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SALA SEGUNDA
Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de libertad
Expediente: 05695-2013-12-AL
Departamento: Santa Cruz
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia pública el 29 de noviembre de 2013, según consta en el acta cursante de fs.
68 a 69, se realizaron los siguientes actuados:
Nathalia Magdelin Rosas Fernández, Juez de Instrucción Mixto de Pailón del departamento de Santa
Cruz, habiendo sido notificada legalmente no se presentó a la audiencia, ni remitió el informe
correspondiente.
I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituida en Tribunal
de garantías, mediante Resolución de 60 de 29 de noviembre de 2013, cursante de fs. 69 a 70 vta.,
concedió la tutela solicitada, disponiendo que la Jueza demandada a futuro en las actuaciones que
tenga que realizar, ante el pedido de cesación a la detención preventiva, cumpla la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional Plurinacional establecida y señale audiencia, una vez tenga conocimiento
de la presente Resolución en un plazo de tres a cinco días, con los siguientes argumentos: 1)
Conforme a las Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1136/2012, 1000/2013 y 1625/2013-R,
los Jueces no deben dilatar la tramitación de estas solicitudes, mucho menos con argumentos vanos
o no justificables legalmente; 2) En el presente caso, es evidente lo que denuncia la parte
accionante; puesto que la Jueza demandada suspendió la audiencia sin que los motivos sean válidos,
señalando que no se había notificado al Ministerio Público, cuando el Fiscal encargado de la
investigación estaba presente en forma personal en la audiencia y que su presencia excluye
cualquier posibilidad de nulidad de notificación y que además pese a habérsele observado ese
motivo, la Jueza insistió en utilizar ese argumento para suspender la audiencia de cesación a la
detención preventiva; 3) Con respecto al otro argumento que justifica la Jueza demandada para
suspender la audiencia es que no se había notificado al coprocesado, aspecto que no es válido,
porque cuando se pide la cesación a la detención preventiva, las partes que deben ser notificados
son el imputado, la parte contraria y en este caso estaban presentes la víctima, el querellante, el
Ministerio Público y la otra parte; y, 4) La autoridad demandada de manera objetiva violentan el
derecho a la libertad en su vertiente de pronto despacho, pero además conforme al art. 180 de la
CPE, uno de los pilares de la justicia ordinaria es precisamente el debido proceso, la jurisdicción
ordinaria se fundamenta en los principio procesales de gratuidad, publicidad, transparencia,
oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad, eficacia, eficiencia, inmediatez, verdad material
e igualdad de las partes; por lo que la actuación de la audiencia de 27 de noviembre indudablemente
trasgrede el principio de celeridad, de justicia pronta y oportuna, traducido en la suspensión de la
audiencia de cesación a la detención preventiva, atentando contra su derecho a la libertad, puesto
que en la misma se habría tratado la posibilidad que el imputado pueda defenderse en libertad.
Recibido el expediente el 20 de diciembre de 2013, por Secretaria General (fs. 71 y vta.), y sorteado
el 28 de mayo de 2014, la Comisión de Admisión por Decreto Constitucional de 17 de junio de 2014,
y a solicitud del Magistrado Relator, dispone la suspensión del plazo conforme al Acuerdo
Jurisdiccional 0002/2012 de 11 de enero (fs. 73), mismo que se reanudó por proveído de 28 de
octubre del mismo año (fs. 114), siendo notificadas las partes el 4 de noviembre del mismo año, por
lo que la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, se pronuncia dentro de plazo legal para
emitir Resolución.
II. CONCLUSIONES
II.1. Por proveído de 12 de noviembre de 2013, la Jueza de Instrucción Mixto de Pailón del
departamento de Santa Cruz, señaló audiencia de cesación a la detención preventiva para el 27 de
noviembre de 2013, a horas 10:00 (fs. 4).
El art. 125 de la CPE, instituye la acción de libertad, señalando: “Toda persona que considere que su
vida está en peligro, que es ilegalmente perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de
libertad personal, podrá interponer Acción de Libertad y acudir de manera oral o escrita, por sí o por
cualquiera a su nombre y sin ninguna formalidad procesal, ante cualquier juez o tribunal competente
en materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
Por su parte, el art. 46 del Código Procesal Constitucional (CPCo), señala: “La Acción de Libertad
tiene por objeto garantizar, proteger o tutelar los derechos a la vida, integridad física, libertad
personal y libertad de circulación, de toda persona que crea estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada, presa o que considere que su vida o integridad física está en
peligro”.
La Norma Constitucional citada, así como la disposición legal referida, con el objeto de garantizar el
ejercicio pleno de los derechos fundamentales y garantías constitucionales, prevé la activación de
acciones de defensa, entre ellas, la acción de libertad que tiene como objetivo principal proteger y
restablecer los derechos fundamentales a la libertad personal, la vida cuando se encuentre en
peligro, así como los derechos a la integridad física, la libertad de locomoción y debido proceso
cuando éste se encuentre directamente vinculado con la libertad personal.
Los presupuestos a los que alcanza esta acción de defensa, están instituidos en el art. 125 de la CPE,
sobre los que la jurisprudencia constitucional ha definido su alcance y finalidad en su protección con
un triple carácter: preventivo, correctivo y reparador, configurándolo como un mecanismo
oportuno, eficaz e inmediato para la protección de los derechos que se encuentran dentro del
ámbito de su protección. Para cumplir con este objetivo, las características que diseñan su
naturaleza son la sumariedad, celeridad, inmediatez en la protección e informalismo que la hacen
expedita y oportuna. Así se estableció en la SCP 0856/2012 de 20 de agosto.
Entendimiento que corresponde ser ratificado por este Tribunal Constitucional Plurinacional;
toda vez que, no todas las lesiones al debido proceso pueden merecer protección a través de la
acción de libertad, sino aquellas que tienen directa vinculación con la libertad personal por operar
como causa de su restricción. De tal forma que las lesiones al debido proceso que no se encuentren
directamente vinculadas a la libertad física, deberán ser reclamadas a través de los mecanismos intra
procesales que el ordenamiento jurídico brinda, y agotados ellos acudir a la acción de amparo
constitucional.
En concordancia con la mencionada norma constitucional, el art. 115.II de la citada Ley Fundamental
que determina: «El Estado garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural,
pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones», de lo que se establece que la
administración de justicia debe ser rápida y eficaz tanto en la tramitación como en la resolución de
las causas, ya que las personas que intervienen en el proceso esperan una definición oportuna de su
situación jurídica, máxime si está comprometido un derecho fundamental de primer orden como es
el de la libertad.
En el orden normativo, el art. 3.7 de la Ley del Órgano Judicial (LOJ), determina que la celeridad
'comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la administración de justicia'” (las negrillas son
agregadas).
III.4. La celeridad en las actuaciones vinculadas con la libertad personal y el habeas corpus de
pronto despacho
En similar forma la SC 0571/2012 de 20 de julio, refirió que “…el hábeas corpus -ahora acción de
libertad- traslativo o de pronto despacho: '… el cual se constituye en el mecanismo procesal idóneo
para operar en caso de existir vulneración a la celeridad cuando esté relacionada a la libertad y
devenga de dilaciones indebidas, que retardan o evitan resolver la situación jurídica de la persona
que se encuentra privada de libertad'” (las negrillas son agregadas).
De lo anteriormente explicado se establece que todo juez o tribunal de garantías, cuenta con la
obligación de remitir al Tribunal Constitucional Plurinacional:
b. La prueba que de oficio pudo producir máxime cuando la misma haya servido para resolver
inicialmente la problemática.
En este sentido, la inobservancia en la remisión de los elementos de convicción por parte de jueces y
tribunales de garantías, provocaría a este Tribunal la necesidad de su solicitud, que no sólo
implicaría un costo adicional a la administración de justicia constitucional sino también, provocaría
una dilación en la misma” (las negrillas nos corresponden).
El accionante alega que la Jueza de Instrucción Mixto de Pailón del departamento de Santa Cruz,
vulnero sus derechos a la libertad, al debido proceso y al acceso a la justicia pronta y oportuna,
debido a que suspendió su audiencia de cesación a la detención preventiva de 27 de noviembre de
2013, con el argumento de que no habían sido notificados el Ministerio Público y el codemandado,
siendo que el Fiscal de Materia estaba presente en la referida audiencia y que la participación del
codemandado no era imprescindible para la celebración de la misma.
De la compulsa de los antecedentes que han sido remitidos a este Tribunal, se ha evidenciado que
por proveído de 12 de noviembre de 2013, la Jueza de Instrucción Mixto de Pailón del departamento
de Santa Cruz, señaló audiencia de cesación a la detención preventiva para el 27 de noviembre de
2013 a horas 10:00, que conforme a las alegaciones del accionante presentadas mediante memorial
de acción de libertad el 28 de noviembre de 2013, dicha audiencia fue suspendida por la Jueza de
Instrucción Mixto de Pailón del departamento de Santa Cruz -ahora demandada-, con el fundamento
de no haberse notificado tanto al Ministerio Público como al codemandado, siendo que el Fiscal de
Materia estaba presente en la misma y no era necesaria la participación del codemandado en la
misma, aseveraciones que fueron corroboradas por el Tribunal de garantías, que en la Resolución 60
de 29 de noviembre de 2013, observo que conforme la revisión de obrados, que lo denunciado por
la accionante es evidente, señalando que la Jueza fuera de procedimiento suspendió la audiencia sin
motivos justificados, mismo que fueron alegados por la parte accionante.
De la revisión de actuados procesales, se evidenció que, una vez presentada la acción de libertad, el
Tribunal de garantías notificó a la autoridad demandada, a objeto de que se haga presente a la
audiencia pública, en la que no presento informe; por ello el Tribunal de garantías fundamento su
Resolución, en base al cuaderno procesal que fue remitido.
Al respecto, la autoridad demandada se encuentra impelida de presentar toda la prueba para su
consideración; en consecuencia, corresponde observar dicho aspecto, conforme ha expresado la
jurisprudencia constitucional, desarrollado en el Fundamento Jurídico III.5 del presente fallo; toda
vez que, la determinación asumida por el Juez o Tribunal de garantías, debe obedecer a la
certidumbre, en base a los extremos alegados por la parte accionante, así como a la intervención de
la autoridad o autoridades demandadas, traducida en pruebas que fundamenten su decisión; a su
vez, dicha autoridad, tiene la obligación de remitir a este Tribunal Constitucional Plurinacional, todos
los elementos de prueba, a objeto de resolver la problemática planteada.
POR TANTO