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Parte de una pregunta o por sí sola implicar una interrogante: aclarar aspectos
dudosos o confusos del relato sin que se abuse del interrogatorio.
Implicar una confrontación: el terapeuta repite lo que el paciente ha dicho o hecho
en forma de una confrontación (evitando el juicio crítico) para promover
asociaciones o nuevo material acerca de ello con la finalidad de esclarecer
confusiones.
Sobre los comentarios o conductas del terapeuta: preguntas de los pacientes
sobre alguna interpretación o cuando se señala algo que no es entendido por este,
se debe a que el terapeuta no se expresó con claridad o a que el paciente se está
resistiendo a escuchar las intervenciones; en otras ocasiones, el preguntar
constantemente puede obedecer a un "estilo" relacional que se debe señalar.
CONFRONTACIÓN
El terapeuta dirige la atención del paciente hacia situaciones, pensamientos, relaciones o
afectos escindidos, a conflictos o bien determinados aspectos del material que requieren
una reflexión
Señala al paciente los aspectos de la interacción que parecen indicar un
funcionamiento conflictivo, la presencia de operaciones defensivas,
representaciones contradictorias del self y de los objetos, y una reducida
conciencia de realidad.
Se promueve una disociación del yo que determina que se observe y enjuicie una
parte del material o de su conducta con un mayor grado de objetividad.
Trabaja con contenidos conscientes y de realidad, tiene elementos de guía y
dirección.
Se explora la capacidad del paciente para mirar las cosas de manera diferente,
integrando la relación de los diversos temas entre sí y modificando partes de la
realidad que estaban aisladas o encontrando particularmente el concepto de sí
mismo y de los demás.
La confrontación se indica en las siguientes circunstancias:
a) En contraindicaciones y omisiones en el material: cuando el relato presenta
lagunas, omisiones y contradicciones importantes.
b) Para señalar actuaciones o conductas destructivas: el paciente percibe las
consecuencias de su comportamiento, impide conductas destructivas.
*No deben hacerse en tono de condena moral ni para controlar y dirigir al paciente.
INTERPRETACIÓN
Es una intervención verbal de carácter hipotético dirigida a producir un cambio dinámico a
través del insight y tiene las características de ser veraz, desinteresada, pertinente y
referida al receptor
Le pertenece en propiedad al paciente, es algo que dice el terapeuta, pero que
está en conexión directa con lo ocurrido al paciente y no con lo que el analista
piensa y transmite verbalmente, y que está tamizado de su propia subjetividad.
Se busca ampliar el campo perceptual intrapsíquico del paciente, informándole de
los detalles y relaciones de su actividad mental, que por razones defensivas no ha
podido percibir.
Reglas:
1) La interpretación debe hacerse sólo cuando el paciente se encuentra en
transferencia positiva.
2) Las interpretaciones deben partir de lo que el analizado expresa en la superficie.
3) Las interpretaciones son más eficaces en el preciso momento en que la tensión de
la frustración se aproxima al punto que el psicoanalista considera doloroso.
4) Una interpretación debe ser específica y basada en el material de la sesión.
Situaciones para utilizar las interpretaciones:
1. Cuando informamos al paciente del significado;
2. cuando le ofrecemos una explicación plausible de su conducta
(interpretación explicativa)
3. cuando pretendemos describir lo que suponemos que es su experiencia
subjetiva (interpretaciones descriptivas o fenomenológicas).
Las dificultades contratransferenciales y las fallas para comprender la estructura de los
síntomas son las dos causas más comunes del uso equivocado de las interpretaciones.
o Aspectos proyectivos del terapeuta; es posible modificarlas mediante el análisis
personal, la supervisión y la experiencia.
o Uso de interpretaciones superficiales e inespecíficas.
o Realizarlas fuera de contexto o a destiempo.
RECONSTRUCCIÓN
Situaciones del pasado del sujeto, o sea, se aboca a las investigaciones de tipo genético,
Construcción: trabajo en el aquí y el ahora que efectúan paciente y analista, que es un
concepto que resalta preferentemente la situación vincular de ambos protagonistas.
Recuperación de algo que fue la historia objetiva del sujeto como realmente sucedió.
INTERVENCIONES DE APOYO.
La psicoterapia psicoanalítica de apoyo se caracteriza por una relación terapéutica
determinada predominantemente por sus aspectos de relación primaria, una técnica
terapéutica consistente en lo esencial, de intervenciones de apoyo, un proceso
terapéutico que consiste fundamentalmente en el crecimiento a través de la experiencia y
una meta terapéutica que recide en primer lugar en la construcción de la estructura.
La psicoterapia, basada en la teoría psicoanalítica, en que por medio de una relación
terapéutica centrada en el crecimiento por la experiencia y utilizando principalmente
técnicas de apoyo, se propicia un cambio sintomático y conductual.
El propósito de las técnicas de apoyo era reforzar las defensas del paciente, en
tanto que las técnicas expresivas estaban dirigidas a debilitarlas.
Las técnicas de apoyo y las expresivas se combinan en cualquier tratamiento.
Los aspectos de la experiencia y del apoyo son fenómenos que se dan a nivel no
verbal y en contraste con la interpretación y el insight que son esencialmente
verbales y constituyen "el poder silencioso del psicoanálisis".
LA EXPERIENCIA EMOCIONAL CORRECTIVA
En todas las formas de psicoterapia etiológica rige el mismo principio terapéutico básico:
reexponer al paciente, en circunstancias más favorables, situaciones emocionales que no
pudo resolver en el pasado. A fin de poder recibir ayuda, aquél debe sufrir una
`experiencia emocional correctiva' adecuada para reparar la influencia traumática de
experiencias anteriores.
El dominio del conflicto se hace posible no sólo debido a que el conflicto
transferencial es menos intenso que el original, sino a que el analista adopta una
actitud distinta de la asumida por el progenitor hacia el niño en la situación
conflictiva original y aunque el paciente continúa actuando conforme a pautas
antiguas, la reacción del analista se adapta estrictamente a la situación terapéutica
real.
El terapeuta es una figura que modela y corrige.
Objetivos:
1. Llevar al paciente a un equilibrio emocional rápidamente
2. Fortalecer las defensas existentes y elaborar mejores mecanismos de control.
3. Precisión de las metas, sin que sean muy ambiciosas
4. Disminuir patrones patológicos de defensa
Fallas:
MANIPULACIÓN
Si el terapeuta proporciona información suficiente y respetuosa, consejos limitados
y el apoyo se basa en consideraciones racionales, se obtienen resultados
satisfactorios.
Las manipulaciones ambientales, los hospitales de día, los internamientos, así
como el uso racional de medicamentos son intervenciones de este tipo y brindan
una considerable ayuda al paciente y al terapeuta especialmente en casos graves.
MANEJO DE LA TRANSFERENCIA
La figura del terapeuta deberá conservar los aspectos realistas y no permitir la excesiva
idealización que impide el progreso del tratamiento.