt::le 6 28.ixe6 dxe6 29.gd7
.•.
Después de 29.c4 gcs 30.gc 1 �f8 etc . , la
ventaj a de las blancas no sería decisiva.
29.. ,gcs 30,gxa7 gxc3 3 l ,ga8+* c;t>h7
32.a4?
Este error casi evidente, en una posJcJon
técnicamente ganadora, no ha sido destacado,
que yo sepa, por n inguno de los críticos
eminentes que dedicaron tantas páginas al
análisis de las posibilidades ofrecidas por este
final.
El defecto principal de la j ugada del texto es
dar l ibertad a la torre negra para colocarse en
E n e l excelente libro "Teoría d e los Finales d e Torre" de
V. Smyslov y G. Uiwenfisch, se comenta que ahora había
un plan muy efectivo: 3Ut>e2! l'l:c2+ (obligada ante la
amenaza 32.1!/c2) 32.1!id3 l'l:xg2 33.1!/c4 l'l:xh2 34.l!lb5
l'l:f2 35.1!ixb6 l'l:xf3 36.1!/c5 g5 37.b5 g4 38.b6, ganando.
En esta ocasión, la situación del rey en "g8" es una
ventaja para las blancas.
1 62
las casillas "a3 " y " b3 " , sin que sea posible
desalojarla de l a tercera fi la sin perder impor­
tantes tiempos. Lo correcto, y simple a la vez,
era 32.�e2 ! , después de lo cual la torre
contraria se habría visto relegada a una
posición exclusivamente pasiva tras 33 .\t>d2,
etc. (como sucedió en la partida), y obl igada a
emprender el contraataque 32 . . . �c2+, con lo
que después de 33 .�d3 �xg2 34. \t>c4 ! , no es
menester contar los tiempos para percatarse de
que los peones blancos, apoyados por el rey si
fuera necesario, l legarían mucho antes que los
del bando contrario."*
El hecho de haber desperdiciado esta manera
sencilla de ganar, después de haberlo mere­
cido por el difícil j uego posicional anterior,
prueba una vez más la pésima forma en que
me encontraba en 1 93 5 . En el segundo match
pude, afortunadamente, sacar ventaj a en tales
situaciones con toda regularidad y sin vacila­
ción alguna (obsérvese, por ejemplo, una
maniobra semej ante del rey, relacionada con
la entrega de todo flanco dama, en la partida
W 97, segunda del match de 1 937).
32 ... gc2+, no daría resultado por 33 .<i>e3 ,
seguido de la marcha del rey hacia el flanco
dama, pero después de 32 . . . e5 ! Uugada muy
difícil de encontrar, frente al tablero), las blan­
cas no tendrían como ganar, según la opinión
de varios maestros soviéticos apoyados por el
Dr. Lasker. Aunque así fuera (algunas de sus
variantes no tienen nada de convincentes), eso
sólo probará que la j ugada anterior de las
blancas fue un error aun mayor que lo que
realmente parecía.
Pero para la apreciación general del carácter
del final de torres alcanzado después de la
j ugada 28 de las negras, todos esos análisis
carecen de importancia.
En el libro antes mencionado se indica que tras
34... 1'1:xh2 35.1!ib5 l'l:f2 36.1!ixb6 l'l:xf3 37.b5 g5 38.'.t>c6
g4, se llega a una incierta posición, en la cual la
superioridad de las blancas sería difícil de capitalizar. Por
ejemplo: 39.b6 g3 40.l'l:h8+ (si 40.b7 g2 4 1.1'1:h8+ l!lg6
42.b81/9 giWI y las negras ganan!) 40... I!ig6 4 1.1'1:hl E!f2
42.1'1:gll'l:c2+ 43.1!id6 1'1:xa2 44.1'1:xg3+, con igualdad.
ALEXANDER ALEKHINE
33.b5 gS 34. cJie2
Debido a la pérdida de tiempo que implica la
jugada 32 de las negras, esta excursión del rey
tendrá éxito todavía.
34 ... e5 3S.cJid2 f6 36.cJic2 �b4 37.cJic3 �d4
Las negras han logrado impedir la creación de
dos peones pasados, pero tienen l a mala suerte
de que un sólo peón, apoyado por el rey, sea
ampliamente suficiente.
38.�a6 cJig6 39.�xb6 �xa4 40.�a6 �d4
41.b6
Las negras abandonaron.
PARTIDA No 77
B lancas : K. Ahues
Negras : A . Alekhine
Gambito de Dama Aceptado (D2 1 )
Torneo de B ad-Nauheim, Mayo de 1 936
l.d4 dS 2.c4 dxc4 3.tLlf3 a6
Esta j ugada, que se relaciona con la siguiente,
fue introducida por mí en la tercera partida del
match contra Bogolj ubow, de 1 934. Aunque
pudiera probarse con certeza (lo que todavía
no se ha hecho) que el desarrollo de alfi l a
"g4" no es conveniente para las negras, el
movimiento del texto sería siempre empleado
por los que deseen eludir las variantes
derivadas de '<!9a4+.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
4.a4
Las blancas no tienen motivos para i mpedir
... bS , puesto que la variante 4 . . . bS S . a4 ib7
6.axbS axbS 7 .1'ha8 ixa8 8 . b 3 etc . , les sería
favorable. La j ugada del texto, además de ser
una pérdida de tiempo, debilita la casil l a "b4"
y, en consecuencia, debe ser formalmente
condenada. Las dos l uchas posicionales que se
transcriben a continuación dan una idea sobre
las posibilidades de las negras después de 4.e3
ig4. El carácter del conflicto resultante
depende de que las blancas dejen la estructura
de peones centrales intacta (como en la
primera partida que veremos a contin uación),
o de que traten de resolver el problema del
centro de una manera dinámica (como en la
segunda partida de este comentario) .
Pri mera partida: B lancas : E. Zinner - Negras :
A. Alekhine, Podebrad 1 93 6 .
l .d4 d S 2.c4 dxc4 3 .tLl f3 a6 4 . e 3 ig4 S .ixc4
e6 6.h3 ihS 7 . '<!9b3 l:%a7 (o 7 . . . ixf3 8 .gxf3 bS)
8 . a4 tLlc6 9 .id2 tLl f6 I O.ic3 tLl dS l i. tLl bd2
tLl xc3 1 2 .bxc3 tLl aS 1 3 .'<!9a2 tLl xc4 1 4.'<!9xc4
id6 1 S .l:%b 1 0-0 1 6 .0-0 ig6 1 7 .!%b2 c6
1 8 .'<!9b3 bS 1 9 .c4 l:%b7 20.!%a 1 l:%b8 2 1 .!%aa2
ic7 22.'<!9d 1 id3 ! 23 .cxbS cxbS 24.tLl e l ig6
2S .'<Mfe2 '<M!d6 26.tLl df3 b4 ! 27 .tLld3 ie4
28.tLlcS idS 29.tLl b3 !%fc8 30.!%a 1 aS 3 1 .!%c 1
ib6 32.!%bc2 !%xc2 3 3 .'<!9xc2 '<!9d7 ! 34.e4
ixb3 3S .'<Mlxb3 l:%c8 3 6.!%c4 !%xc4 37 .'<!9xc4 h6
3 8 .dS Wxa4 39.'<!9c8+ Wh7 40.'<!9b7 id8 !
4 1 .'<!9xf7 Wa 1 + 42.Wh2 '<Mlf6 43 .'<!9d7 b3 44.h4
b2 4S .'<M!bS exdS , y las blancas abandonaron .
Segunda partida: B l ancas: Axel sson - Negras :
A. Alekhine, Orebro 1 93 S .
l .d4 d S 2 .c4 dxc4 3 . tLl f3 a 6 4.e3 ig4 S .ixc4
e6 6.0-0 tLl f6 7 . h 3 ihS 8 . tLl c3 tLl c6 9 .ie2
id6 I O.b3 ( mejor que I O.a3, j ugada en
análoga posición por B ogolj ubow en la
partida mencionada arri ba) 10 . . . 0-0 1 I .ib2
We7 1 2 .e4 ixf3 1 3 .ixf3 l:%ad8 1 4. tLl e2 icS
1 S .'<Mlc2 ib6 1 6 .!%ac 1 eS 1 7 .dS tLl b4 1 8 .ia3 !
aS 1 9.'<!9c4 tLle8 20.!%fd 1 '<Mlh4 ! 2 I .ixb4
Wxf2+ 22.Wh2 axb4 23 .'<!9xb4 tLld6 24.a4 l:%a8
2S.!%fi '<Mlh4 26.'<!9d2 g6 ! 27.g3 We7 28.tLlc3 fS
29.exfS gxfS 30.!%ce 1 Wg7 3 l .b4 e4 32.id 1
tLlc4 33 .'<!9c 1 tLl eS 34.ie2 c6 ! 3S .dxc6 bxc6
1 63
36.!!d l Wh8 3 7 . a5 !!g8 3 8 .Wff4Ylc7 39 .Wff2 l l ... eS !

Como la apertura de l as columnas centrales

provocada por dxe5 sería, ahora o más tarde,
favorable al bando más desarrollado, las
blancas estarán prácticamente obligadas a
permitir el futuro avance de este peón, con lo
cual la actividad de su alfil se verá reducida al
mín i mo.

12.tt:lf3 �e8 13.id2 id6

El cambio de la pieza contraria más inofensiva

sería, como es natural , un grave error estra­
tégico.
39 . . . tt:ld3 ! , y las blancas abandonaron .
14.tt:lg3 e4 lS.lUel ixg3 !
4 tt:lf6 S.e3 Ylg4 6.ixc4 e6 7.tt:lc3 tt:lc6
•.•

Después de este cambio, la masa de peones

Como se ha visto en las partidas transcriptas,
del flanco rey, que está i n movil izada, no
este desarrollo del caballo pertenece al
podrá impedir a la larga la formación de
sistema iniciado por . . . ig4. En esta posición
ataque . . . tt:l g4 y . . . Wff5 (o . . . Wfh5) .
está más indicado que nunca, porque las
L a pequeña contrademostración que las blan­
negras tienen a su disposición, en caso de
cas van a empezar ahora en la columna abierta
necesitarla, la casil la "b4 " . "e", puede ser detenida sin esfuerzo ni pérdida
de tiempo.
8.ie2 ib4 9.0-0 0-0 lO.lUd2
1 6.hxg3 Ci:Je7
Las blancas, ansiosas por simplificar, permi­
ten el próximo avance del peón "e" negro, que
les es favoraqle . La j ugada más tranquila El control absol uto de las negras sobre su
I O.id2, les dejaría más probabil idades de casil la "d5 " es la llave de la situación.
igualar la partida.
17.b4 Wfd7 18.Ci:Jc2 Ci:Jed5 19.Ci:Ja3 bS
10 ...1lxe2 n.tt:lxe2
Restringiendo la movi lidad del caballo hostil.

20.axb5 axbS 21.Wfe2 c6

Este peón podría llegar a ser débil si las ne­

gras no tuvieran ya preparado el plan de un
irresistible ataque de mate .

22.Ci:Jc2 Wfrs

Las blancas no pueden contestar f3 porque su

caballo está indefenso y no tienen más reme­
dio que prepararse para una lucha desesperada
en defensa de su rey .

1 64 ALEXANDER ALEKHINE
23-l:Ucl h6
Precaución inúti l , sobre todo porque las blan­
cas tienen muy pocas posibil idades de elegir
jugadas.
24J3a5 13ac8 2S.c!Dal
El caballo sueña con ubicarse en una casilla
más conveniente ("c5") pero es tarde, ¡ dema­
siado tarde !
25 ... c!Dg4
Con la seria amenaza 26 . . . 1Mfh5 .
26 ... 13e6!
Estratagema semej ante a la de la partida
contra Bogolj ubow, en Dresde (W 79) : las
negras entregan una un idad in úti l para ganar
el peón "f" y desn udar al enemigo.
27.13xb5 13f6 28.13bc5 c!Dxf2 29.<i>el
Si 29.<i>g l , lt:lg4, seguido d e 30 . . .1Mf h 5 y mate.
29 ... lDd3+ 30.<i>d l 1Mffl + 3 1 .�el 13f2!
Las b l ancas abandonaron.
A la espera de 3 2 .1Mfxfl y quedándome la
agradable elección entre el mate con ... lt:lb2 y
el de . . . lt:l xe3.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
PARTIDA W 7 8
B lancas : A . Alekhine
Negras : E. B ogolj ubow
Gambito de Dama (052)
Torneo de B ad-Nauheim, Mayo de 1 936
l.d4 e6 2.c4 lD f6 3.c!Df3 dS 4.c!Dc3 c6 S.�gS
c!Dbd7 6.e3 1Mfa5 7.lDd2
La respuesta más lógica a la sexta j ugada de
las negras, porque reduce al mínimo sus
posibilidades en la diagonal " a5 " - "e l " .
7 ...�b4 8.1Mfc2 dxc4
La obtención de la parej a de alfi les no es
compensación suficiente por el abandono del
centro. La antigua continuación 8 . . . 0-0, j unto
con 8 . . . c!D e4, son relativamente más promete­
doras.
9.�xf6 lD xf6 10.c!Dxc4 1Mfc7 l l .g3 0-0
l l . . . c5 sería inútil debido a 1 2 .�g2, después
de lo cual, 1 2 . . . cxd4 sería contrarrestada por
1 3 .1Mfa4+.
12 ..ig2 �d7
También aquí 1 2 . . . c5 sería inconducente, por
1 3 .0-0 cxd4 1 4. lt:l b 5 , etc.
Pero después de la j ugada de la partida, las
blancas tienen que tener en cuenta el posible
avance del peón "e", circunstancia que explica
sus dos j ugadas siguientes .
13.a3 �e7 14.b4 lD d5 15.0-0
Era de considerarse 1 5 . lt:l e4, pero en mi
opinión, la ventaj a de las blancas después del
cambio de cabal los sería suficiente y, por lo
tanto, no habría necesidad de compl icar las
cosas con el fin de eludirlo.
1S ...c!Dxc3 16.Wxc3 13fd8 17.13acl
1 65

El empleo de las torres en las columnas
semiabiertas presenta a menudo un problema
difícil.
Aquí, por ejemplo, era evidente que una torre
debía ser colocada en la columna "e" para
dificultar aún más ...c 5 , pero ¿dónde j ugar la
otra torre? ¿a " b 1 " o a "d l "? Como el lector
verá, esta vez no acerté con el procedimiento
más eficaz y permití a mi adversario, por el
momento, obtener una partida igual. La
formación correcta era !!fe l y !!ab l .
17 ...ie8 lS.!!fd l !!ac8 19.ltla5
Tratando de provocar la próxima j ugada de las
negras, gracias a la amenaza b5 .
Pero todavía era mucho más fuerte l 9.:!'!b l ! b6
20.:!'!dc l , i mpidiendo la j ugada libertadora
20 ...c 5 .
19...a6 20.ltlc4 b6! 21.�bl
¡ Demasiado tarde !
Las negras preparan . . . c5 sin darse cuenta de
que podían y debían hacer esa j ugada ahora
mismo. Como l as blancas no sacarían prove­
cho n i de:
a) 22.ltl xb6 ! ? cxb4 ! 23 .Vlixc7 !!xc7 24.axb4
:!'!b8 25.ltl a8 !!a?.
b) 22.bxc5 bxc5 23 .:!'!b7 cxd4 24.:!'!xd4 !!xd4
25.!!xc7 !!d i +, seguido de . . . !!xc7, con
ventaja, no tendrían nada mej or que 22.bxc5
166
bxc5 23.d5 ! exd5 24.ixd5 ia4 25.:!'!d3 if6
26.Vlid2 ib5 etc., con perspectivas de empate
debido al inevitable final con alfiles de
"diferente color" . Ahora las blancas logran
sacar plena ventaj a de la oportunidad que se
les brinda.
22.�dcl
A l defender con otra pieza el caballo, esta
j ugada hace posible, en caso de 22 ... c5?, la
maniobra 23.bxc5 bxc5 24.:!'!b7, etc .
22 ... Vlia7 23.Vlic2!
Impidiendo de una manera definitiva ...c5 y
amenazando adelantar el peón "a" para conse­
guir la casilla "b6" para el cabal lo.
23 ... �c7 24.a4 ie7
Si 24... c5, 25.a5 ! , etc.
25.a5 bxaS 26.bxa5 eS
Esta j ugada ya no surte efecto, porque en el
ínterin , las piezas blancas se han adueñado de
los puntos dominantes.
Es instructivo observar qué poca cosa han
podido hacer aquí los famosos "dos alfiles"
debido, en primer lugar, al inexacto manejo
previo de las piezas mayores.
27.ltlb6 ibS 28.d5 exdS 29.ixd5!
Mucho más fuerte que 29.ltl xd5 , porque el
alfi l será muy úti l en "c4" para bloquear el
peón pasado.
29 ...if8 30.�dl �d6 31 .ic4
Las blancas consi guen controlar la columna
abierta, al tiempo que un caballo impide la
libre maniobra de la dama y de la torre negras.
El segundo j ugador paga merecidamente el
poco alcance de su j ugada 2 1 .
31. .. �xdl+ 32.�xd l Wfb8 33.Vlid3 We8
ALEXANDER ALEKHINE
34.\WdS
De aquí en adelante la simplicidad es triunfo.
34 J!e7 35.\WxeS .ixe8
•.
Después de 35 .. J'!xe8, hay una manera corta y
suti l de ganar: 36 . .ixb5 axb5 37 .a6 c4 3 8 . a7
c3 39.Eí:d7 ! .ic5 40.a8W Eí:xa8 4 1 .lt:lxa8,
seguido de 42.Eí:d8+ y 43.Eí:c8.
36J!d8 .ic6
37 ..ixa6
El primer material ganado decide la partida,
puesto que las negras no podrán obtener
compensación mediante 37 . . . Eí:a7, a causa de
38.ttJc8 ! A pesar de las inexactitudes de las
blancas en las j ugadas 17 y 1 9, la partida
ilustra bien sobre las posibilidades de la
Variante Cambridge Springs después de
7.ttJd2.
37 ... g6 38 .ic4 Eí:b7 39.<i>O <i>g7 40.<i>e2 .ie7
• S i no, 8 . lt:l f6+ sería demasiado fuerte.
41.Eí:c8 .ig2 42.f3 hS 43.e4 .ih3 44J!e8 .if8
45.a6 l!c7 46.e5 !
Impidiendo . . . .id6 y amenazando 47 .Eí:b8,
seguido de Eí:b7, etc.
46 ... .id7 47.lt:J xd7 l!xd7 48.l!b8
Las negras abandonaron.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
PARTIDA W 79
B l ancas: A . Alekhine
Negras : E. Bogolj ubow
Apertura de los Tres Caballos (C46)
Torneo de Dresde, Mayo de 1 936
l .e4 eS 2.lt:Jf3 lDc6 3.lDc3 g6
En su mej or época ( 1 920- 1 930), B ogolj ubow
no habría aceptado nunca una defensa tan
inferior como ésta, puesto que él sabe muy
bien cómo deben j ugar las negras en la
Defensa de los Cuatro Caballos (véase, por
ejemplo, su partida contra Maroczy en
Londres, 1 922). Semej ante negligencia es la
mejor prueba de un sistema nervioso quebran­
tado y de la ausencia de la más elemental
confianza en sí mismo.
4.d4 exd4 S.lDdS! _ig7 6 .igS CfJce7
•
Esta j ugada de aspecto poco natural es ya la
única posible, porque después de 5 .. .f6 6 . .if4
d6, la diagonal " g 8 " - " a2 " , quedaría fatal mente
débil.
7.e5
Las blancas podían elegir entre esta j ugada de
aparienci a agresiva, pero que en realidad sólo
conduce a un final favorable, y la más sencilla
7.tLl xd4, que ofrece excelentes perspectivas
para el medio j uego después de 7 . . . c6 8 .tt'lxe7
lt:l xe7 9.'1Wd2, seguido de 1 0.0-0-0, etc. Es
posible que ésta última fuera la más lógica.
7 h6!
•.•
8.ixe7
El sacrificio de un peón mediante 8 ..if6 .ixf6
9.lt:lxf6+ lt:lxf6 I O .exf6 lt:lg8, seguido de
1 l . . .Wxf6, no daría resultado.
8 lD xe7 9.'1Wxd4 lD xdS 10.\WxdS
•.•
El mayor espacio de las blancas comienza a
1 67
ser alarmante y por eso las negras tratan de
cambiar las damas lo más pronto posible para
evitar un ataque contra el rey, que no sería
contrarrestable.
10 ... c6
Si 1 0...d6, entonces 1 1 .0-0-0 �e6 1 2 .\Wb5+ ! ,
etc.
1 1 .\Wd6 �f8 12.'ª'd4 'ª'b6
13.0-0-0!
Al entregar su peón "f" , las blancas ganan un
i mportante tiempo.
Las negras, con toda razón , no aceptan el
ofreci miento, porque después de 1 3 ...�c5
1 4 .\Wc3 �xf2 1 5.tt:l d4 ! , habrían sido despeda­
zadas en corto plazo.
13 \Wxd4 14.tt:lxd4
•..
Hemos llegado a un momento tan interesante
como difíc i l .
Las blancas deciden no i mpedir la ruptura del
centro, a lo cual seguirá la emancipación del
alfi l , porque tienen derecho a pensar que han
de sacar provecho de las dos columnas
centrales dominadas por sus torres. Las
consecuencias de la alternativa: 1 4.É!xd4 �g7
1 5.É!e4 b5 , seguido de ... �b7 y ... 0-0-0, no
eran muy claras , sobre todo porque la
iniciativa para abrir la posición habría
quedado en manos de las negras.
1 68
14 d5
..•
Casi forzado, porque aparte de otras cosas
poco agradables, las blancas amenazaban f4-
f5 .
15.exd6 �xd6 1 6.�c4 0-0 17.É!hel
Las piezas blancas están muy bien colocadas,
mientras que el alfi l de las negras todavía
anda en busca de una casi l l a conveniente. Su
próximo arranque es la mej or prueba de las
dificultades que tiene que sortear.
17 ... .ig4 18.f3 �eS 19.g3
Manteniendo el control de " f4" y amenazando
20.tt:l xc6.
19 ...�c5 20.lLl b3
Iniciación de una interesante man iobra del
cabal lo para aumentar la presión sobre la
casilla "f7" de las negras . 20.g4, seguido de h4
y h5, también era bueno.
20 .ib6 21.lLld2
.•.
Si 2 l .É!e7 , entonces 2 l . ..�g7 y eventual mente
. .. �f6.
21...ih3 22.tt:le4 ia5
Para salvar el peón "b" mediante su avance a
b5.
23.c3 �ad8 24.lD d6
Si 24.É!xd8, la respuesta no habría sido
24 . ..É!xd8 25 . tt:l d2 ! , seguido de 26.É!e7, con
ventaja, sino 24 . . . �xd8 25 . tt:l d6 b5 26.�b3
�f6 etc . , con ventaja.
24 b5 25 ..ib3 �d7
.•.
Esto defiende por ahora todos los puntos
vulnerables.
Debe admitirse que, en general, después de su
extravagante aventura, Bogolj ubow ha defen-
ALEXANDER ALEKHINE
dicto su posición con mucho cuidado, conser­
vando aún posibilidades de l ucha.
26.l0e8
26.l0e4 :B:xd 1 + 27 .:B:xd 1 , era una buena alter­
nati va, aunque las negras dispondrían de una
defensa momentánea con 27 .. .Cll g7, etc .
La jugada del texto está relacionada con el
sacrificio temporal de un peón y conduce, por
lo menos, a la captura del peón "f' de las
negras, por buena que sea la defensa que éstas
interpongan .
26 ... :B:xd l+ 27.'it>xdl �g2
Este contraataque es la mej or probabi lidad de
las negras, ya que después de 27 . . . �d8, por
ejemplo, las blancas aumentarían su presión
sin mayor esfuerzo mediante 28 .l0d6 �f6
29.'it>e2 etc .
28.l0f6+
Las blancas se dan cuenta de que el rey negro
no estará mej or en " g 8 " que en " h 8 " y
aprovechan la oportunidad para ganar tiempo
en el reloj . Si las negras hubieran contestado
29 . . . <llg 8, pensaba continuar como en la
partida, 30.<llc 2 i.xf3 3 I .i0d6, lo que
conduciría a las variantes anal izadas más ade­
lante.
28 ...'it>g7 29.l0e8+ 'it>hS 30.<llc 2! �xf3
31.i0d6
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
31 ...�d5?
Después de haber llegado tan lejos en su
defensa tenaz, parece increíble que las negras
incurran en este error al apreciar la situación .
¿Tendremos que hablar otra vez de "opti mis­
mo" ? En tal caso, semej ante optimista nece­
sitaría una cura radical .
Con el cambio que sigue, las blancas obtie­
nen :
l) la supresión de la parej a de alfi les negros.
2) mayoría de peones en el flanco dama.
3) la casilla central "d4" para el caballo.
4) un nuevo obj etivo: el peón aislado.
5) l a posibil idad de penetrar con l a torre vía
"b7" o "b8 " .
Cualquiera d e estos moti vos, considerados por
separado, debió hacer desistir a B ogolj ubow
de elegir la j ugada 3 I . . . i.xd5 . En cambio pudo
haberme colocado frente a una tarea nada fáci l
j ugando 3 I . . .<llg 7.
Mi i ntención era conti n uar con 32.:B:e7 , y si
32 ... i.b6 (lo mej or) 33 .i.xf7 i.c5 34.i.b3+
'it>h8 35 .i0f7+ <llg 7 (pero no 35 . . . <ll h 7, debido
a 36 .l0g5+, seguido de mate) 36 .:B:b7 ! i.e4+
37.'it>d l <llf6 3 8 . l2J xh6 :B:d8+ 39.<lle 2 y las
negras no tendrían compensación suficiente
por el peón perdido.
Sin embargo, habría todavía alguna posi­
bil idad de lucha, mientras que lo que ahora va
a suceder recuerda más bien el trabaj o de un
carn icero ej ecutado con toda precisión.
32.�xd5 cxdS 33.l0xb5 �b6 34.'it>d3 'it>g7
35.b4
La partida de blancas se j uega sola.
35 ...:B:d8 36.a4 a6 37.l2Jd4 :B:d6 38.:B:e8 hS
En cambio, si ... :B:f6, las blancas habrían j uga­
do pri mero a5 .
39.:B:a8 :B:f6
¡ La celada de un desesperado !
No es necesario decir que cualquier otra cosa
sería inúti l .
1 69
 en el centro mediante d5 , con el fin de iniciar
un ataque no muy prometedor en el flanco del
rey .
El objeto d e la j ugada d e l texto es terminar el
desarrollo del flanco dama, y sólo entonces
j ugar d4, cuando parezca oportuno.

10 ll:) c6 U.ll:)bd2 0-0 12.ll:)fl �eS

.•.

S i este plan ha sido concebido con propósitos

puramente defensivos es, sin duda, muy acep­
table. Otra manera de terminar el desarrollo
sin mayores inconvenientes sería 12 . . . ie6
1 3 .ll:J e3 h6, seguido de . . . V!ic7 y �ad8.
40Jha6!
13.ll:) e3
Las blancas entran en la trampa demostrando
que es la manera más breve de ganar.

40 ixd4 4 U�xf6 ixf6 42.aS

•..

El alfi l de ventaj a es insuficiente para detener

a los dos peones pasados . Si por ejemplo
42 . . . .id8 , entonces simplemente 43 . i>d4, se­
guido de � xd5 y �c6, etc .

42 ieS 43.bS ! h4
•.•

O 43 . . . ic7 44.b6 .id8 45 . �d4, etc.

44.a6 13 ... dS?

Decisi vo, porque 44 . . . hxg3, sería contestado
con 45 . hxg3 , y si 44 . . . ixg3 , entonces 45 .a7 .
Las negras abandonaron.
PARTIDA W 80
B l ancas : A . Alekhine
Negras : E . E l i skases
Apertura Española (C90)
Torneo de Podebrad, Junio de 1 936
l.e4 eS 2.ll:)f3 ll:) c6 3 ..ibS a6 4 ..ia4 ll:)f6
S.O-O ie7 6.�el bS 7.ib3 d6 8.c3 ll:) aS
9.ic2 eS 10.d3
Menos empleado que 1 0 .d4, que permite a las
blancas, si así lo desean , bloquear la posición
Esto constituye un error típico: las negras
tienen prisa por "castigar" la demora de las
blancas en j ugar d4 y resuelven iniciar ellas
mismas una acción en el centro, pero como se
verá muy pronto, el igen un momento poco
propicio. Lo lógico era j ugar 1 3 . . . .if8 , puesto
que no había que temer la respuesta 1 4.ll:Jd5,
en cuyo caso habrían continuado así:
1 4 . . . ll:J xd5 1 5 .exd5 ll:J e7 1 6.d4 exd4 1 7 .cxd4
c4 ! etc . , con probabilidades más o menos
iguales.
14.exdS ll:) xdS lS.ll:)xdS V!ixdS 16.d4!
He aquí la refutac ión : las blancas abren la
posición en el centro cuando las negras no han
acabado todavía su desarrollo, logrando así

1 70 ALEXANDER ALEKHINE
sacar toda la ventaj a posible de los distintos
puntos mal defendidos (el caballo de "c6", en
pri mer término) del campo adversario.
16 ... exd4 17.ie4 Wfd7
Si 17 . . . Wfd6, seguiría 1 8 .if4.
18.cxd4 if6
De otro modo, el avance ulterior del peón
central sería verdaderamente abrumador, por
difícil de explotar. En consecuencia, éstas
deben proceder con toda energía.
22.Wfh5 !
La razón de ser de esta j ugada de ataque,
bastante difícil, se deduce de la continuación :
22 . . . ib7 23 .É1h4 ! h6 24.ixh6 lLl f5 25 .ixg7 ! y
las negras recibirán mate en dos si llegan a
j ugar 25 . . . 25 . . . �xg7.
22 ib7
.•.

ejemplo: 1 8 . . . ib7 1 9 .d5 lt:ld8 * 20.lt:le5 Wfd6

2 I .if4 etc . , con todos los tri unfos posicio­ Tampoco sería suficiente 22 . . . "Wc6, por
nales en la mano. 23.�ae l ie6 24.É1h4 if5 25 . .ie7 !

23.�h4 Wrs

Puesto que 23 . . . h6 pierde enseguida (véase el

comentario a la j ugada 22 del blanco), las
negras no pueden elegir.

24 ..ie3 !

Otro punto sorpresivo de la maniobra de

19.igS !
La idea principal de este mov1m1ento se
desprende de la corta variante que sigue:
19 ... ixd4 20.if5 ! É1xe l + 2 l .Wfxe l Wfd6
22.Wfe8+ "Wf8 23 .ixh7+, ganando la dama, y
ataque: las blancas obligan al cambio de
damas y al mismo tiempo desaloj an al cabal lo
de su fuerte situación centra l . Después de las
j ugadas " normales" 24 . . . "Wxh5 25.É1xh5 lt:lc2
26.É1d 1 ! lt:lxe3 27.fxe3 c4 28.É1c5, seguido de
29.É1d7, el final se ganaría muy fáci l mente. El
error que cometen las negras a continuación
sólo acorta la agonía.
24 J;ds? 2S.�xd4
•.

puesto que 1 9 . . . ixg5 20. lt:lxg5 g6 2 l .dxc5

etc ., conduciría a un final sin esperanzas . Las Las negras abandonaron .
negras, por fuerza, deben intentar el sacrificio
de la calidad.
PARTIDA W 8 1
19 ... �xe4! 20.�xe4 ixd4 21.lt:l xd4 lt:l xd4 B l ancas : A. Alekhine
Negras: P. Frydman
Si las negras tuvieran tiempo de completar el
Defensa Siciliana (B63)
desarrollo de su flanco dama, la pequeña
Torneo de Podebrad, Junio de 1 936
ventaja materi al de las blancas sería muy

' l.e4 eS 2.tt:lf3 lt:l c6 3.d4 cxd4 4.tt:lxd4 lt:lf6

La natural 19 . . . 1Llb4, falla porque el caballo se aleja del
débil peón de " fl " . Por ejemplo: 20.1Lle5 �d6 2 l .�xh7+!
s.lt:lc3 d6 6.�gs
<;!;>xh7 22.�h5+ 'i!ig8 23.�xf7+ 'i!ih7 (a 23... 'i!ih8,
24.�xe8+!) 24.l"le3 etc. La idea de esta j ugada es eli minar la posi-

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 171

bil idad de . . . g6 y . . . �g7 (Variante del Dragón)
y obligar prácticamente a las negras a adoptar
la variante Richter Rauzer, una de cuyas
características es el peón " d " en la columna
semiabierta que, aunque expuesto, puede ser
bien defendido. Las blancas estarían equivo­
cadas si creyeran que, de aquí en adelante,
pueden contar con una seria ventaj a en la
apertura. Por mi parte, a pesar de haber
conseguido el l OO% de éxitos con la j ugada
del texto, estoy muy lejos de hacerme esa
ilusión .
6 ... e6 7.llJ b3
Este sencillo traslado, característico de algu­
nas vari antes de la S iciliana, contiene más
ponzoña de lo que parece (esta partida es un
buen ejemplo de ello). Respecto a 7 .�b5 ,
véase mi partida contra Foltys, en Margate
1 937 (N° 92).
7...�e7 8.'1Wd2
Las negras debieron contrarrestar esta tenta­
tiva de reforzar la presión sobre "d6" mediante
. . . h6 ! y, sólo después de 9 .�h4, enrocar
amenazando I O . . . tt:l xe4 etc . , igualando la
partida. En tal caso, las blancas habrían
j ugado 9 .�e3 (en lugar de 9 .�h4), pero de
todas maneras, las negras no tendrían que
preocuparse ya por la seguridad de su peón
"d".
8 ... 0-0 ?
Aunque parezca extraño, esta j ugada tan
natural constituye un error decisivo, porque
desde este momento las negras se verán
reducidas a elegir entre diferentes males .
9.0-0-0
Ahora se amenaza I O.�xf6 �xf6 ( l 0 . . . gxf6,
habría permitido un ataque ganador que se
iniciaría con l l .'!Wh6) l l .Wxd6 etc . , por lo
tanto, las negras no tienen tiempo ni para la
respuesta preventiva . . . a6, n i para s i mplificar
mediante . . . h6.
1 72
9 ... llJ a5
Si la continuación fuera I O.�xf6 tt:l xb3+
l l .axb3 �xf6 l 2 .Wfxd6, las negras tratarían de
realizar un contraataque mediante l 2 . . . Wa5
etc . , pero la fuerza de la próxima j ugada de las
blancas anula ese plan .
lO.Wbl ! llJxb3 l l.axb3
La razón esencial de la déci ma j ugada es que
las negras ya no podrán j ugar l l . . .Wa5 a causa
de l 2 .lLld5 y, del mismo modo, l l . . .'!Wb6
conduciría a un rápido desastre, después de
l 2.�xf6 �xf6 l 3 .Wfxd6 Wfxf2 1 4 .e5 �g5
1 5 .h4 ! �f4 1 6.�b5 ! amenazando l 7 .Wxf8+! y
mate en dos. La j ugada que sigue es la única
manera, si no de salvar la partida, de prolon­
gar la lucha por algún tiempo.
ll ... llJe8 12.�xe7 Wxe7 13.llJb5 �d7
Las negras esperan , no sin razón, que los
peones doblados de su adversario han de pro­
vocarles dificultades técnicas para encontrar el
procedimiento ganador.
14.llJxd6 llJ xd6 15.Wfxd6 Wxd6 16.gxd6 �c6
17.f3 grds 18,gxd8+ gxd8 19.�d3
El final resultan te es sumamente instructi vo.
En primer lugar, las blancas pretenden sacar
toda la ventaja posible de los tri unfos que ya
poseen : la columna semiabierta "a" y, sobre
todo, el punto dominante "a5 " .
ALEXANDER ALEKHINE
19 ... e5

Movi miento para ganar espacio en el centro y,

eventualmente, emplear la torre en l a tercera
fila.

20.@cl �f8 2l .@d2 �e7 22.ga1 a6 23.�e3

gd6 24.:Sa5!

Justo a tiempo, porque l a necesidad de

proteger al peón "e" i mpedirá a las negras
real izar la maniobra de torre proyectada.

24 ... f6 25.b4 @d7 26.g3 ! 36.b4+!

Es claro que 26.b5 axb5 27 .�xb5 , habría sido
prematuro, debido a 27 . . . �d l , etc. El avance
en el centro, iniciado por la j ugada del texto,
obl igará a la torre negra a abandonar la
columna abierta.
26... g5 27.f4 gxf4+ 28.gxf4 ge6
Primer eslabón de la combinación final. Las
blancas consiguen la cas i l l a "d6" para su torre.
36 ... @c4!
Si 36 . . . Wxb4, entonces 37 .É1e6 etc . , ganando
fác i l mente.

37.:Sd6
Después de 28 . . . exf4+ 29.�xf4, seguido de
�h5 etc . , la tarea de las blancas sería más
Amenazando 3 8 .É1d5 , j ugada que las negras
fáci l .
tratan de i mpedir de una manera ingeniosa.

29.f5 ! :Se7 37 ... :Sh3+ 38.@e2 :Sh4 39.�f3 hS !

Si 29 . . . :Sd6, entonces 30.�a l -� g l etc . , y la Las negras todavía hacen esfuerzos, que se
torre blanca actuaría cómodamente en el verán coronados por una especie de éxito
flanco rey. "moral " , para complicar las cosas . Al efectuar
Ahora, por otra parte, los peones podrán ser esta j ugada, las negras " sugieren " que las
desdoblados. blancas no pueden ganar recurriendo a la
jugada natural 40.É1d5, ¡y el adversario les
30.b5 ! axbS 31.�xb5 :Sg7 32.�xc6+ @xc6 cree !
33.gas :Sg2
40.:Se6
Este contraataque es la única posibilidad de
Difícilmente podría calificarse a esta j ugada
las negras, puesto que 33 . . . �f7 34.�e8, segui­
como un error, puesto que gana por fuerza y
do de �e6+, les resul taría fatal .
se relaciona con otro punto muy bonito. Pero
j ugando 40.É1d5 ! , las blancas pudieron probar
34.:Sf8 :Sxh2 35.:Sxf6+ @es a su adversario que su celada no tenía nada de
tal .
Con la amenaza 3 6 . . . �h3, seguido de La contestación habría sido: 40 . . . É1f4+ 4 1 . We3
37 . . . Wd4. É1xf5 42.exf5 Wxd5 43.c4+ �d6 44.b5 b6 (o

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 73

44...h4 45.@f3 , etc.) 45.f6 @e6 46.c5 y ganan.
La idea que encierra este final de peones
consiste en que mientras Jos peones pasados
negros sólo están separados por dos columnas
... lLl e4) 8 ... h6 9.ih4 lLle8 l ü.ixe7 (o l ü.ig3
lLl d6) I O...'f!lxe7, seguido por ... lt:Jd6 etc.
7 c5 8.�dl
.•.

y pueden, por J o tanto, ser detenidos por el rey

contrario, las blancas pueden lograr peones
Como la respuesta de las negras es suficiente
pasados gracias a la distancia de tres col umnas
para igualar, habría sido preferi ble continuar,
de separación.
como Jo hice en dos partidas del match jugado
Vale la pena destacar este ejemplo.
en Buenos Aires, 8.cxd5 lt:J xd5 9.ixe7 V!fxe7
I O.lLl xd5 exd5 l l .dxc5 , seguido de ie2, y
40 .. J3f4+
enroque, asegurando un final l igeramente fa­
vorable.
Si 40...@d4, entonces 4 1 .c3+ (segunda entre­
ga de desviación), seguido de 42.:1 h e 5 , etcé­
tera. 8 ...'f!la5 9.id3 h6 lO.ih4 lLl b6

41 .@e3 h4 42Jhe5 h3 ! Esta j ugada es buena porque obliga a las

blancas a aclarar la situación en el centro
¡ Muy bonito ! , pero la ventaj a material de las antes de haber enrocado.
blancas les permite una defensa segura contra
esa clase de artificios tácticos. l l.cxdS cxd4

43J�d5 �h4 44.�d4+! @c3 45.�dl h2
46.�hl �h3+ 47.@f4 �h4+ 48.@es @d2
49.f6 @e3 SO.@d6! �xe4 Sl .�xh2 �d4+
52.We5
Las negras abandonaron.
Aunque no del todo malo, este movt mtento
intermedio es poco recomendable, porque
permite a las blancas complicar la partida sin
exponerse demasiado. En cambio l l ...lLl bxd5 ,
amenazando 1 2... lLl b4 y eventual mente ...exd5
etc., era exacto y más que suficiente para
igualar.

PA RTIDA No 82
B l ancas : A. Alekhine
Negras : J. Foltys
Gambito de Dama (D6 1 )
Torneo de Podebrad, Junio de 1 936

l.d4 e6 2.c4 dS 3.lLlc3 lLl f6 4.ig5 ie7 S.e3

lLl bd7 6.lLl f3 0-0 7.'f!lc2

Esta j ugada habitual , que por razones

desconocidas ha sido desdeñada durante un
cuarto de siglo, permite a las negras iniciar un
contraataque en el centro mediante 7...c5, pero
como esa acción no puede ser apoyada por las
torres, la apertura de columnas consiguiente
favorecerá a las blancas. Por Jo tanto, creo que
en lugar de 7...c5, debe considerarse el
siguiente si stema: 7...c6 8.a3 (i mpidiendo
12.d6!
Esto no aporta mucho, pero para las bl ancas
representa un alivio, porque podrán desviarse
de la senda " técnica" y obligar al adversario a
buscar la mejor respuesta por sí mismo.

1 74 ALEXANDER ALEKHINE
12 ....ixd6
Mejor que l 2 . . . dxc3 l 3 .dxe7 cxb2+ 1 4.E:d2
E:e8 l5 ..ixf6 gxf6 l 6 .'.Wxb2 etc . , con ventaja.
13 ..ixf6 gxf6?
Este debilitamiento del enroque era del todo
innecesario. Después de l 3 . . . dxc3 l4 . .ixc3
1b4 ! l5 . .ixb4 '.Wxb4+ l 6 .'.Wd2 etc . , l a ventaj a
posicional q u e conseguirían las blancas sería
insignificante.
14.c!Dxd4 .ib4
El alfil no estaba seguro en "d6 " , mientras que
el cambio que sigue compensará en cierto
modo a las negras por la desorganización de
su ala.
lS.0-0 .ixc3 16.bxc3 .id7 17.c4!
Este peón sigue siendo tan débi l aquí como en
"c3 " , pero ahora al menos hace inaccesible
para el cabal lo negro l a casil l a "d5 " .
17 .ia4 18.c!Db3 '.Wb4 19.%Ve2!
•..
Jugada de ataque y defensa a la vez. Si ahora
1 9 . . . .ixb3 , entonces 20.E:b l .
19 E:fc8 20.E:bl c!Dxc4
.••
Esto parece muy peligroso y, en realidad,
resulta fatal . Pero como el rey negro ha sido
abandonado a su destino por todas sus tropas,
ya era demasiado tarde para impedir un asalto
directo mediante tácticas pasivas. Si por
ejemplo 20 . . . .ixb3, entonces 2 l .E:xb3 '.We7 (o
2 1 . . .%Vf8 22.%Vf3 , etc.) 22 .'.Wg4+ �f8 23 .'.Wh4
<J:ig7 24.f4, con fáci l ataque.
21 .c!Dd4 %VeS
Al tomar el peón , en su j ugada anterior, las
negras calcularon probablemente que tendrían
una defensa salvadora si las blancas se deci­
dían por la j ugada natural 22.E:xb7.
En realidad, aun así l a situación del segundo
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
j ugador habría sido bastante precaria en vista
de la amenaza 2 3 . c!D xe6, que ganaría rápi­
damente después de 22 . . . E:c7, 22 . . . c!Dd6 o
22 . . . .ie8 .
También después d e 22 . . . tLle5, perderían
enseguida a causa de 23 .%Vh5 '.Wf8 24.f4 c!D xd3
25.lL:l xe6, etc . Pero la batalla se habría prolon­
gado j ugando 22 ... Wd5 , para poder contestar a
23.lLl xe6?, con 23 . . . Wxe6 y a 23 .E:b4, con
23 . . . tLl b6, etc .
La combinación de las blancas que se verá a
continuación es el procedi miento más convin­
cente para lograr una ventaj a decisiva.
22.c!Dxe6!
Esto conduce " solamente " a la ganancia de un
peón, pero gracias al debilitamiento de la
posición del rey negro, permite a las blancas
forzar cambios favorables, lo que sería sufi­
cientemente amplio para ganar.
22 ... fxe6 23.%Vg4+ 'it>h8
Si 23 . . . 'it>f8, el fin l legaría antes : 24.E: xb7 %Vg5
25 .'.Wxe6 lL:l e5 26.f4 ! , etc .
24.E:xb7
Amenazando mate en "g7" y en "h7" .
24 J3c7 2S.E:xc7 Wxc7 2 6 .ixc4 eS 27.Wh4
•• •
%Vg7 28 .idS
•
Como el rey negro está ahora bien defendido,
1 75
las blancas, con toda razón, deciden simpl i­
ficar las cosas .
28 .. .l'M8 29.Wfxa4 �xdS 30.Wfc6!
Era importante i mpedir a las negras doblar sus
piezas en la columna central .
30 Wft7 3 1 .h3
.•.
Con el fin de poner a la torre en acti vidad .
Ahora, este peón amenaza irse hasta "a6 " ,
después de lo cual , 8: b 7 sería decisivo. En
consecuencia, las negras están obligadas a
proponer el cambio de damas.
33 ... �c7 34.Wfb5 Wfd7 35.Wfxd7+ �xd7
El final que sigue se gana con facil idad
gracias a la posición dominante de la torre.
36 <j{g6 37.g4 hS 38.<j{g2 hxg4 39.hxg4 �d6
•.•
40.�a5 a6 41 .<j{gJ �c6 42.f4 ! exf4+ 43.exf4
�b6 44.�c5 !
La torre será mucho más eficiente en la 7• fi la
que en la 5". Si ahora 44 . . . 8:b4, entonces sim­
plemente 45 .8:c6 8:xa4 46.g5 y ganan .
44 ... <j;lg7 4S.�c7+ <j{h6 46.�a7 �b3+ 47.<j;lh4
�b4
1 76
O 47 . . . 8:b6 48.a5 8:c6 49.8:f7 ! <j{g6 50.8:b7,
seguido de 5 1 .8:b6, ganando.
Las negras abandonaro n . S i 48 . . . 8:xf4, vendría
49.8:xf6+ ! , etc .
PARTI DA W 8 3
B lancas : Y . Menchik
Negras : A . Alekhine
Apertura de Peón Dama (A46)
Torneo de Podebrad, Junio de 1 936
l.d4 ltlf6 2.ltlf3 bS
En tan temprano período de la partida es un
pri ncipio sano no ofrecer al adversari o un
objetivo como éste : la empresa puede tener
éx ito, como acontece aquí, pero únicamente
en caso de continuar desarrollando las piezas
en lugar de tratar de aprovechar con jugadas
propias lo inusitado de la situación . En lugar
del fianchetto adoptado por Y . Menchik,
campeona del mundo, un buen método habría
sido 3 .�f4 �b7 4.e3 a6 5 . a4 b4 6.c4 y que las
negras tomen al paso o no, su posición queda
un poco inferior.
3.g3 �b7 4.�g2 e6 5.0-0 �e7 6.ltlbd2
Debido a su plan de movi lización , carente de
objetivo, las blancas no han sacado ventaja de
la apertura. La j ugada del texto, que prepara el
cambio del peón " b " negro, que se halla
expuesto, no es peor que 6 . a4 (6 . . . a6, etc.) y es
seguramente mejor que 6.b3 (6 . . . b4 ! , etc.)
6 Wfc8 ! 7.c4
•.•
Las negras defienden al alfil para poder
responder a 7 . 8:e l , con 7 . . . lLl e4 ! , y después de
7 . . . c5, la dama encon traría un amplio campo
de acción en su propio flanco.
7 bxc4 8.ltlxc4 0-0 9.b3
•.•
ALEXANDER ALEKHINE
Como sucede tan a menudo en este tipo de
esquemas, las blancas no encontrarán una
casilla conven iente para su alfil dama.
Relativamente mejor que la j ugada del texto,
que debilita el flanco dama, era 9.lLle5, con el
fin de aclarar lo antes posible la situación de
la diagonal " h 1 " - " a8 " .
9 ... a5 !
Esto no sólo i mpide de una vez por todas lLl a5
(que en la j ugada anterior hubiera sido
contestada con . . . �d5 ), sino que amenaza
eventual mente . . . a4.
10.a3?
Error estratégico, decisivo en una posición ya
delicada. Las blancas debieron aprovechar que
la amenaza citada no era de carácter
inmediato, para proponer el cambio de alfiles
mediante I O.�a3 . Después de lü . . . �xa3
l l .lLl xa3 lLl c6, seguido eventual mente de
. . . lLlb4, la posición negra, aunque superior, no
habría sido nada fácil de mejorar, como
sucederá luego de la j ugada de la partida, que
crea una debilidad incurable en "b3 " .
l O...�dS 1 1 .%Vc2 %Vb7 12.�b2
Las blancas no pueden sino elegir en tre unos
cuantos males.
Después de 1 2 .�d2 lLlc6, por ejemplo, las
negras ya amenazarían 1 3 . . . lLl xd4.
12 ... lLl c6 13.lLlel �ab8 14.�xd5
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Única manera de salvar temporalmente el
peón.
14...exd5!
Mucho más fuerte que 14 . . . lLl xd5, que es el
punto esencial de la próxima j ugada de las
negras.
1S.lLld2
1S ... lLle4!
Con esto las negras se adueñan del sector
central . El peón " b " no caerá inmediatamente,
pero no podrá eludir por mucho tiempo su
destino.
Creo que esta batal la, exclusi vamente posi­
cional, merece ser destacada, sobre todo por
los métodos empleados por las negras para
explotar su ventaja inicial : dichos métodos,
poco comunes a pri mera vi sta, fueron en
realidad muy sencil los .
16.lü ef3
Si 1 6.lLl xe4, entonces, como es evidente,
1 6 . . . %Vxb3 ! etc . , ganando material.
16 ... f5 17.�fbl %VbS !
Si ahora 1 8 .e3 (que era relativamente lo
mej or), entonces 1 8 . . . %Ve2 1 9 .�fl g5 ! 20.�ae 1
%Vb5 ! 2 l .lLl xe4 dxe4 22.lLl d2 d5 23.Eí:c 1 Eí:b6
y, por último, las blancas serían ejecutadas en
el flanco rey . Pero V. Menchik prefiere su-
1 77
cumbir en abierta l ucha.
18.!il xe4 fxe4 19.lDe5 lD xeS
Esto es lo más sencillo. Es probable que
1 9 . . . '1Wxb3 fuera también ganador, pero des­
pués de 20.\Wc 1 , habría una mayor resistencia
que en el final forzado a que conduce la
man iobra del texto.
20.dxe5 \WcS !
Rudo, pero sumamente seguro .
21 .\WxcS ixcS 22.e3 �hb3 23.id4 ixd4
24.exd4 l3ff3!
Ganando por fuerza un segundo peón .
25.l3xb3 l3xb3 26.l3cl c6 27 .e6 dxe6 28.l3xc6
�ti 29.l3c7+ �f6 30.g4 h6 3 1 .h4 l3xa3
Las blancas abandonaron.
PARTIDA W 84
B lancas : A . Alekhine
Negras : Dr. M . Euwe
Defensa Francesa (C02)
Torneo de Nottingham, A gosto de 1 936
l.e4 e6 2.d4 dS 3.e5
Por primera vez en mi carrera adopté aquí esta
j ugada favorita de Ni mzowich porque creía
que el Dr. Euwe, después de sus fracasos en
las partidas del match de 1 93 5 (en las que se
jugó 3 .tt:l c 3 ib4), habría realizado un estudio
muy ordenado de esa línea de j uego.
Aunque en esta partida el resultado de la
apertura me fue más bien favorable, difícil­
mente repetiría un experimento que permite a
las negras asumir desde el comienzo cierta
iniciativa y obtener, aunque a expensas de su
configurac ión de peones, un desarrollo li bre
de sus piezas.
1 78
3 ... c5 4.lDf3
En los últimos años de su actividad ajedre­
cística, Nimzowich prefería la j ugada peculiar
4.\Wg4, mostrando así su intención de explotar
la ventaj a de espacio obtenida en el flanco rey.
La idea tiene algunos inconvenientes, como lo
demuestra de manera característica la breve
partida que tran scribo a continuación, jugada
en el Torneo de Montevideo en 1 93 8 .
Blancas : J. Cánepa, Negras : A . Alekhine:
l .e4 e6 2.d4 d5 3 .e5 c5 4.lt:Jf3 tt:lc6 5 . lt:J f3
tt:l ge7 ( e l hecho d e q u e esta j ugada no haya
sido empleada antes, prueba una vez más la
cortedad de vi sta de "Misia Teoría " , porque el
problema del desarrollo de este caballo, que es
el más importante de todos, debe ser resuelto
en la primera oportunidad) 6.c3 lt:J f5 7 .id3
cxd4 ! 8 .0-0 id7 9.l3e l dxc3 I O . tt:l xc3 g6
l l .ig5 ie7 1 2.'1Wf4 tt:l cd4 ! 1 3 .if6 tt:lxf3+
1 4.gxf3 l3g8 1 5 .� h l ic6 1 6.ixf5 gxf5
1 7 .ixe7 \Wxe7 1 8 . tt:l e2 d4 ! 1 9. tt:l xd4 '1Wb4
20.l3g l l3xg l + 2 1 .l3xg l 0-0-0 22.l3d l '1Wxb2
23.l3d2 l3xd4 ! 24.l3xd4 \Wxf2, y las blancas
abandonaron.
4 ... lD c6 S.id3
El peón central es sacrificado sólo temporal­
mente, pero para recuperarlo, las blancas
tendrán que emplear un tiempo valioso.
En consecuencia el plan, en su conj unto, difí­
cilmente conducirá a otra cosa que a una
posición equi librada.
s ...cxd4 6.0-0 f6
Si 6 . . . '1Wb6, las blancas podrían transformar la
partida en un gambito regular mediante 7 .c3
dxc3 8 . tt:l xc3 etc . , conservando aún proba­
bil idades de éxito.
7.ib5
No hay nada mejor que restablecer el equili­
brio materi al .
ALEXANDER ALEKHINE
Si, por ejemplo, 7.�f4, entonces 7 . . . g5 , segui­
do de . . . g4.
7...�d7 8.�xc6 bxc6 9.Wxd4 fxe5 10.Wxe5
Resultaba difícil resolver si esta j ugada era
mejor que l O. tLl xe5 .
Mi decisión fue influida por la consideración
de que, retomando con el caballo, en muchas
variantes me vería obligado a cambiar el alfil
dama " malo" de las negras en "d7 " , mientras
que mi deseo era dedicarme a perseguir con
éxito, no a él, sino a su colega.
lO tLlf6 l l .�f4
.•.
Impidiendo . . . 1Wb8 y preparando la defensa del
peón "f" mediante �g3 .
l l...�c5 12.tLlc3 0-0 13.�g3
Es muy difícil explotar la pequeña ventaja de
las blancas (el control de la casi lla "e5 " ) ,
porque l a s negras poseen todavía su pareja de
alfiles y dos columnas abiertas para las torres.
Sin embargo, en la parte que sigue, ninguno
de los dos j ugadores aprovecha bien sus
oportunidades.
13 We7
•..
Aquí, por ej emplo, prometía más 1 3 . . . 1We8, a
fin de poder responder a 1 4 . tLl a4, con
1 4 . . . �e7 .
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
14.a3?
Las blancas debieron atacar sin tardanza al
alfil rey mediante 1 4. tLl a4, por ejemplo:
1 4 ... �b6 ( 1 4 ... �b4 1 5 . a3 �a5 1 6.b4 �d8
1 7 . tLl c5 etc . , habría sido demasiado artificial)
1 5 . tLl xb6 axb6 1 6.Wc7 ! , con ventaja.
La j ugada del texto permite a las negras
"economizar" su alfi l .
14 a5 15.:!Uel
•.•
No ocupé esta columna abierta con la otra
torre en vi sta de la posible respuesta 1 5 . . . �c8,
que, en verdad, no habría sido peligrosa, por
ejemplo:
1 5 .!!ae 1 �c8 1 6 .!!d 1 !, seguido por !!fe 1 etc . ,
c o n ventaja.
15 ga7?
•..
15 ... �b6 era relativamente mejor, porque
entonces 1 6 . tLl a4, habría sido contestada con
1 6 . . . �d8 .
1 6 . . . tLle4 sería un error, por 1 7 . tLl xc5 tLl xc5 (si
17 . . . 1Wxc5, 1 8 .gxe4) 1 8 .1Wd6 ! y ganan .
17.Wc3
Esta maniobra, tan complicada como arries­
gada, acaba también por beneficiar a las
blancas, pero mucho más convi ncente era la
más sencilla 1 7 . tLl xc5 1Wxc5 1 8 .!!e2, para
terminar con la explotación de las casillas
negras.
17 �a7 18.Wxa5
•..
Debido al contraataque de las negras dirigido
sobre el punto " f2 " , esta ganancia de material
sólo tendrá carácter momentáneo.
18 tLle4
..•
1 79

19.'1Wa6!
Pero gracias a esta j ugada intermedia, las
blancas no se l l evar la peor parte, ya que las
negras amenazaban . . J'!a8 etc .
19 ...�e8 20.b4
Preparando el sacrificio que sigue, que termi­
na con las amenazas in mediatas de l as negras .
20 g5?
.•.
La crítica unán i me que esta j ugada ha mere­
cido es j ustificada, porque las negras tendrán
que lamentar muy pronto la posición
comprometida de su rey .
Pero varios de l o s críticos estaban equivo­
cados al creer que 20 . . . e5 hubiera sido no sólo
satisfactorio, sino también ventaj oso para el
segundo j ugador.
Frente a tal continuación de mi adversario, yo
ten ía la intención de sacrificar la calidad
obteniendo perspectivas de ganar.
Por ejemplo: 2 l . E1xe4 ! dxe4 22 .\Wc4+ 1i.f7
23 .\Wxe4 1i.d5 24.\WxeS 1i.xf3 25 .\Wxe7 E1xe7
26.gxf3 E1xf3 27.<±>g2 E1f8 28 .c4 1i.d4 29.1'!d l
etc . , con ventaja.
Por lo tanto, l a mej or probabi lidad de las
negras era: 20 ... �h5 2 1 . lLl c5 ! (pero no
2 1 .\Wxc6 �e8 22 .\Wa6 �b5 23 .\WaS \We8 etc . ,
con ventaja) 2 l . . . �xf3 22.gxf3 �xc5 2 3 . bxc5
E1xf3 24.Wxc6 ltJ xc5 etc . , con la posibil idad
de seguir luchando.
Sin embargo, es preciso admitir que, a pesar
1 80
de su j ugada inferior, el segundo j ugador
conservará durante bastante tiempo algunas
probabi lidades prácticas de salvación que
tratará de explotar con la energía de un
desesperado.
21.lL!cS !
D e acuerdo con el programa, y muy eficiente,
porque ahora el alfil más fuerte de las negras
va a desaparecer.
21...i.xc5
2 l . . . lLl xc5 22.bxc5 �xc5, no convendría a
causa de 23 .1'!xe6, etc.
22.bxc5 lL!xcS 23.We2 lL! e4 24.We3
La superioridad de las blancas se ha hecho
evidente.
Sus peones están mucho mejor colocados,
conservan todavía el control de "eS " , que es
típico en esta variante, y por último, y no lo
menos importante, tienen un peón "a" bastante
amenazador.
24 1i.g6
•..
La respuesta un tanto mejor 24 . . . c5, no
i mpediría a las blancas mantener su su­
perioridad mediante el simple avance de su
peón pasado.
2S.lLleS! eS 26.lL! xg6 hxg6 27.f3 lL!xg3
28.hxg3 <±>ti 29.a4!
Para poder explotar la debilidad de las negras
en el centro y en el flanco rey, las blancas
hacen una demostración en el ala opuesta,
obligando al adversario a dejar algunos puntos
vulnerables insuficientemente cubiertos.
29 J'!a8 30.<i>f2
•.
Esto i mplica la amenaza repentina de un
ataque de mate a iniciarse con E1a l .
30. .J'!b2 3U '!e2 c4
ALEXANDER ALEKHINE
De acuerdo con las circunstancias, esto es lo
mejor, aunque no es suficiente. La verdad es
que no habría poder humano que pudiera
defender al mismo tiempo: 1 ) la columna " a " .
2 ) la columna " h " . 3 ) el peón " e " . 4) el peón
"e". 5) el peón " g " y 6) la casil l a "e5 " .
¡ Hay que conven ir e n que era pedir
demasiado !
33.We5 !
A la inversa de lo sucedido en la primera parte
de este encuentro, ambos j ugadores practican
desde ahora un ajedrez de primera clase. Es
digno de mención el método adoptado aquí
por el Dr. Euwe para i mpedir un rápido
desastre y la forma en que se defiende a pesar
de la pérdida inevitable de los dos peones.
33 ...Wa7+ 34.�fl �bl+ 3S.�el �xel+
36.'i!?xel Wg7!
Este movi miento es el único que obligará a las
blancas a j ugar con cautela si desean lograr la
victoria.
37.Wxe6+ �f8 38.Wxd5!
En cambio, 3 8 .Wfd6+ Wfe7+ etc . , sólo condu­
ciría a un empate. Pero ahora el rey blanco
parece correr mayor pel igro que su ri val.
38...Wc3+
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
La opción era 38 . . . �e8+ 39.�d2 ! (no 39.�f2.
por 39 ... Wa7+ 40.�fl Wg7 ! , amenazando
. . . Wfe3) 39 . . . Wf6 40.�h7 ! , después de lo cual
40 . . . �d8 perdería enseguida por 4 1 .É1h8+, etc .
39.�f2! É1e8
A n ada conduciría 3 9 . . . Wxc2+ 40.Wg l Wb l +
4 l .Wh2 Wb8 42.1Mfxg5 , etc .
40.g4!
Los j aques en sexta o séptima l ínea serían
in úti les, ya que la dama está mejor colocada
en el centro.
40 ... We3+ 41.Wg3 Wf4+ 42.Wh3 É1e7
Si 42 . . . Wg7, entonces 43 .Wfd7+.
43.Wc5 !
¡ La j ugada j usta ! Después de 43.g3 Wfe3 ! , el
tri unfo sería dudoso.
43 ...Wf6 44.g3
No 44.É1e l , debido a 44 . . . Wfh8+ 45.Wg3 Wfh4 !
mate.
44 ...Wh8+
Si 44 . . . Wfxf3 , entonces 45 .É1e l y ganan .
4S.Wg2 Wfc3 46.É1h7 Wxc2+ 47.Wh3 We2
48J�xe7 Wxe7 49.Wxc4
181
En el complicado final de damas que sigue,
las posibil idades de tablas de las negras se
fundan principal mente en lo difícil que resulta
para las blancas poner a su rey en seguridad.
Sin embargo, si el peón blanco "g4" estuviera
en " f2 " , las negras no tendrían otra cosa que
abandonar. Pero hay aún más : gracias a un
mero accidente, las negras pueden especular
en algunos casos (por ejemplo, si el peón
pasado de las blancas es llevado hasta "a7 " )
c o n u n a situación d e ahogado, colocando a s u
rey e n "h6 " . No debe, pues, sorprender que l a
partida dure treinta j ugadas más, puesto que,
de no haber mediado la inexactitud cometida
por las negras en su j ugada 6 1 , habría sido
más larga todavía.
49 .. .'\�fel 50.�c5+ <J;; fi 5 I .<J;; g2 �al 52.�c2
<J;; r6 53.�b3 <J;; e 5?
Ambos disponíamos de poco tiempo y eso
explica la j ugada del texto y su inadecuada
réplica. Era n atural que el rey volviese a " g7 " .
tades para la realización del viaje final del rey,
que hará irresistible la acción de su peón
pasado.
62.f4! gxf4 63.gxf4 �a4 64.<J;; f2 !
Con el objeto de j ugar "g5 " en el momento en
que las negras no puedan responder . . . <J;; h s.
64... �h7 65.g5 �a3 66.�d7+ <J;; hs 67.�c8+
�h7 68.�c7+
Así, la dama defiende al peón "a" y al peón
"f' y el rey está listo para el paseo final .
68 ... �h8 69.�e2 �a2+ 70.�e3 Wfb3+
n.�d4 �b4+ n.<J;; d 5 �b5+ 73.<J;; d 4
A raíz de esta j ugada la partida fue suspendida
por tercera vez.
Las blancas pudieron j ugar también 73.'it>e6,
para continuar 73 . . . '1Wf5+ 74.<J;; e7 Wff8+!
75.<J;; d 7. Pero no lo necesitaban .

73 ...'.Wa6 74.Wfb6 Wfc8

Esta fue la última j ugada hecha antes del
control de tiempo. En su lugar, 54.�b8+
habría sido más expeditivo, ya que a 54 . . . 'it>d5
(si 54 . . . <J;; e 6, seguiría 55 .'\We8+) 55 .'\Wg8+, se
ganarían los dos peones "g" por el peón " a " .

54...<J;; f6 55.'.Wb6+ <J;; g7 56.'.Wb4

Aquí se suspendió el j uego por segunda vez y

las blancas iniciaron una seria y fina labor. Su
plan es:
l) j ugar a5 tan pronto como sea posible.
2) concluir de una vez por todas con las com­
binaciones de ahogo, j ugando f4.
75.'.Wd6!

56 ...'\Whl 57.'\Wel '.Wh2+ 58.<J;; e 3 <J;; b 7 59.a5

Este es el plan más sencillo.
�a2 60.�d2 �al 6I.<J;; e 2 <J;; b 6

Las mejores probabi lidades de resistencia
residían en 6 l . . .�h l .
Después de la j ugada de l a partida, las blancas
consiguen avanzar el peón "f" en circuns­
tancias muy favorables, l ibrándose de dificul-
75 ...Wfc2 76.a6 Wfd2+ 77.<J;; e5 Wfc3+ 78.�e6
Wfc8+ 79.<J;; e7 �h7 80.Wfd7! Wfc3 81 .�e6+
Forzando, ¡ al fin ! , el cambio de damas .
Las negras abandonaron .

1 82 ALEXANDER ALEKHINE
 PARTIDA W 85
B l ancas: W. Winter
Negras : A. Alekhine
Defensa Francesa (CO l)
Torneo de Nottingham, Agosto de 1 93 6
l.d4 e6 2.e4 d5 3.exd5
En general se considera que esta toma indica
que las blancas j uegan con miras a tablas .
Pero e n realidad, l a s negras no han d e tener
menos oportun idades para complicar, si es que
desean hacerlo, que en muchas otras variantes
de la Francesa.
3...exd5 4.id3 lL! c6 5.lL!e2 id6 6.c3
Esto ofrece a las negras la deseada oportu­
nidad de tomar la in iciati va. S i n embargo, la
alternativa 6 . lL! bc3 lL! b4, conduciría al cambio
del alfi l rey o a su confinamiento en casil las
ineficaces, después de 7 .�b5+ c6.
6...Wfh4!
Era importante i mpedir 7 .�f4.
7.lt:ld2 �g4!
Correcto sacrificio de peó n . Luego de 8 .Wfb3
0-0-0 9.Wfxd5 lL! f6, seguido de 10 . . . E:he8, las
negras tendrían una ventaj a de desarrollo
abrumadora.
s.Wfc2 0-0-0 9.lL! fl
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
S i 9 .�f5+, entonces sencillamente 9 . . . �b8.
9 ... g6
Preparando el cambio del alfil de "d3 " ,
después d e lo cual, las cas i l l as blancas d e s u
posición quedarán algo débiles.
10.�e3 lL! ge7 1 1 .0-0-0 �f5 12.lL!fg3 ixd3
13.Wfxd3 h6
Las negras quieren asegurar la posición de su
dama, que podría ser incómoda si las blancas
j ugaran Wfd2.
14.f4?
Esta j ugada, que debilita sin compensac10n
i mportantes casillas en la columna "e", puede
ser considerada como el error estratégico
decisivo. 1 4 . ltJ g l , seguido de 1 5 . l2J f3 , era
relativamente mejor, porque la posición de las
blancas, aunque algo trabada, sería todavía
defendible.
14 Wfg4
•..
Las negras pretenden , y lo consiguen, mante­
ner el control de la cas i l l a "f5 " . La impor­
tancia de esto se hará evidente en la segunda
mitad de la partida.
15.h3 Wfd7 16.E:hfl h5 !
Si ahora 1 7 .f5 , entonces 1 7 . . . h4 1 8 .f6 l2J g8
1 9. l2J h 1 E:e8, y el peón "f' de las blancas
caería sin remedio.
17.lL!gl h4 18.ltJ 3e2 ltJ f5 19.l2Jf3 f6
Desde este momento, todas las piezas menores
de las blancas sufrirán por una evidente falta
de espacio y, en consecuencia, serán incapa­
ces de impedir el aumento de la presión adver­
saria en la columna " e " .
20.lL!h2 E:deS 2 1 .�d2 E: e 6 22.l2Jg4 E:heS
23.E:del E:Se7 24.�dl WfeS 25.Wff3
1 83
Para poder sacar el caballo de "e2 " , cosa
i mposible de hacer ahora por 25 . . . �xe l +,
seguido de . . . ixf4.
2S ... lLl aS !
Gracias a esta maniobra l a s negras obtienen
superioridad materi al decisiva. Las blancas no
pueden j ugar Wlxd5 , debido a 26 . . . �xe2
27.�xe2 �xe2 28 .Wlxa5 lLl g3 29.�f3 W/e4 ! y
ganan .
26.b3
26 ... lLl c4!
¡ I mpetuoso golpe de gracia ! S i 27. bxc4, en­
tonces 27 . . .W/a4+ 2 8 . W c l ia3+ 29 .Wb l �b6+
30.Wa l Wc2 y mate en dos.
27.�cl lLl ce3+ 28.ixe3 lLl xe3+ 29.lLl xe3
E:xe3 30.Wlf2 WlbS !
Amenazando 3 I . . .Wld3+ 3 2 . 'tt> c 1 ia3 mate.
Las blancas se ven obligadas a entregar un
peón .
31.lLlcl E:xc3 32.E:xe7 ixe7 33.Wel Wd7
S i Wxc3 , ya sea ahora o en la próxima j ugada,
las negras replicarían . . . Wlxfl , seguido de
. . . Wlxf4 o . . . W/xg2, ganando.
34.f5 E:e3 ! 3S.Wf2 gS 36.E:el E:e4 37.E:xe4
Este cambio, que da a las negras un fuerte
1 84
peón pasado, acorta las cosas. Pero de todos
modos, las blancas no tenían ya nada que
hacer.
37 ... dxe4 38.Wd2 id6
Amenazando 39 . . . e3 + !
Las blancas abandonaron.
PARTIDA No 86
Blancas : A . Alekhine
Negras : C. Alexander
Defensa India de Dama (E l 6)
Torneo de Nottingham, Agosto de 1 93 6
Premio a la Bri l l antez
l.d4 lLlf6 2.c4 e6 3.lLlf3 ib4+ 4.lLl bd2
La j ugada habitual es 4.id2, para poder,
después del cambio de alfi les, desarrollar el
caballo a "c3 " , que es la casilla más natura l .
Al eludir el cambio, las blancas muestran su
deseo de complicar la partida sin que esto
impl ique exponerse considerablemente.
4 ... b6 S.g3 ib7 6.ig2 0-0 7.0-0 ixd2?
En l ugar de este cambio que, sin necesidad,
concede a las blancas la ventaj a de la pareja
de alfi les, las negras pudieron j ugar 7 . . . d5
(Rubinstein-Aiekhine, Semmering, 1 926), o
también, 7 . . . ie7, seguido de . . . d6 y . . . lLlbd7,
etc .
En cualquiera de los casos hubieran tenido
mejores perspectivas de i gualar que j ugando
como lo hicieron .
8.Wxd2
Esta es la manera correcta de retomar, porque
el alfi l dama es necesario en la diagonal larga.
8 ... d6 9.b3 lLl bd7 10.ib2 E:b8
ALEXANDER ALEKHINE
Las negras muestran sus cartas demasiado
temprano.
Es obvio que el objeto de el movi miento del
texto es j ugar . . . lLl e4, seguido de . . . f5 , y para
poder hacerlo el alfi l debe estar defendido, a
fin de evitar la posible respuesta lLl g5 . Pero la
misma idea pudo combinarse con una mo­
vilización de fuerzas mediante l0 . . . \We7,
l l . . .Ei:bd8 y, eventual mente, . . . �a8 .
ll.E!:ad l !
Interesante y eficaz manera d e contrarrestar el
plan de las negras .
El alfi l dama blanco está destinado a desem­
peñar un papel i mportantísimo y práctica­
mente decisivo.
ll ... lLle4
Si l i . . .\We7 , entonces seguma 1 2 .We3 , y si
ahora 12 ... lLl e4, entonces 1 3 .d5 .
12.'1We3 rs
13.d5 !
Este peón será débi l sólo en apariencia,
porque va a ser defendido con faci lidad me­
diante contraataques.
13 ... exd5
En cambio 1 3 . . . e5, llevaría a la pérdida de un
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
peón , debido a 1 4 . lLl h4 ! , etc .
14.cxd5 lLl df6 15.lLlh4 Wd7
Si ahora 1 5 . . . lLl xd5, entonces 1 6.E!:xd5 ! �xd5
1 7 .\Wd4 y l as blancas ganan una pieza.
16.�h3
Impidiendo otra vez . . . lLl xd5 , gracias a la
amenaza 1 7 .Wxe4.
16 ... g6 17.f3 lLl c5 18.\WgS
Amenazando, no sólo 1 9 .�xf6, sino también
1 9 .lLl xf5 o 1 9 .�xf5 .
S i ahora 1 8 . . . lLl xd5, entonces 1 9. lLl xg6 y
ganan .
La respuesta del segundo j ugador es, pues,
forzada.
18 ...\Wg7 19.b4 lLl cd7
La j ugada 1 9 . . . lLl a4 20.�a l etc . , tampoco sur­
tiría efecto .
20.e4!
Jugada inicial de la combi nación, que incluye
un sacrificio decisivo.
20 ... lLlxe4
Es evidente que las negras fundan sus últi mas
esperanzas en este golpe ingenioso.
S i ahora 2 l .�xg7 lLl xg5 22.�xf8 , entonces
22 . . . lLl xh3+ 23 .<>t>g2 E!:xf8 24.<>t>xh3 lLl f6,
seguido de . . . lLl xd5, con buenas probabili­
dades de lucha.
2 1 .\Wc l !
Mucho más eficaz q u e 2 l .fxe4 Wxb2 22.exf5
Wf6 etc . , en cuyo caso las blancas sólo
podrían ganar después de un final laborioso.
21...lLl ef6
1 85
 a esta j ugada innocua, y de sacar ventaja de
ella. Es comprensible que la idea de una
aceptación demorada del gambito, a pesar del
retraso de desarrollo, pueda ocurrírsele a un
maestro una vez (como le sucedió a Euwe en
la 1 9" partida de n uestro match de 1 935), pero
lo que quedará siempre sumido en el misterio
es el porqué, tanto K. Helling (en Dresde,
1 936), como B ogolj ubow, repitieron las
mismas j ugadas después de la amplia difusión
que tuvo el fracaso del experi mento por todo
el mundo ajedrecístico.

6.e4 .ib4
22.�xf5 !
6 . . . c5 era relativamente mej or, aunque no
Es ésta una consecuencia sorpresiva del bastaba para igualar.
movi miento 20.e4 !
Después de 22 . . . gxf5 2 3 . lLl xf5 , las negras per­ 7.e5
derían la dama o recibirían mate (23 . . . Wh8
24.lLl h6+ rJlg7 25 .Wg5 mate). También podría j ugarse 7 .Wc2 b5 8 ..ie2 y
9.0-0, quedando una posición favorable que
22 rJlh8 23 ..ie6
•.. compensa la pérdida del peón .

Por fin el peón "d" se h a salvado definitiva­ 7 ... ll:le4

mente.
Respecto a 7 . . . lLl d 5 , véase la partida N° 26.
23 ...�a6 24.:!Uel lLl e5 25.f4!
8.'1Wc2 'IWdS 9 ..ie2 eS
La manera más senc i l l a de obligar el aban­
dono.
La partida contra Helling continuó así: 9 . . . 0-0
1 0.0-0 lLl xc3 l l .bxc3 .ie7 1 2. lLl d2 c5
25 ... lLl d3 26.l3xd3 .ixd3 27.g4
1 3 . .ixc4 Wd8 1 4 .'1We4 cxd4 1 5 .cxd4 .id7
1 6 . .id3 g6 1 7 . .ia3 .ic6 1 8 .Wg4 �e8 1 9.lLlc4
Las negras abandonaron .
h5 20.Wf4 .ig5 2 i .Wg3 .ih4 22.We3 '1Wd5
No hay más remedio posible contra g5 .
23 .f3 .id8 24.lLld6 �e7 25 . .ic5 ! , y las negras,
cuya dama ha sido apri sionada de una manera
muy espectacular, abandonaron a las pocas
PARTIDA No 87
j ugadas .
B l ancas : A . Alekhine
Negras : E. B ogolj ubow
Defensa Eslava (D 1 6) 10.0-0 ll:lxc3 l l.bxc3 cxd4 12.lLl xd4
Torneo de Nottingham, A gosto de 1 936
La partida contra Euwe prosiguió de la
l.ll:lf3 d5 2.d4 lLl f6 3.c4 c6 4.ll:lc3 dxc4 5.a4 siguiente manera: 1 2.cxd4 c3 l 3 . .id2 ! Wa5
e6? l4 . .ixc3 ! .ixc3 1 5 .�a3 lLlc6 (si l 5 . . . .id7 ,
entonces l 6 .�xc3 ixa4 1 7 . .ib5+ ! ! y ganan)
Fue ésta la tercera vez, en el termino de un 1 6.l3xc3 .id7 1 7 .�b l 0-0 1 8 .�c5 Wd8
año, que tuve el placer de encontrarme frente l 9 .� xb7 .ic8 20.�b 1 lLl xd4 2 1 . lLl xd4 Wxd4

1 86 ALEXANDER ALEKHINE
22.if3 y, con calidad de más, las blancas
quedaron en condiciones de i mponerse sin
dificultad .
Si retomé en esta oportun idad con el cabal lo
fue para estar seguro de si era o no más fuerte
que la variante que había adoptado antes . La
partida me demostró que también así se
recupera el peón, conservando excelentes
probabilidades de ataque, por lo tanto,
resolver cuál de las dos j ugadas ofrece más
ventaj as es una cuestión más bien académica.
12 ...ic5
13.lLlf3! lLl d7 14J3dl V!fc6 15.ixc4 0-0
El rey tiene que sal ir del centro rápidamente,
porque después de l 5 . . . ixf2+ l 6 .V!fxf2 y
17 .ia3 , las negras sucumbirían rápidamente.
16.ltl g5
Esto obliga a las negras a debilitar la posición
de su rey.
16...g6 17.ib5 V!fc7 18.ltle4 ie7
Es claro que no l 8 . . . lt:J xe5 , por l 9 . lt:J xc5,
seguido de 20.ia3 .
19.f4
No es ésta la contin uación más fuerte del
ataque.
El plan exacto para explotar el aprieto de la
posición negra consistía en forzar el cambio
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
de su alfi l rey mediante l 9 .ih6 l'!d8 20.f4,
seguido de ig5 etc . , después de lo cual, la
debil idad de sus cas i llas negras resultaría fatal
para el segundo j ugador.
La razón de la j ugada del tex to fue una
apreciación exagerada de las posibil idades de
ataque de las blancas, cosa que se puso en
evidencia después de la j ugada 2 1 de las a
negras .
19 ... ltl c5 20.ltlf6+
De acuerdo con las circunstancias, esto es más
prometedor que 20.ltld6, que también sería
bueno.
20 ...ixf6 21.exf6 id7 22.ie3?
Hice esta j ugada instantáneamente porque
había calculado toda la variante en la j ugada
1 93•
En su lugar, 22 .ia3 ! l'!fd8 23.l'!d4 etc . , habría
conservado la ventaj a de espacio sin entregar
nada.
22 ...ixb5 23.axb5 lLl d7 ! 24.g3
Esto es relati vamente lo mej or, porque 24.id4
'1Wxf4 25 .l'!fl 'c!Ng4, habría concedido a las
negras algunas perspectivas de contraj uego,
aparte del peón de ventaj a que ya poseen.
24 ... lLlxf6 25.id4
Las blancas se dan cuenta de que 25.l'!xa7,
continuación planeada unas j ugadas antes, no
1 87
sería contestado por 25 . . . l'!xa7 26.b6* etc . , con perspectivas de tri unfo siguiendo con h4 y h 5 ,
ventaja, sino por 25 . . . tt:l d5 ! 26.l'!xa8 tt:l xe3 etc.
27.l'!xf8+ \t>xf8 28 .'.Wd3 tt:l xd l 29.'.Wxd l Wfc5+
etc . , con un final de damas favorable a las
negras. Después de la j ugada del texto, las
blancas obtienen compensación por el peón ,
gracias a su poderoso alfi l , pero sin mayores
perspectivas. En las próximas j ugadas, las
negras pudieron forzar una simpl ificación que
muy probablemente habría conducido a un
empate.

2S .!D d7 26.Wff2 b6 27J�el

.•.

Impidiendo 27 .. .f6, seguido de . . . e5 .

27 ...Wc4 2S.l'!abl l'!acS 29.Wfe3 !!feS 30.Wff3 36.f5 ! !

f6
Las negras empiezan a j ugar con fuego. Aquí,
y lo mismo en la próxima j ugada, debieron
provocar el cambio de damas mediante
. . . Wd5 , puesto que quedarían en condiciones
de defender su peón "a" atrasado. La variante
30 . . . Wd5 3 l .Wxd5 exd5 3 2.l'!xe8+ l'!xe8
33 .l'!a l l'!a8, habría terminado en una pacífica
división de honores. Después de la j ugada de
la partida, y de l a siguiente del segundo
j ugador, las blancas logran cimentar un pode­
roso ataque contra el flanco rey .
Esta j ugada, que parece d e problema, lleva a
la victoria en todas sus variantes . Además de
la contin uación del texto, pueden considerarse
las posibilidades siguientes:
a) 36 ... exf5 37 .'.Wd5 + \t>f8 3 8 .�g7 + ! y ganan .
b) 36 . . . gxf5 37 .'.Wh5+ \t>f8 38 .'.Wh6+ Wg8
39 .'.Wxg5+ y ganan .
e) 36 . . . e5 37 .Wfd5+ \t>f8 3 8 .'.Wc6 ! Wxc6
39.bxc6 exd4** 40.l'!xe7 l'!xe7 4 l .l'!xe7 \t>xe7
42.c7 y ganan .
36 ...Wf4

31 .l'!b4 Vf!c7? 32.l'!b2 Ni mejor ni peor que las vari antes enume­
radas .
Ahora el peón "e" ha quedado débi l .
37.fxe6+ l'!xe6 3S.Wfd5
3 2 l'!e7 33.l'!be2 \t>f7 34.g4 !!ceS 3S.g5!
•..

Otra línea de j uego gan adora era 3 8 .Wfh3 Vfih4

Con un propósito oculto que las negras no
llegan a descubrir.
3S ... fxg5
La única probabi lidad de sal vación era 35 . . .f5 ,
pero l a s blancas tendrían todavía excelentes
• Las negras pueden resistir muy bien con 26...¡:¡a2!
(evitando que queden con el peón en "a7") 27.1Wxa2 1Wxc3
28.�d4 1Wf3 29.¡:¡fl 1WdS! Manteniéndose a salvo de todo.
Si ahora 30.1Wb2 li:l e4 31.�h8?, entonces 3l...f6.
39.l'!fl + \t>g8 40.l'! xe6 !
3S ... .!Df6
Las blancas amenazaban también 39 .l'!fl .
Las negras tienen una alternativa muy interesante con
39 ... li:lb8, planeando entregar la calidad después de
40.�xe5 li:lxc6! (40.. .'tt>t7!?) 4 l .�d6 gxfS, y quedándose
con tres peones a cambio. También se podía considerar
38 ... ¡:¡c8 (en lugar de 38 ... 1Wxc6) 39.fxg6 1Wxc6 40.bxc6
¡:¡xc6 4l .gxh7 ¡:¡xh7 42.�xe5 li:l xeS 43.¡:¡xe5 ¡:¡xc3 , con
ventaja.

1 88 ALEXANDER ALEKHINE
39 ..ixf6 Wg4+ 40.gg2 Wrs 41 .ie5 • 6 e5 7.tlJf3 tlJ c6 8.h3 ifS
Pero no 4 l .�c4?, por 4 1 . . .�c5+, y las negras
ganarían .
4t ...<;!?g8 42.gf2 Wg4+ 43.<;!?ht h5 44.ggl
1!Nh4 45.gf6 <;!?h7 46.gxe6 gxe6 47.Wd7+
Las negras abandonaron .
PARTIDA W 88
Blancas: Dr. S . Tartakower
Negras : A. Alekhine
Apertura de Peón Dama (D02)
Torneo de Nottingham, Agosto de 1 936
Premio a la Calidad
l.d4 tlJf6 2.g3 eS
Con la intención de j ugar un "fianchetto" del
rey si las blancas proseguían con 3 .d5 . Pero
2 . . . d5, era la respuesta más lógica a la
desusada 2• j ugada de las blancas.
3.tlJf3 d5 4.ig2
Esto da a las negras el dominio del centro.
Una línea de j uego más segura era 4.c3,
entrando en la variante Schlechter, de la
Defensa Eslava, con un tiempo de ventaja.
4...cxd4 5.0-0 ig4
5 . . . tlJc6 no era bueno, porque la continuación
6.lt:l xd4 eS 7 . lt:\ xc6 bxc6 8 .c4 etc . , dejaría a las
blancas con probabilidades de lucha superio­
res.
6.lt:l xd4?
Esto está en total acuerdo con los deseos de
las negras. En cambio, 6 . lt:\ e5 ! , habría mante­
nido el equi librio de la posición, puesto que,
después de 6 . . . ih5 7 .�xd4, la ganancia de un
peón, mediante 7 . . . ixe2, sería demasiado
peligrosa debido a 8 .ge 1 ih5 (o 8 . . . ia6) 9.c4
etc . , con ventaja.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
•.•
Más exacto todavía era 8 . . . id7 (pero no
8 . . . ie6 9.lt:\g5), para responder, a 9.c4, con
9 . . . dxc4, con ventaja. Pero, de todos modos, la
j ugada del texto es bastante buena.
9.c4! d4 10.Wb3 Wc7?
Después de esto las blancas obtienen una
oportunidad para i gualar. La respuesta más
natural 10 . . . �d7 (no 10 . . . �c8, por 1 I . lt:l xe5 ! ,
seguido d e 1 2 .ixb7, con ventaj a), era también
la mejor, ya que si 1 l . e3, entonces 1 1 . . .ie7
1 2 .exd4 exd4, seguido de 1 3 . . . 0-0 etc . ,
quedando l a s negras en situación evidente­
mente preferible.
l l .e3 ie7
Ahora las negras tienen que poner a su rey en
seguridad lo más pronto posible.
12.exd4 exd4 13.if4
Esta importante ganancia de un tiempo es la
consecuencia del descuido de las negras al
realizar su w· j ugada.
Por suerte para ellas, las negras no necesi ­
taban molestarse p o r su peón central porque
habrían encontrado una compensación en el
peón "h" blanco. S i ahora 1 5 . g4, entonces
15 . . . ie4 ! 1 6. lt:l bd2 ig6 etc . , con un medio
j uego complicado, pero no desfavorable.
15.tlJ xd4 ixh3 16.lt:\ xc6 bxc6 17.ixh3?
Tanto aquí, como más adelante, las blancas
efectúan algunas j ugadas indiferentes que
echan a perder su posición, que, hasta ahora,
era defendible.
Es evidente que este cambio no era conve­
niente porque i mplicaba llevar a la dama
negra a un puesto de ataque. Por eso debieron
primero, y ante todo, terminar su desarrollo
j ugando 1 7 . lt:\ c 3 .
1 89
17 Wxh3 18.Wf3 l!J g4 19.l!J c3
.•.
Evaluando mal otra vez las probabi l idades de
ataque de las negras. Era mej or 1 9 . lt:l d2, y si
1 9 .. .f5 , entonces 20.lt:l fl .
19 ... f5 !
Con la amenaza poderosa 20 . . . ic5 , que en
este momento sería prematura, debido a la
respuesta 20. lt:l e4. De aquí en adelante, las
negras conducen el ataque contra el rey en
forma i rreprochable, j ustificando la distinción
que mereció esta partida.
20.Wg2 WhS 21.ge1
Tampoco sería satisfactorio 2 l .id6 ixd6
22.gxd6 f4, con ventaj a de las negras .
21 ... ic5 22. l!J d l gS 23.ie5
Si 23 .ie3, seguiría 23 . . . ixe3 24.lt::\ xe3 lt:l e5 ,
seguido d e . . .f4, lo q u e habría permitido a las
negras un ataque igual mente fác i l .
Después d e esto ya no h a y defensa contra
. . . :8:xd 1 etc .
24.ic3 gxd l !
Esto no sólo gana u n peón, sino que derrumba
por completo los restos de la fortaleza blanca.
1 90
25.gaxd l ixf2+ 26.�fl ixel
Una tentadora j ugada, pero menos convincen­
te, era 26 . . . ie3 , debido a la respuesta 27. �e2 !
27.gxel f4 28.gxf4
El recurso desesperado, 28 .ge7, habría resul­
tado insuficiente a causa de 28 ... lt:le3+
29.�g 1 Wd 1 + 30.�h2 fxg3+, etc .
28 .. ,gxf4+ 29.�gl
29 ... l!J h2!
¡ He aquí el golpe mortal ! S i 30.Wxh2,
entonces 30 . . . gg4+ 3 l .�h 1 :8:h4, etc . Las
blancas eligen otro medio de entregar la dama,
pero se persuaden enseguida de que toda
resistencia es ya i mposible.
30,ge3 gfl+ 31 .Wxfl l!Jxfl 32.'i!;>xfl Wf7+
33.�g2 Wxc4 34,ge7 Wd5+ 35.�h3 hS
Las blancas abandonaron.
PARTIDA W 89
Blancas: A. Alekhine
Negras : Dr. M . Vidmar
Gambito de Dama (D65 )
Torneo de Hastings, Diciembre de 1 936
l.d4 l!J f6 2.c4 e6 3.l!Jc3 dS 4.�g5 l!J bd7 5.e3
�e7 6.l!Jf3 0-0 7,gcl c6 8.Wc2
ALEXANDER ALEKHINE
En la actualidad, esta j ugada está considerada
más bien innocua debido a la respuesta
8 . . . tt::l e4 ! , pero como el Dr. V idmar tenía una
experiencia poco agradable respecto a esa
jugada en una posición análoga (véase n uestra
partida en B led, W 44), decidió adoptar un
procedi miento más antiguo y complicado.
8 a6 9.cxd5
••.
Esto se ha j ugado muy pocas veces en esta
situación particular, no obstante estar de
acuerdo con las tendencias modernas. Contra
la respuesta más natural 9 . . . exd5 , las blancas
planeaban un ataque "de minorías" en el
flanco dama.
9 ... ll:lxd5
Después de esto la posJcJon se encaminará
hacia lo que caracteri za a la llamada Defensa
de Capablanca, pero con la diferencia i mpor­
tante, favorable para las blancas, de que las
negras tienen dificultades en l iberar su j uego
mediante . . . e5 .
10.ixe7 V!!x e7 l l .ic4
Es claro que no l l .id3, por I I . . .tt::l b4, pero
l l .a3 , merecería ser considerada.
ll ... ll:lxc3 12.V!!xc3 eS
Como 12 . . . l:'l:e8 (aspirando a . . . e5 ), sería efi­
cazmente replicada con 1 3 .l:'l:d l ! , las negras
deciden in iciar operaciones en el flanco dama.
Después de la j ugada del texto, amenazan
13 . . . b5 etc . , con partida muy satisfactoria.
13.dxc5
Esta j ugada es difícil dentro de su simpl icidad:
las blancas hacen un sacrificio temporal de
espacio para luego recuperarlo con algunas
ventaj as adicionales . En cambio 1 3 .ie2 cxd4
14.tt::l xd4 (o 1 4 .�xd4 e5) 1 4 . . . tt::l f6 etc . , no
sería tan convincente, porque las negras
tendrían más probabil idades de igualar que en
la partida real.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
13 V!! xc5
..•
Puesto que las negras pretenden evitar el
cambio de damas, era muy lógico continuar
con 1 3 . . . tt::l xc5 1 4 .ie2 tt::l e4 1 5 .V!!d 4 tLl f6
1 6 .0-0 etc . , y las blancas sólo conservarían
una l igera superioridad.
14 ..ib3 ! b6
Es indudable que el final resultante de
14 . . . V!! x c3+ 1 5 .l:'l:xc3, permitirá a las negras
abrigar muy pocas esperanzas de salvación ,
debido a la posible intrusión de la torre blanca
en la séptima fil a y a l a posición central izada
del rey. Pero ahora, la dama negra va a ser
perseguida hasta que las blancas consigan
materializar su ventaj a.
1S.V!!d 2 V!! h S
1 5 . . . '1We7 era aún peor a causa de 1 6 .l:'l:c7 .
16.id l !
Esta retirada d e apariencia modesta decide en
realidad la partida. Las blancas no sólo
amenazan 1 7 .l:'l:xc 8 , seguido de 1 8 .V!! x d7
(continuación que en ese momento sería un
error a causa de . . . l:'l:fd 8 1 9 .V!! e 7 l:'l:c 1 + 20. 'it>e2
V!! b 5+ y mate a la siguiente), sino que
eventual mente, se proponen desaloj ar a la
dama negra mediante 1 8 .tt::l d4, para ocupar
luego la gran diagonal j ugando if3 etc . , cosa
que sería de efecto mortal para su adversario.
En consecuencia, las negras se ven obligadas
191
a perder tiempo con la próxi ma maniobra del
cabal lo, cuya consecuencia directa será la
pérdida de un peón .
16 ... c!lJ cS 17.b4!
Pero no 1 7 . c!lJ d4, por 1 7 . . . �g6, amenazando
1 8 . . . c!lJd3+.
Como lo hace a menudo en situaciones
comprometidas, el Dr. Vidmar trata de com­
plicar las cosas . Si las blancas toman el peón
enseguida, las negras podrían iniciar una
especie de contraataque después de 1 9 .�xb6
id5 20.a3 �g6 ! (2 1 .0-0? c!lJd2), etc . Pero una
experiencia de veinticinco años con el gran
maestro yugoslavo (véase, por ejemplo, mi
partida contra él en Carlsbad, 1 9 1 1 , en "Mis
Mejores Partidas, 1 908- 1 923 " ) , me enseñó a
ser ultracuidadoso después de haberlo domi ­
nado estratégicamente. En realidad, mi senci­
lla j ugada próxima le quitó toda esperanza de
" trucos" futuros.
19.0-0 bS
En cambio, 19 . . . id5 , habría sido improce­
dente por: 20. c!lJ d2 �g6 2 I .ic2 f5 22.c!lJ xe4
fxe4 23.f3 !
20.c!lJ eS �h6 21.c!lJc6
Forzando el cambio que sigue, después del
cual el alfi l probará ser mucho más poderoso
que el caballo, tanto en el medio j uego como
en el final.
21 ...ixc6 22J��xc6 c!lJ f6 23.if3
Este es el tipo de posición a la que yo aspiraba
cuando j ugué 1 6 .id l ! Se hace evidente que la
dama negra, descentralizada, es incapaz de
cooperar en la defensa del flanco dama ame­
nazado.
23 J3ad8 24J�d6
•.
1 92
Las blancas, como recompensa por haber
sabido elegir el plan estratégico exacto, están
en la agradable situación de poder emplear los
procedimientos más sencillos.
24..J3xd6 2S.�xd6 Wfh4 26.a3
El peón está condenado a caer y, para evitar
mayores perjuicios, las negras tienen que
permitir el cambio de damas . El final resul­
tante, aunque técnicamente ganado por las
blancas, sigue siendo muy instructivo, sobre
todo porque el Dr. V idmar recurre a una
defensa en extremo cuidadosa y pletórica de
recursos .
26 ...Wc4 27.Wfxa6 c!lJdS 28.a4! c!lJ c7
Después de 28 . . . �xb4 29.ixd5 exd5 30.�xb5
etc . , las blancas ganarían fác i l mente.
29.�c6 Wfxc6 30.ixc6 bxa4 31J3al 1'!b8
32.13xa4 �f8 33.g4
Aunque fáci l de explicar, el plan que ha de
procurar la victori a es de ejecución difícil
desde el punto de vi sta técnico.
Las blancas aprovechan la circunstancia de
que las piezas negras hayan sido atraídas hacia
el flanco dama por el peón pasado, para crear
contin uamente, mediante avances graduales, o
cambios eventuales de peones, puntos vulne­
rables en el centro o en el flanco rey del
campo negro, y sólo después de terminado
este trabajo preparatorio, podrá comenzar el
asalto final.
ALEXANDER ALEKHINE
33 .. .'i!?e7 34.b5 !
No hay duda de que ésta es la última opor­
tunidad para proporcionar a este peón una
posición estable.
Ha llegado el momento de desaloj ar al rey de
"d6 " .
5 0.. J3b6 5 1 ..ic4 � b 8 52.�d3+ 'it>cs

34 ... e5

Es claro que 34 . . . lt:l xb5 ? no debía j ugarse,

debido a 35 .�b4.

35.f4!

Las negras están frente a dos males : o entregar

el control de la casilla "d4" o, como en la
partida, permitir el aislamiento de su peón " e " .

35...f6 36.fxe5 fxeS 37.�a2

53.�d7!
Con esto se frustra la tentati va de jugar
37 . md6, por 3 8 . �d2+, etc.
. .

Después de unas veinte j ugadas preparatorias,

la torre se introduce en la formación enemiga
37 .. J3b6 38J3b2 h6 39.'i!;>f2 me6 40.@f3 lLldS
con efecto decisivo.
41 .h4
La lucha futura de las negras es tan buena
como inúti l , porque ya no podrán provocar el
El cambio de l as piezas menores, ya sea aquí
cambio de las piezas menores sin perder los
o en las j ugadas 42" y 43", habría aumentado
dos peones que les quedan .
considerablemente las posibilidades de empa­
te de las negras .
53 ... lt:l c8 54 ..if7 lLl d6+ 55.'it>xe5 �b6 56.e4
41...lt:l e7 42 ..ie4 lt:l d5 43J3b3 'it>d6 44.g5 !
Es claro que no 56 . .ixg6?, por 56 . . . lt:l c4+
Impide . . . lt:l f6 y disminuye la movilidad del 57.'it>f5 lt:l xe3+, etc .
peón "g" negro. La parte crítica del final se
aproxi ma. 56 ... lt:l xb5

44 ... hxg5 45.hxg5 @e6 46 ..id3

Este peón ya no tiene i mportancia porque la
lucha se va a decidir en el otro extremo. El
La torre va recuperando poco a poco su
resto es sólo agonía.
libertad de movimiento.

46... 'it>d6 47J�a3 lt:l e7 48J3a7 �b8 49.'it>e4
Amenazando 50.@f5 y, por lo tanto, obligan­
do prácticamente la j ugada debilitante que
sigue.
57.�d5+! 'it>b4 58.�d8 lt:l a7 59.�d6 lt:l c6+
60.'it>d5 tLl e7+ 61 .@e6 tLl c6 62.@f6 'it>cS
63.�d5+ 'it>b4 64.e5 ! @c4 65.�dl + @es
66.�cl + @d4 67.e6 'it>e3 68 ..ixg6 tLld4
69.if7 tLl e2 70.�el @f2 7 1 .�xe2+

49 ... g6 50.�a3! Las negras abandonaron .

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 93

 PARTIDA N° 90
B lancas : A. Alekhine
Negras : R . Fine
Apertura Española (C90)
Torneo de Hastings, Enero de 1 937
l.e4 eS 2.lüf3 lü c6 3 ..ibS a6 4 ..ia4 lüf6
S.O-O ie7 6J�!el bS 7 .ib3 d6 8.c3 liJ aS
•
9 ..ic2 eS 10.d4 YNc7 l l.lübd2 0-0
Si bien todo es convencional , la j ugada más
empleada en este momento es 1 1 . . . lüc6,
tratando de provocar una decisión en el
centro. La mej or continuación para las blancas
sería entonces : 1 2 .a4 !l:b8 1 3 .axb5 axb5
1 4.dxc5 dxc5 1 5 . lü fl , seguido por lü e3 etc.
La continuación de esta partida prueba de un
modo convincente que la temprana desapa­
rición de este alfi l ofrece a las blancas buenas
oportun idades de ataque en el flanco rey,
aunque no es fáci l encontrar un plan que
satisfaga de una manera cabal .
El procedimiento rel ativamente más lógico
parece ser 1 2 . . . .id7 , seguido de 1 3 . . . !l:fc8 y
1 4 . . . .if8 .
Esta es la respuesta que más obliga y que
permite a las blancas eludir cualquier sacrifi­
cio inmediato si no desean hacerlo.
13 ....ixf3 14.W!xf3 !
Después de 1 4.gxf3 , las blancas conservarían
su parej a de alfiles y algunas probabilidades
de ataque, debido a la apertura de la columna
" g " , pero l a j ugada del texto, gracias a la cual
mantienen intacta su estructura de peones, es
más exacta y más fuerte.
14 cxd4 15.lüf5?
••.
Pero esta entrega arriesgada no puede ser
recomendada, aunque a raíz de ella las blancas
conserven la iniciativa por mucho tiempo. Su
1 94
única explicación es que yo estaba colocado
medio punto por detrás de Fine y necesitaba el
punto a toda costa para ganar el certamen . La
j ugada exacta era 1 5 .cxd4 ! , puesto que des­
pués de 1 5 . . . exd4 1 6. lü f5 YNxc2 1 7 . lt:l xe7+
�h8 1 8 . lt:l f5 ! (amenazando 1 9. lt:l xg7 ! cJ;; xg7
20 .. .ih6+ ! , etc . ) las blancas habrían conse­
guido una ventaj a decisiva. También 1 5 . . . lt:lc6
(respuesta que yo esperaba a 1 5 .cxd4) resul­
taría favorable para las blancas tras 1 6.d5 !
lt:l d4 1 7 .Wd 1 lt:l xc2 1 8 . lt:l xc2 ! (amenazando
1 9. lt:l b4 ! , etc . ) 1 8 . . . a5 1 9 . .id2, seguido de
20.!l:c 1 , etc . Las próximas j ugadas defensivas
de Fine no sólo son buenas, sino ún icas .
15 dxc3
•.•
16.YNxc3! !!feS!
Las negras defienden el caballo "aS " por
medio de un ataque contra el alfi l rey blanco.
En cambio, si 1 8 . .ig5 , entonces simplemente
1 8 . . . Wxc2 1 9 . .ixf6 g6, etc . *
Sin embargo, e n esta posición las blancas pueden jugar
con fuerza 20.'ªe3! (mejor que 20.'ªg5, ya que a esta
casilla deberá moverse el caballo en breve) 20 . . . h5 (única)
2 1. � h6+ i> h7 22.�xn, y si ahora 22 ...'ªxb2, entonces
23.� g5+ i>h6 (a 23 ... \t>gS. 24.'ªh3 E:e8 25.'ªd7.
ganando) 24.�e6+ i>h7 25.'ªh3!, con ventaja decisiva.
Era mejor defensa (que 18 ... 'ªxc2) 18 ... � h5!, y si
19.'ªg4, 'ªb7! (no 19 ... 'ªxc2, por 20.E:ac l ! 'ªxb2
2 1.E:xc8 E:xc8 22.�e7+, ganando), atacando al alfil de
"c2" con la torre, defendiendo la casilla "f' y preparando
... g6 en mejores condiciones.
ALEXANDER ALEKHINE
18 ... lD c6 19 ..tg5 lD e8 20J�acl
Como un cambio de torres favorecería a las
negras, no era necesario que las blancas colo­
caran esta torre en la columna abierta. Lo más
indicado era j ugar enseguida 20.l:%ad 1 (ver
jugada 24) seguido de a3 y ib 1 -ia2, etc . Es
muy probable que el tiempo ganado fuera de
gran i mportancia. Ahora, al contrario, las
negras disponen de una defensa rel ativamente
fácil.
20 ...'1:Wb7 21.a3
La maniobra intentada con esto (ib 1 -ia2-
id5) induce a las negras a iniciar una contra­
demostración en el fl anco dama, y para poder
hacerlo tienen que empezar por forzar el
cambio del caballo blanco.
21...g6 22.lD h6+ ixh6 23.ixh6
Las casillas negras del segundo j ugador están
un tanto débiles, pero su caballo de "e8" es un
defensor muy sólido.
23... llJd4 24Jkdl b4 25.f4!
La apertura de esta columna ofrece pers­
pectivas de equilibrio, pero contra una buena
defensa será difícil conseguir algo más.
25 ...exf4
La defensa del punto "e5 " , mediante 25 .. .f6,
sería ventajosamente replicada con 26.f5 !, etc .
26.'1Wxf4 bxa3 27.bxa3 13c3!
Combinación ingeniosa para lograr el empate :
si, por ejemplo, 28.e5, entonces 28 . . . 13xd3 !
29.13xd3 lt:J e2+ 30.13xe2 'I:Wb 1 + 3 1 .ill f2 \:Wxd3
32.e6 ! 'I:Wf5 33 .�xf5 gxf5 34.e7 f6 3 5 .ill e 3 ! , y
la presencia del rey blanco en el flanco dama
eliminaría el peligro de su derrota.
Pero como para mí un empate significaba lo
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
mismo que una derrota, n i siquiera presté
atención a la variante citada.
28.\:Wf2 lD e6?
De aquí en adelante la resi stencia de Fine fue
disminuyendo poco a poco, cosa no muy rara
en él cuando la partida no se desarrolla
conforme a sus deseos (en este caso el i mpedi­
mento de si mplificar mediante la j ugada
28 . . J1xd3, etc . ) .
Después de 28 . . . lt:J c6 29.ic 1 ! lt:J e5 30.ifl
lt:J g4 3 l .�d4, hubiera tenido l igeras probabi­
lidades de ganar, puesto que los alfiles
blancos habrían casi compensado el peón de
ventaja, cuya i mportancia era rel ativa.
29.a4
Este peón de apariencia insignificante será en
el futuro un eficaz apoyo para las amenazas de
las blancas.
29 ... 13ac8
Otra j ugada fuera de l ugar, porque pronto se
hará evidente que el peón " a " necesita mejor
defensa. Era la otra torre la que debió regresar
a "c8 " .
Amenazando 3 1 .ixa6, etc.
Por increíble que parezca, la verdad es que las
blancas han comenzado a ejercer una fuerte
presión en el flanco dama.
Es el resultado, bastante desconcertante, de las
maniobras de las negras en ese sector del
tablero.
32 ... lD c5?
Las evoluciones de este cabal lo han sido
bastante infortunadas, y después de esta últi­
ma ya no habrá sal vación. 32 ... 13a8, era
1 95
relativamente mej or.
Después de eso, las blancas habrían aumen­
tado su ventaj a posicional con 33 .E:bc 1 ,
seguido de 34.�c4 etc . , con ventaja.
33.�c4
Si ahora 33 . . . l2l xe4, entonces 34.�xt7+ <j{h8
35 .Wfd4+ y ganan .
En consecuencia, la respuesta de las negras es
obligada.
33 Wfd7
•.•
34.Wfa2!
¡ Es extraordinario cómo se repiten las mismas
ideas de ataque en un corto l apso !
La j ugada del texto puede compararse, por
ejemplo, con la 37• de mi partida contra Tylor
(W 9 1 ) .
En ambos casos, el cambio de un ataque
vertical de la dama por otro diagonal , provoca
una decisión igualmente rápida.
34... ll:l xe4
Pero si 34 . . . l2l e6, entonces 3 5 .�xe6, etc .
3S.E:xfi Wfxfi 36.ixfi+ E:xfi 37.Wfe6!
Las negras abandonaron.
En resumen, una l ucha interesante, pero segu­
ramente influida por l a i mportancia excep­
cional del resultado.
1 96
PARTIDA W 9 1
B l ancas: A. Alekhine
Negras : T. H . Tylor
Apertura Española (C86)
Torneo de Margate, Abril de 1 937
l.e4 eS 2.ll:lf3 ll:l c6 3.ibS a6 4.ia4 ll:lf6
5.0-0 �e7 6.Wfe2 0-0?
Esto constituye un error bastante típico: las
blancas no amenazan nada en este momento
(por ej : 7 .�xc6 dxc6 8 . l2l xe5 Wfd4 9.lt:lf3
Wfxe4 etc., igualando con faci lidad), y las
negras creen tener tiempo para enrocar,
olvidando que, precisamente después de esa
maniobra, las blancas pueden ganar un peón
porque el alfi l de "e7 " ya no está defendido
por el rey. La j ugada exacta es 6 . . . d6.
7.c3?
El punto vulnerable de mi j uego en la apertura
fue siempre una fe exagerada en los conoci­
mientos de mis adversarios. En San Remo
1 930, por ejemplo, en la 1 0• j ugada de mi
partida contra Rubinstein, no tomé un peón
que mi contrario dejó olvidado de una manera
más clara que aquí. Es evidente que pude y
debí j ugar 7 .�xc6 dxc6 8 . l2l xe5 , puesto que
8 . . . Wfd4 9 . lt:l f3 Wfxe4?, cuesta una pieza debi­
do a 1 0.Wfxe4, seguido por 1 l .E:e l .
La ligera ventaj a de desarrollo que las negras
obtendrían luego de 8 . . . E:e8 9.d3 �c5 I O.lt:lf3
�g4, no compensaría de ninguna manera el
material perdido. Después de la pál ida jugada
del texto, se llegará a posiciones bien cono­
cidas.
7 ... d6 8.d4 id7 9.d5 ll:l b8 10.�c2 lt:l e8
En una partida en consulta, j ugada contra
Kashdan (véase la partida No 1 1 9), ensayé con
éxito la man iobra I O . . . a5, seguido por . . . lt:la6-
l2l c5 . Pero la j ugada del texto, que aspira a un
rápido contraataque en el centro no puede ser
criticada.
n.c4 rs
ALEXANDER ALEKHINE
Pero aquí, las negras debieron preparar este
avance j ugando 1 l . . .g6, seguido de 1 2 .. .'tl g7,
para no perder por completo el control sobre
el punto "e4 " . Desde ahora, las blancas
consiguen una ventaj a posicional clara, que
explotan de una manera impecable hacia una
altura muy avanzada del medio j uego.
12.exf5 ixfS 13.ixf5 �xfS 14.lll c3 lll d7
15.lll e4 li:l f8 !
Tylor defiende m u y bien su posición hasta la
fatal j ugada 32•. Las blancas no se habrían
beneficiado en nada j ugando ahora 1 6.g4 :!'l:f7
1 7 . lll fg5 ixg5 1 8 .lll xg5 (o 1 8 .ixg5 Wfd7)
1 8 . . . :!'l:e7 .
16.ie3 lll g6 17.g3 h6
Para estar en condiciones de j ugar el caballo a
"f6", o la dama, sin permitir a las blancas
lll g5 .
18.lll fd2
Amenazando 1 9 .Wfg4.
ts ... Wh7 t9.Wfd3 Wfd7
Preparando una demostración eventual en el
flanco rey a iniciarse con . . . :!'l:h5 y . . . Wh3 . Por
lo tanto, las blancas no tienen tiempo para
proseguir con el avance lógico b4-c5 etc .
20.f4
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Las blancas calculan correctamente que con
este movimiento van a conseguir la casi lla
"e6" para su caballo, y que la posible incur­
sión de la dama negra contra el rey blanco, no
mej orará sus probabi lidades de ataque.
20 ... �h8
La amenaza de las blancas era 2 l .fxe5 lll xe5 .
22.lll g5+.
21.lll f3!
Importante j ugada intermedia q u e permite la
disminución de la tensión central sin ceder la
casilla "e5 " al caballo negro .
21. .. exf4 22.lll d4 �f7
No tendría objeto alguno 22 . . . lll e5 23 .Wc2.
23.ixf4?
Es éste un pequeño error estratégico que
i mpide a las blancas sacar plena ventaj a de su
fuerte situación . Las dos i mportantes conside­
raciones que siguen hablaban en favor de
retomar con el peón :
1 ) como la posición negra es algo trabada, las
blancas debieron evitar los cambios.
2) el alfil blanco era muy útil para defender
las casillas negras. En real idad, toda la parte
que sigue (hasta la j ugada 323) se ve influida
por el potencial del alfil negro, que se ha
l ibrado de su principal antagoni sta.
1 97
23 ... c!Ll xf4 24.gxf4
Era difícil resolver sobre la conveniencia de
provocar el cambio de un par de torres,
jugando 24.!'í:xf4 . La torre negra de "t7" tiene
un poder defensivo apreciable, pero por otro
lado, las perspectivas de j ugar con dos torres
en las columnas abiertas era también tenta­
dora.
24 .'1�fg4+
•.
Las blancas ya habrían previ sto esta entrega
de peón cuando j ugaron 20.f4 . Es claro que la
continuación más senci l l a, 25 .�g3, también
podía ensayarse porque habría conducido a un
final muy cómodo.
25 c!Ll f6 !
.•.
Las negras rechazan el presente griego, por­
que 25 . . . !=í:xf4 26.!'í:xf4 �xf4 27.!'í:fl , sería de
consecuencias catastróficas para ellas:
l) 27 ... �e5 28.!'í:f5 .
2 ) 2 7. . .�h4 2 8 . c!Ll f5 .
3 ) 2 7 . . . �g4 28.!'í:t7 ! �h4 29.c!Llf3 y las blancas
ganarían fácil mente en los tres casos.
26.c!Ll f2
Retirada de apariencia artificial que en reali­
dad, debió conducir a una partida igual .
Lo más apropiado era 26.!'í:ae l , o también
26.l!Je6. En caso de producirse esta última
1 98
j ugada, hubiera podido presentarse la curiosa
variante que sigue: 26 . . .�f5 27.!'í:ae l c6
28.!'í:g l ! cxd5 29. lLl xd6 �xd3 30.l!J xt7+ y
mate a la siguiente.
26 �h5
•..
La j ugada anterior de las blancas sólamente
sería fuerte luego de 26 . . . �xf4 27.l!Je6 �h4
28.l!Jh3 ! , amenazando lLl f4-lLlg6, con ventaja.
27.!'í:gl
Ahora, 27.c!Lle6 sería ineficaz debido a la
simple respuesta 27 . . . c6.
27 ... c!Lld7!
Otra buena maniobra que obliga práctica­
mente al cambio de caballos tan deseado.
28.c!Lle6 c!LJ cS 29.�e3
En lugar de esto, 29.�g3 habría i mpedido el
cambio in mediato en "e6 " , pero por otro lado,
permitiría a las negras continuar con 29 . . if6.
.
29 ... c!Ll xe6 30.dxe6
El mayor espacio de que disponen las blancas
está compensado por el ataque de que este
peón puede ser obj eto y por la defensa
permanente que requiere su vecino de la casi­
l l a f4.
Ahora, las probabilidades son más o menos
similares .
30 J�f6 31 .!'í:ael gars
•.
Esta torre era necesaria para defender su peón
"g" y debió ser j ugada enseguida a "g8 " . Sin
embargo, la j ugada del texto no echa a perder
nada por el momento.
32.�g3 g5?
Un error, aunque excusable, porque el
próximo ataque táctico de las blancas era muy
ALEXANDER ALEKHINE
difícil de prever. Lo correcto era 32 . . . gg8
33 .ge4 'Wf5 34.'We3 , seguido de 35.lt:Jd3, y la
lucha en campo abierto seguiría adelante.

33.ll:lh3

Aunque esta j ugada no implica ninguna

amenaza directa (si 34.fxg5, gf3 , etc.), la
partida de las negras se va haciendo cada vez
más incómoda; ya no pueden ni siquiera soñar
con el éxito de un ataque contra el peón "e"
blanco.

33 grs 34.'Wg2!
..•

Fina j ugada preparatoria de la maniobra de
torre que sigue, contra la cual las negras no
podrán encontrar defensa apropiada.
34 ... c6 35J�e3 !
Es sólo después de este movi miento cuando
las blancas empiezan a amenazar.
Las negras tienen que buscar algo que
contrarreste 36. l2J xg5 ! �xg5 37 _gh3 !, seguido
38.ll:l xg5 !
El objeto inmediato de este seudo sacrificio es
bien claro : las negras no pueden tomar el
caballo sin perder la dama. La final idad de la
réplica de las negras va a ser frustrada, como
sucede tan a menudo, cuando hay diversas
posibilidades provenientes de un j aque descu­
bierto.
38 �xf4! 39.'Wc3+!
.•.

por 38.fxg5 .
Pri mer punto: las blancas difieren el descu­
35 .. .r.!lg7! bierto y rechazan la tentadora respuesta
39.e7, que era alucinación pura, como lo
habría demostrado la continuación 39 . . . �xd2
Defensa de aspecto paradój ico, pero que por
40.l2J e6+ �h8 !
el momento es suficiente.

39 g8f6
•.•

Si 39 . . . �e5 , entonces 40. l2J f3+.

Considerada aisladamente, esta j ugada, como
la mayoría de las que precedieron, parece
bastante ilógica. Pero en real idad, después de
37.fxg5 hxg5 3 8 . l2J xg5 �xg5 39.gxg5+ gxg5
40.'Wxg5+ 'Wxg5 4 l .gxg5+ �f6 etc . , la S i 4 l . . .�f8, seguiría 42.'Wb4+ ! y mate en
partida terminaría en tablas. pocas j ugadas.
Después de la apacible j ugada siguiente surge
a la vista todo el alcance del plan de ataque de
las blancas.
Segundo y último punto que trae a la memoria
36 d5 37.'Wd2! id6
.•. algunas composiciones famosas de Greco y de
Stamma.
Después de 37 . . . �c5 3 8 .ge 1 (lo más simple),
las blancas ganarían sin dificultad.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 1 99

Las negras abandonaron.
Después de j ugar 43 ... i>xg8 44.lt:Jxf6+ i>f8
45 .'Ll xh5 dxc4 46.<±>g2, . l as blancas no nece­
si tarían su cabal lo de ventaj a para detener el
peón en el flanco dama.
PARTIDA W 92
B lancas : A. Alekhine
Negras : J. Foltys
Defensa Siciliana (B62)
Torneo de Margate, Abril de 1 937
l .e4 eS 2.'Ll f3 lt:J c6
Si se desea entrar en la Variante del Dragón
(desarrollo del alfi l por "g7") , es mejor
comenzar con 2 . . . d6 porque así las blancas no
tendrán oportunidad de j ugar �g5 antes de
. . . g6, por ejemplo: 3 .d4 cxd4 4.'Ll xd4 'Ll f6
5 . 'Llc3 g6. S i n embargo, si las negras no
pueden hallar la manera de perfeccionar la
variante de mi partida contra Botvinnik en
Nottingham (véase más abajo), parece difícil
que dicha l ínea de j uego pueda resultarles
atrayente si es que j uegan para ganar. Esta es
la partida: 6 .�e2 �g7 7 .�e3 'Llc6 8 . 'Ll b3 �e6
9.f4 0-0 i O.g4 d5 ! l l .f5 �c8 l 2.exd5 'Llb4
1 3 .d6 ! Wxd6 l 4 .�c5 Wf4 ! 1 5 J!fl Wxh2 !
1 6 .�xb4 'Ll xg4 1 7 .�xg4 Wg3+ 1 8 .l''U2 Wg 1 +
y s e declaró tablas.
3.d4 cxd4 4.llJ xd4 lt:J f6 5.llJc3 d6
Ahora 5 . . . g6 no es aconsej able debido a
6 . 'Ll xc6, seguido de 7 .e5 .
6.�g5 e6
Las negras pueden también diferir esta j ugada
siguiendo con 6 . . . �d7 , puesto que 7 .�xf6
gxf6 ! , tendría tantas ventaj as como inconve­
nientes. Pero dicha demora n o tendría objeto
porque, de cualquier modo, tendrán que j ugar
. . . e6.
Mi partida contra Silva Rocha (Negras), en
Montevideo, M arzo de 1 93 8 , continuó así:
7 .�e2 a6 8 . 0-0 e6 (¿qué remedio?) 9 . llJ b3 b5
200
1 0.a3 'Ll a5 1 l . 'Ll xa5 Wxa5 1 2.Wd4 ! 1le7
1 3 .!'Ud 1 Wc7 1 4. a4 b4 1 5 .1lxf6 gxf6 1 6.Wxb4
y las blancas quedan con superioridad deci­
siva.
7 ..ib5
Con el fin de inducir a las negras a jugar
. . . ild7, eliminando de esa manera la posibi­
l idad de un desarrollo por " b7 " . Este sistema
merece, por lo menos, tanta consideración
como 7 . 'Ll b3 , asociado con Wd2 (véase mi
partida contra P. Frydman W 8 1 ).
7 ...�d7 8.0-0 h6 9.�h4
La presente partida demuestra que esta
retirada, aparentemente lógica, no deja de
tener sus peligros. Puesto que el objeto
principal de 6.1lg5 , impedir la Variante del
Dragón, ha sido sati sfecho, era preferible con­
tinuar con 9.1le3 .
9 a6 10.1le2 ie7 l l . 'Ll b3
•••
Las blancas tratan de explotar la debilidad de
"d6" de la misma manera que en la partida de
Frydman, pero el maestro checoslovaco, que
también había j ugado en Podebrad, conocía la
partida y había aprovechado sus enseñanzas.
l l ...Wc7 12.f4
La presión sobre el peón "d" resultaría
ineficaz, por ejemplo: 1 2.Wd2 l:l:d8 ! ( 1 2 . . . 0-0
no conviene por 1 3 .1:l:ad 1 'Ll xe4 1 4.'Llxe4
flxh4 1 5 .Wxd6, con ventaja.) 1 3 .1:l:ad l 1lc8,
con sólida posición . En consecuencia, las
blancas deciden preparar un ataque contra el
rey, contando con 1 2 . . . 0-0 1 3 .We l ! b5 1 4.1lf3
y eventualmente g4, con ventaja. Pero la
próxima j ugada de las negras confiere un
nuevo aspecto a la batalla.
12 ... g5 !
Jugada atrevida y eficaz gracias a la cual las
negras se aseguran , hasta el fin de la partida,
ALEXANDER ALEKHINE
la poderosa casilla central "e5 " para instalar
en ella su caballo.
Es interesante hacer notar que esta j ugada, por
el solo hecho de que las negras perdieron la
partida, ha sido j uzgada erróneamente por los
críticos.
Uno de los más renombrados y prolíficos
comentaristas modernos "enseña" lo siguiente:
"Esta j ugada tiene, sobre todo, un valor
psicológico, porque dado que a Alekhine no le
agradan las posiciones defensivas, había muy
pocas probabilidades de que eligiera la
variante l 3 .fxg5 hxg5 l 4.�xg5 d5 ! l 5 .h3."
Confieso que no acepté la entrega del peón, no
por una supuesta aversión hacia el j uego
defensivo, sino porque no tenía interés en que
me dieran mate, desagrado que seguramente
hubiera ocurrido después de l 5 . . .l:l:xh3 !
¡Cuán ingratas son estas incursiones en la
psicología ajena !
13.�g3 !
Esta es la única manera de mantener el
equi librio de la posición, porque ahora las
blancas consiguen presionar en la columna
"f', compensando la fuerte colocación del
cabal lo negro.
13 ... gxf4 14J'!xf4 tt::le5 15.Wffl tt::lh7 16.gf2!
Amenazando 17 .�xe5 , seguido de l 8 .gxf7 y,
por Jo tanto, obligando a las negras a enrocar, .
después de lo cual la presencia de su rey fes
impedirá aumentar la in iciativa en ese flanco.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
16 ... 0-0 17.�h5 f6
También casi obligado, pero no demasiado
perj udicial, porque si bien la casilla "e6" se
debilita, las negras fortalecen la posición de su
caballo.
18.�f4 <Jlg7 19.gel
Las blancas sueñan con fastidiar seriamente al
rey negro después de 20.ge3 y 2 l .gg3+, pero
el adversario lo i mpide de una manera tan
sencilla como eficaz.
19 ...Wfc4!
Amenazando cambiar damas y obtener así un
buen final gracias a la buena protección de su
centro. Lo más seguro para las blancas habría
sido repetir j ugadas con 20.�e2 Wfc7 2 1 .�h5
etc . , pero prefirieron arriesgar el complicado
medio j uego que va a seguir, confiando más
en su gran experiencia que en la fuerza de su
posición .
20.gee2 �eS 21 .�xe8 gaxe8 22.Wfcl tt::lg5
23.h3 @h7 24.<Jlht ggs
Las negras han puesto a su rey en completa
seguridad. La columna " g " abierta es un factor
que les es favorable y además, tienen ciertas
perspectivas de iniciativa en el flanco dama
debido a la apertura de la columna "e". Hasta
este momento Foltys ha conducido muy bien
la partida y, de contin uar en la misma forma,
no había razón para que perdiera.
25.Wfe3 gg7 26.tt::ld 4 geg8 ! ?
Pero este pequeño descuido permite a las
blancas asumir una seria iniciativa.
Es evidente que las negras sólo vieron que b3
no constituía una amenaza directa, porque la
dama defendería al peón "e" desde "c8 " , y no
asignaron mayor importancia a 28.tt::la4 !
En cambio, de haber j ugado 26 ... b5 ! , las
probabilidades habrían permanecido más o
menos iguales.
20 1
27.b3 \Wc8
Si no, 28 .!xg5 y 29.4J xe6.
28.lDa4!
Con la fuerte amenaza 29.!xg5 , seguido de
30.4Jb6 y 3 1 .4J xe6.
28 !d8 29.c4
.•.
Ahora, las blancas han logrado un espacio
considerable en el centro y amenazan acre­
centar su ventaj a mediante 30.l:: k 2, seguido de
3 l .c5 . Las próximas j ugadas de las negras
facilitan dicho plan .
29 Wd7 30.c5 !
•••
Si ahora 30 . . . dxc5 , entonces 3 1 .4J xc5 We7
32.!xg5 , seguido de 3 3 . 4J xe6 o 33 .!xh6.
30 d5 3 1.ixg5 �hg5 32.c6!
•••
Esto permitirá que los caballos penetren
amenazadores en la fortaleza enemiga.
Además de su valor estratégico real, toda la
maniobra provoca un fuerte efecto psicológico
(la psicología parece estar de moda en el
aj edrez contemporáneo) . Confundidas por el
cambio completo de la situación, las negras no
ofrecen una resistencia eficiente en las últimas
etapas de la partida.
32 bxc6 33.lDc5 Wd6 34.lDcxe6 13g3
..•
202
Las negras admiten tácticamente la operación
que sigue, gracias a la cual los caballos, "do­
blados " de una manera original en la sexta
fila, harán pronto inútil toda resistencia.
También después de 34 . . . 135g6 (mejor que la
del texto), las blancas ganarían debido a las
numerosas debilidades que presenta la posi­
ción contraria: 35 .exd5 cxd5 36.4J xd8 l'!xd8
37 .l'!c2 l'!e8 3 8 .\Wf4.
35.\Wxh6+!
Lo importante no es este peón , sino la posi­
bilidad de introducir el otro caballo en el
campo enemigo.
35 �xh6 36.c!lJf5+ Wh7
••• 37.lDxd6 tLld3
38J3f1 dxe4
La pérdida de un segundo peón es inevitable.
39.lDxe4l'!3g6 40.lDxd8
Las negras abandonaron .
PARTIDAW93
B lancas : A. Alekhine
Negras: S. Reshevsky
Defensa Alekhine (B05)
Torneo de Kemeri, Junio de 1937
l .e4 tLlf6 2.e5 lDd5 3.d4 d6 4.c!lJf3 ig4 5.c4
El desalojo del cabal lo no urge por el
momento. De haber jugado enseguida 5 .!e2,
ALEXANDER ALEKHINE
las blancas habrían podido contestar 5 . . . dxe5 , l l . . .ti:Jxa4, debido a 1 2.Wf3 ! ) 1 2 .ti::\a 3 e6
retomando con el cabal lo para no verse obl i­ 1 3 .a5 ti:Jd7 1 4.ti::\ b 5, después de lo cual el
gadas a sacrificar un peón. problema defensivo de las negras no tendría
nada de fácil.
S ... lt:lb6 6.i.e2 dxeS 7.lt:\xe5 La j ugada del texto pone su partida en pel igro
y sólo una gran circunspección la salva de un
Esta era mi intención cuando me resolví por rápido desastre.
5 .c4, pero aunque las blancas obtendrán cierta
compensación por el sacrificio, no valía hacer l l.lt:lc3 c6
un esfuerzo de tal magn itud para no conseguir
más que una partida igual . En la partida 29" de
La amenaza 1 2 .ti:Jb5 era demasiado fuerte.
mi primer match con el Dr. Euwe j ugué aquí
7 .c5 , pero si obtuve ventaj a en la apertura, fue
sólo porque mi adversario, después de 7 . . . e4 12.i.e3 Wes 13J::gad l e6
8.cxb6 exf3 9.i.xf3 i.xf3 1 0.Wxf3 (en lugar
de continuar con I O . . . lt:\c6 ! ), prefirió la in­
nocua respuesta 10 ... axb6.

7...ixe2 8.Wxe2 Wxd4 9.0-0

Esto permite a las negras cambiar el caballo

central facilitando su tarea defensiva.
Continuaciones más oportunas eran 9.lt:la3 !
tiJ8d7 (o si 9 . . . e6, I O.ti:Jc2) I O.ti:Jf3 , porque en
ambos casos, las blancas habrían podido pre­
servar tres piezas menores para emplearlas en
el ataque.

9 ... lt:\8d7 lO.tiJxd7

El sacrificio del peón e mediante I O.ti:Jf3 , no
" "
tenía objeto.
10 ... lt:lxd7?
Es raro que Reshevsky se haya decidido por
esta j ugada inferior después de un examen
muy minucioso de la situación.
Parecía que l ü ... Wxd7 era la respuesta que se
imponía automáticamente debido a la conside­
ración de carácter general de que convenía
sacar a la dama de su situación central
expuesta, para no permitir a las blancas que, al
atacarla, ganaran algunos tiempos y obtu­
vieran así compensación real por el peón
perdido.
Si las negras hubieran retomado con la dama,
mi intención era continuar con l l .a4 ! Wc6 (no
Importante j ugada que obliga a las negras a
devolver el peón, porque el rey tiene que ser
sacado del centro, cueste lo que cueste.
Otras continuaciones, como 14 . . . id6 1 5 .g3 , o
1 4 . . . ie7 1 5 .:1l:xd7 ! , seguido de 16.Wxf7, o
1 4 ... ti::\f6 1 5 .ti:Jb5 ! etc . , permitirían a las blan-
cas realizar un ataque ganador.
14 ... 0-0-0! 1S.ixa7
1 5 .Wxf7 habría sido un error grave por
1 5 . . . id6, seguido de . . . :1l:f8 ganando, pero
ahora, las blancas, después de haber igualado
las fuerzas, quedan en situación muy favo­
rable porque la posición del rey negro es
cualquier cosa menos segura.
lS WaS 16.id4
•..

MIS MEJORES PARTIDAS 1924- 1937 203

Esto i mpide 1 6 . . . lLl e5 .
t6 ...wrs
Las negras tratan de hacer lo mej or.
El final, después del cambio de damas, tiene
bastante mal aspecto, pero no es desesperante.
17.Wg3
La decisión de un ex campeón . Antes de 1 93 5 ,
y también ahora, no hubiera dudado e n res­
ponder 1 7 .Wxf5 , l ínea de j uego sencil l a que
me garantizaría un peón de ventaj a en el
flanco dama y la i mposibilidad de perder la
partida.
Pero durante todo el tiempo que precedió al
match en el cual recuperé el título, no podía
confiar en mi paciencia y en mis nervios, que
seguramente hubiera ten ido que poner a prue­
ba para ganar el final en cuestión .
17 ... e5 18 . .ie3 .ib4 19.lLl a4
Esta es la mejor posibilidad de ataque de las
blancas, porque desde esta casilla, el caballo
"observará" tanto "b6" como "c5 " .
Pero la maniobra siguiente d e las negras
proporciona a su rey una defensa suficiente, al
menos temporalmente, y en la práctica, iguala
las probabil idades .
19 ia5 ! 20.f4 !
•..
De otro modo, l a s negras obtendrían la
iniciativa después de 20 ... .ic7 y 2 l . . .e4.
20 ...ic7 21.b3
Era i mportante i mpedir que las negras j ugarán
. . . Wc2, sin necesidad de defender nada.
21 f6 22.fxe5 We6
.•.
Es claro que no 22 . . . \WxeS , por 23 .if4 y ga­
nan.
204
23.h3 !
B uena j ugada posicional que, sin embargo, no
es ni muy profunda, ni muy difícil de encon­
trar. Su objeto principal es i mpedir la
posibilidad de . . . \Wg4, después de 23 . . . lLlxe5
24.lLlc5, y en otras variantes, proteger la
casilla "g4" de las blancas que es un punto
esencial . Por cierto no quedé poco sorpren­
dido al leer las alabanzas formuladas por los
críticos a la modesta j ugada del texto, como
asimismo al verme interrogado con la mayor
seriedad, después de terminada la partida, para
saber si cuando j ugué 23.h3 ya había previsto
que mi dama necesitaría la casilla "h2" en la
j ugada 3 3 .
23 �hg8
.•.
En este momento preciso, el peón "g" no
estaba todavía en peligro, pero después del
cambio de un par de torres en la columna "d",
su caída podría producirse.
24.id4
Con el propósito claro de disminuir la tensión
central mediante 25 .\We3 o 25 .\Wf3
24 lLl xe5
•..
Esto parece prometedor porque 25 .lLlc5 puede
ser contrarrestado por 25 . . . We7 y 25 .lLlb6+
'it>b8 26.Wc3?, por 26 . . . c5 etc . , con situación
preferible. Pero una ligera transposición de
ALEXANDER ALEKHINE
jugadas cambia por completo las cosas,
inclinándolas a favor de l as blancas. Por lo
tanto, era relativamente mejor 24 . . .fxe5
25 .\We3 e4 26.c5 !!deS y el peón pasado de las
negras habría equilibrado, hasta cierto punto,
las amenazas de las blancas en el flanco dama.
razón, que su única y pequeña posibilidad de
salvación depende de su osadía. Confieso que
en ese momento ni siquiera consideré que la
captura del texto fuera posible.
30.\Wg3!

Más exacto que 30.!!a 1 \Wd5 .

Amenazando 26.tt:lc5 y 26.tt:ib6+. La respues­

ta de las negras es obligada, porque después
de 25 . . . �b8 26.tt:lc5 '1Wd6 27 .'1Wb4 ! etc . , las Si 30 . . . \Wf7, seguiría 3I.!!a 1 ! !!xd4 32.!!a8
amenazas de las blancas serían más fuertes !!e5 33 .\WxeS y ganan .
todavía.
3 1.-icS
2S ... tt:id7 26.�5!
Esto es bastante bueno, pero 3 l .�xf6 ! era más
En la próxi ma etapa de la partida, este peón sencillo: si 3 1 . . . gxf6, entonces 32.!!xd7 �xd7
llenará las funciones del alfil, cuya misión 33 .\Wc7+ �e6 34.!!e l + y ganan .
futura será la de un si mple veedor del desa­
rrollo de los aconteci mientos. 31 \Wf7 32.gal \Wg6 33.'1Wh2!
•••

26 !!ge8 27 .b4!
..•

Después de esto, las negras ya no podrán

Las blancas ofrecen el peón de " a2 " , con la i mpedir la desagradable visita de la torre a
idea de emplazar un fuerte ataque: "a8 " .
Si 27 ... \Wxa2 28.!!a 1 \We6 (o si 28 ... \WdS
29.!!fd 1 *) 29.b5 ! , amenazando 30.tt:l b6+, etc.

27 tt:l b8
•.•
S i ahora 3 3 . . . \WgS (a 3 3 . . . tt:l a6 34.b5 ! \Wg5
35 .!!fc 1 ! y ganan) , 34.!!a8 \We5 35 .�f2 !
Aun después de esta retirada, las blancas \Wxh2+ 36.�xh2 y después de �g3 , las negras
tienen la partida ganada, no tanto debido a su perderían calidad quedando desahuciadas.
ataque directo, como al hecho de que, luego
del cambio forzado que va a seguir, su alfil
será mucho más fuerte que el caballo negro.
No se alcanza a ver de qué manera las negras
podrían encontrar una defensa conveniente. Es
muy probable que su error decisivo, aunque
no evidente, haya sido 24 . . . tt:l xe5 .

28.ll:l b6+ �xb6 29.cxb6 \Wxa2

Ya desvanecidas sus posibilidades en la

diagonal " b 8 " - " h 2 " , las negras suponen, con

* Las negras tienen una jugada terrible: 29 .. .l''l e2 ! .

obteniendo una ventaja m u y clara y sin peligro para ellas.
Por ejemplo: 30.1Wf3 (si 30.�f2. 1Wf5 3 1 .�d4 :!'lde8, etc.)
30 ... 1Wxf3 3 1 .gxf3 ltJb8 ! etc.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 205

Las negras pasan por alto la amenaza
principal . Pero luego de una j ugada defensiva
como 34 ... Wfe8 o 34 ... Wft7, las blancas tam­
bién ganarían enseguida mediante 35 .Wfg3,
seguido de 36.Wfa3 , etc .
35J��x b8+! c.t>xb8 36.Wfxe5+!
Las negras abandonaron , ya que hay mate en
tres.
Aunque, desde este punto de vista objetivo,
tenga que criticar mi j ugada 1 7• (que, sea
dicho al pasar, fue acompañada por un signo
de admiración en el libro del Torneo), debo
admitir que el ataque final de esta partida me
proporcionó (y espero que también a los
lectores) mucho más placer que la explotación
científicamente correcta, pero meramente téc­
nica, de una mayoría de peones en el flanco
dama.
Al fi n y al cabo, ¡ el aj edrez no es sólo eru­
dición y lógica!
PARTIDA No 94
B l ancas : A . Alekhine
Negras: R. Fine
Gambito de Dama Aceptado (D23)
Torneo de Kemeri , Junio de 1 937
l.d4 d5 2.c4 dxc4 3.ltlf3 ltl f6 4.Wfa4+
Esta maniobra es más eficaz aquí que en el
Si stema Catalán (después de g3), porque en
algunas vari antes las blancas desean desa­
rrollar su alfil en la diagonal "fl " - "a6 " .
Pero también después de la continuación más
empleada, 4.e3, l as perspectivas de las blancas
son consideradas en la actualidad como más
prometedoras, y esto no es debido a una
variante especial, sino al método moderno de
tratar el Gambito de Dama Aceptado: avance
de los peones centrales en la primera oportu­
nidad, aun a costa de grandes sacrificios.
En tal orden de ideas, son características las
partidas Reshevsky-Vid mar (Nottingham,
1 936), Euwe -Aiekhine (5" del match de 1 937)
y Opocensky -Rubinstein (Marienbad, 1 925).
206
Los dos ejemplos siguientes, extraídos de mi
práctica más reciente, ilustran la nueva ten­
dencia de las blancas y, en mi concepto,
merecen ser destacados :
Blancas : A. Alekhine - Negras : R. Letelier,
Montevideo, 1 93 8 . l .d4 d5 2 .c4 dxc4 3 .ltlf3
ltlf6 4.e3 e6 5 . .ixc4 c5 6.0-0 a6 7 .Vfle2 b5
8 . .ib3 ib7 9 .ltlc3 ltlbd7 1 0.!!d l .ie7 l l .e4!
b4 1 2.e5 bxc3 l 3 .exf6 ltlxf6 l4 . .ia4+ <j;>f8
1 5 .dxc5 Wa5 1 6.c6 Wfxa4 1 7 .cxb7 !!b8
1 8 .bxc3 !!xb7 1 9 .ltle5 We4 20.Vflxa6 'fic7
2 l .ia3! g6 22.ixe7+ 'fixe7 23 .Vfld6 <j;>g7
24.Wxe7 Vflxe5 25 .Wfb4 y las negras abando­
naron .
Blancas : A. Alekhine - Negras : E. Book,
Margate 1 93 8 . l .d4 d5 2.c4 dxc4 3 .ltlf3 ltlf6
4.e3 e6 5 .ixc4 c5 6.0-0 ltlc6 7 .Wfe2 a6 8 .ltlc3
b5 9 . .ib3 b4 (en la citada partida Euwe­
Alekhinela continuación fue 9 . . . .ie7 I O.dxc5
.ixc5 1 l .e4!, con situación preferible para las
blancas) 1O.d5! ltla5 I J.ia4+ id7 12 .dxe6
fxe6 1 3 .'fid l ! bxc3 1 4.!!xd7! ltlxd7 1 5 .tt:le5
!!a7 1 6.bxc3 <j;>e7 1 7 .e4! tt:l f6 1 8 . .ig5 Wfc7
1 9.if4 Wfb6 (o 1 9 . . . Wfb7 20.Wfe3! <j;>d8
2 l .Wfd3+ <j;>c8 22.'fib l Vflxe4
23 .ltlf7!! y ganan) 20.!!d 1 g6 2 l ..ig5 ig7
22.ltld7 'fixd7 23 .!!xd7+ <j;>f8 24.ixf6 ixf6
25.e5! y las negras abandonaron .
4 ...Wd7
Como la dama blanca no será demasiado
pel igrosa en "c4 " , no hay razón para hacer
semej ante esfuerzo con el fin de obligar el
ALEXANDER ALEKHINE
cambio. A la inversa, 4 . . . c6 5 .Wxc4 if5 etc . , 15 ... ltl d7
habría sido u n a l ínea d e j uego segura.

s.Wxc4 Wc6 6.ltl a3

Hay muy poca diferencia entre esta j ugada y

6.ltlbd2, porque las negras, para j ustificar su
maniobra anterior, no tienen nada mejor que
cambiar damas en ambos casos.

6 Wxc4 7.ltl xc4 e6 8.a3

•..

Era muy i mportante i mpedir . . . ib4+

8 ... c5?
16.ltld4!

Esta es una j ugada dogmática, después de la

Otra i mportante j ugada cuya idea es construir
cual las blancas consiguen una posición muy
la cadena de peones e4-f3-g2.
superior.
No especialmente fác i l descubrirla porque las
En su afán de contraatacar en el centro, las
dos alternativas l 6.e3 y 1 6.g3, ofrecían tam­
negras olvidan la i mportancia de la casilla
bién interesantes posibilidades.
"d6 " .
U n plan audaz, pero no antiposicional , sería
8 . . . a5 (impidiendo b4 del blanco) y si 9.if4, 16 ... ltl b6 17.f3 ltl d5 1 8.ia5 ltl ef6
entonces 9 . . . b5 , seguido de . . . id6. En tal caso,
no sería fácil para las blancas obtener la Otra vari ante i mportante era: 1 8 . . . lt:J d6 1 9 .e4
ventaja de la parej a de alfi les. (no 1 9 .lt:Jc2 lt:J c4, etc . ) l 9 . . . lt:J e3 20.ib4 ! e5
2 I .ixd6 exd4 22.id3 ! lt:J xg2+ 23 .)!;>f2 lt:Je3
9.if4 ltl c6 24.ie5 etc . , con ventaja.

Una continuación preferi ble era 9 . . . lt:J bd7 19.ltlc2 !

IO.lt:Jd6+ ixd6 I I .ixd6 lt:J e4 1 2.ic7 b6,
seguido de ... ib7 . Pero la debilidad de las
casil las negras siempre subsistiría.
lO.dxcS ixcS l l .b4 ie7 12.b5 ltl b8
13.ltl d6+ ixd6 14.ixd6 ltl e4 1S.ic7!
Las blancas deben tener mucho cuidado en
evitar el cambio de este alfi l, porque
representa su única probabil idad práctica de
ganar la partida.
En cambio 1 5 .ib4 aS ! 1 6 .bxa6 lt:J xa6 etc . , o
1 5 .if4 f6 ! , seguido de . . . e5 etc . , no son
contin uaciones aconsej ables porque ambos
bandos quedarían con perspectivas seme­
jantes.
Vemos aquí la verdadera razón d e ser d e la
maniobra iniciada con 1 6. lt:J d4: el cabal lo
negro no podrá introducirse en "e3 " y, en
adelante, quedará reducido a desempeñar un
papel puramente pasivo. La persecución del
alfi l por los dos caballos ha sido un fracaso
completo.
19 ...id7 20.e4 :!!eS
Esta j ugada intermedia es también innocua,
porque el rey blanco, una vez en "d2 " , no
podrá ser inquietado por las fuerzas negras ya
medio i mpotentes.

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 207

21 .<.!ld2! c!Lib6 22.c!Lie3 0-0 31 .ifS! E:d8

Todas las j ugadas de las negras, después de Si 3 I . . .lt:lb3+, seguiría 32.rtld3 lt:lc l + 33 .@e3
l 8 . . . lt:lef6 son obl igadas . E:c4 34.d6 y ganan .

23.a4!

Mucho más fuerte que la j ugada convencional

23 .i.d3, que habría permitido la maniobra
l iberadora . . . lt:la4-lt:lc 5 , etc .

23 ... E:fd8 24.i.d3 eS

Después de este debilitamiento de las casillas

"d5 " y " f5 " es muy difícil salvar la partida. La
única leve probabi l idad consistía en 24 . . . i.e8 ,
seguido eventualmente de . . . lt:lfd7. E n tal
caso, la táctica de las blancas no habría 32.<.!lc3!
variado: cambio de un par de torres, remoción
del alfil de " a5 " y desaloj o del cabal lo negro Esta bonita j ugada eli mina las amenazas
de "b6 " . 32 . . . lt:lb3+ y 32 . . . E:xd5+, esta última debido a
la respuesta 33 .rtlc4 ! , ganando una pieza.
La abrumadora ventaj a de espacio de las
25.E:hcl i.e6 26.E:xc8 E:xc8 27.ib4
blancas decide la batalla en pocas jugadas
más.
Impidiendo la aproximación del rey negro al
centro y amenazando eventualmente id6.
32 b6
•.•

27 lt:l e8 28.a5 c!Lid7 29.c!Lid5!

.•.

Si 32 . . . lt:ld7, 33 .i.e7 y ganan .

Esto tenía que ser muy bien calculado porque

el peón pasado que resultará del cambio,
quedará un tanto expuesto. Las negras se ven
obligadas a tomar el cabal lo debido a la
formidable amenaza 30.lt:le7+.
29 ...ixd5 30.exd5 c!LicS
33.axb6 axb6 34.ixc5!
El alfi l ha cumplido, con creces, su deber en
esta partida, y ahora puede irse del tablero,
porque el peón " b " sólo podrá ser detenido a
costa de una pérdida muy grande.

La "combinacioncita" así iniciada encuentra 34 ... bxc5 35.b6 c!Lid6 36.i.d7! E:xd7
su refutación definitiva en la j ugada 32• de las
blancas.
Valía más abandonar, porque ahora,
Pero, ¿qué otra cosa les quedaba por hacer a
las negras?
La continuación recomendada por el libro del 37.E:a8+
Torneo, 30 . . . g6, sería inútil a larga: 3 l .d6 f5
32.ib l ! rtlg7 3 3 .ia2 rtlf6 (a 33 . . . lt:lef6 Las negras abandonaron, ya que hay mate en
34.E:e l ) 34.id5, etc. dos j ugadas. Esta partida es, probablemente,

208 ALEXANDER ALEKHINE

mi más pulido trabajo posicional de los 12.Wfe2.!De4
últimos cinco años.

PARTIDA No 95
B l ancas: A . Alekhine
Negras : E. B ogolj ubow
Gambito de Dama (D5 8)
Torneo Cuadrangular de B ad-Nauheim,
Julio de 1 937

l.d4 dS 2.c4 e6 3.!Dc3

. .!Df6 4.-igS ie7 S.!Df3
.
h6 6.ih4 0-0 7 .e3 b6

Este desarrollo por el flanco, combinado con
. . . h6, ha sido empleado con bastante frecuen­
cia, y con éxito, por el doctor Tartakower.
El primer j ugador tiene varios modos natu­
rales de enfrentarlo, aunque ninguno de ellos
constituye una refutación real mente convin­
cente.
En esta partida decidí permitir que las negras
cumplieran su plan de movilización, o para ser
más exacto, la primera parte de él, consistente
en . . . ib7 . . . .!Dbd7 . . . eS, y tratar de sacar
ventaja de un solo detalle de la posición, es
decir, del hecho de que la dama negra no
puede disponer de la diagonal "d8 " - " a5 " , sien­
do difícil encontrarle una casilla conveniente.
El transcurso de la partida mostrará hasta qué
punto la idea tuvo éxito.
El j uego carece de puntos tácticos y de emo­
ción, sin llegar a ser pesado, pero de utilidad
para el estudioso.
s.gcl ib7 9.ie2
Supongo que muchos maestros habrían j ugado
lo mismo, porque al forzar el cambio de dos
piezas menores, liberan la partida negra y,
sobre todo, proporcionan a su dama un sitio
seguro. Sin embargo, podría discutirse si la
continuación más complicada 12 ... a6 1 3 .gfd 1
b5, n o ofrecería mej ores perspectivas de
equilibrio. Después del cambio del alfil dama
negro, las casillas blancas del fl anco dama se
debilitan repentinamente.
13.!Dxe4
. ixh4
Si 1 3 . . . ixe4, seguiría 1 4 .ig3!, con ventaja.
14.!Dc3!
.
Esta simple retirada es más eficaz que 14 . .!Dd6
ixf3 1 5 .Wfxf3 ie7, * que obliga a las blancas a
perder más tiempo, o 1 5 .id3 if6, después de
lo cual las negras h ubieran evitado el cambio
del alfil dama.

Induciendo a las negras a ganar un tiempo

mediante el cambio que sigue.
9 dxc4 IO.ixc4 eS 1 1.0-0.!Dbd7
•..
Por fin se ha podido establecer la comuni­
cación entre las torres, pero ahora viene el
punto capital de las últimas maniobras de las
blancas.

Si ahora I I . . . .!Dc6, entonces 1 2.dxc5 Wfxd 1

1 3 .gfxd 1 y las negras se verán perturbadas
por la posible entrada de la torre en la séptima
fila.
S i n embargo, después de 15 ... �e7 las blancas pueden
j ugar con fuerza 1 6.lLlxf7! l':ixf7 1 7.�xe6 lLlf6 1 8.l':ifd l ,
con ventaja muy cl ara. Era mucho mejor haber jugado
15 . . . cxd4, y ahora ya no vale 1 6.lLlxf7, por 16 ... \We7 !

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 209

16 ..ia6 l:!ab8 17 ..ixb7 l:!xb7 18.ltl e4!
Con el fin de obtener el control absoluto de la
columna "e", las blancas se dej an aislar su
peón " d " , que como se verá l uego, está muy
lejos de ser débil .
18 ... cxd4 19.exd4
En cambio l 9.lt:'lxd4 .ixd4 20.gxd4 ltl f6, sería
j usto lo suficiente para un cómodo empate.
19 l:!d8
..•
La posición de l as negras se ha puesto difícil.
Jugando l9 . . . ltl b 8 20.ltl e5 ! , pudieron evitar
momentáneamente, comprometer su esqueleto
de peones del flanco rey , pero para encontrar
un plan defensivo conveniente, tendría tantas
dificultades como después de la j ugada del
texto.
20.'1Wa6! ltlb8
Después de 20 . . . gdb8, 2 l .gc8+ sería fuerte y
si 20 . . . lt:'lf8 , 2 l .lt:'lxf6+ dej aría sin defensa la
casilla "c6 " .
21.ltl xf6+ gxf6 22.'1We2
Ahora, las blancas tienen en su mano dos
tri unfos i mportantes : la columna abierta y la
debi l idad del flanco rey contrario. La
explotación racional de esos factores debe ser
suficiente para ganar.
210
22 ... l:!bd7 23.l:!d3 l:!dS 24.l:!dc3
Como el peón débil sólo requiere un defensor,
las torres pueden, y deben, ser empleadas para
presionar fuertemente en la columna "e".
24 ... �h7 25.h3 aS
Esto debilita al peón " b " , pero de otro modo el
peón "a" necesitaría defensa para su conser­
vación. Las negras ya no pueden elegir sino
entre diversos males.
26.a3
Como su adversario no dispone de j ugadas
úti les, las blancas pueden corregir con tranqui­
lidad los pequeños defectos de su conforma­
ción de peones.
26 ... l:!g8 27.gc7 ltl d7 28.l:! lc6 '!Wf8 29.Wc2+!
Más exacto que 29.gc8 '!Wg7 ! 30.'1Wc2+, por­
que en este caso las negras podrían responder
30 . . . '1Wg6.
29 ... f5
Si no 30.gc8 sería más eficiente aún.
30.l:!c8 We7
La torre negra tenía que ser eliminada porque
impedía la posible acti vidad de la dama en el
flanco rey .
31 .l:!xg8 'it>xg8 32.'\Wcl 'it>g7 33.'1Wf4
Amenazando 34.Wg3+, seguido de 35 .gc8+.
33 ...'\WdS 34.a4!
Esto i mpide, de una vez por todas . . . gb5 y
pone a las negras en una especie de "zugz­
wang" .
34 ... b5
Esta respuesta, de apariencia natural, pierde
ALEXANDER ALEKHINE
rápidamente. Era algo mej or 34 . . .'�h7, pero
las blancas lograrían el triunfo l levando la
dama al flanco dama: Wc i -'1Wc4-'.Wa6
3S.1,Wg3+ l!if8
36J��d6!
Al forzar prácticamente el cambio de damas,
esta j ugada gana por lo menos un peón .
El final resultante no presenta dificultades,
porque habrá aún más debil idades para explo­
tar: por ejemplo, el punto " h6 " .
36... 1,Wa8
No permitiría abrigar esperanzas. 36 . . . bxa4
37.�xd5 exd5 3 8 .'1Wd6+ 1,We7 39.'1Wxd5 .
37.axbS Wb7 38J3xdS WxdS 39.b6! Wc6
40.1,Wc7 Wxc7 41 .bxc7 lt:l b6 42.lt:l eS We7
43.lt:lc4
Después de esto, el peón " b " exigirá la
presencia de una pieza negra por lo menos, en
el flanco dama y entretanto, el rey blanco se
convertiría en dueño y señor del otro extremo
del tablero.
43... lt:lcs 44.lt:l xas md7 4S.Wh2 l!ixc7
46.Wg3 Wd6 47.mh4 l!ids 48.\!ths l!ixd4
49.Wxh6 es so.l!igS f4 St.h4 f6+
Un último truco que las blancas paran del
modo más sencillo.
MIS MEJORES PARTIDAS 1924- 1 937
S2.Wxf6 e4 S3.lt:l b3+! @dS
o 53 ... md3 (si 53 . . . mc4, 54.lt:ld2+) 54.lt:lc5+,
seguido de 55 .lt:lxe4 y 5 6 . h 5 , ganando.
S4.hS e3 SS.fxe3 fxe3 S6.liJcl
Las negras abandonan .
PARTIDA No 96
Blancas : A. Alekh ine
Negras: F. Samisch
Apertura Española (C86)
Torneo Cuadrangular B ad-Nauhei m,
Julio de 1 937
l.e4 eS 2.lt:lf3 lt:l c6 3 ..tbS a6 4.�a4 lt:lf6
S.0-0 .te7 6.We2 bS 7 ..tb3 d6 8.c3 0-0
Una continuación más segura es 8 . . . lt:la5
9 . .tc2 c5 , como en la variante que empieza
con 6.�e l .
9.a4! ig4
Esto es relativamente mejor que 9 . . . b4 I O.a5,
o 9 ... �b8 I O.axb5 axb5 l l .d4, con ventaja,
pero tiene el inconven iente de dej ar al alfil
fuera de j uego si las blancas, como en la
presente partida, no aceptan el ofrecimiento
del peón .
10.h3
Menos empleada que �d i , seguido de d4. La
jugada del texto es el comienzo de un plan
muy diferente, que aspira a l i mitar al mínimo
la actividad del alfi l dama negro.
En cambio, I O.axb5 axb5 l l .�xa8 Wxa8
12 .'1Wxb5 lt:la7 ! , no podría aconsej arse, porque
las negras recuperarían el peón con buena
posición.
lO ...ihS l l .g4
Las principales obj eciones contra este avance,
en este tipo de posición, son , en general :
211
l ) la posibilidad de un sacrificio de caballo en
"g4 " .
2) u n a perturbación d e l a estructura d e peones
de las blancas mediante . . . h 5 .
Como ninguna d e esas eventualidades tiene
por qué ser temida aquí, por ej : l l . . . CLl xg4
l 2 .hxg4 �xg4 l 3 .\We3 , o l l . . .�g6 l 2.d3 h5
l 3 . CLl h4, con ventaj a, no había razón para
aplazar la encarcelación del alfil .
17.a5 tlld 7 18.ie3
Al hacer esta j ugada preparatoria del avance
proyectado en el flanco dama, las blancas
tuvieron en cuenta el contraataque l 8 . . . d5 ! ?
l 9.exd5 c5, que pensaban contrarrestar me­
diante 20.d6 ! �xd6 2 l .�d5, o si 20 . . . CLl xd6,
entonces 2 l .bxc5, quedando mejor en ambos
casos.

l l ... ig6 12.d3 tlla s 13.ic2 tlld 7?

Tarde o temprano, esto era obligado para

hacer revivir el alfil dama.

19.c4!

Como se verá, la táctica de las blancas está

basada en la debilidad del caballo de " b7 " .

19 ... tllf6

Las negras mtctan un contraataque que,

aunque ingenioso, no será suficiente . A decir
verdad, su posibilidad de elección ya es deses­
El verdadero valor del sistema adoptado por
perante por lo reducida.
las blancas sólo podría apreciarse si las negras
hubieran construido la posición defensiva
clásica, j ugando l 3 . . . c5, seguido de \Wc7 . 20.cxb5 axbS
La consecuencia de la j ugada del texto,
dictada probablemente por el temor exagerado
a que las blancas j ugaran CLl h4, dej a al primer
j ugador las manos libres, tanto en el centro
como en el flanco dama. La primera víctima
de esta estrategia será el caballo de " a5 " , que
va a ser relegado a una casill a exclusivamente
pasiva y que, en lo que sigue de la partida,
será un mero obj etivo de l as combinaciones de
las blancas.

14.b4 tllb 7 15.tlla3 c6 16.�b3 tllb 6

Las blancas amenazan eventualmente c4, lo 21.tllx b5!

que obligaría a las negras a cambiar su peón
" b " , acentuando la debi lidad de su flanco
dama.
La j ugada del texto, que impide ese peligro al
precio de un tiempo, no puede ser criticada.
Esta es una entrega posicional, o mejor dicho,
una combinación de cambio, cuya variante
principal se desarrollaría así: 2 l . . .cxb5 22.a6
\Wd7 23 .axb7 \Wxb7 24.g5 ! !':1xa l 25 .!':1xa l

212 ALEXANDER ALEKHINE

lZJd7 (si no 26.E!:a7, ganando) 26.lZJh4* E!:a8
27 .E!:a5 y l as negras perecerían debido, sobre
todo, a la inutilidad de su alfi l dama. Por lo
tanto, no debe sorprenderse que Saemisch
prefiriera dedicarse a la explotación del flanco
rey blanco, que está un tanto descubierto, y
ganar un tiempo i mportante dej ando al caballo
hostil "en prise" .
21. Wfd7! 22.a6 c!Lld8 23.c!Llc3 c!Llxg4!
•.
El cambio del peón "b" por el peón "a"
blanco, ya sea aquí o en la j ugada próxima,
significaría para las negras l a muerte segura
después de una prolongada agonía.
30.Wlb3!
Las blancas se apoderan del control de "d5 " y,
al mismo tiempo, i mpiden . . . :li..f7 .

30 ie8 3 1.a7 g6 32J::!a5 q;g7 33J�fal if7

•.•

Este era el punto esencial de la interesante 34.c!Lld5!

defensa activa de las negras, pero no es de
cuidado, como lo demuestran las blancas
continuando su "trabajo" en el otro flanco.
24.b5 !
En lugar de esto, 24.hxg4 Wlxg4+ 25.Wh 1
ih5 ! , habría asegurado a las negras por lo
menos un empate. Pero ahora las cosas se
De otro modo, las negras podrían tener
algunas probabi lidades después de . . . d5 , pero
ahora están casi obligadas a cambiar en "d5 " ,
puesto que 34 . . . Wlc6 sería replicado con
3 5 . tt:l xe7, y 34 . . . id8 , por 3 5 . tt:l b6 ! Wfc6
36.tt:l xa8 !
34 c!Llxd5 35.exd5 :li..e 8 36.e4 rs
..•

ponen muy difíci les para ellas debido a la

formidable amenaza b6 y l a posibilidad de Estos últimos esfuerzos anémicos cesarán
id5 , en caso de ... cxb5 muy pronto gracias a una enérgica combi­
nación final .
24 c!Llxe3 25.fxe3
.••

37J"�a6 gS 38.Wfc3! g4
Después de este cambio obligado, la posición
del rey vuelve a ser bien segura. Esto podría servir para algo si no fuera por el
violento golpe que sigue.
25...cxb5 26.id5.!De6

La entrega de un peón mediante 26 . . . tt:lc6

27 .tt:lxb5, no hubiera sido mejor, mientras que
después de 26 ... E!:a7 27.E!:fb 1 '1Wc8 28.tt:l xb5
E!:xa6 29.tt:la7 ! , se perdería lo mismo la
calidad.*'

27.ixa8 E!:xa8 28.Wlb2.!Dc7 29.Wg2 f6

• Parece natural hacer pri mero 26.�a7 y después 27.1i'lh4,

para no permitir la entrada de la torre negra en el juego.

''
En esta variante las negras tienen una salida muy
satisfactoria con 29 ... �xa l ! 30.1i'lxc8 �xb l + 3J.'i!lg2 39.c!Ll xe5 !
li:lc6 ! , con i ndudable ventaja para el las, que rápidamente
traerán su torre de "f8" a "b8" con problemas para el
No hay duda de que los caballos han rendido
blanco. Sin embargo, el blanco tendría ventaja con 27.d4 ! ,
dándole paso a la dama, y si ahora 2 7 ...1/Nc8, entonces sí el máxi mo en esta partida: el primero contri­
28.li:lxb5 �xa6 29.1i'la7, ganando la calidad. buyó a destruir el flanco dama, y su colega

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 213

puede morir feliz después de abrir una brecha
hasta el corazón de la fortaleza enemiga.
El resto es fácil .
3 9... dxe5 40.tlfxe5+ c;f;lgS 41.d6!
Amenazando también 42.tlfd5+.
41...tlfc8 42.dxe7 tlfc2+ 43. c;f;lht tlff2 44.tlfxf5
Las negras abandonaron.
PARTIDA No 97
B lancas : A. A lekhine
Negras : Dr. M. Euwe
Defensa Eslava (D 1 7)
Segunda Partida del M atch
Rotterdam, Octubre de 1 937
l.d4 dS 2.c4 c6 3.tLl f3 lLl f6 4.lLl c3 dxc4 S.a4
ifS 6.lLl eS
Una de las enseñanzas que es j usto acreditar al
presente match es el descubrimiento de que la
j ugada del texto no es suficiente para que las
blancas obtengan alguna superioridad en la
apertura.
6... e6
Esto fue j ugado dos veces por Bogolj ubow
contra mí en el match de 1 929.
Como experimento no tuvo éxito, ya que sólo
consiguió entablar una partida con gran difi­
cultad y perdió la otra. La j ugada 6 . . . e6
desapareció de la práctica magistral .
Pero e n la undécima partida d e este match,
especial mente, probó que, en realidad, es
mucho más segura que la habitual variante de
Kmoch (6 . . . 4J bd7 en combinación con . . . tlfc7
y ... e5).
7.igS
Como después de 7.f3 ib4, la j ugada 8.e4?
provocaría el sacrificio, perfectamente sano,
8...ixe4 ! (jugado por primera vez por Cherón
214
contra Przepiorka, en Mayo de 1 928), las
blancas no deben apresurarse en formar un
centro de peones . * A pesar de ello, después de
la respuesta que sigue, no tenía nada mejor
que 8.f3.
7 ...ib4
Es mucho más lógico que 7 . . . ie7, j ugado por
Bogolj ubow en nuestra quinta partida del
match de 1 929 (véase partida N° 27).
8.lLl xc4
Jugada muy inofensiva porque las negras, en
lugar de la variante complicada que adop­
taron, pudieron conseguir perspectivas iguales
continuando sencillamente con 8 . . . h6, y si
9.ih4, entonces 9 ... g5 I O.ig3 lLl e4 1 1 .:B:c l (o
si 1 1 .tlfb3 , lLl a6) 1 1 ...c5.
s ... tlfds
Otra buena j ugada que conduce, luego de un
sutil "intermezzo" , a una posición equilibrada.
9.ixf6
La alternativa 9 . lLl e3 Wa5 I O.lLlxf5 Wxf5 , era
aún menos prometedora. Y si 9 .Wb3, entonces
9 . . . lLl a6, con ventaj a.
9 ... tlfxc4
Mej or que 9 ... gxf6 I O. lLl e3 Wa5 1 l .tlfb3 , con
perspectivas algo preferibles para las blancas.
10.tlfd2
Jugada única, porque I O.:B:c 1 ? habría sido
refutada con 1 0 . . . gxf6 1 l .e4 Wa2 !
Este sacri ficio es una de las líneas princi pales de la
Defensa Eslava, y aún hoy sigue la discusión sobre su
bondad.
ALEXANDER ALEKHINE
 j ugada del texto las blancas tendrán mej ores
probabilidades porque el alfil será superior al
cabal lo en cuanto éste sea desaloj ado de "e4 " .

18.bxc3 E:hg8 19.Wfe3 �b8

Esto no era indispensable, puesto que pudie­

ron defender indirectamente su peón "a"
j ugando 1 9 . . .Wd5 20.g3 Wd2, pero después de
2 l .Wxd2 E!:xd2 22.E:fe l (si 22 . . . lt:ld3 ,
23.E!:ad l ! ) , l a s blancas tendrían menos proba­
bilidades para el final .

10 gxf6
•.•
20.g3

Prometía más 1 0 . . . Wb3 ! 1 l .�xg7 E!:g8 1 2 .�h6 Como, de cualquier modo, esta j ugada defen­
tt:ld7, porque las negras tendrían una fuerte siva es inevitable, vale más realizarla ense­
iniciativa a cambio del peón entregado. guida.

ll.e4 Wfb3 12.exf5 tt:ld7 13.fxe6 fxe6 14.�e2

0-0-0 15.0-0

Las últimas j ugadas eran prácticamente

forzadas y la posición a la que se ha llegado
ofrece a ambos bandos posibil idades de ata­
que más o menos iguales .

lS eS
.•.

Esta j ugada lógica, que lleva al caballo a una

posición fuerte y abre l a columna "d" en
beneficio de las negras, ha sido, en mi
opinión, inj ustamente criticada. En todo caso,
la j ugada recomendada en su reemplazo,
1 5 . . . tt:l b6, habría expuesto a las negras a
peligrosas amenazas sin ofrecerles perspectiva
ganadora alguna, por ejemplo: 1 6.a5 tt:l a4 ¡La j ugada más úti l de la partida! Con esto, las
17 .We3 lt:lxb2 1 8.E:fc 1 , etc . blancas preparan el importante avance f4 que,
de realizarse enseguida, sería refutado con
16.dxe5 tt:lxeS 17.Wfcl �xc3 22 ...E!:d2 ! 23.E:fe 1 lt:ld3 .

Dado que 18.lt:le4 no es, en realidad, una 22 ... Wd2 23.Wfxd2 E!:xd2 24.f4 lt:l g6 2S.�c4
amenaza seria, este cambio debió ser poster­ E!:gd8
gado para un momento más oportuno. Las
negras debieron j ugar 1 7 . . . E:hg8 , porque si o 25 . . . E:g7 26.E:e8+ mc7 27.mh 1 !, con ven­
1 8.lt:le4 (a 1 8 .We3 Wxb2), entonces 1 8 ... lt:lf3+ taja para las blancas.
1 9.�xf3 Wxf3 20.lt:lg3 Wg4, y quedarían en
posición muy satisfactoria. Después de la

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 215

Con el fin de cambiar un par de torres. Hay
que hacer notar que las negras no pueden
j ugar 26 ...l'!c2, por 27 .ia6 b6 2 8 .l'!xc6.
26 J�8d6 27J�bel q¡c7 28,:gxd6 :gxd6
••
Sí 28 . . . 'i!lxd6, seguiría 29.ig8, amenazando
tanto 30.ixh7, como 30.l'!e6+.
29.h4
Para poder j ugar el rey a " f2 " sin ser
molestado por el j aque de torre en la segunda
fila.
29 .. ,q¡d7 30,q¡f2 li:Je7 3 1 .q¡f3 li:JdS !
Esto permite al rey blanco atacar con éxito al
peón "h". Sin embargo, es muy dudoso que
3 l ...f5 (que era relativamente lo mejor)
pudiera salvar la partida.
En tal caso, las blancas no habrían j ugado
32.g4, por 32 ... fxg4+ 3 3 .q¡xg4 l'!g6+, seguido
de 34... li:Jf5 , con perspectivas para su
adversario, sino 32.h5 !, y sólo después de esta
preparación , g4, dej ando a su peón "f"
pasado, con efectos desastrosos para las
negras.
32.id3!
Esta maniobra es decisiva porque fuerza el
futuro debilitamiento de la posición de peones
negros en el flanco rey.
La pérdida eventual de un peón en el ala
opuesta no tiene ya importancia, porque la
216
posición de sus piezas impide a las negras
emprender una contrademostracíón sería.
32 ... h6 33.if5+ q¡d8 34.q¡g4!
Sí ahora 34 . . . tt'lxc3, entonces 35 .'i!lh5 tt'lxa4
36.'i!lxh6, ganando con facilidad.
34 ...li:Je7 3S.ibl 'i!le8
Sí 35 ...l'!d5 , sigue 3 6.f5.
36.'i!thS q¡r7 37.ia2+ 'iflf8 38.'i!lxh6l'!d2
La variante principal era: 38 ... tt'lf5+ 39.'j¡g6
tt'lxg3 40.f5 , seguido por el avance del peón
"h".
39.ie6 :gd3 40.g4 :gxc3 41.g5
Las negras abandonaron.
Aún más sencillo que 4 l .l'!d l tt'ld5 . Sí ahora
4 l . . .fxg5 , entonces 42.fxg5 , ganando.
PARTIDA No 98
Blancas: A. Alekhíne
Negras : Dr. M. Euwe
Defensa Eslava (D I O)
Sexta Partida del Match
Haarlem, Octubre de 1 937
l.d4 dS 2.c4 c6 3.tt'lc3
En mí opinión, esta j ugada ofrece a las
blancas más probabilidades de obtener ventaja
en la apertura, por las siguientes razones:
l) los peligros de la continuación 3 ... dxc4,
asociados con 4 ... e5, se ven con claridad en la
presente partida.
2) el contraataque Wínawer 3 ...e5 , puede ser
contrarrestado de una manera simple y eficaz
mediante 4.exd5 cxd5 5.e4 ! , y sí 5 ...dxe4
6.ib5+, con ventaja.
3) como respuesta a 3 ... tt'lf6 4.e3 g6, yo
sugiero 5 .f3 , que después de 5 ... ig7 6.e4 dxe4
7.fxe4 e5 ! 8.d5 0-0 9.tt'lf3 , lleva a una
posición bastante compl icada, pero siempre
ALEXANDER ALEKHINE
favorable a l as blancas.
3 dxc4 4.e4!
.•.
Es casi increíble que esta j ugada tan natural
no haya sido tomada en cuenta por los
denominados "teóricos " .
Sea cual fuere la respuesta d e las negras, las
blancas obtienen ahora superioridad aprecia­
ble en el desarrollo.
4 e5
•••
Si 4 . . . b5 , seguiría 5 .a4 e5 (a 5 . . . b4, entonces
6.lLla2 lLl f6 7.e5 lLld5 8 .i.xc4, con ventaja.)
6.axb5 exd4 7 .i.xc4 ! i.b4 ! 8 .�a4 a5 9.bxa6, y
las blancas salen con un peón de ventaja.
S.ixc4
Esta combinación es, sin duda, muy tentadora
y muy difícil de refutar, sobre todo frente al
tablero; pero no es, de manera alguna, la
consecuencia necesaria de la j ugada previa de
las blancas, que tiene un valor absolutamente
independiente de la corrección del sacrificio.
La explotación " posicional " del mayor espacio
de las blancas consiste en 5 .tLl f3 ! exd4
6.Wxd4 Wxd4 7 . lLl xd4, después de lo cual las
negras sólo recogerían dificultades si trataran
de defender el peón del gambito, por ejemplo:
7 ... b5 8 .a4 b4 9 . lLl d l ia6 I O.i.e3 lLl f6 l l .f3 ,
seguido por �e l y ixc4, con evidente supe­
rioridad.
s . exd4
..
5 . . . Wxd4, sería fatal debido a 6.Wb3 Wd7
7 .ig5 ! , con ataque ganador.
Esto plantea a las negras un problema muy
difícil .
6... b5?
Las negras no sólo fallan en la solución del
problema, sino que eligen una j ugada que las
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
pone en inmediata y decisiva desventaj a. En
realidad, pudieron aceptar la entrega, porque
tenían a su disposición una l ínea de j uego más
efectiva que la que yo había analizado al
ofrecer la pieza.
Mi variante principal era la siguiente: 6 ... dxc3
7 .i.xn+ <j:)e7 8 .Wb3 lLl f6 9.e5 lLl e4 1 0.0-0 !
Wb6 (si l O . . . lLl a6, l l .Wc4 ! lLl ac5 l 2.ig5+ !
lLl xg5 l 3 .lLl xg5 , con ataque ganador) l l .Wc4 !
cxb2 l 2 .ixb2 Wxb2 l 3 .Wxe4 <J:¡xn l 4 . lLl g5+
<j:)es l 5 .Wc4 ie7 l 6.Wn+ ! <j:)ds l 7 .�ad l +
id7 l 8 . lLl e6+ <j:)cs l 9.Wxe7 Wxe5 20.�fe l
Wf6 2 l .�xd7 Wxe7 (si 2 l . . . lLl xd7, 22.Wd6,
ganando) 22.�xe7, con posición ganadora.
Pero, en lugar de 8 . . . lLl f6, las negras podían
j ugar 8 . . . cxb2 ! 9 .ixb2 Wb6 IO.ixg8 �xg8
l l .Wxg8 (si I I .ia3+, c5) l l . . .Wb4+ l 2.lLld2
Wxb2, después de lo cual , y a pesar del
equilibrio aproximado de fuerzas, sus probabi­
lidades en el medio j uego deben considerarse
superiores a las posibilidades de ataque
directo de l as blancas. En consecuencia, salvo
que se pueda mej orar esta última línea de
j uego, la entrega del cabal lo no podrá
repetirse, al menos en partidas serias.
7.lLl xbS
El Dr. Euwe admite llanamente que no había
visto esta respuesta. Esta vez es evidente que
el caballo no puede ser tomado a causa de
8 .i.d5 , etc .
7 ia6
.•.
217
8.Wfb3 ! lS lühS
•.•

Importante j ugada, que tiene un triple objeto:

defender al alfi l de "c4 " , i mpedir el jaque en
"b4" y aumentar la presión sobre la casi lla
"f7".

8 Wfe7
.•.

Si 8 ...ixb5, entonces 9.ixf7+ 'kt>d7 l O.lt:'lxd4 !

(no l O.ixg8?, debido a l O...l=l:xg8), y ganarían
fáci lmente.

9.0-0 ixbS lO.ixbS lt:'lf6

Es claro que no l O ... cxb5, por I l .Wfd5.

l l .ic4 lü bd7 12.lü xd4 Esta simplificación es muy provechosa. En

cambio, l 6.ixe5 \Wxe5 l 7.ie2 \Wc5 l 8.\Wxc5
Otro procedi miento para ganar era l 2.e5 ixc5 1 9.ixh5 g6 etc., sería menos convin­
lt:'lxe5 (si l 2... lt:'le4, l 3.'1Wb7) l 3.lt:'lxe5 \Wxe5 cente.
1 4.'1Wb7 l'l:b8 l 5.\Wxt7+ 'kt>d8 l 6.\Wxa7, pero
después de 1 6...id6, las negras habrían 16 ... 'kt>xf7 17.Wfxc5 ixcS 18.ixe5 �bS
podido ofrecer una resistencia mucho mayor 19.id6
que después de la senci l l a j ugada del texto.
Amenazando 20.a4.
12 .. J�b8 13.Wfc2 Wcs
19 .ib6 20.b4!
.•.

De aquí en adelante, las blancas no tendrán

otra preocupación para ganar que evitar La torre está en peligro. Las negras no pueden
algunas pequeñas celadas. evitar una próxima pérdida material.

20 �d8 21.�adl eS 22.bxc5 ixcS 23.�d5 !

14.lüf5
•.•

Ganando, por lo menos, la cal idad.

Aquí, por ej emplo, l 4.lt:'lxc6 sería un error a
Las negras abandonaron.
causa de l 4...l'l:c8 !

14 lü e5 1S.if4!
•.• PARTIDA No 99
Blancas : A. Alekhine
Y ahora, después de la tentadora continuación Negras: Dr. M. Euwe
l 5.lt:'lxg7+ 'kt>d8 (si l 5...ixg7 ?, l 6.ixf7+) Defensa N i mzoindia (E34)
l 6.l'l:d l + 'kt>c7 , quedarían atacadas dos piezas Octava Partida del Match
blancas.* Leyden , Octubre de 1 937

l .d4 lü f6 2.c4 e6 3.lüc3 .ib4 4.Wc2

Aún así el bl anco obtiene ventaj a ganadora con 1 7 .ttlf5 !
"Wxc4 1 8 ."Wxc4 ttlxc4 1 9 .�f4+ Wc8 20J�ac 1 ! ttlxb2 (si
20 . . Jlb4, 2 1 .a3 l!a4 22.b3. etc.) 2 1 .�xb8 ttlxd l 22.�e5 ! , Creo que esta j ugada es la más lógica de todas
ganando. las que pueden realizarse en este momento

218 ALEXANDER ALEKHINE

(4.'1Wb3, 4.a3, 4.�d2, 4.�g5 , 4.e3, 4.lLlf3, 4.g3,
y también 4.�f4) porque satisface dos impor­
tantes fines: mantiene el control de "e4" e
impide, al menos por el momento, que sean
doblados Jos peones en la columna "e".
4 d5 5.cxd5
.•.
Si 5 .a3, �xc3+ 6.'1Wxc3 lLl e4 7 .'1Wc2 c5 8 .dxc5
lLlc6 9.e3 . Las negras igualarían la partida
continuando 9 . . . '1Wa5+ 1 0.�d2 lLl xd2 1 1 .'1Wxd2
dxc4 ! , y si 1 2 .'1Wxa5 lLl xa5 1 3 .:gc 1 , entonces
13 . . . b5 ! 1 4.cxb6 �b7 !
5 ...'1Wxd5 6.e3
Si 6.lLlf3 , entonces, por ejemplo, 6 . . . c5 7 .�d2
�xc3 8 .�xc3 cxd4 9.lLl xd4 e5 ! (Lovenfisch -
Botvinnik, séptima partida del match, 1 937).
6 ...c5 7.a3 ixc3+ 8.bxc3 lü bd7
No había n ingún apuro en sacar este caballo.
Para igualar la partida era más apropiado
continuar 8 . . . 0-0 9 . lü f3 b6 ! , y si 1 0.�e2,
entonces 10 . . . cxd4 1 1 .cxd4 �a6 ! , como j ugué
(con las negras) contra Grau, en Montevideo,
1 93 8 .
9.f3
Esto constituye un plan estratégico muy sano:
las blancas piensan enfrentar el posible avance
. . . e5 respondiendo e4. Sin embargo, habría
sido preferible j ugar pri mero lLl e2 puesto que
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
9 ... cxd4 1 0.cxd4lüb6 (como en la partida), no
convendría debido a 1 1 . lLl c 3 .
9. . .cxd4 10.cxd4 lü b6 l l .lü e2 �d7 12.lüf4
Esto fue j ugado para obtener un final algo
superior l uego de 1 2 . . . '1Wc6 1 3 .'1Wxc6, etc. S i ,
por ejemplo, 1 2. lLl c 3 , entonces 1 2 . . . Wc6, con
muy buena partida.
12 ...Wfd6 13.�d2 :gcs 14.'1Wb2.!Dfd5
Sin duda, la mej or j ugada, porque elimina
todo peligro i nmediato en el centro .
15.lü xd5 exd5 16.�b4 Wfe6
Si 16 . . .Wg6, seguiría 1 7 .:gc l .
17.Wf2
La primera j ugada del enroque hindú (véase
mi partida contra Sultan Khan , W 53). En
verdad, en esta posición, el rey está muy
cómodo en " f2 " .
17 ... lü a4
Las negras se desvían por primera vez del
camino lógico. Las mej ores probabi lidades de
empate estaban en 1 7 . . . lLl c4 (pero no 1 7 .. .f5 ,
debido a 1 8 .�c5 ! , con ventaja) 1 8 .�xc4 :gxc4,
quedando con alfiles de distinto color. Si por
ejemplo 1 9 .:gac 1 , entonces 1 9 . . . :gxc 1 20.:gxc 1
�c6 2 1 .1!t/c3 f6 22.Wc5 a6 23 .'1Wb6 '1Wd7 , con
buenas posibilidades defensivas.
18.Wfd2 b6?
Error fatal que permite a las blancas forzar el
tri unfo.
Era necesario 1 8 ... f5 , aunque la ventaja de las
blancas sería evidente después de 1 9.�d3 ,
seguido de :ghe 1 y eventualmente e4.
19.ia6! gbs
Como se verá más adelante, la amenaza de
secuestrar al alfi l mediante . . . b5 no es efec-
219
tiva. Pero 1 9 . . . Ék7 20.f!:ac 1 , tampoco daría re­
sultado.
20.e4
La si mple apertura del centro dej a a las negras
sin el menor recurso de salvación.
20 b5
.•.
Si 20 .. .f6, entonces 2 l .exd5 �xd5 22.�e2+ !
�e6 23 .f!:he 1 �xe2+ 24.f!:xe2+ "ºd8 25 .ie7+
"ºc7 26.f!:c 1 + y ganan .
21 .�f4!
Esta poderosa j ugada intermedia destruye las
últimas esperanzas de las negras de poder dar
caza al alfil rey contrario. Si ahora 2 l . . .f!:d8 ,
entonces 22.exd5 �xd5 23 .f!:he 1 + ie6 24.f!:e5
�xd4+ 25 .�xd4 f!:xd4 26.ixb5+, ganando.
2 1 . f!:b6 22.exd5
•.
Más exacto que 22.f!:he 1 , que podía ser con­
testado con 22 . . . lt:lb2 !
22 Wfxd5 23.f!:hel + .ie6 24.f!:acl
.•.
Con la terrible amenaza 25 .f!:c8+.
24 f6 25.f!:c7 !
•.•
Esto es mucho mejor que ganar la calidad
·mediante 25 .f!:c8+.
220
2S c.!?d8 26J;xa7
.•.
Después de esta j ugada, el mate en pocas más
es inevitable.
Las negras abandonaron .
PARTIDA W l OO
B l ancas: A. Alekhine
Negras : Dr. M . Euwe
Apertura Catalana (E02)
Decimocuarta Partida del Match
Zwolle, Noviembre de 1 937
l .d4 lt:lf6 2.c4 e6 3.g3 dS
Lovenfisch, campeón soviético, j ugó en una
partida del torneo, en Tbilisi, 1 937, 3 . . . ib4+
4.id2 ixd2+ 5 .�xd2 lt:le4 6.�c2 d5 7 .ig2
�e7 8 .a3 f5 , y obtuvo una posición muy
satisfactoria. La j ugada del texto, asociada a la
siguiente, conduce a una variante moderna del
Gambito de Dama Aceptado que es ligera­
mente favorable a l as blancas.
Las blancas no necesitan evitar el cambio de
damas j ugando 4.ig2, puesto que después de
4 . . . dxc4 5 .�a4+ �d7 6.�xc4 �c6 7.lt:ld2,
obtendrían ventaja tanto de espacio como de
desarrollo.
4 dxc4 s.�a4+l!lbd7 6.Wfxc4
.•.
No se obtiene beneficio alguno difiriendo esta
captura, por ejemplo si 6.ig2 a6 7 .lt:lc3,
entonces 7 . . . f!:b8 ! 8 .�xc4 b5, con partida por
lo menos igual .
6 ... c5
Si ahora 6 . . . a6, entonces 7 .�c2 ! , para poder
contestar a 7 . . . b5 con 8 .a4. La misma manio­
bra cabría si las negras j ugaran . . . a6 en su
sépti ma movida.
7.�g2l!lb6
ALEXANDER ALEKHINE
Este procedimiento tiene el inconveniente de
no resolver el problema del desarrollo del alfil
dama. Es más aconsej able j ugar pri mero
7 . . . cxd4, y si 8 . lLl xd4, continuar con 8 . . . lLl b6,
seguido de 9 ... ib4+, o si 8 .\Wxd4, entonces
8 . . . ic5 9.\Wh4 ie7, acosando siempre a la
atrevida dama blanca.
8.Wfd3 cxd4 9.0-0
Con el fin de i mpedir 9 . . . ib4, que sería
posible después de 9.lLl xd4, por ejemplo. Las
negras no pueden defender su peón extra con
9 . . . ic5 , debido a 1 0.b4 !
9 ...�e7 10.ll:l xd4 0-0
Es claro que 1 0 . . . e5, no conviene por
i l .\Wb5+ ll:l bd7 1 2 . lLl f5 , con superioridad
evidente.
l l.lLlc3 eS
El doble cambio que sigue es poco peligroso
porque la pequeña perturbación de la posición
de peones blancos en el flanco dama estará
más que compensada por la ventaj a de los dos
alfi les. Una opción interesante sería 1 1 . . .\Wd7,
aspirando a 1 2 . . . e5 o 1 2 . . . �d8.
12.lLlf5 ib4
13.\Wc2! ixc3 14.bxc3 ixf5?
Es cierto que, tarde o temprano, este cambio
era necesario; pero, ¿por qué apresurarse?
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Dado que las negras pensaban j ugar ... Wc7,
hubiera sido prudente hacerlo enseguida para
no dar a su adversario tantas faci l idades en la
elección de sus j ugadas de ataque.
15.\WxfS \Wc7 16 ..ih6
El objeto principal de esta j ugada, un tanto
difícil, es i mpedir un movimiento de caballo
hacia "d5 " que sería posible, por ejemplo,
después de 1 6 .ig5 .
En cambio, después de 1 6.ih6 lLl fd5 , el
blanco obtiene ventaj a con 1 7 .ie4 g6 1 8 .\Wf3
!!fd8 1 9.�ad 1 , con ventaj a de l as blancas.
16 ... lLl bd7 17.\WgS?
Pero al dej ar su alfi l poderosamente colocado,
las blancas complican las cosas sin necesidad.
Lo más sencillo y fuerte era 17 .ie3 y si
17 ... g6, entonces 1 8 .\Wg5 , con posición consi­
derablemente superior.
17 ... lLl e8 18.E:ab1
También era posible 1 8 .ih 3 , j ugada que yo
ten ía intención de real i zar más tarde, como
respuesta a 1 8 . . . �b8 por ejemplo.
18 ... ll:l c5
La respuesta 1 8 . . . lLl b6, habría sido repl icada
con 1 9.a4 ! y si 1 9 . . . f6, entonces 20.Wf5 !
gxh6 ! 2 l .a5 \Wd7 22.\Wh5, y las negras
tendrían serias molestias si pretendieran con­
servar por más tiempo la pieza de ventaja.
19.\Wg4 E:d8
Forzar el cambio de damas mediante 1 9 . . . \Wc8
no habría sido prudente, porque después de
20.\Wxc8 �xc8 2 l .ig5 f6 22.id5+, seguido
de 23 .ie3, los alfiles blancos desempeñarían
un papel i mportantísimo en el final.
20.ig5 �d6 21.\Wc4
Con esto las blancas preparan el avance del
peón "f', que antes habría sido inoportuno,
22 1
por ejemplo: 2 l .f4 h6 22.fxe5 ? !'!:g6, con
ventaja.
21 ...b6
Las blancas amenazaban también 22 .ixb7 .
22.f4 gg6!
Con esto y las pocas j ugadas fuertes que
siguieron , las negras eliminan cualquier pel i ­
gro inmediato.
Amenazando 24.id8, seguido de 25 .f5 .
23 ... e4
Impidiendo la amenaza anterior, puesto que
ahora 24.id8 lt:J d6 ! 25 .ixc7 lt:J xc4, sería
favorable a las negras .
24.ih4!
Después de esta retirada tan oportuna, la
posición de las negras comienza a tomar un
aspecto muy precario, puesto que, por
ejemplo, 24 . . . lt:J d6 25 .W/d5 lt:J b5 26.E:c l !'!:d6
27 .W/c4, redundaría en favor de las blancas.
Mediante el interesante ofreci miento de peón
que sigue, las negras logran enviar a la dama
blanca a una casi lla menos acti va, pero al
precio de un serio debilitamiento de la posi­
ción de su cabal lo de "c5 " .
222
24 ... b5 ! ? 25.'1Wb4!
Esta es la única respuesta correcta, porque
25 .W/xb5 permitiría a las negras colocar un
caballo en " f5 " , v ía "d6 " , después de lo cual
las amenazas . . . lt:J xh4 o lt:J e3 les asegurarían
una iniciativa prometedora.
2S a5 26.Wfa3
•.•
Y no 26.W/b2, o 26.Wlb l , por 26 . . . lt:J a4.
26...f5?
El deseo de i mpedir f5 y de proteger al mismo
tiempo al peón "e" es muy comprensible, pero
la jugada tiene el serio inconveniente de dejar
la posición central negra más vacilante que
antes. Sin embargo, era difícil encontrar una
l ínea de j uego satisfactoria. S i , por ejemplo,
26 . . . E:d6 (recomendado por el gran teórico
profesor Becker, ¡ como dando ventaja a las
negras !), segui ría 27 .ie7 ! E:xd l (si 27 . . . W/xe7,
28 .W/xc5, con ventaj a) 28 .ixc5 ! E:xfl +
29.\tlxfl , y las negras sufrirían por fuerza
futuras pérdidas de material . *
También después d e la respuesta relativa­
mente mejor 26 . . . lt:J d6, las blancas se asegu­
rarían una ventaj a de posición bien definida,
por medio de la i mportante j ugada intermedia
27.!'!:d5 !
En resumen , las negras sólo pueden elegir
entre alternativas desagradables.
27.id8 !
Este golpe es m u y desagradable: l a s blancas
son las pri meras en amenazar, e impiden , por
lo tanto, la cooperación armoniosa de las
fuerzas negras.
Las negras pueden '"aliviar'" su pérdida de materi al con
29 . . . b4 ! 30.cxb4 1i:ld6, y ahora, a 3 1 .\WxaS, hay que jugar,
por ejemplo, 3 1 . . . \Wc6, con bastante resistencia aún, pero
no 3 1 . . .\WxaS 32.bxa5 i:1d8, por 3 3 .g4 ! (i mpidiendo .. .f5)
33 . . . 1i:l b7 34. ¡¡, b6 i:1d2 35 .a6 1i:ld6 36. ¡¡,c5, ganando.
ALEXANDER ALEKHINE
La simple dominación de la columna central
será decisiva debido a las numerosas debili­
dades creadas por las j ugadas 23• y 26• de las
negras.
29 .. .liJ e6 30J!fd l tD xd8
Si 30...\We3 , entonces sencillamente 3 1 .\Wb2 y
las amenazas subsistirían.
31J'hd8 \Wf7 32J3 ld5
Más eficaz que 3 2.1!8d7 \Wc4.
32 .. J3c6 33J!xb5 \Wc4
34.l!xf5 !
Esto e s definitivo, porque 34...l!xf5 35.l!xe8+
'it:ln 36.\We7+ 'it:lg6 37.�xe4, no permitiría
abrigar ninguna esperanza a las negras.
34 l!cf6 35.l!xf6 gxf6 36.l!d4?
..•
Apremiado por el reloj , realicé esta j ugada,
encantado de haber encontrado una serie for­
zada de movimientos que habían de permitir­
me llegar sin tropiezo al siniestro movimiento
40°, y persiguiendo esa idea pasé por alto la
simplísima 36.\Wb3 que, al proporcionarme un
final con dos peones más, es probable que
provocara el in mediato abandono de mi adver­
sario.
36 \Wxe2
.•. 37.'1:Wb3+ <;!;>hS 38.l!xe4
39.\:Wbl !
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Desde el punto de v ista técnico, esto facil ita
más las cosas que 39.h3 liJ d6, que dejaría a las
negras algunas posibil idades de l ucha.
39 ... \:Wxc3 40.\Wel \:Wxel +
S i 4 0...\W c 8 , 4 1 .\Wxa5.
4l .l!xel
Las blancas deben ganar con faci lidad el final
porque, además de su peón extra, poseen un
alfil fuerte frente a un caballo que no dispone
de casillas seguras en el centro del tablero.
4l...tlJ d6 42.ic6!
Con esto se inmoviliza al caballo (debido a la
amenaza eventual de cambiar torres mediante
l!e8) e impide el avance del peón "a" negro.
42 ... l!b8
Si 42...l!c8, 43.�a4.
43.l!e6 l!bl+ 44.<;!;>g2 l!b2+ 45.<;!;>h3 tlJ f5
46.l!xf6 tlJ e7 47.ie4 <;!;>g7 48.l!e6 <;!¡>f7
49.l!h6 l!xa2 50.l!xh7+ <;!;>r6 5 l.l!h6+ <;t>n
52.l!a6
Las negras abandonaron.
PARTIDA No 1 0 1
B l ancas : Dr. M . Euwe
Negras : A. Alekhine
Defensa India de Dama ( E I 6)
Vigesi mopri mera Partida del Match
Amsterdam, Noviembre de 1 937
l .d4 tD f6 2.c4 e6 3.tlJf3 b6 4.g3 �b7 5.ig2
ib4+ 6.id2 fi.e7
No tengo conocimiento de que esta j ugada
haya sido empleada antes, pero una idea
análoga ha sido experi mentada en la Defensa
\Wd2 Holandesa (pri mero por j ugadores soviéticos y
luego por mí mismo ), con resultado muy
223
satisfactorio en lo concerniente a la apertura.
La finalidad de la retirada del alfil es poder
sacar ventaj a de la posición poco común del
alfil dama blanco.
Sin embargo, después de esta partida llegué a
la concl usión de que la antigua j ugada 5 . . . :!e7
(en l ugar de 5 . . . :!b4+) es tan buena como la
maniobra del texto.
Con la intención de hacer uso de la casil la
"bT' en algunas variantes, por ejemplo: l 5 .f4
lLlc6 l 6. lLl xc6 '1Wb7 etc. , y las negras quedan
mejor.
1S.Wle3 ixd4 16,gxd4 lt:\ c6 17.ge4

7.lt:l c3 lt:l e4

Esto permite a las blancas obtener cierta

ventaja de espacio. Más seguro era 7 . . . 0-0
8 .0-0 d5, y si 9 . ltl e 5 , entonces 9 . . . \Wc8 , con
partida equilibrada.

8.0-0

También podía j ugarse 8 .d5 enseguida.

8 ... 0-0 9.d5! lt:l xd2 1 0.\Wxd2
l O. lLl xd2, era bueno asimismo porque las
negras difícilmente podrían j ugar otra cosa
que l o . . \Wc8 , parando la amenaza l l .d6 !
.
Este es el comienzo de un plan completamente
erróneo que transforma bien pronto una
posición j ugable en otra perdida. l 7 .gd2, era
una j ugada sólida, pero más sencillo era
continuar con 1 7 .gf4, en tal caso, después del
cambio de torres, las probabilidades de ataque
de las negras serían mínimas.

Con esto se pierde un tiempo precioso.

Después de l l . lLl d4, l a partida de las blancas
habría sido preferible.
ll ... d6 1 2.dxe6
Si ahora l 2 . lLl d4, entonces l 2 . . . ixd4, seguido
de . . . eS, con buena partida para las negras.
El cambio del texto conduce también a la
igualdad, porque l as negras pueden defender
fácil mente su punto " e6 " .
12. . .fxe6 13.lt:\ d4 ixg2 14.c,tJxg2
Es claro que no l 4 . lLl xe6?, debido a l4 . . . \We7
l 5 .lLl xf8 ixc3 l 6.bxc3 (si l 6.\Wxc3, :!xfl )
l 6 . . . ib7 ! , quedándose con dos piezas meno­
res por la torre.
Esto deja a la torre inmovilizada. La jugada
j usta era l 8 .gf4.
18 ...W/d7 19.g4
El debilitamiento del peón "f' que esta j ugada
produce, se agrega a las otras dificultades que
ya tenían l as blancas . En cambio, l 9.gd l les
habría ofrecido algunas posibilidades de sal­
vación .
19 ... gars 20.g5
Como la respuesta demostrará, esto es inútil,
pero la partida ya estaba estratégicamente
perdida por las blancas .

14 ...W/c8

224 ALEXANDER ALEKHINE

Las negras no necesitan defender su peón "e",
puesto que después de 2 l .�xe6, la réplica
2 I ...tt:le5 ! ganaría la calidad.
21 .h4 Wff7 22J;f3 cj}hS!
Importante preparación para el avance que
van a realizar en el centro.
Ahora 22 ...d5 sería un tanto prematuro a causa
de 23.�xe6 d4 24.'.We4 dxc3 25 .bxc3 ! tt:ld8
26.�e7 etc., y las blancas conservarían algu­
nas posibilidades de l ucha.
Y como 22 ...e5 , tampoco convencería, debido
a 23 .tt:ld5 tt:l d4 24.tt:l e7+ ! '.Wxe7 25 .�xd4 etc .,
resolví restringir el avance de mis peones
centrales hasta el momento en que fuera
absolutamente decisivo.
23.Wd3 d5!
Ha llegado el momento, porque 24.cxd5 exd5
25 .�a4 d4, no dej aría esperanzas a las blancas.
24.�xe6 lLl b4!
Evidentemente, más fuerte que 24 ...Wxe6.
25.Wfe3 ltl c2
En cambio, 25 ...d4 26.'.We4 dxc3 27 .bxc3 etc .,
habría permitido una resistencia más larga.
26.Wd2 Wfxe6 27.cxd5 Wff7
28.Wfxc2
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1937
A raíz de esto, las negras ganan con facilidad
mediante un ataque directo.
En su lugar, yo esperaba la j ugada más sutil
28.cj}g3 , que hubiera conducido a la variante
sorpresiva que sigue: 28 ... tt:l e l ! 29.�f2 tt:lg2 !
30.e3 (batallando siempre por e l peón "f")
30 ... tt:l xh4 3 l .cj}xh4 h6! etc ., con amenazas
decisivas .
28 J;xr4 29.Wfd3 'ffhS 30.Etxf4 Etxf4 3 1.Wh3
.•
Etg4+ 32. cj}f2 h6
Las blancas abandonaron .
Si ahora 3 3 .gxh6, entonces 33 ...Wff5+ y otro
jaque de torre ganará la dama.
PARTIDA W 1 02
B lancas : A . Alekhine
Negras : Dr. M. Euwe
Apertura Reti (A09)
Vigesimosegunda Partida del Match
Delft, Noviembre de 1 937
t.ltl f3 dS 2.c4 d4 3.e3
Después de 3 .b4, las negras pueden j ugar
3 .. .f6, seguido de 4 ... e5 , con buenas pers­
pectivas.
La j ugada adoptada impide esa posibilidad,
puesto que si 3 ... c5 4 .b4 f6, las blancas
pueden j ugar, no 5 .bxc5 e5 !, con posibilidades
iguales, sino 5 .exd4 cxd4 6.c5 ! (esta j ugada,
que es muy eficaz, fue descubierta por mí
mientras me preparaba para el match),
después de lo cual, la debilidad de la diagonal
"a2"- "g8 " traerá considerables molestias a las
negras.
Luego de 6.c5 !, hay varias respuestas, como
6 ...e5 , a lo que seguiría 7 .�c4, 6 ...Wd5 , que
podría continuar con 7 .Wc2, con ventaja, y
también 6 ...a5 , a lo que podría responder
7 .'.Wa4+ �d7 8 .b5 e5 9 .�c4, y las negras no
pueden j ugar 9 ...�xc5 por I O.�xg8, seguido
de I l .Wfc4.
En una palabra, las consecuencias de 3 ...c5,
225
parecen favorecer a las blancas.

3 .c!iJ c6
.•

A la inversa, después de esta j ugada, las

blancas tendrán que afrontar serias dificul­
tades para lograr (si es que pueden) alguna
ventaj a en la apertura.

4.exd4 4J xd4 5.4J xd4 Wxd4 6.4J c3 4Jf6

Es más sencil lo j ugar 6 ... e5 enseguida, pero

como las negras pueden realizar ese avance en
su próxima j ugada, la continuación del texto
todavía no es perj udicial.
7.d3
No sería de utilidad 7.4J b5 Wb6 8.d4 e5 ! 9.c5
Wc6 l 0.4Jc3 a6.
14.a4!
Para que una ruptura del centro resulte más
efectiva, las blancas tratan de debilitar prime­
ro la casil la "b6". Lo que sigue demostrará la
bondad de este plan.
14 ... B:ad8

7 ... c6 Relacionado con la t s• j ugada, esto parece

una pérdida de tiempo, pero en realidad, es
una triste necesidad, porque después de la
Grave pérdida de tiempo.
j ugada a5 , las negras tendrán que vérselas con
En cambio, 7...e5 era mas que suficiente. A
la amenaza a6 mientras que, por otra parte,
8.�e3 se respondería simplemente 8 ...1.Wd8
luego de cambiar los peones en "b6", se verían
9.d4 llJ g4, y si 9.�e2, entonces 9 ...c5 (o aún
obligadas a ofrecer el cambio de un par de
más sólido, 9...�e7) con partida más o menos
torres por lo menos.
igual.
15.a5 Wc7
8.ie3 Wd7
Tanto esta j ugada como la siguiente son
Con la intención de hacer j ugar los alfiles en necesarias para proporcionar más defensa a la
las diagonales l argas. débil casilla "b6".
Pero el mayor dominio de espacio de las
blancas se hará evidente dentro de pocas j uga­ 16.Wb3 4J d7 17.axb6 axb6 18.B:a7 B:a8
das.
La amenaza principal de las blancas era l 9.d5 .
9.d4 g6 10.ie2 �g7
19.B:fal e6

Ahora las negras amenazan l l ... ll'l g4, que Si no, el movimiento d5, que es inminente,
antes habría sido inútil , debido a l l .�f4, sería todavía más desagradable que lo que
seguido de l 2.h3. resultó en la partida.

l l .h3 0-0 12.0-0 b6 13.�f3 ib7 20.B:xa8 ixa8

226 ALEXANDER ALEKHINE

Esta j ugada ha sido criticada inj ustamente.
Después de 20 . . . l:ha8 2 1 .:gxa8+ �xa8 22 .'1Mfa3
�b7 23 .b4, el problema de las blancas habría
sido más fácil que el que tuvieron que afrontar
en el j uego real .
21.d5!
Esta decisión no era asunto sencillo, porque
yo sabía que los cambios resultantes cederían
a las negras importantes casil las centrales. Sin
embargo, era necesario emprender algo en
este momento especial, porque:
1) las blancas no tienen manera de mejorar la
ya excelente posición de sus piezas.
2) las negras, por el contrario, pueden orga­
nizar, eventualmente, un ataque contra el peón
"d ", a iniciarse con . . . :gd8 .
3) esta e s la única posibilidad d e sacar ventaja
de la debilidad del punto "b6", establecida
como consecuencia del avance del peón "a"
blanco.
21...cxd5 22.cxd5 ltl cS
La j ustificación táctica de la j ugada 2 l .d5
reside en la variante : 22 . . . �xc3 23 .d6 ! "1Wxd6
24.'1M/xc3 �xf3 25 .�h6 ! , ganando calidad. Y si
22 .. . lil e5, entonces 23 .�e4, amenazando siem­
pre d6.
23.�c4
Si 23 .�xc5 Wxc5 24.dxe6, entonces 24 . . . �xf3
25 .ext7+ :gxt7 26.gxf3 �xc3 27.:ga7 'IM/g5+,
con jaque perpetuo.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
23...exd5 24.�xd5 �xdS 25.ltl xd5 "IWeS
Las negras eligen la l ínea más agresiva, que
promete mucho más que la continuación me­
ramente pasiva 25 . . . Wb7 26.:gb 1 ctJd7
27 .'1Mlb5 ! , en donde las blancas obtendrían una
gran superioridad de espacio.
26.:Bbl ltl a4!
Manera ingeniosa de cuidar al peón enfermo,
al menos por el momento . A mbos bandos
deben calcular con mucha exactitud las
j ugadas próximas.
27.b3 ltl b2 28.'1M/c6 bS !
Este es el punto esencial de la maniobra del
caballo, porque el peón no puede tomarse
debido a la respuesta 29 . . . :gd8 .
29.J.f4! We6
Después de esto, l as blancas, como Jo
demuestra la continuación de la partida,
pueden tomar el peón. La única defensa
adecuada consistía en 29 . . . We2 ! , que habría
sido replicada con 30.:gfl , dej ando a las
negras con las siguientes debilidades :
a) el peón " b " .
b ) la casilla " f6 " .
e ) y por último, pero no menos importante, la
insegura posición del cabal lo en " b2 " .
30.'\M!xbS !
Esta captura, aparentemente m u y peligrosa,
asegura a las blancas una ventaj a material que
lograrán conservar hasta el final. Si ahora
30 . . . :gd8 , entonces 3 1 .:gc 1 ! :gxd5 32 .'1Mib8+
(esta es la razón de la necesidad de 29.�f4)
32 . . .J.f8 33 .J.h6 Wd6 (si 33 . . . We7, 34.:gc8)
34.Wxd6 :gxd6 35 .:gc8 y ganan .
30...We4 3U�cl ctJ d3
Si 3 1 . . . :gd8 32.J.g5, con variantes similares a
las citadas.
227
32.�c4!
Otra vez la única j ugada, pero ampliamente
suficiente para mantener la ventaja.
32 ... �e2
32 . . . id4 sería un error grave, debido a
3 3 . lZl f6+.
33.lU1 lZl xf4
Prácticamente, las negras ya no tienen elec­
ción, porque la j ugada 33 .. J!e8 (amenazando
34 . . . �xfl +) sería fác i l mente contrarrestada
con 34.ie3.
34.�xf4
Y no 34.lZlxf4 '.Wxc4 35 .bxc4 �c8 36.�c l
ih6, con un posible empate .
Las blancas tienen q u e j ugar c o n mucho cui­
dado. Aquí, por ejemplo, la j ugada "natural " ,
35 .\Wc4, hubiera conducido pronto a l a s tablas
después de 35 . . . �b8*
• A ú n s e podría luchar jugando 36.l"ld 1 ! , q u e amenaza
defender el peón y no permite 3 6 ... 'ªxb3, por 37.éüe7+
l!if8 3 8 .l"ld8+ ! l"lxd8 (si 38 ... 1!ixe7, 39.'ªc7+) 39.1i:l xg6+
hxg6 40.'ªxb3, con un final trabajoso pero que se debe
ganar sin dificultad.
228
35 ... !!b8 36.!!bl �a6 37.!!dl
Esta tentativa de repetición de j ugadas, debida
a la falta de tiempo, conduce a complicaciones
muy interesantes . De haber j ugado 37.b4, las
blancas no tendrían dificultad eri aprovechar
la ventaj a de poseer un peón pasado.
Una variante lógica sería, por ej : 37 . . . '.Wc4
3 8 . lZl e7+ 'i!tf8 39.lZlc6 !!b6 40.b5 ! !!xbs**
4 l .'.Wa3+ y ganan .
37 ... �a3 38.!!bl �a2 39.�d3 id4
Este contraataque sólo sirve para comprome­
ter la posición del rey negro.
Pero es difícil sugerir una l ínea de juego
satisfactoria, porque las blancas amenazan
avanzar su peón pasado.
40.!!fl �b2
La alternati va 40 . . . '.Wa7 , tampoco convendría a
causa de 4 l .b4.
41.lZle7+!
Esta j ugada, que fue la secreta, inicia el ataque
final que, l uego de una docena de j ugadas,
fuerza la ganancia de la dama por dos piezas.
Única. Las siguientes continuaciones no
permitirían abrigar esperanzas :
4 I . . .'i!tg7 42 . lZl f5+ gxf5 43 .\W g3+ y 44.'.Wxb8,
o 4 I . . .';t> h8 42.lZlc6 ixf2+ 43.�xf2 �e l +
44.'i!th2 '.Wxc6 45 .�xf7, etc .
42.lZl c6 ixf2+ 43.'i!th2!
El motivo de este sacrificio de peón (en lugar
de 43.�xf2 �e l + 44.�fl �xc6 45 .�xf7+
'i!tg8 46.�f3 , con probabilidades de tri unfo
muy problemáticas) se hará aparente sólo
• • Las negras podrían salvarse con la oculta 40 ... �b2 !,
pero en cambio las blancas ganarían fáci l mente con
40.'ªd l ! �f6 4 I .Ii:le5 ! ixe5 (de lo contrario, 42.1i:ld7+)
42.'ªd8+, ganando.
ALEXANDER ALEKHINE
después de la j ugada 48•. La próxima manio­
bra del caballo es muy espectacular.
43 ... �e8
Si 43 ... gb7, entonces 44.Wf3 .ib6 (a 44 . . ..ic5 ,
45 . �d5) 45.l2ld8 ! ganando calidad por lo me­
nos.
44.VlYf3 �e2
Esta jugada es única, como también la conti­
nuación . Pero si el rey blanco hubiera ido a
"h 1 " en la j ugada 43•, las negras se salvarían
jugando ahora 44...�e 1 .
45.ltld4! �d2 46.ltl e6+ rtle7 47.ltl f4
Amenazando 48.l2ld3 .
47 ...VlYd4
Si 47...YlYc2, 48.�a l y el rey negro sucumbiría
ante el ataque combinado de las tres piezas
blancas. *'
Las negras tienen posibilidades de salvación con
45 ... '/9e5+ 46.Wh l (si 46.g3, l'le7 ! 47./t:l xt7 '19e2+
48 .'19xe2 l'lxe2+ 49.Wh 1 We7, con tablas casi seguras)
46 . . . �xd 8 ! 47.'19xb7 �c7 48.Wg l '19d4+ 49.Wh l '/9e5 y
tablas.
**
El comentario de Alekhine es correcto, pero también es
muy fuerte 48.itJ d5+ y ahora si: a) 48 . . . Wd6, 49.itJ f6,
seguido de ltJe4+. b) 48 . . . Wd8, 49.'19xt7, ganando. e)
48 ... We6, 49 . itJ f6 ! l'le2 50.ItJg4 y ganan. d) 48 ... Wf8,
49. itJ f6 '19c7+ 50.Wh l 1J.a7 5 i .ltJxh7+, con peón de
ventaja y fuerte ataq ue.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Esta "pacífica" j ugada, que fue necesario
calcular mucho tiempo antes, es la j ustifi­
cación real del ataque iniciado con 43.rtlh2.
Las blancas amenazan ahora 49. l2l e2 y si las
negras tratan de impedirlo con 48 . . . .ih4,
pierden de la siguiente manera: 49.VlYb7+
Wd7*'* 50.Wb4+ ctle8 5 1 . l2l e6 ! ( más fuerte
que 5 1 .l2l xg6 hxg6 52.Wxh4 gd 1 ! ) 5 I ....ie7
52.YlYb8+ .id8 53.l2lxd8 Wxd8 54.We5+ YlYe7
55.YlYh8+ rtld7 5 6.W.xh7 gf2 57 _gd l + rtlc7
58.YlYh8.
48 ...h5 49.l2l e2 gd 1 , no difiere gran cosa de la
l ínea de j uego adoptada en la partida.
49.ltl e2**** 49 ... �al 50.Wb7+
Es evidente que 50.l2l xd4? era malo, porque
••• La respuesta 49 . . . We8, hubiera obligado al blanco a
encontrar el movi miento 50.ItJe6 ! , que parece ganar,
como se ve a conti nuación:
a) 50 ... '19d7 5 1 .'19b8+ We7 (si 5 l . . .�d8 , 52.itJ xd8 '19xd8
53 .'19e5+ '19e7 54.'19h8+ Wd7 55 .'19b8, con gran ventaja)
52.'19b4+ Wxe6 53 .'19e4+ Wd6 54.'19f4+ We7 (ún ica)
55 .'19xf7+ Wd8 56.'19f8+ '19e8 57 .'19b4 ! , amenazando la
torre, el alfil y 58.l'lf8. b) 50 .. . fxe6 5 1 .'1917+ Wd8 52.'19f8+
lt>c7 53 .l'lt7+ Wb6 54.'19b8+ i>a6 s s .'/9a8+ lt>b6 56.l'lb7+
Wc5 57 .'19c8+ Wd5 5 8 .l'ld7+, ganando.
''''
Era defi n itivo aq uí 49./tJdS+! W f8 50./tJc3 ! l'lc2
5 1 ./tJe4, ganando pieza o dando mate.
229
con 50 . . . �xfl +, seguido de 5 I . . .�g 1 + recu­
perarían la dama.
so... i>r6?
La partida estaba perdida de todos modos,
pero 50 . . . Wf8 habría prolongado la batalla.
Por ejemplo :
5 l .tt'lxd4 �xfl + 52.Wh2 �g l + 5 3 .Wg3 �f2+
54.i>f3* 54 . . . �xd4+ 5 5 . We4 (o 5 5 .We2 �f2+)
55 . . .�f6 56.We3 Wg7 ! En esta variante, las
blancas para ganar, se verían obligadas a
emplear su reserva, es decir, el peón "b"
pasado.
51..!Llxd4 gxfl+ 52.Wh2 ..igl+ 53.Wg3 if2+
54.Wf3 ixd4+ 55.We4 gd l
Esto es forzado, porque las blancas amena­
zaban 56.\Wa6+.
56J1�fd5?
No había necesidad de molestarse calculando
las variantes del final (ganado) que se produ­
cirá después de 56 . . . �e l + 57.Wxd4 �d i +
5 8 .Wc5 �xd5+ 5 9 . W xd5 We7 60.Wc6, puesto
que con 5 6.'1Wc6+, seguido de 57 .\Wc2, se
ganaba in mediatamente .
Esta es la única omisión (felizmente despre­
ciable) que cometí en esta partida, difícil
como pocas.
56 ...We7 57.g4 h5
Dictado por la desesperación.
58.gxh5 f5+ 59.Wf3 �d3+ 60.We2 �e3+
61.Wd2 �e4 62.hxg6
Las negras abandonaron .
• Era mejor, aunque comp l icado, 54.Wg4 ! , y ahora: a)
54 . . . �xd4 55 .\Wb4+, ganando el alfi l . b) 54 .. . f5+ 5 5 . 1Ll x f5
gxf5+ 56.Wh5, ganando. e) 54 . . . h5+ 55 .Wg5 �e3+
56.Wh4 l'U4+ 57.Wg3 h4+ 5 8 .Wh2 13xd4 (si 5 8 . . .�xd4,
59.\Wb8+ Wg7 60.\Wxf4) 59 .\Wb8+ Wg7 60.\We5+,
ganando.
230
PARTIDA W 1 03
B l ancas : A. Alekhine
Negras : Dr. M . Euwe
Defensa Semi-Tarrasch (D4 1 )
Vigesi mocuarta Partida del Match
Rotterdam, Diciembre de 1 937
l..!Llf3 d5 2.c4 e6
Respecto a 2 . . . d4, véase la partida W 1 02.
3.d4 .!Llf6 4 . .!Ll c3 eS 5.cxd5 .!Ll xd5 6.g3
Esta es una desviación inofensiva de la conti­
nuación habitual 6.e4. En n inguno de los dos
casos las negras tendrán dificultades para de­
sarrollar sus piezas.
6 ... cxd4
También era bueno 6 . . . tt'lc6 7 .�g2 tt'lxd4
8 .tt'lxd4 tt'lxc3 9 .bxc3 cxd4 l 0.\Wxd4 \Wxd4
l l .cxd4 �d6 l 2.a4 We7, con partida igual,
como se j ugó en los últi mos encuentros de
exhibición reali zados después del match.
7 . .!Ll xd5 '.Wxd5 8.Wfxd4 �xd4 9 . .!Ll xd4 ib4+
No hay nada que decir contra este j aque y el
cambio que sigue.
10.�d2 ixd2+ l l .Wxd2 We7?
Pero la negligencia que implica no desarrollar
las piezas del flanco dama será, de aquí en
adelante, la causa de todas las perturbaciones
de las negras . Lo indicado era: l l . . . �d7
l 2.�g2 tt'lc6 l 3 .tt'lxc6 �xc6 l 4.�xc6+ bxc6
l 5 .�ac l 0-0-0+ l 6 .We3 Wc7, con un final de
torres muy defendible.
12.ig2 �d8 13.We3 .!Ll a6
Era indispensable j ugar esto porque el punto
"c7 " necesitaba protección . Pero el cabal lo en
"a6" además de quedar fuera de j uego, estará
peligrosamente expuesto, como se comproba­
rá por lo que sigue. La próxima parte de la
ALEXANDER ALEKHINE
partida, que termina con la ganancia de un
peón por las blancas, es de fáci l comprensión
y bastante instructiva.
14J!acl �b8 15.a3
1 5 .tt:l b5 sería inúti l , debido a 1 5 . . . .id7 y si
1 6.tt:l xa7 ? �a8.
15 ....id7
Ahora amenazan 1 6 . . . e5 , que las blancas impi­
den con su j ugada i n mediata.
16.f4 f6
En mi opinión, las críticas que esta j ugada ha
merecido no tienen mayor fundamento, por­
que, a la larga, las negras no podían evitar una
pérdida de material .
Si, por ejemplo, 1 6 . . . .ie8 entonces 1 7 .b4 l:!d7
1 8 . tt:l b5 l:!a8 1 9.!'\c3, seguido de 20.!'\hc l y
2 1 .!'1c8, o 2 I .tt:lc7. Y, lo mismo que en la
partida, las negras conservarían algunas pro­
babil idades de tablas, a pesar de su peón de
menos.
17 ..ie4!
"Centralización " típica que habría regocijado
al malogrado Nimzowich. Las blancas no sólo
atacan al peón " h " , sino que amenazan , en
algunas variantes .id3 y, más importante aún,
impiden 1 7 . . . e5 por 1 8 .fxe5 fxe5 1 9 . tt:l f3 ,
ganando u n peón .
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
17 ....ie8
Esto i mpide 1 8 . .ixh7, porque la respuesta
1 8 . . . g6, con l as amenazas . . . .if7, seguido de
.. J:!:h8, o . . . l:!bc8, seguido de . . . tt:l c7 , propor­
cionaría a l as negras recursos suficientes. Pero
con las dos j ugadas próxi mas, las blancas lo­
gran sacar ventaja de la debi l idad del punto
''e6 " .
18.b4! �d7 19.f5 ! tt:l c7
Relativamente mej or que 1 9 . . . e5 20.tt:le6, o
1 9 . . . exf5 20 . .ixf5 l:!d5 2 I ..ixh7, porque, en
ambos casos, las blancas lograrían una supe­
rioridad manifiesta.
20.fxe6 lLlxe6 21.lLlxe6 �xe6 22 ..ixh7
Con esto, las blancas han obtenido una ventaja
material, pero al mismo tiempo, su superio­
ridad "posicional " se ha desvanecido hasta el
punto de que las negras lograrán presionar en
la columna " e " .
22 ... f5 23.�c5 !
Preparando el cambio de alfiles en "d5 " .
2 3 g 6 24.ig8+ �f6 25.�hcl �e7+ 26.�f2
•.•
.ic6 27 ..id5 �beS 28.�el !
Esto es, de lejos, l o mej or, porque 28.� 1 c2
.ia4 29.!'1d2 b6 30.!'\c3 l:!d8, habría conducido
a una desagradable "clavada" .
28 .ixd5 29.�xd5 gS 30.�d6+ �eS?
.•.
Después de este avance desesperado, las espe­
ranzas de las negras se derrumbarán rápida­
mente. El curso natural era 30 . . �f7 3 1 .h4
.
gxh4 32 .gxh4 l:!h8 33 . !'\d4, y las blancas
tendrían que sal var algunas dificultades para
obtener la victoria.
3 1 .�ed l g4
Igual mente inútil sería 3 1 . . . l:!e6 32.l:!d7 !'18e7
3 3 .h4.
23 1
32JUd5+ <;i>e4 33.gd4+ <;i>es 34.<;i>e3
También era posible 34.e4, que conduciría a la
ganancia de un segundo peón, aunque permi­
tiendo a las negras una resi stencia más larga;
por ejemplo: 34.e4 gc8 ! 35 .E:6d5+ <;i>e6
36.exf5+ <;i>f6, etc .
La senci l lez del cambio elegido es suficiente.
S i 34 . . . f4+, 35 .<;i>d3 ! siempre amenazando
mate.
3S.g4d5+ <;i>f6+ 36.<;i>f4 <;i>g6 37Jhe6+ gxe6
38.ges ga6
Si 38 . . . E:f6, entonces 3 9.e4 fxe4+ 40.<;i>xg4
E:f2 4 l .h4 y ganan rápidamente.
Es probable que la j ugada in mediata, 40.'tt> xg4
también ganara, pero la del texto es más
exacta.
40 ... b6 4t.<;i>xg4
Las negras abandonaron.
Si ahora 4 l . . .E:e3, entonces 42.E:g5+ <;i>h6
43 .b5 ! (la razón de ser de la j ugada 40•)
43 . . . E:xe2 44. h4, y ya no quedarían posibili­
dades de lucha para las negras .
232
PARTIDA W 1 04
Blancas : Dr. M. Euwe
Negras : A. Alekhine
Defensa Ni mzoindia (E46)
Vigesimoquinta y Última Partida del Match
La Haya, Diciembre de 1 937
l .d4 .!Df6 2.c4 e6 3.c!Dc3 ib4 4.e3 0-0
s.!Dge2
•
He aquí uno de los in ventos menos felices del
gran artista en aperturas, Rubinstein. Su punto
débil es que el cabal lo tendrá poco que hacer,
tanto en "f4" como en " g3 " , mientras que las
negras, recurriendo a j ugadas sencillas, pue­
den obtener un desarrollo preferible.
En consecuencia, es mej or j ugar pri mero
5 .id3 , y si 5 . . . b6, entonces 6.c!D ge2, o también
6.Wf3 . Si 5 . . . d5 , se puede seguir con 6.tLlf3 ,
con buenas perspectivas.
S ... dS 6.a3 ie7 7.cxd5
Puesto que tenían la intención de j ugar tLlg3,
las blancas debieron diferir este cambio. En
efecto, después de 7 . tLl g3 c5 8 .dxc5 ixc5
9.b4, la respuesta 9 . . . d4 sería un error, debido
a I O. tLl ce4, y si I O . . . ib6, entonces l l .c5 . Por
lo tanto, las negras se hubieran visto obl igadas
a modificar su plan de desarrollo.
7 exd5 8.c!D g3
•.•
Rubinstein acostumbraba a j ugar aquí 8.tLlf4,
cuyo fin evidente es i mpedir la próxima juga­
da de las negras, después de la cual éstas no
tendrán ya dificultades en la apertura.
S cS 9.dxc5
..•
Esta j ugada prepara el error de la que sigue.
Como no había por qué temer que las negras
j ugaran . . . c4, la continuación lógica era 9.id3
tLlc6 I O.dxc5 ixc5 1 1 .0-0.
9 ixc5 10.b4?
.•.
Es evidente que el blanco no previó la res-
ALEXANDER ALEKHINE
puesta, porque si no habría j ugado 1 0.�d3 .
10 d4!
..•
El punto esencial de esta interesante j ugada es
que no puede responderse l l . ltJ a4, por
l l . . .dxe3 ! 1 2 .1Mlxd8 (si 1 2 . ltJ xc5 o 1 2.bxc5 ,
seguiría 1 2 . . . exf2+ 1 3 .�e2 �g4+ ! y ganan)
12 . . . exf2+ 1 3 .'�e2 �g4+ ! , obligando al rey a
trasladarse a la columna "d" para tomar la
dama con j aque y salvar así al alfi l . Y como
I I .ltJ ce4 ltJ xe4 1 2 .ltJ xe4 �b6, sería también
favorable a las negras, la próxima j ugada de
las blancas es relativamente la mejor.
ll.bxcS dxc3 12.Wfc2
Decididamente, las blancas están de un humor
demasiado opti mista y no atribuyen suficiente
valor a las amenazas de las negras. De no ser
así, hubieran tratado de simplificar las cosas
mediante 1 2.1Mlxd8 l'l:xd8 1 3 .ltJ e2 ltJe4 1 4.f3
ltJ xc5 1 5 . ltJ xc3 ltJ c6, aunque las negras,
debido a su mayoría de peones en el flanco
dama y a su mejor desarrollo, conservarían
todav ía una ligera ventaja.
Ahora 1 3 . ltJe2 no sería suficiente por
1 3 . . . ltJd5 1 4.e4 ltJ b4 ! , ganando la calidad .
13 �d7!
•••
La amenaza l 4 . . . ia4 es muy difícil de contra­
rrestar. Si por ejemplo 1 4.�c4 �a4 1 5 .�b3,
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
seguma 1 5 . . . �b5 , y si 1 4 .:1l:b4 (j ugada
sugerida por varios comentaristas), entonces
14 . . . ltJ a6 ! 1 5 .�xa6 1Mlxa6 1 6.e4 l'l:fe8, y las
blancas no pueden ni enrocar ni tomar el
siniestro peón "c3 " a causa de . . . ltJ d5 .
En consecuencia, l a decisión de las blancas de
entregar la calidad por un peón para terminar
el desarrollo de sus piezas es, relativamente,
lo más j uicioso.
14.:1l:b3 �a4 15.1Mlxc3 WfdS!
Esta es la razón de ser de la 1 3" j ugada. A
pesar de su ventaj a material, no será nada fácil
para las negras alcanzar la victoria. El período
que sigue ahora es instructivo, sobre todo des­
de el punto de vista táctico.
16.�c4 ll::l a6!
En lugar de 16 . . . ixb3 , que después de
1 7 .1Mlxb3 ltJ a6 1 8 .1Mfxb7 ltJ xc5 1 9 .1Mlb5 , habría
permitido a las blancas conservar sus dos alfi­
les.
17.ixa6 bxa6
Tampoco aquí convenía 1 7 . . . ixb3 , debido a
1 8 .id3 ! , con mej ores probabi lidades que en la
partida.
18.0-0 ixb3 19.Wfxb3 l'l:b8
La columna " b " se con vertiría pronto en factor
de mucha importancia. Después de la j ugada
más aparente, 1 9 . . . 1Mfd5 , las blancas, j ugando
20.1Mfxd5 ltJ xd5 2 1 .e4, tendrían algunas proba­
bil idades de salvar el fi nal .
20.Wfc2 WfdS 2 1 .e4 Wfb3 22.Wfe2
Ahora, al contrario, el final, después de
22.1Mfxb3 l'l:xb3, permitiría pocas esperanzas
por la debilidad del peón "a" blanco.
22 Wfb5 ! 23.Wff3
•••
Esto es relativamente mej or que 23 .Wi'e3 ltJd7.
S i l as blancas quieren evitar el cambio de
233
damas, tienen que despedirse de su peón " a " .
23 ...'1Wxc5 24. ttl f5?
Pero aquí 2 4 ..!f4, c o n el fin d e i mpedir la
"clavada" que sigue, ofrecía probabi lidades de
lucha algo mej ores . La respuesta exacta de las
negras sería 24 . . . l'!be8, y a 25 .e5 (si 25-Ék l ,
Wib5 ! 26 . .!d6 l'!c8), entonces 25 . . . ttl d7
26.tLl e4 Wic2 27.l'!c l Wib2 etc . , conservando
siempre la ventaj a material.
S i 25 .'1Wg3 , seguiría 25 ... tLl h5 26.'1Wg5 �h8, y
la defensa sería fác i l . Pero ahora amenazaban
ganar la dama j ugando 26.'1Wg5 .
2S ttl xe4
.•.
Podría suponerse que después de la captura de
este i mportante peón , la lucha no podría
prolongarse. S i n embargo, las blancas logran
encontrar, una tras otra, nuevas j ugadas de
ataque.
26.h4l'!e8
26 . . . tLl xf2, no convencería mucho debido a
27 .�h2 !
Amenazando 29.'1Wxe4
28 ... ttl d2!
234
Esta j ugada espectacular fuerza una simpli­
ficación , después de la cual , no habrá lugar a
que la l ucha continúe.
29Jhd2l'!xcl+
No podía j ugarse 29 . . . '1Wxc l + 30.�h2 l'!b2?,
debido a 3 I .Wie5 ! y las blancas ganan .
Idea muy ingeniosa que merecía mej or suerte.
Si las negras l levan a cabo su amenaza
32 . . . l'!xf5 , se verán en la obligación, después
de 33 .l'!e6 ! ! , de entregar la dama por dos
torres con 33 . . . fxe6 34.\Wxc7 l'!xf2+ 35 .Wh3
e5 , y las blancas quedarían en condiciones de
oponer una resi stencia muy tenaz.
Pero esta sencilla respuesta pone fi n a las
últimas esperanzas de salvación. Lo que sigue
es agonía.
33.g4
No daría resultado 3 3 . tLl xg7 �xg7 34.'1Wf6+
Wg8 35 .l'!d4 h5, etc .
33 f6 34.�h3 hS
..•
Comienza el contraataque.
3S.Wid2 hxg4+ 36.�xg4 Wif7 37.h5
ALEXANDER ALEKHINE
37 ... :SxfS ! y el otro cabal lo no ha sido desarrollado
todavía).
Por fin, el caballo más odiado d e todo e l
match pudo ser eliminado c o n efecto decisivo, 6 �e6 7.ixf6 Wxf6 8.e4! dxe4 9.�bS+ �d7
•..

puesto que las negras, aparte de sus dos

peones de ventaja, inician un ataque de mate. Si 9 . . . <i:ld7, seguiría 1 0.<i:l xe4 Wg6 1 l..� xd7+
¡ Fue una l ucha realmente emocionante ! �xd7 1 2.0-0 etc . , con situación preferible.

10.lb xe4 '1Wb6 l l .�xd7+ li.J xd7 1 2.0-0 cxd4

Si 40.�f5 , las negras darían mate en cuatro
j ugadas : 40 . . . g6+ 4 l .�e6 (si 4 l .�xg6 '.Wh7
mate) 4 l . . .We4+ 42.�d7 '.Wb7+ 43 .�e6 '.Wf7
mate.
40 .. .1.1�fh3+ 41 .�e4
Si 4 l .�f4 Eí:e8, con la amenaza mortal 42 . . . g5
mate.
41...:Se8+ 42.'�dS '.Wb3+ 43.�d4 '1Wxa3
Las blancas abandonaron .
Esto facilita el ataque de las blancas. Un mal
menor habría sido permitir el desagradable
avance d5 .
13.li.J xd4 :Sd8
Después de la próxima j ugada de las blancas,
la casilla "d6" necesitaría más protección .
14.li.JfS ! liJeS 1S.'.We2 g6
Esto permite una terminación elegante, pero la
partida ya estaba perdida.

PARTIDA W 1 05
B l ancas: A . Alekhine
Negras : A . Kussman
Defensa Tarrasch (D32)
Jugada en una Exhibición de S i multáneas
Nueva York, Enero de 1 924

l.d4 dS 2.lt:H'3 li.J f6 3.c4 e6 4.li.Jc3 eS S.cxdS

exdS?

Hoy en día, la "teoría" considera, y esta vez

con razón, que 5 . . . <i:l xd5 es la única respuesta
correcta. Pero cuando se j ugó esta partida, ni
los maestros se habían dado cuenta del pel igro
que encierra la j ugada del texto : el Dr. La dama no puede ser tomada a causa de
Vidmar, por ej emplo, la empleo contra mí en 1 7 .<i:lf6 mate.
el torneo de Londres, de 1 922.
17.:Sfel
6.�gS !
Amenazando mate otra vez.
Mucho más eficiente que 6.g3, que es la l ínea
de j uego que más promete en la Defensa 17 ...�b4 18.li.Jf6+ �f8 19.li.J xd7+ :Sxd7
Tarrasch (cuando el cabal lo negro está en "c6" 20.'\WeS !

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 235

Las negras abandonaron .
Esta vez, las blancas amenazaban tres mates
diferentes. ¡ Era demasiado !
PARTIDA W 1 06
B l ancas : A. Alekhine
Negras : S. Friedmann
Gambito del Centro (C2 l )
Exhibición a Ciegas sobre 26 Tableros
Nueva York, 1 924
l.e4 eS 2.d4 exd4 3.c3 dS
Sin duda la mejor defensa, pues permite a las
negras una partida igual .
4.exd5 Wixd5
Pero aquí era mejor 4 . . . lU c6
S.cxd4 ib4+ 6.lU c3 lU c6 7.lL!f3 lL! f6 S.ie2
0-0 9.0-0 ixc3
Hasta aquí las negras han hecho las jugadas
más exactas, pero este cambio es un error,
porque fortalece el centro de las blancas.
9 ... Wa5 era lo correcto.
10.bxc3 b6
Esto tampoco es bueno, porque los peones
blancos van a avanzar ahora, ganando tiempo
y espacio a la vez. Era mej or 10 . . . ig4.
l l .c4 W!dS 12.d5 lL! e7
236
13.lL!d4
Impidiendo que el alfi l se desarrolle eficiente­
mente.
13 ... ib7 14.ib2
1 4.if3 , o 1 4.ig5 , eran continuaciones más
sencillas. Sin embargo, la idea de sacrificar el
peón central para aumentar la superioridad en
el desarrollo, era bastante tentadora.
14 ... c6 1S.if3! cxdS 16.l:!el l:!e8
En l ugar de esto, l6 . . . Wd7 l 7 .lU b5 ! , no era
mejor.
17.Wid2 l:!b8 lS.WlgS
Amenazando l 9. lU e6 !
18 lL! g6 19.lL!f5
..•
Después de esto, será muy difícil parar el
ataque. Las blancas amenazan ahora 20.cxd5 .
19 ... l:!xel+ 20.l:!xel dxc4
Si 20 . . . h6, entonces 2 1 .Wg3 , amenazando a la
vez 22.ixf6 y 22.lUe7+, etc.
21.ixb7 l:!xb7 22.ixf6 Wxf6
Si 22 . . . gxf6, entonces 23 .Wh6 Wf8 24.É1e8,
seguido por mate.
Las blancas ahora anunciaron mate en cuatro
j ugadas :
23.l:!e8+ lL! fS 24.lL! h6+ Wxh6 25J'!xf8+ 'il;¡xfS
26.Wd8 mate.
PARTIDA No 1 07
B lancas : A. Alekhine
Negras : P. Potemkin
Defensa Alekhine (B02)
Exhibición a Ciegas sobre 28 Tableros
(Record), Paris, Febrero de 1 925
ALEXANDER ALEKHINE
l.e4 lLl f6 2.lLl c3 dS 3.exd5 lLl xd5 4 ..ic4 lLl b6
La forma en que las blancas tratan la apertura
no llega a refutar la defensa adoptada por las
negras.
Además de la j ugada del texto, el segundo
j ugador pudo haber obtenido excelentes pers­
pectivas respondiendo sencillamente 4 . . . tt:l xc3
y si 5 .'\Mff3 , entonces 5 . . . e6 6 .\Wxc3 tt:lc6 7 . lLl f3
'1Wf6 ! 8 .'1Wxf6 gxf6 9 .d4 E!:g8, seguido de
IO . . . �d7 y 1 1 . . .0-0-0.
S ..ib3 eS 6.d3 lLl c6 7.lLl f3 lLl aS
Las negras esti man a su pareja de alfiles más
de lo que valen .
Lo indicado era 7 . . . e6, seguido de . . . . �e7 y
enroque, con buena partida.
S.lLleS! lLl xb3
Si 8 . . . e6, entonces 9 .\Wf3 , con situación prefe­
rible.
servado probabilidades de consolidar su posi­
ción.
l l.if4 lLl dS
Después de esta j ugada no podrá haber
salvación para las negras . En cambio, l l . . . a6
1 2 .0-0 e6, contrarrestaría las amenazas inme­
diatas, aunque la posición continuaría siendo
comprometida.
12.lLl xd5 \WxdS 13.0-0
Ahora las blancas amenazan 1 4 . tt:l b6.
13 ...b5 14.lLl e3 \Wc6 15.d4! e6
Si 15 ...�b7, se continuaría sencillamente con
1 6.E!:e l .
16.d5 exdS 17.lLlxd5
También era eficaz 1 7 .\Wxd5 .

9.axb3 lLl d7 17 ....id6 18.E!:el+

Era un poco mej or 9 . . . �e6, seguido de . . . g6, Y no 1 8 . tt:l f6+, por 1 8 ... We7 !
etc.
18 ....ie6 19 ..ixd6

Esto es más sencillo que la contin uación , tal

vez más exacta, 1 9 .'1Wf3 ! E!:c8 20.E!:xa7, etc .

19 ...\Wxd6

lO.lLlc4! lLl b6

Las continuaciones I O . . . e6 l l . tt:l b5 (amena­

zando 1 2.�f4), o 10 . . . e5 l l .'IWe2 ! , tampoco
resultarían satisfactorias. Pero j ugando IO . . . g6
l l .'IWe2 (amenazando mate) l l . . .�g7 1 2.�f4
a6 1 3 .tLld5 Wf8 , las negras habrían con-

MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937 237

20.E:a6!
La combinación iniciada con este movimiento
gana antes que la continuación más prosaica
20.lLlf6+ <t;e7 2 l .Wfxd6+ <t;xd6 22.lt:J e4+,
ganando un peón , pero con un largo final por
delante.
Esta posición del cabal lo será causa de
perturbaciones. Pero 7 . . . lt:J b 8 tampoco sería
satisfactorio, como lo demostraron mis parti­
das contra sir G. Thomas, en Carlsbad, 1 923
("Mis Mej ores Partidas, 1 908-23 " ) y contra
Reti , en Nueva York, 1 924, analizada en este
libro.

20 V;Vd8
.•. s.V;Vd3 b6

Después de 20 . . . '1Wd7, l as blancas ganarían con Con la intención de l levar el cabal lo a "c5 " ,
facil idad respondiendo 2 l .�exe6+, por ejem­ tan pronto como sea posible. Sin embargo,
plo: 2 1 . . .fxe6 22.�xe6+ <t;d8 23.�e7 V;Vd6 8 . . . e5 era un poco mej or, porque la respuesta
24.V;Vd2 a5 2 5 . �xg7 h6 26.�g6 ! Wfd7 27 .'1Wf4, 9.b4 no daría resultado, debido a 9 . . . e4.
etc .
9.ltld4 lt:l b7 IO.lt:l c6 V;Vd7 1 1 .0-0 aS 12.b3
21.E:exe6+ fxe6 22J�xe6+ 'it>f7 23J3e7+
V;Vxe7 Este es el procedi miento habitual para desa­
loj ar al caballo de "c5 " .
Si 23 . . . <t;g8, seguiría 24.Wig4, ganando inme­
diatamente. 1 2... lt:lc5 13.V;Vc2 ib7 14.h3

24.lt:J xe7 <t;xe7 2S.V;Ve2+ 'it>f7 26.V;VhS+ Esto impide a las negras la man iobra . . . lt:J g4-
lt:J e5 .
Una pequeña fineza: las blancas no sólo ganan
14 �ae8
un peón, sino que obligan al rey negro a
•..

permanecer en el centro.
Ni esta j ugada, ni el prox1mo cambio, son
recomendables. En su lugar, debieron j ugar
26 @f6 27.Wfxc5 �hd8 28.g4!
14 . . . lt:J fe4 1 5 .ib2 lt:J xc3, para tratar de faci­
.•.

litar la defensa mediante la eliminación de

Amenazan ganar un tercer peón mediante
algún material.
29 .'1Mff5+. Las negras abandonaron.
1S.a3 ixc6 16.dxc6 V;Vcs 17.b4 axb4 18.axb4
ltl a6
PARTIDA W 1 08
B l ancas: A. Alekhine
Negras : N . Schwartz
Defensa India del Rey (E62)
Exhibición a Ciegas
Londres, Enero de 1 926

l.d4 lt:l f6 2.c4 g6 3.g3 ig7 4.�g2 0-0 s.ltlc3

d6

Si 5 . . . c6, entonces 6.d5 .

6.ltlf3 lt:l c6 7.d5 lt:l as

238 ALEXANDER ALEKHINE

Después de esto, el caballo estará enterrado
vivo.
Pero 18 ... 4J ce4 1 9 . 4J b5 ! , tampoco tenía nada
de agradable.
19J3a4! liJb8
De otro modo, las blancas obligarían a la
retirada, mediante 20.�a2 .
20.bS h6 21 .l:!a7 eS 22.'it?h2
Para no tener que vérselas con la respuesta
. . . 4J h5 en caso de j ugar f4.
22 ... �h7 23.f4 l:!e7 24.fxeS l:!xeS 2S.if4
l:!ee8
Después de 25 .. J'!h5 26.4Jd5 lU xd5 27 .cxd5 ,
la torre terminaría por caer en la trampa.
26.lt:ldS lt:l xdS 27.ixdS �d8 28.h4 �e7
29.e3 �h8 30.�g2
Esto impide 30 . . . g5 , debido a la entrada de la
torre por "h 1 ", luego de 3 I .hxg5 hxg5 .
30 ...fS 3 1 .l:!el 'it?h7 32.e4 ieS 33.exfS gxfS
34.cS !
Este es el principio de una combinación de
diez j ugadas, cuyo punto crítico es 43 .ie6 ! ,
que fuerza la ganancia d e una pieza.
34 ... bxcS 3S.b6 l:!c8 36.�c3! !!feS
Es evidente que 36 . . . ixc3 37 .!he7+, sería
completamente inúti l .
37.ixeS dxeS 38.�xeS!
Sin esta posibil idad, las j ugadas anteriores no
tendrían objeto.
38 ... �xeS 39.l:!xeS l:!xeS 40.l:!xc7+ l:!xc7
41 .bxc7 l:!e8 42.cxb8%V l:!xb8
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
43.ie6!
Esto es decisivo.
43 ...�g6 44.c7 l:!f8 4S.c8%V l:!xc8 46.ixc8 c4
47.ia6 c3 48.id3 �f6 49.�f3 �eS SO.�e3
hS Sl.ic2 'it?f6 S2.�f4 �g7 S3.�xfS �h6
Esperando todavía que el adversario "ciego"
ahogara al rey negro con 54.�f6 .
S4.�f4
Las negras abandonaron.
Considero esta partida como una de mis mejo­
res producciones en ajedrez a ciegas.
PARTIDA No 1 09
B lancas : Dr. M. Euwe
Negras: A. Alekhine
Defensa Nimzoindia (E2 1 )
Segunda Partida de Exhibición
Amsterdam, Diciembre de 1 926
l .d4 lt:lf6 2.c4 e6 3.lt:lc3 ib4 4.lt:l f3 b6 S.g3
En la segunda partida de exhibición j ugada
después de nuestro match de 1 937, el Dr.
Euwe j ugó 5 .ig5 , pero después de la
continuación correcta 5 ... h6 6.ixf6 ixc3+
7 .bxc3 Wxf6, tuvo que j ugar con mucha
exactitud para no quedar en desventaja. Pero
el desarrollo por " fianchetto" de la partida, es
también innocuo.
239
5 ...�b7 6.�g2 0-0 7.0-0 �xc3 8.bxc3 d6?
Después de esto, las blancas aprovechan la
circunstancia de que el alfi l dama negro no
está defendido y reali zan una operación venta­
j osa en el centro. Si las negras hubieran hecho
la j ugada j usta 8 . . . '\Wc8, habrían salido del
período de apertura con las mej ores pers­
pectivas.
9.d5! exd5
Aunque este peón no puede ser conservado, es
preferible iniciar una l ucha abierta en el medio
j uego, a permitir, después de 9 ... eS, la manio­
bra 1 0. li:l h4, seguido de e4 y f4, con ventaja.
10.li:l h4 lt:l e4
Si 1 0 . . . c6, la continuación 1 l .cxdS li:l xdS
1 2 .c4 li:l b4 1 3 .a3 li:l 4a6 1 4 .�b2, permitiría a
las bl ancas dominar el tablero.
ll.cxdS �eS
Si 1 1 . . . ltl xc 3 , entonces 1 2 .'1Wd3 lt:l a4 1 3 .�e4 !
h6 1 4.'1Wd4 liJeS 1 S .li:l fS f6 1 6.�c2, con
posición decididamente superior.
12.ib2
No estoy de acuerdo con el Dr. Euwe cuando
en el folleto holandés dedicado a estas
partidas critica con bastante severidad sus
j ugadas 1 2• y 1 33•
En todo caso, el sacrificio de peón que él
240
sugiere en reemplazo de 1 2 .�b2, es cualquier
cosa, menos convincente.
En efecto, después de 1 2.'1Wd3 li:l cS 1 3 .'1Wc2 bS
1 4.c4, las negras dispondrían de buena defen­
sa continuando con 1 4 . . . bxc4 1 S .�b2 li:l bd7
1 6.li:lfS li:l f6.
12...b5
Las negras no tienen otro medio para i mpedir
c4, porque 1 2 . . .'1Wf6 o 12 . . . '\WgS serían res­
puestas inferiores debido a la contrarréplica
1 3 .'1Wa4.
13.a4
Jugada tan natural como buena. Después de
1 3 .'1Wd4, aconsej ada por el Dr. Euwe, las ne­
gras podrían elegir entre el sacrificio de un
peón para mantener el control del punto "c4"
de las blancas, j ugando 1 3 . . . cS 1 4.dxc6 li:l xc6
I S .'�Wd3 liJ eS 1 6.'\WxbS '1Wb6 ! 1 7 .a4 ic6, o el
cambio de damas, que les ofrecería muy bue­
nas posibilidades : 1 3 . . . '1Wf6 1 4.f3 '1Wxd4+
1 S .cxd4 CLld2 1 6.�f2 CLl c4 1 7 .e4 li:ld7.
13 '\WgS !
..•
Las negras deciden , correctamente, eliminar el
peón blanco, aun a costa de un retraso en el
desarrollo del flanco dama.
14.axb5 WxdS 15.'\Wa4?
Pero aquí las blancas exageran sus probabi­
l idades . En l ugar de esto debieron, mediante el
cambio de damas, llegar a un final favorable,
pero que estaría lejos de ser sin esperanzas
para las negras.
Por ejemplo: 1 S .'IWxdS ixdS 1 6.�a4 ! li:lf6
1 7 .e3 ixg2 1 8 . c;t> xg2 liJ bd7 1 9 .�e 1 :9:eb8
20.c4 �b7 2 l .id4 CLlb6 22.�b4 li:l fd7 23.li:lfS
( ¡ al fin ! ) 23 . . . g6 24. li:l e7+ 'tt> f8 2S .li:lc6 liJeS,
con defensa suficiente.
Y si 1 S .c4 (en lugar de 1 S .'IWxdS), las negras
no habrían tomado el peón envenenado, sino
respondido senci l lamente 1S . . . Wxd l , seguido
de 16 . . . a6 y la defensa no ofrecería difi-
ALEXANDER ALEKHINE
cultades. Después de la j ugada del texto, que
sólo es una celada muy visible, la superioridad
de las blancas se desvanece.
1S .liJ d7
.•
Es claro que l 5 . . .'1Mfd2? no podía j ugarse, debi­
do a l 6.b6 �c6 l 7 .b7 ! , ganando.
16.c4 Wfd2 17.Wfa2
En las actuales circunstancias, esto es relativa­
mente lo mejor.
17 ... a6!
Esto obliga a una simplificación . l7 ... Wfxe2
sería inferior a causa de l 8 . ltJ f5 f6 l 9.ltJ xg7 !
etc.
•
lS.icl
El sacrificio de peón, l 8 .b6 sería ineficaz, por
ejemplo: l 8 . . . ltJ xb6 l 9. ltJ f5 Wfg5 ! 20.ltJxg7
'ile7 2 l ..ih3 ic8 , seguido de 22 . . . f6, con
ventaja.
Este sacri ficio para especular c o n la ganancia d e la dama
negra es falso, ya que puede segu ir 19 . . . Wxg7 20.�xf6+
li:lexf6 ! y la torre defiende a s u dama. En cambio, era muy
fuerte y ganadora la jugada 1 9 .c5+ Wh8 20.c6. De todas
maneras. tras las j ugadas 1 7 . . . 1Wxe2 1 8 . li:l f5, el negro
di spone de la excelente réplica 1 8 . . . li:le5 ! y ahora no hay
mas remedi o que 1 9 .ixe5, porque si 1 9 . li:l xg7?, el negro
gana con 19 ... li:l f3+ 20.Wh l li:l xf2+ 2 Uh f2 1Wxf2.
amenazando tanto 22 ... li:le i , como 22 ... l"le l +.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
18 ...Wfxa2 19.'flxa2 axbS 20J3b2
Esto es un poco mejor que 20J3xa8 ixa8
2 1 .cxb5 ltJ c 3 .
20 ... 'ilab8 21.cxb5?
Después de esta j ugada, las negras logran salir
de las complicaciones con un peón más. La
continuación 2 l .�xe4 'flxe4 22.cxb5 .id5 !
sólo les habría permitido conservar una venta­
ja posicional .
21 ... ltJ c3 22 ..ic6
Ahora, esta es la única manera de tratar de
mantener el equi l i brio de la posición .
Desagradable sorpresa para las blancas, que se
j ustifica por la variante siguiente: 23 .ixd7
'flxb2 24.ixb2 lLl e2 ! mate.
No creo que 23 . .id2 ltJ a4 24.'fla2 ltJ dc5 , fuera
preferible.
Esta no es la mej or manera de sacar provecho
de la ventaja material.
Jugando 25 . . . h6 ! , las negras podían haber
impedido, tanto 26.ltJf5 , por 26 . . . 'fle5 , como
26 ..if4, debido a 26 . . . g5, dej ando a las blancas
sin respuestas eficaces .
26.ltJ f5?
Las complicaciones que esta j ugada provoca
resultan favorables para las negras. Era
necesario j ugar 26.if4 y después de la posible
continuación 26 ... h6 27 .ixe5 'flxe5 28.'flb 1
'ilbe8 29.ltJf3 'ild5 , las negras podrían ganar,
pero no podrían eludir un largo final.
26... ltJ f3+ 27.'it>g2
24 1
Si 27.ill h 1 l::1 e 5 . PARTIDA W 1 1 0
B l ancas : A. Alekhine
Negras : Dr. M. Euwe
Defensa India de Rey (E88)
Tercera Partida de Exhibición
Amsterdam, Diciembre de 1 926

l .d4 ltlf6 2.c4 g6 3.ltlc3 �g7

En la época en que se j ugó esta partida, la

Defensa India del Rey. Actual mente, gracias a
Botvinnik, Flohr, Keres y otros maestros de
nueva generación, se la emplea con más fre­
cuencia, aunque sin resultados notables.

27 ... ltlel+! 28.�h3 ges 4.e4 0-0 5.�e3

Lo mismo habrían contestado a 28.'it>g l . Si 5 .f4, d6 6.ltlf3 , entonces 6 . . . c5 ! , con buena

29.l::1 h l
Las blancas podrían resistir más tiempo, pero
sin ninguna esperanza real, entregando la
calidad inmediatamente con 29.l::1 x e 1 É1X:e 1
30.ltl xd6.
partida para las negras.
5 ... d6 6.f3 eS 7 .dS
Era mejor 7 . lLl ge2, y sólo después de 7 . . . lLlc6
(o 7 . . . �e6) 8 .d5 , ganando tiempos. En tal
caso, las negras tendrían que resolver incó­
modos problemas de desarrollo.

29 ... ltld3 30.ltl e7+ 'it>f8 3 1 .�a3

7 ...c6 8.'1Wd2 cxdS 9.cxd5 ltl e8

¡ Las últi mas convulsiones ! Preparando el contraataque . . . f5 y, al mismo

tiempo, i mpidiendo la tentativa de las blancas
31 ... ltl xf2+ 32.ill g2 ltlxhl 33.�xd6 ge6 de abrir la columna " h " ( I O.h4 f5 1 l .h5 f4,
34.�c5 seguido de . . . g5).

Si 34.lLl c6+, l::1 xd6 3 5 . lLl xb8 l::1 d 1 , con clara
ventaja.
34.. ,ges! 35.ltl f5+ �gS 36.ltl e7+
Si 36.ltld6, entonces 36 . . . �d3 ! 37.ill x h 1 l::1 e i +
38 .'it>g2 l::1 8e2+ 39.'it>h3 h 6 40.l::1 x t7 l::1 c 2
4 l .�t2 l::1 e 6 y ganan .
36 ... 'it>h8 37.'it>xhl �d3 38.'it>g2 h6 39.'it>f3
<;!?h7 40.h4 hS
Las blancas abandonaron .
10.0-0-0 fS l l .ill b l
E s evidente q u e el rey debe s e r sacado cuanto
antes de la columna abierta.
l l ... ltld7?
Esto ofrece a las blancas una oportunidad para
crear, sin mayor riesgo, complicaciones inte­
resantes, mediante el sacrificio momentáneo
de algún material. Las negras pudieron obte­
ner una posición satisfactoria continuando con
1 l . . .a6 1 2.�d3 b5 1 3 .lLl ge2 f4 1 4 .�t2 ltld7,
seguido de ... lLl b6 .

242 ALEXANDER ALEKHINE

12.�h3!
Para poder contestar, tanto a 12 ... �df6, como
a 12 . . . � b6, con 1 3 . � g 5 .
Por ejemplo : 1 2 . . . � b6 1 3 .� g5 f4 1 4 .ixb6
Wxg5 1 5 .if2 id7 1 6.�c l � c7 (si 16 . . . a6,
1 7 .ib6) 1 7 .g4 ! etc . , con perspectivas exce­
lentes, debido a la apertura de la columna "e" .
12 ... a6
Aunque las negras hubieran i mpedido la
maniobra que sigue, mediante 1 2 ... f4, las
perspectivas de las blancas seguirían siendo
favorables .
13.exf5 gxf5
14.g4!
Este es el punto esencial de la j ugada 1 2•. Las
blancas obtienen la i mportantísima casilla
"e4" para sus piezas.
14 fxg4
.•.
Relativamente mejor que 1 4 . . .f4 1 5 .if2, que
no les habría ofrecido mayores probabi­
lidades.
15.�g5 � df6 16.id3 'We7
En caso de 1 6 . . . gxf3, yo pensaba proseguir el
ataque con 1 7 .�dfl ! , y si 1 7 . . . h6, entonces
1 8 .tt:le6 ixe6 1 9 .dxe6 tt:l g4 20.tt:ld5, con
amenazas como para aterrorizar a un elefante.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
17.f4
También consideré 1 7 .�dfl y 1 7 .�hg l . Pero
las perspectivas derivadas de la j ugada elegida
(apertura eventual de la columna "f', o f5
seguido de tt:l e6), eran extraordinariamente
tentadoras .
17 ... e4
Mediante este sacrificio, el Dr. Euwe asegura
su alfi l la diagonal " a 1 -h8" y� al mismo
tiempo, disminuye el peligro que amenazaba a
su rey, forzando el cambio de un par de piezas
menores. Pero, aun así, las probabil idades de
las blancas, después de recuperar el peón que
habían sacrificado, siguen siendo mej ores.
Pero este no es el procedi miento más energé­
tico. El peón debió ser tomado con el otro
caballo, y si 1 8 . . . tt:l xe4 1 9 .ixe4 h6, entonces
20. tt:l e6, con ventaj a ; o si 1 8 . . . h6, continuar
con 1 9. tt:l e6 ixe6 20.dxe6 Wxe6 2 1 .tt:lg3,
amenazando 22.f5 etc. Las negras habrían
encontrado difícilmente una manera de defen­
der sus numerosas debilidades.
Ahora, esto es forzado, porque 1 9 .ixe4? no
sirve, a causa de 19 . . . ixc 3 .
19 if5 20.tt:l g3
•..
Bloqueando al peón " g " para poder j ugar h3
en la primera oportun idad.
Después de 20.tt:lg5, las negras habrían
defendido "e6" mediante . . . tt:lc7.
20 ixd3+ 21 .'Wxd3 'Wf6
•..
Maniobra táctica refinada, muy dentro del
estilo del Dr. Euwe: las negras provocan �d2
para despej ar (después de h3 gxh3, �xh3) a
las piezas de la pri mera l ínea. Pero las
respuestas correctas demostrarán la inutil idad
de esta idea.
243
22JM2 V!!f7
Evitando la amenaza 2 3 . lt:J h 5 .
23.h3 gxh3 24J:�xh3 V!lg6 25.f5?
Sólo después de esta segunda inexactitud, las
negras consiguen una especie de contraataque.
Aquí era muy fuerte 25 . lt:J e4 ! y, en caso de
25 . . . lt:J f6, continuar de manera sencilla con
26.lt:J xd6 :8:ad8 27.il.c5, etc . Cualquiera otra
respuesta permitiría a las blancas fortalecer su
posición futura mediante :8:g3 o :8:dh2.
2S ...V!!g4 26.:8:dh2 :8:c8!
En caso de 26 ... lt:J f6 (que, aparentemente,
defiende todo), las blancas habrían j ugado
27 .il.c 1 !, con la fuerte amenaza 28.:8:h4. La
ocupación de la columna "e" proporciona a las
negras algunas oportunidades.
27.f6 !
L a idea pri ncipal d e esta operación es expues­
ta por la siguiente variante : 27 . . . lt:J x f6 28.lt:Jf5
Wlc4 29.lt:Je7+ <J:;f7 30.1Mff5 ! r;f:;xe7 3 1 .1Mfe6+
r;f:;ds 32.il.b6+ :8:c7 33 .:8:c3 Wffl + 34.r;f:;c2 y
ganan .
Esta necesidad, bastante triste, es la con­
secuencia directa de la bonita j ugada 21 • de
las negras. Pero, a pesar de su éxito parcial, la
244
postcton del segundo j ugador está todavía
sembrada de peligros. Si ahora 29 . . .V!!b 4,
seguiría sencillamente 30.a3, y 30 . . . :8:fl +?
sería refutada con 3 1 .:8:xfl +. Tampoco sería
conveniente 29 . . . :8:f3 , debido a 30.il.h6 ! (si
30 ... :8:xg3?, 3 1 .:8:xg3 Wlxg3 32.1Mff5+, etc.). En
consecuencia, las negras deciden simplificar.
29...Vf!g6+
Habría sido algo mejor diferir este cambio,
j ugando pri mero 29 . . . :8:c7, en cuyo caso las
blancas mantendrían su fuerte presión conti­
nuando con 30.lt:Jh5 ! V!! f5+ 3 l .Wfxf5 :8:xf5
32.lt:Jf4, etc. Después de la j ugada del texto,
disponen de un triunfo inmediato.
30.V!!xg6 gxg6 31.lt:Jf5 !
Amenazando simplemente 32.lt:J xg7 . Si ahora
3 1 . . .:8:c7, entonces 32.il.d4 ! il.xd4 33.lt:J xd4 y
las negras quedan sin recursos.
31 ...ie5 32.gf3! lt:Jf6
Si 32 . . . :8:f6, seguiría 3 3 .il.g5 :8:f7 34.il.e7+ !
:8:xe7 3 5 . lt:J xd6+ y ganan.
Las negras abandonaron .
PARTIDA W 1 1 1
Blancas : F. J . Marshall
Negras : A . Alekhine
Defensa B ogoindia (E 1 1 )
Partida d e Exhibición
Nueva York, Junio de 1 929
l .d4 lüf6 2.c4 e6 3.lüf3 ib4+ 4.id2 V!!e7
S.e3
Aquí, las blancas podían obtener el control de
"e4" j ugando 5 .1Mfc2, pero en ese caso, las
negras podrían haber adoptado otro sistema:
5 . . . il.xd2+ 6.lt:Jfxd2 d6, seguido de 7 . . . e5 .
s ... b6 6.id3 ib7 7.V!!c 2 ixd2+
ALEXANDER ALEKHINE
Con el fin de avanzar un peón hacia el centro
para i mpedir indirectamente que las blancas
j ueguen e4.
S.liJ bxd2 eS
Si ahora 9 .e4, entonces 9 . . . ltJ c6, con ventaja.
9.0-0 ltJ c6 10.a3 0-0 l U!adl g6
Esto es para i mpedir d5, que podía l legar a ser
desagradable, sobre todo después del reciente
movimiento de torre de las blancas.
12.�fel
Preparación refinada para j ugar 1 2. l0 e4, que
ahora no sería conveniente debido a la conti­
nuación : 12 . . . ltJ xe4 1 3 .�xe4 d5 ! 14.cxd5 exd5
1 5 .�xd5 ltJ xd4, con ventaja.*
12... �ac8 13.ltJ e4 �fd8
Desde el punto de vista técnico 1 3 . . . �fe8 era
más sencillo, puesto que después de 1 4.d5
exd5 , serían las blancas l as que se verían
obligadas a cambiar caballos. Pero la j ugada
elegida es suficiente para mantener el equi­
librio de la posición .
14.d5
En esta variante las blancas igualan fác i l mente con
1 6. li:l xd4 ixd5 1 7 . li:l f5 ! \We4 (única) 1 8 .li:le7+ \Wxe7
1 9.!hd5 l'lad8 20.l'lfd l etc.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Esta audacia está muy dentro del estil o de
Marshal l : cede a las negras una mayoría de
peones en el flanco dama, sin compensación
de ningún género, puesto que la coordinación
de sus piezas no es suficiente como para
soportar una acción en el centro.
Sin embargo, es preciso admitir que l a
posición d e l as blancas, debido a la elasticidad
de la estructura de peones de las negras
(compárese con la partida con Vera Menchik,
N° 50), era ya ligeramente inferior. Después
de cierta preparación, como . . . d6, las negras
amenazaban iniciar una acción en la columna
"e" mediante . . . cxd4, seguido de . . . liJ aS .
1 4 exd5 lS.cxdS! l0 xe4
.•.
15 . . . ltJ xd5 habría tenido consecuencias funes­
tas, por ejemplo: 1 6.�c4 l0 db4 1 7 .Wc3 ! Wxe4
1 8 .�xf7+ �f8 1 9. axb4, con ventaja.
16.�xe4 lLl a5
Por supuesto que no 1 6 . . . ltJ e 5 , debido a 1 7 .d6.
17.tLld2
Las negras amenazaban 17 ... f5 .
17 ... c4!
Las negras aprovechan las circunstancia de
que su adversario no puede j ugar todavía d6,
porque le sería perj udicial . Se hace evidente
que la operación iniciada por las blancas en la
j ugada 1 4" ha sido más bien favorable al se­
gúndo j ugador.
18.�f3 Wes
Amenazando 1 9 . . . c 3 .
19.lZl e4 d 6
Las negras hubieran podido impedir la j ugada
de torre que sigue, mediante 1 9 . . . lLl bJ y, en tal
caso, las blancas no dispondrían de nada me­
jor que 20.Wc3, pero no lo consideraron nece-
245
sario, porque normalmente debido a su supe­
rioridad de espacio, las complicaciones del
medio j uego tendrán que series favorables.
20.�d4
No sería "Marshal l " el que j ugara 20.Wfc3 para
cambiar damas y llegar a un final evidente­
mente inferior.
Al observar esta torre, nadie podría creer que,
en la plenitud de su vida, abrigue ideas sui­
cidas, ¡ y, sin embargo, es así!
20 b5
•..
Ahora amenazan 2 I . . .lü b 3 .
21.ltld2 ia6
Para disponer de una cas i l l a para el caballo en
caso de Wfc3 .
El camino de la muerte.
23 ... lt:l b7 ! 24.lt:l e4
Esta era una decisión difícil, pero, de acuerdo
con las circunstancias, es el camino más
juicioso, porque la alternativa 24.ig4 !!c5 !
(no 24 . . . c3, por 25 .ixc8 cxd2 26.!!d l , con
ventaj a) 25 .e4* Wff6 26.!!d7 !! xd7 27 .ixd7
Wfe7 28 .ic6 lü a5 , conduciría a una pérdida de
material sin ninguna esperanza de contra­
ataque.
24 i>f8!
..•
24 ... Wff8 sería un error, porque después de
25 . lü f6+ <!>g7 26.Wfc 3 , las blancas saldrían
beneficiadas.
Las blancas disponen de una jugada ful mi nante como
25 . .ie6 ! , y a 25 .. J:'!f8, entonces 26.li:le4, ganando mate­
rial . S i n embargo el negro pudo mejorar su j uego con
24. . .�f8 ! o, 24 .. J:'!e8 !
246
Aunque las negras l levan una calidad "limpia"
de ventaj a y su mayoría en el flanco dama es
tan amenazadora como antes, el problema de
encontrar un procedimiento ganador no es de
solución tan fácil y rápida como se podría
imaginar.
En caso de 26 . . . Wfe5 , por ejemplo, las blancas
estarían en condiciones de construir una buena
posición defensiva, con probabilidades de
contraataque en el flanco rey, mediante
27.lüc3 a6 28.!!d4. S i n embargo, dentro de
esta l ínea de j uego y recurriendo a una gran
circunspección y no menos paciencia, las
negras habrían podido aumentar su ventaja de
una manera decisiva, sin tener que sufrir las
complicaciones melodramáticas que suscitará
su arriesgada j ugada próxima.
26 ... a5?
Para impedir 27 .lüc3 (por 27 . . . b4) y con miras
a una rápida victoria.
Desde este momento, Marshall saca ventaja de
las posibilidades ocultas de su posición, de
una manera tan notable, que esta partida se
recordará como una de sus más gloriosas pro­
ducciones.
27.ig4! �c7
27 ... f5 no convenía debido a 28.lüg5, y
tampoco 27 . . . !!a8, por ejemplo, por 28.a4 !
28.Wfd2!
ALEXANDER ALEKHINE
Después de esto, la situación empieza a
ponerse peligrosa para las negras, porque el
peón "a" no puede ser defendido de una
manera directa.
28 h6!
.•.
Esta es una salvación momentánea, porque al
impedir lt:lg5, las negras amenazan 29 .. .f5 .
29.if3 �kc8
Y ahora, 30.�xa5 puede ser replicada con
30 . . . �xb2.
30.h4!
Nueva idea de ataque, que las negras tratarán
de contrarrestar de una manera igualmente
enérgica.
30 ...\1*/es
En cambio, si 30 .. .f5 , entonces 3 l . lt:l c3 b4
32.axb4 axb4 3 3 . lt:l e2 c3 34.bxc3 bxc3
35 .�c2, seguido por la prometedora amenaza
del cabal lo: lt:l d4 (o lLl f4)-lt:le6.
31.h5! gxhS
La defensa de las negras siempre sería difícil
después de 31 ... g5, debido a 32.g4, seguido de
lLlg3-lLlf5 , o �g2-f4.*
32.lt:l g3 c3 33.bxc3 \1*/xc3
Si 33 .. Jhc3, la respuesta sería 34.e4 !
34.\1*/e2 b4 35.axb4 axb4
Las negras han logrado por fin obtener el peón
pasado "ganador" , pero entretanto, las fuerzas
blancas han sido concentradas sobre el rey
enemigo, que sólo puede ser defendido por l a
Las negras s e pueden adelantar a estas ideas con 32 . . . f5 !
33.gxf5 1/:\'xfS 34.�g2 1/:\'eS , manteniendo una posición
muy ventajosa. La jugada de Alekhi ne, 3 1 . . .gxh5, es, de
todas formas, la mejor.
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
dama, porque las demás piezas negras son, por
el momento, simples espectadoras.
36.�e4!
Con esta j ugada, l as blancas cubren la
diagonal " b l " - " h7 '' y abren perspectivas para
la dama. En esta segunda parte de la partida,
Marshall encuentra siempre las mej ores j uga­
das, pero su poca suerte quiere que los recur­
sos de las negras sean suficientes para contra­
rrestar su furioso asalto.
36 ...\1*/eS !
Las negras van a iniciar una maniobra muy
difícil con la dama, cuyo objeto es provocar
movimientos de los peones blancos hasta
facilitar a una torre, por lo menos, su inter­
vención en un contraataque .
37.f4 Wr6
Si- no, las blancas podrían j ugar 3 8 .\1*/xhS,
ganando un tiempo.
38.lt:l xh5 \1*/h4!
38 . . . \1*/e7 no podía j ugarse debido a la
siguiente continuación: 39.Wb2 ! Wxe4'*
40.\1*/h8+ rJde7 4 l .Wf6+ rJde8 42.\1*/h8+ rJdd7
•• La j ugada 39 ... l"k3 ! "tapando a la dama" , mantiene para
las negras las mejores perspecti vas y, si ahora 40.1tlg3 (no
40.1/:l'xb4 l'%xe3 4 1 .1/:l'd4 1/:l'xe4, ganando), 40 ... �c8, con
ventaja.
247
43 . lt'l f6+, seguido de 44.'ªxd8+ y 45 .lt'l xe4.
39.g3
El debi litamiento de la segunda fila resultará
de fatales consecuencias, pero si 39.�f3 . la
respuesta 3 9 ... 'ªe7 permitiría ahora una defen­
sa suficiente, porque 40.'ªb2 sería parado con
40 . . . 'ªxe3+.
Esto no sólo es posible, sino bueno, porque a
40.�g2, se le opondría 40 . . . �a6 !
40.if3 !
Esta defensa inesperada contra las dos
amenazas principales de las blancas, 4 l .�g4 y
4 l .'ªb2, i mplica, en el primer caso, un sacri­
ficio eventual de dos calidades : a 4 l .�g4, las
negras replicarían 4 l . . .l::í: x e3 ! 42.'ªxe3 'ªxg4
43.l:l:e l 'ªxh5 ! 44.'ªe7+ rJlg7 45 .'ªxd8 (si
45 .'ªxb7, entonces 45 ... 'ªf3 , con posición
ganadora) 45 . . .'ªxd5 , ganando.
Con su próxima j ugada, el entonces campeón
norteamericano saca a relucir un nuevo triun­
fo, pero, por desgraci a para él, será el último.
41.'ªd2!
¿Cómo detener ahora la amenaza 42.V:;I[d4, sin
perder el peón pasado?
248
Mi buena estrella, o la mala de Marshall, me
ayudó a encontrar la respuesta exacta . . . , pero
fue preciso meditar durante casi media hora.
41...ge8!
Se comprenderá todo el valor de esta réplica
(que fue la j ugada sellada), comparando sus
consecuencias con los posibles resultados de
cualquier otro movi miento. Por ejemplo:
4 l . . .�a6 42.Wd4 l::í: c 2 ! 43 .Wh8+ me7 44.'ªf6+
\t>d7 (si 44 . . . me8, 45 . lt'l g7+.) 45 .'ªxf7+ mes
46.We6+ V:;l[xe6 47 .dxe6 b3 48 .�e4, y por no
decir más, las blancas no pueden perder.
42.'ªd4
42.V:;I[b2 tampoco ayudaría, debido a 42 . . . �a6.
La simplificación es casi siempre mala para el
bando que posee menos material, pero como
puede verse en la variante que sigue, no había
donde elegir: 43 .Wh8+ me7 44.'ªf6+ \t>d7
45 .�g4+ ! V:;l[xg4 46.Wxf7+ rJld8 47 .Wxe8+
mxe8 48 . lt'l f6+ me7 49.lt'l xg4 b3 y ganan .
43 gxd2 44.Wxd2 �a6 4S.V:;I[el
.•.
Prácticamente, esto es lo mismo que abando­
nar.
Casi una hora de reflexión persuadió a
Marshall de qu·e la j ugada que se proponía a
efectuar, 45 .Wxb4, conducía a una derrota
segura. Por ejemplo: 45 . . . Wfl + 46.\t>h2 'ªf2+ !
(pero no 46 . . . Wxf3 47 .Wxd6+ rJlg8 48.lt'lf6+
mh8 49.'ªxa6 ! , y l as negras no podrían ganar)
47 .\t>h3 (si 47 .�g2, entonces 47 . . . �fl
48 .Wxd6+ rJlg8 49 . lt'l f6+ mh8 y ganan)
47 . . . �c8+ 48 .�g4 �xg4+ 49.mxg4 'ªe2+
50.mh4 'ªh2+ 5 I .rJlg4 f5+ ! y ganan .
4S b3
•.•
¡ Es día de fiesta para el peón pasado !
46.�dl b2 47.Wb4
ALEXANDER ALEKHINE
Esto conduce a un final parecido al indicado.
47 Wfl+ 48.c�h2 Wf2+ 49.<;t>h3 ic8+ SO.fS
.•.
�xfS+ S l.�g4 ixg4+ 52.<;t>xg4 We2+
53.@h4 Wh2+ 54.<;t>g4 fS+
Las blancas abandonaron. En partidas como
ésta, el perdedor merece, sin lugar a dudas,
tantos honores como el ganador.
PARTIDA W 1 1 2
B l ancas : A. Kevitz y A . Pinkus
Negras : A . Alekhine
Apertura Reti (A I 5 )
Exh ibición d e S i multáneas e n Consulta
Nueva York, Marzo de 1 929
En la misma oportunidad se j ugó esta corta
partida que destaca en forma notable los
efectos de una exagerada voracidad en aje­
drez:
Blancas : A. Alekhine - Negras : l . Kashdan y
H. Steiner. l .d4 d5 2.c4 e6 3 .lLlc3 c6 4.tLlf3
dxc4 5 .a4 �b4 6.e3 b5 7 .�d2 Wb6 8 . lLl e5
tLld7 9.axb5 lLl xe5 I O.dxe5 cxb5 l l . lLl e4 �e7
1 2 .Wg4 Wf8 1 3 .Wf4 as 1 4.�e2 �b7 1 5 .0-0
h5 1 6. lLl g5 �xg5 1 7 .Wxg5 !!:h6 1 8 .e4 ! h4
1 9 .!!:xa5 ! f6 20.exf6 lLl xf6 2 l .Wxb5 ! , y las
negras abandonaron .
l...lLlf6 2.c4 b6
Esta es una de las muchas maneras
contestar de forma adecuada a la apertura
las blancas. La intención de las negras
transformar la partida en una Defensa India
Dama típica.
3.g3 �b7 4.�g2
Esto permite a las negras elegir una forma
más agresiva de desarrollo. En cambio, 4.d4
e6 5 .�g2, habría conducido a las variantes
conocidas.
4 ... e5
MIS MEJORES PARTIDAS 1 924- 1 937
Esta j ugada tiene sus ventaj as y también sus
defectos, porque el peón central puede quedar
expuesto. Sin embargo, valía la pena ensayar
el experimento, puesto que no i mplica dema­
siado riesgo.
s.c!Llc3 �b4 6.0-0
Las blancas evidencian un optt mtsmo exce­
sivo, porque el peón dobl ado en la columna
"e" es un defecto mucho más serio de lo que
generalmente se cree y, en este caso parti­
cular, no estará compensado, de ninguna
manera, por la parej a de alfiles. 6 .Wb3 era tan
natural como bueno.
6 ixc3 ! 7.bxc3
.•.
Era menos satisfactorio todavía 7 .dxc3 d6.
7 ... d6
Dado que las negras han colocado a sus
peones en casillas negras, es evidente que no
necesitaban conservar su alfi l rey.
8.d4 e4
Las negras calculan correctamente que la
apertura de la columna " f" , que real izarán mas
adelante, se compensará con una debi lidad en
la columna " e " .
9.c!Ll h4 0-0 10.f3
de
de
es
de
249
IO exf3
•.• saría lamentablemente debido a la simple
respuesta 1 9 . . . :aes !
Las negras ya se encuentran en la agradable
situación de poder proceder de la manera más 19 ... hxg6 20.e4
sencilla.
Las molestias de las blancas residen en que no Este peón está más débil aquí que en "e2 " ,
pueden j ugar 1 l .exf3 , por 1 l . . .�a6 1 2 .f4 c6, pero la elección ya es dificultosa para las
seguido de 1 3 . . . d5, ganando material. blancas.
Además, después de su próxima j ugada, el
peón "e" queda sumamente débil. 20... f6

l l .�xf3 lLi e4 12.11Nd3 :aes 13.d5
El contraataque que se inicia ahora será de
muy corta duración. Pero si las blancas habían
decidido restringir la acción del alfi l negro en
la diagonal larga, debieron hacerlo enseguida,
porque después de . . . lUd7, las negras no
tendrían por qué ceder la casi lla "e4 " .
13. . . c!LJ cS 14.11Nd4 lLi bd7 IS.�hS
Mediante algunas de las j ugadas que siguen,
las blancas esperan provocar la respuesta . . . g6,
que les procuraría posibilidades reales en la
columna "f', pero las negras resisten a todas
las tentaciones y preparan con tranquilidad un
bloqueo completo.
Esto inmoviliza para siempre al peón "e" y, al
llevar a los últi mos peones a casil las negras,
aumenta el alcance potencial de su alfi l .
21 .:aael g S 22.j_e3 :ae7 23.�hl :aae8 24.�gl
�eS
Es claro que 24 . . . lU xe4 sería prematuro, por
25.lU xe4 :Bxe4 26.:B xe4 :Bxe4 27 .\Wxe4 YNxfl
28 .\We8+, con jaque perpetuo.
Además, las negras no tienen moti vos para
apurarse para proceder a la liquidación en
"e4", puesto que la posición debe producir
mucho más que un peón , con el transcurso del
tiempo.
2S.:af3 �g4 26.:afe3

IS ... c!LJ eS 16.�f4 '1Nd7 !

En cambio, si 1 6 . . . g6, entonces 1 7 .�f3 g5

1 8 .�xe5 dxe5 1 9.\Wg4 h5 20.11Nxh5 gxh4
2 1 .�e4 ! lU xe4 22.11Nxf7+ �h8 23 .\Wh5+ �g8
24.:Bf7, ¡y las blancas ganan !

17.lUf3 lU g6 18.lLld2 11Nh3 ! 19.�xg6

La tentativa de dar caza a la agresiva dama

con 1 9.�h6 gxh6 ( 1 9 . . . :Be5) 20.�g4,* fraca-
La l ínea es totalmente correcta. e i ncluso después de
20.�g4. las negras se salvarían con 20 . . . Iüe6 ! ? (ya que el
caballo no se puede tomar con el peón por el mate en
"g2"), 2 1 .'1We4 (si 2 l .�xh3 lü xd4 22.cxd4 !3xe2. con
buen j uego.) 2 I . . .Iüg5 22 .\Wd4 (no vale 22.'1Wf5, por
22 . . . �c8 23.�xh3 lü x h3+, ganando) 22 . . . lüe6 y tablas por
repetición.
Ahora, las blancas tienen debilidades por
todas partes:
1) en el flanco dama, el peón doblado.
2) en el centro, el peón "e" atrasado.
3) en el flanco rey, la poca protección de las
casil las blancas.
Como consecuencia directa de esa triste situa-

250 ALEXANDER ALEKHINE

ción, casi todas las piezas blancas están parali­
zadas y no tienen nada mejor que mover su
alfil de acá para allá.
No es de extrañar entonces que las negras, en
lugar de adoptar el plan más evidente (un
ataque con cinco piezas contra el peón "e"
mediante ...Wfh7, seguido de ....ih5- .ig6, que
terminaría en un final con un peón más),
prefieran preparar un avance de peones en el
centro, que será decisivo.
Es verdad que las maniobras preliminares
cuestan 16 movimientos, pero el éxito del plan
confiere a la partida un valor artístico del que
hubiera carecido.
43...fS!
26...Whs
La batalla no se decidirá con la ganancia de un
peón, sino mediante amenazas directas contra
Antes de emprender el largo viaje con el rey, el rey. Si después de 44.exf5 gxf5, las blancas
las negras truecan los sitios de la dama y del vuelven a jugar igl, entonces 45...tt:le4'
alfil, para poder "observar" el punto débil 46.tt:lxe4 �xe4, seguido, inevitablemente, por
central con una pieza más. 47...if3+ y ganan.

27.'i!?g2 .ih3+ 28.<i>hl Wlg4 29.if2 aS 44.exfS gxfS 4S.�xeS dxeS 46.We3
30.igl a4
La variante principal calculada por las negras
Podía ser útil impedir la posibilidad de que las era: 46.�xe5 �xe5 47.Wxe5 if3+! 48.tt:lxf3
blancas jugaran tt:lb3. Wffl+ 49.tt:lgl tt:ld3! y ganan. Esta posibilidad
prueba, sin lugar a dudas, la utilidad del viaje
del rey hasta "a6".
31.if2 �eS 32.igl �8e7 33.if2 <i>f7

46 e4 47.d6!
•.•

Ahora es el momento de trasladar al rey al

punto del tablero en que estará más seguro, es
Las blancas no hacen esto por simple
decir, en "a6".
necesidad de efectuar una jugada, sino con un

34.igl <i>eS 3S.if2 <i>dS 36.igl 'i!?c8 37.if2

La jugada 45... ti:le4 tiene un problema oculto: las
'i!?b7 38.igl <i>a6 39.if2 WhS •

blancas obtienen un suficiente y peligroso contrajuego

Ya estamos en los últimos preparativos: la
combinación decisiva exige una posición
relativamente especial de la dama y del alfil.
40.igl.ig4 41.<i>g2 Wh3+ 42.'i!?hl g6
Las negras revelan por fin la idea ganadora.
43.if2
con 46.c5!, dándole "vida" a la dama. Podría seguir
46...ti:lxc5 (si 46...dxc5, 47.§xa4+ Wb7 48.§c6+, segui­
do de d6, con fuerte ataque) 47.gxe5 dxe5 48.§c4+ Wb7
49.�xc5, con ventaja. En cambio es ganadora la jugada
45... ge4! (en lugar de 45...ti:le4), que deja a las blancas
sin defensa buena. Veamos:
a) 46.§f6 gxe3 4H!xe3 (a 47.�xe3 gh7 48.�gl ti:ld3
49.gfl §xfl !, y mate inmediato) 47...gxe3 48.,¡¡xe3
ti:le4!, y el mate es inevitable.
b) 46.gxe4 ti:lxe4! (ahora . sí se amenaza mate) 47.§d3
tiJ xd2, ganando.
e) 46.ti:lxe4 gxe4 47.§d2 f4!, ganando la torre, por la
amenaza ...�f3+.

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937 251

propósito bien definido. 8.l2Jc3 dS 9.cxd5!

47...cxd6 48..igl En el momento oportuno, porque si 9...exd5,

el alfil dama puede ser desarrollado con pro­
El propósito aludido se haría visible en el caso vecho en "f4".
siguiente: 48....if3+ 49.lUxf3 exf3 50.Wfxf3!
l'!xe1 5I.Wfa8! mate. 9...l2Jxd5 10.ib2 eS
Pero las negras disponen de una jugada inter­
media poderosa. Desde el punto de vista posicional, esto es
inevitable, pero ahora la dama negra se
48...f4! "sentirá" en la columna donde está la torre
blanca.
Las blancas abandonan.
Si ahora 49.gxf4, entonces 49....if3+, ganando llJ!cl
enseguida.
Amenazando eventualmente lUa4.

PARTIDA W 113
Blancas: Dr. Alekhine y Aficionado
Negras: G. Stoltz y Aficionado
Defensa India de Dama (E 17)
Partida en Consulta
Niza, Mayo de 1931
l.d4 lUf6 2.c4 e6 3.lUf3 b6 4.g3 .ib7 S.ig2
. cuencia, era mejor haberla reemplazado por
ie7 6.0-0 0-0 7.b3
ll ...l2Jxc3 12.ixc3
. l'!d8
Las blancas proyectaban 13.dxc5 bxc5,
después de lo cual quedaría un peoncito negro
enclenque en la columna semiabierta.
La jugada del texto impide esa posibilidad,
aunque sólo temporalmente y, en conse­
12...Wfd8.

Esta jugada conduce a posiciones más compli­

cadas, o por lo menos más inexploradas, que
la empleada habitualmente, 7.lt\c3, cuyos
efectos son también favorables a las blancas.
Por ejemplo: 7...lt\e4 8.Wfc2 lUxc3 9.Wfxc3 c5
IO..ie3 y, en caso de cambios ulteriores, las
negras quedarán siempre con algunos puntos
débiles en el centro.

7...Wfc8

En la 23 partida de mi match con el Dr. Euwe

(1937), jugué en este momento 7...d5 8.lt\e5
c5 y obtuve una partida muy vivaz, llena de
posibilidades para ambos bandos.
La idea de las negras, de cambiar un solo peón
en el centro, da tiempo a las blancas para
sacar provecho de la apertura de la columna
e , sin necesidad de permitir contrajuego al­
" "
guno.
13.Wfd2!
El objeto de esta jugada era, en caso de
13... lUd7, llevar a la dama a "b2", en donde
estaría muy cómoda, pero la tentativa de las
negras de buscar para su dama la casilla
correspondiente, me sugirió ideas más agre­
sivas.

252 ALEXANDER ALEKHINE

13...id5 14.Wf4 Wb7?

Hasta cierto punto, esto es natural, pero el

aplazamiento del desarrollo del flanco dama
será de consecuencias fatales e inmediatas.
Después de 14...lt.ld7 15.e4 ib7 16.d5! exd5
17.exd5 if6 (no 17...ixd5, a causa de
18.lt.lg5*, ganando), las negras habrían sufrido
durante más tiempo, pero su destino sería el
mismo.

15.dxc5 bxcS

Si 15.. . ixc5, entonces 16.ixg7!, etc. 19.ixg7!

Las negras abandonaron.

16.e4! ic6
Ahora, la variante principal es: 19... rJlxg7
20.Wh6+ <±>g8 2l.e5 ic6 22.lt.lf6+ ixf6
Si 16...ixe4, 17.lt.lg5 ganando. 23.exf6, seguido por mate.

17.lt.le5 ie8 18.lt.lg4!

PARTIDA W 114
La particularidad de este repentino ataque Blancas: Dr. Alekhine y Aficionado
contra el rey estriba en el hecho de no haber Negras: S. Flohr y Aficionado
sido facilitado por ningún movimiento de Defensa Nimzoindia (E24)
peón que pudiera crear alguna debilidad en el Partida en Consulta, N iza, Abril de 1931
sector del tablero.

l.d4 lt.lf6 2.c4 e6 3.lL!c3 ib4 4.a3

18...lt.la6
Había muy pocas esperanzas de poder elegir
algo mejor, porque la respuesta "natural",
18...lt.lc6, habría conducido a un desastre
semejante al que acaba de iniciarse: 19.ixg7!
rJlxg7 20.Wh6+ <±>g8 (si 20...<±>h8, 21.lt.lf6 y
mate a la siguiente) 21.e5 f6 22.ie4! f5
23.Wxe6+, seguido de i1fixf5 etc., y ganan.
Por otra parte, l8...ic6 permitiría la siguiente
continuación: 19.ixg7 <i>xg7 20.'11fih6+ <i>h8
21.�xc5! etc.
Las negras aún se podían defender en esta variante con
18...1Uf6! y si 19.:!Hel IUhS 20.\Wh4 �xgS 21.\WxgS �xg2
22.'i•xg2 \Wc6+. seguido de 23.. J!d5, con ventaja. Era
mejor 16.l'!fdl (en lugar de 16.d5}, manteniendo todas las
ventajas de la posición.
En la actualidad, esta jugada de Siiemisch ya
no se emplea, no sólo porque pierde un tiempo
al forzar un cambio no demasiado proble­
mático para las negras, sino, principalmente,
porque se ocupa la casilla "a3", que hubiera
podido ser útil para el alfil dama.
4...ixc3+ 5.bxc3 eS 6.Wc2
Para impedir la posibilidad de ... lt.le4. Jugando
6...d5 7.cxd5 i1fixd5, las negras podrían obte­
ner una posición considerada como satisfac­
toria desde mi reciente match por el título,
pero su próxima jugada tampoco echa a perder
nada.
6...lt.lc6 7.lt.lf3 dS 8.e3 0-0 9.cxd5 exdS

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937 253

Pero aquí se forman una idea equivocada
sobre el carácter de la posición. Como se verá
más adelante, el aislamiento del peón "d" es
un precio demasiado alto por la diagonal "el"­
"h6". De haber retomado con la dama, y
después de IO.c4 Wld6 ll..�.b2, habrían
repetido la posición de mi décima partida
contra Euwe (La Haya, octubre de 1937), que
es considerada por algunos teóricos (por
ejemplo, Fine), como ventajosa para el
segundo jugador. Sin necesidad de llegar tan
lejos, se debe admitir que esa línea de juego
conduce a una partida muy viva y con
posibilidad para ambos bandos.
lO.dxcS!
Terminando con las posibles esperanzas de las
negras de bloquear, mediante ...c4.
lO WfaS ll.�d3 ltle4
.•.
Después de este esfuerzo innecesario (porque
el peón blanco de "c3" no puede ser tomado),
la posición de las negras se hace crítica.
ll...�g4, tampoco habría bastado para resta­
blecer el equilibrio, porque las blancas permi­
tirían el cambio de su caballo, para continuar
sencillamente con 12.!l:bl o 12.a4.
Pero II...W/xc5, pudo y debió ser jugado.
12.0-0
Este es el movimiento exacto, porque las
negras no pueden jugar, ni 12...W/xc3, debido
a l3.�xe4, ni 12... lt:lxc3, por l3.�d2.
254
12 Wfxc5 13.a4!
.•.
Las blancas aprovechan la oportunidad para
corregir su cuarta jugada, eliminando así el
único defecto serio de su posición.
13 8:e8 14.�a3 WfaS 15.8:abl!
•.•
Si ahora, l5...a6, entonces 16.c4 lt:lf6 17.lt:lg5
(amenazando mate en dos) 17...g6 1 8.cxd5
\Wxd5 19.f4!, para seguir con �c4 etc., con
ataque ganador.
En consecuencia, el próximo paso de las
negras debe considerarse como un esfuerzo
desesperado para cambiar el curso normal de
la batalla.
1S Wfxc3 16.�xe4 Wfxa3 17.�xh7+ º'h8
.•.
Es sorprendente que esta jugada, que parece
más natural que ...'it>f8, pierda rápidamente y
sin remedio, mientras que después de la
citada, las blancas se hubieran conformado
con una ventaja posicional, es cierto que bien
palpable, jugando 18.�f5, etc.
18.lt:lg5!
Lo mismo que en la partida anterior contra
Stoltz, el ataque de mate comienza repenti­
namente y tiene éxito en muy pocas jugadas.
En los comienzos de su carrera, Flohr solía ser
superficial en la defensa de la posición de su
rey (recuérdese, por ejemplo, su conocida
derrota contra Mikenas en Folkestone).
Pero en la actualidad se ha convertido en uno
ALEXANDER ALEKHINE
de Jos más prudentes (sino el más prudente)
de los maestros existentes.
18...g6
Las consecuencias de esta jugada eran tan
fáciles de prever como las de 18...1'U8
19.�g8!, o de 18...ltld8 19.�f5!
La única variante más o menos complicada se
presentaría después de 18...We7!, que habría
llevado a la siguiente terminación: 19.f4! f6
20.�g8 g6 21.Wxg6 fxg5 22.�n �f5!
23.Wh6+ �h7 24.!l:xb7! Wf8 25.Wf6+ Wg7
26.Wxg7+ <tJxg7 27.�xe8+, seguido de
28.�xc6 y ganan.
¡Por supuesto!
19...fxg6 20.Wfxg6 !!:e7 21.e4!
Un bonito tiro de gracia.
Las negras abandonaron.
Si ahora 2l...d4 (no hay otra cosa), entonces
22.!!:b5 �g4 (otra vez lo único) 23.Wf6+ !!:g7
(si 23...<tJg8, 24.ltle6!) 24.!l:xb7 Wf8 25.!!:n
etc., ganando.
PARTIDA No 115
Blancas: A. Alekhine
Negras: A. Asgeirson
Defensa Francesa (CI4)
Exhibición de Simultáneas
Reykjavik, Agosto de 1931
l.e4 e6 2.d4 dS 3.ltlc3 ltlf6 4.igS !J.e7
s.!J.xf6
Esta variante ha sido recientemente patro­
cinada por el talentoso maestro alemán Kurt
Richter, pero asociada con 6.e5, seguido de
7.Wg4. En este caso, la idea era muy diferente
y consistía en mantener la tensión en el centro
mientras fuera posible y terminar, entretanto,
la movilización de fuerzas.
MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937
s...!J.xf6 6.c!Llf3 0-0 7.iJ.d3 ges
Esto es una pérdida de tiempo, en cambio,
7...c5 era lo indicado. En tal caso, las blancas
no tendrían nada mejor que 8.dxc5 Wa5
9.Wd2 etc., con perspectivas más o menos
iguales.
8.e5 ie7
9.h4!
Por supuesto que con la intención de sacrificar
en "h7". Pero ¿es dicho sacrificio del todo
correcto? Mi adversario, que fue en otra época
campeón de Islandia, no lo cree, e inicia un
contraataque. Si ahora 9...h6, las blancas
también obtendrían una ventaja formal conti­
nuando con 1O.ltle2 c5 ll.c3.
9...c5 10.ixh7+
La bondad de esta entrega estereotipada reside
en la posibilidad de que las blancas exploten
también las columnas centrales con propósitos
de ataque. Como se verá, unos cuantos jaques
en el flanco rey no serían suficientes para
producir un efecto decisivo.
10...Wxh7 n.ltlgS+ Wg8 12.Wh5 iJ.xgS
13.hxg5 Wf8
Las negras esperaban quedar libres de
molestias después de 14.Wh8+ <tJe7 15.Wxg7
!!:g8 16.Wf6+ <tJe8 etc., pero la próxima
jugada de las blancas les demostrará que la
255
situación es mucho más seria de lo que pare­
cía.
14.g6!
Este peón no puede ser tomado, porque
después de 15.'1Wxg6, no habría defensa posi­
ble contra 16.E:h8+, etc.
14... @e7 15.gxf7 E:f8 16.0-0-0
Esta maniobra no constituye una simple juga­
da automática de desarrollo: las blancas ame­
nazan ahora 17.l2Jb5, que antes no servía debi­
do a 17...'11:lfa5+.
16...a6 17.dxc5
Amenazando 18.tt:le4.
17...tt:ld7
Esto asegura la participación de todas las
fuerzas blancas en el ataque final. La variante
principal, en caso de aceptación de esta nueva
entrega, es muy bonita: 18...exd5 19.tt:lxd5+
@e6 20.tt:lf4+ �e7 2l.e6 tt:lf6 22.'11:lfe5! E:xf7
23.tt:lg6+, seguido de mate en tres jugadas.
18...\WaS 19.\WgS+
Impidiendo que el rey negro pueda escapar a
"d8".
256
No podía jugarse enseguida 2l.E:xd7+ ixd7
22.tt:le4?, por 22...We1 mate.
21...'1Mfxc5 22J�xd7+! ixd7 23.tt:le4 Wb4
Amenazando mate otra vez, pero...
24.tt:ld6+ @f8 25.Wf6+! gxf6 26.E:f7 mate.
La posición de mate es "pura" y, para una par­
tida real, suficientemente económica.
PARTIDA No 116
Blancas: Dr. Tartakower y Aficionado
Negras: Dr. Alekhine y Aficionado
Defensa India de Dama (E14)
Partida en Consulta
París, Mayo de 1931
1.d4 tt:lf6 2.l2Jf3 b6 3.e3 ib7 4.id3 e6
S.l2Jbd2 eS
Esto es importante desde el punto de vista
estratégico para poder compensar el avance
del peón "e" blanco.
6.0-0 l2Jc6 7.c4
En lugar de jugar 7.c3, o 7.a3, seguido
eventualmente por 8.b3 y 8.ib2 (Rubinstein),
las blancas adoptan aquí un tercer plan que
tiene el pequeño inconveniente de carecer de
amenazas inmediatas en el centro, circuns­
tancia que permite a las negras terminar con
tranquilidad su desarrollo y conseguir una
partida igual.
7...ie7 8.b3 cxd4
8...0-0, seguido de 9...d6, era también sufi­
ciente.
Con la maniobra del texto, las negras fijan el
peón "d" blanco, el cual puede llegar a ser una
debilidad, pero por otra parte, abren para su
ALEXANDER ALEKHINE
adversario la columna "e" y le ceden el punto
"e5".

9.exd4 dS 10.ib2 ttlb4

Esto es menos innocuo de lo que parece a

primera vista: las negras esperan provocar,
tarde o temprano, a3, y entonces la maniobra
...ttlc6-ttla5 podría resultar fuerte. Además,
las blancas tendrán que tener en cuenta la
posibilidad de ...ttle4.

ll.�bl 0-0 12J�ell::k8 13.ttle5 ttlc6!

A pesar de la jugada décima de las negras,
esto no es de ninguna manera una pérdida de
tiempo, porque las dos últimas jugadas de las
blancas han modificado completamente la
situación:
1) gracias a la posición de la torre blanca en
"e1", el alfil rey negro tiene ahora pers­
pectivas en "b4".
2) el caballo blanco central está expuesto y, en
ciertos casos, su cambio puede ser prove­
choso.
Era relativamente mejor para las blancas
continuar con 14.a3, a lo que las negras
habrían contestado 14...Wc7, seguido de
15...!:1ed8.
15...ttle7!
Es evidente que este caballo está tratando de
hacerse útil: en lugar de ser cambiado por otro
caballo, se colocará en una casilla muy efi­
ciente, como "f5", o costará la vida al peli­
groso alfil rey blanco.
16.ttlg5
Con la amenaza del sacrificio 17.�xh7+
lt:Jxh7 18.lt:Jxh7 Wxh7 19.Wh5+, seguido de
20.!:1h3 y tratando, al mismo tiempo, de
debilitar el efecto de la posible jugada ...lt:Je4.
16...h6 17.ttlh3

14.ttldf3 Es esta una triste necesidad, porque una

combinación sobre la base de 17.E1h3 no daría
Parece que las blancas pensaran que la jugada resultado, debido a la respuesta 17...lt:Jf5!
preventiva 14.a3 justificaría en cierto modo la
última maniobra del caballo negro y desearan
castigar a su adversario por su juego "anti­
Es interesante observar que las piezas negras,
científico".
después de haber dispuesto de la casilla "b4",
Serán necesarias pocas jugadas más para saber
la van abandonando sin haber sido obligadas a
cuál de las dos apreciaciones de esta posición
hacerlo.
era la verdadera.

14...�b4 15.!:1e3?
Esto es lógico, pero demasiado peligroso.
Continuando con 15.lt:Jxc6 �xc6 16.!:1e3 lt:Je4
17.lt:Je5 �b7 etc., podía obtenerse también una
partida igual.
18.Wfe2 ttlfS
El momento ha sido bien elegido, porque la
torre no puede retroceder y no dispone de
casillas seguras en la tercera fila.
19.�xf5 exfS

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937 257

La pareja de alfiles tiene mucho valor aquí,
porque las blancas no poseen casillas estables
para sus caballos en el centro, puesto que las
negras están siempre en condiciones de pre­
parar y jugar ...f6.
20J�cl gc7
El objeto principal de esta jugada es propor­
cionar a la dama un espacio mayor.
Amenazando sencillamente ...lt::ld7, seguido de
...f6 y, en consecuencia, induciendo a las blan­
cas a simplificar a expensas de su posición.
23.cxd5 lt::lxd5 24.gxc7 ixc7 25.'11Nc4
Amagando eventualmente lt::lf4. Pero esta
amenaza, como varias otras de las blancas en
esta partida, son tan visibles como innocuas.
25 VNe6 26.gel '?Nd6!
.•.
Desde este momento la amenaza ...f6 se hace
más aguda.
27.'11Na4 ic6 28.'11Na3
Tímida tentativa de salvar la ropa, cambiando
damas. Por supuesto, las negras rechazan de
plano la transacción.
258
29 f6!
••.
Al hacer esta jugada, las negras tuvieron en
cuenta las siguientes variantes:
1) 30.!l:xc6 lt::lxc6 31.'11Nxd6 ixd6 32.lt::lxc6
!l:e1+ 33.'tt>f2 !l:b1 34.ic3 !l:c1 y ganan.
2) 30.lt::lxc6 '?Nxh2+ 3l.'it>fl (si 3l.'it>f2, lt::ld3+,
etc.) 31...'11Nh1+ 32.lt::lg1 (si 32.'tt>f2, lt::ld3 ma­
te) 32...ih2 y ganan.
El próximo sacrificio desesperado de las
blancas permite asimismo una terminación
rápida y elegante.
30.f4 fxeS 31.fxe5 gxeS!
La continuación más prosaica 31...'11Ne7
32.lt::lf4 aS, también habría bastado, pero el
sacrificio de torre es mucho más terminante.
32.dxe5 '?Nd2 33.lt::lf2
Como 33.!l:xc6 '?Ne1 mate no se puede jugar,
esto es obligado.
33...lt::ld3! 34.gfl lt::lxb2 35.'11Ne7 '?NdS 36.lt::le4
ixeS!
Las blancas abandonaron.
PARTIDA W 117
Blancas: A. Alekhine
Negras: S. Borochow
Apertura Española (C80)
Exhibición de Simultáneas a Ciegas
Hollywood (California), Noviembre de 1932
l.e4 eS 2.lt::lf3 lt::lc6 3.ib5 a6 4.ia4 lt:lf6
5.0-0 lt:lxe4 6.d4 bS 7.ib3 dS 8.lt:lxe5
Adopté aquí esta antigua jugada por una razón
especial: mi adversario, uno de los más fuertes
jugadores californianos, había defendido la
Española de una manera exactamente igual,
contra mí, en el Torneo de Maestros de
Pasadena, logrando después de 8.dxe5 una
posición satisfactoria. Por lo tanto, en esta
partida a ciegas aproveché la primera opor-
ALEXANDER ALEKHINE
tunidad para desviarme del tan explorado resolver es mucho menos fácil de lo que se
camino teórico. La próxima jugada de las ne­ habían imaginado.
gras, sin ser la mejor, no es tampoco un error,
porque en este momento, el caballo blanco
tiene más valor que su colega negro.

8... tt::lxe5 9.dxe5.ie6

Las otras dos jugadas que podían efectuarse

aquí eran 9....ib7 y 9...c6.

10.a4

Esta diversión hacia el ala opuesta es de­

masiado lenta, sobre todo dado el desarrollo
insuficiente de las blancas. Una continuación
más aconsejable era lO..ie3, seguido de f4 o
tt'ld2.
10... tt::lc5 ll.tt::ld2 ie7
Muy correcto, porque las blancas no ame­
nazan nada.
15.tt::ld4!
Si ahora l5...Wc8, entonces 16.f4 c5 17.tLlxe6
fxe6 18.�xa4 0-0 l9 . .ie3 etc., y la posición
de las blancas sería preferible. La respuesta de
las negras, aunque permite la apertura de la
columna central, es algo mejor.

15...id7 16.e6 fxe6 17J;xa4!

12.Wfe2 c6 13.c3 tt::lxb3

Otra pequeña sorpresa para las negras.

Este cambio es la consecuencia de una apre­ Después de 17.tLlxe6 .ixe6 18.Wxe6 Wd7 etc.,
ciación un tanto equivocada de la posición,
la iniciativa de las blancas se desvanecería
que resulta instructiva. Habiendo conseguido
enseguida.
una partida muy satisfactoria, las negras se
imaginan que ya puede dictar la ley. Habría
17...Wc8
sido más juicioso que se dedicaran a asegurar
la posición de su rey, ya sea enrocando, o
Pero si ahora 17...c5, entonces 18.tLlxe6 .ixe6
jugando primero 13....if5, con excelentes
19.Wxe6, con ataque contra el peón "a".
probabilidades de lucha.
Además, como puede verse fácilmente,
17...0-0 también provocaría una pérdida
14.tt::lxb3 bxa4 material.

Por supuesto que 14...d4 15.tt'lxd4 .ic4 18.gel ct?r7?

16.'¡Wf3 .ixfl 17.Wxc6+ �f8 18.ct?xfl etc.,
habría sido una pésima especulación. Después
de la jugada del texto, que es consecuencia
lógica de la precedente, las negras esperaban
15.�xa4 Wb6 16.tt'ld4 c5 17.tt'lxe6 Wxe6 1 8.f4
f5, seguido de enroque etc., con perspectivas
de lograr una iniciativa en el centro. Pero la
jugada "intermedia" de las blancas que sigue
les hará ver que el problema que tienen que
Esta tentativa de conservar todos los bienes
terrenales será refutada de una manera con­
vincente. La única continuación que permi­
tiría cierta resistencia era 18...0-0 19.tLlxe6
.ixe6 20.Wxe6+ Vf1xe6 2l.gxe6 .ic5! 22..if4
�f6 23.�xf6 gxf6, y las blancas, a pesar de su
superior posición de peones, no habrían en­
contrado con facilidad la manera de acrecentar

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937 259

su ventaja hasta hacerla decisiva.
19. .!LlfS!
Esto amenaza no sólo 20.lt::lxe7, sino también,
en algunas variantes, 20.lt::lxg7!, etc.
Y si 19...Wff8, entonces 20.lt::lh6+! rJie8 (si
20...gxh6, 2l.Wfh5+) 2I.lt::lg4, seguido de lOeS
etc., con posición ganadora.
19 J'�e8
•.
Tampoco serviría la jugada 19...exf5, debido a
20.Wfxe7+, seguido de 2l.l:!e3, etc.
20.Wfh5+ rJigS 21.lt::lxg7! l:!f8
Si 2l...rJixg7, entonces 22.�h6+, seguido por
mate en tres.
Esta tentativa tardía de devolver a la vida al
infortunado alfil de casillas blancas que, a pri­
mera vista, parece defender momentánea­
mente todo (24.Wfxe5 �f6, o 24.l:!h3 �f5!,
etc.), será frustrada por la réplica mortal que
sigue.
Las negras abandonaron.
Como no soy compositor de problemas, no sé
si esto es realmente una "jugada de problema".
De todos modos, no puede negarse su
efectividad, porque si 24...�xe6, seguiría
260
25.Wfxh7+ <;t>xh7 26.l:!h3+ �h4 27.l:!hxh4
mate.
PARTIDA No 118
Blancas: A. Alekhine
Negras: Kimura
Apertura Española (C73)
Exhibición a Ciegas sobre 15 Tableros
Tokio, Enero de 1933
l.e4 eS 2.lt::lf3 lt::lc6 3.ibS a6 4.�xc6 bxc6
Aunque jugable, este toma se practica rara
vez, porque 4... dxc6 proporciona al segundo
jugador una partida muy satisfactoria.
S.d4 exd4 6.Wfxd4 d6
Esta jugada es más natural que 6...Wff6, que
ensayé contra Duras en Mannheim 1914
(véa�e "Mis Mejores Partidas, 1908-1923"), y
que puede ser contestada ventajosamente con
7.e5! Wlg6 8.0-0, puesto que la aceptación del
sacrificio 8...Wfxc2, sería demasiado peligrosa
para las negras.
7.0-0 ie6 8.lt::lc3 lt::lf6 9.igS
La superioridad posicional que las blancas
podrían obtener jugando aquí 9.e5, o en la
próxima jugada, sería respondida con ...lt::ld5,
con posición satisfactoria.
9...�e7 10.Wla4 id7 ll.l:!adl 0-0
ALEXANDER ALEKHINE
12.e5! despoja a las negras de toda probabilidad de
lucha.
Este avance asegura a las blancas, de una
manera u otra, una supremacía evidente. La 20.c!Lle4!
variante principal que consideré al efectuarlo
era la siguiente: 12...l2ld5 13.il.xe7 Wxe7 (si Este es el la primera consecuencia del ataque
13...l2lxe7, 14.Wih4!) 14.l2lxd5 cxd5 15.Wia3!, iniciado por la jugada 18.l2lf5!
y las negras quedan en dificultades. Aparentemente, las blancas ofrecen una trans­
acción que las negras deseaban.
12 c!Lle8 13.ixe7
••• Wxe7 14.exd6 cxd6
15J:Uel Wld8 20 J:he7
••

Esto es una triste necesidad, porque después

Obligado, porque 20...l2lxe4 2l.É!dxd7, no
de 15...Wif6, la respuesta 16.l2le5! sería prácti­
dejaría esperanzas.
camente decisiva.
21.c!Llxf6+ �h8
16.c!Lld4!

Si 2l...�f8, seguiría 22.l2lxh7+ �g8 23.l2lf6+

Si ahora 16...c5, entonces 17.l2lc6 Wc7
�f8 24.l2lxe7 gxf6 25.l2lxc6 We8 26.Wlb4! a5
18.l2ld5! Wib7 19.l2lce7+ �h8 20.Wih4
27.Wic3 y ganan.
(amenazando 2l.É!e4, seguido de 22.Wixh7+!),
con fuerte ataque.
22.c!Llxe7 Wxe7
16 Wc7 17.É!e7 c!Llf6 18.c!Llf5!
•••

Las negras esperan, no sin placer, la variante

La continuación más sencilla, 18.É!de1, con­ 23.l2le4 il.f5 24.É!d4 c5 25.É!c4 É!d8, que les
servaría la ventaja sin complicaciones, pero la ofrecería la posibilidad de un contraataque.
línea de juego elegida era tentadora y resultó
correcta.

18 Wid8
•••

Esta es la respuesta más embarazosa para las

blancas, cuyas piezas están un poco en el
"aire".
La alternativa, 18...É!fe8, las habría colocado
frente a una tarea más fácil: 19.l2le4! l2lxe4
20.Wxe4 É!xe7 2l.Wixe7! É!e8 22.Wixd6 Wixd6
23.l2lxd6 É!e2 24.l2lc4 É!xc2 25.l2le3 y ganan.

23.We4!

Esto parece que obliga a la continuación
20.É!xe8+ Wxe8 2l.l2le3, después de la cual
las negras podrían jugar 2l...É!b8 planteando
algunos problemas al adversario "ciego".
Por eso es tanto más sorprendente la maniobra
que sigue, cuanto que en un par de jugadas
Una sorpresa muy desagradable para las
negras: las blancas no sólo defienden el mate,
sino que lo amenazan a su vez en "h7", for­
zando así la simplificación.
23 Wxe4 24.c!Llxe4 ie6 25.b3 g6
•••

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937 261

Aún con la esperanza de 26.E!:xc6? idS. Pero
puesto que las blancas evitaron también esa
"celada", las negras ya podían abandonar.
26.lücs irs 27.gxc6 ges
No me había apercibido: todavía quedaba la
probabilidad de dar mate en la primera fila.
¡Los japoneses parecen realmente demasiado
optimistas, por lo menos en ajedrez!
28.f3 ge2 29.gxa6 gxc2 30.lüe4 ie6 31.h4
rJlg7 32.�h2 �h6 33.�g3 id7 34.a4 rs
3S.ltJgS gc3 36.ga7 gd3 37.aS �hS
38.lüxh7
Las negras abandonaron.
PARTIDA No 119
Blancas: l. Kashdan y Aficionado
Negras: Dr. Alekhine y Aficionado
Apertura Española (C86)
Partida en Consulta
Nueva York, Septiembre de 1933
l.e4 eS 2.lüf3 lüc6 3.ibS a6 4.ia4 d6 S.c3
id7 6.d4 lüf6 7.Wfe2
La defensa del peón "e" con la dama propor­
ciona a las blancas más inconvenientes que
ventajas, de modo que es mejor continuar con
7.0-0 ie7 8.E!:el.
7...ie7 8.0-0 0-0 9.dS
Es difícil encontrar algo más aconsejable que
este procedimiento de bloqueo, porque las
negras amenazaban ... lüxd4, y por otra parte,
9.ib3 (o 9.ic2) puede ser contestado con
ventaja con 9...exd4, seguido de 10... lüa5 (o
IO...lLlb4).
9...lüb8 IO.ic2 aS!
La idea de desarrollar el caballo a "eS", como
en algunas variantes de las Defensas Indias, es
a la vez, tentadora y justificada desde el punto
262
de vista posicional. Sin embargo, la jugada
dinámica 1 O...c6, habría sido una buena
alternativa, porque permitiría abrir columnas
en el flanco dama antes de que las blancas
terminaran su movilización.
ll.c4 lüa6 12.lüc3 lücS 13.�e3 b6 14.h3 g6
Las negras aspiran a jugar ... lLlh5-lLlf4. Las
próximas jugadas de las blancas, que aparen­
tan ser de "ataque", no tienen más objeto que
el de impedir esta posibilidad.
IS.ih6 ges 16.g4 irs 17.ixf8
Si 17.Wfd2, entonces 17...ig7, y las blancas se
encontrarían en el caso de tener que cambiar
en circunstancias aún menos favorables.
La jugada f4 que se planea con esto, aunque
aumentaría la debilidad de las casillas negras
de la posición de las blancas, debe ser consi­
derada como una especie de defensa indirecta
contra la iniciativa que las negras amenazan
en la columna "h". Además, la mala suerte de
las blancas quiere que ya no tengan tiempo de
realizar el avance de peones en el flanco dama
(b3, seguido de a3 y b4) que, de otro modo,
habría sido conveniente.
18...Wfe7
No hay por qué apresurarse en jugar ...h5,
puesto que las blancas no pueden impedirlo de
ALEXANDER ALEKHINE
ninguna manera. 28...i>f8!

19.t:lfe3 h5 20.f4! A pesar de su simplicidad, esta jugada es,

probablemente, la más difícil de la partida:
La entrega que esta jugada implica está después de defender a su dama, las negras
tácticamente justificada, porque una defensa amenazan ahora 29...tt::lxg4!
pasiva que comience con 20.f3, sería inútil
debido a 20...'�g7, seguido de 2l...�h8. El 29J:!g2 lDcd7
único inconveniente es que las negras no
tienen necesidad de aceptarla y el peón "g" Esta jugada, que permite réplicas de peligro­
blanco quedará débil. sas apariencias como las que siguen, también
tuvo que ser exactamente calculada.
20...hxg4 21.hxg4 exf4!
30.lLlb5
Luego de 21...tt::lxg4? 22.tt::lxg4 �xg4 23.t:ltg3
�hS 24.fS, las blancas podrían iniciar un fuer­
te ataque.

22.Wfxf4 i>g7 23.�ael �ae8 24.i>g2

Esto debe haber sido jugado teniendo en

cuenta la posibilidad de un cambio de damas
en caso de .. :�eS. Pero las negras prefieren,
con razón, aumentar primero su presión,
aprovechando la apertura de la columna "e",
sobre todo porque ven que un ataque triple
contra su caballo de "f6" puede ser frustrado
con éxito mediante un contraataque.
30... tt::le5!
24.. J::gh8 25.:ae2 :ah4 26.:aef2 :aeh8 27. �gl
Esta ocupación de la dominante casilla central
Podría parecer por un momento que la presión coincide aquí con la decisión táctica de la
que las blancas ejercen contra los puntos "f7" partida. Como 31.tt::lxc7 sería refutado con
y "f6" de las negras fuera más fuerte que las 3l...�xh2! 32.�xh2 �xh2 33.tt::lxe8 lLlfxg4!
contraamenazas en la columna "e", pero las 34.Wxe7+ �xe7 3S.�a4 �xb2, las blancas no
dos próximas jugadas mostrarán las cosas bajo tienen nada mejor que simplificar y entrar al
su verdadero aspecto. final con la esperanza de un milagro.

27...�e8!
31.Wfxf6 t:lfxf6 32.:axf6 �xb5!
Esto no sólo defiende al peón "f", sino que
ofrece espacio al caballo de "eS". Importantísimo cambio intermedio cuya omi­
sión hubiera ofrecido a las blancas excelentes
28.t:ltg5 probabilidades de empate.

El final que resultaría después de 28.Wxf6+, 33.cxb5 �xh2

sería evidentemente favorable a las negras,
porque disponen de la valiosa casilla central En muchas variantes, este es un punto deci­
"eS" para su caballo. sivo.

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937 263

34.E:xh2 E:xh2 3S.E:xfi+
Esta es la única manera de no perder material
por el momento.
3S...'il?xti 36.'il?xh2 c!Dxg4+ 37.'if?g3 c!Des
A pesar de la igualdad de material, las negras
tienen una tarea fácil, porque, además del
peón pasado, ejercen una supremacía evidente
sobre las casillas negras (dos piezas contra
una).
38.b3 'if?f6 39.�dl c!Dd3 40.'if?f3 'if?es 41.'if?e3
c!DcS 42..if3 gS 43.�hl c!Dd7
También era bueno 43...g4.
44.ig2 c!Df6 4S.if3 g4 46 .ie2
•
En caso de 46..ig2, las negras ganarían con
facilidad mediante el movimiento 46...tt:lh5,
seguido de 47...tt:lf4.
46... tt:lxe4 47.ixg4 c!Df6 48.if3 c!DxdS+
49.'if?d2 'if?d4 SO.a3 c!Dc3 Sl..ic6 a4! 52.'if?c2
dS 53.bxa4 'if?c4!
Las blancas abandonaron.
PARTIDA W 120
Blancas: A. Alekhine
Negras: A. Mindeno
Apertura Española (C62)
Exhibición de Simultáneas
Holanda, Octubre de 1933
l.e4 eS 2.c!Df3 c!Dc6 3..ibS d6
La Defensa Steinitz, que estaba de moda en la
época del match Lasker-Capablanca (1921),
ha desaparecido definitivamente de la practica
magistral.
En realidad, el procedimiento moderno, con la
jugada intermedia 3...a6 (Steinitz diferida),
ofrece a las negras, después de 4.ia4 d6, una
elección mucho más amplia de planes de
desarrollo que la pasiva jugada del texto.
264
4.d4 exd4
Después de 4....id7, la línea más prometedora
para las blancas sería 5.tt:lc3 tt:lf6 6.ixc6
ixc6 7.Wfd3! etc.
s.Wfxd4
Por supuesto que 5.tt:lxd4 también es bueno.
Con la jugada del texto, las blancas ya plan­
tean el enroque largo.
S....id7 6..ixc6 .ixc6 7.c!Dc3 c!Df6 8..igS .ie7
9.0-0-0 0-0
10.h4
Esta posición se ha presentado hace ya bas­
tante tiempo en una partida de torneo de
Anderssen, en Baden-Baden, 1870. El cam­
peón alemán jugó aquí IO.!!ee1 y el juego
terminó en tablas.
Con el fin de verificar una vez más el valor de
esta movida, la repetí en Folkestone, 1933,
contra un tocayo de Anderssen, el maestro
danés E. Anderssen, y aunque la partida me
fue favorable, su primera etapa (después de
IO.!!ee1 tt:ld7 1I..ixe7 Wfxe7 12.!!d3 Wff6
13.tt:ld5 .ixd5 14.exd5 Wfxd4 etc.), no fue del
todo mala para las negras. La jugada 1O.h4 es
sutil, y las negras no deben escatimar esfuerzo
para desalojar al alfil blanco de "g5".
10...h6
Esto no puede criticarse, porque las negras no
ALEXANDER ALEKHINE
están obligadas a tomar el alfil con el peón, manera semejante a la del texto: 15.g6 We6
pudiendo hacerlo cuando no ofrezca peligro. l6.lLie5! lLif6 (si no, 17.É1dhl, etc.) l7.É\h8+!
illxh8 18.Wfh4+ 'it>g8 l9.É1hl, con mate ine­
ll.lLidS vitable.

Entrega correcta y exactamente calculada, que IS.�dhl fS

las negras no deberían aceptar. Sin embargo,
lJ.<j;>bl, era aún más apropiado para mantener
la tensión. Después de esto parecía que las negras se han
salvado, porque si 16.g6 Wxg6 17.lLle5,
ll ...hxgS? obtendrían una torre y dos piezas menores por
la dama mediante l7... Wxh5 l8.É1xh5 dxe5,
Aunque el punto final del sacrificio era muy etc. Pero una inversión espectacular de juga­
difícil de prever, no hay duda de que su das termina con sus esperanzas.
aceptación debe ser censurada. Era obvio que
la apertura de la columna "h" implicaba un
peligro mortal, además las negras disponían
de una defensa perfectamente segura (al
menos por el momento) continuando con
ll...lLixd5 l2.exd5 �d7, etc.

12.lLixe7+!

Es evidente que l2.hxg5 lLixd5 l3.exd5

�xg5+ etc., no convenía porque las negras
dispondrían de una buena defensa.

12...Wfxe7 13.hxg5 lLixe4•

16.lLieS!!
Contra cualquier otra jugada del caballo, la
duplicación de las torres en la columna "h" se Jugada sorpresiva, cuyo objeto es debilitar la
mostraría decisiva. Y si l3...Wfxe4, entonces defensa del punto "d5".
l4.gxf6 Wfxd4 l5J'hd4 �xf3 16.gxf3 É\fe8
17.É\g4! g6 18.É1gh4, seguido de mate. 16...dxe5

Como l6...Wfxe5 l7.Wfxe5 dxe5 l8.g6, pierde

instantáneamente, las negras no tenían dónde
Si las negras hubieran jugado enseguida elegir.
14...f5, las blancas forzarían el triunfo de una
17.g6!
Nuevos análisis parecen demostrar que el negro resiste
el ataque y se queda con la pieza de ventaja por medio de
La clave.
13...li:lh7! y ahora:
a) 14.l"1h4 (Seferian- Vul, Moscú 1998) 14...l"1fe8! 15.g6 Las negras abandonaron.
(si IS.l"ldhl, �xe4, ganando) 15...li:lf8 16.gxf7+ Vfffxf7, Si ahora l7...Wfxg6, entonces l8.Wfc4+ segui­
con ventaja ganadora, según Vul. do de mate en tres.
b) 14.l"1h5 Vfffxe4 IS.l"ldhl (si 15.Vfid2, f6!) 15...V!ixd4
A no ser por la jugada preliminar, l6.lLle5
16.l"1xh7 Vfif4+ 17.\!?bl f6 18.g6 Vfih6! etc.
e) 14.l"1xh7'i!?xh7 IS.l"lhl+'i!?g8 16.e5 �xf3! 17.Vfffh4 fS!,
dxe5, las negras dispondrían todavía de la
ganando. defensa ...d5.

MIS MEJORES PARTIDAS 1924-1937 265

ÍNDICE DE PARTIDAS
Pag.

Alekhine- Reti Defensa India de Rey 6

2 Alekhine- Janowsky Apertura de Peón Dama 8
3 Alekhine- Colle Defensa Chigorin JO
4 Alekhine- Opocensky Defensa Eslava 12
5 Tarrasch- Alekhine Apertura Italiana 13
6 Reti- Alekhine Fianchetto del Rey 15
7 Alekhine- Treybal Gambito de Dama 17
8 Thomas- Alekhine Defensa Alekhine 19
9 Alekhine- Marshall Gambito de Dama 21
JO Davidson- Alekhine Defensa Semieslava 23
11 Rubinstein- Alekhine Defensa India de Dama 24
12 Alekhine - Grünfeld Gambito de Dama Aceptado 26
13 Siimisch- Alekhine Defensa India de Dama 27
14 Rubinstein- Alekhine Apertura de Peón Dama 29
15 Alekhine - Nimzowich Defensa Nimzoindia 31
16 Alekhine- Marshall Defensa Bogoindia 34
17 Alekhine- Aztalos Gambito de Dama 35
18 Alekhine- Tartakower Defensa Caro Kann 37
19 Kmoch - Alekhine Defensa Eslava 38
20 Capablanca- Alekhine Defensa Francesa 40
21 Capablanca- Alekhine Gambito de Dama 43
22 Capablanca- Alekhine Gambito de Dama 46
23 Alekhine- Capablanca Gambito de Dama 49
24 Alekhine- Capablanca Gambito de Dama 51
25 Alekhine- Steiner Gambito de Dama Aceptado 54
26 Alekhine- Bogoljubow Defensa Eslava 55
27 Alekhine- Bogoljubow Defensa Eslava 57
28 Bogoljubow- Alekhine Apertura de Peón Dama 59
29 Alekhine- Bogoljubow Defensa Grünfeld 60
30 Bogoljubow- Alekhine Apertura Española 63
31 Yates- Alekhine Apertura Española 65
32 Alekhine- Nimzowich Defensa Francesa 68
33 Vidmar- Alekhine Defensa Nimzoindia 70
34 Alekhine- Maroczy Gambito de Dama 74
35 Alekhine- Tartakower Defensa Holandesa 76
36 Ahues- Alekhine Apertura Colle 79
37 Alekhine- Kmoch Defensa Nimzoindia 80
38 Stahlberg- Alekhine Defensa Nimzoindia 83
39 Alekhine- Anderssen Apertura de Peón Dama 85
40 Alekhine - Weenink Defensa Eslava 86
41 Alekhine- Steiner Apertura Inglesa 88
42 Alekhine- Stoltz Defensa Eslava 90
43 Alekhine- Nimzowich Defensa Francesa 92
44 Alekhine - Vidmar Gambito de Dama 93
45 Pire - Alekhine Defensa Tarrasch 99
46 Alekhine - Flohr Gambito de Dama Aceptado 100
47 Stoltz- Alekhine Apertura Española 102
48 Alekhine- Maroczy Gambito de Dama 104
49 Alekhine - Winter Defensa Caro Kann 106
50 Menchik - Alekhine Defensa India de Dama 107
51 Alekhine - Koltanosvky Apertura Española 109
52 Alekhine- Tartakower Gambito Budapest 110
53 Alekhine- Sultan Khan Defensa Caro Kann 112
54 Alekhine- Grob Apertura Española 114
55 Alekhine - Flohr Apertura Colle 116
56 Alekhine- Steiner Apertura Española 117
57 Alekhine- Mikenas Defensa Moderna 119
58 Steiner- Alekhine Apertura Española 122
59 Alekhine- Zukierman Gambito de Dama 123
60 Znosko Borovsky- Alekhine Apertura Española 125
61 Alekhine- Bogoljubow Defensa Semieslava 128
62 Alekhine- Bogoljubow Defensa Semieslava 129
63 Bogoljubow- Alekhine Defensa Benoni 133
64 Alekhine- Bogoljubow Apertura Española 135
65 Bogoljubow- Alekhine Gambito de Dama Aceptado 138
66 Bogoljubow- Alekhine Defensa Eslava 139
67 Alekhine- Roselli del Turco Apertura Colle 141
68 Alekhine- Johner Apertura Española 143
69 Gygli - Alekhine Defensa Benoni 145
70 Alekhine - Lasker Gambito de Dama 147
71 Alekhine- Lundin Gambito de Dama 148
72 Alekhine - Euwe Defensa Eslava 151
73 Alekhine- Euw� Defensa Francesa !53
74 Euwe- Alekhine Defensa Grünfeld 155
75 Alekhine- Euwe Defensa Francesa !57
76 Alekhine- Euwe Apertura Vienesa 160
77 Ahues- Alekhine Gambito de Dama Aceptado 163
78 Alekhine - Bogoljubow Gambito de Dama 165
79 Alekhine- Bogoljubow Apertura de los Tres Caballos 167
80 Alekhine - Eliskases Apertura Española 170
81 Alekhine- Frydman Defensa Siciliana 171
82 Alekhine - Foltys Gambito de Dama 174
83 Alekhine- Menchik Apertura de Peón Dama 176
84 Alekhine- Euwe Defensa Francesa 178
85 Winter- Alekhine Defensa Francesa 183
86 Alekhine - Alexander Defensa India de Dama 184
87 Alekhine- Bogoljubow Defensa Eslava 186
88 Tartakower- Alekhine Apertura de Peón Dama 189
89 Alekhine- Vidmar Gambito de Dama 190
 90 Alekhine- Fine Apertura Española 194
91 Alekhine- Tylor Apertura Española 196
92 Alekhine- Foltys Defensa Siciliana 200
93 Alekhine- Reshevsky Defensa Alekhine 202
94 Alekhine- Fine Gambito de Dama Aceptado 206
95 Alekhine- Bogoljubow Gambito de Dama 209
96 Alekhine- Saemisch Apertura Española 211
97 Alekhine- Euwe Defensa Eslava 214
98 Alekhine- Euwe Defensa Eslava 216
99 Alekhine- Euwe Defensa Nimzoindia 218
100 Alekhine - Euwe Apertura Catalana 220
101 Euwe- Alekhine Defensa India de Dama 223
102 Alekhine - Euwe Apertura Reti 225
103 Alekhine - Euwe Defensa Semi- Tarrasch 230
104 Euwe- Alekhine Defensa Nimzoindia 232
105 Alekhine- Kussman Defensa Tarrasch 235
106 Alekhine- Friedmann Gambito del Centro 236
107 Alekhine- Potemkin Defensa Alekhine 236
108 Alekhine - Schwartz Defensa India del Rey 238
109 Euwe- Alekhine Defensa Nimzoindia 239
110 Alekhine- Euwe Defensa India de Rey 242
111 Marshall- Alekhine Defensa Bogoindia 244
112 Kevitz y Pinkus- Alekhine Apertura Reti 249
113 Alekhine y Aficionado- Stoltz y Aficionado Defensa India de Dama 252
114 Alekhine y Aficionado- Flohr y Aficionado Defensa Nimzoindia 253
115 Alekhine - Asgeirson Defensa Francesa 255
116 Tartakower y Aficionado- Alekhine y Aficionado Defensa India de Dama 256
117 Alekhine- Borochow Apertura Española 258
118 Alekhine- Kimura Apertura Española 260
119 Kashdan y Aficionado- Alekhine y Aficionado Apertura Española 262
120 Alekhine- Mindeno Apertura Española 264

INDICE DE OPONENTES

Números referidos a partidas

Ahues 36,77
Alexander 86
Anderssen 39
Asgeirson 115
Aztalos 17
Bogoljubow 26,27,28,29,30,61,62,63,64 ,65,66,78,79,87,95
Borochow 117
Capablanca 20,21,22,23,24
Colle 3
Davidson lO
Eliskases 80
Euwe 72,73,74,75,76,84,97,98,99,100,101,102, 103,104,109,110
Fine 90,94
Flohr 46,55, 114
Foltys 82,92
Friedmann 106
Frydman 81
Grob 54
Grünfeld 12
Gygli 69
Janowsky 2
Johner 68
Kashdan 119
Kevitz y Pinkus 112
Kimura 118
Kmoch 19,37
Koltanosvky 51
Kussman 105
Lasker 70
Lundin 71
Maroczy 34,48
Marshall 9,16,111
Menchik 50,83
Mikenas 57
Mindeno 120
Nimzowich 15,32,43
Opocensky 4
Pire 45
Potemkin 107
Reshevsky 93
Reti (,6
Roselli del Turco 67
Rubinstein 11,14
Siiemisch 13,96
Schwartz 108
Stahlberg 38
Steiner 25,41,56,58
Stoltz 42,47,113
Sultan Khan 53
Tarrasch 5
Tartakower 18,35,52,88,116
Thomas 8
Treybal 7
Tylor 91
Vidmar 33,44,89
Weenink 40
Winter 49,85
Yates 31
Znosko Borovsky 60
Zukierman 59

INDICE DE APERTURAS

Números referidos a partidas

Apertura Catalana lOO

Apertura Calle 36,55,67
Apertura de los Tres Caballos 79
Apertura de Peón Dama 2,14,28,39,83,88
Apertura Española 30,31,47,51,54,5�58,6�6�68,80,90,91,96,117,118,119,120
Apertura Inglesa 41
Apertura Italiana 5
Apertura Reti 102,112
Apertura Vienesa 76
Defensa Alekhine 8,93,107
Defensa Benoni 63,69
Defensa Bogoindia 16, l l l
Defensa Caro Kann 18,49,53
Defensa Chigorin 3
Defensa Eslava 4,19,26,27,40,42,66,72,87,97,98
Defensa Francesa 20,32,43,73,75,84,85,115
Defensa Grünfeld 29,74
Defensa Holandesa 35
Defensa India de Dama l l, 13,50,86,101,113,116
Defensa India de Rey l, 108,110
Defensa Moderna 57
Defensa Nimzoindia 15,33,37,38,99,104,109,114
Defensa Semieslava lO, 61,62
Defensa Semi-Tarrasch 103
Defensa Siciliana 81,92
Defensa Tarrasch 45,105
Fianchetto del Rey 6
Gambito Budapest 52
Gambito de Dama 7,9,17,21,22,23,24,34,44,48,59,70,71,78,82,89,95
Gambito de Dama Aceptado 12,25,46,65,77,94
Gambito del Centro 106
FRR