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El ambiente en que vive una persona no es solo un mundo físico, incluye la estrecha
relación entre sus miembros. El impulso material, la situación afectiva entre los padres
y el tiempo que se les brinda a los hijos influirán en la calidad y buenas relaciones que
se puede tener dentro de la familia. Se considera que los mejores padres son los que
mantienen su espontaneidad intuitiva, se dan cuenta de las necesidades de sus hijos y
buscan la solución adecuada.
Existen diversos tipos de desintegración, los cuales se muestran en los puntos siguientes:
Abandono: Se da cuando alguno de los padres decide dejar el hogar, debido a que no se
siente feliz y tiene otras expectativas en la vida, o porque el ambiente está muy tenso,
predomina la discordia y no hay armonía, por lo cual no pueden seguir juntos y tampoco
por el supuesto bien de los hijos, ya que los daña mucho más.
Divorcio: Se ha definido como el vínculo familiar que se rompe entre la pareja, ya sea
por decisión de alguno de ellos o por común acuerdo; para divorciarse se deben presentar
ante las autoridades de Registro Civil, encargadas de dictaminar en que término se
disolverá la unión y los derechos u obligaciones que cada uno de los padres tendrá con
los hijos, si hubiese.
Desintegración familiar estando la familia junta: Estos casos se caracterizan por las
relaciones conflictivas que establecen sus miembros, dando origen a celos, temores y
fricciones permanentes. Frecuentemente ese tipo de familias son incapaces de planear y
realizar tareas, y resolver los problemas juntos; expresan conflictos extremos que no
tienen la habilidad de comunicarse con el resto de la familia, lo cual priva al niño de un
ambienta armonioso y estable, brindándole una atmósfera hostil que obstaculizará su
crecimiento psicológico.
ABANDONO MATERIAL Y MORAL
DEFINICIÓN
El abandono moral que se vive en tiempos actuales es verdaderamente alarmante y sin
embargo son pocos los que tratan de dar solución al problema, muchos los que lo siguen
agravando, muchísimos los que no le dan interés y millares los niños y adolescentes que
son víctimas por los motivos anteriormente dichos.
Para empezar a afrontar el tema, hacemos las siguientes preguntas: ¿Por qué tantos niños
llevan un rumbo torcido?, ¿quién les torció ese rumbo?
La primera pregunta nos lleva a considerar la causa formal, y respondemos que el rumbo
está torcido porque la parte más noble de ellos, es decir, el alma ha quedado olvidada y
despreciada.
La segunda pregunta nos invita a ver la causa eficiente, y respondemos que el rumbo se
lo ha torcido al niño primera y principalmente sus padres, cuando no les dan la verdadera
educación y afecto amoroso que se merecen.
Por tanto, considero que es imposible que el hombre de intención recta haga la vista gorda
frente al problema y al contrario de la consideración del mismo tal vez la vista se le torne
nubosa y quede muy dolido.
Lo expuesto nos hace reflexionar respecto de las causas del abandono moral y tratar de
dar alguna solución a un problema tan acuciante como este.
QUÉ ES EL ABANDONO
En primer lugar, cabe preguntarse qué es el abandono, y podemos decir que es dejar,
desamparar una persona o cosa que se tiene obligación de cuidar o atender.
Frente a esta definición de abandono, podemos definir el abandono moral como el dejar
o desamparar a una persona que se tiene obligación de cuidar, atender, principalmente
educar y esencialmente amar, pues es en este amor verdadero que se fusiona todo lo
demás, porque el amor veraz es dadivoso, comunicativo, en fin, quiere el bien para el
otro.
O simplemente podemos definirlo como el dejar, desamparar y despreciar la parte más
noble de las personas que es su alma enseñándoles cosas perversas cuando en realidad se
tiene la obligación de educar.
Vemos que ya no se trata de cualquier abandono, sino del abandono moral de una persona,
pues en vez de educarlo se lo deja en la necedad y en muchos casos se les enseña cosas
perniciosas y en vez de amarlo se lo desprecia, con lo cual la gravedad del hecho se
acrecienta pues no sólo se deja de lado a la persona, sino principalmente a lo más grande,
alto y elevado como es su espíritu compuesto de inteligencia y voluntad.
En términos similares el art. 21 de la ley 10903 del Código Penal define el abandono
moral diciendo que: “...se entenderá por abandono material o moral o peligro moral, la
incitación por los padres, tutores o guardadores a la ejecución por el menor de actos
perjudiciales a su salud física o moral...”.
En esta definición tenemos no sólo lo que es el abandono moral sino también nos indica
quienes son los causantes de dicho abandono al hablar de padres, tutores o guardadores.
Son ellos los que tienen la obligación de cuidar al menor y no la cumplen. No puedo decir
que mi vecino ha hecho un abandono moral de mí, porque él mismo no está obligado a
educarme, sino que pesa dicha obligación sobre mis padres que ejercen la patria potestad
sobre mí.
El abandono moral está demostrado por sus frutos: delincuencia juvenil, adicción a las
drogas, desinterés por la vida (llegando al suicidio), inmoralidad en gestos y expresiones,
en pensamientos y conversaciones, y el artículo 21 agrega la vagancia, su frecuentación
a sitios inmorales o de juego, o con ladrones o con gente viciosa o de mal vivir, etc.
Ahora bien, con lo que venimos diciendo me gustaría hacer una pequeña consideración
de los padres educadores.
A diferencia de los niños que huyen del hogar, el abandono de niños es llamado expósito.
Las sociedades liberales con fuertes estructuras sociales y leyes de adopción tienen
menores índices de abandono de niños.
Históricamente, muchas culturas han practicado el abandono de infantes.
Aunque algunos niños pueden sobrevivir si son adoptados, el abandono es generalmente
aceptado como una forma de infanticidio.
Como Tertuliano lo describe en su Apología: “es ciertamente más cruel que matar... el
abandonarlos al frío y al hambre de los perros”.
En la actualidad esta forma de abandono de niños aún existe en las castas más pobres de
la India, aunque en occidente también se usó para que los ricos se deshicieran de niños
indeseados, especialmente de niñas. Muchos de estos niños terminaron y aún terminan
como eslavos o prostitutas.
Las primeras leyes sobre el abandono de niños prescribían que aquellos que recogieran al
niño tenían que adoptarlo o criarlo como esclavo. Actualmente, el abandono de niños es
considerado un crimen en muchas jurisdicciones sólo porque el resultado es que el niño
y el padre adoptivo terminen acudiendo al sistema de beneficencia pública.
CARACTERÍSTICAS
El artículo 317 inciso a) del Código Civil, dispone que, para otorgar la guarda, se deberá:
" …inc.): Citar a los progenitores del menor a fin de que presten su consentimiento para
el otorgamiento de la guarda con fines de adopción. El juez determinará, dentro de los
sesenta días posteriores al nacimiento, la oportunidad de dicha citación. No será necesario
el consentimiento cuando el menor estuviese en un establecimiento asistencial y los
padres se hubieran desentendido totalmente del mismo duran un año o cuando el
desamparo moral o material resulte evidente, manifiesto y continuo y esta situación
hubiese sido comprobada por la autoridad judicial…”.
Claramente el Código de fondo define las características que debe reunir la situación
fáctica del desamparo moral y material: debe ser evidente, manifiesto y continuo. Estos
son aspectos que serán objeto de prueba y acreditación.
Así entonces, se tendrán en cuenta las pruebas producidas, como las audiencias
mantenidas con las partes, en virtud del principio de inmediación, la realización plena del
derecho a ser oído y a emitir la opinión de los NNA, sujetos de derecho, junto con el
aporte de la interdisciplinar.
"… El Derecho ha admitido, aunque la mayor parte del camino reste por andar, que es
menester una complementación con otros saberes para aprehender en su totalidad al ser
humano…" .En ese contexto, se diseña el juez de los nuevos tiempos, no como espectador
puro, neutro, sin ninguna relación con lo extrajurídico, confinado al expediente y al
servicio de principios abstractos y en contacto sutil con el mundo de las esencias por su
calidad de juzgador independiente e imparcial, "… sino el juez protagonista que dialoga
con las partes y que tiene frente a él a los autores del drama y los acompaña, que
reconoce… que la construcción de su sistema de comprensión debe ser interdisciplinario
para poder atender al contexto de la persona y a sus especialísimas circunstancias –a las
que ha de acceder a partir del trabajo en equipo-, que le permitirá organizar una estrategia
útil , entendida como una solución actual y previsora…".
Se ha afirmado que "…la jurisprudencia viene sosteniendo que el norte que debe guiar al
juzgador es el interés superior del niño, entendido tal como el conjunto de bienes
necesarios para el desarrollo integral y la protección de la persona y los bienes de un
menor dado, y entre ellos el que más conviene en una circunstancia histórica determinada,
analizada en concreto, ya que no se concibe un interés del menor puramente abstracto,
excluyendo toda consideración dogmática para atender exclusivamente a las
circunstancias particulares que presenta cada caso…".
Se ha dicho que "… El interés superior del niño debe ser entendido como el conjunto de
bienes necesarios para el desarrollo integral y la protección de la persona y los bienes de
un menor dado, y entre ellos el que más conviene en una circunstancia histórica
determinada, analizada en concreto, ya que no se concibe un interés del menor puramente
abstracto, excluyendo toda consideración dogmática para atender exclusivamente a las
circunstancias particulares que presenta cada caso…".
Es deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos.
Los hijos tienen el deber de respetar y asistir a sus padres.
Todos los hijos tienen iguales derechos y deberes.
Está prohibida toda mención sobre el estado civil de los padres y sobre la
naturaleza de la filiación en los registros civiles y en cualquier otro documento de
identidad.
La Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño de 1924, redactada por
Eglantine Jebb, que fue aprobada por la Sociedad de Naciones el 26 de diciembre
de 1924.
Los Derechos Humanos, Artículo 25.- La maternidad y la infancia tienen derecho
a cuidados y asistencia especiales.
Todos los niños-nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a
igual protección social.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.