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1. Introducción
Acaricida es un plaguicida diseñado para controlar las especies nocivas de ácaros (Acari) 1. En los
cultivos prácticas de protección, se utilizan acaricidas contra los ácaros fitófagos, provocando
plagas daños económicos a los cultivos agrícolas y plantas ornamentales. Hasta mediados del siglo
XX, en los agroecosistemas de bajo nivel de productividad, las poblaciones de ácaros fitófagos no
suele meterse por debajo de niveles de daño económico, debido a la regulación natural de ácaros
depredadores e insectos, sus enemigos naturales. El concepto de brote de plaga secundaria se
introdujo en los ácaros (Tetranychidae), los más importantes de los ácaros se alimentan de
plantas, como un paradigma. Los avances en la producción agrícola después de la Segunda Guerra
Mundial, basado en el uso intensivo de plaguicidas y fertilizantes, riego y otras prácticas culturales,
el aumento inducido por la araña roja poblaciones muy por encima del umbral económico
(Huffaker et al, 1970;.. McMurtry et al, 1970; Jeppson et al, 1975;. Metcalf, 1980). Crecido bajo
condiciones favorables, las plantas hospedantes se convirtieron fuentes de alta calidad de los
alimentos para las plagas de ácaros, lo que dio lugar a brotes de sus poblaciones y ha permitido
compensar las pérdidas causadas por la actividad de los depredadores.
Los ácaros, las especies mayormente polífagos, son plagas comunes en los agroecosistemas
modernos en todo el mundo, y algunos de ellos están entre las plagas de los cultivos más
importantes. Después de Tetranychidae,
1 Los ácaros (Acari subclases), de encaje morfológica y ecológicamente muy diverso de la pequeña
invertebrados, pertenece a la clase Arácnida (junto con las arañas y escorpiones), suborden
Chelicerata y phylum Artrópoda. Los artrópodos incluyen insectos, ácaros de la que, además de ser
difieren de ocho patas, los animales (insectos son hexápodos) por la falta de verdadera cabeza y el
cuerpo visible segmentación. Hay 50,000 especies de ácaros conocidos hoy en día, pero se estima
que el número real es 20 veces mayor. Además de las plagas agrícolas y sus enemigos naturales
(depredadores), los ácaros son especies de importancia médica y veterinaria (ácaros del polvo
doméstico, ácaros de sarna, garrapatas), mientras que las especies viven en el suelo y el agua son
importantes indicadores ambientales.
Las plagas de ácaros segundos más importantes son biliar y ácaros del moho (Eriophyoidea),
mientras que las otras especies económicamente perjudiciales se pueden encontrar entre los
ácaros falsos (Tenuipalpidae), ácaros tarsonémidos (Tarsonemidae) y ácaros acáridos (Acaridae).
Los ácaros fitófagos se alimentan del contenido líquido de las células vegetales, perturbando así la
fisiología de una planta huésped y causar distintos perjuicios para plantar tejidos y órganos,
mientras que algunas de las especies también pueden actuar como vectores de virus de plantas. A
pesar del tamaño relativamente pequeño (100-400 micras), se alimentan de plantas ácaros
pueden causar rendimiento de los cultivos y las pérdidas de calidad considerable, debido a que
tienen corta vida y bajo condiciones favorables a sus poblaciones alcanzan rápidamente una gran
abundancia (Helle y Sabelis, , 1985a, b; Lindquist et al, 1996;. Zhang, 2003; van Leeuwen et al,
2010).
El uso de acaricidas se ha incrementado sustancialmente en la última mitad del siglo 20. Desde los
primeros brotes graves y generalizadas de las poblaciones de ácaros, durante la década de 1950,
insecticidas organofosforados neuroactivos y otros fueron reemplazados por acaricidas específicos
es decir, compuestos exclusiva o principalmente eficaces contra los ácaros. Varias generaciones de
acaricidas sintéticos estructuralmente diversos, dirigidos contra diferentes bioquímicos y
fisiológicos objetivos, se han comercializado hasta ahora. Además acaricidas específicos, una
número de insecticidas con actividad acaricida considerable (piretroides, avermectinas,
benzoilureas) también se han utilizado, mientras que algunos compuestos más antiguos
neuroactivos son todavía disponibles para el control de ácaros fitófagos (Jeppson et al, 1975;.
Knowles, 1997; Dekeyser, 2005; van Leeuwen et al, 2010).. La mayoría de los acaricidas modernas
ejercen sus efectos a través de la interrupción de los procesos respiratorios. Otro enfoque en el
desarrollo de acaricidas sintéticos lanzó compuestos que actúan sobre el crecimiento y el
desarrollo (Dekeyser, 2005; Kramer & Schirmer, 2007). Por otro lado, diversos productos naturales
bioactivos con actividad acaricida (pesticidas botánicos y microbianos, aceites esenciales, aceites
hortícolas pulverización, micopesticidas) se han convertido en importantes alternativas a los
acaricidas sintéticos (Beattie et al., 2002; Copping & Duke, 2007; Faria y Wraight, 2007).
De acuerdo con la base de datos (APRD Artrópodos resistencia a los pesticidas) más de 700 casos
de acaricida resistencia en ácaros fitófagos se han reportado. Alrededor del 93% de estos informes
se refieren a araña resistencia ácaros, y casi la mitad de los casos de resistencia del ácaro araña
está relacionada con la arañuela roja (Tetranychus urticae), las especies altamente polífagos, uno
de los más importantes plagas en invernaderos en todo el mundo (Whalon et al., 2008, 2010). Por
lo tanto,hay una continua necesidad para el desarrollo y la aplicación de acaricidas nuevos con la
nueva modos bioquímicos de acción, pero también para la optimización de su uso a fin de prevenir
o retrasar la evolución de la resistencia y prolongar su vida útil (Dekeyser, 2005). Teniendo en
cuenta control de plagas biorracional como estrategia clave para la protección de los cultivos
modernos (Horowitz et al., 2009) acaricidas nuevos debe ser selectiva, es decir, eficaz contra las
plagas diana y compatibles con sus enemigos naturales. Además, estos compuestos deben ser
productos seguros con respecto para la salud humana, beneficioso y los organismos no objetivo
(mamíferos, aves, gusanos, abejas, los organismos acuáticos) y el medio ambiente con el fin de
cumplir con los requisitos reglamentarios.
Este capítulo se centra en los perfiles biológicos de acaricidas que se han comercializado en
el final de la resistencia a los acaricidas 20 y principios del siglo 21, en fitófago ácaros, productos
bioactivos de origen natural como alternativas a los acaricidas de síntesis, compatibilidad de
acaricidas con los agentes de control biológico y otros temas de actualidad acerca de usos
acaricidas en la protección de cultivos modernos.
Similar al sistema nervioso de los insectos, el sistema nervioso de los ácaros también ha sido
durante mucho tiempo el blanco para la mayoría de los productos químicos utilizados para su
control (Casida y Quistad, 1998). La situación tiene cambiado un poco durante las últimas dos
décadas debido a la comercialización de un gran número de compuestos acaricidas que actúan
sobre el proceso de la respiración mitocondrial, que produce la mayor parte de los la energía en
las células. Este proceso consta de dos partes unidas de electrones mitocondrial transporte (MET)
y la fosforilación oxidativa. Aunque algunos de los acaricidas mayores eran conocida para inhibir la
respiración, la explotación real de este objetivo comenzó no antes de después la década de 1990,
con las perspectivas de expansión y desarrollo de nuevos, más eficaces y más seguros productos
(Dekeyser, 2005; Lummen, 2007; Kramer & Schirmer, 2007).
La figura. 4. Fórmulas estructurales de acaricidas que actúan sobre dianas de respiración: METI
acaricidas
Insecto-acaricida diafentiuron, un compuesto tiourea novela (Fig. 5) puso en marcha en 1991, es el
sólo representativa moderna de compuestos que alteran la fosforilación oxidativa por la inhibición
de la sintasa mitocondrial ATP, una enzima con papel esencial en celular bioenergética (este modo
de acción ha sido reconocido en propargites, y tetradifons compuestos organoestánnicos).
Diafentiuron es un pro-acaricida, su metabolito inhibe carbodiimida la enzima. Es eficaz contra
estados móviles de los ácaros y también proporciona un buen control de eriophyoid. Diafentiuron
tiene una toxicidad baja para los mamíferos y el medio ambiente a corto persistencia (Kramer &
Schirmer, 2007; van Leewen et al, 2010.).
La figura. 5. Fórmulas estructurales de acaricidas que actúan sobre dianas de respiración: los
inhibidores de complejo III (acequinocilo, bifenazato) y los inhibidores de la fosforilación
oxidativa (diafentiurón, clorfenapir)
Schirmer, 2007; Marcic, 2007; Marcic et al, 2007;. Pottelberge Van et al, 2009;. Marcic et al,.
2010). Estos dos acaricidas son los únicos compuestos nuevos utilizados para el control de
eriophyoid Los ácaros también (van Leeuwen et al., 2010). Además del efecto acaricida,
espirodiclofeno tiene También se muestra una considerable actividad insecticida contra huevos y
larvas de psila del peral y escalas (Kramer & Schirmer, 2007;. Marcic et al, 2007), mientras que
proporciona espiromesifeno eficaz el control de la mosca blanca (Kramer & Schirmer, 2007;.
Kontsedalov et al, 2008). Ambos compuestos tienen una toxicidad baja para los mamíferos y
persistencia en el ambiente corto. Espirodiclofeno es incluidas en el anexo I, y la evaluación de
espiromesifeno está en curso (UE, 2010). Espirotetramato, un derivado de ácido tetrámico
introducido recientemente, pertenece a los inhibidores de la acetil-CoA-carboxilasa. Aunque
inicialmente desarrollado para el control de la mosca blanca y los áfidos (Brück et al., 2009), los
estudios de sus efectos sobre T. urticae (Marcic et al., datos no publicados) indican spirotetramate
que potencialmente podría ser un acaricida eficaz también.
4. Acaricidas naturales y otras soluciones alternativas
El uso de productos naturales para la protección de las plantas y el cultivo se remonta a tiempos
mucho antes de la introducción de pesticidas sintéticos que se impone como el medio principal
para eliminación de organismos nocivos. En los últimos tiempos, la importancia de pesticidas
naturales es constantemente creciente, principalmente en la agricultura ecológica, pero también
en el marco de biorracionales programas de control de plagas que insisten en el uso de pesticidas
ecológicos y explotación de nuevos modos bioquímicos de actuación (Isman, 2006; Isman y Akhtar,
2007; Copping & Duke, 2007; Horowitz et al, 2009).. Algunos de los productos naturales son
sustancias que tienen efecto acaricida significativa. Probablemente el insecticida botánico más
estudiado en los últimos veinte años es un triterpenoide azadiractina (Fig. 7), el principal
ingrediente activo de extractos, aceites y otros productos derivados de las semillas del árbol de
neem de la India (Azadirachta indica). Neem productos están registrados en más de 40 países
como los productos para la supresión de las plagas de artrópodos importantes en el crecimiento
de frutas, hortalizas y plantas ornamentales (Kleeberg, 2004;. Milenkovic et al, 2005). Los efectos
de azadiractina en insectos tratados manifiestan lentamente y que incluyen completa o parcial
respuesta antialimentaria, retrasado y / o perturbado muda, inhibe la reproducción (Copping &
Duke, 2007; Isman y Akhtar, 2007). Los estudios sobre los ácaros (Sundaram y Sloane, 1995;
Mansour et al, 1997;.. Martínez-Villar et al, 2005) indican que la azadiractina, además a ser tóxicos
para distintas fases de desarrollo, actúa como antialimentaria, reduce la fecundidad y fertilidad y
acorta la vida de los insectos adultos. Junto a los ácaros, también azadiractina exposiciones
acaricida efecto sobre algunos ácaros acáridos y tarsonémido (Collins, 2006;. Venzon et al, 2008).
Azadiractina se considera que es no tóxico para los mamíferos y no se espera que tenga cualquier
efecto adverso sobre el medio ambiente (Copping & Duke, 2007), y su anexo I es de aplicación
volver a presentar (UE, 2010). Muchos de nim / azadiractina basada productos están aprobados
para su uso en producción de cultivos orgánicos (Zehnder et al, 2007;. EU, 2008;. Dayan et al,
2009). Los productos aislados de actinomicetos del suelo son una fuente importante para derivar
naturales insecticidas y acaricidas. En 1990, varios años después de la introducción de abamectina,
otro producto de fermentación, milbemectina, fue comercializado. Milbemectina es una mezcla
de milbemicina A3 y A4 milbemicina, productos naturales aislados de las fermentaciones de
Streptomyces hygroscopicus subsp. Aureolacrimosus (Fig. 7). Milbemectina es una neuroactivo
acaricida (activador del canal de cloruro), eficaz contra los ácaros y tetranychidae eriophyoid,
debido compuesto relativamente seguro para la rápida asimilación por las plantas tratadas en
combinación con rápido degradación de los residuos en la superficie (Copping y Duke, 2007;
Kramer & Schirmer, 2007). Como abamectina, milbemectina también se incluye en el Anexo I (UE,
2010).
Los aceites esenciales, los metabolitos secundarios son abundantes algunas plantas aromáticas de
las familias Lamiaceae, Apiaceae, Rutaceae, Myrtaceae y otros, se han sugerido como alternativa
fuentes de productos de control de plagas. Predominantes ingredientes bioactivos de los aceites
esenciales son monoterpenos y sesquiterpenos.
Además de ejercer una toxicidad aguda para los insectos y ácaros, aceites esenciales muestran un
efecto subletal como repelentes, antialimentadores e inhibidores de la reproducción. Los efectos
letales y subletales de los aceites esenciales son la consecuencia de un contacto directo y / o
captación de fase gaseosa a través del sistema respiratorio. Insectos sistema nervioso es
octopaminergic considera que el sitio diana de acción de algunos constituyentes de aceites
esenciales, pero esto no puede ser el caso teniendo en cuenta su actividad acaricida. Además,
existe la posibilidad de que esencial aceites, como mezclas complejas, actuar en sitios diana
múltiples (Isman, 2006; Miresmailli et al, 2006.; Isman y Akhtar, 2007; Shaaya y Rafaeli, 2007). Los
aceites esenciales extraídos de las semillas de alcaravea, eucalipto, menta, romero, albahaca,
orégano, tomillo y otras plantas han mostrado una actividad acaricida significativa (Aslan et al,
2004;. Choi et al, 2004;.. Miresmailli et al, 2006). Estos aceites pueden ser útiles como fumigantes
en el control de ácaros fitófagos en invernaderos, sin embargo, para mejorar la actividad acaricida,
sus formulaciones comerciales.
Es necesario desarrollar (Choi et al, 2004;. Han et al, 2010.). Los aceites esenciales son en su
mayoría no tóxico para los mamíferos, siendo los productos volátiles, tienen persistencia limitada
ambiental (Isman, 2006). Aceite de romero, aceite de tomillo y algunos otros aceites esenciales
están disponibles para el control de plagas en agricultura ecológica (Dayan et al., 2009).
Aceites de petróleo se han utilizado durante más de un siglo para controlar una amplia gama de
cultivos plagas, incluidos los ácaros. Debido a su elevada fitotoxicidad, la utilización de aceites de
petróleo se limita a la aplicación latente o tardía contra hibernación etapas de plagas, para evitar
lesiones en el tejido vegetal verde. Los avances en la química del petróleo considerablemente
menor fitotoxicidad en las nuevas y altamente refinados aceites de aspersión derivados del
petróleo (PDSO), que se reconocen hoy como una importante alternativa a los pesticidas
sintéticos. PDSO son productos ecológicos con un impacto insignificante sobre la salud humana y
el ambiente.
La teoría más aceptada sobre su modo de acción es que PDSO principalmente actuar físicamente
bloqueando los espiráculos en los insectos (o los estigmas en los ácaros) y lo que provoca asfixia,
pero no se puede suponer que el único modo de acción (Taverner, 2002). Por lo menos algunos
aceites modernos pueden ocasionar una variedad de ruptura celular que conduce a una rápida
insecto muerte (Najar-Rodríguez et al., 2008). PDSO son altamente eficaces contra los ácaros y
ácaros eriophyoid en diversos campos y de los cultivos de invernadero (Agnello et al, 1994;..
Nicetic et al, 2001; Marcic et al, 2009;. Chueca et al, 2010).. Al lado de mineral, aceites vegetales
demostrado ser acaricidas eficaces, así como el aceite de semilla de algodón (Rock y Crabtree,
1987) de aceite de soja (Lancaster et al, 2002;. Moran et al, 2003.) Y aceite de colza (Kiss et al,
1996;.. Marcic et al, 2009). PDSO y aceites de plantas de pulverización se consideran compatibles
con la agricultura ecológica (Zehnder et al, 2007;. UE, 2008). El aceite de colza se incluye en el
Anexo I (UE, 2010). Numerosos estudios indican que los hongos entomopatógenos, especialmente
ascomicetos, pueden desempeñar un papel importante en la regulación de las poblaciones de
artrópodos nocivos si se utiliza en biológico Control (Hajek y Delalibera, 2010), o aplicarse como
mycoinsecticides y / o mycoacaricides (Maniania et al, 2008;.. Jackson et al, 2010). Entre los
hongos entomopatógenos, el más patógenos potentes de tetraníquidos y otras especies de ácaros
plagas son Beauveria basssiana, Hirsutella thompsonii, Lecanicillium sp., Metharizium anisopliae,
Isaria fumosorosea sobresalió, Neozygites floridana (Chandler et al, 2000;.. Maniania et al, 2008),
cuyos conidios y blastosporas son usado para la formulación de hongos basados en los
bioplaguicidas. A principios de la década de 1980, sólo uno mycoacaricide estaba disponible
(MyCar), formulado a partir de conidios de H. thompsoni y destinados por supresión de los cítricos
ácaro del tostado. Un cuarto de siglo más tarde, hay unos 30 comerciales productos que actúan
contra tetranychidae, eriophyoid y ácaros tarsonémidos, en su mayoría formulado como polvo
humectable o de dispersión de aceite, y un tercio de los que está hecho de conidios de B. bassiana
(Faria y Wraight, 2007).
Como resultado de un potencial excepcional intrínseca de los ácaros para el desarrollo rápido de
resistencia (Cranham y Helle, 1985; Croft & van de Baan, 1988;. Van Leeuwen et al, 2009) y con
frecuencia no acciones tan racionales de los seres humanos, la resistencia a los acaricidas en los
ácaros, en particular las especies de Familia Tetranychidae, se ha convertido en un fenómeno
global. Resistencia a los pesticidas artrópodos Base de datos (APRD) - dirigido por científicos de la
Universidad Estatal de Michigan y el apoyo de Resistencia a los insecticidas Acción Comité (IRAC),
un grupo especialista técnico de la industria asociación CropLife - contiene los datos publicados
sobre la resistencia en los insectos y ácaros importante para la agricultura, la medicina veterinaria
y salud pública, a partir de 1914 hasta la fecha (Whalon et al., 2008, 2010). Esta base de datos, lo
que implica un gran número de científicos y expertos de alrededor del mundo que trabajan en la
administración y mejora, es útil para comprensión de la resistencia a los acaricidas en los ácaros en
un nivel global.
A mediados de 2010, APRD 9394 contenía informes sobre la resistencia desarrolladas en 572
especies de artrópodos, de los cuales 1130 los informes se refieren a 82 especies de la subclase
Acari. Fuera de este número, 745 informes de preocupación 39 especies pertenecientes a cuatro
familias de ácaros fitófagos: Tetranychidae, ácaros, y Eriophyidae Tenuipalpidae.
Aproximadamente el 93% de los informes frente a la resistencia de los ácaros araña, con dos
especies predominantes araña de dos manchas ácaro, Tetranychus urticae (53% de los informes
de araña roja) y ácaro rojo europeo, Panonychus ulmi (26% de los informes de araña roja) (Tab. 1).
Los autores del APRD creado la lista de la "Top 20" de artrópodos plagas resistentes del mundo,
clasificados por número de compuestos con reportado resistencia. En esta lista, T. urticae y P. ulmi
primera fila y noveno, respectivamente, por los datos para 92 y 42 compuestos para los que la
información acerca de poblaciones resistentes existen (Whalon et al., 2008, 2010). Para ambas
especies, la mayoría de los informes se refieren a la resistencia a organofosfatos documentados
durante los años 1950, 1960 y 1970. Junto con carbamatos, organofosfatos compuestos
representan hoy en día más del 35% del mercado de los insecticidas global, de modo que los
informes sobre poblaciones resistentes tetranychidae / cepas siguen llegando (Herron et al., 1998;
Stumpf et al, 2001;. Tsakaragkou et al, 2002;. Kumral et al, 2009).. La parte importante de la base
de datos se refiere APRD piretroides resistencia en tetraníquidos. Hoy en día, esta clase de
compuestos representa el 20% del mercado, pero el número creciente de casos de resistencia a
bifentrina y otros piretroides se ha registrado en el pasado reciente (Herron et al., 2001; Ay y
Gurkan, 2005; Kumral et al, 2009;. Tsakaragkou et al, 2009).. En cuanto a otro acaricidas
específicos y acaricidas-insecto, no existe prácticamente ninguna sustancia activa sin
documentado casos de resistencia, pero existe una diferencia obvia en el ámbito de aplicación de
fenómeno entre los acaricidas o grupos de acaricidas. Por ejemplo, global popularidad del METI-
acaricidas contribuido al desarrollo relativamente rápido de araña resistente poblaciones de
ácaros en Japón, Corea del Sur, Australia, Brasil, California y algunos europeos países. Por otro
lado, sólo hay unos pocos informes sobre la resistencia a fenbutatina-óxido y otros compuestos
orgánicos de estaño que se han utilizado durante cuatro décadas (Stumpf y Nauen, 2001; Auger et
al, 2004;. Van Leeuwen et al, 2009;. Stavrinides et al, 2010).. Otro ácaro fitófago en la lista de los
"top 20", bulbo ácaro Rhizoglyphus robini (Acaridae), Ocupa el lugar 19 con 22 informes sobre la
resistencia a los compuestos organofosforados casi exclusivamente. Los casos de resistencia a
organofosforados también están registrados para otras especies de ácaros que figuran en el APRD.
Entre los ácaros eriophyoid, la resistencia en cítricos ácaro del tostado, Phyllocoptruta oleivora, a
dicofol ha sido mejor documentado y más estudiadas (Omoto et al, 1994.); otros casos de
resistencia en Eriophyoidea también se refieren a compuestos organofosforados. Además de la
documentación completa de la resistencia acaricida en ácaros, los factores que afecta a este
fenómeno de microevolución se estudiaron también, así como sus características fisiológicas,
mecanismos bioquímicos angú genéticos. Los resultados de estos estudios fueron resumidos por
Cranham y Helle (1985), Croft & van de Baan (1988), Messing & Croft (1996), Knowles (1997), van
Leeuwen et al. (2009), y el mayor número de datos se refiere a poblaciones / cepas de T. urticae.
Como en otros artrópodos, la resistencia en ácaros es causada por un objetivo menos sensible sitio
(resistencia del sitio objetivo) y / o la desintoxicación mejorada (metabólica resistencia). La
insensibilidad de la acetilcolinesterasa es el tipo más común de organofósforo resistencia en T.
urticae (Cranham y Helle, 1985;. Stumpf et al, 2001, Tsagkarakou et al, 2002;. Van Leeuwen et al,
2009;. Khajehali et al, 2010;. Kwon et al, 2010a).. Resistencia metabólica mediada por
carboxilesterasas se encontró en la mayoría de los casos de desarrollo de resistencia a los
piretroides en esta especie (Ay y Gurkan, 2005; van Leeuwen et al., 2005b, van Leeuwen y Tirry,
2007), mientras que el metabolismo oxidativo parece jugar un papel importante en la resistencia a
la METI-acaricidas (Stumpf y Nauen, 2001; Kim et al, 2004, 2006.; van Pottelberge et al., 2009).
Los resultados de numerosos estudios genéticos convencionales indican que en la mayoría de los
casos individuales gen principal controla la herencia de la resistencia de los ácaros (Cranham y
Helle, 1985; van Leeuwen et al., 2009). A pesar de la resistencia monogénica y dominante se ha
esperado debido a la presión de selección intensa para que las poblaciones en el campo abierto o
condiciones de invernadero están expuestos (Roush & McKenzie, 1987), existen algunas
excepciones importantes ocurrir, tales como la resistencia monogénica recesiva de dicofol (Rizzieri
et al., 1988), propargita (Keena y Granett, 1990), piridaben (Goka, 1998) y etoxazol (Uesugi et al.,
2002), y resistencia poligénica a cihexatina (Mizutani et al., 1988). Últimamente, varios estudios
tratar base molecular de la resistencia a los piretroides sitio diana (Tsagkarakou et al, 2009;. Kwon
et al, 2010b), organofosforados (Khajehali et al, 2010;... Kwon et al, 2010a) y bifenazato (van
Leeuwen et al., 2008, van Nieuwenhuyse et al., 2009) han sido publicados. Especialmente
descubrimiento interesante es que la resistencia bifenazato en T. urticae se hereda sólo
maternalmente, que es la primera aparición de no mendeliano de herencia desde el comienzo de
los estudios genéticos sobre la resistencia a los pesticidas en los artrópodos (van Leeuwen et al.,
2008, van Nieuwenhuyse et al., 2009).
Tab. 1. Los casos de resistencia a los acaricidas en los ácaros fitófagos (Whalon et
al., 2010)
Caracterización biológica, bioquímica y genética de la resistencia es uno de los elementos
esenciales elementos de la definición de la estrategia para la gestión de resistencia a los acaricidas
en fitófago ácaros. Una resistencia efectiva acaricida programa de gestión podría basarse en
general, principios de manejo de resistencia aprobado por IRAC (Kramer & Schirmer, 2007). La
tecla recomendación es la reducción de la selección para la resistencia que es posible de alcanzar
si había disponible hasta acaricidas posibles con diferentes modos de acción. La historia de
resistencia en T. urticae mejor ilustra la importancia de lo anterior: la primera poblaciones
resistentes puede surgir tan pronto como después de dos o tres años desde el comienzo de una
nueva aplicación de acaricida, causando una falla de control de plagas obvio (Cranham y Helle,
1985; Knowles, 1997; van Leeuwen et al, 2009).
Por lo tanto, es muy importante para estudiar los efectos de acaricidas y otros pesticidas en
fitoseidos, otros ácaros depredadores de insectos y depredadores de ácaros fitófagos.
Depredadores entrar en contacto con pesticidas si se tratan con ellos directamente o expuestos a
su residuos, si se alimentan de presas contaminadas o polen. Junto a los efectos letales
(mortalidad), pesticidas también causar una variedad de efectos subletales, cambiando los
parámetros biológicos y / o el comportamiento de los supervivientes (Blumel et al, 1999;..
Desneux et al, 2007). Internacional Organización para el Control Biológico / Western Sección
Regional Paleártico (IOBC / WPRS) ofrece uno de los programas más completos para probar letales
y subletales efectos secundarios de los plaguicidas en organismos beneficiosos, que comprenden
ensayos de laboratorio, semi-campo y campo. IOBC / WPRS grupo de trabajo "Los pesticidas y
organismos benéficos", organizado y llevado a cabo varios programas de ensayos comunes para la
mayoría de los depredadores, parasitoides y beneficiosos distintos organismos, incluyendo ácaros
fitoseidos (Blumel et al, 1999;. Blumel y Hausdorf, 2002). Sin embargo, algunas soluciones
metodológicas dentro de los procedimientos de la OILB (modo de exposición, elección de la dosis /
concentraciones, los criterios de evaluación) han sido criticados por no estar suficientemente
realista (Bakker & Jacas, 1995; Amano y Haseeb, 2001). Con el fin de adquirir una profundidad en-
conocimiento sobre los efectos subletales de los plaguicidas sobre los agentes de control
biológico, la población nivel de toxicidad enfoque fue propuesto, y se basa en la creación de tablas
de vida y el cálculo de parámetros de crecimiento de la población, y / o proyección de la tasa de
crecimiento de la población sobre la base de matriz modelo (Stark y Bancos., 2003; Stark et al,
2007).
La encontró con mayor frecuencia en las listas de los no selectivos principios activos son
organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretroides y otros de amplio espectro
insecto, acaricidas, que son por definiciones tóxico para gran número de especies de insectos y
ácaros, incluyendo Phytoseiidae y la mayoría de otros artrópodos, los depredadores de ácaros
fitófagos (Croft & Brown, 1975; Knowles, 1997; Blumel et al, 1999;.. Gerson et al, 2003). Por el otro
lado, abamectina y milbemectina, que también son de amplio espectro Insecto-acaricidas, están
considerado seguro para los artrópodos beneficiosos en condiciones de campo, debido a su corta
persistencia del medio ambiente, una rápida absorción en las plantas tratadas y la degradación
rápida de la superficie residuos (Kramer & Schirmer, 2007). Aunque benéficos pueden morir
durante el tratamiento directamente por aceites de pulverización o expuestas a la fase de vapor
de los aceites esenciales, su corto plazo actividad residual no afectan gravemente a las
poblaciones de ácaros fitoseidos y otros depredadores (Chueca et al, 2010;.. Han et al, 2010).
Debe tenerse en cuenta que ciertos fungicidas (benomil, dithocarbamates) son en parte
perjudiciales para ácaros depredadores (Blumel et al, 1999;. Gerson et al, 2003;. Alston &
Thomson, 2004). Azufre, acaro-fungicida aprobado en la agricultura ecológica (Zehnder et al,
2007;. EU, 2008; Milenkovic et al. 2010) se han identificado como perjudicial para el control del
ácaro integrado (Beers et al., 2009). Además, existen registros de efectos adversos de los
neonicotinoides (nueva clase de neuroactivo insecticidas que es en gran expansión en las últimas
dos décadas), en la supervivencia y / o fecundidad (James, 2003;. Duso et al, 2008), la actividad de
los depredadores (Poletti et al, 2007.) y crecimiento de la población (Stavrinides y Mills, 2009) de
ácaros fitoseidos
Acaricidas específicos se consideran inofensivas para la mayoría de los insectos toxicidad a
diferentes etapas de desarrollo de las mismas especies de ácaros, y al ácaro diferente especies,
varía en cierta medida. Desde el punto de vista de la selectividad, es esencial estar conscientes de
la toxicidad comparativa de los acaricidas a los ácaros fitófagos y ácaros depredadores (Knowles,
1997). Los compuestos, tales como compuestos orgánicos de estaño, inhibidores del crecimiento
de ácaros y reguladores, acequinocilo, diafentiuron, algunos acaricidas METI, bifenazato,
espirodiclofeno, espiromesifeno, generalmente se clasifican como acaricidas selectivos, mucho
más tóxico para los ácaros fitófagos que a fitoseidos y otros ácaros depredadores (Blumel et al,
1999;. Knowles, 1976, Dekeyser, 2005; Kramer & Schirmer, 2007). Spinosad y azadiractina parece
ser compatible con ácaros depredadores (Spollen y Isman, 1996; Williams et al, 2003;.. Raguraman
et al, 2004).
Resultados de la evaluación tanto positivos como negativos se basan en número menor o mayor
de datos experimentales, pero no deben ser tomadas como conclusiones generales y finales en
(No) selectividad. Además esperan diferencias intrínsecas entre las especies depredadoras en
susceptibilidad a los mismos plaguicidas, la literatura proporciona diferente, e incluso a veces
resultados contrastantes sobre la compatibilidad de la misma sustancia activa y el mismo
depredador especies, debido a los procedimientos de prueba diferentes (dosis aplicadas /
concentraciones, modo de tratamiento y la exposición de los organismos de prueba, observó
experimentos parámetros de laboratorio o de campo), a Por otro lado, los resultados obtenidos
por métodos normalizados se ven afectados por el producto tipo de formulación, origen del
organismo de ensayo (población autóctona o comercializado cepa) y otros factores (Blumel et al,
1993;.. Duso et al, 2008).
En todo el mundo, IPM ha convertido en el modelo aceptado para la protección de cultivos en las
últimas décadas, pero la adopción de programas de manejo integrado de plagas ha sido en general
lento en los países desarrollados y la países en desarrollo (Peshin et al., 2009). En la Unión
Europea, Directiva 91/414 alienta a los Estados Miembros a que adopten los principios de IPM en
cuenta, pero la implementación es voluntaria (Freier y Boller, 2009). El éxito del MIP ha sido a
menudo medido por la reducción del uso de pesticida, que no es necesariamente un indicador
fiable (Kogan, 1998). La transición desde el control de plagas convencional para IPM en realidad
cambia el papel de las plaguicidas (acaricidas) en la protección de cultivos moderno: dentro de los
principios del MIP, los pesticidas se aplican muy racional y en la interacción con las tácticas de
control.