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La Política y Gestión Nacional del Ambiente es mejorar la calidad de vida de las personas,
garantizando la existencia de ecosistemas saludables, viables y funcionales en el largo plazo; y el
desarrollo sostenible del país, mediante la prevención, protección y recuperación del ambiente y
sus componentes, la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, de
una manera responsable y congruente con el respeto de los derechos fundamentales de la
persona.
Objetivo específico;
Comparar las aplicaciones dentro del país con las normativas basadas en otros países.
INTRODUCCIÓN
Impactos mundiales de importancia a través del siglo, promovieron el desarrollo de una conciencia
ambiental que ha permitido realizar a nivel mundial, determinadas acciones que gradualmente
contribuyeron y contribuyen a la concienciación de la población acerca de la importancia de la
protección ambiental.
Los procedimientos de Gestión Ambiental, permiten alcanzar los objetivos establecidos en una
política ambiental, promoviendo la organización y manejo de los espacios, recursos naturales y
humanos, respetando las condiciones ambientales del área establecida y su área de influencia.
El estado de los recursos naturales en nuestro país esta modelado o por las presiones de las
diversas actividades humanas en sectores tales como: la agricultura, la industria, el transporte y la
energía, así como por las tendencias socio demográficas.
El contexto de su aplicación
Los problemas ambientales conciernen a las ciencias exactas, naturales y sociales. Pero al mismo
tiempo son problemas que involucran decisiones políticas, a veces controvertidas y por lo mismo
muy difíciles de resolver.
De ahí que por más que se busque enfocar estos problemas desde una óptica científica, y desde
varias y distintas ciencias, siempre hará falta un prisma y un enfoque político. Ahora bien, el
objetivo central de la política ambiental es lograr un desarrollo sustentable, más aún, ecológica y
económicamente sustentable. La conservación de los ecosistemas y de la diversidad biológica, así
como la mantención de la capacidad económica de producir bienes y servicios para las actuales y
futuras generaciones, son requerimientos que hoy día se les exige a las políticas de desarrollo.
Muchos son los ejemplos de insustentabilidad de nuestro desarrollo, los que se reflejan en
problemas como la creciente y caótica urbanización de Latinoamérica, los cinturones de
marginalidad y pobreza urbana, la industrialización sin normativa ni control ambiental, la
explotación indiscriminada y el deterioro de los recursos naturales, además de la creciente
contaminación del suelo, agua y aire, la desertificación y la pérdida del bosque nativo, la
disminución de la capa de ozono, y tantos otros a nivel global.
Es necesario llamar la atención en cuanto a que el desarrollo genera mayor vulnerabilidad sobre
los recursos naturales y mayor contaminación. Sin embargo, esto no significa que se esté contra el
desarrollo económico. Lo que ocurre es que sin políticas ambientales eficaces y sin una sociedad
civil alerta, consciente, movilizada y participativa, este desarrollo económico puede llevarnos a la
pérdida de nuestro patrimonio natural y ambiental, base de muchas de nuestras fortalezas y
posibilidades futuras.
ORDENAMIENTO TERRITORIAL
Por estas razones el ordenamiento territorial requiere de una gama de instrumentos esenciales
para implementar una política de residuos. La planificación territorial y los planes de desarrollo
urbano son instrumentos relevantes para la política de residuos. Pero los planes reguladores
comunales no suelen considerar las variables ambientales. Debe producirse un cruce, una
interacción de las políticas de ordenamiento territorial y de las políticas ambientales porque el
patrón de ocupación del espacio urbano es decisivo en las emisiones y en los impactos
ambientales indirectos de las actividades productivas y residenciales.
Las zonas urbanas están saturadas y hay deseconomías crecientes por efectos de la contaminación
y la congestión del transporte. La calidad de vida urbana se deteriora por la densidad industrial y la
localización de empresas en el espacio urbano.
Por lo general, la gama de instrumentos utilizados en este campo es muy pobre. Cuando más se
emplean, más se utilizan las tarifas del servicio de aseo para residuos domiciliarios, las cuales
suelen estar ligadas al impuesto territorial o de bienes raíces.
Pero existen muchos otros instrumentos que se han estudiado y que podrían ser utilizados. Desde
el punto de vista del producto, uno que nos parece de mucha utilidad es el sello o etiquetado
ecológico. Opera a nivel de las preferencias del consumidor, pero es también informativo y
educativo. Mueve a las empresas a ofrecer productos más amistosos con el medio ambiente, a
utilizar tecnologías más limpias y a hacer un manejo sustentable de los recursos naturales que
usan como materia prima. En Europa, Japón, Canadá y otros países los sellos ambientales están
muy difundidos. Existen normas claras para su asignación y son reconocidos y validados por el
público. Asimismo, los sellos ambientales son cada vez más importantes en el comercio
internacional.
Desde el lado de los procesos productivos existen instrumentos que garantizan el adecuado
funcionamiento ambiental de una industria en particular. Entre los más relevantes, están las
auditorías ambientales, las normas ISO 14000 y las EMAS. En el fondo, un manejo adecuado de
una batería de instrumentos permitirá inducir el cambio desde las soluciones "al final del tubo"
hacia el uso de tecnologías limpias.
COSTOS Y FINANCIAMIENTO
No deberían quedar fuera de los temas de la política de residuos los que se refieren a costos y
financiamiento. Muchas veces los proyectos no se realizan porque existen problemas de
financiamiento o porque su rentabilidad no se calcula de manera correcta.
Respecto de los costos ya hemos dicho que estos se justifican por la rentabilidad que generan los
proyectos ambientales. En todo caso, no debe pensarse que los costos para cumplir con las
políticas ambientales más exigentes son extremadamente altos. En los Estados Unidos, por
ejemplo, se estima que éstos no superan el 2% de los costos de operación de las empresas. Los
beneficios no están calculados en forma agregada, pero puede presumirse que son bastante
mejores. En este proyecto se han hecho una serie de estudios sobre la aplicación de tecnologías
limpias demostrándose su alta rentabilidad en el caso de fundiciones, empresas metalmecánicas,
curtiembres y refinerías de petróleo. Al respecto hay una serie de ejemplos positivos.
Por el lado de los residuos sólidos domésticos, los costos son mayores. Pero no significan un costo
imposible de pagar por quienes reciben el servicio. Son costos de inversiones y de operación que
tienen evidentes beneficios sociales.
En este contexto, entre sus objetivos específicos se encuentran:
Aplicar el principio precautorio ante riesgos ambientales que pudieran afectar a la salud
humana.
Las acciones instrumentales que se aplicarán a cada estrategia requieren el apoyo de todos los
actores, para que sean manejadas como procesos integrados y han de ser evaluadas en el tiempo,
ajustadas y adaptadas, según las posibilidades reales.
Así, en la PAN se desarrollan líneas estratégicas fundadas en las iniciativas de carácter ambiental,
entre las cuales se citan las siguientes:
Incorporar a las acciones e iniciativas ambientales los criterios de pro actividad, proposición y
participación social, de modo que el manejo adecuado de los ecosistemas genere oportunidades
para el desarrollo nacional y local sustentable.
Impulsar la construcción de alianzas estratégicas y la articulación con las demás políticas
gubernamentales, en el entendimiento de que la acción conjunta asegura la factibilidad política y
social y viabiliza la consecución de los objetivos de desarrollo sustentable.
Las prioridades, las metas de calidad y las soluciones estratégicas frente al deterioro socio-
ambiental estarán basadas en la generación de información consistente y coherente, relacionada
con la realidad ambiental del país, confiable, disponible y transparente. Entre los actores
involucrados se definirán las metas que requieren los mayores esfuerzos conjuntos.
Se apuntará a mejorar la eficiencia en la gestión de los actores que integran el SISNAM, en
forma conjunta y ordenada, para lograr sinergias que favorezcan el cumplimiento de los objetivos
y metas de la Política Ambiental Nacional.
Se favorecerá el aumento de la competitividad del “producto país”, construyendo una imagen
positiva a través de la promoción de valores como la confianza, la honestidad, la responsabilidad y
la solidaridad.
Se propondrá que la educación ambiental sea un contenido central de los currículos educativos.
Se fomentará la difusión de los temas ambientales a través de los medios masivos de
comunicación.
Defender la soberanía.
Se conservará el poder de decisión en los diferentes niveles de la organización del Estado y de la
sociedad en los temas estratégicos, como los referentes a la matriz energética, el patrimonio
natural y cultural, la soberanía alimentaria, la contaminación transfronteriza, y se aumentará la
incidencia en la toma de decisiones sobre temas de alcance global.
Promover la prevención y reducción de los niveles de contaminación del agua, aire y suelo, la
recuperación de los ecosistemas, de los hábitats y de los recursos naturales.
Fomentar la conservación de los recursos naturales atendiendo a la preservación in situ y ex
situ, así como a la recuperación, rehabilitación y restauración de los ecosistemas y de las especies
de la biodiversidad que se encuentren amenazadas o en peligro de extinción.
Aplicar programas concertados, que involucren a las poblaciones de las zonas amortiguamiento,
diversifiquen las fuentes de financiamiento, incorporen la prestación de servicios ambientales,
promuevan mercados para productos naturales con certificación ecológica e induzcan el manejo
de algunas especies nativas.
La gestión ambiental nacional se ejerce sobre la base de la Ley Marco del Sistema Nacional de
Gestión Ambiental (ley Nº 28245), la que tiene por finalidad orientar, integrar, coordinar,
supervisar, evaluar y garantizar la aplicación de las políticas, planes y acciones destinadas a la
protección del ambiente y contribuir a la conservación y aprovechamiento sostenible de los
recursos naturales, con sujeción a la Política Ambiental Nacional, el Plan Nacional de Gestión
Ambiental y a las normas, instrumentos y mandatos de carácter transectorial y aquellas
internacionales de carácter vinculante.
La Política de Estado decimonovena sobre Desarrollo Sostenible y Gestión Ambiental, tiene como
finalidad fortalecer la institucionalidad de la gestión ambiental optimizando la coordinación entre
la sociedad civil, la autoridad ambiental nacional, las sectoriales y los niveles de gestión
descentralizada, en el marco de un sistema nacional de gestión ambiental. Esta acción tiene como
base fundamental la gestión ambiental descentralizada y desconcentrada de los sectores del
Gobierno Nacional, los Gobiernos Regionales y los
En este sentido es fundamental elevar el nivel estructural de las unidades ambientales dentro de
la estructura orgánica de cada sector para desarrollar adecuadamente el rol de autoridades
sectoriales y de compatibilizar las actividades productivas, ambiente y población, tanto en el nivel
nacional, regional y local, considerando la extensión de las responsabilidades a la población civil.
Es a partir del fortalecimiento, que se establecen las reales capacidades de gestión de las unidades
ambientales en los sectores del ámbito de gobierno nacional, niveles nacional que podremos
plantearnos objetivos, desarrollar estrategias e implementar las actividades establecidas en las
normas ambientales, por lo tanto es indispensable el fortalecimiento institucional tanto en el
aspecto de recursos humanos como financieros, a fin de mejorar su eficacia y obtener una
atención más apropiada al usuario.
En relación con la promoción de las inversiones productivas, la normatividad vigente señala que el
Estado estimula el equilibrio racional entre el desarrollo socioeconómico, la conservación del
ambiente y el uso sostenido de los recursos naturales, garantizando la debida seguridad jurídica a
los inversionistas y la protección del ambiente mediante el establecimiento de normas claras en
ambos aspectos.
En ese sentido, es importante impulsar el desarrollo de capacidades para que las comunidades
puedan establecer una relación armoniosa con su ambiente, enfrentar y prevenir los problemas
ambientales, así como recuperarse de ellos.
Dada la evidencia que el deterioro del ambiente está íntimamente vinculado con determinados
estilos de vida contemporáneos y que viene afectando de manera preocupante a la calidad de
vida, los grandes foros internacionales como la Cumbre Mundial de
El proceso de generalización del Diseño Curricular Nacional de la Educación Básica Regular, articula
los niveles de Inicial, Primaria y Secundaria, y establece la Educación Ambiental como Tema
Transversal en relación con el Eje Curricular Nacional
En el país existe una motivación general por estimular la educación ambiental para el desarrollo
sostenible, porque es claro que ésta es la vía por la cual las generaciones actuales y futuras
pueden desarrollar el nivel de conciencia y visión que se requiere para establecer o restablecer las
relaciones armónicas entre el hombre y la naturaleza. Para ello mas de 80 instituciones se han
reunido en la Red Nacional de Educación Ambiental , surgida a partir del Convenio Marco firmado
por el Ministerio de Educación, el Consejo Nacional del Ambiente, el Instituto Nacional de
Recursos Naturales y Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas, que están
construyendo en forma conjunta una plataforma institucional para promover la educación
ambiental.
Por su parte varias universidades han creado carreras y postgrados en temas ambientales, sin
embargo es necesario desarrollar la transversalidad de la dimensión ambiental en la formación de
los profesionales de todo nivel y especialidad, a nivel de pregrado y posgrado
La educación ambiental permitirá que las decisiones sobre la conservación y protección del
ambiente, encuentren eco en las bases sociales y que los tomadores de decisiones actúen en favor
del ambiente por convicción propia, porque han comprendido que las relaciones hombre,
ambiente y desarrollo están en la misma dimensión y no en espacios paralelos
mer
sitivo
de tipo social, económico y ambiental, y refleja los criterios básicos del desarrollo
sostenible.
La inclusión del tema ambiental en los acuerdos regionales ha tenido como principal
exigentes en
materia ambiental, y por otro lado, impedir que la legislación ambiental sea
utilizada como una barrera injustificada al comercio, por lo que se hace imperioso
esforzarse por establecer vínculos entre las políticas y prácticas comerciales y ambientales.
Uno de los mayores desafíos que se presenta para América Latina y para el Perú es alcanzar
internacionales, que cada día son mayores. Considerando que son los países desarr
ollados
los que dominan el comercio mundial y exportan la mayor parte de los bienes y servicios
entre ellos, son éstos quienes definen el patrón productivo, tecnológico y ambiental que
comercio deben ser consideradas, mientras los países en desarrollo ajustan sus sistemas
. Así lo
(noviembre, 2001)
2005); en ellas
desarrollo, se estableció, que las medidas comerciales con fines ambientales no deben
ión vedada
Los abundantes recursos naturales del país son la base potencial para el desarrollo de
“bionegocios”, relativos a nuevas actividades productivas de creciente importancia en la
impulsar actividades comerciales dentro del país y con otros países. Las negociaciones
comerciales internaci