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ISSN: 1692-2530
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Universidad de Medellín
Colombia
RESUMEN
El presente trabajo ensaya una síntesis de las principales tesis
asociadas al neoconstitucionalismo en sus diversas formas. Analiza
sus orígenes conceptuales y sus postulados principales, además
de destacar en su parte final los elementos inconclusos de este
conjunto de ideas.
*
El presente trabajo ha sido elaborado en el marco de actividades del Área Investigación en Derecho Público,
de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae de Chile. La parte final del título de este trabajo
reformula una rúbrica frecuentemente empleada por el Filósofo del Derecho Alfonso García Figueroa.
**
Abogado. Licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Diplomado en Derechos
Humanos por la Universidad Católica del Uruguay. Magíster en Derecho Público por la Pontificia Universidad
Católica de Chile. Diploma de Estudios Avanzados en Derecho (DEA), por la Universidad de Castilla La Mancha.
Doctor © en Derecho por la Universidad de Castilla La Mancha. E- mail: jinunez@uc.cl; josenunez@uft.cl
Profesor – Investigador Facultad de Derecho Universidad Finis Terrae, Chile.
Opinión Jurídica, Vol. 15, N° 29, pp. 187-202 - ISSN 1692-2530 • Enero-Junio de 2016 / 266 p. Medellín, Colombia
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ABSTRACT
This article provides a synthesis of the main theses associated to
the several types of neo-constitutionalism. The article analyzes its
conceptual origin and its main hypotheses and finally outlines the
uncompleted elements of these ideas.
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hoy, un influyente positivista como Luigi dicando que: Tal vez, nuestro
Ferrajoli (en diversas obras) se refiere a jurista seguirá intranquilo y no le
faltan motivos, pues el sistema
las tesis antes enunciadas bajo el rótulo
de fuentes del Título Preliminar
de paleopositivismo, en contraposición del Código civil proporcionaba
al postivismo actual, que en el contexto más seguridad que cualquier ar-
de los Estados constitucionalizados da gumentación racional, pero quizá
origen –a su juicio– al constitucionalis- también comience a pensar que
mo garantista. Con aquellas categorías las decisiones de los Tribunales
estandarizadas del positivismo (paleopo- no son el resultado de miste-
riosos y contundentes procesos
sitivismo) contrastaremos más adelan-
de deducción científica, sino de
te – cuando sea procedente– las ideas una más accesible razón práctica
neoconstitucionalistas. donde todos tenemos algo que
decir y, por supuesto, algo de qué
En el sentido evolutivo mencionado en los responder (Prieto, 1991, p. 198).
párrafos anteriores, Luis Prieto –siempre
a la vanguardia– publicaba ya en 1991 en Por otra parte, creemos que lleva la razón
la Revista del Centro de Estudios Consti- de su parte Pedro Salazar Ugarte cuando
tucionales (Madrid) su monografía “Notas afirma que el neoconstitucionalismo es
sobre Interpretación Constitucional”, en una categoría conceptual inventada por
la que anticipaba algo que hasta el día de los miembros de la Escuela Genovesa con
hoy algunos no terminan de comprender: la finalidad de ofrecer una denominación
común a un conjunto de concepciones
Me parece que desde la per- que tienen ideas y propuestas que pue-
spectiva del jurista tradicional den ser consideradas como integrantes
el panorama no puede ser pre-
de una misma construcción teórica. Por
cisamente reconfortante, pues
aquello que aprendió —y sigue eso – advierte – hay que saber también
aprendiendo— en las Facultades reparar en las diferencias que cruzan a
de Derecho tiene muy poco que las obras de los autores que suelen ser
ver con estas enseñanzas; ahora reunidos, no sin alguna arbitrariedad, bajo
resulta que ni la interpretación esa categoría (Salazar, 2010 p. 4).
es una ciencia, ni la justicia tiene
vendados sus ojos, y para colmo
el depositario de las esencias
Con todo, el sustrato del neoconstitucio-
jurídicas ya no es la cúspide de nalismo podría resumirse así: una cultura
la jurisdicción ordinaria, sino un jurídica que reporta (y a veces promueve)
órgano especial con las caracter- la existencia de sistemas normativos
ísticas que ya conocemos y donde encabezados por una Constitución –
además hay muy pocos jueces imbuida por un esquema particular de
de carrera. Afirmaba además
separación de poderes– que pretende
que: los jueces en general y los
constitucionales en particular condicionar de modo importante las
son — como yo pienso — ór- decisiones de las mayorías a través de
ganos políticos. Y remataba in- su carga axiológica y de las instituciones
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tesis –o, más bien, promesa– de la pleni- lados como enunciados que correlacionan
tud del derecho configura el supuesto de siempre casos con la calificación normati-
la capacidad auto-regenerativa de la ley. va de una determinada conducta, pero de
manera abierta. A diferencia de las reglas,
En síntesis, la Constitución se instala carecen de una condición de aplicación
como aquel derecho por sobre el dere- determinada. No se trata de que posean
cho y opera como una convención sobre una condición de aplicación con una
el coto vedado (Garzón, 1989, p 209), las periferia más o menos amplia, sino de
cartas de triunfo (Dworkin, 1977, pp. 91 que tales condiciones no se encuentran
y 199), o acerca de lo que es indecidible ni siquiera genéricamente determinadas
para cualquier mayoría (Ferrajoli, 1998, (Atienza & Ruiz, 1996, p. 9). Las segun-
p. 858). das se distinguen por que no solo sus
condiciones de aplicación son abiertas o
Esto último es efecto de lo que Prieto aplicables a –prácticamente– infinitos su-
Sanchís denomina “rematerialización puestos de hecho, sino porque, además,
constitucional”, factor que resulta clave su consecuencia jurídica (su modelo de
para entender la existencia de este nuevo conducta prescrita) tampoco está deter-
derecho –el constitucional– que se ubica minada (Atienza & Ruiz, p. 10).
por sobre el resto del derecho, principal-
mente el legal (Prieto, 2007A, p. 119). Las Principios y directrices, los pilares de la
constituciones que se pueden adscribir al rematerialización constitucional implican
neoconstitucionalismo están dotadas no que el derecho se aproxime a la moral
solo de normas formales, de competen- y que la moral se aproxime al derecho
cia o procedimiento, dirigidas a orientar (García Figueroa, 2009, p. 44), cuestión
el ejercicio de los poderes estatales y la incompatible con las tesis más radicales
relación entre los mismos, sino también del positivismo metodológico. No se
–y sobre todo– de normas sustantivas trata ya de una validación del derecho
que pretenden trazar límites negativos a través de una instancia metajurídica
y vínculos positivos a lo que dichos po- –como acontecía con el iusnaturalismo,
deres están en condiciones de decidir especialmente teológico– sino que una
legítimamente. Siguiendo al mismo autor, invitación formulada a la moral para que
justamente aquello que Kelsen temía es el ingrese a las cartas fundamentales. Una
sello de identidad de este nuevo derecho: moralización del derecho ocasionada a
gira en torno y se subordina a derechos, raíz de la presencia de una Constitución
valores, principios y directrices (Prieto, axiológicamente generosa y la ulterior
2007B, p. 215). moralización del razonamiento jurídico
(García Figueroa, p. 65). A aquello se
Tal vez, los elementos más importantes refiere Zagrebelsky cuando predica la se-
en estas nuevas cartas fundamentales paración de los derechos (fundamentales)
sean los principios y las directrices. Los respecto de la ley (Zagrebelsky, 2008, p.
primeros se caracterizan por estar formu- 47) y la separación de la justicia respecto
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teórico era construido con base en la A ello alude Guastini cuando expresa
pretendida virtud auto-regenerativa de que en los Estados constitucionales de
la ley. derecho (en sentido constitucionalizado
y neoconstitucionalista) ciertos principios
–como el de razonabilidad, entre otros–
4. NO ES (SOLO) UN PROBLEMA DE ANTINOMIAS
operan como una “máquina de produc-
TAMBIÉN DE LAGUNAS (AXIOLÓGICAS)
ción de lagunas axiológicas”. Por ejemplo,
cuando el legislador trata de manera
Las lagunas axiológicas, según Guastini,
diversa casos que parecen idénticos (esto
no consisten en una falta de norma sin
es, cuando discrimina arbitrariamente) el
más. Lo que falta no es una norma que
intérprete –u operador jurídico– afirmará
regule el supuesto en cuestión, porque
que falta una norma igualadora. O cuando
ese supuesto, en efecto, está reglado (de
el legislador trata por igual situaciones
no ser así habría una laguna normativa).
diversas (no distingue como debería),
Falta en verdad en el enunciado norma-
considerando una propiedad relevante
tivo cuestionado una norma satisfactoria
del caso, el intérprete reclamará por la
o justa y, más precisamente, una norma inexistencia de una norma diferenciadora.
diferenciadora, es decir, una norma que En ambas oportunidades, y por aplicación
regule de forma distinta un supuesto que directa de la Constitución, la judicatura
al intérprete le parece distinto (Guastini, correspondiente completará la norma adi-
2006, p. 278). cionando con fundamento constitucional
el elemento o propiedad relevante preteri-
En el Estado constitucional de derecho, da por la ley suspendiendo su aplicación
crisol de las cartas fundamentales remate- a secas y dirimiendo el conflicto con base
rializadas y que reciben aplicación directa en un contenido constitucional. Tal con-
sin necesidad de intermediación legisla- tenido, normalmente indeterminado, do-
tiva, el juez dispone siempre de al menos miciliado en un principio, proporcionará
dos fuentes del derecho, con diferente la consideración a la propiedad relevante
jerarquía, que pueden ofrecer soluciones del caso no anticipada por el legislador,
no necesariamente contradictorias, pero derrotando en su vigencia concreta a
con diversos niveles o estándares de justi- la ley o, lo que es lo mismo, haciendo
cia y con diferentes aptitudes protectoras triunfar a la Constitución sin la necesidad
de derechos: Constitución y Ley, entre de acudir a una antinomia absoluta entre
las cuales puede elegir sin necesidad normas de diversa jerarquía.
de declarar la invalidez ni la derogación
de alguna de las dos, sino simplemente Por lo tanto –como ya lo afirmásemos– si
postergar la eficacia de la ley y preferir la toda norma subconstitucional puede ser
vigencia de la Constitución respecto del objeto de una laguna axiológica, toda nor-
caso que conoce. Todo un remezón a la ma de tal jerarquía es también derrotable
teoría (paleo) positivista de las fuentes por una Constitución omnicomprensiva,
del derecho. capaz de disciplinar, con mayor amplitud
Revista Opinión Jurídica Universidad de Medellín
Sobre los neoconstitucionalismos. Una síntesis para constitucionalistas con alma de teóricos del derecho 197
que la ley, cualquier cuestión jurídica de Ello supone que el razonamiento moral
mediana importancia práctica. se hace presente no solo en los discur-
sos “de acuerdo o a partir del derecho”,
5. CONSTITUCIÓN Y POLÍTICA: EL ESTADO sino en los discursos acerca del derecho
(Prieto, 2010, p. 93). En pocas palabras,
CONSTITUCIONAL DE DERECHO
los problemas de justicia –en el contexto
neoconstitucionalista– se han convertido
Con absoluto pragmatismo y sin afanes
en problemas de validez o identificación
estipulativos, podemos afirmar que
de las normas con base en pautas morales
desde el momento en el cual los sujetos
(plurales) que ya no flotan por sobre el
normativos identifican la utilidad prácti-
derecho, sino que han emigrado al interior
ca de incorporar contenidos morales en
del mismo a través de los denominados
las constituciones, transformándolas de
principios explícitos, lo cual implica em-
normas fundamentales en cartas funda-
prender una labor que forma parte de
mentales, resulta muy poco probable el
la filosofía práctica (Prieto, 2010, p. 94).
retorno a modelos como el propuesto Este giro metodológico supone abrir el
en las teorías puras del derecho y en los derecho a una racionalidad constructiva
prototipos de constituciones axiológica- y discursiva que desempeña una labor
mente neutras. Los principios explícitos tanto de identificación como de justifica-
no existen ex nihilo, tienen creadores con ción. No es baladí – entonces – que una
militancia moral que son partícipes de la de las principales preocupaciones del
actividad política y, desde luego, compa- neoconstitucionalismo haya sido elaborar
recen en los momentos constituyentes, una acabada teoría de la argumentación
conscientes del efecto producido durante jurídica, tema absolutamente descuidado
la última centuria por la rematerialización por el positivismo (Prieto, 2010, p. 95).
constitucional. Este aporte, según Prieto Sanchís, res-
ponde a una necesidad de legitimación,
En este contexto, una jerarquía de valores pues la propuesta de sustitución del juez
(o principios y directrices) resulta inútil e “boca de la ley” por un juez sometido a
insuficiente (Zagrebelsky, 2008, p. 124). las cláusulas materiales de la Constitución
La saturación axiológica de los textos solo es posible (y aceptable) en tanto
constitucionales –para los neoconstitu- que su labor pueda ser validada por una
cionalistas– configura un espacio nor- sólida argumentación racional (Prieto,
mativo propicio para ofrecer respuesta a 2010, p. 95).
cualquier problema práctico (Prieto, 2010,
p. 92), incluso no solo una, sino varias y Quizá la principal novedad o propuesta
contradictorias; opuestas y derrotables, metodológica del neoconstitucionalismo
sin solución con base en los criterios de sea el famoso principio de proporcio-
especialidad, jerarquía o temporalidad, e nalidad (también llamado método de la
imposibles de afrontar únicamente con ponderación), instituto sobre el cual no
fundamento en esquemas subsuntivos. ahondaremos pues sus perfiles son de
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En el modelo aristotélico se 2
Este gráfico y sugestivo ejemplo pertenece Alfonso
consideran ciencias teoréticas García Figueroa (García Figueroa, 2009).
oscilaciones, pero sin que jamás un solo pio democrático y la soberanía popular”
componente pueda imponerse o eliminar (García Amado, 2010, p. 131).
al resto (Zagrebelsky, 2008, p. 17).
Aunque con los matices propios de
cualquier metáfora, el modelo de juez
6. LOS JUECES EN EL NEOCONSTITUCIONALISMO.
del Estado constitucional de derecho se
asemeja a un sujeto que mira el derecho
Las cuatro ideas neoconstitucionalistas,
como una integridad, que niega que las
ya mencionadas, influyen también en
declaraciones e interpretaciones del
una última esfera: el rol del juez. En un
mismo sean simples informes objetivos
modelo donde la aplicación del derecho
que remontan a convencionalismos pre-
no depende de procedimientos lógicos
téritos o programas instrumentales, la
de aplicación automática y en el cual
tarea adjudicativa depende de opciones
corresponde al sentenciador la búsqueda
interpretativas-argumentativas y la actividad
del derecho no solo en las normas de
jurídica es una narrativa política en desa-
procedencia estatal –orientado perma-
rrollo (Dworkin, 2008, p. 164).
nentemente por la consideración y pon-
deración de los intereses sociales–, el rol Para jueces neoconstitucionalistas, la
de la judicatura no puede ser concebido aplicación del derecho a casos concretos
simplemente como el de un ejecutor de estará siempre teñida por los hechos del
las prescripciones genéricas contenidas caso. Pero además del texto normativo,
en las normas emanadas del legislador. ellos acudirán a consideraciones de inte-
gridad y equidad. A la sabiduría. A sus
En un contexto donde el derecho ha de ojos, la Constitución, repleta de cláusu-
verse como una práctica social compleja, las abiertas y abstractas, requiere una
consistente en decidir casos, justificar interpretación especial (Dworkin, 2008,
aquellas decisiones y producir normas p. 267).
derivadas de preceptos altamente abs-
tractos, el ordenamiento jurídico no es Por eso, en la agenda del neoconstitucio-
un dato dado de antemano (a la espera nalismo delineada –recordemos– por una
de que un jurista teórico o un juez lo Carta Fundamental omnicomprensiva y
sistematicen) sino una actividad en la plenamente normativa, el funcionamiento
que teóricos y jueces participan (Atienza institucional tiende con fuerza a la equi-
& Ruiz, 2009, p. 152), y no desde afuera. paración del modelo judicial europeo
con el estadounidense: en Europa (y en
Por eso, se acusa al neoconstituciona- Sudamérica) como en los Estados Uni-
lismo de “reforzar la influencia política dos, todos los jueces debieran ser jueces
de una supuesta ciencia jurídico-consti- constitucionales (Aragón, 2008, p.158).
tucional e impulsar un judicialismo que Aquello reclama, según Zagreblesky,
subvierte la relación entre los poderes una readecuación de la mayoría de los
del estado, poniendo en jaque el princi- estatutos organizativos de la judicatura.
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Interpretación. En Análisis Filosófico XXVI, N.º Prieto, L. (2009). Justicia constitucional y derechos
2, (pp. 277 -293). fundamentales. Madrid: Trotta.